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AGUAS

MINERALES
ANTECEDENTES Y EVOLUCION HISTORICA
LA CULTURA DEL AGUA
Existe un fenómeno muy importante en la actualidad, desde el punto de vista del consumo y
hábitos alimentarios, que es el espectacular aumento del consumo de aguas minerales
embotelladas. Las bebidas en general son una parte importante de nuestra dieta, ya que
proporcionan al organismo, el agua necesaria diariamente para mantener su equilibrio hídrico.
Podríamos afirmar que el agua es, con gran diferencia, el nutriente que debemos ingerir en
mayor cantidad. Sin embargo en la actualidad dentro de las bebidas que tomamos normalmente
como parte de nuestra dieta diaria, hemos llegado a ingerir una gran cantidad de productos.
Mientras que hasta hace poco tiempo, el agua y el vino eran las bebidas fundamentales,
acompañadas de la cerveza y pequeñas cantidades de zumos de frutas e infusiones, hoy en día la
diversidad es muy grande y además su consumo no es tan estacional, no se limita a la temporada
estival, que requiere una especial rehidratación. No obstante a pesar de una oferta tan amplia y
diversa de bebidas a nuestro alcance, observamos que las aguas minerales alcanzan una cota de
consumo cada vez mayor, entrando en franca competencia con refrescos y constituyendo una
verdadera alternativa para un amplio grupo de consumidores.
Comenzamos a encontrar pruebas de cata de aguas minerales en revistas especializadas, del
mismo modo que se realizan para los vinos. Todo ello nos lleva a pensar que se empieza ya a
evaluar la calidad diferencial de esta agua en relación a su composición y las cualidades
sensoriales que de ella se derivan.

