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El cometido de la escuela era iniciar al niño en la Aseveraba que la escuela tradicional era
cultura de la civilización. autoritaria
La escuela debía convertirse en laboratorio
social.
El propósito de la enseñanza era lograr una pauta La escuela debía desarrollar en el niño la
verbal y simbólica del conocimiento en la mente competencia para resolver problemas actuales
supuestamente receptiva del niño. y comprobar los planes de acción del futuro
con un método experimental.
La definición de mente era la idea aristotélica de la Para él, el hombre debe buscar siempre
Tábula rasa, aunado a que poseía capacidades responder creativamente.
específicas o “facultades” que se podían fortalecer
mediante ejercicio verbal.
La tarea del maestro era organizar el conocimiento El niño debe ser animado a buscar, inquirir,
de manera estructurada y los alumnos debían explorar y sumergirse en el ambiente y
aprender de memoria esa información. aprender de la experiencia.
Los niños debían quedarse sentados quietamente
para poder captar las palabras del maestro.
“La escuela es para escuchar”, situación que no está lejos de la realidad que aún se vive…
La descripción que hace Dewey de la escuela tradicional, no está lejana de lo que se vive en
algunas escuelas actualmente, los programas han cambiado, las estrategias educativas se plantean de
forma diferente, pero los rezagos y los viejos hábitos sobre lo que es enseñar y el papel del educador en
la práctica, poco ha cambiado.
El alumno, como persona tiene derecho a defender su ser, a no ser manipulado, ni maniatado en
el carácter personal e individual, como personas, si realmente se desea alcanzar un buen desarrollo
personal es necesario poder identificar nuestro propio ser, aprender a respetarlo y valorarlo, con las
diferencias que presente al resto de la sociedad, porque así se logrará la verdadera satisfacción
personal.
Aunque Dewey, lo plantea desde el aspecto de abandonar la sola memorización y adquirir una
mente pensante enfocado a lo práctico, es rescatable y muy importante el hecho que separa al alumno
pasivo del activo.
1) Una meta educativa se debe fundar sobre las actividades y necesidades intrínsecas de
determinado individuo que debe ser educado.
2) Una meta debe tener capacidad de transferencia a un método de cooperar con las actividades
de aquellos que reciben la instrucción. Ha de indicar el tipo de ambiente que se necesita para
liberar y organizar sus capacidades.
3) Los educadores deben estar alerta ante las metas que se dan por generales y definitivas. Una
meta auténticamente general amplía la perspectiva; estimula a la persona a tomar en cuenta
más consecuencias (conexiones).
La esencia del método propuesto por Dewey gira en torno a la reflexión, es decir, generar en el alumno
la capacidad de pensar por si mismo, de elegir y estar consciente de lo que va aprendiendo en base a
sus intereses, no negando con ello que requiere de cierto grado de conocimiento adquirido a través de
experiencias.
Aquí el alumno ocupa un papel activo, pero el maestro no por ello va a ocupar un papel pasivo, sino que
ocuparía un papel orientado a ser un guía, alguien que ayuda a caminar por su propio camino.
María Montessori.
Características de su propuesta
La inteligencia es el conjunto de actividades reflejas, asociativas y reproductoras que permiten al individuo
desarrollarse por sus relaciones con el mundo exterior.
Le da importancia al ambiente en que el niño evoluciona e insistió en la necesidad de educar a los sentidos.
Las sensaciones las considera como actividades y funciones de un cuerpo viviente, antes de convertirse en un
hecho de conciencia.
El proceso del conocimiento depende de dos fuerzas: la exterior que toca y la interior que dice yo abro.
El espíritu se vuelve receptivo cuando aquellos que se denominan “centros de ideación” se encuentran
preparados y, por tanto, son aptos para recibir los estímulos exteriores, concentrarse en el sujeto presente y
provocar su interés por ellos.
Tanto su fe como su vida religiosa matizaron sus ideas educativas y su actitud hacia el mundo.
Educación que se basa en respetar las leyes de fisiológicas y biológicas del desarrollo (ejercicios sensoriales,
contacto con objetos y desarrollo de atención en material concreto).
El niño es un cuerpo que crece y un alma que se desarrolla en dos formas fisiológica y psíquica.
Algunas de sus ideas a pesar idealistas tienen una fundamentación a las cuales me inclino, sobre todo
en los aspectos que involucran la fuerza interior del niño por conocer se exterior, haciendo de lado la
parte religiosa, considero que efectivamente el ser humano trae consigo la necesidad de crecer y no me
refiero a la parte biológica, sino a la parte interna del ser humano la parte espiritual por decirlo así. Sin
embargo, esa fuerza depende también de las circunstancias contextuales en las que se desarrolla el
niño, siendo que esa fuerza nace siempre y cuando las condiciones ambientales sean favorables.
Analizar lo que ella llama “maestro interior”, es esa fuerza que puede estar compuesta de interés,
motivación, curiosidad y necesidad… es decir, el problema estriba en que los conceptos se fueron más
allá de lo lógico y lo razonable, pero en la esencia conserva ideas que pueden ayudar a comprender el
desarrollo del niño.
En cuanto al crecimiento del niño difiero al pensamiento de Montessori, considerando que minimiza la
parte biológica y le da mayor peso a “la vida que puja dentro de él”, como esa fuerza que lo hace crecer.
Sin embargo, si considero que tiene que haber un equilibrio entre lo biológico y lo psicológico para que
el niño pueda crecer y desarrollarse de manera adecuada.
Cuadro comparativo entre la escuela de Montessori y la actual.
El documento no es explicito en que Froebel influye en Montessori, sin embargo, considerando que fue
su antecesor se puede determinar que ambos trabajaron con niños en edad preescolar y los dos siguen
el mismo objetivo centrándose en la naturaleza y la libertad.
Ambos parten del principio de autonomía que hay que desarrollar en el niño, adoptando una actitud de
amor y respeto hacia los niños. Por otro lado, los dos realizan ejercicios relativos al cuerpo y a los
sentidos y utilizan material didáctico.
También consideran al niño como un ser espiritual y confiaron en su naturaleza divina, esto a pesar de
ser de religiones distintas.
Froebel le dio gran peso a la libertad y al desarrollo natural del niño, mientras que Montesori sigue esta
misma línea permitiendo al niño estar en libertad aún cuando la educadora sirva de guía.