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Informe del Misionero en Honduras

SAN PEDRO SULA, UNA IGLESIA MISIONERA EN AVANCE

Presentamos nuestro afectuoso saludo en el Nombre del Señor a la amada


iglesia en Colombia, como a su cuerpo ministerial dirigido por el honorable
consistorio por quienes oramos por sabiduría y gracia diaria, asimismo a los
misioneros, el equipo de directivos distritales y asesores de misiones que
preside nuestro hermano Vicente Arango, Comprometidos con el sentir de
Dios como es nuestro lema.

Al conmemorar nuestro 4to. año de labor misionera en Honduras el 31 de


Octubre del presente, con gratitud al Señor la familia VASQUEZ JIMENEZ
deseamos hacer a través de esta, una breve reseña del trabajo que se viene
desarrollando actualmente en la ciudad de San Pedro Sula, donde además
de misioneros somos sus pastores locales. Pues como se sabe, nuestra
llegada fue a la capital Tegucigalpa donde estuvimos inicialmente el primer
año lleno de grandes experiencias, pero los siguientes 3 años nuestro punto
de apoyo para la extensión del evangelio en la Región Norte ha sido esta
preciosa congregación.
Quisiera recordar que fue el misionero pionero Hno. Elvis Gutiérrez a quién
siempre le inquietó su visión de establecer la iglesia en esta la segunda
ciudad del país y una de las de mayor desarrollo industrial en
Centroamérica. Al punto que en su segunda vigencia, tras visitas continuas
desde Tegucigalpa se radicó allí con su familia y un 20 de Julio, mismo día
de independencia colombiana, oficializó esta obra. Tiempo después de
pastorearla con el Hno. Luis Angarita como asistente, la entregaría al pastor
colombiano Hno. Isaac Gutiérrez, de quién finalmente con un bonito grupo
de 15 personas la recibiríamos los actuales Misioneros.

Con el hermano Elvis también se logró la compra de dos terrenos para esta
congregación; uno de los cuales ya tiene la casa pastoral construida y allí
en su garaje se comenzaron a hacer los cultos. El otro terreno se está
pagando financiado y en el se proyecta la construcción de nuestro futuro
templo.
2007: Dios bendiciendonos en los Cultos
en el garaje de la casa pastoral.

No olvidamos que cuando llegamos a San Pedro, -a pesar del cambio de


clima, pues pasamos de la fría Tegucigalpa a unos 35 grados promedio-
fueron varios meses los dedicados a conocer y hacer amistad con este
grupo que en su mayoría no eran bautizados. Nos fue de gran bendición la
visita de mi familia desde Colombia con sus enseñanzas a los hogares y la
instrucción que mi hno. Edgar Vásquez brindó para la formación de
músicos, con lo que comenzamos una etapa dedicada a sembrarles la visión
de Servir.
A mediados de ese año 2007 con la visita de nuestro Director de misiones
Hno. Vicente Arango de Colombia se hizo los primeros bautismos de nuestra
administración entre ellos el del hno. Eloy Fernández quién siendo
arquitecto nos ha ayudado en los planos del nuevo templo. Dios nos brindó
su gracia para atender nuevas visitas, varias de las cuales llegaron con la
convención de ese año que se hizo en la ciudad. A pesar de tener que
compartir el tiempo con otra obra ya establecida en Brisas del Valle a 40
minutos de la ciudad, el ánimo y carga por las almas que puso Dios en su
pueblo, nos impulso a comenzar a realizar los cultos CADA UNO TRAE UNO.

Aunque ese año se continuaron haciendo los cultos en el garaje de la casa


pastoral, sin embargo a causa de la notable asistencia a eventos mensuales
como las tardes de alabanza y las semanas misioneras, el garaje se hizo
insuficiente por lo que decidimos comenzar a hacer los cultos en el terreno
del futuro templo que esta adjunto a la casa pastoral.

2008: Ministrando en el terreno del futuro templo.


El año pasado (2.008) se puede decir que el Señor estuvo ampliando en la
iglesia de San Pedro su visión misionera e identificación con la carga del
país. Pues, además de regalarnos la llegada de nuevas almas en los cultos y
programas que se hacían en el lote de la iglesia, nos permitió comenzar a
visitar las ciudades aledañas donde no había obra establecida y que
admirablemente una de ellas era capital de un departamento: El Progreso,
Yoro ubicada apenas a 40 minutos de San Pedro.

Con la ayuda de los esposos Cáceres -asistentes del Misionero- y los


Esposos Serrano -una apreciada pareja colombiana que de su propia cuenta
vinieron a ayudarnos- el grupo hermoso de almas que alcanzamos allí en El
Progreso se consolidó y hoy tiene su pastor: Hno. Misael Bonilla, que salió
de la Obra de Brisas del Valle que veníamos atendiendo.

A la vez, los hermanos Cáceres se establecieron en La Ceiba, también


capital del Departamento de Atlántida a 3 horas de San Pedro. La familia
Misionera llegamos a viajar a esta ciudad dos veces por semana hasta que
se le entregó a sus nuevos pastores con su salón de Cultos. Esta obra es de
las más avivadas en el Norte del país. Luego, con el nuevo asistente, el
joven hno. Ramón Medina, quien vivía con la familia misionera para su
formación, comencé a visitar dos lugares –Pinalejo y Buenavista- de un
nuevo departamento llamado Santa Bárbara con proyección de futura obra.
Todo con apoyo evangelistico de la Iglesia de San Pedro Sula y Brisas del
Valle que nos han acompañado en las campañas de cada nuevo lugar.

