Professional Documents
Culture Documents
¿Qué siervo es el que no sirve? Somos hijos de Dios por adopción, pero
también sus siervos, pues le servimos. Normalmente, el que cuida ovejas
menosprecia lo que está haciendo, pero de andar cuidando ovejitas, ahí
encontró Dios a un rey. Tú no sabes qué promoción viene a tu negocio, tu
trabajo o a tu vida por cuidar las ovejas del Señor. No sabes si tu trabajo
está siendo promovido porque Dios está viendo cómo cuidas a sus ovejas.
Tu jefe no está viendo cómo cuidas a tus ovejas para promoverte, pero en
los cielos sí se está viendo.
La Biblia dice: “Mis ovejas oyen mi voz y me siguen”, pero no las recién
paridas, a éstas hay que andarlas siguiendo, eso se llama consolidación.
Hay que cuidarlas. Debes diferenciar, pues cuando una persona nace de
nuevo, no le mires la edad natural que tiene, porque en el espíritu es un
recién nacido que necesita que lo andes siguiendo. Lo tienes que traer tú,
subirlo en el carro, bus, etc., y traerlo a la iglesia. Conforme van
creciendo, oyen la voz del líder y lo siguen.
Todos los líderes debemos tener pericia para hacerlo, ser inteligentes,
sagaces, astutos, sabios; hay que saber cómo hacer una llamada. Primero
llama y pregunta cómo le fue, estar interesado primero en la persona y
luego en lo que hizo. Tener pericia para pastorear. Para todo trabajo se
requiere pericia. Si eres arquitecto, sé uno bueno. Si vas a ser un
vendedor, sé un buen vendedor; si gerente, buen gerente; si estudiante,
buen estudiante.
Todos ustedes si son líderes, no son ovejas recién nacidas; por lo tanto,
no hay que ir detrás de ustedes, sino trabajar con ustedes, que es muy
diferente. Un buen líder no necesita que alguien ande detrás de él. El que
cree que todavía necesita que anden detrás,, es un recién nacido o enano
espiritual. Ya es hora de que maduremos. Si somos llamados a ser líderes,
es un gran honor; no deberíamos de dar trabajo, sino producir trabajo. Por
pena, arregla ya tu vida, enderézate como Dios manda.
Pericia tiene que ver con la habilidad, don, talento, capacidad. Integridad,
con no mentir, hacer las cosas que le pidieron, donde se lo pidieron. Tú
puedes tener un trabajador muy bueno que haga las cosas bien hechas,
pero un íntegro hace lo que le dijeron; ese no roba papel para sacar
copias, o se lleva una caja de clip de la empresa. Así está perdiendo la
parte que se llama integridad. Una persona íntegra es alguien que no le
falta parte, que está completa. Debemos tener integridad y no sólo pericia.
Josué 24:14
Ahora pues temed a Jehová y servid con integridad y en verdad y quitad
de entre vosotros a los dioses que sirvieron ustedes en Egipto…
Si presentas a Jesús, ese poder que recibes dentro hace que todo eso se
deje. Recuerdo que esos servidores lo sacaron. Yo pensé: “Ese era
candidato número uno para entrarlo, no para sacarlo”. Nosotros estamos
acostumbrados a ganar las almas para el Señor. No hagas esas cosas, no
trates de matar a un muerto. Debemos de aprender a servir con esa
integridad y con el temor de Dios.
Salmo 101:2-3
Misericordia y juicio cantare, a ti cantare hoy, Oh Jehová, entenderé el
camino de la perfección cuando vengas a mí, en la integridad de mi
corazón andaré en medio de mi casa.
En un Encuentro tiene que haber pericia; e integridad tiene que ver con
dar las enseñanzas recibidas en el Encuentro, cuidar a esas personas que
se fueron. Estamos en una época en donde la integridad vale más que
nunca, porque hay muy pocos íntegros. Valórate, métele valor a tu vida, a
tu profesión, a tu negocio.
Pronto los íntegros no van hacer negocios contigo si tú andas con falta de
integridad, estarás rodeado de tramposos. Dice la Biblia: “Andaré en la
integridad de mi corazón en medio de mi casa”. Integridad tiene que ver
con nuestro comportamiento en nuestra casa. Cómo estamos en el hogar,
con los nuestros. ¿Mientes a tu esposa sólo porque se enoja porque
llegaste tarde? ¿Crees que por eso se le quita el enojo? Sólo la apaciguas,
mientras descubre que le mentiste.
Tenemos que ser íntegros. Igual de difícil es ser íntegro que no serlo. Las
dos tienen consecuencias incómodas. Cuando fui agente de seguros, y se
aseguraba un vehículo, si le robaban los neumáticos sin robarle el
vehículo, no le pagaban. Cuando yo vendía una póliza, le decía a la gente
cómo era en realidad.