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Caín y su ofrenda diabólica

"El porqué la ofrenda de Caín no agradó al Señor”

Rubén Darío González Solano

Composición II

HU 102

Profesor: Dr. Richard Ramsay

FLET

09-05-09
"¿Por qué la ofrenda de Caín no agradó al Señor?

Génesis 4:3-5

Por la naturaleza diabólica de su corazón y no por la de su ofrenda

INDICE

I. Caín era del maligno.

A. Caín no procedía de Dios.

B. Su corazón era malo.

C. Sus obras eran malas.

II. Caín era hijo de perdición.

A. A Judas se le llama “hijo de perdición”.

B. Al Anticristo se le llama “hijo de perdición”.

C. El “camino de Caín”, un camino de perdición.

III. Caín era homicida.

A. Judas entregó a Jesús a la muerte y luego se suicido.

B. El Anticristo luchará contra los santos y los matará.

C. Caín aborrecía a su hermano y lo mató.

IV. Caín era hijo del diablo.

A. Caín tan “hijo del diablo” como el mago Elimas: gobernado por Satanás.

B. Caín tan “hijo del diablo” como Judas Iscariote: poseído por Satanás.

C. Caín tan “hijo del diablo” como el Anticristo: simiente de Satanás.

Conclusión: La ofrenda de Caín no podía, por ningún motivo, agradar a Dios. Su corazón estaba
corrompido por el maligno, era malo en todo el sentido de la palabra. La naturaleza y procedencia de Caín
queda demostrada con el testimonio de que él “era del maligno”, declarando que su padre era el diablo.

¿Por qué la ofrenda de Caín no agrado al Señor? – Por la naturaleza de su corazón y no por la de su ofrenda - Darío González - 2
Introducción

Este ensayo puede resultar chocante para muchos, p or lo que cualquier crítica la recibiré como una ofrenda y
no como una condena, sin buscar juzgar el corazón de quien me la ofrecerá sino solamente la naturaleza de
ella. Así que, al leer este ensayo trata de despojarte de cualquier prejuicio, pues lo ofrezco como una humilde
ofrenda y si lo rechazas, que sea por su calidad, no por su intencionalidad. Yo he querido dar lo mejor de mis
frutos. Sé que no puedo evitar el ser juzgado por mi ofrenda, yo suficiente he tenido con juzgar a Caín y a la
suya.

Cuando leí el asunto sobre el cual deberíamos hacer este ensayo, “¿Por qué la ofrenda de Caín no agradó al
Señor?”, dicho tema me resultó, así de entrada, de poco interés. Hubiera preferido en aquel momento un tema
más de actualidad como: el divorcio, la crisis económica o la felicidad en momentos de crisis. Pero al
comenzar a hacer el estudio me pasó algo interesante: no podía parar de estudiar los textos de la Biblia
relacionados, me dediqué a buscar más información y a leer comentarios sobre dichos textos.

Después de haber estudiado algo, aun no lo suficiente, ya intuía por donde iban mis líneas de pensamientos .
Conforme iba desarrollando y profundizando más en el estudio del los textos, contextos y referencias paralelas ;
me iba acercando a la respuesta que más me satisfacía. Pero esa respuesta también me provocaba algunas
inquietudes, no por dudas sobre su contenido, ni por falta de base bíblica, sino por la claridad con que estaba
manifestada y por lo difícil que sería aceptarla. La dificultad se debería, no a lo complicado de los argumentos,
ni a la profundidad de ellos, sino a las implicaciones de ellos y a nuestros prejuicios para creerlos y aceptarlos.

La respuesta a la pregunta , “¿Por qué la ofrenda de Caín no agradó al Señor?” , la encontré manifestada
categóricamente en la misma Biblia , de tal manera que no me quedó duda sobre su declaración y veracidad,
pero necesité de mucho más estudio para poder interpretarla, comprenderla y explicarla, así como de
convicción para poder sostenerla y publicarla .

El texto bíblico* 1 concluyente como base de mi respuesta es el siguiente: “No como Caín, que era del maligno y
mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.” (1 Juan 3:12)
En dicho texto indagué y encontré dos partes fundamentales de mi respuesta:

1. El rechazo no se debió a la naturaleza de la ofrenda.


2. El rechazo se debió a la naturaleza del oferente.

Hasta aquí, dicha respuesta parece aceptable y sin complicaciones, pero ella misma levanta otra interrogante:
¿Qué naturaleza tenía el oferente? O sea, Caín, para que le haya sido rechazada su ofrenda. Aquí está el meoll o
del asunto y es a esta interrogante a la que trataré de darle respuesta para poder asimismo contesta r a la gran
pregunta del ensayo.

