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Aplicación del radar de penetración

en tierra (georadar) a la exploración


no destructiva de yacimientos
arqueológicos

Rafael Gómez López

Febrero del 2008


Índice general

Agradecimientos IX

Introducción: objetivos y contenido del proyecto XI

I Fundamentos y uso del georadar 1


1. Fundamentos del georadar 1
1.1. Toma de medidas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.1.1. Ventana temporal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
1.1.2. Representación de las medidas (A, B y C-Scans) . . . . 7
1.1.3. Selección del pulso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.1.4. Selección de la frecuencia de muestreo . . . . . . . . . 12
1.1.5. Sensibilidad y resolución . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
1.1.6. Selección de la orientación y separación de las antenas 15
1.1.7. Generación de hipérbolas por objetos eléctricamente
pequeños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
1.1.8. Profundidad de penetración . . . . . . . . . . . . . . . 18
1.1.9. Ecuación del radar (RRE) . . . . . . . . . . . . . . . . 20
1.1.10. Modo de trans-iluminación . . . . . . . . . . . . . . . . 21
1.2. Sobre el diseño de una exploración con georadar . . . . . . . . 21
1.3. Antenas para georadares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
1.4. Descripción del radar utilizado . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34

2. Procesado de datos 43
2.1. Software Utilizado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
2.2. Preparación de los ficheros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
2.2.1. Origen de tiempos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45

v
vi ÍNDICE GENERAL

2.3. Determinación de la velocidad de propagación . . . . . . . . . 47


2.4. Filtros temporales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
2.4.1. Filtro de continua (dewow) . . . . . . . . . . . . . . . . 48
2.5. Ganancia Temporal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
2.5.1. Control automático de la ganancia (AGC) . . . . . . . 52
2.5.2. Ganancia SEC (energy decay) . . . . . . . . . . . . . . 52
2.5.3. Ganancia lineal y exponencial . . . . . . . . . . . . . . 54
2.6. Filtros espaciales de baja y alta frecuencia. . . . . . . . . . . . 54
2.6.1. “Background removal” . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
2.6.2. Migración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
2.7. Corrección topográfica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60

II Aplicación del georadar en la exploración de di-


versas zonas de interés arqueológico 63
3. Alhambra: Zona del “Polinario” 65
3.1. Medidas y resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
3.1.1. Área del patio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
3.1.2. Porche . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
3.2. Habitación (H1) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
3.2.1. Habitación H1(A) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
3.2.2. Habitación H1(B) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
3.3. Habitación “Cruz Roja” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
3.3.1. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75

4. Alhambra: Torre de la Pólvora 83


4.1. Medidas realizadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
4.2. Resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
4.2.1. Zona A del Adarve . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
4.2.2. Zona B del Adarve . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
4.3. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96

5. Zona del “El Castillejo” en Nívar (Granada) 101


5.1. Medidas realizadas y conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . 101

6. Bibliografía 107
ÍNDICE GENERAL vii

III Appendixes 109


Fundamentos electromagnéticos 111
.1. Ecuaciones de Maxwell . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
.1.1. Constante dieléctrica compleja . . . . . . . . . . . . . . 112
.2. Ondas electromagnéticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114
.3. Propagation en medios sin pérdidas . . . . . . . . . . . . . . . 117
.4. Polarización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
.5. Condiciones de contorno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
.6. Interacción (scattering) de ondas electromagéticas . . . . . . . 120
.6.1. Incidencia normal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
.6.2. Incidencia oblícua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122
Agradecimientos

Este proyecto no podría haberse llevado a cabo sin la colaboración del


Patronato de la Alhambra a través de sus directora Dña María del Mar Vil-
lafranca Jiménez, y de D. Francisco Antonio Lamolda y D. Jorge Calancha
de Passos, Jefes del servicio de Conservación y del Departamento de Obras
y Mantenimiento, respectivamente, por haber financiado este proyecto de
investigación del subsuelo de la Alhambra. Así mismo se agradece al Minis-
terio de Educación y Ciencia y a la Junta de Andalucía que a través de los
proyectos “Técnicas de optimización para el diseño de antenas de banda an-
cha y ultraancha: Aplicaciones” (Referencia: TEC2007-66698-C04-02/TCM)
y “Desarrollo de Técnicas Geofísicas no destructivas para arqueología: Apli-
cación del GPR” (Proyecto de Excelencia, Referencia: P06-TIC-01541) re-
spectivamente han subvencionado parcialmente la adquisición del radar con
el que se han llevado a cabo las medidas.
También expresar mi agradecimiento al Ministerio de Educación y Ciencia
(España) (Programa PETRI) ya que dentro del proyecto .E s tudio experimen-
tal de los radares de penetración en tierra como herramienta de diagnóstico
en canteras de mármol y granito. Desarrollo de un software específico para
aumentar su aplicabilidad (Referencia PTR95-1025.OP.01)". Durante el pe-
riodo desde el 1/1/2006 hasta la actualidad soy becario contratado con cargo
este proyecto en el que participan el Grupo de Electromagnetismo de Grana-
da y el Centro Tecnológico del Mármol de Murcia.
Por otro lado y a nivel personal, quiero expresar un sentido agradecimien-
to hacia las siguientes profesores que han contribuido a formarme en técnicas
de georadar y a aprender nociones de arqueología:
A la Dra. Amelia Rubio Bretones por la dirección del proyecto
A D. Carlos Moreno de Jong van Coevorden por su ayuda en el apren-
dizaje del uso del georadar
A los restantes miembros del Grupo de Electromagnetismo de Granada

ix
x AGRADECIMIENTOS

por su ayuda y apoyo:


Dr. Rafael Gómez Martín, director del grupo de investigación
Dr. Salvador Gozález García
Dr. Mario Fernández Pantoja
A los miembros del grupo de investigación “Toponimia, Historia y Arque-
ología del reino de Granada” de la Universidad de Granada y en particular
a los arqueólogos:
Dr. Antonio Malpica Cuello, director del grupo de investigación
Dr. Alberto García Porras.
Introducción: objetivos y
contenido del proyecto

Este proyecto está enfocado al uso del georadar como herramienta para la
exploración no destructiva de varios yacimientos arqueológicos en la provincia
de Granada (España). Al mismo tiempo se ha intentado redactar un man-
ual introductorio del uso de dicho radar en prospecciones arqueológicas. El
proyecto se ha organizado dividiéndolo en dos partes bien diferenciadas. En la
primera parte se explica el fundamento y uso del georadar y en la segunda las
medidas y resultados obtenidos en varios escenarios de interés arqueológico.
El contenido de cada una de las partes es el siguiente:

Parte 1

En el capítulo 1 se explica el fundamento del georadar y los parámetros


básicos que hay que seleccionar en la toma de medidas durante una explo-
ración. Se hace hincapié fundamentalmente en su aplicación en arqueología.
En el capítulo 2 se comentan los fundamentos del tratamiento de señal
básico necesario para análisis de la información recibida durante una explo-
ración.

Parte 2

En los capítulos 3-5 se explican las medidas y resultados obtenidos en


las exploraciones realizadas con el georadar en varios escenarios de interés
arqueológico de la provincia de Granada como son:

“El Polinario” en la Alhambra de Granada

Torre de la Pólvora en la Alcazaba de la Alhambra de Granada

xi
xiiINTRODUCCIÓN: OBJETIVOS Y CONTENIDO DEL PROYECTO

Yacimiento arqueológico del cerro de “El Castillejo” en Nívar (Grana-


da)

Por otro lado, en un apéndice, se exponen muy brevemente algunos de los


conceptos básicos del electromagnetismo que resultan fundamentales tanto
para entender los fundamentos del georadar como para poder interpretar los
resultados de las medidas con él obtenidas.
Parte I
Fundamentos y uso del
georadar

1
Capítulo 1

Fundamentos del georadar

Los radares de penetración en tierra (GPR) o georadares, son sistemas


electromagnéticos para el estudio no destructivo del subsuelo. Están basados
en la radiación, mediante una antena transmisora (denominada usualmente
TX ) muy próxima al suelo, de una señal que en la mayoría de los radares
es transitoria esto es, un pulso electromagnético de corta duración. Estos
radares son denominados de impulso1 . El pulso radiado penetra en tierra
donde parte de él se refleja hacia la superficie cada vez que interacciona con
un objeto, estructura o cambio en la estratigrafía del terreno, con propiedades
electromagnéticas (esto es, parámetros constitutivos constante dieléctrica,
ε, permeabilidad magnética, μ, y conductividad eléctrica σ, ver figura 1.1)
diferentes de las del medio circundante. La señal reflejada es recibida por una
antena receptora (denominada usualmente RX ) de las mismas características
1
De acuerdo con el tipo de señal radiado los georadares pueden dividirse en:

Los denominados de impulso en el que la señal radiada es un pulso de duración de


1 hasta 10 ns aunque también son posibles pulsos mas estrechos.

Los radares de frecuencia modulada continua (frequency-modulated continuous-


wave) o escalonada (Stepped-frequency)

En la actualidad son, con mucho, los radares de impulso los mas utilizados. De hecho
es este tipo de radar con el que se ha realizado este proyecto y por tanto será al que nos
limitaremos en esta memoria.
Los radares de impulso reciben directamente la repuesta temporal del subsuelo. Es el mas
flexible y comprensible de los radares. Para su funcionamiento necesitan de un potente y
estable generador de pulso, de un receptor de banda ultra-ancha (UWB) asi como antenas
emisoras y receptoras también de banda ultra-ancha.

1
2 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR

Ecuaciones constitutivas
Macroscópicamente los materiales están caracterizados por los parámetros constitutivos ε , μ y σ
La permitividad o constante dieléctrica ε es una medida de la polarización eléctrica del material y ε 0
la constante dieléctrica del vacío.
ε r es la constante dielectrica relativa del medio.
La permeabilidad magnética μ es una medida de la polarización magnética del material
La conductividad σ está relacionada con la capacidad del material de portar corriente eléctrica (pérdidas)
Ecuaciones constitutivas
G G G
D = ε E = ε rε 0E
G G
B=μH
G G
J = σ E (Ley de Ohm )

En general los parámetros constitutivos son magnitude complejas y función de la frecuencia


La mayoría de los materiales encontrados en la aplicación del GPR son no magnéticos (i.e. μ0 = μ )
Las pérdidas suelen expresarse en término de la una conductividad equivalente σ e

Figura 1.1: Parámetros constitutivos que que determinan el comportamiento elec-


tromagnético de los medios. Las ondas electromagnéticas se propagan a una veloci-
dad v que viene determinada en primer lugar por la constante dieléctrica relativa

del material (v = c/ εr ).

que la emisora2 . Esta señal recibida se amplifica, digitaliza y almacena para


posteriormente, mediante un adecuado procesado, obtener información de las
características, contenido y posibles anomalías del subsuelo. Entre la posi-
ble información obtenida de un georadar está la profundidad, orientación,
tamaño y forma de objetos enterrados.
El georadar es una tecnología relativamente reciente que encuentra cada

2
La mayoría de los georadares comerciales son radares biestáticos, esto es contiene dos
antenas, una transmisora y otra receptora. También existen georadares con mayor número
de antenas pero su uso aplicado a la arqueología no es común dado que suelen ser sistemas
voluminosos, caros y con un procesado de datos mucho más complejo. Teóricamente, al
igual que en los radares convencionales, también es posible usar solo una antena que
funciona como transmisora y receptora. Estos radares reciben el nombre de monoestáticos.
En estos casos una vez emitido el pulso la antena cambia al modo de recepción a la espera
de la señal reflejada. Sin embargo, para el caso del georadar, el diseño monoestático
presenta complicaciones técnicas debido a que la cercanía del suelo hace que la señal
reflejada llegue casi instantáneamente lo que implicaría la necesidad de utilizar un duplexor
(i.e. de un interruptor que permita compartir la antena para transmisión y recepción)
extraordinariamente rápido.
1.1 TOMA DE MEDIDAS 3

vez mayor número de aplicaciones. Por ejemplo, se ha utilizado para la local-


ización de: tuberías o cables eléctricos, tanques de almacenamiento, túneles,
recursos hidráulicos, grietas y/o problemas estructurales en cimientos, car-
reteras, pantanos, puentes y vías férreas , minas antipersona. En arqueología
para la localización de restos arqueológicos (tales como restos de asentamien-
tos, enterramientos, cámaras, fósiles etc. [3]). En geofísica para estudios es-
tratigráficos y localización de formaciones geológicas. En la lucha contra la
delincuencia en búsqueda de cuerpos enterrados, armas, drogas etc. [1]. Tam-
bién ha sido utilizado en la exploración espacial, como por ejemplo en las
superficies de la Luna y Marte [2].
La figura 1.2 muestra el esquema de un georadar de impulso típico en el
que se ha dibujado, como ejemplo de posible objeto a detectar (denomina-
do "blanco"), una tubería. El término “clutter” se refiere a posibles objetos
que, por definición, no interesa detectar pero que producen señales reflejadas
no deseadas que son también recibidas por la antena receptora. Obviamente
la existencia de este tipo de objetos puede complicar enormemente la in-
terpretación de los datos recibidos e incluso, en algunos casos, ocultar por
completo a los blancos u objetos de interés haciendo imposible la detección
de estos.
Usualmente las antenas se sitúan directamente sobre la superficie del suelo
o tan cerca como sea posible ya que si se colocan lejos el acoplamiento entre
antenas y suelo disminuye y parte de la energía radiada se refleja hacia la
antena receptora desde la propia superficie del suelo disminuyendo la energía
del pulso que penetra en el subsuelo. La figura 1.3 muestra dos operarios
tomando medidas con un georadar donde se observan las antenas emisoras
y receptoras, la batería que alimenta al generador de pulsos y un odómetro
que es una rueda que lleva acoplada un dispositivo que permite medir la
distancia recorrida al mover el radar.

1.1. Toma de medidas


Para llevar a cabo las medidas necesarias con el georadar y obtener infor-
mación del subsuelo de la zona que se desea explorar es necesario seleccionar
previamente una serie de parámetros que son fundamentales para que la ex-
ploración tenga éxito. Las características y significado de estos parámetros
se comentan en los siguientes subapartados.
4 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR

Procesador
Generador Convertidor A/D de Pantalla
de pulsos incremental señal

Tx Rx Aire
Capa1 ε , μ ,σ Suelo

Clutter
Capa 2
Tubería

Figura 1.2: Esquema básico de un georadar de impulso para la exploración no


destructiva del subsuelo. Las antenas de banda ultra-ancha transmisora y receptora
están representadas por Tx y Rx respectivamente. La energía de alimentación se
suele suministrar mediante baterías.

1.1.1. Ventana temporal


Para llevar a cabo las medidas necesarias para obtener información del
subsuelo de la zona que se desea explorar se disponen las antenas transmiso-
ra y receptora en una determinada posición sobre el suelo y se realiza un
disparo que consiste en la radiación de un pulso electromagnético y la re-
cepción durante un cierto intervalo temporal (medido en nanosegundos i.e.
10−9 s) denominado “ventana temporal” T W de la señal recibida proveniente
de reflexiones que tienen lugar en el subsuelo. Esta ventana normalmente se
abre justo antes de que el pulso sea emitido y se cierra después de que todas
las reflexiones de interés provenientes del subsuelo hayan sido registradas. En
general los georadares permiten al usuario seleccionar el valor de T W . Si la
velocidad del material y la profundidad aproximada del blanco son conocidas
es posible estimar la cantidad de tiempo necesario para que la señal alcance
al blanco, se produzca la reflexión y ésta llegue a la antena receptora. Natu-
ralmente el valor de T W depende de la velocidad de propagación de las ondas
electromagnéticas en el subsuelo la cual viene dada aproximadamente por la

constante dieléctrica relativa del material v = c/ εr donde c es la velocidad
de la luz en el vacío y εr la constante dieléctrica relativa (también denominada
permitividad eléctrica relativa). Por ejemplo, si el subsuelo tiene una permi-
tividad dieléctrica relativa muy alta y muy baja conductividad, las señales se
atenuarán poco (ver sección .2 del apéndice) y podrán profundizar mucho en
el medio pero a velocidades muy bajas por lo que el ventana temporal deberá
1.1 TOMA DE MEDIDAS 5

Batería
Pantalla

Odómetro

Antenas emisora y receptora

Figura 1.3: Operarios tomando medidas con un georadar. Se indican algunos de


los componentes típicos del radar.
6 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR

ser mayor para obtener información de hasta la misma profundidad en un


medio con εr mas pequeña. Es de señalar que aunque muy frecuentemente
hablemos de una constante dieléctrica o de una conductividad σ del subsuelo
definidas, debe entenderse que, en general, estos valores serán, todo lo más,
valores medios. Esto es así sobre todo si el subsuelo es muy inhomogéneo y
con diferentes parámetros constitutivos.
Ser capaz de determinar el tiempo óptimo durante el cual la ventana
debe permanecer abierta para un correcto registro de las reflexiones es muy
importante. Por ejemplo, si se estima3 que la constante dieléctrica relativa
εr del subsuelo es 9, entonces una ventana temporal de 30 nanosegundos nos
permitirá recoger datos de blancos enterrados hasta una profundidad de 1,5
metros. Si más tarde se determina que el valor de εr es 20 (quizás porque
había una cantidad de agua notable que no se tuvo en cuenta), entonces
la velocidad de propagación será mucho más lenta y la misma ventana solo
será capaz de registrar reflexiones provenientes de objetos enterrados a una
profundidad no mayor de 1 metro. Si este error en la estimación de εr se
averigua sólo después de haber obtenidos los datos y los blancos estuvieran
localizados a una profundidad de entre 1 y 1,5 metros, se deberían repetir
todas las medidas ya que las reflexiones importantes habrían quedado fuera
de la ventana. Por otro lado hay que tener en cuenta que, como ya hemos
comentado previamente, en general el subsuelo no es homogéneo (i.e. existen
diferentes valores de εr ) y por tanto pueden existir cambios de velocidad
apreciables en distintas partes de él y como consecuencia las reflexiones de
los posibles blancos podrían ser recibidas más tarde de lo que en un principio
se estimó por lo que al cerrar demasiado pronto la ventana no quedarán
registradas. Para seleccionar el valor de T W una regla usual es permitir un
30 % mas del tiempo que se estima puede transcurrir desde la emision del
pulso por la antena emisora hasta que se recibe, en la antena receptora, la
reflexión mas tardía producida por un posible blanco a detectar. La figura 1.4
muestra de forma esquemática como se selecciona el valor de T W si se estima
que la profundidad máxima de un posible blanco a detectar es Dmáx . En la
mayoría de las aplicaciones arqueológicas, una ventana de tiempo de 100
nanosegundos o menos, por lo general, es suficiente para registrar reflexiones
3
Existen métodos que permiten estimar de las medidas realizadas con el georadar la
constante dieléctrica relativa del subsuelo como la que se comenta en la sección 1.1.7 y
que es la que hemos usado en nuestras medidas. Otra técnica es la denominada de "punto
medio común"(common mid point), cuyo fundamento puede encontrase en la literatura
especializada.
1.1 TOMA DE MEDIDAS 7

Tx Rx
2 Dmax
TW = 1.3
v
Dmax
v = velocidad de las ondas
electromagnéticas en el subsuelo

Figura 1.4: Selección del valor de la ventana temporal T W si la profundidad


máxima de un posible blanco a detectar es Dmáx . Una regla usual es permitir un
30 % mas del tiempo que se estima puede transcurrir desde la emision del pulso
por la antena emisora hasta que se recibe, en la antena receptora, la reflexión
producida por blanco a detectar. Es importante notar que cuanto mayor es la
ventana temporal de la traza más lentamente se deberá mover la antena a lo largo
de la superficie.

de 2 a 5 metros de profundidad4 . Es de señalar también que la elección de


el valor de T W adecuado para obtener información hasta una profundidad
máxima adecuda Dmáx no garantiza que esta vaya a alcanzarse ya que las
señales pueden haberse atenuado antes antes de alcanzar esa profundidad.
Se seguirán produciendo y detectando señales por la antena receptora
hasta que la energía electromagnética de la señal reflejada se disipe comple-
tamente o su tiempo de llegada a la antena receptora sea mayor que el valor
de la ventana temporal elegida.

