Professional Documents
Culture Documents
DI OS
En el fondo de toda persona, hay un lugar interno que fue creado para una sola cosa: relacionarse con Dios. No importa cunto tratemos de ocultarlo o llenar ese vaco con otra cosa, nunca quedaremos satisfechos.
Nuestros corazones permanecern inquietos hasta que encuentren su morada en Dios. Esa parte profunda y oculta est dentro de su ser, aunque usted no la haya percibido sino hasta ahora.
DIOS ES AMOR,
SU PLAN DE SALVACIN ASI LO DEMUESTRA
Dios no quiere que nadie experimente la muerte eterna. En 1 Timoteo 2.4 se nos dice: el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Y en 2 Pedro 3.9 su palabra nos dice: es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca. l nos am tanto que ide un plan para liberarnos del yugo del pecado y darnos su perdn para siempre. En la Biblia, Juan 3.16 dice: Porque de tal manera am Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unignito, para que todo aquel que en l cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Aun antes del principio del tiempo, Dios ya exista en tres Personas: Padre, Hijo y Espritu Santo. No hay divisin entre estas tres Personas. Aunque nos resulta difcil entenderlo, esas tres personas son un solo Dios. Jesucristo es el Hijo de Dios, l tambin es Dios. Entonces, cuando la Biblia dice: Porque de tal manera am Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unignito, vemos que en verdad Dios se entreg a s mismo.
DIOS
YA LO SABE TODO ACERCATE A L, TAL CUAL ERES
No hay necesidad de posponer el recibir el don divino de salvacin. No tiene que purificarse primero, ni comenzar a comportarse mejor, ni nada por el estilo, antes de convertirse en seguidor de Cristo. Puede tomar el primer paso ahora mismo. Abra su corazn a Dios y acptelo. l est dispuesto a recibirlo a usted. Puede usar la siguiente oracin, o sus propias palabras:
Confieso que he pecado contra Ti en pensamiento, palabra y obra. Te ruego que me perdones todos mis pecados, y que me permitas vivir relacionndome contigo a partir de este momento. Te recibo como mi
Salvador, aceptando el sacrificio que hiciste en la cruz. Gracias por salvarme. Aydame a tener una vida que sea agradable a ti. Amn.