ORIGEN E HISTORIA DE LAS AGUAS MINERALES


La cultura del agua, en importante apogeo en el presente no responde a una moda temporal.
De hecho y remontándonos a sus comienzos, la gran diversidad de aguas termales existentes en
el Imperio Romano, favorecieron una filosofía termal extensa, denominada “Doctrina Románica”,
basada más en la naturaleza “benefactora” de las aguas que en una composición y sabor
determinados.
El origen de las aguas medicinales lo encontramos en las curas termales de la antigua Grecia y
Roma, donde se asociaban los baños termales con un rito social, pero también con una mejora de
la salud y del bienestar o el placer como nos han transmitido autores clásicos como Plinio o
Séneca. Esta ideología consideraba al agua como un producto natural, específico de cada
manantial y que debía observar normas relativas a la estabilidad y constancia de su composición
química, sus características físico-químicas y la conservación de su pureza original.
La expansión del Imperio Romano fue motivo para que hoy encontremos muchas fuentes
termales que ya fueron establecidas y explotadas como baños por los romanos. Con la
decadencia del Imperio se fueron perdiendo, no reapareciendo en Europa hasta la llegada de los
árabes a la Península Ibérica.
Fue en el siglo XIII cuando un médico y alquimista español Arnau de Vilanova escribe el primer
tratado sobre las aguas medicinales. Pero el verdadero renacimiento del uso de las aguas
termales se produce en el siglo XVI, cuando reyes y estados comienzan a establecer un
reconocimiento oficial de sus beneficios dando lugar a la construcción de grandes instalaciones
balnearias. El reconocimiento de estos beneficios no estaba sustentado en un conocimiento
científico, sino meramente experimental. Llegado el siglo XVII comienzan las primeras actividades
relacionadas con el embotellado de aguas mineromedicinales, pero no es hasta el siguiente siglo
que en Francia empieza una comercialización a pequeña escala y lo que es más importante este
embotellado comienza a regularse a través de normas de venta, precio y controles que han de
observar este tipo de aguas. A finales del siglo XVIII se establece la obligatoriedad de los análisis y
empieza a debatirse más científicamente los efectos más o menos beneficiosos o incluso
perjudiciales del consumo de las diversas aguas minerales.
A principios del siglo XIX entra en escena un aspecto fundamental, como es el de la “propiedad”
de las fuentes. El enfrentamiento legal que se desata vino motivado por el hecho de que los
propietarios de tierras cercanas a manantiales de notoriedad realizaban prospecciones con el fin
de localizar nuevas fuentes para explotarlas comercialmente. Es en las últimas décadas del siglo
XIX cuando se recoge en un texto legal de forma definitiva el “interés público” para un manantial
principio en vigor hoy en día. Simultáneamente durante esta época se populariza el uso de los
balnearios y paralelamente se produce un proceso de industrialización de las aguas minerales.
La historia y origen del consumo de aguas minerales por parte del hombre está definida por
unas características muy diferentes al resto de las bebidas. A diferencia de muchas bebidas, su
historia se remonta a más de veinticinco siglos, y está rodeada de misterios, de magia y
directamente relacionada con las “curas milagrosas”.
En la actualidad conocemos científicamente sus propiedades, pero de la generalización de su
consumo no podemos concluir un conocimiento de dichas propiedades por parte del consumidor.
Hasta hace bien poco tiempo la única diferenciación por parte del consumidor era de si se trataba
de un agua con gas o sin él, pero resulta extraño y poco usual que se solicite un agua por sus
características diferenciales obviando de esta manera toda la importancia que realmente tiene la
composición mineral de un agua.
En las últimas cuatro décadas las aguas minerales han experimentado una explosión en su
consumo principalmente en Europa, lo que ha traído como consecuencia una mejora tanto en los
medios de producción como en toda la legislación específica y compleja que rodea el envasado de
aguas. El embotellado de agua era una actividad prácticamente artesanal hasta la mitad del siglo
pasado y su repercusión económica marginal, sin embargo en el presente su peso e impacto
económico es importantísimo. Los motivos de este crecimiento en el consumo son muy diversas
