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SECCIÓN 15

METABOLISMO Y NUTRICIÓN
D. Figuerola, L. Masana Marín, J.L. Álvarez-Sala Walther, A. Botey Puig, P. Briones Godino, R. Carmena
Rodríguez, A. Chabás Bergón, R. Enríquez de Salamanca, D. Espinós Pérez, M.a L. Girós Blasco, A. Martínez Vea,
J. Montoliu Durán, T. Pàmpols Ros, F. Pérez Jiménez, E. Reynals, A. Ribes Rubio, M. Rodés Monegal,
J. Rubiés Prat, J. Salas Salvadó, A. Torras Rabasa y R. Trallero Casañas

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1826
Alteraciones del metabolismo hidrosalino
A. Martínez Vea y A. Torras Rabasa

Todos los líquidos corporales, intracelulares o extracelula- TABLA 15.1. Composición iónica de los principales
res son soluciones diluidas constituidas principalmente por compartimientos hídricos corporales
electrólitos. El mantenimiento de un volumen apropiado de
estos líquidos en los diversos compartimientos corporales tie- Cationes (mEq/L) Aniones (mEq/L)
nen una enorme trascendencia para la vida. Las complejas Na + +
K Ca ++
Mg ++
Cl– CO3H– PO4 Proteínas*
actividades enzimáticas y electrofisiológicas necesarias para
mantener la vida requieren un control estricto de la concen- Plasma 142 4,3 2,5 1,1 104 24 2 8
Líquido
tración iónica del medio ambiente. Así, el sodio desempeña intersticial 145 4,4 2,4 1,1 117 27 2,3 0
un papel fundamental en el mantenimiento de la osmolali- Líquido
dad y del estado de hidratación de este medio. Otros electró- intracelular* 12 150 4,0 34 4,0 12 40 54
litos, como el potasio, el calcio y el magnesio, tiene una im-
*(g/dL) referido a células del músculo esquelético.
portancia vital en la fisiología neuromuscular y hormonal. La
concentración de hidrogeniones es crucial para diversas fun-
ciones enzimáticas celulares. Finalmente, los riñones desem- ran el espacio vascular del espacio intersticial son permea-
peñan un papel fundamental regulando la composición y el bles a muchos electrólitos, a diferencia de las membranas
volumen de los líquidos corporales. que separan el espacio extracelular del intracelular, que no
Las alteraciones electrolíticas incluyen, por lo tanto, altera- permiten el paso pasivo de electrólitos. Por el contrario, la
ciones en la osmorregulación y en la distribución de los lí- mayoría de las membranas celulares son permeables al agua.
quidos corporales (metabolismo hidrosalino), en la concen- La distribución de partículas osmóticas no iónicas como la
tración de otros iones, como el potasio y el calcio, y en el glucosa depende de su transporte a través de las membranas
equilibrio ácido-básico. El reconocimiento de estas situacio- y de su metabolismo celular. Así, la glucosa sólo se encuen-
nes, su análisis fisiopatológico y su abordaje terapéutico se- tra en cantidades significativas en el espacio extracelular, de-
rán el objeto del presente capítulo. bido a que después de su entrada en la mayoría de las célu-
las, es metabolizada y convertida en glucógeno y otros
metabolitos. La urea pasa libremente por la mayoría de las
Características y composición membranas celulares, alcanzando concentraciones similares
de los compartimientos corporales en todos los espacios corporales. Las proteínas intravascula-
res no atraviesan la pared vascular, por lo que crean una pre-
sión oncótica que retiene agua en el espacio intravascular.
Agua corporal
En el adulto sano, el agua corporal representa aproxima-
damente el 60% de su peso; esta proporción es algo menor
Desplazamiento del agua entre los espacios intracelular
en las mujeres, alrededor del 50%, y disminuye al 50 y 45% y extracelular
del peso corporal en varones y mujeres, respectivamente,
mayores de 60 años. Los niños en su primer año de vida po- El desplazamiento del agua entre estos espacios está deter-
seen mayor contenido de agua (65-75% del peso). minado por la diferencia de concentración de solutos osmó-
La mayor parte del agua corporal se distribuye en el espa- ticamente activos a cada lado de las membranas celulares.
cio intracelular (40% del peso) y el resto (20%), en el espacio La medida del número total de solutos en una solución se
extracelular; en este último, el agua está repartida entre el es- denomina osmolalidad; ésta se relaciona directamente con
pacio intravascular (4-5%) y el intersticial (15%). En el espa- la concentración molar de todos los solutos y con el número
cio extracelular se define un pequeño espacio denominado de partículas en las que se disocian en dicha solución. Los
transcelular, que comprende alrededor del 1-2% del agua to- principales determinantes de la osmolalidad plasmática son
tal corporal; en éste se incluyen pequeños compartimientos el sodio con sus aniones acompañantes, la glucosa y la urea.
separados por una capa de epitelio. Cuando aumenta de for- Cuando la osmolalidad de un compartimiento disminuye, el
ma inusual se le denomina “tercer espacio”, debido a que el agua se desplaza al compartimiento de mayor osmolalidad
líquido contenido en su interior no se intercambia fácilmen- con el objeto de igualar las diferencias de osmolalidad.
te con el resto del líquido extracelular. La osmolalidad plasmática se determina por técnicas de
laboratorio basadas en una propiedad física de las solucio-
nes: la temperatura de congelación de una solución se redu-
Composición química ce en proporción directa al número total de partículas libres
Aunque los solutos de los espacios intracelular y extrace- en la solución. Los valores normales de la osmolalidad plas-
lular son similares, sus concentraciones difieren de forma no- mática medidas por este método oscilan alrededor de 282 ±
table. Así, el espacio intracelular contiene grandes canti- 4 mosm/kg (mmol/kg). La osmolalidad plasmática también
dades de potasio, fosfato, magnesio y proteínas; por el puede calcularse a través de las concentraciones molares de
contrario, los electrólitos más importantes del espacio extra- los tres solutos mayores: sodio, glucosa y urea, mediante la
celular son el sodio, el cloro, el calcio y el bicarbonato. Los fórmula:
principales cationes de los espacios extracelular e intracelu-
lar son, respectivamente, el sodio y el potasio (tabla 15.1). La Osmolalidad plasmática = 2 × Na (mEq/L) +
distribución de iones entre las células y el espacio extracelu-
lar depende de su continuo transporte activo y pasivo a tra- glucosa (mg/dL) BUN (mg/dL)
vés de las membranas celulares. La bomba Na+K+ATPasa, +
18 2,8
que mantiene un bajo contenido de sodio y una elevada
concentración de potasio en las células, es el más importan- y en unidades SI:
te de estos sistemas de transporte. Las membranas que sepa-

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METABOLISMO Y NUTRICIÓN

2 × Na (mmol/L) + glucosa (mmol/L) + BUN (mmol/L) = TABLA 15.2. Balance diario de agua
= 290 mosm/kg
Entradas (mL) Pérdidas (mL)
En ausencia de hiperglucemia o de insuficiencia renal, la
osmolalidad del líquido extracelular está relacionada direc- Ingestión de líquidos 1.400 Orina 1.500
tamente con la concentración plasmática del sodio y sus
aniones acompañantes y, a efectos prácticos, puede estimar- Alimentos 850 Insensibles
se como el doble de la concentración plasmática de sodio. Piel 500
En determinadas circunstancias otros solutos también pue- Agua endógena 350 Pulmón 400
den contribuir a la osmolalidad plasmática; así ocurre, por Heces 200
ejemplo, con sustancias de bajo peso molecular, como el
metanol, el etanol o el etilenglicol, ingeridas accidental o vo- Total 2.600 2.600
luntariamente o con el manitol administrado con fines tera-
péuticos. En estos casos, la determinación del “hiato osmo- 100 mEq) o cloro contenidos en los alimentos; otro 25-30% es
lal”, que es la diferencia entre la osmolalidad medida por el urea generada por el metabolismo de las proteínas, y el resto
laboratorio y la calculada (valores normales inferiores a 10 corresponde en su mayor parte al sodio, potasio o cloro aña-
mosmol/kg), será de gran utilidad diagnóstica. Un hiato os- didos incidentalmente a los alimentos. La mayoría de estos
molal elevado indica la presencia en el plasma de una sus- iones se elimina por la orina después de una serie de proce-
tancia osmóticamente activa que no está incluida en el cálcu- sos de reabsorción-excreción a lo largo de los túbulos rena-
lo de la osmolalidad plasmática. les. Así, en condiciones normales, la eliminación diaria de
La denominada osmolalidad efectiva es una medida del sodio y potasio es equivalente a las cantidades ingeridas, al-
movimiento de agua a través de membranas semipermea- rededor de 200 y 100 mEq/día, respectivamente.
bles; está determinada por los solutos que no penetran libre- La eliminación renal de agua está controlada por la hor-
mente en las células y que son capaces de crear un gradiente mona antidiurética (ADH) y por la tasa de excreción de so-
osmótico. Estos solutos son el sodio y sus aniones acompa- lutos. Junto con el agua excretada, el riñón debe eliminar
ñantes y la glucosa. La osmolalidad efectiva se calcula me- alrededor de 600 mosm por día de solutos urinarios, princi-
diante la siguiente fórmula: palmente en forma de urea y sales de sodio y potasio. De he-
cho, es la capacidad máxima de dilución (50 mosm/L) y de
Osmolalidad efectiva = 2 × Na (mEq/L) + concentración urinaria (1.200 mmol/L) combinada con la
carga osmótica, lo que determina las variaciones diarias en
glucosa (mg/dL) el volumen urinario, desde 0,5 L (600 mosm: 1.200 mosm/L)
+ = 285 mosm/kg hasta 12 L (600 mosm: 50 mosm/L). Así, el mínimo volumen
18
de orina necesario para excretar la producción diaria de so-
lutos en una orina muy concentrada es de 0,5 L/día.
Un aumento de la osmolalidad efectiva suele traducir la
existencia de un estado de deshidratación, mientras que un
descenso generalmente indica la presencia de hiperhidrata-
Regulación del balance hídrico
ción. Los factores que mantienen el equilibrio hídrico son la sen-
sación de sed y el manejo del agua por parte del riñón. Esto
último depende básicamente del filtrado glomerular (FG), de
Regulación del volumen intravascular e intersticial la reabsorción tubular proximal, de la reabsorción activa
La transferencia de líquido entre los compartimientos vascu- de sodio y cloro en el asa ascendente de Henle y de la reab-
lar e intersticial ocurre en los capilares y los linfáticos y está sorción del agua en el túbulo colector bajo la influencia de la
determinada por los gradientes de presión hidrostática y de ADH. Esta hormona y la sensación de sed están sujetas a las
presión oncótica (fuerzas de Starling) entre el espacio intra- modificaciones de la osmolalidad plasmática. Un aumento
vascular y el intersticial. La mayor parte del líquido filtrado a de la osmolalidad plasmática, expresión de la pérdida de
través de los capilares retorna a éstos en su porción más dis- agua del organismo, estimula la sed y la secreción de ADH a
tal, donde la presión hidrostática es más baja y la presión on- través de unos osmorreceptores situados en el hipotálamo.
cótica más elevada debido a la salida previa de líquido fuera Por el contrario, su disminución induce una inhibición de la
del capilar; el resto de líquido vuelve a la circulación a través secreción de ADH y de la sensación de sed. La ADH y la sed
de los linfáticos. se estimulan cuando la osmolalidad plasmática supera los
280-285 mosm/kg y los 290-295 mosm/kg, respectivamente.
La ADH aumenta la permeabilidad al agua en la parte dis-
Balance hidrosalino y regulación renal tal del túbulo distal y en el túbulo colector renal. Debido a la
hipertonicidad medulointersticial del riñón, el agua pasará
A pesar de las amplias variaciones en la ingesta, el volu- hacia el intersticio renal y de ahí a los vasa recta renales y a
men y la composición de los líquidos corporales se mantie- la circulación sistémica. Otros estímulos “no osmóticos” adi-
nen constantes. Cualquier soluto añadido al organismo, ya cionales para la secreción de ADH y la sensación de sed son
sea a través de la ingesta o por producción endógena, se la hipertensión, la disminución del volumen efectivo circu-
equilibra mediante la eliminación del organismo, por excre- lante, algunas hormonas como el sistema renina-angiotensi-
ción renal o utilización endógena, de una cantidad similar. na, diversos estímulos neurogénicos, como el dolor, el estrés
El balance de agua se ajusta de forma muy precisa por las va- y la ansiedad, y varios fármacos.
riaciones en la ingesta, controladas por los mecanismos de la
sed, y por la excreción renal.
De los aproximadamente 2,6 L de agua ingerida al día por
Regulación renal de la natremia
un adulto, alrededor del 85% proviene del agua libre ingeri- El riñón regula el volumen extracelular a través de su ca-
da y de la contenida en los propios alimentos, mientras que pacidad para controlar el sodio a lo largo de las nefronas. En
el resto procede del agua endógena generada por la oxida- condiciones normales, cambios en la ingestión de sodio pro-
ción de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas. Es- vocan alteraciones en el volumen circulante que se traducen
tas entradas son contrarrestadas por la eliminación de agua a en modificaciones de la excreción urinaria de dicho ion con
través de la orina y las heces y por las pérdidas insensibles, el objeto de mantener estable el volumen extracelular. La ex-
por la piel y el tracto respiratorio (tabla 15.2). pansión del volumen extracelular disminuye la reabsorción
De los 1.200 mosm de solutos ingeridos diariamente, alre- renal de sodio, mientras que la depleción de volumen la au-
dedor del 40% consiste en sodio (150-200 mEq), potasio (50- menta.

1828
ALTERACIONES DEL METABOLISMO HIDROSALINO

La excreción renal de sodio se inicia con el filtrado de lar, que actúa de una manera antagónica al sistema renina-
140L/día de agua plasmática que contienen 19.600 mEq angiotensina y cuyo papel tendría gran importancia en el
de sodio (140L/día × 140 mEq/L). Los túbulos reabsorben mantenimiento de la presión arterial y de la natriuresis en di-
casi todo el sodio filtrado, dejando sólo 100-200 mEq para versas circunstancias. Este factor favorece la relajación de las
ser excretados en condiciones normales (< 1% del sodio fil- arterias renales, aumenta el FG, inhibe el transporte de sodio
trado). en el túbulo colector y reduce, además, las concentraciones
La excreción urinaria de sodio está regulada por los cam- de renina, aldosterona y ADH.
bios en el FG y en la reabsorción tubular de dicho ion. Dada
la gran cantidad de sodio que se filtra por el glomérulo, pe-
queñas variaciones en el FG podrían representar grandes Alteraciones del metabolismo hidrosalino
cambios en la eliminación urinaria de este ion si la reabsor-
ción tubular permaneciera constante. Sin embargo, este no Alteraciones de volumen
es el caso, porque en condiciones normales el FG permane-
ce relativamente constante por el proceso de autorregula- Las alteraciones de volumen en los compartimientos cor-
ción renal y porque, en ausencia de cambios en el volumen porales pueden producirse tanto por defecto (reducción de
extracelular, existe una estrecha relación entre el FG y la re- volumen) como por exceso (hiperhidratación). Estas altera-
absorción tubular de sodio. Este último fenómeno, denomi- ciones hacen referencia exclusiva a cambios en el volumen
nado balance glomerulotubular, se refleja en cambios parale- del medio extracelular.
los en la reabsorción de sodio y en el FG.
Varios son los factores que intervienen en el mantenimien- Reducción de volumen extracelular. Deshidratación
to del balance glomerulotubular y regulan la reabsorción de El término deshidratación se refiere a la pérdida aislada de
sodio: agua y a la consiguiente hipernatremia secundaria. En estos
1. Las fuerzas de Starling peritubulares (presión oncótica e casos los pacientes presentan signos y síntomas de hiperna-
hidrostática). tremia con signos mínimos o ausentes de hipovolemia, ya
2. El sistema nervioso adrenérgico. La perfusión intrarrenal que la reducción del volumen intravascular es mínima. Ello
de catecolaminas provoca vasoconstricción y disminución de se debe a que la pérdida de agua es compartida por los espa-
la excreción de sodio. cios intracelular y extracelular; la mayor parte proviene del
3. La aldosterona que estimula la reabsorción de sodio en espacio intracelular (dos terceras partes), mientras que me-
la parte cortical del túbulo colector, intercambiándolo por nos de una décima parte del agua perdida procede del com-
hidrogeniones y potasio. partimiento vascular.
4. La angiotensina II, que estimula la secreción suprarrenal Por el contrario, la reducción de volumen, sinónimo de
de aldosterona, provoca vasoconstricción intrarrenal y esti- disminución de volumen intravascular, ocurre cuando existe
mula directamente la reabsorción tubular proximal de sodio. una pérdida de sangre o de sodio y agua del espacio extrace-
5. Las prostaglandinas renales, que disminuyen la reabsor- lular. Debido a que el volumen del espacio extracelular de-
ción de sodio y se oponen a varios mecanismos vasoconstric- pende básicamente del contenido total de sodio, para que
tores intrarrenales. un paciente desarrolle hipovolemia, es casi una condición
6. Hormonas natriuréticas. Se ha comprobado que la ex- sine qua non que exista un déficit o reducción de sodio.
pansión aguda de volumen y el aumento de la ingestión de La respuesta hemodinámica a la reducción de volumen
sal provocan distensión auricular e inducen la formación y (fig. 15.1) consiste en un estímulo de la actividad simpática,
secreción de péptidos con acción natriurética y vasodilata- del sistema renina-angiotensina y de la secreción de ADH, y
dora. Uno de estos péptidos es el factor natriurético auricu- en una disminución de la secreción del factor natriurético

Volumen efectivo
circulante

Barorreceptores
de baja y alta presión

↑ ADH ↑ Renina ↑ Sistema nervioso ↓ Factor


Angiotensina II simpático natriurético
Aldosterona auricular
↑ Sed
Ingesta
de agua

↓ Filtrado Vasoconstricción
glomerular
Taquicardia
↑ Reabsorción
de sodio Respuesta
Excreción cardiovascular
urinaria
de agua
Excreción
Respuesta urinaria
renal de sodio
Fig. 15.1. Respuesta cardiovascular y
renal a la reducción de volumen.

1829
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.3. Causas de reducción de volumen ción de volumen se manifiesta por retención de agua y sodio
y azoemia prerrenal. La orina está relativamente concentrada
Pérdidas de sangre
Hemorragia de cualquier origen
(osmolalidad urinaria superior a 450 mosmol/kg) y, con ex-
Pérdidas extrarrenales cepción de las pérdidas renales de sodio, la concentración
Gastrointestinales: vómitos, aspiración nasogástrica, diarreas, urinaria de sodio es baja (menor de 10-15 mEq/L). La reab-
fístulas y drenajes biliares, pancreáticos, de intestino delgado sorción tubular proximal de urea está aumentada, por lo que
Cutáneas: quemaduras, dermatitis graves la relación BUN/creatinina plasmática es superior a 20:1 (nor-
Secuestro en un “tercer espacio”: peritonitis, pancreatitis, mal, 10-20:1). La creatinina plasmática aumentará sólo si la
obstrucción intestinal, aplastamiento muscular hipovolemia es suficientemente grave para disminuir el FG.
Pérdidas renales En muchas situaciones de reducción de volumen, como
Diuréticos
Diabetes insípida
ocurre en las pérdidas a un “tercer espacio” o en las pérdidas
Diuresis osmótica por drenajes biliares, el líquido que se pierde es isosmótico
Déficit de aldosterona: insuficiencia suprarrenal, con el plasma, con lo que la concentración plasmática de so-
hipoaldosteronismo dio no se modifica sustancialmente. Sin embargo, la reduc-
Nefropatías perdedoras de sal ción de volumen estimula la sed y la secreción de ADH, por
lo que pueden aumentar la ingesta de líquidos y la reabsor-
ción renal de agua, favoreciendo la retención de agua y la
auricular. Esta respuesta está mediada por el estímulo que aparición de hiponatremia. Si la pérdida de agua es superior
ejerce la hipovolemia sobre los barorreceptores vasculares. a la de sodio, el paciente presentará hipernatremia. Por últi-
Como consecuencia de estos cambios hormonales, aumen- mo, dado que la albúmina y los hematíes están confinados
tan la sensación de sed, la reabsorción tubular de sodio y en el espacio vascular, una reducción del volumen plasmáti-
agua, y la frecuencia cardíaca, disminuye el filtrado glomeru- co tenderá a elevar las cifras de hematócrito y albúmina plas-
lar y se produce una vasoconstricción arterial que intenta mática por un fenómeno de hemoconcentración. Los efectos
mantener la presión arterial. de la reducción de volumen sobre el equilibrio ácido-básico
son variables y dependen del origen de la hipovolemia.
Etiología. La reducción de volumen se debe a pérdidas de
sangre de cualquier origen o a pérdidas extrarrenales o rena- Diagnóstico. Los pasos diagnósticos que deben seguirse
les de sodio y agua (tabla 15.3); las pérdidas digestivas son ante una reducción de volumen se resumen en la figura 15.2.
la causa más frecuente de hipovolemia. La disminución de En primer lugar debe excluirse la existencia de pérdidas de
volumen también puede producirse por pérdidas de líquido sangre por la historia clínica, la exploración física y la pre-
intersticial e intravascular a un “tercer espacio”. Las pérdi- sencia de un hematócrito inferior al 40%. No obstante, debi-
das cutáneas raras veces provocan reducción de volumen, do al fenómeno de hemoconcentración, el descenso del he-
ya que el contenido de sodio en el sudor es bajo y el volu- matócrito en las hemorragias agudas sólo es valorable al
men de agua que se pierde diariamente por la piel sólo es de cabo de unas horas. Si no existen pérdidas sanguíneas, a
500 mL. No obstante, pacientes con quemaduras o enferme- continuación se determinará el sodio urinario, que permitirá
dades dermatológicas extensas pueden desarrollar signos de distinguir si el origen de las pérdidas de sodio y agua es renal
hipovolemia. (sodio superior a 20 mEq/L) o extrarrenal (sodio inferior a
10-20 mEq/L). En la evaluación del sodio urinario deben te-
Cuadro clínico. Los síntomas inducidos por la reducción de nerse en cuenta situaciones clínicas que pueden conducir a
volumen se deben a la disminución de la perfusión tisular y una interpretación errónea del origen de la hipovolemia:
a la respuesta hemodinámica consiguiente. Inicialmente, los a) la coexistencia de insuficiencia renal crónica que provoca
pacientes presentan debilidad, fatiga, sed y, en función de la que el sodio urinario sea superior a 20 mmol/L, a pesar
gravedad de la hipovolemia, cefaleas, náuseas, calambres, de que las pérdidas sean de origen extrarrenal; b) el uso de
hipotensión y mareos posturales. Si la hipovolemia es ligera diuréticos, puesto que en las pérdidas renales inducidas
o moderada, con pérdidas de hasta el 10% del volumen san- por estos fármacos, el sodio urinario puede ser inferior a
guíneo, que equivalen a una donación de 500 mL de sangre, 10 mEq/L si se han retirado los diuréticos varios días antes de
la sintomatología suele ser escasa. Por el contrario, si la hipo- la determinación analítica, y c) en pacientes con vómitos re-
volemia es intensa, con pérdidas superiores al 15-25% del vo- cientes y alcalosis metabólica, el exceso de bicarbonato ge-
lumen sanguíneo, es característica la aparición de shock hi- nerado se excreta por vía renal en forma de bicarbona-
povolémico con hipotensión, taquicardia, vasoconstricción to sódico, con lo que el sodio urinario puede estar aumenta-
periférica con extremidades frías y cianóticas, estupor y do (más de 20 mEq/L); en estos casos es útil la determinación
coma. Los signos físicos que sugieren la existencia de una re- del cloro urinario, que será bajo (inferior a 10-20 mEq/L).
ducción de volumen son la sequedad de piel y mucosas, la Por último, es de gran ayuda determinar el equilibrio áci-
taquicardia en reposo, la hipotensión postural (descenso de do-básico: la presencia de acidosis metabólica sugerirá que
más de 5-10 mmHg de la presión arterial en sedestación o bi- el origen de la hipovolemia está relacionado con pérdidas in-
pedestación), la disminución de la presión venosa central, testinales (diarreas), cetoacidosis diabética, nefropatías per-
que se traduce en un aplanamiento o falta de visualización dedoras de sal o estados de hipoaldosteronismo. Por el con-
de las venas yugulares en decúbito supino o en un regis- trario, una alcalosis metabólica orientará hacia pérdidas
tro de presión venosa central baja (menos de 3 cmH2O), la digestivas altas (vómitos o aspiración nasogástrica) o al uso
oliguria y la hipotensión arterial. Los signos más fidedignos de diuréticos.
en la evaluación de la hipovolemia son la taquicardia y la
hipotensión postural. La sequedad de piel y mucosas es un Tratamiento. El objetivo del tratamiento es restaurar la nor-
indicador valioso para evaluar el grado de hidratación de los movolemia y corregir los trastornos hidroelectrolíticos y del
niños, pero tiene poca sensibilidad en los adultos. Ello se equilibrio ácido-básico asociados. Esto puede hacerse me-
debe a la pérdida normal de la elasticidad de la piel de los diante la reposición de líquidos, en ocasiones por vía oral en
ancianos, a la mayor elasticidad de la piel de los pacientes los casos de reducciones ligeras o moderadas, o, con mayor
más jóvenes y a la sequedad de la mucosa oral debida a la frecuencia, por vía intravenosa.
respiración bucal y a otros factores independientes del ba- Para la corrección de la hipovolemia se dispone de solu-
lance hídrico. Por último, la pérdida de peso es un índice ciones glucosadas hipotónicas al 5 o al 10% que no contie-
cuantitativo muy preciso del déficit del volumen extracelular nen sodio, aunque sí glucosa para proporcionar la osmolali-
que presentan los pacientes. dad suficiente que evite la hemólisis de los hematíes,
soluciones salinas isotónicas, hipotónicas (suero glucosali-
Estudios complementarios. La respuesta renal a la reduc- no) o hipertónicas de ClNa y soluciones poliónicas con una

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ALTERACIONES DEL METABOLISMO HIDROSALINO

Reducción de volumen

Hematócrito Hematócrito Pérdida


> 40 % < 40 % de sangre

Sodio urinario Sodio urinario


> 20 mEq/L < 10-20 mEq/L

PÉRDIDAS PÉRDIDAS
RENALES EXTRARRENALES

Acidosis Alcalosis Acidosis Alcalosis


metabólica metabólica metabólica metabólica

Cetoacidosis Diuréticos Diarreas Vómitos


diabética Fístulas Aspiración
Hipoaldosteronismo intestinales nasogástrica
Nefropatías
perdedoras de sal
Fig. 15.2. Algoritmo diagnóstico ante
una reducción de volumen.

composición similar a la del líquido extracelular. Las solucio- hasta normalizar la presión arterial, la frecuencia cardíaca y
nes que contienen sodio como principal soluto expanden la presión venosa central y comprobar una mejoría en la ex-
preferentemente el espacio extracelular, mientras que las so- creción urinaria de agua y sodio y en el nivel de conciencia
luciones glucosadas expanden en mayor proporción el espa- del paciente.
cio intracelular y tienen un mínimo efecto sobre el espacio
intravascular. Por último, existen diversos derivados sanguí- Aumentos del volumen extracelular. Hiperhidratación
neos y soluciones de coloides, como la albúmina, el dextra-
no, los polímeros de gelatina o el plasma, que permanecen Expansión del volumen extracelular con edemas gene-
en el espacio intravascular y expanden selectivamente el vo- ralizados. Los edemas generalizados consisten en una acu-
lumen plasmático. mulación excesiva de agua en el espacio intersticial, asocia-
El tipo de soluciones que se debe perfundir depende bási- da invariablemente a una retención renal de sodio. Este
camente del origen del líquido perdido y de las concentra- aumento del volumen del espacio intersticial está provocado
ciones plasmáticas de sodio, potasio y bicarbonato del pa- por alteraciones de las fuerzas de Starling que regulan el mo-
ciente. Por regla general, los déficit del volumen extracelular vimiento de líquido entre los compartimientos vascular e in-
se reemplazan con sueros salinos isotónicos (ClNa al 0,9%, tersticial. Un aumento de la presión hidrostática o una dismi-
equivalentes a una concentración de sodio de 154 mEq/L), y nución de la presión oncótica del capilar favorecen la
las reducciones de volumen acompañadas de hipernatremia, aparición de edemas generalizados.
con soluciones hipotónicas (sueros glucosado o glucosali- En cuanto a su etiopatogenia (tabla 15.4), los estados ede-
no), una vez que el volumen extracelular ha sido expandido matosos generalizados se clasifican según el estado del volu-
con soluciones isotónicas. Para prevenir la hipovolemia en men efectivo circulante, que es la parte del líquido extracelu-
los individuos incapaces de ingerir líquidos, como sucede lar que se encuentra en el espacio vascular y que es
en los pacientes intervenidos quirúrgicamente, se adminis- perfundido eficazmente a los tejidos.
tran sueros salinos hipotónicos; las pérdidas de sangre se co- Edemas con disminución del volumen efectivo circulante.
rrigen con sangre o sus derivados, reservándose las solucio- En la insuficiencia cardíaca congestiva, la cirrosis hepática
nes que contienen albúmina para estados de hipovolemia
asociados a pérdidas proteicas.
Es difícil calcular el déficit de volumen que presentan los TABLA 15.4. Situaciones con expansión del volumen extracelular
pacientes hipovolémicos; habitualmente se desconoce el Con edemas
peso del paciente y las fórmulas que se utilizan para evaluar Con disminución del volumen efectivo circulante
el déficit de sodio y agua (véase más adelante) no tienen en Insuficiencia cardíaca congestiva
cuenta el déficit de líquido isosmótico que también puede Cirrosis hepática
haberse producido. Por todo ello, se aconseja evaluar diaria- Síndrome nefrótico
mente, mediante el examen clínico y los datos de laborato- Con aumento del volumen efectivo circulante
rio, el tratamiento de los pacientes hipovolémicos, para ase- Glomerulonefritis aguda
gurar que éste es adecuado. La mitad del déficit de sodio y Insuficiencia renal
Edemas por fármacos
agua debe reponerse en las primeras 24 h. Un régimen reco- Edema cíclico idiopático
mendado en los pacientes hipovolémicos que no estén en si- Edemas localizados
tuaciones agudas puede consistir en la reposición de líqui- Obstrucción venosa: trombosis, compresión tumoral
dos a una velocidad de 50-100 mL/h en exceso a la suma del Obstrucción linfática: compresión tumoral
volumen urinario horario, las pérdidas obligadas insensibles Aumento de la permeabilidad capilar: inflamación,
(aproximadamente 30-40 mL/h) y cualquier otra pérdida que traumatismos, quemaduras
presente el paciente. En situaciones de shock hipovolémico,
el objetivo del tratamiento es normalizar las alteraciones he- Sin edemas y con aumento del volumen efectivo circulante
Exceso primario de hormonas: hiperaldosteronismo primario,
modinámicas y mejorar la perfusión tisular. En las primeras síndrome de Cushing, secreción inadecuada de ADH
horas puede ser necesaria una fluidoterapia intensa (1-2 L)

1831
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

Insuficiencia Cirrosis Síndrome Enfermedad renal


cardíaca congestiva nefrótico primaria

↓ Gasto cardíaco Ascitis ↓ Albúmina ↓ Filtrado glomerular


↑ Presión hidrostática ↓ Albúmina ↑ Transporte de sodio
capilar Shunt arteriovenoso (primario)

VOLUMEN EFECTIVO CIRCULANTE Reabsorción renal


de sodio

Actividad del sistema


nervioso simpático VOLUMEN EFECTIVO
Renina-angiotensina II CIRCULANTE
aldosterona

Reabsorción renal de sodio

EDEMAS EDEMAS
Hipertensión arterial
Fig. 15.3. Mecanismos fisiopatológicos
de los estados hipervolémicos.

con ascitis y el síndrome nefrótico existe una disminución tra disminuido. Ello se debe a: a) anomalías de las fuerzas de
del volumen efectivo circulante que estimula, a través de me- Starling en la circulación hepatosplácnica que provocan tra-
canismos sensores (sistema de barorreceptores vasculares), sudación de solutos y líquidos a la cavidad abdominal y la
la reabsorción renal de sodio y agua, y la aparición de ede- aparición de ascitis; b) la hipoalbuminemia que acompaña a
mas (fig. 15.3). Esta respuesta renal a la disminución del vo- la cirrosis hepática debido a un impedimento en la síntesis
lumen efectivo circulante está mediada por la activación de de albúmina, y c) fístulas arteriovenosas desarrolladas en la
los sistemas nervioso simpático, renina-angiotensina-aldoste- microcirculación que determinan que el volumen plasmáti-
rona y la ADH. La reducción que se aprecia en el flujo san- co existente sea relativamente inadecuado para el aumento
guíneo renal ocasiona un aumento de la fracción de filtra- de la capacitancia vascular. Por último, la retención de sodio
ción (relación entre el FG y el flujo sanguíneo renal), con lo puede deberse a un aumento intrínseco de la reabsorción tu-
que aumenta la presión oncótica y disminuye la presión hi- bular de sodio, que también se ha descrito en los pacientes
drostática peritubular, condicionando una mayor reabsor- cirróticos.
ción proximal de agua y sal. La hipoperfusión renal y la rela- Edemas con aumento del volumen efectivo circulante. Exis-
tiva baja concentración de sodio que llega al túbulo distal ten situaciones en las que la causa inicial de la formación de
estimula a la mácula densa, que producirá renina y de forma edemas generalizados se encuentra en el propio riñón; éste
secundaria aldosterona, favoreciéndose así la retención de retiene de manera primaria, y no como consecuencia de un
agua y sodio por el túbulo distal. volumen efectivo circulante disminuido, una cantidad exce-
En los edemas de origen cardíaco, la disminución de la siva de agua y sal (fig. 15.3). Esto puede observarse en enfer-
función miocárdica provoca una reducción del gasto cardía- medades renales primarias que se acompañan con un FG
co con un descenso del volumen efectivo circulante y unas relativamente conservado, como sucede en la glomerulone-
mayores presiones de llenado cardíaco. Estas últimas son fritis aguda o en la insuficiencia renal avanzada como conse-
transmitidas a la circulación capilar, provocando una eleva- cuencia del balance hidrosalino positivo característico de
ción de la presión hidrostática capilar y la consiguiente trasu- esta enfermedad. En todos los estados, los edemas suelen es-
dación de agua al espacio intersticial. La reducción que se tar asociados a hipertensión arterial.
aprecia en el volumen efectivo circulante facilita de forma Otras causas de edemas. 1. Edemas por fármacos. Diversos
secundaria la reexpansión del volumen plasmático, aumen- fármacos con acción vasodilatadora periférica, utilizados en
tando la trasudación de agua al espacio intersticial y la per- el tratamiento de la hipertensión arterial, pueden inducir la
sistencia de los edemas. aparición de edemas. En unos casos son fármacos con ac-
En el síndrome nefrótico, la alteración primaria consiste ción vasodilatadora directa, como la hidralazina, el minoxi-
en una disminución de la presión oncótica plasmática pro- dilo y el diazóxido, que favorecen la retención renal de agua
ducida por la hipoproteinemia secundaria a las pérdidas de y sodio como consecuencia del estímulo que provocan so-
proteínas por la orina. La formación de edemas ocurre cuan- bre el sistema renina-angiotensina-aldosterona. Otros son va-
do la albúmina plasmática desciende por debajo de 2 g/L. sodilatadores con acción inhibidora de los canales celulares
Los edemas que aparecen en los estados de malnutrición o del calcio; los antagonistas del calcio, como el nifedipino,
en las enteropatías malabsortivas tienen un mecanismo pato- producen edemas en partes declives, que no se deben a re-
génico similar. En algunos pacientes con síndrome nefrótico tención generalizada de líquido sino a trasudación vascular
se ha comprobado un aumento intrínseco de la reabsorción local; en este caso, el efecto beneficioso de los diuréticos no
tubular de sodio, que también podría contribuir a la forma- es constante. Otros fármacos que también pueden causar
ción de edemas. edemas son los antiinflamatorios no esteroides, preparados
En los pacientes con cirrosis hepática, aun cuando el volu- que contienen estrógenos y preparados de glucocorticoides
men sanguíneo total se halla aumentado por la dilatación ve- del tipo de la fludrocortisona.
nular y las pequeñas fístulas arteriovenosas características de 2. Edema cíclico idiopático. Es un trastorno que se presen-
esta enfermedad, el volumen efectivo circulante se encuen- ta preferentemente en mujeres, a menudo con problemas

1832
ALTERACIONES DEL METABOLISMO HIDROSALINO

psicosociales, y que se caracteriza por episodios intermiten- generalizados el incremento del peso corporal, la oliguria y
tes, sobre todo diurnos, de edemas en las extremidades infe- la nicturia. En los casos en que existe sobrecarga circulato-
riores y amplias variaciones en el peso. El mecanismo fisio- ria, ésta se manifiesta en forma de hipertensión arterial, por
patológico consiste en la retención de sodio, si bien la aumento de la precarga cardíaca, y de edema pulmonar de-
localización del trastorno tubular en la reabsorción de sodio bido al aumento de las presiones de llenado cardíaco. La
es desconocida. Se ha sugerido la existencia de algunas ano- persistencia de los edemas periféricos favorece la aparición
malías en la permeabilidad capilar como posible mecanismo de celulitis, trombosis venosas, dolor y, a veces, limitación de
para la acumulación de sodio, ya que la retención de líquido la actividad funcional. En los casos de ascitis no son infre-
es mayor en ortostatismo. Esta anomalía en la permeabilidad cuentes los trastornos de la absorción intestinal, una mayor
vascular podría ser idiopática; en ocasiones está asociada a incidencia de reflujo esofágico y hernias abdominales, dis-
una historia familiar de diabetes o se relaciona con trastor- nea por dificultad en la movilización diafragmática y, a ve-
nos endocrinos hipotalámicos, quizá mediados por la prolac- ces, peritonitis bacterianas espontáneas.
tina o por la dopamina. Otro factor que también podría con- Por último, en los estados edematosos generalizados pue-
tribuir a la retención renal de sodio es una respuesta den observarse diversos trastornos biológicos, como hipona-
exagerada de la insulina a la ingestión de hidratos de carbo- tremia dilucional acompañada de un sodio urinario dismi-
no. El uso de diuréticos, especialmente tiazidas, frecuente en nuido (inferior a 20 mEq/L), azoemia prerrenal con aumento
estos pacientes, puede agravar y en algunos casos originar la de la relación BUN/creatinina plasmática (mayor de 20:1)
aparición de este cuadro. La ingesta de diuréticos provoca como respuesta a la disminución del volumen efectivo circu-
la mejoría o la desaparición de los edemas, pero activa de lante, e hipopotasemia por hiperaldosteronismo secundario.
forma secundaria el sistema renina-aldosterona y favorece la
reducción de potasio. La persistencia de estas alteraciones al Diagnóstico de las expansiones de volumen. La diferen-
cesar la toma de diuréticos induciría una retención de sodio ciación del origen de los edemas se basa en su carácter loca-
por efecto “rebote”, una recurrencia de los edemas y la reins- lizado o generalizado y en las manifestaciones clínicas y da-
tauración del tratamiento diurético por parte del paciente. El tos de laboratorio de las causas que los originan. Remitimos
tratamiento del edema cíclico idiopático consiste en la re- al lector a los capítulos correspondientes a las causas de los
ducción de la ingestión de sal, el reposo en posición horizon- edemas (insuficiencia cardíaca, síndrome nefrótico, etc.)
tal varias horas al día y el uso de medias elásticas. Los diuréti- para completar el diagnóstico de estas entidades.
cos están contraindicados. En ocasiones, algunos fármacos
como los inhibidores de la enzima de conversión de la an- Tratamiento de las expansiones de volumen. En todos
giotensina (IECA), la progesterona, el agonista de los recep- los casos de formación de edemas, el tratamiento debe diri-
tores dopaminérgicos bromocriptina y la dextroanfetamina girse a la enfermedad de base subyacente. Sin embargo, es
son útiles. necesario aplicar una serie de medidas terapéuticas comu-
3. Edemas localizados. Se deben a alteraciones de las fuer- nes a todos los estados edematosos.
zas de Starling restringidas a un órgano o territorio vascular Los principios fundamentales en el tratamiento de los ede-
determinado. Se producen por aumento de la presión hidros- mas generalizados residen en:
tática capilar inducida por dilatación arteriolar o, con mayor 1. Reposo en cama con elevación de las extremidades y la
frecuencia, por obstrucción venosa (trombosis venosa) o lin- utilización de medias elásticas, para ayudar a movilizar los
fática (procesos neoplásicos). También pueden estar cau- edemas y a minimizar la estasis venosa. El reposo en cama
sados por un aumento de la permeabilidad capilar como aumenta el retorno venoso y puede favorecer el estímulo de
ocurre en diversos procesos inflamatorios, traumatismos o mecanismos natriuréticos, como el factor natriurético auricu-
quemaduras. lar, e inhibir la actividad del sistema renina-angiotensina-al-
dosterona favoreciendo una mayor excreción de sodio.
Expansión del volumen extracelular sin edemas. Existen 2. La restricción salina estricta es necesaria para crear un
situaciones con expansión tanto del volumen extracelular balance negativo de sodio (ingestión inferior a 25 mEq/día);
como del volumen efectivo circulante que cursan de forma estas dietas son inaceptables por la mayoría de los pacientes,
característica sin edemas. Esto sucede en las producciones por lo que la restricción de sal tiene más importancia para li-
primarias excesivas de mineralcorticoides (hiperaldostero- mitar el desarrollo posterior de edemas que para inducir su
nismo primario, síndrome de Cushing) o de ADH [síndrome resolución. En la práctica, se aconseja inducir a la mitad la
de secreción inapropiada de ADH (SIADH)]. Los hipermine- ingestión de sodio (50-100 mEq/día); esto puede conseguirse
ralcorticismos se acompañan de hipertensión arterial, ten- simplemente evitando las comidas con alto contenido de sal
dencia a una moderada hipernatremia e hipopotasemia; la y no añadiendo sal a los alimentos durante las comidas.
ausencia de edemas se justifica por el denominado fenóme- 3. Los diuréticos inducen natriuresis y diuresis con dismi-
no de “escape renal de sodio”, mediante el cual, a partir de nución del volumen intravascular y de la presión hidrostática
un momento, el riñón, ante la presencia de hipervolemia, capilar, lo que favorece el movimiento del líquido intersticial
deja de retener más sodio a pesar de persistir el exceso de hacia el compartimiento vascular. Los diuréticos que se utili-
mineralcorticoides. En el SIADH no hay hipertensión arterial zan comúnmente en el tratamiento de los edemas son los
y es característica la hiponatremia junto a la ausencia de diuréticos tiazídicos, los retenedores de potasio y los de asa
edemas y de signos de reducción de volumen. de Henle, siendo estos últimos los más potentes. En los ede-
mas resistentes al tratamiento diurético puede ser útil asociar
Cuadro clínico de las expansiones de volumen. Los sín- dos diuréticos de diferente clase, como la furosemida y la
tomas comunes a los trastornos hipervolémicos se relacio- metolazona. En la tabla 15.5 se resumen los sitios de acción y
nan con la aparición de edemas y la sobrecarga circulatoria, las características de los diuréticos de uso más frecuente.
esta última en los casos asociados al aumento del volumen En ocasiones estas medidas generales no son efectivas
plasmático. Las fuerzas de Starling determinan la distribu- para el tratamiento de los edemas y es necesario utilizar
ción del exceso de sodio y agua en el espacio intersticial. En otros alternativos más específicos: a) la extracción de líquido
los estados de hipoproteinemia y en la insuficiencia renal, la mediante pleurocentesis o paracentesis, en casos de insufi-
distribución de los edemas tiende a ser más difusa, en forma ciencia cardíaca, cirrosis o síndrome nefrótico; b) la expan-
de anasarca, mientras que en la insuficiencia cardíaca el lí- sión del volumen plasmático mediante la perfusión de plas-
quido intersticial se acumula en áreas declives donde la pre- ma o de soluciones hiperoncóticas de albúmina y la
sión hidrostática capilar es más elevada; estas áreas están si- reperfusión del líquido ascítico o implantación de un shunt
tuadas preferentemente en las extremidades inferiores en peritoneovenoso en pacientes cirróticos; c) el tratamiento
pacientes en ortostatismo o en la región sacra en pacientes farmacológico con vasodilatadores e IECA en la insuficiencia
encamados. Son característicos de los estados edematosos cardíaca y, por último, d) la hemofiltración arteriovenosa

1833
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.5. Características de los diuréticos de uso más frecuente


Lugar y mecanismo Dosis Inicio de acción Efecto máximo Duración de acción Efectos indeseables
Tipo de diurético Potencia
de acción (mg/día) (h) (h) (h) renales
Tiazidas Túbulo distal
Clorotiazida (↓ reabsorción ClNa) ++ 500-1.000 1-2 4 6-12 Hipopotasemia,
Hidroclorotiazida ++ 50-100 1-2 4 12-18 hiponatremia,
Clortalidona ++ 50-100 1-2 6 24 hiperuricemia,
Metolazona ++ 2,5-10 1-2 2-4 24-48 alcalosis
metabólica
Inhibidores Túbulo proximal
de la anhidrasa (inhiben la anhidrasa
carbónica carbónica) Acidosis tubular
Acetazolamida + 250-500 1 2-4 6-8 proximal tipo II,
hipopotasemia,
nefrolitiasis
Ahorradores Túbulo distal y porción
de potasio cortical de túbulo
colector
Espironolactona Antagoniza la aldosterona + 100-400 Días 1-2 días 2-3 días Acidosis tubular
Triamtereno Inhiben el intercambio + 100-300 2 6-8 12-16 distal tipo IV,
Amilorida Na+ H+ + 5-10 2 6-10 24 hiperpotasemia
De asa Porción gruesa del asa Hiponatremia,
ascendente de Henle hipopotasemia,
Furosemida Inhiben el cotransporte ++++ 40-160 1 1-2 6 hipocalcemia,
Na+K+Cl- (i.v. 1-5 min) (i.v. 15-30 min) (i.v. 2) alcalosis
Ácido etacrínico ++++ 50-200 30 min 2 6-8 metabólica,
(i.v. 15 min) (i.v. 45 min) (i.v. 3) hiperuricemia
Bumetanida ++++ 2-8 30 min 1-2 4-5
(i.v. 1-5 min) (i.v. 15-30 min) (i.v. 4)

continua en casos de edemas refractarios al tratamiento, en Hiponatremia verdadera o síndrome hiposmolal


pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva. En general, las situaciones de hiponatremia (una vez des-
cartadas las seudohiponatremias) son la consecuencia de
una incapacidad para diluir suficientemente la orina y se
Alteraciones de la osmolalidad* acompañan siempre de hiposmolalidad plasmática. Esta in-
capacidad puede deberse a: a) secreción continua de ADH a
Hiponatremia pesar de la hiposmolalidad plasmática que debería frenarla
(p. ej., en el SIADH o en la secreción fisiológica de ADH in-
La hiponatremia, definida como una concentración plasmá- ducida por hipovolemia), o b) factores intrarrenales, como
tica de sodio inferior a 130 mEq/L, es una situación relativa- un descenso del FG junto a un aumento de la reabsorción
mente frecuente en la práctica de la clínica hospitalaria, que proximal de sodio que impide la llegada de suficiente vo-
presenta una incidencia y una prevalencia diaria de alrededor lumen urinario a las partes distales o dilutoras de la nefrona
de 1 y 2,5%, respectivamente. Excepto en los casos de seudohi- (p. ej., en la insuficiencia renal grave). Existe un cuadro clíni-
ponatremia, se considera sinónimo de síndrome hiposmolal. co en vías de caracterización en el que se asocia una ingesta
Antes de iniciar el estudio de las verdaderas hiponatre- excesiva o compulsiva de agua a hiponatremia. Esta situa-
mias, conviene recordar la posible existencia de falsas hipo- ción se presenta con mayor frecuencia en pacientes psiquiá-
natremias o seudohiponatremias. Esta particular situación tricos (polidipsia psicógena). Junto a un mecanismo alterado
puede presentarse en pacientes con intensa hiperlipemia (p. de la sed, se ha reconocido en algunos pacientes una SIADH.
ej., hiperlipemias familiares, síndrome nefrótico, pancreatitis, Otros factores, como los fármacos empleados en el trata-
etc.) o importantes hiperproteinemias (p. ej., mieloma, ma- miento psiquiátrico, la nicotina en los fumadores y las tiazi-
croglobulinemia, etc.). Estas sustancias, de elevado peso mo- das administradas a los pacientes hipertensos, pueden cola-
lecular, reducen el porcentaje relativo de agua de un volu- borar en este trastorno combinado. Con el fin de permitir
men determinado de plasma; es decir, mientras que la una aproximación más fácil y didáctica a estas situaciones,
natremia por volumen de plasma es baja, ésta, por volumen las hiponatremias se valoran de acuerdo con el volumen
de agua plasmática, es normal. Estas falsas hiponatremias no bajo, normal o alto del espacio extracelular (fig. 15.4).
tienen significado clínico, los pacientes están asintomáticos,
y se distinguen porque la osmolalidad plasmática es normal. Hiponatremia con volumen extracelular disminuido
Un segundo tipo de seudohiponatremias se presenta en si- Cuando simultáneamente hay pérdidas externas de agua y
tuaciones en las que hay un exceso de sustancias osmótica- sal, el efecto estimulante hipovolémico sobre la ADH predo-
mente activas en el espacio extracelular que no penetran fá- mina frente al efecto inhibidor que produciría la hiponatre-
cilmente en las células, como la glucosa, el manitol o la mia. Un factor adicional que impide la dilución de la orina
glicina; ello provoca el paso de agua del espacio intracelular reside en la disminución del volumen urinario que llega a las
al extracelular induciendo una hiponatremia dilucional. Se partes distales (o dilutoras) de la nefrona, como consecuen-
calcula que, en situaciones de hiperglucemia, por cada 100 cia del aumento de la reabsorción proximal que es inducida
mg/dL de ascenso de la glucemia, la natremia desciende 1,6 por la hipovolemia. La ingestión simultánea de agua acentúa
mEq/L. En estos casos, la osmolalidad plasmática estará ele- la hiponatremia.
vada por la propia glucosa. No se debe intentar corregir la hi- La disminución del volumen extracelular se manifiesta clí-
ponatremia de las seudohiponatremias. nicamente por pérdida de peso, hipotensión, taquicardia y
sequedad de piel y mucosas. La hemoconcentración puede
ser un dato complementario de interés. Cuando la causa de
*A. Torras Rabasa. la pérdida de volumen extracelular es extrarrenal (p. ej., gas-

1834
ALTERACIONES DEL METABOLISMO HIDROSALINO

Hiponatrema (< 135 mEq/L)

Mecanismo Déficit mixto Exceso de agua Exceso de agua y sodio


↓ ↓ Na + ↓ H2O ↑ H2O ↑ Na + ↑ ↑ H2O

↓ VEC ↑ VEC ↑ ↑ VEC


(hipovolemia) (sin edema) (edemas)
Causas

Pérdidas renales Pérdidas extrarrenales Estrés Síndrome nefrótico Insuficiencia renal aguda
Hipotiroidismo Cirrosis hepática Insuficiencia renal crónica
Diuréticos Vómitos
Enfermedad Déficit de Insuficiencia cardíaca
Diarrea glucocorticoides SIADH
de Addison Tercer espacio
Nefritis perdedora Quemaduras
de sal
Bicarbonaturia
Diuresis osmótica

Natriuria

Na urinario Na urinario Na urinario Na urinario Na urinario


> 20 mEq/L < 10 mEq/L < 20 mEq/L < 10 mEq/L > 20 mEq/L

Tratamiento Perfusión salina Restricción hídrica Restricción hidrosalina


Diuréticos

Fig. 15.4. Diagnóstico de las hiponatremias verdaderas. SIADH: síndrome de la secreción inapropiada de ADH; VEC: volumen extracelular.

trointestinal), el paciente se presentará oligúrico y con una ADH inducida por la hipovolemia; b) disminución de la re-
natriuria inferior a 10 mEq/L; en un intento real de ahorrar absorción de ClNa en la porción ascendente del asa de Hen-
agua y sodio, puede incluso desarrollarse una insuficiencia le, que impide la dilución de la orina; c) la hipovolemia pro-
“renal funcional” con alta osmolalidad urinaria. En cambio, voca tanto una disminución, aunque pequeña, del FG como
cuando la causa de la reducción extracelular reside en el un aumento de reabsorción proximal de sodio, hechos que
propio riñón (p. ej., diuréticos), el sodio urinario será supe- disminuyen el flujo de orina a las partes distales de la nefro-
rior a 20 mEq/L. na limitando la capacidad de eliminar agua libre; d) la caliu-
resis y consiguiente hipopotasemia favorecen el paso de so-
Reducción de volumen de causa extrarrenal. Esta situa- dio al espacio intracelular, y e) la continua ingestión de
ción, aparte de los datos clínicos ya mencionados propios de agua, si bien puede corregir parcialmente la hipovolemia,
la reducción de volumen, se orientará definitivamente al ob- potencia en cambio la hiponatremia. Dado que tanto el uso
servar un sodio urinario inferior a 10 mEq/L. Este cuadro será “oculto” de diuréticos como la existencia de vómitos no ob-
evidente ante pérdidas gastrointestinales provocadas por vó- jetivables pueden manifestarse con signos más o menos evi-
mitos y/o diarreas. Sin embargo, ante la falta de estos signos dentes de hipovolemia a hiponatremia, sólo la cifra de sodio
clínicos, puede sospecharse la existencia de un “tercer espa- (mejor la de cloro) en orina servirá para diferenciar ambas
cio”, por ejemplo, peritonitis, pancreatitis, quemaduras o situaciones: mayor de 20 mEq/L con el uso de diuréticos y
traumatismos musculares, situaciones todas ellas que impli- menor de 10 mEq/L en los vómitos.
can una pérdida de líquido y electrólitos intravasculares. Hay Nefropatías perdedoras de sal. En estas situaciones hay una
situaciones, denominadas de natriuria obligada, en las que a incapacidad renal para ahorrar sodio (y agua) especialmen-
pesar de la existencia de hipovolemia por pérdidas extrarre- te manifiesta en condiciones de una limitación hidrosalina.
nales, la natriuria puede “no” ser baja (superior a 20 mEq/L): Junto al cuadro de hipovolemia e hiponatremia con natriuria
a) uso concomitante de diuréticos; b) bicarbonaturia elevada suele asociarse un grado variable de insuficiencia re-
(anión) importante que “arrastra” eléctricamente sodio (ca- nal. Este último factor permite diferenciar dos situaciones clí-
tión); por ejemplo, ante vómitos intensos que inducen una nicas: a) pacientes portadores de insuficiencia renal avanza-
importante alcalosis metabólica; en este caso, sin embargo, da (FG inferior a 15 mL/min) de cualquier etiología; su
el cloro urinario bajo (inferior a 10 mEq/L) continúa siendo natriuresis es fija y con un estrecho margen de regulación
un índice fiel; c) cetonuria por ayuno o diabetes con natriu- ante restricciones sódicas; un insuficiente aporte sódico agra-
ria obligada, y d) insuficiencia renal importante. vará la hipovolemia y con ello la función renal, y b) en pa-
cientes portadores de nefropatías con afección preferente-
Reducción de volumen de causa renal. Esta situación hi- mente medular, como pielonefritis crónicas, nefritis intersti-
povolémica e hiponatrémica se reconocerá por una natriuria ciales en general, poliquistosis renal, etc., pueden cursar con
superior a 20 mEq/L; deben descartarse antes las altas natriu- pérdidas exageradas de sodio por orina, aun con un filtrado
rias “obligadas” de causa extrarrenal ya mencionadas. glomerular relativamente conservado.
Uso de diuréticos. El uso o abuso de diuréticos es la situa- Enfermedad de Addison. Debe sospecharse en pacientes
ción más frecuente de hiponatremia asociada a hipovolemia. portadores de signos de hipovolemia (hipotensión, modera-
Varios factores influyen en su desarrollo: a) secreción de da insuficiencia renal prerrenal) junto a hiponatremia, hiper-

1835
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

potasemia y sodio urinario superior a 20 mEq/L. El desarrollo drome debe tenerse en cuenta tras la exclusión de otras cau-
de este cuadro implica una dificultad para eliminar agua li- sas de hiponatremia o seudohiponatremia, cuando, además,
bre por el riñón por dos mecanismos: a) el déficit de mine- la función renal, cardíaca, suprarrenal y tiroidea son norma-
ralcorticoides impide la reabsorción distal de sodio y agua; a les; debe también evidenciarse tanto la ausencia de hipovo-
su vez, al hallarse disminuido el intercambio sodio-potasio, lemia como de edemas. Este exceso de ADH provoca reten-
disminuye la caliuresis, con la consiguiente hiperpotasemia, ción de agua (sin sodio), con la consiguiente expansión
y b) la hipovolemia inducida por dicha pérdida hidrosalina mínima del volumen extracelular. Las características biológi-
estimula la secreción de ADH y favorece la hiponatremia. cas de este cuadro incluyen, junto a hiponatremia e hipos-
Diuresis osmótica. La diuresis osmótica inducida por una molalidad, una osmolalidad urinaria superior a la plasmática
importante glucosuria en el curso de una descompensación y una natriuria elevada (superior a 20 mEq/L), debido tanto
diabética ocasiona unas pérdidas urinarias obligadas de al aumento del FG como a la supresión de la aldosterona: el
agua y sodio que conducen a una situación de hipovolemia cuadro es reversible con la restricción acuosa. Una restric-
y, habitualmente, de hiponatremia. La situación de hipona- ción estricta de la ingestión de sodio puede llevar, sin embar-
tremia es potenciada por la ingestión libre de agua. Con me- go, a una baja excreción urinaria de este ion, mientras que el
nor frecuencia, una diuresis osmótica inducida en un pa- aumento del aclaramiento renal de ácido úrico ocasiona una
ciente comatoso, y por lo tanto sin ingestión espontánea de hipouricemia característica. Las pérdidas renales aumenta-
agua, podría llegar a producir un verdadero balance negati- das de urea, así como el efecto dilucional, explican la hipo-
vo de agua y, como consecuencia, una hipernatremia. uremia.
La alta concentración de urea urinaria, tanto después de Las causas de dicho síndrome comprenden tres tipos fun-
la desobstrucción en una insuficiencia renal obstructiva como damentales de procesos: neoplasias, enfermedades pulmo-
durante el curso de una perfusión de manitol, podría condu- nares y alteraciones del SNC. En estos casos sería consecuen-
cir igualmente, a través de una diuresis osmótica, a una situa- cia de una secreción ectópica de ADH por los tejidos
ción de hiponatremia. La bicarbonaturia que acompaña a la lesionados, y en otros se debería a una estimulación hipofisa-
alcalosis metabólica o a la acidosis tubular renal proximal ria por parte de los procesos neurológicos o pulmonares.
puede provocar asimismo pérdidas renales de agua y electró-
litos, que conducen también a una hiponatremia. Semejante Hiponatremia con volumen extracelular aumentado (edemas)
situación ocurriría en las cetonurias importantes (cetoacido- En estas situaciones hay un balance positivo simultáneo de
sis alcohólica o diabética). agua y de sodio, aunque proporcionalmente mayor de agua.
Se desarrolla entonces una hiponatremia dilucional a pesar
Hiponatremia con volumen extracelular normal de que el capital sódico corporal en valores absolutos esté
(o “mínimamente aumentado”) elevado. La detección de edemas sistémicos define esta si-
tuación.
Los pacientes con hiponatremia sin evidencia de hipovole-
mia ni de edemas se incluyen en unas pocas y relativamente Cuadro clínico de la hiponatremia. La hiponatremia per
raras situaciones, debidas a una retención primaria de agua se ocasiona una serie de manifestaciones clínicas, cuya in-
y no de sodio. La inexistencia de signos de hipervolemia se tensidad depende tanto de la cifra de hiponatremia como de
debe a que el agua retenida en el espacio extracelular diluye la rapidez de su instauración. Por debajo de 120 mEq/L las
este compartimiento y pasa, por gradiente osmótico, en su manifestaciones ya son potentes y consisten sobre todo
mayor parte al espacio intracelular; sólo el 8% permanece en en manifestaciones neurológicas como expresión del edema
el espacio extracelular. Realmente es raro que el simple cerebral (cefalea, letargia, convulsiones, coma). Las manifes-
aporte de agua sea causante de hiponatremia si son norma- taciones gastrointestinales (anorexia, náuseas), aunque más
les las funciones renal y cardíaca y la regulación suprarrenal. precoces, son menos orientadoras; en cambio, los calambres
Las causas más frecuentes de hiponatremia con volumen ex- musculares son más específicos. Las hiponatremias crónicas
tracelular normal están en relación con una “secreción pri- suelen presentar síntomas menos intensos para una misma
maria e inadecuadamente alta de ADH”; estos niveles de cifra de natremia; ello se debería a una pérdida protectora
ADH no son secundarios, por tanto, a estímulos fisiológicos de solutos osmóticos intracerebrales (idiosmoles), que redu-
como la hipovolemia o la hiperosmolalidad. ciría el gradiente osmótico y, con ello, el edema cerebral.

Hiponatremia con niveles de ADH “primariamente” Tratamiento de la hiponatremia. El paso fundamental pre-
elevados. 1. Estrés emocional y dolor. Son estímulos, hasta vio al tratamiento de una hiponatremia es su diagnóstico
cierto punto fisiológicos para la secreción de ADH, que en etiológico adecuado. Su intensidad y la situación del volu-
ciertas circunstancias, como en los postoperatorios, pueden men extracelular indicarán el primer abordaje terapéutico.
inducir hiponatremia. Ante manifestaciones neurológicas graves por hiponatremias
2. Agentes farmacológicos. Hay numerosos fármacos que intensas (inferiores a 120 mEq/L), debe aumentarse con rapi-
bien por estimulación de la secreción de ADH, bien por au- dez la osmolalidad plasmática con perfusiones salinas hiper-
mentar la sensibilidad renal a la ADH, pueden inducir hipo- tónicas (al 20%) o con manitol. La posibilidad de inducir un
natremia (tabla 15.6). edema pulmonar hace que estas medidas se reserven única-
3. Síndrome de secreción inapropiada de ADH o síndrome mente para situaciones graves y se prefiera un abordaje etio-
de Schwartz-Bartter. Existen niveles exageradamente altos de lógico del tratamiento.
ADH en relación con la hiposmolalidad plasmática. Este sín- La hiponatremia con volumen extracelular disminuido se
trata mediante la administración de soluciones salinas isotó-
nicas (al 0,9%). La cantidad necesaria de miliequivalentes de
TABLA 15.6. Fármacos antidiuréticos sodio se calcula de acuerdo con la siguiente fórmula:
Aumentan la Aumentan la acción Na (mEq) = (140 - Na actual) × (0,6 × peso en kg)
secreción de ADH renal de la ADH donde:
Nicotina Tolbutamida 0,6 × peso en kg = 60% del peso = agua total corporal
Clofibrato Paracetamol
Vincristina Fenformina En la práctica suele administrarse la mitad de esta canti-
Ciclofosfamida Indometacina dad en el transcurso de las primeras 12-24 h y luego se efec-
Opiáceos Isoproterenol túan reevaluaciones correctoras. Recientemente se ha descri-
Carbamazepina to una rara alteración neurológica consistente en una
Clorpropamida
mielinólisis pontina central relacionada con una corrección

1836
ALTERACIONES DEL METABOLISMO HIDROSALINO

Hipernatremia (> 145 mEq/L)

Mecanismo Pérdidas mixtas Pérdidas de agua Exceso de sodio


↓ ↓ H2O + Na ↓ ↓ H2O ↑ ↑ Na

↓ VEC VEC normal ↑ VEC


↓ Na total Na total normal ↑ Na total
(sin edemas)

Causas

Pérdidas renales Pérdidas extrarrenales Pérdidas renales Pérdidas extrarrenales


Síndrome de Conn
Síndrome de Cushing
Diuresis osmótica Diarreas (niños) Diabetes insípida Cutáneas Yatrógeno
Glucosa Sudación excesiva central nefrogénica Respiratorias Diálisis
Úrea (insensibles)

Tratamiento Solución Administración Diuréticos y agua


salina hipotónica de agua

Fig. 15.5. Diagnóstico de las hipernatremias. VEC: volumen extracelular.

excesivamente rápida de hiponatremia graves: este cuadro fundamental. Este trastorno es menos frecuente que la hipo-
se presenta con mayor frecuencia en pacientes alcohólicos y natremia; su incidencia es mayor en los niños y en pacientes
desnutridos y se manifiesta en forma de paraplejía o cuadri- de edad avanzada.
plejía, cuadro seudobulbar e, incluso, puede evolucionar a Siguiendo un esquema didáctico semejante al de las hipo-
un síndrome de locked in. Por este motivo se recomienda no natremias, las hipernatremias pueden abordarse de acuerdo
corregir una hiponatremia importante a valores superiores a al balance relativo de agua y sodio (fig. 15.5).
130 mEq/L en menos de 48 h. En situaciones más leves pue-
de ser suficiente permitir la ingestión de sal y la supresión de Hipernatremia por pérdidas de agua superiores a las de sodio
diuréticos si eran éstos los causantes. En casos de hipocorti- Estos pacientes suelen presentar signos propios de hipovo-
cismo se administrarán hormonas corticosuprarrenales. lemia, como hipotensión, taquicardia y sequedad de piel y
La hiponatremia con volumen extracelular mínimamente mucosas. Este tipo de hipernatremia puede deberse a: a) pér-
aumentado (sin edemas), SIADH, se trata sobre todo mediante didas hipotónicas extrarrenales a través de la piel durante
una restricción de la ingestión acuosa para inducir un balance una sudación copiosa en ambiente húmedo y caliente o, con
negativo de agua. Sin embargo, ante hiponatremias intensas mayor frecuencia, a través de pérdidas gastrointestinales, es-
con manifestaciones neurológicas se administrará al mismo pecialmente en las diarreas infantiles; dado que los mecanis-
tiempo suero salino hipertónico al 20% (10 mL = 34 mEq de mos renales de conservación de agua y sal se hallan intactos,
Na) junto a pequeñas dosis de furosemida (p. ej., 20 mg/12 h). en estos casos la osmolalidad urinaria suele ser alta y la na-
El tratamiento crónico de la SIADH incluye la posible utili- triuria baja, y b) pérdidas hipotónicas a través del riñón du-
zación de fármacos como el litio o la demeclociclina, que in- rante la diuresis osmótica inducida por manitol, glucosa o
hiben la acción de la ADH en el riñón. En los casos en que el urea; en estos casos, los agentes osmóticos urinarios “arras-
exceso de ADH sea consecuencia de la administración de tran obligadamente” cantidades importantes de agua y son,
fármacos, éstos se suprimirán. además, los responsables de la elevada densidad (no osmo-
El tratamiento de la hiponatremia con volumen extracelu- lalidad) urinaria; la natriuria suele ser superior a 20 mEq/L.
lar aumentado (edemas) se expone en el capítulo de Ede- Debe recordarse que tales agentes osmóticos provocan el
mas. Fundamentalmente implica la restricción de líquidos y paso de agua del espacio intracelular al extracelular, lo que
de sal, la administración de diuréticos y el tratamiento etioló- disminuye la hipernatremia.
gico propio de cada caso. En la práctica, para que se desarrollen verdaderas hiperna-
tremias por pérdidas hipotónicas de líquidos, suele ser nece-
sario que coincida, además, una ingestión o aporte insufi-
Hipernatremia o síndromes hiperosmolales cientes de agua o un trastorno de la sed.
Se considera hipernatremia una concentración plasmática
de sodio superior a 148 mEq/L. Tres situaciones fundamenta- Hipertonicidad secundaria a hiperglucemia. La hiperto-
les pueden llevar a la hipernatremia: a) insuficiente acción nicidad secundaria a hiperglucemia es una situación relativa-
de la ADH, tanto por déficit de producción central como por mente común que requiere una cuidadosa evaluación. El
falta de respuesta renal; b) pérdidas excesivas de agua en re- síndrome de coma no cetósico hiperglucémico hiperosmolar
lación con el sodio, bien a través del riñón, bien a través de se estudia en otro apartado. La glucosa es un soluto que in-
pérdidas extrarrenales, y c) balances positivos de sal excesi- duce una efectiva osmolalidad plasmática y, a la vez, a altas
vos (yatrogenia, hiperaldosteronismo primario). En cualquie- concentraciones, es un potente diurético osmótico. En con-
ra de los casos, una alteración de la sed puede ser un factor secuencia, una hiperglucemia puede producir hipertonici-

1837
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

dad plasmática por dos mecanismos, uno por su propia pre- Hipernatremia por balance positivo de sodio
sencia en el medio extracelular y otro por las pérdidas de ori- El desarrollo de hipernatremia con un sodio corporal total
na hipotónica por su efecto de diurético osmótico. La pérdi- alto es una situación mucho menos frecuente que las reseña-
da de agua y sodio conduce a una reducción del volumen das anteriormente. Con la excepción de una hipernatremia
extracelular que, en parte, puede ser mitigado por el paso de moderada en los síndromes de exceso de mineralcorticoi-
agua del espacio intracelular al extracelular; es por ello que des, la mayoría de los casos son yatrógenos. En este último
las hiperglucemias mantenidas no siempre se manifiestan grupo se halla la administración de excesivas cantidades de
con signos de disminución de volumen extracelular, a pesar bicarbonato sódico durante las maniobras de reanimación,
de existir déficit importante de líquidos. el tratamiento de una acidosis láctica o como resultado de la
Una hiperglucemia puede acompañarse de hipernatre- preparación inadecuada de la solución de diálisis durante el
mia, de hiponatremia o de natremia normal. La natremia de- tratamiento dialítico en pacientes con insuficiencia renal. La
pende de la magnitud de la diuresis osmótica asociada (que ingesta de agua de mar puede inducir hipernatremias graves.
tiende a la hipernatremia) y de la cantidad de agua ingerida
(la cual, a su vez, tiende a la hiponatremia). Si predomina la Cuadro clínico de la hipernatremia. La mayoría de los
diuresis osmótica, se llegará a una situación de hipernatre- síntomas de la hipernatremia se refieren al SNC; habitual-
mia e hipertonicidad; si, por el contrario, la ingesta de agua mente se relacionan tanto con la magnitud de la hipernatre-
predomina sobre la diuresis osmótica, la natremia será nor- mia como con la rapidez de su instauración, siendo todo ello
mal o baja. A la hiponatremia contribuirá el desplazamiento expresión del grado de deshidratación celular. En cualquier
de agua al espacio extracelular inducido por la propia hiper- caso, la sed es una manifestación constante. Los síntomas
glucemia (descenso de 1,6 mEq/L de Na por cada 100 mg/dL neurológicos plasmáticos son especialmente manifiestos a
de glucosa por encima de la normalidad). partir de osmolalidades de 350 mosm/kg o de natremias
superiores a 160 mEq/L. Mientras en su inicio puede manifes-
Hipernatremia por pérdida “exclusiva” de agua tarse sólo por irritabilidad e hipertonicidad muscular, poste-
La pérdida de agua sin sal raras veces conduce a situacio- riormente aparecen alteraciones del sensorio con convulsio-
nes de hipovolemia clínica; esta circunstancia se debe a que nes, coma y muerte. La deshidratación de las células
sólo un tercio del déficit total de agua repercute directamen- cerebrales, y con ella la reducción o encogimiento del vo-
te en el espacio extracelular; los dos tercios restantes provie- lumen encefálico, pueden ocasionar microtraumatismos
nen del espacio intracelular. La hipernatremia progresiva in- vasculares que justificarían el líquido xantocrómico o franca-
ducida por las pérdidas “exclusivas” de agua crea un mente hemorrágico que a veces se produce en las situacio-
gradiente osmótico que induce el paso de agua desde el es- nes agudas. El desarrollo crónico de una hipernatremia da
pacio intracelular al extracelular; la hipovolemia queda con tiempo a que las células cerebrales puedan generar los deno-
ello relativamente minimizada. Esta situación puede presen- minados idiosmoles, como la taurina, que con el correspon-
tarse en dos circunstancias fundamentales: a) pérdidas extra- diente aumento de la osmolalidad intracelular impedirían
renales de agua a través de la piel y la respiración, especial- una excesiva deshidratación intracelular; en este sentido de-
mente durante los estados hipercatabólicos y febriles en los bería tenerse precaución en la corrección excesivamente
que coincidan unos aportes acuosos insuficientes (la osmo- rápida de las hipernatremias crónicas, dado que se podría
lalidad urinaria será elevada y la natriuria variable y de inducir un edema cerebral si todavía permaneciesen activos
acuerdo con la ingesta de sal), y b) pérdidas renales de agua; los idiosmoles intracelulares.
esta última situación incluye dos variantes:
Diabetes insípida central (niveles de ADH circulantes ba- Tratamiento de las hipernatremias. El tratamiento de la
jos). Se produce por un defecto total o parcial en la síntesis hipernatremia va dirigido tanto a la restauración de la osmo-
y/o secreción de ADH hipofisaria. Este defecto de instaura- lalidad plasmática, para evitar las manifestaciones neurológi-
ción brusca determina una incapacidad para concentrar cas, como al control de la causa desencadenante y a la nor-
adecuadamente la orina y cursa con poliuria (2,5-8 L/día) y malización del volumen extracelular.
un elevado aclaramiento de agua libre; la osmolalidad urina- En la hipernatremia con hipovolemia se administrarán ini-
ria es baja y suele oscilar entre 50 y 200 mosm/L. Si el meca- cialmente soluciones salinas isotónicas hasta que los signos
nismo de la sed y el acceso al agua se mantienen intactos, la de hipovolemia se hayan controlado; se seguirá luego con
hipernatremia suele ser poco importante. Aproximadamente una perfusión hipotónica (solución salina al 0,45% o glucosa-
en el 50% de los pacientes portadores de diabetes insípida da al 5%) hasta corregir la hipernatremia.
central no se detecta una enfermedad subyacente causal y En la hipernatremia sin hipovolemia, el tratamiento se
constituyen las denominadas formas idiopáticas. Otro grupo efectuará mediante la sustitución exclusiva de agua: esta res-
de causas está constituido por traumatismos cerebrales, hi- titución, según los casos, puede efectuarse por vía oral o pa-
pofisectomías y neoplasias, tanto primitivas como metastási- renteral (glucosa al 5%). El volumen de agua preciso para di-
cas. Otras etiologías son las encefalitis, la sarcoidosis, el gra- luir la hipernatremia, considerando que el 60% del peso
nuloma eosinófilo y la tuberculosis. corporal es agua y que el sodio corporal total es el adecua-
Diabetes insípida nefrogénica. Existen numerosas situaciones do, en un paciente de 75 kg con una natremia de 154 mEq/L
clínicas que impiden una respuesta renal adecuada de ADH; se calcula mediante la siguiente fórmula:
con todo, las formas adquiridas de diabetes insípida nefrogéni-
ca predominan sobre las congénitas (véase Tubulopatías). Hipernatremia actual × agua total actual =
Existen diversas pruebas para diferenciar los dos tipos de = Natremia total × agua total corregida
diabetes insípida tanto en sus formas completas como in-
es decir
completas, que permiten a su vez el diagnóstico diferencial
con otros síndromes poliúricos, en especial la polidipsia pri- 154 mEq/L × 45 La = 140 mEq/L × X
maria o potomanía. La prueba más utilizada es la de la “des- X = (154/140) × 45 = 49,5 Lb
hidratación”, con la correspondiente determinación secuen-
donde: a 60% peso corporal (= 0,6 × 75 kg)
cial de la osmolalidad urinaria, que en condiciones b
49,5 L = agua total corporal precisa para “diluir”
normales debería aumentar progresivamente. Una limitación
la natremia hasta 140 mEq/L
de la capacidad de concentración urinaria tras la deshidrata-
ción permite, con algunas excepciones, sentar el diagnóstico luego: el volumen real de agua a “añadir” en forma de gluco-
de diabetes insípida. Ésta se filiará como central o como ne- sado al 5% sería:
frogénica según que este defecto se corrija o no con la admi-
49,5 L - 45 L = 4,5 L
nistración exógena de ADH.
Es aconsejable no disminuir la osmolalidad plasmática

1838
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DEL POTASIO

a una velocidad superior a 2 mosm/kg/h, ni administrar de sal hace ineficaz este tratamiento.
más del 50% del déficit de agua calculado en las primeras
24 h.
Tratamiento etiológico. Diabetes insípida central. El trata- Bibliografía especial
miento agudo de las formas completas impone la administra- BERL T, SCHRIER RW. Disorders of water metabolism. En: SCHRIER RW
ción de vasopresina acuosa, 5-10 U, por vía intramuscular o (ed). Renal and electrolyte disorders. Boston, Little, Brown, 1986;
subcutánea cada 4-6 h, hasta controlar la poliuria. Para el tra- 1-80.
tamiento crónico se utilizan el tanato de vasopresina en sus- COGAN MG. Hypovolemic and hypervolemic disorders. En: COGAN MG
(ed). Fluid and electrolytes. Physiology and pathophysiology.
pensión oleosa por vía intramuscular, con una duración de Nueva Jersey, Appleton and Lange, 1991; 39-76.
acción de 24-72 h, o las preparaciones intranasales de lisina- CHUNG H, KLUGE R, SCHRIER RW, ANDERSON RJ. Clinical assessment of
vasopresina cada 3-4 h o de desamino-8-D-arginina (dDAVP) extracellular fluid volume in hyponatremia. Am J Med 1987; 83:
10-20 mg cada 12-24 h (este último compuesto carece de 905-908.
efecto presor). En casos de diabetes insípida central parcial GABOW PA. Hypo-hypernatremia. En: CAMERON S, DAVISON AM, GRÜN-
puede utilizarse la clorpropamida (250-500 mg/día), que au- FELD JP, KERR D, RITZ E (eds). Oxford Textbook of clinical nephro-
menta la acción de la ADH endógena, o el clofibrato (500 logy, vol. 2. Oxford, Oxford University Press, 1992; 869-894.
mg/día), que estimula la liberación de la ADH hipofisaria; en GREGER R, HEIDLAND A. Action and clinical use of diuretics. En: CAME-
RON S, DAVISON AM, GRÜNFELD JP, KERR D, RITZ E (eds). Oxford Text-
este sentido también se emplea la carbamazepina (400-600 book of clinical nephrology. Oxford, Oxford University Press,
mg/día). 1992; 197-223.
Diabetes insípida nefrogénica. En estos casos, la poliuria ILLOWSKY BP, KIRCH DG. Polydipsia and hyponatremia in psychiatric
puede disminuirse al reducir la carga de solutos que llega a patients. Am J Psychiat 1988; 145: 675-683.
las partes distales o dilutorias de la nefrona. De ahí que una KAMEL KS, ETHIER JH, RICHARDSON RMA, BEAR RA, HALPERIN ML. Urine
dieta hipoproteica e hiposódica pueda ser útil. Por último, electrolytes and osmolality: When and how to use them. Am J
los diuréticos tiazídicos, al inducir una contracción del volu- Nephrol 1990; 10: 89-102.
men extracelular, provocan una reabsorción tubular proxi- NARINGS RG, JONES ER, STOM MC, RUDNICK MR, BASTL CP. Diagnostic
strategies in disorders of fluid, electrolyte and acid-base homeos-
mal de agua y sodio que reduce su llegada a la nefrona dis- tasis. Am J Med 1982; 72: 496-520.
tal: con ello se limita la dilución urinaria. La administración SCHRIER RW. Body fluid volume regulation in health and disease: A

Alteraciones del metabolismo del potasio


J. Montoliu Durán

Consideraciones fisiológicas La hiperosmolalidad del líquido extracelular, por ejemplo


la que ocurre en estados de hiperglucemia grave, conduce a
El cuerpo humano contiene unos 3.500 mEq de potasio. El una deshidratación intracelular y, por consiguiente, a un au-
98% se halla localizado en el espacio intracelular, sobre todo mento de la concentración intracelular de potasio. En estas
en el músculo esquelético, y sólo el 2% se encuentra en el es- condiciones, el paso pasivo de potasio desde el comparti-
pacio extracelular. La regulación del balance externo de po- miento intracelular al extracelular se ve facilitado y puede
tasio se efectúa primordialmente a través de la eliminación causar hiperpotasemia.
renal, puesto que las pérdidas fecales de potasio son sólo
unos 10 mEq/día a no ser que exista diarrea.
La concentración sérica de potasio puede verse influida
Fisiología renal del potasio
por variaciones del balance externo y también por intercam- El 10-12% del potasio circulante se halla unido a las proteí-
bios entre los compartimientos intracelular y extracelular. nas plasmáticas. El resto se filtra libremente por el glomérulo
y se absorbe en un 30-50% por el túbulo proximal. Pero son
los segmentos terminales de la nefrona (porción gruesa as-
Transferencia entre líquido intracelular y extracelular cendente del asa de Henle, túbulo contorneado distal y tubo
El compartimiento intracelular funciona como un reser- colector) los que regulan la cantidad de potasio que en últi-
vorio que garantiza la constancia de la concentración extra- mo término aparecerá en la orina. Virtualmente todo el pota-
celular de potasio. Para que el potasio sérico descienda sio de la dieta, que por lo común oscila entre 50 y 200
1 mEq/L se requiere una pérdida de 100-200 mEq de potasio mEq/día, se elimina con la orina debido a la secreción tubu-
y, a la inversa, si se administran grandes cantidades de dicho lar de potasio por parte de los segmentos terminales de la ne-
ion en poco tiempo, aumenta la captación intracelular y se frona. Estas regiones de la nefrona aumentan la secreción de
amortigua el previsible aumento en su concentración sérica. potasio si se incrementa la ingesta y efectúan una reabsor-
La ATPasa (Na+K+) de la membrana celular transporta activa- ción neta de este ion en estados de hipopotasemia. Es decir,
mente potasio al interior de la célula. La actividad de esta en- estos segmentos de la nefrona regulan el balance externo de
zima, y por tanto la captación intracelular de potasio, au- potasio ajustando su eliminación renal en función de la in-
mentan tras la estimulación con agonistas β2-adrenérgicos o gesta. En la porción gruesa ascendente del asa de Henle, el
con insulina, independientemente de la entrada celular de potasio se reabsorbe junto con el sodio por un mecanismo
glucosa. acoplado a la reabsorción de cloro. En este segmento de la
Las alteraciones del pH extracelular constituyen otro fac- nefrona, la luz es electropositiva, lo cual dificulta la secre-
tor que influye en la distribución transcelular de potasio. La ción de potasio. En cambio, en el túbulo contorneado distal
acidosis, ya sea metabólica o respiratoria, hace pasar potasio y en el tubo colector la entrada de sodio en las células pro-
del interior de la célula al espacio extracelular, y, por el con- duce electronegatividad luminal, que favorece la secreción
trario, la alcalosis, metabólica o respiratoria, conduce el po- de potasio, la cual ocurre sobre todo en estos dos últimos
tasio desde el espacio extracelular al intracelular. Una dismi- segmentos.
nución de pH de 0,1 U produce un aumento de alrededor de La secreción distal de potasio está regulada por varios ele-
0,5 mEq/L en el potasio sérico, y un aumento de pH de 0,1 U mentos: el aporte de sodio al túbulo distal, la ingestión de
induce una reducción similar en el potasio sérico. potasio en la dieta, el flujo tubular, el pH plasmático, la al-

1839
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

dosterona y los aniones no reabsorbibles. Al aumentar el tumores renales productores de renina. Lo mismo ocurre en
aporte de sodio al túbulo distal se acelera el intercambio de el síndrome de Cushing, porque los niveles altos de hormo-
sodio por potasio y se incrementa la excreción urinaria de po- nas glucocorticoides ejercen cierto efecto mineralcorticoide.
tasio. Tanto un aumento del contenido de potasio en la dieta La hipopotasemia es una de las alteraciones metabólicas
como un aumento del pH plasmático elevan el contenido in- más constantes de los síndromes paraneoplásicos con produc-
tracelular de potasio y, por consiguiente, facilitan su secre- ción ectópica de ACTH. La ingesta crónica de regaliz puede
ción en la orina. producir un síndrome similar al hiperaldosteronismo pri-
La excreción urinaria de aniones no reabsorbibles como mario, porque el regaliz contiene ácido glicirricínico, una
sulfatos, carbenicilina o penicilina, produce una mayor elec- sustancia con actividad fisiológica parecida a la de la aldos-
tronegatividad en la luz de los segmentos distales de la ne- terona. Algunos tabacos de mascar también contienen ácido
frona, con lo que se incrementa la secreción de potasio. Los glicirricínico y pueden ocasionar el mismo síndrome. Existen
mineralcorticoides como la aldosterona tienen efecto caliu- en el mercado pomadas que contienen 9-α-fluoroprednisolo-
rético porque aumentan la permeabilidad de la membrana na, compuesto con una intensa acción mineralcorticoide. El
luminal del túbulo contorneado distal y el tubo colector para uso tópico de estas pomadas a veces permite suficiente ab-
el potasio. Al final, los aumentos de flujo tubular, como en la sorción de la sustancia activa como para provocar hipopota-
diuresis osmótica, también promueven la secreción de pota- semia, con hipertensión o sin ella.
sio. En general, todos estos factores actúan modulando un En el síndrome de Bartter la hipopotasemia se origina por
gradiente electroquímico que es favorable al movimiento pa- pérdidas renales de potasio que pueden deberse a dos meca-
sivo de potasio desde el interior de las células hacia el líqui- nismos: por una parte existen pérdidas de sodio y cloro que
do tubular y, por consiguiente, aumentan la secreción neta conducen a un estado de hiperaldosteronismo secundario y
de potasio. A la inversa, la reducción en el aporte de sodio al aumenta la excreción urinaria de potasio, pero independien-
túbulo distal, la disminución del pH sanguíneo, la restricción temente de esto, también parece existir un defecto tubular
de potasio y el déficit de mineralcorticoides reducen la ex- en la conservación de potasio.
creción urinaria de potasio. Prácticamente todos los diuréticos que ejercen su mecanis-
Estas influencias moderadoras pueden actuar de manera mo de acción antes de las últimas porciones del túbulo distal
conjunta. Así, por ejemplo, las pérdidas urinarias de potasio aumentan las pérdidas urinarias de potasio. El principal fac-
en el hiperaldosteronismo primario se ven acentuadas por tor responsable de esta caliuresis es el aumento de la oferta
una sobrecarga de sodio en la dieta, que aumenta el aporte de sodio a los segmentos distales de la nefrona. La diuresis
de sodio a la nefrona distal, y reducidas por dietas hiposódi- osmótica también incrementa la eliminación urinaria de po-
cas, que limitan la cantidad de sodio disponible para ser in- tasio, ya que el aumento de flujo tubular facilita la secreción
tercambiado por potasio. neta de potasio.
La adaptación renal a una sobrecarga de potasio tarda 24- La hipopotasemia es una de las manifestaciones de la aci-
36 h en producirse, pero la respuesta del riñón a la restric- dosis tubular renal, tanto proximal como distal. En la acidosis
ción dietética de potasio es más lenta y no está completa- tubular renal proximal, el aumento de llegada de bicarbona-
mente desarrollada hasta que han pasado 7-10 días. Incluso to sódico al túbulo distal favorece la secreción de potasio en
entonces, las pérdidas urinarias de potasio raras veces están la orina, porque allí aumenta concomitantemente la oferta
por debajo de 20 mEq/día. de sodio y, además, porque el ion bicarbonato incrementa la
electronegatividad intraluminal. En la acidosis tubular renal
de tipo distal se produce asimismo un aumento en la secre-
Potasio y excitabilidad neuromuscular ción distal urinaria de potasio por mecanismos no del todo
El potasio interviene en diversos procesos enzimáticos, conocidos.
pero su efecto fisiológico más importante es la influencia so- Durante el tratamiento con algunos antibióticos puede
bre los mecanismos de activación de los tejidos excitables, aparecer hipopotasemia. La carbenicilina y otras penicilinas
como el corazón, el músculo esquelético y el músculo liso. actúan como aniones no reabsorbibles que aumentan la
La polarización de la membrana de estos tejidos depende so- electronegatividad de la luz del túbulo distal y así promue-
bre todo del cociente entre las concentraciones de potasio ven la secreción de potasio. La amfotericina B aumenta la
intracelular y extracelular. Las principales manifestaciones permeabilidad de la membrana luminal al potasio y así facili-
clínicas de hipopotasemia e hiperpotasemia están causadas ta su excreción urinaria. La gentamicina y otros aminoglucó-
por alteraciones de los fenómenos de membrana en los teji- sidos producen una alteración en la conservación de potasio
dos excitables y se traducen en trastornos de la conducción por el túbulo renal, que puede llegar a ocasionar hipopotase-
cardíaca y de la función neuromuscular. mia y que con frecuencia se asocia a hipomagnesemia por
pérdidas urinarias excesivas de magnesio.
El síndrome de Liddle es un trastorno tubular muy poco fre-
Hipopotasemia cuente, que tiene incidencia familiar y que se caracteriza por
hipopotasemia, hipertensión, alcalosis metabólica y aldoste-
El potasio sérico se mantiene normalmente entre 3,5 y rona normal. Mejora con triamtereno, pero no con antagonis-
5 mEq/L. En general, la hipopotasemia crónica refleja una re- tas de la aldosterona como la espironolactona. El trastorno
ducción en el potasio corporal total, pero también puede ha- parece residir en una hiperreabsorción de sodio acoplada
ber hipopotasemia sin déficit de potasio corporal total cuan- a una hipersecreción de potasio por parte del túbulo distal, a
do se produce el paso de potasio del compartimiento través de un mecanismo no dependiente de los mineralcorti-
extracelular al intracelular. coides.
En algunos casos de leucemia aguda, en particular mono-
Etiología. Una disminución importante de la ingestión de cítica, se produce hipopotasemia por pérdidas urinarias de
potasio puede producir hipopotasemia, porque la capacidad potasio que se han asociado a la eliminación urinaria de liso-
del riñón para conservar potasio es limitada y, además, tarda zima.
7-10 días en funcionar al máximo de su capacidad. La otra vía por la que principalmente se producen pérdi-
La hipopotasemia por pérdidas renales de potasio puede das de potasio es a través del tubo digestivo. Los vómitos re-
deberse a varios mecanismos. Los estados en los que existe petidos o la aspiración nasogástrica pueden producir una im-
un exceso de mineralcorticoides aceleran la secreción tubu- portante reducción de potasio. Existen personas con vómitos
lar distal de potasio. Por tanto, existe hipopotasemia en el hi- autoinducidos que se presentan con hipopotasemia y que en
peraldosteronismo primario y también con mucha frecuencia general no reconocen que vomitan. Sin embargo, la vía por
en el secundario, debido a hipertensión maligna, insuficien- la que se pierde el potasio con los vómitos no es fundamen-
cia cardíaca o en los poco frecuentes hemangiopericitomas, talmente la digestiva, porque la concentración gástrica de

1840
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DEL POTASIO

potasio sólo es de 5-10 mEq/L. En realidad, con los vómitos TABLA 15.7. Causas de hipopotasemia
el potasio se pierde sobre todo por el riñón, debido al estado
Disminución de potasio en la ingesta
de hiperaldosteronismo secundario que origina la reducción
hidrosalina. En cambio, la diarrea puede producir pérdidas Pérdidas renales
significativas de potasio, porque el líquido diarreico contiene Exceso de mineralcorticoides
30 mEq/L de potasio. Las pérdidas más importantes ocurren Hiperaldosteronismo primario o secundario
en las diarreas secretoras y en el adenoma velloso de colon, Síndrome de Cushing
que segrega potasio a partir del adenoma. El abuso de laxan- Hiperproducción de ACTH
tes es una de las causas más frecuentes de hipopotasemia, Ingestión de regaliz
aunque suele ser difícil que los pacientes reconozcan este Mascar tabaco
Uso de pomadas con 9-α-fluoroprednisolona
hábito. La ureterosigmoidostomía o la obstrucción de un asa Síndrome de Bartter
ileal son otras causas de hipopotasemia por aumento de se- Diuréticos, diuresis osmótica
creción de potasio en la luz del tubo digestivo. Acidosis tubular renal, proximal o distal
Finalmente, también puede existir hipopotasemia sin que Empleo de antibióticos
se hayan producido pérdidas externas de potasio. Ello ocu- Carbenicilina
rre cuando el potasio pasa del compartimiento extracelular Gentamicina
al intracelular. Ya se ha comentado que la alcalosis favorece Amfotericina B
este paso. La parálisis periódica hipopotasémica es una enfer- Síndrome de Liddle
Leucemia aguda
medad generalmente familiar en la que se producen episo-
dios recurrentes de parálisis arrefléxica secundarios a hipo- Pérdidas digestivas
potasemia. La fisiopatología del síndrome consiste en el paso Vómitos
de potasio al compartimiento intracelular. Los ataques pue- Diarrea
den desencadenarse tras comidas ricas en hidratos de carbo- Adenoma velloso
no y prevenirse con el uso crónico de acetazolamida. Una Ureterosigmoidostomía
forma de esta enfermedad se asocia a hipertiroidismo y es Abuso de laxantes
frecuente en varones de origen oriental. Diversos pacientes
Paso de potasio del líquido extracelular al intracelular
con enfermedades agudas, como el infarto de miocardio, pre- Alcalosis
sentan hipopotasemia durante sus primeros días de hospitali- Parálisis periódica hipopotasémica
zación. Se interpreta que los niveles altos de catecolaminas Enfermedad médica aguda
endógenas coincidentes con la fase aguda de la enfermedad Tratamiento con agonistas β2-adrenérgicos
favorecen la captación intracelular de potasio a través de un Intoxicación por bario
estímulo β2 adrenérgico. El mismo mecanismo opera en la hi- Tratamiento con insulina
popotasemia que a veces se observa después del tratamiento Tratamiento con vitamina B12
con agonistas β2-adrenérgicos como el salbutamol o el feno- Deportistas
terol, por ejemplo en las crisis de asma.
El tratamiento con insulina o con vitamina B12 también
promueve el paso de potasio del líquido extracelular al intra- cientes con hepatopatías predispone al desarrollo de encefa-
celular y puede ocasionar hipopotasemia. lopatía hepática. La hipopotasemia grave (potasio sérico in-
La intoxicación por bario redistribuye el potasio hacia el ferior a 2 mEq/L) inhibe la reabsorción de cloro en la porción
interior de la célula y puede producir parálisis hipopotasé- ascendente del asa de Henle y resulta en pérdidas urinarias
mica. excesivas de cloro, con alcalosis metabólica hipoclorémica.
Los deportistas entrenados, en especial los corredores de Con la hipopotasemia crónica y prolongada se desarrollan
larga distancia, también pueden presentar hipopotasemia cambios estructurales en el riñón, que se caracterizan por la
crónica por un mecanismo de redistribución del potasio al vacuolización del túbulo proximal y la fibrosis intersticial. Es-
espacio intracelular. La tabla 15.7 resume las causas de hipo- tos cambios pueden producir un grado discreto de insufi-
potasemia. ciencia renal crónica pero es muy raro que se llegue a la ure-

Cuadro clínico. Las manifestaciones más acusadas de la hi-


popotasemia se refieren al sistema neuromuscular. Con con-
centraciones de potasio sérico entre 2 y 2,5 mEq/L aparece
debilidad muscular que puede transformarse en parálisis arre-
fléxica si el potasio sérico disminuye aún más. En el tubo di-
gestivo, este trastorno se manifiesta en forma de íleo paralíti-
co. En casos graves, la parálisis muscular conduce a la Hipopotasemia
insuficiencia respiratoria.
Asimismo, la pérdida de grandes cantidades de potasio
del músculo esquelético puede acompañarse de rabdomióli-
sis y mioglobinuria.
En el corazón, la hipopotasemia produce trastornos elec-
trocardiográficos. Los más frecuentes son el aplanamiento de
las ondas T y la aparición de ondas U. La conjunción del
U
aplanamiento de ondas T con la existencia de ondas U pue-
de dar lugar a la impresión errónea de una prolongación del ST-T
intervalo QT (fig. 15.6). La hipopotasemia predispone al de-
sarrollo de extrasístoles auriculares y ventriculares, y en casos
graves puede llegar a la taquicardia y la fibrilación ventricular.
En enfermos tratados con digital, la hipopotasemia potencia
la toxicidad digitálica.
En el riñón, la reducción de potasio produce un descenso
moderado y reversible del filtrado glomerular. También indu- Fig. 15.6. Alteraciones electrocardiográficas en los trastornos del
ce diabetes insípida nefrogénica, con poliuria y polidipsia re- potasio. La hipopotasemia produce aplanamiento o inversión de la
sistentes a la hormona antidiurética. Como la hipopotasemia onda T con ondas U prominentes, causando una “prolongación” del
induce un aumento en la producción renal de amonio, en pa- intervalo QT.