Mis argumentos los considero con la suficiente base bíblica, pero sujetos a ser cuestionados y debatidos. Sin
embargo buscaré explicar mis planteamientos sin pretender ser exhaustivo y mucho menos dogm ático. Lo que
finalmente buscaré y tomaré en cuenta es la conclusión a la que me llevó todo este estudio para poder dar
respuesta a la pregunta: “¿Por qué la ofrenda de Caín no agradó al Señor?”.

En el cuerpo del ensayo ofrezco y explico mis argumentos bíblicos y teológicos, pero los dos elementos
básicos anteriormente expuestos nos llevan a la respuesta práctica y aplicativa: porque su corazón era malo.
El problema no eran la clase o la calidad de las ofrendas, sino la fuente de ellas, por eso dice : “¿Y por qué
causa le mató?” La respuesta manifiesta de nuevo la naturaleza o fuente de sus acciones: “Porque sus obras
eran malas”. En este versículo se descubre la naturaleza d el corazón de Caín, “Caín era del maligno”, así que
no se podía esperar otra cosa que no fuera resultado de su naturaleza corrompida y maligna.

1
* -Usaré la versión Reina Valera 1960, en caso contrario lo voy a especificar.

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¿Por qué la ofrenda de Caín no agradó al Señor?

Génesis 4:3-5

Por la naturaleza diabólica de su corazón y no por la de su ofrenda

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.” (Proverbios 4:23)
“…porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el
corazón.” (1Samuel 16:7)
“Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus
obras.” (Jeremías 17:10)

Texto de estudio: Génesis 4:3-5

Génesis 4
1 Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón.
2 Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra.
3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.
4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su
ofrenda;
5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.

Otros pasajes de base para nuestro estudio:

“…para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo
hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar.” (Mateo 23:35)

“1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. 2 Porque por ella alcanzaron buen testimonio
los antiguos. 3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue
hecho de lo que no se veía. 4 Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de
que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella.” (Hebreos 11.1-4)

“¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la
contradicción de Coré.” (Judas 11)

“No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de
su hermano justas.” (1 Juan 3.12)

I. Caín era del maligno


No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de
su hermano justas. (1 Juan 3:12)

A. No procedía de Dios:

“Era del maligno” habla de su naturaleza, de la esencia de su ser, de su procedencia. Debemos tomar en cuenta el
contexto del que se viene hablando, de cómo se manifiestan los hijos del diablo: “En esto se manifiestan los hijos de
Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.” (1 Juan 3:10)
Ya hablaremos más adelante sobre el hecho de ser “hijo del diablo”.

B. Su corazón era malo:

En el caso de Abel y Caín, no debemos pretender una definición teológica y espiritual de su naturaleza o procedencia,
como en el caso de los creyentes como “hijos de Dios”, o de los no creyentes como “hijos de desobediencia”.

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En este versículo se descubre la naturaleza del corazón de Caín, “era del maligno”, así que no se podía esperar otra
cosa que no fuera resultado de su naturaleza corrompida y maligna, como ya lo dejó claro Jesucristo cuando dijo:

“20 Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. 21 Porque de dentro, del corazón de los
hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, 22 los hurtos, las avaricias,
las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. 23 Todas estas maldades de
dentro salen, y contaminan al hombre.” (Marcos 7:20-23)
“Abominación son a Jehová los perversos de corazón; Mas los perfectos de camino le son agradables.” (Proverbios
11:20)

C. Sus obras eran malas:

En este versículo, 1Juan 3:12, se llega de entrada al meollo del asunto con la siguiente declaración: “No como Caín, que
era del maligno”. Aquí se nos declara el fundamento de la cuestión, que el problema no era la clase o la calidad de las
ofrendas, sino la fuente de ellas, por eso dice: “¿Y por qué causa le mató?” La respuesta manifiesta de nuevo la
naturaleza, la fuente de sus acciones: “Porque sus obras eran malas”.

