El documento trata sobre la importancia de la reconciliación y el perdón en el núcleo familiar. Explica que los conflictos son comunes en las familias, pero es fundamental resolverlos de manera sana a través de la comprensión, tolerancia y perdón, para preservar la unidad y armonía familiar. También destaca que el perdón sana a quienes lo otorgan y lleva a la reconciliación, creando una familia más fuerte.
El documento trata sobre la importancia de la reconciliación y el perdón en el núcleo familiar. Explica que los conflictos son comunes en las familias, pero es fundamental resolverlos de manera sana a través de la comprensión, tolerancia y perdón, para preservar la unidad y armonía familiar. También destaca que el perdón sana a quienes lo otorgan y lleva a la reconciliación, creando una familia más fuerte.
El documento trata sobre la importancia de la reconciliación y el perdón en el núcleo familiar. Explica que los conflictos son comunes en las familias, pero es fundamental resolverlos de manera sana a través de la comprensión, tolerancia y perdón, para preservar la unidad y armonía familiar. También destaca que el perdón sana a quienes lo otorgan y lleva a la reconciliación, creando una familia más fuerte.
La familia es la base de la sociedad y dentro de esta institucin se inculcan
valores, principios morales que forman parte de nuestras vidas y ayudan a que seamos responsables de nuestros actos y por ende seamos personas de bien para la sociedad; si bien es normal que en las familias existan cierta clase de conflictos que se resuelven de una manera muy simple o comprensible, tambin somos conscientes que existen conflictos que llegan al grado de violencia que pueden hasta provocar la muerte. Por ello es importante la reconciliacin entre los miembros de la familia, saber manejar con mucha comprensin y tolerancia, respetando las diferencias entre los unos y los otros y as resolver de una forma sana los conflictos que puedan existir entre algunos de los miembros de la familia, sin dejar a un lado lo importante que es DIOS para que en nuestras vidas y familias pueda reinar la paz. Reconciliacin y perdn en la Familia El perdn sana a todas las personas, en especial a los que deciden perdonar, y como tal conlleva a la reconciliacin familiar. El perdn, en si mismo, lleva inmerso una sincera disposicin de olvidar, la mejor forma de sanar heridas. En el ncleo familiar, no hay duda que el ejemplo es fundamental, es de esta forma que se construyen los valores esenciales del ser humano. Sin embargo esos ejemplos, a veces no son todo lo mejor que uno deseara, esto por nuestra naturaleza humana de cometer errores, una y otra vez. Pero cuando la familia es una familia unida, sana, con sus valores bien enraizados, el perdn puede llegar de una forma ms sencilla, no menos dolorosa, porque el dolor provocado por un error, pasa por toda una escala de sentimientos que afecta a todos los miembros de la familia de diferente forma. Sin embargo el amor por los seres queridos, dentro de ese ncleo familiar, hace del perdn una virtud. El perdonar es un valor y un desafo, es la forma de demostrarnos a nosotros mismos, que nuestra capacidad de amar es ms grande que el dolor. Que el perdonar nos da una mejor calidad de vida y devuelve la confianza a la familia, estimula el proyecto de vida que tiene cada persona, porque la familia ante todo es un equipo. Las familias y las personas que aprenden a perdonar y sobre todo a perdonarse a s mismos, son familias mejor preparadas para enfrentar cualquier prueba, sobre todo aquellas tan duras como la muerte sbita de unos de sus integrantes. La familia es la esencia misma de la sociedad en que vivimos, el perdn y el amor familiar se reflejarn en nuestras calles. Conflictos y reconciliacin en familian La comunin familiar puede ser conservada y perfeccionada slo con un gran espritu de sacrificio. Exige, en efecto, una pronta y generosa disponibilidad de todos y cada uno a la comprensin, a la tolerancia, al perdn, a la reconciliacin. Ninguna familia ignora que el egosmo, el desacuerdo, las tensiones, los conflictos atacan con violencia y a veces hieren mortalmente la propia comunin: de aqu las mltiples y variadas formas de divisin en la vida familiar. Pero al mismo tiempo, cada familia est llamada por el Dios de la paz a hacer la experiencia gozosa y renovadora de la reconciliacin, esto es, de la comunin reconstruida, de la unidad nuevamente encontrada. El Saber perdonar Cuando perdonamos y nos reconciliamos recuperamos la calma, nos quitamos un peso de encima que nos alivia y nos devuelve la paz. Perdonar no significa que estemos de acuerdo o aprobemos lo que ocurri. Tampoco significa que dejemos de darle importancia a lo que pas, ni que estemos dndole la razn a la persona que nos caus el dao o nos ofendi. Tan slo significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo. Muchos problemas familiares, sociales o entre amigos se evitaran si fusemos capaces de saber perdonar y llegar a la reconciliacin. Cuntas guerras y conflictos religiosos y polticos se solucionaran si fusemos capaces de perdonar. Cuntos matrimonios se salvaran si supisemos aceptar las disculpas de la pareja o si realmente nos arrepintisemos de los errores que cometemos. Tenemos la falsa conviccin de pensar que cuando perdonamos le hacemos un favor a la otra persona cuando los realmente beneficiados somos nosotros. Cuando hemos sido ofendidos o daados todos tenemos derecho a estar enfadados. Sin embargo, esta actitud no debe permanecer en nosotros durante mucho tiempo. Debemos olvidarlo cuanto antes y mirar hacia delante con una actitud positiva. La falta de perdn nos va carcomiendo por dentro hasta que termina por destrozarnos, nos convierte en personas amargadas y resentidas, aferradas al enfado y a la amargura y obsesionadas por la ofensa que nos hicieron. El resentimiento aparece cuando no somos capaces de perdonar y en vez de olvidar estamos constantemente pensando en el dolor que nos han causado. Aparece en nosotros el deseo de venganza y nos convertimos en una persona rencorosa y obsesionada con aquellos que nos hicieron dao. Debemos aprender a perdonar y a superar el dolor y las ofensas que nos causan las actitudes de los dems. Aceptar lo que pas, aunque no estemos de acuerdo con lo que sucedi, y dejar de lado los pensamientos negativos que nos causaron dolor es la mejor solucin para superarlo. No saber perdonar afecta a las relaciones personales, a la familia, la convivencia, la sociedad, las relaciones con otros pases, religiones... Mantener una actitud positiva hacia la reconciliacin es la mejor forma para solucionar muchos y diversos problemas.
