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Título: Norma, Disciplina y Mediación en la Psicología Educativa

Ponentes:
Kelly Maritza Herrera Jiménez, estudiante de psicología 9º semestre.
Jhon Jairo Giraldo Hernández, estudiante de psicología 10º semestre.

Abstract:

Esta ponencia busca dar una mirada amplia al papel de la disciplina en la escuela y la posición
que puede tomar el psicólogo educativo, al mismo tiempo que muestra los conflictos y dilemas
que la relación norma - poder representa.

Se iniciará presentando el nacimiento de la escuela, ocurrido durante la modernidad,


enmarcado en el ámbito de una sociedad disciplinar junto a la cárcel, el manicomio y la fábrica;
se procurará mostrar sus características a partir del planteamiento de Gilles Deleuze y Alan
Tourine; Se terminará está introducción mostrando el paso dado de las sociedades de
disciplinares a las sociedades de control y cómo algunos elementos de la anterior sociedad se
conservan en la nuestra debido a su funcionalidad.

Se enmarcará esta ponencia dentro de la psicología educativa nacida en la época de transición


entre estas sociedades, presentada inicialmente como una aplicación de la psicología, mientras
que actualmente busca ser comprendida como disciplina puente entre la psicología y
educación, que se ocupa del sujeto en situación educativa, a partir de los planteamientos de
Cesar Coll.

Se realizará una conceptualización de norma y disciplina, determinando diferentes posiciones


con respecto al poder, a las relaciones de poder, que convertirían a la norma en objeto de
dominación o en un instrumento de convivencia social según sea usada, basado en los
planteamientos de Foucault y Horacio Manrique.

Para luego presentar como la comprensión y el uso que se da a la norma en la escuela y las
aulas de clase obedece al fin educativo que se establezca; es así que podemos ubicar diversas
finalidades en la historia de la educación, encontrando por ejemplo a Sócrates, que con su
mayéutica habla de la educación como construcción del ser y el saber, o a Paulo Freire, quien
plantea la liberación como objeto de la educación; en nuestro contexto la finalidad de la
educación está dada por la conjunción de los intereses sociales y los planteamientos estatales,
presentados en la ley general de educación, ley 115 de 1994.

Se pasará luego a presentar la ambivalencia presente en la ley general de educación que


busca generar ciudadanos productivos capaces de convivir en sociedad, e insiste en el
desarrollo de individuos integrales; dicha ambivalencia genera una gran tensión al interior de la
escuela que debe optar por responder a la tendencia masificadora y normativizadora, o a
promover las posibilidades individuales de desarrollo.

Enmarcada en esta tensión se genera el riesgo de que la disciplina se convierta en un medio


para la discriminación y dominación sobre el sujeto, ahogando las posibilidades de desarrollo
individual, como lo presenta Virgilio Crespo; sin embargo, la disciplina es necesaria para la
convivencia en sociedad y el trabajo conjunto, de ahí que esta tensión ubicada entre dominar y
convivir requiera de una mediación pues es imposible desconocer alguno de los dos polos.

Se presentará como el psicólogo educativo puede localizarse al interior de la escuela como un


lector de estas dinámicas de poder que constituyen la disciplina, y un mediador privilegiado
pero no exento de estar halado hacia ambos polos, de ahí que se le pregunte en la escuela: ¿a
quién sirve la psicología educativa? ¿A la institución que pretende la formación integral de
ciudadanos que aporten a la sociedad o al individuo en proceso educativo que busca su propia
construcción, formas de expresión, y que se encuentra en ocasiones apresado por la norma?

Se terminará planteando el lugar del psicólogo educativo en la escuela como un sitio de


interjección entre lo institucional y lo individual, como lo muestran los planteamientos de Cecilia
Banz, que pretende mirar críticamente a ambos actores, cuestionando, por ejemplo, la
comprensión de disciplina de muchos docentes, que se acerca a la planteada por Foucault,
entendida como asignación rígida del espacio y tiempo para los cuerpos, y donde no es
tolerada ninguna alteración, resaltando como algunas “indisciplinas” son necesarias en el
desarrollo psicológico individual; de igual manera cuestiona la comprensión de muchos
estudiantes que conciben la disciplina como represora e innecesaria.

Pero este lugar intermedio no está dado, debe ser construido por cada psicólogo en cada
situación determinada según el ambiente social y local, la población, las necesidades
institucionales, los recursos y medios disponibles, las tensiones y conflictos internos y externos,
además de las necesidades particulares y específicas de cada uno de los actores del proceso
educativo.

Equipo necesario: Videobeam

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