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El
Mensajero Luterano
Vol. XXVII, No. 5 Julio / Agosto 2008 www.mlpwels.com
Aun
estoy
conectado
2 Julio / Agosto 2008
del director
Luterano es publicado para las
misiones e iglesias afiliadas al
Sínodo Evangélico Luterano de
Wisconsin. Esperamos que esta
publicación ayude al lector a
fortalecer su fe en el Salvador y a Más que nunca vivimos desconectados. El empleo, el ejército, la universidad,
crecer en el conocimiento de la la migración nos llevan a lugares ajenos y distantes de la familia, los amigos,
verdad tal como se revela en la el mundo que conocíamos… Algunos de los artículos que aparecen en esta
Biblia. Le pedimos nos envíe
edición nos hablan de tales experiencias y de soluciones.
nombres de personas que muestren
interés en la verdad de Jesucristo, Pero más aún, nos recuerdan de las antiguas promesas de Dios. Él no nos deja
para así nosotros enviarles un
desamparados nunca. Dios dijo: “Estaré contigo; no te dejaré ni te
ejemplar. Envíe los domicilios y
material para publicar a: desampararé” (Josue 1:5). Dios nos asegura que él está con nosotros hasta el
fin del mundo, como aparece escrito en Mateo 28:20: “Yo estoy con vosotros
El Mensajero Luterano
2500 George Dieter Drive
todos los días, hasta el fin del mundo”.
El Paso, TX 79936 EEUU Dios nos ofrece diversas formas para estar en contacto con su palabra.
Tel: 915-857-5852
Fax: 915-857-7644
Actualmente disponemos de más de 220 publicaciones en español que nos
correo electrónico: permiten estudiar y meditar en las Escrituras.
gdelgadillo@mlpwels.com
Presentamos una lista de más de 16 lugares en Internet que permiten encontrar
Vol. XXVII, o. 5 grupos de interés, instituciones, congregaciones y publicaciones. En el lugar
Julio/Agosto 2008 www.whataboutjesus.org se pueden leer directamente en Internet los libros de
Gonzalo Delgadillo López, director la Serie de Enseñanzas Bíblicas y aun imprimirse. Es posible encontrar lugares
Paul Hartman, editor teológico donde se ofrecen servicios en español en los continentes americanos y
Michele Pfeifer, diseño gráfico europeo.
Las citas bíblicas fueron tomadas de
la versión Reina-Valera, 1995; sin
En las páginas centrales presentamos un aviso especial sobre el Programa de
embargo, se indicará cuando se Cursos Bíblicos por Correspondencia. Este es un medio que permite el estudio
utilice alguna otra versión. individual de la Biblia. Los libros son enviados gratuitamente a cualquier lugar
Reservamos el derecho de hacer los del mundo.
cambios necesarios antes de la
Dios continúa bendiciéndonos grandemente. Si deseas más información o
publicación de cualquier artículo
que sea enviado a la revista El deseas participar en el Programa de Cursos por Correspondencia o en otras
Mensajero Luterano. actividades por favor comunícate ahora mismo con Publicaciones
Multilingües.
CONTENIDO
Gracias Señor por darnos tantas bendiciones. Gracias por tu amor.
¡Encontré el tesoro! .....................................3
Cristo Palabra de Vida es el ministerio
Las maravillas de Dios fortalecen y de WELS a la communidad hispana
Cristo Palabra de Vida en Estados Unidos
aumentan mi confianza en él ......................4 www.cristopalabra.com
La palabra da frutos abundantes..............5 Para subcribirse a El Mensajero Luterano por favor envíe Suscripción anual (6 ediciones al año)
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Dios está en todas partes ..........................6 suscripciones suscripción
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El privilegio de la Oración ..........................7 2500 George Dieter Drive 6 a 10 4.00
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Una manera sencilla .....................................8 21 o más 2.20
¡Encontré el
tesoro!
I maginémonos un agricultor que está labrando la tierra y de pronto encuentra un tesoro. Si tu fueras ese
agricultor ¿qué harías estando en el lugar de esa persona?
