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Imperios En Rebelión: Tomo Ii Profecías De Apocalipsis
Imperios En Rebelión: Tomo Ii Profecías De Apocalipsis
Imperios En Rebelión: Tomo Ii Profecías De Apocalipsis
Ebook479 pages7 hours

Imperios En Rebelión: Tomo Ii Profecías De Apocalipsis

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About this ebook

Este libro ha sido llevado a cabo gracias a la intervención de los escritos sagrados, de varios escritores, que han tenido gran relieve en el ámbito religioso de todos los tiempos, y que Dios tuvo a bien poder presentar en este bello ejemplar: Es una obra monumental ya que aporta el pensamiento más sagrado de una doctrina pura. En estos últimos días muchos han escrito sobre este particular, sin embargo, distorsionan el sentido que Dios quiere que sea comprendido, por eso me vi en la suma necesidad de hacer una recopilación muy cuidadosa, ya que la gente debe ser encaminada por canales rectos, que la conduzcan a una luz mayor.
LanguageEspañol
PublisherPalibrio
Release dateJul 6, 2022
ISBN9781506547657
Imperios En Rebelión: Tomo Ii Profecías De Apocalipsis
Author

Mario Turcios

Mario Turcios nació el uno de febrero de 1967 en el Divisadero, en Morazán, El Salvador. Creció junto a sus padres Virgilio Flores y María Dolores Turcios, en el caserío Barríos del cantón nombre de Jesús, del mismo departamento. Su padre era minero y agricultor y su madre partera y activista en derechos humanos, Turcios es el hijo número 14 de sus 15 hermanos, estudió sus primeros grados de escuela primaria en el caserío Barríos, debido a la inestabilidad económica de la comunidad, con frecuencia la escuela era trasladada a diferentes comunidades ubicadas en los caseríos de La Jagua, la Cañada y Barríos de Morazán. El 18 de abril de 1982, Turcios, siendo un niño fue testigo del asesinato de su padre y 48 personas más, fue reclutado por el ejército gubernamental, lo acusaron de guerrillero. Después de un mes de torturas, con el aval de agregados militares estadounidenses fue liberado y obligado a cumplir con servicio militar por dos años (1987-1989). Se casó muy joven con Gladis Bolaños y procrearon tres hijos; con el apoyo de su esposa continuó sus estudios de contaduría y administración de empresas, posteriormente inició sus estudios de jurisprudencia y ciencias sociales. En el año 2004 fue obligado a salir de su país y solicitar asilo político en Estados Unidos. Desde su exilio, exige verdad y justicia en el caso Barríos, y otros casos de violaciones a los derechos humanos cometidos contra la población civil durante la guerra que se prolongó por doce años (1980-1992).

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    Imperios En Rebelión - Mario Turcios

    Copyright © 2022 por Mario Turcios.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

    El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960™ es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser usada solamente bajo licencia.

    Fecha de revisión: 02/06/2022

    Palibrio

    1663 Liberty Drive, Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    ÍNDICE

    Prefacio

    Prefacio De La Edición Castellana

    Acerca Del Autor

    Agradecimiento

    Introducción Al Libro De Apocalipsis

    Epígrafe

    Capítulo ILa Revelación De Jesucristo

    Capítulo IILas Siete Iglesias

    Capítulo IIILa Iglesia De Sardis

    Capítulo IVVislumbres Del Cielo

    Capítulo VEl Pergamino Sellado

    Capítulo VILos Siete Sellos

    Capítulo VIILos Cuatro Vientos

    Capítulo VIIIEl Silencio En El Cielo Y Las Primeras Cuatro Trompetas

    Capítulo IXLa Quinta Trompeta

    Capítulo XEl Librito Y El Ángel

    Capítulo XILa Biblia Y El Terror De Francia

    Capítulo XIILa Gran Controversia Entre El Bien Y El Mal

    Capítulo XIIIEl Auge Del Papado

    Capítulo XIVLos Ciento Cuarenta Y Cuatro Mil Y El Triple Mensaje Angélico

    Capítulo XVLos Siete Ángeles

    Capítulo XVILas Siete Últimas Plagas De Los Impíos

    Capítulo XVIILa Gran Ramera Y La Bestia Escarlata

    Capítulo XVIIIAquel Otro Ángel Y La Caída De La Gran Babilonia

    Capítulo XIXRey De Reyes Y Señor De Señores

    Capítulo XXEl Milenio Temporal

    Capítulo XXINueva Tierra - Cielo Nuevo Y La Nueva Jerusalén

    Capítulo XXIIVislumbres Del Porvenir

    Conclusión

    Índice De Abreviaturas

    PREFACIO

    Se nos aconseja leer el libro de Daniel. Recordad punto por punto la historia de los reinos que allí se presentan, Contemplen los estadistas, los concilios, los ejércitos poderosos y podrá ver como dios obró para abatir el orgullo humano y humilló hasta el polvo la gloria humana. Solo Dios es presentado como grande.

