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Juegos Estáticos
Universidad Carlos III de Madrid
Curso 2001-02
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a realizar determinadas acciones, de aquellas en las que los acuerdos contractuales
no son posibles. Las primeras son objeto de estudio de la Teoría de los Juegos
cooperativos, cuyo tema central es el estudio de propuestas alternativas de reparto
de las ganancias que se derivan de la cooperación.
La Teoría de los Juegos no cooperativos estudia situaciones en las que los indivi-
duos no pueden contratar sus acciones, yo sea porque no exista una autoridad externa
que garantice el cumplimiento de los contratos (como ocurre, por ejemplo, con las
relaciones comerciales, políticas, etc., entre estados soberanos), o porque las acciones
involucren derechos inalienables (que impiden, por ejemplo, que un trabajador renun-
cie a su derecho a rescindir su relación laboral con una empresa), o porque involucren
acciones consideradas ilegales (como, por ejemplo, los acuerdos para la fijación de pre-
cios entre empresas o los acuerdos de reparto de territorio entre mafiosos), o porque
no sean observables (que imposibilita la compra-venta de votos o resta credibilidad a
declaraciones de “invulnerabilidad a la corrupción” — ja ja).
Los juegos no cooperativos se caracterizan por la presencia de una mezcla de
intereses conflictivos y de posibilidades de cooperación que dificultan su tratamiento.
Estas notas se dedican a una breve presentación de la teoría básica de los juegos no
cooperativos.
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cisión individual) o en forma extensiva (análoga a los árboles de decisión). Cualquier
juego puede representarse en un formato u otro. Sin embargo, mientras que la forma
normal es una representación económica y precisa de un juego estático, no lo es de
un juego dinámico, sino que, como veremos, la representación en forma normal pro-
porciona una información deficiente de un juego dinámico.
• Una función de utilidad (esperada) sobre los perfiles de acciones posibles (s1 , . . . , sn ) ∈
S = S1 × · · · × Sn , ui : S → R, para cada jugador i ∈ N.
Así, un juego en forma normal esta descrito por una terna (N, S, u).
2.1 Ejemplos
Ejemplo 1 (Pares/Nones). En este juegos dos individuos eligen simultáneamente
un número par o impar (non) (“sacan dedos”); si la suma es par (non), el Jugador 2
(1) paga un euro al Jugador 1 (2). Este juego puede representarse en forma normal
como G = (N, S, u), donde N = {1, 2}, y para i ∈ N, Si = {Pi , Ni } (P por “par”
e N por “non”) y 1 = u1 (P1 , P2 ) = u1 (N1 , N2 ) = −u2 (P1 , P2 ) = −u2 (N1 , N2 ) =
−u1 (P1 , N2 ) = −u1 (N1 , P2 ) = u2 (P1 , N2 ) = u2 (N1 , P2 ). Esta información puede de-
scribirse de forma compacta mediante la siguiente tabla:
P2 N2
P1 1, −1 −1, 1
N1 −1, 1 1, −1
la elegida por el Jugador 2. Para cada perfil de estrategias (fila, columna), el primer
(segundo) número de cada casilla representa la utilidad esperada del Jugador 1 (2).
En los siguientes ejemplos mantenemos esta convención.
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Ejemplo 2 (Dilema del Prisionero). Dos individuos son detenidos e incomunicados.
La policía sospecha que estos individuos han cometido un delito grave (penado con
4 años de cárcel), aunque sólo dispone de pruebas para condenarles por un delito
menor (penado con 1 año de cárcel). La policía propone a cada preso el mismo trato:
si delata a su compañero (D) quedará libre (y por supuesto éste será condenado a 4
años de cárcel). Si ambos se acusan mutuamente, la pena se reduciría de 4 a 3 años
(para cada uno), mientras que si ambas guardan silencio (es decir, si “cooperan”
entre ellos, C) entonces, con la evidencia circunstancial de que dispone la policía sólo
podrían ser condenados a un año de cárcel. Este juego puede representarse en forma
normal mediante la siguiente tabla:
C2 D2
C1 −1, −1 −4, 0 .
D1 0, −4 −3, −3
Ejemplo 3 (Batalla de los Sexos). Alberto y Bea quieren salir juntos, pero discrepan
sobre a donde ir. Alberto es un gran aficionado al ballet, mientras que Bea prefiere el
fútbol. Dadas sus preferencias, a la hora de decidir a dónde ir se enfrentan al juego
representado en la siguiente tabla:
F2 B2
F1 1, 2 0, 0 .
