Professional Documents
Culture Documents
Así comenzamos con el mito de Adán y Eva, creados por Dios en el edén, un paraíso
en el que solamente tendrían derecho a vivir si nunca comían los frutos del árbol
prohibido. Pero como el ser humano es débil desobedecieron sus órdenes y fueron
expulsados sin compasión del paraíso y desterrados de forma que tuvieron que
buscarse la vida. Pero no son ellos los protagonistas de la historia, si no con quien
comienza todo.
Adán y Eva tuvieron tres hijos, Caín, Abel y Set (este último no viene a cuento en la
historia). Caín se dedicó a la agricultura y Abel a la ganadería y los dos hermanos
fueron inseparables desde que nacieron hasta que Dios abiertamente se manifestó a
favor de Abel aceptando solamente sus ofrendas y declinando las de Caín. Los celos
que causa esta situación de favoritismo provocan que Caín mate a Abel con la
quijada de un burro.
La novela
Saramago es sin duda, uno de mis escritores favoritos, y es que considero que es
único y diferente, un escritor con estilo propio.
El inconformista Saramago, que escribe, critica, y que no cree en Dios, el Nobel
portugués que lo es porque lo merece, un genio imaginativo cuya literatura sin ser en
ocasiones fácil de leer desborda originalidad y grandeza, un forma de contar que
consigue su objetivo, entretener, fascinar y como la Academia Sueca ha dicho de él, y
cito textualmente, una mente capaz de «volver comprensible una realidad huidiza,
con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía».
Desde muy jovencita comencé a leer a Saramago, la primera novela, “Ensayo sobre la
ceguera”, una novela que no pasa desapercibida por la mente de lector, y que
recientemente se ha traslado al cine, una historia diferente, llena de humanidad,
crueldad, uno de los libros más leídos del autor.
Este año el mundo literario ha perdido a este fantástico autor, ya que murió en Junio
dejando una vasta prosa como legado de su existencia, y es que Saramago conservó
su talento hasta poco antes de su muerte. Su último libro Caín vio la luz en 2009, la
última prueba de su cordura.
Pues sí señores, al principio dios creo a Adán y Eva, con minúscula en la historia, y
por este hecho se sintió en el derecho de probar su fidelidad porque si no dios no
pondría un árbol y prohibiría que se acercaran a él; no sería mucho más fácil haberlo
plantado en otro sitio, vallarlo o hacerlo incluso tan alto que no pudieran tener fácil
acceso a él. Pues no, dios prefiere probar a sus hijos, porque en última instancia
¿porque los creó tan débiles que sucumben a lo prohibido? ¿Por qué no se esmeró
más? Entonces dios es inseguro.
Y porque sólo acepta las ofrendas de Abel, que ha hecho Caín si no trabajar y cultivar
la tierra con sus propias manos, que le hace no ser merecedor de su gracia y
aquiescencia. Entonces dios es caprichoso.
Dios insta a Abraham a matar a su hijo, que clase de dios ordena a un padre matar a
su hijo, acaso dios también sería capaz de matar al suyo propio (la respuesta es
obvia). Pero qué clase de padre es Abraham si por una orden es capaz de sacrificar lo
más sagrado que se tiene que es un hijo. Un dios capaz de todo, hasta de lo peor.
Entonces dios no es de fiar.
Un dios que no puede soportar la idea de una torre (la de babel) que puede llegar al
cielo y ponerse a su mismo nivel, o tampoco puede soportar la idea de que el hombre
venere a un becerro de oro. Como cualquier objeto puede hacer que el todopoderoso
se sienta amenazado. Entonces el señor está lleno de celos y envidia.
Y así podríamos seguir con cada uno de los pasajes de la biblia, demostrándonos la
naturaleza de dios.
Me parece que esta novela haría templar los cimientos del católico más convencido
quien condenaría a Saramago a arder en el infierno por hereje.
Si ya cuesta aceptar que en la biblia existen parábolas que simplemente intenten dar
respuestas o satisfacer las necesidades del hombre para aplacar su curiosidad, intentar
que reconozcan que dios no es tan bueno como lo pintan no es tarea fácil.