¿Cómo hemos llegado nosotros a ser creyentes en Cristo nuestro Señor? Seguramente como a mí,
alguien, un amigo o familiar o quizás un desconocido, por la obra de Dios, te mostró o te habló del
tesoro escondido que es Jesús.
¿Qué nos enseña esta parábola del Señor? Nos enseña el gran valor que tiene el reino de los cielos. Jesús
quien reina en nuestros corazones por medio de su Palabra, es el tesoro más precioso que existe. Por su
gran valor querremos guardar este tesoro celosamente. No querremos descuidarlo ni perderlo. Lo
compartiremos con nuestro prójimo. ¿De qué manera? Contándoles las buenas nuevas de Jesús.
Jesús vino para salvarnos viviendo por nosotros la vida perfecta que Dios exige. Pagó toda nuestra deuda
en la cruz del Calvario. Resucitó para nuestra justificación. Él dice: al que a mi viene no lo hecho fuera
(Juan 6:37).
Podemos estudiar la palabra de Dios con otras personas para que este tesoro les pueda ser revelado por el
Espíritu Santo. Para que sean enseñados sobre quién es verdaderamente Dios. Para que sepan que Dios
envío a su unigénito Hijo para que muriera por nosotros en la cruz y en él nos diera la salvación eterna.
Todo lo que la Escritura dice, lo dice para crear fe en nosotros y conducirnos a la salvación que es en
Cristo Jesús. Algunos hogares por más humildes que sean pueden tener la Biblia donde se nos muestra el
tesoro escondido. Al ver el tesoro y creer en él, querremos hacer lo que hizo el hombre de la parábola,
dejar todo para conservar el tesoro.
Gracias a Dios que este tesoro aumenta nuestra fe en el verdadero Dios. Por eso amigo, hermano, donde
quiera que estés en algún lugar del mundo si este mensaje te llega, te animo a que guardes este tesoro del
que te habla la palabra de Dios, como lo más precioso que hayas o vayas a tener en tu vida y lo
compartas con todas las personas que estén allí a tu lado para la gloria de nuestro Señor y Salvador
Cristo Jesús, quien es nuestro gran “tesoro escondido”.
Juan Jaber Martínez Cabrera
Iglesia Evangélica Luterana Confesional
París, Francia
4 Julio / Agosto 2008
mi dos peces.
Él les dijo:
—Traédmelos acá.
confianza Entonces mandó a la gente recostarse
sobre la hierba; y tomando los cinco
panes y los dos peces, y levantando los
en él ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los
panes a los discípulos, y los discípulos a
la multitud. Comieron todos y se
saciaron; y recogieron lo que sobró de
los pedazos, doce cestas llenas. Los que
comieron fueron como cinco mil
hombres, sin contar las mujeres y los
niños (Mateo 14:13-21).
E l bienestar eterno de las personas depende de lo que ellas creen respecto a Jesús. Por eso, una pregunta muy
importante que los seres humanos deben responder es ¿quién es Jesucristo?
Nosotros los cristianos tenemos muy claro que Jesús es Dios. Porque así nos lo muestra la Biblia en las profecías del
Antiguo Testamento y en todo el Nuevo Testamento que nos habla de la divinidad de Jesús. La Biblia llama a Jesús
Dios. El profeta Isaías dijo que Jesús sería llamado Emanuel, Dios con nosotros (Isaías 7:14).
Miremos por ejemplo lo que nos dice este pasaje de la Biblia, cuando Jesús dio de comer a toda esta gente. También hay
otros milagros en los evangelios como en el de San Juan, cuando convirtió el agua en vino en las bodas de Caná. Jesús
demostró ser Dios al hacer cosas que sólo Dios puede hacer.
Uno se puede preguntar, ante tantas evidencias tan claras ¿cómo podía existir en ese tiempo tanta incredulidad viendo
todos estos milagros de Jesús? y ¿cómo no creyeron que él es Dios si lo tuvieron ahí tan cerca a su lado?