II. Caín era hijo de perdición:


Un hecho significativo es que tanto de Judas como del Anticristo se dice lo mismo, como siendo su ascendencia diabólica y
llamándosele igual que a Judas, “hijo de perdición”:

A. A Judas se lo llama “hijo de perdición”:

“Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de
ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.” (Juan 17:12; El énfasis y subrayado es
mío)

B. Al Anticristo se lo llama “hijo de perdición”:

“3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre
de pecado, el hijo de perdición ,4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto;
tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.” (2Tesalonicenses 2:3-4)
(El énfasis y el subrayado son míos)

C. “El camino de Caín”, un camino de perdición:

Así también analizando el otro versículo relacionado, como es el de Judas 11, donde se nos enseña sobre “el camino de
Caín”, encontramos ciertos elementos en común a todo “hijo de perdición”.

“¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la
contradicción de Coré.”
Judas, el hermano de Jesús, equipara el “camino de Caín” con el error de Balaán y con la contradicción de Coré.

1. El hecho de “amar el precio de la maldad”

“Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio
de la maldad.” (2Pe 2:15)

Lo mismo se dice de Judas:


“Ellos, al oírlo, se alegraron, y prometieron darle dinero. Y Judas buscaba oportunidad para entregarle.”
(Marcos 14:11)

“Éste, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo…” (Hechos 1:18)

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2. El hecho de perecer en la contradicción:

El caso de Coré también tuvo que ver con el hecho de evidenciar quién es quién, de manifestar la naturaleza de los
contradictorios. Esto resulta muy relevante en las Escrituras, las cuales nos enseñan que las contradicciones que llevan
a las disensiones tienen el propósito de dejar en evidencia a los que no son de Dios.

“Y habló a Coré y a todo su séquito, diciendo: Mañana mostrará Jehová quién es suyo, y quién es santo, y hará que se
acerque a él; al que él escogiere, él lo acercará a sí.” (Números 16:5)

“Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con
nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.” (1Juan 2:19)

“Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? (Mateo 7:16)
“Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son
aprobados.” (1Corintios 11:19)

Las personas contradictorias, como el caso de Caín y Coré, no necesariamente parecerán serlo, por lo que es necesario
que sean puestas en situación de sometimiento para evidenciar su rebeldía contra Dios.

3. El hecho de luchar contra Dios y de hacer errar a muchos.

Caín llego a ser un errante y extranjero en la tierra, en otras palabras “se perdió”, vivió sin rumbo y sin Dios en la vida,
construyendo su propio camino, a lo que Judas llamó: “el camino de Caín”.

III. Caín era homicida:


Lo interesante es que estos “hijos del diablo” se distinguen por varias cosas en común, una de ella es la de ser homicidas.

A. Judas no solamente entregó a muerte a Jesús, sino que se mató a sí mismo.


“Éste, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas
sus entrañas se derramaron.” (Hechos 1:18)

B. El Anticristo perseguirá y matará a los santos:

“Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo,
lengua y nación.” (Apocalipsis 13:7)
“Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los
matará.” (Apocalipsis 11:7)
“Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía” (Daniel 7:21)

C. Caín aborrecía a su hermano y lo mató:

Caín fue un “homicida” y no necesariamente desde el momento en que mató a su hermano, sino desde un principio,
por el solo hecho de aborrecerlo en su corazón. En la Primera Epístola de Juan se afirma en el mismo contexto en que
se habla de Caín, que: “Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida...” (1Juan 3:15)
Aquí se enfatiza de nuevo el hecho del “ser” más que del “hacer”, el solo hecho de aborrecer al hermano manifiesta el
corazón homicida. De hecho es esto lo que se puede comprobar con el asesinato de Abel, Caín ya lo aborrecía y por
tanto ya lo había asesinado en su corazón y buscaba solamente la ocasión.

Estos homicidas solo manifiestan con sus hechos la naturaleza de su mismo padre, el diablo:
“Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el
principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla;
porque es mentiroso, y padre de mentira.” (Juan 8:44)

IV. Caín era un “hijo del diablo”:


“En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su
hermano, no es de Dios.” (1 Juan 3:10)

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Abel y Caín eran, según la Biblia, el uno “hijo de Dios” y el otro “hijo del diablo”, en ningún caso Juan está pretendiendo
hacer aquí una espiritualización de dichas naturalezas, de hecho está haciendo una comparación y a través de esta
metáfora hace está afirmación reveladora y relevante.