1841
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

mia terminal. La hipopotasemia crónica puede favorecer el el filtrado glomerular ha descendido hasta niveles muy bajos.
desarrollo de quistes renales. Sin embargo, los grados moderados de insuficiencia renal
La hipopotasemia también induce una serie de cambios pueden complicarse con hiperpotasemia si se administran
endocrinos. Inhibe la secreción de insulina y aldosterona y es- al mismo tiempo sales de potasio, transfusiones con sangre
timula la de renina. Al mismo tiempo, aumenta la producción que ha estado mucho tiempo almacenada o antibióticos que
de prostaglandinas por el riñón. La inhibición de la libera- contienen sales de potasio, como la penicilina. Además, el
ción de insulina puede producir hiperglucemia y en ocasio- hipercatabolismo que acompaña muchos estados de insufi-
nes se diagnostica erróneamente diabetes mellitus. ciencia renal también puede favorecer la aparición de hiper-
potasemia.
Tratamiento. Consiste en la administración de sales de pota- También se produce hiperpotasemia con reducciones mo-
sio, además de corregir el trastorno responsable de la hipo- deradas del filtrado glomerular si existe una disminución de
potasemia. En general se puede utilizar la vía oral, pero si la secreción de potasio por las regiones terminales de la ne-
existen trastornos digestivos o bien cuando aparecen mani- frona. Esto ocurre en la enfermedad de Addison, con el uso
festaciones neuromusculares de hipopotasemia, es aconseja- de diuréticos conservadores de potasio, como la espironolac-
ble administrar el potasio por vía intravenosa. Para evitar el tona, el triamtereno y la amilorida, y en el hipoaldosteronis-
riesgo de hiperpotasemia es preferible utilizar soluciones con mo hiporreninémico. Este último síndrome se caracteriza por
una concentración de potasio no superior a 50 mEq/L, y ad- el desarrollo de hiperpotasemia en pacientes con insuficien-
ministrarlo a una velocidad que no exceda los 20 mEq/h. La cia renal crónica de grado moderado (filtrado glomerular su-
cantidad total de potasio administrada en un día debe ser in- perior a 20 mL/min). Generalmente se asocia a niveles bajos
ferior a 200 mEq. La sal utilizada para la administración intra- de renina, que a su vez ocasionan un estado de hipoaldoste-
venosa de potasio es el cloruro potásico, aunque cuando ronismo. Se cree que dicha disminución de la renina se debe
existe hipofosfatemia concomitante, como por ejemplo en la a un defecto de su secreción. Ocurre sobre todo, pero no ex-
cetoacidosis diabética, el potasio también puede perfundirse clusivamente, en la nefropatía diabética, en la uropatía obs-
como fosfato potásico. Durante la reposición por vía parente- tructiva y en nefropatías intersticiales crónicas. La hiperpota-
ral, el potasio sérico debe monitorizarse con intervalos fre- semia empeora con dietas hiposódicas. Las cifras de potasio
cuentes, dependiendo del estado clínico del enfermo. El clo- pueden normalizarse mediante la administración de mineral-
ruro potásico debe administrarse en una vena grande, para corticoides como la alfafluorhidrocortisona. Existe a menudo
prevenir el riesgo de flebitis, pero hay que evitar su adminis- una acidosis tubular hiperclorémica asociada y, de hecho, el
tración en vías centrales (intracardíacas) porque pueden síndrome se conoce también con el nombre de acidosis tu-
producirse arritmias graves. Para que el potasio sérico au- bular renal tipo IV. La indometacina u otros antiinflamatorios
mente 1 mEq se requieren aproximadamente 100-200 mEq no esteroides que inhiben la síntesis de prostaglandinas inter-
de potasio. fieren a través de este mecanismo en la producción de reni-
Para la administración oral son más convenientes las sales na y pueden causar una forma reversible de hipoaldostero-
orgánicas de potasio, como el gluconato o el citrato, porque nismo hiporreninémico. El captopril y la heparina pueden
producen menos irritación gastrointestinal que el cloruro po- inhibir la síntesis de aldosterona y predisponer al desarrollo
tásico. Además, las tabletas de cloruro potásico con recubri- de hiperpotasemia. La ciclosporina también es capaz de in-
miento entérico pueden causar úlceras en el intestino delga- ducir hiperpotasemia por mecanismos aún no totalmente
do. Sin embargo, el gluconato y el citrato potásico carecen aclarados. La trimetoprima inhibe directamente la secreción
de eficacia en la alcalosis metabólica hipopotasémica con distal de potasio por un mecanismo similar al de la amilorida
hipocloremia, y en esta circunstancia se requieren suplemen- y los pacientes tratados con trimetoprima-sulfametoxazol
tos de cloruro potásico. pueden desarrollar hiperpotasemia.
La administración conjunta de diuréticos que retienen po- Algunos pacientes con trasplantes renales, lupus eritemato-
tasio, como la espironolactona o el triamtereno, y de sales de so sistémico, drepanocitosis, amiloidosis y mieloma múltiple
potasio es peligrosa porque puede producir hiperpotasemia, presentan hiperpotasemia por un defecto específico del tú-
incluso en personas con función renal normal y, por lo tanto, bulo distal en la secreción de potasio, independiente del
debe evitarse. efecto de la aldosterona.
Otro mecanismo de aparición de hiperpotasemia es el
paso de potasio del compartimiento intracelular al extracelu-
Hiperpotasemia lar. Esto ocurre en la acidosis o en circunstancias que causan
destrucción celular, como traumatismos importantes, quema-
Etiología. En primer lugar, hay que asegurarse de que la duras, rabdomiólisis, hemólisis o lisis tumoral inducida por
hiperpotasemia es verdadera y de que no se trata de una seu- quimioterapia.
dohiperpotasemia. La causa más frecuente de seudohiperpo- La parálisis periódica hiperpotasémica es una enfermedad
tasemia consiste en la aplicación de un torniquete de- que se transmite con carácter autosómico dominante y en la
masiado apretado y abrir y cerrar la mano antes de la extrac- que los episodios bruscos de hiperpotasemia provocan pará-
ción de sangre. Esta maniobra puede aumentar el potasio lisis muscular. La hiperpotasemia se produce por el paso de
hasta 2,5 mEq/L por encima de su valor real. La hemólisis potasio del líquido intracelular al extracelular, y se desenca-
de la muestra de sangre antes de que se lleve a cabo la deter- dena a menudo por el ejercicio o la ingestión de potasio. La
minación química es otra fuente de error. La leucocitosis ex- frecuencia de los ataques se reduce mediante el tratamiento
trema, con recuentos leucocitarios superiores a 70.000/µL en crónico con diuréticos como la acetazolamida.
algunos casos de leucemia o la trombocitosis intensa, con ci- La hiperosmolalidad que acompaña a la hiperglucemia in-
fras de plaquetas superiores a 1.000.000/µL, causan seudohi- tensa puede inducir hiperpotasemia, en especial en diabéti-
perpotasemia, porque durante el proceso de coagulación de cos con insuficiencia renal. El mecanismo probable es que la
la sangre, los leucocitos y las plaquetas, que son ricos en po- deshidratación intracelular aumenta la concentración in-
tasio, liberan sus depósitos intracelulares de este ion al espa- tracelular de potasio y facilita el paso pasivo de este ion al lí-
cio extracelular. Esta contribución al potasio sérico puede quido extracelular. Otros factores que pueden influir en esta
ser eliminada si, en lugar de medir éste, se determina el pota- situación son la falta de insulina y el posible hipoaldostero-
sio en plasma. Para diferenciar entre la hiperpotasemia ver- nismo hiporreninémico asociado.
dadera y la seudohiperpotasemia también es útil obtener un Los bloqueadores β2-adrenérgicos, como el propranolol, la
ECG, con el objeto de ver si refleja signos de hiperpotasemia. intoxicación digitálica masiva, el uso del anestésico succinil-
Las causas más frecuentes de hiperpotasemia verdadera colina y la perfusión del aminoácido arginina promueven el
son la insuficiencia renal aguda o crónica. En general, en la paso de potasio al espacio extracelular o bien impiden su
insuficiencia renal no se desarrolla hiperpotasemia hasta que captación intracelular y pueden causar hiperpotasemia, en

1842
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DEL POTASIO

TABLA 15.8. Causas de hiperpotasemia


Seudohiperpotasemia Hipopotasemia
Torniquete excesivamente apretado A B
Muestra hemolizada II
Leucocitosis o trombocitosis intensas V3
Déficit de eliminación renal
Insuficiencia renal aguda o crónica
Enfermedad de Addison 2
Diuréticos conservadores de potasio
Espironolactona
Triamtereno
Amilorida
Hipoaldosteronismo hiporreninémico
Captopril 1
3
Heparina
Ciclosporina
Trimetoprima
Trasplante renal
Lupus eritematoso sistémico
Drepanocitosis K+ 6,8 K+ 9,1
Amiloidosis
Mieloma múltiple
Paso de potasio del compartimiento intracelular al extracelular Fig. 15.7. Alteraciones electrocardiográficas debidas a hiperpotasemia.
Acidosis Inicialmente (A), la hiperpotasemia (K+ 6,8 mEq/L) produce ondas T al-
Destrucción celular tas y picudas. Al agravarse (B) (K+ 9,1 mEq/L) se pierde la onda P (1),
Traumatismo se ensancha el QRS (2) y el QRS converge con la onda T (3).
Quemaduras
Rabdomiólisis
Hemólisis
Lisis tumoral
Parálisis periódica hiperpotasémica tración de potasio sérico pero contrarresta el efecto de la hi-
Hiperglucemia grave perpotasemia en la excitabilidad cardíaca.
Fármacos La administración de 40 g de glucosa intravenosa junto
Propranolol con 10 U de insulina de acción rápida intravenosa reduce en-
Intoxicación digitálica seguida, aunque transitoriamente, el potasio sérico. Esta
Succinilcolina combinación puede darse en un período de 15-30 min. Lo
Arginina que produce la entrada de potasio dentro de las células es la
insulina; la glucosa se da conjuntamente para prevenir la hi-
poglucemia. No es recomendable superar una proporción de
particular en pacientes con compromiso de la función renal. insulina de 1 U por cada 4 g de glucosa porque puede produ-
Las diferentes causas de hiperpotasemia se hallan resumidas cir hipoglucemia, sobre todo en pacientes de edad avanza-
en la tabla 15.8. da. En enfermos con hiperglucemia intensa es suficiente con
dar insulina aislada y no se requiere la administración con-
Cuadro clínico. La hiperpotasemia se manifiesta principal- comitante de glucosa.
mente en forma de alteraciones neuromusculares y cardía- El bicarbonato sódico, a razón de 40-150 mEq por vía intra-
cas. venosa en 30 min, hace pasar el potasio al interior de las cé-
En el sistema neuromuscular puede producir parestesias, lulas, sobre todo en enfermos acidóticos, pero también en
debilidad muscular e incluso parálisis fláccida. En los pacien- pacientes con un pH sanguíneo normal. Con este tratamiento
tes con insuficiencia renal, la debilidad brusca de las piernas hay que valorar el riesgo de hiperhidratación extracelular.
o la dificultad para andar deben hacer sospechar hiperpota- Recientemente se ha podido demostrar que la estimula-
semia. Sin embargo, el principal peligro lo constituye su efec- ción β2-adrenérgica con sustancias como el salbutamol facili-
to sobre la conducción cardíaca. Por este motivo, el ECG es ta la captación intracelular de potasio por un mecanismo
fundamental para valorar el riesgo que entraña la hiperpota- directo e independiente de cambios de pH, insulina o aldos-
semia. La manifestación electrocardiográfica más precoz de terona. La administración de 0,5 mg por vía intravenosa de
hiperpotasemia consiste en la aparición de ondas T picudas, salbutamol es un método rápido, seguro y eficaz de tratar la
y aparece en concentraciones séricas de potasio de alrede- hiperpotasemia. Su único efecto secundario es la inducción
dor de 6,5 mEq/L. Con niveles de potasio sérico superiores a de taquicardia transitoria y generalmente bien tolerada.
7-8 mEq/L se prolonga el intervalo PR, se pierde la onda P y El sistema más fácil de eliminar potasio del organismo es
más tarde se produce un ensanchamiento del complejo QRS el uso de resinas de intercambio catiónico que lo eliminan del
(fig. 15.7). Cuando el potasio sérico excede los 8 mEq/L, el tubo digestivo intercambiándolo por calcio. Se suelen admi-
QRS puede converger con la onda T y formar una onda si- nistrar 20 g de resina por vía oral 3 o 4 veces al día. La resina
nuosa. Finalmente se produce paro cardíaco. En cualquier también puede administrarse por enema, 100 g disueltos en
punto de esta progresión pueden aparecer arritmias ventricu- 200 mL de sorbitol al 20%.
lares. El problema principal de las resinas de intercambio catió-
La hiperpotasemia también tiene una serie de efectos hor- nico es que tardan 6-12 h en ser efectivas y, por consiguiente,
monales. Estimula la secreción de aldosterona por las supra- tienen una utilidad limitada en el tratamiento agudo de la hi-
renales y la de insulina y glucagón por el páncreas y, en cam- perpotasemia.
bio, inhibe la producción de renina. En situaciones de cardiotoxicidad por hiperpotasemia gra-
ve, cuando han desaparecido las ondas P y se ensanchan los
Tratamiento. En el tratamiento de la hiperpotasemia se utili- complejos QRS, hay que administrar de inmediato gluconato
zan tres tipos de maniobras: a) agentes como la glucosa y la cálcico, 10-30 mL de una solución al 20% en un período de 10
insulina, el bicarbonato o el salbutamol, que promueven a 20 min. El calcio antagoniza el efecto del potasio sobre el
la transferencia de potasio del líquido extracelular al intrace- corazón, aunque no modifica su concentración sérica.
lular; b) medidas que aumentan la eliminación de potasio Por último, la hemodiálisis o la diálisis peritoneal propor-
del cuerpo, como las resinas de intercambio catiónico y la ciona otro mecanismo que conduce a la eliminación del po-
diálisis, y c) el empleo del calcio, que no modifica la concen- tasio corporal y la corrección de la hiperpotasemia, y son

1843
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

particularmente útiles en la insuficiencia renal aguda o en MONTOLIU J, ALMIRALL J, PONZ E, CAMPISTOL JM, REVERT L. Treatment of
casos de hipercatabolismo. hyperkalemia with salbutamol inhalation. J Intern Med 1990; 228:
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Alteraciones del metabolismo del calcio, del fosfato


y del magnesio
J. Montoliu Durán

perplasia difusa, y en el 1-3% de los pacientes a carcinoma


Alteraciones del metabolismo de paratiroides. El hiperparatiroidismo debido a hiperplasia
es frecuente, en especial cuando forma parte de los síndro-
del calcio mes familiares que se agrupan colectivamente bajo la deno-
minación de neoplasia o adenomatosis endocrina múltiple
El calcio existe en el plasma en tres formas diferentes. Una (MEN) y de la cual existen dos tipos principales: el tipo I, o
gran parte del calcio circulante (40%) se halla unido a proteí- síndrome de Wermer, en el que coexisten tumores hipofisa-
nas. El resto existe en forma de iones libres (calcio iónico), rios, hiperparatiroidismo y síndrome de Zollinger-Ellison, y el
que corresponde aproximadamente al 50% del calcio plas- tipo II, que asocia hiperparatiroidismo, feocromocitoma y
mático, o bien formando complejos de sustancias como el carcinoma medular del tiroides. Existen casos familiares de
citrato o el fosfato (5-15% del calcio circulante). El calcio ió- hiperparatiroidismo primario no necesariamente asociados a
nico es el único fisiopatológicamente activo, pero la mayoría MEN.
de los laboratorios miden el calcio total. El calcio iónico pue- Hiperparatiroidismo secundario. Aparece en la insuficien-
de variar de forma independiente del calcio total. Así, por cia renal crónica. Cuando es intensa y se acompaña de una
ejemplo, en la hipoalbuminemia disminuye el calcio total, gran hiperplasia de las paratiroides puede producir hipercal-
pero el calcio iónico se mantiene normal y el paciente no cemia. Los niveles de PTH están muy elevados, y no se redu-
presenta signos de hipocalcemia. Por el contrario, la alcalo- cen a pesar de la hipercalcemia. En estos casos probable-
sis aumenta la fijación del calcio iónico a las proteínas, dis- mente el principal factor patogénico sea la gran cantidad de
minuyendo así la proporción de calcio libre circulante. En tejido paratiroideo funcionante.
estas circunstancias, puede aparecer tetania a pesar de un El hiperparatiroidismo, tanto primario como secundario,
calcio total normal. se estudia ampliamente en la sección Endocrinología (Enfer-
El calcio se absorbe en el intestino bajo la influencia de medades de las paratiroides).
la vitamina D. La vitamina D3 o colecalciferol es hidroxilada Administración de litio. Produce hipercalcemia con niveles
en el hígado a 25-OH-colecalciferol y el riñón la transfor- elevados de PTH en el 10% de los casos. Probablemente mo-
ma en 1,25-(OH)2-D3, en un proceso que es estimulado por la difica la relación calcio-PTH, de manera que se necesitan
parathormona (PTH) e inhibido por la hiperfosfatemia. El mayores niveles de calcemia para inhibir la secreción de
1,25-(OH)2-D3 es la forma más activa de vitamina D. Aumenta PTH. Al acompañarse de hipocalcemia obliga al diagnóstico
la absorción intestinal de calcio y actúa junto con la PTH so- diferencial con la hipercalcemia familiar hipocalciúrica, de-
bre el hueso facilitando la resorción ósea. La PTH aumenta nominada también hipercalcemia benigna familiar (véase
la reabsorción de calcio por el túbulo renal. más adelante).
Las glándulas paratiroides contienen receptores para el Hipercalcemia asociada a neoplasias. Atendiendo a los me-
1,25-(OH)2-D3, que inhibe directamente la secreción de PTH. canismos fisiopatológicos responsables, cabe distinguir tres
En la sección Endocrinología (Enfermedades de las glándu- grandes grupos:
las paratiroides) se estudian con mayor amplitud todos los 1. Neoplasias hematológicas. El ejemplo característico es
factores que intervienen en la homeostasia del calcio y del el mieloma, pero también hay que incluir diversos tipos de
fósforo. linfoma, de los cuales el asociado a hipercalcemia más co-
mún es la leucemia-linfoma de células T del adulto inducido
por retrovirus (HTLV-I). Las neoplasias hematológicas produ-
Hipercalcemia cen hipercalcemia por factores locales o sistémicos. Entre los
factores locales, el más importante es la elaboración del fac-
Etiología. Entre el 70 y el 80% de los casos de hipercalcemia tor activador de los osteoclastos, que favorece la resorción
están asociados a neoplasias o se deben a hiperparatiroidis- ósea en las zonas contiguas a las células neoplásicas. El fac-
mo. El principal ejemplo de hipercalcemia mediada por PTH tor activador de los osteoclastos es una denominación colec-
lo constituye el hiperparatiroidismo primario. tiva que incluye citocinas como la interleucina 1 (IL-1) y los
Hiperparatiroidismo primario. Se debe en el 80-85% de los factores de necrosis tumoral alfa (caquectinas) y beta (linfo-
casos a un adenoma único de las paratiroides, en el 15% a hi- toxinas). Entre los factores sistémicos, que actúan a distan-

1844
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DEL CALCIO, DEL FOSFATO Y DEL MAGNESIO

cia, están la producción de 1,25-(OH)2-D3 por parte de algu- mentado, secundario a otras enfermedades (enfermedad de
nos linfomas y también se pueden elaborar otras sustancias Paget, hiperparatiroidismo, etc.). La causa es una reabsor-
de naturaleza mal conocida que, una vez segregadas por las ción ósea incrementada en relación con la formación, por
células tumorales, son capaces de inducir hiperreabsorción mecanismos no conocidos.
ósea por vía humoral, sin que las células neoplásicas estén Síndrome de leche-alcalinos. El clásico síndrome debido a
en contacto con el hueso. la ingesta excesiva de leche y bicarbonato por úlcera péptica
2. Tumores sólidos con metástasis óseas. Producen la de- apenas se ve en clínica. En cambio, el uso de carbonato de
nominada hipercalcemia osteolítica local y representan apro- calcio para prevenir la osteoporosis esteroide o de otra causa
ximadamente el 25% de las hipercalcemias tumorales. Los puede ocasionar hipercalcemia en el 20% de estos pacientes.
ejemplos más característicos son los carcinomas de mama, Se postula que algunos pacientes presentarían una predispo-
pulmón y páncreas. Si bien el mecanismo a través del cual se sición hereditaria para absorber mucho calcio a pesar de la
produce la destrucción del hueso no se conoce bien, se han elevada ingesta de 2 g o más de calcio elemento por día. La
invocado factores paracrinos que activarían a los osteoclas- hipercalcemia moderada resultante provoca una diuresis
tos, como linfotoxinas, caquectinas, IL-1, IL-2, factores de con excreción de sodio y frena la PTH, lo que a su vez incre-
transformación del crecimiento y PGE. menta la reabsorción de bicarbonato y provoca alcalosis.
3. Tumores sólidos sin metástasis óseas. Representan el Hipercalcemia familiar hipocalciúrica (hipercalcemia benig-
80% de los casos de hipercalcemia de origen tumoral y reci- na familiar). Los pacientes suelen estudiarse por hipercalce-
ben también el nombre de hipercalcemia tumoral maligna. mia en ausencia de signos de hiperparatiroidismo primario.
Los ejemplos más característicos son los tumores de pulmón, A diferencia de éste, presentan hipocalciuria (menos de 100
piel, riñón, páncreas, ovario, esófago y otros. La hipercalce- mg/día, con el cociente aclaramiento de calcio/aclaramiento
mia se desarrolla a través de la producción por parte de la de creatinina [CCa/CCr] inferior a 0,01) con aumento de la re-
neoplasia de una sustancia que por vía humoral estimula absorción tubular de calcio. En su fisiopatología se implican:
la reabsorción osteoclástica. a) una alteración en el dintel de respuesta, siendo necesarias
Este factor humoral ha podido ser identificado y se cono- unas calcemias más elevadas para inhibir la PTH, y b) una
ce como proteína relacionada con la PTH (PTHrP). La PTHrP menor sensibilidad del riñón a los niveles de calcio y de
se fija y activa a los receptores de la PTH, por lo que ejerce PTH. Se transmite por herencia autosómica dominante.
efectos biológicos similares y produce hipercalcemia a través Hipertiroidismo. El 5-10% de los pacientes con hipertiroidis-
de la reabsorción osteoclástica del hueso. Sin embargo, la mo presentan hipercalcemia asintomática (no suele ser su-
PTHrP es estructuralmente distinta a la PTH y no es reconoci- perior a 11,5 mg/dL). En esta enfermedad hay un aumento
da en las pruebas clínicas empleadas para medir niveles de acusado del recambio óseo y de la sensibilidad del organis-
PTH. Por este motivo, los pacientes con hipercalcemia para- mo a la PTH. Recientemente se ha comprobado que las hor-
neoplástica humoral mediada por PTHrP tienen niveles de monas tiroideas podrían estimular la reabsorción ósea por la
PTH bajos o indetectables ya que se hallan inhibidos por la activación de factores locales como la IL-1.
hipercalcemia. Administración de diuréticos tiazídicos. En estas circunstan-
Sarcoidosis y otras granulomatosis. La hipercalcemia se cias, los individuos sanos sólo muestran una elevación transi-
asocia a menudo a enfermedades granulomatosas, en parti- toria y ligera del calcio sérico, debida a una hemoconcentra-
cular a la sarcoidosis, pero también a la coccidiodomicosis, ción de las proteínas plasmáticas y a la disminución urinaria
la histoplasmosis, la beriliosis, la tuberculosis y los granulo- de calcio que se observa con estos fármacos. Sin embargo,
mas inducidos por silicona. El 10-20% de los pacientes con en pacientes con un aumento de resorción ósea secundario
sarcoidosis desarrollan hipercalcemia, y alrededor del 50% a hiperparatiroidismo, enfermedad de Paget, inmovilización
presenta hipercalciuria en algún momento. La hipercalcemia o administración de vitamina D, las tiazidas parecen poten-
está mediada por la síntesis de 1,25-(OH)2-D3 en los macrófa- ciar el proceso de disolución ósea y favorecer la aparición
gos del granuloma. La PTH sérica está disminuida y el fósforo de hipercalcemia franca.
aumentado. Insuficiencia renal aguda. En especial cuando ésta se debe
Intoxicación por vitamina D. La ingesta o administración a rabdomiólisis, en su fase poliúrica, se puede observar hi-
intramuscular en cantidades excesivas de vitamina D (más percalcemia con cierta frecuencia. Hasta ahora se suponía
de 50.000 U) produce hipercalcemia e hipercalciuria difíciles que durante la fase oligúrica se depositaban calcio y fosfato
de controlar, debido a que la vitamina se deposita y es libe- en los músculos lesionados y que la hipercalcemia de la fase
rada en músculos, hígado y tejido adiposo durante mucho diurética se debía a la disolución de estos complejos de cal-
tiempo. Además, la hidroxilación hepática tiene gran capaci- cio y fosfato. Datos recientes indican que la hipocalcemia
dad por el sustrato, generando gran cantidad de 25-(OH)-D3, de la fase oligúrica puede ser secundaria a la disminución de
que ocupa los receptores del 1,25-(OH)2-D3, desde los cuales, síntesis de 1,25-(OH)2-D3, en la que a su vez puede influir de ma-
meses después, es liberada a la circulación. Cuando se admi- nera decisiva la hiperfosfatemia propia de la insuficiencia
nistra 25-(OH)-D3 directamente en cantidades tóxicas, su afi- renal. Durante la fase poliúrica, la hipercalcemia se asocia a
nidad de alrededor de 1/500 respecto al 1,25-(OH)2-D3 por los niveles altos de 1,25-(OH)2-D3 y PTH y, por lo tanto, podría
receptores de éste y su vida media superior a los 15 días de- ser debida a un estado de hiperparatiroidismo secundario,
terminan que su cuadro sea prolongado. El 1,25-(OH)2-D3, la persistente al recuperar el filtrado glomerular, siendo los ni-
α1-hidroxivitamina D3 y el dihidrotaquisterol se caracterizan veles altos de PTH los responsables de un aumento en la sín-
porque sus efectos tóxicos aparecen a los pocos días de ini- tesis renal de 1,25-(OH)2-D3.
ciar su administración, pero dada su vida media más corta Intoxicación alumínica en la insuficiencia renal crónica.
[menos de 15 h para el 1,25-(OH)2-D3 y de 1-2 días para los Puede acompañarse de hipercalcemia, ya sea espontánea
otros dos], su intoxicación es más breve. o inducida por pequeñas dosis de vitamina D. El aluminio
Hipercalcemia idiopática infantil. Es un trastorno poco fre- se deposita en el frente de mineralización del hueso e impi-
cuente en el que coexisten varias malformaciones congéni- de la aposición de calcio, cuya concentración extracelular
tas y, especialmente, estenosis aórtica junto con hipercalce- aumenta.
mia durante el primer año de vida, debido a una especial Otras hipercalcemias. Se han referido excepcionalmente
sensibilidad a pequeñas dosis de vitamina D. casos de hipercalcemia por sobredosis de vitamina A (o sus
Hipercalcemia por inmovilización. La hipercalciuria aislada derivados como ácido retinoico). Se producirían por el au-
es más frecuente que la hipercalcemia en los pacientes in- mento de recambio óseo. La administración de estrógenos o
movilizados. La hipercalcemia puede presentarse en indivi- antiestrógenos (tamoxifeno) a pacientes con cáncer de
duos menores de 25 años, con remodelación ósea aumenta- mama puede asociarse a hipercalcemia, quizá por efecto ci-
da y que han sufrido un traumatismo de la médula espinal tolítico. Por último, en la evolución del SIDA (véase más ade-
con parálisis, o bien en pacientes con un recambio óseo au- lante) se han descrito casos de hipercalcemia.

1845
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.9. Causas de hipercalcemia no se trata, puede complicarse con la aparición de insufi-
ciencia renal aguda oligúrica, coma y arritmias ventriculares.
Mediada por PTH
Hiperparatiroidismo primario
La crisis hipercalcémica se da con mayor frecuencia en las
Litio neoplasias, pero también puede ocurrir en el curso del hiper-
Hiperparatiroidismo secundario intenso en la insuficiencia paratiroidismo primario.
renal. La hipercalcemia, especialmente si es intensa y aguda,
puede asociarse a hipertensión con renina plasmática alta. El
Asociada a neoplasias
Hematológicas acortamiento del intervalo QT es el signo electrocardiográfico
Destrucción local de hueso (mieloma, linfomas) más característico de hipercalcemia. La hipercalcemia po-
Mediación tumoral (calcitriol, PTHrP) (linfomas) tencia el efecto de la digital sobre el corazón y puede inducir
Tumores sólidos arritmias importantes.
Metástasis óseas con destrucción local de hueso En individuos hipercalcémicos y, particularmente, en el hi-
Mediación humoral (PTHrP) perparatiroidismo primario existe un aumento de incidencia
Por vitamina D de úlcera péptica y de pancreatitis.
Intoxicación por vitamina D En el riñón, la hipercalcemia antagoniza el efecto de la
Producción de calcitriol en enfermedades granulomatosas hormona antidiurética (ADH) sobre el túbulo distal y colec-
(sarcoidosis, tuberculosis) tor e induce cierto grado de diabetes insípida nefrogénica,
Hipercalcemia idiopática infantil con hiposmolalidad urinaria, poliuria, polidipsia y nicturia.
Asociada a un aumento del recambio óseo La hipercalcemia puede producir una disminución aguda y
Inmovilización reversible del filtrado glomerular posiblemente debida a vaso-
Hipertiroidismo constricción arteriolar. Las formas crónicas de hipercalcemia
Intoxicación por vitamina A pueden conducir a nefrolitiasis, nefrocalcinosis, nefropatía
Tiazidas intersticial y, finalmente, a insuficiencia renal crónica.
Otras causas Los estados hipercalcémicos crónicos pueden producir
Fase diurética de la insuficiencia renal aguda calcificaciones metastásicas en el intersticio renal, conductos
Síndrome de leche y alcalinos pancreáticos, mucosa gástrica, pulmones, piel, corazón, va-
Intoxicación alumínica en la insuficiencia renal crónica sos sanguíneos, cartílago auricular y en la córnea y conjunti-
Hipercalcemia hipocalciúrica familiar (hipercalcemia benigna va (queratopatía en banda).
familiar)
Para el diagnóstico de la causa de la hipercalcemia es pri-
PTHrP: proteína relacionada con la parathormona. mordial la determinación de PTH. En el hiperparatiroidismo
primario, los niveles de PTH están elevados, mientras que en
la hipercalcemia asociada a neoplasias están normales o dis-
minuidos (fig. 15.8).
En la tabla 15.9 se resumen las principales causas de hiper-
calcemia. Tratamiento. En los pacientes sin insuficiencia renal impor-
tante, el tratamiento inicial de la hipercalcemia suele ser la
Cuadro clínico. La sintomatología de la hipercalcemia es expansión de volumen con suero fisiológico (2-4 L/día) com-
muy variable, dependiendo del nivel de calcio sérico y de la binada con la administración de dosis altas de furosemida in-
enfermedad fundamental. En un extremo del espectro clíni- travenosa (80 mg/6 h). Estas dos medidas aumentan la elimi-
co se encuentra el paciente asintomático con hipercalcemia nación urinaria de calcio al disminuir su reabsorción por el
descubierta en un análisis sistemático, y en el otro extremo, túbulo renal. Hay que tener precaución por el peligro de so-
el paciente comatoso como consecuencia de una crisis hi- brecarga cardiovascular en individuos con reserva cardíaca
percalcémica. limitada y por el posible desarrollo de hipopotasemia e hipo-
La crisis hipercalcémica constituye una emergencia médi- magnesemia.
ca que se caracteriza por hipercalcemia intensa (superior a En el caso de hipercalcemias moderadas o graves que no
15 mg/dL), insuficiencia renal y obnubilación progresiva. Si respondan a la expansión de volumen más furosemida, se

600

500 *
*
*
400 * *
*
PTH (i) (pg/mL)

*
* * *
300 * *
* * *
**
200 * * *
* * *
*
100 * * *
* * *

50
Limites normales ** * * *
* ** * * * *
** * * * *
* **
* * * **
** * * * *
* * *
10 12 14

Normal Hiperparatiroidismo Hipercalcemia asociada


primario a neoplasias
Calcemia
Fig. 15.8. Niveles séricos de calcio y
(mg/dL) PTH en individuos sanos, en el hiperpara-
tiroidismo primario y en la hipercalcemia
asociada a neoplasias.

1846
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DEL CALCIO, DEL FOSFATO Y DEL MAGNESIO

puede añadir calcitonina o plicamicina. La calcitonina facili- reducción del calcio iónico con la correspondiente sintoma-
ta la fijación ósea del calcio; se administra por vía intraveno- tología, en ausencia de hipocalcemia. La causa más frecuen-
sa o subcutánea en dosis de 4 U/kg/12 h. En los pacientes te de esta situación es la hiperventilación en el curso de las
que responden, los niveles de calcio empiezan a descender crisis de ansiedad, aunque puede observarse también tras
a las pocas horas. Sin embargo, el 25% de los casos no res- transfusiones y en rabdomiólisis intensas.
ponden a este fármaco, y aun en el caso de que sea eficaz, a Entre las causas de hipocalcemia crónica destaca la hipo-
menudo se desarrollan resistencias con rapidez. A pesar de función de las glándulas paratiroides. Para el estudio detalla-
estas limitaciones, la calcitonina es un fármaco útil en mu- do del hipoparatiroidismo idiopático y adquirido, así como
chos casos. del seudohipoparatiroidismo, véase Enfermedades de las
La plicamicina es un antibiótico antitumoral que reduce el glándulas paratiroides (sección Endocrinología).
calcio sérico porque inhibe la síntesis de RNA en los osteo- La hipomagnesemia es una de las causas más frecuentes
clastos. Se administra por vía intravenosa a dosis de 25 µg/kg de hipocalcemia en la actualidad. El mecanismo por el que
y es relativamente segura, aun en presencia de insuficiencia la hipomagnesemia conduce a la hipocalcemia es doble: por
renal. Sus principales efectos secundarios son toxicidad he- un lado, suprime la secreción de PTH por las paratiroides y,
pática, trombocitopenia y disfunción plaquetaria. Después por el otro, la hipomagnesemia produce resistencia del hue-
de su administración, el calcio empieza a disminuir a las 12- so a la acción de la PTH. El magnesio es inferior a 1 mg/dL y
14 h y el efecto persiste entre 3 y 7 días. Es útil en todo tipo la hipocalcemia sólo se corrige al aportar magnesio, siendo
de hipercalcemias, pero especialmente en las asociadas a resistente a la perfusión de PTH y a la administración de cal-
neoplasias. cio y vitamina D.
Los glucocorticoides disminuyen la absorción intestinal de El déficit de vitamina D puede causar hipocalcemia y se da
calcio, ya sea directamente o por inhibición del metabolis- en varias circunstancias. Hoy en día y en nuestro medio es
mo de la vitamina D. Su efecto también puede incluir inhibi- poco frecuente observar hipovitaminosis D por defecto de
ción de la resorción ósea. Su máxima eficacia es en la hiper- nutrición. El déficit de vitamina D es consecuencia de trastor-
calcemia de la intoxicación por vitamina D y en la de la nos gastrointestinales malabsortivos: gastrectomía parcial,
sarcoidosis, pero también son eficaces en el tratamiento de pancreatitis crónica, enfermedad de Crohn, resección intesti-
la hipercalcemia en algunas neoplasias, especialmente el nal, entre otros. Las enfermedades hepáticas disminuyen la
mieloma y el cáncer de mama. Se recomiendan dosis de 1 formación de 25-(OH)-D3, y varias sustancias como el alco-
mg/kg/día de prednisona. El efecto hipercalcemiante tarda 2- hol, el fenobarbital y la difenilhidantoína aceleran la conver-
3 días en empezar a ponerse de manifiesto. Los glucocorti- sión de 25-(OH)-D3 en metabolitos inactivos y pueden pro-
coides suelen carecer de eficacia en el hiperparatiroidismo ducir hipocalcemia por este mecanismo. En el síndrome
primario. nefrótico con filtrado glomerular normal, el calcio sérico to-
El tratamiento con fosfatos por vía oral disminuye la calce- tal disminuye principalmente como consecuencia de la hi-
mia porque reduce la resorción ósea y la absorción intestinal poalbuminemia, pero estudios recientes indican que tam-
de calcio. Son particularmente útiles en los enfermos con bién se reduce el calcio iónico, ya que con la proteinuria
disminución de fosfato en plasma. Las dosis son de 1,5-3 g de se pierde la globulina transportadora de vitamina D y se
fósforo elemental por día. Nunca hay que administrar fosfa- reducen los niveles séricos de 25-(OH)-D3. El raquitismo de-
tos a pacientes con hiperfosfatemia porque existe un elevado pendiente de la vitamina D es un trastorno familiar que se
riesgo de calcificación extravascular. El uso de fosfatos por caracteriza por hipocalcemia, hipofosfatemia e hiperparati-
vía intravenosa no es recomendable, porque se han dado ca- roidismo secundario, causado por la deficiencia de la hidro-
sos de paro cardíaco y muerte súbita y porque existen serias xilasa que el riñón convierte al 25-(OH)-D3 en 1,25-(OH)2-D3.
posibilidades de inducir calcificaciones metastásicas en ór- Responde bien a la administración de 1,25-(OH)2-D3.
ganos vitales. La hipocalcemia de la insuficiencia renal se debe a varias
Los difosfonatos son análogos del pirofosfato, que se fijan causas. La hiperfosfatemia disminuye los niveles de calcio sé-
a la hidroxiapatita en el hueso e inhiben la disolución de los rico y, asimismo, dificulta la producción de 1,25-(OH)2-D3 por
cristales. Tienen una vida media prolongada y persisten en el el ya de por sí insuficiente parénquima renal. El descenso de
hueso varias semanas tras su administración intravenosa. Son 1,25-(OH)2-D3 disminuye la absorción intestinal de calcio y
útiles en la hipercalcemia por aumento de reabsorción ósea, también limita la respuesta del hueso a la acción calcémica
como por ejemplo, la debida a neoplasias. Tienen poca toxi- de la PTH.
cidad y hay muchos tipos que están siendo evaluados clíni- La hiperfosfatemia de cualquier causa, ya sea debida a
camente. aporte exógeno en enemas, lisis de células tumorales, rabdo-
En pacientes hipercalcémicos con función renal seriamen- miólisis, etc., disminuye directamente los niveles de calcio
te comprometida, o cuando se requiera una reducción rápi- sérico.
da de los niveles de calcio, una solución segura y práctica es De manera excepcional, las metástasis osteoblásticas pue-
la hemodiálisis con calcio bajo en el líquido de diálisis. den acompañarse de hipocalcemia debida a la aposición de
calcio en el hueso (síndrome del hueso hambriento). Este
mismo síndrome puede aparecer tras la corrección del hiper-
Hipocalcemia paratiroidismo primario mediante la extirpación del adeno-
ma de paratiroides o bien tras el trasplante renal funcionan-
Etiología. Siempre que se compruebe una hipocalcemia, te, que tiende a suprimir el hiperparatiroidismo secundario
hay que realizar su corrección mediante la albúmina, que propio de la insuficiencia renal crónica.
transporta aproximadamente el 50% del ion calcio. Cuando El mecanismo de la hipocalcemia que se presenta durante
existe hipoalbuminemia suficientemente acusada, aparece la fase aguda de la pancreatitis no se ha esclarecido total-
una hipocalcemia total pero, al mantenerse constante la cal- mente. Parece ser que en primer lugar se produce un fenó-
cemia iónica, no se producen síntomas. La corrección se meno de saponificación del calcio en la cavidad abdominal,
puede realizar de modo aproximado basándose en que por y que la respuesta de la paratiroides a la hipocalcemia resul-
la disminución de 1 g/L de albúmina cabe esperar una tante es inadecuada, produciéndose un estado de hipopara-
reducción de 0,8 mg/dL en la calcemia total. En centros es- tiroidismo relativo. En la tabla 15.10 se resumen las principa-
pecializados se dispone de técnicas que permiten medir di- les causas de hipocalcemia.
rectamente el calcio iónico, con lo cual se elimina este pro-
blema. Cuadro clínico. La tetania producida por un aumento de la
Procede recordar en este contexto que, en algunas cir- irritabilidad neuromuscular es el signo clínico fundamental
cunstancias, se produce una redistribución entre las fraccio- de la hipocalcemia. Empieza con parestesias circumorales y
nes libre y ligada de calcio sérico. Ello puede causar una acras para seguir con espasmos musculares que terminan

1847
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.10. Causas de hipocalcemia los efectos del calcitriol también desaparecen con mayor ra-
pidez, en cuestión de días o como máximo una semana. En
Hipoalbuminemia
Hipoparatiroidismo
el hipoparatiroidismo, las dosis de calcifediol oscilan entre
Seudohipoparatiroidismo 50 y 200 µg/día y las de calcitriol entre 0,5 y 2 µg/día. En la in-
Hipomagnesemia suficiencia renal, la hipocalcemia sintomática es poco fre-
Déficit de vitamina D cuente, y el tratamiento se dirige especialmente a corregir la
Nutricional osteodistrofia renal, impidiendo la absorción intestinal de
Malabsorción fosfatos con hidróxido de aluminio y aportando la vitamina
Hepatopatías D que el riñón es incapaz de producir. El calcitriol tiene una
Fármacos que facilitan la degradación de la vitamina D gran utilidad en esta situación.
Fenobarbital
Alcohol
Difenilhidantoína
Síndrome nefrótico
Raquitismo dependiente de la vitamina D
Insuficiencia renal Alteraciones del metabolismo
Hiperfosfatemia
Síndrome del hueso hambriento
Pancreatitis
del fosfato
El fósforo existe en el organismo fijado al oxígeno, y por
ello suele hablarse más de fosfato (PO4) que de fósforo. El
fosfato tiene gran importancia para muchos aspectos de la
en el característico espasmo carpopedal. La tetania latente función celular. El fosfato intracelular sirve de sustrato para
puede ponerse de manifiesto estimulando ligeramente la la formación de los enlaces de alto nivel energético del ATP,
zona del nervio facial para producir una contracción de los es un constituyente importante de los fosfolípidos de la mem-
músculos faciales (signo de Chvostek) o inflando un mangui- brana celular e interviene en la regulación del calcio intrace-
to de presión por encima del nivel de presión arterial sistóli- lular a través del control de la captación de calcio por parte
ca durante 3 min para producir el espasmo carpal (signo de de las mitocondrias. El fosfato influye en algunas reacciones
Trousseau). La hipocalcemia intensa puede llegar a ocasio- enzimáticas, como la hidroxilación renal de la 25-(OH)-D3 a
nar verdaderas convulsiones y edema de papila. Los niños 1,25-(OH)2-D3, e interviene en el mecanismo que regula la ca-
con hipocalcemia crónica de inicio temprano, particular- pacidad de la hemoglobina para transportar oxígeno, por su
mente si se debe a seudohipoparatiroidismo, pueden presen- relación con la síntesis de 2,3-difosfoglicerato (2,3-DPG) in-
tar retraso mental. En el adulto, la hipocalcemia importante traeritrocitario.
ocasiona a veces demencia o psicosis. Se pueden dar toda El 80% del fosfato ingerido con la dieta se absorbe en el
una variedad de trastornos extrapiramidales, desde la coreoa- yeyuno y el duodeno. La absorción intestinal de fosfato se ve
tetosis hasta el hemibalismo. En ocasiones, pero no siempre, facilitada en gran medida por la vitamina D3.
los trastornos extrapiramidales pueden asociarse a calcifi- La concentración de fosfato sérico es regulada principal-
caciones de los ganglios basales. En el hipoparatiroidismo mente por el riñón. La reabsorción tubular de fosfato dis-
existen con mucha frecuencia alteraciones ectodérmicas: der- minuye por efecto de la PTH y al aumentar el fosfato en la
matitis, eccema, psoriasis, alopecia, presencia de surcos dieta. La distribución de fosfato a través de las membranas
transversales en uñas, etc. La moniliasis mucocutánea es ca- celulares es influida por varios factores, entre los que se en-
racterística del hipoparatiroidismo asociado a otros déficit cuentran la concentración intracelular de fosfato y el meta-
endocrinos (síndrome de candidiasis-endocrinopatía). La hi- bolismo celular de glucosa.
pocalcemia crónica puede acompañarse de cataratas. Si la
hipocalcemia ya existe durante las primeras fases del desa-
rrollo, aparecen anomalías dentarias de varios tipos. Hiperfosfatemia
En el sistema cardiovascular, la hipocalcemia alarga el in-
tervalo QT del ECG, disminuye la sensibilidad a la digital, dis- Etiología. La causa más frecuente de hiperfosfatemia es la
minuye la contractilidad miocárdica y puede contribuir al insuficiencia renal. Hay que tener en cuenta que en la insufi-
desarrollo de insuficiencia cardíaca y arritmias ventriculares. ciencia renal crónica, debido al efecto fosfatúrico compensa-
dor que ejerce la PTH, los niveles de fosfato no aumentan
Tratamiento. La hipocalcemia aguda sintomática se trata hasta que el filtrado glomerular ha descendido por debajo de
con la administración intravenosa de 200-300 mg de calcio, los 25 mL/min. La insuficiencia renal aguda debida a rabdo-
por lo general en forma de gluconato cálcico. Una ampolla miólisis se acompaña de hiperfosfatemia especialmente acu-
de 10 mL de gluconato cálcico al 10% contiene 90 mg de cal- sada, porque a la falta de excreción renal se une la libe-
cio. El gluconato es preferible al cloruro cálcico porque este ración de fosfato endógeno procedente del catabolismo
último tiene un efecto irritante si se extravasa. Hay que evitar muscular.
mezclar el calcio con soluciones que contengan bicarbona- La hiperfosfatemia es un signo característico de hipoparati-
to, porque precipitan. La posible hipomagnesemia requiere roidismo y es una consecuencia de la falta de acción fosfatú-
identificación y corrección adecuadas. rica de la PTH. Otras enfermedades endocrinas capaces de
El tratamiento de la hipocalcemia crónica, ya sea debida a inducir hiperfosfatemia son el hipertiroidismo y la acrome-
hipoparatiroidismo o a déficit de vitamina D, se basa en el galia.
aporte de vitamina D y suplementos de calcio por vía oral. El Los difosfonatos que a veces se utilizan en el tratamiento
calcio se da en forma de lactato, gluconato o carbonato cál- de la enfermedad de Paget se asocian a hiperfosfatemia. El
cico, a dosis de 2-4 g por día. El preparado de vitamina D que mecanismo es quizá mixto, por aumento de la reabsorción
se escoja dependerá de la enfermedad de base y de la fami- tubular de fosfato y por alteración de su mecanismo de distri-
liaridad del médico con el producto. Actualmente, los com- bución intracelular.
puestos más utilizados son el 25-(OH)-D3 (calcifediol) y el La acidosis láctica y la acidosis respiratoria crónica pueden
1,25-(OH)2-D3 (calcitriol). Ambos son útiles en las situaciones producir ligeras elevaciones del fosfato sérico. El mecanismo
en las que se encuentra disminuida la actividad de la 25-hi- es desconocido.
droxilasa hepática o cuando existen pérdidas excesivas de La calcinosis tumoral es un trastorno por lo general fami-
25-(OH)-D3, como en el síndrome nefrótico o las alteraciones liar que se caracteriza por hiperfosfatemia, normocalcemia y
de la circulación enterohepática. El calcitriol tiene la venta- depósitos de grandes masas de fosfato cálcico alrededor de
ja de su mayor rapidez de acción. En caso de acumulación, las articulaciones. La patogenia de la enfermedad consiste

1848
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DEL CALCIO, DEL FOSFATO Y DEL MAGNESIO

en un aumento primario en la reabsorción de fosfato por par- de la hipofosfatemia moderada observada en el hiperparati-
te del túbulo renal. roidismo tanto primario como secundario (con función renal
El excesivo aporte exógeno de fosfatos puede conducir a normal).
hiperfosfatemia. Esta circunstancia se da sobre todo en los En el síndrome de Fanconi, la disfunción del túbulo proxi-
niños a los que se administran enemas hipertónicos con fos- mal impide la reabsorción de fosfato, siendo la hipofosfate-
fato y en adultos con cierto grado de insuficiencia renal que mia resultante una de las características típicas del trastorno,
abusan de laxantes, muchos de los cuales contienen cantida- junto con aminoaciduria, glucosuria, hiperuricosuria y acido-
des significativas de fosfatos. Con la liberación de grandes sis tubular renal. El raquitismo resistente a la vitamina D es un
cantidades de fosfato intracelular también puede producirse trastorno familiar que se transmite con carácter ligado al
hiperfosfatemia intensa. Sirven de ejemplos la rabdomiólisis sexo y que se caracteriza por hipofosfatemia con pérdidas re-
de cualquier causa y el tratamiento quimioterápico de una nales de fosfato, normocalcemia, retraso del crecimiento y
gran variedad de leucemias y linfomas. La lisis celular libera raquitismo. La causa de la enfermedad probablemente radi-
fosfatos que se acumulan en sangre. que en un trastorno primario de la reabsorción de fosfato en
La disproteinemia del mieloma, de la macroglobulinemia el riñón y también en el intestino. No se corrige con vitamina
de Waldenströn y de otras discrasias de células plasmáticas D. La glucosa y el fosfato compiten por la reabsorción en el
puede producir seudohiperfosfatemia al interferir la banda túbulo proximal. Por este motivo, la glucosuria puede inducir
monoclonal en el sistema analítico de determinación del fos- pérdidas urinarias de fosfato y facilitar la aparición de hipo-
fato. fosfatemia. Algunos casos de hipercalciuria idiopática se
acompañan de hiperfosfaturia y discreta hipofosfatemia. El
Cuadro clínico. La hiperfosfatemia induce la formación de mecanismo no se conoce, pero el hiperparatiroidismo pare-
complejos insolubles de fosfato cálcico, resultando en hipo- ce descartado como causa, ya que incluso se da en las for-
calcemia y las calcificaciones metastásicas en tejidos blan- mas absortivas de hipercalciuria, que cursan con niveles ba-
dos. La hiperfosfatemia aguda puede causar tetania, hipoten- jos de PTH. Después del trasplante renal no es infrecuente
sión, insuficiencia renal aguda y paro cardíaco por depósitos observar hipofosfatemia por pérdidas urinarias excesivas de
de fosfato cálcico en el corazón. El riesgo de insuficiencia re- fosfatos. Al parecer, la PTH no interviene en la patogenia
nal aguda por la acumulación de fosfato en los túbulos rena- de este fenómeno.
les es particularmente notable tras el tratamiento quimioterá- El paso de fosfato del compartimiento extracelular al intra-
pico de procesos linfoproliferativos, cuando suele coexistir el celular para formar compuestos fosforilados puede producir
factor sobreañadido de la hiperuricemia. hipofosfatemia y ocurre tras la administración de insulina o
La incidencia de calcificaciones metastásicas es directa- de sueros glucosados, en la alcalosis respiratoria y con pau-
mente proporcional al producto calcio-fósforo. Con produc- tas de nutrición parenteral que no incorporen suplementos de
tos superiores a 70 ya se dan calcificaciones metastásicas, fosfato. Durante el tratamiento de la cetoacidosis diabética es
que pueden verse favorecidas por la alcalosis local de algu- frecuente observar fosfatos inferiores a 2 mg/dL. Intervienen
nos órganos como la córnea, el estómago, el pulmón y el ri- el efecto fosfatúrico de la glucosuria, la administración de in-
ñón. sulina y sueros glucosados y un posible estado basal ya algo
La hiperfosfatemia crónica de la insuficiencia renal es uno deficiente en fosfato.
de los principales factores responsables de la característica El alcoholismo crónico es, con toda probabilidad, la causa
osteodistrofia. Aparte de producir hipocalcemia por un me- más frecuente de hipofosfatemia en pacientes hospitaliza-
canismo directo, disminuye la síntesis de 1,25-(OH)2-D3 por el dos. Se hallan implicados múltiples factores. Antes de llegar
parénquima renal y ejerce un efecto inhibidor sobre la resor- al hospital predisponen a la hipofosfatemia la falta de ingesta
ción ósea. Estos dos últimos mecanismos agravan la hipocal- adecuada, malabsorción, déficit de vitamina D con hiperpa-
cemia. ratiroidismo secundario, etc. Una vez ingresado no es infre-
cuente que el alcohólico desarrolle alcalosis respiratoria
Tratamiento. Si la creatinina sérica es normal, la hiperfosfa- como consecuencia de encefalopatía hepática o delirium tre-
temia aguda se trata con hidratación forzada (3-6 L de suero mens y que sea tratado con soluciones glucosadas. Todo ello
fisiológico/24 h) y acetazolamida (15 mg/kg cada 4 h). Estas se combina para producir hipofosfatemia acusada, general-
medidas aumentan la eliminación urinaria de fosfato. Si exis- mente a las 24 h del ingreso.
te insuficiencia renal importante, el único tratamiento efecti- La tabla 15.11 resume las principales causas de hipofosfa-
vo es la diálisis. temia.
La hiperfosforemia crónica de la uremia irreversible se tra-
ta con una dieta pobre en fosfatos y con quelantes intestina- Cuadro clínico. Las dos anormalidades celulares más im-
les del fósforo como el hidróxido de aluminio, 4-6 g/día, o el portantes en los estados de hipofosfatemia son la disminu-
carbonato cálcico 4-6 g/día.

TABLA 15.11. Causas de hipofosfatemia


Hipofosfatemia Malabsorción
Hidróxido de aluminio
Etiología. Los estados diarreicos crónicos, los síndromes de Déficit de vitamina D
malabsorción y la excesiva ingestión de alcalinos que con- Pérdidas renales
tengan hidróxido de aluminio pueden producir hipofosfate- Diuréticos
mia por pérdidas digestivas de fosfato. Expansión del volumen extracelular
El déficit de vitamina D se acompaña con frecuencia de hi- Hiperparatiroidismo
pofosfatemia, a la que se llega por un doble mecanismo: dis- Síndrome de Fanconi
Raquitismo resistente a la vitamina D
minución de la absorción intestinal de fosfato secundaria al Glucosuria
propio déficit de vitamina D y pérdidas urinarias de fosfato Hipercalciuria idiopática
producidas por el hiperparatiroidismo secundario que resul- Trasplante renal
ta de la hipocalcemia propia de esta deficiencia vitamínica. Redistribución al compartimiento intracelular
La hipofosfatemia por pérdidas renales de fosfato aparece Suero glucosado
en varias circunstancias. La administración de diuréticos que Insulina
actúan en el túbulo proximal, como la acetazolamida, redu- Alcalosis respiratoria
ce la reabsorción proximal de fosfato, al igual que lo hace la Nutrición parenteral sin fosfatos
Tratamiento de la acidosis diabética
expansión del volumen extracelular con suero fisiológico o bi- Alcoholismo
carbonato. La PTH es responsable, por su efecto fosfatúrico,

1849
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

ción de ATP intracelular y la reducción del contenido de 2,3- El sulfato de magnesio es usado a menudo por los obste-
DPG de los hematíes, con la consiguiente dificultad para li- tras en el tratamiento de la eclampsia. Ello puede inducir hi-
berar el oxígeno de la hemoglobina y un estado de hipoxia permagnesemia tanto en la madre como en el recién nacido.
tisular relativa. La disminución de ATP afecta los procesos La insuficiencia suprarrenal y la hipotermia son otras dos
celulares que requieren energía. Estas dos anomalías son po- causas infrecuentes de hipermagnesemia.
siblemente la base de los trastornos clínicos asociados a la
hipofosfatemia. En general se requieren niveles de fosfato in- Cuadro clínico. La hipermagnesemia inhibe la liberación
feriores a 1,5 mg/dL para producir síntomas. presináptica de acetilcolina, con lo que bloquea la transmi-
La hipofosfatemia se asocia a una miopatía caracterizada sión neuromuscular y deprime asimismo el sistema de con-
por debilidad muscular proximal y anomalías del electromio- ducción del corazón. En consecuencia, con niveles altos de
grama. En casos extremos puede afectar la musculatura res- magnesio (7 mmol/L), pueden aparecer parálisis muscular,
piratoria y producir insuficiencia ventilatoria. Se han descrito cuadriplejía e insuficiencia ventilatoria, junto con bradiarrit-
episodios de rabdomiólisis aguda con gran aumento de la mias, que pueden llegar al bloqueo auriculoventricular com-
creatinfosfocinasa, especialmente en alcohólicos que desa- pleto y al paro cardíaco. El magnesio tiene efecto vasodilata-
rrollan hipofosfatemia. Además de la miopatía periférica pue- dor periférico, que se traduce en hipotensión. En contra de lo
de darse una miocardiopatía congestiva reversible. que generalmente se cree, la hipermagnesemia no deprime
Además de la reducción del 2,3-DPG eritrocitario, la hipo- de modo significativo el SNC, y los pacientes suelen estar
fosfatemia es capaz de inducir varios trastornos hematológi- conscientes, aunque den la impresión de obnubilación por
cos, como anemia hemolítica, disfunción plaquetaria y dismi- no poder utilizar los medios usuales de comunicación como
nución de la capacidad fagocitaria de los neutrófilos, pero consecuencia de la paresia muscular.
estas anomalías suelen ser discretas y rara vez adquieren sig- La hipermagnesemia crónica moderada de la insuficiencia
nificación clínica. renal no produce síntomas.
En el hueso, la hipofosfatemia prolongada produce osteo-
malacia por un mecanismo directo o independiente de cual- Tratamiento. Si la hipermagnesemia es acusada y el pacien-
quier cambio de vitamina D. te tiene sintomatología muscular o cardíaca, el tratamiento
Si la hipofosfatemia es intensa puede causar una encefalo- inmediato es la administración de gluconato cálcico. El cal-
patía metabólica con confusión, obnubilación, convulsiones cio actúa como antagonista del magnesio a nivel periférico.
y coma. La hemodiálisis con un baño de diálisis sin magnesio es otro
método efectivo para corregir rápidamente la hipermagnese-
Tratamiento. El fosfato se administra preferiblemente por mia, sobre todo en pacientes con insuficiencia renal.
vía oral, siempre que sea posible. La dosis es de 2 g/4 h. La hipermagnesemia crónica moderada y asintomática ha-
Cuando se haya llegado a un nivel sérico de 2,5 mL/dL hay bitualmente no requiere tratamiento.
que suspender la administración oral de fosfatos.
Si la vía oral no es posible, se puede administrar por vía in-
travenosa (2 mg/kg/6 h). Ello sólo es justificable en el trata- Hipomagnesemia
miento urgente de pacientes agudos con hipofosfatemia in-
tensa y sintomática. Hay que monitorizar con frecuencia los Etiología. La hipomagnesemia puede ser debida en primer
niveles séricos. El tratamiento profiláctico con fosfato intrave- lugar a un déficit de absorción intestinal, como el que acom-
noso sólo tiene una indicación: la nutrición parenteral. Se re- paña a los síndromes de malabsorción. Se han descrito igual-
comiendan 450 mg de fosfato por cada 1.000 kcal perfundi- mente pacientes con un defecto aislado en la absorción gas-
das. trointestinal de magnesio (hipomagnesemia primaria). Una
proporción considerable de niños con kwashiorkor presen-
tan reducción del magnesio. Sin embargo, la causa más fre-
cuente de hipomagnesemia en nuestro ambiente probable-
mente sea el alcoholismo. Aunque se ha comprobado que la
Alteraciones del metabolismo intoxicación aguda con etanol aumenta la eliminación urina-
ria de magnesio, otros factores, como la reducción de inges-
del magnesio ta, los vómitos, la diarrea, la malabsorción por pancreatitis
crónica, la hepatopatía con hiperaldosteronismo secundario,
El magnesio es el segundo ion intracelular más abundan- etc., son más importantes en la producción de déficit de
te, después del potasio. El magnesio se absorbe en el intesti- magnesio en el paciente alcohólico.
no delgado. Con una dieta normal se absorbe el 30-60% del Otro mecanismo de producción de hipomagnesemia es a
magnesio ingerido. Al parecer, el tubo digestivo modula la través de pérdidas renales. Estos casos se identifican por una
absorción de magnesio con respecto a las necesidades del magnesuria elevada (superior a 1 mEq o a 12 mg/24 h) coin-
organismo. En caso de privación, aumenta la absorción in- cidiendo con la hipomagnesemia. Las pérdidas renales de
testinal de magnesio, y si se incrementa su ingestión, dismi- magnesio pueden ser consecuencia de un trastorno familiar
nuye recíprocamente la absorción intestinal. El riñón es el primario de la función tubular renal o bien ser secundarios al
otro órgano que regula el contenido corporal de magnesio. uso de diuréticos, la hiperaldosteronismo primario o secun-
El magnesio se reabsorbe principalmente en la porción grue- dario, al síndrome de Bartter, a la secreción inadecuada de
sa ascendente del asa de Henle. No se conocen con exacti- hormona antidiurética, a la nefrotoxicidad de algunos anti-
tud los mecanismos hormonales que regulan este proceso re- bióticos, especialmente aminoglucósidos, a diuresis postobs-
absortivo, pero la eliminación urinaria de magnesio aumenta tructiva y a la diuresis que se produce tras el trasplante renal
si se produce una sobrecarga oral de este ion. Por el contra- funcionante. Tanto el sodio como el calcio están relaciona-
rio, si se imponen restricciones dietéticas de magnesio, la eli- dos con el magnesio para su reabsorción tubular y, por con-
minación urinaria disminuye. siguiente, en las circunstancias en que aumenta la natriuria
(como en la expansión del volumen extracelular) o la calciu-
ria (como en el hiperparatiroidismo), también se incremen-
Hipermagnesemia tan las pérdidas urinarias de magnesio. El cisplatino produce
una tubulopatía con pérdidas urinarias elevadas de magne-
Etiología. La causa más frecuente de hipermagnesemia es la sio que puede acompañarse de hipomagnesemia.
insuficiencia renal. Los enfermos con insuficiencia renal co- Durante la corrección de la cetoacidosis diabética es fre-
rren el riesgo de desarrollar hipermagnesemia sintomática si cuente observar hipomagnesemia, que puede llegar a ser in-
reciben antiácidos o laxantes que contengan magnesio. tensa. Intervienen principalmente dos factores: en primer lu-

1850
ALTERACIONES DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BÁSICO

TABLA 15.12. Causas de hipomagnesemia existir también encefalopatía metabólica, con desorientación,
convulsiones y obnubilación.
Déficit de absorción intestinal
Malabsorción
Aunque la hipomagnesemia es capaz de provocar tetania
Hipomagnesemia primaria por sí misma, la gran mayoría de los casos de tetania que
Kwashiorkor aparecen durante el curso de la reducción de magnesio se
Alcoholismo deben a hipocalcemia. El mecanismo se expone en el aparta-
Pérdidas renales do de Hipocalcemia.
Nefropatía familiar con pérdida de magnesio La disminución de magnesio favorece la aparición de arrit-
Diuréticos mias graves ventriculares, especial pero no exclusivamente
Hiperaldosteronismo en enfermos digitalizados.
Síndrome de Bartter
Síndrome de la secreción inadecuada de ADH
La reducción de magnesio también limita la capacidad re-
Antibióticos nal de conservación del potasio, de manera que es muy co-
Cisplatino mún observar hipopotasemia junto a hipomagnesemia. La hi-
Diuresis postobstructiva popotasemia es en estos casos refractaria a la administración
Trasplante renal de potasio, pero se corrige al aportar magnesio.
Hipercalciuria (hiperparatiroidismo)
Natriuresis Tratamiento. Consiste en la administración de alguna sal
Acidosis diabética magnésica por vía parenteral. La más usada es el sulfato mag-
Redistribución de magnesio
Acidosis diabética (durante el tratamiento)
nésico. El tratamiento de la hipomagnesemia no es habitual-
Tratamiento de la acidosis urémica mente un problema urgente, y la dosis total puede repartirse
Nutrición parenteral a lo largo de 3 días. Aunque no hay normas fijas, las dosis re-
Otras causas comendables son de unos 150 mEq de magnesio por vía in-
Vitamina D tramuscular distribuidos en 3 días o bien 100 mEq de magne-
Posparatiroidectomía sio por vía intravenosa en el mismo período de tiempo.
Hipertiroidismo
Ciclosporina A
Bibliografía especial
BILEZIKIAN JP. Management of acute hypercalcemia. N Engl J Med
gar, la diuresis osmótica y la eliminación urinaria de ácidos 1992; 326: 1.196-1.203.
orgánicos fuerzan pérdidas considerables de magnesio con BROADUS AE, MANGIN M, IKEDA K. Humoral hypercalcemia of cancer:
Identification of a novel parathyroid hormone like peptide. N Engl
la orina, y en segundo lugar se produce un paso de magnesio J Med 1988; 319: 556-563.
hacia el compartimiento intracelular. El paso de magnesio al BUDAYR AA, NISSENSON RA, KLEIN RF, PUN KK, CLARK OH, DIEP D et al.
interior de la célula también ocurre tras la corrección de la Increased serum levels of a parathyroid hormone-like protein in
acidosis metabólica de la insuficiencia renal o en la nutrición malignancy-associated hypercalcemia. Ann Intern Med 1989; III:
parenteral desprovista de magnesio. 807-812.
Finalmente, puede aparecer hipomagnesemia en circuns- BURTIS WJ, BRADY TG, ORLOFF JJ, ERSBAK JB, WARRELL RP Jr, OLSON BR, et
tancias como la administración de vitamina D, después de pa- al. Immunochemical characterization of circulating parathyroid hor-
ratiroidectomía (por depósito de magnesio en el hueso) o en mone-related protein in patients with humoral hypercalcemia of
cancer. N Engl J Med 1990; 322: 1.106-1.112.
el hipertiroidismo, por mecanismo aún no aclarado. En la ta- BUSSE JC, GELBARD MA, BYRNES JJ, HELLMAN R, VAAMONDE CA. Pseudohy-
bla 15.12 se resumen las causas de hipomagnesemia. perphosphatemia and dysproteinemia. Arch Intern Med 1987; 147:
2.045-2.046.
Cuadro clínico. En numerosos enfermos, la disminución de HEATH DA. Hypercalcaemia in malignancy. Fluids and biphosphona-
magnesio sérico no ocasiona manifestaciones clínicas. Cuan- tes are best when life is threatened. Br Med J 1989; 298: 1.468-
do aparecen síntomas (generalmente con niveles de magne- 1.469.
sio inferiores a 1,5 mg/dL) se localizan de modo principal en KNOCHEL JP. The clinical status of hypophosphatemia: An update. N
el sistema neuromuscular, con astenia, hiperexcitabilidad Engl J Med 1985; 313: 447-449.
MONTOLIU J, MACIÀ J, SALAMERO P, PARRA P, GALLART M. Severe hyper-
muscular manifestada en forma de fasciculaciones, mioclo- calcemia indicating relapse of acute myelocytic leukemia after
nías, signos de Chvostek y Trousseau positivos o incluso teta- bone marrow transplantation Nephron 1992; 62: 357-358.
nía franca. Cuando hay hipomagnesemia, se facilita la libera- MUNDI GR, IBBOTSON KJ, D’SOUZA SM, SIMPSON EL, JACOBS JW, MARTIN TJ.
ción de acetilcolina en la placa motora y se produce el The hypercalcemia of cancer. Clinical implications and patho-
cuadro clínico de hiperexcitabilidad neuromuscular. Puede genic mechanisms. N Engl J Med 1984; 310: 1.718-1.727.

