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Pericia e Integridad

Si no eres íntegro en tu casa, es muy difícil serlo en la célula, discipulado,


iglesia, mucho menos en la nación.

Salmo 78:70 en adelante

Eligió a David su siervo y lo tomó de las majadas de las ovejas. Detrás de


las paridas lo trajo. Para que apacentase a Jacob su pueblo y los apacentó
conforme a la integridad de su corazón y con la pericia de sus manos.

Los apacentó con la integridad de su corazón.

¿Qué siervo es el que no sirve? Somos hijos de Dios por adopción, pero
también sus siervos, pues le servimos. Normalmente, el que cuida ovejas
menosprecia lo que está haciendo, pero de andar cuidando ovejitas, ahí
encontró Dios a un rey. Tú no sabes qué promoción viene a tu negocio, tu
trabajo o a tu vida por cuidar las ovejas del Señor. No sabes si tu trabajo
está siendo promovido porque Dios está viendo cómo cuidas a sus ovejas.
Tu jefe no está viendo cómo cuidas a tus ovejas para promoverte, pero en
los cielos sí se está viendo.

La Biblia dice: “Mis ovejas oyen mi voz y me siguen”, pero no las recién
paridas, a éstas hay que andarlas siguiendo, eso se llama consolidación.
Hay que cuidarlas. Debes diferenciar, pues cuando una persona nace de
nuevo, no le mires la edad natural que tiene, porque en el espíritu es un
recién nacido que necesita que lo andes siguiendo. Lo tienes que traer tú,
subirlo en el carro, bus, etc., y traerlo a la iglesia. Conforme van
creciendo, oyen la voz del líder y lo siguen.

Todos los líderes debemos tener pericia para hacerlo, ser inteligentes,
sagaces, astutos, sabios; hay que saber cómo hacer una llamada. Primero
llama y pregunta cómo le fue, estar interesado primero en la persona y
luego en lo que hizo. Tener pericia para pastorear. Para todo trabajo se
requiere pericia. Si eres arquitecto, sé uno bueno. Si vas a ser un
vendedor, sé un buen vendedor; si gerente, buen gerente; si estudiante,
buen estudiante.

Muchos tienen dones, talentos y triunfan rápido, pero la integridad es la


que hace que triunfes permanentemente. Hay cosas que son cuestión de
integridad y no de pericia. Sé íntegro en tu trabajo como líder. Si uno del
grupo decide congregarse en otra iglesia, no debe ser razón para
enemistarse con él. Cuando hacemos una llamada a alguien, debe ser para
trabajar por el reino de Dios, no por un número en nuestra célula o
iglesia. Pastorea con integridad de corazón, síguelos amando y
respetando, porque son personas, son individuos, piensan, sienten, actúan
y reaccionan.

Debemos ser personas, líderes, servidores con pericia y con integridad.


La pericia tiene que ver con cómo sirves, cómo atiendes, cómo manejas
el parqueo, con cómo predicas. La integridad tiene que ver con que
prediques lo que se te está diciendo; con que si llegaste tarde, no inventes
una excusa falsa. La gente por actuar con pericia, muchas veces pierde la
integridad; tiene que haber un balance entre las dos cosas en tu vida. La
pericia apunta a la competitividad; la integridad apunta a trabajar
conjuntamente. Por ejemplo, los doce no podemos competir entre
nosotros, sino colaborar entre nosotros. Jefes de servidores no puede
competir entre ustedes, sino colaborar. No se trata de qué servidor es
mejor si el de la alabanza o el de Iglekids, sino que cooperemos todos
para dar un mejor servicio.

En las empresas les enseñaron a competir entre ustedes. No traigan esa


mala enseñanza a la iglesia. Aquí se viene a cooperar, no a competir. En
los equipos, en los doce, en los 72 cooperamos; una red no compite con la
otra, sino que coopera.