1.1.2. Representación de las medidas (A, B y C-Scans)


Los georadares suelen tener una frecuencia de radiación de pulsos elec-
tromagnéticos hasta 2 × 105 pulsos o disparos por segundo (200 KHz). Con
la tecnología actual, es imposible hacer de una sola vez un muestreo com-
pleto de cada una de las respuestas generadas por cada pulso emitido. Esto
4
En condiciones óptimas es posible obtener información de la estratigrafía así como
otras características del subsuelo hasta 40 metros de profundidad. No obstante en apli-
caciones arqueológicas donde la resolución debe ser mucho mayor que en estratigrafía,
normalmente el georadar es usado para trazar mapas de los rasgos arqueológicos de in-
terés a unas profundidades que van desde los pocos centímetros hasta los 5 metros de
profundidad.
8 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR
1 2 3 4 5 6 7 8
Aire
Tierra
Target
(e)
Soil

Tx Rx Aire (c) (d)


Suelo
Tierra
(a)
(a) Target
Soil

Tiempo (ns)
Fuente de voltaje
Fuente de voltaje

(b)

Time (ns)
Time (ns)
Time (ns)Tiempo (ns ) (f)
A Scan e)
A- ((e)
C: \Amelia \ Lab -GPR \ Puente -Cumbres - Verdes \ GPRCumbresVerdes \Trazas \LINE0005 .DT1
-25.00

-25.00

Profundidad (m); v=0,1m/ns


-12.50

-12.50

-3.55
0.00
-3.55
0.00
Tiempo (ns)

1.02
12.50 1.02
12.50

Depth (m, v=0.184 m/ns)


2.05

Depth (m, v=0.184 m/ns)


Time (ns)

2.05
25.00
Time (ns)

25.00

3.08
3.08
37.50

37.50
4.11

4.11

50.00
50.00
5.14
5.14

62.50
62.50 6.17

6.17

(g) (h)
1.11 2.22 3.33 4.44 5.55 6.66 7.77 8.88
Position (m)
1.11 2.22 3.33 4.44 5.55 6.66 7.77 8.88
Position (m)

B-Scan Distancia
Distancia
(f) (m) (m) C -Scan

Figura 1.5: El esquema (a) muestra el par de antenas Tx y Rx en una posición


fija sobre el terreno. En esa posición se realizan varios disparos en los que en cada
uno de ellos se genera un pulso electromagnético de una forma aproximada a la
indicada en la figura (b). Las correspondientes respuestas se muestrean incremen-
talmente con un numero de muestras que suele variar entre 128, 256, 512, 1024 ó
2048. Este proceso se repite varias veces para poder promediar entre varias repues-
tas muestreadas y obtener finalmente una traza. La traza suministra información
sobre los cambios de los parámetros constitutivos en el subsuelo. En el ejemplo de
la figura (c) se muestra una traza simplificada indicando los cambios estructurales
(en este caso cambios estratigráficos) de la figura (a). Las flechas indican el cambio
estatigráfico y la correspondiente reflexión. Generalmente, como muestra la figura
(d), resulta mas conveniente representar las trazas mediante colores asociados a
las amplitudes de las reflexiones. En la práctica se toman medidas en diferentes
posiciones a lo largo de una línea como se indica en el esquema (e) y se obtienen las
correspondientes trazas (que pueden a ser miles). Despues de unir éstas se obtiene
un radargrama o B-Scan como el mostrado en la figura (g). Este radargrama en
concreto corresponde a una línea de medida realizada sobre el puente de la Figura
(f). La escala vertical en los radargramas corresponde al tiempo que tarda el pulso
en incidir sobre una anomalía en el terreno, ser reflejada y recibida por al antena
receptora. De este tiempo se deduce la profundidad si se conoce la velocidad de
propagación de la señal en el subsuelo. La figura (h) representa una radargrama
tridimensional o C-Scan obtenido de la unión de varios radargramas o B-scans
obtenidos en líneas de medidas paralelas.
1.1 TOMA DE MEDIDAS 9

es debido a que, dada la poca distancia del suelo a las antenas emisora y
receptora, y de estas entre sí, al emitirse un pulso por la antena emisora,
la señal reflejada llega casi instantáneamente a la receptora. Para superar
este problema, los sistemas de radar usan con convertidor A/D de muestreo
incremental, esto es, se va tomando una sola muestra de cada una de las
señales recibidas como respuesta a cada pulso radiado. La muestra tomada
de cada respuesta se retrasa con respecto a la anterior de acuerdo con un in-
cremento temporal dado. Esto significa por tanto, que debe transmitirse un
pulso por cada muestra que se registra. En la mayoría de los georadares se se-
lecciona automáticamente el número de muestras total con el que se digitaliza
la respuesta. Lo mas frecuente es una selección de entre 128, 256, 512, 1024 ó
2048 muestras ( i.e. 2n ; n = 7, 8, 9, 10, 12) dependiendo del ancho de banda
del pulso radiado. Notar que este número de muestras, de acuerdo con el
muestreo incremental, requiere la radiación del mismo número de pulsos o
disparos del radar para muestrear una respuesta completa.
En la practica, con objeto de asegurarse una buena medida y minimizar
los efectos de ruidos o errores, lo que realmente se hace es digitalizar varias
veces la respuesta completa (el número de veces se llama pila o "stack") y
hacer un promedio entre todas ellas. Dicho promedio es lo que constituye
una “traza o A-Scan” (ver figura 1.5). Entonces, si por ejemplo el sistema se
configuró para una pila (stack) de 16 (esto es, 16 respuestas muestreadas de
forma incremental), y suponiendo que se el muestreo incremental es de 512
muestras, para obtener una traza son necesarios 512 × 16 = 8192 disparos.
Hay que tener en cuenta que cuanto mayor es la ventana temporal de la
traza más lentamente se deberá mover la antena a lo largo de una línea de
medida. Una vez elegida la ventana temporal, el número de muestras digitales
necesarias para registrar una onda reflejada lo establece el georadar. Cuantas
más frecuencia de muestreo, mayor precisión se obtiene en la onda reflejada.
Cuanto más tiempo esté la ventana abierta mayor será el número de muestras
requeridas para definir la onda reflejada. Para aumentar la rapidez de la toma
de datos e incluso para reducir el consumo de batería se puede reducirse el
stack o reducir la ventana de tiempo con lo que sería necesario un menor
número de muestras para definir cada traza.
En una exploración con el georadar se toman medidas en diferentes posi-
ciones a lo largo de una línea, denominada línea de medida, como se indica
en el esquema (e) de la figura 1.5 y se obtienen las correspondientes trazas
(que pueden ser muchos miles). Cuando se agrupan las trazas que han sido
almacenadas a lo largo de una línea de medida se obtiene una imagen como
10 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR

la mostrada en la figura 1.5(g) que se denomina radargrama o B-scan y que


muestra toda la información obtenida en esa línea de medida. La escala ver-
tical en los radargramas corresponde al tiempo que tarda el pulso en incidir
sobre una anomalía en el terreno y ser reflejada y posteriormente recibi-
da por al antena receptora. De este tiempo se deduce la profundidad de la
anomalía si se conoce la velocidad de propagación de la señal en el subsuelo.
Un conjunto de radargramas (generados en líneas de medidas paralelas)
pueden a su vez reagruparse paralelamente entre si para generar un mapa
tridimensional del subsuelo (denominados radargramas tridimensionales o C-
Scans), ver figura 1.5(h). A estos radargramas tridimensionales se les pueden
hacer cortes transversales a instantes temporales seleccionados. Los diagra-
mas obtenidos con estos cortes se denominan cortes temporales (time slices)
y muestran, a profundidades del subsuelo determinadas por la velocidad de
propagación del campo electromagnético, las anomalías o, en nuestro caso,
posibles restos arqueológicos existentes en todo el área barrida por los B-
Scans. La figura 1.6 muestra dos representaciones diferentes del mismo corte
temporal correspondiente a un determinado C-Scan.
En definitiva, a partir las posibles representaciones que pueden obten-
erse después de un adecuado procesado de señal (ver Seccion 2) es posible
obtener información muy precisa sobre la existencia de estructuras y objetos
enterrados en el subsuelo y, en particular, de la existencia de posibles restos
arqueológicos.

1.1.3. Selección del pulso


La selección de las características del pulso electromagnético emitido
por TX depende de las propiedades del subsuelo así como la profundidad,
geometría y características electromagnéticas de lo que se pretende detectar
y analizar. En general las pérdidas de energía de una onda electromagnética
aumentan con la frecuencia (ver sección .2 del apéndice), por tanto los pul-
sos con componentes en frecuencia menores (longitudes de ondas mayores),
penetran mas profundamente en la tierra que los que poseen componentes
de mayor frecuencia (menor longitud de onda5 ). Por el contrario, los pulsos
5
Debe tenerse en cuenta que a medida que se propaga, la señal pierde energía principal-
mente de las componentes espectrales de mayor frecuencia debido a que éstas se atenúan
antes. Como consecuencia, la señal temporal se hace mas ancha ya que pierde componentes
espectrales (por la propiedad de cambio de escala de la transformada de Fourier). Además,
debido a que la existencia de pérdidas conlleva que la velocidad de fase sea función de la
1.1 TOMA DE MEDIDAS 11

Figura 1.6: Ejemplos de cortes temporales. Se muestran dos representaciones difer-


entes del mismo corte temporal correspondiente a un C-Scan.
12 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR

que poseen componentes espectrales de mayor frecuencia permiten una may-


or resolución y como consecuencia, detectar objetos de menor tamaño. Así
pues existe un compromiso entre profundidad de penetración y resolución.
Las frecuencias utilizadas en los georadares se encuentran en la zona baja de
las microondas, cubriendo un espectro entre 100 MHz y 2,5 GHz. En gen-
eral, el ancho de banda operacional de las antenas de los georadares está
relacionada con la frecuencia central fc del espectro del pulso que radian,
siendo el valor relativo del ancho de banda (i.e. la razón del ancho de banda
a la frecuencia central) próximo a la unidad o incluso mayor. Esto significa
que un georadar es un sistema de banda ultra-ancha [1]. En la figura 1.7 se
muestra la forma típica del pulso emitido por un georadar y su espectro. La
frecuencia central fc de la banda de operación de las antenas se denomina
frecuencia nominal de la antena o simplemente frecuencia de la antena.
El ancho de banda B del espectro está definido en función de la frecuencia
central como
B = fM − fL = 1,5fc (1.1)

donde fM = 2fc y fL = 1/2fc son respectivamente las frecuencias útiles


máxima y mínima.

1.1.4. Selección de la frecuencia de muestreo


Cada señal o traza debe ser muestreada de acuerdo con el criterio de
Nyquist siendo el intervalo de muestreo, como mínimo, la mitad del periodo
correspondiente a la componente espectral de máxima frecuencia del pulso
radiado. Dado que como se explica en el apartado anterior la frecuencia
máxima es 2 veces la frecuencia central de la antena entonces la respuesta
a un pulso debería ser muestreada al menos al doble de esta frecuencia. No
obstante se suele usar un margen de seguridad del orden de 1,5. Por tanto
la frecuencia de muestreo debe ser aproximadamente seis veces la frecuencia
central (i.e. frecuencia de muestreo= 6fc ). Las separaciones espaciales ∆s
y ∆l se eligen siguiendo el mismo criterio pero expresado en términos de
la longitud de onda. La siguiente tabla resume el criterio usual que suele

frecuencia ( i.e. v = v(ω)) también tiene lugar una dispersión del espectro. Este hecho
también contribuye a la deformación de la señal.
1.1 TOMA DE MEDIDAS 13

Señal radiada por Tx

Dominio del tiempo Dominio de la frecuencia (espectro)

Amplitud

=
B

fL fM
Tiempo (ns) fc Frecuencia (MHz)

Figura 1.7: Pulso típico emitido por un GPR y su espectro. Donde fc es la fre-
cuencia central. El ancho de banda se define como B = fM − fL = 1,5fc . Donde
fM = 2fc es la frecuencia máxima y fL = 1/2fc es la frecuencia mínima. Por
ejemplo, una frecuencia central de 300 MHz el ancho de banda irá desde aproxi-
madamente los 150 a los 600 MHz. Dependiendo de los sistemas eléctrónicos y del
diseño de las antenas la distribución de la frecuencia rara vez se parece a la forma
de campana que se muestra en la figura. Lo más normal es que la distribución sea
asimétrica respecto de un pico de frecuencia que corresponde a la frecuencia cen-
tral. Las variaciones en la frecuencia pueden ser causadas por irregularidades en
la superficie de al antena, por componentes electrónicos pertenecientes a la propia
antena o por ruido producido por el georadar. Variaciones de este tipo se encuen-
tran en todas las antenas y cada una tiene su propia irregularidad produciendo
pulsos únicos y diferentes frecuencias dominantes. Hay que tener en cuenta que
aunque el fabricante asegure que las antenas tiene una frecuencia central en reali-
dad no siempre concuerdan las especificaciones con la frecuencia real de la antena.
Si hubiese alguna duda acerca de la frecuencia de la antena es conveniente realizar
un test antes de empezar a adquirir los datos.
14 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR

utilizarse para conseguir un muestreo temporal y espacial óptimo.

Selección de los intervalos de muestreo


T 1 1√
∆t ≤ 6
= 6fc
= 6fc εr
λc v c√
∆s ≤ 6
= 6fc
= 6fc εr
v c√
∆l ≤ ∆s ≤ 6fc
= 6fc εr
Donde v y c son la velocidad de la luz en el subsuelo y vacío respectivamente y
fc es la frecuencia central

Mediante un odómetro los georadares pueden ser programados para emitir


los pulsos cada cierta distancia preestablecida con lo que se puede asignar
a cada traza una localización especifica en la línea de medida y de la red.
Cuanto más pequeño sea el intervalo entre medidas, mayor será el número de
trazas recibidas por unidades de distancia, con el correspondiente aumento
en cobertura del subsuelo.

1.1.5. Sensibilidad y resolución


La sensibilidad se define como la capacidad de detectar blancos pequeños
mientras que la resolución es la capacidad de distinguir entre dos reflectores
o blancos próximos.
La sensibilidad es función de la longitud de onda λ de tal forma que los
reflectores de dimensiones mas pequeñas que λ/2 no reflejan energía hacia el
receptor. De aquí podemos concluir que el reflector mas pequeño que puede
detectarse con una cierta longitud de onda λ = v/f es uno de dimensiones
λ/2 = v/2f . En el georadar para asegurarse una buena detección se puede
usar este criterio de forma conservadora, esto es tomando λ y f, como longi-
tud de onda λc y frecuencia central fc del pulso radiado respectivamente en
vez de usar la longitud de onda espectral mínima (esto es, frecuencia central
máxima) del pulso radiado.
De lo anterior podríamos concluir que si existen dos reflectores o blancos
separados uno del otro por menos de λc /2, uno no puede distinguir uno del
otro.
1.1 TOMA DE MEDIDAS 15

1.1.6. Selección de la orientación y separación de las


antenas
La separación S entre antenas puede hacerse siguiendo una regla empírica
determinada por la fórmula
2
S=√ P
εr − 1
donde P es la profundidad de penetración. En la práctica, entre la imprecisión
de dicha fórmula y la necesidad de acelerar el proceso de medida, lo que se
suele hacer es usar las antenas con una separación fija determinada por el
fabricante para optimizar su uso.
En general las antenas usadas en georadares poseen polarización lineal y
estan normalmente situadas de forma que el campo eléctrico está orientado
en la dirección perpendicular a la dirección de movimiento en una línea de
medida.

1.1.7. Generación de hipérbolas por objetos eléctrica-


mente pequeños
Un objeto o anomalía del subsuelo puede considerarse electricamente pe-
queño cuando su mayor dimensión lmáx es pequeña comparada con la longitud
de onda central, λc , del espectro de la señal incidente (i.e. lmáx < λc ). Es-
tas objetos son muy visibles en los radargramas o B-Scans donde aparecen
como hipérbolas. Las estructuras enterradas capaces de generar este tipo de
reflexiones pueden ser piedras y una gran variedad de objetos que cumplan
la condición lmáx < λc .
La existencia de estas hipérbolas puede explicarse teniendo en cuenta
que las antenas de los georadares generan un pulso que se propaga hacia
el interior de subsuelo cubriendo un área que se expande a medida que la
señal se propaga (ver figura 1.8). Como consecuencia, las señales pueden
ser reflejadas por objetos enterrados que no están localizados directamente
debajo de la antena emisora. Obviamente el camino recorrido d = vt por el
campo electromagnético es mas largo cuando se detecta el objeto antes de
pasar el radar justo por encima de él ya que cuando sucede esto, la distancia
d0 entre el radar y el objeto es mínima y coincide con la profundidad a
la que está enterrada del objeto (ver figura 1.9). Admitiendo que el objeto
es eléctricamente pequeño y que esta enterrado en un medio homogéneo,
16 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR

la ecuación del tiempo necesario para detectar su existencia en función de


la distancia x del georadar al punto situado justo encima del objeto, de la
profundidad d0 a que se encuentra el objeto, de la velocidad v y del tiempo
t que tarda en detectarse, se calcula (ver figura 1.9) como sigue

d2 = x2 + d20
q
d = x2 + d20
p
2d 2 x2 + d20
t = =
v v
v2 t2 = 4(x2 + d20 )
4(x2 + d20 ) x2 d20
t2 = = 4( + )
v2 v2 v2
v2 t2 x2
− 2 = 1
4d20 d0

donde v 2 t2 /4d20 − x2 /d20 = 1 corresponde a la ecuación de una hipérbola. La

figura 1.10 muestra como se genera una de tales hipérbolas como resultado
de mover las antenas de un georadar a lo largo de una línea de medida.
La imagen superior muestra un objeto eléctricamente pequeño enterrado y
la imagen inferior la hipérbola generada. La hipérbola se ha obtenido por
simulación por ordenador de la configuración de la imagen superior mediante
el método de las diferencias finitas en el dominio del tiempo (FDTD [4]). La
figura 1.11 muestra en la imagen de la izquierda un bloque de cemento donde
existen varias tuberias enterradas en dirección perpendicular al movimiento
de radar. La imagen de la derecha muestra un radargrama real obtenido a
partir de las medidas de realizadas con un georadar. Pueden observarse varias
hipérbolas consecutivas producidas por las tuberías enterradas.
La presencia de hipérbolas puede ayudar en la interpretación de los re-
sultados obtenidos de las medidas con un georadar porque las hipérbolas
son fácilmente identificables en los radargramas y dan información sobre el
tamaño y posible geometría de los objetos en el suelo. Además pueden tener
gran utilidad para determinar la velocidad v (ver sección 2.3) de propagación
de las ondas electromagnéticas en el subsuelo y a partir de ella, la constante
dielectrica del subsuelo ya que la pendiente de las ramas de la hipérbola

dependen de v = c/ εr y que como consecuencia se puede estimar a partir
1.1 TOMA DE MEDIDAS 17

Figura 1.8: Simulación por ordenador de una antena emisora (TX ) emitiendo un
pulso electromagnético por encima de una interfase aire tierra señalada por una
línea. Se observa como parte del campo radiado por la antena se propaga en el
interior del subsuelo y que el frente de onda se expande a medida que el campo
se propaga y por tanto se puede recibir señal reflejada de blancos no situados
exactamente debajo de las antenas del georadar. También se observa como un
objeto (en este caso una caja metálica) dentro del subsuelo refleja parte de la señal
que incide sobre ellȧ. Este campo reflejado se propaga hacia la interfase tierra aire
y, después de dufrir una nueva reflexión, parte de su energía se propagará en el
aire donde una antena receptora (no mostrada en la Figura) puede recibirla.
18 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR

Tx Rx x

d0
d=vt

Blanco

Figura 1.9: Geometria usada para obtener la ecuación de la hiperbola generada


por un objeto puntual enterrado t2 /d20 − x2 /v 2 d20 = 1.

de la medida de dicha pendiente. La estimación de v puede utilizarse para


convertir en profundidad los tiempos de propagación obtenidos en las trazas
y radargramas medidos por el radar.
En algunos casos puede obtenerse solo la mitad de una hipérbola si justo
una esquina o un filo de una característica plana (como los bordes enterrados
del suelo de una casa o una plataforma de algún tipo) es lo que provoca
la reflexión. Conviene señalar que en la práctica un número muy grande de
hipérbolas en el radargrama de un perfil puede complicar la interpretación
de éste debido a que hace imposible detectar objetos mas profundos. Es
posible eliminar las ramas de las hipérbola colapsándolas hacia sus vértices
mediante técnicas de migración (ver subapartado 2.6.2). Esto es a menudo
necesario cuando se llevan a cabo representaciones tridimensionales donde la
existencia de las ramas de las hipérbolas puede crear falsas anomalías que
tienden a desdibujar la ubicación de algunos objetos en los C-Scan.