Alteraciones del equilibrio ácido-básico


A. Botey Puig

Consideraciones fisiológicas ños cambios en concentración (0,1-0,2 de pH) pueden alte-


rar las reacciones enzimáticas y los procesos fisiológicos. El
A pesar de que diariamente se incorporan al organismo de organismo se defiende de estos cambios con los sistemas
70 a 100 mmol de hidrogeniones (ácidos no volátiles) proce- tampón, los cuales captan o liberan protones de forma inme-
dentes de la dieta y del metabolismo, y 20.000 mmol de áci- diata, en respuesta a cambios en la acidez. La regulación últi-
do carbónico, la concentración en sangre arterial y líquido ma del pH depende de los pulmones y de los riñones. Los lí-
intersticial se mantiene muy baja, en comparación con otros mites de pH compatibles con la vida oscilan entre 6,8 y 7,8.
iones (sodio, potasio y cloro), y entre unos límites muy estre- En el líquido extracelular, el principal sistema tampón es
chos: 45 a 35 nmol/L (pH: 7,35-7,45). Esto es necesario, ya el formado por el ion bicarbonato y su ácido conjugado (áci-
que los hidrogeniones (protones) son tan activos que peque- do carbónico). Es el más importante, por ser el más abun-

1851
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

dante y porque el ácido carbónico está en equilibrio con el son la combustión incompleta de hidratos de carbono y gra-
anhídrido carbónico, controlado por la función respiratoria, sas con la liberación de ácido láctico y cetoácidos, el metabo-
y el ion bicarbonato que está controlado por el riñón. La re- lismo de nucleoproteínas que producen ácido úrico y el meta-
lación entre el pH (- log [H+]) y los componentes de este sis- bolismo de compuestos de fósforo orgánico con liberación de
tema tampón se expresa por la ecuación de Henderson-Has- protones y fosfatos inorgánicos. En condiciones normales, la
selbalch: producción de ácidos no volátiles es de 1 mmol/kg/día. El ri-
ñón es el órgano encargado de eliminar estos hidrogeniones y
[HCO–3]
pH = pK + log mantener constante la concentración de bicarbonato en plas-
[H2CO3] ma. Los mecanismos que intervienen en este proceso son bási-
camente la reabsorción del bicarbonato filtrado y la regenera-
donde pK es la constante de disociación de ácido carbóni- ción de bicarbonato por cada hidrogenión eliminado.
co (H2CO3 ⇔ H+ + HCO–3) y tiene un valor de 6,1 a 37 °C; 1. En condiciones normales, todo el bicarbonato filtrado
[HCO–3] es la concentración de bicarbonato en plasma ex- por el glomérulo, algo más de 4.000 mmol/día, debe reabsor-
presado en mmol/L, y [H2CO3] es la concentración de ácido berse. El 85% del bicarbonato filtrado es reabsorbido junto
carbónico en plasma y que es igual a αpCO2 (en mmHg), con sodio en el túbulo contorneado proximal. Por cada ion
donde α es la constante de solubilidad del anhídrido carbó- bicarbonato que se recupera se secreta una hidrogenión que
nico y tiene un valor de 0,031 (CO2 + H2O ⇔ H2CO3). Por tan- es transportado en la luz tubular en forma de CO2 y agua, y
to, para el sistema tampón bicarbonato, el pH dependerá del de NH4+. El factor principal que regula esta reabsorción es el
cociente entre la concentración de bicarbonato y el CO2 di- mismo que regula la reabsorción proximal de sodio. Así, un
suelto, cociente que tiende a mantenerse constante y que en descenso del volumen circulante efectivo (hipovolemia) au-
condiciones normales, con una presión parcial de CO2 menta la reabsorción fraccional de bicarbonato, y viceversa,
(pCO2) de 40 mmHg y un bicarbonato de 24 mmol/L, es de en este segmento. La angiotensina II es un potente regulador
20/1. Así, el pH normal es: de la absorción proximal de bicarbonato. También influye la
pCO2 arterial. Un incremento en la pCO2 arterial aumenta
24111
pH = 6,1 + log = 6,1 + log 20 = 7,4 la reabsorción proximal de bicarbonato, mientras que un
0,03 × 40 descenso la disminuye. La hipopotasemia también incremen-
ta esta reabsorción, presumiblemente a través de un aumen-
De todas formas, el pH arterial proporciona una informa- to de la concentración intracelular de hidrogeniones.
ción cualitativa pero no cuantitativa del estado ácido-básico 2. La regeneración de bicarbonato ocurre de manera si-
de los líquidos corporales. Los protones difunden con mu- multánea a la excreción de hidrogeniones (ácidos no voláti-
cha rapidez a través de la membrana celular, y dos terceras les) y se efectúa sobre todo en los segmentos distales de la
partes de la sobrecarga de ácido o de base en un momento nefrona. En las células de los túbulos colector cortical y me-
dado difunden al espacio intracelular y son neutralizados dular, por cada hidrogenión que se forma y se secreta hacia
por los tampones intracelulares, los más importantes de los la orina, un ion bicarbonato se forma y se reabsorbe ha-
cuales son las proteínas, los fosfatos orgánicos y el carbonato cia los capilares peritubulares junto con sodio. En el interior
óseo. Este intercambio tiende a minimizar las variaciones de estas células, el hidrogenión y el ion bicarbonato se for-
en el pH extracelular. El pH intracelular es de alrededor man a partir del CO2 y agua por mediación de la anhidrasa
de 7,0, aunque varía según la estirpe y la actividad de las cé- carbónica. Muy pocos hidrogeniones libres son excretados
lulas. La capacidad tampón total del organismo es de unos por la orina, incluso a pH 4,8 y requieren ser tamponados de
15 mmol/kg/día. inmediato. Una tercera parte de estos hidrogeniones secreta-
El aparato respiratorio controla los niveles de pCO2. La dos se combinan con tampones urinarios (provenientes de la
fuente más importante de producción endógena de ácidos filtración glomerular), principalmente fosfato disódico
volátiles proviene de la combustión de glucosa y ácidos gra- (Na2HPO4) para formar fosfato monosódico (NaH2PO4) (aci-
sos en CO2 y agua. El CO2 producido en los tejidos es trans- dez titulable). Dos terceras partes de los hidrogeniones secre-
portado por los hematíes donde, por la acción de la anhidra- tados se unen al amoníaco formado a partir de aminoácidos,
sa carbónica, se convierte en ácido carbónico. Los protones como la glutamina, en segmentos más proximales, para for-
así formados son tamponados por la hemoglobina (tampón mar el ion amonio que se excreta en forma de cloruro amó-
intracelular) con salida de ion bicarbonato e intercambio nico (amoniogénesis), neoformándose bicarbonato sódico.
con cloro. Cuando la sangre circula por los pulmones, entra Por tanto, la excreción de hidrogeniones y la regeneración
bicarbonato en el hematíe (con la consiguiente salida de distal de bicarbonato se acompaña de absorción de sodio.
cloro), que se combina con el protón para formar ácido car- Todos los factores que favorezcan la reabsorción de sodio en
bónico, que a su vez se disocia en CO2 y agua. Este CO2 di- este segmento distal aumentan la excreción ácida por la ori-
funde a través de la membrana del hematíe y el epitelio alveo- na. Así, la aldosterona promueve la reabsorción de sodio y la
lar. En circunstancias normales, la producción de CO2 tisular excreción de hidrogeniones y potasio en la zona cortical del
se mantiene constante y sus niveles en sangre dependen de túbulo colector. Independientemente, cualquier aumento de
la ventilación pulmonar. El control de la ventilación está me- la oferta de sodio en la parte distal de la nefrona en asocia-
diado por quimiorreceptores localizados en el centro respira- ción con aniones poco reabsorbibles favorece el paso de hi-
torio medular y en el seno carotídeo. Ambos son muy sensi- drogeniones hacia la luz tubular. La hipopotasemia y la aci-
bles a pequeños cambios en el pH del LCR y líquido arterial, dosis facilitan la amoniogénesis, del mismo modo que un
respectivamente. El aparato respiratorio, además de eliminar aumento de la pCO2 provoca neoformación de bicarbonato.
la producción endógena de CO2, utiliza la variación de la En resumen, en estas circunstancias, la capacidad renal de
pCO2 como un mecanismo de adaptación (respuesta) excretar hidrogeniones está aumentada al crearse una situa-
a cambios de concentración de hidrogeniones, inducidos ción favorable al paso de protones de la célula tubular a la
por alteraciones no respiratorias. Así, un aumento en la con- orina. El hipoaldosteronismo, la alcalosis y una oferta reduci-
centración de hidrogeniones (descenso del pH) produce un da de sodio en las porciones distales de la nefrona reducen
estímulo inmediato de los quimiorreceptores, con la consi- bastante la capacidad del riñón para excretar ácidos.
guiente hiperventilación y descenso de la pCO2 en forma pro-
porcional al descenso del tampón bicarbonato a fin de man-
tener constante el cociente HCO–3/pCO2, con lo que se
Valoración analítica del equilibrio ácido-básico
neutraliza el descenso del pH. Para la valoración completa del equilibrio ácido-básico
La principal fuente de ácidos no volátiles proviene del me- hace falta conocer cuatro datos: el pH (o la concentración
tabolismo proteico que produce ácido sulfúrico (metionina y de hidrogeniones en plasma [H+]), la concentración plasmá-
cisteína) y ácido clorhídrico (lisina y arginina). Otras fuentes tica de bicarbonato ([HCO–3]), la pCO2 y en ocasiones el hia-

1852
ALTERACIONES DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BÁSICO

TABLA 15.13. Equivalencia entre pH y concentración dichas alteraciones. Cuando las anormalidades del equilibrio
de iones hidrógeno ácido-básico se inician con cambios en la pCO2, los trastor-
nos serán respiratorios: acidosis respiratoria cuando es por
pH H+ (nmol/L) un aumento, y alcalosis respiratoria cuando es por un des-
7,70 20 censo de la pCO2. Por el contrario, si el trastorno inicial es un
7,60 25 aumento o una disminución de la cifra de bicarbonatos en
7,50 32 plasma, recibe el nombre de alcalosis o acidosis metabólica,
7,45 35 respectivamente. Debido a la existencia de los sistemas tam-
7,40 40 pón, cualquier alteración de uno de los componentes (p. ej.,
7,35 45
7,30 50
bicarbonato) determina una variación en el mismo sentido
7,25 56 del otro (pCO2) a fin de intentar mantener constante el co-
7,20 63 ciente HCO–3/pCO2, amortiguando la alteración primaria del
7,10 79 pH. Así, ante una acidosis metabólica el organismo se defien-
7 100 de con una alcalosis respiratoria (descenso de la pCO2) y vi-
6,90 126 ceversa, una alcalosis metabólica se acompaña de una aci-
dosis respiratoria secundaria. Los mismo ocurre con los
trastornos respiratorios (tabla 15.14). Con la excepción de la
alcalosis respiratoria crónica, estos mecanismos compensa-
to aniónico (anion gap). Es decir, medir los componentes dores no llegan a normalizar por completo la concentración
del sistema tampón bicarbonato-ácido carbónico. Es preferi- de hidrogeniones. Debido a que la respuesta ventilatoria es
ble efectuar estas determinaciones en sangre arterial o, si es inmediata pero la renal requiere unos días para ajustarse a la
venosa, extraerla sin torniquete, usar heparina como anticoa- excreción o retención de bicarbonato, los trastornos respira-
gulante por alterar apenas la composición ácido-básico, y rea- torios se clasifican en agudos o crónicos.
lizar las medidas inmediatamente, ya que incluso en condi- Además de estos cuatro trastornos simples del equilibrio
ciones anaerobias y con sangre enfriada el metabolismo ce- ácido-básico, existen trastornos mixtos en los que dos ano-
lular puede alterar el estado ácido-básico de la muestra. El malías primarias coexisten simultáneamente. Ello puede des-
bicarbonato en sangre arterial es 1-3 mmol/L inferior al veno- viar el pH a niveles peligrosos (p. ej., cuando coexisten una
so. La concentración de hidrogeniones (pH) y la pCO2 se de- acidosis metabólica y una acidosis respiratoria) o bien pre-
termina directamente por técnicas electroquímicas estándar. sentarse con unos valores de pH, pCO2 y [HCO–3] normales
El tercer parámetro puede ser calculado con facilidad. Cada (cuando coexisten una acidosis metabólica y una alcalosis
vez es mayor la tendencia de los laboratorios a expresar de metabólica) como puede ocurrir en la uremia que desarrolla
forma directa la concentración de hidrogeniones en nmol/L, una alcalosis metabólica por vómitos. Estos trastornos mixtos
con lo que el equilibrio ácido-básico se expresa en la ecua- son en ocasiones difíciles de diagnosticar, pero es imprescin-
ción de Henderson: dible hacerlo para un correcto tratamiento. Una valoración
del hiato aniónico puede resultar muy útil, especialmente en
pCO2 (mmHg)0
[H+] (nmol/L) = 24 el caso de una acidosis metabólica.
[HCO–3] (mmol/L)

Esta fórmula es útil para detectar posibles errores en los re-


Hiato aniónico
sultados de laboratorio, puesto que, de ser exactos, los tres Partiendo de que la cantidad de aniones en el organismo
valores remitidos deben satisfacer la ecuación. La equivalen- iguala la cantidad de cationes y que todos no son fácilmente
cia entre pH y concentración de hidrogeniones se muestra medibles, se define como hiato aniónico o intervalo anióni-
en la tabla 15.13. El contenido plasmático de CO2 total es un co (anion gap):
valor que se mide independientemente como la cantidad de
Hiato aniónico = [Na+] – ([Cl–] + [HCO–3])
CO2 liberado al acidificar la muestra, y es igual a la suma
de bicarbonato (que constituye el 95% del CO2 total), el CO2 El valor normal es de 12 mmol/L (oscila entre 8 y 16). El
disuelto (igual a la pCO2 en mmHg × 0,031) y el CO2 unido a mismo concepto puede expresarse como (Na+ + cationes in-
proteínas. Lo normal es que el CO2 total no exceda en más determinados) = (Cl– + HCO–3 + aniones indeterminados), lo
de 1-2 mmol/L al bicarbonato. Las demás determinaciones que es igual a hiato aniónico = cationes indeterminados -
que se dan en ocasiones en un análisis del equilibrio ácido- aniones indeterminados.
básico como el bicarbonato estándar, el exceso de base, Entre los aniones indeterminados cabe citar la albúmina y,
etc., se calculan de manera indirecta titulando la sangre total de menor importancia, las proteínas alfa y beta; 1 g/dL de
in vitro y no añaden ningún dato útil para el diagnóstico, por proteínas con carga negativa equivale aproximadamente a
lo que las consideramos confusas e innecesarias. 1,7-2,4 mmol/L. Otros aniones indeterminados serán el fosfa-
to, el sulfato, el lactato y otros aniones orgánicos (cetoáci-
dos). Entre los cationes indeterminados se incluyen las gam-
Anomalías del equilibrio ácido-básico maglobulinas, el calcio, el magnesio y, por conveniencia, el
Los términos acidemia y alcalemia significan aumento y potasio.
disminución, respectivamente, de la concentración plasmáti- El hiato aniónico disminuido puede observarse cuando
ca de hidrogeniones, mientras que los términos de acidosis o aumentan los cationes (no sodio): potasio, calcio, magnesio,
alcalosis definen los procesos fisiopatológicos que originan litio, gammaglobulinas (mieloma múltiple), o descienden los

TABLA 15.14. Respuesta fisiológica en los diferentes tipos de alteraciones del equilibrio ácido-básico
Trastorno Respuesta Relación con el Tiempo de máxima
Alteración Efecto
primario secundaria trastorno primario* compensación
Acidosis metabólica ↓ [HCO–3] ↓ pH (↑ [H+]) ↓ pCO2 n pCO2 = 1-1,5 × n [HCO–3] 6-12 h
Alcalosis metabólica ↑ [HCO–3] ↑ pH (↓ [H+]) ↑ pCO2 n pCO2 = 0,5-1 × n [HCO–3] 6-12 h
Acidosis respiratoria ↑ pCO2 ↓ pH (↑ [H+]) ↑ [HCO–3] n [HCO–3] = 0,3-0,4 × n pCO2** 3-5 días
Alcalosis respiratoria ↓ pCO2 ↑ pH (↓ [H+]) ↓ [HCO–3] n [HCO–3] = 0,4-0,5 × n pCO2** 3-5 días
* Estas relaciones matemáticas son valores medios, fruto de observaciones empíricas. pCO2 en mmHg; (HCO–3) en mmol/L.
** En los trastornos respiratorios agudos n [H+] = 0,75 × n pCO2.

1853
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

aniones como en el caso de una hipoalbuminemia. Por el TABLA 15.15. Causas de acidosis metabólica
contrario, un aumento del hiato aniónico se observa en caso
Hiato aniónico aumentado (normoclorémica)
de hipopotasemia, hipocalcemia o hipomagnesemia, o por Aumento de la producción de ácidos (orgánicos)
incrementos de aniones (no cloro ni bicarbonato). Esto últi- Cetoacidosis
mo ocurre en: a) acidosis metabólica por ácido láctico, ceto- Diabética*
ácidos, insuficiencia renal o por tóxicos (salicilatos, etilen- Alcohólica*
glicol, metanol o paraldehído); b) administración de sales Por ayuno prolongado
sódicas de ácidos orgánicos: lactato sódico, acetato sódico Acidosis láctica (tabla 15.16)
(diálisis) y citrato sódico (transfusiones sanguíneas); c) car- Intoxicaciones
benicilina sódica a grandes dosis, y d) alcalemia de cual- Salicilatos*
Metanol*
quier etiología, aunque por lo general no lo aumenta más de Etilenglicol*
2-3 mmol/L. Paraldehído
Disminución en la excreción de ácidos (inorgánicos)
Insuficiencia renal aguda
Acidosis metabólica Insuficiencia renal crónica

Fisiopatología. La acidosis metabólica se caracteriza por un Hiato aniónico normal (hiperclorémica)


descenso del pH (aumento de [H+]), de la concentración Pérdidas digestivas de bicarbonato
Diarrea
plasmática de bicarbonato (trastorno primario) y de la pCO2 Drenajes del intestino delgado (fístula pancreática)
(trastorno secundario). El descenso de la pCO2 corresponde Ureterosigmoidostomía
a un estímulo del centro respiratorio debido a la acidemia. Si Causas de origen renal
la acidosis metabólica no está complicada, la caída de la Túbulo proximal (pérdida de bicarbonato)
pCO2 (en mmHg) equivale a 1-1,5 veces el descenso del bi- Acidosis tubular proximal (tipo II)
carbonato en mmol/L (tabla 15.14). Inhibidores de la anhidrasa carbónica
Los sensores predominantes en este estímulo son los qui- Nefrona distal (falta de regeneración de bicarbonato)
miorreceptores centrales. La barrera hematoencéfalica es Acidosis tubular distal (tipo I)
Hipoaldosteronismos
permeable al CO2, pero en la acidosis metabólica el pH arte- Diuréticos: triamtereno, espironolactona, etc.
rial y la concentración de bicarbonato descienden más rá- Administración de ácidos
pidamente que el pH en el LCR, por lo que en la acidosis Cloruro amónico, cálcico, etc.
metabólica aguda deben transcurrir 6-12 h para obtener Clorhidratos de arginina, de lisina, etc.
la máxima compensación respiratoria. Si la disminución Hiperalimentación
de la pCO2 fuera inferior, y por tanto hubiera unos niveles de *Puede asociarse a acidosis láctica.
pCO2 superiores a los esperados, existiría acidosis res-
piratoria concomitante, como puede ocurrir en un paciente
afecto de edema pulmonar grave que desarrolla una acido-
sis metabólica (láctica por hipoxemia) y respiratoria a la vez. una acidosis láctica. En este caso, el diagnóstico se sospe-
Si la pCO2 es inferior a la calculada habrá una acidosis meta- chará ante un aumento del hiato aniónico (y descenso del
bólica asociada a una alcalosis respiratoria, como puede bicarbonato) más exagerado que la positividad en la reac-
ocurrir en la intoxicación por salicilatos, en una enferme- ción del nitroprusiato en suero. De cualquier forma, esta dis-
dad hepática grave o en una sepsis por gramnegativos. Rara crepancia puede ser por el ácido láctico o por el ácido be-
vez el descenso de la pCO2, secundario a una acidosis me- tahidroxibutírico. La cetoacidosis alcohólica suele ocurrir en
tabólica, se sitúa por debajo de 15 mmHg. Si la función alcohólicos crónicos con una historia reciente de elevada in-
renal está conservada, el riñón empieza a aumentar la excre- gesta de alcohol, escasa ingesta alimentaria y vómitos recu-
ción de ácidos; al inicio aumenta la titulación de fosfato rrentes. Aquí predomina el aumento de ácido betahidroxibu-
urinario y a los pocos días la producción de amonio, que lle- tírico, con lo que la reacción del nitroprusiato es negativa.
ga a ser el mecanismo cuantitativamente más importante Puede coexistir con hipoglucemia, aunque también con glu-
para la excreción neta de ácido, la cual puede aumentar de cemias ligeramente elevadas. Se trata de un diagnóstico por
5 a 10 veces. exclusión. El cuadro se acompaña con frecuencia de alcalo-
sis metabólica por vómitos repetidos y de alcalosis respirato-
Patogenia. La acidosis metabólica se produce por dos me- ria, debido al síndrome de abstinencia o a una neumonía
canismos básicos: acumulación de ácidos no volátiles (au- por aspiración. Además, suele haber signos de deshidrata-
mento de producción o falta de excreción) o pérdida de bi- ción. El ayuno prolongado puede acompañarse también de
carbonato del líquido extracelular. Las causas que la cetoacidosis débil por aumento del metabolismo de las gra-
provocan se exponen en la tabla 15.15, y pueden clasificarse sas: la lipólisis acelerada produce acumulación de betahidro-
en dos grandes grupos: aquellas con un hiato aniónico au- xibutírico.
mentado, que se debe a la acumulación de un ácido cuyo La acidosis láctica se produce por acumulación de ácido
anión no es el cloro, con lo que disminuye el ion bicarbona- láctico en sangre como resultado de un aumento de su sínte-
to con normocloremia, y aquellas otras con hiato aniónico sis, defecto de su metabolismo o ambos, debido a una altera-
normal en que el descenso del ion bicarbonato es igual al ción en la respiración celular (metabolismo oxidativo). El
aumento del ion cloro. Ello implica una función renal con- lactato se produce y se elimina mediante una única reacción
servada y que no haya una sobreproducción de ácidos orgá- a través del piruvato. Esta reacción (piruvato + NADH + H+ ⇔
nicos. lactato + NAD+) está en equilibrio y es catalizada por la enzi-
Acidosis metabólica con hiato aniónico aumentado (normo- ma láctico-deshidrogenasa (LDH) presente en el citoplasma
clorémica). La causa más frecuente de acidosis metabólica de la mayoría de las células. El ácido láctico es un producto
aguda es una producción aumentada de ácidos no volátiles. final del metabolismo de la glucosa y su única vía de degra-
La cetoacidosis diabética suele producirse en diabéticos insu- dación es su oxidación otra vez a ácido pirúvico. En condi-
linodependientes mal controlados. La falta de insulina y una ciones anaerobias (estados hipóxicos) se acumula piruvato
combustión inadecuada de los hidratos de carbono produ- en el citoplasma por una producción aumentada y una utili-
cen una acumulación de ácidos acético y betahidroxibutíri- zación disminuida, puesto que, al estar las funciones mito-
co. La existencia de estos metabolitos en suero y orina se condriales alteradas, se estimula por un lado la glucólisis
confirma con una reacción al nitroprusiato (Acetest ®, Ketos- como principal fuente de energía y, por otro, se inhibe la pi-
tix ®) positiva, que, por cierto, no detecta el más abundante ruvato-deshidrogenasa dificultando el metabolismo del piru-
de ellos, el ácido betahidroxibutírico. En ocasiones coexiste vato (fig. 15.9). La consecuencia es una producción exagera-

1854
ALTERACIONES DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BÁSICO

TABLA 15.16. Causas de acidosis láctica


Glucosa Aumento en la demanda de oxígeno (transitoria)
Ejercicio exagerado
Convulsiones generalizadas

Hipoxia tisular
NAD+ Hipoperfusión tisular
Gluconeogénesis Shock
NADH+ Insuficiencia aguda del ventrículo izquierdo
Piruvato Lactato Disminución del gasto cardíaco
LDH Hipoxemia arterial
Citoplasma Asfixia
Hipoxemia (pO2 < 35 mmHg)
Piruvato- Piruvato-
deshidrogenasa Intoxicaciones por monóxido de carbono
carboxilasa
Anemia intensa

Acetil-CoA Mitocondria Medicamentos y otras sustancias


Alcohol
Ciclo Ácidos grasos Biguanidas (fenformina, metformina, buformina)
Oxaloacetato ATC Citrato
Intoxicaciones por: metanol, etilenglicol, salicilatos, isoniazida,
estreptozotocina, cianida, nitroprusiato, papaverina,
paracetamol, ácido nalidíxico y otros
Fructosa, sorbitol
Fig. 15.9. Metabolismo del ácido láctico. El ácido láctico es un pro- Adrenalina, noradrenalina
ducto final del metabolismo de la glucosa y su única vía de degrada- Zidovudina (AZT)
ción es su oxidación otra vez a pirúvico. La concentración citoplasmá-
tica de lactato está en relación con la concentración de piruvato, que Ciertas enfermedades
aumenta en caso de glucólisis anaerobia. Para su catabolismo, el áci- Diabetes mellitus
do pirúvico requiere penetrar en la mitocondria, la cual es impermea- Insuficiencia hepática
ble al lactato, y seguir (en condiciones aerobias) dos vías oxidativas: Sepsis
a) por la acción de la piruvato-deshidrogenasa se transforma en acetil- Neoplasias (leucemia)
coenzima A, que a su vez puede, a través del ciclo del ácido tricarbo- Insuficiencia renal
xílico, transformarse en CO2 y H2O, o bien ser utilizado para la síntesis Ferropenia
de grasas, y b) por la acción de la piruvato-carboxilasa formar oxaloa- Pancreatitis
cetato y derivar hacia la gluconeogénesis. ATC: ciclo del ácido tricar- SIDA
boxílico; LDH: láctico-deshidrogenasa.
Acidosis láctica idiopática (espontánea)
Acidosis láctica congénita
Deficiencia de glucosa-6-fosfatasa (enfermedad de Von Gierke)
da de ácido láctico, con un descenso del pH intracelular. A Deficiencia de fructosa-bifosfatasa
su vez, la acidosis sistémica inhibe la glucólisis y, por tanto, Deficiencia de piruvato-carboxilasa
la síntesis de lactato (mecanismo de retroalimentación). Por Deficiencia de piruvato-deshidrogenasa
el contrario, la alcalosis estimula la generación de ácido lác-
tico.
En condiciones normales, el lactato se produce en los he-
matíes, en la piel, en el cerebro, en el músculo esquelético, hólica o hepatopatía grave) con el consiguiente efecto esti-
etc., pasa a la circulación y es metabolizado en el riñón y el mulante de la glucólisis e inhibidor de la oxidación de ácido
hígado. La cantidad de lactato producido diariamente es de pirúvico. Aunque el hígado es el principal órgano metaboli-
unos 15 a 25 mmol/kg/día y, a pesar de producirse unos zador del lactato, sólo aparece acidosis láctica en la necrosis
1.400 mmol/día, los niveles plasmáticos se mantienen entre hepática aguda. En insuficiencias hepáticas menos graves, la
0,5 y 1,5 mmol/L. La cantidad de piruvato es 10 veces inferior lactoacidosis suele ser debida a alcalosis respiratoria, a tras-
(0,1 mmol/L), siendo la relación lactato/piruvato de 10:1. Los tornos circulatorios o a sepsis asociadas. Se ha descrito aci-
niveles de lactato iguales o superiores a 5 mmol/L definen la dosis láctica asociada a tumores sólidos, a leucemias y al
acidosis láctica, cuyo pronóstico empeora a medida que au- SIDA. La acidosis láctica también puede aparecer como
mentan dichos niveles. Lactacidemias entre 2 y 4 mmol/L tie- complicación de una diabetes mellitus: la insulina estimula
nen significación dudosa. En la tabla 15.16 se enumeran las la actividad de la piruvato-deshidrogenasa e inhibe la gluco-
causas de acidosis láctica, las cuales pueden reagruparse en neogénesis, por lo que la deficiencia de insulina del diabéti-
dos grandes grupos: con hipoxia tisular y sin ella. La causa co provoca un aumento de la síntesis de ácido pirúvico. La
más frecuente de acidosis láctica por hipoxia tisular son los vasculopatía periférica y la insuficiencia cardíaca son facto-
estados de shock, cuya mortalidad es elevada cuando apare- res coadyuvantes en la lactoacidosis del diabético al com-
ce esta complicación. La coexistencia de anemia favorece la prometer la perfusión tisular. La alimentación parenteral con
aparición de lactoacidosis por hipoperfusión. Con frecuen- fructosa puede desencadenar también una acidosis láctica.
cia, la acidemia deprime la contractilidad miocárdica y la La lactoacidosis inducida por fármacos se cree debida a una
respuesta inotrópica a las catecolaminas, con la que dismi- defectuosa utilización del oxígeno tisular: las biguanidas, la
nuye el gasto cardíaco, estableciéndose un círculo vicioso isoniazida, el nitroprusiato, los salicilatos y otros, son ejem-
que agrava aún más la perfusión tisular. El segundo gran gru- plos de este mecanismo. En el caso de los salicilatos existe el
po de acidosis láctica se produce sin hipoxia tisular. La inges- factor agravante inicial de estímulo del centro respiratorio
ta de etanol provoca normalmente ligeros aumentos del áci- (alcalosis respiratoria) que favorece la aparición de acidosis
do láctico en sangre que no acostumbran a superar los 2 láctica. Hay también una forma espontánea de etiología des-
mmol/L. Ello se debe a la inhibición de la gluconeogénesis a conocida que aparece en enfermos deteriorados y que casi
partir del piruvato que produce el etanol. No obstante, la co- siempre es de evolución fatal.
existencia en estos pacientes de insuficiencia hepática (que Las intoxicaciones de sustancias que una vez metaboliza-
disminuye aún más la metabolización de lactato) o de deshi- das se transforman en ácidos foráneos al organismo provoca-
dratación (vómitos repetidos, hemorragia gastrointestinal, rán también acidosis metabólica con hiato aniónico aumen-
pancreatitis) puede provocar una lactoacidosis intensa. Otro tado: los salicilatos, el metanol y el etilenglicol, además de
factor que puede también aumentar la lactoacidemia es la ácido láctico, determinan aumentos, entre otros, de ácido sa-
aparición de una alcalosis respiratoria (por abstinencia alco- licílico, fórmico, glucólico y oxálico, respectivamente. No se

1855
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

han identificado los ácidos acumulados en la intoxicación descender la bicarbonatemia a 15 mmol/L. Con frecuencia
por paraldehído. se asocia a pérdidas exageradas de potasio (hipopotasemia)
La insuficiencia renal, tanto aguda como crónica, constitu- y de calcio (nefrocalcinosis, litiasis, osteomalacia). La acido-
ye la causa más frecuente de acidosis metabólica crónica y sis tubular renal tipo IV se caracteriza por acidosis metabóli-
se debe sobre todo a una acumulación por falta de excre- ca e hiperpotasemia desproporcionadas al grado de insufi-
ción de sulfatos y fosfatos. El hiato aniónico no suele aumen- ciencia renal. Suele aparecer en pacientes de edad avanzada
tar hasta que el filtrado glomerular desciende por debajo de con insuficiencia renal moderada por nefropatías intersticia-
20 mL/min o la creatinina sérica supera los 4 mg/dL (354 les, diabetes, nefroangiosclerosis, etc. En ocasiones se detec-
µmol/L). Con creatininas entre 2 y 4 mg/dL (177-354 µmol/L) ta un hipoaldosteronismo hiporreninémico, que responde a
hay ligeros aumentos de la concentración sérica de cloro dosis elevadas de 9-α-fluorhidrocortisona. La hiperpotasemia
(unos 5 mmol/L) con descensos paralelos (unos 6 mmol/L) inhibe la amoniogénesis, por lo que el mineralcorticoide, al
del bicarbonato; es decir, hay una débil acidosis metabólica aumentar la excreción de potasio y corregir la hiperpotase-
hiperclorémica. En la insuficiencia renal crónica, el defecto mia, aumenta la excreción de hidrogeniones y corrige la aci-
principal es el descenso en la capacidad de excretar amonio, dosis. Otros pacientes con este síndrome tienen niveles nor-
a pesar de haber un aumento adaptativo en su producción males o incluso elevados de aldosterona en plasma. Aquí, el
renal en las nefronas restantes. Algunos pacientes pueden defecto primario sería un trastorno tubular de la excreción
perder pequeñas cantidades de bicarbonato cuando sus ni- de potasio e hidrogeniones. Los diuréticos distales (espirono-
veles plasmáticos son iguales o superiores a 18 mmol/L. Nor- lactona, triamtereno, amilorida) disminuyen la reabsorción
malmente, la acidificación de la orina y la formación de aci- distal del sodio y la secreción de hidrogeniones y potasio,
dez titulable es normal (teoría de la nefrona indemne). La dando lugar a una acidosis metabólica hiperclorémica e hi-
bicarbonatemia va descendiendo progresivamente aunque perpotasémica.
suele mantenerse por encima de 15 mmol/L, y sólo raras La administración de sustancias ácidas es causa de acido-
veces, en estadios muy avanzados, desciende por debajo de sis metabólica hiperclorémica. Esto ocurre al administrar tan-
10 mmol/L. Ello se debe, por un lado, a la estimulación de la to cloruro amónico como clorhidrato de arginina, lisina, etc.,
excreción de ácidos en las nefronas indemnes, producida que al metabolizarse forman ácido clorhídrico. En la alimen-
por la propia acidosis y, por otro, a que, al ser un acidosis tación parenteral con exceso de aminoácidos catiónicos (ar-
metabólica de lenta instauración, actúan los tampones intra- ginina, lisina e histidina) también puede provocarse una aci-
celulares del hueso (carbonato y fosfato), factor que contri- dosis metabólica.
buye a la osteopenia de la insuficiencia renal crónica. Cuan-
do ésta es aguda, la disfunción es generalizada en todas las Cuadro clínico y diagnóstico. La expresividad clínica de la
nefronas y sin capacidad de adaptación. La cifra de bicarbo- acidosis metabólica es más bien escasa y el diagnóstico se
nato en plasma desciende 0,5-1 mmol/L/día. Los descensos basa en el sustrato clínico causante de la acidosis y en estu-
más rápidos o a niveles inferiores a 16 mmol/L indican la co- dios apropiados de laboratorio. La acidosis metabólica pro-
existencia de otro factor causante de la acidosis metabólica duce alteraciones en la respiración, la contractilidad miocár-
(sepsis, hipoxia, necrosis tisular masiva, etc.). dica y el SNC, tanto más profundas cuanto más intenso y
Acidosis metabólica con hiato aniónico normal (hipercloré- agudo es el trastorno del equilibrio ácido-básico. En la acido-
mica). Las pérdidas de bicarbonato por el tubo digestivo (dia- sis metabólica aguda se produce hiperventilación que puede
rreas, malabsorción, drenaje de flujos pancreáticos o bilia- ser muy intensa (respiración de Kussmaul) cuando se asocia
res) causan acidosis metabólica hiperclorémica, debido a a descensos bruscos del pH. Si es muy acusada se añade sin-
que el riñón sano reabsorbe cloro para compensar tanto el tomatología inespecífica de debilidad muscular, anorexia,
volumen como la composición de estos líquidos ricos en ion vómitos, deterioro del estado mental, cefalea, confusión, es-
bicarbonato. Por el líquido fecal también se pierde potasio, tupor y coma. Hay un descenso de la contractilidad miocár-
por lo que se asocian con frecuencia a hipopotasemia. Las dica (insuficiencia cardíaca) en parte compensada por una
derivaciones de los uréteres al colon (ureterosigmoidosto- mayor liberación de catecolaminas producida por la propia
mía), actualmente en desuso, provocan acidosis metabólica acidosis, tendencia a la hipotensión (vasodilatación) y taqui-
debido a que el epitelio intestinal secreta bicarbonato en in- cardia. La acidosis predispone al desarrollo de edema pul-
tercambio con el cloro proveniente de la orina. Con frecuen- monar con mínima sobrecarga hidrosalina debida a un des-
cia existe uropatía obstructiva y/o pielonefritis crónica como censo en la capacitancia del lecho vascular pulmonar. La
un problema adicional. La excepción es la diarrea congénita acidosis aguda desplaza la curva de disociación de la oxihe-
perdedora de cloro que ocasiona alcalosis metabólica. moglobina hacia la derecha, con lo que se permite la oxige-
Las alteraciones del túbulo renal ocasionan acidosis meta- nación de tejidos pobremente perfundidos. En la acidosis
bólica por dos mecanismos básicos según la alteración sea metabólica crónica puede no observarse ningún síntoma. La
proximal o distal: hiperventilación es difícil de detectar clínicamente y sólo
1. En el túbulo proximal se reabsorbe el 85% del bicarbo- cuando hay cansancio, anorexia y demás sintomatología de
nato filtrado. La alteración de este segmento producirá una la enfermedad causante se pone clínicamente de manifiesto.
acidosis metabólica por pérdida urinaria de bicarbonato. Aquí, la oxigenación tisular está disminuida por un descenso
Esto se pondrá de manifiesto con niveles plasmáticos norma- en los niveles de 2,3-difosfoglicerato que desplaza la curva
les; no obstante, una vez establecida la acidosis, es posible de disociación de oxihemoglobina hacia la izquierda.
que la cantidad filtrada no supere la capacidad de reabsor- Los datos de laboratorio característicos son el descenso de
ción proximal y, dado que el túbulo distal está indemne, es la bicarbonatemia y del pH, junto con un descenso compen-
muy posible observar pH urinarios inferiores a 5,3. Con fre- sador de la pCO2. A menudo se observa hiperpotasemia por
cuecia, este trastorno se asocia a otras alteraciones de la fun- salida de potasio intracelular (en intercambio con hidroge-
ción del túbulo proximal (síndrome de Fanconi). En el adul- niones), y ello puede enmascarar enfermedades que cursan
to, la causa más frecuente es el mieloma con proteinuria de con acidosis y reducción de potasio, ya sea por pérdidas
Bence-Jones. Una forma yatrógena de acidosis tubular proxi- digestivas (diarrea) o renales (acidosis tubular renal, ceto-
mal es la administración de inhibidores de la anhidrasa car- acidosis diabética, etc.). Otras veces, la acidosis agrava
bónica. También se observa acidosis hiperclorémica en pa- una hiperpotasemia ya existente, como ocurre en la insufi-
cientes con hiperparatiroidismo primario. ciencia renal tanto aguda como crónica. Por cada 0,1 U de
2. En la nefrona distal se regenera el bicarbonato a la vez descenso del pH hay un incremento de la potasemia prome-
que se secretan hidrogeniones para formar amonio y acidez dio de 0,6 mmol/L. Estos incrementos son elevados cuando
titulable. En la acidosis tubular distal, el pH urinario está ele- la acidosis metabólica es causada por acumulación de áci-
vado y el riñón es incapaz de descender el pH por debajo de dos inorgánicos y mucho más bajos cuando es por ácidos or-
5,3, tras una sobrecarga de cloruro amónico suficiente para gánicos.

1856
ALTERACIONES DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BÁSICO

La acumulación de lactato constituye una forma particular En la cetoacedosis diabética, la administración de insulina
de acidosis metabólica, y aunque normalmente se acompa- provoca un incremento en la utilización de glucosa y, conse-
ña de hipobicarbonatemia, éste no siempre es el caso, debi- cuentemente, una oxidación completa de cetoácidos, por lo
do a que puede aparecer en situaciones con un aumento que raras veces requiere tratamiento alcalino. En ciertos pa-
previo de la cifra de bicarbonato plasmático. El diagnóstico cientes diabéticos, la hiperventilación está controlada por
se sospecha ante un aumento del hiato aniónico como único los quimiorreceptores carotídeos más que por los centrales
dato de laboratorio, y debe confirmarse con la determina- (alteración del SNC). La administración de bicarbonato pro-
ción plasmática del lactato. En la acidosis láctica coexiste voca una rápida corrección del pH arterial y de la pCO2, que
con frecuencia un proceso que hace difícil valorar la com- se equilibra rápidamente a través de la barrera hematoence-
pensación respiratoria: hipoxemia, hipotensión, enfermedad fálica. En el LCR hay una caída del pH que puede ser letal
pulmonar, insuficiencia hepática, etc. Además, en la acumu- para el paciente al normalizarse la pCO2 y mantenerse bajos
lación de ácidos orgánicos como el lactato hay poco inter- los niveles de bicarbonato. Por tanto, sólo está indicado tra-
cambio de potasio intracelular con escasa tendencia a la tamiento con bicarbonato en la cetoacidosis diabética cuan-
hiperpotasemia, a no ser que coexista hipercatabolia, insufi- do el pH arterial está por debajo de 7,1 (o bicarbonato en
ciencia renal, etc. La acidosis láctica se acompaña también plasma inferior a 6-8 mmol/L) y hay afectación de la contrac-
de hiperfosforemia e hiperuricemia, por salida de fósforo in- tilidad miocárdica. En el tratamiento de la cetoacidosis alco-
tracelular y déficit de excreción renal, respectivamente. hólica, generalmente, es suficiente la administración de solu-
Debido a que una acidosis metabólica aparece a menudo ciones salinas (deshidratación asociada) y glucosa. En las
en circunstancias clínicas complejas, no es de extrañar que se intoxicaciones con salicilatos, metanol, etilenglicol, etc., ade-
acompañe de otros trastornos del equilibrio ácido-básico. Es- más de tratamiento alcalinizante se requiere extraer el tóxico
tos trastornos mixtos se detectan mediante un cuidadoso estu- mediante diálisis. Lo mismo ocurre en la insuficiencia renal
dio del equilibrio ácido-básico y de los electrólitos séricos. Ya aguda de cualquier etiología, en la que el tratamiento dialíti-
se ha explicado de que modo la desproporción en la compen- co mantiene el bicarbonato en plasma normal.
sación respiratoria (tabla 15.14) facilita el diagnóstico de alca- En la insuficiencia renal crónica, una acidosis débil o mo-
losis o acidosis respiratoria sobreañadida. La coexistencia de derada no requiere tratamiento alcalino. Cuando la bicarbo-
acidosis y alcalosis metabólicas puede diagnosticarse cuando natemia es inferior a 15 mmol/L, es razonable tratar con bi-
el incremento del hiato aniónico es mayor que el decremento carbonato o citrato sódico por vía oral. La dosis inicial de 3 g
del bicarbonato plasmático. Ello ocurre, por ejemplo, ante un se va aumentando hasta que la cifra de bicarbonato plasmá-
paciente con alcoholismo crónico que es evaluado después tico alcanza los 18-20 mmol/L. Con ello puede aliviarse la sin-
de varios días de vómitos intensos y frecuentes. tomatología de fatiga, anorexia y malestar general. La admi-
nistración excesiva de sustancias alcalinas fácilmente puede
Tratamiento. El tratamiento de la acidosis metabólica con- desencadenar tetania en un enfermo que presenta hipocal-
siste en tratar la enfermedad causal, cuando sea posible, y cemia por su osteodistrofia renal o bien puede agravar los
administrar cantidades adecuadas de bicarbonato, cuando edemas y la hipertensión.
sea necesario. Si el bicarbonato plasmático es superior a Cuando la acidosis se debe a pérdidas digestivas (diarrea)
15 mmol/L y la causa de la acidosis puede ser tratada, la ad- de bicarbonato, al tratamiento alcalino debe asociarse repo-
ministración de bicarbonato no sería necesaria ya que el ri- sición de volumen y de potasio. Si las pérdidas de bicarbona-
ñón normal podría corregir el equilibrio ácido-básico en va- to son por el túbulo proximal (acidosis tubular proximal) el
rios días. Si la bicarbonatemia es inferior a 10 mmol/L, se tratamiento de la acidosis es complejo, ya que el bicarbona-
requiere la administración intravenosa de bicarbonato aun- to administrado es rápidamente excretado por la orina. Se
que la causa pueda ser tratada rápidamente. Como regla ge- pueden precisar hasta 10-20 mmol/kg/día de bicarbonato,
neral, en las primeras 12 h debería administrarse la mitad del dosis que ocasionan grandes pérdidas de potasio. El trata-
déficit de bicarbonato y evitar así las consecuencias de co- miento de la acidosis tubular distal es mucho más sencillo,
rregir rápidamente el equilibrio ácido-básico extracelular en ya que dosis moderadas de bicarbonato (1 mmol/kg/día) o
comparación con el del LCR. El volumen aparente de distri- de citratos son suficientes para corregir la acidosis y mejorar
bución del bicarbonato está entre el 40 y el 50% del peso cor- los trastornos del potasio y el calcio.
poral (aunque en acidosis muy intensas puede acercarse al En el tratamiento de una acidosis láctica, el objetivo prin-
100%). Así, el cálculo debería ser: el déficit de bicarbonato cipal es tratar la causa si es posible (p. ej., mejorar la oxige-
(en mmol/L) = déficit de concentración del bicarbonato en nación tisular). Medidas como asegurar la vía aérea, adminis-
plasma (24 mmol/L - bicarbonato actual) × 0,4 × peso corpo- trar oxígeno, restituir la volemia y el gasto cardíaco, son
ral (kg). Esto es sólo una orientación y debe ajustarse a las imprescindibles para el tratamiento. Deben evitarse vaso-
necesidades del paciente teniendo en cuenta las pérdidas de constrictores arteriales, ya que pueden empeorar la isquemia
bicarbonato o la generación de hidrogeniones durante el pe- tisular. Si el bicarbonato en plasma es inferior a 10 mmol/L
ríodo de tratamiento. Durante la administración intravenosa es necesaria su administración por vía intravenosa a dosis a
deben tenerse en cuenta una serie de complicaciones: a) so- menudo elevadas (hasta 600-800 mmol/día) debido a que la
brecarga de volumen y/o de sodio cuando se requieren gran- producción de ácido láctico puede mantenerse elevada des-
des cantidades de bicarbonato sódico, sobre todo en pacien- de el inicio de un tratamiento adecuado. En ocasiones, para
tes con función miocárdica precaria y/o insuficiencia renal; evitar la sobrecarga circulatoria ha de asociarse tratamiento
b) hipopotasemia como resultado del desplazamiento de con furosemida. En caso de insuficiencia renal o insuficien-
este ion del líquido extracelular al intracelular al corregir la cia cardíaca debe recurrirse a la diálisis con bicarbonato.
acidosis; c) alcalosis postratamiento, que puede ser por per- Este tratamiento está indicado en acidosis láctica por un
sistencia (durante varios días incluso) de una hiperventila- agente tóxico. En la acidosis láctica, igual que en las cetoaci-
ción (alcalosis respiratoria) al corregir rápidamente el pH del dosis, no deben utilizarse soluciones alcalinizantes que con-
líquido extracelular y más lentamente el del LCR (quimiorre- tengan lactato (solución de Ringer lactato). Se está investi-
ceptores centrales) o por exceso de bicarbonato (alcalosis gando la utilidad del dicloroacetato, estimulador de la
metabólica) al normalizar la cifra de bicarbonato por el trata- piruvato-deshidrogenasa, con prometedores resultados.
miento y añadirse el bicarbonato resultante del metabolismo
de ácidos orgánicos (acetoacetato, lactato, etc.) al tratarse la
causa de la acidosis; por ambos mecanismos pueden provo- Alcalosis metabólica
carse tetania, alteraciones del estado mental y convulsiones,
y d) la perfusión rápida de bicarbonato no diluido (o en for- Fisiopatología. La alcalosis metabólica se caracteriza por
ma de bolo) en catéteres intravenosos centrales puede pro- un aumento del pH (descenso del [H+]), de la concentración
ducir arritmias importantes e incluso mortales. plasmática de bicarbonato (trastorno primario) y de la pCO2

1857
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

(trastorno secundario). El incremento de la pCO2 se debe a TABLA 15.17. Causas de la alcalosis metabólica
que el descenso en la concentración de hidrogeniones depri-
Con reducción de volumen (déficit de cloro)
me el centro respiratorio. Este aumento (en mmHg) equivale Vómitos, aspiración gástrica
a 0,5-1 veces el incremento de bicarbonato (en mmol/L) (ta- Diuréticos (tiazidas, del asa)
bla 15.14). Esta hipoventilación compensadora estará limita- Alcalosis posthipercápnica
da por una posible hipoxemia arterial que casi nunca se pro- Clorodiarrea congénita
duce, por lo que la pCO2 raras veces sobrepasa los 50- Adenoma velloso del colon
55 mmHg. Otras causas: hipoparatiroidismo, hipomagnesemia,
La administración de bicarbonato en un individuo normal hiperaldosteronismos secundarios, etc.
provoca sólo una alcalosis metabólica transitoria, debido a
Hipermineralcorticismos
que el riñón normal excreta libremente el bicarbonato en ex- Síndrome de Cushing
ceso. Por tanto, para el desarrollo de una alcalosis metabóli- Hiperaldosteronismo primario
ca hace falta una causa inicial, que por lo general es la pérdi- Síndrome de Bartter
da exagerada de ácidos (hidrogeniones), y un factor de Otros mineralcorticismos: regaliz, ciertas pomadas, aerosol nasal,
mantenimiento que evita que se elimine el exceso de bicar- carbenoxolona, tabaco de mascar, síndrome de Liddle
bonato por la orina.
El álcali puede proceder de la administración exógena o Reducción intensa de potasio (potasemia < 2 mmol/L)
endógena de bicarbonato. La generación endógena es la
Por administración de álcalis
más frecuente y generalmente proviene de la pérdida de áci- Bicarbonato
do clorhídrico por el tubo digestivo o la eliminación renal de Síndrome leche-alcalinos
ácido, en forma de cloruro amónico o acidez titulable, en Aniones orgánicos
cantidad superior a la que ingresa en el organismo a través Lactato
de la dieta y el metabolismo. En cuanto al mantenimiento, Citrato (transfusiones)
existen tres mecanismos importantes. En primer lugar, la co- Acetato (diálisis)
existencia de una reducción de volumen perpetúa la alcalosis
porque en ésta una gran proporción de sodio plasmático va
unido al ion bicarbonato y la reabsorción de sodio filtrado
conduce a una reabsorción proximal del álcali. Por tanto, el hiperaldosteronismo secundario perpetuarán la alcalosis
toda alcalosis que se acompaña de reducción de volumen se hasta que se restablezca el balance hidrosalino. En pacientes
corregirá con la administración de cloruro sódico. De esta con hipercapnia crónica (acidosis respiratoria crónica), la
forma se disminuye la avidez por el sodio y, además, se pro- insuficiencia respiratoria se acompaña de un aumento com-
porciona cloro como anión alternativo en la reabsorción de pensador de la cifra de bicarbonato en plasma. Si mejora la
sodio. El resultado final es que puede excretarse el exceso respiración y desciende bruscamente la pCO2, habrá en plas-
de bicarbonato por la orina. El segundo mecanismo impor- ma un exceso de bicarbonato (alcalosis posthipercápnica) ya
tante de perpetuación de la alcalosis es el hipermineralcorti- que el riñón tardará unos días en excretarlo. Normalmente,
cismo. La aldosterona estimula la secreción de hidrogenio- esta alcalosis metabólica es transitoria, pero los pacientes
nes y potasio, y la reabsorción de sodio en el segmento con dieta hiposódica y diuréticos presentan con frecuencia
cortical del túbulo colector. Un exceso de actividad mineral- una disminución de volumen y de cloro, por lo que la alcalo-
corticoide inicia y mantiene una alcalosis metabólica, puesto sis posthipercápnica puede persistir indefinidamente a me-
que por cada hidrogenión secretado se regenera (y por tanto nos que se administre cloruro sódico o cloruro potásico. La
aumenta en plasma) un ion bicarbonato. Aquí no existe ni clorodiarrea congénita es una rara enfermedad hereditaria
reducción de volumen ni déficit de cloro y, por tanto, este asociada a un trastorno ileal de reabsorción de cloro en in-
tipo de alcalosis metabólica no responde a la administración tercambio con el bicarbonato. El intercambio catiónico de
de cloruro sódico. Un tercer mecanismo no del todo aclara- reabsorción de sodio y excreción de hidrogeniones está con-
do es el déficit de potasio. La alcalosis puede causar hipopo- servado. Así, se pierden por las heces cloro e hidrogeniones
tasemia por desplazamiento al espacio intracelular del ion y se retiene bicarbonato sódico. La alcalosis se mantiene por
potasio, a la vez que el déficit de este ion en las células de la la reducción de volumen y el hiperaldosteronismo secunda-
nefrona distal favorece la secreción tubular de hidrogenio- rio. El adenoma velloso puede cursar con alcalosis metabóli-
nes y, por tanto, la regeneración de bicarbonato. No obstan- ca por las exageradas pérdidas de Cl– y K+ que se producen
te, como mecanismo inicial sólo una hipopotasemia inferior por el colon.
o igual a 2 mmol/L puede ser causa de alcalosis metabólica, Los hipermineralcorticismos primarios producidos por la al-
de forma que los descensos inferiores se consideran como dosterona o sus análogos provocan una reabsorción exagera-
consecuencia de este trastorno. Con frecuencia, en la clínica da de sodio y secreción de potasio e hidrogeniones en la
confluyen a la vez varios de estos mecanismos. porción distal de la nefrona con la consiguiente generación
de bicarbonato. En el síndrome de Cushing y en el hiperal-
Patogenia. Las principales causas de alcalosis metabólica se dosteronismo primario, la alcalosis metabólica suele ser lige-
resumen en la tabla 15.17. Las más frecuentes son los vómi- ra o moderada. En cambio, es más acusada en la secreción
tos y los diuréticos. Los vómitos o el drenaje de jugo gástrico ectópica de ACTH (carcinoma broncógeno), a la que tam-
representan para el organismo un suplemento de bicarbona- bién se asocia una importante reducción de potasio. Estos
to equivalente a la cantidad de ácido perdida. Esto, en un estados se caracterizan por una expansión del volumen del
principio, determina un aumento de la excreción renal de bi- líquido extracelular. En el síndrome de Bartter, el mecanismo
carbonato sódico y potásico. Más tarde, cuando las pérdidas es múltiple y complejo: a la alteración de la reabsorción del
gástricas y urinarias superan a la cantidad ingerida, a menu- ion cloro en la porción ascendente del asa de Henle se aso-
do reducida por los vómitos, se produce una contracción del cia una importante reducción de potasio, un hiperaldostero-
volumen extracelular con la consiguiente reabsorción proxi- nismo secundario y, en ocasiones, pérdidas exageradas de
mal de bicarbonato y perpetuación de la alcalosis. Aunque sodio por la orina y disminución de volumen. La alcalosis
cesen los vómitos, la alcalosis persistirá hasta que se corrija metabólica es moderada. El síndrome de Liddle es un trastor-
el déficit de volumen y de cloro. Los diuréticos tiazídicos y no de etiología desconocida que cursa con alcalosis metabó-
los del asa, administrados a dosis elevadas o por vía intrave- lica, hipopotasemia, hipertensión y avidez exagerada por el
nosa y sobre todo en pacientes sometidos a restricción sódi- sodio en la parte más distal de la nefrona, que se corrige con
ca, pueden provocar una importante alcalosis metabólica la administración de triamtereno.
debido a una pérdida rápida de cloruro sódico por la orina Una hipopotasemia se asocia con frecuencia a una alcalo-
(“alcalosis por contracción”). La contracción de volumen y sis metabólica, pero no es causa de esta última si no hay una

1858
ALTERACIONES DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BÁSICO

intensa reducción de potasio (potasio sérico igual o inferior co, ácido clorhídrico diluido o sales de aminoácidos como
a 2 mmol/L). Sin embargo, un nivel disminuido de potasio la arginina y la lisina puede realizarse lentamente por vía in-
puede ayudar al mantenimiento de una alcalosis metabólica travenosa. Estas sales suelen estar preparadas en forma de
de otra etiología. compuestos de potasio, con el consiguiente riesgo de causar
Como ya se ha citado, la administración de álcalis difícil- hiperpotasemia. Además, igual que el cloruro amónico, es-
mente es causa de alcalosis metabólica, a no ser que haya tán contraindicadas en pacientes con insuficiencia hepática.
una función renal deteriorada. Este es el caso del síndrome
de leche alcalinos, en el que se desarrollan una nefropatía
hipercalcémica y una alcalosis como consecuencia de la in- Acidosis respiratoria
gestión excesiva de calcio y álcali absorbibles, y es la nefro-
patía la que limita la excreción de bicarbonato. Una acumu- Fisiopatología. La acidosis respiratoria se caracteriza por un
lación transitoria de bicarbonato también puede aparecer descenso del pH (aumento de [H+]) debido a una elevación
por un metabolismo retardado de ácidos orgánicos, como de la pCO2, y un aumento compensador de la cifra de bicar-
ocurre tras el tratamiento insulínico de una cetoacidosis dia- bonatos en plasma. La producción de CO2 por los tejidos es
bética, en la fase de recuperación de una acidosis láctica, muy elevada y su difusión a los hematíes y de éstos al alveo-
tras una eficiente hemodiálisis con acetato o después de lo es muy rápida, por lo cual la acumulación del CO2 es casi
transfusiones masivas en las que se administra al paciente siempre sinónimo de hipoventilación alveolar. En la acidosis
gran cantidad de citrato. respiratoria aguda casi todos los hidrogeniones generados
son amortiguados por los tampones intracelulares, ya que el
Cuadro clínico y diagnóstico. No hay síntoma alguno ni bicarbonato extracelular no puede tamponar el CO2. La ca-
signo clínico específico de alcalosis metabólica. En la alcalo- pacidad de tamponamiento intracelular es limitada, y en la
sis intensa pueden observarse alteraciones en el SNC: confu- acidosis respiratoria aguda (menos de 12-24 h) lo máximo
sión mental, estupor, predisposición a convulsiones e hipo- que se eleva la cifra de bicarbonato en plasma es 2-3
ventilación importante en pacientes con insuficiencia renal. mmol/L. Por cada 10 mmHg de incremento de la pCO2,
También pueden aparecer arritmias cardíacas, y en las for- la concentración sanguínea de bicarbonato aumenta en 1
mas agudas es bastante frecuente la asociación con tetania e mmol/L. Es decir, en la fase aguda se produce un descenso
irritabilidad neuromuscular por descenso del calcio iónico, brusco del pH sólo tamponado por la acumulación intracelu-
difícilmente observables en la alcalosis metabólica crónica. lar de hidrogeniones sin apenas aumentar la bicarbonate-
En las formas crónicas, dado que por lo general se acompa- mia. Si la hipercapnia se mantiene, en el plazo de unas horas
ñan de hipopotasemia, se observa con frecuencia debilidad empieza a producirse un estímulo de la reabsorción proxi-
muscular e hiporreflexia. mal de bicarbonato y de la secreción de hidrogeniones
Los datos de laboratorio característicos son el aumento de (amoniogénesis y acidez titulable), con el consiguiente au-
la concentración de bicarbonato en plasma y del pH, junto a mento de la cifra de bicarbonato en plasma. Este mecanismo
un aumento compensador de la pCO2. Con frecuencia hay compensador se completa en 3-5 días, según el incremento
hipopotasemia por intercambio transcelular (por cada 0,1 U de la pCO2. En la acidosis respiratoria crónica, el bicarbona-
de aumento del pH la potasemia desciende 0,5 mmol/L). to plasmático se eleva 3-4 mmol/L por cada 10 mmHg de in-
Ésta es más intensa cuando está causada por diuréticos. El cremento de la pCO2 (tabla 15.14) hasta niveles de 80
hallazgo inexplicable de una alcalosis metabólica hipopota- mmHg. El resultado final es la elevación de la concentración
sémica debe hacer sospechar un síndrome de secreción ec- sanguínea de bicarbonato. Una vez completada la compen-
tópica de ACTH. La determinación de la concentración de sación renal, los valores de amonio urinario y excreción neta
cloro en orina resulta muy útil para el diagnóstico de una al- de ácido se normalizan, lográndose una nueva situación es-
calosis metabólica. En las formas con reducción de volu- table que, aunque no logra normalizar el pH sanguíneo, re-
men, el cloro en orina es generalmente inferior a 10 mmol/L. duce la concentración de hidrogeniones a un 35-40% de la
Por el contrario, en los hipermineralcorticismos, en el síndro- que se observaba en la fase aguda. En estos estados cróni-
me de Bartter y en los pacientes en tratamiento actual con cos, la cantidad de CO2 eliminada por los pulmones iguala la
diuréticos, el cloro en orina suele ser superior a 20 mmol/L y producción tisular, sólo que a un nivel más elevado de pCO2.
son resistentes al tratamiento con cloruro sódico.
La alcalosis metabólica puede asociarse a acidosis o alca- Patogenia. Las causas de la acidosis respiratoria se indican
losis respiratoria, cuya presencia puede diagnosticarse obser- en la tabla 15.18. Una acidosis respiratoria aguda se produce
vando si el incremento de la pCO2 es superior (acidosis respi- por una depresión súbita del centro respiratorio (opiáceos,
ratoria asociada) o inferior (alcalosis respiratoria asociada) anestesia), por parálisis de los músculos respiratorios (hipo-
al esperado (tabla 15.14). potasemia) o alteración de la transmisión neuromuscular
(aminoglucósidos), por obstrucción aguda de las vías aéreas,
Tratamiento. En las formas que cursan con reducción del por traumatismo torácico que dificulta la ventilación y por
volumen (vómitos, diuréticos) la administración de cloruro paro cardiorrespiratorio. Las causas más frecuentes de acido-
sódico es suficiente para que el organismo elimine el exceso sis respiratoria crónica son la enfermedad pulmonar obstruc-
de bicarbonato por el riñón. De todas formas, si coexiste una tiva crónica (bronquitis crónica, enfisema), la cifoscoliosis
hipopotasemia es aconsejable añadir cloruro potásico, sobre intensa y una obesidad extrema (síndrome de Pickwick). Las
todo en la alcalosis inducida por diuréticos y en pacientes enfermedades tanto agudas como crónicas que interfieren
que toman digoxina. En las demás causas, la administración en el intercambio alveolar de gas (fibrosis pulmonar, edema
de cloruro potásico es la base del tratamiento. No deben ad- pulmonar, neumonía, etc.) normalmente causan hipocapnia
ministrarse sales orgánicas de potasio. En los hipermineral- más que hipercapnia debido a que la hipoxia asociada esti-
corticismos el tratamiento consiste en corregir el déficit de mula la ventilación y el CO2 es mucho más difusible que el
potasio, tratar la causa y restringir la sal de la dieta, a fin oxígeno. La hipercapnia ocurre cuando aparece fatiga mus-
de disminuir la absorción distal y por tanto su intercambio cular o en casos de grave enfermedad.
con potasio. En el síndrome de Bartter, los antiinflamatorios
no esteroides disminuyen en parte las pérdidas urinarias de Cuadro clínico y diagnóstico. Las manifestaciones clínicas
potasio. dependen del nivel de pCO2 y de la rapidez de instauración.
Muy raras veces, la alcalosis metabólica es tan intensa que La acidosis respiratoria aguda puede producir somnolencia,
requiere la administración de sustancias acidificantes. Esta- confusión y coma cuando los niveles de pCO2 superan los 70
rían indicadas en aquellos casos en los que la alcalosis meta- mmHg. Puede también observarse asterixis. Debido a las pro-
bólica condicionara una hipoventilación significativa (pCO2 piedades vasodilatadoras cerebrales del CO2, puede aparecer
superior a 60 mmHg). La administración de cloruro amóni- ingurgitación y dilatación de los vasos de la retina así como

1859
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.18. Causas de acidosis respiratoria TABLA 15.19. Causas de alcalosis respiratoria
Depresión del centro respiratorio Hipoxia
Sobredosis de sedantes, anestesia Enfermedad pulmonar
Infarto, traumatismo o tumor cerebral Neumonía
Hipoventilación alveolar primaria Asma
Poliomielitis bulbar Embolia pulmonar
Síndrome de Pickwick Edema pulmonar
Fibrosis intersticial
Enfermedades del aparato respiratorio Grandes alturas
Obstrucción aguda de las vías aéreas Anemia intensa
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica Alteraciones del SNC
Neumonitis o edema pulmonar grave Accidente vascular cerebral
Neumotórax, hemotórax, etc. Encefalitis, meningitis
Distrés respiratorio Tumor cerebral
Cifoscoliosis acusada Traumatismo
Traumatismo torácico Ansiedad
Fiebre
Paro cardíaco Ejercicio
Sepsis por gramnegativos
Enfermedades neuromusculares Cirrosis hepática
Síndrome de Guillain-Barré Embarazo
Hipopotasemia intensa Intoxicación por salicilatos, xantinas, etc.
Crisis de miastenia Ventilación mecánica excesiva
Fármacos: curare, succinilcolina, aminoglucósidos, etc.
Otras enfermedades: poliomielitis, esclerosis múltiple, esclerosis
lateral amiotrófica, etc.
agota en unos minutos y es bastante ineficaz. Por cada 10
mmHg de descenso de la pCO2, el bicarbonato en plasma
desciende 2 mmol/L. Además, en la alcalosis respiratoria
también edema de papila. No es infrecuente observar ingur- aguda, como ya se ha citado anteriormente, se estimula la
gitación conjuntival y rubicundez facial. glucólisis, por lo que se incrementa la producción de ácido
El laboratorio muestra en las formas agudas una acidemia láctico y pirúvico, descendiendo también por este mecanis-
con elevación de la pCO2 sin apenas incrementos de la bicar- mo la cifra de bicarbonato. En el plazo de unas horas empie-
bonatemia. La acidosis del paro cardiorrespiratorio es una zan a manifestarse los mecanismos compensadores renales.
combinación de acidosis respiratoria aguda y acidosis lácti- El descenso de la pCO2 inhibe la reabsorción y la regenera-
ca. En la acidosis respiratoria crónica, los decrementos del ción tubular de bicarbonato. Este mecanismo compensador,
pH se acompañan de incrementos significativos del bicarbo- mucho más eficaz que el de la alcalosis respiratoria crónica,
nato en plasma. En pacientes con grados moderados de hi- es máximo a los 3-5 días, y por cada 10 mmHg de descen-
percapnia crónica pueden observarse niveles de pH norma- so de la pCO2 logra disminuir el bicarbonato en plasma
les o incluso algo elevados, sin que exista una explicación 4-5 mmol/L (tabla 15.14). Este mecanismo compensador re-
para esta sobrecompensación. No obstante, las elevaciones nal es tan eficaz que puede, a diferencia de otros trastornos
significativas del pH con hipercapnia crónica casi siempre se del equilibrio ácido-básico, normalizar la concentración de
deben a la asociación de una alcalosis metabólica. Los tras- hidrogeniones en plasma.
tornos respiratorios no se acompañan de alteraciones en el
equilibrio transcelular de potasio. Patogenia. Las principales causas de alcalosis respiratoria se
Teniendo en cuenta el tiempo de instauración de un esta- indican en la tabla 15.19. La hiperventilación aguda con fre-
do hipercápnico, por la retención compensadora del bicar- cuencia se debe a una crisis acusada de ansiedad, aunque
bonato es posible diagnosticar los trastornos metabólicos también puede estar causada por enfermedades graves
asociados. La presencia de una bicarbonatemia elevada en como una sepsis por gramnegativos (fases iniciales), embo-
una retención aguda de CO2 indicará la coexistencia de aci- lia pulmonar, neumonía o insuficiencia cardíaca congestiva.
dosis respiratoria aguda y alcalosis metabólica. Por el contra- Otras causas de alcalosis respiratoria aguda son: fiebre, into-
rio, una cifra de bicarbonato en plasma inferior al esperado xicación por salicilatos, enfermedades que afectan directa-
(tabla 15.14) en una hipercapnia crónica de más de 5 días in- mente el centro respiratorio (ictus, encefalitis, meningitis, tu-
dica un trastorno mixto de acidosis metabólica aguda y aci- mor cerebral, etc.). La alcalosis respiratoria crónica es menos
dosis respiratoria crónica. frecuente y por lo general se debe a enfermedades crónicas
hepáticas o pulmonares o neoplasias del SNC.
Tratamiento. El tratamiento de la forma aguda debe dirigir-
se a la enfermedad causal. La ventilación mecánica es nece- Cuadro clínico y diagnóstico. La hipocapnia aguda como
saria en las formas graves y/o acompañadas de hipoxemia. consecuencia del descenso del calcio iónico del líquido ex-
La ventilación asistida ante una hipercapnia crónica está in- tracelular produce, debido al descenso de la concentración
dicada sólo si existe un aumento agudo de la pCO2 (p. ej., de hidrogeniones, irritabilidad neuromuscular, parestesias
neumonía sobreañadida), teniendo en cuenta que la oxige- en las partes acras y peribucales, calambres musculares y, en
noterapia puede disminuir o anular el estímulo respiratorio casos muy graves, tetania. También pueden observarse tras-
en tales pacientes. tornos del sensorio. Por el contrario, la alcalosis respiratoria
crónica suele ser asintomática o cursar con la sintomatología
propia de la enfermedad causal.
Alcalosis respiratoria El laboratorio muestra un descenso de la pCO2 con au-
mento del pH y ligera elevación de la bicarbonatemia en las
Fisiopatología. La alcalosis respiratoria se caracteriza por formas agudas, con incrementos de bicarbonato en plasma y
un aumento del pH debido a una disminución de la pCO2 apenas variación del pH en las formas crónicas. La alcalosis
como consecuencia de una hiperventilación. Al descender respiratoria provoca hipofosforemia por entrada de fósforo
la concentración de hidrogeniones se produce como res- en el espacio intracelular. Dado que en la alcalosis respirato-
puesta inmediata un desplazamiento de éstos del espacio in- ria crónica el valor de pH es normal, los trastornos metabóli-
tracelular al extracelular, con lo que desciende el bicarbona- cos asociados producirán acidemia (acidosis metabólica) o
to en plasma. Esta acción de los tampones intracelulares se alcalemia (alcalosis metabólica), junto con desviaciones en

1860
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LOS AMINOÁCIDOS Y DE LOS ÁCIDOS ORGÁNICOS

la concentración de bicarbonato en plasma (tabla 15.14), Bibliografía especial


como se ha descrito en apartados anteriores. COGAN MG, RECTOR FC JR. Acido-base disorders. En: BRENNER BM,
RECTOR FC JR (eds). The kidney, 4.a ed. Filadelfia, WB Saunders,
Tratamiento. El tratamiento de la alcalosis respiratoria se 1991; 737-804.
basa en tratar la enfermedad causal. La hiperventilación por KAEHNY WD, GABON PA. Pathogenesis and management of metabolic
crisis de ansiedad acostumbra a ceder haciendo respirar al acidosis and alkalosis. En: SCHRIER RW (ed). Renal and electrolyte
paciente en un ambiente rico en CO2 (mascarilla de venti- disorders. Boston, Little Brown, 1986; 141-186.
mask con orificios tapados, por ejemplo), aunque si fracasa SEDLIN DW, GIEBISH G (eds). Regulation of acid-base balance. Nueva
York, Raven Press, 1989.
esta maniobra está indicada la sedación.

Alteraciones del metabolismo de los aminoácidos


y de los ácidos orgánicos
A. Ribes Rubio y M. Rodés Monegal

Los trastornos del metabolismo de los aminoácidos y de Los resultados de la exploración física (ictericia, hepato-
los ácidos orgánicos son enfermedades genéticas, la mayoría megalia, retraso en el crecimiento, cataratas, dismorfia facial,
de ellas de carácter autosómico recesivo. Sus vías metabóli- olor especial) pueden alertar al clínico hacia un posible
cas están muy relacionadas entre sí y, en consecuencia, los diagnóstico específico, pero éste siempre debe verificarse
síntomas clínicos no son específicos de cada enfermedad mediante las pruebas de laboratorio. En la mayoría de los ca-
sino de un grupo de ellas. Esto es especialmente cierto en las sos, el diagnóstico puede establecerse mediante el análisis
formas de presentación neonatal. Sin embargo, los trastornos de metabolitos acumulados en líquidos biológicos; por este
en el metabolismo de los aminoácidos y ácidos orgánicos motivo, antes de iniciar cualquier tratamiento es muy impor-
pueden presentarse más tardíamente e incluso en la edad tante extraer muestras de sangre y orina y conservarlas a
adulta, en cuyo caso la sintomatología clínica puede ser más –20 °C hasta el momento de su análisis.
específica.
Cada uno de los aminoácidos tiene una vía de degrada-
ción propia, y los componentes que se generan a través de Trastornos del ciclo de la urea
ella (amonio, acil-CoA, piruvato e intermediarios del ciclo de y del metabolismo de la ornitina
Krebs) se utilizan para sintetizar otros aminoácidos, hidratos
de carbono y lípidos. Los intermediarios de dicho catabolis- El ciclo de la urea es el responsable de eliminar el amonio
mo son, en general, ácidos carboxílicos que contienen ade- que se produce en el organismo. La biosíntesis de la urea se
más una gran variedad de otros grupos funcionales. Dichos realiza primordialmente en el hígado, mediante un sistema
intermediarios se denominan ácidos orgánicos. de seis reacciones enzimáticas (fig. 15.10). La alteración de
La disminución o la ausencia de actividad de una enzima la ureagénesis, tanto por defecto enzimático como por otras
específica o la alteración de una proteína de transporte pro- causas secundarias que interfieran en este proceso, provoca
vocarán la interrupción de una determinada vía metabólica hiperamonemia, que es la principal responsable de la ence-
y, en consecuencia, un aumento en las concentraciones de falopatía metabólica que sufren estos pacientes. La sintoma-
los aminoácidos o de los ácidos orgánicos anteriores al blo- tología clínica puede presentarse a cualquier edad, pero hay
queo metabólico y una disminución en la síntesis de los pro- períodos más críticos: período neonatal, de los 6 a los 12 me-
ductos posteriores a él. ses (asociado generalmente a una alimentación más rica en
La terminología que se utiliza habitualmente para descri- proteínas) y la pubertad.
bir estas enfermedades es la de aminoacidopatía o aciduria El tratamiento de estos trastornos se basa fundamental-
orgánica dependiendo de si el sustrato que no puede meta- mente en: a) limitar la ingestión de nitrógeno a las necesida-
bolizarse es un aminoácido o un ácido orgánico. des de aminoácidos esenciales, controlando el catabolismo
Para muchas de las enfermedades de este grupo no exis- de las proteínas endógenas; b) suministrar las sustancias que
ten datos estadísticos de frecuencia en la población general no se sintetizan debido al defecto enzimático; c) suplemen-
(con excepción de los referidos a la fenilcetonuria), ya que tar los componentes que puedan ser deficientes como conse-
sólo se efectúan estudios metabólicos en individuos que pre- cuencia de la restricción de alimentos proteicos naturales
sentan una sintomatología clínica sugestiva para esta área de (calcio, fósforo, minerales, oligoelementos, vitaminas, carni-
investigación. Sin embargo, algunos estudios indican que la tina, etc.), y d) aumentar la eliminación de nitrógeno admi-
frecuencia global de estas enfermedades podría situarse en nistrando benzoato o fenilacetato de sodio.
torno a 1:3.000. El pronóstico es muy variable y depende en gran parte de
En las formas neonatales y del lactante, los síntomas inicia- la actividad enzimática residual y del grado de afectación
les son en general los de una encefalopatía aguda, y aunque irreversible en el momento del diagnóstico. La rapidez en el
el diagnóstico diferencial es muy amplio, es importante esta- diagnóstico y la instauración del tratamiento son esenciales.
blecer una aproximación rápida respecto al origen de dicha La herencia es autosómica recesiva, excepto en la defi-
encefalopatía. ciencia de ornitina-transcarbamilasa (OCT), que está ligada
El primer paso en el diagnóstico del paciente debe ser, evi- al cromosoma X. El diagnóstico prenatal es posible en todas
dentemente, la evaluación clínica. La historia familiar es im- ellas, menos en la deficiencia de N-acetilglutamato-sintetasa.
portante, en especial si revela que han existido muertes neo-
natales previas de causa desconocida. Sin embargo, una
historia familiar negativa no descarta la posibilidad de uno
Deficiencia de carbamilfosfato-sintetasa
de dichos trastornos, dado que muchos de ellos se heredan de Clínicamente se distinguen dos tipos: el neonatal, con hi-
forma autosómica recesiva. peramonemia, taquipnea, convulsiones y coma; a pesar del

1861
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

AMONIO GLUTAMINA
+ 2 ATP GLUTAMATO
CoA N - ACETILGLUTAMATO
6 1 HCO3
GLUTAMATO Acil-CoA
CARBAMILFOSFATO
+
ARGININA ORNITINA
2

CITRULINA MITOCONDRIA

ORNITINA CITOSOL
CITRULINA
UREA CARBAMILFOSFATO
5 ATP
AMP
ARGININA ASPARTATO Fig. 15.10. Ciclo de la urea o ciclo de
Krebs-Henseleit. 1: carbamilfosfato-sinteta-
3 sa; 2: ornitina-transcarbamilasa; 3: arginin-
FUMARATO succinato-sintetasa; 4: argininsuccinato-lia-
4 OROTATO sa; 5: argininasa; 6: N-acetilglutamato sin-
ARGININSUCCINATO
tetasa; 7: defecto en el transporte de orni-
tina.

tratamiento, en la mayoría de los casos se produce muerte Deficiencia de argininsuccinato-liasa (aciduria


neonatal, y la forma tardía con deficiencia parcial. La super- argininsuccínica)
vivencia puede ser prolongada aunque con posibles proble-
mas neurológicos. Deficiencia de argininsuccinato-liasa que se presenta con
El diagnóstico definitivo se realiza por análisis de la enzi- gran aumento de ácido argininsuccínico en líquidos biológi-
ma en biopsia de hígado o duodeno. cos y tejidos. Se han descrito tres variantes; a) la neonatal;
b) la subaguda, que se manifiesta entre los 2 meses y los
2 años, con hiperamonemia, rechazo del alimento, retraso psi-
Deficiencia de ornitina-transcarbamilasa comotor, convulsiones, hepatomegalia, pelo seco y quebradi-
zo (tricorrexis nudosa) como consecuencias de una impor-
Es el defecto enzimático del ciclo de la urea más frecuen-
tante carencia de arginina; el tratamiento precoz puede aliviar
te. Su herencia está ligada al cromosoma X, por lo que la ma-
bastante los síntomas, y c) la tardía, a partir de los 2 años, con
yoría de los varones hemicigotos desarrollan con rapidez
sintomatología y pronóstico similares a la forma subaguda.
una hiperamonemia grave y raras veces sobreviven al perío-
do neonatal. Se han descrito casos con deficiencia parcial de
aparición tardía, incluso en la edad adulta, que presentan Otros defectos del ciclo de la urea
sólo trastornos del comportamiento y otros síntomas leves. Otros trastornos menos frecuentes del ciclo de la urea son
En las mujeres heterocigotas las manifestaciones clínicas los siguientes: argininemia, deficiencia de N-acetilglutamato-
son muy variables. El diagnóstico diferencial con las otras sintetasa, hiperornitinemia con hiperamoniemia y homoci-
enfermedades del ciclo de la urea se basa en el incremento trulinuria.
de la concentración de ácido orótico en orina (fig. 15.10).
El diagnóstico de mujeres heterocigotas requiere la prácti-
ca de una prueba de sobrecarga con alopurinol, el cual pro- Trastornos del metabolismo de la fenilalanina
voca un bloqueo en la biosíntesis de las pirimidinas aumen-
tando así la eliminación de ácido orótico y orotidina en
y la tirosina
orina. Sin embargo, el método definitivo para detectar a las
La hiperfenilalaninemia se define como el aumento de fe-
portadoras se basa en los estudios de la mutación mediante
nilalanina en sangre en condiciones de ayuno. La causa más
biología molecular, ya que actualmente el gen de este tras-
frecuente de hiperfenilalaninemia es la fenilcetonuria (PKU)
torno ha sido clonado y secuenciado, y se han descrito va-
o deficiencia de fenilalanina-hidroxilasa (tabla 15.20); sin
rias mutaciones y deleciones.
embargo, existen otras causas que se deben considerar en el
diagnóstico diferencial, ya que de ellas dependerá el trata-
miento (fig. 15.11).
Deficiencia de argininsuccinato-sintetasa (citrulinemia) Los resultados de un diagnóstico y un tratamiento preco-
Deficiencia de argininsuccinato-sintetasa, que se presenta ces son extraordinarios, ya que se evita la aparición de los
con un aumento de citrulina en líquidos biológicos, asocia- síntomas. Por este motivo, en la mayoría de los países existen
do a hiperamonemia y aumento moderado de ácido orótico programas de detección precoz que se aplican a todos los re-
en orina. Descrita en 1962, desde entonces se han publicado cién nacidos. Se calcula una prevalencia media de 1:12.000
unos 75 casos. Existen tres variantes: a) la neonatal se presen- recién nacidos, aunque existe una considerable variación se-
ta a los pocos días de vida con todos los síntomas de hiper- gún los grupos étnicos.
amonemia grave; en la mayoría de los casos la muerte sobre- Otro tipo de hiperfenilalaninemias comprende las produci-
viene a los pocos días de vida; b) la subaguda aparece entre das por defectos en el metabolismo de la tetrahidrobiopteri-
los 1-6 meses de vida, y cursa con un retraso psicomotor va- na (BH4), que se conocen como hiperfenilalaninemias malig-
riable, y c) la tardía puede aparecer en la infancia o en la nas, pues los pacientes presentan trastornos neurológicos
edad adulta (variante japonesa), con síntomas de psicosis y progresivos a pesar de que se normalice el nivel de fenilala-
parálisis. nina en sangre.

1862
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LOS AMINOÁCIDOS Y DE LOS ÁCIDOS ORGÁNICOS

TABLA 15.20. Trastornos del metabolismo de la fenilalanina y de la tirosina


Enfermedad y/o deficiencia enzimática Cuadro clínico Diagnóstico Tratamiento y pronóstico
Fenilcetonuria clásica (PKU) Retraso mental, Fenilalanina en suero superior a 600 Dieta baja en fenilalanina
(deficiencia de fenilalanina- convulsiones, µmol/L. Aumento de fenilalanina y manteniendo niveles en
hidroxilasa) hiperactividad, defectos sus metabolitos: fenilpiruvato, sangre de 180-420 µmol/L, si
en la pigmentación, fenilacetato y fenillactato en orina es posible indefinidamente.
eccemas, olor a moho, Análisis de DNA por estudio de La respuesta al tratamiento es
microcefalia polimorfismos. Diagnóstico prenatal muy buena
por análisis de DNA en amniocitos
cultivados y vellosidades coriales
Hiperfenilalaninemia benigna Normal. Pueden presentar Fenilalanina en suero de 600 µmol/L No requiere restricción dietética
(alrededor de 5% de actividad retraso mental los casos pero que se normaliza más prolongada. Benigna
fenilalanina-hidroxilasa) más intensos rápidamente que en la PKU. En
orina niveles normales o aumentos
transitorios de fenilalanina y sus
metabolitos
Hiperfenilalaninemia transitoria Normal, sin consecuencias Niveles de fenilalanina aumentados No requiere tratamiento excepto
Retraso en la maduración de la clínicas igual que en la PKU, pero se de forma esporádica. Benigna
enzima fenilalanina-hidroxilasa normalizan a los 3 o 4 días
Deficiencia de dihidro-pteridina- Retraso mental, deterioro Aumento de fenilalanina en sangre y BH4, L-DOPA, 5-hidroxitriptófano
reductasa (DHPR) (defecto en el progresivo del sistema orina variable. Diagnóstico mediante y ácido fólico, junto con
reciclaje de BH4) nervioso, convulsiones, sobrecarga de BH4. Debe restricción de fenilalanina,
microcefalia confirmarse con el estudio mejoran la función
enzimático en fibroblastos e hígado. neurológica
Diagnóstico prenatal enzimático en
amniocitos cultivados y por
valoración de pterinas en líquido
amniótico
Deficiencia en la síntesis de BH4 Clínica similar a la Aumento de fenilalanina en sangre y BH4, L-DOPA, 5-hidroxitriptófano
(Hay varias enzimas implicadas: producida por orina variable. Disminución de la junto con restricción de
GTPCH, PPH4S y otras menos deficiencia de DHPR relación biopterinas/neopterinas. Se fenilalanina. Respuesta al
conocidas) ha realizado el diagnóstico prenatal tratamiento muy variable. Se
de la deficiencia de PPH4S y trata de un grupo de
también es posible para la GTPCH enfermedades genéticamente
muy heterogéneas
Tirosinemia hereditaria tipo I Forma aguda. Primeras Plasma: aumento de tirosina y Dieta restringida en fenilalanina,
Deficiencia de semanas de vida con metionina. Orina: succinilacetona, el tirosina y metionina. Muchos
fumarilacetoacetasa afectación hepática metabolito específico; además hay pacientes mueren como
grave: diarrea, vómitos, aumento de: tirosina, metionina y de consecuencia de
hepatomegalia, melenas los ácidos p-hidroxifenil-láctico, insuficiencia hepática
y síndrome de Fanconi p-hidroxifenilpirúvico y durante el primer año de
Forma crónica. Los δ-aminolevulínico vida. Otros consiguen
síntomas aparecen hacia Diagnóstico por valoración de la sobrevivir hasta la
el primer año de vida. enzima en fibroblastos adolescencia. El trasplante
Clínica similar a la hepático suele ser
anterior pero más suave, beneficioso. El tratamiento
con raquitismo. El 37% con NTBC parece ser
de los pacientes esperanzador
presentan hepatoma
Tirosinemia tipo II Los primeros síntomas Aumento de tirosina en plasma y orina. El tratamiento con dieta
Deficiencia de tirosina pueden aparecer entre En orina destaca la ausencia de restringida en fenilalanina y
aminotransferasa (síndrome los 15 días y los 8 años: succinilacetona y la presencia de tirosina consigue resolver los
de Richner-Hanhart) erosiones corneales, p-hidroxifenil-láctico, p-hidroxifenil- problemas oculocutáneos
hiperqueratosis, retraso pirúvico y p-hidroxifenilacético
mental medio o
moderado en algunos
casos
Alcaptonuria. Deficiencia de Los síntomas aparecen en Valoración de ácido homogentísico en No existe tratamiento efectivo.
homogentisato-oxidasa la edad adulta: orina. Un dato característico es el Supervivencia normal
pigmentación de los ennegrecimiento de la orina
cartílagos y tejido
conjuntivo (ocronosis),
con posterior aparición
de artritis
BH4: tetrahidrobiopterina; GTPCH: guanosina trifosfato ciclohidrolasa; PPH4S: piruvoiltetrahidropterina; NTBC: 2-2-nitro-4-trifluometilbenzoil –1,3-ciclohexanodiona.

En la tabla 15.20 se resumen otras alteraciones que afectan melanina. El pigmento melanina se sintetiza en unos orgánu-
el metabolismo de la fenilalanina y la tirosina. los citoplasmáticos especializados denominados melanoci-
tos. La conversión enzimática del aminóacido tirosina en me-
Albinismo lanina está catalizada por una oxidasa aerobia, la tirosinasa.
Clásicamente se diferencian dos formas de albinismo: el
Comprende un grupo heterogéneo de enfermedades here- albinismo oculocutáneo y el albinismo ocular. El primero se
ditarias, caracterizadas por una deficiencia en la síntesis de caracteriza por una disminución de melanina en ojos, piel y

1863
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

Feniletilamina
3

L-FENILALANINA L-TIROSINA

1
2 4

Fenilpiruvato p-OH-fenilpiruvato p-OH-fenillactato


5 O2
CO2
O-hidroxifenil- Fenillactato
acetato Homogentisato
O2

Fenilacetato 6
Maleilacetoacetato

Succinilaceto-
Fenilacetilglutamina acetato
Fumarilacetoacetato CO2

7 Fig. 15.11. Vía metabólica de la fenila-


Fumarato, acetoacetato Succinilacetona lanina y de la tirosina. 1: fenilalanina-hi-
droxilasa; 2: fenilalanina-aminotransfera-
sa; 3: fenilalanina-descarboxilasa; 4: tiro-
CO2 + H2O sina-aminotransferasa; 5: p-OH-fenilpirúvi-
co-dioxigenasa; 6: homogentisato-oxida-
sa; 7: fumarilacetoacetasa.

pelo, además de hipoplasia de la fóvea, iris translúcido, foto- cipal característica clínica es la afectación ocular, se sigue
fobia, nistagmo, disminución de la agudeza visual y ausencia manteniendo el mismo nombre.
de visión binocular. Predispone al desarrollo de neoplasias El término albinoidismo se refiere a las condiciones de hi-
de piel (especialmente el carcinoma escamoso). Se habla de pomelanosis en las que no hay nistagmo, fotofobia ni dismi-
albinismo ocular cuando la hipomelanosis afecta sólo a los nución de la agudeza visual.
ojos. Se han encontrado ligeras alteraciones en la pigmenta- Se han descrito más de 10 entidades con los síntomas clí-
ción de la piel en estos pacientes. Sin embargo, como la prin- nicos de albinismo oculocutáneo y cuatro con característi-

PROTEÍNAS

METIONINA
SERINA 1
Tetrahidrofolato
GLICINA
7 S-adenosilmetionina

5,10-metilentetra- 6 2
hidrofolato

S-adenosilhomocisteína
8

5-metiltetra- 3
hidrofolato
HOMOCISTEÍNA
4

CISTATIONINA
5

CISTEÍNA Fig. 15.12. Metabolismo de los aminoá-


cidos sulfurados. 1: metionina-adenosil-
transferasa; 2: S-adenosilmetionina depen-
diente de metiltransferasa; 3: S-adenosil-
SO=3 homocisteína-hidrolasa; 4: cistationina-β-
9 sintetasa; 5: cistationina-liasa; 6: 5-metilte-
trahidrofolato-homocisteína-metiltransfera-
SO=4 sa (metionina-sintasa); 7: serina-hidroxi-
metiltransferasa; 8: 5,10-metilentetrahidro-
folato-reductasa; 9: sulfito-oxidasa.