Por tanto Caín no podía de ninguna manera traer una ofrenda agradable. Sin importar cuál o cómo haya sido la ofrenda,
ella siempre sería desagradable, poniéndose el énfasis no en la ofrenda sino en quién la ofrece. Como bien dice uno de los
comentaristas consultados: “Dios aún no le había dicho a la humanidad qué clase de sacrificios quería. Fue miles de
años después que Moisés dio a los israelitas las instrucciones exactas para los sacrificios.” Y que tampoco deberíamos
confundir las instrucciones de las ofrendas con las de los sacrificios”*2.

A. Caín era tan “hijo del diablo” como el mago Elimas: gobernado por Satanás.

Pablo llamó “hijo del diablo”, a Elimas el mago, en el sentido espiritual, quien se dedicaba a “trastornar los caminos
rectos del Señor”: “dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No
cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor?” (Ac 13:10, el énfasis y subrayado es mío)
Ahora bien, en este caso podríamos argumentar, con justa razón, que su referencia es una espiritual y no propia, pero
de todas maneras hace referencia a la pertenencia y procedencia de sus actos. De hecho se refiere a él como estando
gobernado o poseído por el diablo, lo que justificaría su proceder.

En el caso de Caín, él procedía, descendía o pertenecía al maligno, o sea al diablo; era hijo de Satanás en el sentido
proprio de la palabra.

B. Caín era tan “hijo del diablo” como Judas Iscariote: poseído por Satanás.

1. Hijo del diablo por posesión del mismo diablo:

Sobre Judas también se dice que sus acciones, al traicionar y vender a Jesús, fueron motivadas directamente por la
intervención del diablo, quien tomó posesión de Judas, de su voluntad y de su personalidad:

“Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce;” (Lucas 22:3)
(Énfasis y subrayado son míos)

2. Hijo del diablo por instigación del mismo diablo:

“Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le
entregase,…” (Juan 13:2) (Énfasis y subrayado son míos)

C. Caín era tan “hijo del diablo” como el Anticristo: simiente de Satanás.

1. Nacido por maldición generacional como “el impío”: por el pecado de su madre.

En el libro de los Hechos de los Apóstoles se hace mención de lo que David escribió en el libro de los Salmos sobre
Judas:

“Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de
David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús” (Hechos 1:16)
“Porque está escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su habitación, Y no haya quien more en ella; y:
Tome otro su oficio.” (Hechos 1:20)

2
* Tony Hancock, “Abel: la ofrenda que agrada a Dios”, http://www.iglesiatriunfante.com/sermon/sermon138.htm
(Domingo 2 de Mayo del 2004)

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Ahora veamos lo que dice el libro de los Salmos sobre Judas Iscariote:

Salmo 109
6 Pon sobre él al impío, Y Satanás esté a su diestra.
7 Cuando fuere juzgado, salga culpable; Y su oración sea para pecado.
8 Sean sus días pocos; Tome otro su oficio.
9 Sean sus hijos huérfanos, Y su mujer viuda.
10 Anden sus hijos vagabundos, y mendiguen; Y procuren su pan lejos de sus desolados hogares.
11 Que el acreedor se apodere de todo lo que tiene, Y extraños saqueen su trabajo.
12 No tenga quien le haga misericordia, Ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos.
13 Su posteridad sea destruida; En la segunda generación sea borrado su nombre.
14 Venga en memoria ante Jehová la maldad de sus padres, Y el pecado de su madre no sea borrado.
15 Estén siempre delante de Jehová, Y él corte de la tierra su memoria,
16 Por cuanto no se acordó de hacer misericordia, Y persiguió al hombre afligido y menesteroso, Al quebrantado
de corazón, para darle muerte.
17 Amó la maldición, y ésta le sobrevino; Y no quiso la bendición, y ella se alejó de él.

Como podemos ver, las acciones de Judas son reveladas en este Salmo como siendo motivadas por su naturaleza,
como procediendo de Satanás. De hecho se menciona la “maldad de sus padres, y el pecado de su madre”, como
siendo la causa de la maldad de Judas. Él era un hijo del diablo.

Interesante que las acciones del “impío”, y la condenación sobre él, son muy parecidas a las de Caín y a las de todo
“hijo del diablo”.