Cuando creemos, inmediatamente vemos todas las innumerables maravillas que hace Dios, Padre, Hijo (Jesús) y
Espíritu Santo, en nuestras vidas. Para mencionar algunas, como por ejemplo regalos materiales: la vida, nuestra
familia, la salud, el trabajo, los alimentos, etc. y los más importantes los espirituales que son: el bautismo, nuestra
conversión, su Espíritu Santo, nuestra fe, y la salvación eterna, por la muerte y resurrección de Jesús (Dios).
¿Quién podría darnos todo esto si no fuera Dios nuestro Padre celestial, en su Hijo Jesucristo que también es Dios junto
con el Espíritu Santo. Para él sea toda la gloria y honra por los siglos, amén.
Juan Jaber Martínez Cabrera
Iglesia Evangélica Luterana Confesional
París, Francia
El Mensajero Luterano 5
LA PALABRA
DA FRUTOS
ABUNDANTES
“Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios… Pero la que cayó en buena tierra
son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia”
(Lucas 8:11-15).
En estos versículos Jesús nos explica la parábola del sembrador. Entre varias cosas nos enseña que la
palabra de Dios da mucho fruto en la vida de los que creen en el Salvador.
En la creación podemos ver cuántos frutos maravillosos produjo la palabra de Dios.
“Dijo Dios: ‘Sea la luz’. Y fue la luz…‘Haya un firmamento en medio de las aguas, para que separe
las aguas de las aguas’. E hizo Dios un firmamento que separó las aguas que estaban debajo del
firmamento, de las aguas que estaban sobre el firmamento. Y fue así” (Génesis 1:3, 6, 7). Sí la
creación es fruto de la Palabra de Dios.
La palabra de Dios dada a Adán y Eva: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la
simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú la herirás en el talón” (Génesis 3:15). Esta palabra
dio mucho fruto. Jesús como cumplimiento de esa profecía fue hecho hombre, sufrió, murió, y
resucitó para nuestra salvación.
Las palabras de Dios en nuestro bautismo: cuando fuimos bautizados la palabra de Dios obró la fe y
salvación en nosotros. “Dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis, porque de los tales es el
reino de los cielos” (Mateo 19:14). Qué fruto maravilloso por su palabra pasamos de las tinieblas a
luz, de la muerte a la vida.
Sigamos meditando en la palabra de Dios de día y de noche. Porque “en la ley de Jehová está [la]
delicia [del creyente] y en su Ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a
corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae, y todo lo que hace prosperará”
(Salmo 1:2-3).
Jhon Edward Correa Muñoz
Iglesia Evangélica Luterana Confesional
Sevilla, España
6 Julio / Agosto 2008
M
uchas veces anhelamos estar en otro país, conocer otras culturas, y también por necesidad mucha
gente está fuera de sus países. Por esto es que mi familia y yo hace ocho años vivimos en Sevilla,
España. Somos de una bella ciudad llamada Medellín en Colombia. Es en estos momentos nosotros
creyentes en nuestras angustias, recuerdos, desesperación, sabemos que Dios está con nosotros en cualquier
lugar del mundo cuidándonos, consolándonos, y fortaleciéndonos, y dándonos su gran misericordia y amor
por medio de su palabra y su Espíritu Santo. Estaré contigo; no te dejaré ni te desampararé (Josué 1:5).
Cuando los recuerdos
de nuestros familiares,
El privilegio de la Oración
C
unado el hijo pequeño necesita algo o tiene alguna preocupación, él va a su madre con sus necesidades o
preocupaciones. Y cuando lo hace, tiene confianza en su madre. Confianza que la madre le escuchará y le
ayudará, y con alegría el hijo agradece a la madre por todo. Así es la oración. Como los hijos pequeños
corren a la madre en confianza para todo, el cristiano se vuelve a Dios en confianza para todo.