pero en el fondo subyace la idea básica de “salud” y de “natural” que el consumidor asocia con el
agua, que junto con su nulo valor calórico ha favorecido una alternativa a las bebidas refrescantes
tradicionales, de composición excesivamente compleja a base de azucares y distintos tipos de
aditivos.
Paralelamente a la “Doctrina Románica”, y como consecuencia de la propia idiosincrasia de sus
aguas subterráneas y manantiales, Alemania, Austria y la Suiza alemana desarrollaron una
filosofía más cuantitativa que cualitativa respecto a las aguas minerales. Es decir, se fijaron más
en la característica de cantidad de minerales de las aguas subterráneas que en la facultad
“natural” de las mismas, y fueron estableciendo unos mínimos en minerales por los cuales se
reconocía la “calidad mineral” de un agua. Es la filosofía de la “Doctrina Germánica”.
En definitiva, según las legislaciones de los países de tradición latina, el agua mineral, por su
propia pureza, no puede ser manipulada, ni su composición alterada en el proceso de captación y
envasado, ni siquiera para eliminar los microorganismos propios del agua (autóctonos), por
considerarlos, como ha demostrado la experiencia, inofensivos y probablemente beneficiosos para
la salud.
El buen criterio de los legisladores europeos hizo converger las dos doctrinas en la actual
normativa de la Comunidad Europea que valora a la vez las características relativas al contenido
en sales de las aguas y la calidad inalterable de un producto natural.
CAUSAS DEL CRECIMIENTO EN EL COSUMO DE AGUAS MINERALES
Los motivos de este fenómeno de consumo en los países occidentales son complejos y
variados, pero están ligados a los grandes cambios sociales, que se manifiestan en un incremento
de las poblaciones urbanas y en un avance tecnológico, que han traído como consecuencia una
mejora del nivel de vida, un cambio en los hábitos sociales y alimentarios y un menoscabo
ambiental.
Directamente relacionado con todos estos aspectos, hay una causa esencial que es el enorme
deterioro de la calidad del agua de suministro público. Debido a ello el consumidor, por exigencias
de seguridad, pureza y caracteres sensoriales, esta habituándose al consumo de aguas
envasadas, a pesar de un coste cuantiosamente más elevado. Sin embargo, este motivo no daría
explicación por si solo al incremento de consumo experimentado, pues se ha observado que en
zonas donde la calidad del agua de suministro público es buena también se ha producido.
Podemos concluir de los datos de consumo existentes que este crecimiento en el consumo
preferentemente urbano va unido cambios en los hábitos sociales habiéndose convertido en un
indicador de mayor calidad de vida. Otra causa que ha contribuido de forma importante, es el
avance que se ha llevado a cabo en la producción de envases de plástico, de gran resistencia que
han influido en una mejora del transporte, almacenamiento y distribución. A su vez el desarrollo de
la distribución en sus aspectos logísticos ha posibilitado el posicionamiento del producto en
mercados muy diferentes. Pero lo realmente importante es que con el consumo de aguas
minerales no solo realizamos un aporte hídrico a nuestro cuerpo, sino de una serie de elementos
minerales que son el factor diferencial de estas aguas con respecto a otras, que ejercen una serie
de efectos sobre la salud y que no encontramos en otras bebidas. Como consecuencia es nuestra
labor transmitir este valor cualitativo al consumidor y sobre el que debe sustentar las
recomendaciones de un buen sumiller.
UNA VERDADERA INDUSTRIA EN EXPANSION
El gran desafío que afronta la industria de aguas envasadas en el siglo XXI es como seguir
progresando de forma sostenible. Las características tan singulares de este tipo de industria la
hacen especialmente interesante para una sociedad como la nuestra, ya que las aguas minerales
por su propia naturaleza, implican un compromiso con la naturaleza, con la conservación de la
pureza de nuestras aguas, a la vez de transmitir al consumidor la idea de pureza, calidad y
propiedades científicamente demostradas.
El impacto medioambiental de la industria de este producto, hace que este sea el verdadero
reto al que nos enfrentamos, en cuanto a la búsqueda de formulas que lo reduzcan de una forma
considerable, para poder disfrutar de sus indiscutibles beneficios.
CARACTERISTICAS Y TIPOS DE AGUAS MINERALES

