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Borges
Carlos Hipogrosso
Instituto de Lingüística F.H.C.E. - I.P.A. - LICCOM
(Revista de la Educación el Pueblo, Nº 98, mayo – junio 2005, Montevideo.)
------------------------------------------------- AP-------------------------
∫-------∫
1930
¾ hacia 1930
----obstruían----Æ
1
Ambos conceptos fueron ya explicados en la presentación del modelo de Bello en los anteriores
números de la Revista de la Educación del Pueblo.
2
Se dice que un acontecimiento alcanza su perfección cuando logra su ‘acabamiento’.
Como lo trata de mostrar el esquema, la duración de obstruían se
extiende en el pasado y coexiste con hacia 1930. No deja de ser, entonces, una relación
doble que se presenta como marco.
Pero cuando se analiza un texto es necesario reparar en los adyacentes
contextuales que influyen en la temporalidad referida por las formas verbales. En este
caso tenemos dos adyacentes importantes: sus retratos, que es el sujeto y las revistas
mundanas, que constituye el objeto directo. Es significado puntual del verbo ‘obstruir’
combinado con el estado de cosas representado por los adyacentes señalados nos
sugiere no solo duración sino también iteración en el pasado: la acción de ‘obstruir’ se
repite en el pasado.
El tercer verbo señalado es contribuyó. Es una forma en pretérito. Su
significado es el fundamental: es anterior al AP. Sin embargo, se puede apreciar que es
anterior a la forma murió, ya que como decíamos Teodolina murió mucho después.
Además, contribuyó es una forma que hace avanzar la acción y está enmarcada por el
copretérito obstruían, que también le sirve de marco. Si bien esta forma está
modalizada, acaso contribuyó, su significado desinente presenta el evento como
acabado en el pasado.
La forma preocupaba es un copretérito que también coexiste con contribuyó,
con obstruían y con hacia 1930. Esta forma es parte del marco de la narración y tiene
un significado de habitualidad en el pasado que se conjuga muy bien con el significado
de repetición conseguido con la forma obstruían. Dicha habitualidad está dada por la
lógica de los hechos representados en el relato.
A continuación están destacadas dos formas de presente que se insertan en un
comentario del narrador sobre lo narrado:
“…en la Mishnah se lee que, iniciado el crepúsculo del sábado, un sastre no
debe salir a la calle con una aguja.”
Respecto de estas dos formas de presente tenemos que hacer las siguientes
precisiones: en primer lugar, ambas formas presentan lo comentado como una verdad
cierta y de carácter atemporal; en segundo lugar, y eso es lo que a continuación se va
analizar, cada una de ellas tiene su propia peculiaridad que se manifiesta dentro de
dicha atemporalidad.
La primera de estas formas, se lee, presenta un ocultamiento del agente (el que
realiza la acción), es decir, no importa quién lee: podríamos parafrasear lo dicho como
cualquiera que lea el Mishnah, siempre que se lea el Mishnah, etc. En este sentido, la
atemporalidad de se lee se combina con un significado de habitualidad potencial que
compromete al lector y lo seduce respecto de su infalible verdad.
La segunda de estas formas, modalizada por la negación y cargada de un
especial sentido de obligatoriedad en la perífrasis verbal debe salir, combina la
atemporalidad dada por el presente con un sentido de obligatoriedad permanente que
alcanza la fuerza de LA LEY. Estas verdades atemporales se presentan en el texto
como verdades que existen más allá de la historia y por eso la iluminan y la ilustran.
Este último presente, en el marco en que fue comentado, no deja de tener una
proyección hacia el futuro. En realidad toda orden, positiva o negativa, sugiere una
conducta futura que se promueve o se prohíbe.
Los copretéritos, era y se mostraba logran volver al tiempo de la historia
devolviéndole el marco en el que se desarrolla. Del primero no se va a comentar nada
más. Del segundo, solo cabe destacar el significado de repetición habitual en el pasado
que se logra gracias a los adyacentes: si Teodolina se mostraba en lugares ortodoxos,
el estado de cosas representado, supone una reiteración y una sucesividad ya que el
relato sigue la lógica habitual de los acontecimientos conocidos por todos.
