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Consagración al

Oración Final Señor de los Milagros

Alma de Cristo: Santificame: He venido para alabarte, bendecirte y agradecerte por


los favores concedidos.
Alma santa, alma noble, alma pura de Cristo, modelo de
toda santidad, ¡Santifícame! Alma de Cristo, humilde, Me arrepiento de todos los pecados cometidos, con los
delicada y cariñosa, hazme semejante a Tí. ¡Santifícame! cuales te he crucificado de nuevo.
Alma de Cristo que estás totalmente llena de todos los dones Prometo comenzar desde hoy una nueva vida.
y gracias del Espíritu Santo y tienes el más grande poder de Quiero amarte en cada uno de mis hermanos.
santificación que existe, santifica mi alma, comunícame tus
virtudes, contágiame de tu santidad, ¡Santifícame!
He venido a suplicarte como el leproso del evangelio;
Alma de Cristo que padeciste tristezas de muerte en el Huerto “Señor, si quieres puedes curarme” (Mc. 1,40).
de Getsemaní, hasta exclamar a Jesús: ¡“Mi alma está triste Sáname Señor
hasta la muerte”! y que sufriste en la cruz la terrible agonía
de verse desamparada del Padre al decir aquellas palabras: Me consagro a tu servicio con mi familia, mis seres
“ Dios mio, Dios mio, por qué me has desamparado”, queridos, mis trabajos, mis problemas y mis alegrías.
acompáñame en mis tristezas y angustías y no dejes que me Quiero vivir siempre contigo.
domine jamás el desánimo o la desesperación, sino más bien
lléname de ánimo y de santas alegrías y de una gran confianza Oh María! Presenta tú misma esta consagración a tu
en Dios. Alma de Cristo: ¡Santifícame! divino hijo, “Amén”.
Alma de Cristo que te separaste del cuerpo de Jesús a la
hora de su muerte y fuiste al lugar donde estaban los muertos
santos y allá los consolaste y luego volviste otra vez al
cuerpo santísimo de Jesús en la hora de su resurrección para
acompañarlo por siempre..., alma santísima de Cristo,
¡Santifícame!

Alma de Cristo que posees la memoria más feliz del mundo


y el entendimientomás lleno de sabiduría que existe y la
voluntad más fuerte y poderosa de toda la humanidad, te
pido que bendigas mi memoria, llenes de buenas ideas mi
entendimiento y robustezcas plenamente mi voluntad para
ser capaz de evitar siempre el mal y hacer siempre el mal y
hacer siempre el mayor bien. Alma de Cristo: ¡Santifícame!

Alma de Cristo tan llena de fé, de esperanza y de caridad,


te pido me concedas una fé viva capaz de mover montañas
y de obtener milagros de santificación. Una esperanza firme Esquema vial
que me lleve a tener seguridad de conseguir de Dios todo
cuanto necesito en la tierra y luego un gran premio en el Santuario Señor de los Milagros
cielo y una caridad tan grande que me consiga amar a Dios
con todo mi corazón y sobre todas las cosas y amar a mi
prójimo como me amo a mí mismo. Alma de Cristo:
¡Santifícame!

Alma de Cristo a quien recibo en la Santa Comunión, quédate Klm. 17


siempre junto a mí y no me abandones jamás y llévame un Aipe a Bogotá
día junto a tí al cielo para siempre. Amén.

