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1.

CALIDAD DEL AGUA

1.1. PARÁMETROS NORMALES DEL AGUA

La dureza: Se denomina así a la cantidad de sales de calcio y magnesio que


contiene, que al ser poco solubles en agua tienen tendencia a precipitar y causar
incrustaciones en el fondo y en las paredes de la piscina. La dureza ideal es de 150
a 250 miligramos/litro de carbonato cálcico. Una dureza superior hará precipitar las
sales cálcicas y bloqueará el filtro.
PH: El PH es un valor de vital importancia a la hora de iniciar el tratamiento.
Cuando el agua está equilibrada el pH es de 7 (a temperatura ambiente)
• PH < 7 AGUA ÁCIDA
• PH > 7 AGUA BÁSICA O ALCALINA
Los niveles aceptables de PH para el agua de la piscina están entre 7 y 8,2, nivel
que asegura la eficacia de los productos químicos que se utilicen en el tratamiento
y que previene la corrosión de las partes metálicas del equipo depuración. Un
exceso o un defecto pueden disminuir la eficacia de la cloración e irritar las
mucosas, además de contribuir al enturbiamiento del agua.
El PH se puede medir la forma sencilla mediante unos reactivos basados en el
método colorimétrico.
PH elevado (mayor de 8,2)
1. Produce una disminución del poder desinfectante del cloro
2. Favorece el crecimiento de algas y bacterias
3. Produce irritación de mucosas
4. Precipitación de sales cálcicas
Se deberá ajustar añadiendo ácido clorhídrico, o bisulfato sódico a las dosis que
recomiende el fabricante. En caso de no disponer de dosificador, se tendrán en
cuenta las siguientes PRECAUCIONES:
• no añadirlo nunca directamente al agua
• diluirlo previamente en 20 veces su volumen de agua
• evitar el contacto del ácido clorhídrico con hipoclorito sódico ya que se
desprende cloro gas
• ESTA OPERACIÓN SE REALIZARA SIEMPRE FUERA DE LAS HORAS DE
BAÑO
PH bajo (menor de 7,0)
1. Produce irritación de mucosas
2. Disminuye el poder desinfectante del cloro
3. Aumenta la turbidez del agua
Para ajustarlo ha de pararse el proceso de filtración y se añade carbonato sódico
(Na2CO3) a las dosis recomendadas por el fabricante.
También se puede utilizar cualquier otro producto corrector del PH que esté
autorizado.
Alcalinidad: La alcalinidad es el contenido total de sustancias alcalinas
disueltas (carbonatos y bicarbonatos). Los niveles generales de alcalinidad están
entre 80 y 125 ppm. (mg/l).
Alcalinidad baja (10-70 ppm)  Se corrige agregando bicarbonato sódico (CO3HNa)
• Agua muy corrosiva, se produce oxidación de los metales
• El PH se desestabiliza alcanzando valores inferiores a 7
Alcalinidad alta (<125 ppm)  Se corrige agregando ácido clorhídrico (HCl)
• Agua turbia
• Incrustaciones en las paredes del vaso
• Aumento del PH
GRUPO I: PARÁMETROS ORIENTADORES DE CALIDAD

PARÁMETROS VALOR GUÍA VALOR LÍMITE


Olor Ausencia, excepto ligero olor
característico del sistema de
tratamiento.
Espumas Ausencia
permanentes,
grasas y materias
extrañas
pH 7 – 8,2 6,5 - 8,5
Conductividad uS . Incremento menor 1.200 uS . cm-1 700 uS . cm-1
cm-1 de 800 uS . cm-1
para los vasos de
chapoteo
Nitratos mg/l. NO3 Incremento menor de 10 mg/l respecto
al agua de llenado 7 mg/l para las de
chapoteo
Turbidez U.N.T. -2- hasta 1,8 m para Visibilidad perfecta de las marcas del
vasos de fondo en la parte más profunda.
profuncidad 0,8
para vasos más
profundos.
Oxidabilidad 5
( MnO4k ) mg/1.O2
Cloro libre mg/l. 0,4 - 0,8 0,4 - 1,5
Cu . mg/l. 3
Al . mg/l. 0,1 0,3
Fe . mg/l. 0,3
Algas, larvas u Ausencia
organismos vivos de
cualquier tipo

GRUPO II: PARÁMETROS DEFINIDOS DE CONTAMINACIÓN

PARÁMETROS VALOR GUÍA VALOR LÍMITE


Bacterias aerobias totales a 37º C U.F.C. / ml 0 100
Coliformes totales / 100 ml. 0 10
Coliformes fecales / 100 ml. Ausencia
Estreptococos fecales / 100 ml. 0 Ausencia
Estafilococos totales 0 Ausencia
Staphlylococcus aureus /100 ml Ausencia
Salmonella sp/l 1. Ausencia
Otros microorganismos y parásitos patógenos/l Ausencia
1.
Sustancias tóxicas y/o irritantes Concentración no
nociva para la
salud
1.2. CONTAMINACIÓN DEL AGUA
Como todo volumen de agua estancada, la de las piscinas está sometida a procesos
de degradación incrementados por la continua inmersión de personas que actúan
como vehículos de agentes contaminantes. En un primer momento de la historia de
las piscinas se vaciaba el vaso cuando era evidente que el agua estaba sucia,
procedimiento que derivaba de los ciclos de llenado y vaciado de las albercas en las
huertas (antecesoras inmediatas de las piscinas). Sin embargo, este procedimiento
no garantiza la calidad sanitaria del agua además de suponer un derroche de un
recurso escaso (en las piscinas el agua no se utiliza después para regar).
En la actualidad, las aguas de piscinas se regeneran en un circuito cerrado, es decir,
el agua progresivamente contaminada por los bañistas se somete a un tratamiento
adecuado y se vuelve a introducir en la piscina. Veamos primero cuáles son los
agentes causantes de la contaminación para después detenernos en los procesos
de tratamiento del agua.
Agentes causantes
Los principales agentes contaminantes que nos podemos encontrar en el agua de la
piscina son:
-Bacterias: Son causantes de numerosas enfermedades (rinitis, otitis, conjuntivitis,
piodermitis, forunculosis, gastroenteritis, etc.) dependiendo del tipo de bacteria.
Durante el baño la flora microbiana de las mucosas suele pasar al agua. Aunque
esta flora no sea patógena habitualmente, puede infectar a personas que tengan
las defensas disminuidas.
Una piscina en malas condiciones favorece el crecimiento de las bacterias.
-Virus: Se pueden encontrar en el agua y en las zonas húmedas, produciendo
enfermedades como el papiloma, poliomielitis, hepatitis A, etc. Los virus los
transmiten las personas enfermas y aunque pueden ser eliminados mediante
floculación y posterior filtración, son resistentes a las dosis habituales de cloro por
lo que la prevención adquiere mayor importancia: advertir a los portadores del
riesgo que generan, utilizar calzado de uso exclusivo para el recinto, etc.
No utilizar la piscina en caso de enfermedad infecto-contagiosa
-Hongos: Aunque no se desarrollan directamente en el agua de baño constituyen
otra fuente de contaminación a tener en cuenta. Los hongos son causantes del
herpes circinado, pie de atleta, candidiasis, etc. Se suelen desarrollar en zonas
húmedas encontrándolos fundamentalmente en las zonas de playa y vestuarios por
lo que se debe extremar la limpieza de estas zonas al finalizar la jornada con un
producto desinfectante.
Extremar la limpieza y desinfección de aseos y vestuarios
-Algas: Las algas son plantas acuáticas, que se nutren del dióxido de carbono y
materia orgánica que existe en el agua. Las condiciones óptimas para su desarrollo
son después de una tormenta, ya que la lluvia aporta nitratos. No debe haber
proliferación de algas en el agua de una piscina con una instalación de tratamiento
adecuada, sin embargo, si se observa crecimiento pueden utilizarse sales de cobre
solas o combinadas con cloro. Otro tipo de contaminación es la de tipo químico
producida por una mala manipulación de las sustancias que se añaden al agua o un
funcionamiento defectuoso del sistema de depuración. Por ello se debe mantener
un control constante de la calidad del agua (cloro y pH), anotando los datos en el
Libro de Registro al menos dos veces al día y verificando asimismo el adecuado
funcionamiento de todos los equipos que integran el sistema de depuración.
Es necesario renovar diariamente un 5% del volumen del agua

1.3. FILTRACIÓN
La filtración consiste en hacer pasar una masa de
agua a través de un medio poroso, en el que quedan
retenidas todas las partículas que existan en
suspensión. Si la filtración es correcta se disminuye
el consumo de productos desinfectantes y se
aumenta el confort y la seguridad de los usuarios.
Tipos de filtros
a) De diatomeas: Proporciona un agua de gran
calidad siempre que su uso sea el adecuado. El
grado de saturación del filtro se calcula por la
diferencia de presión entre la entrada y la salida.
Cuando está muy saturado hay que reponer la
carga. La velocidad de filtración no ha de superar los
5 m/h. No se deben usar coagulantes.
b) De cartuchos: Son filtros de celulosa que trabajan a presión. Su grado de
saturación se mide también con manómetros a la entrada y a la salida del filtro.
Cuando están colmatados se sacan y se lavan a presión. Su velocidad de filtración
es de 2 m/h y tampoco admite el uso de coagulantes.
c) De arena: El lecho filtrante está constituido por capas de arena, generalmente
de sílice, de diferente granulometría. Su velocidad de filtración óptima es de 20
m/h.
Para mayor eficacia de la filtración necesitan la utilización de un coagulante.