Todos ustedes si son líderes, no son ovejas recién nacidas; por lo tanto,
no hay que ir detrás de ustedes, sino trabajar con ustedes, que es muy
diferente. Un buen líder no necesita que alguien ande detrás de él. El que
cree que todavía necesita que anden detrás,, es un recién nacido o enano
espiritual. Ya es hora de que maduremos. Si somos llamados a ser líderes,
es un gran honor; no deberíamos de dar trabajo, sino producir trabajo. Por
pena, arregla ya tu vida, enderézate como Dios manda.

Pericia tiene que ver con la habilidad, don, talento, capacidad. Integridad,
con no mentir, hacer las cosas que le pidieron, donde se lo pidieron. Tú
puedes tener un trabajador muy bueno que haga las cosas bien hechas,
pero un íntegro hace lo que le dijeron; ese no roba papel para sacar
copias, o se lleva una caja de clip de la empresa. Así está perdiendo la
parte que se llama integridad. Una persona íntegra es alguien que no le
falta parte, que está completa. Debemos tener integridad y no sólo pericia.

La Biblia está llena de historias de líderes, es un libro de liderazgo. Si


alguien quiere ser un buen líder, de aquí se aprende, es de donde se sacan
las mejores enseñanzas del mundo entero. Algunos en su deseo de
desarrollar liderazgo han pasado más jugando a líderes que siéndolo.
Debemos serlo, no jugar a ello. Esta nación se está muriendo sin líderes,
no queremos gente que juegue a ser líder, sino que Dios tenga material de
dónde sacar líderes.

Josué 24:14
Ahora pues temed a Jehová y servid con integridad y en verdad y quitad
de entre vosotros a los dioses que sirvieron ustedes en Egipto…

Temor de Dios. A veces, queremos suavizar el término “temor” y


decimos “respeto” a Dios, pero en realidad, es tenerle miedo. Es un
miedo santo, con amor; no porque no me ama. Si le tenemos miedo, nos
vamos a comportar mejor. No se puede servir con integridad si antes no
se tiene temor de Jehová. ¿Qué sucede en un trabajo? A pesar que tú
sabes que te aman, aprecian, promueven, te dan, sabes que en esa
empresa, si te andas con cosas, igual te despiden. Eso hace que te dé
miedo perder el trabajo y te comportas mejor. El temor a Jehová es el
respeto profundo a Dios, es saludable. Las veces que más miedo he
sentido yo es cuando más gloriosas han estado las Noches de Gloria,
porque Dios está muy vivo. Porque Dios está lleno de amor, pero amor
incluye justicia. Hay que provocar a Dios para que se deje venir con las
bendiciones, hay que tener temor de Jehová.

Integridad es quitar de nuestras vidas todas las cosas que a Dios no le


agradan. A veces hacemos un compromiso con algún tipo de servicio y
nos comprometemos con un área específica, pero debemos estar
comprometidos con el servir, no con un día o con un grupo en especial o
específico. Debes comprometer tu vida con el servicio dondequiera que
estés.

Hace algún tiempo, estaba con un grupo de conocidos que estaban


tomando y uno de ellos terminó bien embriagado. Pasado un tiempo, me
le acerqué y le pregunté cómo le fue. Le dije que se esperara, que yo le
traería su café. El tiene que notar la diferencia entre el que le sirve el
trago y el que le sirve el café.

Eso lo sorprendió. Ellos esperaban que el pastor condenara. Hay gente


que es especialista en ver cómo pierde a un perdido, pero tiene que hacer
lo posible por salvarlo. En una ocasión, cuando íbamos a entrar a una
iglesia a servir, un joven por fin accedió a llegar a la iglesia y en el
parque encendió su cigarro.
¿Qué harías tú? La gente le empieza a hablar a partir del defecto, en vez
de atacar la causa. Mejor presentarle a Cristo y luego lo dejará.

Si presentas a Jesús, ese poder que recibes dentro hace que todo eso se
deje. Recuerdo que esos servidores lo sacaron. Yo pensé: “Ese era
candidato número uno para entrarlo, no para sacarlo”. Nosotros estamos
acostumbrados a ganar las almas para el Señor. No hagas esas cosas, no
trates de matar a un muerto. Debemos de aprender a servir con esa
integridad y con el temor de Dios.

