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sección según la misma proporción, la del género de lo que se ve y otra la del que se
intelige, y tendrás distinta oscuridad y claridad relativas;… ¿Estás dispuesto a declarar
que la línea ha quedado dividida, en cuanto a su verdad y no verdad, de modo tal que
lo opinable es a lo cognoscible como la copia es a aquello de lo que es copiado?’’
Platón (nacido en el siglo V a. C.), nace y vive en un periodo de gran agitación social y
política, y de gran incertidumbre por el futuro, como consecuencia de las Guerras del
Peloponeso entre Atenas y Esparta. Esta guerra fue causada durante el reinado de
Pericles, que había llevado a Atenas hacia su máximo esplendor cultural con personas
como: Fidias, que crea las famosas esculturas que decoran el Partenón, Sófocles, que
triunfa con sus tragedias y Aristófanes con sus comedias…etc, e instaurando un sistema
democrático donde la gran mayoría de los ciudadanos formaban parte de la Asamblea.
La injusticia del orden oligárquico y los errores de la democracia, hacen que Platón busque
un planteamiento más racional y justo. Él mismo lo expresa en una de sus Cartas, escrito
muy posteriormente, que se trata de un documento fundamental para conocer la
autenticidad de la mayor parte de sus escritos. Esta crítica a la democracia, la realizó
sirviéndose del mito de la Caverna, que aparece en su libro de La República.
Este ideal político le lleva a fundar la Academia. En ella se estudian todas las ciencias y
conocimientos necesarios para la formación de los filósofos gobernantes, tal como explica
en el libro VI de la República: aritmética, geometría, música y dialéctica. Por otro lado, la
Academia se convirtió en el foco de la ciencia y el arte griego de la época, donde brillaron
grandes matemáticos como Teeteto, al que Platón dedica uno de sus diálogos. De la
Academia también salió otra de las grandes figuras de la filosofía y ciencia griega, su
discípulo Aristóteles.
En una de esas guerras, muere finalmente Pericles, que dan al traste la hegemonía y
prosperidad de Atenas. Una vez derrotada, Esparta impone en Atenas el gobierno de los
Treinta Tiranos. Platón tenía entonces 24 años y de dicho gobierno formaban parte su tío y
su primo. Su anterior rechazo por la democracia se hizo mayor cuando se reinstauró en
Atenas, y ésta condena a muerte a su maestro y amigo Sócrates.
Respecto al contexto filosófico, durante el período de las Guerras del Peloponeso, con
filósofos como Heráclito, Parménides, Anaxágoras o Pitágoras, (cuya originalidad
radica en buscar el arché o principio de las cosas en la naturaleza, y no en la voluntad de
un ser divino), en Atenas no había lugar para la filosofía ya que se había vuelto algo
remoto para la gente corriente. Pensaban que toda ella no respondía a ninguna
necesidad humana e iba en contra de las experiencias básicas.
Por ello, más tarde, un nuevo grupo de intelectuales intentó llevar de nuevo a Atenas
la filosofía. Estas personas se llamaban sofistas, y se establecieron como educadores
ya que la educación por aquellos tiempos concluía a los 14 años. Buscaban
seriamente la verdad pero a su manera y creían que estaban allí para llevar a cabo
una misión importante. Platón los criticó duramente por su forma de entender la
educación: para Platón, no se trata de introducir conocimientos en la mente del educado,
sino en enseñar a mirar hacia donde merece la pena mirar. Sin embargo, compartía con
ellos la idea de la necesidad de la educación para hacer de los hombres buenos
ciudadanos. Los sofistas desarrollaron temas de mucha diversidad como: la autonomía, la
liberación, la capacidad para legar a la gente corriente… etc. Estaban interesados en el
techne, que según ellos los llevaría fuera de este mundo, y además, los sofistas deseaban
fervientemente hacer dinero ya que pensaban que ayudaban a los ciudadanos corrientes a
aprovechar las ventajas de sus nuevas oportunidades. Algunos de los sofistas más
importantes fueron Gorgias que parodiaba la complicada lógica de los physikoi milesios y
eléatas y daba lecciones de retórica y persuasión, Hipias de Elis, que daba clases de
matemáticas, aritmética, música, poesía… sus poemas los leía en los Juegos Olímpicos y
enseñaba a enormes multitudes. Pero el más importante sofista de todos, fue Protágoras,
cuya especialidad era la ley y el gobierno. S u principal característica es que enseñaba a
sus alumnos a cuestionárselo absolutamente todo y que no aceptaran de segunda mano lo
que venía impuesto por los demás a menos que ellos mismos lo comprobaran.