1.4. FLOCULACIÓN Y COAGULACIÓN


El objeto fundamental de la floculación es mejorar la eficacia de los filtros
aumentando el tamaño de las partículas a eliminar, ya que si las partículas son muy
pequeñas no quedan retenidas en el lecho filtrante y retornan al vaso produciendo
un enturbiamiento del agua.
Los floculantes se inyectan en el circuito de recirculación mediante bomba
dosificadora. Los más utilizados son el sulfato de aluminio a dosis de 5 a 20 mg/l y
el polihidroxicloruro de aluminio a dosis de 0,5 a 2 mg/l.
1.5. CLORACIÓN
Para la desinfección del agua de la piscina lo más recomendable es el cloro que es
un eficiente bactericida y algicida, cuando se usa apropiadamente. La cantidad de
cloro a añadir al agua de la piscina variará dependiendo de los distintos factores
influyentes como la temperatura del agua, la extensión de la piscina, la exposición
a los rayos solares y la presencia de otras sustancias químicas disueltas en el agua.
El contenido de cloro total no debe exceder en 0,6 ppm (mg/l) el contenido en cloro
libre.
El cloro residual es la cantidad de reserva de cloro presente en el agua que actúa
inmediatamente sobre las bacterias. Este residuo de cloro hay que medirlo al
menos dos veces al día y en los momentos de máxima afluencia, para ello se
contará con unos reactivos adecuados.
La adición de cloro al agua de la piscina se realizará siempre mediante
dosificador automático
Se puede utilizar cloro gas, distribuido por un clorómetro procedente de una botella
de cloro licuado, o una solución de hipoclorito sódico, distribuida por bomba
dosificadora.
En el caso de que exista un exceso de cloro en el agua de la piscina habrá que
proceder al vaciado parcial del vaso, añadiendo agua nueva directamente de la red.
1.6. PRODUCTOS DE DESINFECCIÓN
a) Hipoclorito Cálcico: Su uso regular aumenta la dureza del agua y el pH. Si se
almacena convenientemente puede permanecer estable hasta 2 años.
b) Dicloroisocianurato de Sodio y Ácido Tricloroisocianúrico: Su uso modifica
poco el pH, es muy estable y su concentración no debe superar los 75 mg/l de
isocianuratos.
c) Plata coloidal: Hay que mantenerla a la sombra en envase negro o azul que
impida el paso de la luz. Su adición al agua hay que realizarla mediante dosificador,
siendo la dosis activa de 0,05 ppm.
d) Ozono: Es necesaria una ventilación intensa del local ya que es peligroso
respirarlo a partir de 0,2 mg/m3. Necesita una desinfección complementaria con un
desinfectante autorizado porque no tiene efecto residual.
1.7. ALGUICIDAS
Para combatir el crecimiento de las algas existen varios productos, entre los que
destaca por su uso más habitual el sulfato de cobre, el cual se debe utilizar con
precaución debido a su toxicidad, siendo suficiente para que ejerza su acción una
dosis de 0,1-2 mg por litro de ión cobre según los casos.
Durante el período de ausencia de bañistas, se puede
utilizar preparando una solución de sulfato de cobre al
10% de producto comercial en polvo, que se introduce
directamente a lo largo de las paredes de la piscina.
La dosis necesaria es de 250 g de polvo por cada 50 m3
de agua. Después de unas horas debe pasarse la
barredera de piscina.
También puede añadirse el sulfato de cobre, a razón de
2 g por m3, mediante un dosificador que funcione de forma discontinua.
Una cloración con fuertes dosis consigue similares resultados algicidas pero siempre
ha de realizarse en horas de ausencia de bañistas.
La adición de cualquier aditivo durante las horas de baño se realizará con
dosificador automático
1.8. LIMPIEZA DEL VASO
Una vez realizadas las operaciones anteriormente descritas, se procederá al
vaciado del agua de la piscina, para efectuar la limpieza y tratamiento del fondo y
paredes del vaso. Para ello deberá utilizar unos guantes de goma ya que la
utilización de productos ácidos puede dañar la piel de sus manos.
Se puede usar salfumán, aunque lo mejor es utilizar un producto especialmente
fabricado para la limpieza de la piscina, procediendo al raspado con un cepillo de
cerdas duras para garantizar la limpieza y desincrustación calcárea existente en las
paredes y fondo del vaso.
A continuación se procede al aclarado con abundante agua y mejor con una
manguera a presión dejando que toda el agua sucia se pierda por el sumidero y
desagüe.
1.9.PROBLEMAS DEL AGUA
1.10.RECOMENDACIONES PARA EL MANTENIMIENTO DE LA PISCINA
PH
_Vigilancia y análisis diario (2 veces al día).
_Un exceso o un defecto pueden irritar las mucosas o disminuir la eficacia de la
filtración.
_Mantener niveles adecuados con correctores de pH.
Cloro
_Vigilancia y análisis diario (2 veces al día).
_Poco cloro: peligro de contaminación microbiana. Mucho cloro: quemaduras,
conjuntivitis.
_Mantener niveles adecuados con cloración continua con el dosificador a
concentraciones adecuadas. Si se necesita tratamiento de choque, siempre de
noche.
Depuradora
_Limpieza de filtros periódica para evitar su colmatación (la periodicidad depende
del tipo de filtro).
_Para conseguir un buen filtrado.
_Limpiar los filtros invirtiendo el proceso, o por otro método como insuflar aire.
Renovación del agua
_Aportar diariamente un 5% del volumen total, mayor si aumenta la conductividad.
(Conductividad del agua: es la propiedad que tiene el agua de dejar pasar a su
través la corriente eléctrica. Aumenta con la cantidad de electrolitos disueltos. Un
incremento de la conductividad refleja una excesiva concentración de productos
utilizados en el tratamiento del agua, lo que puede constituir un riesgo para la salud
de los bañistas, por ello debe aumentarse la aportación de agua nueva en el caso
de que supere en 800 microsiemens el valor del agua de llenado.)
_Para evitar que se concentren los aditivos empleados.
_Mediante el aporte de agua de la red.
Mantenimiento del vaso
• Limpieza de la superficie a diario (hojas, partículas).
• Control del nivel del agua.
• Limpieza de las cestillas.
• Limpieza de los pediluvios y control de la buena renovación del agua que
contienen.

_Para evitar crecimiento de microorganismos y la existencia de materia orgánica.


_Utilizar limpiafondos, redes mosquiteras, etc.

2. EFICIENCIA ENERGÉTICA

2.1. PISCINA SOSTENIBLE

Definimos la piscina sostenible como aquella que incorpora elementos claves para
lograr un menor impacto ambiental, en el sentido que reduce de forma significativa
el consumo de recursos (agua y energía), siendo viable en cuanto al coste de
mantenimiento y retorno de la inversión inicial.

Este decálogo recoge medidas que ya se están poniendo en práctica en otros países
y propone otras soluciones innovadoras. Son modulares, suman entre ellas y llevan
a un ahorro de hasta un 70% en los recursos de agua y energía.

1. Evitar o bien detectar y reparar fugas originadas por defectos


constructivos o mantenimiento deficiente. Cada pequeña fuga que pierde 1
gota de agua por segundo genera pérdidas de 8.000 litros/año.

2. Colocar un cobertor reduce las pérdidas de agua por evaporación en un 30%


en piscinas públicas y hasta un 65% en piscinas privadas. Como consecuencia se
consigue un ahorro del 25% de energía en los procesos de evaporación, convección
y climatización. Además, es uno de los elementos de seguridad cuya aplicación es
obligatoria por normativa en otros países (p. ej. Francia).

3. Emplear la iluminación por LEDs permite ahorrar hasta un 80% de energía


gracias a la mayor eficiencia energética de esta tecnología, combinado con las
ventajas de una mayor vida útil y más prestaciones (colores, secuencias, etc.).

4. Tratar el agua de la piscina durante todo el año (no abandonar la


piscina en invierno). Una vez llena la piscina, el agua se mantiene en condiciones
durante todo el año, y ya no se debe vaciar. Así se consigue un importante ahorro
de agua, se evita la aparición de problemas estructurales y de fugas y se facilita la
puesta en marcha en primavera ahorrando a la vez agua y producto químico.

5. Emplear un limpiafondos automático autónomo, además de aportar


comodidad a la hora de limpiar el vaso de la piscina y menor esfuerzo de
mantenimiento, permite ahorrar más de un 20% de agua en el lavado del filtro.

6. Optimizar la frecuencia y el tiempo de la filtración así como los lavados


del filtro. Utilizando vidrio reciclado como medio filtrante se ahorra hasta un 25%
de agua en los lavados del filtro. En piscinas públicas, el lavado con aire y agua
aporta entre un 30 y un 60% de ahorro de agua.
7. En la piscina pública, la recuperación del calor y de los condensados son
elementos de alto valor añadido y mínima inversión. Con los recuperadores
de calor-agua se obtiene un ahorro de energía de hasta un 80% en el calentamiento
del agua de reposición. Los recuperadores cruzados de calor aire-aire ofrecen un
rendimiento similar. Los sistemas de recuperación de condensados permiten
recuperar el 100% del agua condensada y su reutilización para sauna, lavanderías,
etc.

8. La automatización de la desinfección permite optimizar el rendimiento


del desinfectante utilizado dado que una regulación automática permite evitar
situaciones de sobredosis o falta de producto químico permitiendo ajustar
óptimamente la aplicación de desinfectante y el consumo de regulador de pH
mejorando así la calidad del agua y del aire.

Destaca la desinfección realizada por electrólisis de sal. El sistema parte de dos


elementos naturales: el agua y la sal. El sistema tipo AstralPool Chlore Smart
funciona diluyendo una pequeña cantidad de sal dentro del agua al instalar el
clorador salino. Cuando el agua salada pasa por los electrodos, la sal se convierte
en un desinfectante activo, el hipoclorito sódico, que destruye algas, bacterias y
hongos. De este modo no sólo existe un ahorro en el consumo de cloro y mayor
comodidad, sino que además existe una ventaja de producción de desinfectante in
situ (se evita la compra, el transporte y la manipulación de cloro).

Los equipos de desinfección por luz ultravioleta (UV) desinfectan el agua y


permiten reducir la dosificación de cloro en un 30%. Además reducen la presencia
de subproductos derivados de la desinfección, lo que permite disfrutar de un agua
de mayor calidad y ahorrar hasta un 50% de agua de reposición.

9. Minimizar el gasto energético generado por la bomba de recirculación.


Instalar una bomba tipo Victoria Dual Speed permite adaptar su velocidad de
trabajo a los requerimientos reales de la piscina lo cual permite ahorrar un 65% de
energía eléctrica. Además, es más silenciosa y tiene una mayor durabilidad. En
estados como el de California, este tipo de bombas ya son obligatorias.

10. Reducir la carga de trabajo del filtro en la retención de la suciedad del


agua de la piscina mediante la instalación de un dispositivo de prefiltración tipo
Hydrospin, una solución muy habitual en países como Australia. Gracias a este
prefiltro, gran parte de las impurezas ya no llegan al filtro porque quedan retenidas
antes. El filtro tarda más en ensuciarse, los lavados del mismo se espacian más en
el tiempo permitiendo un ahorro de agua del 50%.

3. CONSUMO DE RECURSOS

3.1. AHORRO DE AGUA

Las fugas de agua por problemas estructurales y de estanqueidad


es el principal problema que afecta a las piscinas en cuanto a consumo de
agua. Es fundamental revisar la instalación y detectar las posibles fugas para
repararlas inmediatamente. La correcta instalación del circuito hidráulico es básico
para evitar pérdidas de agua por problemas de unión entre accesorios mal
colocados. Pensemos que un imperceptible goteo de 1 gota por segundo provoca
una pérdida de 8.000 litros al año.