1.1.8. Profundidad de penetración


Como se ha comentado en el apartado 1.1.3, la profundidad de pene-
tración viene determinada por la potencia del pulso emitido6 , por la frecuen-
cia central de operación de la antena (llamada frecuencia de la antena) y por
las pérdidas en el subsuelo (por conducción o polarización). A mas baja fre-
cuencia central existe mas penetración. Las condiciones del subsuelo pueden
varían enormemente dependiendo de la situación en contenido de agua o de
las condiciones atmosféricas (ver por ejemplo las figuras 1.12-1.14). En gen-
eral suelos arenosos secos y con poca sal presentan una buena profundidad
de penetración. De hecho el georadar es operativo en agua potable, pero sue-
6
La amplitud de los pulsos está limitada por regulaciones muy estrictas dede compati-
bilidad electromagnética
1.1 TOMA DE MEDIDAS 19

Línea de medida
ds Aire
1 2 3 4 5 6 7 8

Layer 2 Suelo

Target
Blanco

1 2 3 4 5 6 7 8

Figura 1.10: Generacion una hipérbola como resultado de mover las antenas a lo
largo de una línea de medida. La Figura superior muestra el objeto electricamente
pequeño enterrado y la imagen inferior la hipérbola generada. La figura de ha
obtenido por simulación por ordenador del problema mostrado en la figura superior
mediante el método de las diferencias finitas en el dominio del tiempo (FDTD).
20 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR

Hipérbolas

Tx Rx

Cemento
Tuberias
Datos experimentales

Figura 1.11: La imagen de la izquierda representa varias tuberia enterradas en


cemento y el radargrama. La imagen de la izquierda muestra el radargrama corre-
spondiente obtenido a partir de las medidas realizadas con un georadar.

los fangosos o que contienen agua salada son muy difíciles de penetrar con
el georadar. En general los medios con una conductividad eléctrica alta in-
cluyen a todos aquellos que contienen agua salada y algunos tipos de arcillas,
especialmente si están húmedas. Cualquier suelo o sedimento que contenga
sales solubles o electrolitos en las aguas subterráneas crearán un medio con
una alta conductividad. Residuos líquidos de la agricultura, los cuales están
parcialmente saturados con nitrógeno soluble y potasio, pueden incrementar
la conductividad del medio.

1.1.9. Ecuación del radar (RRE)

La forma mas simple de estimar la profundidad de penetración posible es


usar la ecuación del radar (RRE). Básicamente esta ecuación surge de tener
en cuenta las pérdidas globales que la señal emitida sufre en su trayectoria
antes de que su reflexión sea recibida por la antena receptora (ver Figura
1.15).
1.2 SOBRE EL DISEÑO DE UNA EXPLORACIÓN CON GEORADAR21

Constante dieléctrica del suelo mojado

Constante dieléctrica

Contenido de agua

Figura 1.12: Variación de la constante dieléctrica del suelo en función del contenido
de agua.

1.1.10. Modo de trans-iluminación


Aunque la forma mas usual de utilizar el radar es como se ha descrito,
es decir con las posiciones de antenas receptoras y emisoras en posiciones
relativas fijas y desplazando ambas a lo largo de líneas de medidas, también
es posible usar las antenas separas en el modo denominado trans-iluminación
(ver figura 1.16) en las que ambas antenas se sitúan una enfrente de otra
dejando en medio la estructura que se quiere estudiar (por ejemplo paredes,
muros o columnas). Las variaciones en el tiempo de recepción así como de la
amplitud de la señal recibida por la antena receptora suministra información
sobre los posibles cambios de la estructura situada entre la antena emisora y
transmisora.

1.2. Sobre el diseño de una exploración con


georadar
En la práctica lo normal es que no se conozca con antelación ni la profun-
didad del blanco (en nuestro caso las de los posibles restos arqueológicos de
22 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR

1GHz 14GHz

Figura 1.13: Variación de la parte real e imaginaria de la permitividad dieléctrica


compleja en función de la frecuencia, a partir del modelo de Debye, para el valor
de la constante dieléctrica relativa a alta frecuencia de 81 y a baja frecuencia de
3.2.
1.2 SOBRE EL DISEÑO DE UNA EXPLORACIÓN CON GEORADAR23

Características del terreno y profundidad de penetración

Verano

Otoño

Invierno

Figura 1.14: Se muestran tres radargramas correspondientes a tres líneas de me-


dida realizadas en momentos de año diferentes pero en el mismo lugar. Se observa
que dependiendo del estado del terreno la profundidad del radar es diferente y por
tanto su capacidad de detección de las tuberias enterradas cambia.
24 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR

Fuente de potencia Potencia recibida por el convertidor A/D

Potencia radiada Potencia recibida por Rx

Tx (Ganancia, fidelidad Rx (Ganancia, fidelidad


y eficiencia y eficiencia
Potencia radiada en la dirección del blanco Potencia que se propaga hacia la antena receptora
Potencia perdida en el camino (ida y vuelta)
Potencia que alcanza al blanco Potencia dispersada por el blanco

Parámetros
constitutivos del
blanco

Figura 1.15: Pérdidas globales que la señal emitida por la antena emisora sufre
en su trayectoria antes de que su reflexión sea recibida por la antena receptora.

Tx Rx

Tx Rx

(a) (b)

Figura 1.16: Reflexión y trans-iluminación. La forma mas usual de usar el geo-


radar es en el modo denominado de reflexión descrito en detalle en esta memoria,
esquema (a). Sin embargo, a veces también se utiliza en el modo denominado de
trans-iluminación, esquema (b). Este modo es útil en ciertas aplicaciones como por
ejemplo para estudiar estructuras internas en paredes o muros.
1.2 SOBRE EL DISEÑO DE UNA EXPLORACIÓN CON GEORADAR25

interés) ni sus dimensiones ni las condiciones del terreno y ni, por tanto, la
capacidad del subsuelo de transmitir la energía electromagnética. Por tanto
lo mejor es hacer unos cálculos aproximados a partir de los datos estimados
y de ello elegir las antenas y los demás parámetros necesarios para llevar a
cabo la exploración con el georadar. Como una regla de partida si los blancos
buscados están a una profundidad de un metro o menos las antenas entre 400
y 900 MHz suelen ser una buena elección. Pero en general se deben hacer las
siguientes consideraciones como estrategia de partida antes de comenzar una
exploración:

1. Obtener tanta información como sea posible acerca de las propiedades


electromagnéticas del subsuelo. Si estas no pueden determinarse por
medidas directas lo cual puede ser complicado, se puede aproximar
a partir de las características geológicas del terreno. La figura 1.17
muestra, para una gama de frecuencias entre 10-1000 MHz, los valores
aproximados de los parámetros constitutivos de algunos materiales típi-
cos.

2. Estimar la profundidad a la que se espera encontrar los restos arque-


ológicos y sus dimensiones aproximadas con objeto de seleccionar la
frecuencia de operación y por tanto las antenas mas apropiadas para
la exploración.

3. Decidir si es físicamente posible o no usar la antena seleccionada en el


lugar a explorar ya que pérdidas, interferencias, obstáculos e incluso
transportabilidad etc. pueden desaconsejar su utilización.

En la figura 1.18 se resumen los parámetros a seleccionar en el diseño de


una exploración con el georadar.
Los equipos modernos son notablemente pequeños y fáciles de transportar
a zonas de difícil acceso al menos para frecuencias mayores de los 250 MHz.
El georadar puede inspeccionar un área relativamente grande en un corto
periodo de tiempo con una excelente resolución espacial suministrando in-
formación sobre posibles objetos enterrados y la estratigrafía del terreno. En
condiciones óptimas del suelo es posible explorar con el georadar un área de
2000 metros cuadrados en un solo día. Una vez elegidos los parámetros y
antenas adecuados para llevar a cabo una exploración, las antenas se remol-
can usualmente a mano a lo largo de las líneas de medida a la velocidad a
26 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR

Constante dieléctrica Conductividad (S/m) Velocidad (m/ns) Atenuación (dB/m)


Material ε r = ε / ε0 σ α
Aire 1 0 0.3 0
Agua destilada 80 0.01 0.033 0.002
Agua natural 80 0.5 0.033 0.1
Agua del mar 80 30,000 0.01 1,000
Arena seca 3-5 0.01 0.15 0.01
Agua mojada 20-30 0.1-1.0 0.06 0.03-0.3
Tierra caliza 4-8 0.5-2 0.12 0.4-1
Pizarra 5-15 1-100 0.09 1-100
Cieno 5-30 1-100 0.07 1-100
Arcilla 4-40 2-1,000 0.06 1-300
Granito 4-6 0.01-1 0.13 0.01-1
Sal (seca) 5-6 0.01-1 0.13 0.01-1
Hielo 3-4 0.01 0.16 0.01

Figura 1.17: Propiedades eléctricas de algunos materiales (frecuencia: 10 — 1000


MHz).

Diseño de una exploración

Requiere la selección de Dependiendo de:


„ La frecuencia
„ Tamaño del blanco
„ La separación y orientación de las antenas
„ Profundidad del blanco
„ Ventana temporal
„ Tipo medio que lo rodea
„ Intervalos de muestreo

Para obtener
„ Una resolución adecuada
„ Suficiente penetración
„ Una relación adecuada señal/clutter
„ Una relación adecuada señal ruido

Figura 1.18: Resumen de los parámetros a seleccionar en el diseño de una explo-


ración con el georadar.
1.2 SOBRE EL DISEÑO DE UNA EXPLORACIÓN CON GEORADAR27

la que una persona puede andar normalmente. No obstante, como la may-


oría de los georadares son capaces de transmitir pulsos y de generar trazas
a un ritmo muy elevado , es posible incluso que las antenas sean remolcadas
por un vehículo a velocidades considerables, pero esta forma de medir no es
aconsejable en arqueología.
En general las unidades de memoria de los georadares pueden almacenar
la enorme cantidad de los datos obtenidos en una red de medidas. Esta infor-
mación normalmente incluye la fecha del trabajo de campo, la frecuencia de
antena, lugar donde se realizaron las medidas y cualquier información que se
considere necesaria. Además es posible conforme los datos son tomados re-
alizar un primer análisis e interpretación de los mismos en el propio terreno
o bien unas pocas horas después en el laboratorio.
Muchos de los equipos de medición que actualmente están en el mercado
pueden ser usados por una sola persona, con la unidad de control las fuentes
de alimentación y las antenas colocadas en un carro con ruedas con lo que
el uso a lo largo de las líneas de medida se hace notablemente más fácil.
Sin embargo para un funcionamiento óptimo, debe haber al menos dos per-
sonas para pasar el georadar. Una persona puede ser capaz de llevarlo solo
pero implica más complicaciones que ventajas. Si alguna otra persona está
disponible esta se encargará de tirar de la antena a lo largo de las líneas de
medida mientras que la otra puede llevar la unidad de control para ir viendo
las reflexiones y así poder tener una idea aproximada de si se están tomando
correctamente las medidas. Una tercera persona puede ir ayudando con los
cables para evitar nudos, ir limpiando el terreno por donde pasará el radar
o bien ir delimitando nuevas líneas de medida dentro de una red. El poseer
una mochila o un carrito puede ayudar bastante a la hora de manejar estos
equipos.
Los obstáculos encontrados al mover el radar (árboles, postes de la luz,
piedras etc.) a lo largo de una o varias líneas de medida deben quedar reg-
istrados correctamente en su posición ya que pueden afectar al georadar por
lo que habrá que documentarlos para que a la hora de visualizar los datos,
si se observa alguna anomalía que pueda estar asociada a estos obstáculos
pueda ser identificada como clutter y de esta manera no confundirla con al-
gún posible resto arqueológico enterrado. Árboles, raíces, objetos metálicos
etc. deben de ser anotados para que una vez en el laboratorio puedan descar-
tarse las reflexiones que puedan aparecer cerca de ellos. Si conociésemos la
presencia de tuberías, túneles o cables eléctricos también deberemos marcar
su posición sobre el terreno de manera que siempre los tengamos localizados.
28 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR

Figura 1.19: Operario siguiendo las líneas de medida marcadas por cuerdas.

La parte mas tediosa, pero también importante, del georadar en ir ar-


rastrando el radar. Este trabajo es importante realizarlo bien ya que no ir
paralelo a las líneas de medida, ver figura 1.19, o ir a una velocidad in-
adecuada puede traducirse en unos datos erróneos. Otro aspecto importante
referente al movimiento del georadar a lo largo de las líneas de medida es que
hay que asegurarse que las antenas tengan la misma orientación, la misma
distancia al suelo o bien que ambas estén sobre la superficie. Cambios en la
orientación respecto del terreno pueden ser causa de variaciones en las ondas
reflejadas y ser confundidas con variaciones del terreno.
Antes de adquirir los datos a lo largo de una línea de medida es con-
veniente llevar un esquema manual de su situación dentro de la red. Para
posicionar las medidas realizadas puede utilizarse la tecnología GPS la cual
puede integrarse en la mayoría de los radares modernos.

Dispersión y atenuación de las señales en el subsuelo


Un factor que afecta a la profundidad de penetración y a la amplitud
de la señal reflejada es la atenuación de las señales. Esto ocurre porque en
todos los terrenos las señales que se propagan por ellos pierden energía por
efecto Joule o polarización. Además la velocidad de propagación es en general
función de la frecuencia de forma que las diferentes componentes espectrales
del pulso se propagan a distinta velocidad y por tanto se deforma el pulso,
esto es existe dispersión.
1.2 SOBRE EL DISEÑO DE UNA EXPLORACIÓN CON GEORADAR29

Cuando una señal original es reflejada hacia la superficie ésta volverá a


sufrir atenuación y dispersión hasta llegar a la antena receptora. Como re-
sultado las señales del georadar siempre son progresivamente debilitadas y
deformadas a medida que se propagan por el terreno. Esto hace que, indepen-
dientemente del contraste electromagnético de las interfases, las reflexiones
sean cada vez mas débiles. La distancia máxima efectiva a la que el georadar
es capaz de profundizar depende de las componentes en frecuencia de los pul-
sos radiados por la antena emisora y de las propiedades físicas del subsuelo
a través del cual se propagan.
Las antenas de baja frecuencia generan longitudes de onda que pueden
penetrar más allá de 50 metros bajo ciertas condiciones pero que sólo son
capaces de mostrar grandes estructuras. En hielo puro antenas de esta fre-
cuencia han sido capaces de transmitir pulsos varios kilómetros y suelen ser
usadas para determinar el grosor de glaciares. En contraste la penetración
de una antena de 900 MHz es cercana al metro, y a menudo menos, pero las
reflexiones pueden mostrar objetos de unos pocos centímetros de diámetro.

Sobre el uso del georadar en arqueología


Las reflexiones con una amplitud más elevada tienen lugar en la interfaz
de medios con gran contraste, esto es, con una diferencia significativa de
parámetros constitutivos. Por ejemplo, una diferencia de este tipo puede ser
entre arcilla compacta de un muro perteneciente a una casa enterrada y
una capa de arena que la cubra. Por el contrario si el objetivo arqueológico
está compuesto de la misma sustancia que el terreno que la rodea o si esos
materiales tiene más o menos la mismas propiedades físicas y químicas no
habrá variación de la constante dieléctrica entre ellas y no se producirá, o
será muy pequeña, la reflexión en la interfaz.
Otro factor que puede complicar la interpretación de los datos es la posi-
ble existencia de reflexiones múltiples debido a que la onda reflejada en una
determinada anomalía puede ser de nuevo reflejada al propagarse hacia la
superficie cada vez que encuentra un cambio en los parámetros constitutivos.
Este proceso al tener lugar de forma repetida produce lo que se denomina
reflexiones múltiples y aparecen en los radargramas como reflexiones hor-
izontales repetidas y separadas entre ellas una misma distancia (ver figura
1.20).
El uso del georadar en arqueología suele hacerse delimitando, dentro de
la zona a ser explorada, áreas rectangulares donde se presupone que hay un
30 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR



(a)
(b)

Múltiples reflexiones

Figura 1.20: Ejemplo de radargrama mostrando múltiples reflexiones que se in-


dican por la flecha. La existencia de reflexiones múltiples es debido a que la onda
reflejada hacia la superficie por una determinada anomalía puede ser de nuevo
reflejada hacia el subsuelo si se encuentra un cambio en los parámetros constitu-
tivos. Este proceso puede repetirse multiples veces hata que la energía de la señal
se disipa. Este fenómeno se denomina reflexiones múltiples y aparece en los radar-
gramas como reflexiones horizontales repetidas y separadas entre ellas una misma
distancia.
1.2 SOBRE EL DISEÑO DE UNA EXPLORACIÓN CON GEORADAR31

yacimiento arqueológico y pasando el radar ordenadamente por ellas medi-


ante las líneas de medida formando una red, i.e. líneas de medidas paralelas
en dos direcciones (x e y) perpendiculares entre si. Si la red está orientada
hacia el norte las líneas se colocaran de norte a sur y de oeste a este, es decir
se realizará una medida del terreno tanto en el eje x como en el y. La red se
intentará situar de manera que contenga al menor número de obstáculos posi-
bles. Cuando no se ha podido evitar que alguna línea de medida contenga uno
o varios obstáculos, pueden realizarse medidas entre éstos y dejar los huecos
necesarios. De esta manera se obtiene una línea de medida discontinua, pero
con el software adecuado se puede trabajar con ellas sin problema.
El uso de redes rectangulares o rectilíneas es preferible frente a otros dis-
eños por diferentes razones. Cuando los datos son tomados en líneas paralelas
y perpendiculares el postproceso de esos datos se facilita enormemente. De
hecho, los programas comerciales para el postproceso tienen por defecto esta
predisposición. De esta manera las datos pueden ser rápidamente procesados
e interpretados. Otra ventaja que aporta el uso de redes rectangulares es
que las reflexiones importantes en cada radargrama son fácilmente correla-
cionadas con los siguientes radargramas y pueden ser unidas tanto perpen-
dicular como en paralelo. En cualquier caso, un esbozo de la red así como de
las líneas de medida y de los posibles obstáculos ha de hacerse siempre ya
que facilitará mucho el posterior análisis de datos llevado a cabo en el labo-
ratorio. Sin embargo, si por razones tales como las condiciones del terreno o
la limitaciones de tiempo se hace necesario una serie de líneas de medida no
paralelas también es posible conseguir una buena cobertura del terreno. Es
necesario tener mucho cuidado cuando se traza una red no rectangular ya que
implica que las líneas de medida han de trazarse con gran precisión y han de
estar bien localizadas en el plano. Cuando se usan redes de este tipo conseguir
radargramas de dos o tres dimensiones es una tarea muy complicada.
Para situar la red de medidas dentro de un plano o mapa las esquinas
de cada red deben de ser localizadas con precisión y tener la precaución
de que todas las líneas de medida sean perpendiculares o paralelas a estos
puntos. En esta parte del proceso de tomar medidas con el georadar se puede
emplear una gran cantidad de tiempo pero el hacerlo bien es extremadamente
importante. El uso del GPS permite almacenar la posición exacta de cada
traza.
Por conveniencia tras finalizar una línea de medida en un sentido en vez
de volver al punto de inicio de la siguiente línea puede realizarse la siguiente
medida en sentido apuesto, es decir, en zigzag. De esta manera además de
32 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR

acortar el tiempo total de medida facilita bastante la labor, ya que evita


cargar con el radar innecesariamente. El hecho de realizar así las medidas
no tiene consecuencias sobres las mismas aunque cuando se vayan a procesar
habrá que especificarle al software que las medidas has sido tomadas de esta
manera para que las cambie la orientación.