CARACTERÍSTICAS DE LAS AGUAS MINERALES


El setenta por ciento de nuestro cuerpo está constituido por agua, su presencia está claramente
relacionada con el equilibrio mineral en el organismo. Tenemos pues necesidad de tomar agua con
regularidad y en relativa abundancia. Cuando bebemos agua le estamos suministrando a nuestro
cuerpo algo más, puesto que todas las aguas contienen disueltas diferentes cantidades de
elementos minerales. Es por tanto lógico pensar que el aporte de minerales que nuestro
organismo precisa puede aportarlo el agua que bebemos, que no debería ser menos de dos litros
diarios.
Entre los diferentes minerales que podemos encontrar en el agua existen algunos cuyas
repercusiones en nuestro organismo no son muy bien conocidas por el consumidor medio. Entre
ellos podemos encontrar el sodio, que ejerce un papel esencial en la fijación del agua en nuestros
tejidos, a parte de la transmisión neuromuscular. El potasio, de forma contraria al sodio facilita la
eliminación de agua de nuestro cuerpo y su equilibrio con el sodio es por lo tanto muy importante.
El calcio y el fósforo son parte esencial de los huesos y el calcio además juega un papel
fundamental en la coagulación sanguínea. El bicarbonato, los cloruros y los sulfatos son también
electrolitos mayoritarios en nuestro organismo, ejerciendo una labor reguladora. Además de estos
minerales mencionados existen muchos más que se encuentran en pequeñas cantidades, pero no
por ello son menos necesarios. Algunos de ellos podían ser nocivos si los tomáramos por encima
de determinadas cantidades. Entre estos podemos citar el hierro, el flúor, el cloro, o el selenio.
Cuando llueve el agua se filtra a través del terreno sobre el que cae, según las características
minerales del mismo, el agua arrastra y disuelve diversos elementos minerales en cantidades
variables. Como consecuencia y atendiendo a la composición del terreno podemos hallar una gran
diversidad de aguas minerales. pero debemos precisar que no todas las aguas minerales tienen la
misma calidad, estando directamente relacionado con su grado y tipo de mineralización. D esta
manera podemos encontrar aguas de mineralización débil, de alta mineralización y dentro de
estos grados de mineralización con tipos muy diferentes en función de las proporciones de los
diferentes elementos minerales.
Es por lo tanto fundamental que el consumidor se acostumbre a valorar el agua, no solo por su
sabor, sino por su composición mineral, dato este que debe figurar obligadamente en todas las
aguas envasadas.
España es un país con una gran riqueza en aguas subterráneas que cuenta con numerosos y
variados manantiales de los que emanan diferentes clases de agua muy recomendables y
saludables para su consumo.
Nuestro país ha evolucionado muy positivamente en cuanto a la producción y consumo de
aguas envasadas, registrando un crecimiento anual constante y mayor al resto de los sectores de
bebidas, siendo el líder del sector de bebidas no alcohólicas.
Gracias a la existencia de las aguas envasadas podemos saborear aguas procedentes de
manantiales muy diferentes tal y como brotan en su estado natural. Cada marca de agua tiene un
sabor peculiar y una composición diferente, lo que hace que cada persona pueda satisfacer sus
preferencias. Genéricamente existen tres categorías de aguas envasadas:
TIPOS DE AGUAS ENVASADAS