No es necesario vaciar la piscina durante la época de inactividad


para evitar que se degrade. Hay que mantener el agua en la piscina, no sólo
para no desperdiciar un volumen importante, sino para garantizar la propia
estructura del vaso de la piscina. El agua permite amortiguar las diferencias de
temperatura y evita posibles fracturas del vaso debidas a dilataciones. Por otro
lado, en caso de existir la posibilidad de que el agua se hiele, se recomienda utilizar
elementos “rompe hielo” y purgar parte de la instalación hidráulica. Para asegurar
que ésta se mantenga en buenas condiciones y pueda aprovecharse la próxima
temporada, hay que realizar un mantenimiento preventivo de forma periódica. De
esta manera, al no vaciar la piscina, ahorramos una enorme cantidad de agua cada
año. Para evitar que el agua se ensucie demasiado durante este período, se
recomienda utilizar un cobertor.

El uso de cubiertas
flotantes en piscinas públicas o
colectivas, donde el uso de la
cubierta se restringe a los periodos de
inactividad (9 horas/día), el ahorro
puede llegar al 20%. Con el uso de
cubiertas también se reduce el
consumo energético, especialmente
en las piscinas climatizadas. Por un lado, ayudan a mantener la temperatura y
reducen las pérdidas de calor por radiación y por evaporación. Por otro, al reducir la
evaporación, se reduce la necesidad de aportar agua nueva, más fría y que hay que
calentar hasta la temperatura de consigna. Hay que tener en cuenta que calentar 1
m3 de agua desde 15ºC hasta 25ºC puede suponer un consumo de 12 kw/h.

En este tipo de instalaciones donde los vasos de agua suelen ser de gran
tamaño y el caudal de filtración y lavado también, es fundamental poder
minimizar el agua destinada al lavado de filtros. Con el uso de aire y agua de
forma combinada, mediante bombas turbosoplantes, se puede conseguir una
disminución que puede llegar hasta el 30% en el uso de agua para el lavado del
filtro.

3.1.1. Otras formas de ahorro de agua


• Lavado de filtros (contralavado), el justo y necesario: Se recomienda reducir el
lavado del filtro a 2 minutos Lavado + 0,5 minutos Enjuague. Solución moderna:
válvula automática con tiempos predeterminados. Equipos economizadores de agua
de filtración.

• Aprovechar el agua del lavado del filtro para otros usos guardándola en un
depósito.

• Agua de lluvia: instalar depósito. Es agua directamente apta para regar, para
llenar la piscina, …

• Aprovechar el agua de condensación del equipo de climatización y devolverla


directamente a la piscina o para otros usos.

• La calidad de la construcción de una piscina es vital: Una fuga que pierda una
gota de agua por segundo hará perder 8m3=8.000 litros en un año.

• Pérdida por uso (salpicaduras; el agua que se pierde al entrar y al salir de la


piscina): Diseñar la piscina con la instalación de un doble canal perimetral
(rebosadero) ofrece un buen resultado porque permite recoger esta agua y
devolverla al circuito.

No llevar un adecuado control del consumo de agua en las piscinas puede


suponer un derroche importante, siendo esta actividad una de las más
consumidoras de agua.
Lejos de la idea generalizada de que el agua que gasta o consume una
piscina, es el agua que contiene la misma y un poco más, el consumo de estas
instalaciones llega a ser mucho mayor y en muchos casos alarmante, debiendo
tomar seriamente medidas ahorradoras de agua.
3.1.2. Renovación del agua
Cabe destacar que la legislación se encuentra en vías de flexibilizar su
postura respecto a la renovación del agua en las piscinas, siendo este punto clave
para reducir el consumo de agua, potenciando la adaptación de cada instalación a
sus necesidades particulares. El aporte diario de agua nueva en los períodos de
plena utilización de la piscina debería ser el mínimo suficiente para garantizar el
mantenimiento de la calidad y salubridad del agua.
Por otro lado, se deberá tener en cuenta que las disposiciones legales
pueden establecer también un ciclo de depuración determinado de todo el volumen
del agua del vaso en función del tipo de piscina: infantiles, polivalentes, recreativas,
etc. Además, se deberá vaciar totalmente el agua de la piscina (normalmente y al
menos una vez al año) para efectuar su limpieza y desinfección.
Algunas medidas que reducirán el consumo de agua son:
• Se deberá mantener el nivel de agua necesario para el correcto
funcionamiento del sistema de recirculación.
• Automatizar el llenado del vaso con agua de renovación cuando sea
necesario, normalmente para suplir la evaporada y la perdida por el uso.
• Establecer un balance de aguas teniendo en cuenta la cantidad de agua
renovada y la cantidad de agua depurada, registrando estas cantidades.
• Ajustar la necesidad de agua de renovación teniendo en cuenta un adecuado
control de los sólidos disueltos en el agua.
• Instalar un mínimo de 2 contadores de agua situados, uno a la entrada del
agua de alimentación del vaso y otro después del tratamiento del agua
depurada. Los contadores registrarán las cantidades de agua diariamente
renovada y depurada respectivamente.
3.1.3. Productos químicos y tratamiento
Respecto a los tratamientos cabe destacar que los vasos deberán tener un
sistema de depuración propio o combinado con otras piscinas, y el agua de
abastecimiento procederá preferentemente de la red de suministro público; en
cualquier caso sufrirá un tratamiento adecuado que asegure el cumplimiento de los
parámetros legales establecidos y que impida la presencia de sólidos en
suspensión, espumas, aceites o grasas.
Es fundamental adicionar las dosis justas de productos químicos y aplicar
unos sistemas de desinfección y tratamiento más avanzados y menos
contaminantes, como por ejemplo hidrólisis, ozono, ultravioleta, etc. Estas
alternativas requieren menos cantidades de cloro, con los beneficios ambientales
que ello reporta, y básicamente consisten en lo siguiente:
• El ozono, además de desinfectante, es un floculante natural y un potente
antialgas, lo cual puede suponer un ahorro de mantenimiento en productos
químicos, además de ser un esterilizador mucho más eficaz que el cloro.
• La cloración salina funciona mediante la disolución de sal común y
electricidad, generando el equipo in situ una corriente de cloro exenta de
agentes estabilizantes y productos químicos. La principal ventaja es la
supresión del uso de hipoclorito.
• Mediante lámparas de Rayos Ultravioletas el agua es desinfectada.

3.1.4. Renovación y tratamiento de agua de la piscina


Otras medidas a tener en cuenta son:
• El sistema de tratamiento por filtración y depuración deberá encontrarse en
funcionamiento durante todo el tiempo en que la piscina se encuentre
abierta y siempre que sea necesario para asegurar la calidad del agua.
• Instalar un programador que impida que la depuradora esté funcionando
más tiempo del necesario.
• Modernizar los equipos e instalaciones con sistemas de dosificado y control
automático (mejorando la seguridad de los operarios y reduciendo el
consumo de energía y de productos químicos).
• Controlar la calidad del agua de aporte nos permitirá ajustar las dosis de
producto a aplicar.
3.1.5 .Diseño de la piscina
• Proteger la piscina del viento mediante barreras naturales o buscar una
ubicación en una zona protegida, evitando de esta forma una pérdida de
agua por evaporación nada despreciable.
• Tener en cuenta posibles problemas de estanqueidad y de diseño, tanto en
la estructura de la piscina como en las conducciones y uniones hidráulicas,
que suelen suponer importantísimas pérdidas de agua.
• Dependiendo del tipo de piscina (por ejemplo de rebosadero continuo) la
reutilización del agua recogida de las playas (aquella arrastrada por los
bañistas a su entrada o salida del agua, procedente de la ducha o debido a
salpicaduras), es más factible. En todo caso, el diseño de las playas se
realizará de tal manera que el agua que caiga sobre ellas no pueda penetrar
en el vaso.

3.1.6. Reutilización del agua y otras medidas


• Recuperar el agua desechada en la piscina y reutilizarla para vestuarios y
servicios (WC), riego de jardines y césped, etc. En este caso el desagüe de la
piscina debería estar conectado a un depósito de almacenamiento, al que
podrían llegar también las aguas pluviales.
• No siempre la calidad del agua desechada es adecuada para el uso que
queremos darle (por ejemplo riego), por lo que habrá que controlar ciertos
parámetros críticos y tratar este agua para eliminar el cloro (con una
columna de carbón activo, por ejemplo) y los sedimentos (con un filtrado
final de arenas, por ejemplo). Tanto el sistema de carbón activo como el de
arenas consisten en hacer pasar el agua contaminada por un lecho filtrante.
• Cubrir la piscina con una lámina flotante que impida la pérdida de agua por
evaporación es una buena práctica, tanto en piscinas cubiertas como al aire
libre. Se deberá tener en cuenta que el material de la cubierta no contenga
compuestos contaminantes y sea potencialmente reciclable en caso de
degradación.
• Subir el fondo de la vasija de la piscina podría considerarse una medida
indirecta de ahorro de agua.
4. CLIMATIZACIÓN

4.1. OBJETIVOS

En el proyecto de climatización de una piscina cubierta debe tenerse en


cuenta que las diferencias fundamentales con respecto a un sistema de
climatización de un edificio residencial o comercial son, en primer lugar, que en el
recinto hay una fuerte evaporación y, en segundo lugar, que los ocupantes tienen
un grado de vestimenta muy bajo. Como consecuencia de ello la obtención de unas
condiciones de confort adecuadas y el evitar condensaciones, que son los dos
objetivos específicos de este tipo de instalaciones, pasa por:
1. La consecución de una temperatura y humedad ambientales adecuadas
2. El mantenimiento de la temperatura del agua del vaso de piscina
3. Garantizar el aire de ventilación mínimo higiénico
4. Evitar las corrientes de aire en la zona de ocupación y sobre la lámina de
agua.
5. Evitar que se produzcan condensaciones en los distintos cerramientos
como consecuencia de la alta humedad absoluta y relativa del aire ambiente
interior.

En cuanto a la temperatura del aire ambiente, la del agua y la humedad


ambiental tenemos que en la ITE 10 del RITE se aconsejan los valores de la Tabla 01
(marcados con *), aunque dependiendo del uso de la piscina se puedan adoptar
otros valores diferentes reflejados también en dicha tabla, así como los valores que
se han considerado como nominales en los ejemplos de cálculo del presente
artículo

Tabla 01. Condiciones de confort

Temperaturas del agua S/RITE 10.2.1.2 (*)


Como regla general se aconseja que la temperatura del aire se sitúe siempre
dos o tres grados por encima de la del agua y la humedad relativa en torno al 65%,
las razones son en primer lugar el confort, ya que debemos evitar en lo posible que
los bañistas que salen mojados tengan sensación de frío, bien sea por una
temperatura ambiente baja o bien por el calor cedido por el cuerpo en el proceso de
evaporación del agua de la piel mojada, que es más rápida cuanto menor sea la
humedad del ambiente. En segundo lugar es que, como veremos más adelante,
existe una relación directa entre el agua evaporada de la piscina y las condiciones
de temperatura y humedad del aire ambiente.