1864
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LOS AMINOÁCIDOS Y DE LOS ÁCIDOS ORGÁNICOS

cas de albinismo ocular. Estas enfermedades pueden distin- ñalar que la homocistinuria más importante, en cuanto a su
guirse por criterios clínicos, ultrastructurales y bioquímicos, frecuencia, es la deficiencia de cistationina-β-sintetasa, por
por su actividad tirosinasa, por sus características genéticas lo que se la conoce con el nombre de homocistinuria clásica.
y por su prevalencia en distintas poblaciones. Recientemente
se han descrito 40 mutaciones en el gen de la tirosinasa, lo
que en un futuro permitirá una mejor comprensión de esta Hiperglicinemia no cetósica
enfermedad.
Este trastorno se produce por un error congénito del meta-
bolismo, de carácter autosómico recesivo, debido a un blo-
Trastornos del metabolismo de los aminoácidos queo en el sistema de degradación de la glicina (SDG) que
sulfurados cataliza la transformación de glicina en CO2, NH3 y metilente-
trahidrofolato. Esta enfermedad se caracteriza por un impor-
tante incremento de glicina en líquidos biológicos especial-
Las reacciones de transulfuración que afectan el metabo- mente en el LCR.
lismo de la metionina, la homocisteína y la cistationina se Desde un punto de vista clínico se distinguen dos tipos: la
muestran en la figura 15.12 y los trastornos de su metabolis- forma neonatal y la forma tardía. La hiperglicinemia neonatal
mo se resumen en la tabla 15.21. Los trastornos del metabo- es la más común; la mayoría de los pacientes son sanos al
lismo de las cobalaminas que producen homocistinuria y nacer, pero a las 48 h de vida empiezan a manifestar un dete-
acidemia metilmalónica se describen más adelante. Cabe se- rioro neurológico progresivo con hipotonía muscular, con-

TABLA 15.21. Trastornos del metabolismo de los aminoácidos sulfurados


Enfermedad y/o deficiencia
enzimática Cuadro clínico Diagnóstico Tratamiento y pronóstico

Homocistinuria clásica por Existen pacientes con déficit Valoración de homocistina y El 50% de los pacientes responden a
deficiencia de enzimático total y otros con metionina en plasma y orina la vitamina B6
cistationina-β-sintetasa una actividad residual del Valoración de la enzima en cultivo Con dieta pobre en metionina y
1-5%. de fibroblastos suplementos de cistina y betaína
El fenotipo clásico se caracteriza Detección de heterocigotos por la evolución clínica es buena
por afectación de los sistemas sobrecarga de metionina El 25% de los pacientes mueren por
nervioso central, ocular, vasculopatía antes de los 30 años
esquelético y vascular Los heterocigotos pueden presentar
Incidencia: 1:45.000 un riesgo aumentado de
vasculopatía oclusiva prematura,
periférica y cerebral

Homocistinuria por Gran heterogeneidad clínica, Aumento de homocistina en Administración de betaína, folato y
deficiencia de 5,10- desde afectación grave con líquidos fisiológicos con suplemento con metionina.
metilentetrahidrofolato- gran retraso del desarrollo y concentración normal o baja de Terapia parcialmente beneficiosa.
reductasa atrofia cerebral hasta metionina. Confirmación por Pronóstico variable desde muerte
trastornos del comportamiento valoración de la enzima en durante la infancia hasta
o retraso leve en la extractos tisulares (hígado o supervivencia prolongada
adolescencia cultivo de fibroblastos) con retraso mental medio

Homocistinuria por Anemia megaloblástica y retraso Aumento de homocistina en El tratamiento con


deficiencia en la síntesis psicomotor. Primeros síntomas líquidos fisiológicos hidroxicobalamina ha sido
de metilcobalamina alrededor del primer año de Determinación de metionina- efectivo para la mayoría de los
(CbIE, CbIG) vida. Se ha descrito un sintetasa en fibroblastos en pacientes con CbIE, en cambio
paciente adulto con CbIG medio de cultivo pobre en los CbIG requieren además un
metilcobalamina. Análisis de suplemento de ácido fólico y
complementación genética en betaína. Supervivencia
fibroblastos prolongada sin retraso mental, si
se administra tempranamente
el tratamiento

Deficiencia hepática de En los pocos pacientes Elevados niveles de metionina Dieta baja en metionina
metionina estudiados no se han y de sulfóxido de metionina
adenosiltransferasa observado anormalidades en plasma
clínicas

Cistationinuria o deficiencia Sólo algunos pacientes presentan Concentraciones elevadas de La mayoría de los pacientes
de cistationinaliasa retraso mental cistationina y sus metabolitos responden al tratamiento
No tienen un fenotipo específico en líquidos fisiológicos con vitamina B6

Deficiencia de cofactor Síntomas neonatales: Excreción aumentada de: sulfitos, No hay tratamiento efectivo; el
molibdeno: deficiencia convulsiones y anormalidades tiosulfatos, S-sulfo-L-cisteína, cofactor molibdeno es muy
combinada de sulfito- neurológicas graves, luxación xantina e hipoxantina y taurina. inestable
oxidasa, xantino- del cristalino, retraso mental y Sulfatos y ácido úrico muy La mayoría de los pacientes mueren
deshidrogenasa y dismorfias craneales disminuidos en orina. en la infancia y los que
aldehído-oxidasa Diagnóstico prenatal: valoración sobreviven están intensamente
de sulfito-oxidasa en afectados
vellosidades coriónicas

Sulfocisteinuria: deficiencia Similar a la descrita en la Como en la deficiencia de cofactor Similar al descrito en la deficiencia
aislada de sulfito-oxidasa deficiencia de cofactor molibdeno sin aumento de cofactor molibdeno
molibdeno de xantina e hipoxantina
CbIE: cobalamina E; CbIG: cobalamina G.

1865
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

vulsiones, crisis de apnea y letargia o coma; también son ca- rando la actividad en hígado, riñón o cerebro. El diagnóstico
racterísticas las crisis de hipo. La mayoría de los pacientes prenatal se lleva a cabo a partir de la biopsia coriónica, siendo
mueren durante las primeras semanas de vida, mientras que esta la única medida preventiva, ya que no existe todavía un
los que sobreviven presentan un retraso psicomotor grave. tratamiento efectivo para esta grave enfermedad.
Durante las primeras semanas presentan EEG característico,
el patrón brote-supresión (burst-supression pattern), que de-
saparece al final del primer mes de vida, pasando a un traza- Trastornos del transporte de aminoácidos
do hipsarrítmico. El examen neuropatológico revela altera- en la membrana
ciones difusas de la mielinización.
En la forma de presentación tardía (infancia-adolescen- Se han descrito trastornos en el transporte de aminoácidos
cia) la sintomatología puede ser sólo la de un retraso de las en las membranas citoplasmática, mitocondrial y lisosomal.
funciones psicomotoras.
El diagnóstico se establece midiendo la relación glicina-LCR Trastornos en el transporte de aminoácidos en la membrana
con respecto a glicina-plasma; esta relación es característica y
generalmente superior a 0,09, mientras que en controles y en citoplasmática
las hiperglicinemias secundarias esta relación es inferior a En la tabla 15.22 se describen los trastornos genéticos del
0,04. El diagnóstico enzimático es definitivo y se realiza valo- transporte de aminoácidos en la membrana citoplasmática.

TABLA 15.22. Trastornos genéticos del transporte de aminoácidos en la membrana citoplasmática


Enfermedad y/o aminoácidos
Cuadro clínico Diagnóstico Tratamiento y pronóstico
alterados
Cistinuria clásica (cistina, Nefrolitiasis por cistina. Se han Aumento de la excreción en orina Hidratación masiva (2,5-3 L/1,73
lisina, arginina y ornitina) descrito tres variantes según de cistina, lisina, arginina y m2/día). Alcalinización (pH > 7,5)
la afectación del sistema de ornitina en las tres variantes permanente de la orina con
transporte intestinal y según Análisis de los cálculos renales bicarbonato sódico (100 mmol
la eliminación de cistina, HCO–3/1,73 m2/día) o citrato
lisina, arginina y ornitina potásico. Restricción proteica,
de los heterocigotos particularmente metionina.
d-penicilamina (2 g/1,73 m2/día).
Intervención quirúrgica

Cistinuria aislada (cistina) Benigna, con riesgo de Aumento aislado de la eliminación El mismo que el de la cistinuria
nefrolitiasis por cistina de cistina clásica

Iminoglicinuria familiar Benigna. Frecuencia 1/60.000. Aumento en la eliminación de No requiere tratamiento, dado que
(glicina, prolina e Existe una variante con glicina, prolina e hidroxiprolina, la glicina no es un aminoácido
hidroxiprolina) aumento aislado de glicina, a partir de los 6 meses de vida no esencial
(podría tratarse de
heterocigotos)

Hiperaminoaciduria dibásica Benigna. En algunos casos, Aumento en la eliminación Benigna


tipo 1 (lisina, arginina estatura baja. Podría tratarse urinaria de lisina, arginina y
y ornitina) de heterocigotos con ornitina. Niveles normales de
hiperaminoaciduria dibásica estos aminoácidos en plasma
tipo 2

Intolerancia a las proteínas Sintomatología clínica parecida a Aumento de lisina, arginina y Restricción proteica (niños 1,0-1,5
con lisinuria o la de las deficiencias del ciclo ornitina en orina. Niveles g/kg/día; adultos 0,5-0,8 g/kg/día)
hiperaminoaciduria de la urea. Hepatomegalia y disminuidos de estos amino- y suplemento con citrulina (2,5-
dibásica tipo 2 (lisina, osteoporosis. Desarrollo ácidos en plasma. 8,5 g/día). Benzoato y
arginina y ornitina) mental normal en la mayoría Hiperamoniemia y aumento fenilacetato sódico. Suplemento
de los pacientes. Pueden de ácido orótico posprandial con N-acetillisina en
presentar problemas experimentación. El pronóstico
pulmonares graves; el de los pacientes tratados es
mecanismo se desconoce bueno

Enfermedad de Hartnup Es un defecto de transporte Aumento en orina de los Nicotinamida (50-250 mg). El
(aminoácidos neutros, monogénico pero con aminoácidos neutros que tienen pronóstico es bueno y muchos
monoamino- manifestación clínica un sistema de transporte común. pacientes mejoran con la edad
monocarboxílicos) multifactorial, intermitente y Excreción de indoles tras
variable. Pelagra (por déficit sobrecarga de triptófano
de triptófano), ataxia
cerebelosa y trastornos
psiquiátricos

Síndrome oculocerebrorrenal Afecta a varones hemicigotos. No se ha identificado el defecto El tratamiento es específico para
o enfermedad de Lowe Fase 1 (infancia): bioquímico o molecular, por lo cada órgano afectado. Es la única
(todos los aminoácidos manifestaciones neurológicas que el diagnóstico requiere una enfermedad de este grupo ligada
en general) y oftalmológicas. Puede cuidadosa evaluación clínica. al cromosoma X
aparecer síndrome de Fanconi Síndrome de Fanconi:
Fase 2 (niños): raquitismo hiperaminoaciduria, acidosis
intenso, retraso de crecimiento tubular renal, fosfaturia y
y síndrome de Fanconi glucosuria
Fase 3. El paciente muere por
inanición, neumonía y lesión
renal crónica

1866
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LOS AMINOÁCIDOS Y DE LOS ÁCIDOS ORGÁNICOS

Trastornos del transporte de aminoácidos en la membrana retraso mental, aunque también se han descrito pacientes
mitocondrial asintomáticos. El tratamiento con manganeso y vitamina C
puede ser beneficioso.
La hiperornitinemia con hiperamoniemia y homocitrulinu-
ria se produce por un defecto en el transporte de ornitina a
través de la membrana mitocondrial, que origina una altera- Hiperlisinemia periódica con intolerancia a la lisina
ción de la ureagénesis. Los síntomas clínicos de esta enfer- Este trastorno se caracteriza por hiperlisinemias periódicas
medad son los relacionados con la hiperamoniemia. con hiperamoniemia. Se han descrito pocos casos y no se co-
noce todavía el defecto enzimático.
Trastornos del transporte de aminoácidos en la membrana
lisosomal Alteraciones en la degradación de la betalanina y ácido
La cistinosis es un trastorno congénito que consiste en la 4-gammaaminobutírico (GABA)
alteración del flujo de salida de la cistina desde los lisoso-
mas, debido probablemente a un defecto de las proteínas Se han descrito 8 pacientes con incremento de betalanina
implicadas en su transporte. Esta entidad se caracteriza por y GABA en líquidos biológicos, pero el defecto enzimático
la acumulación intracelular de cistina, principalmente en los no está todavía dilucidado. Estos pacientes presentan retraso
lisosomas, observándose cristales de cistina en muchos teji- mental grave, hipotonía y convulsiones.
dos: córnea, conjuntiva, médula ósea, ganglios linfáticos y
leucocitos. Carnosinemia
La principal manifestación clínica de esta enfermedad es la
afectación renal. Se han descrito tres tipos de cistinosis: en el Es la deficiencia de carnosinasa y se ha descrito en 30 pa-
tipo 1 o forma nefropática infantil, los niños son normales al cientes. La sintomatología clínica varía desde un retraso
nacer, pero pueden presentar el síndrome de Fanconi a los 6- mental grave hasta la normalidad. En un caso se observó
12 meses de edad; hay insuficiencia renal progresiva, que miopatía, y en otros, alteración de la función visual.
requiere diálisis o trasplante hacia los 10 años de vida aproxi-
madamente; en el tipo 2 o forma intermedia juvenil, la nefro- Homocarnosinosis
patía es tardía con signos de intensidad media, y en el tipo 3
o forma benigna adulta, los depósitos de cistina se forman Se ha descrito el aumento de homocarnosina en el LCR y
sólo en la córnea, produciendo cefaleas y fotofobia; el riñón el cerebro de 4 miembros de una misma familia. Su cuadro
no está afectado. clínico se caracteriza por displejía espástica progresiva, retra-
Es necesario descartar la cistinosis en todos los niños que so mental y pigmentación retiniana, con aparición de los sín-
presenten síndrome de Fanconi con raquitismo resistente a tomas entre los 6 y los 29 años.
la vitamina D. El diagnóstico se confirma valorando cuantita-
tivamente la cistina libre en leucocitos o en cultivo de fibro-
blastos. Puede efectuarse el diagnóstico prenatal mediante la Hipersarcosinemia
valoración de cistina en amniocitos o en vellosidades corió- Deficiencia de sarcosina, que origina un aumento de sar-
nicas. cosina en plasma y orina. Se ha podido comprobar la defi-
El tratamiento es sintomático de la nefropatía y de las com- ciencia enzimática en hígado, pero no en otros tejidos. Esta
plicaciones oftalmológicas. La administración de cisteamina entidad se halla asociada a retraso mental, debilidad muscu-
ha sido beneficiosa en algunos pacientes. Este fármaco entra lar y hepatosplenomegalia, aunque esta deficiencia también
en el lisosoma y forma un compuesto con la cisteína que cru- se ha encontrado en personas sanas, por lo que la asocia-
za la membrana lisosomal, favoreciendo de esta forma su eli- ción entre defecto enzimático y síntomas clínicos es todavía
minación. El trasplante renal es el tratamiento más promete- dudosa.
dor, aunque sólo consigue eliminar cistina acumulada en
este órgano, pero no la que permanece en otros tejidos.
Hidroxiquinureninuria
Causada por la deficiencia de quinureninasa, sus manifes-
Otros trastornos del metabolismo taciones clínicas son muy variables, desde alteraciones de la
de los aminoácidos conducta hasta retraso mental. En algunos casos se ha com-
probado una respuesta positiva a la administración de fosfa-
to de piridoxal.
Histidinemia
Es la deficiencia de histidasa en la piel y el hígado. Esta Acidurias orgánicas en el metabolismo
enfermedad, de carácter autosómico recesivo, se manifiesta
con aumento de histidina en plasma y orina. El 50% de los de los aminoácidos ramificados
pacientes presentan retraso mental, dificultades en el habla y
alteraciones del comportamiento. Todas las enfermedades que aquí se describen tienen ca-
rácter autosómico recesivo. El diagnóstico se realiza median-
te el análisis de ácidos orgánicos en orina y se confirma por
Aciduria urocánica la correspondiente determinación enzimática en cultivo de
Producida por la deficiencia de urocanato-hidratasa hepá- fibroblastos. El diagnóstico prenatal es posible en todas ellas.
tica, se manifiesta con retraso mental y trastornos del com-
portamiento. Es un defecto muy poco frecuente, del que se
han descrito sólo 6 casos.
Enfermedad del jarabe de arce
Se debe a una deficiencia del complejo multienzimático
deshidrogenasa de los alfacetoácidos ramificados (fig. 15.13)
Trastornos del metabolismo de la prolina y la hidroxiprolina y se caracteriza por un incremento en plasma y orina de los
Los errores congénitos del metabolismo de estos aminoá- aminoácidos ramificados (leucina, isoleucina, valina y aloi-
cidos son benignos, excepto la deficiencia de prolidasa, que soleucina) y de los correspondientes alfacetoácidos (alface-
se manifiesta con múltiples úlceras en las extremidades infe- toisovalérico, alfacetobetametilvalérico y alfacetoisocaproi-
riores, esplenomegalia, osteoporosis de los huesos largos y co). El nombre de esta enfermedad se debe a que la orina de

1867
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

LEUCINA ISOLEUCINA VALINA

Ácido 2-oxoisocaproico Ácido 2-oxo-3-metilvalérico Ácido 2-oxoisovalérico

1 1 1

Isovaleril-CoA 2-metilbutiril-CoA Isobutiril-CoA


2

3-metilcrotonil-CoA Tiglil-CoA Metilacrilil-CoA


3

3-metilglutaconil-CoA 2-metil-3-hidroxibutiril-CoA 3-hidroxiisobutiril-CoA


4 7
?
3-hidroxi-3-metilglutaril-CoA 2-metilacetoacetil-CoA Metilmalónico

5 8
?
Acetoacetato Acetil-CoA Propionil-CoA

9
Metilmalonil-CoA
10

Succinil-CoA

Fig. 15.13. Metabolismo de los aminoácidos ramificados. Se numeran los déficit enzimáticos conocidos. 1: deshidrogenasa de los
alfacetoácidos ramificados (jarabe de arce); 2: isovaleril-CoA-deshidrogenasa; 3: betametilcrotonil-CoA-carboxilasa; 4: 3-metilglutaconil-CoA-hidra-
tasa; 5: hidroximetilglutaril-CoA-liasa; 6: 3-cetotiolasa, 7 y 8: no se sabe con absoluta certeza cuál de las dos enzimas (3-hiroxiisobutiril-CoA-desa-
cilasa o metilmalonil-semialdehído-deshidrogenasa) es la causante de la aciduria 3-hidroxiisobutírica; 9: propionil-CoA-carboxilasa; 10: metilmalo-
nil-CoA-mutasa.

los pacientes tiene un olor característico a jarabe de arce, Aciduria 3-hidroxi-3-metilglutárica


azúcar quemado o curry.
Esta entidad presenta una considerable heterogeneidad Se debe a la deficiencia de hidroximetilglutaril-CoA-liasa.
clínica que se relaciona directamente con la actividad enzi- Los primeros síntomas pueden ser neonatales o aparecer
mática residual. La forma clásica está asociada a una activi- más tardíamente durante la infancia. Una característica de
dad enzimática prácticamente inexistente, mientras que en este trastorno es la hipoglucemia hipocetósica en períodos
la forma intermedia e intermitente los niveles de actividad de ayuno, ya que la actividad hidroximetaglutaril-CoA-liasa
son un poco más elevados. es indispensable para la formación de cuerpos cetónicos
En la forma clásica los síntomas iniciales suelen aparecer (fig. 15.13).
durante la primera semana de vida y se caracterizan por vó- El tratamiento consiste en evitar el ayuno prolongado, y
mitos, letargia, hipertonía y opistótonos, junto con una inten- administrar una dieta rica en hidratos de carbono y restringi-
sa acidosis metabólica y cetoacidosis. Es habitual que el pa- da en leucina.
ciente fallezca durante las primeras semanas de vida,
aunque es posible evitar la muerte si se consigue un diagnós-
tico rápido y se aplica de inmediato una dieta restringida en
Deficiencia de betacetotiolasa
leucina, isoleucina y valina. El pronóstico es muy variable. Bajo este término se agrupa un conjunto heterogéneo de
De la forma intermedia se han descrito varios casos en pa- déficit enzimáticos mitocondriales y citosólicos. Han sido pu-
cientes adultos. Esta es una forma leve de enfermedad, cuya blicados 23 casos de estas deficiencias.
única sintomatología es el retraso psicomotor. La presentación clínica es bastante heterogénea, aunque
sus características fundamentales son los episodios recurren-
tes de acidosis metabólica con cetosis, generalmente sin hi-
Acidemia isovalérica poglucemia. El primer episodio suele ocurrir entre los 10 y
Debida a una deficiencia de isovaleril-CoA deshidrogena- los 18 meses de vida.
sa (fig.15.13). Se caracteriza por un incremento de isovaleril- La evolución a largo plazo es muy buena. Se ha de restrin-
glicina y de los ácidos isovalérico y 3-hidroxiisovalérico en gir la alimentación proteica (1,8 g/kg/día) y evitar el ayuno
plasma y orina. Dichos ácidos confieren a los pacientes un prolongado.
olor corporal parecido al de pies sudados o queso. Se han
descrito dos formas clínicas: la forma aguda, de presentación
neonatal, cursa con vómitos, acidosis metabólica, cetosis,
Acidemia propiónica y acidemia metilmalónica
leucopenia, letargia y coma. En muchos casos los pacientes La acidemia propiónica se debe a una deficiencia de pro-
fallecen durante la primera semana de vida. Los que sobrevi- pionil-CoA-carboxilasa (fig. 15.13). Esta entidad se caracteri-
ven siguen el curso de la forma crónica, que se caracteriza za por una elevada concentración de ácido propiónico, tan-
por episodios recurrentes de vómitos y letargia, aunque el to en plasma como en orina, y por una excreción de me-
desarrollo psicomotor es normal en la mayoría de los casos. tabolitos derivados del ácido propiónico, de los cuales, los
En ambas formas, el tratamiento con glicina y carnitina favo- ácidos 3-hidroxipropiónico y metilcítrico son los más impor-
rece la eliminación de ácido isovalérico, que es un neurotó- tantes para establecer el diagnóstico.
xico muy importante y el que causa los síntomas de esta en- La acidemia metilmalónica se debe a una deficiencia en la
fermedad. actividad metilmalonil-CoA-mutasa, que requiere adenosilco-

1868
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LOS AMINOÁCIDOS Y DE LOS ÁCIDOS ORGÁNICOS

balamina (adenosil-B12) como cofactor. Esta enzima es un dí- En ciertas formas se administran hidroxicobalamina, ácido
mero compuesto por dos subunidades idénticas. Se han des- fólico y betaína. La administración de carnitina es beneficio-
crito 7 variantes genéticas. sa en todos los casos.
El pronóstico es muy variable y depende en gran medida
Cuadro clínico. Tanto la acidemia propiónica como la aci- de la rapidez de instauración del tratamiento.
demia metilmalónica tienen fundamentalmente dos formas
de presentación clínica:
Forma neonatal. Los primeros síntomas son el rechazo del
Deficiencia múltiple de carboxilasas
alimento y la succión débil. En un estadio más avanzado Como deficiencia múltiple de carboxilasas se describen
pueden aparecer problemas neurovegetativos con distrés res- dos errores congénitos del metabolismo, que se caracterizan
piratorio, apneas, bradicardia, hipotermia y estado coma- por la presencia de una deficiencia en la actividad de las car-
toso. boxilasas dependientes de biotina. Estas deficiencias son se-
La deshidratación y la hepatomegalia son también hallaz- cundarias a una deficiencia de holocarboxilasa-sintetasa o
gos frecuentes. bien de biotinidasa. Se manifiestan en el período neonatal
Forma tardía intermitente. En este grupo se han descrito pa- o infantil, con acidosis metabólica, alopecia, dermatitis y al-
cientes con síntomas neurológicos, fundamentalmente extra- teraciones neurológicas. El déficit de biotinidasa puede
piramidales, después del primer año de vida. También se acompañarse de ataxia y atrofia óptica y auditiva. Suelen res-
han comunicado casos de adolescentes con acidemia metil- ponder al tratamiento con biotina.
malónica y homocistinuria con anemia megaloblástica,
como principal característica. Cabe citar que recientemente
se ha descrito un caso de acidemia propiónica de presenta- Deficiencias de la betaoxidación mitocondrial
ción adulta, cuyas principales manifestaciones clínicas fue- de los ácidos grasos
ron corea y demencia.
Las deficiencias de la betaoxidación mitocondrial de los
Tratamiento y pronóstico. El tratamiento de las formas ácidos grasos son un grupo de enfermedades genéticas, de
más graves de acidemia propiónica y metilmalónica se basa carácter autosómico recesivo. Entre ellas, la deficiencia
en la restricción dietética de los precursores del propionato. de acil-CoA-deshidrogenasa de cadena media, es la más fre-

Ácidos grasos Carnitina Ácidos grasos


de cadena larga de cadena media
Membrana
citoplasmática Transportador

Membrana
mitocondrial
externa CPT I
Acil-CoA Carnitina

Acilcarnitina

Translocasa

CPT II
Acilcarnitina

Acetil-CoA
ENZIMA

ETF
Acil-CoA-deshidrogenasa
ETFH

Enoil-CoA

H2O
Enoil-CoA-hidratasa

Fig. 15.14. Betaoxidación mitocondrial. 3-hidroxiacetil-CoA


El mecanismo de transporte y liberación
de los ácidos grasos de cadena larga al
NAD
interior de la mitocondria se realiza a tra- 3-hidroxiacetil-CoA-deshidro-
vés de un transportador de membrana genasa
citoplasmática (todavía no identifica- NADH
do). CPT I: carnitina-palmitoiltransferasa 3-Cetoacetil-CoA
I; translocasa acilcarnitina-translocasa y
CPT II: carnitina-palmitoiltransferasa II. La 3-Cetoacetil-CoA-tiolasa
formación de acil-CoA a partir de los áci-
dos grasos requiere la acción concertada
de cuatro enzimas. Los ácidos grasos que Acil-CoA
han acortado de esta forma su cadena
carbonada en dos átomos de carbono,
vuelven a entrar en la espiral de la betao- Ciclo Cuerpos
xidación. ETF/ETFH: flavoproteína trans- de Krebs cetónicos
feridora de electrones; NAD/NADH: nicoti-
namida adenina dinucleótido.

1869
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.23. Principales características clínicas de las deficiencias de la betaoxidación mitocondrial


Hipoglucemia Trastornos del ritmo Debilidad
Trastorno Hepatomegalia Miocardiopatía Otros síntomas
hipocetósica cardíaco muscular/miopatía
CUD + + + – +
CPT-I + + + + + Tubulopatía proximal y
distal, nefromegalia
CPT-II ± ± ± + + Rabdomiólisis, mioglobinuria,
nefromegalia, episodios
agudos provocados por
ejercicio prolongado
ACT + + + + +
VLCAD + + + ? +
LCAD + + + + +
LCHAD + + + + + Episodios de mioglobinuria,
neuropatía periférica,
retinitis pigmentaria
MCAD + + – – –
SCAD ± + – – + Algunos pacientes
presentan sólo hipotonía;
otros, coma
hiperamonémico neonatal
SCHAD + + – – +
ETF/ETF-Qo + + ± ± + Las formas graves
pueden cursar con
dismorfia facial, quistes
renales y malformaciones
cerebrales
CUD: deficiencia primaria de carnitina; CPT-I: deficiencia de carnitina-palmitoiltransferasa I; CPT-II: deficiencia de carnitina-palmitoiltransferasa II; ACT: deficiencia
de acilcarnitina-translocasa; VLCAD: deficiencia de acil-CoA-deshidrogenasa de cadena muy larga; LCAD: deficiencia de acil-CoA-deshidrogenasa de cadena larga;
LCHAD: deficiencia de 3-hidroxiacil-CoA-deshidrogenasa de cadena larga; MCAD: deficiencia de acil-CoA-deshidrogenasa de cadena media; SCAD: deficiencia de
acil-CoA-deshidrogenasa de cadena corta; SCHAD: deficiencia de 3-hidroxiacil-CoA-deshidrogenasa de cadena corta, ETF/ETF-Qo: aciduria glutárica tipo II o defi-
ciencia múltiple de deshidrogenasas.

cuente. En algunos países se han realizado estudios piloto en No obstante, una vez establecido el diagnóstico e instaurado
la población general y se ha encontrado una frecuencia en- el tratamiento, el pronóstico es excelente en la mayoría de
tre 1:6.000 y 1:15.000. La principal característica clínica es la los casos. En la figura 15.14 se ilustra el proceso fisiológico
hipoglucemia hipocetósica relacionada con el ayuno; sin em- de la betaoxidación mitocondrial de los ácidos grasos.
bargo, el espectro de síntomas clínicos es muy amplio y abar- Hasta el momento, se han descrito 11 trastornos en esta
ca desde pacientes asintomáticos o con una leve hipotonía vía metabólica, cuyas principales similitudes y diferencias se
hasta pacientes con debilidad muscular y miocardiopatía. muestran en la tabla 15.23.
El reconocimiento clínico es a menudo difícil, dado que la La primera aproximación diagnóstica consiste en el estu-
sintomatología clínica puede ser intermitente; por otro lado, dio de los ácidos orgánicos en orina, de los ácidos grasos li-
las pruebas sistemáticas de laboratorio no son informativas, bres y de la carnitina plasmática. La biopsia de piel con el fin
en particular si las muestras de plasma y orina no han sido de valorar las correspondientes actividades enzimáticas, per-
recogidas durante el episodio de descompensación aguda. mite el diagnóstico definitivo.
Estos trastornos se asocian a un riesgo elevado de mortali- Si las muestras de plasma y orina no se recogen durante el
dad y se han descrito incluso varios casos de muerte súbita. episodio agudo, es necesario, en muchas ocasiones, efectuar

TABLA 15.24. Otras acidurias orgánicas


Enfermedad y/o deficiencia
Cuadro clínico Diagnóstico Tratamiento y pronóstico
enzimática
Aciduria glutárica tipo I Primeros síntomas a los 3-18 Incremento de ácido glutárico Muy variable desde encefalopatía
glutaril-CoA- meses de vida, aunque se han en orina. Algunos pacientes sólo aguda infantil y muerte súbita,
deshidrogenasa descrito pacientes adultos; presentan dicho incremento hasta afectación moderada
(metabolismo de lisina, discinesia, coreoatetosis, en el LCR debido a la distonía y
hidroxilisina y triptófano) distonía, macrocefalia. La coreoatetosis, sin retraso mental
tomografía computarizada en muchos pacientes. No se
y la resonancia magnética considera una enfermedad
muestran imágenes de atrofia tratable, aunque la dieta baja en
cerebral generalizada, más lisina, hidroxilisina y triptófano
evidente en los lóbulos frontal junto con la administración de
y temporal riboflavina y carnitina parece
favorecer el curso clínico de
algunos pacientes
Aciduria 2-hidroxiglutárica Primeros síntomas a los 1,5-30 Incremento de ácido Supervivencia prolongada, retraso
años. Durante la infancia se 2-hidroxiglutárico en orina mental profundo a medio. No
observa sólo un leve retraso (isómero con la existe tratamiento efectivo
psicomotor; posteriormente la configuración L). En el LCR
ataxia cerebelosa y el retraso se observan mayores
mental son los datos más incrementos
destacados. Se han observado
convulsiones y macrocefalia
en varios pacientes

1870
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LOS AMINOÁCIDOS Y DE LOS ÁCIDOS ORGÁNICOS

TABLA 15.24. Otras acidurias orgánicas (continuación)


Enfermedad y/o deficiencia
Cuadro clínico Diagnóstico Tratamiento y pronóstico
enzimática
Aciduria 4-hidroxi- En general los primeros síntomas Incremento de ácido Supervivencia prolongada, retraso
butírica/semialdehído aparecen durante la infancia: 4-hidroxibutírico en orina mental profundo a medio. No
succínico-deshidrogenasa hipotonía, ataxia, retraso existe tratamiento efectivo
(metabolismo del ácido psicomotor, dispraxia ocular, La excreción y la concentración
4-aminobutírico) convulsiones. Algunos en LCR disminuyen con la edad
pacientes presentan una
exagerada hiperactividad,
mientras que otros se muestran
extremadamente
somnolientos. Se ha descrito
un paciente de 23 años
con oligofrenia
Aciduria mevalónica Presentación variable: neonatal Incremento de ácido mevalónico En la forma clínica más grave
mevalonato cinasa o infantil. Retraso psicomotor, en orina generalmente los pacientes
(biosíntesis dismorfia, cataratas, hepatos- fallecen durante la infancia.
del colesterol) plenomegalia, linfadenopatía y Aunque no existe un tratamiento
anemia. Se han descrito completamente eficaz,
algunos pacientes con clínica la administración de
menos grave: retraso glucocorticoides parece mejorar
psicomotor, hipotonía, las crisis episódicas
miopatía y ataxia
Aciduria N-acetilaspártica Manifestaciones clínicas durante Incremento de ácido En general los pacientes fallecen
enfermedad de Canavan los primeros meses de vida. N-acetilaspártico en orina entre los 1-4 años de vida
(deficiencia de Hipotonía, involución
aspartoacilasa) psicomotriz, megalencefalia,
atrofia óptica, espasticidad.
Degeneración espongiosa del
cerebro (anatomía patológica)
Aciduria piroglutámica
(metabolismo del
glutatión)
Deficiencia de glutatión- Neonatal: acidosis metabólica Incremento de ácido Corrección de la acidosis,
sintetasa crónica y anemia hemolítica piroglutámico en orina administración de vitamina E.
progresiva. Pronóstico variable; algunos
Juvenil y adulta: retraso mental pacientes fallecen antes del
y ataxia cerebelosa primer año de vida; en otros la
supervivencia es prolongada,
con cierto retraso mental
Deficiencia de Se han descrito muy pocos casos. Incremento de ácido Desconocido
5-oxoprolinasa Clínica variable, desde piroglutámico en orina
enterocolitis y cálculos renales
de oxalato hasta curso
asintomático

una prueba de ayuno o de sobrecarga de grasas, con el fin neurológicos, mientras que la acidosis metabólica, la hiper-
de establecer la orientación diagnóstica. amoniemia o los episodios de vómitos acetonémicos en ge-
Aunque existe un alto riesgo de mortalidad y morbilidad, neral están ausentes.
el pronóstico es muy bueno en la mayoría de los casos si se
establece un diagnóstico y un tratamiento precoces. Este últi- Bibliografía especial
mo consiste en evitar el ayuno prolongado, junto con la ad-
ministración de una dieta rica en hidratos de carbono. En los BOULTON AA, BAKER GB, WOOD JD (eds). Neuromethods 3Amino acids.
pacientes con trastornos que impliquen los ácidos grasos de Clifton, Nueva Jersey, Humana Press, 1985.
BREMER HJ, DURAN M, KAMELING JP, PRZYREMBEL H, WADMAN SK (eds).
cadena larga se recomienda suplementar la dieta con trigli- Disturbances of amino acids metabolism: Clinical chemistry and
céridos de cadena media. La carnitina y la riboflavina son diagnosis. Munich, Urban und Schwarzenberg, 1981.
útiles en algunos pacientes. COATES PM, TANKA K (eds). New developments in fatty acid oxidation.
Nueva York, Wiley-Liss, 1992.
FERNANDES J, SAUDUBRAY JM, TADA K (eds). Inborn metabolic diseases.
Otras acidurias orgánicas Berlín, Springer, 1990.
HOMMES FA (ed). Techniques in diagnostic human biochemical
En la tabla 15.24 se han agrupado las acidurias orgánicas genetics. Nueva York, John Wiley, 1991.
KAUFMAN S (ed). Amino acids in health and disease: New perspecti-
que pertenecen a vías metabólicas muy distintas y en las que ves. Nueva York, Alan R. Liss, 1987.
los síntomas clínicos no son los habituales de las acidurias MATSUMOTO I (ed). Advances in chemical diagnosis and treatment of
orgánicas descritas en los apartados anteriores (a excepción metabolic disorders. Nueva York, John Wiley, 1992.
de la deficiencia generalizada de glutatión-sintetasa). En la SCRIVER CHR, BEAUDET AL, SLY WS, VALLE D (eds). The metabolic basis
presentación clínica de este grupo dominan los síntomas of inherited diseases. Nueva York, McGraw-Hill, 1989.

1871
Alteraciones del metabolismo de las purinas
y pirimidinas
D. Espinós Pérez y J.L. Álvarez-Sala Walther

Las purinas y las pirimidinas son componentes esenciales y catabolizados (fig. 15.15). En la regulación de esta vía inter-
de las nucleoproteínas. Mientras en la práctica clínica las al- mediaria parece trascendental el papel que desempeña el
teraciones metabólicas de las purinas son muy frecuentes, 5-fosforribosil-1-pirofosfato (PRPP). Cualquier elevación en
destacando entre ellas la gota úrica, las alteraciones del me- su concentración intracelular conduce a un incremento
tabolismo de las pirimidinas son excepcionales. en la síntesis de purinas y de ácido úrico. El PRPP intervie-
ne en dos tipos de reacciones. Por un lado, actúa como sus-
trato, junto con la glutamina, en la formación de bases purí-
Alteraciones del metabolismo de las purinas nicas, actuando como enzima la PRPP-glutamina-amidotrans-
ferasa. Por otra parte, participa en el escalón metabólico en
Las purinas, ampliamente involucradas en los procesos el que las bases purínicas libres se transforman en ribonucle-
metabólicos como sustratos, cofactores o moléculas regula- ótidos. El PRPP, que se sintetiza por la transferencia de un
doras, tienen en la especie humana dos orígenes distintos. grupo pirofosfato del ATP a una ribosa-5-fosfato, también
Proceden, en parte, de los alimentos ingeridos con la dieta, puede ser utilizado en otros pasos intermedios, como en la
en especial de los de origen animal y, sobre todo, de los ri- génesis de nucleótidos pirimidínicos o en la formación de ni-
cos en núcleos celulares (vísceras). Derivan, por otro lado, cotinamida o de ribonucleótidos nicotínicos.
de la destrucción de las propias células y de sus nucleopro- Las alteraciones del metabolismo de las purinas, en defini-
teínas. Además, el organismo tiene capacidad, aunque limi- tiva, del ácido úrico, puede producirse como consecuencia
tada, para la formación endógena de ácidos nucleicos (sínte- de diferentes tipos de trastornos o mecanismos patogénicos:
sis ex novo). Desde hace años se conoce perfectamente cuál 1. Aumento de la síntesis endógena de purinas.
es, en esta vía, el origen metabólico de cada uno de los áto- 2. Producción exagerada de ácido úrico como consecuen-
mos constituyentes del anillo purínico. cia de un incremento en el recambio celular, principalmente
Las purinas y los nucleótidos purínicos ingeridos a diario en el ámbito de las enfermedades mieloproliferativas.
con la dieta, una vez en la luz intestinal, son hidrolizados por 3. Disminución en la eliminación renal de ácido úrico.
diversas enzimas pancreáticas. Algunos son degradados has- 4. Exceso de aporte exógeno a través de la dieta, como
ta bases purínicas libres, mientras que otros lo son sólo hasta consecuencia de una alimentación muy cuantiosa o dema-
nucleósidos de purina, que se absorben intactos a través de siado rica en ácidos nucleicos.
la mucosa intestinal. Las purinas, tras ser asimiladas, pueden Por cualquiera de estos mecanismos se puede producir
transformarse en nucleótidos por la acción de la adenina-fos- una hiperuricemia, situación que lleva a la saturación del
forribosiltransferasa (APRTasa) o de la hipoxantina-guanina- suero por moléculas de uratos. A 37 °C esto sucede cuando
fosforribosiltransferasa (HGPRTasa). la uricemia rebasa los 7 mg/dL. La precipitación secundaria
El catabolismo de las nucleoproteínas da lugar a la forma- del metabolito en las articulaciones y en otros tejidos del or-
ción, por oxidación de las bases purínicas, de ácido úrico, ganismo origina el cuadro clínico que se conoce como gota
que en la especie humana es un producto metabólico final. úrica. Por este motivo, en la clasificación de las alteraciones
Normalmente existe un equilibrio dinámico entre la produc- del metabolismo de las purinas, la hiperuricemia y la gota se
ción y la eliminación del ácido úrico. Con una dieta exenta sitúan conjuntamente (tabla 15.25).
de purinas, el pool de uratos es de unos 1.200 mg en el varón
adulto y de unos 600 mg en la mujer. En el varón, el porcen-
taje de renovación diaria oscila entre un 50 y un 60%, por lo
Gota úrica
que, con una dieta libre de purinas, se sintetizan y se elimi- Este término se utiliza para describir un síndrome clínico
nan diariamente unos 600-700 mg del metabolito. Su excre- que es la expresión común de un grupo de enfermedades ca-
ción se efectúa por vía urinaria en unas dos terceras partes racterizadas por cursar con una alteración en el metabolismo
(0,4-1,2 g/día) y por vía digestiva en casi el tercio restante del ácido úrico. El rasgo bioquímico necesario para que la
(algo por el sudor y otras secreciones endógenas). La valora- gota se manifieste es la hiperuricemia, a la que puede llegarse
ción de la fracción fecal carece de interés clínico, ya que nu- por varios mecanismos distintos, a veces complejos y hetero-
merosas bacterias colónicas son capaces, por disponer de géneos. No obstante, debe diferenciarse netamente entre la
distintos tipos de uricasas, de actuar secuencialmente sobre hiperuricemia, que es una anomalía química, a menudo ino-
la molécula de ácido úrico, hasta degradarla a anhídrido car- cua y que no implica, en sí misma, enfermedad alguna, y la
bónico y amoníaco. El análisis de la fracción excretada con gota, que es una afección en la que, además de la hiperurice-
la orina tiene, por el contrario, un valor considerable. Esta mia, se presentan ciertos rasgos clínicos, sobre todo articula-
eliminación se lleva a cabo a través de un complejo proceso res, muy característicos, a veces acompañados de la apari-
de reabsorción y secreción tubular. En el glomérulo renal se ción de tofos, es decir, depósitos tisulares de uratos.
filtra la totalidad del ácido úrico libre, que representa el 95% La gota úrica primaria se produce, sobre todo, como con-
del total plasmático, ya que el 5% restante se encuentra liga- secuencia de una alteración en la regulación del metabolis-
do a las proteínas, sobre todo a la albúmina. En la zona ini- mo del ácido úrico. Existe tanto una mayor producción de
cial del túbulo proximal se reabsorbe hasta el 98% del meta- uratos (aumento de su pool miscible, hasta los 20 o 30 g, e hi-
bolito filtrado, que es luego parcialmente secretado en un peruricemia) como una disminución relativa en la elimina-
50-85%. En el túbulo distal se lleva a cabo una segunda reab- ción urinaria del metabolito (hiperuricosuria relativa). En al-
sorción (denominada “postsecreción”), que determina que gunos casos, este último trastorno llega a ser el mecanismo
en la orina de 24 h de un individuo sano sólo se encuentre más importante (70% de las ocasiones) o, incluso, el único
alrededor del 15% del urato filtrado en un inicio. en la producción de la enfermedad (gota úrica primaria re-
El metabolismo de las purinas comprende un conjunto de nal). Tales casos se han atribuido a una excesiva reabsorción
reacciones enzimáticas por las que los diversos componen- postsecreción de uratos o, alternativamente, a una secreción
tes de este ciclo son sintetizados, transformados, reutilizados insuficiente de ácido úrico. Podría hablarse, entonces, de

1872
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LAS PURINAS Y DE LAS PIRIMIDINAS

Ribosa-5-fosfato

1
ATP Ácido orótico

8
9
Glutamina PRPP Orotidina fosfato Uridina fosfato

2
Ácidos nucleicos Ácidos nucleicos

Ácido guanílico Ácido inosínico Ácido adenílico

10 10 10
5
3 Guanosina 3 Inosina Adenosina 4

6 6 6

Guanina Hipoxantina Adenina

7
PRPP PRPP PRPP
Xantina
11
7

Ácido úrico

Fig. 15.15. Esquema simplificado del metabolismo de las purinas y de las pirimidinas. PRPP: 5-fosforribosil-1-pirofosfato; 1: fosforribosilpirofosfa-
to-sintetasa; 2: amidotransferasa; 3: hipoxantina-guanina-fosforribosiltransferasa; 4: adenosina-fosforribosiltransferasa; 5: adenosindesaminasa;
6: purina-nucleosidofosforilasa; 7: xantina-oxidasa; 8: orótico-fosforribosiltransferasa; 9: orotidinamonofosfato-descarboxilasa; 10: nucleotidasa; 11:
guanasa.

TABLA 15.25. Clasificación de las alteraciones medad, mucho más habitual en los varones (95% de los ca-
del metabolismo de las purinas sos) y en las mujeres posmenopáusicas, se efectúa en la sec-
ción Reumatología.
Hiperuricemias hereditarias o primarias
Gota úrica idiopática
Reducción en la excreción renal de uratos Gota secundaria
Incremento en la producción endógena de uratos
Déficit completo de hipoxantina-guanina- La gota úrica y la hiperuricemia se asocian, a veces, a en-
fosforribosiltransferasa o síndrome de Lesch-Nyhan fermedades muy diversas. Se habla entonces de gota secun-
Déficit parcial de hipoxantina-guanina-fosforribosiltransferasa daria. Ésta puede acompañar, en primer lugar, a todos los
o síndrome de Kelley-Seegmiller trastornos en los que existe un recambio exagerado de nu-
Hiperactividad de fosforribosilpirofosfato-sintetasa cleoproteínas, como sucede en los síndromes linfoprolifera-
Déficit de glucosa-6-fosfatasa o glucogenosis tipo I tivos y mieloproliferativos, sobre todo tras instaurar un tra-
(enfermedad de Von Gierke)
tamiento citostático, y en algunas anemias hemolíticas
Hiperuricemias adquiridas o secundarias crónicas. En todos estos casos, el pool de uratos se encuentra
Insuficiencia renal crónica muy incrementado, lo que se traduce en hiperuricemia e hi-
Incremento del recambio metabólico de purinas: síndromes peruricosuria. La gota puede ser secundaria, en segundo lu-
mieloproliferativos y linfoproliferativos, anemias
hemolíticas, psoriasis intensas gar, a una insuficiencia renal crónica (gota úrica secundaria
Fármacos y tóxicos renal), en la que si bien existe una producción normal de
uratos, su eliminación urinaria no se lleva a cabo correcta-
Otras deficiencias enzimáticas específicas mente. Se trata de una alteración poco frecuente, en la que
Déficit de xantina-oxidasa o xantinuria
Déficit de adenosindesaminasa la hiperuricemia se combina con hipouricosuria. Esta situa-
Déficit de purina-nucleosidofosforilasa ción puede confundirse con la que se observa en la insufi-
Déficit de purina-5-nucleotidasa ciencia renal secundaria a una gota úrica primaria. En tercer
Déficit de adenina-fosforribosiltransferasa lugar, es posible que aparezca una hiperuricemia e, incluso,
Déficit de fosforribosilpirofosfato-sintetasa una gota secundaria tras la utilización de determinados fár-
macos, como tiazidas, salicilatos, etc., todos ellos caracteri-
zados por dificultar la secreción renal de uratos. Estos com-
puestos, aunque rara vez ocasionan una crisis de gota en
una auténtica tubulopatía congénita, con hiperuricemia y sin individuos sanos, sí pueden precipitarla en enfermos afectos
hiperuricosuria. de una gota primaria silente.
La gota úrica primaria es una anomalía de características
genéticas, con un patrón hereditario poligénico, en el que
los factores exógenos (fármacos, tóxicos) o dietéticos (car-
Síndrome de Lesch-Nyhan
nes, alcohol) parecen tener una importancia secundaria, Algunas hiperuricemias primarias se deben a deficiencias
aunque en absoluto despreciable. El estudio de esta enfer- enzimáticas específicas (fig. 15.15). Entre ellas destaca la de-

1873
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

ficiencia de HGPRTasa que, cuando no es completa, pro- na la célula y, una vez llegada al hepatocito, se transforma,
duce gota grave y, cuando es total, determina el síndrome de por acción de la xantina-oxidasa, en ácido úrico. La uricosu-
Lesch-Nyhan. Se trata de una enfermedad hereditaria, que ria puede alcanzar los 150 mg/kg/día. Como consecuencia,
se transmite ligada al cromosoma X y que se caracteriza por son posibles la cristaluria, la nefrolitiasis y la nefropatía obs-
hiperuricemia y gota en niños varones. La HGPRTasa es un tructiva. La artropatía gotosa no es frecuente, al contrario de
polipéptido de 217 aminoácidos, codificado por un gen lo que sucede en el déficit parcial de HGPRTasa.
situado en la región q26-27 del cromosoma X. Consta de El diagnóstico del síndrome de Lesch-Nyhan se basa en la
8 intrones y 9 exones y transcribe un mRNA de 1,6 kb con identificación del cuadro clínico, la automutilación es el ras-
654 nucleótidos. El déficit enzimático de HGPRTasa resulta go más característico, y en la valoración de la hiperuricemia.
de mutaciones del gen. Las mutaciones son muy heterogé- El análisis de la actividad de la enzima en fibroblastos o he-
neas. En la HGPRTasa-Madrid la mutación genética se produ- matíes o, incluso, en amniocitos en el período prenatal sirve
ce en el tercer exón, por sustitución de una guanina por una para confirmarlo.
timidina en la posición 16.680, lo que se expresa en la enzi- Desde un punto de vista terapéutico, es importante actuar
ma por el cambio de una valina por una glicina en el residuo sobre la hiperuricemia mediante la administración de alopu-
71. Hay un 15% de casos de síndrome de Lesch-Nyhan por rinol, un inhibidor de la xantina-oxidasa. Se ha buscado el
deleción, y también se ha señalado la duplicación parcial alivio de las manifestaciones neurológicas frenando, con nu-
del gen. Para un mejor conocimiento de este proceso resulta cleótidos, la síntesis ex novo de purinas. El L-hidroxitriptófa-
de interés la obtención de una línea celular (B103 4C) pro- no reduce o puede anular temporalmente la pulsión hacia la
cedente de un neuroma de rata, carente de la enzima HGPR- automutilación. Según lo señalado anteriormente la adminis-
Tasa. En la actualidad se puede conocer rápidamente el tración de serotonina y de GABA puede evitar las descargas
trastorno molecular aplicando técnicas de fluorescen- convulsivas. Un camino terapéutico esperanzador para el fu-
cia complementaria y de reacción en cadena de la polimera- turo se cifra en la transferencia genética, con la que ya se
sa (PCR). han conseguido algunas experiencias.
La enzima actúa en todas las células, pero su concentra-
ción es especialmente alta en los núcleos grises de la base
encefálica, donde la vía sintética ex novo de las purinas es
Otras deficiencias enzimáticas específicas
muy escasa y en los que casi toda la generación de nucleóti- La xantinuria es un raro trastorno hereditario, de carácter
dos depende de la función de esta enzima. autosómico recesivo, que se atribuye a un defecto de xanti-
El déficit de HGPRTasa se presenta en la clínica de dos for- na-oxidasa. Dos tercios de los casos cursan de forma asinto-
mas distintas. En la primera, o síndrome de Lesch-Nyhan, mática, mientras que los restantes se manifiestan con una li-
la más frecuente (75% de los casos), existe una ausencia tiasis renal y, en ocasiones, con una miopatía o una sinovitis
total de actividad enzimática. Cursa con graves alteraciones cristalina. Existe hiperuricemia e hipouricosuria.
neurológicas (parálisis cerebral, coreoatetosis, espasticidad, El déficit de adenosindesaminasa (ADA), que también se
etc.), incluida la automutilación. En la segunda forma, sín- transmite con carácter autosómico recesivo, produce una
drome de Kelley-Seegmiller, el déficit es parcial o funcional acumulación celular de productos especialmente tóxicos
y se expresa por hiperuricemia y, en ocasiones, manifesta- para los linfocitos, como la adenosina, el desoxiATP, la deso-
ciones neurológicas de escasa gravedad, excluyéndose la xiadenosina.
automutilación. Los enfermos afectos de síndrome de Lesch- El déficit de ADA produce diversos grados de inmunodefi-
Nyhan muestran un retraso madurativo en el que las defi- ciencia. Las formas graves cursan con ausencia de la enzima,
ciencias neurológicas aparecen pasados los primeros meses mientras que los valores residuales de 1-2% pueden tener
tras el nacimiento. Inicialmente hay movimientos atetósicos una expresión clínica moderada, con menor acumulación
finos, en las manos y en los pies, que luego evolucionan de tóxicos. Las formas menos graves se inician al cabo de va-
hacia movimientos coreiformes. Se aprecia hipotonía muscu- rios años y realmente el trastorno metabólico es menos acu-
lar, con caída de la cabeza, crisis hipertónicas y distónicas y, sado que en las graves y precoces. Las diferencias de expre-
en fases más avanzadas, espasticidad. La disartria es muy im- sión fenotípica parecen guardar relación con determinados
portante y reduce, en gran medida, la capacidad para expre- tipos de mutaciones y comprenden desde el síndrome de in-
sarse y comunicarse. Un rasgo tristemente característico es munodeficiencia combinada (85-90%) hasta formas más le-
la impulsión a la automutilación, que se presenta por tempo- ves (15%) y de aparición tardía. Éstas mantienen la inmuni-
radas y por crisis. Los pacientes se muerden los labios, la len- dad humoral. La forma grave, inmunodeficiencia combinada
gua y las extremidades y se golpean contra los objetos pró- (celular y humoral), ocasiona una clara predisposición a pa-
ximos o contra el personal que los atiende. Las lesiones decer infecciones, incluso por gérmenes habitualmente cata-
bucales que se producen los propios enfermos obligan a las logados como oportunistas. El diagnóstico se establece valo-
extracciones dentarias y/o a la adaptación de dispositivos rando la actividad en la enzima en fibroblastos o hematíes.
especiales protectores, especialmente de los labios. No se En la orina se eliminan la desoxiadenosina, la adenosina y
han descrito parámetros bioquímicos que se relacionen con los derivados metilados de la adenosina.
las bases mutilantes, por lo que no resulta factible predecir El pronóstico es malo, pero ya hay resultados satisfactorios
su aparición; no obstante, la elevación plasmática de xantina con el trasplante de médula, la sustitución enzimática y pron-
conduce a la formación excesiva de moléculas convul- to se utilizará la terapéutica genética. El tratamiento con po-
sionantes, como la quinurenina y el ácido quinolínico, al lietilglicol, que modifica la ADA, puede mejorar el déficit in-
tiempo que se reduce la producción de moléculas anticon- munológico de los enfermos. Se ha señalado en la corteza
vulsionantes, como la serotonina y el ácido gammaaminobu- cerebral de animales de experimentación la existencia de un
tírico (GABA). Es interesante señalar que la quinurenina y el ritmo nictameral en los niveles de las enzimas del metabolis-
ácido quinolínico, productos derivados del triptófano, pue- mo de la adenosina: 5-nucleotidasa, S-adenosilhomocisteína-
den estar elevados en el LCR de pacientes con procesos in- hidrolasa, ADA y adenosincinasa. Hay también un ritmo en
flamatorios o isquémicos cerebrales, lo que se considera se- los niveles de inosina, hipoxantina y nucleótidos de adenina.
cundario a una activación inmune desencadenada por el La deficiencia de purina nucleosidofosforilasa, asimismo
interferón gamma (IFN-γ). Se ha visto que la administración autosómica recesiva, determina la acumulación sérica, uri-
de IFN-γ estimula la formación de la enzima indolamina-2,3- naria y celular de inosina (que inhibe la actividad de la
dioxigenasa en las células gliales, que es la primera enzima ADA). Cursa con hipouricemia e hipouricosuria y origina,
del metabolismo de la quinurenina. además de cierta inmunodeficiencia celular (linfocitopenia
La hiperuricemia es la expresión bioquímica fenotípica del T), una serie de manifestaciones neurológicas muy semejan-
defecto enzimático. La hipoxantina, que aumenta considera- tes a las que aparecen en el síndrome de Lesch-Nyhan. El
blemente al no poder convertirse en ácido inosínico, abando- pronóstico es, sin embargo, más favorable.

1874
PORFIRIAS

El déficit de APRTasa es autosómico recesivo y, en su for- loblastosis, leucopenia, etc.). La cristaluria puede condicio-
ma homocigota, suele originar, ya en la infancia, nefrolitiasis. nar la aparición de una nefrolitiasis. La administración de
La forma heterocigota, que se detecta hasta en el 1% de la uridina mejora el cuadro clínico en muchos casos. Las for-
población general, es asintomática. mas heterocigotas son asintomáticas y la oroticoaciduria es
El déficit de fosforribosilpirofosfato-sintetasa se transmite mínima.
ligado al cromosoma X y cursa con hipouricemia. La hiper- Las otras dos anomalías hereditarias del metabolismo de
actividad de la enzima ocasiona, por el contrario, hiperurice- las pirimidinas, ambas autosómicas recesivas, afectan enzi-
mia y se manifiesta clínicamente por sordera, nefrolitiasis y mas de la vía degradativa de los nucleótidos pirimidínicos.
artritis gotosa. Las formas heterocigotas son asintomáticas. La deficiencia de pirimidina-5-nucleotidasa ocasiona una
anemia hemolítica congénita no esferocítica (véase Hemato-
logía). El déficit de dihidropirimidina-deshidrogenasa produ-
Alteraciones del metabolismo de las pirimidinas ce la denominada pirimidinemia, enfermedad sin trascen-
dencia clínica y que casi siempre aparece como un mero
Las alteraciones del metabolismo de las pirimidinas son hallazgo de laboratorio.
muy poco frecuentes. Hasta el momento actual se conocen
tres trastornos hereditarios específicos. El primero de ellos, la
aciduria orótica congénita, resulta de un déficit de enzimas Bibliografía especial
de la vía sintética de las pirimidinas (fig. 15.15). El gen que BRAVO MATA M, ESCRIBANO REY MD, ALONSO MARTÍN A, ALONSO FERNÁNDEZ
las codifica se encuentra en el cromosoma 3. JR. Cistationuria congénita B6 dependiente. An Esp Pediatr 1993;
Su estudio puede realizarse con bastante exactitud utili- 39: 260-264.
GARCIA PUIG J, MATEOS FA, JIMÉNEZ ML, ARCAS J, MIRANDA ME, ORTIZ
zando cromatografía en capa fina, cromatografía líquida de VÁZQUEZ J. Espectro clínico de la deficiencia de hipoxantina-gua-
alta presión e intercambio catiónico de aminoácidos. Se ha nina fosforribosiltransferasa: estudio de 12 pacientes. Med Clin
demostrado en el hígado de ratas un claro ritmo circadiano (Barc) 1994; 102: 681-687.
de las enzimas orotatofosforribosiltransferasa, pirimidina-nu- HISCHHORN R. Overview of biochemical abnormalities and molecular
cleósido-fosforilasa y dihidrouracildehidrogenasa, lo que genetics of adenosine deaminase deficiency. Pediatr Res 1993; 33:
hace posible planteamientos terapéuticos antitumorales con S35-S41.
preparados fluopirimidínicos. La aciduria orótica tipo I se RIVIELLO JJ Jr, REZVANI I, GIGEORGE AM, FOLEY CM. Cerebral edema
debe a un defecto de orótico-fosforribosiltransferasa, de causing death in children with maple syrup urine disease. J Pe-
diatr 1991; 119: 42-45.
transmisión autosómica recesiva, mientras que la tipo II se SCRIVER CR, BEAUDET AL, SLY WS, VALLE D (eds). The metabolic basis
atribuye a una deficiencia, del mismo patrón hereditario, de of inherited disease, 7.a ed. Nueva York, McGraw Hill 1995.
orotidina-5-fosfato-descarboxilasa. Las formas homocigotas SCULLEY DG, DWASON PA, EMMERSON BT, GORDON RB. A review of the
cursan con retraso mental, insuficiencia madurativa y altera- molecular basis of hypoxanthineguanine phosphoribosyl transfe-
ciones hematológicas diversas (anemia hipocrómica, mega- rase (HPRT) deficiency. Hum Genet 1992; 90: 195-207.

Porfirias
R. Enríquez de Salamanca

Biosíntesis del hem TABLA 15.26. Funciones de las hemoproteínas


Unión reversible con el oxígeno
El objetivo de la porfirinosíntesis reside en la formación Hemoglobina
del producto final, el hem, grupo prostético de diversas he- Mioglobina
moproteínas cuyas principales funciones se resumen en la ta-
bla 15.26. El hem actúa también como cofactor en la oxida- Reacciones con el oxígeno molecular
ción de prostaglandinas e indolamina y en la producción de Citocromo P450 (monooxigenasa)
GMP cíclico. Triptófano-oxigenasa (dioxigenasa)
Aunque la biosíntesis del hem se realiza en casi todas las Citocromo-oxidasa (oxidasa)
células del organismo, la médula ósea y el hígado son los lu- Reacciones con peróxidos
gares en los que la porfirinosíntesis es especialmente activa. Peroxidasa
Un adulto normal sintetiza unos 7 µmol/kg/día de hem, de los Catalasa
cuales al menos el 80% se destina a la formación de hemoglo-
bina, para lo cual se requiere un gasto de unos 300 mg/día de Reacciones de transferencia de electrones
ácido deltaminolevulínico (ALA) en la médula ósea. El híga- Citocromos
do consume unos 50 mg/día de ALA para sintetizar el 15% del
hem total, y aproximadamente dos tercios de dicha cantidad
se utilizan para la formación del importantísimo citocromo
microsómico P450. sintetasa, mientras que dicho freno cede en respuesta al va-
En los hepatocitos, la ALA-sintetasa se comporta como en- ciamiento del hem libre regulador. Muy diversos xenobióti-
zima limitante de la biosíntesis del hem. A su vez, este pro- cos (fármacos, tóxicos) y circunstancias (p. ej., el ayuno) re-
ducto final regula la síntesis (más que la actividad) de la en- sultan inductores de la ALA-sintetasa porque disminuyen las
zima; no sólo inhibe su transcripción y traducción sino que reservas de hem libre al interferir en su ruta biosintética o al
probablemente bloquea también su tránsito desde su origen consumir o degradar en exceso el hem o las hemoproteínas
citosólico hasta su destino mitocondrial. fabricadas.
Hoy en día se admite la existencia de uno o varios pools o En las células eritroides, la regulación de la biosíntesis del
depósitos (mitocondrial, microsómico y, sobre todo, citosóli- hem muestra ciertas particularidades. Las enzimas de esta
co) de hem libre regulador. Las concentraciones adecuadas ruta metabólica están expresadas en función del grado de di-
de tales depósitos mantienen reprimida la síntesis de ALA- ferenciación celular. La ALA-sintetasa medular es inducida

1875
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.27. Valores normales de la excreción de porfirinas trastornos de los sistemas biliar y renal ejercen una lógica in-
y de sus precursores fluencia sobre la eliminación de dicha porfirina. En efecto,
en situaciones colestásicas, congénitas o adquiridas, se difi-
Orina Heces
culta la excreción biliar de coproporfirina, por lo que ésta
Precursores (mg/L) deriva hacia la ruta urinaria. Los pacientes afectos de icteri-
Ácido deltaminolevulínico < 5 (38 µmol) – cia obstructiva, hepatitis ictérica o colestasis yatrógena pre-
Porfobilinógeno < 3 (13 µmol) – sentan una notable coproporfirinuria, asociada a una acusa-
da disminución de la coproporfirinorrea. La incrementada
Fracciones (µg/L o g seco) eliminación urinaria de coproporfirina de los hepatópatas
Coproporfirina < 150 (230 nmol) < 25 (38 nmol)
Uroporfirina < 15 (18 nmol) – crónicos, descrita hace ya 90 años por GARROD, no depende
Protoporfirina – < 90 (160 nmol) tanto de la gravedad de la lesión hepática como del grado de
colestasis asociada.
Carboxilporfirinas (%) En condiciones normales, el 70-75% de la coproporfirina
8-COOH (uroporfirina) < 30 <4 urinaria pertenece al isómero III, predominio observable
7-COOH < 10 <1 igualmente en el tejido hepático. En cambio, en la bilis la re-
6-COOH <3 <2 lación de isómeros III/I de coproporfirina es de 1/2,5, lo que
5-COOH <6 <6
Isocopro (P) Trazas
traduce claramente la excreción preferente del isómero III
4-COOH (coproporfirina) > 60 < 40 por vía renal y la del isómero I por vía biliar. La mencionada
2-COOH (protoporfirina) > 50 simetría estructural de la serie isomérica I podría condicio-
nar su acoplamiento más sencillo a un hipotético transporta-
dor hepático.
En las hiperbilirrubinemias conjugadas hereditarias (sín-
por estímulos (hipoxia) que no influyen sobre la enzima he- dromes de Rotor y de Dubin-Johnson), la excreción fecal de
pática y, en cambio, es refractaria a los inductores usuales de coproporfirina está disminuida, mientras que la urinaria se
esta última. Tales hechos traducen la existencia de una iso- incrementa o permanece normal pero, en todos los casos,
enzima eritroide codificada por un gen distinto y adicional con predominio del isómero I, que alcanza el 65-80% del to-
localizado en el cromosoma X. El hem no ejerce en el tejido tal. Tal modificación en la distribución isomérica de la co-
eritroide un control tan estrecho sobre la ALA-sintetasa y es proporfirina es también objetivable en otras situaciones co-
probable que regule también su propia síntesis modulando lestásicas, si bien en el síndrome de Dubin-Johnson pueden
la capacidad de liberación del hierro por la transferrina. coexistir alteraciones de la porfirinosíntesis hepática.
La contribución del riñón en la biosíntesis del hem aún no En cambio, en la hepatopatía alcohólica y en el etilismo
ha sido suficientemente estudiada; la ALA-sintetasa renal es agudo o crónico se puede apreciar coproporfirinuria de isó-
más refractaria a la inducción que la hepática. La porfirino- mero III cuyo origen debe residir en modificaciones del me-
síntesis se produce sobre todo en las células de la corteza tabolismo porfirínico y en una posible oxidación incrementa-
(túbulo contorneado proximal), al igual que la actividad de da del coproporfirinógeno III.
las monoxigenasas. Más recientes, escasos y difíciles de interpretar son los es-
tudios realizados hasta la fecha sobre la biosíntesis del hem
en la insuficiencia renal. En las nefropatías crónicas suele
Fisiopatología de la excreción de porfirinas comprobarse una disminución de la eliminación urinaria de
La ruta biosintética del hem es no sólo muy activa sino coproporfirina, pero sin incremento concomitante de sus ta-
también altamente eficiente. Sólo se “pierden” cada día por sas plasmáticas o fecales, lo que plantea el dilema de si se
excretas escasos miligramos de los precursores, ALA y porfo- debe a que el riñón no es capaz de filtrar adecuadamente di-
bilinógeno (PBG) y algunos centenares de microgramos de cha porfirina o bien a que el túbulo no la excreta como con-
porfirinas (tabla 15.27). La concentración de porfirinas no su- secuencia de una reducida síntesis renal. En cambio, la con-
pera 1 µg/g de tejido hepático fresco, 1 µg/dL de plasma o centración de ALA se halla disminuida en orina e incre-
100 µg/dL de hematíes, a expensas, en esta última localiza- mentada en suero. La acusada hipoactividad de la ALA-des-
ción, de protoporfirina en su mayor parte ligada al cinc. hidrasa eritrocitaria, especialmente evidente en los pacientes
Los denominados precursores de las porfirinas, ALA y hemodializados, no parece depender de la uremia, de la
PBG, son sencillas moléculas excretadas exclusivamente por eventual siderosis ni de la impregnación alumínica; hay cier-
orina. Sólo las porfirinas plasmáticas libres (no unidas a albú- ta evidencia experimental de que en el plasma de estos en-
mina o hemopexina) e hidrosolubles pueden atravesar el fil- fermos existe un factor proteico, o unido a proteínas, con ca-
tro renal o las membranas dializadoras. Las porfirinas (y sus pacidad inhibidora sobre dicha enzima.
porfirinógenos) se eliminan por vía urinaria y biliofecal en
razón de su hidrosolubilidad, que depende en forma directa
del número de grupos carboxílicos que poseen. Así, la uro-
Clasificación de las porfirias
porfirina octocarboxílica es altamente hidrosoluble y se ex- Las porfirias son errores congénitos del metabolismo de
creta casi con exclusividad por la orina, mientras que la hi- las porfirinas de naturaleza enzimopática. Cada una de las
drófoba protoporfirina dicarboxílica lo hace sólo por vía siete variedades de porfiria (fig. 15.17) es consecuencia de
biliofecal. La coproporfirina tetracarboxílica (y su porfirinó- la hipoactividad de una de las enzimas que participan en la
geno) se elimina a través de ambas vías (fig. 15.16), con pre- biosíntesis del hem, con excepción de la enzima primera y li-
dominio de la segunda; de esta dualidad excretora se deri- mitante, cuya síntesis y actividad se incrementa en todos los
van interesantes repercusiones fisiopatológicas, ya que los casos de forma compensatoria.
Dado que la porfirinosíntesis es especialmente activa en
los tejidos eritroide y hepático y que sus respectivos mecanis-
mos de control traducen rasgos diferenciadores, resulta lógi-
ca y comprensible (aunque criticable) la clásica subdivisión
ALA PBG Uroporfirina Coproporfirina Protoporfirina
de las porfirias (tabla 15.28) en eritropoyéticas y hepáticas.
Con esta distinción sólo se pretende destacar la localización
Orina Heces predominante, pero no exclusiva, de la expresividad del de-
fecto metabólico.
En la figura 15.17 se identifica cada variedad de porfiria
Fig. 15.16. Vías de excreción de las porfirinas. ALA: ácido deltami- con el número de catálogo de MCKUSICK de los fenotipos au-
nolevulínico; PBG: porfobilinógeno. tosómicos dominantes, autosómicos recesivos y ligados al

1876
PORFIRIAS

Vía metabólica Enzimas Variedad de porfiria McKusick

ALA
ALA-deshidrasa Aguda de Doss 12.527
PBG EC 4.2.1.24

Uroporfirinógeno-sintetasa Aguda intermitente 17.600


HMB EC 4.3.1.8
Uroporfirinógeno-cosintetasa De Günther 28.370
Uroporfirinógeno I Uroporfirinógeno III EC 4.2.1.75

Heptágeno I Heptágeno III

Hexágeno I Hexágeno III Uroporfirinógeno-descarboxilasa Cutánea tarda 17.610


EC 4.1.1.37
Pentágeno I Pentágeno III

Coproporfirinógeno I Coproporfirinógeno III


Coproporfirinógeno-oxidasa Coproporfiria 12.130
EC 1.3.3.3
Protoporfirinógeno
Protoporfirinógeno-oxidasa Variegata 17.620
EC 1.3.3.4
Protoporfirina
HEM-sintetasa Protoporfiria 17.700
EC 4.99.1.1
HEM

Fig. 15.17. Biosíntesis del hem y tipos de porfiria en relación con la enzimopatía que las origina. ALA: ácido deltaminolevulínico; PBG: porfobili-
nógeno; HMB: hidroximetilbilano.

TABLA 15.28. Clasificación de las porfirias rentemente en la mitocondria, mientras que las porfirinas po-
Tipos porfirias Según origen Según sintomatología
licarboxílicas (uroporfirina), hidrófilas, tienden a depositarse
sobre todo en los lisosomas. La uroporfirina I, independiente-
Congénita de Günther Eritropoyética Cutánea mente de su efecto fotosensibilizante, estimula la síntesis de
Protoporfiria Eritropoyética Cutánea colágeno por los fibroblastos, lo que podría explicar la fre-
Cutánea tarda Hepática Cutánea cuente presencia de lesiones esclerodermiformes en las por-
Variegata Hepática Mixta firias de Günther y cutánea tarda.
Coproporfiria Hepática Mixta
Aguda de Doss Hepática Aguda La patogenia de la hiperpigmentación y de la hipertricosis,
Aguda intermitente Hepática Aguda habituales en algunas porfirias, aún no se ha aclarado.

cromosoma X, lo que puede resultar de utilidad tanto para


Patogenia de las crisis porfíricas
encuadrar los distintos subtipos de una misma enfermedad Algunos pacientes afectos de porfirias agudas y mixtas su-
como para facilitar búsquedas bibliográficas. fren los denominados “ataques agudos” o crisis porfíricas, a
Según su posible expresividad clínica, las porfirias se clasi- las que se podría designar, de forma simplista pero didáctica,
fican en cutáneas, agudas y mixtas (tabla 15.28). como abdominopsiconeurológicas. Estas crisis incluyen una
constelación de signos y síntomas que inducen a frecuentes
errores diagnósticos y yatrógenos y que hoy en día se atribu-
Patogenia de la fotosensibilidad yen a disfunción global del sistema nervioso, como se resu-
Cinco de las siete variedades de porfiria pueden manifes- me a continuación:
tarse clínicamente en forma de cuadros dérmicos originados Disfunción del SNA: dolor abdominal (síntoma inicial y
por la acción fotosensibilizante de las porfirinas acumuladas. principal), dilatación de asas intestinales, náuseas, vómitos,
La estructura de dobles enlaces conjugados que poseen las estreñimiento, taquicardia, hipertensión arterial, hipotensión
porfirinas las capacita para absorber energía lumínica de lon- postural.
gitud de onda cercana a los 400 nm, de forma que las molé- Disfunción del SNC: síntomas psíquicos sumamente varia-
culas porfirínicas quedan en estado de excitación. dos, confusión mental, alucinaciones, convulsiones, síndro-
Aunque el mecanismo de producción de las reacciones me de secreción inadecuada de hormona antidiurética.
fotoquímicas inducidas por las porfirinas pudiera ser común, Disfunción del SNP: parestesias, dolores en extremidades, es-
se diferencian dos patrones clínicos de respuesta cutánea: palda, cuello, tórax, abolición de reflejos tendinosos, paresia y
1. Fotosensibilidad aguda o respuesta fototóxica, caracteri- parálisis de músculos de extremidades e incluso respiratorios.
zada por sensación urente, dolor y prurito asociados a ede- En toda crisis porfírica se detecta una excreción urinaria
ma. Ello ocurre en la protoporfiria eritropoyética y tras la ad- notablemente elevada de los precursores porfirínicos, ALA y
ministración parenteral de hematoporfirina. PBG; también se hallan incrementadas las concentraciones
2. Fotosensibilidad crónica, gradual inicialmente indolora, urinarias de ALA en el saturnismo y en la tirosinemia heredi-
con producción de ampollas, erosiones, costras, cicatrices e taria, enfermedades ambas que muestran síntomas muy se-
hiperfragilidad dérmica. Este cuadro se observa en las otras mejantes a los de las crisis porfíricas. Por lo tanto, ha resulta-
variedades de porfirias cutáneas. do muy tentador atribuir una capacidad neurotóxica al ALA
Tales diferencias clínicas se atribuyen a las distintas pro- que, por otra parte y en contraste con el PGB, ha mostrado
piedades fisicoquímicas de las porfirinas acumuladas; las actividad farmacológica in vitro.
porfirinas hidrófobas (protoporfirina) ejercen su acción foto- La posible importancia patogénica de un estado de déficit
tóxica sobre estructuras diana lipófilas y se acumulan prefe- de hem en las porfirias agudas es una hipótesis muy sugesti-

1877
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

va que se ha visto reforzada tras la comprobación de la ac- Datos bioquímicos. La comprobación de la hipoactividad
ción terapéutica del hem exógeno durante las crisis porfíri- de la uroporfirinógeno-cosintetasa eritrocitaria no suele ser
cas. necesaria para establecer el diagnóstico, pero permite detec-
tar a los portadores del gen porfírico. Más del 80% de la co-
proporfirina y la uroporfirina acumuladas o excretadas perte-
necen a la serie isomérica I. La orina tiene un aspecto vinoso
por la presencia de gran cantidad de uroporfirina y, en me-
Porfirias nor cuantía, coproporfirina, la cual se halla notablemente in-
crementada en heces. Se detectan elevadas concentraciones
de estas porfirinas en plasma y en hematíes. El examen de
Porfiria congénita de Günther una muestra de sangre con un microscopio de fluorescencia
(excitación próxima a 400 nm y emisión a 600 nm) permite
observar y fotografiar a una población de hematíes (10%)
Esta variedad de porfiria debería designarse con la deno- que fluorescen con una tonalidad rojo-anaranjada.
minación más apropiada de uroporfiria eritropoyética para re-
flejar tanto la uroporfirinuria masiva como la localización Tratamiento. Evitar en lo posible la exposición a la luz solar
predominante en la expresividad del trastorno. GÜNTHER fue es una medida obvia en todas las porfirias cutáneas y espe-
el médico del conocido paciente Petry, fallecido en 1929, cu- cialmente importante en esta variedad mutilante. La mayoría
yas excretas permitieron a FISHER realizar profundos y pione- de las pomadas protectoras comerciales tienen escasa utili-
ros estudios bioquímicos sobre las porfirinas. Aunque fue la dad, ya que sólo absorben radiaciones de longitud de onda
primera de las porfirias reconocida y publicada (1874), se es- del ultravioleta B, entre 290 y 320 nm (espectro de quemadu-
tima que sólo se han detectado hasta la actualidad unos 100- ra solar). Para lograr protección frente a las radiaciones com-
200 casos pertenecientes a muy diversos grupos raciales. En prendidas entre 380 y 650 nm se requieren filtros que conten-
España existen al menos 10 casos, pero la mayoría de ellos gan óxido de cinc o dióxido de titanio, los cuales suelen ser
no han sido publicados. rechazados por antiestéticos por parte de los pacientes.
Los carotenoides parecen incrementar la tolerancia a la
Patogenia. Ha quedado plenamente confirmado que la en- exposición solar, aunque no disminuyen la tasa de porfirinas
zimopatía básica causante de esta enfermedad es una hipo- circulantes ni ejercen un efecto pantalla; su acción podría
actividad de la uroporfirinógeno-cosintetasa, defecto objeti- depender de la propiedad barredora o amortiguadora de ra-
vable en hematíes, cultivo de fibroblastos y quizás en células dicales libres.
del líquido amniótico. La enfermedad se transmite de forma En ocasiones, la anemia hemolítica y el hiperesplenismo
autosómica recesiva. Los homocigotos muestran actividades plantean la indicación de esplenectomía. La incrementada
enzimáticas residuales de aproximadamente el 10-30% del eritropoyesis puede ser frenada mediante transfusiones reite-
valor normal, mientras que los asintomáticos heterocigotos radas, las cuales, efectivamente, reducen la porfirinuria y me-
presentan actividades intermedias entre las de los pacientes joran la fotosensibilidad, pero entrañan el riesgo de transmi-
y las de los controles. No se ha confirmado la hipótesis de sión de enfermedades infecciosas. También se han de
que los pacientes con porfiria de Günther de comienzo clíni- valorar los posibles efectos secundarios de la administración
co tardío sean heterocigotos. Recientes estudios indican que oral prolongada de colestiramina (4 g cada 6 h) o, mejor
la gravedad de la enfermedad depende del tipo de mutación aún, de carbón activado (60 g cada 8 h), adsorbentes ambos
exónica en el gen de la enzima. de las porfirinas intestinales.
El trasplante de médula ósea podría ser una medida tera-
Cuadro clínico. La primera manifestación de la enfermedad péutica útil en esta enfermedad.
puede ser advertida por los padres del paciente, quienes re-
fieren que el niño tiñe los pañales con su orina rojiza o se
muestra particularmente inquieto ante la exposición a la luz Protoporfiria eritropoyética
solar incluso tras el vidrio de los cristales. Su piel expuesta
está eritematosa, a veces edematosa, e hipersensible, pero Probablemente es la porfiria que ocupa el segundo lugar
no sufre la posterior descamación que caracteriza a las que- en cuanto a frecuencia, tras la variedad cutánea tarda. Unos
maduras solares comunes. Los repetidos episodios agudos 500 casos, mejor o peor confirmados bioquímicamente, han
de fotosensibilización adoptan luego un carácter erosivoam- sido detectados en Gran Bretaña y más de 200 en Holanda,
pollar, con hiperfragilidad cutánea y formación de heridas mientras que en otros países, por ejemplo España o Italia, no
tórpidas y cicatrices mutilantes que afectan sobre todo las zo- llegan al medio centenar los pacientes diagnosticados.
nas más distales expuestas al sol. Las puntas de los dedos de
las manos resultan progresivamente amputadas, con lesiones Patogenia. En células eritroides de médula ósea, hepatoci-
óseas y rigideces cicatrizales. También sufren las consecuen- tos y cultivos de linfocitos o fibroblastos de estos pacientes
cias los cartílagos nasales y auriculares, por lo que la facies se comprueba una notable hipoactividad de la ferroquelata-
adopta un aspecto muy característico. Las frecuentes zonas sa o hem-sintetasa. El defecto enzimático y la presencia de
esclerodermiformes pueden originar alopecia del cuero ca- hematíes fluorescentes aislados (hallazgo no siempre asocia-
belludo y pérdida de cejas y pestañas. A menudo, los pacien- do a un incremento de la tasa de protoporfirina globular) se
tes refieren fotofobia y presentan conjuntivitis crónica, quera- transmiten con carácter autosómico dominante, pero, curio-
titis, ectropión, simbléfaron y, en ocasiones, escleromalacia y samente, la enfermedad parece heredarse como un trastorno
cataratas con repercusiones evidentes sobre la visión. autosómico recesivo, quizás a través de un hipotético siste-
La hiperpigmentación melánica y la hipertricosis facial ma de tres alelos del que derivarían seis genotipos posibles,
son a veces tan acusadas que el aspecto del paciente consti- incluido el normal.
tuye un pretexto para invocar un paralelismo absurdo y sen-
sacionalista con la leyenda del “hombre lobo”. Cuadro clínico. Aunque el diagnóstico de esta enfermedad
Los dientes suelen mostrar una coloración marrón a sim- suele realizarse tardíamente, la sintomatología se inicia en
ple vista o rosa-rojiza bajo luz ultravioleta (eritrodoncia) por general en los primeros años o en la primera década de la
la acumulación de uroporfirina en la dentina. vida. En zonas expuestas a la luz solar o cubiertas con ropas
La frecuente anemia hemolítica asociada, de patogenia os- translúcidas, el paciente nota una sensación urente aguda,
cura e intensidad variable, presenta un curso intermitente e con posterior desarrollo de eritema, edema e incluso pete-
imprevisible, y condiciona la también común esplenomega- quias. Rara vez aparecen ampollas y vesículas, lesiones éstas
lia. que, junto a hiperpigmentación e hipertricosis, son más ca-