Por otro lado, su influjo más cercano le viene de su maestro Sócrates, del que aprende la
necesidad de definir los conceptos y su intelectualismo moral. El rasgo más distintivo del
gran filósofo era que hablaba con todo el mundo y de todos los temas imaginables. Su
propósito era desmontar las teorías de aquellas personas con las que estaba hablando y
que ellas mismas mediante simples preguntas se dieran cuenta de que sus ideas no
estaban bien montadas y que realmente no sabían nada. Éstos diálogos destinados a
averiguar la verdad se les llamó dialéctica. Por otro lado, Sócrates afirmaba que podemos
hallar definiciones universalmente válidas y comprensibles. Platón también se inspira en él
para afirmar la existencia de un mundo noético y toma su concepción del saber y el camino
para alcanzarlo. Sócrates también estaba en desacuerdo con los sofistas en cuanto a
conceptos como el valor, la justicia, la piedad y la amistad ya que él no pensaba que
fueses ficciones vacías, aunque tampoco pudiera definirlas.
Platón como hemos podido comprobar se apoyó fundamentalmente en las creencias y
opiniones tanto de los sofistas como en Sócrates.
2. Comentario de texto:
Este símil de la línea está relacionado directamente con toda la filosofía desarrollada por
Platón a lo largo de su vida, ya que expone en ella su concepción platónica de que el
objeto supremo del conocimiento son las Ideas, doctrina arraigada en su ontología
dualista, que distingue entre mundo sensible e inteligible; y en su dualismo antropológico,
que diferencia entre cuerpo y alma. En este símil, explica razonadamente el por qué de las
conclusiones a las que llega y todo ello, quedará confirmado a lo largo de sus obras.
Respecto a materia política, sabemos que Platón creía que para detener la corrupción en
el ámbito político era necesario detener también todo cambio político. Por ello, intenta
instaurar un Estado indemne, es decir, el Estado perfecto, lo cual quería decir, un Estado
totalitario. Sin embargo, Platón sugería que en él debía existir la justicia, pero para él este
concepto significaba algo así como ‘’lo que más le interesa al Estado’’ lo cual era una
definida división de clases.
Todo esto, nos da a entender que Platón era partidario de un régimen no igualitario, en el
que del gobierno debía encargarse aquellos filósofos preparados para ello y que tomaran
las decisiones acertadas y ‘’justas’’. Esto es lo que se han basado muchos regímenes
políticos como el comunismo o el nazi.
En cuanto a la sociedad actual, donde prima lo estético, la forma en que una persona se
presente a los ojos de los demás condiciona el concepto que van a tener de ti, y te
conciben y retratan conforme a ello sin molestarse en ver más allá. Platón ve al mundo
sensible como una burda mascarada, como una irrealidad deformada de una realidad
superior, el "Mundo de las Ideas". Desde esta perspectiva, aboga por la necesidad de
desenmascarar a todos aquellos que ven en la apariencia la impresión que vale y que
prima, y eso es con lo que se quedan a la hora de dar una valoración de una persona.
En el campo de las matemáticas, Platón, matematiza toda la realidad. Para él las
estructuras matemáticas gobiernan tanto el mundo inteligible como el sensible, y las
matemáticas están dotadas de un carácter de necesidad divina. Desde su punto de vista,
los conceptos matemáticos podrían existir en sentido etéreo e intemporal, lo cual queda
recogido en ’’El conjunto de Mandelbrot’’ de Roger Penrose, donde se expone que los
objetos del mundo matemático deben de tener una cierta realidad autónoma ya que son
algo más que estructuras arbitrarias, y que es como si estuvieran guiadas por alguna
verdad exterior. Es decir, las matemáticas, no se tratan de una invención humana, sino de
un descubrimiento que siempre ha estado ahí. Esta opinión se ha calificado por su relación
con Platón, de platonismo matemático.