B1 0, 0 2, 1
Los ejemplos 1-4 representan situaciones en las que las posibilidades de coop-
eración y conflicto de intereses están mezcladas de manera inextricable. Estos dos
ingredientes, cooperación u conflicto, están presenten, en distinto grado, en cualquier
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juego no cooperativo. El conflicto de intereses es extremo en el Ejemplo 1, muy
intenso en el Ejemplo 2, y también está presente, aunque en menor medida, en el
3; sin embargo, está ausente en el Ejemplo 4. Las posibilidades de cooperación son
crecientes en los ejemplos 2, 3 y 4, mientras que son inexistentes en el Ejemplo 1.
El Ejemplo 1 pertenece a una clase de juegos que se denominan de suma cero
o estrictamente competitivos. En estos juegos los intereses de los jugadores
son diametralmente opuestos: en cada circunstancia posible, las ganancias de cada
jugador son pérdidas del oponente. Obviamente, los juegos de suma cero representan
situaciones de puro conflicto. Estas situaciones son relativamente infrecuentes en
problemas económicos.
El Ejemplo 2 representa un juego recurrente en situaciones económicas: aunque
existen amplias posibilidades de cooperación, la existencia de ganancias substanciales
derivadas de la desviación del comportamiento cooperativo impiden que este se ma-
terialice. Como veremos, la competencia entre empresas o la provisión de bienes
públicos son ejemplos de este tipo de situaciones.
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no cooperativos: el conjunto de estrategias racionalizables y el conjunto de equilibrios
de Nash.
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que llevar este argumente hasta sus últimas consecuencias, ya que es posible que
una vez eliminadas las estrategias estrictamente dominadas respecto a S, aparezcan,
sucesiva mente, nuevas estrategias estrictamente dominadas. Para proporcionar un
concepto de solución consistente con la hipótesis de que la racionalidad es un hecho de
conocimiento público, hemos de eliminar iterativamente todas las estrategias estric-
tamente dominadas. A continuación se formaliza este procedimiento de eliminación.
1. S ∞ 6= ∅, y
La primera propiedad es consecuencia del siguiente hecho: para que haya una
estrategia estrictamente dominada debe haber otra que la domine. Por tanto, todos
los conjuntos de la secuencia {S 0 , S 1 , . . . , S k , . . .} son no vacíos.
La segunda propiedad es consecuencia del hecho de que si en alguna iteración
tenemos S k = S k+1 entonces la secuencia se hace constante, con lo que tenemos
S ∞ = S k . Por tanto, el número máximo de iteraciones necesarios para calcula S ∞ es
igual al numero de perfiles de estrategias contenidos en S menos n (porque al menos
una estrategia para cada jugador sobrevive a la eliminación iterativa).
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1. Eliminar las estrategias estrictamente dominadas de cada jugador identificando
el conjunto S1 .
2. Considerar ahora el juego reducido que resulta de eliminar los perfiles de estrate-
gias que no están en S1 y sus correspondientes pagos. Identificar las estrategias
estrictamente dominadas en este nuevo juego.
A2 B2 C2
A1 1, 1 0, 0 −1, 0
B1 0, 0 0, 6 10, −1
C1 2, 0 10, −1 −1, −1
2. El juego (N, S 1 , u) es
A2 B2
A1 1, 1 0, 0
.
B1 0, 0 0, 6
C1 2, 0 10, −1
Las estrategias A1 y B1 están estrictamente dominadas (por C1 ). No hay ninguna
estrategia estrictamente dominada para el Jugador 2. Por tanto, S12 = {C1 }, y
S22 = S21 = {A2 , B2 }.
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3. El juego (N, S 2 , u) es
A2 B2
.
C1 2, 0 10, −1
En este juego la estrategia B2 está estrictamente dominada (por A2 ). Por tanto,
S13 = {C1 }, y S23 = {A2 }.
4. El juego (N, S 3 , u) es
A2
.
C1 2, 0
En este juego no hay estrategias estrictamente dominadas. Por tanto, S 4 = S 3 .
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Equilibrio de Nash. Un equilibrio de Nash (EN) de G es un perfil s∗ = (s∗1 , . . . , s∗n )
tal que para cada Jugador i y cada estrategia si ∈ Si tenemos
¡ ¢
ui (s∗ ) ≥ ui si , s∗−i .
s1 = R1 (s−1 )
s2 = R2 (s−2 )
..
.
sn = Rn (s−n ).
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s1 = P1 es N2 .
P2 N2
P1 1, −1 −1,1
N1 −1,1 1, −1
Así, en un equilibrio de Nash los pagos de ambos jugadores deben estar sub-
rayados. Como se observa, esta situación no existe en este juego. Volveremos
sobre este ejemplo.