    Al publicar este libro, los editores buscan prestar un gran servicio a los lectores. La obra se dedica a rastrear en la historia la manera admirable en que Dios trató en el pasado a las naciones y a los hombres notables, en cumplimiento de las grandes profecías de la Biblia, especialmente en los acontecimientos actuales que tanto significan para todo hombre y mujer. Nadie puede vivir en un tiempo como el nuestro, sin entender las cuestiones vitales que Dios permitió revelar a nuestro entendimiento, en esta época de apresuramiento. Estos temas tan importantes encierran consecuencias eternas para toda alma. El autor de este libro vivió y escribió mientras ocupaba el escenario de acción la generación que antecedió a la nuestra y siguió el estilo literario y polémico de aquellos tiempos. Pero su interpretación de la profecía y las doctrinas de verdad que estableció por un intenso estudio de las escrituras, han soportado la prueba del tiempo y del escrutinio diligente de los estudiantes de la Biblia. A la verdad, la han soportado tan eficazmente que se las ha considerado dignas de verse perpetuadas en una edición revisada, que, dentro del nuevo marco de nuestros propios tiempos, es grato placer ofrecer aquí.

    Ningún esfuerzo ha sido escatimado por los redactores para simplificar y esclarecer la presentación de la verdad en la límpida y convincente dicción del autor, para verificar todas las fuentes y las exégesis citadas por él y en algunos casos notables, para reforzar su enseñanza con nuevas pruebas que el Sr. Smith no tenía a su disposición en el momento de producir su obra original. Han procurado también, dar a la interpretación profética el peso adicional del significado tan obviamente discernible en los sucesos políticos, sociales y religiosos que existen en nuestra atención en estos momentos culminantes de la era cristiana. Se invita fervientemente a cada lector sincero a que preste consideración reflexiva e imparcial a estos temas vitales.

    EL EDITOR

    PREFACIO DE LA EDICIÓN CASTELLANA

    La obra que ofrecemos hoy al público de habla castellana es muy popular entre los lectores interesados en el estudio de la profecía. Si la obra no se tradujo antes para ponerla al alcance del público hispanoamericano, no fue por falta de interés, pues desde hace años, muchos, en diferentes países de América Latina, venían expresando el deseo de tener una versión del libro. Por fin, llegó la oportunidad de realizar el trabajo y se lo presentamos aquí de forma modesta y de tamaño reducido, para mantener el costo lo más bajo posible. A fin de ganar tiempo y facilitar la adquisición de la obra, esta sale en dos tomos. El primero estudia el libro de Daniel, el segundo el Apocalipsis. La traducción, que ha procurado más la fidelidad que las galas literarias, se basa en la edición que salió a luz en 1944, después de haber sido corregida y puesta al día por una comisión revisora, que hizo su trabajo con esmero, pero que respetó, en el tenor general del libro, las ideas y el lenguaje del autor. La versión de las escrituras que se ha seguido es la de Cipriano Valera, por ser la más difundida en la América hispana, pues se la encuentra en muchos hogares. En los casos en que, para aclarar alguna expresión, fue necesario recurrir a la Versión Moderna, ello se indicó con las iniciales V.M.

    Que esta edición tenga, entre los lectores del mundo de habla castellana, la acogida correspondiente a la importancia que para nuestra época tienen los temas que en ella se tratan y que su lectura contribuya a ganar muchos súbditos para el futuro reino de Dios.

    EL EDITOR

    ACERCA DEL AUTOR

    Mario Turcios, Escritor, Defensor de los Derechos Humanos, Autodidacta, Emprendedor, Luchador Social. Nació el 01 de febrero de 1967 en el Municipio del Divisadero, Departamento de Morazán, El Salvador. Creció junto a sus padres Virgilio Flores y María Dolores Turcios, en el caserío Barrios del cantón nombre de Jesús, del mismo departamento. Su padre era minero y agricultor y su madre era partera y activista de derechos humanos, Turcios es el hijo número 14 de sus 15 hermanos.

    Estudió sus primeros grados en la escuela primaria ubicada en el caserío Barrios, debido a la inestabilidad económica de la comunidad, con frecuencia la escuela era trasladada a diferentes comunidades ubicadas en los caseríos de La Jagua, la Cañada y Barrios del Departamento de Morazán. Turcios, vivió el amargo conflicto armado suscitado entre la guerrilla y las fuerzas armadas gubernamentales de El Salvador en la década de los 80s; El 18 de abril de 1982, Turcios, siendo aún, un niño, fue testigo del asesinato de su padre y 48 personas más, en total, 49 personas fueron cruelmente asesinados aquel fatídico día, donde al rallar el sol, la sangre corría por las entrañas del caserío barrios, y un nuevo y oscuro episodio de nuestra triste historia se escribía con la sangre de aquellos inocentes a quienes injustamente se les apagaron las esperanzas de vivir en libertad, al tiempo de sus más lindos sueños aun por vivir, el Batalllon Atlacalt, comandado por el Coronel Domingo Moterrosa Barrios, violó, torturó y asesino a niñas, niños, jóvenes y ancianos.