1.3. Antenas para georadares


Como en el caso de los radares convencionales, el papel de las antenas
en un georadar es fundamental. Sin embargo, las antenas deben tener unas
características definidas en función de las aplicaciones concretas a que se
pretende dedicar el radar. Por ejemplo un radar para localizar e identificar un
blanco debe tener unas características más exigentes que las utilizadas para la
simple detección de dicho blanco, donde sólo se espera distinguir si tal blanco
existe o no. En el caso de los georadares, estos deben de ser capaces no solo de
detectar blancos enterrados sino que también deben de suministrar la mayor
información posible sobre dichos blancos. Para ello se utilizan antenas con
unas características específicas que también vienen influenciadas por el hecho
de que operan muy cerca de la tierra. De forma resumida las características,
propiedades y parámetros que determinan las propiedades de una antena de
georadar son:
•Capacidad para radiar pulsos con mínima distorsión para ello las antenas
de georadares deben ser de banda ultra-ancha y no dispersivas.
•Las antenas operan cerca de tierra y las propiedades de ésta pueden
afectar fuertemente su comportamiento. Este hecho hace muy difícil man-
tener constante la impedancia de entrada de la antena en toda su banda de
operación y, como consecuencia, mantener la antena adaptada a la línea de
alimentación.
•Los parámetros más importantes no son los convencionales, por ejemplo
no lo son la ganancia y diagrama de radiación, ya que los blancos están
localizados en la zona de campo cercano o intermedio de la antena. Por tanto
la atención en el diseño debe enfocarse más a parámetros relacionados con
la zona cercana o intermedia de la antena, como por ejemplo el parámetro
denominado “huella” (footprint) de la antena. El “footprint” se define como
la zona iluminada por la antena en un plano horizontal cercano. Esta zona
iluminada es de desear que sea del tamaño aproximado del blanco con objeto
de mejorar su detección mediante el georadar.
1.3 ANTENAS PARA GEORADARES 33

Características deseadas de las antenas

„ Parámetros constantes en toda la banda de operación

„ Acoplamiento bajo y de corta duración entre las antenas Tx y Rx

„ Antenas directivas con la energía radiada hacia tierra.

„ Comportamiento no afectado por las características del subsuelo

„ Forma y tamaño de la huella “footprint” comparable al del blanco

„ Las antenas deben ser robustas y ligeras

Figura 1.21: Características esperadas en las antenas para georadares.

En la figura 1.21 se resumen las características deseadas en las antenas


usadas en los georadares.
El objetivo principal de las antenas para georadares es conseguir pulsos
limpios. Ninguna antena, sin embargo, produce tales pulsos ideales y parte del
ruido de las señales recibidas es debido a esto. Este ruido puede ser eliminado
con procesado adecuado.
Las antenas de baja frecuencia suelen ser mucho más grandes, pesadas y
difíciles de manejar que las de alta frecuencia. Éstas son difíciles de trans-
portar y requieren de algún vehículo con ruedas para ser movidas a lo largo
de las líneas de medida.
Las pequeñas antenas de alta frecuencia suelen estar apantalladas y pro-
tegidas. Para ello las antenas del georadar están normalmente embutidas en
una carcasa de fibra de vidrio o de plástico que se sitúa directamente sobre
el suelo o montado sobre ruedas quedando las antenas en este caso a unos
pocos centímetros del suelo. El apantallamiento permite a los pulsos propa-
garse hacia el interior de la tierra pero no hacia arriba ni hacia los lados
donde pueden ser reflejados por objetos en la superficie, los cables de la ante-
na o incluso la gente que esta tirando del radar lo que haría mas complicado
34 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR

el discernir cualquier objeto enterrado. Para apantallar las antenas se usa


material absorbente en la parte superior de la antena. No obstante el apan-
tallamiento puede no ser perfecto. En todo caso si las reflexiones no deseadas
ocurren siempre aproximadamente al mismo tiempo, como por ejemplo las
debidas a la persona que tira del radar, éstas pueden ser fácilmente filtradas.
Si las reflexiones no deseadas se deben a objetos situados aleatoriamente co-
mo árboles, casas, postes telegráficos etc no será tan fácil discriminar estas
reflexiones y la interpretación de los datos será mucho más difícil. Lo mejor
es, dentro de lo posible, llevar a cabo las medidas a una distancia de seguridad
de estos posibles objetos lo mas grande posible. En general las antenas de
baja frecuencia son mucho más voluminosas y también mas difíciles de apan-
tallar y por tanto pueden recibir mas reflexiones externas (ruido) proveniente
de objetos en la superficie.
Las antenas normalmente están conectadas a una unidad de control me-
diante un cable coaxial o fibra óptica donde las señales recibidas son dig-
italizadas y almacenadas. En un futuro cercano la tecnología inalámbrica
permitirá la comunicación entre antenas y unidad de control sin cables.

1.4. Descripción del radar utilizado


A continuación se describen muy brevemente algunas de las características
del radar con el que se han tomado las medidas. Es el modelo PRO-Ex de
MALA que se muestra en la figura 1.22 y que básicamente consta de tres
partes:
• La unidad de control, que se encarga de regular todo el proceso de toma
de datos.
• Un conjunto de antenas intercambiables.
• El monitor XV11 para el almacenamiento y visualización inmediata de
los resultados (Este dispositivo puede substituirse por un ordenador portátil).
La unidad de control se muestra en la figura 1.23. Consta de una batería
de 12V (que puede reemplazarse por una fuente de alimentación externa);
una conexión ethernet al monitor XV11 (o al ordenador portátil); dos puertos
auxiliares para permitir la conexión de dispositivos externos como por ejem-
plo un GPS; un puerto para la conexión de la rueda de medida u odometro
(’master wheel’); y dos ranuras (’antenna slots’) para conectar las antenas.
La configuración básica que se muestra en la figura es de dos canales, es decir
permite la utilización simultanea de dos pares de antenas (realmente 4 ante-
1.4 DESCRIPCIÓN DEL RADAR UTILIZADO 35

Figura 1.22: Modelo de georadar PRO-Ex de MALA..


36 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR

Figura 1.23: Unidad de control del radar MALA ProEx.

nas ya que se trata de 2 transmisoras y 2 receptoras) pero existen unidades de


expansión (no disponibles aún en el grupo de Electromagnetismo de Grana-
da) para poder conectar simultáneamente hasta 8 pares de antenas (modo de
funcionamiento multicanal). Puede también dejarse vacía una de las ranuras
y utilizar el radar en la configuración mas usual de una antena emitiendo
(antena Tx) y otra recibiendo (antena Rx).
La gama de antenas disponibles para su conexión al radar va desde ante-
nas de 100MHz a antenas de 2.3GHz. Todas ellas son antenas apantalladas de
forma que emiten toda la energía focalizándola hacia el subsuelo, evitando,
en la medida de lo posible, interferencias con campos radiados por fuentes ex-
ternas o con señales reflejadas por obstáculos que estén presentes en el medio
exterior donde se realizan las medidas. Las antenas de frecuencias interme-
dias (de 100MHz a 800MHz) se muestran en la figura 1.24. La de 500MHz es
una de las mas utilizadas en la práctica en arqueología ya que con ella se con-
sigue una buena resolución para profundidades medias y superficiales. La de
800MHz ofrece una resolución muy buena para medidas a poca profundidad
y es útil, por ejemplo, para medidas sobre asfalto. Las antenas de 100MHz y
250MHz poseen una capacidad de penetración y resolución medias.
La conexión de cualquiera de las antenas de frecuencia intermedia al radar
1.4 DESCRIPCIÓN DEL RADAR UTILIZADO 37

Figura 1.24: Conjunto de antenas apantalladas de frequencias intermedias de las


siguientes frecuencias (de arriba a abajo y de izquierda a derecha): 1.- 100 MHz:
2.- 250 MHz, 3.- 500 MHz: 4.- 800 MHz.

se realiza encajándola primero sobre el dispositivo que se muestra en la Figura


1.25 que contiene la parte electrónica de las antenas transmisora y receptora y
que se encarga de generar los pulsos electromagnéticos o de recibirlos cuando
recibe la orden de la unidad de control (se alimenta con un batería propia).
Posteriormente, el conjunto formado por la antena y su electrónica, se conecta
mediante cables de fibra óptica (de aproximadamente 3 metros de longitud)
al dispositivo denominado modulo óptico de antena que se muestra en la
figura 1.26. Como se ve en esta figura, hay tres puntos de conexión en el
modulo óptico, uno es para la antena receptora (Tx) otro para la receptora
(Rx) y el tercero para transferencia de datos. Finalmente el modulo óptico
se encaja en una de las ranuras para antenas de la unidad de control.

Algunas de las características de las antenas de frecuencias intermedias


se resumen en la siguiente tabla:
38 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR

Figura 1.25: Dispositivo con la parte electrónica de las antenas de frecuencia


intermedia (de 100 MHz a 800 MHz).

Figura 1.26: Módulo óptico: Permite la conexión a la unidad de control de todas


las antenas que utilizan una interfaz óptica.
1.4 DESCRIPCIÓN DEL RADAR UTILIZADO 39

Frecuencia Tamaño Rango Rango Peso (Kg) Dimensiones


de la mínimo del aprox- aprox- (m)
Antena blanco (m) imado imado
(MHz) de pro- de pen-
fundidad etración
(m) (m)
100 0,1 - 1 2 - 15 15 - 25 25,5 1,25 x 0,78
x 0,20
200 - 250 0,05 - 0,5 1 - 10 5 - 15 8,0 0,78 x 0,44
x 0,16
500 0,04 1-5 3 - 10 5,0 0,50 x 0,33
x 0,16
800 0,02 0,4 - 2 1-6 2,6 0,38 x 0,20
x 0,12
1000 cm 0,05 - 2 0,5 - 4 2,4 0,24 x 0,16
x 0,12

En el grupo de Electromagnetismo de Granada se dispone también de


varias antenas apantalladas de alta frecuencia, son las de 1,2Ghz, 1,6Ghz y
2,3 Ghz (La figura 1.27 muestra la antena de 1.6GHz.). Son antenas ade-
cuadas para aplicaciones que requieran una gran resolución a profundidades
superficiales como por ejemplo la detección de daños estructurales en colum-
nas o estructuras de poco grosor. En estos casos la geometría de las antenas
viene ya unida a su parte electrónica dentro de una caja cerrada. Para su
conexión a la unidad de control requieren de un modulo de antena específico
denominado modulo de alta frecuencia que se muestra en la figura 1.28 y que
encaja en las ranuras de antena de la unidad de control.
Además de los dos módulos de antenas ya descritos en este apartado, ex-
iste un tercer módulo denominado modulo coaxial (no disponible actualmente
en el grupo de electromagnetismo) que permite variar la distancia entre la an-
tena Tx y Rx así como elegir distintas orientaciones para las dichas antenas.
El conjunto de los tres módulos (óptico, de alta frecuencia y coaxial) consigue
que la unidad de control sea compatible con todas las antenas. Cada módulo
puede ser combinado con cualquier otro y pueden ser usados a la vez dos en
la unidad de control básica. Hay que disponer de dos módulos iguales si lo
40 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR

Figura 1.27: Antena de 1.6 GHz junto con el carro que la soporta y que incluye
un odómetro.

Figura 1.28: Módulo para antenas de 1,2Ghz, 1,6Ghz y 2,3 Ghz necesario para la
conexión de antenas de alta frecuencia a la unidad de control.
1.4 DESCRIPCIÓN DEL RADAR UTILIZADO 41

Figura 1.29: Monitor XV11.

que se necesita es utilizar simultáneamente dos pares de antenas del mismo


tipo. Por ejemplo para realizar medidas con una antena de 500MHz junto
con otra de 800MHz se utilizarían dos módulos ópticos. Por otro lado, cada
una de las ranuras para la conexión de antenas de la unidad de control puede
configurarse de forma que, del par de antenas que se conectan a la misma,
una emita y otra reciba o, alternativamente, de forma que las dos antenas
funciones como receptoras (en este caso debe existir una antena transmisora
conectada a la otra ranura de la unidad de control).
Para almacenar los datos correspondientes a las medidas y la visualización
en tiempo real de los mismos, la unidad de control se conecta a través del
puerto Ethernet a un ordenador portátil externo o a la unidad XV11 que
se muestra en la figura 1.29. La unidad XV11 es un dispositivo diseñado
sobre una plataforma Linux y posee una pantalla TFT de 640 x 480 píxeles
diseñada para su utilización en condiciones extremas (por ejemplo permite
visualizar adecuadamente los radagramas bajo luz solar intensa).
Para controlar la toma de datos del radar puede utilizarse una rueda de
medida denominada odómetro que se encarga de disparar el radar cada vez
que éste se mueva una distancia establecida por el usuario a lo largo de una
línea de medida. La figura 1.30 muestra dos odómetros con dos diámetros
distintos, uno de 150 mm y otro de 300 mm. Los odómetros se conectan a
42 CAPíTULO 1 FUNDAMENTOS DEL GEORADAR

Figura 1.30: Odómetros con diametros de 150 mm y de 300 mm.

la unidad de control en el puerto señalado como ’master wheel’ (ver figura


1.22). Cuando el radar se utiliza montado en el carro de transporte (ver figura
1.22) una de las ruedas del carro funciona como odómetro.
Capítulo 2

Procesado de datos

La interpretación de las medidas realizadas durante una exploración dis-


tan mucho de ser fácilmente interpretables debido a la existencia de múltiples
parámetros que afectan y perturban la señal recibida, por ejemplo, ruido e in-
terferencias, atenuaciones, efectos de reflexiones múltiples, etc. De hecho esta
es una dificultad con la que se encuentra el usuario de un georadar y como
consecuencia, para obtener información del subsuelo lo mas fácilmente inter-
pretable posible sin perder fiabilidad, se hace necesario procesar la enorme
cantidad de datos recopilados por el radar a lo largo de las distintas líneas
de medida que conforman la red en que se divide la superficie explorada. El
procesado de los datos puede llegar a ser bastante complicado debido a la
gran cantidad de parámetros que deben de ser ajustados para obtener unos
resultados satisfactorios. Por ello la aplicación de cualquier algoritmo para
procesar las señales debe hacerse siempre teniendo en mente un modelo físico
del problema y siendo muy cuidadosos para no perder información o, lo que
puede ser aun peor, obtener información irreal.
El procesado puede incluir el uso de filtros de señal de alta y baja frecuen-
cia, el reforzamiento de la ganancia de la señal para compensar la disminución
de la amplitud de la onda por pérdidas a medida que se propaga, así como
el uso de algoritmos de migración para colapsar a su vértice, etc.
Todos los radargramas mostrados en esta sección se han obtenido uti-
lizando el correspondiente procesado de datos el programa comercial Reflexw
que se describe muy brevemente a continuación.

43
44 CAPíTULO 2 PROCESADO DE DATOS

2.1. Software Utilizado


Para el procesado de los datos obtenidos por el radar se han usado dos
programas comerciales. El primero (Reflexw [5]) para procesado de datos y el
segundo (GPRSlice [6]) más enfocado a representar de manera más fácilmente
interpretables los resultados obtenidos por el primero.
El programa Reflexw1 es un programa para el procesado y posterior inter-
pretación de las señales reflejadas por un georadar. Básicamente el programa
tiene dos partes, el análisis en 2D y 3D. En el primero se obtienen los radar-
gramas en 2D o B-scans. Además posee un abanico muy amplio de filtros y
tipos de ganancias para poder aplicar. Así mismo permite representar los re-
sultados con diferentes modos de visualización además de trabajar con varios
radargramas al mismo tiempo. No hay problemas de compatibilidades con
los datos del georadar puesto que acepta la mayoría de formatos conocidos.
El segundo bloque posibilita mostrar los resultados en 3D. Así pues se
pueden realizar representaciones en forma de cubos, superponer distintos
radargramas e incluso intercalarlos perpendicularmente obteniendo figuras
que facilitan la localización de posibles blancos pudiendo además rotar estas
figuras en cualquiera de los ejes para facilitar la visualización.
Aunque existen muchos mas procesados de señal posibles, los mas fre-
cuentes y usuales son los que se describen a continuación y que son los que
hemos empleado en los procesados de datos necesarios para obtener los re-
sultados que se describen la parte II (medidas y resultados) de esta memoria.

2.2. Preparación de los ficheros


El primer paso consiste en visualizar y observar detenidamente los datos
recopilados por el radar y corregir posibles errores que resulten evidentes (por
ejemplo falta de alguna traza) así como el reordenar los datos adecuadamente
si las medidas se han tomado en dos direcciones opuestas ( i.e. en zigzag).
También puede ser necesario unir ficheros, seleccionar el origen de tiempos
etc.

1
http://www.sandmeier-geo.de/Reflex/reflexw.htm
2.2 PREPARACIÓN DE LOS FICHEROS 45

2.2.1. Origen de tiempos

El próximo paso suele ser la corrección del origen de tiempos (time zero).
Los radares modernos toman el origen de tiempo automáticamente usando
como referencia la primera reflexión significativa que llega a la antena recep-
tora y que es debida a la interfaz suelo aire. Para ellos se suele buscar para
cada traza el primer valor de la traza que excede por ejemplo al 5 % del valor
máximo de la misma traza y entonces se desplaza el origen de tiempo de la
traza a ese punto. No obstante, por si hay algún error siempre es conveniente
analizar los datos y si se observa alguna anomalía en el origen de tiempos
corregirla manualmente para cada traza mediante el software apropiado. Este
paso es importante porque, en caso de no tomar correctamente los orígenes
de tiempo, aparecerán desalineadas reflexiones que en realidad ocurren a la
misma profundidad y por tanto se pueden cometer errores de interpretación
de los resultados como, por ejemplo, en el cálculo de la profundidad de las
anomalías del subsuelo detectadas. El desplazamiento del origen de tiempos
puede tener lugar debido a cambios de temperatura de la instrumentación
electrónica, defectos en los cables de conexión, posibles obstáculos en el suelo,
por ejemplo, vegetación, etc.