Para el cristiano, la oración es un gran privilegio en que él habla a Dios corazón a corazón. Es evidencia de la
relación íntima entre Dios y sus hijos. Hablamos a Dios y nos escucha. Muestra que Dios no está lejos de nosotros
sino que está cerca. No hay nada en nuestra naturaleza que merezca que Dios nos escuche o nos conteste, entonces
la oración es un regalo de Dios para consolar el cristiano. La realidad es que Dios nos escucha a causa de lo que
hizo Jesús. Porque somos sus hijos en Cristo, él nos escucha. También la oración es una demostración de nuestra
fe y confianza en Dios, confianza en que siempre nos ayudará y nos escuchará. Cuando los cristianos oramos,
oramos con fe en Cristo como nuestro Salvador, y por eso Dios nos escucha.
¿Por qué ora el cristiano? El cristiano necesita y
desea tener comunión con Dios, tenemos
comunión con Dios mediante la oración. Como
el rey David dice, “¡Oye, Jehová, mi voz con
que a ti clamo!¡Ten misericordia de mí y
respóndeme! Mi corazón ha dicho de ti:
«Buscad mi rostro». Tu rostro buscaré, Jehová”
(Salmo 27:8-9). Entonces, el cristiano tendrá el
deseo en el corazón de orar a Dios. También, es
la voluntad de Dios que oremos, como Pablo
nos dice: “Orad sin cesar. Dad gracias en todo,
porque esta es la voluntad de Dios para con
vosotros en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses
5:17-18). Sabemos también que es la voluntad
de Dios porque Jesús nos invita a orar diciendo,
“Pedid, y se os dará” (Mateo 7:7).
Por todo esto, oramos a Dios con confianza en
agradecimiento y no oramos sólo por nosotros
mismos, sino por otros. Esta es otra razón para orar, porque otras personas tienen necesidades, por ejemplo el
centurión pidió a Jesús que sanara a su sirviente. Es un gran privilegio que podemos orar no sólo por nosotros
mismos sino también por nuestros amigos y nuestra familia.
Al considerar este gran privilegio, preguntamos “¿Cómo podemos orar a Dios siendo pecadores?” Es la verdad,
somos pecadores, y Dios ciertamente no tiene que escucharnos. Pero en su gran misericordia y amor por a
nosotros, él nos escucha, y no porque lo merezcamos. También podemos orar porque hemos recibidos el Espíritu
que nos permite orar (Romanos 8:15). No podríamos orar al Dios recto porque somos pecadores, pero a través de
la rectitud de Cristo podemos orar a Dios, teniendo confianza que nos escuchará.
Cristo sirve como el mediador entre el hombre y Dios (Timoteo 2:5,6). Como nuestro mediador, Jesús habla al
Padre por nosotros (1 Juan 2:1,2). Por todo esto agradecemos a Dios que nos da el regalo de la oración para que
tengamos comunión con él. Además nos regocijamos en la justicia de Cristo que nos salva y que nos hace rectos
para que podamos comunicarnos con Dios. Que siempre vayamos a Dios en oración con la confianza en Cristo.
Amén.
Justin Gran
Estudiante Martin Luther College
ew Ulm, Minnesota, EE UU
8 Julio / Agosto 2008
9
fueron a ver si lo que el ángel les había dicho era verdad.
En promedio
Encontraron al niño Jesús en el establo tal como los ángeles lo
5 lecciones por libro
habían dicho.
existía entre y el .
(Compare sus respuestas con las que están al pie de la página 10)
Idiomas disponibles
Inglés
Español
Chino
Japonés
Urdú (hablado en Pakistán)
Nepalí
El Mensajero Luterano 9
¡Adquiéralos hoy!
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Invitación
Te invitamos para que participes en este programa. Puedes participar estudiando,
distribuyendo libros a personas que conozcan, o ayudando a los estudiantes de tu localidad.
Si deseas participar escríbenos a gdelgadillo@mlpwels.com.