    Turcios, fue reclutado por los soldados del Centro de Instrucción de Transmisiones de la Fuerza Armada (CITFA) del ejército gubernamental, al ver que nadie de sus parientes cercanos se presentó a pedir su libertad, los altos mandos de la unidad militar lo consideraron sospechoso y Turcios fue acusado de ser guerrillero, lo incomunicaron, lo sometieron a interrogatorios y después de un mes de crueles torturas, fue liberado con el aval de agregados militares estadounidenses fue obligado a cumplir con el servicio militar obligatorio de dos años (1987-1989). Cumplido su servicio militar obligatorio, Turcios se casó con Gladis Bolaños y procrearon tres hijos; aun en la adversidad, Turcios alimentaba sus sueños, y con el apoyo de su esposa continuó sus estudios de contaduría y administración de empresas en el Colegio Técnico Cultural (1991-1992), posteriormente inició sus estudios de jurisprudencia y ciencias sociales en le Universidad Modular Abierta (1993-2000), los cuales logro culminar con éxito y aprobó con muy buenas notas.

    En el año 2002, Turcios se convirtió nuevamente en un perseguido político debido a su incansable lucha que representado por Tutela Legal del Arzobispado Católico de San Salvador, buscaba arduamente encontrar justicia por el asesinato de su padre y sus 48 parientes masacrados aquella inolvidable mañana que marco su vida para siempre, entre los cuales, 29 eran niños, los demás masacrados eran mujeres embarazadas y ancianos, en el año 2004, bajo amenazas de muerte, Turcios fue obligado a salir de su país y solicitar asilo político en Estados Unidos de Norteamérica. Sus insaciables deseos de superación lo impulsaron a iniciar una nueva carrera universitaria y se inscribió en la Atlantic International University, obteniendo el título de Bachellor en estudios legales (2010-2017) carrera que inicio después de haber estado seis meses detenido junto a su hijo Rudy de 13 años de edad en un centro de detención migratorio en Taylor Texas, donde tuvo que llorar la muerte de su madre que falleció durante su detención y que jamás volvería a ver, posteriormente inicio el proceso de aplicar todo aquel conocimiento adquirido sobre sus estudios teológicos de manera autodidacta adquirido desde su adolescencia, ahora, Turcios desde el exilio, exige verdad y justicia en el caso Barrios, y otros casos de violaciones a los derechos humanos cometidos contra la población civil durante la guerra que se prolongó por doce años (1980-1992). Esa es la razón principal por la cual Mario Turcios desde su Movimiento Universal Verdad Presente y el Movimiento Internacional por la Justicia ha dedicado toda su vida a la educación en materia de Derechos Humanos desde la perspectiva Bíblica, con énfasis en superación personal y motivación, mediante la consejería basada en los verdaderos principios de libertad de conciencia.

    Hasta hoy, se caracteriza por ser un fiel creyente, estudioso de las profecías de Daniel y Apocalipsis y su deseo principal es que muchas personas lleguen a Cristo a través del estudio profético y que el Espíritu de Dios impresione cada corazón, para dar cumplimiento al mandato: Id y predicad el evangelio del reino a toda tribu, nación y lengua.

    AGRADECIMIENTO

    Para la recopilación, revisión, compilación y presentación de este libro, se han aportado horas de trabajo, revisión exhaustiva, interpretaciones, trabajo en equipo; por lo cual, agradezco primeramente a Dios, por colocar el deseo del estudio de la Profecía Bíblica, entendiendo que revela a Dios al control de la historia, y evidencia una filosofía de la historia que puede sintetizarse de la siguiente manera: la vida humana se mueve en dirección a la consumación de un gran objetivo, de acuerdo con los propósitos de la voluntad soberana de Dios. El ser humano puede impedir, desviar, o atrasar los planes de Dios, pero no puede destruirlos. La justicia divina finalmente triunfará y el mal será vencido para siempre. Y en todo este proceso, Dios está con su pueblo. Él seguirá guiando el curso de los eventos humanos y su causa finalmente triunfará.

    Es de gran importancia mencionar y dar mérito a mis hijos: Rudy Arnorld Turcios Bolaños y Denis Steven Turcios Bolaños, quienes, con su tenacidad y disciplina, apoyaron en la revisión, compilación y análisis de los textos presentados en esta obra, que sabemos, con la ayuda de Dios les servirá de soporte espiritual y de preparación para el tiempo del fin.

    A Beatriz Loaiza, quien dedicó horas, días, semanas, en la revisión ortográfica, sinapsis, y redacción de esta valiosa obra, aportando sus conocimientos en la causa de Dios.

    Al hermano y poeta, Juan Carlos Sosa Torrez, por su aporte en el desarrollo del contenido y estudios de esta edición.

    A los Pastores Felíx Padilla y Abel Barraza, fieles colaboradores en la obra de Dios con sus aportes teológicos.

    A todos, mil gracias!

    INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE APOCALIPSIS

    Los ministros y el pueblo declaran que las profecías de Daniel y Apocalipsis son misterios incomprensibles; pero Cristo había llamado la atención de sus discípulos a las palabras del profeta Daniel relativas a los acontecimientos que debían desarrollarse en tiempo de ellos, y les había dicho: El que lee, entienda (Mat. 24: 15). Y la aseveración de que el Apocalipsis es un misterio que no se puede comprender es rebatida por el título mismo del libro: Revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto…Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca(Apo. 1: 1-3)

    Ante semejante testimonio de la Inspiración, ¿cómo se atreven los hombres a enseñar que el Apocalipsis es un misterio fuera del alcance de la inteligencia humana? Es un misterio revelado, un libro abierto. El estudio del Apocalipsis nos lleva a las profecías de Daniel, y ambos libros contienen, Enseñanzas de suma importancia, dadas por Dios a los hombres, acerca de los acontecimientos que han de desarrollarse al fin de la historia de este mundo.

