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2009.
Sr. Gobernador de la
Provincia del Neuquén
Dr. Jorge A. SAPAG
S / D
Ref.: solicitan veto Art. 17, Inc. “e” de la Ley 2670.
FUNDAMENTOS.
Del análisis minucioso del Art. 17, Inc. “e”, de la Ley 2670,
surge con meridiana claridad que, en primer lugar, una
correcta técnica legislativa impone el tratamiento por
separado en dos cuerpos normativos de lo que constituye la
negociación colectiva por un lado y lo inherente a la
solución de conflictos por otro. La norma bajo estudio
incomprensiblemente, mezcla ambas cuestiones incluso
reglamentando inconstitucionalmente el ejercicio del
derecho de huelga, con la obvia finalidad de obturar una
herramienta básica de los trabajadores como es el ejercicio
de dicho derecho en el contexto de la inexistencia de un
acuerdo en el Poder Judicial, pues de otra manera no se
entiende el o los motivos de los descuentos de los días de
no prestación de servicios existiendo las circunstancias
apuntadas.-
La esencia del sistema de Convenios Colectivos es que los
trabajadores del estado puedan ir enriqueciendo, con su
participación mediante los sindicatos, sus condiciones
laborales. Si se desfigura la institución de la negociación
colectiva se llevará a crear ventanas de escape que solo
sirvan para que los inescrupulosos provoquen retrocesos
laborales incompatibles con la finalidad de la norma
analizada, convirtiendo una Garantía nacida para el
progreso laboral, en una herramienta para la agresión a los
Trabajadores.-
La obligatoriedad del Acuerdo Colectivo para modificar
condiciones de trabajo y la base de derechos mínimos de
los Trabajadores Estatales debe ser un avance
democratizador de las relaciones de empleo publico, pues
corresponde incorporar definitivamente el derecho del
trabajador a participar en la normativización de su trabajo
por aplicación de los Convenios 87, 98, 151 y 154 de la
O.I.T.. No se ha de perder de vista que, cuando un
trabajador participa en la fijación de sus normas de trabajo,
no hace más que determinar una enorme porción de su
propia vida, que transcurre en su lugar de trabajo.
Asimismo como es conocido, en época reciente, se aprobó
la “Declaración de la OIT relativa a los Principios y Derechos
Fundamentales en el Trabajo” (1998) ratificando la
“libertad de asociación y la libertad sindical y el
reconocimiento efectivo de la negociación colectiva”
y la “Declaración Social Laboral del Mercosur”
(10/12/98) estableciendo como principios y derechos del
trabajo: “Todos los trabajadores y las organizaciones
sindicales tienen garantizado el ejercicio del derecho de
huelga conforme a las disposiciones nacionales vigentes.
Los mecanismos de prevención o solución de
conflictos o la regulación de este derecho no podrán
impedir su ejercicio o desvirtuar su finalidad” (art.
11). Aparece en consecuencia claramente ordenado que
los procedimientos instrumentados para la composición, no
deben desnaturalizar este reconocimiento. Las cláusulas
autoejecutables de la declaración, entre las que se computa
la referida, tienen obligatoriedad directa y son aplicables
por los tribunales de los Estados miembros. Esta
operatividad ya ha comenzado en nuestros tribunales
aunque una parte de la magistratura del trabajo parecería
no sentirse obligada a aplicar estos contenidos del derecho
vigente.
Como venimos diciendo, en consecuencia, la orden de cesar
una huelga y la facultad de ordenar el proceso de
conciliación, incluso la de proponer soluciones, o calificar
una huelga (como es el caso concreto que nos ocupa) no
pueden estar a cargo de una de las partes, en
detrimento de la parte sindical. El propio Poder Judicial,
a través del T.S.J., no es un tercero imparcial e
independiente que media entre otras dos partes, sino
integrante principal como cabeza de dicho poder,
del empleador.-
No se puede, entonces alegar, como se ha señalado, la
validez o constitucionalidad de las legislación provincial,
como sucede en la especie con el articulado bajo estudio,
que atribuyen competencia al propio empleador para
calificar una huelga.
En función de lo expuesto se ha dicho que “Que el empleo
público provincial suscite competencias locales no
alcanza para perturbar el diseño federal que somete
a reglamentaciones exclusivas del Congreso todo
campo de derecho laboral y el ejercicio del derecho
de huelga (Germán Bidart Campos “La reglamentación de
la huelga del personal judicial provincial por el Superior
Tribunal de Justicia de la Provincia de San Luis”, ED 137-
255).
Se encuentra reconocido incluso en los Tratados
Internacionales “que gozan de jerarquía constitucional” que
uno de los más altos intereses generales del estado es
justamente respetar y sostener los derechos emanados de
la libertad sindical.