El Mensajero Luterano 11
H
ablamos de estar conectados por
medio del Internet y de los avanzados
Conectados a Cristo medios de comunicación, pero
estamos conectados más allá. Estamos
y a su iglesia conectados con los cristianos del mundo,
tenemos el soporte de otros creyentes. No
estamos solos. Mediante la muerte de Cristo,
él nos a hecho miembros de su cuerpo. Sólo
mira a Jesús y ve dónde te ha ubicado Jesús
en su cuerpo. Este es el antiguo mensaje de
san Pablo que aún aplica a nuestro mundo
moderno.
Cuando la gente cree que están bien con Dios por el sacrificio que Jesús hizo en la cruz y no por lo que ellos
hayan hecho por Dios, es ahí cuando estamos unidos en fe. Pablo lo describe en Gálatas 3:28: “Ya no hay
judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo
Jesús.” Esta unidad cruza no solo fronteras, culturas o sociedades, sino también denominaciones. Teniendo
este eslabón invisible con los demás cristianos, somos parte de la Santa Iglesia Cristiana o la Iglesia Invisible.
Es invisible porque los desvíos doctrinales que existen en muchas denominaciones no permiten la
manifestación de la unión en esta vida. La veremos en el cielo.
Allá veremos que estamos conectados con los verdaderos creyentes de todos los tiempos, creyentes del
pasado, presente y futuro. Desde Adán y Eva hasta María y José, los apóstoles, profetas y los padres de las
primeras Iglesias y también con los creyentes de hoy en día y con creyentes que vivirán después de que
acaben nuestros días en la tierra.
Debido a esta unión, cuando adoramos, tenemos un orden en la manera de adorar de acuerdo con las
Escrituras, que nos lleva en el año eclesiástico desde el nacimiento del niño Continued on page 12
12 Julio / Agosto 2008
Cristianos en todo el mundo están escuchando las mismas lecciones, cantando las mismas alabanzas, y
confesando el mismo credo y disfrutando el perdón de pecados por medio de los sacramentos. Pero la
mejor conexión que tenemos es el poder de estar conectados directamente con Jesús por la fe creada por
medio de la Palabra. Así como alguien que sabe que la salvación viene por el sacrificio que Jesús hizo
por nosotros y no por lo que hagamos o dejemos de hacer, he ahí que entonces somos miembros del
cuerpo de Cristo. Tenemos unidad en él.
Celebrando esta unión, Pablo nos recuerda, que todos los miembros del cuerpo de Cristo son importantes.
A pesar de que todos los miembros son importantes esto no significa que todos seamos iguales, por lo
cual Pablo nos exhorta a apreciar la diversidad de cada uno de los miembros del cuerpo de Cristo y de
apreciar nuestra misma diversidad.
Hay ocasiones que gente dice que la Biblia es muy seria. Discúlpenme el no poder evitar reírme cuando
escucho esto, pero piensa tú simplemente qué absurdo sería para un pie decir que “porque no soy una
mano, entonces no pertenezco al cuerpo”. Pero si lo piensas bien pudiéramos ver que esto ocurre muy
seguido en nuestras congregaciones. Apreciamos los dones de cada persona, pero habrá alguno que diga,
“yo no puedo cantar tan bien como él, o entender las Escrituras como aquel, o dar ofrendas como lo hace
aquel otro…” De ahí nos sentimos como si no fuéramos parte importante de la iglesia.
Es ahí cuando el apóstol Pablo nos dice, no. ¿Solo porque el pie no funciona como la mano, que a caso
esto significa que no es parte del cuerpo? De ahí que el no tener la voz, o el conocimiento bíblico, o los
recursos financieros como alguna otra persona, nunca significará que no eres parte del cuerpo, ¡lo somos!
Que nos quede bien claro, ¡lo somos! El don o dones que cada uno de nosotros tenemos o traigamos al
servicio de Dios es tan importante como el del otro.
Para comprenderlo mejor, nunca hagamos menos el don que llevamos para el servicio del Señor.