    Ante Juan se abrieron escenas relativas a la experiencia de la iglesia que eran de interés profundo y conmovedor. Vio las circunstancias, los peligros, las luchas y la liberación final del pueblo de Dios. Consigna los mensajes finales que han de hacer madurar la mies de la tierra, ya sea en gavillas para el granero celestial, o en manojos para los fuegos de la destrucción. Le fueron revelados asuntos de suma importancia, especialmente para la última iglesia, con el objeto de que los que se volvieran del error a la verdad pudiesen ser instruidos con respecto a los peligros y luchas que les esperaban. Nadie necesita estar a oscuras en lo que concierne a lo que ha de acontecer en la tierra.

    ¿Por qué existe, pues, esta ignorancia general acerca de tan importante porción de las Escrituras? ¿Por qué es tan universal la falta de voluntad para investigar sus enseñanzas? Es el resultado de un esfuerzo del príncipe de las tinieblas para ocultar a los hombres lo que descubre sus engaños. Por eso Cristo, el Revelador, al prever la guerra que se haría al estudio del Apocalipsis, pronunció una bendición sobre cuántos leyeran, oyesen y guardasen las palabras de la profecía.

    Nadie piense que, al no poder explicar el significado de cada símbolo del Apocalipsis, es inútil seguir escudriñando el libro en un esfuerzo de conocer el significado de la verdad que contiene. El que reveló esos misterios a Juan dará al investigador diligente de la verdad un goce anticipado de las cosas celestiales. Los que tengan sus corazones abiertos para la recepción de la verdad, serán capacitados para entender sus enseñanzas, y se les otorgará la bendición prometida a los que Oyen Las Palabras de Esta Profecía, y Guardan Las Cosas en Ella Escritas.

    En el Apocalipsis todos los libros de la Biblia se encuentran y terminan. En él está el complemento del libro de Daniel. Uno es una profecía, el otro una revelación. El libro que fue sellado no fue el Apocalipsis, sino aquella porción de la profecía de Daniel que se refiere a los últimos días. El ángel ordenó: Tú Empero Daniel, Cierra Las Palabras y Sella el Libro Hasta el Tiempo Del Fin. (Dan. 12:4.)

    EPÍGRAFE

    Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso (Apocalipsis 1:8)

    Antes de avanzar en el estudio de este libro, es necesario tener presente que:

    1. El autor de este libro se menciona 4 veces (1:1, 4, 9; 22:8).

    2. Existe una pregunta en que, si este autor es un profeta llamado Juan, o un anciano que vivió en Efeso, o el apóstol Juan.

    3. En realidad, Juan es identificado como un profeta (22:9; ver 10:11), sin embargo, esto no significa que fue un profeta llamado Juan diferente al apóstol Juan.

    4. Es verdad que el autor no se describe como un apóstol, pero la evidencia externa (la voz de la tradición) y la evidencia interna apuntan al apóstol Juan, quien fue el autor del Evangelio según Juan y tres epístolas que llevan su nombre, así como Apocalipsis.

    5. Algunos argumentan que Juan el apóstol no fue el autor de este libro dado a que hay diferencias de estilo de lenguaje en este libro. Sin embargo, debemos de recordar que los apóstoles escribieron por inspiración divina, y que las palabras que ellos usaron fueron dadas y escogidas por el Espíritu Santo y no por ellos mismos (Jn. 14:26; 16:13; Hch. 2:4; 1 Cor. 2:13).

    6. El Apocalipsis, memoria viva de nuestros mártires. El libro quiere mantener vivo el recuerdo de nuestros mártires (2,13; 6,9- 11; 7,9-17; 11,7-10; 13,15; 16,5s; 17,6; 18,24; 20,4), quienes dieron testimonio de su fe al igual que el Cordero degollado; y vencieron gracias a la sangre del Cordero (12,11). El Apocalipsis suscita una tremenda actualidad en algunos contextos de nuestro mundo, especialmente en América Latina, Asia y África, tierras regadas por la sangre del testimonio cristiano. Hacer memoria viva de nuestros mártires constituye uno de los más hondos cometidos del libro.

