LOS NIÑOS, MISIONEROS DEL TERCER MILENIO

OBJETIVOS:
1.- Que el niño descubra que un niño misionero siempre tiene a Jesús en su corazón.
2.- Que el niño entienda que se puede ser misionero en cualquier lugar y por eso debe
ayudar a los que lo necesitan.
3.- Que el niño entienda que no es tan difícil eso de ser misionero, que sólo hace falta
QUERER SERLO.

DIALOGAMOS:
1.- ¿Qué te parece la actitud de:
• los atracadores…
• el hombre que no hizo caso…
• el que lo ayudó…?
2.- ¿Cuál de ellos actuó como hermano del que fue golpeado?

PIENSA AHORA:
1.- Si en lugar de ser esa persona quien ayudó al joven golpeado, hubieras sido tú, ¿qué
habrías hecho?
2.- ¿Qué personas conoces que necesitan ayuda?
3.- ¿En qué oportunidad has ayudado a alguien?
Menciona otras formas en las cuales podrías ayudar a los demás
1.- ¿Qué personas conoces que ayuden al prójimo?

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 NOS ENCONTRAMOS CON JESÚS:
Jesús enseñó a sus amigos a amarse unos a otros. Él es nuestro mejor amigo y quiere que
todos nosotros lo seamos también. Él nos dejó un mandamiento: Jn 13, 34-35.

DIALOGAMOS:
1.- ¿Qué nos enseña Jesús en esta cita?
2.- ¿Qué significan para ti esas palabras?

REFLEXIONAMOS:
Jesús vivió siempre acompañado por sus amigos y le gustaba invitar a las personas para que
todos le siguieran y formar una gran familia. Esta gran familia reúne a todos los que creen en Jesús
y lo quieren. Esos somos todos nosotros, los cristianos.
Ser cristiano significa compartir lo que tenemos con nuestros amigos, ayudar a aquellos que
tienen algún problema, visitar a los que están enfermos y sobre todo animar a los que nos rodean
para que quieran a Dios y confíen en Él.
A nosotros, Jesús nos ha hecho una llamada especial: colaborar con Él en su misión. Un
niño misionero debe ser ante todo ejemplo de amor para con sus hermanos. Debe ayudar a que su
comunidad cristiana viva siempre muy unida.

1.- ¿Sabes lo que es una comunidad cristiana?

2.- Para entenderlo vamos a jugar un poquito:
Imaginamos que vivimos en una casa. Escribimos el nombre de las personas que viven
contigo en casa.
Reunidos en grupos vamos a ver lo que hemos hecho.
Si unimos las casas, formaremos una gran comunidad. La comunidad de vecinos. Igual
sucede cuando nos reunimos los que creemos en Dios, formando así, una comunidad cristiana.
Pero para que una comunidad sea verdadera, tiene que vivir en armonía y eso significa:
amarse entre sí, respetarse y compartir todo lo que tenemos.
Si queremos ser misioneros, o sea amigos y discípulos de Jesús, debemos cumplir con lo que
él nos enseñó: amar a todos por igual, compartir con los más necesitados, enseñar la Palabra de
Dios a todos los hombre y sobre todas las cosas querer mucho a nuestro Padre Dios.

TAREA:
¿Qué hacer para cumplir el mandamiento de Jesús?: COMPROMISO

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