Imagínate si todos nosotros tuviéramos una voz privilegiada, y que todos dijéramos, “pues ese es mi
don”. Pues te aseguro que seríamos un coro internacional magnifico, pero ¿quién nos predicaría cada
domingo? O ¿quién nos haría la conexión a Internet como lo hace algunas personas? Es por eso que cada
don es usado para servir a Dios en una diferente manera. Cada cristiano tiene dones diferentes y por lo
mismo cada don es especial.
Dios es el dador de cada don espiritual. Él nos ha dado dones para servirle a él. Estos dones son dados en
diferentes maneras y cantidades. Cada miembro del cuerpo de Cristo tiene dones y un propósito para
ellos.
El Mensajero Luterano 13
Algunos creyentes hacen caso omiso a su don espiritual. Un famoso predicador una vez contó la historia
de una mujer a la cual él visitó. Comentaba este predicador que la mujer tenía una hoja de papel colgada
en su pared y que en esta hoja había una firma. Cuando él le preguntó ¿quién se la había dado?, ella le
dijo que se la dio un hombre antes de morir, el cual significó mucho para ella. Después de mucha
curiosidad y preguntas la mujer le permitió al predicador que tomara prestada esta hoja, la cual él llevó al
banco donde los empleados al reconocerla exclamaron, “Nos estuvimos preguntando a qué persona el
hombre mayor le había dado como herencia todo su dinero. Miles y miles de dólares habían estado
esperando a ser transferidos al nombre de esta mujer. Mientras que ella había vivido en pobreza por años,
todo ese tiempo en realidad era rica sin saberlo!
Es posible para creyentes vivir años y años inconscientes de sus riquezas espirituales o mejor dicho de
sus dones espirituales. Dios nos bendijo a todos. Realmente deberíamos preguntarnos ¿cuántos de estos
dones siguen ahí sin ser descubiertos? Todos los miembros del cuerpo de Cristo son importantes. Pablo
escribe: “i el ojo puede decir a la mano: ‘o te necesito’, ni tampoco la cabeza a los pies: ‘o tengo
necesidad de vosotros’.” También hay ocasiones que cuando estamos usando nuestros dones para el
servicio de Dios y notamos, “oye ahí hay otro miembro del cuerpo que no esta haciendo nada”. Es decir,
este miembro no está funcionando para nada. Pensamos, “si yo fuera la cabeza de este cuerpo, le diría
que amputara esos miembros pues no los necesitamos.”
Pero, si Cristo hizo a esa persona un miembro de su cuerpo, tuvo que hacerlo por una razón.
Posiblemente esa persona aun no empieza a llevar su función a cabo. O posiblemente ya la lleva a cabo y
tú simplemente no sabes cuál es su función. No puedo dejar de pensar en la ancianita, que esta en el asilo
o en cama, la cual está orando para que el pastor de la iglesia siga llevando la palabra de Dios a su
congregación. ¿Quién puede decir que ella no es un miembro vital del cuerpo de Cristo? ¿Quién puede
decir que sus oraciones no son llevadas como una tarea importante?
O del niño de cuarto año de primaria quien lleva y vive su fe calladamente y con esto causa gran impacto
en su amiguito el cual poco después quiere ser invitado a clases de Catecismo y después de algunos
meses es confirmado y recibido como miembro de Cristo, ¿cómo pudieras tu decirle a ese niño, “no te
necesitamos, tu no tienes ese tan importante don”?
Cada miembro del cuerpo de Cristo es importante. Eso, que tu puedes llegar a pensar que lo puedes
hacer solo, con nuestra ayuda puedes hacer mejor. No solo esto es en las cosas positivas y de creación,
esto también va para con las pruebas difíciles y los sufrimientos. Si uno sufre, sufrimos todos, y
podemos llevar oraciones, ánimo, y consuelo en las aflicciones. Si una parte sufre, todas las partes
sufren con ella, si una es honrada todas las partes se alegran. Ahora pues todos somos del cuerpo de
Cristo. Jesús es el cable eléctrico que nos conecta unos con los otros. Qué alegría debe ser la nuestra que,
mientras permanezcamos en su amor, él siempre estará con cada uno de sus miembros.