ATENDIENDO A LA NORMA LEGAL

AGUAS MINERALES NATURALES


Son aguas de origen subterráneo, protegidas contra los riesgos de contaminación,
bacteriológicamente sanas y con una composición constante en minerales y otros
componentes, lo que les confiere propiedades favorables para la salud.
AGUAS DE MANANTIAL
Son aguas potables de origen subterráneo que emergen espontáneamente en la
superficie de la tierra o se captan mediante labores practicadas al efecto, con las
características naturales de pureza que permiten su consumo, previa aplicación de los
mínimos tratamientos físicos requeridos para la separación de elementos materiales
inestables. A diferencia de las minerales naturales no han demostrado acción específica en
el organismo humano.
AGUAS PREPARADAS
Las aguas preparadas son aquellas que han sido sometidas a los tratamientos
fisicoquímicos necesarios para que cumplan los mismos requisitos sanitarios que ese exige
a las aguas potables de consumo público. Se dividen, a su vez, en dos tipos:
- Potables preparadas: aquellas que procedan de un manantial o captación y hayan
sido sometidas a tratamiento para que sean potables
- De abastecimiento público preparadas: en el supuesto de tener dicha procedencia.
Sobre esta agua hay una resolución de la OMS recomendando no consumir este tipo de
agua constantemente, puesto que se ha demostrado médicamente que daña la flora
intestinal y desmineraliza a quien la consume como única agua.

ATENDIENDO AL GRADO DE MINERALIZACION

AGUAS DE MINERALIZACION MUY DEBIL


Son aquellas que presentan un residuo seco inferior a 50 miligramos por litro.
AGUAS DE MINERALIZACION DEBIL
Son aquellas que presentan un residuo seco entre 50 y 500 miligramos por litro.
AGUAS DE MINERALIZACION MODERADA
Son aquellas que presentan un residuo seco entre 500 y 1500 miligramos por litro.
AGUAS DE MINERALIZACION FUERTE
Son aquellas que presentan un residuo seco superior a 1500 miligramos por litro.
ATENDIENDO AL TIPO DE MINERALIZACION

AGUAS MINERALES BICARBONATADAS O ALCALINAS.


Son las que contienen más de 600 mg de bicarbonatos por litro. Estas aguas estimulan
la digestión y neutralizan la acidez de estómago. Además que la función más importante del
agua alcalina es aumentar la proporción de bicarbonatos en la sangre, porque estos los
perdemos a medida que nos hacemos mayores. También hay muchas teorías sobre los
beneficios de las aguas alcalinas, de las cuáles todas son positivas. Son las más idóneas
para su consumo, sobre todo las de PH alto. El predominio de bicarbonatos hace al agua
especialmente digestiva, además de favorecer la excreción urinaria de citrato, el cual es
inhibidor de la formación de cálculos renales.
AGUAS MINERALES CALCICAS.
Son las que poseen más de 150 mg de calcio por litro. Contribuyen a la lógica
mineralización de huesos, uñas y dientes. Es ideal para dietas pobres en este recurso, y
gente con cuadros atípicos de falta de calcio. No son muchas las aguas muy cálcicas, pero
las hay. El calcio juega un papel fundamental en la mineralización y fortalecimiento de los
huesos y dientes, además ayuda a regular la contracción muscular y a transmitir los
impulsos nerviosos.
AGUAS MINERALES CLURODADAS.
Son aquellas que poseen más de 200 mg de cloruros por litro. Estas aguas minerales
contienen sales procedentes del ácido clorhídrico y ayudan a depurar el organismo pero no
convienen en gente con hipertensión. El agua del mar es el ejemplo más radical de este
tipo de agua.

AGUAS MINERALES MAGNESICAS.


Más de 50 mg de magnesio por litro. Poseen las mismas propiedades que las cálcicas,
aunque también ayuda biológicamente frente el desgaste producido por el estrés físico y
mental.
La composición rica en magnesio contribuye a disminuir el riesgo de infarto de miocardio
y su reincidencia, mejora el sistema inmune y ayuda a prevenir el aumento de la tensión
arterial.

AGUAS MINERALES SODICAS.