Fue de un año fructífero por la misericordia de Dios, aunque siempre con la


preocupación por no tener un lugar más amplio para atender los nuevos
hermanos y sus familias que ese año llegaron a la iglesia en San Pedro.
Obras abiertas desde San Pedro:
BRISAS DEL VALLE, EL PROGRESO, LA CEIBA, SANTA BARBARA
Actualmente, el Señor de la mies nos ha permitido dedicarnos más a la
congregación de San Pedro y así no descuidar nuestra propia viña. De inicio
de año, en Enero entregamos la congregación de Brisas del Valle al pastor
Alexander Medina y su familia (Primer bautizado de Tegucigalpa),
delegándoles continuar el proceso de consolidación de los grupos del Dpto.
de Santa Bárbara. Además de los Hnos. Cáceres y Bonilla, esta visionaria
obra recientemente también envío al ministerio a otro joven más: El Hno.
Oscar Arriaza. Como un hecho significativo, en calidad de misionero
también he delegado la supervisión de las congregaciones de Tegucigalpa y
alrededores en el pastor misionero Hno. Geovanis Mendoza, lo cual ha sido
una gran bendición a la obra en el país y en este caso, a la iglesia local de
San Pedro Sula; ya que ello me ha permitido dedicarme un poco más junto
con mi familia en la proyección misionera y apertura de obras en la ciudad,
pues al viajar menos, contamos con algo más de disposición y tiempo.

Así este año, comenzamos con la capacitación de los Líderes para las
REFAM y con ellos las establecimos inicialmente en 8 barrios de San Pedro
Sula. Uno de las cuales, muestra un excelente perfil y se proyecta como la
segunda iglesia de la ciudad. Se encuentra ubicada en el barrio Ciudad
Nueva, donde ya estamos realizándoles su culto de Escuela Dominical a
adultos y niños.

PLAN SAN PEDRO SULA:


Culto en el barrio Ciudad Nueva (Proyecto Segunda)
También con la llegada de algunos hermanos que han regresado de USA
estamos visitando personas de las poblaciones de Omoa y Villanueva donde
ellos residen, alrededor de San Pedro Sula. Además hemos llevado a cabo
eventos evangelisticos locales como caminatas, cena de parejas y nos
preparamos para el 1er. campamento de familias junto con los otros grupos
que se han abierto en la región.

En cuanto al Lugar de Cultos de la Iglesia en San Pedro Sula, los


trasladamos de hacerlos los fines de semana en el terreno, debido a que
Dios tocó el corazón de la directora de un pequeño colegio privado del que
nos ha facilitado las instalaciones de salones, campo deportivo y Auditorio a
un precio módico, y con una ubicación muy central en el sector.

2009: En Colegio alquilado,


Seguimos “Corriendo las Estacas”…
(Cole gio)
En el colegio, también llamado “Mi segundo Hogar”, la asistencia ha subido
maravillosamente, trayendo el Señor aún a personas que llevábamos mucho
tiempo invitando.

Para motivarles, hemos contratado servicio de bus semanal y emitimos un


programa radial evangelistico de dos horas los días domingo, los cuales
pagamos con el diezmo de la obra local, pues gracias al sostenimiento que
recibimos de la iglesia en Colombia, consideramos invertir este diezmo en
ello.

Dios ha sido fiel y en estos compromisos como el del trabajo mensual para
el pago del terreno, también hemos visto la mano prodigiosa de El a través
de las actividades que aún en sus casas los hermanos contribuyen en hacer
con este propósito. Sin embargo esperamos nos conceda pronto terminar la
cancelación de su saldo que resta para poder iniciar la construcción de
nuestro templo, del que ya se ha diseñado el ante-proyecto.
Quiero rogar sus oraciones a favor de los hermanos que me acompañan en
calidad de Líderes de los comités locales que este año nombramos. Son
ellos: Para la Juventud (Hno. Carlos García), Dorcas (Hna. Evelia de Larios),
Escuela Dominical (Hna. Aliana Gutiérrez, hija del misionero Anterior),
Música (Hno. Diego Andrés Vásquez, mi hijo mayor), Protemplo (Hna.
Suyapa de Discua) y el equipo de intercesión que preside mi esposa.
También a la vez por el grupo de adolescentes que con el Hno. Brayan
Bonilla –ayudante- esta formándose para el servicio aquí, para que el
Espíritu Santo se derrame con diferentes dones en ellos. Igualmente les
pido no cesar sus oraciones por quienes este mes bajaran a las aguas
bautismales (Ocho hermanos) y que aquellos que aún no han recibido la
revelación de su Nombre, sean convencidos por la palabra ungida en
nuestra boca.

San Pedro Sula es una iglesia con un futuro muy especial y tenemos que
decir que ya está cumpliendo su papel histórico en la obra de Honduras en
su generosidad al entregar aún de sus recursos por amor a las almas. Sin
embargo es todavía una congregación en proceso de madurez. Necesitamos
hallar más gracia ante los ojos de nuestros conciudadanos para ganarlos,
mostrando nuestra identidad con libertad y no ser confundidos con tanto
movimiento sin fundamento que aquí existen.

Como familia misionera hemos visto acertada la decisión del Espíritu Santo
al habernos traído a esta ciudad, aunque no sea la capital del país. Dios en
su misericordia nos puso aquí para trabajar con alegría por un avivamiento
también en el norte de Honduras, como está pasando en el resto del país.
Gracias, Iglesia del Señor en Colombia por sus lágrimas y oraciones durante
estos cuatro años. Confiamos al final de esta vigencia entregar frutos dignos
de esa siembra. Fruto que permanezca, para la gloria de su Nombre.

HNO. BALBINO VASQUEZ BLANCO


Misionero en Honduras C.A.

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