NEIVA
Novena al Señor de los Milagros Meditación Meditación
de San Francisco
Los ahorros de una Lavandera Cómo la Imagen fue quemada y resultó renovada
“Allá por el año 1580 Buga era un pequeño caserio. El río de Y resultó que la sagrada imagen se fue deformando porque los
S eñor: Tu palabra nos ha dicho: “Un corazón humillado y Buga corría en aquel entonces por el sitio donde ahora está el
Templo del Señor de los Milagros. Al lado izquierdo del río había
devotos le quitaban pedacitos de madera para llevarlos como
reliquia y porque todos la tocaban con sus manos sudorosas y se
contrito, Dios nunca lo desprecia; el mejor sacrificio es un un ranchito de paja donde vivía una india anciana cuyo oficio era fue poniendo tan fea que ya a los muy amigos del arte, más que
corazón arrepentido”. Por eso te pedimos perdón por nuestras lavar ropa. Esta mujer era muy piadosa y estaba ahorrando y devoción les causaba repulsión. Entonces un Visitador especial
muchas faltas, con las palabras del Salmista: “Misericordia reuniendo dinero para comprarse un santo Cristo y poder rezarle llegado de Popayán mandó que la dicha imagen fuera quemada y
Señor, hemos pecado. Por tu inmensa compasión borra todos los días. Reunió 70 reales que era lo que necesitaba para destruida por el fuego. Los devotos se estremecieron de sentimiento
nuestras culpas. Contra ti, contra ti, sólo pecamos. comprarlo y traerlo desde Quito. a l c o n o c e r e s t a o r d e n , p e r o e r a n e c e s a r i o o b e d e c e r.
Cometimos la maldad que Tú aborreces. Aparta de nuestros
pecados tu vista. Borra en nosotros toda culpa. Oh Dios: El pobre prisionero Pero lo maravilloso fue que la imagen al ser echada a las llamas
Precisamente el día en que la piadosa lavandera iba a llevar su empezó a sudar y a sudar tan copiosamente que los vecinos
crea en cada uno un corazón puro y no alejes de nosotros tu empapaban algodones con aquel sudor para llevarlos como reliquias
Santo Espíritu. Recuerda Señor que tu ternura y tu dinero al Sr. Cura Párroco para que le consiguiera la imagen, pasó
por allí llorando un honrado padre de familia a quien iban a echar y obtener curaciones. Este milagro fue comprobado y atestiguado
misericordia son eternas y no te acuerdes de nuestros pecados a la cárcel porque debía 70 reales y no tenía con qué pagarlos. La con la gravedad del juramento por numerosas personas. Y al
ni de las maldades de nuestra juventud. Acuérdate de nosotros buena mujer se conmovió por esta tristeza de su vecino e inspirada terminar el sudor, la Sagrada Imagen se había vuelto mucho más
con misericordia, por tu bondad, Señor. Por el honor de tu por un pensamiento caritativo se propuso dejar para más tarde el hermosa de lo que estaba antes y se le fue lo que anteriormente
nombre, perdona nuestras culpas que son muchas. Cumple conseguir su crucifijo y le dio al pobre necesitado los 70 reales tenía de desagradable.
Señor en cada uno de nosotros aquella tu promesa santa: que tenía ahorrados para comprar la imagen. Aquel hombre lleno
de alegría y de agradecimiento le deseó que Dios la bendijera y le La señora Luisa Sánchez que vivió en aquellos tiempos declaró
“Como está lejos el Oriente del Occidente, así alejaré de con juramento: “El sudor duró dos días. Todos los vecinos de los
vosotros vuestros pecados”. Amén. ayudara mucho.
alrededores venían con algodones a recoger sudor y llevarlo como
El hallazgo en el río reliquias y yo también recogí allí de aquel sudor en algodones y
todavía lo guardo. Y desde aquel milagro la gente le empezó a
Unos días después, la anciana estaba lavando ropa en el río, tener gran devoción a esta santa imagen y a considerarla como de
cuando una ola colocó delante de ella un pequeño crucifijo de Hechura Milagrosa y comenzaron a obtener favores de Dios que
madera, que resultó para ella una joya más valiosa que todo el oro consideraron sobrenaturales y milagrosos. Y no sólo en esta ciudad
y la plata y las esmeraldas que le pudieran ofrecer. El crucifijo sino en muchas otras ciudades y regiones de donde se han visto
hallado de esta manera no podía haber pertenecido por allí cerca llegar muchos romeros y peregrinos a visitar la Sagrada Imagen.
de ninguna otra persona, pues hacia arriba, a las orillas del río, no A muchos de ellos les hemo oido contar que se sanaron
vivía nadie. La feliz lavandera, llena de gozo y perfectamente prodigiosamente de graves enfermedades. Otros narran que se
tranquila en su conciencia, respecto a su poseción, se dirigió a su libraron de gravísimos peligros al invocar al Señor de los Milagros”.
choza e improvisó allí un altarcito, sobre el cual colocó el Santo (Firmado y apoyado con juramento).
Cristo que le había llegado de manera tan misteriosa, guardándolo
cuidadosamente en una cajita de madera.

El Cristo crece
Una noche la anciana oyó golpecitos en el sitio donde guardaba
la imagen y averiguando lo que pasaba se llevó una gran sorpresa
al darse cuenta que el Santo Cristo y la cajita habían crecido
notablemente, pero se imaginó que eso sería ilusión de sus ojos ya
muy debilitados por la edad. Pero pocos días después advirtió que
la imagen tenía ya cerca de un metro de estatura. Sorprendida por
este milagro les avisó al Sr. Cura Párroco y a los señores más
importantes del pueblo, los cuales visitaron enseguida la habitación
de la anciana y comprobaron por sus propios ojos la verdad de lo
que ella les había contado y que esta pobre mujer poseía un crucifijo
de un tamaño muy difícil de conseguir por aquellos alrededores
y que ella no tenía ni dinero ni amistades para conseguirse semejante
imagen y que por lo tanto la existencia de aquel crucifijo allí no
se podía explicar naturalmente y que tenía que ser un milagro.
Gozos
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