La calibración del origen de tiempos se realiza con la antena posicionada


sobre el terreno de manera estable y lo más plana posible. Cuando se cal-
ibra el origen de tiempo, la primera reflexión visible normalmente procede
de la interfase aire suelo del terreno y todas las siguientes provendrán del
subsuelo. En las trazas y radargramas esta primera reflexión se muestra como
la primera gran amplitud de la onda después de un intervalo de tiempo sin
registrar dato alguno.

La figura 2.1 muestra un mismo radargrama antes y después de aplicar


un cambio de origen temporal. También se incluye (como se hará en todos
los radargramas mostrados en este capítulo) una captura de pantalla donde
pueden apreciarse en vertical dos trazas antes (izquierda) y después (derecha)
de haber aplicado el proceso así como dos componentes espectrales antes
(arriba) y después (abajo) del mismo proceso.

.
46 CAPíTULO 2 PROCESADO DE DATOS

Figura 2.1: En la figura puede verse el mismo radargrama dos veces. A la izquierda
el original, y a la derecha el obtenido tras aplicarle un cambio de origen de tiem-
pos. También se muestran, en una captura de pantalla los parámetros elegidos
para cambiar el origen de tiempos. Así mismo la captura contiene tres ventanas
verticales, de las cuales, la primera de la izquierda es la traza original y la de la
derecha es la traza modificada "filtrada". Por otro lado también se observan dos
ventanas extendidas horizontalmente que muestran las componentes espectrales
(transformadas de Fourier) de la traza original (espectro original) en la ventanita
superior y de la traza modificada (.espectro filtrado"). En este caso no hay diferen-
cia entre los espectros ya que lo único que se ha hecho en la traza ha sido desplazar
el origen de tiempos.
2.3 DETERMINACIÓN DE LA VELOCIDAD DE PROPAGACIÓN47

Figura 2.2: En la parte superior de la figura se muestra un radragrama con varias


hipérbolas y en la inferior la adaptación de estas hipérbolas a otras generadas
por el software utilizado en el proceso de datos y que permiten estimar, de forma
aproximada, la velocidad de propagación de la señal en el subsuelo.

2.3. Determinación de la velocidad de propa-


gación

Como se explica en el subapartado 1.1.7 es posible estimar la velocidad


de las ondas electromagnéticas en el subsuelo a partir de las pendientes de las
hipérbolas obtenidas en un radargrama y que son generadas por objetos en-
terrados eléctricamente pequeños. La figura 2.2 muestra en la parte superior
un radragrama con varias hipérbolas y en la inferior la adaptación de estas
hipérbolas a otras generadas por el software utilizado en el proceso de datos
y que permiten estimar, de forma aproximada, la velocidad de propagación
de la señal en el subsuelo. Por supuesto podrían haber distintas velocidades
en caso de que el suelo fuese inhomogéneo ( i.e con zonas con distintas con-
stantes dieléctricas y por tanto con diferentes velocidades de propagación).
En ese caso en las diferentes zonas se obtendrían hipérbolas con diferentes
pendientes.
48 CAPíTULO 2 PROCESADO DE DATOS

2.4. Filtros temporales


Los filtros temporales se usan para eliminar de los radargramas ruidos
de bajas o altas frecuencias (filtros "dewow", paso baja y paso alta) o bien
frecuencias perteneciente a una banda en concreto (filtros pasa banda). Estos
filtros, también se denominan verticales debido a que la escala de tiempos se
representa verticalmente en los radargramas. Estos ruidos pueden haber sido
generados bien por el propio georadar durante la adquisición de los datos2
o bien por interferencias exteriores debidas a teléfonos móviles, transmisores
de radio u otros dispositivos cercanos. Como consecuencia, los radargramas
resultantes pueden contener demasiado ruido como para poder interpretar
los resultados con claridad.
El ruido de baja frecuencia suele estar relacionado con la antena, la lon-
gitud del cable y el tipo de unidad de control que estemos usando. Es una
función del georadar que estemos usando. Altas frecuencias anómalas pueden
ser filtradas con filtro paso baja. Por otro lado hay que tener cuidado al usar
los filtros de no eliminar lo que podrían ser reflexiones originadas en el medio.
La figura 2.3 muestra el mismo radargrama (correspondiente a un radargra-
ma medido con una antena de 450 MHz) antes y después de serle aplicado
un filtro pasa banda.

2.4.1. Filtro de continua (dewow)


El denominado "dewow.es un filtro para eliminar las componentes de con-
tínua o cuasicontínua (i.e. de muy baja frecuencia) que normalmente aparecen
en la señales recibidas debido a los campo estáticos y cuasi estáticos aso-
ciados a la electrónica de la antena y a campos de inducción (cercanos). El
filtro "dewow.opera calculando el valor medio de las muestras encontradas
al mover una ventana temporal (de duración en el entorno de un periodo,
T = 1/fc ) a lo largo de una traza y substraer este valor a la muestra central
de dicha ventana. El proceso se repite a lo largo de todas las trazas. Usar
este filtro es imprescindible como un primer paso en el proceso de datos a
menos que, por alguna razón, se haya usado previamente un filtro de paso
alta. No obstante hay que tener en cuanta que en ciertas circunstancias el fil-
tro "dewow"puede eliminar información útil. La figura 2.4 muestra el mismo
2
Por ejemplo los teléfonos móviles deben estar apagados cuando se realizan medidas
con el georadar o en todo caso usarlos a una distancia prudencial de la antenas de al menos
una decena de metros.
2.4 FILTROS TEMPORALES 49

Figura 2.3: En la figura se muestra el mismo radargrama dos veces. A la izquierda


el original y a la derecha el obtenido tras aplicarle un filtro pasa banda. Una
captura de pantalla muestra los parámetros elegidos para aplicar dicho filtro, el
cual en este ejemplo posee un ancho de banda definido por cuatro parámetros:
los dos que determinan las frecuencias que limitan el ancho de banda de interés,
definidas por 2fc y por 1/2fc (ver 1.1.3). Los otros dos parámetros también son
valores de frecuencias denominadas lower plateau fLP < 1/2fc and upper plateau
fU P > 2fc ). Estas frecuencias determina realmente las frecuencias de corte inferior
y superior y se utilizan para evitar que el paso de banda entre 2fc y por 1/2fc sea
brusco. En la captura de pantalla también pueden apreciarse en sendas ventanas
verticales la evolución temporal de la traza. La traza de la izquierda es la original y
la de la derecha es la modificada después de aplicarle el filtro. También se observan
dos ventanas horizontales (recuadradas en rojo) que muestran las componentes
espectrales (transformadas de Fourier) de la traza original (espectro original) y
del modificado (espectro filtrado).
50 CAPíTULO 2 PROCESADO DE DATOS

radargramas antes (derecha) y después (izquierda) de haberle sido aplicado


el proceso de filtrado "dewow". También se muestra una misma traza antes
y después de aplicar el proceso "dewowτ donde puede apreciarse que se ha
eliminado su componente de continua.

2.5. Ganancia Temporal


Debido a las pérdidas por conducción, polarización y reflexión y a que el
frente de ondas se extiende de forma esférica, las señales electromagnéticas
que se propagan en el subsuelo sufren una fuerte atenuación. Como con-
secuencia, las reflexiones que llegan más tarde debido a que provienen de
profundidades mayores siempre llegan con amplitudes muchísimos más pe-
queñas que las primeras en ser recibidas y es prácticamente imposible obtener
información de ellas a menos que sean amplificadas convenientemente. Los
algoritmos que llevan acabo esta amplificación se denominan algoritmos de
ganancia temporal y permiten multiplicar la señal por una función tempo-
ral g(t) que la amplifica de forma selectiva para compensar el hecho de que
la atenuación crece con el tiempo a medida que la señal se propaga en el
subsuelo. Las ganancias mas utilizadas en la práctica son:

Control automático de la ganancia AGC (automatic gain control) o de


normalización de la energía

De compensación de la atenuación exponencial por propagación en un


frente esférico SEC (spherical and exponential gain). Esta ganancia
también se denomina veces de decaimiento de energía (energy decay)

Exponencial

Lineal

Exponencial y lineal

La aplicación de los algoritmos de ganancia puede llevarse a cabo antes


o después del filtrado aunque teniendo en cuenta que el proceso de ganancia
temporal no es un proceso lineal, es preferible hacerlo después del filtrado.
Para seleccionar la ganancia, el primer paso debe ser examinar la amplitud
de los datos frente al tiempo. Aunque esto puede hacerse observando traza
por traza lo mas práctico es hacerlo observando radargramas completos.
2.5 GANANCIA TEMPORAL 51

Figura 2.4: La figura muestra el mismo radargrama antes (derecha) y después


(izquierda) de haberle sido aplicado el proceso de filtrado "dewow" La captura de
pantalla muestra (en sendas ventanas verticales) una misma traza antes y después
de aplicar el proceso "dewow".
52 CAPíTULO 2 PROCESADO DE DATOS

En todo caso no se debe aplicar nunca una ganancia sin haber quitado la
componente continua bien con el un filtro dewow o un filtro de pasa alta.

2.5.1. Control automático de la ganancia (AGC)


Este algoritmo calcula el valor medio de la amplitud de cada traza y
entonces ajusta el valor de la amplitud de todos los valores dentro de una
ventana temporal dada para que tengan la amplitud media calculada para
la traza. Esta ventana se desplaza a lo largo de la traza hasta que todos
valores de la traza se modifiquen de acuerdo con este criterio. Obviamente
este filtro conlleva una amplificación de las zonas de menor amplitud de las
trazas (tanto mas amplificación cuanto mas pequeñas sean). Lógicamente
si la ventana temporal se elige igual a 1 (esto es incluye una sola muestra)
entonces todas las muestras de la señal modificada tendrían el valor medio de
la traza y una ventana de valor igual a toda la traza dejaría la traza intacta
ya que los dos promedios serían iguales. La figura 2.5 muestra el efecto de
aplicar este tipo de ganancia a un radargrama.

2.5.2. Ganancia SEC (energy decay)


Otra forma de compensar la atenuación es intentar compensar el hecho
de que, a medida que se propaga en la tierra, la amplitud de la señal de-
crece según la inversa de la distancia o profundidad recorrida d debido a su
propagación según un frente de onda esférico y decrece también de forma
exponencial debido al factor de atenuación α asociado a las pérdidas por
conducción o polarización (ver sección .1.1). Suponiendo un medio homogé-
neo con una sola velocidad de propagación v, el decaimiento de la señal en
un tiempo t a medida que se propaga el frente esférico viene dado por

Amplitud frente a profundidad


A0 e−2αd
A(d) = 2d

Amplitud frente a tiempo


0 vt
A00 e−α
A(t) = vt

A partir de esta expresión el concepto de la ganancia temporal es simple:


se aplica una ganancia que crece en tiempo de forma exponencial y de forma
2.5 GANANCIA TEMPORAL 53

Figura 2.5: En la figura puede verse un mismo radragrama antes (izquierda) y


después (derecha) de aplicar la ganancia AGC. La captura de pantalla muestra
los parámetros necesarios para ajustar dicha ganancia así como la longitud de
la ventana temporal que se ha seleccionado (recuadrada en rojo) para aplicar la
ganancia. Las ventanas verticales muestran, para una traza, el efecto de la ganancia
sobre le evolucion temporal de la traza. Las ventanas horizontales muestran el
efecto de la ganancia sobre el espectro de la traza.
54 CAPíTULO 2 PROCESADO DE DATOS

directamente proporcional a la distancia con objeto de compensar la aten-


uación dada por la expresión A(t) = A0 e−αvt /vt. Esta ganancia se denomina
SEC ("spherical and exponential compensation"también denominada .energy
decay"). En todo caso un problema a la hora de seleccionar una ganancia de
este tipo es que la atenuación del subsuelo puede se una función altamente
variable. La figura 2.6 muestra el efecto de aplicar este tipo de ganancia a un
radargrama.

2.5.3. Ganancia lineal y exponencial


En esta ganancia la función g(t) por la que se multiplican las trazas de
un radargrama consta de una parte lineal y otra exponencial, esto es g(t) =
(1 + at) ∗ eb∗t Las constantes a y b las elige el usuario observando distintas
trazas que componen un radargrama. En las figuras 2.7 y 2.8 muestran el
mismo radargrama antes y después de aplicarles una ganancia lineal (figura
2.7) y otra exponencial (figura 2.8).

2.6. Filtros espaciales de baja y alta frecuen-


cia.
Los filtros espaciales de alta (running filter) y baja (substracting filter)
frecuencia operan, en un primer paso, de una forma similar en el sentido de
que en ambos filtros se genera secuencialmente, para cada traza T de la línea
de medida a la que se aplica el algoritmo, una traza promedio Tp de entre un
número N, denominado ventana espacial (bandwidth ó parameter average
traces), elegible de trazas en el entorno de la T . De estas N trazas, N/2 de
ellas se toman a la izquierda de T y las N/2 restantes a su la derecha. Para
generar la traza promedio Tp se incluye la propia traza T . Así, por ejemplo,
para N = 6, se usan las tres trazas mas próximas a la izquierda y derecha
de la T con lo que incluyendo la propia traza T , . resultan pues 7 trazas
en total. Es de estas 7 trazas de las que se calcula el valor medio. Es en el
segundo paso en donde estriba la diferencia entre los filtros espaciales de baja
y alta frecuencia. ya que en los de baja frecuencia el promedio Tp se sustrae
a la traza T , mientras que en los de alta frecuencia se substituye T por Tp .
Naturalmente en ambos casos la ventana espacial se desplaza a lo largo de
todo línea de medida de forma que el algoritmo se aplica a todas las trazas.
En ambos casos es posible restringir el franja temporal afectada por el filtro.
2.6 FILTROS ESPACIALES DE BAJA Y ALTA FRECUENCIA.55

Figura 2.6: La figura muestra el mismo radargrama antes (izquierda) y después


(derecha) de habersele aplicado la ganancia SEC. La captura de pantalla muestra
los parámetros elegidos en este ejemplo para ajustar este tipo de ganancia. En
las ventanas verticales de la captura de pantalla puede verse, para una traza en
particular, como actúa la ganancia aplicada en la evolución temporal de la traza:
la traza original a la izquierda y traza modificada a su derecha. En las ventanas
horizontales se muestra el espectro de la traza antes, (ventana superior), y después
(ventana inferior) de haber aplicado la ganancia SEC.
56 CAPíTULO 2 PROCESADO DE DATOS

Figura 2.7: En la figura puede observarse el mismo radargrama antes (izquierda) y


después (derecha) de haber aplicado una ganancia lineal. Los parámetros elegidos
para aplicar esta ganancia se indican en la zona recuadrada de la captura de
pantalla. Además pueden observarse en las ventanas verticales de la captura, en la
de la izquierda la traza original y a su derecha la modificada despues de aplicar la
ganacia lineal. También pueden verse los espectros de la traza antes y después de
haber aplicado la ganancia.
2.6 FILTROS ESPACIALES DE BAJA Y ALTA FRECUENCIA.57

Figura 2.8: En la figura puede observarse el mismo radargrama antes (izquierda)


y después (derecha) de haber aplicado una ganancia exponencial. Los parámetros
elegidos para aplicar esta ganancia se indican en la zona recuadrada de la captura
de pantalla. Además pueden observarse en las ventanas verticales de la captura,
en la de la izquierda la traza original y en a su derecha la modificada despues de
aplicar la ganacia lineal. También pueden verse los espectros de la traza antes y
después de haber aplicado la ganancia.
58 CAPíTULO 2 PROCESADO DE DATOS

Para ello simplemente es necesario elegir el tiempo inicial y final de dicha


franja temporal. Por defecto se aplica a toda la franja temporal existente en
la línea de medida. Las figuras 2.9 y 2.10 muestran el mismo radargrama
antes y después de aplicarles un filtro espacial de baja y alta frecuencia
respectivamente. El filtro espacial de alta frecuencia suprime las variaciones
rápidas entre trazas que ocurran a los mismos instantes temporales mientras
que el filtro espacial de alta frecuencia enfatiza las variaciones actúa de forma
opuesta (ver figuras 2.9 y 2.10).

2.6.1. “Background removal”


Un caso particular de filtro de baja frecuencia muy utilizado en la prác-
tica es aquel en el que el promedio se hace utilizando todas las trazas que
conforman el radargrama con lo que solo se filtran las bandas horizontales
que ocupan toda la línea de medida. En este caso el efecto del el filtro espacial
es el de eliminar de bandas horizontales (background removal) del radargra-
ma al que se aplica ( ver figura 2.12.) Con este filtro se realizan promedios
entre un número determinado de trazas de trazas contenidas en una cierta
distancia o ventana espacial la cual se desplaza a lo largo de una línea de
medida. Su objetivo es eliminar las bandas horizontales que pueden aparecer
a lo largo del radargrama debido al ruido generado por el propio georadar o a
interferencias electromagnéticas. Estas bandas horizontales pueden impedir
la visualización de reflexiones importantes aunque con mucha frecuencia es-
tas bandas pueden ser debidas a reflexiones producidas por objetos que se
extienden horizontalmente a una misma profundidad (es decir a la misma
distancia de la superficie del suelo) a lo largo de la línea de medida además de
objetos que se muevan con la misma velocidad y dirección en la que se está
arrastrando la antena (por ejemplo el propio usuario que arrastra el radar.
Por tanto hay que ser muy cuidadosos, no aplicar de forma rutinaria este
filtro sin antes estudiar detenidamente las bandas horizontales observadas
para discernir a que pueden ser debidas ya que se corre el riesgo de eliminar
información importante.

2.6.2. Migración
Cuando se pasa el radar por encima de un objeto pequeño, comparado
con la longitud de onda del pulso que se ha emitido, lo que se obtiene es
una hipérbola ( ver subarpartado 1.1.7). El vértice de la hipérbola marca la
2.6 FILTROS ESPACIALES DE BAJA Y ALTA FRECUENCIA.59

Figura 2.9: A la izquierda se muestra un radargrama antes de aplicarle un fil-


tro espacial de alta frecuencia y a la izquierda el mismo radragrama después de
aplicarle dicho filtro con un ventana espacial 6.

Figura 2.10: A la izquierda se muestra el mismo radargrama usado en la figura 2.9


y a la izquierda el resultado de aplicarle un filtro alta frecuencia con un ventana
espacial de 6.
60 CAPíTULO 2 PROCESADO DE DATOS

Figura 2.11: Se muestra el mismo radargrama mostrando una respuesta hiper-


bólica antes y después de aplicar un algoritmo de migración.

posición del blanco (es decir es al menor distancia desde la antena al blanco)
y lo deseable sería obtener solo un punto y no una hipérbola. Mediante la mi-
gración se eliminan los brazos de las hipérbolas debidas a blancos pequeños
dejando solo sus vértices que en definitiva son los que indican la verdadera
posición de los blancos. Para su utilización debe conocerse la velocidad de
la señal en el medio donde se ha generado la hipérbola. En la figura 2.11 se
muestra una hipérbola antes y después de aplicar el algoritmo de migración.
En la figura 2.12 se muestra en primer lugar un radargrama con varias hipér-
bolas junto con bandas horizontales debida a la interfase aire suelo. En el
segundo radargrama se muestra el resultado obtenido después de aplicar un
filtro horizontal (background removal) al primer radargrama y en el último
radargrama el resultado de aplicar al segundo, el algoritmo de migración.