4.2. NECESIDADES EN LA CLIMATIZACIÓN DE UNA PISCINA


CUBIERTA

Veamos cuáles son las necesidades en una piscina cubierta y cómo


calcularlas:
1. Necesidades de deshumectación en el aire ambiente como consecuencia de la
evaporación de agua.
2. Necesidades para mantener la temperatura del agua del vaso de piscina.
3. Necesidades para mantener la temperatura en el recinto que, en este caso, son
las propias de cualquier local que deba ser climatizado, de ahí que su cálculo sea
idéntico al de este tipo de sistemas de climatización.

4.2.1. CÁLCULO DE LAS NECESIDADES DE DESHUMECTACIÓN

La evaporación en la lámina de agua será tanto mayor cuanto mayor sea la


ocupación de la piscina, y en especial el número de bañistas, ya que la mayor
interacción entre agua y aire en flujo turbulento que se crea como consecuencia del
chapoteo, favorece la evaporación. De la misma forma que una elevada velocidad
de aire sobre la lámina favorecerá también el fenómeno de la evaporación. Por otro
lado, las playas mojadas son elementos que aumentan la evaporación de agua así
como el agua que los bañistas se llevan sobre la piel al salir del vaso.
Existen dos factores más que suponen un aporte de humedad extra al
ambiente y que como tales hay que tener en cuenta a la hora de calcular el
incremento de humedad absoluta. Estos factores son la carga latente (considerada
en cualquier cálculo de climatización) de los propios bañistas y la del público en
general, que en piscinas de competición, por ejemplo, pueden llegar a ser un factor
importante si la ocupación de las gradas es elevada. Y por último, el aire exterior de
ventilación, que en algunos casos puede tener más humedad absoluta que el aire
ambiente interior, y como consecuencia suponer un aumento en la humedad
ambiental, aunque debe decirse que, en la mayoría de los casos, es justo al
contrario ayudando a deshumectar por estar este aire exterior más seco que el
interior.
Existen multitud de fórmulas para calcular la cantidad de agua evaporada en
función de los factores anteriormente mencionados. En este sentido debemos
decir que los resultados obtenidos por las diversas fórmulas pueden ser dispares,
pero hay que considerar también que las hipótesis de cálculo respecto al número y
tipo de bañistas (profesionales, personas de tercera edad, niños, etc.) tienen gran
importancia en la cantidad de agua evaporada y pueden ser más significativas en
cuanto a resultados que la fórmula que escojamos para dicho cálculo
A continuación se exponen dos de las posibles fórmulas, una de ellas es de
las más usadas (fórmula de Bernier) y la segunda (fórmula de Carreras) que es una
de las más completas al tener en cuenta el número de espectadores y la velocidad
del aire sobre la lámina del agua. De cualquier modo, será en cada caso el
proyectista el que deberá decidir en función a los condicionantes de cada
instalación la fórmula que más le convenga y se ajuste a sus necesidades.
La fórmula de Bernier para piscinas cubiertas contempla la suma de dos
términos: piscina sin agitación (coeficiente 16) y piscina con ocupación (coeficiente
133 n).

Me= S •[(16+133n) • (We – Ga • Was) ] + 0,1 • N

Donde:
Me = masa de agua evaporada (kg/h)
S = superficie de piscina (m2)
We = humedad absoluta del aire saturado a la temperatura del agua (kg ag/kga)
Was =humedad absoluta del aire saturado a la temperatura del aire interior (kg
ag/kga)
Ga = grado de saturación
n = nº de nadadores por m2 de superficie de lámina de agua
N = nº total de ocupantes (espectadores)

Y la fórmula de Carreras en la además de las variables anteriores se


considera la velocidad del aire,
Me = 9 x ((We--Wa )) x ((1+V//1..20)) x S +0,,42 x n + 0,,08 x N..

Donde:
Me = masa de agua evaporada (kg/h)
We = humedad absoluta en saturación a la temperatura del agua de la piscina
(kgag/kga)
Wa = humedad absoluta a la temperatura del aire ambiente (kgag/kga)
S = superficie de la lámina de agua (m 2)
n = nº de bañistas.
N = nº de espectadores

En ambas expresiones podemos ver que el agua evaporada depende de la


diferencia entre humedad absoluta en la saturación a la temperatura del agua y la
humedad absoluta del aire ambiente, y por supuesto, del número de bañistas. Por
tanto, cuanto mayor sea la temperatura del agua será mayor su humedad absoluta
en la saturación y como consecuencia aumentará la cantidad de agua evaporada,
en las mismas condiciones del aire ambiente. Por el contrario, si la temperatura del
aire interior, su humedad relativa, o ambas bajan, su humedad absoluta disminuye
y, como consecuencia, aumenta la evaporación. Luego es conveniente que la
temperatura del agua no sea excesivamente alta y que la temperatura del aire sea
siempre mayor que la del agua para que la evaporación y las condiciones de confort
sean las adecuadas.

4.2.2. PÉRDIDAS DE CAL OR EN EL AGUA DEL VASO DE PISCINA

En la Figura 01 pueden verse cuáles son las pérdidas de calor en el vaso de


piscina:
1. Evaporación de agua del vaso (Qe).
2. Radiación de calor por diferencias de temperatura (Qr).
3. Convección de calor entre agua y aire(Qc).
4. Renovación del agua del vaso(Qre).
5. Transmisión de calor del agua del vaso ( Qt).
Y estas pérdidas dependen de los siguientes factores:
1. Temperatura del agua de la piscina
2. Temperatura del aire ambiente
3. Humedad del aire ambiente
4. Ocupación de la piscina
5. Características constructivas del vaso.

A continuación examinaremos cada una de estas pérdidas de calor.

4.2.2.1. PÉRDIDAS POR EVAPORACIÓN

En el proceso de evaporación del agua del vaso de la piscina se absorbe


calor por lo que se produce un enfriamiento del resto del agua que no se evapora,
es decir, disminuye la temperatura del agua del vaso. Por tanto, cuanta más
evaporación exista más se enfriará el agua de la piscina y mayores serán las
necesidades que habrá que aportar para mantener la temperatura de la misma.
Teniendo en cuenta que el calor de vaporización del agua (Cv) a una temperatura
de 25ºC es de 676 wh /Kg, las pérdidas de calor por la evaporación del agua, sin
considerar el aporte de humedad de los espectadores, es la siguiente en los
distintos supuestos de ocupación.
Qe (60 B) = Me x Cv = 69,80 kg/h x 676 wh/kg = 47.185 w
Qe (40 B) = Me x Cv = 55,50 kg/h x 676 wh/kg = 37.518 w
Qe (20 B) = Me x Cv = 41,20 kg/h x 676 wh/kg = 27.852 w
Qe ( 0 B) = Me x Cv = 26,90 kg/h x 676 wh/kg = 18.148 w.

Referido a unidad de superficie en el caso de ocupación media de 40


bañistas las pérdidas son 120 w/m2.

4.2.2.2. PÉRDIDAS POR RADIACIÓN

Como puede verse en la siguiente fórmula de Stefan Boltzmann las pérdidas


por radiación están en función de la diferencia entre la temperatura media de los
cerramientos y la del agua, elevadas ambas a la cuarta potencia y expresadas en
grados Kelvin (ºK = ºC + 273)

Donde:
D = constante de stefan-boltzmann = 5,67 x 10-8 w / m 2 ºk4.
E = emisividad de la superficie = 0,95 (agua)
Tag = temperatura de agua (ºk)
Tc = temperatura superficial de los cerramientos (ºk)

En el caso de piscinas cubiertas los cerramientos deben encontrarse a muy


pocos grados de temperatura por debajo, dependiendo del tipo de cerramiento y
coeficiente de transmisión de calor, de la del aire ambiente, y por tanto a muy poca
diferencia con la del agua, así pues estas pérdidas por radiación en piscinas
cubiertas se consideran generalmente despreciables.

4.2.2.3. PÉRDIDAS POR CONVECCIÓN

Al igual que las pérdidas por radiación en el caso de piscinas cubiertas las
pérdidas por convección (Qc) también se suelen despreciar, ya que al aplicar la
fórmula el valor resultante es pequeño, pues la diferencia de temperaturas también
lo es.

Y en cualquier caso, cuando el recinto está a régimen tendríamos una


ganancia de calor al ser la temperatura del aire ( Ta= 27ºC) superior a la del agua
(Tag=25ºC).

4.2.2.4. PÉRDIDAS POR RENOVACIÓN

En una piscina cubierta, como ya hemos visto, existen pérdidas continuas de


agua, desde la evaporada, a la que los propios bañistas sacan del vaso, o la gastada
en la limpieza de fondos y filtros. Sin embargo, estas cantidades son muy inferiores
al 5% del volumen total del vaso que obligatoriamente por formativa, debido a
razones higiénicas sanitarias, debe reponerse diariamente. Esta renovación conlleva
que las pérdidas de calor (Qr, en w) por este concepto sean importantes, y en todo
caso, dependerán de la temperatura de agua de la red y de la temperatura del agua
de la piscina que se pretenda alcanzar. Se puede calcular de la siguiente forma:

Donde:
Vr = volumen de agua de renovación (m3) (5% volumen vaso)
D = densidad del agua = 1000 kg/m3
Ce = calor específico del agua = 1,16 (wxh / kgºc)
Ta = temperatura agua piscina (ºc) = 25ºc
Tx = temperatura agua red (ºc) = 10ºc

Suponiendo un volumen total de agua del vaso de 500 m3, y con los datos
anteriores tendremos un valor para las pérdidas diarias de calor de 435 kwh, que
corresponden a una potencia de enfriamiento de 18.125 w, y si lo referimos a
pérdidas por unidad de superficie de lámina de agua el valor será de 58 w/m2.

4.2.2.5. PÉRDIDAS POR TRANSMISIÓN

Dependerán de las características constructivas del vaso (enterado, visto,


etc.) y del coeficiente de transmisión térmica del material empleado. En el caso más
habitual de vaso de hormigón construido dentro del propio sótano del recinto las
pérdidas por transmisión (Qt, en w), se calculan con la fórmula:

Q T = C T x S x (T ag – T ex)

Y con las siguientes hipótesis de cálculo:


CT = coeficiente de transmisión de muros y solería (1,50 W / m 2 x ºC)
S = superficie de cerramiento del vaso (450 m 2)
Tag = temperatura agua piscina (25ºC)
Tex = temperatura exterior al cerramiento (sótano) (15ºC)

Con los datos anteriores, son de 6.750 w, y si las referimos a unidad de


superficie de lámina de agua serán de 21,60 w/m2.