La Palabra del Señor me ha enseñado que sólo se puede discipular a


aquellos a quienes uno respeta. Muchas veces, queremos que nos
respeten, pero uno no ha dado respeto. Debemos respetar a la gente que
llega al grupo, porque sólo vas a poder discipular a alguien a quien
respetas. Si no lo haces, si sólo le dices que no funciona, eso no está bien.
Tal vez eres muy capaz para hacer las cosas, pero necesitas la integridad.

La gente con talento triunfa rápidamente; la gente con pericia se convierte


en habilidosos negociantes, deportistas. Los talentos a veces viajan más
rápido que el carácter; el talento logra alcanzar tantas cosas que el
carácter no aguanta. ¿Por qué creen que muchos deportistas que juegan
profesionalmente se comportan mal? El talento lo hace triunfar
rápidamente en lo que algunos consideran triunfo, pero se vienen en
picada porque les faltó carácter. Muchos han permanecido por mucho
tiempo, porque fueron habilidosos, y aún permanecen porque fueron
íntegros.

La gente con disciplina triunfa constantemente. No es lo mismo tener


talento que tener la disciplina. La gente con integridad triunfa
permanentemente. Vas a notar la diferencia en tu vida, puedes triunfar
rápido, constante o permanentemente. Integridad tiene que ver con hablar
verdad, no mentira.

En una ocasión, íbamos a hacer un viaje y una de las personas estaba


haciendo muchos problemas y alguien me llamó y me desahogué sobre
esa persona. Mi esposa estaba ahí y se me quedó viendo, igual mi mamá.
Me dijeron: “Así no se habla de una de tus ovejas”.

Yo me puse a llorar en la sala y les pedí perdón a mi mamá y a mi esposa.


Si no se habla así de una oveja, mucho menos de un pastor. Se aprende,
fallamos, pero se aprende. Una cosa es que no le arranque el carro un día,
y otra que haya que cambiarle el motor de una vez. Hay quienes ese es su
patrón de conducta, tenemos que aprender a hacerlo de forma correcta.
¿De qué éxito queremos tener? Debemos aspirar al éxito permanente en
nuestra vida.

Salmo 101:2-3
Misericordia y juicio cantare, a ti cantare hoy, Oh Jehová, entenderé el
camino de la perfección cuando vengas a mí, en la integridad de mi
corazón andaré en medio de mi casa.

Si no eres íntegro en tu casa, es muy difícil serlo en la célula, discipulado,


iglesia, mucho menos en la nación. En una parte de la Escritura, Pablo le
dice a Timoteo: “Para que sepas cómo debes comportarte en la casa de
Dios”. Si la conducta en las cosas del Señor no es correcta, ¿qué pasará
en las otras cosas?

En un Encuentro tiene que haber pericia; e integridad tiene que ver con
dar las enseñanzas recibidas en el Encuentro, cuidar a esas personas que
se fueron. Estamos en una época en donde la integridad vale más que
nunca, porque hay muy pocos íntegros. Valórate, métele valor a tu vida, a
tu profesión, a tu negocio.

Pronto los íntegros no van hacer negocios contigo si tú andas con falta de
integridad, estarás rodeado de tramposos. Dice la Biblia: “Andaré en la
integridad de mi corazón en medio de mi casa”. Integridad tiene que ver
con nuestro comportamiento en nuestra casa. Cómo estamos en el hogar,
con los nuestros. ¿Mientes a tu esposa sólo porque se enoja porque
llegaste tarde? ¿Crees que por eso se le quita el enojo? Sólo la apaciguas,
mientras descubre que le mentiste.

Tenemos que ser íntegros. Igual de difícil es ser íntegro que no serlo. Las
dos tienen consecuencias incómodas. Cuando fui agente de seguros, y se
aseguraba un vehículo, si le robaban los neumáticos sin robarle el
vehículo, no le pagaban. Cuando yo vendía una póliza, le decía a la gente
cómo era en realidad.

Hoy, el mundo es de los astutos; mañana, de los íntegros, porque los


mansos y humildes de corazón heredarán el Reino. El verdadero audaz
encuentra cómo hacer las cosas con integridad. La honestidad comienza
en el hogar.

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