1878
PORFIRIAS

racterísticas de otras porfirias cutáneas. Los reiterados episo- la ingesta oral de adsorbentes. Sin embargo, estas medidas
dios de fotosensibilidad ocasionan trastornos ungueales, hi- no deben aplicarse de forma sistemática.
perqueratosis y engrosamiento de la piel, sobre todo de las La utilización de ácidos biliares podría constituir una
zonas malares, la nariz y el dorso de las manos. Alrededor de atractiva terapéutica orientada a impedir la excesiva acumu-
la boca pueden observarse escaras y, sobre todo, pliegues li- lación hepática de protoporfirina y, por consiguiente, el de-
neales. A partir de la cuarta o quinta décadas de la vida, los sarrollo de complicaciones hepáticas. La administración oral
pacientes suelen referir una mejoría de su fotosensibilidad, de ácido quenodesoxicólico (15 mg/kg/día) durante 12 días
lo que quizá sea en parte debido a que se han habituado a a 5 pacientes no incrementó sino que, curiosamente, dismi-
evitar la exposición al sol. nuyó la excreción biliofecal de protoporfirina y su concen-
El examen histológico de la piel en zonas expuestas a la tración eritrocitaria, lo que permite suponer que el ácido
luz revela depósitos de inmunoglobulinas, complemento, fi- biliar reduce la síntesis de esta porfirina y/o facilita su meta-
bronectina, componente P amiloide y material hialino amor- bolización.
fo PAS-positivo, que engruesan las paredes de los capilares Algunos pacientes afectos de una hepatopatía muy grave
de la dermis superior. se han visto beneficiados con el trasplante hepático. Dado el
La protoporfiria eritropoyética no debe considerarse una origen fundamentalmente eritropoyético del trastorno meta-
enfermedad puramente dermatológica y siempre benigna, ya bólico, resulta lógico comprobar la persistencia de elevadas
que algunas complicaciones hepatobiliares pueden ensom- tasas eritrocitarias de protoporfirina, las cuales, no obstante,
brecer su pronóstico. La incrementada eliminación biliar de descienden tras la intervención. Con el paso del tiempo se
bilirrubina y de protoporfirina favorece la formación de cálcu- podrá valorar si el nuevo órgano es también lesionado por el
los de bilirrubinato cálcico que contienen concentraciones exceso de dicha porfirina.
muy elevadas de dicha porfirina. La biopsia hepática de al-
gunos pacientes puede revelar “porfirinostasis” intrahepática,
es decir, agregados de protoporfirina que en el microscopio Porfiria aguda intermitente
de luz polarizada adoptan imágenes en cruz de Malta
y que en la microscopia electrónica consisten en agujas ci- Bajo el término de porfirias hepáticas agudas se agrupan
toplasmáticas. Estos pacientes no suelen evidenciar alte- todas las variedades de porfiria que pueden expresarse clíni-
raciones bioquímicas del funcionalismo hepático, aunque camente en forma de las citadas crisis abdominopsiconeuro-
pueden presentar muy precozmente alteraciones ultrastruc- lógicas, es decir, las porfirias exclusivamente agudas (inter-
turales en hepatocitos y canalículos biliares. Se tiene conoci- mitente y de Doss) y las mixtas (variegata y coproporfiria
miento de que al menos 30 pacientes afectos de protoporfiria hereditaria).
eritropoyética han desarrollado una cirrosis hepática portal. La prevalencia de la enfermedad es muy difícil de valorar
Ésta, al asociarse a colestasis, suele evolucionar hacia insufi- (entre 1 y 8/100.000), ya que la mayoría de los portadores del
ciencia funcional rápidamente progresiva y fatal. La presen- gen porfírico son asintomáticos. El gran porfirinólogo GOLD-
tación de esta temible, aunque infrecuente complicación, no BERG estima que la prevalencia de tales portadores en Europa
es predecible y la normalidad previa en las pruebas bioquí- es de 1/20.000. Por su especial frecuencia en el norte de Sue-
micas habituales de funcionalismo hepático no constituye cia, la porfiria aguda intermitente es comúnmente denomi-
garantía alguna. Se consideran factores de riesgo de lesión nada porfiria sueca. La afirmación de que el 0,2% de los en-
hepática el consumo de alcohol, tasas de protoporfirina eri- fermos psiquiátricos padecen esta porfiria merece ser con-
trocitaria superior a 2.000 µg/dL y la demostración histológi- firmada. Mediante estudios enzimáticos realizados en 1992
ca hepática de fibrosis, necrosis y grandes depósitos de pro- sobre un colectivo de más de 2.000 donantes de sangre fin-
toporfirina. landeses, MUSTAJOKI et al detectaron una sorprendente preva-
lencia del 0,18%. En España se han diagnosticado menos de
Datos bioquímicos. Se comprueba la acumulación de pro- un centenar de casos, cifra que sufrirá un notable incremen-
toporfirina en hematíes, plasma y, de forma más irregular, en to cuando realmente se considere la posibilidad de porfiria
heces; los valores plasmáticos se correlacionan más estrecha- aguda en el diagnóstico diferencial de muy diversos proce-
mente con los fecales que con los eritrocitarios. La excreción sos de difícil filiación.
urinaria de porfirinas y sus precursores es normal.
El examen de una muestra de sangre fresca bajo microsco- Patogenia. Alrededor del 85% de los pacientes muestran
pio de fluorescencia permite visualizar algunos fluorocitos una hipoactividad generalizada (objetivable en hematíes, lin-
durante escasos segundos. focitos, fibroblastos, hígado, células amnióticas) de la uro-
El barrido fluorimétrico de 1 mL de plasma diluido en porfirinógeno I-sintetasa (PBG-desaminasa), coincidente con
3 mL de tampón fosfato salino (PBS) usando una longitud de una reducción, también del 50%, de la concentración de la
onda de excitación de 405 nm (o mejor aún 411 nm) eviden- proteína enzimática. El defecto se transmite de forma autosó-
cia un claro pico máximo de emisión próximo a 635 nm, lo mica dominante. Estos casos se consideran, por tanto, mate-
que refleja la presencia de protoporfirina y, por tanto, esta- rial inmunológico con reacción cruzada (CRIM) (cross reacti-
blece el diagnóstico de protoporfiria eritropoyética. ve immunological material) negativos, ya que no se detecta la
La concentración sérica de hemopexina puede estar dis- presencia de material enzimático inmunorreactivo catalítica-
minuida, probablemente como consecuencia de la capta- mente inactivo. La hipoactividad enzimática es consecuen-
ción hepática del complejo protoporfirina-hemopexina y del cia de la reducida presencia de enzima y constituye la varie-
acelerado catabolismo de esta proteína. dad tipo I.
Algunos pacientes muestran una moderada anemia micro- Existen variantes o mutaciones CRIM-positivas en las que sí
cítica e hipocrómica no originada por ferropenia. se comprueba la existencia de proteína enzimática con una
actividad catalítica defectuosa. En estos casos, la presencia
Tratamiento. Son aplicables las medidas de fotoprotección de proteína inmunológicamente reconocida representa el
antes indicadas. Los betacarotenos siempre se han empleado 85% (tipo II) o el 280% (tipo III) del valor normal, coincidente
ampliamente en esta porfiria, aunque autores tan autoriza- con actividades catalíticas reducidas al 50%, por lo que la re-
dos como MAGNUS dudan de su verdadera eficacia; se deben lación proteína/actividad es 1,7 y 5,7, respectivamente.
alcanzar niveles séricos superiores a 600 µg/dL, para lo que Algunos pacientes afectados de porfiria aguda intermiten-
se requieren, en adultos, dosis diarias de 120-180 mg. te demostrada presentan una actividad y una concentración
Al igual que en la porfiria de Günther, la eritropoyesis pue- de uroporfirinógeno I-sintetasa eritrocitaria normales. Tal va-
de frenarse transitoriamente mediante la administración de riante (tipo IV) es consecuencia de una mutación en el pri-
hematina o la realización de transfusiones, y la presunta cir- mer exón del gen y, debido a esta localización, sólo se afecta
culación enterohepática de porfirinas dificultarse mediante la expresión de la enzima en tejidos no eritroides. Existen

1879
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.29. Fármacos considerados inseguros para los pacientes afectos de porfirias agudas y mixtas
Alcuronio Dapsona Hidralazina Parametadiona
Alfaxalona Destropropoxifeno Hidroclorotiazida (?) Pargilina
Alilmetilbenzamida Diazepam (?) Hidroxizina Pentazocina
Alprazolam Ciclofenaco Hioscina, butilbromuro Pentilenotetrazol
Aluminio (?) Dicloralfenazona Imipramina Pentoxifilina
Amilobarbitona Difenhidramina (?) Iproniazida Perhexilina
Amidopirina Dihidralazina Isometepteno Pipebuzona
Aminofilina Dihidroergotamina Isoniazida (?) Pipemídico, ácido
Aminoglutetimida Dihidrogesterona (?) Isopropil meprobamato Pirazinamida
Aminopirina Diltiazem Lidocaína Pirazolonas
Amiodarona Dimenhidrinato Lisurida, maleato Piroxicam
Amitriptilina (?) Dipirona Lofepramina Piritramida
Andrógenos (?) Dixiracina Loprazolam Pirrocaína
Anfepramona Doxiciclina Loxapina Pivampicilina
Anfetaminas (?) Drostanolona Maprotilina (?) Prazepam
Anticonceptivos orales Drotaverina Mazindol Prenilamina
Antipirina Enflurano Mefenámico, ácido (?) Prilocaína (?)
Apronalina Epirizol Mefenesina Primidona
Astemizol Ergotamínicos Mefenitoína Probenecid
Auranofina Eritromicina (?) Megestrol, acetato Progesterona
Aurotiomalato sódico Espironolactona Mepivacaína Prometazina
Avapirazona Estanazolol Meprobamato Propifenazona
Azapropazona Estrógenos Mercaptopurina Propranilid (?)
Barbitúricos Etamsilato Mercurio Protoxifeno (?)
Bemegrida Etanol Mesantoína Rifampicina
Benciltiouracilo Etclorvinol Mestranol Succinimidas
Bendroflumetiazida Etidocaína Mesuximida Sulfacetamida
Benoxaprofeno Etinamato Metanfetamina Sulfadimidina
Bepridil Etinilestradiol Metenolona Sulfadoxina (?)
Benzobromarona Etionamida Metildopa Sulfametoxazol
Bromocriptina Etomidato Metilsulfonal Sulfamidas
Busulfán Etosuximida Metiprilón Sulfasalazina
Captopril Etotoína Metirapona Sulfinpirazona
Carbamazepina Fenacetina Metisergida Sulfonal
Carbromal Fenazona Metoclopramida (?) Sulfonilureas
Carisoprodol Fenelzina Metohexital Sulpirida
Cefalosporinas Fenfluramina Metotrexato Sultiamo
Ciclofosfamida Fenilbutazona (?) Metoxiflurano Sultoprida
Cicloserina Fenilhidrazina Metronidazol Tamoxifeno
Ciclosporina Fenitoína Miconazol Teofilina
Cimetidina Fenobarbital Minoxidilo Terfenadina
Cinaricina Fenofibrato Nalidíxico, ácido Tetraciclinas (?)
Clemastina Fenoxibenzamina Nifedipino Tetrazepam
Clobazam (?) Fensuximida Niketamida Tilidina
Clomipramina Fentermina Nitrazepam Tinidazol
Clonazepam (?) Flucloxacilina (?) Nitrofurantoína (?) Tiopental
Clonidina Flufenámico, ácido Noretinodrel Tioridazina
Clorambucilo (?) Flunarizina Nortriptilina (?) Tolazamida
Cloramfenicol Flunitrazepam Novobiocina Tolbutamida
Clordiazepóxido Flurazepam Orfenadrina Tranilcipromina
Clorfentermina Fluroxeno Oxanamida Trazodona
Cloroformo Furosemida (?) Oxazepam (?) Trimetadiona
Clorometazona Glimidina Oxazolidinodionas Tremietoprima
Clorpropamida Glutetimida Oxibato sódico (?) Trimipramina (?)
Clorzoxazona Gramicidina Oxicodona Troxidona
Cocaína (?) Griseofulvina Oxifenbutazona Valproato sódico (?)
Colistina Guaifenesina Oximetazolina Valpromida
Cotrimoxazol Halotano Oximetolona Verapamilo
Danazol Hidantoína Oxitetraciclina Viloxacina
En cursiva se indican los fármacos con toxicidad comprobada en clínica humana. Los signos de interrogación significan toxicidad posible en clínica humana (da-
tos contradictorios). Los restantes corresponden a fármacos con toxicidad probable en clínica humana.

dos isoenzimas (eritroide y no eritroide) de la uroporfirinóge- tivos celulares. En la tabla 15.29 se indican los fármacos con-
no-sintetasa, codificadas por dos especies distintas de mRNA siderados inseguros para los individuos portadores de alguno
transcritas por sendos promotores a partir de un único gen. de los genes responsables de las porfirias hepáticas agudas y
El primer promotor es activo en tejidos no eritroides, mien- se destacan en cursiva los medicamentos que reiteradamen-
tras que el segundo, ubicado en distinta posición, sólo es ac- te se han asociado en clínica humana al desencadenamiento
tivo en células eritroides. de crisis porfíricas.
En la tabla 15.30 se resumen los fármacos considerados en
Cuadro clínico. La existencia de hipoactividad de la uropor- la actualidad como razonablemente “seguros”.
firinógeno I-sintetasa no es causa suficiente para el desarrollo De forma excepcional, las crisis porfíricas se inician antes
de las crisis o ataques agudos porfíricos; es necesaria la ac- de la pubertad y rara vez después de los 50 años. Son más
tuación, reconocible o no, de diversos factores desencade- frecuentes en las mujeres que en los varones; en las primeras
nantes. Entre ellos destacan fármacos muy diversos cuya ac- suelen aparecer entre los 20 y los 30 años, y en los segundos
ción porfirinogenética se ha demostrado por la experiencia entre los 30 y los 40 años. El comienzo y el final de la gesta-
clínica o por su capacidad de modificar el metabolismo de ción y el período premenstrual son momentos especialmente
las porfirinas o del hem en experimentación animal o en cul- delicados. Aunque se han citado experiencias contrarias, el

1880
PORFIRIAS

TABLA 15.30. Fármacos considerados seguros para los pacientes afectos de porfirias agudas y mixtas
Acetazolamina Cumarinas Hexamina Petidina
Acetilcolina Dantrón Hidrocortisona (?) Pentolamina, mesilato
Acetilsalicílico, ácido Desferoxamina Hierro Pipotiazina, palmitato
Aciclovir Dexametasona Ibuprofeno Piracetam
Actinomicina D Dextromoramida Indometacina (?) Pirbuterol
Adenosinmonofosfato Dextrosa Insulina Pirenzepina
Adrenalina Diamorfina Ketamina (?) Pirimetamina
Alclofenaco Diazóxido Ketoprofeno Prazosín (?)
Alfatocoferil acetato Dicicloverina Ketotifeno Prednisolona (?)
Alimemazina Dicumarol Labetalol Primaquina
Alopurinol Difenoxilato Levomepromazina Probucol
Amfotericina Diflunisal Litio Procaína
Amilorida Digitálicos Loperamida Procainamida
Aminocaproico, ácido Dihidrocodeína Lorazepam (?) Proclorperazina
Aminoglucósidos Dimercaprol Magnesio, sulfato Proguanil
Amoxicilina Dimeticona Mebendazol (?) Promazina
Ampicilina Dipiridamol Mecamilamina Propantelina, bromuro
Ascórbico, ácido Disopiramida (?) Meclocina Propiltiouracilo
Atenolol Domperidona Melfalán (?) Propofol
Atropina Dosulepina Mequitazina Propranolol
Azatioprina Doxorubicina Mersalilo Prostigmina
Beclometasona Droperidol Mesalazina Proximetacaína (?)
Betacarotenos EDTA Metadona Quinidina
Biguanidas Estazolam Metanfetamina (?) Quinina
Bloqueadores beta Estreptomicina Metenamina, mandelato Ranitidina (?)
Bromazepam (?) Etacrínico, ácido Metformina Reserpina
Bromuros Etambutol Metilfenidato Resorcinol
Bumetanida Etilbenzatropina Metiluracilo Salbutamol
Bupivacaína Etohepatazina, citrato Metilpropranolol Senna
Buprenorfina Famotidina Metopimazina Seudoefedrina
Buserelina Fenbufen Metropropol Succinilcolina
Butacaína Fenformina Metotrimeprazina (?) Sulindaco
Cantaxantina Fenoprofeno Mianserina Suxametonio
Carbimazol Fentanilo Midazolam (?) Talampicilina
Carpipramina Flucitosina Minaxolona Temazepam (?)
Ciclicina Flufenazina Morfina Tetracaína
Ciclopropano Flurbiprofeno Nadolol Tiaprofénico, ácido
Cinc Fólico, ácido Naftidrofurilo, oxalato Tienílico, ácido
Ciproterona, acetato (?) Fructosa Naproxeno Timolol
Cisplatino FSH Natamincina Tiouracilos
Clofibrato Fusídico, ácido Nefopam (?) Tiroxina
Clomifeno, citrato Gentamicina Neostigmina Tolazolina
Cloral, hidrato Glafenina Niflúmico, ácido Tranexámico, ácido
Clorfeniramina Glicerina, trinitrato Oxibuprocaína Triamtereno
Clormetiazol (?) Glipizida Óxido nitroso Triazolam
Cloroquina (?) Glucagón Oxitocina Tribebutina
Clorotiazida (?) Glucocorticoides Oxolínico, ácido Triclorometiazida (?)
Clorpromazina Glucosa Pancuronio, bromuro (?) Trifluoperazina
Cloxacilina Guanetidina Paracetamol Trinitrina
Co-codamol Haloperidol Paraldehído Tripelenamina
Codeína Hematina Penicilamina Tubocurarina
Colchicina Heparina Penicilina Vincristina (?)
Corticotropina (ACTH) Heptaminol Pentolinio Vitaminas
Warfarina
Los signos de interrogación significan seguridad no absolutamente comprobada.

uso de anticonceptivos orales se reseña a menudo como de- debe citarse la apendicitis aguda, por ser uno de los errores
sencadenante de manifestaciones clínicas. Tales datos con- que lamentablemente han conducido a muchos pacientes a
tribuyen a destacar el importante papel que desempeñan las la sala de operaciones.
hormonas sexuales. Alrededor del 75% de los pacientes presentan, previa, si-
La frecuencia y la intensidad sintomática de las crisis porfí- multánea o, sobre todo, posteriormente, manifestaciones
ricas son sumamente variables. Algunos pacientes sólo pade- neurológicas tipo neuropatía periférica con predominio mo-
cen un episodio agudo, mientras que otros sufren ataques tor y electromiográficamente axonal. El enfermo refiere pa-
muy reiterados que oscilan desde ligeras molestias abdomi- restesias, calambres y dolores musculares en extremidades y
nales hasta crisis de evolución mortal. Tal variabilidad clíni- cintura, lugares en los que se inicia una debilidad progresiva
ca depende no sólo de la actuación de factores precipitantes y simétrica; la parálisis puede llegar a afectar la musculatura
sino, indudablemente, también del tipo de mutación genéti- respiratoria y obligar al empleo de ventilación asistida mecá-
ca responsable de la porfiria. En un futuro no muy lejano se nicamente, evolución que es anunciada por disfonía previa.
establecerán correlaciones fenotípicas-genotípicas que per- La arreflexia aquílea es un signo de inicio precoz y recupera-
mitirán identificar a los pacientes de mayor riesgo. ción tardía. En la crisis plenamente establecida cabe temer
Las crisis suelen iniciarse con un cuadro de dolor abdomi- la aparición de convulsiones (20%).
nal, continuo o cólico, irradiado a la espalda, con dolor a la En el 70% de los casos hay taquicardia sinusal e hiperten-
palpación pero sin verdaderos signos de irritación perito- sión arterial, transitoria en general pero que puede ser per-
neal, timpanismo por dilatación de asas intestinales, náu- manente y originar, junto a la posible nefropatía por analgési-
seas, vómitos y estreñimiento, más habitual que la diarrea. cos, el desarrollo tardío de insuficiencia renal crónica.
Entre los múltiples diagnósticos diferenciales que se plantean Algunos pacientes evidencian hipotensión postural.

1881
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

La incidencia de manifestaciones psíquicas es asimismo Toda intervención quirúrgica entraña un riesgo que es pre-
elevada (50-70%), lo que contribuye especialmente a los ciso prever. Pueden emplearse atropina y morfina como pre-
errores diagnósticos y yatrógenos. Los cambios de carácter, medicación, suxametonio y d-tubocurarina, como relajantes
la irritabilidad y el insomnio son frecuentes en los pródro- musculares, y morfina, diamorfina, petidina y fentanilo como
mos de las crisis; posteriormente, el paciente presenta cua- analgésicos en el postoperatorio. Los anestésicos inhalatorios
dros variopintos de ansiedad, depresión, psicosis, confusión más seguros son el óxido nitroso y los ya antiguos ciclopro-
y alucinaciones. pano y éter; el enflurano e incluso el halotano se han utiliza-
Con toda propiedad, la porfiria aguda merecería también do con asiduidad y seguridad en muchos casos a pesar de
los adjetivos de “pequeña o gran simuladora”. Las manifesta- figurar como fármacos inseguros. Entre los anestésicos intra-
ciones clínicas son tan polimorfas como amplio es el abani- venosos destacan por su inocuidad la ketamina, mientras
co del diagnóstico diferencial. El dolor abdominal es el sínto- que son especialmente peligrosos el etomidato y, sobre todo,
ma principal (presente en más del 90% de los casos); su la tiopentona y otros barbitúricos. Son preferibles los anesté-
presentación no explicable por otra causa debe inducir a la sicos locales de la familia de la procaína a los derivados de
sospecha de crisis porfírica si se asocia a dolor y debilidad la lidocaína, aunque la bupivacaína se ha utilizado amplia-
en la musculatura de las extremidades o la espalda, taquicar- mente sin complicaciones.
dia e hipertensión, alteraciones psíquicas y emisión de ori- Tratamiento de las crisis porfíricas. El paciente debe vigilar-
nas oscuras. se de forma intensiva y continua para corregir las alteracio-
nes del balance hidroelectrolítico, tratar oportunamente las
Datos bioquímicos. Durante la crisis se excretan por orina infecciones que surjan y monitorizar su función respiratoria
grandes cantidades de los precursores porfirínicos, ALA y por la posibilidad de que requiera asistencia mecánica. Se le
PBG, y de uroporfirina. La presencia de esta porfirina es ya deben aportar 2.000-2.500 cal, con un mínimo de 400 g de hi-
motivo de que la orina tenga una tonalidad más o menos dratos de carbono, a través de las vías oral, enteral y/o paren-
seudocolúrica, pero lo que resulta más característico es que teral.
la orina se oscurezca aún más cuando, ligeramente acidifica- El dolor abdominal y muscular cede en la mayoría de los
da, se la expone a la luz solar durante unas horas, hecho que casos con analgésicos simples (ácido acetilsalicílico, parace-
se debe a la formación no enzimática de compuestos polipi- tamol, dihidrocodeína), pero en ocasiones se deben utilizar
rrólicos a partir del monopirrol PBG. opioides (petidina, morfina, buprenorfina) sin restricciones y
La presencia de cantidades patológicas de PBG en orina suspenderlos por completo en el momento oportuno.
es patognomónica de porfiria hepática aguda. Puede demos- La promazina, la clorpromazina y la proclorpromazina son
trarse fácil y rápidamente mediante la sencilla prueba cuali- útiles para el control no sólo de las náuseas y vómitos sino
tativa de Hoesch: a 1 mL de una solución de reactivo de también de las manifestaciones psíquicas, a las que se presta-
Ehrlich (2 g de p-dimetilaminobenzaldehído en 100 mL rá el adecuado soporte psicológico. El propranolol o el ate-
de HCl 6 M) se le añaden una o dos gotas de orina recién nolol son eficaces para controlar la taquicardia y la hiperten-
emitida; si existe una elevada concentración de PBG aparece sión resultantes de la hiperactividad simpática, pero se ha de
inmediatamente una coloración rosada tras una agitación vigilar la posible aparición de hipotensión postural.
suave. Dicha solución reactiva es estable en la nevera duran- La presencia de convulsiones plantea enormes dificulta-
te meses, por lo que su empleo debería ser sistemático en to- des terapéuticas, ya que la inmensa mayoría de los fármacos
dos los servicios de urgencias. anticonvulsionantes están a priori contraindicados. Si las cri-
Durante las crisis porfíricas se incrementan las cifras séri- sis convulsivas se reiteran una vez corregidas la hipertensión
cas de urea y descienden las de potasio y sodio. La hipona- y la hiponatremia, probablemente sean menos inseguras las
tremia puede ser secundaria tanto a los vómitos como a dilu- benzodiazepinas que el valproato sódico.
ción por secreción inadecuada de hormona antidiurética. Es Dado que el desencadenante de las crisis porfíricas se atri-
usual observar una ligera leucocitosis así como un incremen- buye a un vaciamiento del depósito hepático de hem libre
to de las transaminasas y de la bilirrubina no conjugada. Se regulador, resulta lógico el intento terapéutico de adminis-
ha descrito también un aumento de los valores séricos de co- trar hem exógeno. La hematina ha sido ampliamente utiliza-
lesterol, fosfolípidos, tiroxina y tryodotironina. Pueden pro- da con aparente éxito, si bien faltan estudios controlados
ducirse episodios de hiperglucemia o hipoglucemia. que atestigüen su verdadera eficacia en una enfermedad so-
La comprobación de hipoactividad eritrocitaria de la uro- metida a remisiones espontáneas y rápidas. Aunque es fácil
porfirinógeno I-sintetasa (PBG-desminasa) reviste particular la obtención artesanal de hematina, no es recomendable ya
importancia en la detección de los portadores del gen porfíri- que su solución es sumamente inestable y sus productos de
co, la mayoría de los cuales excretan cantidades normales degradación inducen trastornos de la coagulación, trombo-
de ALA y PBG. Conviene tener en cuenta que el 10-20% de flebitis e, incluso, lesión renal. En EE.UU. existe comercializa-
los individuos afectados de la variedad tipo I (la más co- da una forma liofilizada de hidróxido de hemina y en Europa
mún) muestran actividades enzimáticas correspondientes al se puede adquirir argininato de hem que es estable en forma
límite inferior de la normalidad. de solución: su dosis óptima es de 2-3 mg/kg/día durante
Superada la crisis porfírica, la excreción urinaria de pre- 4 días consecutivos, administrada mediante perfusión lenta
cursores tiende a descender pero puede ser muy elevada y (15-20 min) en ClNa al 0,9% a través de una vena periférica
oscilante a pesar de la completa normalización de la situa- de gran calibre o, preferiblemente, central.
ción clínica del paciente. Especial atención debe prestarse a la pronta y generosa
corrección transfusional de la anemia que a menudo desa-
Tratamiento. En las porfirias hepáticas agudas reviste gran rrollan los pacientes porfíricos ingresados en unidades de vi-
importancia la profilaxis del desencadenamiento de las crisis gilancia intensiva.
porfíricas. Los fármacos deben usarse bajo estricto control, La mortalidad de las crisis porfíricas, que hasta hace unos
evitando en lo posible las asociaciones medicamentosas. El 20 años alcanzaba el 30%, ha llegado a ser excepcional en
uso de alcohol y otras drogas ha de ser proscrito. Es reco- los países “porfírico-conscientes”, gracias al diagnóstico pre-
mendable que la paciente evite el embarazo hasta que ha- coz, a evitar los factores desencadenantes y al adecuado ma-
yan transcurrido al menos 2 años de su última crisis. Los regí- nejo clínico de las crisis.
menes de adelgazamiento son peligrosos; la dieta debe ser
rica en hidratos de carbono. No se requieren en general su-
plementos vitamínicos ni de minerales, aunque la ferropenia Porfiria de Doss
ha de ser prontamente corregida; merece confirmarse la pre-
sunta utilidad de la administración de pequeñas dosis orales El alemán DOSS describió en 1979 2 casos de una nueva
de ácido fólico. forma de porfiria con sintomatología similar a la variedad

1882
PORFIRIAS

aguda intermitente y cuya anomalía reside en una notable hi- intermitente. No se aplicarán en cambio los tratamientos que
poactividad eritrocitaria y medular (2% del valor normal) de más adelante se detallan respecto a la porfiria cutánea tarda;
la enzima ALA-deshidrasa, originada por una mutación en su a los pacientes que presenten lesiones cutáneas se les reco-
gen estructural, que da lugar a la presencia de material enzi- mendarán medidas generales para evitar la exposición solar.
mático catalíticamente anormal (CRIM-positivo). Sólo se co-
nocen unos 5 casos de esta variedad homocigota de las porfi-
rias, que se transmite de forma autosómica recesiva. Porfiria variegata
A diferencia de lo que ocurre en el saturnismo, la activi-
dad enzimática eritrocitaria no se consigue restaurar in vitro La designación de esta porfiria, también mixta, pretende
tras la activación con cinc o ditiotreitol. Como lógica conse- reflejar la variación posible de sus manifestaciones clínicas.
cuencia se incrementa notablemente la excreción urinaria También se la denomina protocoproporfiria, por sus rasgos
de ALA; la porfirinuria se halla también elevada a expensas de excreción fecal de porfirinas, y sobre todo porfiria genéti-
sobre todo de la coproporfina y, al igual que sucede en todas ca sudafricana, por su importante prevalencia (3/1.000) entre
las porfirias homocigotas, la concentración eritrocitaria de la población blanca de Sudáfrica. Con mucha menor fre-
protoporfirina está algo aumentada. cuencia se ha detectado esta variedad de porfiria en diversos
En la deficiencia heterocigota de ALA-deshidrasa (activi- países; su prevalencia parece ser curiosamente elevada en
dad enzimática reducida al 50%) los individuos afectos se Finlandia (1,3/100.000 habitantes adultos). En España se han
hallan asintomáticos pero son especialmente sensibles a los diagnosticado alrededor de 50 casos sintomáticos.
efectos del plomo, pudiendo, por tanto, presentar signos y
síntomas de saturnismo con plumbemias apenas elevadas. Patogenia. Ha quedado plenamente confirmado que la por-
Las medidas profilácticas y terapéuticas reseñadas respec- firia variegata, está originada por una actividad defectuosa
to a la porfiria aguda intermitente son igualmente aplicables de la enzima protoporfirinógeno-oxidasa, que se transmite
a esta porfiria de Doss o plumboporfiria. La terapia sustitutiva de forma autosómica dominante, si bien algunos autores han
mediante la administración de ghosts o membranas eritroci- comprobado una hipoactividad simultánea de la ferroquela-
tarias cargadas con la enzima ALA-deshidrasa podría ser una tasa, que podría deberse a cambios estructurales de una de
medida de utilidad temporal. sus dos hipotéticas isoenzimas. La actividad de la uroporfiri-
nógeno I-sintetasa (PBG-desaminasa) no sólo no se incre-
menta de forma compensatoria sino que incluso se encuen-
Coproporfiria hereditaria tra ligeramente disminuida, lo que posibilitaría el desen-
cadenamiento de crisis porfíricas. También se ha descrito la
Las series más numerosas (superiores a 100 casos) han coexistencia en un mismo paciente de dos defectos enzimá-
sido publicadas por autores franceses y británicos. En Espa- ticos, es decir, de dos variedades de porfiria, lo que se ha de-
ña sólo se han registrado 3-4 familias, cifra probablemente si- nominado porfiria dual, recibiendo en ocasiones el nombre
milar a la de Italia. de la ciudad en la que se detectaron tales casos (p. ej., porfi-
ria de Chester).
Patogenia. La actividad defectuosa de la coproporfirinóge-
no-oxidasa es objetivable en el tejido hepático, los linfocitos Cuadro clínico. Los pacientes afectos de porfiria variegata
y los fibroblastos. Su transmisión es autosómica dominante. pueden padecer crisis porfíricas idénticas a las asociadas a la
Como en todas las porfirias, se desreprime la síntesis de la porfiria aguda intermitente y a la coproporfiria hereditaria o
ALA-sintetasa. La posible existencia de crisis porfíricas en las presentar un cuadro de fotodermatosis indistinguible clínica
porfirias mixtas se ha pretendido atribuir a la ausencia de hi- e histológicamente del de la porfiria cutánea tarda. La inci-
peractividad compensadora de la enzima uroporfirinógeno dencia de manifestaciones cutáneas parece ser mayor que
I-sintetasa. en la coproporfiria hereditaria y, como es lógico, varía en
Se han descrito dos variantes homocigotas; una de ellas se función de las horas de insolación de los diversos países.
denomina harderoporfiria por la presencia predominante en Más del 70% de los pacientes sintomáticos sudafricanos pre-
heces de la porfirina tricarboxílica harderoporfirina. sentan un síndrome dérmico (en contraste con el 45% de los
finlandeses) que constituye la única manifestación de la en-
Cuadro clínico. Los casos sintomáticos, excepcionales, sue-
fermedad en el 50% de los casos. No obstante, cabe recordar
len presentar con mayor frecuencia crisis porfíricas que lesio-
que alrededor del 80% de los portadores del gen porfírico
nes dérmicas. Aquéllas son idénticas a las de la porfiria agu-
permanecen asintomáticos durante toda su vida.
da intermitente, y éstas a las de la porfiria cutánea tarda.
Aunque la expresividad clínica de los ataques agudos es
Datos bioquímicos. También en esta variedad mixta de por-
baja en cuanto a frecuencia e intensidad, se han comunica-
firia, la concentración urinaria de ALA y PBG suele ser nor-
do casos de tetraplejía y parálisis de musculatura respirato-
mal durante las fases quiescentes, mientras que se incremen-
ria, incluso de evolución fatal. En todos los casos que presen-
ta notablemente sólo durante las crisis porfíricas, momento
taron crisis porfíricas fue evidente la actuación de factores
en el que la porfinuria también se eleva a expensas sobre
desencadenantes.
todo de la fracción coproporfirina. Uno de los rasgos analíti-
Datos bioquímicos. La incrementada excreción urinaria y cos más característicos de la porfiria variegata es el aumento
sobre todo fecal de coproporfirina III permite sospechar el notable de la excreción fecal de porfirinas, con predominio
diagnóstico. La eliminación urinaria de precursores, ALA y de la protoporfirina sobre la coproporfirina y presencia de
PBG, se mantiene normal durante las fases quiescentes y se porfirinas ligadas a péptidos (porfirina X). La ausencia de san-
eleva de modo considerable durante las crisis. Un notable gre oculta en heces permitirá comprobar el origen endógeno
porcentaje de portadores asintomáticos evidencian un perfil de dicha porfirinorrea y evitar falsos resultados positivos. Los
excretor de porfirinas rigurosamente normal, por lo que su portadores prepuberales pueden mostrar porfirinas fecales
detección sólo es posible mediante la comprobación de la normales. La comprobación de elevadas concentraciones de
hipoactividad enzimática. porfirinas en bilis podría ser de utilidad para el diagnóstico
El análisis cromatográfico de las porfirinas fecales permiti- de pacientes asintomáticos con porfirinorrea normal. El aná-
rá comprobar la ausencia de isocoproporfirinas o porfirinas lisis cromatográfico de las profirinas fecales no revela la pre-
de la serie P y descartar así el diagnóstico de porfiria cutánea sencia anormal de isocoproporfirinas.
tarda. El barrido fluorimétrico del plasma diluido en PBG mues-
tra un pico máximo típico y específico de emisión hacia los
Tratamiento. Las crisis porfíricas deben ser evitadas y trata- 626-628 nm (excitando a 405 nm) originado por la presencia
das con las mismas medidas indicadas para la porfiria aguda de porfirinas ligadas a péptidos.

1883
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

La difícil determinación de la actividad de la enzima pro- cada de los años cincuenta una “epidemia” de más de 3.000
toporfirinógeno-oxidasa en linfocitos o cultivo de fibroblas- casos de porfiria tóxica cuyas consecuencias aún perduran.
tos queda reservada para laboratorios altamente especializa- La tetraclorodibenzodioxina muestra una actividad porfirino-
dos. génica mucho más intensa, si bien para ello se requiere su
administración crónica.
Tratamiento. Son válidas las mismas consideraciones indi-
cadas respecto a la coproporfiria hereditaria. Cuadro clínico. Como es evidente, el término tarda hace re-
ferencia a la usualmente tardía edad de comienzo de las ma-
nifestaciones clínicas: quinta década de la vida en los varo-
Porfiria cutánea tarda nes y cuarta en las mujeres. El inicio de la clínica durante la
segunda o la tercera décadas es muy sugestivo de la varie-
A la porfiria cutánea tarda se la denomina con frecuencia dad “familiar” o tipo II, mientras que su variante homocigota
porfiria hepatocutánea tarda no sólo por ser el hígado el lu- (porfiria hepatoeritropoyética) suele manifestarse en los pri-
gar donde predominantemente se origina el trastorno meta- meros años de vida.
bólico, sino también por la hepatopatía que casi siempre Al menos en España, la enfermedad manifiesta es 10 veces
acompaña a la enfermedad. más frecuente en varones que en mujeres.
Aunque es la variedad más frecuente de la porfirias, la El paciente suele acudir al médico ante el desarrollo de
gran heterogeneidad genética de los defectos de la uroporfi- dermatosis ampollar y alteraciones de la función hepática.
rinógeno-descarboxilasa dificulta de modo considerable la Síndrome dérmico. Se manifiesta en zonas expuestas a la
estimación de su prevalencia. Si se incluyen los casos subclí- acción de la luz solar: dorso de las manos, cara, cuello y, en
nicos, detectados mediante estudios epidemiológicos, puede las mujeres, en la zona anterior de las piernas y pies. Tras la
alcanzar cifras muy elevadas: 1/1.000 en algunos países exposición solar y, sobre todo, después de traumatismos mí-
como las Repúblicas Checa y Eslovaca, Mongolia, Alemania nimos (hiperfragilidad) se desarrollan erosiones y ampollas
y España. Más de 1.000 casos sintomáticos se han diagnosti- tensas de contenido seroso, o serohemático que, tras secarse
cado en Praga y más de 500 en Madrid o en Barcelona. Casi o romperse, originan erosiones; éstas se recubren de costras
una veintena de pacientes, cinco de ellos españoles, pade- serohemáticas que al desprenderse dejan cicatrices hiperpig-
cen su forma homocigota, la porfiria hepatoeritropoyética, mentadas o hipopigmentadas. Alrededor de estas lesiones
cuya descripción pionera corresponde a PIÑOL AGUADÉ. pueden aparecer pequeños quistes sólidos blanquecinos del
tamaño de una cabeza de alfiler (millia). Más tarde son fre-
Patogenia. El defecto patogénico fundamental reside en cuentes las lesiones esclerodermiformes, sobre todo en las
una hipoactividad hepática de la enzima uroporfirinógeno- zonas preauriculares, el cuello, el escote, la frente y las ma-
descarboxilasa, transmitida de forma autosómica dominante, nos.
lo que origina una acumulación y una excreción incrementa- Se aprecia una hiperpigmentación difusa grisácea o ma-
das de uroporfirina y de otras porfirinas policarboxílicas, res- rrón negruzca en las zonas expuestas al sol, pero es especial-
ponsables a su vez de los procesos de fotosensibilización. El mente acentuada en las regiones temporomalares, en las que
estudio de la actividad enzimática en hematíes y la cuantifi- también se observa hipertricosis. Ésta no adopta en las muje-
cación inmunoquímica de la proteína enzimática han permi- res un aspecto viriloide.
tido tipificar los siguientes subtipos de porfiria cutánea tarda: El examen histológico de la piel expuesta evidencia depó-
“Esporádica” o tipo I. La actividad de la uroporfirinógeno- sitos de inmunoglobulinas, fibrinógeno, complemento y ma-
descarboxilasa es normal en los hematíes, pero se encuentra terial PAS-positivo en la unión dermoepidérmica y alrededor
inhibida de forma reversible en el tejido hepático. El término de los capilares dérmicos.
“esporádica” hace referencia a la ausencia de antecedentes Hepatopatía. Además del consumo de alcohol y la propia
familiares de enfermedad porfírica, la cual, por tanto, queda acumulación de porfirinas en el tejido hepático, casi la mitad
limitada al paciente en cuestión. A esta subvariedad también de los pacientes evidencian positividad de alguno de los
se la denomina “adquirida”, término incorrecto ya que es marcadores séricos del virus de la hepatitis B. En España e
probable que la enfermedad se deba a una hipersensibilidad Italia se ha comprobado seropositividad de anticuerpos fren-
genéticamente determinada de la uroporfirinógeno-descar- te al virus de la hepatitis C en el 60-80% de los casos de am-
boxilasa, que sería así inhibida con facilidad por factores en- plias series. La incidencia y la intensidad de la hepatosidero-
tre los que cabe destacar la sobrecarga férrica. Se ha sugeri- sis son bastante más bajas en las series españolas e italianas
do que los pacientes que desarrollan esta forma “esporádica” respecto a las clásicamente citadas en otros países; no obs-
son heterocigotos para el gen de la hemocromatosis idiopá- tante, los depósitos corporales de hierro, valorados según la
tica. ferritina sérica, son 4 veces superiores al valor normal.
“Familiar” o tipo II. Alrededor del 20% de los pacientes con La expresividad clínica de la hepatopatía es ciertamente
porfiria cutánea tarda muestran una actividad y una concen- pobre; con excepción del frecuente hallazgo de hepatome-
tración de uroporfirinógeno-descarboxilasa eritrocitaria dis- galia, sólo el 6% de los pacientes presentan signos indicativos
minuidas en un 50% del valor normal. de hipertensión portal.
Tipo III. Algunos pacientes con indudables antecedentes El tejido hepático muestra una fluorescencia roja al ser ilu-
familiares de la enfermedad (como sucede en el tipo II) minado bajo luz ultravioleta; su observación debería ser sis-
muestran actividades y concentraciones de uroporfirinóge- temática tras la obtención de un cilindro de biopsia hepática
no-descarboxilasa eritrocitaria rigurosamente normales (al en todo paciente afecto de hepatopatía crónica. La acumula-
igual que el tipo I), por lo que, como es obvio, la actividad ción de porfirinas en el hígado también puede demostrarse
enzimática hepática se encuentra inhibida. La edad de co- mediante la observación microscópica de cristales acicula-
mienzo de las manifestaciones clínicas es tan tardía como en res citoplasmáticos.
el tipo I. La hepatopatía presenta una gran variabilidad, suele ser
Porfiria hepatoeritropoyética. Es la forma homocigota de la benigna y muy lentamente evolutiva. En la serie más amplia,
porfiria cutánea tarda familiar. que comprende 366 biopsias hepáticas, los hallazgos consis-
Tóxica o genuinamente adquirida. Algunos compuestos tieron, en esencia, en: 39% cambios inespecíficos, 26% hepa-
aromáticos polihalogenados y polibrominados son capaces titis crónica persistente, 21% hepatitis crónica activa y 14%
de inducir en el hombre previamente sano y en el animal de cirrosis hepática. La intensidad de la lesión histológica hepá-
laboratorio una porfiria cutánea tarda por inhibición de la tica no se relacionó estadísticamente con el grado de ingesta
actividad de la uroporfirinógeno-descarboxilasa hepática. La etílica y sí, en cambio, con la edad de los pacientes.
ingestión accidental prolongada de trigo que contenía el fun- Motivo de especial preocupación es la frecuente asocia-
gicida hexaclorobenceno provocó en Turquía durante la dé- ción con hepatocarcinoma; esta complicación predomina

1884
PORFIRIAS

en varones porfíricos mayores de 50 años y con cirrosis hepá- rante las primeras 2 semanas, la dosis debe reducirse a la mi-
tica subyacente. tad.
La práctica de sangrías repetidas constituye el método te-
Datos bioquímicos. Si la eliminación de porfirinas alcanza rapéutico de primera elección, ya que el vaciamiento de los
cierta magnitud, la orina adquiere una tonalidad oscura, vi- depósitos corporales de hierro libera a la uroporfirinógeno-
nosa o seudocolúrica; tras su agitación se forma una espuma descarboxilasa hepática de los aún ignorados mecanismos
no amarillenta sino blanca. Los métodos habituales de labo- de inhibición a los que se encuentra sometida. La pauta de
ratorio confirmarán la presencia elevada de coproporfirina y, flebotomías ha de ser lógicamente individualizada pero, en
sobre todo, uroporfirina. La individualización cromatográfica todos los casos, enérgica. Por ejemplo: 2-4 sangrías de 400
revelará la excreción muy predominante de las porfirinas mL cada 7-10 días, para continuar con otras 2-4 cada 10-15
más policarboxílicas, es decir, las octocarboxílicas y hepta- días y luego mensuales, realizando controles analíticos cada
carboxílicas. Si bien dicha porfirina octocarboxílica (o 3-4 sangrías. Éstas deben interrumpirse o espaciarse cuando
auténtica uroporfirina) puede eliminarse por orina en canti- la cifra de hemoglobina se acerque a 12-11 g/dL, la ferritina
dades patológicas en otras variedades de porfiria, la elimina- sérica sea inferior a 10 ng/mL o cuando se haya conseguido
ción incrementada de porfirina heptacarboxílica constituye la remisión bioquímica completa, lo cual suele ocurrir tras la
un rasgo peculiar. La concentración urinaria de ALA y PBG extracción de 6-8 L de sangre. Dada la tendencia espontánea
es normal, en concordancia con la ausencia de crisis porfíri- a las recidivas progresivas y lentas, pueden ser aconsejables
cas. sangrías trimestrales o de mantenimiento a pesar de que la
La excreción fecal de coproporfirina suele hallarse mode- enfermedad siga en remisión, sobre todo si la ferritina sérica
radamente incrementada, debido a la eliminación de otras supera los 300 ng/mL.
porfirinas tetracarboxílicas, como las isocoproporfirinas o por- El tratamiento combinado basado en sangrías iniciales y
firinas P, patognomónicas de esta variedad de porfiria y de administración oral simultánea o posterior de cloroquina a
su modelo experimental. bajas dosis puede estar especialmente indicado en algunos
Las porfirinas eritrocitarias son normales, excepto en la va- casos con escasa o nula sobrecarga férrica.
riante homocigota, en la que se incrementa la protoporfirina. Es muy discutible que la desferoxamina pueda competir,
La determinación de la actividad o de la concentración de en relación coste/beneficio, con las sangrías en el objetivo
la enzima uroporfirinógeno-descarboxilasa eritrocitaria sólo de vaciar los depósitos corporales de hierro. Dada la corta
permitirá comprobar valores disminuidos en los individuos vida media del fármaco, éste debe administrarse por vía sub-
afectados de la variedad tipo II o “familiar”. La difícil medi- cutánea mediante bomba de perfusión continua. Puede em-
ción enzimática suele quedar restringida a laboratorios muy plearse la vía intravenosa en los casos aislados sometidos a
especializados. hemodiálisis periódica por insuficiencia renal terminal, situa-
Los valores de transaminasas glutámico-oxalacética (ASAT ción que quizá constituya la indicación más precisa de este
o GOT) y glutámico-pirúvica (ALAT o GPT) y gammagluta- tratamiento quelante.
miltranspeptidasa están modestamente incrementados en el
60-80% de los casos.
El 70% de los pacientes no tratados muestran hiperferritini-
nemia, con un valor medio de 400 ng/mL.
Aunque con frecuencia se menciona el hallazgo de eritro-
citosis, menos del 5% de los pacientes muestran cifras de he-
matíes superiores a 5,9 millones/µL. Es más frecuente detec-
tar cierto grado de eritropenia, relacionada con la intensidad Bibliografía especial
de la hepatopatía que, a su vez, condiciona, más que el alco-
holismo, la frecuente macrocitosis. BATLLE AMC, MAGNIN P. Porfirias y porfirinas. Aspectos clínicos y bio-
químicos. Federación Bioquímica de la Provincia de Buenos Ai-
res, 1988.
Tratamiento. Sólo durante la fase clínica o bioquímicamen- DISLER PB, MOORE MR. Porphyria. Clinics in dermatology, vol 2 (n.o 2).
te activa de la enfermedad se recomendará al paciente evitar Filadelfia, JB Lippincott, 1985.
y protegerse frente a la exposición solar. La mera supresión ENRÍQUEZ DE SALAMANCA R, MUÑOZ JJ, VALLS V. Tratamiento de las por-
de los factores desencadenantes (alcohol, estrógenos, hidro- firias. Información Terapéutica de la Seguridad Social, vol 14
carburos policlorinados) puede inducir la remisión del pro- (n.o 8) 1990: 198-236.
ceso. No obstante, no hay que conformarse con la simple re- ENRÍQUEZ DE SALAMANCA R, SEPULVEDA P, MORÁN MJ, SANTOS JL, FONTANE-
misión de la sintomatología clínica; para evitar que progrese LLAS A, HERNÁNDEZ A. Clinical utility of fluorometric scanning of

la lesión hepática subyacente sería aconsejable tratar activa- plasma porphyrins for the diagnosis and typing of porphyrias. Clin
Exp Dermatol 1993; 18: 128-130.
mente a todo paciente cuya uroporfirinuria fuese superior a KAPPAS A, SASSA S, GALBRAITH RA, NORDMANN Y. Porphyrins and heme.
100 o 200 µg/L. En: SCRIVER CR, BEAUDET AL, SLY WS, VALLE D (eds). The metabolic
La administración oral prolongada del antipalúdico cloro- basis of inherited disease. Nueva York, McGraw Hill, 1989; 1.305-
quina a bajas dosis, cuyo principal mecanismo de acción 1.365.
reside en su capacidad de formar complejos solubles con las KAUPPINEN R, MUSTAJOKI P. Prognosis of acute porphyria: Occurrence
porfirinas acumuladas facilitando así su excreción, puede ser of acute attacks, precipitating factors, and associated diseases.
eficaz. Aunque pueden administrarse dosis más altas en Medicine (Baltimore) 1992; 71: 1-13.
ciclos más cortos, la pauta de administración más recomen- MOORE MR, MCCOLL KEL, RIMINGTON C, GOLDBERG A. (eds). Disorders of
porphyrin metabolism. Nueva York, Plenum Medical, 1987.
dable es la siguiente: 150 mg/día de cloroquina base (250 Varios autores. The porphyrias. Seminars in dermatology, vol 5
mg/día de difosfato de cloroquina) 2 días por semana hasta (n.o 2). Orlando, Grune and Stratton, 1986.
lograr la remisión bioquímica completa o casi completa, lo Varios autores. The biology of heme I, II y III. Seminars in hema-
cual suele conseguirse tras 12-18 meses de tratamiento. Du- tology, vol 25 (n.o 4) 1988; vol 26 (n.o 1) 1989, vol 26 (n.o 2) 1989.

1885
Enfermedades por depósito en los lisosomas
T. Pàmpols Ros y A. Chabás Bergón

Concepto. Se trata de trastornos del lisosoma genéticamente de las mucopolisacaridosis, algunas glucoproteinosis y mu-
determinados cuya causa principal es la incapacidad de de- colipidosis. En varias enfermedades las manifestaciones der-
gradar las macromoléculas procedentes del recambio celu- matológicas pueden ser reveladoras (angioqueratoma, ictio-
lar, debido al defecto funcional de alguna enzima específica sis, hirsutismo y engrosamiento de la piel); otros signos
de los lisosomas. indicativos son la macroglosia y las anomalías oculares (opa-
Se han descrito alrededor de 50 enfermedades, para cuya cidad corneal, cataratas, mancha rojo cereza retiniana, atro-
descripción suelen agruparse convencionalmente bajo los fia óptica).
nombres químicos de los sustratos no degradados que se Merece destacarse la importancia del estudio anatomopa-
acumulan: lipidosis, mucopolisacaridosis, glucoproteinosis y tológico y, de hecho, las primeras descripciones fueron reali-
otras. En las tablas 15.31 a 15.33 se relacionan la bases bio- zadas por clínicos y anatomopatólogos.
químicas y clínicas de las principales formas de estas enfer- Desde el punto de vista diagnóstico, los estudios post mor-
medades. tem pueden tener un gran valor especialmente en el caso de
La herencia es autosómica recesiva, con excepción de las las esfingolipidosis pero los estudios bioquímicos son impres-
enfermedades de Hunter y Fabry que están ligadas al cromo- cindibles para proporcionar un consejo genético preciso y
soma X. Consideradas en su conjunto representan el 1% de facilitar el acceso al diagnóstico prenatal y de portadores.
los trastornos mendelianos descritos y el 10% de las enfer- Algunos métodos histológicos son aplicables a muestras
medades genéticas con el defecto primario establecido. Su accesibles en vida del paciente y tienen un valor orientativo
incidencia global no se conoce con exactitud pero en cual- reconocido, como la tinción metacromática de una biopsia
quier caso las frecuencias individuales estimadas son bajas: de nervio (leucodistrofia metacromática) o la microscopia
1/40.000-1/60.000 para la enfermedad de Gaucher y la leuco- electrónica de una biopsia cutánea o de mucosa rectal; la
distrofia metacromática, 1/24.000 para el síndrome de Sanfi- demostración de linfocitos vacuolados, granulaciones en los
lippo, 1/100.000 para los síndromes de Hunter y Hurler; de al- neutrófilos o células “espumosas” en la médula ósea son
gunos trastornos se ha descrito sólo un número muy limitado también sugestivas de una implicación patológica del siste-
de casos. Su distribución es panétnica a pesar de la mayor ma lisosomal.
prevalencia de enfermedades concretas en ciertos grupos ét-
nicos como las enfermedades de Gaucher y Tay-Sachs entre Diagnóstico bioquímico. El diagnóstico definitivo se basa
los judíos askenazis. en la demostración del déficit enzimático específico en sue-
Los cuadros clínicos están determinados por la distribu- ro, leucocitos y fibroblastos de piel cultivados; la demostra-
ción de la acumulación en los tejidos, la cual, a su vez, de- ción bioquímica de la acumulación en los tejidos es asimis-
pende de la localización fisiológica del sustrato implicado: mo patognomónica de muchas de estas enfermedades pero,
sistema nervioso, órganos viscerales, tejido conjuntivo, o en por razones obvias de accesibilidad de algunos materiales
cualquier órgano. El proceso de acumulación en los lisoso- biológicos, esta última opción queda restringida a circuns-
mas empieza en el período fetal, pero muchas enfermedades tancias especiales. Cuando los sustratos no degradados se ex-
no dan síntomas clínicos hasta el primer año o mucho más cretan en orina, su estudio es muy relevante y, por razones
tarde. El espectro de síntomas y la variación de fenotipos son de estrategia bioquímica, puede ser el punto de partida pre-
amplios, aunque la mayoría de los pacientes presentan un vio a los estudios enzimáticos. En los apartados siguientes se
curso letal con un cuadro neurodegenerativo grave y, en al- contemplarán con más detalle estas posibilidades, pero en
gunos casos, dismorfias, alteraciones óseas diversas, afecta- cualquier caso es importante retener el concepto de que se-
ción ocular, anomalías cutáneas y organomegalia. gún la orientación clínica se seleccionan los materiales bio-
lógicos más idóneos así como las pruebas bioquímicas y su
Diagnóstico clínico. Un aspecto primordial de estas enfer- secuencia de ejecución.
medades, del mismo modo que en muchos otros trastornos Análisis enzimático. Para la determinación de las activida-
metabólicos hereditarios, es su carácter progresivo o degene- des enzimáticas lisosomales suelen emplearse sustratos sinté-
rativo. El retraso en el desarrollo o la pérdida de habilidades ticos colorimétricos y, sobre todo, fluorimétricos; los sustratos
previamente adquiridas, la evidencia de visceromegalias, naturales marcados radioisotópicamente son imprescindibles
malformaciones óseas o signos oculares, como los mencio- para el diagnóstico de determinadas esfingolipidosis y muco-
nados en las tablas 15.31 a 15.33, son hallazgos que aconse- polisacaridosis. El empleo paralelo de sustratos naturales y
jan plantear un diagnóstico de enfermedades por depósito sintéticos es importante para el diagnóstico de homocigotos
en los lisosomas. afectos con formas atípicas y para la identificación de hetero-
La presentación es generalmente infantil e incluso se han cigotos. La separación de isoenzimas, los estudios cinéticos,
descrito formas congénitas in utero (sulfatidosis, galactosiali- los inhibidores y en general los amplios recursos de la enzi-
dosis/sialidosis). Aunque varias son mortales en la infancia o mología pueden ser necesarios para resolver determinados
en la adolescencia, la mayoría de las esfingolipidosis y algu- casos.
nas glucoproteinosis presentan formas juveniles y adultas, lo Incorporación de sustratos a células en cultivo. La asequibi-
que revela la heterogeneidad de estas enfermedades. lidad de la metodología de cultivos celulares, especialmente
Los signos neurológicos en las enfermedades en las que se de fibroblastos procedentes de biopsias cutáneas y de célu-
afecta principalmente la sustancia gris son retraso en el desa- las de líquido amniótico, ha facilitado el desarrollo de diver-
rrollo, pérdida de las habilidades adquiridas, trastorno de la sas técnicas que utilizan la incorporación de sustrato o sus
capacidad cognitiva, convulsiones, espasticidad y rigidez. precursores marcados isotópicamente a células en creci-
Los pacientes con defectos que afectan primordialmente la miento permitiendo seguir in situ el catabolismo de los sus-
sustancia blanca muestran signos de ataxia, disminución de tratos y, por lo tanto, comprobar íntegramente el funcionalis-
la velocidad de conducción nerviosa e hiperproteinorraquia. mo de los complejos sistemas enzimáticos.
La tosquedad de los rasgos faciales y las alteraciones es- Análisis químico del material almacenado. Se utiliza sólo
queléticas (gibosidad, ensanchamiento de los huesos largos, cuando es posible llevarlo a término en un material de fácil
hipoplasia de odontoides, genu valgum) son características acceso, por ejemplo la orina.

1886
ENFERMEDADES POR DEPÓSITO EN LOS LISOSOMAS

TABLA 15.31. Características bioquímicas y clínicas de las lipidosis


Defecto enzimático
Compuestos acumulados
(material biológico de más
Trastorno (material biológico que Cuadro clínico
fácil acceso que permite
permite su demostración)
su demostración)
Esfingolipidosis
Gangliosidosis GM-1 Gangliósido GM-1 (cerebro) Betagalactosidasa Forma infantil o gangliosidosis generalizada. Síntomas
Oligosacáridos y otros (leucocitos, fibroblastos) en el lactante, facies tosca, edema,
glucoconjugados (orina, hepatosplenomegalia, alteraciones óseas, retraso
hígado) psicomotor, mancha rojo-cereza retiniana en un
50% de los casos. Neurodegeneración progresiva.
Fallecimiento hacia los 2 años
Forma juvenil. Inicio a la edad de 6-20 meses,
hepatomegalia y afectación ósea ausentes o
discretas. Retraso mental, convulsiones, ceguera
tardía. Disartria. Espasticidad. Fallecimiento entre
los 3 y 10 años
Forma adulta. Aparición a los 10-20 años. Ataxia
cerebelosa progresiva, afectación intelectual
ligera. Disartria. Evolución lenta. Fallecimiento
después de los 20 años
Gangliosidosis GM-2
Enfermedad de Tay- Gangliósido GM-2 y GA-2 Hexosamidasa A (suero, Forma infantil. Primeros síntomas de debilidad
Sachs (cerebro) leucocitos, fibroblastos) motora entre los 3 y 5 meses. Respuesta
(gangliosidosis característica a los estímulos acústicos. Hipotonía,
GM-2 variante B) deterioro mental y motor progresivos y rápidos.
Amaurosis. Mancha rojo-cereza. Difícilmente
sobreviven a los 4 años de vida
Forma juvenil. Ataxia motora entre los 2 y 6 años.
Demencia progresiva, pérdida de lenguaje,
espasticidad y convulsiones al final de la segunda
década. Es frecuente que a los 10-12 años,
coincidiendo con infecciones intercurrentes,
lleguen a un estado vegetativo con rigidez de
descerebración (menos de 20 casos descritos.
Posiblemente compuestos genéticos)
Forma crónica. Más indolente con anomalías de la
marcha y posturales entre los 2 y 5 años.
Inteligencia normal. Labilidad emocional.
Síntomas cerebelosos destacados y un perfil de
degeneración espinocerebelosa. De los pocos
casos descritos, algunos sobreviven todavía a la
tercera o cuarta décadas
Forma adulta. Difícil diferenciación respecto al
fenotipo anterior. Predominan los síntomas de
disfunción espinocerebelosa y de neuronas
motoras. Un tercio de los pacientes desarrollan
demencia, psicosis o depresiones. Variabilidad de
presentación familiar
Enfermedad de Gangliósido GM-2 (cerebro) Hexosaminidasa A y B Clínicamente indistinguible de la enfermedad de Tay-
Sandhoff globósido (hígado) (suero, leucocitos, Sachs, pero algunos pacientes pueden presentar
(gangliosidosis oligosacáridos (hígado, fibroblastos) además visceromegalia
GM-2 variante O) orina) Forma juvenil, similar a las formas juveniles de la
enfermedad de Tay-Sachs, se han descrito también
unos pocos casos de presentación adulta y crónica
Gangliosidosis GM-2 Gangliósido GM-2 y GA-2 Déficit de proteína Clínicamente similar a la enfermedad de Tay-Sachs
variante AB (cerebro) activadora de la
hexosaminidasa A
(fibroblastos)
Gangliosidosis GM-2 Gangliósido GM-2 y GA-2 Defecto de la interacción de Clínicamente similar a la enfermedad de Tay-Sachs,
(variante B1 (cerebro) hexosaminidasa A con la en su forma juvenil
o variante proteína activadora
seudo-AB) (suero, pero con un
sustrato sulfatado; con el
que se emplea
habitualmente la
actividad; es normal)

Enfermedad de Glucocerebrósido (hígado, Betaglucocerebrosidasa Forma crónica no neuronopática. Presentación a


Gaucher bazo) (leucocitos, fibroblastos) cualquier edad, esplenomegalia progresiva,
Crónica no deterioro óseo, a veces afectación hepática e
neuronopática infiltración pulmonar. Supervivencia en general
(tipo I) prolongada. Hay casos más graves que mueren en
la segunda o tercera década
Aguda Glucocerebrósido (hígado, Betaglucocerebrosidasa Forma aguda neuronopática infantil. Síntomas en los
neuronopática bazo, en cerebro es más (leucocitos, fibroblastos) primeros meses, hepatosplenomegalia, desarrollo
(tipo II) difícil de demostrar) lento, dificultad en la deglución, problemas
respiratorios, cuadro de parálisis bulbar.
Fallecimiento antes de los 2 años
(Continúa)

1887
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.31. Características bioquímicas y clínicas de las lipidosis (continuación)


Defecto enzimático
Compuestos acumulados
(material biológico de más
Trastorno (material biológico que Cuadro clínico
fácil acceso que permite
permite su demostración)
su demostración)
Subaguda Glucocerebrósido (hígado, Betaglucocerebrosidasa Forma subaguda neuronopática juvenil. Síntomas
neuronopática bazo, en cerebro es más (leucocitos, fibroblastos) hacia los 4-8 años, hepatosplenomegalia,
(tipo III) difícil de demostrar) convulsiones, signos extrapiramidales y
cerebelosos, demencia. Fallecimiento en la
adolescencia. Algunos sobreviven hasta la edad
Enfermedad de Glucocerebrósido (hígado, Déficit de proteína adulta
Gaucher por bazo, en cerebro es más activadora SAP-2 Sólo se han descrito 2 casos con la forma subaguda
déficit en SAP-2 difícil de demostrar) neuronopática juvenil
Lipoidosis por
acumulación
de
esfingomielina/
colesterol
Enfermedad de
Niemann-Pick
Tipo A Esfingomielina (hígado, Esfingomielinasa
bazo, cerebro) (fibroblastos) Forma aguda neuronopática. Síntomas antes de los
' 6 meses, estancamiento del desarrollo psicomotor,
hepatomegalia, el 50% de los pacientes presentan
mancha rojo-cereza retiniana. Fallecimiento hacia
Tipo B Esfingomielina (hígado, Esfingomielinasa los 2-4 años
bazo) (fibroblastos) Forma crónica no neuronopática. Hepatomegalia
detectable dentro de los primeros años, a veces
linfadenopatía, problemas de infecciones
respiratorias debido al infiltrado pulmonar.
Tipo C Esfingomielina, colesterol, Desconocido. Anomalía en Supervivencia en general buena
glucolípidos, la esterificación del Forma crónica neuronopática. Síntomas en la
bis (monoacilglicerol) colesterol exógeno en infancia, retraso psicomotor, convulsiones,
fosfato (hígado, bazo) fibroblastos. hepatosplenomegalia, oftalmoplejía vertical,
Esfingomielinasa fallecimiento en general en la segunda década,
disminuida sólo pero hay formas de presentación neonatal y
secundariamente en la edad adulta
Déficit de Trihexosil-ceramida Alfagalactosidasa (suero,
alfagalactosidasa y dihexosil-ceramida leucocitos, fibroblastos) Síntomas en la adolescencia o edad adulta,
(enfermedad de (orina) cardiopatía y nefropatía progresiva,
Anderson-Fabry) angioqueratoma, a veces neuropatía periférica y
Leucodistrofia Cerebrósido sulfato (orina, Cerebrósido sulfatosulfatasa manifestaciones centrales y oculares
metacromática cerebro) o arilsulfatasa A Forma neonatal. Ataques apneicos, convulsiones,
(sulfatidosis) (leucocitos, fibroblastos) distonía, retraso de crecimiento, fallecimiento a los
pocos meses
Forma infantil. Es la más frecuente, síntomas a los
1-2 años, retraso de desarrollo, ataxia progresiva,
tetraparesia espástica, fallecimiento hacia los
3 años
Forma juvenil. Los primeros síntomas a los 4-6 años
son el deterioro del rendimiento escolar y la
inestabilidad en la marcha; el deterioro es
progresivo. Fallecimiento en la segunda década
Forma adulta. Síntomas a partir de la segunda
década. Cambios de personalidad, demencia,
psicosis, neuropatía periférica. Fallecimiento en la
Leucodistrofia Déficit de proteína cuarta o la quinta décadas
metacromática activadora SAP-1 de Cuadro similar al de la foma juvenil
por defecto en cerebrósido sulfato-
SAP-1 sulfatasa
Déficit múltiple de Cerebrósido sulfato, Arilsulfatasas A, B, C y otros
sulfatasas glucosaminoglicanos, (leucocitos, fibroblastos) Síntomas dentro de los primeros años, retraso
(enfermedad de esterolsulfato (cerebro, psicomotor, facies tosca, sordera,
Austin) hígado) hepatosplenomegalia, disostosis múltiple, ictiosis,
evolución hacia un estado vegetativo,
Leucodistrofia de Galactocerebrósido Betagalactocerebrosidasa fallecimiento durante la primera década
células globoides (aumentado sólo en las (leucocitos, fibroblastos) Forma infantil. Síntomas en los primeros meses,
(enfermedad de células globoides, pero dificultad en la deglución, hipertonía, irritabilidad,
Krabbe) disminuido globalmente convulsiones, retraso psicomotor, tetraparesia
en cerebro). Psicosina espástica. Fallecimiento antes del año. Se han
(oligodendrocitos) descrito casos de aparición infantil tardía/juvenil,
con atrofia óptica, síndrome piramidal y ataxia
Lipogranulomatosis Ceramida (hígado) Ceramidasa (leucocitos, cerebelosa
de Farber fibroblastos) Nódulos periarticulares e infiltrado pulmonar que se
desarrolla entre los 2-4 meses de edad, alteraciones
retinianas, retraso psicomotor, convulsiones,
hipotonía. Fallecimiento en los primeros años. Hay
algún caso que ha sobrevivido hasta la segunda
década sin retraso mental

(Continúa)
1888
ENFERMEDADES POR DEPÓSITO EN LOS LISOSOMAS

TABLA 15.31. Características bioquímicas y clínicas de las lipidosis (continuación)


Defecto enzimático
Compuestos acumulados
(material biológico de más
Trastorno (material biológico que Cuadro clínico
fácil acceso que permite
permite su demostración)
su demostración)
Otras lipidosis
Enfermedad de Ésteres del colesterol y Lipasa ácida (leucocitos, Síntomas en las primeras semanas de vida con
Wolman triglicéridos (hígado, fibroblastos) vómitos, esteatorrea, distensión abdominal,
bazo) anemia y hepatosplenomegalia. También son
características las calcificaciones suprarrenales y el
deterioro mental progresivo. Fallecimiento,
generalmente entre los 3-6 meses
Enfermedad por Ésteres del colesterol Lipasa ácida (leucocitos, Puede ser más benigna que la anterior y no
acumulación de (hígado). Colesterol fibroblastos) detectarse hasta la edad adulta. Hepatomegalia,
ésteres del y a veces triglicéridos hiperbetalipoproteinemia, aterosclerosis
colesterol (plasma) prematura, anemia crónica, a veces afectación
(mutación alélica muscular. Las calcificaciones suprarrenales son
con la anterior) muy raras
Mucolipidosis IV Gangliósidos GM-3, GD-3 y Déficit secundario de Síntomas en el período neonatal. Opacidad corneal,
(sialolipidosis) GD-1 a (hígado, bazo, gangliósido-sialidasa (?) hipotonía, retraso psicomotor y signos piramidales.
cerebro, fibroblastos) (fibroblastos) Regresión acusada. Ausencia de anomalías óseas y
Glucosaminoglicanos viscerales
(fibroblastos)
SAP: proteínas activadoras de los esfingolípidos.

TABLA 15.32. Características bioquímicas y clínicas de las mucopolisacaridosis


Defecto enzimático
Compuestos acumulados
(material biológico de más
Trastorno (material biológico que Cuadro clínico
fácil acceso que permite
permite su demostración)
su demostración)
Déficit de α-L- α-L-iduronidasa (leucocitos, Aparición de síntomas en general en el período
iduronidasa fibroblastos) neonatal. Facies tosca, retraso del desarrollo
Síndrome de Hurler Heparansulfato y α-L-iduronidasa (leucocitos, psicomotor, rigidez de articulaciones con mano en
(MPS I H) dermatansulfato (orina, fibroblastos) garra. Enanismo, opacidad corneal,
tejidos)' hepatosplenomegalia, cardiopatía e infecciones
recurrentes. Deterioro progresivo y fallecimiento
hacia los 10 años
Síndrome Scheie Heparansulfato y α-L-iduronidasa (leucocitos, Síntomas hacia los 2-7 años. Facies tosca y
(MPS I S) dermatansulfato (orina, fibroblastos) manifestaciones oculares, articulares y vasculares.
tejidos) La inteligencia es normal y suelen llegar a la edad
adulta
Síndrome de Hurler- Heparansulfato y α-L-iduronidasa (leucocitos, Características intermedias entre los dos anteriores.
Scheie (MPS I H-S) dermatansulfato (orina, fibroblastos) Rigidez articular y disostosis múltiple moderadas.
tejidos) Opacidad corneal. Retraso mental ausente o
discreto. Supervivencia hasta la segunda década o
más
Síndrome de Hunter Heparansulfato y Iduronato-2-sulfatasa Dos fenotipos principales. El grave recuerda el
(MPS II) dermatansulfato (orina, (leucocitos, fibroblastos, síndrome de Hurler, pero con opacidad corneal
tejidos) suero) variable, progresión más lenta del deterioro
mental, sordera (los pacientes son varones, puesto
que está ligada al X). Fallecimiento hacia los
15 años
Los pacientes con el fenotipo benigno suelen
sobrevivir hasta la cuarta década o incluso más,
pero están incapacitados por la artropatía,
síndrome de atrapamiento nervioso y glaucoma
Síndromes de
Sanfilippo
Déficit de N- Heparansulfato (orina, N-sulfoglucosamina- Retraso psicomotor; hacia los 2 años la destrucción
sulfoglucosamina- tejidos) sulfohidrolasa o neuronal progresiva se traduce en signos
sulfohidrolasa N-heparansulfatosulfatasa neurológicos focales. Hiperactividad y conducta
(síndrome de (leucocitos, fibroblastos) agresiva. Hepatosplenomegalia, cardiopatía,
Sanfilippo A disostosis múltiple y artropatía, en general,
o MPS III A) moderadas. La progresión es variable, pero el
fallecimiento suele ocurrir antes de los 20 años
Déficit de α-N- Heparansulfato (orina, α-D-N-acetilglucosaminidasa Retraso psicomotor; hacia los 2 años la destrucción
acetilglucosaminida- tejidos) (suero, leucocitos, neuronal progresiva se traduce en signos
sa (síndrome de fibroblastos) neurológicos focales. Hiperactividad y conducta
Sanfilippo B o MPS agresiva. Hepatosplenomegalia, cardiopatía,
III B) disostosis múltiple y artropatía, en general,
moderadas. La progresión es variable, pero el
fallecimiento suele ocurrir antes de los 20 años
(Continúa)
1889
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.32. Características bioquímicas y clínicas de las mucopolisacaridosis (continuación)


Defecto enzimático
Compuestos acumulados
(material biológico de más
Trastorno (material biológico que Cuadro clínico
fácil acceso que permite
permite su demostración)
su demostración)
Déficit de heparán-α- Heparansulfato (orina, Acil-CoA: alfaglucosamínido- Retraso psicomotor; hacia los 2 años la destrucción
glucosamínido- tejidos) acetiltransferasa neuronal progresiva se traduce en signos
acetiltransferasa (fibroblastos) neurológicos focales. Hiperactividad y conducta
(síndrome de Sanfilippo agresiva. Hepatosplenomegalia, cardiopatía,
C disostosis múltiple y artropatía, en general,
o MPS III C) moderadas. La progresión es variable, pero el
fallecimiento suele ocurrir antes de los 20 años
Déficit de N- Heparansulfato (orina, N-acetilglucosamina-6- Retraso psicomotor; hacia los 2 años la destrucción
acetilglucosamina-6- tejidos) sulfatasa (fibroblastos) neuronal progresiva se traduce en signos
sulfatasa (síndrome de neurológicos focales. Hiperactividad y conducta
Sanfilippo D agresiva. Hepatosplenomegalia, cardiopatía,
o MPS III D) disostosis múltiple y artropatía, en general,
moderadas. La progresión es variable, pero el
fallecimiento suele ocurrir antes de los 20 años
Síndromes de Morquio
Síndrome de Morquio A Queratansulfato (orina, Galactosa-6-sulfatasa Clínicamente heterogénea. Puede presentarse
(MPS IV A) hígado) (leucocitos, fibroblastos) precozmente (al año). Deformidades esqueléticas
Condroitin-6-sulfato (orina) muy graves que provocan compresión de la
médula espinal y manifestaciones neurológicas
periféricas. Intelecto preservado. Opacidad
corneal, cardiopatía, anomalías del esmalte
dentario. Los pacientes con la forma grave raras
veces sobrepasan los 20-30 años, mientras que los
de la forma benigna pueden llegar a la sexta
década
Síndrome de Morquio B Queratansulfato (orina, Betagalactosidasa En general menos grave que el tipo A
(MPS IV B) hígado) (leucocitos, suero,
Condroitin-6-sulfato (orina) fibroblastos)
Síndrome de Maroteaux- Dermatansulfato (orina, N-acetilgalactosamina-4- Fenotipos grave, benigno e intermedio. El grave tiene
Lamy (MPS VI) tejidos) sulfatasa o arilsulfatasa B las manifestaciones sistémicas del síndrome de
(leucocitos, fibroblastos) Hurler, pero con intelecto preservado en general
Deficiencia de
betaglucuronidasa Dermatansulfato y β-D-glucuronidasa Muy variable; las formas graves recuerdan el
(síndrome de Sly heparansulfato (orina, (leucocitos, suero, síndrome de Hurler, y las benignas el de Hurler-
o MPS VII) tejidos) fibroblastos) Scheie

Puede llamar la atención el hecho de que a veces se nombre la enfermedad por el déficit enzimático y otras con el del síndrome; ello se debe a que se ha respeta-
do la nomenclatura recomendada por la OMS (1991). MPS: mucopolisacaridosis.