4.2.2.6. GANANCIAS POR RADIACIÓN SOLAR

En este caso se trata de ganancias y por lo tanto no se tienen en cuenta


puesto que contribuyen a paliar las necesidades térmicas. Sólo debemos comentar
que según la orientación en la que estén los distintos cerramientos, la superficie y
el tipo de carpintería y acristalamiento, en media temporada estas ganancias
pueden hacer aumentar considerablemente la temperatura ambiente en el recinto,
por lo que en estos casos es conveniente prever la instalación de un sistema de
free-cooling para disminuir la temperatura interior de manera gratuita, y si la
piscina va a ser usada en verano puede que entonces se necesite incluso prever
baterías de refrigeración para contrarrestar dichas ganancias térmicas.

4.3.- NECESIDADES DEL AIRE AMBIENTE

Como ya hemos adelantado, el aporte de vapor de agua al aire ambiente


interior aumenta su humedad absoluta y relativa, y en consecuencia también la
temperatura de rocío por lo que sí este aire está en contacto con cerramientos cuya
temperatura superficial esté por debajo de la de rocío tendremos condensaciones
de agua con los problemas que ello puede acarrear. En las condiciones nominales
ambiente que hemos definido de 27ºC y 65% HR la temperatura de rocío es de
19,9ºC, y como resultado en cualquier superficie que se encuentre por debajo de
esta temperatura aparecerá agua condensada.
Por otro lado, hay que mantener controlada la temperatura ambiente al
menos dos grados por encima de la temperatura del agua para conseguir las
condiciones de confort adecuadas.
Las necesidades del aire ambiente, aparte del mantenimiento de su calidad
(renovación y filtrado), son su calentamiento y específicamente su
deshumidificación.
Además hay que tener en cuenta que la distribución del aire de impulsión se
realice de la forma más adecuada para evitar temperaturas superficiales de los
cerramientos inferiores al punto de rocío, poniéndose atención especial con las
superficies acristaladas que son las más susceptibles de presentar condensaciones.
También hay que evitar corrientes de aire sobre la lámina de agua para no
potenciar el fenómeno de la evaporación.
Además, estas corrientes de aire, que deben evitarse en cualquier tipo de
recinto, cobran más importancia en las piscinas climatizadas, ya que acelerarían la
evaporación del agua de la piel mojada de los bañistas, provocando una rápida
disminución de su temperatura corporal, y consecuentemente, la molesta sensación
de frío.
En definitiva, por las razones expuestas anteriormente, el aire caliente y seco hay
que impulsarlo sobre los cerramientos exteriores, preferiblemente de abajo a arriba,
cuando las características constructivas del recinto lo permitan. A modo de ejemplo,
se podría instalar un conducto perimetral por el sótano, o en el suelo de la propia
playa, para impulsar el aire verticalmente hacia el techo justo al lado de los
cerramientos del recinto.
Por último, comentar que deben evitarse masas de aire estancado para
impedir que se enfríen y condensen, para ello es recomendable asegurar una tasa
de recirculación de aire entre 4 y 8 veces el volumen del recinto.

4.2. SISTEMAS DE DESHUMIDIFICACIÓN Y CLIMATIZACIÓN


Como ya hemos dicho anteriormente existen multitud de sistemas para
acometer la climatización de una piscina cubierta, y en este artículo se exponen
algunas de las posibles opciones que se consideran más interesantes pensando en
claves de confort y eficiencia energética.

4.2.1. DESHUMIDIFICACIÓN MEDIANTE AIRE EXTERIOR

Si el aire exterior se encuentra a una humedad absoluta menor que el aire


interior, situación que se produce con mucha frecuencia en nuestro entorno
geográfico, puede parecer, en principio, una buena idea extraer aire del recinto y
sustituirlo por el aire exterior. En este caso es necesario realizar un tratamiento
térmico de dicho aire ya que normalmente se encontrará a temperatura inferior a la
del recinto, además deberá recalentarse para vencer las pérdidas de calor por
transmisión de dicho recinto.
El caudal de aire a introducir dentro del local dependerá de la humedad
absoluta que éste tenga en cada momento y de la cantidad de vapor de agua a
eliminar del recinto proveniente de la evaporación del agua del vaso (apartado 4.2).
En la siguiente fórmula aparece cómo calcular este
caudal de aire exterior (Va, en m3/h).

Donde:
Me = cantidad de vapor de agua a evacuar (kg/h)
Da = densidad del aire exterior (kg/m3)
Wai = humedad absoluta del aire interior. 0.0149 kgAGUA/kgAIRE . Para 27ºC y
65% HR
Wae = humedad absoluta del aire exterior.

El sistema de climatización propuesto en este caso consistiría (Figura 02) en una


unidad de tratamiento de aire (climatizador) con un recuperador de calor que
permita aprovechar la energía del aire de extracción y traspasarla al aire exterior
de forma que se precalienta antes de introducirse en el local

Es conveniente incluir un cajón de mezcla free-cooling de forma que se


pueda aprovechar en media temporada el aire exterior para controlar la
temperatura interior de forma gratuita. La apertura o cierre de dichas compuertas
irá controlada en función de la humedad de retorno y de la humedad del aire
exterior. El control de temperatura se hace con una batería de agua caliente que es
la que trata térmicamente el aire, cuya potencia calorífica tiene que ser la suma
de:
- Pérdidas por los cerramientos.
- Potencia necesaria para llevar el caudal de aire exterior desde la temperatura
exterior hasta la del recinto.
Para controlar esta potencia se instala una válvula de tres vías proporcional
que actuará en función a la temperatura de retorno. La producción de calor puede
obtenerse de una caldera, bomba de calor aire-agua, o cualquier otro sistema de
producción de energía calorífica.

4.2.2. DESHUMIDIFICACIÓN MEDIANTE BATERÍA DE FRÍO

Si hacemos pasar el aire del recinto por una batería de frío, ya sea de
expansión directa o alimentada con agua fría, el aire experimenta un enfriamiento
sensible con disminución de la temperatura, y un enfriamiento latente con pérdida
de humedad por haber alcanzado su temperatura de rocío.
Una vez que el aire ha perdido la humedad deseada, habrá que calentarlo
para devolverlo a las condiciones iniciales de temperatura y por último habrá que
recalentarlo para vencer las pérdidas de calor propias del recinto.
En este caso el aire exterior a aportar será el mínimo higiénico que marque
la normativa y que en el caso de una piscina semiolímpica es de 2.700 m3/h.

4.2.2.1.- DESHUMIDIFICACIÓN MEDIANTE BOMBAS DE CALOR PARA


PISCINAS (BCP)

Existen gran cantidad de equipos, tipo bomba de calor, que se diseñan


específicamente para deshumidificación de piscinas cubiertas. Su uso supone una
gran simplicidad en la instalación, independientemente que el rendimiento
energético del sistema es muy alto ya que se aprovecha toda la energía residual del
ciclo frigorífico.
Por otro lado, permiten adicionar baterías de apoyo eléctrico o de agua
caliente, secciones de free-cooling, varias etapas de filtración, e incluso
intercambiadores de placas para puesta a régimen del agua de piscina. El control
de todos los elementos está generalmente integrado en el propio equipo.
Debe saberse que están concebidos como deshumectadores y por lo tanto,
su funcionamiento está controlado por el humidostato en función de la humedad
relativa del local, y que la aportación calorífica al local se hará empleando baterías
de calentamiento (resistencias eléctricas, caldera, bomba de calor, etc),
independientes del ciclo frigorífico.
Dicho lo anterior, veamos su principio de funcionamiento. En la Figura 03
aparece el esquema de principio de uno de ellos. Básicamente se hace pasar el aire
de retorno por el evaporador del equipo donde se produce la deshumectación.
El aire al pasar por el evaporador se enfría y pierde humedad, y a
continuación se le hace pasar por el condensador del circuito frigorífico (evaporador
y condensador están en serie y físicamente juntos uno a continuación del otro), de
forma que toda la potencia calorífica del ciclo frigorífico se recupera sobre el aire
frío y seco, que es calentando hasta temperatura similar a la que entró en el
evaporador. No obstante como ya hemos dicho, será necesario contar con una
batería de calentamiento integrada dentro del propio equipo.
Si el equipo tiene dos circuitos frigoríficos, lo normal es emplear uno de ellos
sobre el aire y utilizar otro de los circuitos con intercambiador refrigerante/agua
para condensar con el agua del vaso, de tal forma que el calor cedido en la
condensación nos sirva para el calentamiento del agua del vaso, y contrarrestar así
las pérdidas descritas en el apartado 4.2.1.
Además de la batería de recalentamiento cuenta con las opciones de
recuperador de calor para el aire de extracción (no montado en el interior del
equipo), free cooling para que en el caso de que la piscina está abierta en el
verano, la temperatura interior sea similar a la del exterior, es decir, se trata de
trabajar con todo aire exterior para que no se sobrecaliente el recinto respecto de la
temperatura que hay fuera del recinto.
Otra de las opciones es incluir el intercambiador de calor de placas de acero
inoxidable de puesta a régimen del vaso (necesidades descritas en el apartado
3.1.8) y que en el esquema de la Figura 04 está representado fuera del equipo. Por
otra parte, cabe decir que con este equipo de la serie BCP Air Master se cubren las
necesidades de cualquier recinto con varios vasos o de una piscina olímpica, no sólo
por la potencia de deshumectación disponible (hasta 126 Kg de agua/ hora), sino
porque contando con otro generador de calor (en la Figura 04 con una caldera) se
tienen las siguientes prestaciones:
1. Deshumectación.
2. Renovación de aire.
3. Calentamiento del aire ambiente.
4. Puesta a régimen y calentamiento del agua del vaso
5. Free cooling para utilizar la piscina incluso en verano.
6. Recuperación del calor del aire de extracción.
7. Producción del A.C.S. para las duchas.
En el esquema se puede apreciar que el agua caliente del condensador se
puede usar indistintamente para el calentamiento del vaso o para el
precalentamiento del agua caliente sanitaria (A.C.S.), que después ha de pasar a un
segundo depósito para calentarla hasta 60ºC, y eventualmente hasta 70ºC, para la
prevención de la Legionelosis.

