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Era una mañana fría de Enero. Pedro García y su padre, salieron de madrugada a la
“loma larga” a cortar leña que luego, en pesados tercios, cargarían hacia la carretera que de la
aldea El Suj, conduce hacia la cabecera municipal, donde la madre de Pedro ponía, los
domingos, una modesta venta de comida en el mercado municipal. Como a las diez de la
mañana, de manera sorpresiva, en la rivera del río “la uvas” José vio aparecer a su madre a
paso lento pero seguro, en los riscos que desde el río conducían hacia el lugar donde ellos
trabajaban. Pedro se sorprendió, porque ese no era el camino normal, sino una vereda, un
tanto peligrosa, pero que acortaba tremendamente la distancia. A medida que la madre se
acercaba, Pedro pudo ver una gran sonrisa en sus labios. En su mano derecha, con mucho
orgullo traía un papel, que a medida que se acercaba se parecía más a un telegrama. Eso era
Esa fría mañana de enero, tres campesinos: padre, madre e hijo, lloraron de alegría.
Aquel mensaje marcaba para siempre la vida de una familia rural. No había muchas cosas
que empacar y la esperanza era que el hermano mayor, que había sido agarrado para el cupo
para prestar servicio militar, pudiera prestarle algunas de las ropas que le habían pedido en una
lista a Pedro, cuando fue a hacerse los exámenes de admisión, a Bárcena, donde se encuentra
Después del modesto almuerzo, típico de una familia campesina del medio rural del
altiplano occidental del país, Pedro salió con una pequeña maleta, mucho más cargada de
ilusiones que de los utensilios requeridos para su ingreso a la Escuela. Caminó emocionado los
camioneta “Argueta” que era la que cobraba más barato el pasaje hacia la ciudad capital.
Porfirio, su hermano mayor lo esperaría en la capital, pues estaba de franco. La ropa, ropa de
cama y utensilios que pedían no tenían que ser nuevos, así que trataron de cumplir con todo lo
solicitado. Porfirio le obsequió un par de botas militares y así estaba todo listo. Era el 14 de
enero.
Al día siguiente, Porfirio llevó a Pedro al Trébol desde donde tomaría una Camioneta
Concepción que lo llevaría a Bárcena. En el bus, comprendió que varios jóvenes iban para la
ENCA, pues ese era el tema que nerviosamente comentaban. De diferentes partes del país,
todos con igual sonrisa de alegría y satisfacción, comentaban lo afortunados que eran, pues
sabían que de cada 10 que se habían examinado para la admisión, uno era seleccionado.
Casi la mitad de pasajeros se bajaron en la entrada a la ENCA y Pedro por primera vez,
sintió una gran sensación de temor y tristeza. Por primera vez se alejaba a casi 300 kilómetros
de su aldea natal. Solamente siguió al grupo, y muy pronto se encontró con un profesor, a
quien le decían el orientador, que los guió hacia las residencias estudiantiles. Cuatro fueron
asignados a la habitación 12 de la residencia 2, todos con apellidos que iniciaban con la letra
G. Se les indicó que a las 7 horas, debían estar en el auditórium Popol Vuh. En aquel gran
salón, que a los ojos de Pedro lucía majestuoso, un señor muy serio, que luego explicaron era
el Director de la ENCA, les dio la bienvenida. Les recordó que eran lo mejor de lo mejor del
país, con deseos de estudiar agricultura. Les dijo que aquella institución con más de 8 décadas
de formar profesionales de las ciencias agrícolas y forestales, era una institución pública, donde
la única discriminación posible era aquella debido al talento. Que todos tenían los mismos
derechos y obligaciones. Que era norma sagrada de esa institución mantener los estándares
más altos de disciplina y academia que existen en el país, y que ahora le tocaba a los
estudiantes hacer su parte: estudiar y trabajar duro, comprender y respetar las normas de
descansar, pero su sorpresa fue que el maestro de ceremonias del acto de bienvenido les
indicó que en la salida del auditórium los estarían esperando sus profesores de práctica:
tarde deberían presentarse a los salones de clase donde recibirían sus primeras clases
profesores le dejaron a Pedro, desde el primer día, la sensación de que lo que le habían dicho
ENCA. De nuevo les fue informado de que la Escuela les ofrecía los servicios de hospedaje,
canchas deportivas, piscina, bosques. Nada más que pedir se decía Pedro.
Por la noche de ese día, aquel jovencito extraído del corazón del área rural
guatemalteca, se acercó a la ventana de su habitación, vio los destellos de una tenue lámpara
allá por el bosque que está al final de la cancha de foot ball, y de inmediato su mente se
trasladó hacia su aldea natal, dos gruesas lágrimas humedecieron sus mejillas adolescentes al
pensar en su madre ausente, su padre, sus hermanos y sus primos... Muchas cosas habían
Aquella prestigiosa institución, que ahora le era propia a Pedro, había formado hasta
aquel momento a más de cuatro mil profesionales exitosos. En cada rincón del país, incluso en
los más alejados, un egresado de la ENCA había dejado una huella con su aporte al desarrollo
pronto se enteró que egresados de la ENCA han sido presidentes del Congreso de la
fueron aclarando. Al principio, Pedro sentía que el tiempo no le alcanzaba, pero pronto
aprendió a organizarse mejor. Las clases eran difíciles pero no imposibles, había un período
Pronto lo integraron a un equipo de foot ball, pues para eso tenía muchas cualidades.
No sabía nadar, pero aprendió pronto. La ENCA cuenta con un profesor de Educación física
que los entrena en distintas disciplinas. También le dieron educación muy importante sobre los
peligros de las drogas, les daban orientación sobre temas como sexo, relaciones humanas y
quedó claro muy pronto. Durante las mañanas asistía alternamente a módulos y prácticas
donde el aprendizaje iba directamente relacionado con hacer las cosas y hacerlas bien.