Los estudios de composición lipídica de tejidos, con algu- enzima purificada de plasma, placenta o bazo y la implanta-
nas limitaciones, pueden aplicarse a muestras formolizadas o ción de una fuente de producción enzimática (trasplante de
parafinadas y permiten diagnosticar retrospectivamente a pa- fibroblastos y células amnióticas epiteliales y trasplante de ri-
cientes ya fallecidos y facilitar a la familia el acceso al conse- ñón, hígado y bazo). Si bien algunos de estos tratamientos
jo genético y al diagnóstico prenatal. han resultado eficaces para reducir determinadas manifesta-
Las técnicas que se emplean para la identificación y cuan- ciones clínicas, no han aportado mejoría en las enfermeda-
tificación de compuestos son extraordinariamente variadas, des que afectan al SNC. El trasplante de médula ósea (TMO)
pero las más habituales son la cromatografía en capa fina, la se ha considerado beneficioso en algunas de estas entidades.
cromatografía líquida de alta resolución y la cromatografía Los resultados más positivos se han obtenido en los niños en
de gases capilar. los que el procedimiento se practicó tempranamente y con
Detección de la lesión génica. El desarrollo de técnicas re- la menor implicación del SNC. El TMO puede considerarse el
lativamente sencillas para la detección de mutaciones en el preludio para la terapia génica, ya que si un nivel continua-
DNA ha facilitado la identificación de muchos trastornos mo- mente incrementado de la enzima suministrada por un TMO
nogénicos. La tecnología del DNA no es, sin embargo, nece- resultase en una mejoría clínica, se facilitaría con ello el de-
saria para el diagnóstico de los homocigotos afectos de en- sarrollo de nuevas tecnologías que permitirían la introduc-
fermedades por depósito lisosomal. En casos concretos se ción del gen deficitario en las propias células del paciente.
emplean para obtener información sobre las diferentes muta- En ausencia de un tratamiento eficaz o definitivo, el cuida-
ciones que causan el trastorno y su epidemiología, para la di- do de estas enfermedades es básicamente sintomático. Dada
ferenciación entre formas de una misma enfermedad (enfer- la gravedad de las enfermedades lisosomales y la limitación
medad de Gaucher), para mejorar la detección del estado de recursos terapéuticos, es importante la prevención de nue-
heterocigoto en las enfermedades ligadas al cromosoma X, vos casos en las familias afectadas a través del consejo genéti-
en casos puntuales de diagnóstico prenatal, en las familias co. Para ello es preciso haber llegado al diagnóstico bioquími-
con seudodéficit (leucodistrofia metacromática) y, en gene- co exacto con el fin de poder ofrecer la información ne-
ral, con objetivos de investigación. cesaria sobre el tipo de herencia, el riesgo de recurrencia, el
curso clínico más probable y la disponibilidad de metodolo-
Tratamiento y prevención. Desde los primeros intentos te- gía para detectar heterocigotos portadores y efectuar el diag-
rapéuticos de sustitución enzimática en la enfermedad de nóstico prenatal. Éste es factible en todas las enfermedades
Pompe, se han descrito diversas aproximaciones para corre- del grupo empleando células de líquido amniótico cultivadas
gir la lesión metabólica en las enfermedades por depósito en o biopsia de vellosidades coriónicas. Cada enfermedad plan-
los lisosomas, incluyendo la administración de plasma no tea problemas específicos y su diagnóstico prenatal debe ser
fraccionado o de leucocitos, el empleo de inyecciones de la llevado a cabo únicamente en los laboratorios especializados

1890
ENFERMEDADES POR DEPÓSITO EN LOS LISOSOMAS

TABLA 15.33. Características bioquímicas y clínicas de las glucoproteinosis y otras enfermedades lisosomales
Defecto enzimático
Compuestos acumulados
(material biológico de más
Trastorno (material biológico que Cuadro clínico
fácil acceso que permite
permite su demostración)
su demostración)
Glucoproteinosis
(oligosacaridosis)
Fucosidosis Oligosacáridos (orina, α-L-fucosidasa (leucocitos, Infantil tipo 1. Síntomas hacia el primer año, deterioro
cerebro y otros tejidos). suero, fibroblastos) psicomotor progresivo, hipotonía, espasticidad,
Glucolípidos (hígado) convulsiones, facies tosca, disostosis múltiple.
A menudo cardiomegalia y hepatosplenomegalia,
aumento del contenido en NaCl del sudor.
Fallecimiento en general antes de los 6 años
Juvenil tipo 2. Síntomas a los 1-2 años. Retraso
psicomotor, disostosis múltiple, vasos tortuosos en
conjuntiva. Angioqueratoma. Anhidrosis.
Supervivencia prolongada
Alfamanosidosis Oligosacáridos ricos en Alfamanosidasa (leucocitos, Infantil grave o tipo 1. Inicio antes del primer año.
manosa (orina, hígado) suero, fibroblastos) Opacidad corneal, cataratas,
hepatosplenomegalia, disostosis múltiple, sordera,
infecciones recurrentes, facies tosca y retraso
mental y motor
Juvenil benigna o tipo 2. Inicio a 1-4 años. La
disostosis múltiple es discreta, sordera parcial y
retraso mental moderado.
Betamanosidosis Disacárido manosil-N- Betamanosidasa (leucocitos, Once pacientes diagnosticados con edades entre 1 y
acetilglucosamina (orina, suero, fibroblastos) 44 años. Retraso mental profundo. Sordera.
tejidos) Angioqueratoma en los pacientes adultos
Sialidosis Oligosacáridos ricos en Glucoproteína-sialidasa, Tipo I o sialidosis normomórfica. Síntomas en la
siálico (orina, tejidos) alfasialidasa o segunda década. Facies normal. Alteraciones, a
alfaneuraminidasa veces graves, de la agudez visual, mancha rojo-
(fibroblastos) cereza, mioclonías, trastornos de la marcha.
Pueden sobrevivir hasta la cuarta década
Tipo II o sialidosis dismórfica. Forma juvenil. Inicio a
los 2-20 años, tosquedad facial, disostosis múltiple,
pérdida agudeza visual, mioclonías, mancha rojo-
cereza, retraso mental, ataxia, convulsiones y
angioqueratomas. Fallecimiento hacia la cuarta o
la quinta décadas
Forma infantil. El mismo cuadro más hepatomegalia,
a veces nefropatía y sin angioqueratoma.
Fallecimiento en la segunda década
Forma congénita. Con hidropesía fetal, nefropatía,
hepatosplenomegalia, edema y ascitis.
Fallecimiento en los primeros meses
Galactosialidosis Oligosacáridos sialilados Betagalactosidasa y sialidasa Forma infantil precoz. Edema, ascitis, displasia
(orina, tejidos) (debido al defecto en una esquelética y mancha rojo-cereza. Similar a la
proteína estabilizadora gangliosidosis GM-1
del complejo enzimático) Forma infantil tardía. Inicio de síntomas a los 6-
(fibroblastos) 12 meses, disostosis múltiple, visceromegalia,
mancha rojo-cereza y retraso mental discreto
Forma juvenil (la más frecuente). Síntomas entre la
infancia y la edad adulta. Displasia ósea, dismorfia,
opacidad corneal, mancha rojo-cereza, erupción
angioqueratoma, deterioro neurológico progresivo
y retraso mental
Aspartilglucosaminuria Aspartilglucosamina (orina, 1-aspartamido-β-N- Síntomas en los primeros meses de vida, hernia,
tejidos) acetilglucosamina- diarrea recurrente, tosquedad facial, afasia
amidohidrolasa (plasma, progresiva, retraso mental, anomalías esqueléticas,
leucocitos, fibroblastos) hipermovilidad de las articulaciones, macroglosias,
opacidad lenticular. Pueden sobrevivir hasta la
tercera o quinta décadas
Enfermedad de N-Acetilgalactosamina-O- α-N-acetilgalactosaminidasa Forma infantil. Retraso de desarrollo y regresión
Schindler glucopéptidos trisacáridos (leucocitos, suero, rápida a partir del segundo año. Ceguera cortical,
(la naturaleza del material fibroblastos) mioclonías, espasticidad, postura decorticada y
acumulado aún no está retraso psicomotor intenso
bien establecida) (orina, Forma adulta. Mucho más benigna. Angioqueratoma
sustancia gris cerebral)

Defectos en el procesamiento y transporte de las hidrolasas ácidas


Enfermedad de las Sialiloligosacáridos, UDP-α-N-acetilglucosamina: Presentación neonatal, disostosis múltiple, tosquedad
células con glucosaminoglicanos, glucoproteína-N- facial, retraso mental; hepatosplenomegalia
inclusiones (I-cell glucolípidos (orina) acetilglucosamina-1- frecuente. Fallecimiento en general antes de los
disease, fosfotransferasa (leucocitos, 5 años. Muy similar a los casos graves de síndrome
mucolipidosis II) fibroblastos) (se de Hurler
diagnostica, sin embargo,
por el aumento sérico de
diversas hidrolasas
lisosomales)

(Continúa)
1891
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.33. Características bioquímicas y clínicas de las glucoproteinosis y otras enfermedades lisosomales (continuación)
Defecto enzimático
Compuestos acumulados
(material biológico de más
Trastorno (material biológico que Cuadro clínico
fácil acceso que permite
permite su demostración)
su demostración)
Polidistrofia seudo- Sialiloligosacáridos, UDP-α-N-acetilglucosamina: Forma alélica de la anterior. Las manifestaciones son
Hurler glucosaminoglicanos, glucoproteína-N- idénticas pero con inicio más tardío y progresión
(mucolipidosis III) glucolípidos (orina) acetilglucosamina-1- lenta. Retraso mental leve o inexistente. Recuerda
fosfotransferasa el síndrome de Maroteaux-Lamy
(leucocitos, fibroblastos)
(se diagnostica, sin
embargo, por el aumento
sérico de diversas
hidrolasas lisosomales)

Defectos en la salida de metabolitos del lisosoma, por alteración de una proteína de transporte
Enfermedad de Salla Ácido siálico libre (orina, Retraso del desarrollo psicomotor desde el primer
(sialuria tipo fibroblastos, tejidos). año de vida, en algunos casos aparece tosquedad
finlandés) Sialiloligosacáridos facial y seguidamente ataxia, atetosis, disartria y
(tejidos) retraso mental. La esperanza de vida no se ve
afectada
Enfermedad por Ácido siálico libre (orina, Inicio al nacer con ascitis, hepatosplenomegalia,
acumulación de fibroblastos) hipertonía y retraso psicomotor grave.
ácido siálico, forma Fallecimiento en general antes de los 5 años
infantil grave
(sialuria tipo
infantil)
Cistinosis (ver Cistina
trastornos del
metabolismo de los
aminoácidos)
Variante acidemia Vitamina B12 (fibroblastos),
metilmalónica ácido metilmalónico
(véase acidurias (orina)
orgánicas)
Otras enfermedades
Déficit alfaglucosidasa
(ver glucogenosis,
enfermedad de
Pompe)

en estas enfermedades. La detección de heterocigotos puede CANTZ M, ULRICH-BOTH B. Disorders of glycoprotein degradation. J In-
presentar más dificultades; en general se realiza mediante la her Metab Dis 1990; 13: 523-537.
determinación de la enzima en leucocitos y fibroblastos de CHABÁS A, GUARDIOLA A. ß-Glucoronidase deficiency: identification of
piel cultivados; sin embargo, a veces es difícil lograr una con- an affected fetus with simultaneous sampling of chorionic villus
and amniotic fluid. Prenat Diagn 1993; 13: 429-433.
fianza estadísticamente suficiente debido a la superposición CHABÁS A, CASTELLVI S, BAYÉS M, BALCELLS S, GRINBERG D, VILAGELIU LI, et
de los valores con los del individuo control. al. Frequency of the arylsulphatase A pseudodeficiency allele in
Las enfermedades por depósito en los lisosomas pueden the Spanish population. Clin Genet 1993; 44: 320-323.
clasificarse en lipidosis (tabla 15.31), mucopolisacaridosis CHRISTOMANOU H, CHABÁS A. PÀMPOLS T, GUARDIOLA A. Activator protein
(tabla 15.32), glucoproteinosis, defectos en el procesamiento deficient Gaucher’s disease. A second patient with the newly iden-
y transporte de las hidrolasas ácidas y defectos en la salida tified lipid storage disorder. Klin Wochenschr 1989; 67: 999-1.003.
de metabolitos del lisosoma por alteración de una proteí- HERS HG, VAN HOOF F (eds). Lysosomes and storage diseases. Acade-
mic Press 1973; 217-259.
na de transporte (tabla 15.33). PÀMPOLS T, RIBES A. Del concepto de enfermedad genética-metabóli-
En aras de la claridad y por las limitaciones de espacio ca y del diagnóstico de las enfermedades lisosomales, peroxiso-
propias de esta obra se ha optado por resumir las caracterís- males y de los trastornos del metabolismo intermediario. En:
ticas de todas estas enfermedades en las tablas citadas. Los GONZÁLEZ-SASTRE F (ed). Manual de Bioquímica Clínica. Barcelona,
lectores interesados pueden consultar la bibliografía adjunta. Barcanova, 1993.
SCRIVER CR, BEAUDET AL, SLY WS, VALLE D. (eds). The metabolic basis of
inherited disease. Mc Graw-Hill Inc 1995, 843-1.014 y 2.287-2.426.
VON FIGURA K, HASILIK A, STECKEL F. Lysosomal storage disorders cau-
Bibliografía especial sed by instability of the missing enzymes. En: BARRANGER JA, BRADY
BARTON NW, BRADY RO, DAMBROSIA JM, BICEGLIE AM, DOPPELT SH, SUVI- RO (eds). Molecular basis of lisosomal storage disorders. Acade-
MOL CH et al. Replacement therapy for inherited enzyme defi- mic Press Inc 1984; 133-146.
ciency. Macrophagetargeted glucocerebrosidase for Gaucher’s di- WATTS RWE, GIBBS DA (eds). Lisosomal storage diseases. Biochemical
sease. N Engl J Med 1991; 324: 1.464-1.470. and clinical aspects. Londres, Taylor & Francis Ltd., 1986

1892
Enfermedades peroxisomales
T. Pàmpols Ros y M.L. Girós Blasco

Concepto. Las enfermedades peroxisomales son trastornos alguna etapa del procesamiento postraduccional de las enzi-
genéticamente determinados del peroxisoma, cuya causa mas o proteínas peroxisomales, probablemente en los meca-
principal es la incapacidad para formar y mantener el orgá- nismos que las dirigen hacia el orgánulo y facilitan su ensam-
nulo (defectos de la biogénesis del peroxisoma) o bien el de- blaje y/o traslocación a través de la membrana.
fecto funcional de alguna enzima peroxisomal específica. El Se incluyen en este grupo el síndrome de Zellweger, la
prototipo del primer caso es el síndrome de Zellweger, con adrenoleucodistrofia neonatal (ALD-N) y la enfermedad de
una frecuencia de aparición estimada de 1:50.000, y el del se- Refsum infantil. El síndrome de Zellweger es el más grave y
gundo, la adrenoleucodistrofia ligada al cromosoma X (ALD- se manifiesta por virtual carencia de desarrollo psicomotor,
X), que con una incidencia de 1:20.000 varones es, probable- profundos defectos de migración neuronal y anomalías cra-
mente, la enfermedad peroxisomal más frecuente. Hasta la neofaciales, esqueléticas y viscerales; los pacientes raras ve-
actualidad, se han descrito unas 17 enfermedades peroxiso- ces sobrepasan los 4 meses de vida. Los pacientes con enfer-
males, la mayoría de las cuales presentan manifestaciones medad de Refsum infantil sobreviven a veces hasta la
neurológicas importantes. segunda década o más y las anomalías morfológicas son más
suaves. La ALD-N presenta un grado de intensidad interme-
Biogénesis y funciones del peroxisoma. Es un orgánulo dio. Clínicamente pueden observarse manifestaciones varia-
presente en todas las células de mamíferos con excepción bles de dismorfia, retraso mental, convulsiones, retinopatía,
del hematíe maduro. Su tamaño, morfología y número varían sordera neurosensorial y hepatomegalia.
según el tipo celular y su especialización funcional, siendo La coincidencia de anomalías bioquímicas en estas tres
particularmente abundantes en hígado, riñón, corteza supra- enfermedades y la dificultad para diferenciar netamente los
renal y oligodendrocitos. Su número aumenta durante el de- fenotipos clínicos apoyarían la hipótesis de que en realidad
sarrollo del sistema nervioso, lo cual sugiere que pueden representan una única entidad patológica con variabilidad
tener un papel relevante en la mielinización y migración clínica en función de la gravedad del defecto bioquímico,
neuronales, procesos que son deficientes en algunas enfer- existiendo una correlación con los datos comparativos de la
medades peroxisomales. biosíntesis de novo de plasmalógenos, que se halla más alte-
La biogénesis del peroxisoma se lleva a cabo importando rada en el síndrome de Zellweger, seguida de la ALD-N y la
proteínas (específicas de membrana, de la matriz, enzimáti- enfermedad de Refsum infantil. Los estudios de complemen-
cas, receptoras) a peroxisomas preexistentes que aumentan tación entre líneas celulares de pacientes con estas tres enti-
de tamaño y se dividen. Estas proteínas son codificadas por dades demuestran que la situación es aún más compleja, ya
genes nucleares y sintetizadas en el citosol por polisomas li- que han puesto de manifiesto por lo menos 10 grupos de
bres, en general con su forma madura. Muchas tienen se- complementación o genotipos que no se correlacionan ade-
cuencias topogénicas terminales y los mecanismos de recep- más con los fenotipos. Estos hechos sugieren que mutacio-
ción mediante proteínas son dependientes del ATP. nes, en múltiples genes, pueden determinar defectos en la
La matriz del peroxisoma contiene más de 50 enzimas que biogénesis. Su herencia es autosómica recesiva.
catalizan gran variedad de reacciones, llevando a cabo fun- Los estudios de genética molecular han aportado reciente-
ciones tanto anabólicas (p. ej., la biosíntesis de plasmalóge- mente otros dos hallazgos interesantes. Por un lado, la clona-
nos y de ácidos biliares y la transaminación del glioxilato) ción de un CDNA para el denominado factor de ensamblaje
como catabólicas (p. ej., la respiración celular basada en el peroxisomal (PAF-1; proteína integral de la membrana de
H2O2, el catabolismo de los ácidos grasos de cadena muy lar- 35 kD) y la demostración de que la causa del síndrome
ga (AGCML) y el de los ácidos pipecólico y pristánico y que de Zellweger en un paciente era una mutación puntual que
a veces están además duplicadas en otros compartimientos llevaba a una finalización prematura de dicho factor; siendo
celulares. el paciente homocigoto y sus padres heterocigotos para
El defecto de betaoxidación de los AGCML se traduce en la mutación. La otra aportación es la clonación de un CDNA
su acumulación, especialmente de C26:0, en suero y tejidos, para la proteína de membrana peroxisomal PMP70, que
tanto en los trastornos de la biogénesis del peroxisoma como se ha demostrado es miembro de la familia de transportado-
en la X-ALD y otros defectos específicos de cada una de las res transmembrana dependientes del ATP (ATP-binding cas-
etapas de esta vía. El estudio de estos compuestos es, por lo sette), y el hallazgo de dos alelos mutantes para la PMP70 en
tanto, el método de elección para diagnosticar la mayoría de 2 pacientes con síndrome de Zellweger de un mismo grupo
las enfermedades peroxisomales descritas actualmente. de complementación.
El punto de partida del diagnóstico bioquímico es la cuan-
tificación de los AGCML en suero, seguida del estudio de
Clasificación de los trastornos peroxisomales otros marcadores de disfunción peroxisomal para demostrar
primarios el defecto de la biogénesis y establecer el diagnóstico dife-
rencial con otras enfermedades (ácido fitánico y precursores
La clasificación de los trastornos peroxisomales heredita- de los ácidos biliares aumentados en suero, ácidos dicarbo-
rios se basa en criterios bioquímicos y de morfología celular. xílicos de cadena media y larga aumentados en orina, plas-
Se considera provisional hasta que se identifiquen los defec- malógenos disminuidos en hematíes y fibroblastos y dihidro-
tos moleculares precisos de todas las entidades. xiacetona-fosfato-acetiltransferasa reducida en fibroblastos).
Siempre que sea posible es interesante realizar estudios ana-
tomopatológicos y verificar la existencia o no de peroxiso-
Grupo I. Trastornos de la biogénesis del peroxisoma mas en hígado. El diagnóstico prenatal se basa en la cuantifi-
Su característica común es la ausencia, o una disminución cación de los AGCML en amniocitos o vellosidades co-
acusada, del número de peroxisomas, que se traduce en una riónicas cultivadas. La presencia de anomalías bioquímicas
pérdida de funciones y múltiples anomalías bioquímicas. Se en los heterocigotos es rara, quedando por tanto restringidas
desconocen los defectos primarios de este grupo de trastor- las posibilidades de detección a aquellos casos en los que se
nos, pero los datos experimentales sugieren que residirían en haya llegado a identificar la mutación. El diagnóstico retros-

1893
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

pectivo es factible en tejidos congelados e incluso formoliza- Las líneas de demarcación entre los diversos fenotipos no
dos mediante cuantificación de los AGCML o bien mediante son tan definidas como se pensaba. Así, se están consideran-
inmunohistoquímica. do otros dos posibles subgrupos adicionales: uno afecto de
Los tratamientos, más bien paliativos, dada la magnitud AMN cerebral, ya que el 40% de los pacientes adrenomielo-
del defecto, tienen sentido en las formas de supervivencia neuronopáticos desarrollan alteraciones detectables median-
prolongada y se han basado en la restricción dietética de te RM y pruebas de función cortical, y otro grupo con ano-
precusores del ácido fitánico, y en la suplementación con malías cerebrales moderadas detectables por RM pero que
precursores de plasmalógenos y, muy especialmente, con do- están libres de síntomas neurológicos y tienen las funciones
cosahexanoico, un importante constituyente del sistema cognitivas intactas.
nervioso. Las mujeres heterocigotas para la ALD pueden ser también
neurológicamente sintomáticas, y alrededor del 15-20% de
Grupo II. Trastornos de una única enzima peroxisomal ellas desarrollan discapacidad moderada semejante a la
AMN pero más benigna y de inicio tardío (37,8 ± 14,6 años);
deficiente la afectación cerebral y la insuficiencia suprarrenal son raras
(4 y 1%, respectivamente).
Adrenoleucodistrofia ligada al cromosoma X La presentación de distintos fenotipos en la misma familia
El defecto primario reside en la capacidad de activar los es frecuente. Los mecanismos de coocurrencia de fenotipos
AGCML a acil-CoA mediante la acil-CoA-sintetasaperoxiso- no son bien conocidos. Debe señalarse que el defecto prima-
mal, paso previo necesario para acceder a la betaoxidación. rio de la ALD-X reside en un gen localizado en el segmento
Los AGCML no degradados se esterifican con colesterol y Xq28 del cromosoma X (junto a los genes de los pigmentos
se acumulan en diversos tejidos: corteza suprarrenal, células visuales verde/rojo) y puesto que, presumiblemente, los
de Schwann, células de Leyding y macrófagos en las lesio- miembros de una misma familia tendrán el mismo defecto
nes de sustancia blanca cerebral, donde se observan por mi- genético primario, se concluiría que una misma mutación
croscopia electrónica como estructuras bilaminares. Asimis- podrá llevar a manifestaciones clínicas altamente variables.
mo, se comprueba un aumento patognomónico de los De hecho, los análisis realizados en el Kennedy Institute de
AGCML en suero. Existe un amplio espectro de fenotipos clí- Baltimore de los árboles genealógicos de 3.862 individuos
nicos: pertenecientes a 89 familias con 147 casos de ALD-X y 38 de
Infantil cerebral. Es el más frecuente (48% del total). Los AMN apoyan en una relación 20:1 la hipótesis de que otro
síntomas se manifiestan entre los 3 y los 8 años con irritabili- gen autosómico modificador desempeña un papel importan-
dad, dificultad de aprendizaje, trastornos de conducta y fra- te en la determinación del fenotipo.
caso escolar. Se produce luego una rápida regresión, que El gen de la adrenoleucodistrofia ha sido identificado y ca-
culmina en un estado vegetativo y fallecimiento al cabo de 3- racterizado; contiene 10 exones y codifica una proteína per-
10 años. En el transcurso de la enfermedad suelen aparecer teneciente a la familia de proteínas transportadoras depen-
signos de disfunción suprarrenal. dientes del ATP conocidas como transportadoras A, B y C. Se
El estudio anatomopatológico del cerebro revela una des- cree que esta proteína (ALD-p) desempeñaría un papel en la
mielinización confluente y a menudo bilateral y simétrica, importación de la enzima acil-CoA-sintetasa a los peroxiso-
que se observa sobre todo en la región parietooccipital, y mas, los cuales, en ausencia de una proteína funcional, per-
una infiltración principalmente linfocitaria perivascular difu- derían la capacidad para oxidar los AGCML. Mediante anti-
sa similar a la que existe durante una respuesta inmune celu- cuerpos monoclonales específicos se ha demostrado que la
lar. proteína ALD-p está muy disminuida en algunos pacientes
Los mecanismos patogénicos no son bien conocidos. La con ALD. Se han identificado ya diversas mutaciones, inclu-
correlación estadísticamente significativa entre la extensión yendo deleciones y mutaciones puntuales.
de la anomalía histológica y el exceso de AGCML sugiere un
efecto tóxico directo, si bien existirían otros factores aún no Diagnóstico. Se basa en la demostración del aumento patog-
identificados que influirían en la gravedad de la afectación. nomónico de AGCML en suero, leucocitos o fibroblastos. El
Una hipótesis es que se trataría de factores inmunológicos, diagnóstico prenatal se establece mediante la cuantificación
ya que las células inflamatorias que infiltran la región peri- de estos compuestos en amniocitos o vellosidades coriónicas
vascular en el cerebro no están presentes en las otras leuco- cultivadas. El diagnóstico de heterocigotas portadoras se efec-
distrofias de origen metabólico. Otra atractiva hipótesis pos- túa empleando suero como punto de partida y prosiguiendo
tula que habría una aberración en las interacciones entre con células mononucleares o fibroblastos en caso de duda; con
células del sistema inmune que segregan citocinas y células este procedimiento se identifica el 90% de las heterocigotas
del SNC que poseen receptores para dichas sustancias, con obligadas. El estudio de polimorfismos de longitud de frag-
lo cual las citocinas actuarían en realidad como neurocinas. mentos de restricción es informativo en el 90% de las familias.
También se ha sugerido que el factor de necrosis tumoral po- Debido a ello, si los resultados no son concluyentes, debe
dría desempeñar un papel en la enfermedad. ofrecerse la posibilidad del diagnóstico prenatal. En las fami-
Infantil-adolescente. Similar a la anterior, los síntomas apa- lias en las que se haya demostrado la mutación es posible el
recen entre los 11 y los 21 años. diagnóstico mediante su análisis directo.
Adulta cerebral. Rara, suele presentarse hacia los 20-30
años con síntomas parecidos a la esquizofrenia, con demen-
cia o un defecto cerebral específico. A menudo es diagnosti- Tratamiento. El tratamiento de la ALD-X ha sido objeto de
cada erróneamente. numerosas referencias en la literatura. En esencia incluye las
Adrenomieloneuropatía (AMN). Es el segundo fenotipo en siguientes medidas:
frecuencia (25%); progresa lentamente y afecta sobre todo la Terapia endocrina. La deficiencia corticosuprarrenal debe
médula espinal. La respuesta inflamatoria es mínima o au- tratarse con glucocorticoides. Se han de realizar pruebas fun-
sente. Se manifiesta en la edad adulta y es compatible con cionales de control, al menos, una vez al año.
una supervivencia normal. Trasplante de médula ósea. Se considera esta posibilidad
Enfermedad de Addison aislado. Se trata de pacientes con en los pacientes con afectación neurológica precoz, si se en-
enfermedad de Addison, que no tienen afectación neurológi- cuentran donantes HLA-compatibles. En un grupo de 14 pa-
ca aparente. La resonancia magnética (RM) permite detectar cientes sometidos a trasplante se logró una mejoría en 6, y en
sutiles anomalías en algunos de ellos. alguno de ellos fue incluso espectacular. No obstante, debe
Asintomáticos y presintomáticos. Los pacientes presentan recordarse que el curso clínico de la enfermedad es altamen-
la anomalía bioquímica de la ALD-X (aumento en suero de te variable en pacientes distintos (el período más largo post-
los AGCML), pero están neurológicamente intactos. trasplante es de 4 años).

1894
ENFERMEDADES PEROXISOMALES

Terapia dietética. Se basa en la observación de que los áci- Como tratamiento se han intentado la diálisis y el trasplan-
dos grasos monoinsaturados como el oleico (C18:1) y el erú- te renal sin resultados positivos. Sin embargo, se ha llevado a
cico (C22:1) reducen la velocidad de síntesis de los AGCML, cabo con éxito un trasplante hepático, puesto que el defecto
por competición con los sistemas de elongación microsoma- reside fundamentalmente en el hígado y no en el riñón; a los
les. Esta observación llevó al grupo de Baltimore (EE.UU.) a 6 meses el paciente estaba clínica, enzimática y metabólica-
establecer un protocolo terapéutico basado en la administra- mente restablecido de su enfermedad.
ción oral de gliceriltrioleato (GTO) y gliceriltrierucato (GTE)
asociados a la restricción dietética de AGCML. La mezcla de Grupo III. Trastornos con varios defectos bioquímicos
4 partes de GTE y una de GTO se conoce con el nombre
de aceite de Lorenzo. La dieta se suplementa con multivita- peroxisomales y peroxisomas irregularmente presentes
minas, minerales y ácidos grasos esenciales. El 80% de los pa- o morfológicamente anómalos
cientes normaliza los niveles plasmáticos de C26:0 en unas
4 semanas. A este grupo pertenece la condrodisplasia punctata rizomé-
Los resultados clínicos distan de ser espectaculares, pero lica que se transmite de forma autosómica recesiva. El defec-
el estudio internacional colaborativo de seguimiento a largo to primario de esta entidad se desconoce, pero las anomalías
plazo espera demostrar un enlentecimiento de la progresión. bioquímicas incluyen el déficit de síntesis de plasmalógenos,
Hay un consenso en continuar el tratamiento en los pacien- elevados niveles de ácido fitánico y un defecto en el proce-
tes con AMN y muy especialmente en iniciarlo en los varones samiento de la tiolasa; otras vías peroxisomales funcionan
asintomáticos con el defecto bioquímico. En la forma infantil normalmente. Las dos primeras anomalías citadas permiten
cerebral de curso rápidamente progresivo hay que evaluar el diagnóstico prenatal y posnatal.
otras alternativas, como el trasplante de médula ósea. El cuadro clínico se manifiesta en el período neonatal,
Es crucial encontrar el medio de predecir el curso de la con acortamiento rizomélico de las extremidades y trastor-
leucodistrofia, ya sea mediante parámetros bioquímicos o nos de la osificación; el retraso mental es evidente. El 25% de
bien con técnicas no invasivas de neuroimagen de cambios los casos presenta ictiosis, y las cataratas y malformaciones
químicos, como la espectrometría mediante RM. debidas a contracturas son frecuentes.
Inmunoglobulinas. Se han administrado con resultados El estudio bioquímico permite distinguir esta enfermedad
muy irregulares. de otras causas de condrodisplasia punctata, como la em-
Interferón beta. Se emplea como restaurador de la función briopatía warfarínica, el síndrome de Zellweger, una forma
supresora celular en la esclerosis múltiple y, dada las carac- autosómica benigna de condrodisplasia punctata (síndrome
terísticas comunes de la ALD con esta enfermedad, se ha de Conradi-Hünermann), una forma dominante ligada al X y
propuesto la iniciación de protocolos terapéuticos. una forma recesiva ligada al X.
Se han descrito asimismo varios pacientes atípicos, con
Otras enfermedades peroxisomales con defectos bioquímicos síndrome similar al de Zellweger, seudoenfermedad de Ref-
aislados sum infantil y otros con diversas funciones peroxisomales al-
teradas y distinto grado de intensidad clínica y supervivencia
Además de la ALD-X se han descrito otros tres defectos de variable, lo cual no hace más que destacar la necesidad de
la betaoxidación peroxisomal que se transmiten de forma au- profundizar en el estudio de los pacientes y de la fisiopatolo-
tosómica recesiva y cuyos cuadros clínicos son similares a gía del orgánulo.
los de los defectos de la biogénesis del peroxisoma: el déficit
de acil-CoA-oxidasa o seudoadrenoleucodistrofia neonatal,
el déficit de proteína bifuncional y el déficit de 3-oxoacil- Bibliografía especial
CoA-tiolasa o seudo-Zellweger. BROWN FR III, VOIGHT R, SINGH AK, SINGH I. Peroxisomal disorders. Neuro-
En relación con otras vías metabólicas peroxisomales se developmental and biochemical aspects. AJDC 1993; 147: 617-626.
han descrito la hiperoxaluria tipo I o aciduria glicólica, la aca- FAHIMI HD, SIES H (eds). Peroxisomes in biology and medicine. Ber-
talasemia, el déficit de trihidroxicolestanoil-CoA-oxidasa y el lín, Heidelberg, Springer, 1987.
déficit de glutaril-CoA-oxidasa peroxisomal. La primera de las LAZAROW PB, MOSER HW. Disorders of peroxisome biogenesis. En:
SCRIVER CR, BEAUDET AL, SLY W, VALLE D (eds). The metabolic basis
entidades citadas se debe al déficit de la glioxilatoaminotrans- of inherited diseases. Nueva York, McGraw Hill, 1989; 1.479-1.509.
ferasa peroxisomal hepática, enzima que convierte el glioxila- MOSER HW, MOSER AB. Adrenoleukodystrophy (X-linked). En: SCRIVER
to en glicina; como consecuencia de dicho déficit se produce CR, BEAUDET AL, SLY W, VALLE D (eds). The metabolic basis of in-
acumulación de glioxilato, el cual es convertido en oxálico, herited diseases. Nueva York, McGraw Hill, 1989; 1.511-1.532.
que ocasiona depósitos renales de oxalato cálcico, responsa- MOSER HW, MOSER AB, SMITH KD, BERGIN A, BOREL J, SHANKROFF J et al.
bles de una insuficiencia renal progresiva irreversible. Los pa- Adrenoleukodystrophy: Phenotypic variability and implications
cientes suelen fallecer antes de los 20 años, pero un pequeño for therapy. J Inherited Metab Dis 1992; 15: 645-664.
grupo de ellos con afectación grave muere en la primera in- VAMECQ J, POLL-THE BT, SAUDUBRAY JM. Biochemie du peroxysome et
maladies peroxysomiales. Ann Biol Clin 1988; 46: 233-258.
fancia. La actividad de la enzima es variable y se correlaciona VAN DEN BOSCH H, SCHUTGENS RBH, WANDERS JA, TAGER JM. Bio-
con la gravedad de la enfermedad. El diagnóstico se establece chemistry of peroxysomes. Annu Rev Biochem 1992; 61: 157-197.
por el hallazgo de una excreción urinaria aumentada de glio- WANDERS RJA, HEYMANS HSA, SCHUTGENS RBH, BARTH PG, VAN DEN
xilato, oxalato y ácido glicólico. La demostración del defecto BOSCH H, TAGER JM. Peroxisomal disorders in neurology. J Neurol
enzimático requiere la práctica de una biopsia hepática. Sci 1988; 88: 1-39.

1895
Alteraciones del tejido adiposo
F. Pérez Jiménez

En este capítulo se estudia un conjunto de enfermedades más frecuente en varones con alcoholismo crónico. Los adi-
del tejido adiposo, de etiopatogenia por lo general descono- pocitos de las áreas lipomatosas son algo más pequeños de
cida y cuyo reconocimiento depende fundamentalmente de lo normal. En algún caso estudiado se ha observado que
las características clínicas de cada uno de los procesos. existe un aumento de la actividad lipoproteinlipasa en di-
chas células, con una sensibilidad disminuida a la lipólisis
adrenérgica, lo que puede ser origen de la acumulación de
Lipomas triglicéridos adipocitarios. En un estudio reciente, realizado
por ZANCANARO et al, se ha demostrado que las características
Los lipomas son tumores benignos, constituidos por célu- de los adipocitos hiperplásicos hacen sospechar que son cé-
las adiposas maduras, que asientan habitualmente en el teji- lulas de carácter neoplásico.
do celular subcutáneo y, raras veces, en órganos internos. Se Clínicamente se han descrito dos variantes, denominadas
cree que están originados por una pérdida de la función re- tipos I y II. En el tipo I la grasa se acumula sobre todo en el
guladora de las enzimas que controlan el crecimiento de es- cuello, constituyendo el cuello de Madelung, en los hombros
tas células. Por lo general están limitados por una cápsula, y las regiones supraclaviculares, confiriendo al paciente un
aunque a veces ésta es deficiente y pueden tener límites mal aspecto característico (fig. 15.18). El crecimiento anormal
definidos. del tejido adiposo puede conducir a una ocupación medias-
Clínicamente se presentan como nódulos subcutáneos, tínica, lo que plantea problemas de diagnóstico diferencial
blandos y de consistencia elástica, recubiertos por una piel con las adenopatías y los tumores, que se excluirán con una
normal y no adherida. Crecen lentamente, hasta alcanzar tomografía computarizada torácica. A veces la infiltración
2-10 cm, y se localizan sobre todo en el cuello, los hombros, mediastínica conduce a la compresión sintomática de la
el tercio superior de los brazos, la espalda y los muslos. vena cava superior, del nervio laríngeo recurrente o de la trá-
Los lipomas no se malignizan y el 10% de los casos son quea. En el tipo II, la lipomatosis afecta el tejido subcutáneo
múltiples. Se han descrito asociados al síndrome de Gardner, de otras regiones del organismo, pero respeta el cuello y las
a la neurofibromatosis y a lipomas del aparato respiratorio, porciones distales de los miembros. En este caso la aparien-
digestivo y genitourinario. cia clínica es similar a la de la obesidad simple y no existe
El diagnóstico suele ser clínico, y su identificación fácil, re- acumulación profunda de grasa. Hay otras situaciones, dife-
comendándose la biopsia en casos de duda. Su diferencia- rentes a la lipomatosis múltiple, pero tal vez relacionadas
ción con el angiomiolipoma a veces es difícil, ya que en uno con ella, en las que el aumento de la grasa subcutánea se li-
de cada 10 casos en los que se sospecha un lipoma resulta mita a estructuras específicas. Entre éstas merecen destacar-
ser un angiomiolipoma. Estos últimos tumores están más se la esteatopigia selectiva de las nalgas, a la que se ha consi-
vascularizados que aquéllos, aparecen a edades más jóvenes derado como una exageración de una situación fisiológica, y
y se diferencian en que los angiomiolipomas pueden ser do- la denominada lipomatosis mediastinoabdominal, caracteri-
lorosos y adquirir un color algo azulado. Se sitúan en brazos, zada por la presencia de lipomatosis mediastínica, intraperi-
piernas, abdomen y riñones y a menudo son múltiples. Otra
enfermedad con la que es fácil diferenciar clínicamente los
lipomas es la adiposis dolorosa o enfermedad de Dercum.
Ésta se caracteriza por el depósito de tejido adiposo, en pla-
cas circunscritas y dolorosas, en el tejido celular subcutáneo
de cualquier parte del cuerpo, pero preferentemente de las
extremidades inferiores. Esta enfermedad es característica de
mujeres obesas posmenopáusicas. Los depósitos grasos sub-
cutáneos se acompañan de equimosis. Hay algunas formas
hereditarias y a veces se asocia a debilidad, cansancio, pérdi-
da de peso y alteraciones psiquiátricas, que oscilan desde la
inestabilidad emocional hasta la demencia. Histológicamen-
te se observan en ocasiones granulomas. El dolor mejora con
lidocaína intravenosa.
El tratamiento quirúrgico, por resección o por liposucción,
está indicado cuando los lipomas molestan o cuando el pro-
ceso es motivo de preocupación para el paciente. En el caso
de los angiomiolipomas dolorosos se ha comprobado que
responden a la administración de atenolol, recomendándose
50 mg/día durante 2 o 3 meses.

Lipomatosis simétrica múltiple


La lipomatosis simétrica múltiple, denominada enferme-
dad de Madelung o enfermedad de Launois-Bensaude, es un
proceso infrecuente que predomina en el área mediterránea.
Consiste en la presencia de acumulaciones difusas y simétri-
cas de tejido adiposo maduro, de carácter benigno y, a dife- Fig. 15.18. Paciente con lipomatosis simétrica múltiple. Obsérvese
rencia de los lipomas, no encapsulado. la llamativa acumulación bilateral de grasa, en el cuello y en las regio-
De etiopatogenia desconocida, existen formas esporádicas nes supraclaviculares, constituyendo la imagen típica del cuello de
y otras heredadas con carácter autosómico dominante. Es Madelung.

1896
ALTERACIONES DEL TEJIDO ADIPOSO

toneal o retroperitoneal, sin afectación subcutánea, posible- etiología autoinmune, pues en el examen anatomopatológi-
mente variante de la lipomatosis simétrica múltiple. co es posible observar infiltrados linfomonocitarios y puede
En la lipomatosis simétrica múltiple se han descrito varias asociarse a tiroiditis de Hashimoto, diabetes mellitus, artritis
alteraciones asociadas, entre las que destacan trastornos me- reumatoide, síndrome de Sjögren, lupus eritematoso sistémi-
tabólicos no siempre presentes, como la hiperuricemia, la in- co y dermatomiositis. Es frecuente que el cuadro se manifies-
tolerancia a la glucosa, la acidosis tubular renal y la hipertri- te tras infecciones intercurrentes, como el sarampión y la bo-
gliceridemia. Este aumento de los triglicéridos se acompaña rreliosis, al igual que durante el embarazo o en relación con
de una elevación del colesterol unido a las lipoproteínas de el consumo de anticonceptivos.
alta densidad (HDL), a expensas de la subfracción HDL-2, al El cuadro clínico consiste en la desaparición lenta y simé-
igual que de la apoproteína AI. La elevación del HDL-coleste- trica de la grasa facial, que progresa hacia abajo y tarda va-
rol se atribuye al aumento de la lipoproteinlipasa adipocita- rios años en establecerse. Habitualmente tiene carácter bila-
ria, aunque también puede ser consecuencia del alcoholis- teral y puede existir, como contraste, un depósito graso
mo crónico. Más rara es la presencia de neuropatía periférica excesivo en las caderas y muslos. Los enfermos adquieren un
desmielinizante, sensitiva, motora o autónoma. Otros trastor- aspecto peculiar, con una expresión de envejecimiento pre-
nos, como la anemia macrocítica, la esteatosis y la cirrosis maturo, arrugas muy marcadas, aspecto cadavérico, desapa-
hepática, se atribuyen a la coexistencia del alcoholismo, si rición de la grasa de las mejillas, ojos hundidos y gran protru-
bien la evolución de la lipomatosis es independiente del cur- sión de los arcos cigomáticos y del mentón.
so evolutivo de la enfermedad hepática. La gran mayoría de los enfermos (90%) presentan, en el
El tratamiento del proceso se limita a la resección del teji- curso de la enfermedad, una glomerulonefritis mesangioca-
do adiposo o a la liposucción, que se indican por razones es- pilar, en la mitad de ellos se observan niveles persistente-
téticas o por la presencia de manifestaciones compresivas. mente bajos de la fracción C3 del complemento, con norma-
lidad de la fracción C4. En el suero se ha encontrado una IgG
policlonal, que interacciona con la vía alternativa del com-
Lipodistrofias plemento y que es capaz de activar el C3, denominándose
factor nefrítico (C3NeF). No se conoce con exactitud la rela-
Las lipodistrofias son un conjunto de procesos caracteriza- ción de dicha inmunoglobulina con la glomerulonefritis me-
dos por atrofia del tejido adiposo, que afecta habitualmente sangiocapilar y los niveles bajos de C3, aunque se sospecha
la grasa subcutánea y, en ocasiones, la visceral. También se que el C3NeF puede tener responsabilidad patogénica en la
denominan lipoatrofias y pueden ser localizadas, parciales o enfermedad renal. En un paciente sometido a trasplante re-
generalizadas. nal se observó una normalización del complemento, con de-
saparición del C3NeF.
A menudo el síndrome se asocia a hipertrigliceridemia y
Lipodistrofia localizada resistencia a la insulina e incluso, en una cuarta parte de los
La lipodistrofia localizada consiste en la aparición de una enfermos, se desarrolla una diabetes mellitus franca. Otros
o varias zonas, bien circunscritas, de atrofia adiposa. Una de procesos asociados con menor frecuencia son retinitis pig-
las formas más frecuentes es la que se produce en enfermos mentaria, vasculitis leucocitoclástica, diferentes enfermeda-
diabéticos insulinodependientes, consistente en una pérdida des autoinmunes antes señaladas, infecciones de repetición
de tejido graso, habitualmente en el sitio de inyección de la y pancreatitis.
insulina. Es más común en mujeres jóvenes y en niños, en El tratamiento se limita al control de las enfermedades aso-
particular cuando se utilizan insulinas con impurezas. Se ha ciadas, en especial a la glomerulonefritis, dado que el pa-
sugerido su relación con un efecto local de contaminantes cientes puede morir por insuficiencia renal. Para la afecta-
presentes en las preparaciones de la hormona. Se puede evi- ción subcutánea, y con objeto de mejorar el aspecto facial,
tar estableciendo una rotación periódica en los sitios de in- se han utilizado tratamientos estéticos, como la implantación
yección; la atrofia desaparece si se utilizan insulinas purifica- de silicona.
das o humanas. En otras ocasiones se ha observado una
hipertrofia del tejido adiposo en el sitio de inyección, tal vez
en relación con un efecto lipogénico local de la propia insu-
Lipodistrofia generalizada
lina, ya que se desarrolla incluso con el empleo de insulinas Este proceso, denominado también diabetes lipoatrófica o
purificadas. Otras formas de lipodistrofia localizada son las síndrome de Lawrence-Seip, es una entidad en la que se pro-
idiopáticas, conjunto de alteraciones en las que la pérdida duce una pérdida de grasa subcutánea y visceral, con hepa-
grasa ocurre en los muslos, las pantorrillas o el abdomen. En- tomegalia, aumento del crecimiento óseo, hiperlipemia, viri-
tre sus formas clínicas se incluyen la lipoatrofia anular, la li- lización y diabetes mellitus.
podistrofia centrífuga abdominal infantil y la lipoatrofia semi- De etiopatogenia desconocida, puede adoptar una forma
circular. En esta última se desarrollan bandas anulares de congénita o adquirida. La primera afecta a ambos sexos, sue-
lipoatrofia, de una anchura de 2-4 cm, rodeando las extremi- le transmitirse con carácter autosómico recesivo y es muy
dades inferiores. En la forma semicircular la banda afecta frecuente la consanguinidad paterna. Una forma especial de
sólo la mitad de la circunferencia de la extremidad, y en la lipodistrofia generalizada es el leprechaunismo, síndrome
abdominal infantil aparecen áreas localizadas de lipoatrofia, raro consistente en retraso de crecimiento intrauterino, au-
de localización preferentemente abdominal, rodeadas de un mento del tamaño de los genitales, resistencia a la insulina
borde eritematoso. En el examen anatomopatológico se ob- por anomalías del receptor insulínico y pérdida del panículo
servan, con frecuencia, fenómenos inflamatorios en los vasos adiposo subcutáneo. La forma adquirida de lipodistrofia ge-
subcutáneos del área afecta. Estos procesos son más frecuen- neralizada predomina en las mujeres e induce unas altera-
tes en niños, por lo demás normales. ciones clínicas muy parecidas a las de la forma congénita.
Entre los mecanismos patogénicos a los que se ha atribuido
la enfermedad se ha postulado la posible existencia de una
Lipodistrofia parcial alteración funcional hipotalámica o diencefálica, ya que se
La lipodistrofia parcial, o síndrome de Barraquer-Simons, ha encontrado una elevación de algunos de los factores libe-
es una enfermedad propia de niños o de mujeres jóvenes, ca- radores hipotalámicos. En cuanto a la pérdida de grasa sub-
racterizada por la pérdida gradual de grasa subcutánea, de cutánea, se la ha relacionado con un factor similar a la ca-
distribución cefalotorácica, a menudo asociada a una glome- quectina, o factor de necrosis tumoral, capaz de inhibir a la
rulonefritis hipocomplementémica. Su etipatogenia se desco- lipoproteinlipasa y causar la desaparición de la grasa en el
noce, existiendo formas hereditarias y otras asociadas a dis- tejido adiposo. También se ha sugerido la posible existencia
tintos procesos. En algunos casos se ha sospechado una de una hipersensibilización de la lipoproteinlipasa adipocita-

1897
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

que el cierre epifisario se produce de modo prematuro, con


lo que la talla del adulto es normal. Los estudios realizados al
respecto no han demostrado hasta ahora una elevación de la
hormona de crecimiento ni de la somatomedina C. Hay hi-
pertrofia de las masas musculares, y el esqueleto facial y los
miembros tienen un aspecto tosco. Todos estos rasgos con-
fieren al paciente una apariencia física peculiar; así, son
niños musculosos, con abdomen prominente y huesos y arti-
culaciones grandes, extremidades seudoacromegaloides y
cráneo de dolicocéfalo.
Es frecuente el desarrollo exagerado de los genitales exter-
nos en la forma congénita, con hipertrofia del pene y del clí-
toris, lo que da la apariencia de pubertad precoz. Las muje-
res presentan a menudo poliquistosis ovárica, que puede
desarrollar un síndrome de Stein-Leventhal. Otras manifesta-
ciones habituales son esplenomegalia, hipertricosis, hiperpig-
mentación generalizada de la piel y acantosis nigricans.
En la forma adquirida, de aparición en el adulto, la grasa
facial puede estar más respetada y los cambios esqueléticos
son menos relevantes, aunque los pacientes tienen un hábi-
to seudoacromegaloide característico que puede plantear
problemas de diagnóstico diferencial con la acromegalia
(fig. 15.19).
Se han descrito procesos asociados a la lipodistrofia gene-
ralizada, cuya presencia ayuda a su diferenciación de la lipo-
distrofia parcial, como se indica en la tabla 15.34. Uno de los
más frecuentes es la resistencia a la insulina, que puede de-
terminar una diabetes franca. Cursa con elevación plasmáti-
ca de insulina y de péptido C, pero con poca tendencia a la
cetoacidosis, aunque a veces el control metabólico es difícil.
Pueden presentarse las complicaciones tardías de la enfer-
medad, como retinopatía, nefropatía y angiopatía. La insuli-
na endógena es biológicamente normal, si bien en algunos
casos se ha demostrado una disminución de su unión a los
receptores de la superficie celular. No obstante, no está claro
que la reducción de dicha afinidad sea la causa de la resis-
tencia a la insulina. Es posible que la patogenia sea variada y
Fig. 15.19. Paciente con lipodistrofia generalizada. Nótese la pre- que existan formas con alteraciones en el receptor y otras
sencia conjunta de atrofia de la grasa facial, con pérdida de los depó- con alteraciones posreceptor. Recientemente se ha demos-
sitos adipocitarios de las mejillas, junto a un aspecto acromegaloide. trado, a través de estudios con isótopos estables, que el
Cabe destacar la protrusión de los arcos supraciliares y la tosquedad aumento de la resistencia tisular a la acción de la insulina
global de los rasgos faciales. afecta a todo el organismo y se asocia a un estado hiperme-
tabólico. Existen otros síndromes en los que se asocia una
diabetes mellitus no insulinodependiente a ovarios poliquís-
ria a los mecanismos hormonales fisiológicos de activación, ticos y acantosis nigricans, pero sin lipodistrofia. Uno de ellos
con el resultado de que se incrementaría la lipólisis bajo el es el denominado síndrome de resistencia a la insulina y
efecto de los mecanismos lipolíticos habituales. acantosis nigricans tipo A, cuyo sustrato fisiopatológico pare-
El cuadro clínico de la forma congénita se manifiesta con ce consistir en una disminución del número de receptores
pérdida de tejido adiposo en el recién nacido, que afecta la de insulina o a la presencia de receptores anormales. En otro
grasa subcutánea o visceral; en el estudio histológico se com- síndrome, el tipo B, se sospecha un mecanismo autoinmune,
prueba la existencia de adipocitos con niveles reducidos de debido a la existencia de anticuerpos frente a los receptores.
triglicéridos. Las restantes manifestaciones clínicas pueden La relación de la diabetes lipoatrófica con los síndromes de
observarse durante la infancia o retrasarse hasta los 30 años. resistencia a la insulina y acantosis nigricans se desconoce,
Entre ellas se incluyen hepatomegalia, hiperlipemia y creci- ignorándose si son parte del espectro clínico de una misma
miento óseo excesivo durante la lactancia y la infancia, aun- enfermedad.

TABLA 15.34. Diagnóstico diferencial entre lipodistrofia parcial y generalizada


Lipodistrofia parcial Lipodistrofia generalizada
Sinónimo Síndrome de Barraquer-Simons Diabetes lipoatrófica
Herencia Generalmente esporádica Habitualmente hereditaria
Edad Infancia y edad adulta Congénita y en el adulto
Lipoatrofia Cara, miembros superiores y tercio superior del tronco Generalizada, incluyendo la grasa visceral
Diabetes Sí Sí
Acantosis nigricans Muy rara Frecuente
Poliquistosis ovárica Muy rara Frecuente
Hipertrofia genital Rara Frecuente
Crecimiento óseo Normal Acelerado
Hábito acromegaloide No Sí
Hepatopatía Rara Frecuente
Glomerulonefritis Frecuente Infrecuente
Descenso de C3 Frecuente No
Hipertrigliceridemia Sí Sí

1898
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LAS LIPOPROTEÍNAS

En la lipodistrofia generalizada es frecuente la hipertrigli- tratamiento es escasa, habiéndose utilizado la plasmaféresis


ceridemia, atribuible a una sobreproducción hepática de con limitada eficacia.
lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), a la que pue-
de contribuir la resistencia a la insulina. En ocasiones la hi-
pertrigliceridemia es intensa, con aumento de quilomicro- Bibliografía especial
nes, lipemia retiniana, xantomas eruptivos y pancreatitis reci- BILLING JK, MILGRAUM SS, GUPTA AK, HEADINGTON JT, RASMUSSEN JE. Lipo-
divante. atrophic panniculitis: A possible autoimmune inflamatory disease
La hepatomegalia se debe a una esteatosis hepática, que of fat. Arch Dermatol 1987; 123: 1.662-1.666.
mejora con el ayuno y puede progresar a una cirrosis hepáti- BURTON JL, CUNLIFFE WJ. Subcutaneous fat. En: CHAMPION RH, BURTON
ca, con hipertensión portal, que puede ser causa de compli- JL, EBLING FJG (eds). Textbook of dermatology, vol 3. Oxford,
caciones hemorrágicas mortales. La esplenomegalia suele Blackwell Scientific Publications. 1992; 2.135-2.162.
deberse a hipertensión portal y es frecuente la acumulación KLEIN S, JAHOOR F, WOLFE RR, STUART CA. Generalyzed lipodystrophy:
de grasa en las células del sistema reticuloendotelial, con for- In vivo evidence for hypermetabolism and insulin-resistant lipid,
glucose, and amino acid kinetics. Metabolism 1992; 41: 893-896.
mación de células espumosas. Otras alteraciones que se pue- PERROT H, DELAUP JP, CHOUVET B. Partial lypodystrophy, complement
den presentar son el aumento del tamaño renal, síndrome abnormalities and cutaneuos leucocytoclastic vasculitis. Ann Der-
nefrótico, esquizofrenia, retraso mental en las formas congé- matol Venereol 1987; 114: 1.083-1.091.
nitas, alteraciones esclerodermiformes de la piel, linfadeno- PINSKI KS, ROENIGK HH JR. Liposuction of lipomas. Dermatol Clin 1990;
patía, bocio y cardiomegalia. 8: 483-492.
La enfermedad tiene un carácter grave y puede causar la SIMO M, ORTEGA A, ESCOBAR A, MASANA L. Lipomatosis simétrica múlti-
muerte por hemorragia digestiva debida a varices esofágicas, ple asociada a cirrosis hepática y alcoholismo. ¿Relación etiopa-
insuficiencia renal y coma hepático. En cuanto al tratamiento togénica? Med Clin (Barc) 1986; 87: 649-650.
TORRELO A, ESPAÑA A, BOIXEDA P, LEDO A. Partial lipodystrophy and der-
no existen medidas eficaces, recomendándose la restricción matomyositis. Arch Dermatol 1991; 127: 1.846-1.847.
en el consumo de grasas, la administración de suplementos ZANCANARO C, SBARBATI A, MORRONI M, CARRARO R, CIGOLINI M, ENZI G et
de triglicéridos de cadena media y el control de los procesos al. Multiple symmetric lipomatosis. Ultrastructural investigation of
asociados, en especial de la diabetes mellitus. La hipofisecto- the tissue and preadipocytes in primary culture. Lab Invest 1990;
mía no ha sido efectiva. La respuesta de la hiperlipemia al 63: 253-258.

Alteraciones del metabolismo de las lipoproteínas


L. Masana Marín, J. Rubiés Prat y R. Carmena Rodríguez

Definición y características fisicoquímicas Los ácidos grasos saturados pueden sintetizarse en el orga-
nismo a partir del acetato y, por otra parte, se encuentran
de los lípidos y las lipoproteínas* abundantemente distribuidos en el aceite de coco y en las
grasas de origen animal, excepto en el pescado. La ingestión
Los lípidos se definen como sustancias orgánicas insolu- de una dieta rica en ácidos grasos saturados de longitud de
bles en agua que son extraíbles por disolventes no orgánicos. cadena media, como el láurico (C12:0), el mirístico (C14:0) y
Componentes estructurales fundamentales de las membra- el palmítico (C16:0), aumenta la concentración plasmática
nas y organelas celulares, son también la mayor fuente de de colesterol, mientras que los de longitud de cadena infe-
energía metabólica. Además, algunos de ellos son precurso- rior a 12 átomos de carbono o superior a 18, con excepción
res de sustancias tan importantes en fisiología como las pros- de los ácidos butírico (C4:0) y esteárico (C18:0), no parecen
taglandinas, la vitamina D, las hormonas esteroides y los áci- influir sobre la concentración de colesterol plasmático.
dos biliares. Los ácidos grasos monoinsaturados, cuyo representante
genuino es el ácido oleico (C18:1,n-9) que se encuentra en el
aceite de oliva y en otras grasas vegetales y también en pro-
Lípidos porciones variables en la grasa de animales terrestres y aves,
Los lípidos del plasma y los tejidos de los animales supe- ejercen efectos variables sobre la concentración de distintas
riores se clasifican en: ácidos grasos, acilglicéridos (monogli- lipoproteínas plasmáticas.
céridos, diglicéridos y triglicéridos), colesterol y sus ésteres, Los principales ácidos grasos poliinsaturados se hallan en
glicerofosfolípidos y esfingolípidos, incluyendo entre estos las grasas vegetales (serie n-6) y también en los pescados (se-
últimos los fosfoesfingolípidos y los glucoesfingolípidos. Las rie n-3). El ácido linoleico (C18:2,n-6) y el linolénico
propiedades fisicoquímicas de los acilglicéridos, fosfoglicéri- (C18:3,n-3) se consideran esenciales ya que no pueden ser
dos y ésteres del colesterol que se encuentran en el plasma sintetizados en el organismo, por lo que deben ingerirse con
dependen en gran parte de los ácidos grasos contenidos en la dieta. En general los ácidos grasos poliinsaturados dismi-
su estructura. Los ácidos grasos presentes en el plasma están nuyen el colesterol plasmático y los de cadena larga como el
formados por una larga cadena hidrocarbonada de número eicosapentaenoico (C20:5,n-3) tienen un potente efecto
par de átomos de carbono con un grupo carboxilo en uno hipotrigliceridemiante. La mayoría de los ácidos grasos po-
de sus extremos, lo que les permite esterificar las molécu- liinsaturados naturales muestran en sus dobles enlaces una
las de glicerol y de colesterol. De acuerdo con el grado de sa- configuración cis; sin embargo, durante el proceso de hidro-
turación, los ácidos grasos se clasifican en saturados, mo- genación de los ácidos grasos poliinsaturados para fabricar
noinsaturados, que tienen un doble enlace en su cadena hi- margarinas aparecen en proporción variable ácidos grasos
drocarbonada, y poliinsaturados, que tienen dos o más con configuración trans, que tienen un comportamiento bio-
dobles enlaces en su cadena hidrocarbonada. lógico en parte semejante al de los ácidos grasos saturados.
Por otra parte, los ácidos grasos poliinsaturados pueden ser
fácilmente oxidados, lo que modula la afinidad de las partí-
culas lipoproteicas de las que forman parte con los recepto-
*J. Rubiés Prat res celulares para ellas, lo cual tiene gran trascendencia en la

1899
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.36. Características físicas de las lipoproteínas


plasmáticas
Peso
Movilidad Diámetro Densidad
“molecular”
electroforética (nm) (kg/L)
aparente
Quilomicrones Origen 75-1.200 5-100 × 107 < 0,93
VLDL Prebeta 30-80 10-80 × 106 0,93-1,006
IDL Prebeta 25-35 5-10 × 106 1,006-1,019
LDL Beta 18-25 2,3 × 106 1,019-1,063
Lp(a) Beta y prebeta 26-30 4,6-5,4 × 106 1,050-1,120
HDL Alfa 5-12 1,7-3,6 × 105 1,063-1,210

tienen un núcleo o core hidrófobo formado por lípidos no po-


lares, es decir colesterol esterificado y triglicéridos, y por una
capa superficial más hidrófila que contiene colesterol no este-
Fig. 15.20. Microfotografía electrónica de partículas de lipoproteí- rificado, fosfolípidos y unas proteínas específicas denomina-
nas plasmáticas. Obsérvense la forma esferoidal y la diversidad de ta- das apolipoproteínas o apoproteínas (fig. 15.21). Las apoproteí-
maño. (Cedida por los profesores GUARDIA J y MARTÍNEZ VÁZQUEZ JM.) nas no sólo desempeñan un papel fundamental en el manteni-
miento de la estructura de la partícula lipoproteica sino que
también intervienen en el metabolismo de las partículas lipo-
proteicas, en el que ejercen distintas funciones, ya que actúan
como activadoras e inhibidoras de enzimas e interaccionan
con receptores celulares específicos (tabla 15.35).
Apolipoproteínas Las partículas lipoproteicas se diferencian entre sí por la
distinta proporción de colesterol, triglicéridos y fosfolípidos
que contienen, así como por las distintas apoproteínas inte-
Fosfolípidos
gradas en su estructura. Aunque el espectro de las lipoproteí-
nas plasmáticas es un continuum, puede clasificarse de
Colesterol acuerdo con su estructura y función. En la actualidad, las li-
poproteínas plasmáticas se clasifican según su densidad es-
Triglicéridos pecífica en: quilomicrones que sólo se encuentran en el plas-
ma normal después de una comida grasa, lipoproteínas de
Colesterol muy baja densidad (VLDL, del inglés very low density lipopro-
esterificado teins), lipoproteínas de densidad intermedia (IDL, intermedia-
te density lipoproteins), lipoproteínas de baja densidad (LDL,
low density lipoproteins), lipoproteína (a) o Lp(a) y lipopro-
Fig. 15.21. Modelo estructural de una lipoproteína plasmática. teínas de alta densidad (HDL, high density lipoproteins). En
las tablas 15.36 y 15.37 y en la figura 15.22 se muestran las
principales características fisicoquímicas de las lipoproteínas
plasmáticas.
homeostasia del colesterol con implicaciones en la aterogé-
nesis.
Metabolismo de las lipoproteínas*
Lipoproteínas plasmáticas El metabolismo de las lipoproteínas es complejo y está es-
Las lipoproteínas son unas macromoléculas cuya función trechamente regulado por múltiples sistemas enzimáticos. El
es empaquetar los lípidos insolubles en el plasma y transpor- transporte de la grasa proveniente de la dieta, grasa exógena,
tarlos desde el intestino y el hígado a los tejidos periféricos y, desde el intestino al hígado está mediado principalmente
desde éstos, devolver el colesterol al hígado para su elimina- por los quilomicrones. El transporte de los lípidos desde el
ción del organismo en forma de ácidos biliares. Las lipoproteí-
nas plasmáticas constituyen un sistema polidisperso y hetero-
géneo de partículas de morfología casi esférica (fig. 15.20) que *L. Masana Marín

TABLA 15.35. Características, distribución y función de las principales apoproteínas


Peso molecular Concentración
Apoproteína Distribución Función
(kD) en el plasma (g/L)
AI 28 1,0-1,4 HDL, Qn Estructural, activa LCAT
AII 17 0,3-0,5 HDL, Qn Estructural, activa LPL
AIV 46 0,5-0,16 HDL, Qn Activa LCAT
(a) 300-800 0,01-0,50 Lp(a) Estructural
B100 512 0,7-1,0 VLDL, IDL, LDL, Lp(a) Estructural, ligando para receptor
B48 242 0,03-0,05 Qn, Qr Estructural
CI 7 0,04-0,06 Q, VLDL, IDL, HDL Activa LCAT
CII 9 0,03-0,05 Q, VLDL, IDL, HDL Activa LPL
CIII 9 0,12-0,14 Q, VLDL, IDL, HDL Inhibe LPL
D (AIII) 19 0,06-0,07 HDL ––––
E 34 0,03-0,05 Q, VLDL, HDL Ligando para receptor
Q: quilomicrones; Qn: quilomicrones nacientes; Qr: quilomicrones residuales; VLDL: lipoproteínas de muy baja densidad; IDL: lipoproteínas de densidad interme-
dia; LDL: lipoproteínas de baja densidad; Lp(a): lipoproteína (a); HDL: lipoproteínas de alta densidad; LCAT: lecitíncolesterol-aciltransferasa; LPL: lipoproteinlipasa.

1900
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LAS LIPOPROTEÍNAS

TABLA 15.37. Composición química aproximada de las lipoproteínas plasmáticas, los lípidos y las proteínas expresados como porcentaje
de la masa de la partícula
Apoproteínas Lípidos Colesterol Triglicéridos Fosfolípidos
Quilomicrones 2 (AI, AII, AIV, B48, Cs, E) 98 4 90 6
VLDL 10 (B100, Cs, E) 90 18 62 20
IDL 20 (B100, Cs, E) 80 35 35 30
LDL 25 (B100) 75 60 10 30
Lp(a) 35 (B100, a) 65 60 10 30
HDL 50 (AI, AII, AIV, Cs, D, E) 50 36 14 50
Entre paréntesis se indican las apoproteínas contenidas en cada partícula, y en negrita, las apoproteínas estructurales.

Beta Prebeta Alfa

– +

Origen LDL IDLLp(a)VLDL HDL

0,93 1,006 1,019 1,063 1,210


Densidad
(kg/L)

Lp(a)

Quilomicrones VLDL LDL


HDL2

Fig. 15.22. Distribución de las lipopro-


teínas plasmáticas de acuerdo con la mo- HDL3
vilidad de las partículas en el campo eléc- LDL HDL
trico (parte superior) y con su densidad
específica (parte inferior).

hígado hacia los tejidos periféricos y de éstos nuevamente su peso molecular. Los quilomicrones así formados son se-
hacia el hígado se realiza a través de las interconversiones cretados al sistema linfático de la mucosa intestinal, a partir
metabólicas de las VLDL, IDL, LDL y HDL, que constituyen el del cual alcanzan el conducto torácico y, finalmente, el to-
denominado transporte de los lípidos endógenos. rrente circulatorio. En este recorrido pierden apo-AI y AIV y
adquieren apo-C, especialmente apo-CII, cofactor de la LPL,
y apo-E, necesaria para su interacción con los receptores de
Transporte de los lípidos exógenos las células hepáticas. Los quilomicrones maduros circulantes
La mayor parte de la grasa que se ingiere se halla en forma entrarán en contacto con la lipoproteinlipasa (LPL), una en-
de triglicéridos que contienen ácidos grasos saturados e insa- zima fijada en la membrana de las células del endotelio capi-
turados. En la luz intestinal, por la acción enzimática funda- lar de ciertos tejidos como el adiposo, el muscular y otros. Su
mentalmente de la lipasa pancreática, estos triglicéridos son acción consiste en hidrolizar los triglicéridos de los quilomi-
hidrolizados a lo que constituye el 95% de su producto final crones, permitiendo que los ácidos grasos derivados de ellos
preabsortivo, ácidos grasos y 2-monoglicéridos. penetren en el tejido adiposo como almacenamiento energé-
Los ácidos grasos cuya cadena está formada por menos de tico o en el tejido muscular para la producción de dicha
12 átomos de carbono pasan inmediatamente a la circula- energía. El resultado es una partícula lipoproteica con un
ción portal y son transportados en el plasma unidos a la albú- menor contenido en triglicéridos y, por tanto, de menor ta-
mina, es decir de forma independiente al metabolismo lipo- maño que se conoce como quilomicrón residual o remanen-
proteico. te. Esta partícula finaliza su etapa metabólica en el hígado.
Los ácidos grasos de cadena larga son rápidamente esteri- Se ha identificado una proteína de gran tamaño, denomina-
ficados formando triglicéridos. La mayor parte del colesterol da proteína relacionada con el receptor LDL (LRP), dada su
es también reesterificado por acción de la enzima acilcoenzi- afinidad estructural, que es capaz de unirse a la apo-E y que
ma A-colesterol-aciltransferasa (ACAT). Las apoproteínas de parece ser el potencial receptor de los remanentes de los
los quilomicrones formados en la célula intestinal son fun- quilomicrones (aunque también reconocería otras proteí-
damentalmente apo-B48, apo-AI, apo-AII, apo-AIV y trazas de nas). No se conocen con exactitud los mecanismos que re-
apo-C. gulan su actividad. Mediante este mecanismo los lípidos ab-
La apo-B de los quilomicrones es distinta a la de las VLDL sorbidos alcanzan el hígado, donde prosigue su vía
y las LDL (apo-B100) y tiene aproximadamente la mitad de metabólica (fig. 15.23).

1901
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

Transporte de la grasa Transporte de la grasa


exógena endógena

Grasa de Ácidos biliares y colesterol


la dieta

Hígado Receptor
Receptores Apo-B100:E
Intestino delgado LDL
Apo-B100:E
CE Tejidos
Receptor
Apo-E B100 extrahepáticos

Componentes de superficie

C A
Quilomicrones
TG > CE Quilomicrones
residuales VLDL IDL HDL
CE > TG TG > CE CE > TG C
E
B48 E
E B48 B100 E B
C C

Lechos capilares Lechos capilares C A


Lipoproteinlipasa Lipoproteinlipasa
HDL
CE

AGL AGL AGL AGL


Tejido adiposo y músculos Tejido adiposo y músculos

Almacenamiento Oxidación Almacenamiento Oxidación


(energia) (energía)

Fig. 15.23. Esquema del transporte de la grasa de procedencia exógena y endógena. TG: triglicéridos; CE: colesterol esterificado; AGL: ácidos
grasos libres. E, C, A, B: apoproteínas. (Modificada de M. BROWN y J. GOLDSTEIN, 1983.)

Transporte de los lípidos endógenos interviene una enzima, la lipasa hepática. Las IDL pierden tri-
glicéridos y prácticamente toda la apo-E, convirtiéndose en
En el hepatocito, los ácidos grasos que no siguen la vía unas partículas muy ricas en ésteres de colesterol y que con-
oxidativa para la producción de energía o cuerpos cetónicos tienen una única molécula de apo-B100 como apoproteína.
son esterificados pasando a formar parte de triglicéridos. Los El metabolismo de estas partículas reviste gran trascendencia
triglicéridos junto a ésteres de colesterol pasan a formar par- en las afecciones humanas ya que transportan aproximada-
te de las VLDL; para ello es también necesaria la síntesis de mente el 75% del colesterol plasmático y a ellas se asocia la
apoproteínas, en este caso, B100, C y E. En condiciones nor- mayor capacidad aterógena. Si bien su síntesis proviene de
males, las VLDL alcanzan el torrente circulatorio, donde son la conversión metabólica VLDL-IDL-LDL, también existe se-
objeto de intercambios metabólicos, mediante los cuales ce- creción hepática directa de LDL, que tiene importancia en
den apo-C y apo-E a las HDL e interaccionan, al igual que los ciertas situaciones patológicas como la hipercolesterolemia
quilomicrones, con la LPL. Esta enzima (véase apartado an- familiar. La regulación de la síntesis de LDL es muy compleja
terior) provoca la deslipidación de la partícula mediante la e intervienen factores ambientales, fundamentalmente dieté-
hidrólisis de los triglicéridos. El resultado es una partícula de ticos, y genéticos. El contenido de ésteres de colesterol de
menor tamaño denominada IDL. La disminución del núcleo las LDL es superior al de las partículas VLDL y IDL, ello signi-
o core de la partícula produce una pérdida de ciertos com- fica que existe un incremento neto de dichos lípidos transfe-
ponentes de su zona superficial, fosfolípidos, colesterol y ridos desde las HDL mediante la proteína transportadora de
apoproteínas que son el origen plasmático de HDL nacien- ésteres de colesterol (PTEC). La función básica de las LDL es
tes. Se postula que la relación inversa hallada con frecuencia transportar colesterol a los tejidos periféricos y también al hí-
en estudios clínicos entre las VLDL y las HDL se debería a gado, donde son catabolizadas (figura 15.23). Las LDL inter-
este mecanismo. Las IDL son partículas intermedias entre las accionan con dichas células mediante un receptor altamente
VLDL y las LDL, que en cuanto a su composición apoprotei- específico, el receptor LDL o de apo-B100/E (véase Hiperco-
ca contienen apo-B100 y apo-E. Esto permite que puedan ser lesterolemia familiar). En el caso de las LDL el receptor inter-
aclaradas directamente del plasma siendo internalizadas por acciona con la apo-B100. La expresión de este receptor es
el hepatocito. Esta internalización está mediada por el recep- fundamental para modular las concentraciones de LDL y,
tor conocido clásicamente como de las LDL, que es capaz de por tanto, de colesterol circulantes. Factores dietéticos, en-
reconocer apo-B100 y apo-E. En el caso de las IDL, su unión docrinológicos, farmacológicos y genéticos pueden modifi-
al receptor está mediado por la apo-E y no por la apo-B100. car la expresión y, por consiguiente, la actividad del receptor
Las IDL, en lugar de ser internalizadas directamente por los LDL. Las dietas ricas en colesterol y ácidos grasos saturados
hepatocitos pueden dar origen a las LDL. Los mecanismos disminuyen su actividad, así como el hipotiroidismo, los ges-
que regulan este proceso no se conocen con exactitud, pero tágenos y defectos congénitos. Aumentan su actividad las

1902
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LAS LIPOPROTEÍNAS

↓ HMG CoA-reductasa

Receptor LDL Colesterol


esterificado

Vesículas
LDL
↑ ACAT
Proteína
Colesterol libre
Colesterol Lipasa ácida
esterificado lisosómica
Lisosomas

Aminoácidos

Unión Hidrólisis Regulación


Endocitosis
LDL-receptor lisosómica de enzimas microsómicas

Inhibición de Almacenamiento Supresión de la


la sintesis de colesterol sintesis proteica
de colesterol esterificado del receptor LDL

Fig. 15.24. Vía metabólica de las LDL en fibroblastos humanos HMG-CoA: hidroximetilglutaril-coenzima A; ACAT: acilcoenzima
A-colesterol-aciltransferasa. (M. Brown y J. Goldstein, 1976.)

dietas ricas en ácidos grasos insaturados, la tiroxina, los es- HDL2 en HDL3. Las HDL3 son buenos aceptores de colesterol
trógenos y ciertos fármacos que disminuyen las concentra- celular. Se ha postulado que dicha interacción se efectuaría
ciones intracelulares de colesterol. El receptor LDL es una mediante la unión con un receptor específico cuyo ligando se-
proteína transmembrana que se une a la apo-B100, tras lo ría la apo-AI. La familia de partículas clasificadas como HDL es
cual se internaliza toda la partícula LDL y el propio receptor muy heterogénea estructural, metabólica y funcionalmente,
formándose un endosoma que se fusiona con un lisosoma siendo importante al respecto su contenido apoproteico, ya
cuyas enzimas disgregarán e hidrolizarán los distintos com- que existen partículas que contienen exclusivamente apo-AI
ponentes de la partícula LDL. El colesterol liberado en el (Lp-AI) y otras con apo-AI y apo-AII (Lp-AI/AII). Algunas partícu-
interior de la célula ejerce una serie de acciones de autorre- las contienen apo-E, cuyo significado funcional es poco preci-
gulación muy importantes para su homeostasis. Inhibe la hi- so, aunque quizá colabora en la distribución de colesterol por
droximetilglutaril-CoA-reductasa (HMG-CoA-reductasa), que los distintos tejidos. Múltiples estudios epidemiológicos mues-
es la enzima limitante de la síntesis de colesterol. Asimismo, tran una relación inversa entre las concentraciones del coles-
inhibe la síntesis de receptores LDL y, finalmente, parece ac- terol vehiculizado por las HDL, específicamente por las HDL2,
tivar la ACAT que esterificará el colesterol libre intracelular y la predisposición a sufrir ateromatosis coronaria, por lo que
(fig. 15.24). Las LDL pueden ser catabolizadas por otras vías los mecanismos capaces de regular la síntesis y el catabolismo
independientes a las del receptor LDL que adquieren impor- de las HDL revisten un alto interés científico.
tancia en ciertas circunstancias patológicas.
Clasificación de los trastornos del metabolismo
Transporte centrípeto de colesterol
de las lipoproteínas*
El transporte desde los tejidos periféricos al hígado se deno-
mina centrípeto y está mediado principalmente por las HDL El metabolismo de las lipoproteínas es complejo y está es-
(fig. 15.25). Las HDL nacientes, de forma discoidal, sólo son trechamente regulado por factores genéticos y ambientales.
detectadas en plasma de pacientes con déficit de lecitin-coles- Si bien las elevaciones de colesterol y triglicéridos son las al-
terol-aciltransferasa (LCAT); se convierten inmediatamente en teraciones con mayor trascendencia clínica, éstas suelen ser
esféricas por acción de la LCAT que esterifica el colesterol de en general manifestaciones de trastornos diversos de dicho
la superficie de la partícula discoide bilamelar, desplazando metabolismo. El conocimiento más preciso de los mecanis-
dichos lípidos apolares al centro de aquélla. Las partículas cir- mos involucrados en el transporte lipídico permite definir con
culantes más densas se denominan HDL3, las cuales, con la in- mayor exactitud las alteraciones patológicas subyacentes en
corporación de más ésteres de colesterol por la acción conti- las distintas dislipemias. Las alteraciones del metabolismo de
nuada de la LCAT, se convierten en HDL2; incluso se pueden las lipoproteínas podrían clasificarse en primer lugar como
identificar partículas mayores que algunos autores denominan cuantitativas y cualitativas. Las alteraciones cuantitativas son
HDL1. Las HDL2, como ya hemos mencionado, transfieren éste- las mejor conocidas y de las que se dispone de mayor núme-
res de colesterol a otras partículas lipoproteicas, siendo de ro de evidencias que las asocian a la predisposición a pade-
gran importancia para ello la acción de la PTEC, y a cambio cer ciertas enfermedades, especialmente vasculares; sin em-
reciben triglicéridos desde las VLDL e incluso de los quilomi-
crones. La lipasa hepática hidroliza dichos triglicéridos e in-
crementa la densidad de las partículas, reconvirtiendo las *L. Masana Marín.

1903
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.38. Clasificación de las hiperlipoproteínas (OMS, 1970)


LCAT, LPL Lipoproteína Hiperlipemia
Fenotipo
Tejidos acumulada predominante
extrahepáticos
Tipo I Quilomicrones Hipertrigliceridemia
Tipo IIA LDL Hipercolesterolemia
Tipo IIB LDL y VLDL Hipercolesterolemia
HDL1 Hipertrigliceridemia
CL Tipo III IDL Hipercolesterolemia
Captación AI Hipertrigliceridemia
1 Tipo IV VLDL Hipertrigliceridemia
Tipo V Quilomicrones y VLDL Hipertrigliceridemia
Receptor
HDL apo-E 2
“naciente”
HDL3 Hígado HDL2
TABLA 15.39. Clasificación terapéutica básica de las hiperlipemias
Receptor
apo-B,E LH Hipercolesterolemia
3
4 Colesterol total > 200 mg/dL (5,2 mmol/L)
QR CE Triglicéridos < 200 mg/dL (2,3 mmol/L)
VLDL
EC Hiperlipemia mixta
IDL PT
LDL Colesterol total > 200 mg/dL (5,2 mmol/L)
Triglicéridos > 200 mg/dL (2,3 mmol/L)

Hipertrigliceridemia
LH Triglicéridos > 200 mg/dL (2,3 mmol/L)
Colesterol total < 200 mg/dL (5,2 mmol/L)

Fig. 15.25. El transporte reverso centrípeto del colesterol, desde la


periferia hacia el hígado, es llevado a cabo por las HDL. El hígado sin-
tetiza la HDL naciente, de estructura discoide, que contiene apo-AI
y que adquiere la forma esférica al recibir colesterol de los tejidos y de el punto de vista clínico aporta poco a la clasificación de
transformarse en HDL3. La HDL3 capta el colesterol libre (CL) de las las hiperlipemias que distingue las hipercolesterolemias, las hi-
membranas celulares y, mediante la acción de la enzima lecitín-coles- pertrigliceridemias y las hiperlipemias mixtas, de gran utilidad
terol-aciltransferasa (LCAT) lo esterifica (CE), convirtiéndose en HDL2 ante el enfoque terapéutico (tabla 15.39). El siguiente paso en
(1). El enriquecimiento de esta partícula con apo-E da lugar a la HDL1 la clasificación de las hiperlipemias sería su diferenciación
(antiguamente HDLc), que es captada por los receptores apo-E del hí- etiopatogénica. En este sentido, la primera distinción debe es-
gado (2). Las HDL ricas en apo-AI pueden ser captadas directamente tablecerse entre las formas primarias y las secundarias, enten-
por el hepatocito (3). Existe también la posibilidad de captación direc-
ta de los ésteres de colesterol, mediada por la enzima lipasa hepática diéndose por estas últimas aquellas en las que el aumento en
(LH). Por último (4) la proteína transportadora de ésteres de coleste- la concentración lipídica no se debe a la presencia de altera-
rol (PTEC) permite la cesión de CE desde la HDL2 a partículas ricas en ciones propias en el metabolismo lipoproteico. Sin embargo,
triglicéridos [quilomicrones residuales (QR) y VLDL] y a IDL se debe tener presente que, dada la frecuencia de las altera-
y LDL, que serán captadas por los receptores apo-B,E del hepatocito. ciones lipoproteicas, es común la coexistencia de una enfer-
Véase que las HDL2 pueden también convertirse en HDL3 por acción medad capaz de provocar hiperlipemia secundaria (diabetes,
de la lipasa hepática, al perder CE. LPL: lipoproteinlipasa. (Modificada hipotiroidismo, etc.) y un trastorno primario de dicho metabo-
de G. ASSMANN et al, 1989 tomada de la edición anterior.) lismo, que suele, en este caso, estar exacerbado. El mayor co-
nocimiento del metabolismo de las lipoproteínas permite
identificar entidades nosológicas basándose en su etiología o
bargo, cada vez se dispone de más datos que demuestran que patogenia. En la tabla 15.40 se indica la clasificación de las hi-
incluso las concentraciones de lípidos consideradas dentro perlipoproteinemias primarias y su mecanismo patogénico. En
del intervalo de la normalidad pueden asociarse a alteracio- la tabla 15.41 se expone la clasificación de los trastornos espe-
nes en la composición relativa de las partículas lipoproteicas cíficos causantes de hipercolesterolemias, hipertrigliceride-
o a acumulación de ciertas subclases de lipoproteínas que mias e hiperlipemias mixtas primarias. Desde el punto de vista
pueden tener trascendencia clínica en cuanto a la predisposi- clínico es importante precisar el diagnóstico de las dislipemias
ción a enfermedad vascular, como puede ser el predominio por cuanto las diversas entidades pueden implicar tratamien-
de LDL pequeñas y densas y las concentraciones elevadas de tos, evoluciones y pronósticos distintos, al mismo tiempo que
Lp(a) o de apo-B. Los trastornos mejor conocidos y con ma- la detección de formas familiares permite la identificación pre-
yor impacto clínico por su fácil detección son los que se aso- coz de individuos afectos.
cian a aumentos o disminuciones de lípidos o lipoproteínas.
No existen cifras umbral de concentraciones de colesterol y
triglicéridos que permitan separar la normalidad de la anorma-
lidad. Los límites del percentil 95 de la distribución de los valo-
res lipídicos en una población determinada no son útiles para Hipercolesterolemias primarias*
esta definición pues excluiría a los individuos con riesgo vas-
cular de poblaciones con cifras medias elevadas, como
EE.UU. o los países nórdicos de Europa, y consideraría hiperli- Hipercolesterolemia familiar
pémicas a personas con concentraciones normales en países
con valores medios bajos como Japón. Las cifras aconsejables, Concepto. La hipercolesterolemia familiar es una enferme-
más que normales, para la población general son colesterol to- dad hereditaria, de transmisión autosómica dominante, debi-
tal inferior a 200 mg/dL (5,2 mmol/L) y triglicéridos inferiores a da a mutaciones del gen del receptor de las LDL (o apo-
200 mg/dL (2,3 mmol/L) según las recomendaciones de la so- B100/E), lo que provoca su alteración funcional y, en
ciedad española, europea y americana de arteriosclerosis (vé- consecuencia, la acumulación de LDL en el plasma.
ase Detección y control de las hiperlipemias). La tabla 15.38
muestra la clasificación de las hiperlipemias propuesta por la
OMS en 1970, que tuvo la virtud de sustituir el concepto de hi-
perlipemia por el de hiperlipoproteinemia. Sin embargo, des- *L. Masana Marín.

1904
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LAS LIPOPROTEÍNAS

TABLA 15.40. Clasificación de las hiperlipoproteinemias


según su etiopatogenia y su base metabólica
Entidad Etiopatogenia Base metabólica 1. ZONA DE UNIÓN
292 aminoácidos
Hipercolesterolemia Mutación del receptor ↓ catabolismo LDL
familiar LDL ↑ síntesis LDL
NH2
Apoproteína B100 Mutación del gen ↓ catabolismo LDL
defectuosa familiar apo-B por ↓ interacción LDL
A
afectación del residuo receptor B 2. ZONA CON ALTA
3.500 de la apo-B HOMOLOGÍA CON
EL PRECUSOR EGF
Hipercolesterolemia Multifactorial genética ↓ catabolismo ~ 400 aminoácidos
poligénica y ambiental ↑ síntesis LDL
Hiperlipemia familiar Desconocida ↑ síntesis apo-B C
combinada
Disbetalipoproteinemia Fenotipo apo-E2/2 ↓ catabolismo IDL 3. ZONA DE UNIÓN
tipo III Otras mutaciones Cisteína GLUCÍDICA
58 aminoácidos
de la apo-E
4. ZONA TRANSMEMBRANA
Déficit de LPL Mutaciones del gen LPL ↓ catabolismo 22 aminoácidos
quilomicrones
5. ZONA CITOPLASMÁTICA
Déficit de apo-CII Mutaciones del gen ↓ catabolismo 50 aminoácidos
COOH
apo-CII quilomicrones
Hipertrigliceridemia Desconocida ↓ catabolismo
familiar moderada VLDL
Fig. 15.26. Modelo de la estructura del receptor LDL (apo-B100/E).
Hipertrigliceridemia Desconocida. En ciertos ↓ catabolismo EGF = factor de crecimiento epidérmico.
familiar grave casos, defectos quilomicrones
(tipo V familiar) de la LPL y VLDL
↑ síntesis
quilomicrones el gen que codifica su síntesis. El receptor LDL es una proteína
y VLDL ubicada en la membrana de la mayoría de las células del orga-
nismo y tiene un papel clave en la regulación del metabolis-
LPL: lipoproteinlipasa.
mo del colesterol y de las lipoproteínas en general. Es una pro-
teína de 839 aminoácidos perfectamente caracterizada, que se
subdivide en cinco zonas o dominios estructuralmente distin-
tos y que se esquematizan en la figura 15.26. El gen del recep-
TABLA 15.41. Clasificación de las hiperlipoproteinemias primarias tor LDL se halla en la porción distal del brazo corto del cromo-
Entidad Prevalencia soma 19 (p13.1-p13.3) y está estructurado en 18 exones y sus
correspondientes 17 intrones, en una disposición paralela a la
Hipercolesterolemias primarias de los dominios proteicos (fig. 15.27). Se han descrito alrede-
Hipercolesterolemia familiar
Heterocigota 1/500 dor de un centenar de mutaciones del gen que derivan en al-
Homocigota 1/1.000.000 teraciones funcionales del receptor y se manifiestan con cua-
Apoproteína B100 defectuosa familiar Probablemente 1/500 dros clínicos prácticamente idénticos, si bien en algunos
Hipercolesterolemia poligénica Probablemente 2/100 casos pueda variar la intensidad de su expresión o la respues-
Hiperlipemia familiar combinada 1/100 ta terapéutica. Algunas de dichas mutaciones son más fre-
Hiperalfalipoproteinemia familiar cuentes en unas áreas geográficas que en otras, lo que facilita
relativamente su detección. En la tabla 15.42 se clasifican las
Hiperlipemias mixtas distintas mutaciones en cinco clases funcionales.
Disbetalipoproteinemia 1/10.000
familiar (tipo III) Se deben distinguir las formas heterocigotas de las homoci-
Hiperlipemia familiar combinada 1/100 gotas. En este segundo caso, en muchas ocasiones no se trata
Hiperlipemia mixta esporádica de pacientes homocigotos reales (herencia del mismo defecto
en ambos alelos) sino de lo que podría denominarse heteroci-
Hipertrigliceridemias primarias gotos compuestos (defectos en ambos alelos, pero distintos);
Déficit de lipoproteinlipasa 1/1.000.000 sin embargo, debido a los numerosos defectos detectados en
Déficit de apo-CII Probablemente 1/1.000.000 el gen, por lo general se los designa como homocigotos. La
Hipertrigliceridemia 1/100 prevalencia de los pacientes heterocigotos se estima en 1/500
familiar (moderada)
Hipertrigliceridemia individuos de la población general y en alrededor de 1/20 su-
familiar grave (tipo V) pervivientes de un infarto de miocardio prematuro, antes de
Hiperlipemia familiar combinada 1/100 los 55 años. Los homocigotos son menos frecuentes y se calcu-
Hipertrigliceridemia esporádica la que su prevalencia es de 1/1.000.000 de recién nacidos.

Patogenia. Los pacientes heterocigotos expresan alrededor


Es la enfermedad monogénica más frecuente. Una serie de de la mitad de los receptores que los individuos normales,
datos clínicos, como la presencia de xantomas y xantelas- mientras que en los homocigotos prácticamente no se detec-
mas asociados a la incidencia prematura de arteriosclerosis, ta su actividad. Diariamente se produce el catabolismo del
propició, hace más de un siglo, la descripción de la entidad, 45% del total de partículas LDL. En los pacientes afectos de
que se denominó hipercolesterolemia xantomatosa familiar; hipercolesterolemia familiar heterocigota este catabolismo
sin embargo, dado que dichos signos no siempre están pre- se reduce a la mitad y en los homocigotos es inferior al 5%.
sentes en los pacientes afectos, no deben considerarse los La carencia de receptores también altera la captación de IDL
únicos signos definitorios de la enfermedad. por los hepatocitos, con lo que un mayor número de dichas
partículas son convertidas a LDL. Asimismo, se ha postulado
Etiología. La causa de esta hipercolesterolemia es una altera- que existe un incremento de la síntesis de LDL directamente
ción funcional del receptor LDL secundaria a mutaciones en desde el hígado. Ello determina que no sólo el catabolis-

1905
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

Transmembrana

Péptido Zona de Zona con alta homología Zona de Zona


sefial unión con el precursor EGF glucosilación citoplasmática

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18
Exón

5 3

Fig. 15.27. Estructura del gen del recep-


Exón Secuencia ALU Intrón tor de LDL. Se señala la disposición de las
zonas que codifican los distintos domi-
nios del receptor.
EGF = factor de crecimiento epidérmico.

TABLA 15.42. Clasificación de las mutaciones del gen do por la captación masiva por los macrófagos localizados
del receptor LDL en ellos, sobre todo piel, vainas tendinosas y endotelio vascu-
lar (véase Patogenia de la ateromatosis). La mayor perma-
Clase de mutación Origen étnico Mutación nencia de las partículas LDL en el plasma probablemente fa-
1 Ausencia de síntesis Franco- Deleción de más de cilita su desnaturalización por mecanismos como la oxida-
de la proteína canadiense 10 kb en región ción, lo que incrementa su capacidad aterogénica.
del receptor y del promotora y exón 1
precursor Cuadro clínico. El dato clínico más característico de la hi-
2a Procesamiento lento Cristiano- Aparición codón stop percolesterolemia familiar es la detección de valores eleva-
o ausente de libanesa mutación del
la proteína exón 14
dos de colesterol en plasma. En las formas heterocigotas, las
2b Procesamiento Conejos Deleción de 12 pb más frecuentes, esta elevación puede detectarse en la sangre
lento y unión Watanabe en exón 4 del cordón umbilical; sin embargo, dado que el 50% del co-
defectuosa a LDL lesterol en el cordón umbilical es transportado por las HDL,
3 Unión Sudáfrica Aparición codón stop este método es poco preciso para detectar la forma heteroci-
defectuosa a LDL mutación del gota de la enfermedad. La determinación de LDL-colesterol y
exón 4 de apo-B permite una detección con una mayor sensibilidad
4a Síntesis, procesamiento Arabia Saudí Aparición codón stop y especificidad. Los pacientes con afección heterocigota pre-
y unión normales. mutación exón 17
No agrupamiento en
sentan concentraciones medias de colesterol total en sangre
pozos cubiertos ni de cordón de 100 mg/dL (2,6 mmol/L) y de LDL-colesterol de
internalización 62 mg/dL (1,6 mmol/L). Los pacientes con concentraciones
4b Síntesis, procesamiento Japón Deleción de 8 kb de LDL-colesterol en cordón umbilical superiores a 41 mg/dL
y unión normales. No exón 16 a 18 (1,06 mmol/L) deben ser monitorizados para descartar la
anclaje a la membrana. enfermedad. Hasta la adolescencia el LDL-colesterol suele
Receptor secretado presentar valores medios de 230 mg/dL (5,9 mmol/L), debién-
5 Síntesis, procesamiento Holanda Deleción 2,5 kb dose plantear el diagnóstico ante valores superiores a 164
y unión normales, exón 7 y 8 mg/dL (4,2 mmol/L) de LDL-colesterol. En los individuos
pero el receptor no es
reciclado y se degrada adultos los valores medios de colesterol total son de alrede-
rápidamente dor de 330 mg/dL (8,5 mmol/L) y pueden oscilar entre menos
de 270 (7 mmol/L) hasta más de 400 mg/dL (10,3 mmol/L), lo
que equivale a unas cifras de LDL-colesterol entre 220 y 320
mo de las LDL esté afectado sino también su síntesis. El resul- mg/dL (5,7 y 8,3 mmol/L). Las técnicas de biología molecular
tado de dicho trastorno metabólico es la acumulación de par- que permiten un diagnóstico genético seguro del trastorno
tículas LDL detectables clínicamente por un aumento de la del receptor han permitido detectar portadores de la altera-
concentración plasmática de colesterol y apo-B100. También ción sin hipercolesterolemia, cuyas causas son desconocidas.
se produce acumulación de IDL, de las subpoblaciones más Las concentraciones de HDL-colesterol suelen ser norma-
pequeñas y densas de VLDL y de las HDL con apo-E. El im- les, aunque con tendencia a ser más bajas, lo que empeora
portante impacto metabólico del defecto del receptor LDL se el pronóstico de estos pacientes. La concentración plasmáti-
traduce en un depósito de colesterol en diversos tejidos, en- ca de triglicéridos suele ser normal, aunque el 10% de los
tre los cuales el de mayor trascendencia es el vascular, que pacientes afectos de hipercolesterolemia familiar heterocigo-
propicia el desarrollo de lesiones ateromatosas. En condicio- ta presentan hipertrigliceridemia lo que dificulta su distin-
nes normales, el 80% de las LDL son catabolizadas por la vía ción con la hiperlipoproteinemia familiar combinada (véase
dependiente del receptor LDL, mientras que el 20% restante más adelante). Las concentraciones de LP(a) elevadas son
lo hace por vías independientes de aquél, representadas por también un elemento de mal pronóstico. Los pacientes con
los receptores barrendero (scavenger) del sistema mononu- hipercolesterolemia familiar heterocigota suelen mantenerse
clear fagocítico (SMF) (véase Metabolismo de las lipoproteí- asintomáticos hasta que presentan un accidente vascular co-
nas) no sometidos a mecanismos de contrarregulación. En ronario. Suelen acudir al médico debido al hallazgo de for-
los pacientes afectos de hipercolesterolemia familiar, el por- ma casual o tras la práctica de un estudio familiar, de una
centaje de LDL catabolizada por las vías independientes al elevación de la concentración de colesterol plasmático. En
receptor se incrementa proporcionalmente a la magnitud del ocasiones son las manifestaciones cutáneas (véase más ade-
defecto funcional, siendo de prácticamente el 100% en los lante) las que motivan su diagnóstico por el dermatólogo. La
sujetos homocigotos. Este hecho tiene importancia decisiva importancia clínica de la hipercolesterolemia familiar radica
en el depósito de colesterol en los tejidos periféricos, media- en su potencial aterógeno. Los pacientes afectos con la for-

1906
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LAS LIPOPROTEÍNAS

Fig. 15.28. Múltiples xantomas tendinosos y planos en muñecas y Fig. 15.29. Xantomas en el tendón de Aquiles en un paciente varón
articulaciones de la mano. Los xantomas de los pliegues interdigitales de 14 años con hipercolesterolemia familiar homocigota. (Cedida por
son típicos de la hipercolesterolemia familiar homocigota. (Cedida por el Prof. R. Carmena.)
el Prof. R. Carmena.)