Las historias son las mismas que nos narran en distintos parajes de la biblia pero
contadas de otra manera y desde otra visión de forma que resultan irreverentes por
aquello que se nos da a entender sutilmente o que Saramago cuenta abiertamente.
Aunque Saramago en este libro refleja un poco los pensamientos o dudas que a
muchos de nosotros nos han pasado por la cabeza, lo hace de forma muy cruda. Así
que el nuestro no puede ser un buen dios porque permite que se ciernan sobre sus
hijos, los mismos a los que ha creado, grandes desgracias, porque envía sufrimientos,
enfermedades o guerras, porque es injusto a la hora de dar y quitar. La mayoría de
nosotros nos preguntamos el porqué. Y la mayoría de veces se nos ha intentado dar
una somera explicación con una frase que no dice nada: “Los designios de dios son
inescrutables”, que creo que algo que solo consuela a quien verdaderamente tiene fe.
El dios que nos presenta Saramago, y él insiste varias veces en que no es un relato
histórico y ya con eso advertidos quedamos, es un dios que insta a Abraham a
sacrificar a su hijo, que hace que Job pierda todo para probar su fe o que arrasa
ciudades enteras derramando sangre de niños inocentes, ¿que clase de dios es este? El
señor debe ser sordo porque no atiende ni escucha las suplicas de pobres, infelices y
desgraciados.
Un dios que pone a prueba constantemente a sus hijos, un dios rencoroso, cruel, que
sufre de celos y envidias, en definitiva, un dios que no es de fiar, que enloquece a las
personas.
Considero que es un libro que invita a una reflexión profunda sobre el tema de la
religión, sobre las motivaciones de dios. Un dios muy distinto al que hemos
considerado toda la vida.
Si desde que hemos tenido uso de razón se nos ha inculcado que dios es bueno, que es
paz y amor, ahora esta novela nos hace cuestionarnos si esto es cierto, porque dios
permite que nos pasen cosas malas, porque necesita ponernos a prueba
constantemente. El libro te da las herramientas necesarias para que tu llegues a tus
propias conclusiones, Saramago siembra la duda y cada uno recoge lo oportuno.
Nos encontramos ante un Caín a quien dios decide humillar pero que no se achanta
ante su presencia, le hace frente y le responsabiliza también del asesinato. Y esto me
parece muy significativo porque dios también hace a dios participe de nuestras
decisiones, sean buenas o malas.
Saramago se pregunta si dios obra así por estar loco o por maldad y esta es una buena
pregunta, aunque quizá demasiado tajante.
En definitiva…
Me parece una obra brillante, propia de un genio como pocos pueden igualar al
portugués. Llena de ironía, narrada con histrionismo, donde se hace uso de un humor
mordaz, atrevido e irreverente. La novela es fiel a su estilo, utilizando una prosa
densa, donde escasean los puntos, donde los diálogos no llevan guiones pero que en
definitiva es buena literatura.
Una obra para disfrutar desde el principio hasta el final aportándonos una duda
razonable, haciéndonos cuestionarnos las cosas a la vez que disfrutamos con una
buena lectura de calidad, una obra que hay que comenzar a leer con la mente abierta y
relajada, dispuestos a ser tolerantes y aceptar otras ideas.
“Se ve que no conoces a las mujeres, son capaces de todo, de lo mejor y de lo peor,
si les da por ahí, son muy señoras de despreciar una corona a cambio de ir al río a
lavarle la túnica al amante o de arrasarlo todo y a todos para sentarse en un trono”
(Página 57)
“Y que señor es este que quiere que un padre mate a su hijo” (Página 91)”
“La historia de los hombres es la historia de sus desencuentros con dios, ni el nos
entiende a nosotros, ni nosotros lo entenderemos a él” (Página 98)
“Estamos todos en manos de dios, o del destino, que es su otro nombre” (Página
143)
I LOVE
YOU SO
MUCH!!
YAZMÍN