    El primer mártir fue Jesucristo: el Apocalipsis es el único libro del Nuevo Testamento que lo llama «testigo fidedigno» (1,5; 3,14), en estado absoluto; y tras de él y con él, multitud de mártires, quienes cumplen los preceptos de Dios y conservan el testimonio de Jesús (12,17b). El Apocalipsis, un libro-compromiso. El Apocalipsis es una obra subversiva contra los poderes de todo imperio (el romano en la época en que fue escrito, y a continuación, todo imperio opresor y todo sistema imperialista), que persigue y masacra al pueblo empobrecido por no secundar los valores (o contravalores) que engañosamente presenta. El Apocalipsis no es un escrito evasivo, apto para soñar y desentenderse de la realidad, sino para acrecentar el compromiso de nuestra fe, que debe ser lúcida, libre de esclavitudes y operante en el servicio del amor. El Apocalipsis, el libro de la esperanza de la Iglesia ante el misterio de la iniquidad. El Apocalipsis cristiano no es un libro ingenuo, fantástico, para entretener la imaginación o para dar rienda suelta a los sueños. Está anclado en la más dura realidad; vive en la historia y la padece. El libro ofrece una lúgubre simbología que permite ver el dominio de las fuerzas del mal: la violencia, la injusticia social y la muerte cabalgan a lomos de caballos desbocados (6,3-8). También ofrece cuadros de pesadillas, como el de la plaga de las langostas (9,3-12) y la caballería infernal (9,13-21). Se asombra con pesar de la presencia devastadora del mal en la historia y descubre el origen demoníaco de tantas ramificaciones negativas. La Iglesia sufre persecución, es martirizada en sus miembros; también la humanidad sufre la opresión de los poderosos. El Apocalipsis está escrito con la sangre de muchas víctimas. ¡Su lectura merece respeto sagrado! Es el libro de la consolación universal. La historia tiene un destino que no acaba ni en el caos, ni en la barbarie, sino felizmente, cumplidamente: el reino de Dios. El libro muestra que ese reino se va haciendo presente en esta tierra de fatigas e irrumpirá en todo su esplendor con el advenimiento de la nueva Jerusalén, y vendrá como don de Dios para premio y consuelo de la Iglesia de todos los tiempos. Contenido. El libro comienza con una grandiosa auto presentación de Jesucristo resucitado, Señor y dueño de la historia, que tiene un mensaje para la Iglesia universal ver.(20). Este mensaje está contenido en las cartas a las siete Iglesias de Asia en las que Jesucristo conoce y reconoce, reprocha y amonesta, promete y cumple, pide atención e interpela: llamada solemne a la conversión ante la prueba que se avecina.

    Después de las siete cartas, el tema de conjunto (4–22) es la lucha de la Iglesia con los poderes hostiles. Juan despliega netamente los campos, como sucede en las guerras. El jefe de la Iglesia es Jesucristo, tiene sus testigos, sus seguidores «servidores de nuestro Dios» (7,3). Enfrente está Satán que tiene su capital en Babilonia (símbolo de Roma, capital del imperio), con sus agentes y un poder limitado. La lucha va acompañada de impresionantes perturbaciones en el cielo y en la tierra. La concepción apocalíptica impone el dualismo dentro del mundo y de la historia, las antítesis, las oposiciones simétricas de personajes, figuras y escenas, como en un gran drama. La victoria de Jesucristo y los suyos es segura, pero pasa por la pasión y la muerte. El jefe, el Cordero, fue degollado; sus testigos, asesinados (11,1-12); sus siervos han de superar la gran tribulación (7,14). Pero llegará el juicio de la capital enemiga y su caída (17s), la batalla final (19,11-21) y el juicio universal (20,11-15). Después vendrá el final glorioso y gozoso, hacia el cual tiende el curso y el oleaje de la historia. El final de la obra tiene la forma de una boda del Mesías-Cordero con la Iglesia.

    CAPÍTULO

    I

    La Revelación de Jesucristo

    Versículos 1-2: La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró, enviándola por su ángel a Juan su siervo, el cual ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto

    La Revelación de Jesucristo "En el Apocalipsis están reveladas las cosas profundas de Dios. El nombre mismo que fue dado a sus páginas inspiradas: El Apocalipsis o Revelación, contradice la afirmación de que es un libro sellado. Una revelación es algo revelado. El Señor mismo reveló a su siervo los misterios contenidos en dicho libro y es su propósito que estén abiertos al estudio de todos. Sus verdades se dirigen tanto a los que viven en los últimos días de la historia de esta tierra como a los que vivían en los días de Juan.

    El mismo Señor reveló a su siervo Juan los misterios del libro de Apocalipsis, y su propósito es que sean manifestados para el estudio de todos. En este libro se describen escenas que ahora están en el pasado, y algunas de interés eterno que están sucediendo alrededor de nosotros; otras de sus profecías no se cumplirán plenamente sino en el fin del tiempo, cuando tenga lugar el último gran conflicto entre los poderes de las tinieblas y el príncipe del cielo. RH. 31-8-1897.

    Muchos han albergado la idea de que el libro de Apocalipsis es un libro sellado, y no quieren dedicar tiempo a estudiar sus misterios. R H. 31-8-1897.

    El libro de Apocalipsis revela al mundo lo que ha sido, lo que es y lo que ha de venir; es para nuestra instrucción, para quienes han alcanzado los fines de los siglos. Debe estudiarse con temor reverente. Tenemos el privilegio de conocer lo que es para nuestra instrucción. (RH.31-8-1897).

    Cristo vino a Juan, desterrado en la isla de Patmos, para darle la verdad para estos últimos días, para mostrarle lo que debe suceder pronto. Dios le dio esta revelación a Cristo, y Cristo la comunicó a Juan.

    Juan, el discípulo amado, fue el elegido para recibir esta revelación. Fue el último sobre viviente de los primeros discípulos escogidos.

    La instrucción que iba a ser comunicada a Juan era tan importante, que Cristo vino del cielo para darla a su siervo y le dijo que las enviara a las iglesias. Esta instrucción debe ser el objeto de nuestro estudio cuidadoso y con oración, pues estamos viviendo en un tiempo cuando hombres que no siguen la enseñanza del espíritu santo introducirán falsas teorías. Dios nos ha dado una instrucción especial para que estemos en guardia contra tales personas. Ordenó a Juan que escribiera en un libro lo que sucedería en las escenas finales de la historia de esta tierra. MS.129.

