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Introducción
Sin embargo, es igualmente cierto que las teorías sociológicas e históricas acerca de la
evolución humana, cíclicamente han insistido en ver orden, tendencias y leyes, han
querido ver casi siempre “evolución social”. La resistencia a asumir el caos y la
complejidad ha sido característica casi soberana en la evolución de la ciencia social y
las consideraciones directas y francas de sus expresiones han quedado para el mito, la
religión y el arte, y, quizá también, para la medicina, en la medida en que se consideran
patologías susceptibles de cura.
Hipótesis
Sostenemos que, desde una perspectiva compleja, ambas posturas son neuróticas.
1
Computo ergo sum (La noción del sujeto), E Morin, Pág. 267
Queremos mostrar que, en consecuencia, el conocimiento y la comprensión del
problema de la propiedad y, especialmente, de la propiedad privada pasa por asumirlas
en una perspectiva compleja, arborescente y sinfónica, estrictamente al estilo de los
criterios morinianos. Como consecuencia, queremos mostrar que el tratamiento
dialéctico del problema es neurótico y falaz.
Sin embargo, hay propiedad en la naturaleza viva, aunque no más allá de la posesión del
alimento en el mismo acto de la alimentación y, seguramente, también cierta noción de
territorialidad en especies animales. Existen también los actos de propiedad sobre la
pareja sexual, que, aunque no necesariamente conducen a la fidelidad y la monogamia
como la entendemos nosotros, están fuertemente arraigados en algunas especies.
Finalmente, cierto comportamiento de apropiación de los hijos también es observable.
Pero hasta ahí. Con todas las imprecisiones de este párrafo, no es nuestro objetivo
analizar el tema de la propiedad en el mundo animal, que seguramente sería un estudio
apasionante.
Para él la historia de la humanidad surgió de una primera etapa que llamó comunismo
primitivo. Luego, con la aparición de la propiedad privada, la sociedad se dividió en
clases sociales diferentes y antagónicas. Para Marx esta lucha no es cualquier cosa y
originó, por así decir, la evolución de la historia.
Es conocida la inspiración dialéctica del método de Marx. En palabras del mismo Marx,
lo que él hizo fue parar la dialéctica hegeliana sobre sus pies y eliminar de ella los
residuos idealistas.
Sostenemos, sin embargo que la propiedad debe verse más bien como un problema de
relación, interacción e interrelación, en última instancia, entre lo que suele llamarse la
esferas de lo público y lo privado. Lo privado, es lo que compete al individuo, es la
dimensión donde se expresa la libertad en su forma concreta, hic et nunc, aquí y ahora,
como expresa el profesor Morin en algunas ocasiones. Lo público, por su parte, es lo
privado de todos.
Todo esto es comprensible en Marx porque en su opinión, como se dijo más arriba, el
hombre y la sociedad fueron colectivistas y esencialmente iguales desde sus orígenes y
es la propiedad privada la que históricamente divide la sociedad pervirtiendo su
comunismo innato. Para Marx este reconocimiento histórico fue suficiente. Así que,
dado que la igualdad siempre estuvo en la base de lo humano y lo social, de lo que se
trata es de restituirla en su forma absoluta, para lo cual es tarea necesaria eliminar la
propiedad privada.
Pero lo que la ciencia y el conocimiento muestran es que lo que parece ser la regla no es
la igualdad, sino la diferencia. La diversidad y lo heterogéneo es lo que vemos
manifestándose por todas partes, incluidos los seres humanos. No hay igualdad en la
naturaleza ni entre seres vivos.
Lo que parece estar claro es que la igualdad como problema es otra invención humana.
Creación humana. Una hermosa creación. Es el ser humano el único ser vivo que se ha
preocupado o ha mostrado preocupación por su semejante, por disminuir y eliminar las
desigualdades y por crear sociedades más justas. Esto ha formado parte del proyecto de
autonomía individual y social que le es propio al ser humano como especie.
Esta igualdad no está en la naturaleza pero existe entre las preocupaciones humanas y
eso es suficiente para que haya ido decantando en los proyectos sociales de forma
determinante e ineludible.
No luchamos por la igualdad porque así lo determina ninguna ley natural, teológica o
histórica, ni siquiera porque alguna tradición lo dicte así, sino porque nos hemos
convencido éticamente que debe ser así. Se trata de una convicción antropológica. Se
trata de una creación humana.
Esta recursividad tiene que ser problemática ¿cómo no serlo?, pero ¿es eludible?
Si sólo entendemos lo privado como lo anómalo per se, lo deformante, el error que hay
que eliminar, ¿estamos acertando? ¿no es una visión puramente dialéctica? Recordemos
que en la lógica de la complejidad el error ya no es más el error, sabemos que la
“transyunción” trabaja allí modificando la “distribución del sistema de valores” y
sabemos que por mutación puede dejar de ser error y convertirse en “verdad.” 3 Así que
la perspectiva del problema cambia con la mirada arborescente, con la imagen del árbol
y, aún más, como “La imagen del árbol es buena, pero todavía demasiado estática”,
Morin hace surgir la lógica sinfónica y entonces entramos en la visión de otro mundo de
percepciones y perspectivas.
3
Edgar Morin, Lógica Dialéctica, Pág. 335