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ALUMNA :
CURSO :
Crecimiento y desarrollo
TEMA :
FOBIA A LA ESCUELA
DOCENTE :
CICLO :
II– 2009
INTRODUCCIÓN
Cuando los niños van por primera vez a la escuela, cambian de escuela, inician
un nuevo año escolar o enfrentan etapas de transición, presentan niveles de
ansiedad y temor que son normales y que la mayoría suele superar con sus
propios recursos.
Sin embargo, en algunos casos la ansiedad llega a ser tan intensa y constante
que le impide al niño asistir a clase.
Este tipo de casos en los que la dificultad del niño o adolescente para asistir en
forma regular a clase tiene su origen en una aflicción emocional, relacionada
con un desorden de ansiedad o depresión, se llama "fobia escolar".
El gran temor que induce esta especie de fobia puede llegar a ser tan severo
que el niño se ausenta del colegio durante semanas e incluso meses enteros,
lo que produce una tremenda angustia familiar.
Los padres de estos niños saben que no quieren asistir al colegio por temor y
no por otra razón, lo cual desencadena una situación de desasosiego que
aflige mucho a la familia.
DEFINICION:
CONSECUENCIAS:
DESENCADENANTES
Cada caso es único, por tanto la causa de la fobia también puede ser diferente a
las enunciadas. En ocasiones la poca concentración o falla de la memoria,
asociada a trastornos depresivos y ansiosos, puede tener su origen en malos
resultados que llevan a sentir frustración la cual, a su vez, puede agravar el
problema. El hecho de que las presiones escolares desaparezcan en la casa allí
el niño puede ver televisión, jugar en el computador, estar con los padres, jugar
con las mascotas puede ser un factor que refuerce el deseo de quedarse en la
casa y no asistir a la escuela, convirtiendo la situación en un muy activo círculo
vicioso. Hay un buen número de casos en los que el niño no identifica el factor
que le causa el temor; incluso manifiesta agrado por el colegio y deseos de asistir.
PRESENTACIÓN CLÍNICA
Aunque existe una gran variedad de síntomas que pueden hacer sospechar la
presencia de fobia escolar. Algunos de los más llamativos son la periodicidad de
su presentación; la respuesta emocional ansiosa que produce la presión de ir a
la escuela, sobre todo en las mañanas, y el sosiego del niño cuando esta
presión cesa (por ejemplo los fines de semana y festivos). También suele
presentarse en períodos de transición (primaria a secundaria), cambio de
escuela, cambio de vecindario, después de un período en que ha permanecido
muy cerca de los padres o luego de padecer una enfermedad leve (enfermedad
o vacaciones). La ansiedad aparece con manifestaciones de conducta,
fisiológicas y cognoscitivas.
Síntomas de conducta: El niño se queda en la cama, se niega a prepararse
para ir a la escuela, a subir al carro que lo lleva o a bajarse cuando llega al
colegio. Se queja respecto a la escuela, llora, hace pataletas, puede herirse a sí
mismo o salir corriendo cuando siente la presión de ir a estudiar. El niño o
adolescente pueden manifestar deseos de ir a la escuela pero cuando llega la
hora de hacerlo resultan incapaces de manejar la situación y se rehúsan a
asistir, presentando entonces un miedo que resulta irracional.
Síntomas cognoscitivos
Fuentes de confusión
Para las familias y el médico la alarma es fuerte pues con esta forma de
presentación lo último en lo cual se piensa es en un cuadro agudo de ansiedad.
Debido a este patrón tan errático es muy frecuente que se piense que está
tratando de llamar la atención o que está haciendo teatro.
DESÓRDENES ASOCIADOS
Conclusión
El estudio del niño con fobia escolar debe incluir una adecuada anamnesis con
reportes de diversa índole por parte del niño, los padres (o acudientes) y el
maestro, idealmente. Se debe sospechar cuando los síntomas son tan erráticos
como lo descrito antes, cuando los síntomas somáticos predominan, pero el
patrón es de domingo a viernes.
Hay que precisar los factores que provocan y mantienen el rechazo escolar,
establecer la severidad de la ansiedad o la depresión, de la inasistencia a la
escuela y evaluar su desempeño en lenguaje y aprendizaje para descartar otros
problemas asociados.
TRATAMIENTO PRIORITARIO
PRONÓSTICO
En la mayoría de los casos logramos reintegrar el niño a su trabajo escolar, sin
embargo, algunos problemás de ansiedad y depresión pueden continuar activos
interfiriendo la vida cotidiana del niño. El hecho de no resolver el problema
puede dejar que el niño continúe faltando a la escuela por largos períodos de
tiempo, lo cual a corto plazo le perjudica tanto académicamente (falta de
educación) como socialmente (pierde oportunidades de interacción con sus
pares); y a largo plazo se puede ver reflejado en disminución de oportunidades
para acceder a la educación superior y para desempeñarse laboral y
socialmente.