Dentro de estas aguas existen varios tipos:
Hiposódicas: Son las que contienen menos de 20 mg de sodio por litro. Este agua es
ideal para quienes sufren de alteraciones renales, algún tipo de hipertensión o de
retención de líquidos, corazón y también para los bebés y personas mayores. Depuran
y eliminan el exceso de líquidos y se suelen publicitar como “aguas pobres en sodio”,
ideales para alimentos infantiles, dietas etc.
Diuréticas: Parecidas a las hiposódicas, pero con débil mineralización, y más calcio y
magnesio que sodio (aunque éste lo tienen). Es también ideal para la preparación de
alimentos de bebés.
Sódicas: Son las que poseen más de 200 mg de sodio por litro. Algunas no son las más
recomendables para beber en grandes cantidades.
El sodio es el elemento negativo es decir que no conviene que esté presente en el agua,
el sodio es un elemento fundamental para la vida humana, pero ya está más que presente
en la dieta, y conviene limitarlo por persona y día. Este tipo de aguas no son aptas para el
consumo infantil, hipertensos o enfermos cardiovasculares. El bajo contenido en sodio de
esta agua las hace muy diuréticas y aptas para favorecer el control de la tensión arterial.
AGUAS MINERALES SULFATADAS.
Poseen más de 200 mg de sulfatos por litro. Estos sulfatos combinan con otros minerales
produciendo varios subgrupos como las sulfatadas magnésicas, sódicas o cálcicas. Se
reconocen por su sabor amargo. Estas aguas actúan fundamentalmente sobre la piel y el
aparato digestivo.
AGUAS MINERALES FLUORADAS.
Más de 1 mg de fluoruros por litro. Previenen como es lógico la caries dental, pero no se
recomienda en niños por riesgo de acumulación.
AGUAS MINERALES FERRUGINOSAS.
Más de 1 mg de hierro por litro. Contribuyen fielmente al aporte de este hierro necesario
en nuestra dieta. Este oligoelemento es importante.
AGUAS MINERALES CARBONICAS.
Más de 250 mg de anhídrido carbónico. El contenido de gas puede ser natural o ser
añadido (artificialmente). Normalmente el gas natural es menos fuerte y prolongado que el
artificial, pero ambos resultan excelentes una vez abiertos. El CO2 estimula el apetito,
neutraliza la acidez (por su contenido habitual en bicarbonatos) y facilita la digestión.
Algunas se venden tal y como han sido extraídas del manantial; a otras se les añade gas
del manantial o se les incorpora anhídrido carbónico. La etiqueta debe especificar a qué
modalidad de las anteriores pertenece.
LA CATA DEL AGUA
La cata se realizara en una sala con la temperatura entre los 20 y los 22 ºC y una humedad
entre el 60 y el 80 %. Se emplearan unas probetas cónicas, o copas, que permiten una mejor
percepción olfativa y degustación. El tiempo de cata es de unos 5 segundos, si bien a
temperaturas superiores a 22 ºC, los componentes aromáticos se perciben ya a partir de los 3
segundos. Las etapas de la cata, en definitiva son la fase visual, en la que se aprecia si el agua es
transparente o brillante; la fase olfativa, en la que se puede diferenciar entre si es agradable o
terrosa; la fase gustativa, en la que se distinguen si es alcalina o dura, dulce, ácida o salada,
agradable o terrosa. Para las aguas con gas, se valora su finura, la persistencia y lo carbónico.
La experiencia de una cata de agua se diferencia de la de otros productos, como el aceite o el
vino, por su mayor sutilidad. Los contrastes no son tan perceptibles y la capacidad de apreciar
diferentes características del agua requiere especial disposición física y psicológica.
La distinta composición del agua, tanto en contenido como en concentración de elementos,
transmite sensaciones de agrado o desagrado. Igualmente, un mayor contenido en bicarbonato y
la presencia de gas carbónico proporcionan una sensación de mejor digestión. Un agua
desmineralizada da mayor sensación de frescor, pero su gusto es prácticamente inexistente. La
combinación de factores personales y de salud, junto a la estación de año y al estado de