Durante las prácticas y módulos era donde más tenía la oportunidad de compartir con sus
compañeros y compañeras. En la ENCA estudiaban hombres y mujeres. Las mujeres han sido
muy exitosas en la ENCA. Varias de ellas han obtenido el primer lugar de sus
comprendería la fortaleza de los lazos de amistad que durante aquellas jornadas de trabajo
fueron forjando con sus compañeros. Es cosa sabida de la profunda amistad que se desarrolla
producción animal, laboratorios, trabajos con maquinaria agrícola y forestal, práctica del
deporte, giras de estudio a nivel nacional, lunes cívicos se fue el primer ciclo de estudios en la
ENCA.
de las otras promociones, que ya tenían uno y dos años de estar en la ENCA, se notaba un
gran entusiasmo por organizar los eventos de la fiesta, ante todo por la elección de la Reina
CERES. En esa fiesta se celebra el aniversario de creación de la ENCA y el día del árbol. Es
toda una celebración, muy conocida en el área metropolitana de Guatemala. Ese año, se
liberaron globos con semillas forestales, se hicieron varios competencias deportivas con otros
demás trabajadores, muestran de la manera más creativa posible lo que hacen en sus distintas
unidades ya sean de producción o docencia. Durante esta gran fiesta también se realizan
actividades culturales, concursos de poesía, noches culturales. Ese año llevaron la marimba
final de la fiesta tuvo lugar el nacionalmente conocido jaripeo de la ENCA. Pedro estaba muy
emocionado y se propuso ser muy activo para el año siguiente. Tuvo algunas ideas que
compartió con compañeros y profesores sobre como mejorar algunos eventos para la siguiente
El tiempo fue pasando, las clases eran cada vez más difíciles, pero para entonces
Pedro estaba en el mismo nivel de formación que todos sus compañeros. Para su sorpresa
apareció en el cuadro de honor del primer año por su rendimiento académico. Aunque Pedro
no necesariamente estudiaba para estar en el cuadro de honor, si estaba claro que trabajaba
muy duro para graduarse de la ENCA. Pedro ya no podría regresar a su aldea natal sin su
título de la ENCA. Ya la ilusión, y ahora además la responsabilidad, habían echado raíces muy
profundas en su alma.
Una de las cosas que más le impresionaron durante el segundo año fueron los
Consiste en que los estudiantes son entrenados para organizarse y ejecutar proyectos
empresariales con todas las formalidades de cualquier empresa que nace en el mundo exterior
de la ENCA. Los proyectos son de lo más variados: engorde de pollos, gallinas ponedoras,
producción de chile tenían que ejecutar el proyecto. Sus compañeros hicieron sus
correspondientes aportaciones monetarias, pero Pedro no podía, así que solicitó un préstamo
inmediata solo con la firma del gerente de su empresa y la del profesor asesor de la misma.
Dicho sea de paso, este fondo es creado con una especie de impuesto que los estudiantes
utilidades, que tiene por un lado el propósito de formar la cultura del pago de impuestos en los
estudiantes, pero además contribuye al establecimiento del fondo para préstamos. Cuando
terminó el proyecto y liquidaron la empresa, Pedro recibió pago por su trabajo en la empresa y
La PAFS, es la novedad del tercer año. Esta práctica consiste en una extraordinaria
realizar su práctica profesional. La ENCA ha prestigiado tanto esta práctica que mucho antes
de las fechas límites, los estudiantes han sido asignados a las empresas que los requieren para
hacer sus prácticas. Muchas empresas se quedan cada año sin estudiantes practicantes.
Pedro hubiera deseado regresar a su aldea natal a hacer su práctica, pero debido a su buen
rendimiento, dos empresas solicitaron les fuera asignado. Una empresa se dedica a la
producción naranja y ganado de carne y estaba ubicada en la costa sur. La otra empresa se
administrador de la Empresa era un egresado de la ENCA. Lo recibió muy bien, le dio vivienda
trabajó durísimo, hizo muchos amigos. Aprendió a administrar personal, poco a poco le fueron
delegando más responsabilidades y por su puesto, muy pronto le hicieron la oferta que
mucho prestigio a nivel regional, La Escuela Regional del Trópico Húmedo -EARTH- ubicada en
Costa Rica; y, la Escuela Agrícola Panamericana –El Zamorano- de Honduras, atraídas por lo
extraordinariamente exitosos que han sido los estudiantes de la ENCA que van a continuar
estudios a dichas instituciones, vinieron a realizar sus exámenes de admisión a nivel nacional a
la ENCA. Ofrecieron becas para los mejores. Era una gran oportunidad, Pedro tomó ambos
Pedro tuvo un asesor de PAFS muy exigente, pero los resultados valieron la pena. En
su examen de graduación, le dieron una mención honorífica por un buen informe y una
Y así, con tantas promesas para el futuro, con grandes decisiones por tomar, se llegó el
gran momento. Con los ahorros de su PAFS, Pedro se compró el traje de graduación, un
vestido nuevo para su madre y los pasajes para que sus padres y sus hermanos vinieran al
gran evento.
Con las notas de un himno nacional que ahora le parecía más hermoso, se inició la
estrado. Pedro fue el Primero, ya que es tradición, llamar al estrado primero a los graduandos
que han recibido mención honorífica en su examen de graduación y a los que mantuvieron el
En una silla, en medio de los enorgullecidos padres de familia, una madre campesina
lloraba junto a su esposo. Lloraban de alegría. Pedro estaba recibiendo su título de Perito. La