La forma servirían es un pospretérito (condicional). Como se ha descrito en el
modelo el pospretérito es una forma doble. Esta indica posterioridad a un evento
anterior al AP. El pospretérito puede presentarse como posterior a un pretérito o como
posterior a un copretérito ya que pude ser posterior a todo un lapso de tiempo
comprendido en el pasado. En este sentido, podemos decir que si los atributos, la hora
y los lugares caducaban casi inmediatamente, el servirían (en boca de Teodolina
Villar) para definición de lo cursi es posterior y consecuencia lógica de ese ‘caducar’
del que se está hablando.
A continuación se van a estudiar tres formas aparentemente iguales pero que
adquieren leves diferencias en sus significados contextuales: el fue de la línea 13, el de
la línea 28 y el de la línea 29.
El verbo ‘ser’ tiene la particularidad, según lo que podemos observar en este
texto, de presentarse como permanente o desinente según los adyacentes con los que
entre en juego. En la línea 13 se lee que Teodolina Villar, “desde 1932, fue
estudiadamente delgada”.
Es evidente que esta forma verbal de pretérito se presenta como permanente ya
que su significado es empezó a ser o, dicho de otro modo, lo denotado por la
temporalidad del verbo y el significado léxico del verbo ser señalan el punto en que
Teodolina comienza a ser estudiadamente delgada.
En las líneas 28-29, y a propósito de lo que el narrador percibe en el velorio, se
encuentra esta frase de Borges: “En alguna etapa de la confusa noche del seis,
Teodolina Villar fue mágicamente la que fue hace veinte años…”
Nótese, en primer lugar, la temporalidad referida por estas dos formas verbales.
Desde el punto de vista de la continuidad de los hechos, el segundo fue ocurre antes
que el primero en la medida en que se podría decir que en alguna etapa de la confusa
noche del seis, Teodolina Villar fue la que había sido hace veinte años. Es decir, la
ocurrencia de un antecopretérito (pluscuamperfecto) en lugar de un pretérito (se
cambió el segundo fue por un había sido), pone en evidencia la mencionada
anterioridad.
El hecho de que el autor haya elegido un pretérito en el lugar donde podría
haberse leído un antecopretérito tiene consecuencias estilísticas que no hay que
desdeñar. En primer lugar, la antepreteridad del segundo fue respecto del primero, se
deduce, como en toda narración, por la lógica de los hechos representados y no por las
relaciones temporales entre las formas en cuestión. En segundo lugar, mientras que el
primer fue tiene un claro sentido permanente (…Teodolina Villar comenzó a ser…), el
segundo muestra el estado referido como una totalidad que ha alcanzado su perfección
en el pasado (…la que fue hace veinte años y dejó de serlo).
En la línea 19 se encuentra señalado un antecopretérito (pluscuamperfecto):
habían llevado. Como ya se ha descrito en otras presentaciones, si bien esta forma
supone una relación triple respecto del AP, su uso ha desplazado al antepretérito
(pretérito anterior) pero sin su significado de antepreteridad inmediata. Es decir, el
antecopretérito es usado como un antepretérito en donde la antepreteridad es
indefinida. Dicho de otra forma, aunque Bello lo describe como representante de una
relación triple, en la mayoría de sus usos aparece como una relación doble, es decir,
como un hecho anterior a otro anterior al AP. Este uso, que podemos llamar
sistemático en la medida en que el antepretérito ha tendido a desaparecer en el español,
es el que se presenta en el texto.
En efecto, la forma habían llevado es anterior a propaló (en la misma línea),
que se presenta como anterior al AP del narrador (por ser un pretérito).
---------∫--------------∫----------------------∫------------------------ AP----------------
3
Para la comprensión del comentario de la temporalidad en este fragmento es necesario recurrir, además,
a los artículos que versan sobre los significados de las formas indicativas del verbo español que hemos
publicado en los números 93, 94, 95 y 96 de la Revista de la Educación del Pueblo. En efecto, este trabajo
constituye una de las posibles aplicaciones de la teoría que allí se describe a la comprensión de los textos
en español.