4.2.2.2. DESHUMECTACIÓN CON GRUPOS AGUA-AGUA Y


CLIMATIZADORES

Con este sistema el principio de funcionamiento es similar al que hemos


visto anteriormente con las BCP, la diferencia es que se utilizan baterías de aire
alimentadas por agua provenientes de un grupo frigorífico o planta enfriadora de
agua de condensación por agua. En el climatizador (unidad de tratamiento de aire)
la batería de agua fría es la encargada de deshum ectar y la batería de agua
caliente es la que aporta la potencia calorífica necesaria, que es la suma de las
cargas térmicas del recinto más la potencia sensible de la batería deshumectadora .
No hay que pensar que esta sea una carga adicional desde el punto de vista de
consumo energético, ya que toda la energía consumida para eliminar la humedad a
través del equipo frigorífico se recupera en el condensador del mismo.
En la siguiente figura 05 podemos ver el esquema del principio de
funcionamiento de este sistema.
En este esquema se puede apreciar que la recuperación de calor del aire de
extracción se hace mediante una batería de agua fría conectada al circuito de agua
del evaporador del equipo frigorífico.
Hay que hacer notar que la selección del grupo frigorífico se debe hacer en
función de la potencia necesaria para la deshumectación más la potencia de
recuperación de calor del aire de extracción. La potencia térmica del condensador
sirve como base para el calentamiento del recinto y la compensación de las
pérdidas del agua del vaso, teniéndose que suplir la potencia total necesaria con
otro generador de calor (en el esquema A-C, Agua de caldera).
Como podemos apreciar, este sistema, aunque es muy eficiente
energéticamente, necesita de un generador complementario para la climatización
global del sistema.
Para tener un sistema totalmente autónomo y con una eficiencia energética
muy alta, se puede utilizar una bomba de calor de 4 ciclos y un climatizador
definido para las necesidades globales de las necesidades del aire ambiente.
El equipo de 4 ciclos tiene los siguientes modos de funcionamiento (ciclos) :
· Planta enfriadora condensada por aire.
· Bomba de calor aire/agua.
· Bomba de calor agua/agua.
· Desescarche en el ciclo bomba de calor aire/agua.
En su forma de operación, está produciéndose agua fría y agua caliente
simultáneamente en el ciclo agua/agua, cambiando de ciclo para ajustarse a la
demanda que sea necesaria en cada momento. Está claro que mientras esté
funcionado en el ciclo agua/agua la eficiencia energética global, o rendimiento de la
recuperación (R.R.), es máxima.

R.R. = (Pot. Frío + Pot. Calor)/ Pot. Absorbida = EER + COP = 2 x EER + 1.

En definitiva el rendimiento de la recuperación es el doble del coeficiente de


eficiencia energética (EER) más uno, debido a que se están aprovechando la
producción de agua fría para deshumectar y recuperar el calor de aire de
extracción, y el agua caliente para las necesidades caloríficas propias de la piscina
cubierta.
En el esquema de principio de la Figura 06 podemos ver que se ha
prescindido de un segundo generador de calor, por no ser necesario, en cuanto a
climatización, pero sí es cierto, que la producción de A. C. S, necesitaría de un
aporte calorífico extra para elevar la temperatura del agua a los 70ºC requeridos,
como ya se dijo anteriormente
Con este sistema se cuenta con la ventaja adicional de disponer de agua fría
sobrante, ya que normalmente en la climatología de nuestro entorno geográfico y
en este tipo de aplicación en concreto, es mayor la potencia calorífica que la
frigorífica. Este agua fría, que se puede considerar como residual o gratuita, se
podría utilizar para refrigerar otras dependencias, despachos u otros locales dentro
del edificio que lo precisen.
Por último comentar que en estos sistemas de climatización a 4 tubos es
muy conveniente el uso de depósitos de inercia en los dos circuitos de agua, y
especialmente en esta aplicación, en el lado del agua fría del evaporador.

5. EVAPORACIÓN-CONDENSACIÓN-VENTILACIÓN

A mayor temperatura del agua mayor evaporación, aunque la evaporación


también depende de otros parámetros como la humedad relativa del aire, la
presencia y fuerza del viento. En el caso de piscinas cubiertas donde los parámetros
son más estables, la evaporación para una temperatura de agua de 25ºC es de 0.16
l/m2, mientras que si la temperatura del agua sube hasta 30ºC la evaporación
asciende hasta 0.20 l/m2. Esto significa que un aumento de 5ºC supone un aumento
del 25% en la tasa de evaporación.

Una piscina produce continuamente grandes cantidades de vapor de agua


cargado de cloro, debido a la evaporación del agua. Cuanto más elevada sea la
temperatura del agua, más elevada será la tasa de evaporación. Esto, si no es
correctamente controlado, lleva a condensar gran parte del vapor de agua
contenido en el aire sobre las superficies frías, tales como muros, techos y
acristalamientos. El daño que ocasiona la humedad en estos recintos, puede ser
simplemente estético: Pintura ampollada, oxidación en partes metálicas de techos o
estructuras; o ir más allá y comprometer
directamente las estructuras involucradas.
Las piscinas en interiores son ambientes muy corrosivos, que requieren un
delicado equilibrio entre la humedad, la temperatura y la ventilación del ambiente y
la temperatura y química del agua de la piscina. Los niveles de humedad relativa
muy altos afectan el confort y también la salud de los ocupantes del recinto. Para
lograr un sistema de confort ambiental se debe controlar la humedad dañina,
evitando el desperdicio de energía que se generaría a través de la ventilación
convencional. Se debe extraer del recinto de la piscina, el calor y la humedad del
aire húmedo caliente en forma eficiente, y regresar un aire seco y cómodo. Una
pileta climatizada requiere calefacción del 70% al 90% del año, por lo tanto, las
condiciones internas y externas deben ser monitoreadas constantemente, al más
bajo costo de energía utilizada, para permitir la operación más eficiente, pudiendo
lograrse ahorros adicionales, mediante un economizador completo, que utiliza el
aire externo, cuando esto es sensato desde el punto de vista económico y de la
comodidad. El control de temperatura y humedad, entonces, juega un rol
fundamental, convirtiéndose en el corazón del sistema.
El principal propósito del control de la humedad es proteger al edificio, por lo
tanto, la atención del diseñador deberá estar puesta en prevenir la condensación.
Para lograr este objetivo es mejor controlar el punto de rocío, que mantener una
determinada humedad relativa interior. Concentrarse en el punto de rocío hace más
fácil evitar la condensación y sus consecuencias negativas.
Para prevenir la condensación, el punto de rocío del aire debe ser
mantenido por debajo de la temperatura de las superficies más frías
dentro del edificio. Lo bajo que deba mantenerse el punto de rocío depende de
cómo de frías esas superficies pueden estar. El cerramiento debe estar diseñado (y
construido) de manera tal, que las paredes y el techo, mantengan el aire húmedo
dentro del ambiente de la piscina, evitando que el aire húmedo ingrese a la pared
fría.
5.1. Humedad

El nivel de la humedad relativa en una


piscina normalmente está entre el 50% y 60%
durante el año para el confort del ocupante y para
mantener niveles razonables de evaporación del
agua. En temperaturas de ambiente de 28ºC a
30ºC, la temperatura de punto de rocío del
ambiente puede variar entre 16ºC y 21ºC como se
muestra en la figura.
En el límite superior de la zona de confort para
piscinas cubiertas, se encuentra en el aire
aproximadamente un 75% más de la humedad que se encuentra típicamente en los
edificios acondicionados. El diseñador debe estar atento a este tema y minimizar la
condensación en las superficies frías de estas piscinas. Cuestión que no siempre es
tan obvia.

Para complicar más el asunto, el calor y el ambiente húmedo no


desaparecen cuando la gente se va a casa. No se puede dejar desprotegida a la
pileta durante la noche. Se sabe que los cobertores de las piscinas disminuyen
marcadamente el rango de evaporación si se utilizan todo el tiempo. Pero, a pesar
de las mejores intenciones de los diseñadores, fabricantes y aún los operadores de
las piletas, esos dispositivos no son usados consistentemente durante largos
períodos de tiempo.
La continua producción de vapor (24/7) se reduce durante períodos desocupados.
Mientras que una piscina desocupada genera solamente de 25% a 35% como
mucho de vapor de la que produce una totalmente ocupada, la producción de
humedad nunca desaparece completamente. Las reducciones de temperaturas
nocturnas no pueden utilizarse para una piscina porque disminuyendo la
temperatura de ambiente sólo se aumenta el rango de evaporación de la piscina.

Diseñadores y propietarios deben entender que nunca se puede apagar el


equipamiento de control del ambiente de la piscina.

En general, la circulación continua del aire debe mantenerse las 24 horas del
día. Sólo le toma de 20 a 30 minutos a la humedad relativa incrementarse de 80% a
85% si el equipo de deshumidificación se apaga en una piscina. Para ayudar al
ahorro de energía, es conveniente cerrar el aire de ventilación y reducir la carga en
el equipo de deshumidificación durante horarios desocupados. También es
beneficioso si el equipo acondicionador puede tomar alguna ventaja del aire
exterior aún durante los horarios desocupados, cuando las condiciones exteriores
sean favorables para ayudar al control de la humedad en el espacio interior.

5.2. Calidad del aire interior

Se recomienda un rango de ventilación de 2.4 L/s por m2 del área de la


piscina y de la superficie cubierta. Los elevados niveles de temperatura y humedad,
resultan en cargas de los equipos de deshumidificación y de calefacción diferentes
de las aplicaciones normales de aire acondicionado. Si se mantiene la temperatura
del ambiente en 29ºC, luego cualquier aire exterior que ingrese dentro del
ambiente a temperaturas por debajo de los 29ºC ayuda a enfriar el ambiente e
incrementa la carga de calefacción tan rápido como la temperatura exterior
disminuya. Similarmente, cuando la temperatura de punto de rocío exterior se
encuentre por debajo de la temperatura de punto de rocío del aire de la piscina,
éste puede ayudar a retirar el vapor generado por la propia piscina y los ocupantes.
Por supuesto, cuando la temperatura de punto de rocío del aire exterior es superior
al del aire de la piscina, el aire exterior ayuda a la carga de vapor.

5.3. Introducir aire en el lugar adecuado

Se recomiendan rangos de intercambio de aire que van desde cuatro a ocho


cambios de aire por hora dependiendo del uso de la picina, ocupación y tipo de
equipamiento. La experiencia de los arquitectos dice que el diseño del sistema de
distribución de aire es más importante que el rango de intercambio de aire. La
distribución apropiada del aire es más importante que la cantidad de aire exterior
introducido. Si bien puede parecer más fácil para ahorrar energía el sustituirla
utilizando el aire exterior para el control apropiado de los contaminantes, que
diseñando sistemas de distribución, el propietario paga por el uso incrementado de
energía para siempre.

Es más importante asegurar que el aire acondicionado se dirija donde se lo


requiere que asumir que él mismo encontrará su propio camino. Decidir dónde
necesita dirigirse ese aire no es muy complicado. Lugares obvios son aquellas
superficies que puedan enfriarse, sectores de espectadores y un movimiento suave
en la superficie de la piscina.

El sistema de distribución de aire debe diseñarse para que la eficiente


deshumidificación y la aceptable calidad de aire dentro de la piscina puedan
alcanzarse. Aumentando solamente el caudal de aire del equipo de
deshumidificación raramente se resuelven los problemas de condensación o zonas
de aire de baja calidad. A raíz de las altas temperaturas de punto de rocío en una
piscina, existen más lugares donde la condensación puede efectuarse al igual que
lugares donde debe haber corriente de aire para mantener la calidad del mismo.