2.7. Corrección topográfica


Uno de los últimos pasos en el procesado es la corrección topográfica de
los datos que consiste en incluir en los perfiles las posibles variaciones en
altura del suelo a lo largo de la red de líneas de medidas realizadas para la
exploración.
2.7 CORRECCIÓN TOPOGRÁFICA 61

Figura 2.12: Se muestra en primer lugar un radargrama con varias hipérbolas junto
con bandas horizontales debida a la interfase aire suelo. En el segundo radargrama
se muestra el resultado obtenido después de aplicar un filtro horizontal (background
removal) al primer radragrama y en el último radargrama el resultado de aplicar
al segundo, el algoritmo de migración.
Parte II
Aplicación del georadar en la
exploración de diversas zonas
de interés arqueológico

63
Capítulo 3

Alhambra: Zona del “Polinario”

El objetivo de esta exploración ha sido utilizar el georadar para estudiar


el subsuelo de la zona denominada Polinario1 en la Alhambra de Granada
(figura 3.1) y estudiar y localizar la posible existencia de restos arqueológicos
como paso previo a las excavaciones a realizar en dicho edificio por el equipo
de arqueólogos dirigidos por el Dr. D. Alberto García Porras del Grupo de
Investigación. “Toponimia, Historia y Arqueología del reino de Granada” de
la Universidad de Granada.
En los apartados siguientes se exponen los resultados de las medidas real-
izadas y las conclusiones más importantes. Para ello se describen algunas de
las medidas llevadas a cabo con el georadar y la comparación de éstas con los
resultados obtenidos tras la excavación en los casos en los que ésta se ha lle-
vado a cabo. Con objeto de facilitar la exposición, en la figura 3.2 se muestra
el plano del Polinario y se indican las áreas estudiadas con el georadar. Las
zonas rayadas corresponden a las que, una vez analizadas con el georadar,
han sido excavadas por el equipo de arqueólogos. Las zonas sombreadas de
forma contínua, se han analizado con el georadar pero no han sido excavadas.

3.1. Medidas y resultados


En lo que sigue se describen los resultados mas destacables de la prospec-
ción geofísica llevada a cabo en las zonas del Polinario que se indican en la
1
La zona del Polinario corresponde al terreno ocupado por el antiguo restaurante “El
Polinario” que estaba enclavado en uno de los edificios existentes frente a la actual iglesia
de Santa María de la Alhambra, en la calle Real

65
66 CAPíTULO 3 ALHAMBRA: ZONA DEL “POLINARIO”

Alhambra de Granada

Edificio denominado el Polinario en


la calle Real de la Alhambra

Figura 3.1: Calle Real de la Alhambra y fachada del antiguo restaurante “El
Polinario”.

figura 3.2. Se hicieron pruebas inicialmente con antenas de 225 y 450 MHz.
Sin embargo, dado que los posibles restos arqueológicos encontrados se encon-
traban a una profundidad del orden de 1 a 2 metros se optó definitivamente
por la antena de 450 MHz ya que ésta suponía un compromiso óptimo entre
definición y profundidad de penetración. Así pues todos los resultados que se
muestran en este documento se han obtenido usando este tipo de antenas. En
todos los casos se hicieron las líneas de medidas (B-Scans) en dos direcciones
perpendiculares entre si (x e y) y en cada dirección se hicieron las medidas
en líneas paralelas separadas 0,25 cm (∆l). En cada línea se tomaron (en la
dirección del desplazamiento del radar) datos cada 0,5cm (∆s). En la figura
3.3 se indican con flechas las direcciones de las líneas de medidas realizadas.

3.1.1. Área del patio


La primera de las áreas medidas y estudiadas con el georadar es la cor-
respondiente al Patio (ver figura 3.2). Como resultado se observaron en el
subsuelo dos zonas diferenciadas: una en la que claramente había anomalías
y por tanto indicios de posibles restos arqueológicos, y otra zona en la que al
no existir ningún tipo de anomalía se dedujo que no tenía interés arqueológico.
Estos resultados se vieron absolutamente confirmados por las excavaciones
3.1 MEDIDAS Y RESULTADOS 67

Figura 3.2: Plano de “El Polinario” en la calle real de la Alhambra: localización


de las áreas exploradas con el GPR. Las áreas rayadas corresponden a las que, una
vez analizadas con el GPR, se han excavado por el equipo de arqueólogos dirigidos
por el Dr. D. Alberto García Porras. Las sombreadas de forma continua son las
que han sido estudiadas con el GPR pero no han sido excavadas. Con objeto de
referenciarlas en este documento, las diferentes áreas se han denominado: Patio
(62m2 ), Habitación 1 (H1) (33 m2 ) Porche (67 m2 ) y Cruz Roja (26 m2 ). La
habitación 1 de divide a su vez en dos partes: H1(A) que ha sido excavada y
H1(B) que no lo ha sido. Las áreas estudiadas y no excavadas son Porche y Zona
Cruz Roja. Con objeto de ayudar a orientar las figuras que en lo que sigue se
muestran en este documento, se señalan con pequeñas flechas, denominadas E1,
E2 y E3, la entrada trasera al patio (E1), la entrada a la Cruz Roja (E2) y la
entrada a la habitación1 (E3).
68 CAPíTULO 3 ALHAMBRA: ZONA DEL “POLINARIO”

Figura 3.3: Plano del Polinario indicando, con líneas rojas, las direcciones de la
medidas (B-Scan) realizadas.

realizadas por el equipo de arqueólogos dirigidos por el Dr. D. Alberto García


Porras. En las figuras 3.4 a 3.6 se muestran y comentan estos resultados.

3.1.2. Porche
El porche en su conjunto constituye el área no excavada en forma de L
indicada en la figura 3.2. Por lo tanto los resultados de las medidas obtenidas
con el georadar no han podido ser comparados con los restos arqueológicos
encontrados. No obstante, teniendo en cuenta que el porche es la continuación
del Patio, pueden sacarse algunas consecuencias por extrapolación de los
resultados obtenidos en la excavación de éste. En las figuras 3.7 a 3.8 se
comentan los resultados.

3.2. Habitación (H1)


La ubicación de la habitación 1 (H1) se muestra en la figura 3.2. Como
se explicó anteriormente esta habitación se divide en dos partes. La primera
3.2 HABITACIÓN (H1) 69

Figura 3.4: Representación de 4 cortes temporales mostrando las anomalías ob-


servadas en el subsuelo del patio a 4 profundidades diferentes (aproximadamente
a 50, 100 y 160 cm respectivamente). Se observa que en la zona correspondiente a
colores grises (señaladas con flechas rojas en el dibujo) no hay indicios de restos
arqueológicos a ninguna profundidad (ya que las que se observan en el primer
corte temporal corresponden al suelo del patio). Por el contrario las zonas colore-
adas corresponden a anomalías del subsuelo que indican la existencia de posibles
restos arqueológicos. Estos resultados se vieron corroborados por las excavaciones
realizadas posteriormente por el equipo de arqueólogos.
70 CAPíTULO 3 ALHAMBRA: ZONA DEL “POLINARIO”

Figura 3.5: Comparación de los resultados predichos por el georadar con los
restos arqueológicos encontrados tras las excavaciones. La imagen superior izquier-
da muestra un corte temporal indicando anomalías del subsuelo aproximadamente
a 50 cm de profundidad. La zona recuadrada en este corte temporal corresponde a
la zona excavada mostrada en la fotografía superior derecha. Las flechas ‘A’ indi-
can la correspondencia entre las anomalías predichas y los restos encontrados. En
concreto se observa que las dos estructuras rectas del corte temporal corresponden
a dos tuberías apoyadas en sendos muretes recuadrados en blanco en la fotografía.
Las tuberías fueron retiradas antes de tomar la fotografía por lo que no aparecen
en ella. El resto de las anomalías del corte temporal corresponden a otras estruc-
turas que se observan mas claramente en el diagrama tridimensional de la parte
inferior derecha de la figura. Este diagrama muestra los resultados encontrados
con el georadar en todo el volumen explorado hasta una profundidad aproximada
de dos metros. La fotografía inferior izquierda muestra los restos arqueológicos de
interés encontrados en la excavación del patio. De la comparación del diagrama
tridimensional y la fotografía se observa la coincidencia de la información dada por
el georadar antes de llevarse acabo la excavación. con los hallazgos arqueológicos
encontrados después. Las flechas ‘C’ y ‘E’ señalan en el diagrama tridimensional
la correspondencia de las zonas donde existen restos arqueológicos. En contraste,
la flecha D señala la zona sin interés arqueológico. Finalmente la flecha B indica,
en el diagrama tridimensional, la situación de las anomalías indicadas (tuberías
y muretes) por las flechas A en el diagrama temporal y en la fotografía superior
derecha.
3.2 HABITACIÓN (H1) 71

Figura 3.6: Diferentes cortes temporales mostrando, a distintas profundidades,


las anomalías existentes en el subsuelo del patio. La información suministrada por
estos cortes es esencialmente la misma que la mostrada por el diagrama tridimen-
sional de la Figura 3.5. No obstante en estos cortes se facilita la visualización de
detalles que incluso daban idea de la forma geométrica de algunos de los restos
arqueológicos encontrados.
72 CAPíTULO 3 ALHAMBRA: ZONA DEL “POLINARIO”

Figura 3.7: A la izquierda se muestran 7 cortes temporales indicando las anomalías


observadas en el subsuelo del porche a 7 profundidades diferentes. La fotografía
incluida en esta figura es la misma que la inferior izquierda de la Figura 6 y muestra
los restos arqueológicos encontrados en el patio. De la observación de estos restos y
por extrapolación pueden entenderse los resultados predichos por el GPR en la zona
del porche (que se representa en la fotografía por el área de color azul). En concreto
la flecha A, que señala la esquina, marca una zona en la que hay anomalías y por
tanto la posible existencia de restos arqueológicos. Esto coincide con lo esperable
por extrapolación de los restos encontrados en zonas próximas del patio donde
existen restos arqueológicos que es de esperar se continúen hacia la esquina del
porche. De la misma forma puede entenderse la no observación de anomalías en
los primeros cortes temporales (por debajo del suelo actual del patio y por encima
del subsuelo original de piedra) en el área del porche señalada por la flecha B
ya que esta zona es la continuación de la del patio en la que no se encontraron
restos arqueológicos. Finalmente en la zona del porche señalada con la flecha C
existen anomalías que indican posibles restos arqueológicos lo que nuevamente
parece lógico teniendo en cuenta que esta parte del porche es continuación de la
del patio donde también se encontraron restos arqueológicos.
3.2 HABITACIÓN (H1) 73

E1

Figura 3.8: Diagrama tridimensional del todo el área del porche construido a partir
de los cortes temporales de la figura 3.7. Este diagrama corrobora las conclusiones
obtenidas de dicha figura 3.7.
74 CAPíTULO 3 ALHAMBRA: ZONA DEL “POLINARIO”

Figura 3.9: En la fotografía se muestra parte del patio (antes de ser excavado)
y del porche. Se indican con flechas las puertas que comunican el porche con la
habitación 1 y con la denominada “Zona Cruz Roja”.
3.3 HABITACIÓN “CRUZ ROJA” 75

H1(A) que ha sido excavada y la segunda H1(B) que no lo ha sido. Esta


habitación conecta con el patio a través del porche mediante la puerta que
se indica en la fotografía de la figura 3.9.

3.2.1. Habitación H1(A)


Como resultado de la exploración con el georadar del área H1(A) se en-
contraron anomalías que indicaban claramente la existencia de estructuras
en el subsuelo. En particular, y debido a que en fechas recientes esta zona
era la cocina de un restaurante, se observaron anomalías no muy profundas
que parecían corresponder a posibles tuberías y otras mas profundas que po-
drían ser restos arqueológicos. Las predicciones se vieron corroboradas y en
las figuras 3.10 y 3.11 se comentan los resultados mas relevantes.

3.2.2. Habitación H1(B)


El área H1(B) que corresponde a la parte no excavada de la Habitación 1
se encuentra muy modificada por obras relativamente recientes para acondi-
cionarla como la cocina de un antiguo restaurante. Una parte del suelo está
cubierto por una capa de cemento armado y se encuentra suspendido existien-
do por debajo de él una cámara de aire. Las barras metálicas que conforman
el cemento armado junto con la cámara de aire hacen que la señal que alcanza
el subsuelo por debajo de ellas sea muy débil y con mucho ruido lo que hace
muy complicado obtener información de los datos medidos. Por tanto no se
han podido sacar conclusiones sobre el subsuelo de esta zona. La figura 3.12
muestra algunos radargramas (B-Scans) de esta zona.

3.3. Habitación “Cruz Roja”


La última área explorada con el georadar corresponde a la zona denomi-
nada Cruz Roja. Los resultados de esta exploración se comentan en las figuras
3.13 a 3.15

3.3.1. Conclusiones
Como conclusión fundamental podemos decir que el georadar ha demostra-
do ser una herramienta extraordinariamente útil para estudiar el subsuelo
76 CAPíTULO 3 ALHAMBRA: ZONA DEL “POLINARIO”

B C
A

D
E3 E3

E3

E3

Figura 3.10: La parte superior de la figura muestra dos cortes temporales, a 24 y


48 cm de profundidad respectivamente, de la zona H1(A) del Polinario (ver Figura
2). En ellas las anomalías mas destacables están encuadradas en rectángulos. Las
dos fotografías inferiores muestran la zona una vez excavada por los arqueólogos.
Las flechas unen las anomalías indicadas en los cortes temporales con las estruc-
turas a las que corresponden. La flecha A indica la anomalía debida a dos tuberías
metálicas. Las flechas B y C indican los bordes de la calzada encontrada durante
la excavación. Finalmente la flecha D corresponde a un bloque de hormigón rela-
cionado con obras recientes. La profundidad a que se encontraban todas estas
estructuras coincide, dentro del margen de error experimental, con las indicadas
por los cortes temporales.
3.3 HABITACIÓN “CRUZ ROJA” 77

Figura 3.11: Los mismos dos cortes temporales de la Figura 3.10 situados en sus
niveles de profundidad y en relación al plano de la habitación.

de la Alhambra que, por sus características, permite una penetración de la


señal del radar hasta profundidades del orden de varios metros y detectar la
existencia de posibles restos arqueológicos. Este tipo de prospección no de-
structiva puede servir para programar futuras intervenciones arqueológicas y
para tener un mapa completo del subsuelo de toda la Alhambra incluidas las
áreas donde no se prevea hacer excavaciones.
78 CAPíTULO 3 ALHAMBRA: ZONA DEL “POLINARIO”

(a) (b) (c)

Figura 3.12: Se muestran tres radargramas (B-Scans) de la Habitación 1. La parte


de los radargramas a la derecha de la línea vertical roja corresponde a la zona no
excavada, H1(B), (ver Figura 3.2), de la habitación. En esta zona, a diferencia
de la zona H1(A) (a la que corresponde la parte de los diagramas a la izquierda
de la línea vertical roja), el suelo está cubierto por una capa de cemento armado
y existe por debajo de él una cámara de aire. Estas dos circunstancias, como se
ha comentado previamente, hacen que la capacidad de detección del radar se vea,
por debajo de esta capa, muy mermada. Limitando los comentarios a la zona
correspondiente al área ocupada por H1(B) podemos observar en el diagrama (a)
dos hipérbolas (señaladas por sendas flechas) que indican la existencia de tuberías
a muy poca profundidad. En el radargrama (b) la serie continua de pequeñas
hipérbolas corresponden a las barras de hierro que conforman la parte de cemento
armado del subsuelo. Finalmente en el radargrama (c) se observan una serie de
reflexiones múltiples debido a la cámara de aire.
3.3 HABITACIÓN “CRUZ ROJA” 79

E2 A B C D E F

Figura 3.13: Se muestran tres cortes temporales de la zona denominada Cruz


Roja que corresponden aproximadamente a 25, 80 y 110 cm de profundidad re-
spectivamente. Las flechas A-F indican las anomalías encontradas. La E2 indica
la entrada a la Cruz Roja desde el porche (ver Figura 3.2). En el primer corte
temporal se observa una anomalía (flecha A) que, por su forma y la profundidad
a la que se encuentra, parece ser una tubería. En el segundo corte, se indican con
flechas tres zonas. La flecha B señala una zona en la que no existen anomalías y
por tanto tampoco posibles restos arqueológicos. Este resultado parece lógico ya
que esta zona es continuación de la que el GPR predijo sin interés arqueológico en
el patio (Figura 3.4) y que al excavarse se observó que efectivamente así era (ver
Figura 3.5). Las flechas C y F corresponden a la misma anomalía que se observa
a profundidades diferentes probablemente debido a reflexiones múltiples creadas
por la base del muro que separa a las dos zonas en que está dividida el área de
la Cruz Roja (ver Figura 3.14). La flecha D señala una anomalía que puede estar
asociada a algún resto arqueológico ya que esta junto al muro que limita esta zona
con la habitación 1 (H1) y finalmente la flecha E señala una anomalía que por su
profundidad se encuentra al nivel del lecho de rocas por lo que interpretamos que
se debe a algún bloque de piedra mas bien que a un resto arqueológico aunque
tampoco esto último puede ser totalmente descartado.
80 CAPíTULO 3 ALHAMBRA: ZONA DEL “POLINARIO”

B C D

Figura 3.14: Se muestran dos radargramas (B-Scans) de la zona de la Cruz Roja.


La flecha A señala la hipérbola que corresponde a la tubería que se indica en la
Figura 3.13. Las flechas B y D se corresponden a la anomalía señalada con la flecha
E en la Figura 3.13 y finalmente la flecha C señala el muro que separa dos áreas
diferentes de la zona de la Cruz Roja.
3.3 HABITACIÓN “CRUZ ROJA” 81

Figura 3.15: Los mismos tres cortes temporales de la figura 3.13 situados en sus
niveles de profundidad y en relación al plano de la habitación.
Capítulo 4

Alhambra: Torre de la Pólvora

El objetivo ha sido utilizar el georadar del que dispone el Grupo de Elec-


tromagnetismo de Granada (GEG) para hacer una exploración del subsuelo
del área del adarve que rodea a la Torre de la Pólvora en la Alcazaba de la
Alhambra de Granada (figura 4.1) y estudiar y localizar la posible existencia
de estructuras arquitectónicas o de restos arqueológicos.
En los apartados siguientes se exponen los resultados de las medidas real-
izadas y las conclusiones obtenidas. Para ello el documento se ha dividido en
varios apartados. En el primero se describe muy brevemente el fundamento
del georadar y en los siguientes los resultados obtenidos a partir de las me-
didas realizadas. Con objeto de facilitar la redacción del documento, en la
figura 4.1 se muestra la situación de la Torre de la Pólvora en el recinto de la
Alhambra y un esquema la del área de su adarve que ha sido explorada con
el georadar.