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A2 B2 C2
A1 1,1 0, 0 −1, 0
B1 0, 0 0,6 10, −1
C1 2,0 10, −1 −1, −1
En este juego existen un único perfil de estrategias que tiene ambos pagos subrayados,
(C1 , A2 ). Por tanto, EN (G) = {(C1 , A2 )}.
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manera aleatoria, nuestro objetivo debe ser predecir la distribución de probabilidad
sobre los perfiles de estrategia posibles que mejor explica este comportamiento.
Consideremos un juego G = (N, S, u). Una estrategia mixta para el Jugador
i ∈ N es un distribución de probabilidad sobre Si . A partir de ahora, nos referiremos
a los elementos de Si como estrategias puras. Si el Jugador i tiene un número finito
de estrategias puras, es decir, Si = {s1i , . . . , sm
i }, entonces una estrategia mixta es
i
un vector σ i = (σ 1i , . . . , σ m k
i ), donde σ i ≥ 0 es la probabilidad con que el jugador
i
Ejemplos:
1. En el juego del Ejemplo 1 supongamos que los jugadores eligen las estrategias
σ 1 = (p, 1 − p) y σ 2 = (q, 1 − q), donde p (q) es la probabilidad con que el
Jugador 1 (2) elige P1 (P2 ). En este caso σ = (σ 1 , σ 2 ) es una lotería que resulta
en (P1 , P2 ) con probabilidad pq, (P1 , N2 ) con probabilidad p(1 − q), etcétera.
La utilidad esperada del Jugador 1 es, por tanto,
2. En el juego del Ejemplo 3 supongamos que los jugadores eligen las estrategias
σ 1 = (p, 1 − p) y σ 2 = (q, 1 − q), donde p (q) es la probabilidad con que el
Jugador 1 (2) elige F1 (F2 ). En este caso σ = (σ 1 , σ 2 ) es una lotería que resulta
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en (P1 , P2 ) con probabilidad pq, (P1 , N2 ) con probabilidad p(1 − q), etcétera.
La utilidad esperada del Jugador 1 es
σ 1 = R1 (σ −1 )
σ 2 = R2 (σ −2 )
..
.
σ n = Rn (σ −n ).
De nuevo esta formulación nos proporciona un definición más operativa, que nos
orienta en el cálculo de los equilibrios de Nash de un juego.
Puesto que las estrategias puras pueden también representarse como estrategia
mixtas, mantendremos la notación EN (G) para referirnos al conjunto de perfiles de
estrategias (mixtas) que constituyen un equilibrio de Nash del juego G. La propiedad
más importante de la noción de equilibrio de Nash (en estrategias mixtas) es que
todo juego posee un equilibrio. Por supuesto, algunos juegos sólo tienen equilibrios
en estrategias mixtas (como ilustra el ejemplo del juego de Pares/Nones que volve-
mos a discutir a continuación), otros tienen equilibrios en estrategias puras y mixtas
(como el juego de la Batalla de los Sexos), y otros sólo en puras (como el Dilema del
Priosionero).
Ejemplos:
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1. En el juego del Ejemplo 1, si los jugadores eligen las estrategias σ 1 = (p, 1 − p)
y σ 2 = (q, 1 − q), la utilidad esperada del Jugador 1 es
y su función de reacción es
si p > 12
0
R2 (p) = [0, 1] si p = 12
1 si p < 12 .
p = R1 (q)
q = R2 (p)
©¡ ¢ª
es p∗ = q ∗ = 12 . Por tanto EN (G) = ( 12 , 12 ), ( 12 , 12 ) .
y su función de reacción es
si q > 23
1
R1 (q) = [0, 1] si q = 23
0 si q < 23 .
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La utilidad esperada del Jugador 2 es
y su función de reacción es
si p > 13
1
R2 (p) = [0, 1] si p = 13
0 si p < 13 .
El sistema de ecuaciones
p = R1 (q)
q = R1 (p)
A2 B2 C2
A1 1, 1 2, 2 0, 4
B1 2, 2 1, 1 2, 0
C1 3, 3 0, 2 4, 1
σ2
5
A1 8
(1, 1) + 38 (0, 4) = ( 58 , 17
8
)
5 3 16 10
.
B1 8
(2, 2) + 8 (2, 0) = ( 8 , 8 )
5
C1 8
(3, 3) + 38 (4, 1) = ( 278 8
, 18 )
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Esta estrategia mixta claramente domina a la estrategia B2
A2 B2 C2 σ2
A1 1, 1 2, 2 0, 4 ( 58 , 17
8
)
.
B1 2, 2 1, 1 2, 0 ( 16
8 8
, 10 )
C1 3, 3 0, 2 4, 1 ( 27
8 8
, 18 )
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