Debemos pedir perdn cuando voluntariamente actuamos de forma incorrecta o cuando sin pretenderlo nuestro comportamiento o nuestras palabras han causado dao a otros. Es importante que tratemos de solucionar el problema, tratando de restituir la ofensa o el mal que hemos producido, debemos arrepentirnos y dar a conocer nuestra intencin de no volver a cometer el mismo error. Cuando sin querer cometemos una equivocacin que ha perjudicado a otros, debemos reconocer y asumir nuestro error y disculparnos ante los dems. En el caso de que se haya ocasionado un perjuicio por un malentendido, es importante que aclaremos la situacin dando todas las explicaciones que sean necesarias y si lo creemos conveniente, disculparnos por esa situacin. Algunas personas piensan que no es necesario pedir perdn porque consideran que nadie tiene la culpa de nada, que es el destino, que las cosas suceden as, sin ms. Es muy importante que aceptemos las equivocaciones, que aprendamos a perdonarnos y sigamos hacia delante aceptando los errores cometidos en vez de ir arrastrndolos u obsesionndonos por los mismos. Tenemos que aceptar el pasado, sabiendo que ya pas y que no puede ser cambiado
Qu dice la Biblia sobre la reconciliacin? La Biblia dice que Cristo nos reconcili con Dios (Romanos 5:10;2 Corintios 5:18;Colosenses 1:20-21). El hecho de necesitar la reconciliacin, significa que nuestra relacin con Dios estaba rota. Puesto que Dios es santo, nosotros somos los culpables. Nuestro pecado nos alej de l. (Romanos 5:10)dice que ramos enemigos de Dios: Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de Su Hijo, mucho ms, estando reconciliados, seremos salvos por Su vida.
Cuando Cristo muri en la cruz, l satisfizo el juicio de Dios e hizo posible que los enemigos de Dios encontraran la paz con l. Nuestra reconciliacin con Dios, entonces, comprende el ejercicio de Su gracia y el perdn de nuestro pecado. El resultado del sacrificio de Jess es que nuestra relacin ha cambiado de enemistad a amistad. Ya no os llamar siervos... pero os he llamado amigos. (Juan 15:15) La reconciliacin cristiana es una gloriosa verdad! ramos enemigos de Dios, pero ahora somos Sus amigos. Estbamos en un estado de condenacin por nuestros pecados, pero ahora somos perdonados. Estbamos en guerra con Dios, pero ahora tenemos la paz que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7). Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Seor Jesucristo(Romanos5:1).
