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I. INTRODUCCIÓN
II. BIBLIOFILIA
III. MERCADO DEL LIBRO ANTIGUO EN GENERAL
IV. VALORACIÓN DEL LIBRO ANTIGUO
V. CONCLUSIÓN (DESTINO FINAL COLECCIÓN)
4 de Mayo de 2004
BIBLIOTECA HISTÓRICA MARQUÉS DE VALDECILLA
INTRODUCCIÓN
Quiero pensar que mi intervención aquí esta tarde, sirva para iniciar
el camino que posteriormente otros estudiosos puedan ampliar y perfeccionar.
Díaz Maroto en “La Pasión por los libros”, dice que la Bibliofilia: -es
la manía de coleccionar libros, y somos muy condescendientes con nosotros
mismos llamándole biblio-filia, porque el sufijo filia (hijos de) ennoblece la
manía, -si no le tendríamos que llamar biblio-manía, declarando con el sufijo
“manía” la pasión desaforada por el libro. La patología del coleccionista fue
estudiada-muy exageradamente- por el Doctor Descuret que publico en 1844
su Patología de las Pasiones cuyo protagonista -el Notario bibliómano-
Monsieur Boulard, después de la Revolución Francesa, llego a poseer 600.000
libros. La historia es como sigue: Monsieur Boulard llego a un acuerdo con su
mujer, no compraría más libros, sino que de ahora en adelante, solo emplearía
su tiempo -en leer y clasificar los que ya poseía-. Durante varios meses
cumplió su palabra, pero cada día se encontraba más enfermo y más triste, y
sin motivo ni causa se “tumbó” (2)
A) Conocimiento doble
B) Especialidades Bibliofílicas
5) A Bibliófilos (10%)
d) Las Instituciones: Con la salvedad que los libros adquiridos por ellas
dejan de pertenecer a la rueda del mercado y aunque existen más de
20.000, su cuota del mercado total no sobrepasa el 20%.
3º. -El estado del ejemplar, más próximo a su estado inicial de fabricación,
(primera edición)
Al final (que sea lo más tarde posible) el bibliófilo, tan solo tiene estas tres
salidas para desprenderse de sus libros: .
Nota (2) “Los tumbaos” (depresión profunda), toda la vida de Dios, han
existido, Luis Landero, indica que si tenían bienes, desde la cama
despachaban sus asuntos y si era pobre la mujer salía a pedir, indicando que
su marido se había tumbáo, como enfermedad incurable.
Nota (3) El caso contrario seria una biblioteca de “aluvión” de las múltiples que
hay en cualquier casa y que al final hay que pagar al librero comprador para
que se la lleve.