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3 EL VALOR.
A lo largo de la historia del pensamiento económico han convivido dos teorías del valor: la teoría subjetiva o
utilitarista y la teoría objetiva o teoría del coste. La teoría subjetiva nace con Aristóteles quien habla del valor de
uso de un bien como el placer que supone consumirlo. Los autores subjetivistas se refieren al valor de uso
como “la satisfacción de necesidades pero no individuales sino sociales” y estiman que el valor de cambio de
un bien debe derivarse de alguna manera del valor de uso, tal como muestra la paradoja del agua y los
diamantes. Galiani en 1751 suponía que el valor de un bien depende de su capacidad para provocar placer, de
su utilidad, y de su escasez. Ambas no son independientes ya que cuanto más escaso sea un bien más útil
será. Para la teoría subjetiva la utilidad crea un valor y si a los empresarios les compensa, si este valor es
superior al coste de producción, fabrican este producto, de lo contrario no lo fabrican. La teoría objetiva es una
teoría de oferta que fue claramente dominante para los clásicos, fue desarrollada por William Petty, un autor
que, como vimos, tuvo una gran influencia en Cantillon. Parte de la idea de que el valor nace de la suma de los
costes de producción –tierra y trabajo-. Smith adoptó esta postura al resultarle más fácil encontrar el origen del
valor. (Benítez y Robles[1985]). A pesar de que hay una serie de economistas, sobre todo austriacos, que ven
en el ensayo de Cantillon una teoría mixta, la teoría del valor de Cantillon es claramente una teoría objetiva.
Para analizarla, dividiré el estudio en el esquema siguiente: La oferta. – el coste de producción. – el margen
empresarial. La demanda. Repercusiones en política económica.
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Lo anterior queda más claro en la siguiente tabla:
El aporte de un nuevo trabajador a la producción total de la parcela recibe el nombre de "Producto Marginal del
Trabajo", mismo que tiende a disminuir en la medida en la que se contratan más personas.
Desde un punto de vista económico, conviene contratar personal, hasta el punto en el que su producto marginal
es cero, ya que si se emplea a un trabajador más, en vez de obtener mayor producción, se tienen pérdidas.
De esta manera, la Ley de los Rendimientos Decrecientes, nos indica lo siguiente:
"Cuando la cantidad de un insumo aumenta y la de los demás permanece constante, se alcanza un punto a
partir del cual el producto marginal del insumo variable disminuye"
Una consecuencia de este enunciado es que la demanda de un insumo está relacionada directamente con su
productividad marginal, y el precio que se debe pagar por éste no puede ser mayor a lo que aporta a la
producción total.
En términos prácticos, ello significa, por ejemplo, que el sueldo de un trabajador por unidad de tiempo, no
puede exceder lo que produce en ese período.
Si el Estado fija un salario mínimo por hora o lo incrementa "artificialmente" con derechos y garantías laborales
(pensiones, seguro médico, prestaciones sociales, etc.), entonces desequilibraría los mercados, porque se
correría el riesgo de que en muchos de ellos, las retribuciones serían mayores a la productividad marginal del
llamado "factor trabajo".
Este tipo de conclusiones son ampliamente defendidas por los economistas que pregonan el Modelo Neoliberal
y, por ello, consideran que los mercados deben "auto regularse”, ya que los Gobiernos sólo afectan
negativamente el desarrollo general de la economía y la sociedad.
La manera en la que se demuestra el rendimiento decreciente de un insumo, pone de manifiesto que sus
conclusiones son más bien observaciones empíricas de lo que tentativamente ocurre en la realidad, y no
teoremas derivados de un esquema analítico lógico.
Es decir, no estamos propiamente ante una ley económica, sino más bien ante una proposición que
constantemente puede ser refutada y desmentida.
Por ejemplo, si uno mejora la tecnología de producción, entonces se puede obtener un rendimiento mayor por
trabajador, sin contratar a uno nuevo.
Finalmente, cabe aclarar que un nombre más adecuado para la llamada "Ley", sería el de "Principio de los
Rendimientos Marginales Físicos Decrecientes".
Commodities tradicionales
significado tradicional de commodities se circunscribió al de materias primas o a granel. Se trata de productos
cuyo valor viene dado por el derecho del propietario a comerciar con ellos, no por el derecho a usarlos. Un
ejemplo de commodity es el trigo ya que, basándose en una calidad mínima estándar, no se hace diferencia
entre el trigo producido en una granja o en otra. Otros ejemplos son la electricidad o el petróleo o la banda
ancha en Internet; aunque este concepto incluye también productos semielaborados que sirven como base para
procesos industriales más complejos. Ejemplo: los commodities que exporta Chile son el cobre y la celulosa, los
que exporta Argentina son la soja y la carne vacuna.
Otra versión define commodities como productos de fabricación, disponibilidad y demanda mundial, que poseen
un rango de precios internacional y no requieren gran tecnología para su fabricación y procesamiento.
Los productos commodities no se diferencian por la marca, esto sucede porque la mayoría de las veces los
productos no generan un valor adicional al cliente, es decir, no tienen un valor agregado. Ocurre generalmente
porque las empresas no tienen una visión clara, y no pueden anticiparse con la suficiente exactitud a las
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tendencias del mercado; lo mejor para generar valor de marca es realizar un estudio cuantitativo del mercado
para saber mejor cuáles son las necesidades más específicas del mercado y satisfacerlas antes que la
competencia.
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