4.1. Medidas realizadas


En lo que sigue se describen los resultados de la prospección geofísica lle-
vada a cabo en el adarve de la Torre de la Pólvora. Debido a las características
del terreno, y la profundidad a la que se espera encontrar las estructuras bus-
cadas, se han elegido antenas diseñadas para radiar pulsos electromagnéticos
de frecuencia central 500 MHz ya que estas antenas suponen un compromiso
óptimo entre definición y profundidad de penetración para la búsqueda de
posibles restos arqueológicos o arquitectónicos hasta una profundidad del or-
den de 2 ó 3 metros. Así pues todos los resultados que se muestran en este

83
84 CAPíTULO 4 ALHAMBRA: TORRE DE LA PÓLVORA

Figura 4.1: En el esquema se muestra la ubicación de la Alcazaba dentro del


recinto general de la Alhambra. Dentro de la Alcazaba se indica la situación de la
Torre de la Pólvora y el área de ésta (en azul en la Figura) que ha sido explorada
con el Georadar.
4.1 MEDIDAS REALIZADAS 85

(B)

(A)

Figura 4.2: La fotografía superior muestra la Torre de la Pólvora. En ella se


observa una parte del adarve que la rodea y que, en el esquema de la derecha,
se indica por el área (A) sombreada en azul. En la fotografía inferior se muestra
en mayor detalle esta parte del adarve. La fotografía de la derecha corresponde a
la parte del adarve que no se observa en la fotografía superior ya que la propia
Torre la oculta. En el esquema esta parte del adarve se representa por el área (B)
sombreada en rosa.
86 CAPíTULO 4 ALHAMBRA: TORRE DE LA PÓLVORA

(A) (B)

Figura 4.3: Esquemas del adarve de la Torre de la Pólvora mostrando el número


y las direcciones de las líneas de medidas. En el esquema (A) se muestran las
líneas correspondientes a la dirección y . En el esquema (B) se muestran las líneas
de medida correspondientes a la dirección x. En total se han realizado 82 líneas
de medidas. La zona sombreada del esquema (B) corresponde al área de la parte
(B) del esquema del adarve de la Figura 4.2. Los resultados obtenidos con estas
medidas se comentan en los apartados siguientes. De las líneas de medida en la
zona (B) las representadas en color azul corresponden a una parte elevada del
terreno señalada con un recuadro en la figura 4.5.

documento se han obtenido usando este tipo de antenas. En las zonas que
fue posible se hicieron medidas en líneas (B-Scan) en dos direcciones perpen-
diculares entre si (x e y) y en cada dirección se hicieron las medidas en líneas
paralelas separadas 10 cm (∆l). En cada línea se tomaron (en la dirección del
desplazamiento del radar) datos cada centímetro (∆s = 1cm). En la figura
4.3 se indican con flechas las direcciones de las medidas realizadas.
4.2 RESULTADOS 87

Figura 4.4: Radargrama obtenido a partir de la línea de medida 4 de la figura


4.3. En ella se observa claramente la existencia de tres arcos. Estos arcos, como se
deduce a partir de los resultados en su conjunto obtenidos con el georadar, corre-
sponden a un corte transversal a la directriz (esto es perpendicular a la dirección
x) de tres bóvedas de cañón existentes en el subsuelo de la zona A del adarve
(ver figura 4.2) de la Torre de la Pólvora. Obsérvese que esta línea 4 de medida,
al contrario que otras, no se ve obstaculizada por la elevación del suelo que tiene
lugar en dicha parte del adarve y que se señala con un recuadro en la figura 4.5.
De acuerdo por con la escala indicada a la derecha del radargrama, la información
del subsuelo mostrada llega hasta una profundidad máxima de 1.5 m.

4.2. Resultados

4.2.1. Zona A del Adarve

En los radargramas de las figuras 4.4- 4.10 se muestran los resultados


mas significativos obtenidos de las medidas realizadas en el adarve de la
Torre de la Pólvora a partir de las líneas de medidas 1 a 24 de la figura 4.3.
Concretamente los radargramas mostrados corresponden, consecutivamente,
a las líneas 4, 6, 9 y 12.
88 CAPíTULO 4 ALHAMBRA: TORRE DE LA PÓLVORA

Figura 4.5: El recuadro corresponde a las líneas de medida realizadas en la parte


elevada del terreno de la zona (B).
4.2 RESULTADOS 89

Figura 4.6: Radargrama obtenido a partir de la línea de medida 6 de la figura


4.3. En ella, al igual que en el radargrama de la línea 4, mostrado en la figura 4.4,
se observa la existencia de tres arcos correspondientes a las bóvedas existentes en
el subsuelo de la zona (A) del adarve (Figura 4.2). Nótese que, de acuerdo con la
figura 4, la línea de medida 6 es un poco mas corta que la 4 debido a la elevación
del suelo que tiene lugar en la parte del adarve que se encuentra recuadrada en la
fotografía de la figura 4.5. En el radargrama se señala con una flecha una anomalía
del subsuelo situada aproximadamente en el lugar que se indica con una flecha roja
en la Figura 4.5. Dicha anomalía corresponde a reflexiones múltiples debidas a la
presencia a poca profundidad de un objeto reflector (muy probablemente algún
objeto metálico).
90 CAPíTULO 4 ALHAMBRA: TORRE DE LA PÓLVORA

Figura 4.7: Radargramas correspondientes a las líneas de medida 9 y 12 de la


Figura 4.3. En ellos se corrobora la existencia de las tres bóvedas en la zona
(A) del adarve (Figura 4.2). Nótese que es estos radargramas se observa solo el
comienzo de la tercera bóveda por tratarse de líneas de medida que tuvieron que
realizarse con una longitud menor debido a la presencia del obstáculo señalado con
un recuadro en la figura 4.5.
4.2 RESULTADOS 91

Figura 4.8: En esta figura se muestran conjuntamente tres radargramas corre-


spondientes a tres líneas de medidas paralelas perpendiculares a la directriz de las
bóvedas. Estos radargramas muestran la continuidad de las bóvedas de cañón que
se encuentran en el subsuelo de la parte (A) del adarve y que se extienden en la
dirección y. La generatriz de la bóveda es aproximadamente semicircular.
92 CAPíTULO 4 ALHAMBRA: TORRE DE LA PÓLVORA

Figura 4.9: Radargrama tridimensional del área barrida por las líneas 1 a 24 (figura
4.3). Este diagrama, construido a partir de los radargramas correspondientes a
dichas líneas, se observan las tres bóvedas del subsuelo de la zona A del adarve.
Las dos primeras bóvedas se ven mas claramente debido a que la tercera, como
se comentó previamente, corresponde a la parte donde las líneas no se pudieron
completar por la existencia de la elevación del suelo que se encuadra en la figura
4.5. Como se comenta en las figuras 4.11 y 4.12, esta tercera bóveda se comprueba
que queda completada en esta zona elevada del suelo.
4.2 RESULTADOS 93

Figura 4.10: En esta figura se ha añadido a los tres radargramas de la Figura


4.8 uno de los correspondientes a las medidas realizadas en una las 48 líneas de
medida en la dirección x de la Figura 4.3. Este radargrama transversal (al igual
que los 47 restantes) corrobora la existencia en el subsuelo de las tres bóvedas
comentadas anteriormente. Por ejemplo, el radargrama transversal elegido para
esta figura corresponde a una línea de medida situada en el vértice de una de las
bóvedas.
94 CAPíTULO 4 ALHAMBRA: TORRE DE LA PÓLVORA

Figura 4.11: Radargrama de una de las 5 líneas de medidas (25-28) de la figura


4.3 correspondiente a la parte de suelo elevada de la zona del adarve de la Torre de
la Pólvora recuadrada en la fotografía de la figura 4.5. Esta línea de medida está
hecha en una zona que es continuación de aquella en la que se midieron las líneas
7-24. Como era de esperar su radargrama muestra la continuación del arco de la
bóveda (señalado con flechas en la figura) que en los radargramas de las figuras 4.7
y 4.8 no se podía ver entera por no haberse podido completar las medidas debido
a la elevación del suelo en esta zona. Este radargrama junto con los dos mostrados
en la figura 4.12 corrobora la existencia de las 3 bóvedas en la zona A del subsuelo
del adarve.
4.2 RESULTADOS 95

Figura 4.12: Se muestran dos radargramas correspondientes a dos de las líneas


del conjunto 25-28 que evidencian la continuación de la tercera bóveda en la zona
(A) del adarve. Esta tercera bóveda es la que no se pudo obtener completa en las
líneas de medida 7-24 de la figura 4.3 debido a la elevación del suelo en la zona
recuadrada en la Figura 4.5.
96 CAPíTULO 4 ALHAMBRA: TORRE DE LA PÓLVORA

Figura 4.13: Fotografía del suelo de la zona B del adarve (figura 4.2). Se observa
el mal estado del suelo cuyo perfil se muestra en la figura 4.14, lo que dificultó la
obtención de las medidas realizadas.

4.2.2. Zona B del Adarve


En la figura 4.15 se comentan los resultados obtenidos en la exploración
del subsuelo de la zona B del adarve, a partir de las dos líneas de medidas
realizadas en dicha zona (figura 4.3).

4.3. Conclusiones
La conclusión fundamental es la existencia de cinco bóvedas de cañón con
una generatriz aproximadamente semicircular en el subsuelo del adarve de la
4.3 CONCLUSIONES 97

Figura 4.14: Perfil del suelo de la zona B del adarve (figuras 4.2 y 4.13). Con una
flecha se indica la protuberancia del suelo a la que se hace referencia en la figura
4.15.

Torre de la Pólvora. Tres de ellas se encuentran en la zona A del croquis de


la figura 4.2 y orientadas según la dirección y (figura 4.3) mientras que en
la zona B en la zona se observan dos bóvedas orientadas en la dirección x.
La figura 4.16 muestra una composición realizada por ordenador en la que se
sitúan espacialmente las tres bóvedas de cañón de la zona A del adarve en
la Torre de la Pólvora.
Adicionalmente podemos observar que el georadar ha demostrado ser una
herramienta extraordinariamente útil para estudiar el subsuelo de la Alham-
bra que, por sus características, permite, dependiendo del tipo de antenas
realizadas en la exploración, una penetración de la señal del radar hasta pro-
fundidades del orden de varios metros y detectar la existencia de posibles
estructuras arquitectónicas o restos arqueológicos. Este tipo de prospección
no destructiva puede servir para programar futuras intervenciones arque-
ológicas y para obtener un mapa completo del subsuelo de toda la Alhambra
incluidas las áreas donde no se prevea hacer excavaciones.
98 CAPíTULO 4 ALHAMBRA: TORRE DE LA PÓLVORA

A B C

Figura 4.15: Se muestra dos veces el radargrama correspondiente a la línea 82


de la figura 4.3. En él se observa la existencia de dos arcos correspondientes a
dos bóvedas con directrices paralelas al eje y. Los dos arcos (uno de ellos se ha
punteado) de las bóvedas se señalan con flechas rojas en el radargrama de la
derecha que es el mismo que el de la izquierda. Es de señalar que aunque estos
dos arcos aparentemente se encuentran a distintas profundidades, eso no es así.
La razón de esta apariencia es que el perfil del suelo presenta desniveles como
se muestra en la figura 4.14. Realizando las correcciones oportunas teniendo en
cuenta este perfil se observa que ambos arcos se encuentran realmente a la misma
profundidad. Igualmente, debido a la elevación del suelo en la zona indicada por
la flecha C en la figura 15, el arco de la derecha parece partido. Sin embargo este
hecho no es mas que una consecuencia de la distinta distancia (con respecto ala
las parte del suelo con perfil mas bajo) que los pulsos emitidos y recibidos por las
antenas deben recorrer en esta parte del subsuelo.
4.3 CONCLUSIONES 99

Figura 4.16: Composición modelada por ordenador en la que se sitúan las tres
bóvedas de cañón de la zona A del adarve en la Torre de la Pólvora.
Capítulo 5

Zona del “El Castillejo” en


Nívar (Granada)

5.1. Medidas realizadas y conclusiones


El objetivo ha sido llevar a cabo una exploración del subsuelo en una zona
situada dentro del término municipal de Nívar en el denominado el Cerro del
Castillejo, (figura 5.1), que constituye un área de interés arqueológico. El
objetivo es estudiar y localizar la existencia y distribución de posibles restos
arqueológicos.
Para la exploración del yacimiento arqueológico y debido a las caracterís-
ticas del terreno y la profundidad a la que se esperaban encontrar las es-
tructuras buscadas, se han elegido antenas diseñadas para radiar pulsos elec-
tromagnéticos de frecuencia central 500 MHz ya que estas antenas suponen
un buen compromiso óptimo entre definición y profundidad de penetración
para la búsqueda de posibles restos arqueológicos o arquitectónicos hasta una
profundidad del orden de 2 ó 3 metros. Así pues todos los resultados que se
muestran en este documento y que describen en las figuras siguientes, se han
obtenido usando este tipo de antenas.
La conclusión fundamental es la existencia de posibles estructuras arqui-
tectónicas o restos arqueológicos en toda la zona explorada con el georadar.
Los resultados obtenidos con esta prospección no destructiva pueden servir
para programar futuras intervenciones arqueológicas y para obtener un mapa
completo del subsuelo incluidas las áreas donde no se prevea hacer excava-
ciones. El mismo tipo de estructuras se encontraron al analizar los resultados

101
102CAPíTULO 5 ZONA DEL “EL CASTILLEJO” EN NíVAR (GRANADA)

Figura 5.1: Localización del yacimiento arqueológico (enmarcado en el recuadro)


en el término municipal de Nívar (Granada).

de la zona 3 (esquema C) de la figura 5.3.


5.1 MEDIDAS REALIZADAS Y CONCLUSIONES 103

Figura 5.2: Fotografía de la zona de olivos en el Cerro del Castillejo, en Nívar,


donde se ha realizado la prospección con el georadar.
104CAPíTULO 5 ZONA DEL “EL CASTILLEJO” EN NíVAR (GRANADA)

Figura 5.3: Esquemas A , B y C de las zonas exploradas con el georadar mostrando


el número y las direcciones de las líneas de medidas realizadas. En el esquema (A)
se muestra el área total explorada con el georadar (931 metros cuadrados en total).
Los esquemas B y C corresponden las tres zonas (1-3) en las que, para presentar
los resultados, hemos dividido el terreno. En el esquema B que corresponde a las
zonas 1 y 2, se muestran las líneas de medida en las direcciones Y (132 líneas) y X
(30 líneas). En el esquema (C), correspondiente a la zona 3, se muestran las líneas
de medida en las direcciones Y (90 líneas) y X (40 líneas). En total se han realizado
medidas en 292 líneas de medida. Los datos generales utilizados para realizar las
medidas fueron: Separación entre líneas, 0.3 metros; separación de trazas, 0.03
metros; ventana temporal: 105 ns; frecuencia de antena: 500 MHz; separación de
antenas: 0.18 metros. Los resultados obtenidos con estas medidas se comentan en
los apartados siguientes.
5.1 MEDIDAS REALIZADAS Y CONCLUSIONES 105

Figura 5.4: Se muestran dos representaciones diferentes del mismo corte temporal
obtenido (ver subsección1.1.2) a partir de los de los radargramas generados de
las líneas de medidas barridas con el georadar de las zonas 1 y 2 (esquema B)
de la Figura 5.3. Las dos representaciones corresponden al mismo corte temporal
pero están dibujados de forma diferente aunque dan la misma información. En la
segunda representación se señalan mediante recuadros las posibles anomalías que
aparecen en el subsuelo. El corte temporal corresponde a una profundidad del orden
de 1 metro. Se observan figuras geométricas que parecen corresponder a estructuras
de tipo arquitectónico como murallas y plantas de casas. Con objeto de comprobar
con mayor detalle este tipo de estructura se realizaron medidas posteriores (con
una mayor precisión) de una de las zonas recuadradas, concretamente la zona
correspondiente al recuadro 5. Los resultados obtenidos al analizar con mayor
detalle la zona 5 )que se muestran el Figura 5.5) avalan la existencia de estructuras
arquitectónicas correspondientes a restos arqueológicos en el subsuelo.
106CAPíTULO 5 ZONA DEL “EL CASTILLEJO” EN NíVAR (GRANADA)

2
1

Figura 5.5: En esta figura se muestra en mayor detalle y a una profundidad de


1 metro aproximadamente un corte temporal (representado de dos formas difer-
entes), que muestra dos estructuras cuadradas encontradas en el área recuadrada
5 de la Figura 5.4. Se observa claramente la existencia de dos estructuras señal-
adas con los cuadrados 1 y 2, y que corresponden a las plantas de dos posibles
edificios.Figura 12.- Corte temporal correspondiente a la zona 3 (esquema C) de
la Figura 5. Este corte corresponde a una profundidad de aproximadamente 1,50
metros. Las zonas donde se detectan la existencia de posibles restos arqueológicos
se encuentran enmarcadas.
Capítulo 6
Bibliografía

[1] D.J. Daniels “Surface Penetrating Radar” , Institution of Electrical


Engineers (IEE), 2004.
[2] G.R. Olhoeft, “Ground penetrating radar on Mars”, Proc. 7th Int’l
Conf. Ground Penetratin Radar (GPR1998), pp. 387-392, Lawrebce, Kansas,
May 1998.
[3] Lawrence B. Conyers "Ground-penetrating radar for archeology.A ltamira
press 2004
[4] A. Rubio Bretones, R. Mittra and R. Gómez Martín., .A new Hybrid
Method Combinig the Method of Moments in the Time Domain and FDTD",
IEEE Microwave and Guided Wave Letters; August 1998.
[5] Reflexw manual version 4.5 2007
[6] GPR Slice manual 2008

107
Parte III
Appendixes

109
Apéndice

Fundamentos electromagnéticos

No es nuestro objetivo en este apéndice exponer con detalle la teoría


electromagnética que subyace en el fundamento del georadar. De hecho nos
limitaremos a comentar de forma esquemática solo algunos conceptos básicos
que resultan fundamentales para la el entendimiento del funcionamiento del
georadar y para la interpretación de los resultados obtenidos a partir de las
medidas con él realizadas.

.1. Ecuaciones de Maxwell


Todas los fenómenos electromagnéticos macroscópicos clasicos pueden ex-
plicarse a partir de en las ecuaciones macroscópicas de Maxwell̇ dadas por

Ecuaciones macroscópicas de Maxwell


∇ · D(r, t) = ρ(r, t) (Ley de Gauss para el campo eléctrico) (.1a)
∇ · B(r, t) = 0 (Ley de Gauss para el campo magnético) (.1b)
∂ B(r, t)
∇ × E(r, t) = − (Ley de Faraday) (.1c)
∂t
∂ D(r, t)
∇ × H(r, t) = J(r, t) + (Ley generalizada de Ampère) (.1d)
∂t
Las ecuaciones de Maxwell implican solo campos macroscópicos y, explici-
tamente, solo densidades de carga libre ρ(r, t), esto es cargas, que pueden
moverse libremente dentro del medio y dar lugar a densidades de corrientes

111
112 APÉNDICE FUNDAMENTOS ELECTROMAGNÉTICOS

de cargas libres, J(r, t). El efecto de las corrientes y cargas ligadas a las
moléculas del medio de estan incluidad implícitamente en las magnitudes
auxiliares D y H Ls cuales están relacionadas con los campos eléctricos y
magnéticos E y B por las denominadas ecuaciones constitutivas que de-
scriben el comportamiento del medio (see figura 1.1).
In general, las magnitudes físicas implicadas en las ecuaciones de Maxwell
son funciones de la posición (r) y del tiempo (t). Sus definiciones y unidades
son:
E = intensidad del campo eléctrico (voltios/metro; V m−1 )
B = Densidad de flujo magético (teslas o webers/metro cuadrado T or
W b m−2 )
D = densidad de flujo eléctrico (coulombios/metro cuadrado; C m−2 )
H = intensidad del campo magnético (amperios/metro; A m−1 )
ρ = Densidad de carga eléctrica libre (coulombioss/metro cúbico; C m−3 )
J= Densidad de corriente eléctrica libre (amperios/metro cuadrado A
−2
m ).e
En los medios conductores la densidad de corriente eléctrica libre viene
dado por la ley de Ohm
J = σE (.2)
donde σ (Siemens/cm o S/cm) es la conductividad eléctrica del medio.