A continuación, algunas de las consideraciones para proveer una


distribución del aire apropiada:

_Superficie de la pileta: El flujo de aire sobre la superficie de la pileta y el área de


la orilla debe minimizarse para reducir los golpes de aire sobre los nadadores y
reducir el porcentaje de evaporación, el cual aumenta con la velocidad del aire. Sin
embargo, no puede encontrarse en cero. Algunas sustancias gaseosas tenderán a
juntarse en la superficie de la piscina si no hay una pequeña y uniforme corriente
de aire sobre la superficie. Estos gases a menudo irritan los ojos y pueden crear
problemas respiratorios.
Generalmente, las quejas sobre condiciones insatisfactorias en la piscina son
debidas a la inapropiada distribución del aire y el clorito que no está siendo
removido de la superficie de la pileta.
Frecuentemente, los diseñadores del equipamiento de deshumidificación son
los únicos culpados, aunque no sean quienes diseñaron el sistema de distribución
de aire. Ya que las aperturas de alimentación pueden encontrarse a una altura que
va entre los 4.5 a 9 m de la superficie de la piscina, el diseñador debe ser cuidadoso
para proveer un flujo de aire apropiado en la superficie de la pileta. Las correctas
ubicaciones del aire de retorno pueden ser de ayuda.

_Ubicaciones del aire de alimentación y de retorno: Los altos techos en las


piscinas son muy frecuentes y los difusores del aire de alimentación ubicados cerca
del techo son inadecuados para bajar el aire hacia la piscina y las orillas. Algunas
veces el aire de alimentación es introducido a nivel del piso para recubrir las
superficies más frías, particularmente en climas donde se requiere un predominio
de calefacción. De todas formas, deben seleccionarse las rejas para la alimentación
del aire que provean suficiente corriente para recubrir las superficies de interés.

Aunque puede ser más simple, puede ser un error el localizar los retornos a
la misma altura que el aire de alimentación. Los corto-circuitos ocurren cuando el
aire de alimentación deja el espacio acondicionado sin mezclarse con el aire
ambiente. Esto puede ocurrir de forma inadvertida cuando las aperturas del aire de
alimentación y del de retorno no son consideradas cuidadosamente y cuando la
corriente desde los difusores de alimentación no es adecuada para distribuir
apropiadamente el aire. Es importante ubicar estratégicamente los retornos para
minimizar corto-circuitos como también para proveer el movimiento del aire sobre
la superficie de la piscina. Ya que el aire de alimentación es distribuido
comúnmente sobre las superficies exteriores, los retornos deben ubicarse en las
superficies interiores.

Otro problema común es proveer una ubicación subdimensionada para el


aire de retorno. Por supuesto, los retornos se localizan en lugares fuera del paso ya
que son ruidosos e impresentables. Además del potencial ruido generado por la alta
velocidad del aire, puede causar zonas de aire muerto en el espacio. Dimensionar
apropiadamente el retorno puede eliminar casi siempre el ruido de aire y reducir la
pérdida de presión estática perdida en el sistema de conductos.

Si nos encontramos con una piscina tibia, hidromasajes ó piscina para niños
(a menudo mantiene una temperatura del agua superior), debe localizarse una
rejilla de aire de retorno en las cercanías para delimitar el impacto del creciente
porcentaje de evaporación. Ésta no debe ser la única vía de retorno ya que puede
llevar al equipamiento de deshumidificación a detectar de manera engañosa una
humedad relativa superior a la que realmente existe. A veces, puede utilizarse un
ventilador de expulsión auxiliar para ayudar al control de evaporación desde dichas
áreas.

_Áreas del espectador: Los espectadores quieren estar frescos y confortables.


Ellos no comprenden que no puede mantenerse el espacio de la piscina en una
temperatura y el área del espectador a otra temperatura diferente sin ninguna
barrera entre los dos espacios. Un ventilador de aire auxiliar puede ser utilizado
para hacer circular una corriente de aire extra en las áreas del espectador durante
los períodos de alta concurrencia.

Una atención cuidadosa a las ubicaciones de los difusores del aire de


alimentación también puede ser útil. Por ejemplo, ubicando los difusores de aire de
alimentación para que soplen aire seco sobre las caras de los espectadores se
logrará que se sientan más confortables. Localizando una rejilla de aire de retorno
detrás del área del espectador ayudará a dirigir a la corriente de aire.

_Vestuarios: No se puede emplear el sistema de deshumidificación de la piscina.


Los vestuarios deben poseer sistemas de ventilación y de extracción separados.
Hay que tener especial cuidado con los pasillos abiertos entre la piscina y los
vestuarios. La presión negativa dentro del vestuario pueden arrojar aire cargado
con clorito dentro del mismo, causando posiblemente corrosión. Es mejor convencer
al arquitecto de que es necesaria una puerta.

5.4. Presurización del ambiente

Debe mantenerse una ligera presión negativa dentro del área de la piscina
con respecto a las áreas adyacentes del edificio y los alrededores para prevenir la
migración de vapor y de olor a cloro. Esto puede ser más complicado de lo que
parece porque a menudo existen varios tipos de espacios adjuntos como vestuarios,
pasillos, áreas comunes y paredes externas. No está claro que espacio utilizar, ya
que las condiciones pueden variar sustancialmente durante los períodos de alta
concurrencia y los horarios deshabitados.

Ciertamente, la presión de referencia debe ser coordinada con zonas que


posean sistemas de extracción independientes, tales como los vestuarios. Hay que
tener cuidado de no exagerar tampoco con la presión negativa. Las puertas pueden
ser difíciles de abrir porque esto sólo toma una pequeña diferencia de presión
debido a la gran superficie que ocupa la puerta. Se pueden ocasionar silbidos en las
hendijas de las aperturas. El aire indeseable de los vestuarios y baños pueden
causar problemas de olor. Las fugas de aire sin controlar en el ambiente pueden
incrementar la carga en el equipamiento de deshumidificación. El aire exterior frío
introducido por las rendijas de las puertas puede causar formación de escarcha en
el interior de la misma aún cuando la temperatura del espacio sea de 28ºC.

Es necesario instalar el sistema de conductos de forma tal que no se genere


ninguna condensación en la operación del mismo. Todas las uniones de los
conductos de alimentación y retorno deberán ser sellados, incluyendo las
conexiones a las rejas de alimentación, ventiladores y rejas de aire de retorno.

Se requiere una atención especial a los conductos de retorno, los cuales


poseen una presión negativa. Cuando las uniones en los conductos de retorno no
están selladas, el aire proveniente de los espacios sin acondicionamiento puede ser
succionado y puede llegar a generar condensación indeseada, como también puede
disminuir la operación del equipamiento de deshumidificación. Los materiales del
conducto necesitan ser resistentes a la corrosión del cloruro libre. Cuando los
conductos se desplazan por fuera del espacio acondicionado, el aislamiento debe
localizarse en el exterior del conducto. Las juntas deben ser selladas, envueltas y
cubiertas.

5.5. Condensaciones

El vapor de agua en el aire cambia a la fase líquida, cuando el aire se enfría


por debajo de su punto de rocío, el cual se encuentra a 100% de humedad relativa.
La condensación ocurre cuando las moléculas de agua líquida se acumulan, se
forman gotas, y la humedad se condensa saliendo del aire. La condensación puede
dañar la madera, el papel y otros materiales. Acelera el deterioro y oxidación del
acero y causa el resquebrajo de la pintura. En las piscinas cubiertas, los cloritos
(bioproductos provenientes del sistema de control químico del agua de la piscina)
combinados con la humedad del aire se condensan en las superficies frías formando
una solución rica en cloruro que corroe la mayoría de los metales, incluyendo
algunos aceros noxidables.

Si el control de la humedad es ignorado durante el diseño del cerramiento de


la piscina, y el aislamiento del mismo así como durante la supervisión de su
construcción, pueden ocurrir problemas, incluyendo la condensación masiva;
grietas en los techos; aislamientos mojados; marcas de humedad; hongos; moho;
texturas corroídas; mampostería fracturada y hasta un eventual colapso de la
estructura.
5.6. Superficies frías

Cuando cualquier superficie se enfría a una temperatura por debajo del


punto de rocío del aire circundante, se condensará humedad en la misma.
Superficies potencialmente frías incluyen paredes exteriores, ventanas, marcos de
ventanas/puertas, y aberturas cenitales. Las ventanas con vidrios simples, los
herrajes de metal de las ventanas y las puertas así como también los sostenedores
del techo, crean un puente térmico entre el clima frío exterior y el aire húmedo
interior. La mayoría de los diseñadores reconocen la necesidad de colocar vidrios
térmicos en las ventanas. Dependiendo de la temperatura exterior estimada, los
vidrios dobles pueden llegar a no ser suficientes. Más aún, la mayoría de los
diseñadores no especifican (y sostienen las especificaciones cuando el costo de
ingeniería se realiza) que los marcos de las ventanas lleven el adecuado, o algún,
aislamiento térmico.

La mayoría de las piscinas poseen al menos una salida de emergencia al


exterior. Tales puertas deben seleccionarse con cuidado. El aislamiento térmico se
requiere tanto para la puerta como para su marco así como también, como mínimo,
doble vidrio en las ventanas. Algunos de los lugares olvidados más comunes son los
bordes y las cerraduras de las puertas. Se han observado instalaciones que parecía
como si alguien hubiera rociado las puertas con una manguera. Otra instalación
poseía hielo sobre el interior del marco de la puerta.

Las ventanas que están posicionadas hacia el interior del edificio también
pueden formar condensación, particularmente si la superficie de la ventana está
bañada por aire proveniente del sistema de aire acondicionado situado en el lado
exterior de la misma. Aquí por lo general es mejor utilizar ventanas con doble vidrio.
Los acristalamientos cenitales son similares al resto de las ventanas excepto
por encontrarse ubicados en el techo, que es un peor lugar. Ya que hay calor, aire
húmedo que se eleva y una corriente de aire que no suele ser tan buena en la
cumbre del edificio como en otros sitios, el nivel de humedad cerca de las aberturas
cenitales será superior que en cualquier otro lado. Algunas aplicaciones incluyen
acristalamientos cenitales operables ó techos corredizos para ventilar en verano.
Estas ventajas conllevan una desventaja, ya que cualquier cosa que pueda abrirse
es más difícil de sellar y pueden poseer mecanismos que sean problemáticos para
aislar térmicamente. Al menos, el equipamiento de deshumidificación debe estar
interconectado con dichas aberturas para que el equipo no utilice energía
innecesaria cuando las ventanas cenitales se encuentren abiertas.

5.7. Retardadores de vapor

La formación de humedad se produce por las diferencias en la presión del


vapor del agua entre dos espacios. Si una parte de la piscina posee paredes, suelos
o techos adyacentes a espacios internos, se requerirá un retardador de vapor. Hay
que recordar que la diferencia en las cantidades de humedad en el aire de ambos
ambientes puede ser grande.