Y esto lo podemos expresar hoy en día por el Internet. José Ángel Jiménez
Dortmund, Alemania
14 Julio / Agosto 2008
A
nímense unos a otros “hablando
entre vosotros con salmos, con
Contacto por visita—el coro
himnos y cánticos espirituales,
cantando y alabando al Señor en vuestros de Martin Luther College en México
corazones; dando siempre gracias por todo
al Dios y Padre, en el nombre de nuestro
Señor Jesucristo” (Efesios 5:19-20). El
coro de la Universidad de Martín Lutero
aprovechó esta gran bendición de Dios en
su viaje a Arizona, Texas, y México en
marzo. Aunque pocos coristas hablaban
español y pocos mexicanos hablaban
inglés, había un tipo especial de
comunicación durante los conciertos en
que el Señor estaba presente.
El primer destino mexicano del coro fue el
barrio de Zaragoza Sur en Torreón. Allí
cantaron algunas canciones como “¡Gloria, Gloria aleluya al Cristo!” y “Vengo a ti, Jesús amado” como
parte de un culto especial de la Semana Santa. El sol caliente y un nuevo escenario, la iglesita afuera, la
canción que cantaron los niños, el sermón de la importancia de la Semana Santa, y la interacción con los
miembros después del culto hicieron la experiencia inolvidable. Aunque el coro de 52 personas era más
numeroso que los asistentes, el Señor estaba presente; pues Mateo 18:20 nos dice: “porque donde están
dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”
Aquella noche, el coro presentó otro concierto en la iglesia llamada El
Redentor en Torreón. ¡Qué experiencia fue! Llegaron tantas personas para
escuchar que no había especio en la parte mayor de la iglesia; tuvieron que
poner unas sillas afuera para que la gente pudiera ver por las ventanas. Al
coro estaba muy feliz de cantar alabanzas a Jesucristo para mucha gente
que todavía no conocía estas buenas nuevas y solamente habían venido
para escuchar a un concierto. Con la ayuda del Pastor Hartman, unos
boletines fueron traducidos al español, para que la gente pudiera seguir la
letra de las canciones, para que aprendieran más de este Salvador del
mundo. El Señor estaba presente allí también; es evidente que el Espíritu
Santo fortaleció la fe de mucha gente porque en el domingo de la Pascua
llegaron unos 20 visitantes al culto. ¡La palabra de Dios es poderosa!
Cantarla era simplemente otro modo de comunicar las buenas nuevas.
La próxima noche fue tan bendecida como la primera. El coro viajó a Monterrey para dar otro concierto
en la iglesia de Santa Cruz. Esta iglesia tuvo una oportunidad única. Está en una calle bien concurrida en
el centro de una ciudad bulliciosa. Entonces, aunque la asistencia dentro del templo era un poco más
pequeño de él de la noche anterior, el concierto quizás tuvo su audiencia más grande por causa del
tráfico de la calle. De vez en cuando, alguien paraba en la calle para escuchar la música.
El coro y su director, Dr. Kermit Moldenhauer, aprovecharon también para conocer la cultura mexicana
en su breve visita. Las congregaciones los recibieron con abrazos y palabras amables. Les dieron a
probar de la cocina mexicana y les cantaron unas de sus propias canciones. Aun en tan poco rato, el coro
encontró difícil despedirse de sus hermanos cristianos mexicanos. Pero salió con la esperanza de verles
otra vez, si no en la tierra, en el cielo con certeza.
Julie Jabs
Estudiante Martin Luther College
ew Ulm, Minnesota, EE UU
16 Julio / Agosto 2008
Querido
¿Qué regalos
Dios tienes para mí
en el cielo?
A
lgunas de las preguntas que los niños
hacen a sus padres o maestros son:
¿tendremos que estudiar en el cielo?,
¿tendremos que tomar la sopa aunque no
queramos?, ¿nos dará Dios poderes como los
de los “superhéroes”? y ¿qué juguetes hay?
Otra pregunta que les inquieta mucho es ¿qué
regalos tiene Dios para los niños?