Fig. 15.31. Xantomas planos en glúteos en el mismo paciente. (Ce-


dida por el Prof. R. Carmena.)
Fig. 15.30. Xantomas tendinosos y planos localizados en codos y
muñecas en el mismo enfermo de la figura anterior. (Cedida por el
Prof. R. Carmena.)

ma heterocigota tienen un mayor riesgo de sufrir cardiopatía


isquémica. Estos pacientes suelen permanecer asintomáticos
hasta los 30-40 años. El 50% de los individuos de 30-40 años
han presentado manifestaciones clínicas de cardiopatía is-
quémica o anomalías en el ECG o en los estudios ergométri-
cos. Este porcentaje asciende al 80% a los 50 años. En las mu-
jeres, la presentación de la enfermedad coronaria suele
retrasarse unos 10 años con respecto a los varones, siendo el
porcentaje de afectas algo menor. La mayor incidencia de
enfermedad vascular cerebral y periférica en los pacientes
con hipercolesterolemia familiar heterocigota es menos evi-
dente. No existe tampoco un incremento en la tendencia a la
obesidad, diabetes o intolerancia a la glucosa ni a la hiper- Fig. 15.32. Arco corneal (banda clara) en un varón de 32 años con
tensión. Sí, en cambio, se ha comprobado una mayor ten- hipercolesterolemia familiar heterocigota. (flechas). (Cedida por el
dencia a presentar hiperagregabilidad plaquetaria e hipercoa- Prof. R. Carmena.)
gulabilidad. Los pacientes con la forma heterocigota de la
enfermedad pueden presentar lesiones cutáneas secundarias
al depósito de ésteres de colesterol en la piel y los tendones. observarse en la hiperlipoproteinemia familiar combinada y
Los xantomas tendinosos pueden ser el primer signo clínico en otras enfermedades por depósito de esteroles más raras.
de este trastorno; suelen localizarse en los tendones de los También se observan xantelasmas, depósitos lipídicos en for-
músculos extensores de los dedos de las manos, por lo que ma de pequeñas tumoraciones aplanadas y amarillentas en
para explorarlos se indica al paciente que abra y cierre los los párpados, y el denominado arco corneal debido al depó-
dedos, mientras se palpa la superficie dorsal de las manos sito de colesterol alrededor de la córnea (fig. 15.32). Estos
(fig. 15.28). Es característico el engrosamiento del tendón de dos últimos signos de la enfermedad son inespecíficos, por
Aquiles, que puede detectarse por simple observación o por cuanto pueden observarse en personas normolipémicas. La
palpación (fig. 15.29). El grado de engrosamiento medido prevalencia de lesiones cutáneas depende del tiempo de
mediante xerografía o ecografía se ha utilizado como factor evolución del proceso y del grado de hiperlipemia, por lo
pronóstico y evolutivo. También es característica la presen- que jamás debe descartarse el diagnóstico de hipercolestero-
cia de xantomas tuberosos en codos, rodillas o nalgas lemia familiar heterocigota por la ausencia de dichas mani-
(figs. 15.30 y 15.31). La presencia de estos xantomas es prác- festaciones. En grupos de pacientes no tratados y que han al-
ticamente patognomónica de la enfermedad, si bien pueden canzado concentraciones de colesterol superiores a 400

1907
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

mg/dL (10,3 mmol/L) la prevalencia de xantomas oscila en- das de colesterol; sin embargo, estas circunstancias no se
tre el 5% antes de los 20 años y el 60% después de los 50 dan siempre y debe realizarse el diagnóstico diferencial con
años. Los pacientes pueden presentar otras manifestaciones otras entidades. En primer lugar, éste ha de plantearse con las
clínicas, como poliartralgias y verdaderas poliartritis migrato- formas secundarias de hipercolesterolemia, especialmente
rias. El resto de la exploración física suele ser normal, y no se con el hipotiroidismo y el síndrome nefrótico. La ausencia
detecta hepatomegalia o esplenomegalia, ni tampoco altera- de antecedentes familiares apoya el diagnóstico de hiperco-
ciones neurológicas. lesterolemia poligénica, mientras que la presencia de hiperli-
La forma homocigota de hipercolesterolemia familiar es pemia mixta en el paciente o en familiares de primer grado
mucho más grave. Las concentraciones de colesterol total sue- orienta hacia la hiperlipoproteinemia familiar combinada. La
len ser superiores a 500 mg/dL (12,9 mmol/L) en la infancia apolipoproteinemia B100 defectuosa familiar (véase más
y es habitual que alcancen los 1.000 mg/dL (25,9 mmol/L), a adelante) sólo puede descartarse mediante el análisis del
expensas de las partículas LDL. Todas las manifestaciones gen de la apo-B y del receptor LDL. Aunque las formas homo-
mencionadas para los pacientes afectos de la forma heteroci- cigotas suelen presentar cuadros clínicos bien definidos,
gota se producen en los homocigotos de manera acelerada. debe establecerse el diagnóstico diferencial con formas de
La primera manifestación suele ser la aparición de xantomas hiperabsorción de esteroles procedentes de plantas, como la
tuberosos y tendinosos en las localizaciones citadas. El proble- sitosterolemia xantomatosa, y también con una entidad no
ma clínico más importante es el desarrollo precoz de cardio- bien definida denominada hipercolesterolemia seudohomo-
patía isquémica, que provoca manifestaciones antes de los cigota, que es indistinguible desde el punto de vista clínico
10 años. Se han comunicado casos en los que la cardiopatía de la hipercolesterolemia familiar homocigota, pero que se
isquémica se presentó a los 2 años. Sin tratamiento, la mayoría caracteriza por una actividad normal de los receptores LDL y
de los pacientes fallecen antes de los 20 años a causa de la en- una buena respuesta al tratamiento farmacológico.
fermedad coronaria. También pueden presentarse lesiones
valvulares por depósitos lipídicos en la raíz de la aorta. Se han Tratamiento. Todo trastorno del metabolismo de las lipo-
comunicado casos anecdóticos de xantomas en el SNC que si- proteínas debe tratarse inicialmente con la prescripción de
mulaban tumores neurológicos primarios. una dieta apropiada y recomendaciones para el control
de otros factores de riesgo vascular, como la hipertensión, el
Diagnóstico. El diagnóstico de certeza de la hipercolesterole- tabaquismo, el sedentarismo, la obesidad, etc. En el caso de
mia familiar heterocigota se basaría en la demostración de la la hipercolesterolemia familiar heterocigota se recomendará
existencia de una mutación en el gen del receptor LDL; sin una dieta basada en los principios generales que se detallan
embargo, esto es actualmente inviable, no sólo para los labo- más adelante. En resumen, se debe proceder a una restric-
ratorios clínicos, sino también para los dedicados a la investi- ción de la ingestión de grasas saturadas, que no deben apor-
gación en este campo, ya que el elevado número de mutacio- tar más del 10% de las calorías totales, y un incremento de
nes que puede presentar el gen dificulta su exploración. En las insaturadas. También se evitará que la ingesta de coleste-
zonas geográficas en las que se ha detectado una mutación rol supere los 300 mg/día. El cumplimiento de la dieta debe
como la responsable del mayor número de casos, el papel de ser riguroso, pero la aplicación de dietas más restrictivas no
la biología molecular en el diagnóstico es más claro. También aporta grandes beneficios terapéuticos y pueden ser la causa
se utilizan técnicas aproximativas, como la detección de poli- del abandono terapéutico por parte del paciente. La mayoría
morfismos de longitud de fragmentos de restricción (RFLP) de los enfermos con hipercolesterolemia familiar requerirán
mediante Southern blotting o reacción en cadena de la polime- tratamiento farmacológico adicional. Los inhibidores de la
rasa (PCR), que se cosegregan con el defecto metabólico. HMG-CoA-reductasa, lovastatina, simvastatina y pravastatina
Otros sistemas de escasa utilidad clínica son la determinación son los fármacos de elección por su eficiencia y buena tole-
de la actividad de los receptores LDL medida en cultivos de rancia. Con dosis plenas, de 20-80 mg/día según el prepara-
fibroblastos o linfocitos, y los estudios de cinética de las lipo- do, se consiguen reducciones de las cifras de colesterol LDL
proteínas. Actualmente, el diagnóstico sigue basándose en de hasta un 30-40%. Las resinas quelantes de los ácidos bilia-
las características clínicas de los pacientes. El diagnóstico se res colestiramina y colestipol son también útiles y fueron el
considera de certeza cuando el paciente presenta hipercoles- tratamiento de elección hasta la aparición de los fármacos
terolemia con concentraciones superiores a 300 mg/dL anteriormente mencionados. Aún constituyen el tratamiento
(7,8 mmol/L) a expensas de las LDL, un progenitor afecto y de elección en niños y en mujeres en edad fértil que no uti-
xantomas o el 50% de los familiares de primer grado hiperco- licen métodos anticonceptivos. Se administran a dosis de
lesterolémicos. El diagnóstico es probable si, en ausencia de 12-30 g/día. La asociación de inhibidores de la HMG-CoA-
xantomas, al menos un familiar de primer grado es hipercoles- reductasa y resinas actúa sinérgicamente y constituye la
terolémico o ha padecido una cardiopatía isquémica antes de combinación terapéutica con mayor potencia hipocolestero-
los 60 años. En caso de carecer de información familiar debe lemiante, alcanzándose descensos de hasta el 50% de los va-
practicarse la determinación de las concentraciones de coles- lores iniciales. El ácido nicotínico, solo o asociado a resinas
terol, triglicéridos y HDL-colesterol a todos los familiares de (su asociación a inhibidores de la HMG-CoA-reductasa está
primer grado. Es importante que el diagnóstico sea lo más pre- contraindicada por los efectos colaterales, especialmente la
coz posible; por lo tanto, la detección de la enfermedad en un miotoxicidad), puede ser una alternativa en algunos pacien-
paciente debe conducir al estudio de todos los familiares de tes, aunque los efectos tóxicos y la intolerancia debida a la
primer grado mediante las determinaciones lipídicas mencio- vasodilatación que produce limita actualmente su utiliza-
nadas. A diferencia de otras alteraciones del metabolismo li- ción. Las dosis hipolipemiantes oscilan entre 3 y 9 g/día. Se
poproteico, la hipercolesterolemia familiar se manifiesta des- ha demostrado que el tratamiento farmacológico de estos pa-
de el nacimiento, por lo que los niños también deben ser cientes reduce la incidencia de episodios coronarios e inclu-
examinados. El diagnóstico prenatal de pacientes homocigo- so induce la regresión de lesiones coronarias preexistentes.
tos puede realizarse mediante la detección de las mutaciones Asimismo, en muchos casos se produce la remisión de los
en células obtenidas del líquido amniótico o de vellosidades depósitos cutáneos. El tratamiento de los pacientes homoci-
coriónicas, mediante el estudio de RFLP en caso de conocerse gotos es mucho más complejo, puesto que no responden a la
previamente la cosegregación de alguno de ellos en el seno terapia farmacológica. Si bien se ha descrito algún caso de
de la familia afecta o mediante la determinación de la activi- buena respuesta a la combinación de inhibidores y resinas,
dad de receptores en las células mencionadas. dado que su efecto consiste en incrementar la actividad de
los receptores LDL, este hecho debe considerarse una excep-
Diagnóstico diferencial. El diagnóstico del trastorno es sen- ción. El tratamiento se basa en la eliminación de partículas
cillo cuando existen claros antecedentes familiares de hiper- LDL del plasma mediante sistemas de extracción. En la ac-
colesterolemia o cardiopatía isquémica y cifras muy eleva- tualidad es posible realizar LDL-aféresis específicas que per-

1908
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LAS LIPOPROTEÍNAS

miten reducir las concentraciones de LDL-colesterol hasta va- de los receptores LDL. Asimismo, el hecho de ser porta-
lores normales, pero que se recuperan progresivamente al dor de la fenocopia de apo-E, E4, también predispone a la hi-
cabo de unas 2 semanas. Otra alternativa terapéutica, utiliza- percolesterolemia. En los últimos años la tecnología de la
da con éxito, es el trasplante de hígado cuya efectividad se genética molecular ha permitido identificar variaciones poli-
basa en el aporte de receptores de LDL por el nuevo órgano. mórficas del gen de la apo-B100 asociadas a hipercolesterole-
mia e, incluso, a un mayor riesgo vascular. De ellas, los RFLP
Pronóstico. El pronóstico de los pacientes está supeditado de dicho gen definidos por la endonucleasa XbaI parecen
al grado de control de las concentraciones de LDL-colesterol identificar a individuos con predisposición a presentar hiper-
que se consigan mediante las medidas dietéticas y farmaco- colesterolemia. Probablemente estos factores genéticos inte-
lógicas. El riesgo de cardiopatía isquémica es el mismo para raccionan con factores ambientales, especialmente con la
las diversas concentraciones de LDL-colesterol independien- dieta, facilitando la expresión de la alteración lipídica.
temente de la entidad que lo provoque. Sin tratamiento, el
50% de los pacientes a los 40 años y el 80% a los 50 años pre- Cuadro clínico. La hipercolesterolemia poligénica se detec-
sentan manifestaciones de cardiopatía isquémica. Concen- ta mediante la determinación de las concentraciones de co-
traciones bajas de HDL-colesterol y elevadas de Lp(a) empeo- lesterol total y LDL-colesterol en plasma. No es una enferme-
ran el pronóstico. Las mujeres tienen mejor pronóstico. En dad per se, sino que debe considerarse un factor de riesgo
los pacientes homocigotos el impacto de las nuevas terapéu- para padecer una afección isquémica coronaria. Así pues,
ticas, LDL-aféresis y trasplante hepático, no puede evaluarse los individuos afectos suelen estar asintomáticos hasta que
todavía con amplitud dado que su aplicación es reciente; sin presentan manifestaciones de la cardiopatía isquémica. En
embargo, ha cambiado el signo de una enfermedad que con- general suelen acudir a consulta médica tras el hallazgo ca-
ducía a la muerte del paciente en general en la primera o la sual en pruebas sistemáticas realizadas en el ámbito laboral
segunda décadas de la vida. de unas concentraciones de colesterol total elevadas. A dife-
rencia de los pacientes con hipercolesterolemia familiar, di-
chas concentraciones no suelen ser muy superiores a los 300
Apolipoproteína B100 defectuosa familiar mg/dL (7,8 mmol/L) y la media es de alrededor de 265
mg/dL (6,8 mmol/L). Estas concentraciones están elevadas a
Recientemente se ha identificado una nueva entidad cau- expensas de las LDL. Los niveles de triglicéridos suelen ser
sante de hipercolesterolemia primaria. Su etiología reside en normales y la fracción HDL puede estar algo disminuida. En
un defecto estructural de la apo-B100 debido a la sustitución general no se observan xantomas. No se ha demostrado su
de una adenina por una guanina en el exón 26 del gen que asociación a otras formas de arteriosclerosis, como la cere-
codifica la síntesis de la apo-B100, lo que conduce a la susti- bral o la periférica.
tución del aminoácido glutamina por arginina en la posición
3.500 de la proteína madura. Esta región es probablemente la Diagnóstico. El diagnóstico se establece tras descartar otras
responsable de la unión de la LDL con el receptor. Este de- formas de hipercolesterolemia aislada. En primer lugar debe
fecto produce una alteración en el reconocimiento del re- diferenciarse de las formas secundarias y, después, de for-
ceptor LDL por la apo-B100, lo que determina una situación mas primarias mencionadas previamente.
similar a la de la hipercolesterolemia familiar. Este trastorno
se transmite de forma autosómica dominante. Tratamiento. El tratamiento debe dirigirse a disminuir el
Clínicamente el cuadro es indistinguible del de la hiperco- riesgo coronario, por lo que la primera medida ha de ser una
lesterolemia familiar heterocigota, por lo que sólo el análisis evaluación completa de los factores de riesgo vascular aso-
genético permite establecer el diagnóstico. ciados presentes en el individuo. Así, deben controlarse la hi-
Los pacientes afectos responden al tratamiento con inhibi- pertensión arterial, el tabaquismo, la diabetes, la obesidad y
dores de la HMG-CoA-reductasa y a las resinas quelantes de el sedentarismo. La mayoría de los pacientes suelen respon-
ácidos biliares, al igual que los pacientes con hipercolestero- der correctamente a las medidas higienicodietéticas y muy
lemia familiar (véase ésta). pocos requieren tratamiento farmacológico (véase más ade-
lante).

Hiperlipemia familiar combinada Pronóstico. Depende del grado de hipercolesterolemia, del


tiempo de evolución y de la presencia de otros factores de
Esta entidad puede expresarse con hipercolesterolemia riesgo concomitantes. Se ha demostrado que la disminución
aislada; sin embargo, se describe en detalle en Hiperlipemias de la hipercolesterolemia por medios dietéticos o farmacoló-
mixtas primarias. gicos mejora el pronóstico vascular de estos individuos.

Hipercolesterolemia poligénica Hiperalfalipoproteinemia familiar


Concepto. De los individuos que presentan concentraciones El hallazgo de unas concentraciones plasmáticas elevadas
de colesterol superiores al percentil 95 de la distribución, el de colesterol en plasma no siempre traduce una elevación
5% está afecto de hipercolesterolemia familiar, el 15% de hi- de las LDL. En ciertas circunstancias el incremento de los ni-
perlipoproteinemia familiar combinada y los restantes, tam- veles del colesterol transportado por las HDL puede también
bién afectos de hipercolesterolemia primaria, se agrupan en ser responsable de hipercolesterolemia. Este hecho debe te-
la entidad denominada hipercolesterolemia poligénica. Con nerse en cuenta al evaluar ciertos grupos de población, espe-
este nombre se designa una entidad mal definida, caracteri- cialmente los niños y las mujeres en edad fértil. Asimismo,
zada por una especial predisposición a presentar hipercoles- existen ciertas formas de elevaciones de HDL secundarias a
terolemia aislada, en la que probablemente intervienen fac- la ingestión abundante de ácidos grasos monoinsaturados y
tores ambientales en interacción con diversos factores cantidades moderadas de alcohol, la práctica de ejercicio fí-
genéticos (poligénica). sico, intoxicaciones con pesticidas organofosforados y cier-
tos fármacos como los estrógenos o fibratos.
Patogenia. La hipercolesterolemia poligénica es una enti- Se han descrito formas primarias familiares de hiperalfali-
dad mal definida y, por tanto, es difícil definir una patogenia poproteinemia. Probablemente existen, al menos, dos meca-
única. Se ha demostrado que los pacientes afectos presentan nismos patogénicos: una hiperproducción de apo-AI y un dé-
una mayor síntesis de LDL y una menor tasa catabólica, fenó- ficit de PTEC. En el segundo caso se han identificado ciertas
menos que se atribuyen a una menor capacidad funcional mutaciones del gen que codifica su síntesis. En el primer

1909
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

caso se produciría un estímulo en la producción de partícu- TABLA 15.43. Causas de hipertrigliceridemia secundaria
las HDL, mientras que en el segundo disminuiría el catabolis- que exacerban la hipertrigliceridemia familiar y esporádica
mo de las partículas HDL2, que en estos pacientes predomi-
nan sobre las HDL3. Los valores de HDL-colesterol pueden Diabetes mellitus
Consumo de alcohol (incluso en cantidades pequeñas)
oscilar entre 100 y 200 mg/dL (2,6 y 5,2 mmol/L). Es impor- Obesidad
tante su identificación puesto que estos trastornos parecen Tercer trimestre del embarazo
asociarse a un menor riesgo vascular y a longevidad y, por Administración de estrógenos
tanto, no requieren tratamiento. Administración de glucocorticoides
Administración de diuréticos
Administración de bloqueadores beta
Bibliografía especial
DEFESCHE JC, LANSBERG PJ. Epidemiology, treatment and molecular
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VEGA GL et al. Familial defective apolipoprotein B-100: A mutation sus manifestaciones pueden aparecer cuando la concentra-
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its diagnosis. Arteriosclerosis 1989; 9: I-3, I-7. nemia y obliga siempre a efectuar el diagnóstico diferencial
SHEPHERD J, PACKARD CJ. Lipoprotein metabolism in familial hypercho- con la pancreatitis aguda. Esta es, por otra parte, la complica-
lesterolemia. Arteriosclerosis 1989; 9: I-39, I-42. ción más temible de la quilomicronemia, tiene carácter recu-
rrente y, de forma característica, cursa con ausencia de calci-
ficaciones pancreáticas. El diagnóstico de pancreatitis aguda
en estos pacientes se halla dificultado por la normalidad de
la amilasemia y la amilasuria, debido a la presencia de un
inhibidor de la enzima o bien a que la masiva hipertrigliceri-
Hipertrigliceridemias primarias* demia per se interfiere en la determinación de la actividad
amilasa en el suero. La esteatosis hepática es común en la
quilomicronemia persistente, aunque también puede obser-
Hipertrigliceridemia familiar varse en pacientes hipertrigliceridémicos sin quilomicrone-
mia. La esplenomegalia es un hallazgo menos frecuente en
la quilomicronemia y se debe al depósito de triglicéridos
La hipertrigliceridemia familiar es una afección de la que en las células del SMF. Por el mismo mecanismo puede ha-
no se conoce el mecanismo molecular responsable. Su pre- ber células espumosas en la médula ósea, sin que ello tenga
valencia es del 1% en la población adulta y del 5% entre los repercusión clínica. La acumulación de triglicéridos en los
pacientes que sobreviven a un infarto de miocardio. El estu- macrófagos de la piel determina la aparición de los típicos
dio de las familias afectas ha permitido establecer que la en- xantomas eruptivos en forma de pequeñas pápulas amari-
fermedad es monogénica y que se transmite por mecanismo llentas e indoloras, localizadas preferentemente en las nal-
autosómico dominante, con una penetrancia del rasgo muy gas, las rodillas y, en general, en las zonas de la piel someti-
variable. das a presión, aunque también pueden ser generalizados
(fig. 15.33). En las hipertrigliceridemias que superan los 2.000
Etiopatogenia. El mecanismo responsable de la enferme- mg/dL (23,0 mmol/L) es posible observar la lipemia retinalis,
dad es un aumento en la síntesis hepática de triglicéridos, caracterizada por una retina pálida y vénulas y arteriolas del
que determina que las VLDL vertidas al plasma sean de ma- fondo de ojo de color blanco (fig. 15.34), que no originan al-
yor tamaño y con un mayor contenido de triglicéridos que teraciones de la función visual. Además de las manifestacio-
en los individuos sanos. En algunos pacientes se ha observa- nes mencionadas, en el síndrome quilomicronémico se han
do también una disminución del catabolismo de las VLDL. descrito de forma excepcional y sin explicación patogénica
aparente, enrojecimiento facial después de la ingesta de al-
Cuadro clínico. La enfermedad es asintomática en la mayo- cohol, depresión, demencia, pérdida de la memoria reciente
ría de los casos y se detecta después de la pubertad por el y disnea.
aumento de los triglicéridos plasmáticos, cuya concentra- La quilomicronemia interfiere en las determinaciones de
ción suele oscilar entre los 200 y los 500 mg/dL (2,3 y 5,7 distintos parámetros de laboratorio, como la hemoglobina, la
mmol/L), con un fenotipo IV de la clasificación de la OMS. bilirrubina y la cloremia entre otros, originando valores falsa-
En esta entidad, como sucede en general en todas las hiper- mente elevados. Por otra parte, la acumulación de quilomi-
trigliceridemias, suele haber una disminución en la concen- crones en el plasma desplaza el agua y, por cada 1.000
tración plasmática de HDL-colesterol. La hipertrigliceridemia mg/dL (11,4 mmol/L) de triglicéridos plasmáticos, la concen-
familiar se asocia a menudo a hipertensión arterial, hiperuri- tración de sodio “disminuye” 2-4 mEq/L, aunque ello no tie-
cemia, intolerancia a la glucosa, diabetes mellitus y obesi- ne repercusión clínica debido a que la concentración del
dad. La hipertrigliceridemia puede ser masiva, con acumula- ion con respecto a la masa acuosa del plasma es normal. El
ción de quilomicrones en el plasma además del aumento de almacenamiento del suero en la nevera permite observar
las VLDL, y expresarse por tanto con un fenotipo V de la cla- la capa cremosa debida a la presencia de quilomicrones
sificación de la OMS en relación con la coexistencia de fac- (fig. 15.35).
tores agravantes de la hipertrigliceridemia (tabla 15.43), con
una mayor penetrancia del gen responsable o bien sin causa Diagnóstico. No se dispone de prueba o marcador diagnós-
aparente que lo justifique. En estas circunstancias, los pa- tico alguno de la hipertrigliceridemia familiar.
cientes presentarán, de forma más o menos completa, el flo- El diagnóstico de la enfermedad se establece por el hallaz-
rido cuadro clínico del síndrome quilomicronémico. go de hipertrigliceridemia en el paciente y en sus familiares
con un patrón hereditario autosómico dominante. La detec-
ción de hipercolesterolemia en algún momento de la evo-
*J. Rubiés Prat. lución en el paciente o en un familiar de primer grado debe

1910
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LAS LIPOPROTEÍNAS

Fig. 15.33. Xantomatosis eruptiva en un paciente con quilomicrone-


mia.

Fig. 15.35. Aspecto del suero obtenido en ayunas de un paciente


con hiperlipemia tipo V después de ser almacenado en la nevera a
4 °C durante 12 h. Obsérvense la capa superior cremosa correspon-
diente a los quilomicrones y la inferior opalescente por acumulación
de VLDL.(flechas).

Dado que no se ha establecido que la hipertrigliceridemia


per se represente un factor de riesgo independiente para la
enfermedad cardiovascular, la indicación de tratamiento far-
macológico después del oportuno tratamiento dietético
cuando los triglicéridos plasmáticos se hallan entre 200 y 500
mg/dL (3,3 y 5,7 mmol/L) debe sopesarse considerando la
concurrencia de otros factores de riesgo para la enfermedad
cardiovascular y la existencia de antecedentes familiares o
personales de ésta. Por otra parte, la disminución o la norma-
lización de la concentración plasmática de triglicéridos en
Fig. 15.34. Lipemia retinalis en un paciente con quilomicronemia relación con el tratamiento hipotrigliceridemiante no siem-
en la que se aprecia un intenso color amarillo de los vasos. pre se acompaña del deseado aumento en la concentración
de HDL-colesterol.

sugerir el diagnóstico de hiperlipemia familiar combinada.


Cuando la hipertrigliceridemia familiar se exprese con un fe- Deficiencia familiar de lipoproteinlipasa
notipo V de la clasificación de la OMS debe establecerse,
además, el diagnóstico diferencial con la deficiencia de apo- La deficiencia familiar de LPL, transmitida por un mecanis-
CII. En todos los casos hay que excluir las causas de hipertri- mo autosómico recesivo, se define por la ausencia de la acti-
gliceridemia secundaria, principalmente la alcohólica. vidad catalítica de la enzima, que causa una acumulación
de quilomicrones en el plasma. Es una afección infrecuente,
Tratamiento. El tratamiento de la hipertrigliceridemia fami- cuya prevalencia se estima que es inferior a un caso por
liar consiste en una restricción calórica en los individuos cada millón de individuos de la población general.
obesos o con sobrepeso. Los monosacáridos y disacáridos
de la dieta deben sustituirse por polisacáridos y hay que res- Etiopatogenia. Se han descrito más de una veintena de mu-
tringir también la ingestión de grasa, en particular la que taciones en el gen que regula la síntesis de la enzima en el
contiene ácidos grasos saturados. Por otra parte, se deben cromosoma 8 como mecanismo molecular responsable de
evitar o tratar oportunamente las causas agravantes de hiper- la deficiencia familiar de LPL. Un hecho destacable es que la
trigliceridemia (tabla 15.43) y, en especial, proscribir la mayoría de las alteraciones moleculares se agrupan en los
ingesta de alcohol y de anticonceptivos hormonales. Para exones 4, 5 y 6, que son los que codifican las secuencias de
evitar el riesgo de pancreatitis aguda, el tratamiento far- aminoácidos implicados en la unión de la LPL con los lípi-
macológico con un derivado del ácido fíbrico, como bezafi- dos y con la función catalítica.
brato, fenofibrato o gemfibrozilo, a las dosis de 600 mg, 300 Recientemente se ha propuesto una clasificación de la de-
mg y 1.200 mg diarios, respectivamente, está indicado cuan- ficiencia de LPL basada en la actividad y la masa de la enzi-
do la trigliceridemia sea superior a 500 mg/dL (5,7 mmol/L). ma en el plasma. El defecto de clase I se define por la ausen-
En los pacientes con fenotipo V de la clasificación de la OMS cia de proteína LPL en el plasma antes de la inyección de
que no respondan a los fibratos, cabe ensayar la administra- heparina y después de ésta. En el defecto de clase II hay una
ción de cápsulas de aceite de pescado rico en ácidos grasos virtual ausencia de la proteína LPL en condiciones basales,
poliinsaturados de la serie n-3. pero ésta se detecta después de la inyección de heparina.

1911
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

Por último, en el defecto de clase III se encuentran en el plas- quilomicronémico. Sin embargo, en la deficiencia familiar
ma niveles variables de LPL inmunorreactiva en condiciones de apo-CII, a diferencia de la deficiencia familiar de LPL, la
basales, con cambios mínimos en el plasma postheparina. enfermedad se detecta algo más tardíamente y, en general, el
En los pacientes heterocigotos la actividad LPL plasmática cuadro clínico es menos grave. Por otra parte, en la deficien-
es normal o se halla disminuida, mientras que la masa de cia de apo-CII, además de la quilomicronemia en ayunas y de
proteína en el plasma de los heterocigotos obligados es inter- la disminución de las LDL y las HDL, suele haber un aumen-
media entre la de los homocigotos y los individuos sanos. to de las VLDL plasmáticas, expresándose por tanto con un
Además de las formas clásicas de la enfermedad, se han fenotipo V de la clasificación de la OMS. Los individuos hete-
descrito algunos casos en los que la ausencia de la actividad rocigotos se hallan asintomáticos, aunque en algunas fami-
enzimática no es universal, sino que sólo se expresa en algu- lias se ha observado que pueden presentar una hipertriglice-
nos tejidos en relación probablemente con alteraciones de la ridemia moderada.
regulación traduccional o postraduccional de la LPL. Por úl- El diagnóstico diferencial de la deficiencia de apo-CII debe
timo, se ha descrito una familia con actividad LPL disminui- hacerse con las otras causas de hiperlipoproteinemia tipo I y
da con un patrón autosómico dominante, debido a la pre- tipo V. El diagnóstico definitivo se establece por la demostra-
sencia de un inhibidor termostable no dializable de la ción de la ausencia de actividad lipolítica postheparina en el
enzima en la fracción no lipoproteica del plasma. plasma, que se corrige con la adición de apo-CII. Mediante
isoelectroenfoque de las proteínas de las VLDL puede objeti-
Cuadro clínico. En base al patrón hereditario, la deficiencia varse la ausencia de apo-CII.
de LPL se expresa en los individuos homocigotos. La clínica
se inicia en la infancia con episodios de dolor abdominal, Tratamiento. El tratamiento es esencialmente el mismo que
pancreatitis recurrente, xantomatosis eruptiva y todo el corte- se ha descrito para la deficiencia de LPL. La transfusión de
jo clínico del síndrome quilomicronémico (véase éste). plasma normal por el aporte de apo-CII que representa indu-
Si bien clásicamente se ha considerado que los heteroci- ce una remisión de los síntomas en los episodios de pancrea-
gotos están libres de padecer la enfermedad, en los últimos titis aguda.
años se han acumulado evidencias que indican que los indi-
viduos heterocigotos obligados para la deficiencia familiar
de LPL pueden presentar un aumento de los lípidos plasmáti- Otras hipertrigliceridemias primarias
cos con un patrón indistinguible del de la hiperlipemia fami-
liar combinada. La denominada hipertrigliceridemia esporádica es una en-
tidad de observación frecuente y etiología desconocida que
Diagnóstico. El diagnóstico de la deficiencia familiar de LPL se diagnostica en los individuos que presentan un cuadro su-
se basa en el cuadro clínico, el estudio familiar y la presencia perponible al de la hipertrigliceridemia familiar pero en los
constante de quilomicrones en el plasma en ayunas. La con- cuales no hay antecedentes familiares y en los que por otra
centración de VLDL suele ser normal o ligeramente elevada y parte se han excluido las causas de hipertrigliceridemia se-
las LDL y HDL están disminuidas. El diagnóstico diferencial cundaria.
debe establecerse con las causas secundarias de quilomicro- En los últimos años, los avances en biología molecular
nemia y con la deficiencia de apo-CII. El diagnóstico definiti- han permitido reconocer una serie de anomalías congénitas
vo exige el estudio de la actividad LPL en el tejido adiposo o que cursan con aumento de las VLDL asociado a distintas
en el plasma postheparina, y en este último caso, debe dife- alteraciones en la composición y concentración de otras fa-
renciarse la actividad LPL de la actividad lipasa hepática. milias lipoproteicas. Por lo que hace referencia a formas con
hipertrigliceridemia aislada, se ha descrito un RFLP poco co-
Tratamiento. Dado que la quilomicronemia no entraña un mún en el gen que regula la síntesis de apo-CIII, que cursa
aumento del riesgo para la enfermedad cardiovascular, el con aumento de la concentración plasmática de esta apo-
objetivo del tratamiento en la deficiencia de LPL es disminuir proteína una de cuyas funciones es inhibir la activación de
la concentración plasmática de triglicéridos lo suficiente la LPL lo que origina hipertrigliceridemia y, en ocasiones, au-
para que el paciente quede libre de síntomas y evitar el ries- mento del riesgo cardiovascular. Con respecto a otros poli-
go de pancreatitis aguda. Dado el origen exógeno de los qui- morfismos, hay datos que sugieren que la variante común
lomicrones, el tratamiento consiste en una reducción drásti- apo-E4 en los individuos homocigotos podría ser también en
ca de la grasa de la dieta a menos del 20% del total de las algunos casos responsable de hipertrigliceridemia primaria
calorías ingeridas. La adición de triglicéridos de cadena me- con un fenotipo V de la clasificación de la OMS.
dia a la dieta es una buena alternativa, ya que se absorben
por el sistema portal y no se incorporan a los quilomicrones.
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ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LAS LIPOPROTEÍNAS

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Hiperlipemias mixtas primarias*


Disbetalipoproteinemia familiar
(hiperlipoproteinemia tipo III)
Es una hiperlipemia caracterizada por la acumulación
plasmática de partículas residuales de los quilomicrones y Fig. 15.36. Xantomas planos en las manos de un paciente afecto de
VLDL, conocidas también como lipoproteínas beta-VLDL. Se dislipoproteinemia tipo III.
destaca así la movilidad electroforética de estas partículas en
la banda beta (propia de las LDL), en vez de en la prebeta
característica de las VLDL normales, justificando el término
disbetalipoproteinemia o enfermedad de la beta ancha con el
que se conoce al proceso.
Las partículas residuales de los quilomicrones transportan
grasa exógena y contienen apo-B48, mientras que las de las
VLDL (IDL) procedentes del hígado llevan apo-B100; ambos
tipos de partículas son ricas en apo-E, triglicéridos y ésteres
de colesterol. Su acumulación en el plasma eleva simultánea-
mente el colesterol y los triglicéridos dando lugar a una hi-
perlipemia mixta.

Patogenia. La elevación de las partículas beta-VLDL se debe


a un fallo en sus mecanismos de aclaramiento plasmático
posteriores a la acción de la LPL, cuya actividad es normal,
causado por una mutación de la apo-E. Esta apolipoproteína
es imprescindible para la unión de las lipoproteínas ricas en
triglicéridos al postulado receptor hepático de quilomicrones Fig. 15.37. Xantomas tuberoeruptivos en codos, en un varón de
(denominado proteína relacionada con el receptor LDL o 50 años con fenotipo III. (Clínica de J. DAVIGNON, Montreal.)
LRP) y al receptor LDL (receptor apo-B/E) y para su aclara-
miento de la circulación. El gen que codifica la apo-E es poli-
mórfico, existiendo tres alelos (ε4, ε3 y ε2) que codifican una el genotipo E2/2 es condición necesaria pero no suficiente
molécula distinta de apo-E y dan origen a seis genotipos, tres para dar expresión clínica al proceso. Los factores genéticos
homocigotos (E4/4, E3/3 y E2/2) y tres heterocigotos (E4/3, E3/2 y y ambientales mencionados desenmascaran la disbetalipo-
E4/2). La molécula de apo-E3 es una glucoproteína con 299 proteinemia porque reducen la actividad del receptor LDL
aminoácidos sintetizada en hepatocitos, astrocitos cerebrales hepático o estimulan una mayor síntesis de VLDL y colesterol
y macrófagos. La apo-E3 contiene cisteína en la posición 112 en el hígado. Salvo en los casos donde coexista hipercoleste-
y arginina en la 158, lo que facilita su unión a los receptores rolemia familiar u otra hiperlipoproteinemia, los niveles de
antes mencionados; es la isoforma más frecuente (el 60% de LDL son bajos al estar reducida la conversión de IDL en LDL.
la población caucasiana es homocigota E3/3) y se la conside-
ra la forma normal o ancestral de esta apoproteína. La apo-E4 Cuadro clínico. La forma más frecuente de disbetalipo-
lleva arginina en las posiciones 112 y 158 y tiene una afini- proteinemia familiar se produce en los homocigotos E2/2 con
dad de unión a los receptores superior a la de la apo-E3, por mutación en la posición 158 y se transmite de forma recesi-
lo que las partículas portadoras de E4 son aclaradas rápida- va, requiriendo la interacción de alguno de los factores ante-
mente de la circulación. La apo-E2, con cisteína en las posi- riormente mencionados.
ciones 112 y 158, posee una capacidad de unión a los recep- La elevación plasmática de partículas beta-VLDL produce
tores prácticamente nula. La forma más frecuente (95% de un aumento de colesterol y triglicéridos a valores que oscilan
los casos) de disbetalipoproteinemia ocurre en los homoci- entre 300 y 1.000 mg/dL. Al estar bloqueado su aclaramiento
gotos para el alelo ε2 (genotipo E2/2) con mutación en posi- hepático, las beta-VLDL son captadas por los macrófagos,
ción 158; las partículas beta-VLDL portadoras de este defecto causando una acumulación masiva de ésteres de colesterol y
no son aclaradas por el hígado y se acumulan en el plasma. la aparición de células espumosas. Los rasgos clínicos de la
La frecuencia del genotipo E2/2 en la población es del 1%, disbetalipoproteinemia guardan relación con este hecho y
pero la de la disbetalipoproteinemia familiar es de 1 por consisten en:
cada 10.000 habitantes. El hecho de que sólo el 1% de los ho- 1. Aparición de dos tipos característicos de xantomas cutá-
mocigotos E2/2 padezca la enfermedad se explica por la nece- neos, los xantomas planos estriados en las palmas y los plie-
sidad de que coexistan interacciones gen-gen o gen-medio gues interdigitales, de coloración anaranjada (fig. 15.36) y
ambiente, como sucede en la diabetes, la obesidad, el hipoti- los xantomas tuberoeruptivos en codos y rodillas (fig. 15.37).
roidismo, la herencia independiente de otra hiperlipoprotei- Es también frecuente la existencia de arco corneal prematu-
nemia primaria, el alcoholismo, el déficit de estrógenos o el ro y xantelasmas.
consumo de determinados fármacos. Sin su participación, 2. Aterosclerosis generalizada, prematura y grave, que afec-
ta las coronarias, carótida interna, aorta abdominal, femoral
y sus ramas. Son muy frecuentes las manifestaciones de car-
*R. Carmena Rodríguez.. diopatía isquémica, insuficiencia vascular cerebral, claudica-

1913
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

ción intermitente y gangrena de las extremidades. En los va-


rones, la sintomatología clínica aparece a partir de los 20
años y en las mujeres a partir de la menopausia. Es conve-
niente siempre descartar la existencia de hipotiroidismo,
obesidad, diabetes, etc. en estos pacientes.
Existen otras causas, poco frecuentes, de disbetalipoprotei-
nemia, con transmisión de tipo dominante, en individuos he-
terocigotos para otras mutaciones de la apo-E (posición 142,
145, 146, apo-ELeiden, etc.) que no requieren la asociación a fac-
tores genéticos o ambientales para expresar la enfermedad.
Las manifestaciones clínicas son similares a las ya descritas.
Diagnóstico. Debe considerarse cuando se detecte una ele-
vación en paralelo de las concentraciones plasmáticas de co-
lesterol y triglicéridos. A menudo oscilan entre 300-400
mg/dL (colesterol 7,8-10,3 mmol/L; triglicéridos 3,39-4,5
mmol/L), pero durante una exacerbación pueden superar
los 1.000 mg/dL (11,3 mmol/L) y en tales circunstancias la tri-
gliceridemia se eleva más que la tasa de colesterol. La hiper-
lipemia se debe al aumento de las partículas beta-VLDL y las Fig. 15.38. La hiperlipemia familiar combinada se solapa clínica
y fisiopatológicamente con otros síndromes dislipémicos y plurimeta-
concentraciones de LDL y HDL permanecen normales o dis- bólicos.
minuidas. La presencia de xantomas palmares y tuberoerup-
tivos, detectados en más del 80% de los pacientes, deben
también hacer pensar en el diagnóstico. La prevalencia de la hiperlipemia familiar combinada es
El diagnóstico se confirma por isoelectroenfoque, que de- casi 5 veces superior a la de la hipercolesterolemia familiar,
muestra la homocigosidad para el alelo ε2 en las apo-E de las llegando a afectar al 0,5-1% de la población general. Aproxi-
partículas residuales. La existencia en el plasma de partículas madamente el 10-20% de los pacientes con cardiopatía isqué-
residuales (beta-VLDL) se demuestra por la anormal compo- mica presentan hiperlipemia familiar combinada, lo que le
sición de las VLDL, con elevación del cociente VLDL-coleste- confiere gran importancia clínica, convirtiéndola en la causa
rol/VLDL-triglicéridos, que es el típico del tipo III. metabólica más frecuente de aterosclerosis prematura.
Otros procesos, poco frecuentes, que causan disbetalipo-
proteinemia son las variantes de apo-E con herencia domi- Patogenia. La etiología de la hiperlipemia familiar combina-
nante ya citadas, el déficit de apo-E (la denominada apo-E0/0, da se desconoce; la alteración fundamental consiste en un
por alelos nulos), el déficit de lipasa hepática y la seudodis- aumento de la síntesis hepática de apo-B y VLDL, a menudo
betalipoproteinemia por falta de receptores para partículas asociado al aclaramiento defectuoso de los triglicéridos plas-
residuales. máticos. Los niveles plasmáticos de apo-B están elevados, re-
Tratamiento. La disbetalipoproteinemia responde satisfacto- flejando el aumento de partículas LDL, que suelen ser del
riamente al tratamiento con dieta y fibratos (bezafibrato, fe- tipo LDL3 (pequeñas y densas).
nofibrato, gemfibrozilo; véase Indicaciones de terapia farma- La hiperapobetalipoproteinemia es un defecto bioquímico
cológica). Por sus repercusiones terapéuticas, conviene básico de la hiperlipemia familiar combinada y se debe al
siempre descartar la existencia de hipotiroidismo; si éste se aporte exagerado de ácidos grasos libres al hígado, que esti-
confirma, el tratamiento con levotiroxina normaliza la hiper- mula la síntesis de apo-B. La hipersecreción de VLDL origina
lipemia. La obesidad y la diabetes deben también tenerse en una hipertrigliceridemia y las variaciones del metabolismo
cuenta y tratarse adecuadamente, así como la posible coexis- de estas partículas explican los distintos fenotipos. Si la hi-
tencia de otra hiperlipoproteinemia primaria. La terapia susti- perproducción se acompaña de un aumento paralelo de la
tutiva con estrógenos es un tratamiento eficaz para la disbe- lipólisis habrá aumento de LDL (fenotipo IIA), cuando la li-
talipoproteinemia que aparece en la menopausia. pólisis no puede compensar la hipersecreción de VLDL, se
origina una hipertrigliceridemia pura (fenotipo IV), mientras
que si la compensación es parcial, hay un aumento de am-
Hiperlipemia familiar combinada bas partículas, con fenotipo IIB. La hipertrigliceridemia pue-
de interferir en el aclaramiento plasmático de los quilomicro-
La hiperlipemia familiar combinada fue descrita por nes residuales, llegando a producir su acumulación y au-
GOLDSTEIN et al en 1973 como un síndrome dislipidémico mentando el riesgo de aterosclerosis.
identificado al estudiar las familias de jóvenes supervivientes Determinados factores exógenos, como la dieta, el consu-
a un infarto de miocardio. Los individuos afectos pueden mo de alcohol, el ejercicio físico, ciertos fármacos, etc., o la
presentar tres fenotipos distintos: elevación de LDL (hiperco- asociación a obesidad o diabetes pueden contribuir a las va-
lesterolemia aislada, fenotipo IIA), de VLDL (hipertrigliceri- riaciones del fenotipo a lo largo del tiempo, al influir sobre la
demia aislada, fenotipo IV) o de ambas lipoproteínas (hiper- producción y/o el aclaramiento de las VLDL.
lipemia mixta o combinada, fenotipo IIB). Los niveles de
HDL colesterol son con frecuencia inferiores a los normales. Cuadro clínico. Es frecuente la aparición de cardiopatía is-
No se dispone todavía de un marcador específico de esta quémica a edades precoces, en general a lo largo de la cuarta
enfermedad, lo que dificulta su diagnóstico. Es característico década en los varones y una década más tarde en las mujeres.
que los distintos fenotipos se detecten entre los miembros de La hiperlipemia familiar combinada suele asociarse a obesidad
una misma familia y que el fenotipo de un mismo individuo centrípeta, diabetes, gota, hipertensión arterial y síndrome plu-
pueda modificarse a lo largo del tiempo. La enfermedad se rimetabólico, con resistencia a la acción de la insulina, descen-
transmite de forma autosómica dominante, aunque su base so del HDL-colesterol y elevación de los niveles plasmáticos
genética parece ser muy heterogénea y no se descarta una del inhibidor del activador del plasminógeno (PAI-1). Por otra
herencia poligénica. Para algunos, la hiperlipemia familiar parte, la composición y el tamaño de las VLDL, LDL y HDL es
combinada podría formar parte de un síndrome dislipidémi- anormal, lo que origina partículas de mayor poder aterogénico.
co más amplio, que se solaparía (fig. 15.38) con la hiperapo- La hiperapobetalipoproteinemia y las elevaciones de los lí-
betalipoproteinemia, LDL pequeñas y densas (patrón B o pidos plasmáticos suelen presentarse a partir de la segunda
LDL-3), hipertensión familiar dislipidémica y síndrome pluri- década de la vida, siendo excepcional su aparición en la in-
metabólico o síndrome X, con resistencia a la insulina. fancia. Por lo general, una tercera parte de los pacientes pre-

1914
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LAS LIPOPROTEÍNAS

sentan hipercolesterolemia (tipo IIA), otra tercera parte hi- de Lp(a) se asocia a cardiopatía isquémica precoz, reesteno-
pertrigliceridemia (IV) y el resto hiperlipemia mixta IIB. sis posderivación coronaria, enfermedad vascular cerebral y
Aproximadamente, el 50% de los familiares de primer grado otras formas clínicas de arteriosclerosis. La Lp(a) es una lipo-
muestran alguno de los tres fenotipos y, en al menos un fami- proteína heterogénea compuesta por una glucoproteína, la
liar, el fenotipo es distinto al del probando. Los considerados apolipoproteína (a), unida de forma covalente a una mo-
homocigotos (ambos progenitores con la enfermedad) sue- lécula de apo-B100. La apo (a) posee una homología consi-
len presentar hipertrigliceridemia (fenotipo IV), mientras que derable con la molécula del plasminógeno y los genes de
la unión de un paciente con hiperlipemia familiar combinada ambas proteínas se han identificado en el cromosoma 6 muy
fenotipo IV y un individuo sano da origen a descendientes próximos entre sí. La composición dominante de la apo(a)
con elevación predominante de las LDL y fenotipo IIA. son unas estructuras anulares especiales denominadas krin-
Los signos semiológicos (xantomas, xantelasmas, arco cor- gles, por su parecido a este típico pastel danés.
neal) de la dislipidemia son menos frecuentes que en otras Se conocen más de 30 isoformas de la apo(a), dependien-
hiperlipemias. do de alelos que varían de tamaño según el número de repe-
ticiones del kringle 4 que posean. Los niveles plasmáticos
Diagnóstico. Al carecer de un marcador bioquímico especí- de Lp(a) guardan una relación inversa con el tamaño de la
fico, el diagnóstico se establece teniendo en cuenta las ca- apo(a). Los valores elevados de Lp(a) parecen heredarse de
racterísticas señaladas en la definición (hiperapobetalipo- forma autosómica dominante, aunque hay factores poligéni-
proteinemia y fenotipos IIA, IIB y IV en los miembros de una cos relacionados. La distribución de la Lp(a) en la población
misma familia) y por el estudio del árbol genealógico. Su fre- es continua, no existiendo otra lipoproteína con mayor am-
cuente asociación a obesidad centrípeta, diabetes, hiperten- plitud de distribución (de 0 a más de 100 mg/dL). Según los
sión, etc., ayuda también al diagnóstico. La detección de resultados de estudios epidemiológicos y clínicos, el riesgo
xantomas tendinosos en miembros de la familia o la existen- de arteriosclerosis se eleva a partir de niveles de Lp(a) supe-
cia de hipercolesterolemia en un familiar menor de 10 años riores a 20-30 mg/dL.
deben sugerir el diagnóstico de hipercolesterolemia familiar. El hígado es la fuente de producción de Lp(a), que es in-
dependiente de la de VLDL. El catabolismo de la Lp(a) no es
Tratamiento. La valoración global de todas las alteraciones bien conocido; el receptor LDL no parece intervenir de ma-
antes mencionadas constituye el primer paso para instaurar nera importante. Los niveles plasmáticos de Lp(a) permane-
un programa terapéutico. Normalizar la hipertensión, contro- cen bastante estables a lo largo de la vida y no guardan rela-
lar la diabetes y corregir la obesidad son siempre objetivos ción con el tipo de dieta. La Lp(a) puede comportarse como
complementarios del tratamiento de las alteraciones lipídi- un reactante de fase aguda, elevándose transitoriamente en
cas. Las medidas dietéticas no suelen bastar para ello, por lo el infarto de miocardio, intervenciones quirúrgicas, descom-
que en general hay que recurrir a la asociación de fármacos pensación diabética, etc., y en el síndrome nefrótico.
hipolipemiantes. Los aumentos de Lp(a), además de incrementar el riesgo
Dependiendo del fenotipo predominante, los inhibidores de arteriosclerosis, producen unos xantomas subcutáneos
de la enzima reductasa, los fibratos o resinas de intercambio, característicos que no se han observado en ninguna otra for-
como monoterapia o en forma combinada, son los pilares ma de hiperlipoproteinemia y que suelen asociarse a xanto-
del tratamiento farmacológico (véase Indicaciones de tera- mas tendinosos.
pia farmacológica). El tratamiento de los aumentos de Lp(a) es poco satisfac-
torio. La dieta no influye sobre los niveles plasmáticos de
Lp(a), y los hipolipemiantes habituales (fibratos, resinas, es-
Hiperlipemias mixtas esporádicas tatinas) carecen de efectos importantes. Según algunos estu-
dios, el ácido nicotínico podría reducirlos en un 30%. La utili-
Comprenden un grupo heterogéneo de individuos afectos zación de sistemas de aféresis reducen de forma transitoria
de una hiperlipemia mixta no detectada entre sus familiares los niveles plasmáticos de Lp(a).
de primer grado y para la que no se encuentra otra etiología.
Clínicamente se comportan igual que las hiperlipoproteine-
mias genéticas primarias –con riesgo de arteriosclerosis pre- Hiperapobetalipoproteinemia
coz o de pancreatitis si existe hiperquilomicronemia–, con la
importante diferencia de que no hay antecedentes familiares El concepto de hiperapobetalipoproteinemia, aumento de
de hiperlipoproteinemia. Es posible que buena parte de es- las concentraciones de apo-B (hiperapo-B), engloba distintas
tos pacientes fueran diagnosticados de alguna forma de hi- entidades. En la hiperapo-B normolipémica, los niveles de LDL-
perlipoproteinemia genética primaria si fuese factible estu- colesterol son inferiores a 160 mg/dL (4,13 mmol/L), los triglicé-
diar a un número mayor de familiares. Dependiendo de la ridos inferiores a 200 mg/dL (2,3 mmol/l) y los de apo-B supe-
gravedad de la alteración lipídica, deben tratarse con dieta y riores a 135 mg/dL. Si la trigliceridemia sobrepasa los 200
fármacos hipolipemiantes, igual que en el caso de las otras mg/dL (2,3 mmol/L) se habla de hiperapo-B hipertrigliceridé-
hiperlipoproteinemias primarias. mica, que se corresponde con la variante hipertrigliceridémica
(fenotipo IV) de la hiperlipemia familiar combinada descrita
anteriormente; con frecuencia, los niveles de LDL-colesterol os-
cilan entre 160 y 200 mg/dL, con elevación de apo-B, en cuyo
caso se la designa hiperapo-B hipercolesterolémica. Esta última
Otras hiperlipoproteinemias situación se debe al aumento plasmático de LDL de pequeño
diámetro y mayor densidad (por contener menos ésteres de
normolipémicas* colesterol), denominadas LDL3 o patrón B y son altamente ate-
rogénicas. Esta situación puede solaparse con los fenotipos IIA
o IIB descritos en la hiperlipemia familiar combinada.
Aumento de lipoproteína (a) Los mecanismos causales de hiperapo-B se explican por
un aumento de la síntesis hepática de apo-B y VLDL. No pa-
La Lp(a) es un complejo macromolecular circulante en el rece existir defecto alguno en el gen de la apo-B situado en
plasma que combina elementos estructurales de las lipopro- el brazo corto del cromosoma 2, pero sí se han descrito alte-
teínas y del sistema de coagulación sanguínea. El aumento raciones en el metabolismo de los ácidos grasos libres. Los
individuos con hiperapo-B muestran una elevación pospran-
dial prolongada de ácidos grasos libres debido a su menor
*R. Carmena Rodríguez. captación por el tejido adiposo. Ello provoca su aumento

1915
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

plasmático y origina un flujo de ácidos grasos hacia el hígado, caracterizado por concentraciones plasmáticas bajas de co-
estimulando la producción de apo-B y VLDL. Las razones por lesterol total, LDL-colesterol y apo-B, debido a mutaciones en
las cuales el tejido adiposo incorpora menos ácidos grasos li- el gen de la apo-B que interfieren en la transcripción de una
bres de lo normal no son bien conocidas, pero se ha postula- molécula normal de esta apolipoproteína. Se han identifica-
do el déficit de una proteína especial (acylation-stimulating do más de dos docenas de mutaciones, algunas de las cuales
protein o proteína estimuladora de la acetilación) promotora dan lugar a formas truncadas de apo-B que pueden identifi-
de la incorporación de ácidos grasos libres al tejido adiposo. carse en el plasma. Los individuos heterocigotos, que here-
Clínicamente, la hiperapo-B es importante debido a que re- dan un alelo mutante y otro normal, muestran niveles plas-
presenta un factor de riesgo coronario. En algunos estudios, la máticos de apo-B y LDL-colesterol un 25-40% más bajo de
hiperapo-B normolipémica es la dislipidemia asociada con ma- lo normal, permaneciendo clínicamente asintomáticos. Se
yor frecuencia a arteriosclerosis coronaria antes de los 50 años. piensa que podrían estar protegidos frente al desarrollo de la
El tratamiento de la hiperapo-B se basa en una dieta con arteriosclerosis y gozar de mayor longevidad.
bajo contenido en grasa total, para evitar la elevación pos- Los homocigotos muestran niveles plasmáticos de apo-B y
prandial de los ácidos grasos libres, con reducción del conte- LDL-colesterol extremadamente bajos o ausentes por com-
nido en grasa saturada y colesterol, para estimular la activi- pleto. En este último caso (homocigotos por alelos nulos), el
dad de los receptores LDL. fenotipo resulta indistinguible del de la abetalipoproteine-
Si la dieta no resulta suficiente, deben asociarse fármacos mia, y las manifestaciones clínicas de malabsorción intesti-
hipolipemiantes, fibratos, resinas o estatinas, solos o en com- nal, retinitis pigmentaria, acantocitosis, etc., son las mismas.
binación, según el fenotipo que presente el paciente. El diagnóstico de la abetalipoproteinemia y de la hipobetali-
poproteinemia debe sospecharse al detectar valores plasmá-
ticos extremadamente bajos de colesterol y triglicéridos, estea-
torrea, arreflexia tendinosa (como primera manifestación
neurológica), acantocitosis, etc. La confirmación exige de-
Hipolipoproteinemias primarias* mostración, en laboratorios especializados, de ausencia de
apo-B, formas truncadas en plasma, etc.
El tratamiento de la abetalipoproteinemia y de los homoci-
Abetalipoproteinemia e gotos con hipobetalipoproteinemia familiar es similar y se
hipobetalipoproteinemia basa en la restricción de grasa de la dieta y la administración
de vitaminas liposolubles.
La abetalipoproteinemia es una rara enfermedad autosómica El uso de triglicéridos de cadena media puede resultar de
recesiva, de presentación infantil, conocida desde 1950 (BASSEN utilidad en algunos casos bajo supervisión. En los niños
y KORNZWEIG) y caracterizada por la ausencia total de produc- se aconseja suplementarlos con ácidos grasos esenciales
ción de quilomicrones, VLDL, IDL y LDL, es decir, las lipoprote- (5 g/día de aceite de maíz o girasol). La capacidad intestinal
ínas que contienen apo-B. La síntesis de apo-B100 en el hígado para absorber grasa aumenta con la edad; así, los adultos
y de apo-B48 en el intestino están normalmente conservadas y con abetalipoproteinemia a menudo toleran dietas con 60-
los estudios genéticos han demostrado que el gen de la apo-B y 70 g de grasa al día. Por ello, se recomienda que el paciente
su expresión (mRNA) son normales. El defecto radica en la au- ingiera tanta grasa como sea tolerable sin provocar esteato-
sencia de la proteína microsomal transportadora de triglicéri- rrea. El tratamiento con vitamina E a dosis altas (100-300
dos (microsomal triglyceride transfer protein, MTP), localizada mg/kg/día) es eficaz para prevenir las complicaciones neuro-
normalmente en el retículo endoplásmico de enterocitos y he- lógicas, siendo fundamental su administración precoz. Aun
patocitos, y necesaria para el acoplamiento y secreción intesti- cuando no son frecuentes las manifestaciones clínicas de
nal y hepática de las lipoproteínas que contienen apo-B. avitaminosis A o K, se recomienda administrar preparados hi-
Los niveles plasmáticos de triglicéridos y colesterol son ex- drosolubles de vitamina A y, en caso de hipotrombinemia o
tremadamente bajos. Los triglicéridos apenas se detectan en diátesis hemorrágica, añadir suplementos de vitamina K.
ayunas y no se elevan después de la ingestión de grasa; el co- Los heterocigotos con hipobetalipoproteinemia suelen
lesterol total oscila entre 20 y 40 mg/dL (0,5 y 1 mmol/L). permanecer asintomáticos, si bien en casos de larga evolu-
Las manifestaciones clínicas consisten en esteatorrea, ción con valores muy bajos de lípidos se han descrito com-
malabsorción de vitaminas liposolubles y graves alteraciones plicaciones neurológicas. Por ello se recomienda adminis-
neurológicas (ataxia espinocerebelosa, polineuritis, retraso trarles 200 mg/día de vitamina E.
mental), musculares (miopatía cérea), oculares (retinitis pig-
mentaria) y hematológicas (acantocitosis). Las manifestacio-
nes neuromusculares parecen secundarias a defectos en el Hipoalfalipoproteinemias
transporte plasmático de tocoferol. Se han descrito también
depósitos de triglicéridos en los enterocitos y en el hígado. Aproximadamente, el 5% de los pacientes con cardiopatía
Los heterocigotos obligatorios mantienen lípidos normales y isquémica antes de los 50 años presentan hipoalfalipoprotei-
carecen de manifestaciones clínicas. nemia como única anomalía lipídica, que en el 20-30% de los
Se distinguen dos variantes de abetalipoproteinemia: en la casos se asocia a hipertrigliceridemia. El estudio de las hipo-
primera, conocida como abetalipoproteinemia normotriglice- alfalipoproteinemias es interesante en la prevención de la
ridémica, el proceso de incorporación de la apo-B48 a los qui- enfermedad coronaria.
lomicrones es normal, detectándose estas partículas en el perío- En la tabla 15.44 se indican las hipoalfalipoproteinemias
do posprandial, pero falla la producción hepática de VLDL y más importantes. Además de las entidades que se describen
no se detectan LDL en plasma. Clínicamente predominan la en este apartado, hay que recordar que las deficiencias de
ataxia y la acantocitosis. En la otra forma clínica, denominada LPL y apo-CII cursan con un descenso de LDL, como se ha
enfermedad por depósito de quilomicrones, el hígado secreta descrito previamente.
VLDL con apo-B100 pero falla la producción intestinal de qui-
lomicrones por un defecto selectivo en la incorporación de
apo-B48. La clínica se caracteriza por malabsorción, con inten-
Enfermedad de Tangier
sa esteatorrea y depósito de grasa en la mucosa intestinal. Es una rara enfermedad autosómica recesiva, caracteriza-
La hipobetalipoproteinemia familiar es un síndrome auto- da por un profundo déficit o la ausencia total de HDL en el
sómico dominante, también de presentación en la infancia, plasma, que origina la acumulación de ésteres de colesterol
en numerosos tejidos. La enfermedad parece debida a un de-
fecto genético autosómico que afecta el metabolismo de las
*R. Carmena Rodríguez. HDL; su expresión clínica ocurre en los individuos homo-

1916
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LAS LIPOPROTEÍNAS

TABLA 15.44. Causas más frecuentes de hipoalfalipoproteinemias Variantes de la apolipoproteína AI


(disminución de HDL)
Se conocen más de una veintena de variantes estructura-
Hipoalfalipoproteinemias primarias les de la molécula de la apo-AI, algunas de las cuales se aso-
Errores congénitos del metabolismo de las HDL
Enfermedad de Tangier
cian a niveles muy bajos de HDL en plasma. La mejor cono-
Déficit de apo-AI cida es la denominada apo-AI-Milano por sustitución de arginina
Variantes de apo-AI por cisteína en el aminoácido 173. Los valores de HDL
Déficit de lipoproteinlipasa son un 33% más bajos de lo normal, y los de apo-AI y apo-AII,
Déficit de LCAT un 60%; no obstante, la variante se asocia a longevidad y au-
Déficit de apo-CII sencia de cardiopatía isquémica. En otras variantes, como
Hipoalfalipoproteinemia familiar la AI-Munster o la AI-Giessen, tampoco se ha descrito arteriosclero-
sis prematura a pesar de los niveles muy bajos de HDL en
Hipoalfalipoproteinemias secundarias
Ingesta de fármacos
plasma.
Probucol
Progestágenos Déficit de lecitín-colesterol-aciltransferasa (LCAT)
Andrógenos
Anabolizantes Enfermedad autosómica recesiva caracterizada por opaci-
Bloqueadores beta dades corneales, anemia hemolítica, proteinuria y arterios-
Derivados del ácido retinoico clerosis prematura. La relación colesterol libre/esterificado
Otras en plasma está muy elevada, ya que el 80-100% del colesterol
Sexo masculino
Obesidad, sedentarismo
plasmático es no esterificado. Las HDL se hallan descendi-
Diabetes no insulinodependiente das, con acumulación de HDL discoidales, lo que señala la
Tabaquismo importancia de la LCAT para la transformación de las HDL
Hipertrigliceridemia nacientes en partículas esféricas maduras.
Dieta baja en grasa y rica en hidratos de carbono En el plasma normal existen dos formas distintas de activi-
LCAT: lecitin-colesterol aciltransferasa
dad de esta enzima, conocidas como α-LCAT y β-LCAT. El
déficit conjunto de ambas origina el cuadro clínico descrito.
Cuando el déficit afecta exclusivamente a α-LCAT, causa la
denominada enfermedad de los ojos de pez, con graves opa-
cigotos para el alelo mutante. La estructura del gen de la cidades corneales a partir de la segunda década de vida, va-
apo-AI es normal, al igual que su síntesis a partir de la proa- lores plasmáticos de HDL descendidos al 10% de los norma-
po-AI. El defecto característico es el catabolismo acelerado les y descenso de apo-AI. No todos los pacientes descritos
de las HDL por alteración de su transporte intracelular en los hasta la fecha con esta rara enfermedad han padecido arte-
macrófagos. Los precursores de las HDL son erróneamente riosclerosis prematura.
degradados en los lisosomas de los macrófagos, lo que expli-
ca la histopatología característica de la enfermedad, la acu-
mulación de ésteres de colesterol en dichas células y los ha-
Hipoalfalipoproteinemia familiar
llazgos exploratorios. Las manifestaciones clínicas consisten La importancia de los factores genéticos en el metabolis-
en hipertrofia amigdalar, con coloración anaranjada, esple- mo de las HDL queda una vez más demostrada por la exis-
nomegalia (a veces acompañada de hiperesplenismo), hepa- tencia de familias con hipoalfalipoproteinemia transmitida
tomegalia, adenopatías, cuya histopatología es similar a la por herencia autosómica recesiva. Los niveles de HDL-coles-
de las amígdalas, opacidades corneales, polineuritis y de- terol están por debajo del percentil 10, mientras que el coles-
pósito de ésteres de colesterol en la mucosa intestinal, que terol y los triglicéridos quedan por debajo del percentil 90.
puede demostrarse mediante biopsia rectal. Los hallazgos No existen características clínicas propias de esta enferme-
de laboratorio consisten en niveles muy bajos o ausentes de dad. Algunas de las familias estudiadas presentan arterioscle-
HDL, generalmente de 5-10 mg/dL (0,13-0,26 mmol/L), y rosis coronaria prematura. El diagnóstico requiere un amplio
de apo-AI (1-3% de sus valores normales), con triglicéridos estudio familiar del metabolismo lipídico y la exclusión de
normales o elevados; la cifra de colesterolemia es baja por la otras causas, entre ellas (tabla 15.44) la ingestión de algunos
ausencia de HDL y a los niveles normales-bajos de LDL-coles- fármacos.
terol.
No se conocen casos de enfermedad de Tangier con arte- Diagnóstico de las hipoalfalipoproteinemias. La mayoría
riosclerosis coronaria antes de los 40 años, debido probable- de las personas con niveles de HDL-colesterol inferiores a 35
mente al escaso número de pacientes descritos y a las cifras mg/dL (0,9 mmol/L) tienen un riesgo aumentado de padecer
bajas de colesterolemia total. La enfermedad carece de trata- arteriosclerosis coronaria, por lo que es importante efectuar
miento. su diagnóstico y, cuando sea factible, instaurar tratamiento.
La gran mayoría (alrededor del 90%) de las hipoalfalipopro-
teinemias son secundarias, siendo la obesidad y el tabaquis-
Déficit de apolipoproteína AI mo las causas más frecuentes. Para establecer el diagnóstico
La apo-AI constituye el 70% del componente proteico de es de gran ayuda el estudio de los antecedentes familiares.
las HDL y sus déficit se traducen en importantes descensos En la tabla 15.45 se resumen las manifestaciones clínicas más
de la tasa plasmática de estas partículas. Se han descrito va- importantes de las hipoalfalipoproteinemia que hemos ex-
rios casos de déficit de apo-AI asociados a niveles muy bajos puesto.
de HDL plasmáticos, entre 0 y 7 mg/dL (0-0,18 mmol/L). Las
alteraciones clínicas consisten en arteriosclerosis coronaria Tratamiento de las hipoalfalipoproteinemias. En la ma-
prematura, opacidad corneal y, más rara vez, xantomas yoría de los procesos genéticos descritos no es posible el tra-
planos en la piel. No existen alteraciones de las amígda- tamiento y, en otros, como en la variante apo-AI-Milano, éste es
las. Se han identificado varias mutaciones en el gen de la innecesario. Hay que tener en cuenta las situaciones expues-
apo-AI que, en algunas familias, se asocian a alteraciones en tas en la tabla 15.44, y tratar las hipoalfalipoproteinemias se-
el gen de la apo-CIII. También puede ocurrir una deleción cundarias a obesidad, tabaquismo, diabetes tipo II, dieta
completa del complejo genético AI-CIII-AIV. En todos los casos, muy baja en grasa y rica en hidratos de carbono, fármacos,
la herencia parece ser autosómica codominante; los indivi- etc. El ejercicio físico habitual eleva las HDL. Entre los fárma-
duos heterocigotos permanecen clínicamente libres de enfer- cos hipolipemiantes, los fibratos elevan las HDL y pueden ser
medad. útiles en algunos casos.

1917
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.45. Manifestaciones clínicas más importantes en las hipoalfalipoproteinemias


Arteriosclerosis Opacidad Anemia Xantomas Hepatosplenomegalia
prematura corneal
Enfermedad de Tangier + + + – +
Déficit de LCAT + ++ + – –
Enfermedad de los ojos de pez – +++ + – –
Deficiencia de apo-AI ++ + – + –
Variantes AI – – – – –
Hipoalfalipoproteinemia familiar + – – – –
LCAT: Lecitin-colesterol aciltransferasa.

Bibliografía especial población general e influye en la respuesta a los cambios die-


ASCASO JF, SERRANO S, MARTÍNEZ-VALLS J, HERNÁNDEZ A, DE LERA J, CARME- téticos; así, el LDL-colesterol responde más a las dietas hiper-
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TABLA 15.46. Principales hiperlipoproteinemias secundarias*


Quilomicronemia
Hiperlipoproteinemias secundarias* Lupus eritematoso sistémico
Hipercolesterolemia (LDL)
Anorexia nerviosa
Concepto y clasificación. Las alteraciones del perfil lipo- Colestasis**
Glucocorticoides
proteico plasmático o fenocopias con las que se manifiestan Hepatoma
las denominadas hiperlipemias secundarias son superponi- Hipotiroidismo
bles a los distintos fenotipos de la OMS con los que se expre- Porfiria aguda intermitente
san las hiperlipemias primarias (tabla 15.38). Síndrome de Cushing
Aunque el número de entidades clínicas y situaciones ca- Síndrome nefrótico
paces de inducir una hiperlipemia secundaria es relativa- Síndrome de Werner
mente amplio (tabla 15.46), en este apartado se describirán Hiperlipemia mixta (LDL, VLDL)
los aspectos diagnósticos y terapéuticos de las más frecuen- Deficiencia de hormona de crecimiento
Glucocorticoides
tes en la práctica clínica o las que tienen especial trascen- Síndrome nefrótico
dencia por su relación con el riesgo cardiovascular. No se in- Síndrome de Cushing
cluyen la hipercolesterolemia y la hipertrigliceridemia del Patrón lipoproteico tipo III (IDL)
embarazo, que revierten tras el parto, dado que pueden con- Gammapatías monoclonales
siderarse como un hecho en cierta manera fisiológico. Hipotiroidismo***
Hipertrigliceridemia (VLDL)
Acromegalia
Dieta, alcohol y obesidad Alcohol
Dieta Anticonceptivos hormonales
Diabetes mellitus
La dieta es probablemente el factor no genético que ejer- Diuréticos
ce mayor influencia en la regulación de la concentración Enfermedad de Von Gierke
plasmática de lípidos y lipoproteínas en la población gene- Estrés
ral. Sin embargo, al analizar las alteraciones del metabolismo Gammapatías monoclonales
lipoproteico, no es posible separar la interacción de los fac- Hepatitis aguda (no fulminante)
tores genéticos y la dieta. En este sentido, la concentración Insuficiencia renal crónica
plasmática de colesterol en los individuos afectos de una for- Isotretinoína
Lipodistrofias
ma de hiperlipemia genética tan común como la hipercoles- Quilomicronemia y aumento de VLDL
terolemia poligénica es especialmente sensible a los cam- Alcohol***
bios dietéticos. Anticonceptivos hormonales***
El polimorfismo genético de la apo-E desempeña un papel Diabetes mellitus***
importante en la regulación del colesterol plasmático en la Enfermedad de Von Gierke***
*Nótese que una misma entidad puede expresarse con fenocopias distintas.
**Presencia de LP-X y otras lipoproteínas anormales.
*J. Rubiés Prat. ***Rara o poco frecuente.

1918
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LAS LIPOPROTEÍNAS

mayor contenido en ácidos grasos monoinsaturados en la hay una estrecha relación entre obesidad y alteraciones en la
dieta y la fracción catabólica de las LDL. Una dieta rica en composición de las lipoproteínas plasmáticas. La existencia
ácidos grasos saturados aumenta pues el LDL-colesterol por de esta relación es fácil de intuir dado que la obesidad consis-
dos mecanismos: por el incremento de la producción de es- te en un almacenamiento excesivo de triglicéridos en las célu-
tas partículas y, por otra parte, por la disminución de la acti- las adiposas. Los pacientes obesos presentan una correlación
vidad de los receptores hepáticos para ellas, lo que retrasa su positiva entre la masa grasa del organismo y la concentración
eliminación del plasma. plasmática de triglicéridos, VLDL-triglicéridos y LDL-colesterol
Por el contrario, los ácidos grasos poliinsaturados en su e inversa con la concentración de HDL-colesterol. El nexo de
configuración cis y los monoinsaturados cuando sustituyen unión entre los mecanismos que regulan el almacenamiento
isocalóricamente a ácidos grasos saturados disminuyen la de triglicéridos y su relación con las lipoproteínas plasmáticas
concentración de LDL-colesterol. El mecanismo por el cual sería la enzima LPL, a la cual se ha denominado “guardián del
el ácido oleico y los ácidos grasos poliinsaturados disminu- adipocito”. El aumento de peso que sigue al exceso de ingesta
yen la concentración de LDL-colesterol reside en que facilita alcohólica, principalmente de hidratos de carbono, produce
la captación de estas partículas por los receptores hepáticos un aumento de la síntesis hepática de triglicéridos y de VLDL
para ellas; en el caso de los poliinsaturados de la serie n-3 y, por consiguiente, un incremento de su producto metabóli-
hay además una disminución de la secreción hepática de co, las LDL. Este efecto de la dieta sobre las lipoproteínas plas-
VLDL, con lo cual inducen una reducción en la concentra- máticas es más patente en los individuos genéticamente pre-
ción plasmática de triglicéridos. dispuestos a sufrir distintas formas de hiperlipemia, en
Un aspecto de gran importancia práctica en relación con particular, la hiperlipemia familiar combinada. La pérdida de
los ácidos grasos de la dieta concierne a las HDL; la ingestión peso que sigue a la reducción de la ingestión calórica revierte
de ácidos grasos poliinsaturados reduce la concentración de las alteraciones lipoproteicas. Por su relación con el riesgo car-
HDL-colesterol en relación con una disminución en la sínte- diovascular aumentado, en los últimos años se ha destacado
sis de apo-AI. Por su parte, el ácido oleico ha demostrado en el papel de la asociación de la obesidad con la intolerancia a
diversos estudios que no influye o que induce un aumento la glucosa, la hipertensión arterial, la hipertrigliceridemia y la
en las HDL, lo que le confiere un efecto protector frente al disminución de la concentración de HDL-colesterol, conocida
riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular. como síndrome X o síndrome de Reaven y cuyo primum mo-
Otros componentes de la dieta, como el contenido de im- vens sería una resistencia a la insulina con hiperinsulinismo.
portantes cantidades de fibra, favorecen una disminución de
los lípidos plasmáticos. Estos efectos de la dieta están modu-
lados, además, por el efecto del ejercicio físico, que induce
Diabetes mellitus
una disminución de los triglicéridos, del colesterol total y del En el estudio de las anormalidades lipoproteicas en la
LDL-colesterol, a la par que aumenta el HDL-colesterol. diabetes mellitus se diferencian tres situaciones distintas: la
denominada “lipemia diabética” y las complejas altera-
Alcohol ciones lipoproteicas que suelen asociarse a la diabetes melli-
Los efectos del alcohol etílico sobre el metabolismo lipo- tus insulinodependiente (DMID) y no insulinodependiente
proteico son bien conocidos; el consumo y abuso de alcohol (DMNID).
y la diabetes mellitus son las causas más frecuentes de hipertri- La lipemia diabética, relacionada con la carencia intensa
gliceridemia en la práctica clínica. El consumo de NAD que se de insulina, es excepcional y se debe a un aumento de la sín-
produce durante la oxidación del alcohol hace que las reser- tesis de triglicéridos asociada a una acusada disminución de
vas de la enzima disminuyan, con lo que se bloquea parcial- la actividad LPL. La acumulación de VLDL y quilomicrones
mente la oxidación de ácidos grasos en el hígado. Esta mayor en el plasma configura un patrón lipoproteico tipo V con ma-
oferta de ácidos grasos se deriva a la síntesis de triglicéridos, nifestaciones clínicas propias del síndrome quilomicronémi-
que se almacenan en el propio hígado originando esteatosis, y co. Este cuadro clínico revierte con el incremento de la acti-
por otra parte se incorporan a las VLDL, ocasionando una hi- vidad LPL que sigue al tratamiento intensivo con insulina.
pertrigliceridemia con un patrón lipoproteico tipo IV de la cla- Los pacientes con DMID no bien controlada presentan un
sificación de la OMS. A medida que se acumulan en el plasma aumento del LDL-colesterol y de los triglicéridos plasmáticos,
partículas de VLDL, comienzan a competir con los quilomicro- con disminución de las HDL. Estos pacientes tienen además
nes para ser hidrolizados por la LPL; el resultado es que en al- diversas anormalidades cualitativas como el predominio de
gunos individuos se desarrolla una hiperlipemia masiva con una subpoblación de partículas de LDL más pequeñas y den-
una fenocopia tipo V y con manifestaciones clínicas propias sas, que junto a los cambios descritos y a la acumulación de
del síndrome quilomicronémico. Los individuos con formas partículas de IDL configuran el denominado fenotipo B con
genéticas de hipertrigliceridemia y, en particular por su eleva- un elevado potencial aterogénico. Por otra parte, la situación
da prevalencia, los pacientes con hipertrigliceridemia familiar de hiperglucemia es responsable de la glucosilación no enzi-
y esporádica son especialmente susceptibles a los efectos del mática y la oxidación de las LDL que hacen que estas par-
alcohol, incluso ingerido en cantidades pequeñas. Por otra tículas sean deficientemente aclaradas por sus receptores en
parte, el consumo de alcohol en pequeñas cantidades induce las células parenquimatosas y, en cambio, sean ávidamente
un aumento en la concentración plasmática de HDL a expen- captadas por los macrófagos, los cuales se transforman en
sas de las subfracciones HDL2 y HDL3. Esta acción sobre las células espumosas, desempeñando un importante papel
HDL podría explicar en parte el efecto protector del alcohol en la iniciación del proceso aterogénico. Por otra parte, la
sobre el riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular. Sin em- concentración plasmática de Lp(a) está aumentada en los
bargo, teniendo en cuenta los graves efectos perniciosos del pacientes con DMID cuando presentan microalbuminuria
alcohol en distintos órganos y tejidos, no es posible recomen- y lo mismo sucede en los pacientes con mal control meta-
dar su uso en virtud de los posibles efectos beneficiosos sobre bólico. El estricto control metabólico en los pacientes con
el riesgo cardiovascular. DMID consigue, en la mayoría de los casos, que el perfil lipo-
El tratamiento de la hipertrigliceridemia alcohólica consiste proteico se mantenga dentro de los límites deseables.
en la supresión del tóxico. Sin embargo, en los pacientes con En la DMNID hay una disminución en la concentración
quilomicronemia y riesgo de pancreatitis en los que no puede plasmática de HDL-colesterol, especialmente de la subfrac-
conseguirse que abandonen el hábito alcohólico estará indi- ción HDL2. Esta disminución de las HDL se asocia a un au-
cada la administración de un derivado del ácido fíbrico. mento de VLDL debido a un incremento de la síntesis hepáti-
ca de triglicéridos y, en menor grado, a una disminución del
Obesidad catabolismo de las VLDL. La hipertrigliceridemia en estos pa-
Aunque la obesidad de tipo abdominal es per se un factor cientes guarda relación con la obesidad de tipo abdominal,
de riesgo independiente para la enfermedad cardiovascular, con la glucemia y con la actividad de insulina inmunorreacti-

1919
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

va. Por lo que respecta a las LDL, en la DMNID su concentra- La disminución de la actividad LPL y lipasa hepática de-
ción plasmática es similar a la de la población general de la sempeña un papel clave tanto en la catabolización de las
misma edad y con igual grado de obesidad. De manera simi- lipoproteínas ricas en triglicéridos como en la maduración de
lar a como sucede en la DMID, los pacientes con DMNID las HDL. Por otra parte, el hiperinsulinismo de estos pacientes
muestran con una frecuencia mayor que en la población ge- contribuye al aumento de la síntesis hepática de ácidos gra-
neral un predominio de partículas de LDL pequeñas y densas sos y, por tanto, al aumento en la producción de VLDL. En el
que, junto a la glucosilación y oxidación, contribuyen a au- caso de las HDL, sus bajos niveles plasmáticos se han relacio-
mentar el riesgo aterogénico. Por otra parte, los relativamente nado también con una actividad LCAT disminuida.
pocos estudios que se han llevado a cabo indican que la con- El trasplante precoz es la mejor terapéutica para las altera-
centración plasmática de Lp(a) en la DMNID no está elevada. ciones lipoproteicas en los pacientes con insuficiencia renal
En todos los pacientes afectos de diabetes mellitus con al- crónica, aunque los glucocorticoides y la ciclosporina después
teraciones lipoproteicas asociadas debe extremarse el con- del trasplante pueden contribuir a la persistencia de alteracio-
trol metabólico de la enfermedad mediante dieta, ejercicio nes del perfil lipoproteico. En espera del trasplante renal, debe
físico e insulina o hipoglucemiantes orales. Si después de promoverse la práctica de ejercicio físico que per se mejora las
adoptar estas medidas persisten las alteraciones lipoprotei- anormalidades lipoproteicas y muy probablemente contribuye
cas, debe instaurarse tratamiento con fármacos hipolipe- también a disminuir el hiperinsulinismo. Estas medidas genera-
miantes. Las resinas de intercambio catiónico deben evitarse les deben complementarse con una dieta restrictiva en mono-
porque favorecen la hipertrigliceridemia, y el ácido nicotíni- sacáridos y disacáridos y, si es necesaria la administración de
co y las cápsulas de aceite de pescado rico en PUFA de la se- fármacos hipolipemiantes, recurrirá a los derivados del ácido
rie n-3 están contraindicados por su potencial efecto hiper- fíbrico a dosis reducidas; entre ellos, el bezafibrato, administra-
glucemiante en estos pacientes. Los fármacos de elección en do a dosis de 200 mg 3 veces a la semana, consigue controlar
la dislipemia de los pacientes diabéticos son los fibratos y, las alteraciones lipoproteicas en la mayoría de los casos.
especialmente, el bezafibrato; en las elevaciones aisladas de
LDL-colesterol se escogerá un inhibidor de la HMG-CoA-re- Síndrome nefrótico
ductasa. La hiperlipemia es uno de los hallazgos semiológicos que
definen y caracterizan el síndrome nefrótico. La alteración li-
poproteica más llamativa es la hipercolesterolemia con una fe-
Hipotiroidismo nocopia tipo IIA de la clasificación de la OMS. La concentra-
La hipercolesterolemia con una fenocopia tipo IIA es la al- ción plasmática aumentada de LDL se debe sobre todo a la
teración más común y se debe a una disminución de la sínte- sobreproducción de apo-B-LDL con una tasa catabólica nor-
sis de receptores hepáticos para las LDL y, por lo tanto, a un mal, si bien una disminución en la actividad de los receptores
aclaramiento deficiente de esta lipoproteína. Aproximada- para las LDL también podría contribuir a la hipercolesterole-
mente la mitad de los pacientes con hipercolesterolemia aso- mia. Ésta puede asociarse a hipertrigliceridemia debida tanto
ciada a hipotiroidismo primario presentan también hipertri- a un aumento de la síntesis hepática de VLDL como a una re-
gliceridemia con un patrón lipoproteico tipo IIB; asimismo, ducida catabolización de estas partículas por carencia de LPL,
en ellos es frecuente la acumulación de partículas de IDL. El pérdida urinaria de apo-CII o exceso relativo de apo-CIII, que
aumento de los triglicéridos se debe a una disminución de la tiene un efecto inhibidor sobre la LPL. Debido a su menor ta-
actividad LPL que no llega a compensar la reducida síntesis maño, las partículas de HDL y, especialmente, las de HDL3 se
hepática de VLDL en relación con una menor movilización pierden por la orina; este hecho, junto a la reducción de la ac-
de ácidos grasos desde el tejido adiposo al hígado. Por otra tividad LCAT, explicaría la disminución de las HDL. Por últi-
parte, los individuos homocigotos para la apo-E2 podrán ex- mo, la concentración plasmática de la Lp(a) está aumentada
presar el florido cuadro de la disbetalipoproteinemia o hiper- en el síndrome nefrótico, hecho que contribuye a explicar el
lipoproteinemia tipo III si en algún momento a lo largo de su mayor riesgo aterogénico y trombogénico en estos pacientes.
vida desarrollan un hipotiroidismo. El ácido nicotínico y los derivados del ácido fíbrico deben
Desde un punto de vista práctico, y teniendo en cuenta evitarse por el riesgo de rabdomiólisis en los pacientes con
que el hipotiroidismo primario es una enfermedad frecuente síndrome nefrótico. Las resinas de intercambio catiónico re-
y a menudo paucisintomática, es imperativa la determina- ducen las LDL pero tienen el inconveniente que pueden in-
ción de la TSH plasmática en todo paciente con hipercoles- ducir un aumento de los triglicéridos. Aunque la experiencia
terolemia de causa no aclarada, en particular entre la pobla- acumulada es limitada, los inhibidores de la HMG-CoA-re-
ción de edad avanzada en la cual la prevalencia del ductasa, a la dosis reducida del 40% de la máxima permitida
hipotiroidismo es mayor. Si después de conseguir el estado en la población general, se perfilan como el grupo farmaco-
eutiroideo, con el oportuno tratamiento sustitutivo, persisten lógico idóneo para el tratamiento de las alteraciones lipopro-
anormalidades lipoproteicas debe pensarse en una altera- teicas asociadas al síndrome nefrótico.
ción subyacente de causa genética o de otra naturaleza. Por
otra parte, hay que tener bien presente en los pacientes hipo-
tiroideos la potencial toxicidad de los fármacos hipolipe-
Enfermedades hepáticas
miantes sobre el músculo estriado. Insuficiencia hepatocelular
En la insuficiencia hepatocelular crónica avanzada se ha-
llan reducidas la síntesis y la secreción hepática de VLDL, lo
Enfermedades renales que determina una menor producción de LDL y, como conse-
Insuficiencia renal crónica cuencia, una disminución de la concentración plasmática de
Del 20 al 70% de los pacientes con insuficiencia renal cró- triglicéridos y de manera muy acusada de colesterol; éste últi-
nica, tratados o no con hemodiálisis, presentan hipertriglice- mo se reduce a expensas fundamentalmente de la fracción
ridemia con una fenocopia tipo IV de la clasificación de la esterificada debido a una disminución paralela de la activi-
OMS. Este aumento de los triglicéridos plasmáticos es a ex- dad LCAT. La deficiencia de esta enzima contribuye también
pensas de las VLDL, pero también de las IDL y de partículas a reducir los niveles de HDL. Dado que la Lp(a) se sintetiza
residuales de los quilomicrones con un alto potencial atero- en el hígado, disminuye también su concentración plasmáti-
génico, lo que explicaría al menos en parte la elevada morbi- ca entre los pacientes con insuficiencia hepatocelular. La hi-
mortalidad por enfermedad cardiovascular en estos pacien- pocolesterolemia intensa, con concentraciones inferiores a
tes. A este mayor riesgo cardiovascular contribuiría también 100 mg/dL (2,6 mmol/L), en la cirrosis hepática explica muy
la disminución en la concentración de las HDL en los pa- probablemente la menor prevalencia de lesiones ateromato-
cientes con insuficiencia renal crónica, así como el aumento sas halladas en las necropsias de estos pacientes, a la par que
en la concentración plasmática de Lp(a). es un signo de mal pronóstico de la enfermedad hepática.