.1.1. Constante dieléctrica compleja


En cierto rango de frecuencias, debido los procesos atómicos y molec-
ulares implicados en la respuesta macroscópica de un medio a un campo
electromagnético, existe un retraso entre D y E y una pérdida de energía
electromagnética en calor. A nivel macroscópico esto se expresa analítica-
mente mediante una constante dieléctrica compleja, εc como
D = εc E (.3)
donde
εc = ε0 − jε00 = ε0 εcr (.4)
y
εcr = ε0r − jε00r (.5)
es la constante dieléctrica compleja relativa. En general ε0 y ε00 dependen
de la frecuencia y están relacionadas por la denominada relación de Kramer-
Kronig.
.1 ECUACIONES DE MAXWELL 113

G
G G Ji
J r = jωε ' Ε
δd
G
E
G G
J d = σe E

Figura .1: Representación en el plano complejo de la densidad de corriente induci-


da.

Procesos similares pueden tener lugar en medios magnéticos y conduc-


tores y puede existir un desfase entre E y J o entre B y H lo cual, a niv-
el macroscópico se formula en términos de los correspondientes parámetros
complejos constitutivos σc = σ 0 − jσ00 y μc = μ0 − jμ00 .
Para un medio con constante dieléctrica compleja, la corriente de de-
splazamiento viene dada por

jω D = jωεc E = ωε00 E + jωε0 E (.6a)

mientras que la suma de las corrientes de desplazamiento y de conducción,


llamada corriente total inducida, J~i , es

Ji = σ E + jωεc E = (σ + ωε00 )E + jωε0 E = Jd + Jr (.7)

donde Jd , llamada corriente disipativa viene dada por,

Jd = (σ + ωε00 )E (.8)

es la parte real de la corriente inducida Ji (Fig. .1) y está en fase con el


campo eléctrico. Por otro lado, Jr ,

Jr = jωε0 E (.9)

denominada corriente reactiva, es la parte imaginaria de la corriente inducida


y está en cuadratura (i.e. desfasada 90o ) con el campo eléctrico. La corriente
disipativa se representa en forma compacta como

Jd = σ e E (.10)
114 APÉNDICE FUNDAMENTOS ELECTROMAGNÉTICOS

donde σ e la conductividad efectiva o equivalente

σ e = σ + ωε00 (.11)

e incluye las pérdidad óhmicas debido a σ y las moleculares o de polar-


ización debidas a ωε00 . Como consecuencia, las corriente inducida, (.7) puede
escribirse como
Ji = σ e E + jωε0 E = σ ec E (.12)
done σ ec es la conductividad compleja efectiva definida como,

σ ec = σ e + jωε0 (.13)

Entonces un medio con conductividad σ ec y permitividad nula es formalmente


equivalente a uno con conductividad σ y permitividad εc .
El ángulo de fase δ d entre las corrientes inducidas y reactivas, (Fig. .1),
se denomina angulo de pérdida o disipativo, y su tangente (esto es la razon
entre las corrientes disipativa y reactiva) se denomina tangente de pérdidas
tan δ d , de forma que
σe
tan δ d = 0 (.14)
ωε
La corriente inducida (.12), puede escribirse en términos de la tangente de
pérdidas como

σe
Ji = σ ec E = jωε0 (1 − j 0
)E = jωε0 (1 − j tan δ d ) E = jωεec E (.15)
ωε
donde εec se define como la constante efectiva compleja

εec = ε0 (1 − j tan δ d ) = ε0 εer (.16)

y
εer = (1 − j tan δ d )ε0r (.17)
es la constante relativa compleja.

.2. Ondas electromagnéticas


Para campos electromagnéticos variables con el tiempo es posible com-
binar las ecuaciones de Maxwell para eliminar uno de los campos, H ó E,
.2 ONDAS ELECTROMAGNÉTICAS 115

y obtener dos ecuaciones de ondas desacopladas, una en E y otra en H,


conocidas como ecuaciones de ondas. De entre las posibles soluciones por las
ecuaciones de ondas nos limitaremos a las más básicas, esto es, ondas ar-
mónicas planas uniformes 1 cuya ecuación para una dirección de propagación
ξ viene dada por

∂2E~ 2
2 −γ E = 0 (.18a)
∂ξ
∂2H~
− γ2H = 0 (.18b)
∂ξ 2

Donde γ es la denominada contante de propagación compleja que viene dada


por
γ = jk (1 − j tan δ d )1/2 = α + jβ (.19)

y donde la parte imaginaria, β, se denomina constante de fase mientras que


la parte real, α, es la constante de atenuación. Estos parámetros vene dados
por
µ ¶ 12
μ0 ε0 £ ¤1/2
β = ω (1 + tan2 δ d )1/2 + 1
2
√ Ãr !1/2
ω μo ε0 ³ σ ´2
e
= √ 1+ +1
2 ωε0
(.20a)
µ ¶1
μ0 ε0 2 £ ¤1/2
α = ω (1 + tan2 δ d )1/2 − 1
2
√ 0 Ãr ³ ´
!1/2
ω με σe 2
= √o 1+ −1
2 ωε0
(.20b)

Las dimensiones de α y β son m−1 . Para medios sin pérdidas tenemos


σ e = 0 y α = 0, y γ = jβ = j k.
1
Como se demuestra mediante el teorema de Fourier y el desarrollo en ondas planas,
cualquier ona puede descomponerse en suma de ondas armónicas planas uniforme
116 APÉNDICE FUNDAMENTOS ELECTROMAGNÉTICOS

z

ξ
G
r
O y

Figura .2: Frente de onda de una onda plana uniforme.

~ −γξ y He
Las ecuaciones (.18) tienen soluciones de la forma Ee ~ −γξ y en
consecuencia los campos vienen dados por
E = Re{Ee ~ (jωt−γ·r) } = Re{Ee
~ (jωt−γξ) } = Re{Ee ~ −αξ ej(ωt−βξ) }
(.21a)
H = Re{He ~ (jωt−γ·r) } = Re{He
~ (jωt−γξ) } = Re{He ~ −αξ ej(ωt−βξ) }
(.21b)
donde γ es el denominado vector de propagación complejo γ = γn̂ (módulo
γ y dirección de el vector unitario n̂ normal a los planos frente de onda) y r
es el vector de posicíon de cualquier punto de un plano frente de onda, i.e.
n̂ · r = ξ (ver figura .2).
Las ecuaciones (.21) representan ondas propagandose a un velocidad de
fase v, dada por
ω
v= (.22)
β
la cual, dado que β viene dada por (.20a), depende de la frecuencia (medio
dispersivo).
Es facil demostrar que las magnitudes E and H estan relacionadas por
E γE
H= = (.23)
ηc jωμ0
donde η c se denomina impedancia característica compleja del medio dada
por
.3 PROPAGATION EN MEDIOS SIN PÉRDIDAS 117

µ ¶1/2
E jωμ0 μ0 ωμ0 jθ
ηc = = = = 2 (β + jα) =| η c | e (.24)
H γ εec α2+β
cuyo módulo | ηc | y fase θ son
¡ μ0 ¢1/2
ε0
|ηc | = σe 2 1/4 (.25a)
[1 + ( ωε0) ]

α 1 σe δd
θ = tan−1 = tan−1 0 = (.25b)
β 2 εω 2

.3. Propagation en medios sin pérdidas


Particularizando las expresiones anteriores para un medio sin pérdidas
(donde ε0 = ε = εr ε0 , ε00 = 0, σ = 0, tan δ d = 0) la expresión de la
impedancia intrínseca del medio ηc , (.25), se reduce a

³ μ ´1/2 µ ¶1/2
0 μ0 η0 120π
ηc = η = = = 1/2
= 1/2
ε ε0 εr εr εr
θ = 0 (.26)

Entonces la impedancia es real y constante. En particular, cuando el medio


es el espacio libre, η veine dada por
µ ¶1/2
μ0
η = η0 = = 120π (.27)
ε0
Consecuentemente, en un medio ilimtiado sin pérdidas no existe desfase entre
E y H, y la atenuación es nula (α = 0). Como consecuencia, γ = jk .
Las figuras .3 y .4 muestran un resumen de las características de las ondas
electromagnéticas atenuadas y sin atenuar respectivamente.

.4. Polarización
Consideremos la suma de dos ondas planas uniforme propagándose por
ejemp lo en la dirección z (una con el campo eléctrico según el eje x y
118 APÉNDICE FUNDAMENTOS ELECTROMAGNÉTICOS

Propagación de ondas electromagnéticas en medios materiales


Dado un medio con parámetros constitutivos ε , μ0 , σ e
G G G ω μ oε ⎡ 1/ 2
E ( r , t ) = Re{Ee −αξ e j (ω t − βξ ) } α= 1 + (σ e / ωε ) − 1⎤
2

G G G 2 ⎢⎣ ⎥⎦
H ( r , t ) = Re{He −αξ e j (ωt − βξ ) }
ω μ oε ⎡ 1/ 2
β= 1 + (σ e / ωε ) + 1⎤
2

Atenuación 2 ⎣⎢ ⎦⎥
ω
v = ⇒ Velocidad
β
dependiente de ω
v
λ=
f

G G
Onda armónica: desfase entre E y H
(σ e ≠ 0)

Figura .3: Expresion del campo eléctrico y magnético en una onda electromagnéti-
ca uniforme plana atenuada. También se muestra un esquema del campo eléctrico y
magnético propagándose en planos perpendicuales y desfasados entre si un ángulo
θ dado por .25b.

Figura .4: Particularización del esquema de una onda electromagnética con pér-
didas de la figura .3 para el caso de que no existan pérdidas (αe = 0) como por
ejemplo en el vacío.
.4 POLARIZACIÓN 119

Polarización
Se define en términos de la figura geométrica que el campo describe en
su propagación

Polarización elíptica
El campo eléctrico describe una elipse al propagarse

E
Polarización lineal
El campo eléctrico describe una línea al propagarse

Z=Dirección de propagación

Figura .5: Polarización de una onda electromagnética: polarización elíptica y lin-


eal.

otro según el eje y) con la misma frecuencia pero en general con diferentes
amplitudes (a y b) y fases (δ1 and δ 2 ). El campo electrico total suma de las
dos ondas anteriores es

~ t) = (aejδ1 x̂ + bejδ2 ŷ)ej(ωt−kz)


E(z, (.28)

La evolución temporal en el plano z = cte (por ejemplo en el plano z = 0)


del campo electrico total resultante de la suma de estas dos ondas viene dada
por
Ex2 Ey2 2Ex Ey
+ 2 − cos δ = sin2 δ (.29)
a2 b ab
que es la ecuación de una elipse. Esto significa que a medida que el tiempo
progresa, el campo eléctrico describe una elipse en la dirección de propagación
(polarización elíptica). Casos particulares de la polarización elíptica son la
polarización circular y la lineal (ver figura .5).
120 APÉNDICE FUNDAMENTOS ELECTROMAGNÉTICOS

.5. Condiciones de contorno


Las condiciones de contorno referidas a las componentes normal y tangen-
cial de los campos en la interfase o superficie de separación de dos regiones (
1 y 2) con parámetros constitutivos diferentes ε, μ and σ, vienen dadas por

n̂ × (E1 − E2 ) = 0 (.30a)
n̂ × (H1 − H2 ) = Js (.30b)
n̂ · (D1 − D2 ) = ρs (.30c)
n̂ · (B1 − B2 ) = 0 (.30d)

donde n̂es el vector unitario normal desde el medio 2 al 1.


Estas condiciones de contorno se simplifican, cuando el segundo medio es
un conductor perfecto ( i.e.σ 2 → ∞) a

n̂ × E1 = 0 (.31a)
n̂ × H1 = Js (.31b)
n̂ · D1 = ρs. (.31c)
n̂ · B1 = 0 (.31d)

.6. Interacción (scattering) de ondas electro-


magéticas
En general, cuando una onda electromagética incide sobre un objeto,
parte de la onda se refleja o dispersa hascia el mismo medio en el cual se
propaga y parte se propaga en el interior del objeto sobre el que ha incidido.
Las amplitudes de las ondas reflejadas por (o transmitidas en) un objeto son
importantes porque sus variaciones están directamente relacionadas con los
cambios en las propiedades de los parámetros constitutivos al pasar de un
medio a otro.
El problema general de la interacción de una onda electromagnética con
un objeto arbitrario se muestra en el esquema de la figura .6. Una onda en
general transitoria incide desde un medio arbitrario (μ0 , ε1 , σ e,1 ) sobre otro
objeto de parámetros constitutivos diferentes (μ0 , ε2 , σ e,2 ). El campo elec-
tromagnético incidente viene dado por H i , E i , el reflejado por H s , E s y el
.6 INTERACCIÓN (SCATTERING) DE ONDAS ELECTROMAGÉTICAS121

μ0;ε1;σ e,1 s
μ0;ε 2;σ e,2 s ,E
Hi,Ei H
t
G t ,E
H
Js
Blanco

Figura .6: Esquema del problema general de la dispersión o interacción de una


señal electromagnética con un cuerpo de parámetros constitutivos y geometría ar-
bitrarios. El campo electromagnético incidente viene dado por H i , E i , el reflejado
por H s , E s y el transmitido al interior del blanco u objeto por H t , E t .

trnasmitido al interior del blanco u objeto por H t , E t . En general calcular la


interacción de ondas electromagnéticas por objetos arbitrarios (scattering) es
un problema muy complejo que requiere necesariamente de métodos numéri-
cos para su solución. No obstante en casos muy simplificados de incidencia
sobre superficies planas (i.e. superficies de radio de curvatura mucho mayor
que la longitud de onda de la la onda electromagnética incidente) dseparando
dos de parámetros constitutivos diferentes, existen fórmulas bien conocidas
que permiten expresar las amplitudes de los campos reflejados y transmiti-
dos en función de la amplitud del campo eléctrico incidente. Estas fórmulas,
aunque simples,son muy útiles porque facilitan la interpretación de resulta-
dos obtenidos con el georadar. Los dos caso simples de incidencia sobre una
superficie plana son incidencia normal y oblícua.

.6.1. Incidencia normal


Consideremos dos medios semi-indefinitos en general con pérdidas y con
propiedades electromagnéticas diferentes (esto es parámetros constitutivos
distintos) separados por un plano y que una onda electromagnética plana
incide normalmente sobre este plano. Debido a la discontinuidad de los para-
metros constitutivos , μ = μ0 , εci = ε0i − jε00i , y σ i , donde el subíndice i
(i = 1, 2) se refiere a los medios 1 o 2, parte de la onda se propaga en el
medio 2 y parte se refleja de vuelta hacia el medio 1. Aplicando las condiciones
de contorno en la superficie de separación es posible expresar las amplitudes
de los campos reflejados y transmitidos en términos de la amplitud del campo
electrico incidente. En particular, el campo electrico reflejado viene dado por
122 APÉNDICE FUNDAMENTOS ELECTROMAGNÉTICOS

la expresiónes (ver esquema de la figura .7)


r i
Ex1 = ΓL Ex1 (.32a)
t i i
Ex2 = TL Ex1 = (1 + ΓL )Ex1 (.32b)
r i
Hy1 = −ΓL Hy1 (.32c)
η
t
Hy2 = c1 TL Hy1 i
(.32d)
ηc2
donde ΓL es el denominado coeficiente de reflexión en la superficie de sepa-
ración de los dos medios,
η c2 − η c1
ΓL = = |ΓL | ejΦL (.33)
ηc2 + ηc1
y TL el coeficiente de transmisión en el mismo plano,
2η c2
TL = (.34a)
η c2 + η c1
TL = 1 + ΓL = |TL | ejΨL (.34b)
Notar que si (η c2 = ηc1 ) no existe onda reflejada.

.6.2. Incidencia oblícua


Un caso mas general que la incidencia normal es la incidencia oblícua
sobre una superficie o interfase plana separando dos medios de propiedades
electromagnéticas diferentes. Igual que en la incidencia normal en el medio
2 habrá una onda transmitida (también llamada refractada) y en el medio 1
una onda incidente y otra reflejada. La figura .8, muestra el esquema de la
incidencia obícua donde las ondas se han representado, como es usual, por
flechas (llamadas rayos) indicando la dirección de propagación.
Como es bien conocido los resultados de la incidencia oblícua viene ex-
presados or la leyes de Snell y las expresiones del coeficiente de reflexión para
el caso en el que el campo electrico incidente (supuesta la onda polarizada
linealmente) sea perpendicular al plano de incidencia (polarización perpen-
dicular) y para el caso en el que el campo eléctrico incidente esté contenido
en el plano de incidencia2 (polarización paralela). Un esquema de estos re-
sultados se muestra en la figura .8.
2
El plno d incidencia se define como el plano formado por el rayo incidente y la normal
al plano que forma la interfase.
.6 INTERACCIÓN (SCATTERING) DE ONDAS ELECTROMAGÉTICAS123

1/ 2
Medio 1 ⎛ ⎞ Impedancia
Medio 2 ⎜ μ0 ⎟
μ0;ε1;σ e,1 =(ηc ,1) Onda μ0;ε 2;σ e,2 =(ηc,2 ) ηc ≡ ⎜
σ ⎟ compleja
G reflejada ⎜ε − j e ⎟
Exi G G ⎝ ω ⎠
Exr G Ext La solución de las ecuaciones de Maxwell
G H yr
Pˆ i
Pˆ r
Pˆ t junto con las condiciones de contorno en
H iy la interfase da los valores de las amplitudes y
G fase de las ondas transmitidas y reflejadas
H yt
Onda
Er x1 = Γ L Eix1 Onda
Transmitida
incidente
Et x 2 = TL Eix1
Er x1 = ΓEix1
Onda plana incidente sobre la interfase entre b Et x 2 = (1 + Γ L )Eix1
dos medios con diferentes parámetros constitutivos
η − ηc 1
ΓL = c2 = Γ L e jΦ L
Ejemplos
η c 2 + ηc 1

(a) (b) (c)


Medio 2= PEC; Medio 1= vacío Medio 2= Dieléctrico sin pérdidas, Medio 1= vacío Medio 2= Dieléctrico con pérdidas

Figura .7: Resumen de la incidencia normal de una onda plana sobre la superficie
de sepración de dos medios de propiedades electromagnéticas diferentes. Tambien
se muestran lel campo electrico incidente,reflejado y tranasmitido para tres casos
diferentes de medios 1 y 2.
124 APÉNDICE FUNDAMENTOS ELECTROMAGNÉTICOS

Incidencia oblícua

Medio 1 θr
θi
μ0;ε1;σ e,1 = 0

Leyes de Snell
Medio 2
θi =θr
μ0;ε 2;σ e,2 = 0 θt

sin(θ i ) ε
= 2
sin(θ )
t
ε1
Leyes de Fresnel Independiente de la polarización de la onda

El campo reflejado depende de la polarización de la onda incidente


Polarización perpendicular Polarización paralela
η2 cos θ i − η1 cos θ t −η1 cos θ i + η2 cos θ t
Γ perpendicular = Γ perpendicular =
η2 cos θ i + η1 cos θ t η1 cos θ i + η2 cos θ t

Figura .8: Esquema de los rayos que definen la onda incidente en la incidencia
obícua. Se formula la ley de Snell que asegura la igualdad entre los angulos forma-
dos por el rayo incidente, θi , y el reflejado, θr , asi como la relación de el angulo
incidente y el del rayo refractado o transmitido θt . Tambien se formulan las expre-
sion del coeficiente de reflexión (para el caso de incidencia normal y paralela) en
funcion de las impedancias características del medio 1 y 2.

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