    Dios, Cristo y la hueste celestial fueron compañeros de Juan en la isla de Patmos. De ellos recibió instrucción que impartió a aquellos que con él estaban separados del mundo. Allí escribió las revelaciones y visiones que recibió de Dios para narrar las cosas que ocurrirían en el periodo final de la historia de esta tierra. Los mensajes que se le dieron en aquella costa rocosa y árida se esparcirían como una lámpara que alumbra. MS.150.

    ¿Quién es el Ángel de Cristo? Fue Gabriel, el Angel que sigue en jerarquía al hijo de Dios, quien trajo el mensaje divino a Daniel. Fue a Gabriel, su Angel a quien envió Cristo para revelar el futuro al amado Juan. DTG.201.

    El Salvador habla de Gabriel en el Apocalipsis diciendo que la declaró, enviándola por su ángel a Juan su siervo. Y a Juan, el ángel declaró: Yo soy siervo contigo, y con tus hermanos los profetas. ¡Admirable pensamiento, que el ángel que sigue en honor al Hijo de Dios es el escogido para revelar los propósitos de Dios a los hombres pecaminosos! (DTG.74).

    Versículo 3: Bienaventurado el Que Lee, y Los Que Oyen Las Palabras de Esta Profecía, y Guardan las Cosas en Ella Escritas: Porque el Tiempo Está Cerca.

    El señor bendecirá a todos los que humildemente y con mansedumbre traten de comprender lo que se revela en el apocalipsis. Este libro contiene tanto que es grande por su inmortalidad y pleno de gloria, que todos los que lo lean y escudriñen con fervor recibirán la bendición prometida. TM.111.

    El que reveló esos misterios a Juan dará al investigador diligente de la verdad un goce anticipado de las cosas celestiales. Los que tengan sus corazones abiertos para la recepción de la verdad, serán capacitados para entender sus enseñanzas, y se les otorgará la bendición prometida a los que Oyen Las Palabras de Esta Profecía, y Guardan Las Cosas en Ella Escritas. El profeta dice: Bienaventurado el Que Lee hay quienes no quieren leer; la bendición no es para ellos. Y Los Que Oyen hay algunos, también, que se niegan a oír cualquier cosa relativa a las profecías; la bendición no es tampoco para esa clase de personas. Y Guardan Las Cosas en Ellas Escritas muchos se niegan a tomar en cuenta las amonestaciones e instrucciones contenidas en el Apocalipsis. Ninguno de ellos tiene derecho a la bendición prometida. Todos los que desprecian los argumentos de la profecía y se burlan de los símbolos dados solemnemente en ella, todos los que se niegan a reformar sus vidas y a prepararse para la venida del hijo del hombre, no serán bendecidos. CS.389, 390.

    El tiempo está cerca Con el transcurso del tiempo, aumenta la importancia que tiene el estudio del Apocalipsis. Hay allí ‘Cosas Que Deben Suceder Presto.’... Ya cuando Juan registró las palabras de Dios, el testimonio de Jesucristo y todas las cosas que Vio, se acercaba el largo período durante el cual se habían de realizar estas escenas sucesivas. La primera de toda la serie conectada estaba a punto de cumplirse. Si su proximidad constituía entonces un motivo para prestar oído al contenido del libro, ¡cuánto más ahora! Todo siglo que pasa, todo año que transcurre, intensifica la urgencia con que debemos prestar atención a esta parte final de las sagradas escrituras. Y ¿no realza acaso aún más el carácter razonable de esta exigencia la intensidad con que nuestros contemporáneos se dedican a las cosas temporales? Por cierto, que nunca ha habido una época en que se necesitara más que ahora alguna fuerza poderosa para contrarrestar esta intensidad. La revelación de Jesucristo debidamente estudiada nos proporciona una influencia correctora apropiada. Ojalá que todos los cristianos recibiesen en la mayor medida la bendición destinada al ‘que lee y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas: porque el tiempo está cerca

    Versículos 4-6: Juan a las siete iglesias que están en Asia: gracia y paz a vosotros, de parte del que es, del que era y que ha de venir; de parte de los siete espíritus que están ante su trono; y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y de los reyes de la tierra, al que nos ama, y con su sangre nos libró de nuestros pecados, y nos constituyó en un reino de sacerdotes para servir a Dios, su padre. A él sea gloria e imperio para siempre jamás. Amén.

    Las iglesias del Asia. Las siete iglesias registradas en la profecía se aplican más particularmente a la iglesia de Dios a través de todos los tiempos hasta el fin pues es un símbolo de la iglesia de Dios en todas las épocas. El apóstol Juan saluda a los cristianos de las siete iglesias que están en asía en el nombre de las tres personas de la deidad

    El que es y el que era, y el que ha de venir esta es una expresión que en este caso se refiere a Dios el padre, puesto que el espíritu santo y Cristo son mencionado por separado en el contexto inmediato."