conservación del producto, determinan la inclinación por un tipo u otro de agua.
EL AGUA MINERAL MAS ADECUADA.
La idoneidad de un agua mineral u otra obedecerá al tipo de persona y a la finalidad que
pretende el agua. Lo más conveniente es preguntar a algún especialista para que diagnostique el
tipo de agua que cada persona necesita. Esto se hace necesario en caso de tomar aguas con
mineralización fuerte o moderada, ya que en muchos casos, podrá ser contraproducente. Así, por
ejemplo, no resultaría adecuado tomar aguas cálcicas aquellas personas que padezcan cólicos
nefríticos.
El agua mineral más indicada y la que no puede causar problemas es la que tiene una
mineralización débil o muy débil. Es necesario mirar la composición de las aguas minerales o las
aguas envasadas en general para no caer en errores.
AGUAS MINERALES ESPAÑOLAS COMPOSICION MILIGRAMOS POR LITRO
MARCA Tipo agua Sodio Flúor Calcio Cloruros Potasio Magnesio Sulfatos Nitratos Bicarbonatos R. seco
IMPERIAL AMN-G 1138,0 7,8 602,0 52,7 53,7 2196 3140
VICHY CATALAN AMN-G 1110,0 7,3 54,1 601,5 48,0 9,2 47,3 <1 2135 3052
MALAVELLA AMN-G 1113,0 7,7 53,7 594.2 48.0 9.2 47,0 < 1.0 2136 3049
VILLAJUIGA AMN 568,0 2,5 83,4 236,9 48,0 46,7 54,4 0,5 1561.6 1758
EL PINALITO AMN 300,7 2,1 24,6 4,3 16,4 5,2 8,0 0,5 892,2 917
FONT SOL AMN 80,1 0,6 118,0 134,5 2,9 51,0 239,0 9,1 239 842
FONT SOL AMN-G 80,1 0,6 118,0 134,5 2,9 51,0 239,0 9,1 239 842
INSALUS AMN 11,2 0,1 161,9 15,4 1,3 20,9 367,4 4,8 152,5 700
INSALUS-carbónica AMN-G 11,2 0,1 161,9 15,4 1,3 20,9 367,4 4,8 152,5 700
FONTPICANT AMN-G 62,7 0,5 114,6 10,5 5,3 47,7 49,1 1,0 673 685
PEÑACLARA AMN 13,9 0,8 141,0 15,2 1,3 28,2 273,3 1,5 226,7 667
ALHAMA AMN 21,2 1,5 122,0 23,0 4,0 51,0 224,0 0,5 384 666
FONT DEL PI AMN 28,1 0,9 77,7 22,7 1,4 70,5 233,3 11,7 300,7 646
FONTJARABA AMN 42,5 0,3 100,3 65,7 2,5 40,9 158,4 12,4 301,3 599
LUNARES AMN 39,5 0,3 102,7 58,8 2,7 36,7 138,0 14,9 296,3 587
LA IDEAL II AMan 40,9 0,2 59,3 22,9 9,5 32,6 7,8 16,6 403,2 492
LA IDEAL II-GASEADA AMN-G 40,9 0,2 59,3 23,9 9,5 32,6 7,8 16,6 403,2 492
FONTECABRAS AMN 93,0 56,7 38,9 130,3 300,7 490
SOLARES AMN 89,3 0,1 72,9 148,9 1,8 16,5 33,6 3,5 251,9 489
ZAMBRA AMN 21,3 93,8 25,3 245,6 428
FUENTE PRIMAVERA AMN 20,7 0,1 86,6 39,7 1,3 23,3 43,0 16,5 295,3 385
SIERRA CAZORLA AMN 1,9 74,0 3,9 1,0 23,4 386,7 380
AGUA DEL ROSAL AMN 48,8 0,5 63,3 49,8 1,8 12,2 7,0 17,5 282,9 373
FUENTECILLA AMN 27,0 0,5 80,0 34,0 1,0 24,0 33,0 27,0 312 366
LA ZARZA AMan 3,9 0,6 104,2 13,5 0,8 34,4 100,0 4,0 250,1 366
FOURNIER AMN 21,3 0,2 85,0 16,5 1,5 26,3 53,3 0,1 321,2 363
FONT SORDA AMan 26,8 0,3 83,4 64,0 1,5 29,0 15,0 2,1 342 357
FONT AGUDES AMan 44,7 1,3 52,9 21,2 2,6 15,1 45,3 1,6 264,5 339
AGUAS DE RIBAGORZA AMN 23,8 0,3 71,3 26,7 3,2 25,8 18,1 1,0 332,6 324
SANT ANIOL AMN 6,8 0,2 13,9 4,3 1,5 0,1 93,0 1,5 344,8 318
SANT ANIOL GAS AMN-G 6,8 0,2 13,9 4,3 1,5 0,1 93,0 1,5 344,8 318
FONTEMILLA AMN 4,1 0,2 80,2 12,3 0,9 23,1 26,7 10,8 315,4 312
FONTECELTA AMN 89,5 1,0 26,5 27,2 4,3 27,2 288,3 285
FONTECELTA GASEADA AMN-G 79,4 0,9 19,6 27,2 3,2 1,7 11,2 < 0,02 225 285
FUENTE EN SEGURES AMN 2,7 0,1 92,2 5,1 1,2 4,4 29,2 3,2 267,2 280
FUENTE DEL MARQUESADO AMN 0,8 0,1 70,5 1,9 0,5 18,5 27,4 2,0 267,7 270
FUENSANTA AMN 9,9 63,3 8,3 2,5 8,3 38,4 198,3 265
FUENSANTA AMN-G 9,9 63,3 8,3 8,3 38,4 198,3 265
CORTES AMN 6,4 < 1 81,9 8,7 0,7 7,2 17,6 7,0 268,4 256
SANTOLIN AMN 2,6 89,9 3,8 2,4 7,4 256
AGUA DE CAÑIZAR AMN 1,4 0,1 71,3 2,6 0,5 18,0 12,8 1,7 293 256
AGUA DE ALBARCIN AMN 20,0 0,1 42,0 36,0 0,3 15,0 42,0 8,0 157 254
SOLAN DE CABRAS AMN 5,0 0,4 59,3 8,1 0,9 25,8 18,0 2,1 279,4 252
GALEA AMN 9,0 0,3 56,1 14,8 5,8 15,1 19,4 1,0 224,5 247
FUENTE LIVIANA AMN 0,7 0,1 62,1 2,1 0,5 18,2 21,3 2,0 252,4 240
BABILAFUENTE AMN 13,3 45,7 4,4 5,1 8,3 15,8 164,7 237
FONT VELLA AMN 12,2 0,2 33,5 6,9 1,3 6,6 11,6 3,6 135 237
FONTSELVA AMN 41,1 0,3 35,3 10,6 0,8 5,4 9,6 0,1 206,2 232
AGUA DE CUEVAS AMN 1,4 0,1 47,3 2,6 0,4 25,3 12,9 1,7 238,3 231