La reconciliacin con Dios Cuando reconocemos que necesitamos de Dios en todas las reas de nuestras vidas entonces; buscamos reconciliarnos confesando nuestras faltas y pidiendo a Dios que perdone nuestras ofensas y nos d una nueva oportunidad. La pureza mental y fsica Pureza: Una palabra que evoca pensamientos de claridad, inocencia y virtud. La pureza es una condicin del alma que se manifiesta en la personalidad y en la conducta. La experiencia de vida nos muestra cun importante es conservar la pureza en todas nuestras actitudes y decisiones. Conforme pasan los aos, levantamos la cosecha de nuestras acciones juveniles. Conservarse puro es una decisin fundamental, la cual, idealmente, debe hacerse en la niez. Sin embargo, t, joven adulto, puedes tomar esta decisin a partir de ahora y de ese modo cambiar el curso de las cosas. Se trata de mantener la pureza en todas las reas de tu vida. Me gusta llamar a esta dinmica: la pureza integral
Cmo mantener la pureza Fsica? Es importante mantener limpios tanto nuestro cuerpo como nuestro entorno. Hay quienes creen que este es un asunto privado en el que nadie tiene derecho a inmiscuirse. Pero el cristiano nunca debera opinar as. Como se indic al principio, Jehov no solo insiste en la pureza fsica por nuestro propio beneficio, sino tambin porque la imagen que presentamos lleva a que la gente se forme una impresin de l. Recordemos al nio del primer prrafo: si anduviera siempre sucio o desarreglado, Hemos de tener siempre muy presentes estas palabras inspiradas: De ninguna manera estamos dando causa alguna para tropiezo, para que no se encuentre falta en nuestro ministerio; antes bien, de toda manera nos recomendamos como ministros de Dios. Examinemos, por tanto, en qu campos debemos conservar la pureza fsica. La higiene corporal y el aspecto fsico. Independientemente de la cultura y condiciones de vida del lugar donde vivamos, debemos baarnos con regularidad. Por lo general, todos disponemos de suficiente agua y jabn para asearnos nosotros y nuestros hijos. Y esto incluye lavarnos las manos antes de comer o manipular alimentos, y despus de usar el inodoro o cambiar paales. De esta manera evitamos la propagacin de virus y otros microbios, con lo cual se previenen muchos males, como la diarrea, e incluso se salvan vidas. Si en la zona donde vivimos no existen buenos servicios de saneamiento, haremos bien en enterrar las heces, como en el antiguo Israel. Tambin debemos lavar con frecuencia la ropa. Lo importante no es que sea cara o que est a la ltima moda, sino que est limpia y sea modesta, o recatada. En todo momento y lugar, queremos que nuestro aseo personal y nuestro aspecto adornen la enseanza de nuestro Salvador, Dios. La vivienda y otras posesiones. Al grado que nos permitan las circunstancias, tenemos que mantener limpio y presentable el hogar, tanto si es bonito y tiene muchas comodidades, como si no. Lo mismo debemos hacer con el automvil sin olvidarnos del interior, sobre todo si lo utilizamos para ir a las reuniones y a predicar. En realidad, hemos de conservar as todas nuestras pertenencias. De este modo, daremos un buen testimonio. Al fin y al cabo, enseamos a la gente que, como Jehov ama la limpieza, va a causar la ruina de los que estn arruinando la tierra y va a utilizar su Reino para convertirla en un paraso. Por eso, el cuidado que demos a la casa y dems posesiones que tengamos debe demostrar que estamos adquiriendo hbitos de limpieza propios del nuevo mundo.
QU SIGNIFICA ESTAR LIMPIO A LOS OJOS DE DIOS La Biblia no limita la limpieza al plano fsico. Ms bien, seala que para estar limpios a los ojos de Dios debemos mantenernos incontaminados en todos los campos de la vida. En efecto, Jehov espera que demostremos cuatro tipos de pureza: espiritual, moral, mental y fsica. Veamos qu est implicado en cada caso. Pureza espiritual. Implica no mezclar la religin verdadera con la falsa. Recordemos a los israelitas que estaban cautivos en Babilonia. Cuando fueran a partir para Jerusaln, tendran que obedecer el siguiente mandato divino: Slganse de all, no toquen nada inmundo; mantnganse limpios (Isaas 52:11). Ellos iban a regresar a su tierra principalmente para restaurar la adoracin de Jehov. Por lo tanto, el culto que rindieran tendra que estar completamente limpio de todo lo que ofendiera a Dios, lo que inclua las enseanzas, prcticas y costumbres de la religin babilnica. Hoy, los cristianos que somos verdaderos tambin debemos tener mucho cuidado de no contaminarnos con la religin falsa (1 Corintios 10:21). Su influencia est tan extendida que, si nos descuidamos, podra afectarnos. Ciertamente, no son pocos los pases donde las doctrinas paganas, como, por ejemplo, la inmortalidad del alma, impregnan un buen nmero de tradiciones, ceremonias y otras actividades. Sin embargo, los cristianos verdaderos no queremos participar en ninguna costumbre ligada a la religin falsa. Por eso, no podemos permitir que la presin de la gente nos lleve a rebajar las normas bblicas para la adoracin pura. Pureza moral. Este tipo de pureza, que exige, entre otras cosas, evitar toda forma de inmoralidad sexual, es vital para mantenerse en el amor de Dios (Efesios 5:5). Es sumamente necesario que los cristianos huyan de la fornicacin. De hecho, quienes cometen ese pecado y no se arrepienten heredarn el reino de Dios. Jehov los considera repugnantes en su suciedad y, a menos que se limpien de su impureza. Pureza mental. Dado que los pensamientos conducen a acciones, si dejamos que las ideas sucias echen races en nuestra mente y corazn, tarde o temprano cometeremos algn acto impuro. Pero si llenamos la cabeza de ideas positivas y limpias, querremos comportarnos de forma intachable. Ahora bien, qu nos ayudar a conservar pura la mente? Primero, rechazar cualquier diversin que la contamine. Y, segundo, absorber buenos pensamientos estudiando con constancia la Palabra de Dios.