    Los Siete Espíritus: Esta expresión no se refiere probablemente a los ángeles, sino al Espíritu de Dios. Es una de las fuentes de gracia y paz para la iglesia. Acerca del tema interesante de los siete Espíritus, Thompson observa: Esto es, del Espíritu Santo, denominado Los Siete Espíritus, porque siete es un número sagrado y perfecto; pues esta denominación no se le da . . . para denotar pluralidad interior, sino la plenitud y perfección de sus dones y operaciones. Alberto Barnes dice: "El número siete puede haberse dado, por lo tanto, al Espíritu Santo con referencia a la diversidad o la plenitud de sus operaciones en las almas humanas, y a su múltiple intervención en los asuntos del mundo, según se desarrolla ulteriormente en este libro.

    Su Trono: Este es el trono del padre y del hijo. El apóstol Pedro dice: el cual, habiendo subido al cielo, está a la diestra de Dios; estando sujetos a él, ángeles, autoridades y potestades (1 Ped. 3:22).

    El Primogénito de Los Muertos: Cristo fue las primicias de los que duermen. Para la gloria del Padre, el Príncipe de la vida debía ser las primicias, la realidad simbolizada por la ofrenda mecida. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos (Rom. 8: 29). MS. T,1. 597.

    Cristo es El Príncipe de Los Reyes de la Tierra. En cierto sentido lo es ya ahora. Pablo nos informa, de que se ha sentado a la diestra de Dios en Los Cielos, Sobre Todo Principado, y Potestad, y Potencia, y Señorío, y Todo Nombre Que se Nombra, no Sólo en Este Siglo, Mas Aun en el Venidero. Efe. 1:20, 21, Los nombres más honrados en este mundo son los de los príncipes, reyes, emperadores y potentados. Pero Cristo ha sido situado muy por encima de ellos. Está sentado con su Padre en el trono del dominio universal, y está a igual altura que El en el control de los asuntos de todas las naciones de la tierra. (Apo. 3:21). En un sentido más particular, Cristo ha de ser príncipe de los reyes de la tierra cuando ascienda a su propio trono, y los reinos de este mundo pasen a ser los reinos de nuestro Señor y su Cristo,(Apo.11: 15) cuando sean entregados en sus manos por el Padre, y salga llevando en su vestidura el título de Rey de reyes y Señor de señores, para despedazar las naciones como se rompe un vaso de alfarero. (Apo. 19:16; 2:27; Salm. 2:8, 9.).

    Es a Cristo a quien pertenece la gloria de la redención de la raza caída. Por toda la eternidad, el canto de los redimidos será: A Aquel que nos ama y nos ha lavado de nuestros pecados en su misma sangre, a él sea la gloria y el dominio por los siglos de los siglos CS. 468. Nos ha Hecho Reyes y Sacerdotes Para Dios y su Padre. Cristo nos ha elevado a puestos de honor y dignidad. El discípulo amado presenta en esta declaración el honor que será conferido durante el milenio, cuando los santos han de juzgar al mundo y a los ángeles caídos. (1cor.6:2-3). Serán reyes y sacerdotes para con Dios el padre. En aquel entonces se cumplirán las declaraciones de los siervos de Dios que anunciaron que todos los redimidos serán considerados como un linaje elegido, real sacerdocio (1 ped.2:9) y que reinarán con Cristo mil años. (Apo. 20:4, 6).

    Versículo 7: He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron, y todos los linajes de la tierra harán lamentación sobre él. Así sea. Amén.

    Una de las verdades más solemnes y más gloriosas que revela la Biblia, es la de la segunda venida de Cristo para completar la gran obra de la redención. Al pueblo peregrino de Dios, que por tanto tiempo hubo de morar En Región y Sombra de Muerte, le es dada una valiosa esperanza inspiradora de alegría con la promesa de la venida de Aquel que es La Resurrección y la Vida para hacer Volver a su Propio Desterrado. La doctrina del segundo advenimiento es verdaderamente la nota tónica de las Sagradas Escrituras. Desde el día en que la primera pareja se alejara apesadumbrada del Edén, los hijos de la fe han esperado la venida del Prometido que había de aniquilar el poder destructor de Satanás y volverlos a llevar al paraíso perdido. Hubo santos desde los antiguos tiempos que miraban hacia el tiempo del advenimiento glorioso del Mesías como hacia la consumación de sus esperanzas. Enoc, que se contó entre la séptima generación descendiente de los que moraran en el Edén y que por tres siglos anduvo con Dios en la tierra, pudo contemplar desde lejos la venida del Libertador. He Aquí que viene el Señor, con Las huestes innumerables de sus Santos Ángeles, para ejecutar juicio sobre todos. (S. Judas 14, 15, V.M.) El patriarca Job, en la lobreguez de su aflicción, exclamaba con confianza inquebrantable: Pues yo sé que mi Redentor vive, y que en lo venidero ha de levantarse sobre la tierra; aun desde mi carne he de ver a Dios; a quien yo tengo de ver por mí mismo, y mis ojos le mirarán; y ya no como a un extraño. (Job 19: 25-27, V.M.)