2. Nacido por obra del diablo como el “hombre de pecado”: la simiente de la serpiente.

“3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el
hombre de pecado, el hijo de perdición,
4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el
templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.”
“8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el
resplandor de su venida;
9 inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos”
(2Tesalonicenses 2:8-9)

Las Escrituras nos muestran que desde los mismos inicios Satanás tenía un plan macabro de buscar a toda costa la
manera de encarnarse y declararse como “hijo de Dios”, “el mesías”. Dicha obra la observamos en los intentos
frustrados de los llamados “hijos de Dios”, buscando relacionarse con las “hijas de los hombres”(Génesis 6:1-13). No
discutiré ni argumentaré ampliamente aquí sobre este asunto, pero en lo personal me resultan claras las intenciones del
diablo a través de sus ángeles, por lo que dicha maldad sobrepasó los límites de lo permitido por Dios, por lo que
decretó una condenación extraordinaria para dichos ángeles caídos. Así lo declaran Judas y Pedro en sus Epístolas
(1Pedro 3:19-20; Judas 6-7), donde se manifiesta que fueron puestos en cárceles de oscuridad. Pero seguramente
Satanás no ha cesado en sus intentos de dar a luz al “hijo de perdición” u “hombre de pecado”, ya será por su propia
intervención o por clonación, no lo sabemos.

Caín fue el segundo intento del diablo por corromper la obra de Dios, a la raza humana, justamente después de haber
prometido Dios que a través de Adán y Eva vendría la simiente del Mesías (Gén. 3:15), quien tendría en contra a la
simiente de la Serpiente, por lo que Satanás buscó introducir a toda costa su propia simiente en el hombre. (Gén. 3-4)

Podemos afirmar entonces que Caín fue, con seguridad, una obra del diablo, si no un engendro, una “hechura” de
Satanás para hacer malas obras. Con la misma seguridad podemos afirmar que nosotros los cristianos, quienes por la fe
en nuestro Señor Jesucristo hemos nacido de nuevo, Dios nos ha hecho “hechura suya, creados en Cristo Jesús para
buenas obras...” (Efes.2:10)

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Conclusión:
La ofrenda de Caín no podía por ningún motivo agradar a Dios, su corazón estaba corrompido por el maligno, su corazón era
malo en todo el sentido de la palabra. La naturaleza de Caín queda demostrada, “era del maligno”, su padre era el diablo.

“Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio,
y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y
padre de mentira.” Juan 8:44

Algo tuvo que haber hecho Satanás, algo que nos ha sido ocultado en las Escrituras, para haber podido corromper el corazón de
Caín a tal punto de haberlo convertido en un hijo suyo, ya haya sido por adopción voluntaria, por posesión o por seducción
espiritual. Algo parecido a nuestra conversión en Cristo, pues la Biblia dice que nosotros éramos tinieblas y de ese reino de las
tinieblas fuimos convertidos por adopción al reino de Jesucristo: “Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en
el Señor” (Efesios 5:8); “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo”
(Colosenses 1:13).

Lo cierto es que aun la mejor ofrenda de Caín, sin importar su naturaleza o calidad, hubiera sido abominable ante los ojos de
Dios, pues no la naturaleza de la ofrenda contaba sino la del corazón de Caín. Por eso la Biblia dice: “Por la fe Abel ofreció a
Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus
ofrendas; y muerto, aún habla por ella.” (Hebreos 11:4)

De esta manera nuestras mejores obras, por muy buenas que sean, serán consideradas delante de Dios como inmundicia a
menos que se produzca un cambio de corazón: “Todos nosotros somos como cosa impura, y todas nuestras obras justas son
como trapo de inmundicia. Todos nosotros nos hemos marchitado como hojas, y nuestras iniquidades nos han llevado como el
viento” (Isaías 64:6; Rv89)
Es así como delante de Dios no cuentan nuestras obras de justicia, a menos que ellas sean hechas como fruto de nuestra fe y
justificación en Jesucristo: “sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo,
nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto
por las obras de la ley nadie será justificado.” (Gálatas 2:16).

BIBLIOGRAFÍA

1- Clarke, Adam. Comentario de la Biblia. (Online Bible Edition Software; e-Sword Software)
2- Gill, John. Comentario Expositivo de la Biblia. (e-Sword Software)
3- Keild and Delitzsch. Comentario sobre el Antiguo Testamento. (e-Sword Software)
7- Scofield. Notas y Referencias bíblicas. (Online Bible Edition Software; e-Sword Software)
8- Online Bible Edition Software. (Versión 2.94.02, Feb 13, 2009, 17.03, Copyright 1992-2009 )
9- e-Sword Software. (Versión 8.0.5, Copyright 2000-2008)
10- PC Study Bible Software. (Biblesoft, Versión 1.4B, Copyright 1993, 1994)
11- Reina Valera 1960, Biblia

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