Las piscinas deben construirse tan herméticos al paso de vapor como sea
posible. Los retardadores de vapor, que son materiales semi-permeables al vapor,
deben localizarse inmediatamente detrás del interior de la superficie de la pared,
para que el aire húmedo y el vapor queden retenidos dentro del espacio, en vez de
moverse hacia las cavidades frías de la pared. Todas las uniones de los
retardadores de vapor deben ser selladas en vez de simplemente superpuestas. El
retardador de vapor debe encontrarse también sellado al techo y al suelo para
prevenir la filtración de humedad a las paredes a través de esas uniones. Todas las
juntas alrededor de los interruptores y de los enchufes deben sellarse para prevenir
la migración de vapor localizado. Es importante la continuidad ininterrumpida del
retardador de vapor.
La temperatura de punto de rocío del aire es la clave. Ya que la temperatura
de punto de rocío en el aire de una piscina es alta de forma preestablecida, todo lo
demás en el edificio debe poder acomodarse a ella. Se sugiere que la superficie
más fría se encuentre como mínimo a 3ºC sobre el punto de rocío del ambiente de
la piscina.

5.8. Deshumidificación

Por la razón de que la mayoría de las piscinas utilizan sistemas de control


químicos en el agua basados en el cloro y porque el control de los químicos del
agua no siempre es el adecuado, las condiciones que experimenta el
deshumidificador son a menudo muy duras. Esto requiere que el fabricante tome
precauciones extras para proteger el equipamiento asegurando una vida útil
satisfactoria. Se requieren materiales especialmente recubiertos o que sean
especiales para serpentinas de refrigeración e intercambiadores de calor y también
requerirán pintura aquellas partes que posean un interior metálico. Es importante
aislar equipamientos operativos tales como las partes eléctricas y de refrigeración
para minimizar la corrosión. O sea que, por lo general, los equipamientos de aire
acondicionado de operación standard no son adecuados para usarlos en una
piscina. Por lo tanto, el equipamiento de un natatorio cuesta más que un
equipamiento de aire acondicionado standard.

Los deshumidificadores de los natatorios se diferencian de los equipamientos


de aire acondicionado standard en que son diseñados para remover mucha mayor
cantidad de humedad del aire (un factor de calor sensible de 0.5 a 0.6 contrasta
con un factor de calor sensible de 0.8 en las unidades de aire acondicionado
standard). Esto posee varias ramificaciones: Primero, que probablemente el
equipamiento es más costoso por unidad de enfriamiento. Segundo, tiene
disponible una mucha menor capacidad de enfriamiento sensible que con los aires
acondicionados standard. Esto puede afectar dramáticamente el tamaño del
equipamiento requerido cuando el espacio posea una alta carga de enfriamiento.

Los deshumidificadores del natatorio son por lo general productos de alto


mantenimiento. Sumado al hecho de que el equipamiento debe funcionar a 24/7,
las duras condiciones del aire pueden causar un rápido deterioro del mismo si no se
efectúa un mantenimiento periódicamente. El equipamiento del natatorio posee
correas, filtros y cojinetes que requieren ser inspeccionados y atendidos a
intervalos que parecen ser demasiado frecuentes para los dueños. Por lo tanto, el
diseñador debe asegurar que el equipamiento sea fácilmente accesible.

Pueden utilizarse diferentes configuraciones de los ventiladores para


mantener el control de la presión negativa del espacio, utilizar el aire exterior como
economizador, controlar el aire exterior para la ventilación, y proveer un ciclo de
purgación durante el mantenimiento químico periódico del agua de la piscina.

_Configuración de los ventiladores de alimentación/retorno: Dos


ventiladores se ubican dentro del compartimiento del equipamiento. El ventilador
de retorno es dimensionado para encargarse de la presión estática del conducto de
retorno, mientras que el ventilador de alimentación se encarga de la presión
estática del conducto de alimentación. La presión negativa en el espacio puede
mantenerse fácilmente cambiando la velocidad del ventilador de retorno, del
ventilador de alimentación, o de ambos.
Generalmente se utiliza una caja mezcladora de aire con tres dampers para
obtener el 100% de aire exterior, o un porcentaje mínimo del mismo, o cualquier
porcentaje de aire exterior para la deshumidificación cuando sea apropiado. Esta
configuración tiene por lo general dos secciones de filtros, una para el retorno y una
para la alimentación.

_Configuración de los ventiladores de alimentación/expulsión: El ventilador


de alimentación se encarga tanto de la presión estática del conducto de retorno
como de la del conducto de alimentación. Un ventilador de expulsión independiente
puede localizarse en el compartimiento del deshumidificador o en una localización
remota. Esta configuración sólo es permitida para el caso de requerimientos de aire
exterior mínimos (generalmente alrededor de un tercio del caudal de aire) y
requiere una pequeña segunda área de filtrado especialmente para el aire exterior.
El ventilador de expulsión y los dampers de control del aire exterior deben
coordinarse mediante el deshumidificador para una operación apropiada.

_Ventilador de purga/expulsión/alimentación: Esta configuración es similar a la


del ventilador de expulsión/alimentación excepto por el hecho de que incluye un
ventilador de purga, el cual generalmente puede manejar por lo menos dos tercios
del caudal de aire, para obtener aproximadamente el 100% del aire exterior.
Esta configuración requiere un área de filtrado independiente capaz de
proporcionar un caudal de aire exterior completo como así también un damper
mecánico para el control.

Comúnmente se utilizan equipos de refrigeración mecánicos para las


piscinas. Son diseñados especialmente para obtener altas capacidades de humedad
removida, bajo porcentaje de calor sensible, utilizando un ciclo de refrigeración
standard. Estos sistemas están equipados con múltiples serpentinas condensadoras
usadas para el enfriamiento del espacio, el recalentamiento del aire y la calefacción
del agua de la piscina, al mismo tiempo que se controla la temperatura del espacio
y el punto de rocío. Los equipos de refrigeración y deshumidificación mecánicos son
buenos en utilizar lo máximo posible el calor rechazado. Como la evaporación del
agua de la piscina causa que la temperatura de la misma disminuya, la calefacción
del agua es requerida a lo largo de todo el año. La utilización del calor rechazado
para la calefacción del agua de la pileta es importante.

Donde los códigos locales lo permitan, recuperar la humedad condensada


del aire y devolviéndola a la piscina puede ser económico ya que reduce la cantidad
requerida de agua para el mantenimiento del nivel de la misma. En una piscina
grande y activa pueden necesitarse cientos de litros de agua por hora evaporados.

Existe total requerimiento de calefacción motivada por la sumatoria de las


pérdidas principales del cerramiento de la piscina, el aire de ventilación y el agua
misma por el enfriamiento continuo debido a la evaporación. Generalmente, el
requerimiento auxiliar de calor existe tanto para el agua de la piscina como para el
aire. Esto es válido sin importar qué tipo de equipamiento sea empleado para la
deshumidificación. Sin embargo, si el equipamiento de climatización puede reciclar
el calor inutilizado del proceso de deshumidificación nuevamente en el agua de la
piscina, esto reduciría el uso energético sustancialmente. Los calefactores auxiliares
del agua de la piscina necesitan ser dimensionados para manejar la pérdida total de
calor ocasionada por la evaporación y por el agua fría de renovación. El calefactor
auxiliar del agua de la pileta también puede necesitar una capacidad suficiente
para calentar una piscina de natación completa a una temperatura de operación en
una cantidad de tiempo razonable cuando la picina ha sido llenada completamente
después del mantenimiento o porque los sólidos disueltos en el agua de la piscina
se han vuelto incontrolables.

Donde el punto de rocío del aire exterior sea lo suficientemente bajo, las
unidades con el 100% de aire exterior están ganando popularidad. Tales unidades
utilizarán normalmente un dispositivo de recuperación de calor tal como un
intercambiador de calor aire/aire entre el aire de expulsión y el aire exterior.
Cuando la temperatura de punto de rocío del aire exterior se encuentre sobre los
15ºC a 18ºC aproximadamente no será posible mantener la humedad del espacio a
niveles aceptables, y será requerido algún tipo de deshumidificación auxiliar.
Cuando la temperatura exterior se encuentra sobre los 24ºC aproximadamente no
será posible mantener la temperatura ambiente en niveles aceptables. En estos
casos deberá proveerse algún tipo de serpentina de enfriamiento auxiliar. Será
necesario también un calefactor auxiliar para las condiciones de invierno.
Los dispositivos recuperadores de calor del tipo aire/aire pueden
utilizarse para recuperar la energía desde el aire de expulsión al aire de
alimentación, por lo que el tamaño del calefactor auxiliar puede reducirse.

Al considerar tales dispositivos, el diseñador debe tener en cuenta los


posibles problemas ocasionados por la alta carga de humedad del aire de expulsión.
Si el dispositivo recuperador de calor es demasiado eficiente, a bajas temperaturas
de aire exterior, puede producirse la condensación de la humedad y el
congelamiento en el sector de expulsión del intercambiador de calor. Si el
dispositivo recuperador de calor no es eficiente, sus beneficios serán mínimos y se
requerirá mayor calefacción auxiliar. No se utilizan ruedas entálpicas en las piscinas
ya que no hace falta incrementar la humedad en el aire entrante.

El equipamiento de climatización es seleccionado principalmente para


remover la carga de humedad. Los porcentajes de circulación de aire y los
requerimientos del aire exterior son también parte de las consideraciones. Los
fabricantes de los equipos climatizadores para natatorios poseen programas
informáticos para ayudar al diseñador a seleccionar los equipamientos apropiados.
Potencialmente deben tenerse en cuenta aquellas grandes cargas de enfriamiento
sensible generadas a raíz de extensas superficies vidriadas orientadas hacia el sur y
los acristalamientos cenitales. Sin embargo, ellas pueden causar que el equipo de
climatización se sobredimensione.

La cantidad efectiva de humedad en el aire (humedad absoluta) es


representada por la temperatura de punto de rocío. En los espacios húmedos de la
piscina, la cantidad real de humedad en el aire no varía rápidamente aún cuando el
equipamiento de deshumidificación se encuentre operando. Por otro lado, la
humedad relativa puede variar considerablemente con un pequeño cambio en la
temperatura de bulbo seco del espacio. Es importante que el sistema de control del
equipo de climatización trabaje para mantener la apropiada temperatura de punto
de rocío y no la humedad relativa, para obtener una mejor estabilidad controlada.
Naturalmente, el usuario no sabrá probablemente qué temperatura de punto de
rocío programar, será el sistema de control el que deberá permitir programar una
temperatura ambiente nominal y una humedad relativa y el mismo será el
encargado de hacer la conversión internamente a la temperatura del punto de
rocío.

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