    La venida de Cristo que ha de inaugurar el reino de la justicia, ha inspirado los más sublimes y conmovedores acentos de los escritores sagrados. Los poetas y profetas de la Biblia hablaron de ella con ardientes palabras de fuego celestial. El salmista cantó el poder y la majestad del Rey de Israel: ¡Desde Sión, perfección de la hermosura, ha resplandecido Dios! Vendrá nuestro Dios, y no guardará Silencio.... Convocará a Los altos cielos, y a la tierra, para juzgar a su pueblo.’ Alégrense Los cielos, y gócese la tierra. delante de Jehová; porque viene, sí, porque viene a juzgar la tierra. ¡Juzgará al Mundo con Justicia, y a los pueblos con su verdad! "(Salmos 50: 2-4; 96: 11-13, V.M.).

    El profeta Isaías dice: ¡Despertad, y cantad, vosotros que moráis en el polvo! Porque como el rocío de hierbas es tu rocío, y la tierra echará fuera los muertos. ¡vivirán tus muertos; los cadáveres de mi pueblo se levantarán! ¡tragado ha a la muerte para siempre; ¡y Jehová el Señor enjugará las lágrimas de sobre todas las caras, y quitará el oprobio de su pueblo de sobre toda la tierra! Porque Jehová así lo ha dicho. Y se dirá en aquel día: ¡he aquí, éste es nuestro dios; le hemos esperado, ¡y él nos salvará! ¡éste es Jehová, le hemos esperado; estaremos alegres, ¡y nos regocijaremos en su salvación! (Isaías 26:19; 25: 8, 9, V.M.).

    Habacuc también, arrobado en santa visión, vio la venida de Cristo. ¡Viene Dios Desde Temán, y el santo desde el monte Parán: Su gloria cubre los cielos, ¡y la tierra se llena de su alabanza! también su resplandor es como el fuego. ¡Se para y mide la tierra! ¡Echa una mirada, y hace estremecer a las naciones! Se esparcen también como polvo las montañas sempiternas, se hunden los collados eternos; ¡Suyos son los senderos de la eternidad! Para que cabalgues sobre tus caballos, sobre tus carros de salvación. ¡te ven las montañas, y se retuercen en angustia: el abismo da su voz y levanta en alto sus manos! ¡el sol y la luna se paran en sus moradas! a la luz de sus flechas pasan adelante, al brillo de su relumbrante lanza. sales para la salvación de tu pueblo, para la salvación de tu ungido. (Habacuc 3: 3 - 13, V.M.).

    Cuando el Señor estuvo a punto de separarse de sus discípulos, los consoló en su aflicción asegurándoles que volvería: ¡No se turbe vuestro corazón! . . . En la casa de mi padre muchas moradas hay: Voy a prepararos el lugar. Y si yo fuere y os preparare el lugar, vendré otra vez, y os recibiré conmigo. Cuando el hijo del hombre vendrá en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria; y delante de él serán juntadas todas las naciones. (S. Juan 14: 1-3; S. Mateo 25: 31, 32, V.M.).

    Los ángeles que estuvieron en el Monte de los Olivos después de la ascensión de Cristo, repitieron a los discípulos la promesa de volver que él les hiciera: Este Mismo Jesús Que ha Sido Tomado de Vosotros Arriba al Cielo, Así Vendrá Del Mismo Modo Que le Habéis Visto ir al Cielo. Y el apóstol Pablo, hablando por inspiración, asegura: El Señor Mismo Descenderá del Cielo Con Mandato Soberano, Con la Voz del Arcángel y Con Trompeta de Dios. El profeta de Patmos dice: ¡He Aquí Que Viene Con Las Nubes, y Todo Ojo le Verá! (Hechos 1: 11; 1 Tesalonicenses 4: 16; Apocalipsis 1: 7, V.M.).

    En torno de su venida se agrupan las glorias de la Restauración de Todas Las Cosas, de la Cual Habló Dios Por Boca de Sus Santos Profetas, Que ha Habido Desde la Antigüedad. Entonces será quebrantado el poder del mal que tanto tiempo duró; ¡el Reino Del Mundo vendrá a Ser el Reino de Nuestro Señor y de su Cristo; y él Reinará Para Siempre Jamás! ¡Será Manifestada la Gloria de Jehová, y la Verá Toda Carne Juntamente! Jehová Hará Crecer Justicia y Alabanza en Presencia de Todas Las Naciones. El Será Corona de Gloria y Diadema de Hermosura Para el Resto de su Pueblo. (Hechos 3: 21; Apocalipsis 11: 15; Isaías 40: 5; 61:11; 28: 5, V.M.).

    Entonces el reino de paz del Mesías esperado por tan largo tiempo, será establecido por toda la tierra. Jehová ha consolado a Sión, ha consolado todas sus desolaciones; y ha convertido su desierto en un Edén, y su soledad en jardín de Jehová. La gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ya no serás llamada Azuba [Dejada], y tu tierra en adelante no será llamada Asolamiento; sino que serás llamada Héfzi-ba [mi deleite en ella], y tu tierra, Beúla [Casada]. De la manera que el novio se regocija sobre la novia, así tu Dios se regocijará sobre ti. (Isaías 51: 3; 35: 2; 62: 4, 5, V.M.).

    La venida del Señor ha sido en todo tiempo la esperanza de sus verdaderos discípulos. La promesa que hizo el Salvador al despedirse en el monte de los Olivos, de que volvería, iluminó el porvenir para sus discípulos al llenar sus corazones de una alegría y una esperanza

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