AGUAS MINERALES ESPAÑOLAS COMPOSICION MILIGRAMOS POR LITRO


MARCA Tipo agua Sodio Flúor Calcio Cloruros Potasio Magnesio Sulfatos Nitratos Bicarbonatos R. seco
BELNATURE AMN 6,5 75,4 11,0 9,0 213,5 226
FONTDALT AMan 4,6 0,1 50,1 11,6 0,5 14,6 41,1 1,6 164,9 218
RIBES AMN 4,2 0,1 54,1 2,0 0,6 8,0 33,4 6,7 163,4 214
SIERRAS DE JAEN AMN 2,5 0,0 48,2 6,9 0,2 14,6 29,2 5,7 172,8 206
LANJARON FONTEFOR.. AMN-G 108,5 0,3 80,6 236,0 14,5 19,9 37,4 1,0 675 205,6
FUENTEROR AMN 28,0 12,0 26,0 5,0 9,0 11,0 19,0 95 200
VERI AMN 0,6 0,1 68,0 1,1 0,3 1,5 12,0 1,5 200,1 196
LANJARON SALUD AMN 6,8 0,2 38,0 3,9 0,8 11,4 26,0 5,8 146 188
FUENTE DEL VAL AMN 28,0 0,3 22,8 18,9 3,8 6,3 3,5 22,3 127,1 184,5
MONDARIZ AMN 50,5 0,4 9,2 17.9 5.1 4.9 1.5 1.9 163.4 181
FONTOIRA AMN 9,3 40,6 12,6 7,4 6,3 152,4 169,1
ALMEDIJAR AMan 7,1 0,2 22,0 8,8 1,2 26,5 6,0 3,5 210 165
BREÑA ALTA AMN 45,0 < 0,5 6,0 20,0 6,0 4,0 105 164
LES CREUS AMN 11,7 0,2 28,0 5,3 1,0 7,3 12,3 7,1 119 160
SAN ANTON AMan 25,5 <0,2 10,6 14,4 4,9 7,9 4,0 9,6 111,1 159
FONT DEL REGAS AMN 13,5 0,5 32,9 7,2 1,6 4,1 10,2 129,2 156
FONTER AMN 10,2 0,1 23,6 11,2 5,4 9,0 17,1 9,5 100,5 155
OROTANA AMN 8,0 0,2 24,0 8,5 2,0 21,0 5,0 174 147
ARINSAL AMan 3,2 0,1 32,5 3,5 0,5 1,5 27,5 2,0 68,3 133
VILADRAU AMN 9,6 0,5 24,8 4,9 4,4 10,7 97 132
SAN VICENTE AMN 5,9 0,2 22,0 3,3 0,8 7,3 19,4 8,8 81,1 126
FONTEIDE AMN 19,1 0,2 7,0 16,7 8,6 3,7 3,2 12,2 58 123
FONTDOR AMN 8,3 0,2 24,0 4,6 1,6 3,9 14,2 20,9 62.2 120
VILAS DEL TURBON AMN 0,6 0,1 47,7 0,6 0,4 1,5 3,7 1,3 145,5 108
CABREIROA 2 AMN 47,9 0,5 4,0 10,1 2,7 2,1 10,3 2,1 166 102,7
PANTICOSA AMN 17,9 0,6 5,7 3,0 0,4 0,1 18,1 1,0 24,2 99
LA PLATINA AMN 9,8 0,2 17,2 11,9 0,8 15,1 20,2 31,0 150 79,8
FONXESTA AMN 9,5 0,1 8,1 7,8 1,1 1,6 2,5 4,6 38,2 79
FONSANA AMN 7,0 0,2 5,3 1,9 0,5 0,9 4,4 0,0 38 69
AGUASANA AMN 6,0 0,1 0,6 9,5 0,5 0,7 1,6 1,4 4,1 29
AGUA DE QUESS AMN 4,1 0,1 0,5 7,0 0,0 0,7 1,2 0,0 4,5 26,8
SAN NARCISO AMN-G 1138,0 7,7 595,7 53,4 53,8
BETELU AMN 157,0 0,3 100,8 265,5 6,5 23,3 111,1 0,8
FUENTE ALHAMILLA AMN 70,0 0,3 12,0 50,0 4,3 7,0 49,0 0,2
LA IDEAL AMN 61,0 0,3 82,6 40,7 10,1 39,9 27,8 0,0
ALZOLA AMN 45,7 0,2 59,3 65,5 0,9 5,4 22,8 1,5 180
PALLARS AMN 45,5 0,2 44,5 70,9 - 6,1 56,1 3,0
CALDES DE BOHI AMN 36,2 1,6 6,1 24,2 1,5 0,5 24,9 0,1 45.8
BASTIDA AMN 33,7 0,1 104,2 76,3 1,5 25,3 24,8 0,5 362,3
BORINES AMN 31,9 0,6 5,4 7,5 0,9 2,0 4,6 2,7 93,3
VALTORRE AMN 30,5 25,6 39,7 23,6 4,0
RIBAGORZA AMN 25,1 71,3 29,2 24,8 18,0
EL PORTELL AMN 23,6 95,4 38,4 12,2 49,1 257,4
ANGOSTO AMN 21,0 64,0 32,0 255
SCHÖNBORN QUELLE AMN 14,0 0,2 184,0 59,0 1,2 22,0 213,0 0,0
AMN CARBONICA INSALUS AMN-G 11,2 0,2 367,4 15,0 1,7 0,2 161,9 3,0
BINIFALDO AMN 10,8 0,0 53,7 22,1 0,7 3,4 22,0 1,6
CARDO AMN 10,8 42,3

AGUAS MINERALES ESPAÑOLAS COMPOSICION MILIGRAMOS POR LITRO


MARCA tipo agua Sodio Flúor Calcio Cloruros Potasio Magnesio Sulfatos Nitratos Bicarbonatos R. seco
LA PAZ AMN 9,4 0,2 103,4 21,1 1,6 14,9 21,3 34,3
FONTEGRANDE AMN 5,8 0,9 9,2 0,2 1,0 0,0 9,1
FUENTE UMBRIA AMan 28,2 0,6 5,4 19,7 6,6 1,3 90,3 8,7 90,3 230
EVIAN AMN 5,0 78,0 4,5 1 24,0 10,0 3,8
L' AVELLA AMN 2,6 0,1 73,7 6,9 0,4 7,8 14,4 5,3
BEZOYA AMN 2,5 2,1 0,7 0,3 2,8
MONTEPINOS AMN 1,8 93,8 3,6 3,4 1,6
PINEO AMN 1,2 0,1 80,9 1,7 0,5 3,4 7,9 0,0 245
SAN ANDRES AMN 1,0 < 0,5 17,0 3,0 1,0 7,0 2,0
AGUA DE SIERRA AMN 118,0 2000,0 2,9 51,0 239,0 2000
EL CAÑAR AMN 104,2 79,7 38,9 163,3 3,4 295,2

ABREVIATURAS:

AMN: Agua mineral natural


AMN-G: Agua mineral natural con gas
Aman: Agua de manantial

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