1920
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LAS LIPOPROTEÍNAS

Algunos pacientes con hepatitis aguda vírica o alcohólica


presentan una hipertrigliceridemia moderada que sería pro-
ducida por una actividad disminuida de la lipasa hepática y
de la LCAT y por una menor captación de las partículas resi-
duales de los quilomicrones y VLDL por parte del hígado.
Como es evidente, las alteraciones lipoproteicas en el cur-
so de la insuficiencia hepatocelular no requieren trata-
miento.

Colestasis
La disminución de la actividad LCAT, la presencia en el
plasma de un inhibidor de la lipasa hepática y la propia re-
gurgitación de lípidos biliares al plasma son los mecanismos
fundamentales que explican las complejas alteraciones lipo-
proteicas en la colestasis. El resultado de todo ello, modula-
do además en cada paciente por el mayor o menor grado de
insuficiencia hepatocelular, es el aumento de la concentra-
ción plasmática de colesterol y triglicéridos, a veces con xan-
tomatosis tuberoeruptiva y xantomas planos en los pliegues Fig. 15.39. Microfotografía electrónica en la que se observan par-
de las palmas de las manos. Hay que destacar el descenso de tículas discoides con agrupación en pilas de monedas de la denomi-
las HDL plasmáticas y, principalmente, la presencia en el nada LP-X, característica de la colestasis y de la deficiencia familiar de
plasma de la LP-X que es característica tanto de la colestasis LCAT. (Cortesía de J.P. BLOMHOFF, R. HOLME y S. RITLAND , Laboratorio
como de la deficiencia familiar de LCAT. La LP-X es una lipo- de Microscopia Electrónica e Instituto de Patología de la Universidad
proteína de composición anormal que se aísla en los límites de Oslo.)
de densidad de las LDL y cuya característica más relevante
es que tiene un alto contenido en colesterol no esterificado
y que la partícula presenta una morfología discoidal que hormonales en mujeres premenopáusicas fumadoras aumen-
la diferencia de las restantes lipoproteínas plasmáticas ta sustancialmente el riesgo de sufrir complicaciones agudas
(fig. 15.39). de la enfermedad cardiovascular.
En el caso de obstrucción mecánica de las vías biliares, las En la mujer posmenopáusica es cada vez más frecuente la
alteraciones lipoproteicas revierten con el oportuno trata- administración de estrógenos asociados a un progestágeno
miento quirúrgico y sólo en la cirrosis biliar está indicado el para el tratamiento del complejo síndrome menopáusico y,
tratamiento con resinas de intercambio catiónico, que redu- sobre todo, para la prevención de la pérdida de masa ósea.
cen el colesterol plasmático a la vez que alivian el prurito. Los estrógenos administrados en estas condiciones inducen
un aumento de la concentración plasmática de triglicéridos
Hepatocarcinoma con eliminación del LDL-colesterol, efectos que, teóricamen-
Menos del 5% de los pacientes afectos de hepatocarcino- te, serían en parte neutralizados por el progestágeno. Sin em-
ma pueden presentar hipercolesterolemia, cuyo mecanismo bargo, estudios recientes revelan que la asociación de estró-
radicaría en una desrepresión de la actividad HMG-CoA-re- genos con acetato de medroxiprogesterona consigue un
ductasa en las células tumorales. También se ha descrito la buen perfil lipoproteico. Aunque los resultados de diversos
presencia de LP-X en el plasma de pacientes con hepatoma, estudios coinciden en el efecto de beneficioso del tratamien-
hecho que se relaciona probablemente con la ocupación de to hormonal sustitutivo sobre los lípidos plasmáticos con re-
espacio y la consiguiente colestasis. Se ha descrito ocasional- ducción de la mortalidad por enfermedad cardiovascular en
mente en el hepatocarcinoma una hiperlipemia tipo V con la mujer posmenopáusica, los potenciales efectos indesea-
normalización de los lípidos plasmáticos después de la exé- bles obligan a ser cautos y a no recomendar su administra-
resis quirúrgica del tumor. ción universal hasta que se disponga de los resultados de es-
tudios a muy largo plazo.
Por lo que respecta a los antihipertensivos, los diuréticos
Hiperlipemias inducidas por fármacos tiazídicos y, en menor grado, los del asa, tienden a aumentar
La lista de fármacos que se han relacionado con cambios los triglicéridos y el LDL-colesterol. Los bloqueadores beta in-
en los lípidos plasmáticos puede ser relativamente amplia, ducen un aumento de los triglicéridos y una disminución del
aunque en muchas ocasiones anecdótica. Algunos de ellos HDL-colesterol, efecto que es menor en los más selectivos.
están incluidos en la tabla 15.46; aquí se hará referencia sólo Los bloqueadores alfa tienen un efecto positivo sobre el per-
a los de mayor importancia clínica: las hormonas sexuales y fil lipoproteico, ya que aumentan las HDL y disminuyen las
los antihipertensivos. VLDL y las LDL. El labetalol, con efecto alfa y beta, no modifi-
Entre las hormonas sexuales es bien conocido el papel de ca los lípidos plasmáticos, lo mismo que otros antihipertensi-
los andrógenos, que en condiciones fisiológicas disminuyen vos, como los antagonistas de los canales del calcio, los inhi-
la actividad LPL y aumentan la actividad lipasa hepática. El bidores de la enzima conversora de la angiotensina y la
resultado de la administración de andrógenos es un aumen- hidralazina.
to de las LDL, a la vez que disminuyen las HDL.
El efecto de los anticonceptivos hormonales sobre los lípi-
dos plasmáticos depende de la cantidad de estrógenos y del
tipo de progestágeno. El efecto más común es el aumento de Bibliografía especial
los triglicéridos debido a un incremento de la producción AMERICAN DIABETES ASSOCIATION. Detection and management of lipid di-
hepática de VLDL y un aumento de las HDL a causa de la dis- sorders in diabetes. Diabetes Care 1993; 16: 828-834.
minución de la actividad lipasa hepática. La hipertrigliceride- AUGUET T, SENTÍ M, RUBIÉS-PRAT J, PELEGRÍ A, PEDRO-BOTET J, NOGUÉS X et
mia en las mujeres que toman anticonceptivos hormonales al. Serum lipoprotein (a) concentration in patients with chronic
guarda relación, además de con el contenido del preparado renal failure receiving haemodyalisis: Influence of apolipoprotein
(a) genetic polymorphism. Nephrol Dial Transplant 1993; 8: 1.099-
en estrógenos, con la concentración de triglicéridos previa al 1.103.
tratamiento. La administración de estrógenos se incluye en- FLIER JS, UNDERHILL LH. Lipoprotein lipase. A multifunctional enzyme
tre las causas que pueden desencadenar o exacerbar las ma- relevant to common metabolic diseases. N Engl J Med 1989; 320:
nifestaciones de hipertrigliceridemia primaria. Por otra parte, 1.060-1.068.
hay que señalar que la administración de anticonceptivos JOVEN J, VILLABONA G, VILELLA E, MASANA L, ALBERTÍ R, VALLÉS M. Abnor-

1921
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

malities of lipoprotein metabolism in patients with nephrotic syn- vascular y complementarse con la anamnesis y la explora-
drome. N Engl J Med 1990; 323: 579-584. ción física del paciente.
MARTIN KA, FREEMAN MW. Postmenopausal hormone-replacement the- La anamnesis ha de seguir las pautas habituales en clínica
rapy. N Engl J Med 1993; 328: 1.115-1.117.
MASANA L, CAMPRUBÍ M, SARDÁ P, SOLÁ R, JOVEN J, TURNER P. The medite-
médica, con especial hincapié en los siguientes puntos:
rranean-type diet: Is there a need for further modification? Am J 1. Investigar los hábitos personales en relación con consu-
Clin Nutr 1991; 53: 886-889. mo de tabaco y alcohol, dieta, estilo de vida, estrés, variacio-
REAVEN GM. Role of insulin resistence in human disease. Diabetes nes del peso corporal y ejercicio físico practicado.
1988; 37: 1.595-1.607. 2. Detallar los medicamentos que se han consumido o con-
REVERTER JL, SENTI M, RUBIÉS-PRAT J, LUCAS A, SALINAS I, PIZARRO E et al. sumen, especialmente los que pueden influir sobre los lípi-
Relationship between lipoprotein profile and urinary albumin ex- dos, la glucemia y la presión arterial (p. ej., bloqueadores
cretion in type II diabetic patients with stable metabolic control. beta, tiazidas, glucocorticoides, etc.).
Diabetes Care 1994; 17: 189-194.
SENTÍ M, ROMERO R, PEDRO-BOTET J, PELEGRÍ A, NOGUÉS X, RUBIÉS-PRAT J.
3. Revisar sistemáticamente los antecedentes personales en
Lipoprotein abnormalities in hyperlipidemic and normolipidemic busca de manifestaciones subjetivas de isquemia (angina,
men on hemodialysis with chronic renal failure. Kidney Int 1992; claudicación intermitente, isquemia cerebral transitoria), hi-
41: 1.394-1.399. pertensión arterial (cefalea matutina, epistaxis, manifestacio-
SU I, SHATEN BJ, CUTLER JA, KULLER LH. (Multiple Risk Factor Interven- nes renales o cardíacas), diabetes mellitus y otros procesos
tion Trial Research Group) Alcohol use and mortality from coro- causantes de hiperlipemias secundarias (hipotiroidismo, sín-
nary heart disease: The role and high-density lipoprotein choleste- drome nefrótico, cirrosis biliar primaria, etc.).
rol. Ann Intern Med 1992; 116: 881-887. 4. Buscar antecedentes familiares de arteriosclerosis, hiper-
lipemia, hipertensión arterial, diabetes y obesidad. La exis-
tencia de enfermedad coronaria en la familia constituye un
factor de riesgo para el paciente.
La exploración física incluirá la determinación del pulso y
Detección y control la presión arterial, peso, talla y perímetro cintura/cadera,
para valorar la distribución de la grasa corporal, prestando
de las hiperlipemias* atención especial a los aspectos siguientes: presencia de
arco corneal, especialmente significativo en las personas me-
nores de 50 años, xantelasmas, lipemia retinalis, y xantomas
Actitud para la detección de las hiperlipemias eruptivos, xantomas tuberosos o tendinosos.
Hay que prestar especial atención, además, a la palpación
La detección de las hiperlipemias tiene como finalidad de los pulsos periféricos, la auscultación de soplos arteriales
instaurar un tratamiento adecuado que permita retrasar o y la palpación de aneurismas de aorta abdominal, comple-
prevenir el desarrollo de la arteriosclerosis, especialmente de mentando estas exploraciones con Doppler y otras, según se
la cardiopatía isquémica, en personas no diagnosticadas has- considere indicado.
ta entonces de dislipemia. Además, la detección y el trata- El hallazgo de una hiperlipemia obliga también a plantear-
miento de las hipertrigliceridemias graves evita el riesgo de se unos objetivos terapéuticos, que dependerán de la valora-
pancreatitis aguda. ción global del riesgo cardiovascular en cada paciente. Un
La detección de las hiperlipemias se puede llevar a cabo punto importante es establecer si se trata de prevención pri-
siguiendo dos estrategias: a) la detección oportunista, que maria, en individuos clínicamente libres de complicaciones
consiste en analizar los lípidos sanguíneos a los adultos ma- de la arteriosclerosis, o de prevención secundaria cuando di-
yores de 20 años durante una visita médica motivada por chas complicaciones ya se han producido (p. ej., supervi-
una enfermedad intercurrente, examen preempleo, etc.; la vientes a un infarto de miocardio, operados de derivación
medicina primaria y la laboral tienen aquí un destacado pa- coronaria, etc.).
pel, y b) detección de individuos de alto riesgo, mediante el En la tabla 15.47 se resumen los objetivos terapéuticos con
análisis de los lípidos sanguíneos en pacientes que ya pade- respecto a los lípidos plasmáticos, en cada una de estas dos
cen alguna complicación arteriosclerótica o tienen antece- situaciones. La actitud terapéutica es más enérgica en la pre-
dentes familiares positivos de hiperlipemia o de arteriosclero- vención secundaria, donde con frecuencia se administran
sis precoz, son hipertensos o diabéticos o presentan xan- fármacos hipolipemiantes. La relación riesgo/beneficio es es-
tomas o arco corneal prematuro. pecialmente favorable en este grupo de pacientes, a los que
El diagnóstico de hiperlipemia debe basarse en, al menos, un tratamiento enérgico puede mejorar la calidad de vida
dos análisis lipídicos compatibles realizados durante un perío- (disminución de accidentes coronarios) e inducir la regre-
do de 2-3 semanas. En la detección oportunista, si se trata de
individuos sanos y libres de cualquier factor de riesgo cardio-
vascular, algunos autores consideran que basta con medir la
colesterolemia, para la que no hace falta estar en ayunas,
TABLA 15.47. Objetivos terapéuticos para el tratamiento de las
completando el perfil lipídico en caso de resultados anorma- hiperlipoproteinemias (recomendaciones de la Sociedad Europea
les. En las restantes situaciones citadas se aconseja determi- de Aterosclerosis, 1992)
nar, en ayunas, colesterol total, triglicéridos y HDL-colesterol, Ausencia de Riesgo global Más de 2
calculando el LDL-colesterol mediante la fórmula de Friede- otros factores moderadamente factores
wald. de riesgo alto de riesgo
En individuos asintomáticos y sin factores de riesgo car-
Prevención primaria
diovascular, si los resultados son normales no hay que repe- Colesterol total (mg/dL) 195-230 195-200 175-195
tir el análisis hasta transcurridos 5 años; si son anormales, se LDL-colesterol (mg/dL) 135-175 135-155 115-135
deben repetir para confirmarlos y seguir el esquema de ac- Triglicéridos (mg/dL) < 200 < 200 < 200
tuación que se muestra en la figura 15.40. En el grupo de alto El índice de colesterol total/HDL-colesterol debe ser < 5,0
riesgo, si los resultados lipídicos son anormales se seguirán
Objetivos mínimos Objetivos ideales
los mismos pasos descritos en el grupo anterior y en la figura
15.40. Prevención secundaria
La detección de una hiperlipemia debe enfocarse como Colesterol total (mg/dL) 175-195 155-175
un aspecto más de la valoración global del riesgo cardio- LDL-colesterol (mg/dL) 115-135 95-110
HDL-colesterol (mg/dL) varones >39
mujeres > 42
Triglicéridos (mg/dL) < 200
*R. Carmena Rodríguez

1922
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LAS LIPOPROTEÍNAS

• Determinación de colesterol total


• Valoración global del riesgo
cardiovascular
• Si hay otros factores de riesgo
o antecedentes familiares
positivos, realizar perfil lipídico
(triglicéridos, HDL y LDL-coles-
terol)

Colesterol deseable Colesterol Colesterol elevado


< 200 mg/dL moderadamente > 230 mg/dL
elevado
200 - 230 mg/dL

Ausencia de enfermedad Existencia de enfermedad


coronaria y otros factores coronaria o de otros
de riesgo factores de riesgo

Repetir la determinación Educación dietética Tras 12 h de ayuno


de colesterol a los 5 años y sobre factores y abstinencia de bebidas
Educación dietética y sobre de riesgo alcohólicas durante 48 h
factores de riesgo Valorar la situación practicar perfil lipídico:
del paciente a los Colesterol total
3 años, determinar Triglicéridos
colesterol y reiterar HDL y LDL-colesterol
la educación dietética Descartar causas secundarias
y sobre factores de
riesgo
Fig. 15.40. Esquema de actuación para
la detección de las hiperlipemias.

sión de las lesiones. En la prevención primaria se intentará mujer menopáusica reduce los niveles de LDL-colesterol y
primero modificar los factores del estilo de vida conducentes eleva los de HDL, pero puede inducir hipertrigliceridemia, lo
a aumentar el riesgo coronario (dieta, tabaco, sedentarismo); que se obvia con los parches transdérmicos aunque su efec-
sólo cuando estas medidas no produzcan los efectos desea- to sobre las LDL y HDL es también menor.
dos y la valoración del riesgo cardiovascular así lo aconseje, El ejercicio físico aeróbico (marcha, carrera, natación, ci-
se utilizarán fármacos hipolipemiantes. La edad avanzada no clismo, etc.) influye favorablemente sobre el metabolismo
constituye una contraindicación para su empleo. lipídico porque estimula la actividad de la LPL y facilita la li-
Finalmente, la frecuencia con que se deben repetir las de- pólisis. La transferencia de colesterol desde los quilomicro-
terminaciones de lípidos dependerá de la situación concreta nes y las VLDL a las HDL aumenta, elevándose el nivel de
de cada paciente. En adultos sanos y con normolipemia co- HDL-colesterol. Se ha demostrado que el ejercicio físico
nocida se determinarán cada 5-10 años hasta cumplidos los practicado de forma habitual contribuye a elevar el HDL-co-
60. En individuos con hiperlipemia límite que estén siguien- lesterol y reducir la trigliceridemia y el LDL-colesterol, dismi-
do una dieta se medirán los lípidos anualmente o cada nuyendo, posiblemente, el riesgo coronario.
5 años, dependiendo de la edad y de los resultados. En los En ausencia de contraindicaciones derivadas de una afec-
pacientes con hiperlipemia moderada [colesterol total 250- ción sistémica, un programa de ejercicio físico adaptado a la
300 mg/dL (6,5-7,8 mmol/L); triglicéridos 200-400 mg/dL (2,3- edad y las condiciones personales del paciente es un buen
4,6 mmol/L)] que reciban tratamiento dietético reglado se método para ayudar a normalizar los lípidos plasmáticos y el
medirán los lípidos cada 3 meses y, una vez alcanzados los peso corporal, reduciendo o eliminando otros factores de
objetivos, cada 6-12 meses. En los pacientes tratados con fár- riesgo coronario.
macos hipolipemiantes se efectuarán análisis cada 6-8 sema-
nas y luego, una vez verificada la eficacia de la respuesta te-
rapéutica y la ausencia de efectos secundarios, cada 3-6
Recomendaciones dietéticas
meses. La dieta es el principal factor exógeno que influye sobre
los lípidos plasmáticos, y el tratamiento inicial de toda disli-
Recomendaciones generales sobre el tratamiento pemia debe ser la modificación de la dieta. En la tabla 15.48
se resumen los alimentos recomendados y los no aconseja-
de las hiperlipemias dos.
El tratamiento de las hiperlipemias debe acompañarse de
la detección y el control de otros factores de riesgo. Algunos, Aporte calórico. Las dietas hipocalóricas estimulan la pro-
como la diabetes, agravan la hiperlipemia, y otros contribu- ducción hepática de triglicéridos y VLDL-apo-B al aumentar
yen al riesgo cardiovascular. Por mecanismos distintos, la el pool intrahepático de colesterol esterificado y de ácidos
obesidad, la hipertensión arterial y el tabaquismo potencian grasos libres. Es importante ajustar el contenido calórico ade-
la lesión cardiovascular de las hiperlipemias, por lo que de- cuado a cada paciente; la reducción ponderal en los obesos
ben corregirse para que el tratamiento hipolipemiante pro- es una medida muy eficaz para corregir la hipertrigliceride-
duzca el máximo beneficio. Para la elección de hipotensores mia y elevar el HDL-colesterol.
se tendrá en cuenta que los más recomendables, porque no
afectan negativamente el metabolismo lipídico, son los anta- Colesterol. La absorción intestinal del colesterol aportado
gonistas del calcio y los inhibidores de la enzima conversora en la dieta es, aproximadamente, del 50%, pero presenta
de la angiotensina. La administración oral de estrógenos a la amplias oscilaciones (20-60%) de un paciente a otro y un lí-

1923
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.48. Dieta hipolipemiante


Alimentos Consumo limitado
Permitidos (todos los días) Desaconsejables (excepcionalmente)
(frescos o congelados) (máximo 2 veces por semana)
Cereales Pan*, arroz*, pastas italianas*, Pastas italianas con huevo* Bollería: croissants, donuts, ensaimadas,
harinas, cereales (preferencia madalenas
integrales), galletas integrales Galletas

Frutas, verduras Todas (legumbres* especialmente Frutos secos* Patatas “chips”


y legumbres recomendadas) Aguacate* Coco
Aceitunas*

Huevos, leche Leche, yogures desnatados Queso fresco bajo en grasa o tipo Leche entera, nata, cremas y flanes
y derivados Productos comerciales requesón Quesos duros o cremosos
elaborados con leche descremada Huevo entero
Clara de huevo

Pescado y marisco Pescado blanco Bacalao salado Huevas de pescado


Pescado azul*
Atún o sardinas en lata*
Marisco fresco o en lata

Carnes Ternera, buey, caballo, cordero, Embutidos en general, hamburguesas,


cerdo y jamón frankfurt, salchichas
(sólo partes magras) Vísceras

Aves y caza Pollo, pavo (sin piel) Conejo, venado, caza Ganso, pato

Grasas Aceite de oliva, girasol y maíz* Manteca de cerdo, mantequilla,


margarina

Postres Mermelada*, miel*, azúcar* Flan sin huevo Chocolates y pastelería


Repostería casera preparada Caramelos* Postres con leche entera, huevo,
con leche descremada nata o mantequilla
Frutos en almíbar*

Bebidas Agua mineral, zumos, infusiones Refrescos azucarados*


Café, té: 3 por día Bebidas alcohólicas de alta
Vino*, cerveza: 2 por día graduación*
Recomendaciones adicionales
Salsas. Preparadas con caldos vegetales, leche descremada y aceite en crudo. Evitar las elaboradas con mantequilla, margarina, leche entera, huevo o grasa de cer-
do.
Condimentos. Utilizar todo tipo de condimentos, sal con moderación.
Frecuencia aconsejable de ingesta de carnes y volatería. Carnes, 2-3 días por semana; pollo, pavo sin piel o conejo, 2-3 días por semana. Ingesta recomendada: no
más de una vez al día, sin superar los 200 g. Es importante retirar la grasa visible de la carne o la piel del pollo antes de cocinarla.
Modificación de la dieta base en caso de hipertrigliceridemia o sobrepeso. En estas frecuentes situaciones hay que limitar además los alimentos marcados con un as-
terisco (*).

mite de absorción de 700 mg/día. Ello explica que el paso saturadas, 10-12% de las poliinsaturadas y el resto de las mo-
de una dieta rica en colesterol (p. ej., 500 mg/día) a otra de noinsaturadas. Con una dieta de estas características y conte-
contenido superior no eleve la colesterolemia significativa- niendo menos de 300 mg/día de colesterol cabe esperar,
mente. Para el tratamiento de las dislipemias se recomienda aproximadamente, una reducción de la colesterolemia de
que el contenido dietético de colesterol sea inferior a 300 10-15%.
mg/día. Las vísceras, la yema de huevo, las carnes grasas y
algunos mariscos son fuentes importantes de colesterol dieté- Hidratos de carbono. Su acción sobre la colesterolemia se
tico. considera neutra, si bien las dietas muy ricas en hidratos de
carbono reducen las concentraciones de HDL-colesterol. El
Grasas de la dieta. Al contrario de lo que ocurre con el co- paso de una dieta normal a otra muy rica en hidratos de car-
lesterol, la capacidad del intestino para absorber la grasa de bono puede elevar la trigliceridemia, aunque en la mayoría
la dieta es prácticamente del 100%. Los trabajos de KEYS, AN- de los individuos sólo de forma transitoria.
DERSON y GRANDE demostraron que las modificaciones del co- Con una ingestión de hidratos de carbono dentro de lími-
lesterol dietético dependen del contenido de la dieta en gra- tes adecuados (50-60% del aporte calórico diario) no se ob-
sas saturadas, monoinsaturadas o poliinsaturadas. Las pri- servan efectos adversos sobre los lípidos plasmáticos.
meras (grasas animales y de coco y palma) elevan el LDL-co-
lesterol, mientras que las grasas poliinsaturadas (pescados y Fibra dietética. Con este término se designan diversos hi-
grasas vegetales) lo reducen. La grasa monoinsaturada más dratos de carbono complejos (celulosa, hemicelulosa, ligni-
importante en nuestra alimentación es el ácido oleico (acei- na, pectina, etc.) no digeribles por el intestino humano y que
te de oliva), que eleva el HDL-colesterol y puede reducir el se encuentran, sobre todo, en las frutas y verduras. Las dietas
LDL-colesterol, sin modificar la colesterolemia total. Hay dos ricas en fibra reducen el LDL-colesterol y pueden evitar la hi-
tipos de ácidos grasos poliinsaturados, los n-6 (linoleico, pertrigliceridemia inducida por hidratos de carbono. El au-
aceite de maíz) y los n-3, en los que son especialmente ricos mento del consumo de los alimentos ricos en fibra, hasta 30-
los pescados y animales marinos. Los ácidos grasos n-3 de ca- 40 g/día en la dieta, es altamente recomendable.
dena larga (20 átomos de carbono o más) reducen la síntesis
hepática de VLDL y son eficaces para el tratamiento de las hi- Proteínas. No se ha demostrado que las proteínas modifi-
pertrigliceridemias graves. quen significativamente la concentración de lípidos plasmá-
Se recomienda que la dieta no contenga más de un 30-35% ticos en la especie humana. Se aconseja que el 10-15% de las
de las calorías derivadas de las grasas, menos del 8% de las calorías de la dieta procedan de proteínas.

1924
ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LAS LIPOPROTEÍNAS

Alcohol. El alcohol etílico es una causa importante de hiper- Probucol. Reduce el LDL-colesterol en un 10-15% y el HDL-
lipemia secundaria y, además, contribuye a la aparición de colesterol en un 15-20% y es un potente antioxidante. Carece
obesidad. La ingesta de etanol produce hipertrigliceridemia de efecto sobre los triglicéridos. Se administra a dosis de
al bloquear la oxidación hepática de ácidos grasos libres y 500 mg 2 veces al día; el descenso de HDL-colesterol no pare-
estimular, al mismo tiempo, la lipólisis. Los individuos con al- ce incrementar el riesgo coronario. Al ser su efecto sobre el
teraciones primarias del metabolismo de los triglicéridos, es- LDL-colesterol menor que el de otros fármacos, se emplea so-
pecialmente por déficit del aclaramiento plasmático de bre todo en terapia combinada buscando sus efectos antioxi-
VLDL, son particularmente sensibles al etanol y su trigliceri- dantes de las lipoproteínas. El probucol hace regresar los
demia se eleva incluso con un consumo moderado. En indi- xantomas tendinosos y cutáneos.
viduos normales, un consumo inferior a 30 g de etanol por
día (una copa de vino o 250 mL de cerveza contienen unos Resinas de intercambio. Grupo de sustancias (colestirami-
12 g de etanol) no eleva el riesgo coronario ni produce alte- na, colestipol, filicol y dietilaminoetildextrano) que actúan
raciones lipídicas. reduciendo el LDL-colesterol al unirse, en el intestino del-
gado, a los ácidos biliares y al colesterol interrumpiendo la
circulación enterohepática. La excreción fecal de ácidos
Indicaciones de terapia farmacológica biliares aumenta entre 3 y 15 veces y el pool hepático de co-
La dieta es siempre básica para el tratamiento de las hiper- lesterol se reduce, lo que estimula la síntesis de receptores
lipemias; los fármacos hipolipemiantes deben asociarse a la LDL y acelera el aclaramiento plasmático de estas lipopro-
dieta y nunca sustituirla. Con el tratamiento dietético cabe teínas.
esperar una reducción de la colesterolemia del 10-15% sobre La colestiramina y el colestipol se han empleado extensa-
las cifras basales, siendo mayor la respuesta de los triglicéri- mente; se ha demostrado que, al reducir el LDL-colesterol,
dos. Esta respuesta puede ser suficiente en algunas personas también lo hace la morbimortalidad coronaria. Al no absor-
para alcanzar las cifras deseadas de lípidos plasmáticos. Si al berse en el intestino, las resinas carecen de toxicidad sistémi-
cabo de 6-12 semanas de dieta no se han alcanzado los obje- ca. Sin embargo, provocan frecuentes intolerancias digesti-
tivos terapéuticos [LDL-colesterol inferior a 160 mg/dL (4,2 vas (estreñimiento, flatulencia, náuseas) e interfieren en la
mmol/L) o, si coexisten dos o más factores de riesgo, menos absorción de algunos fármacos (ácido fólico, tiroxina, digo-
de 130 mg/dL (3,4 mmol/L)] se puede pasar a una dieta más xina, warfarina y vitaminas liposolubles), que deben admi-
estricta (menos del 7% de las calorías derivadas de grasa sa- nistrarse 2 h antes o después de la toma de las resinas.
turada y menos de 200 mg/día de colesterol) y esperar varias Las resinas están indicadas en las hipercolesterolemias. El
semanas más. Estas orientaciones son modificables (empleo tratamiento debe iniciarse a dosis bajas (4 g de colestiramina
precoz de hipolipemiantes) de acuerdo con el riesgo cardio- o 5 g de colestipol, 2 veces al día), aumentándolas progresi-
vascular del paciente y según se trate de prevención primaria vamente si la tolerancia es buena; se recomienda su inges-
o secundaria. tión antes de las comidas principales. La dosis habitual es de
La administración de hipolipemiantes debe estar precedi- 3-4 sobres por día (12-16 g de colestiramina o 15-20 g de co-
da de una prudente valoración de sus indicaciones (diagnós- lestipol), con lo que se logra un 25-30% de reducción del
tico correcto de la hiperlipemia) y requiere controles sucesi- LDL-colesterol. Los niveles de HDL-colesterol y de triglicéri-
vos para monitorizar la respuesta y la tolerancia. Algunos de dos pueden aumentar discretamente.
ellos (colestiramina, colestipol, gemfibrozilo, ácido nicotíni- El tratamiento combinado de resinas y otros hipolipemian-
co y lovastatina) se han administrado, solos o en combina- tes (fibratos, estatinas y ácido nicotínico) resulta muy eficaz
ción, en ensayos controlados que han demostrado que, junto y permite reducir la dosis de la resina, mejorando la toleran-
con el descenso de la colesterolemia, disminuyen los acci- cia.
dentes coronarios y producen una regresión de las lesiones Su asociación a fibratos está indicada en la hiperlipemia
coronarias en la angiografía. familiar combinada con fenotipo IIB y a estatinas en los hete-
rocigotos con hipercolesterolemia familiar.
Fibratos. Los más empleados en España son el bezafibrato,
el fenofibrato y el gemfibrozilo. Actúan estimulando la activi- Inhibidores de la HMG-CoA-reductasa (estatinas). Son el
dad de la LPL, lo que favorece la hidrólisis de partículas ricas grupo de hipolipemiantes (lovastatina, simvastatina y pravas-
en triglicéridos y la cesión de colesterol de las VLDL a las tatina) de introducción más reciente. Las estatinas son capta-
HDL. Su principal efecto es disminuir las concentraciones das por el hígado, donde actúan inhibiendo competitiva-
plasmáticas de VLDL y triglicéridos en un 40% o más, en tan- mente, de forma parcial y reversible, la HMG-CoA-reductasa,
to que sus efectos sobre las LDL son variables; los niveles de enzima limitante de la síntesis del colesterol. De esta forma
HDL-colesterol aumentan un 10-20%. Son eficaces en la disli- reducen el contenido de colesterol en el hígado, activan la
pemia diabética, puesto que reducen los niveles de ácidos síntesis de receptores LDL y aumentan el aclaramiento de las
grasos libres y mejoran el control glucémico. La fibrinogene- LDL por su receptor, reduciendo la concentración plasmáti-
mia suele disminuir y, en el caso del fenofibrato, también la ca de estas lipoproteínas. También disminuyen algo la pro-
uricemia. ducción hepática de VLDL, lo que explica su moderado efec-
Las dosis recomendadas de bezafibrato son 200 mg 3 ve- to hipotrigliceridemiante, y contribuyen al descenso de las
ces al día o 1 comprimido/día del compuesto retard; las LDL al faltar las partículas precursoras.
de fenofibrato, 100 mg 3 veces al día o una cápsula de Las dosis recomendadas de lovastatina son 10-80 mg/día,
250 mg/día, y las de gemfibrozilo, 600 mg 2 veces al día. Los de simvastatina, y de pravastatina, 5-40 mg/día; la respuesta
fibratos son generalmente bien tolerados y los efectos secun- terapéutica es dependiente de la dosis. En líneas generales,
darios incluyen intolerancia digestiva, potenciación del efec- la colesterolemia disminuye en un 25-40% y el LDL-colesterol
to de la warfarina y elevaciones de la creatinfosfocinasa en un 35-45%, lo que convierte a las estatinas en los hipoco-
(CPK), rara vez acompañadas de miopatía reversible. El efec- lesterolemiantes más potentes. Los triglicéridos pueden des-
to litogénico característico de los antiguos fibratos (clofibra- cender 10-20% y el HDL-colesterol se eleva un 5-10%. La aso-
to) es menor con estos compuestos. Su dosis debe reducirse ciación de estatinas y resinas posee un efecto sinérgico y
si se emplean para tratar la hiperlipemia secundaria a nefro- permite alcanzar reducciones de LDL-colesterol aún mayo-
patías. res, siendo una pauta especialmente útil en los heterocigotos
Sus principales indicaciones son la disbetalipoproteinemia con hipercolesterolemia familiar. Las estatinas son en gene-
familiar (tipo III), las hipertrigliceridemias primarias (tipos IV ral bien toleradas. Raras veces, las transaminasas hepáticas
y V), la hiperlipemia familiar combinada con fenotipo IIb o se elevan de forma discreta y transitoria, siendo recomenda-
IV y la dislipemia diabética. Asociados a las resinas son efica- ble la monitorización de estas enzimas a las 6 semanas de
ces en las hiperlipemias mixtas (fenotipo IIB). iniciar el tratamiento, a los 3 meses y luego cada 6 meses; no

1925
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

es necesario interrumpir la medicación, excepto si se tripli- España), mantiene la eficacia como hipolipemiante y causa
can las cifras normales, hecho que ocurre en menos del 1% menos efectos indeseables.
de los casos. La elevación es reversible al interrumpir la esta-
tina y no se han descrito casos de hepatitis crónica. Pueden Bibliografía especial
observarse elevaciones leves y transitorias de la CPK; raras CARMENA R (ed). Hiperlipoproteinemias, clínica y tratamiento, 2.a ed.
veces (0,1% con la lovastatina) aparece una miopatía, con Barcelona, Ediciones Doyma, 1990.
mialgias, debilidad muscular y elevación de la CPK hasta 10 CARMENA R. Tratamiento dietético y farmacológico de las dislipemias.
En: NAVARRO F (ed). Lípidos y enfermedad coronaria. Madrid, IMC,
veces por encima de sus límites normales. La asociación a ci- 1992; 155-182.
closporina, gemfibrozilo, eritromicina o ácido nicotínico ele- CARMENA R, GRUNDY SM. Dietary Management of Hypertriglyceridemic
va al 5% las probabilidades de aparición de miopatía, que Patients. Am J Cardiol 1991; 68: 35A-38A.
puede complicarse con rabdomiólisis y necrosis tubular agu- DURRINGTON PN (ed). Hyperlipidemia, diagnosis and management.
da. No es necesario monitorizar regularmente la CPK pero sí Londres, Wright, 1989.
debe hacerse cuando aparecen dolores musculares. ILLINGWORTH DR. Clinical complications of new drugs for lowering
El empleo de las estatinas en menores de 16 años y en mu- plasma cholesterol concentrations. Drugs 1991; 2: 151-160.
jeres fértiles no es aconsejable mientras no se disponga de MASANA L. Evaluación clínica de las alteraciones lipídicas. En: NAVA-
RRO F (ed). Lípidos y enfermedad coronaria. Madrid, IMC, 1992;
más datos sobre su seguridad a largo plazo. 135-153.
NATIONAL CHOLESTEROL EDUCATIONAL PROGRAM EXPERT PANEL ON DETEC-
Ácido nicotínico. A dosis farmacológicas es un eficaz agen- TION, EVALUATION, AND TREATMENT OF HIGH BLOOD CHOLESTEROL IN
te hipolipemiante, que reduce los niveles de VLDL y de LDL ADULTS. Adult Treatment Panel II. JAMA 1993; 269: 3.015-3.023.
y eleva los de HDL. En algunos estudios se ha demostrado OBERMAN A, KREISBERG RA, HENKIN Y (eds). Principles and manage-
también reducción de la Lp(a). Su empleo plantea proble- ment of lipid disorders. Baltimore, Williams and Wilkins, 1992.
mas debido a que en dosis terapéuticas (más de 2 g/día) RUBIÉS-PRAT J (ed). Temas actuales en hiperlipemias y arteriosclero-
pueden aparecer crisis de sofocación, exantema, urticaria, sis. Barcelona, Espaxs, 1992.
SCHAEFER EJ. Hyperlipoproteinemias and other lipoprotein disorders.
intolerancia digestiva, hiperuricemia, hiperglucemia, hepati- En: BECKER KL (ed). Principles and practices of endocrinology and
tis colestásica y otras alteraciones. Es recomendable la moni- metabolism. Filadelfia, JB Lippincott, 1990; 1.229-1.449.
torización de enzimas hepáticas y de la uricemia. Un deri- STEINER G, SCHAFRIR E (eds). Primary hyperlipoproteinemia. Nueva
vado del ácido nicotínico, el acipimox (no disponible en York, McGraw-Hill, 1991.

Glucogenosis y otras alteraciones del metabolismo


de los hidratos de carbono
P. Briones Godino y M.a L. Girós Blasco

Antes de describir las alteraciones del metabolismo de los


hidratos de carbono es necesario destacar su importancia y
la necesidad de que esté estrechamente regulado. Por una
Trastornos del metabolismo
parte, la glucosa es el sustrato de la glucólisis, única vía para
obtener energía (ATP) en condiciones de anaerobiosis o en
del glucógeno
ausencia de mitocondrias, como ocurre en los hematíes.
Además, la glucosa es la principal fuente energética del cere- Se incluyen bajo esta definición los trastornos genéticos
bro, por lo que una disminución de la glucosa disponible que afectan la vía de formación del glucógeno y las de su uti-
puede dañarlo significativamente. Esto justifica los comple- lización.
jos mecanismos de control que el hígado ha desarrollado El glucógeno es un polisacárido formado por moléculas
para mantener una glucemia constante. de glucosa unidas entre sí predominantemente por enlaces
La mayoría de los hidratos de carbono de la dieta provie- α-1,4 y en un 7-10% por enlaces α-1,6. Estas uniones confie-
nen del almidón, la sacarosa y la lactosa, que son hidroliza- ren a la molécula de glucógeno una estructura arbórea que
dos a los monosacáridos libres, glucosa, fructosa y galactosa, permite acumular millones de moléculas de glucosa sin va-
en la pared intestinal. La galactosa y la fructosa son rápida- riación de la presión osmótica. El contenido de glucógeno es
mente metabolizadas por el hígado mediante su conversión superior en el hígado que en el músculo (unos 70 mg/g de te-
a glucosa. Este metabolismo no está sujeto a regulación. La jido y unos 15 mg/g de tejido, respectivamente). Sin embar-
glucosa es utilizada como fuente de energía por todos los te- go, este contenido fluctúa notablemente como consecuen-
jidos. Sin embargo, el hígado sólo emplea una mínima parte cia de la alimentación y de los estímulos hormonales. En el
de la glucosa para obtener energía, ya que para ello consu- hígado, el glucógeno tiene como misión mantener la gluce-
me principalmente ácidos grasos. Su función fundamental es mia, y en el músculo, se utiliza para la obtención de energía
la conservación de la concentración plasmática de glucosa. (ATP) durante la contracción muscular.
Cuando ésta aumenta, por ejemplo tras la ingestión, el híga- Las vías metabólicas de síntesis y degradación del glucó-
do capta glucosa y la almacena en forma de glucógeno. geno se esquematizan en la figura 15.41. La internalización
Cuando la glucemia disminuye, como ocurre en el ayuno, el de la glucosa en los tejidos requiere su fosforilación a gluco-
hígado libera glucosa a la sangre en beneficio del cerebro, sa-6-fosfato (G-6-P), mediante una hexocinasa –que en el
los hematíes y otros tejidos. Esta glucosa proviene de la hi- hígado es específicamente una glucocinasa–. La G-6-P se
drólisis del glucógeno o de la gluconeogénesis a partir de convierte en glucosa-1-fosfato (G-1-P) mediante la fosfogluco-
precursores no hidratos de carbono (piruvato, lactato, glice- mutasa. La G-1-P utilizando uridintrifosfato (UTP) y mediante
rol y algunos aminoácidos). la pirofosforilasa de glucosiluridildifosfato se transforma en
En este capítulo se estudiarán los trastornos genéticos que uridindifosfato glucosa (UDPG). Seguidamente, a partir de
afectan el metabolismo del glucógeno, de la galactosa y de un polímero preexistente, se van añadiendo restos de gluco-
la fructosa. sa a través de enlaces α-1,4 por acción de la glucógeno-sinte-

1926
GLUCOGENOSIS Y OTRAS ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LOS HIDRATOS DE CARBONO

Lisosoma α-glucosidasa
Glucógeno Glucosa
(ΙΙ)
Citosol
Glucógeno
Enzima ramificante
(IV)
Glucógeno- (G) n+1 Pi
sintetasa
(0) Fosforilasa
(G) (V, VI)
UDP-G
PPi H20

UTP Amilo α-1, 6-glucosidasa


(III)
Galactosa Glucosa-6-fosfato

Translocasa
Glucosa Glucosa-6-fosfato Glucosa-6-fosfato Glucosa
Glucosa-6-fosfato-fosfatasa (Ib)
(Ia)
Fructosa-6-fosfato
Retículo endoplásmico Fosfofructocinasa
(VII)
Fructosa-1,6-fosfato

Glicerol Fosfato de triosa Fructosa

Fosfoenolpiruvato

Lactato
Piruvato
Citosol Alanina

Mitocondria
Piruvato

Acil-CoA
Fig. 15.41. Glucogenosis y otras altera-
ciones del metabolismo de los hidratos de
carbono. Los números romanos indican el Ciclo de Krebs Síntesis de ácidos grasos
tipo de glucogenosis causado por la defi-
ciencia de la enzima correspondiente.

tasa. Mediante la enzima ramificante α-1,4-glucano (α -1,4- como dador o captador de glucosa, dependiendo de los ni-
glucano-6-glucosiltransferasa), que transfiere un oligosacári- veles extracelulares. Las enzimas clave para la regulación
do con uniones α-1,4 a una posición α-1,6, se completa la es- son la fosforilasa y la sintetasa. Hormonas como el glucagón
tructura normal del glucógeno. activan la glucogenólisis a través de una serie de reacciones
La degradación del glucógeno se lleva a cabo mediante dos en cascada que utilizan el AMPc para la activación de la fos-
sistemas enzimáticos: la fosforilasa y la enzima desramifican- forilasa y la inhibición de la sintetasa. Por su parte, la insuli-
te. La fosforilasa hidroliza los enlaces α-1,4 liberando G-1-P. na activa la síntesis de glucógeno.
Esta enzima se presenta en una forma activa a, fosforilada, y En el músculo no existe la regulación del metabolismo del
una inactiva b. El paso de la forma b a la a requiere la partici- glucógeno a través de la glucosa. El calcio estimula la fosfori-
pación de la enzima fosforilasa-b-cinasa. La enzima desrami- lasa-b-cinasa, y es el mismo glucógeno el que actúa inhibien-
ficante es una proteína bifuncional. Su actuación incluye dos do la síntesis excesiva. Al igual que en el hígado, la insulina
pasos. En el primero transfiere tres restos de glucosa de una favorece la síntesis de glucógeno.
cadena lateral en degradación a una central (actividad de Atendiendo a las manifestaciones clínicas, a los criterios
transferasa de glucano), dejando un único resto de glucosa de diagnóstico y a su tratamiento, los trastornos genéticos
unido a la cadena central por un enlace α-1,6. Éste es hidroli- que afectan el metabolismo del glucógeno pueden dividirse
zado en un segundo paso a glucosa libre (actividad α-1,6- en dos categorías: las que tienen una fisiopatología hepática
amilasa). hipoglucémica y las musculares. Dentro del primer grupo es-
Esta degradación del glucógeno se traduce en la forma- tarían las glucogenosis tipos Ia, Ib, III, VI y VIa, y dentro del
ción de glucosa libre en un 8-10% y de G-1-P en un 90%. La G- segundo las glucogenosis tipos V, VII y los defectos de la glu-
1-P es convertida en G-6-P por acción de la fosfoglucomutasa. cólisis que no causan acumulación de glucógeno. Sin em-
Para poder ser liberada al torrente sanguíneo y de este modo bargo, existen entidades que presentan una fisiopatología pe-
mantener la glucemia, la G-6-P debe ser desfosfatada a gluco- culiar, como las glucogenosis tipos II y IV.
sa mediante la enzima glucosa-6-fosfatasa. En el músculo, la Si bien la nomenclatura más difundida de las glucogenosis
G-1-P y la G-6-P entran en la glucólisis para la obtención de es la de la numeración romana, existen ciertas confusiones
ATP durante la contracción muscular. por la asignación de diferente numeración para una misma
La regulación del metabolismo del glucógeno en el híga- entidad. Por ello es recomendable nombrarlas utilizando el
do se lleva a cabo a través de la concentración de glucosa defecto enzimático. El uso de los nombres propios se mantie-
extracelular. Para mantener la glucemia, el hígado actúa ne por razones históricas (tabla 15.49).

1927
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.49. Trastornos del metabolismo del glucógeno


Tipos Sinónimos Déficit enzimático Datos de laboratorio Órganos afectados Síntomas clínicos
Ia Enfermedad de Von Gierke Glucosa-6-fosfato-fosfatasa Hipoglucemia Hígado Hepatomegalia y nefromegalia
Acidemia láctica Riñón Retraso en el crecimiento
Hiperuricemia Intestinos
Hiperlipemia
↑ glucógeno eritrocitario

Ib Glucosa-6-fosfato- Igual que en el tipo Ia Igual que el tipo Ia Más grave que el tipo Ia con
translocasa más neutropenia esplenomegalia e
infecciones recurrentes

Ic Fosfotranslocasa Hepatomegalia

II Enfermedad de Pompe α-glucosidasa lisosomal Oligosacariduria Todos Cardiomegalia


↑ glucógeno eritrocitario Hepatomegalia
Hipotonía muscular
Formas infantiles, juveniles
y adultas

III Enfermedad de Cori Amilo α-1,6-glucosidasa Hipoglucemia y acidemia Hígado Hepatosplenomegalia


(enzima desramificante) láctica no tan grave Músculo Hipotonía muscular
como en el tipo I Corazón Miocardiopatía
Oligosacariduria
↑ glucógeno eritrocitario

IV Enfermedad de Andersen α-1,4-glucano-6 Hígado Hepatosplenomegalia


glucosiltransferasa Cirrosis hepática
(enzima ramificante) Hipotonía muscular

V Enfermedad de McArdle Fosforilasa muscular Mioglobinuria Músculo Debilidad y calambres durante


esquelético el ejercicio muscular
Formas leves y graves

VI Enfermedad de Hers Fosforilasa hepática Oligosacariduria Hígado Hepatomegalia

VIa Fosforilasa-b-cinasa Hipoglucemia durante Hígado Hepatomegalia


hepática el ayuno Retraso en el crecimiento
↑ glucógeno eritrocitario Formas autosómicas recesivas
y ligadas al cromosoma X
Fosforilasa-b-cinasa Corazón Cardiopatía
(corazón) Hepatosplenomegalia
Fosforilasa-b-cinasa Músculo Hipotonía muscular
(muscular)

VII Enfermedad de Tauri Fosfofructocinasa Hemólisis Músculo Intolerancia al ejercicio


Hiperuricemia esquelético e insuficiencia respiratoria

0 Glucógeno-sintetasa Acidemia láctica Hepatomegalia


Hipoglucemia en ayunas

En conjunto, la prevalencia de las glucogenosis es de insuficiencia renal, adquiere gran importancia en los indivi-
1:20.000-1:25.000, siendo los tipos I, II, III y IV los más frecuen- duos afectos a partir de la adolescencia. Suelen desarrollarse
tes. Todas ellas se transmiten de forma autosómica recesiva, adenomas hepáticos, que en algunos casos pueden maligni-
con excepción de la deficiencia de fosforilasa-b-cinasa que zarse. Aparecen anemia moderada, debido a hemorragias fre-
está ligada al cromosoma X. cuentes, y diátesis hemorragípara, a causa de trastornos de la
función plaquetaria. Son frecuentes las diarreas por la malab-
sorción intestinal de la glucosa y osteoporosis por las acide-
Glucogenosis tipo Ia o enfermedad mias crónicas y la insuficiencia renal que presentan estos pa-
de Von Gierke cientes. El diagnóstico definitivo se lleva a cabo mediante
valoración de la glucosa-6-fosfato-fosfatasa en el hígado y la
demostración de los agregados de glucógeno en el citoplas-
Esta entidad se debe a la deficiencia de la enzima glucosa- ma de los hepatocitos. En los pacientes en los que la hipoglu-
6-fosfato-fosfatasa, que conduce a la incapacidad para la ob- cemia y la acidosis láctica no son tan patentes, puede efec-
tención de glucosa a través de la glucogenólisis y la gluco- tuarse la prueba del glucagón en ayunas, que consiste en
neogénesis. determinar el incremento de los niveles de lactato superiores
Este trastorno se manifiesta ya en el primer año de vida por a 2,4 mmol/L frente a una respuesta normal de glucosa.
hipoglucemia sintomática, hepatomegalia, nefromegalia, fa- El tratamiento se basa en evitar las hipoglucemias y la aci-
cies redondeada e hipotrofia muscular. Las hipoglucemias, dosis láctica mediante una alimentación frecuente durante
más o menos graves, se acompañan de acidosis láctica e hi- el día y continua por sonda nasogástrica durante la noche. El
perlipemia, que incluye tanto la elevación de los triglicéridos régimen debe incluir un 60% de hidratos de carbono que no
como del colesterol. Esta hiperlipemia puede producir xan- contengan galactosa o fructosa. Es apropiado el empleo de
tomas eruptivos y cambios retinianos típicos. La hepatome- harina de maíz crudo como base dietética. Dado que con la
galia y la nefromegalia son importantes, en tanto que la edad los niveles de ácido úrico tienden a ser muy elevados,
esplenomegalia es discreta. La hiperuricemia, como conse- deben controlarse con alopurinol (inhibidor de la xantina-
cuencia del aumento del metabolismo de las purinas y de la oxidasa). Sin embargo, no está claro si con este régimen se

1928
GLUCOGENOSIS Y OTRAS ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LOS HIDRATOS DE CARBONO

evita el riesgo de la degeneración maligna del hígado, así ción de glucógeno, de la deficiencia de amilo alfa-1,6-gluco-
como el de aterosclerosis consecuente a la hiperlipemia. En sidasa en hematíes y de la presencia de oligosacáridos ricos
algunos casos se han practicado anastomosis portocava, aun- en glucosa en la orina. Sin embargo, dada la gran variabili-
que no siempre con éxito. El trasplante hepático debe consi- dad fenotípica, en los pacientes que presentan manifestacio-
derarse tras el fracaso de las otras posibilidades terapéuticas nes clínicas muy sugerentes y normalidad enzimática en los
y para evitar las complicaciones, como la aparición de ade- hematíes se recomienda la investigación de la actividad enzi-
nomas y su malignización. No es posible en la actualidad el mática en otros tejidos (fibroblastos, hígado y músculo). El
diagnóstico prenatal. tratamiento es el mismo que para la glucogenosis tipo I, pero
dado que las hipoglucemias no son tan intensas, sólo en los
Glucogenosis tipo Ib o deficiencia casos más graves se requiere la alimentación nocturna naso-
gástrica. En la mayoría de los casos es suficiente una comida
de la actividad translocasa microsomal nocturna. Se puede añadir galactosa y fructosa y también
proteínas, siempre que el 40-50% del aporte calórico total
La función de esta enzima es el transporte de la G-6-P den- proceda de los hidratos de carbono.
tro del retículo endoplásmico, para su posterior hidrólisis por
la glucosa-6-fosfato-fosfatasa. Los individuos que padecen
esta enfermedad presentan una clínica similar a la del tipo Glucogenosis tipo IV, enfermedad
Ia, algo más grave y con dos rasgos típicos, la neutropenia y de Andersen o amilopectinosis
las infecciones recurrentes. Las pruebas de laboratorio,
como las de tolerancia, son las mismas que se utilizan para Esta glucogenosis está causada por la deficiencia de la en-
el tipo Ia. En estos pacientes se observa una actividad normal zima ramificante amilo α-1,4-1,6-glucotransferasa. Clínica-
glucosa-6-fosfato-fosfatasa en hígado congelado o en presen- mente estos pacientes presentan, en el período de lactancia,
cia de detergentes (debido a la rotura de membranas, que li- hepatosplenomegalia progresiva, hipotonía muy intensa y
beran las enzimas particuladas). La actividad es nula cuando atrofia muscular, con desarrollo consiguiente de cirrosis he-
se mide en tejido fresco. Se puede determinar el transporte pática a causa de la acumulación de glucógeno de estructu-
de la glucosa en los neutrófilos polimorfonucleares. El trata- ra anormal, sin ramificaciones. Los pacientes fallecen en el
miento es el mismo que para la Ia. Tampoco es posible el segundo año de vida por insuficiencia hepática y cardiopa-
diagnóstico prenatal. tía. Presentan una hepatopatía grave, sin hipoglucemias y
con unos niveles de glucógeno dentro de la normalidad. El
diagnóstico se basa en la demostración del déficit enzimáti-
Glucogenosis tipo II o enfermedad de Pompe co en fibroblastos y hematíes y en la acumulación de glucó-
geno de estructura anómala en tejidos. El único tratamiento
Esta glucogenosis se debe a la deficiencia de la enzima paliativo es, al parecer, el trasplante hepático (efectuado en
α-glucosidasa, encargada de la degradación del glucógeno un solo paciente pero con resultados muy alentadores). El
intralisosomal. A diferencia de las otras glucogenosis, no pro- diagnóstico prenatal es posible utilizando tanto amniocitos
voca las anomalías típicas del metabolismo intermediario. como vellosidades coriónicas cultivadas.
Hay tres formas de presentación: infantil, juvenil y adulta. La
primera se caracteriza por hipotonía con debilidad muscu-
lar, cardiomegalia y hepatomegalia. Las enzimas musculares Glucogenosis tipo V o enfermedad de McArdle
están aumentadas. Estos pacientes suelen fallecer al año de
vida por insuficiencia cardíaca. La forma juvenil cursa con Está causada por la deficiencia de la enzima fosforilasa
distrofia muscular de carácter progresivo y anomalías en la muscular. Clínicamente estos pacientes presentan intoleran-
marcha. La visceromegalia es variable. La evolución es lenta cia al ejercicio, asociada a mialgias y debilidad muscular,
hasta la muerte por descompensación cardiorrespiratoria. La que desaparece en el reposo. En la mitad de los casos se pro-
forma adulta se manifiesta en la segunda o la tercera déca- ducen mioglobinuria e insuficiencia renal. La edad de apari-
das sólo con miopatía. El diagnóstico definitivo se efectúa ción más frecuente es la infancia. Sin embargo, existe una
mediante la valoración de la α-glucosidasa en fibroblastos gran variabilidad fenotípica, que comprende desde una mio-
y la acumulación intralisosomal de glucógeno en hígado y patía infantil fatal hasta una miopatía moderada de aparición
músculo. Estos pacientes presentan además una oligosacari- en la cuarta o la quinta décadas. El diagnóstico definitivo
duria típica. No existe tratamiento. Es posible el diagnóstico se establece mediante la determinación de fosforilasa en
prenatal mediante la valoración enzimática en vellosidades músculo obtenido por biopsia.
coriónicas y amniocitos.

Glucogenosis tipo VI o enfermedad de Hers


Glucogenosis tipo III o enfermedad de Cori
En este grupo se incluyen los pacientes que presentan dé-
Esta entidad se debe a la deficiencia de la enzima desra- ficit de la actividad fosforilasa no muscular. Esta enzima se
mificante, amilo-α-1,6-glucosidasa. Clínicamente estos pa- presenta en dos formas: una inactiva, b, que se transforma en
cientes pueden presentar hipoglucemias a partir del primer activa, a, por fosforilación de un resto de serina, catalizado
año de vida, junto con una clínica muy similar a la del tipo Ia por la enzima fosforilasa-b-cinasa. La fosforilasa-b-cinasa es
pero más leve. Sin embargo, se diferencia de esta última por una proteína heteropolimérica formada por cuatro subunida-
la presencia de esplenomegalia y porque ésta disminuye, des diferentes (α, β, γ y δ) codificadas por genes diferentes.
al igual que la hepatomegalia, con la edad. Hay diferentes La subunidad α está codificada en el cromosoma X. La sub-
formas fenotípicas. En general evolucionan con la edad a unidad δ es una calmodulina que permite que la fosforilasa-
miopatía muscular, que puede causar incapacidad en los cinasa sea regulada a través del calcio. La actividad catalítica
adultos. Alrededor del 80% de los pacientes presentan hipo- se sitúa en la subunidad γ, que confiere además especifici-
glucemia en ayunas, con elevación de colesterol y triglicéri- dad tisular. Las subunidades α y β son las que regulan la acti-
dos mucho más atenuada que en el tipo Ia; nunca se detecta vidad catalítica en función del grado de fosforilación. Por lo
hiperuricemia. Después de la administración de adrenalina o tanto, el déficit de fosforilasa puede estar causado tanto por
glucagón en ayunas, la respuesta de la glucosa es anormal, una alteración de la fosforilasa per se como por una muta-
aunque puede ser normal si se realiza la prueba posprandial. ción en los genes que codifican cada una de las cuatro sub-
No hay aumento de ácido láctico, pero la cetosis es manifies- unidades de la fosforilasa-b-cinasa. Así pues, dentro de este
ta. El diagnóstico se basa en la demostración de la acumula- grupo se incluyen: a) déficit de fosforilasa hepática, de he-

1929
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

rencia autosómica recesiva; b) déficit de fosforilasa-b-cinasa diales. El hígado está ligeramente aumentado de tamaño
hepática, ligada al cromosoma X o autosómica recesiva, y y las manifestaciones clínicas son similares a las de las hi-
c) déficit de la fosforilasa-b-cinasa hepática y muscular de poglucemias cetósicas. La prueba del glucagón es anormal,
herencia autosómica recesiva. con obtención de una curva plana de glucosa. La prueba de
Aunque clínicamente existe una gran variabilidad fenotípi- las hexosas produce un aumento de lactato. Al igual que la
ca, las manifestaciones más frecuentes son la hepatomegalia, glucogenosis tipo III, el déficit se demuestra en el hígado
el retraso motor y del crecimiento y la hiperlipemia. Algunos y en los hematíes. El tratamiento consiste en comidas fre-
pacientes presentan hipoglucemia cetósica en ayunas. En cuentes ricas en proteínas para prevenir la hipoglucemia y la
ciertos pacientes la prueba de la galactosa se halla alterada, cetosis.
con aumento del ácido láctico, mientras que en otros es nor-
mal. La prueba de estimulación del glucagón es muy variable
y poco informativa. Se han descrito algunos pacientes con dé- Otros defectos en la glucólisis que no causan
ficit sólo de la fosforilasa-cinasa muscular y con una presenta- acumulación de glucógeno
ción clínica variable desde una miopatía grave en la infancia
hasta una intolerancia al ejercicio en un paciente adulto. Se Se han descrito casos aislados con déficit de fosfoglicera-
han descrito 2 pacientes que presentaron un déficit de fosfori- to-cinasa, fosfoglicerato-mutasa o láctico-deshidrogenasa
lasa-cinasa exclusivamente en el miocardio, de curso mortal. muscular. Estos pacientes presentan un cuadro clínico simi-
El diagnóstico de la deficiencia de fosforilasa hepática lar al de aquellos con glucogenosis tipo V.
puede realizarse en hematíes, aunque éstos no siempre refle-
jan la actividad hepática, como consecuencia de las numero-
sas isoenzimas de este tipo celular. El diagnóstico diferencial
con las glucogenosis tipos I y III se basa en la sintomatología,
mucho más benigna, que en ocasiones ni siquiera justifica la Trastornos del metabolismo
biopsia hepática. En los déficit de fosforilasa-b-cinasa ligados
al cromosoma X, la demostración del estado homocigoto o de la galactosa
heterocitogo puede establecerse por la medición enzimática
en hematíes. Para la forma autosómica recesiva, mucho más Se conocen tres trastornos del metabolismo de la galacto-
grave, es necesaria la valoración de la enzima en tejido hepá- sa que producen galactosemia: las deficiencias de galactoci-
tico. En las formas musculares, tanto de músculo esquelético nasa, galactosa-1-fosfato-uridiltransferasa y uridindifosfoga-
como de miocardio, es necesario remitirse a dichos tejidos. lactosa-4-epimerasa. Estas tres entidades son de herencia
En las formas hepáticas se ha detectado la presencia de oli- autosómica recesiva y causan algún tipo de síndrome tóxico.
gosacáridos ricos en glucosa. En la mayoría de los casos no Por ello, es esencial establecer un diagnóstico y un trata-
se requiere una terapia especial. miento rápidos.
La fuente más importante de galactosa en la dieta es el di-
sacárido lactosa, principal azúcar de la leche. La hidrólisis
Glucogenosis tipo VII o enfermedad de Tauri de la lactosa por la lactasa intestinal la desdobla en sus dos
componentes, glucosa y galactosa. La galactosa es metaboli-
Se debe a la deficiencia de la enzima fosfofructocinasa, zada en el hígado mediante una serie de reacciones enzimá-
cuya función es fosforilar la fructosa-6-fosfato a fructosa-1,6- ticas que tienen como objetivo su isomerización a glucosa,
difosfato (fig. 15.41). Por lo tanto, un bloqueo de este paso para su posterior utilización. El metabolismo de la galactosa
determina la incapacidad para la obtención de energía a par- y sus trastornos tienen particular importancia en el recién na-
tir de la glucosa libre o del glucógeno. La enzima es un tetrá- cido, cuya nutrición está basada en la ingesta de leche.
mero, que en el músculo está formado por un único tipo de La primera reacción es la fosforilación de la galactosa por
subunidades. En los hematíes se expresan dos subunidades la galactocinasa. El gen para esta enzima se localiza en la
diferentes, la del músculo y la hepática. Los pacientes afec- zona q21-22 del cromosoma 17:
tos de esta deficiencia presentan una miopatía muscular con
intolerancia al ejercicio acompañado de calambres, mioglo- Galactosa + ATP Galactocinasa → Galactosa-1-fosfato + ADP
binuria e hiperuricemia. Estos dos últimos síntomas son me-
nos acusados que en la glucogenosis tipo V, entidad clínica- El segundo paso es catalizado por la galactosa-1-fosfato-
mente muy similar. Se diferencia, además, de esta última uridiltransferasa (gal-PUT), cuyo gen está localizado en la
porque los pacientes presentan anemia hemolítica (como zona 9p13:
consecuencia del déficit parcial de la fosfofructocinasa eri-
trocitaria). El diagnóstico se basa en la demostración del dé- Galactosa-1-fosfato + UDP-glucosa Gal-1-PUT →
ficit enzimático en el músculo y el déficit parcial en los he- UPD Galactosa + Glucosa-1-fosfato
matíes. Aunque la acumulación de glucógeno es moderada,
éste presenta una estructura lineal parecida a la que se de- Finalmente, la conversión de UDP-galactosa en UDP-gluco-
tecta en la glucogenosis tipo IV. Esto se debe al incremento sa es llevada a cabo por acción de una epimerasa cuyo locus
de la G-6-P que se produce como consecuencia del bloqueo. se sitúa en 1pter-p32:
Este incremento activa la glucógeno-sintetasa, lo que ocasio-
na un desequilibrio de la relación entre la actividad de esta UDP-galactosa ← UDP-galactosa-4-epimerasa → UDP-glucosa
última enzima y la ramificante. Estos pacientes no requieren
una terapia específica, pero es recomendable, a diferencia Esta reacción, aparte de su intervención en el metabolis-
de las otras glucogenosis, no tomar hidratos de carbono an- mo de la galactosa, tiene un amplio significado biológico en
tes del ejercicio, ya que provocan una disminución de los las situaciones en las que sólo se dispone de glucosa y requi-
ácidos grasos libres y cuerpos cetónicos, única fuente alter- riéndose galactosa como constituyente de polisacáridos
nativa del músculo en estos pacientes. complejos.
Cuando el metabolismo de la galactosa está interrumpido
por deficiencia de alguna de sus enzimas, se acumulan los
Glucogenosis tipo 0 o deficiencia sustratos precedentes no metabolizados. En todos los casos
de glucógeno-sintetasa hay acumulación de galactosa, que es demostrable en san-
gre (galactosemia) y orina (galactosuria). La galactosa acu-
Los pacientes con este trastorno presentan hipoglucemias mulada puede reducirse mediante la aldosa-reductasa. El ga-
e hipercetosis en ayunas e hiperlacticoacidemias pospran- lactitol así formado no se metaboliza ulteriormente, sino que

1930
GLUCOGENOSIS Y OTRAS ALTERACIONES DEL METABOLISMO DE LOS HIDRATOS DE CARBONO

se acumula en algunos tejidos o es excretado por el riñón. La Deficiencia de galactosa-1-


aldosa-reductasa es particularmente abundante en el cristali-
no, donde el galactitol formado se acumula causando catara- fosfatouridiltransferasa o galactosemia clásica
tas por efecto del aumento de la presión osmótica. También,
aunque en menor proporción, la galactosa puede ser oxida- Este síndrome fue descrito en 1935. Las estimaciones de su
da a galactonato. La presencia de galactitol y galactonato incidencia son muy variables, pero la prevalencia media es
puede demostrarse en plasma, orina o tejidos de los pacien- de 1/62.000.
tes galactosémicos. La enfermedad se manifiesta durante la lactancia, a partir
En las deficiencias de transferasa y epimerasa se acumula del cuarto o quinto día de vida, por ictericia, rechazo del ali-
además galactosa-1-fosfato, que es demostrable en hematíes y mento, letargia, hepatomegalia, edema y ascitis, que suelen
otros tejidos de los pacientes afectos. Este compuesto se ha llevar a la muerte por insuficiencia hepática y renal y sepsis
relacionado con la afectación sistémica y neurológica que ca- (normalmente por Escherichia coli). Es importante suspender
racteriza estas enfermedades, aunque la causa bioquímica de la administración de leche tan pronto se sospeche el diag-
su toxicidad no está aún totalmente aclarada. En los dos ca- nóstico de galactosemia. Éste se basa en la demostración de
sos descritos de deficiencia de epimerasa generalizada había galactosa y galactitol en plasma u orina y de galactosa-1-fos-
también una elevación de UDP-galactosa en los hematíes. fato en hematíes. El defecto enzimático se confirma en los
El cuadro clínico de las galactosemias es el resultante de glóbulos rojos, aunque también puede estudiarse en fibro-
la toxicidad de la galactosa o sus derivados. En la deficiencia blastos. Es posible el diagnóstico de portadores.
de galactocinasa es más leve y suele limitarse al desarro- El diagnóstico se complica por la frecuencia de polimorfis-
llo de cataratas. En las deficiencias de transferasa y epimera- mos para el gen, muchos de los cuales originan deficiencias
sa aparece un cuadro agudo caracterizado por rechazo del parciales. Pueden investigarse por electroforesis. Entre ellos
alimento, vómitos, diarreas, fallo de crecimiento, ictericia, es particularmente frecuente la variante Duarte, que tiene
hepatopatía, retraso mental y cataratas. una actividad del 50%. Es importante evaluar la trascenden-
En algunos países se llevan a cabo programas de detec- cia clínica de estas variantes y, especialmente, de los hetero-
ción precoz de galactosemia en recién nacidos. Sin embar- cigotos compuestos Duarte/galactosemia. Esta es una enti-
go, en la mayoría de los casos, cuando se detecta un caso dad relativamente frecuente (1/3.000-4.000) y, por lo general,
positivo, el niño afecto ha sido ya ingresado en el hospital, benigna, pero la conveniencia del tratamiento debe juzgarse
normalmente a causa de su ictericia. en cada paso tras la investigación de los distintos parámetros
Ante un paciente con un cuadro clínico sugestivo de ga- bioquímicos implicados (galactosa, galactosa-1-fosfato, acti-
lactosemia y que consume una dieta láctea, el primer dato vidad transferasa, prueba de función hepática y renal, etc.) y
diagnóstico es la presencia de cuerpos reductores en orina. la observación del paciente.
El diagnóstico se basa en la demostración de los metabolitos El estudio de las mutaciones responsables de la galactose-
acumulados y del déficit enzimático en hematíes, aunque mia y sus polimorfismos puede realizarse actualmente en el
también puede determinarse en fibroblastos cultivados. Es plano molecular.
importante tener en cuenta que si se han realizado transfu- En los pacientes que logran sobrevivir sin diagnóstico y en
siones sanguíneas, las determinaciones deben posponerse aquellos en los que el tratamiento dietético no es adecuado,
3-4 meses. la galactosemia continuada conduce a ceguera, cirrosis he-
El tratamiento se basa, en todos los casos, en la restricción pática y retraso mental.
de la galactosa de la dieta. En la deficiencia de transferasa El tratamiento consiste en la eliminación de la galactosa
ha de ser total, mientras que en la de epimerasa debe ser par- de la dieta de por vida. El cumplimiento debe controlarse de
cial. En los cuadros agudos, los síntomas desaparecen con forma rigurosa. Para ello es aconsejable valorar la galacto-
rapidez tan pronto se ha instaurado la alimentación sin ga- sa-1-fosfato y el galactitol. Estos metabolitos, aunque dismi-
lactosa. nuyen notablemente con la dieta, nunca se normalizan y
conviene que su concentración se mantenga lo más baja po-
sible.
Deficiencia de galactocinasa Una vez instaurado el tratamiento, los síntomas desapare-
cen. En muchos de los casos las cataratas revierten. Sin em-
La galactocinasa es la enzima responsable de la fosforila- bargo, estudios de pacientes galactosémicos tratados mues-
ción de la galactosa. En los individuos afectos, las cataratas tran que, en cierto número de casos, la dieta exenta de
son normalmente la única alteración, aunque en algún caso galactosa no es capaz de prevenir totalmente el daño neuro-
se han descrito trastornos neurológicos cuya relación con la lógico y que la mayoría de las mujeres afectas presentan fallo
enfermedad no ha sido totalmente aclarada. ovárico. Esta falta de total eficacia del tratamiento se ha rela-
La detección de los pacientes suele realizarse en el curso cionado con varios factores: con el posible efecto in utero,
de proyectos masivos de diagnóstico precoz de galactose- con la toxicidad de la galactosa-1-fosfato que no logra elimi-
mia. Su prevalencia se ha calculado en 1/40.000 recién naci- narse por completo y con el efecto de la propia restricción
dos. Esta deficiencia debería investigarse en todos los indivi- de galactosa. Aunque se aconseja la restricción materna de
duos con cataratas nucleares. El primer paso consiste en lactosa durante el embarazo para evitar el daño prenatal, su
demostrar el aumento de galactosa y galactitol en sangre y efectividad no está bien establecida.
orina tras la ingestión de leche o la prueba de sobrecarga de El diagnóstico prenatal es posible valorando el galactitol
galactosa. La confirmación del defecto enzimático se realiza en líquido amniótico o la actividad transferasa en vellosida-
normalmente en sangre total, aunque también puede efec- des coriónicas o amniocitos cultivados.
tuarse en lisado de hematíes o fibroblastos cultivados. Los in-
dividuos heterocigotos tienen una actividad intermedia.
La eliminación de la leche de la dieta parece ser suficiente Deficiencia de uridindifosfogalactosa-4-
para evitar el desarrollo de cataratas, de modo que pueden epimerasa
tolerarse otras fuentes menores de galactosa, como legum-
bres, verduras, derivados lácteos, productos farmacéuticos
con galactosa como excipiente, etc. Se han descrito 2 casos de deficiencia generalizada de epi-
Se ha postulado una predisposición de los heterocigotos a merasa. El cuadro clínico es totalmente similar al de la galac-
desarrollar cataratas precoces. La cuestión no está todavía tosemia clásica e incluye la hipotonía como un rasgo carac-
bien aclarada, pero, aun sin apoyo científico comprobado, terístico.
parece aconsejable para los heterocigotos restringir la inges- El diagnóstico se sospecha por el hallazgo de galactosemia,
ta de leche. acumulación de galactosa-1-fosfato y la actividad transferasa

1931
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

normal. La confirmación del defecto enzimático se realiza en diagnósticas alternativas. La presencia de fructosa en la orina
lisado de hematíes. La labilidad de esta enzima, incluso con- y la respuesta de hipoglucemia a la prueba de la tolerancia a
gelada, exige utilizar una muestra de sangre recién extraída (1- la fructosa apoyan el diagnóstico, cuya confirmación requie-
3 días). Los heterocigotos muestran actividad intermedia. re la medida de la actividad fructoaldolasa en tejido hepático.
El tratamiento es complicado pues tiene que conseguirse No se sabe si la patogenia de la enfermedad reside en el
una restricción de galactosa equilibrada para limitar la for- efecto tóxico de la fructosa-1-fosfato o en la falta concomi-
mación de galactosa-1-fosfato y, a la vez, suministrar las mo- tante de ATP, por secuestro del fósforo inorgánico.
léculas de galactosa necesarias para la síntesis de sus deriva- El tratamiento indicado es la exclusión de la fructosa de la
dos. Esto es así, ya que los pacientes con deficiencia de dieta y su control estricto hasta los 5-6 años. Después los pa-
actividad epimerasa son incapaces de sintetizar galactosa a cientes se autocontrolan, pues desarrollan aversión a los ali-
partir de glucosa, por lo que la galactosa resulta indispensa- mentos que contienen fructosa como los dulces. El pronósti-
ble en su dieta. Los 2 pacientes descritos muestran deficien- co es excelente en la mayoría de los casos. Los síntomas
cias en el desarrollo psicomotor. desaparecen en pocos días, excepto la hepatomegalia que
Existe un tipo de deficiencia de epimerasa limitada a los persiste varios años. La ausencia de caries dentaria en los pa-
hematíes que cursa sin manifestaciones clínicas. Este hecho cientes es una buena prueba del cumplimiento de la dieta.
fue descrito por primera vez en 1971 y los casos se descu-
bren en programas de detección precoz de galactosemia.
Deficiencia de fructosa-1,6-difosfatasa
Esta enzima es clave en la gluconeogénesis, pues posibili-
ta el paso de fructosa-1,6-difosfato a fructosa-6-fosfato. El paso
Trastornos del metabolismo inverso es catabolizado por la fosfofructocinasa, una enzima
irreversible. Se asocia a las alteraciones del metabolismo de
de la fructosa la fructosa porque los pacientes, como en otros bloqueos
de la gluconeogénesis, presentan intolerancia a la fructosa.
Se conocen tres trastornos del metabolismo de la fructosa. Los síntomas pueden aparecer en el período neonatal o en
La fructosuria esencial, la intolerancia hereditaria a la fructo- la primera infancia. El cuadro clínico se caracteriza por epi-
sa y el déficit de fructosa-1,6-difosfatasa. Los dos primeros sodios de hiperventilación, apneas, hipoglucemia, cetosis y
atañen al metabolismo de la fructosa per se, es decir, a su acidosis láctica. Puede ser letal en el recién nacido. En otros
conversión en metabolitos utilizables por la glucólisis o la casos las manifestaciones son más tardías, después de los
gluconeogénesis. La deficiencia de fructosa-1,6-difosfatasa 6 meses y normalmente son desencadenadas por condicio-
afecta un paso clave de la gluconeogénesis. En relación con nes de ayuno, infecciones febriles o ingesta de fructosa.
ellos está la deficiencia de sorbitol-deshidrogenasa, enzima El diagnóstico se basa en pruebas funcionales de falta de
que genera fructosa a partir de sorbitol. Este déficit puede ser respuesta al glucagón en ayunas. El defecto de actividad en-
responsable del desarrollo de cataratas. zimática debe investigarse en tejido hepático.
La fructosa de la dieta proviene normalmente de la hidróli- El tratamiento debe ser sintomático en los episodios agu-
sis de la sacarosa o del sorbitol. Es metabolizada en su mayor dos. Debe seguirse una dieta rica en hidratos de carbono
parte en el hígado, siguiendo los siguientes pasos: con restricción de fructosa y reducción de grasas y proteínas.
Si logran superarse los episodios neonatales, el pronóstico
Fructosa ← Fructocinasa → Fructosa-1-fosfato es bueno. Con tratamiento, el desarrollo es normal y la tole-
Fructosa-1-fosfato-aldolasa → Gliceraldehído + rancia al ayuno mejora con la edad. El diagnóstico prenatal
+ Dihidroxiacetonafosfato no es posible.

Estos dos metabolitos se incorporan a la glucólisis o la glu-


coneogénesis mediante su conversión a gliceraldehído-3-fos-
fato.
Otras alteraciones del metabolismo
Deficiencia de fructocinasa o fructosuria de los hidratos de carbono
esencial
La deficiencia de actividad fructocinasa en hígado, riñón y Deficiencia de L-xilulosa-reductasa o pentosuria
mucosa intestinal determina una incapacidad para metaboli-
zar la fructosa de la ingesta. La fructosa se detecta en plasma esencial
(fructosemia) y orina (fructosuria), pero los individuos afec-
tos son totalmente asintomáticos. La herencia es autosómica Esta deficiencia, que se hereda de forma autosómica rece-
recesiva. siva, imposibilita el metabolismo de la xilulosa, una pentosa
que en tal caso se excreta en grandes cantidades. Esta enti-
dad es totalmente benigna y parece restringida a los judíos
Deficiencia de fructosa-1-fosfato-aldolasa askenazis.
o intolerancia hereditaria a la fructosa
Esta deficiencia, de herencia autosómica recesiva, lleva a Bibliografía especial
la acumulación de fructosa-1-fosfato. BAERLOCHER K. Disorders of glucogenosis. En: FERNANDES J, SAUDUBRAY
Los síntomas aparecen sólo tras la ingesta de sacarosa JM, TADA K (eds). Inborn metabolic diseases. Diagnosis and treat-
o fructosa. Pueden aparecer precozmente, de forma grave, o ment. Berlín, Springer, 1990; 113-123.
ser más tardíos y leves. Los hallazgos clínicos incluyen vómi- FERNANDES J. The glycogen storage diseases. En: FERNANDES J, SAUDU-
BRAY JM, TADA K (eds). Inborn metabolic diseases. Diagnosis and
tos, diarreas, rechazo del alimento, fallo del crecimiento, al-
treatment. Berlín, Springer, 1990; 69-94.
teraciones hepáticas, hemorragias, ictericia, edema, ascitis, GITZELMANN R. Disorders of galactose metabolism. En: FERNANDES J,
tubulopatía proximal renal. Es característica, aunque no SAUDUBRAY JM, TADA K (eds). Inborn metabolic diseases. Diagnosis
constante, la hipoglucemia posprandial. and treatment. Berlín, Springer, 1990; 95-105.
El diagnóstico suele requerir una historia clínica detallada, GITZELMANN R, STEINMANN B, VAN DER BERGHE G. Disorders of fructose
con exclusión de galactosemia o tirosinemia como hipótesis metabolism. En: SCRIVER CHR, BEAUDET AL, SLY WS, VALLE D (eds).

1932
DIABETES MELLITUS

The metabolic basis of inherited diseases. Nueva York, McGraw ODIÈVRE M. Disorders of fructose metabolism. En: FERNANDES J, SAUDU-
Hill, 1989; 399-424. BRAY JM, TADA K (eds). Inborn metabolic diseases. Diagnosis and
HERS HG, VAN HOOF F, DE BARSY T. En: SCRIVER CHR, BEAUDET AL, SLY treatment. Berlín, Springer, 1990; 107-112.
WS, VALLE D. The metabolic basis of inherited diseases. Nueva SEGAL S. Disorders of galactose metabolism. En: SCRIVER CHR, BEAUDET
York, McGraw Hill, 1989; 425-452. AL, SLY WS, VALLE D. The metabolic basis of inherited diseases.
HOLTON JB. Galactose disorders: An overview. J Inherited Metab Dis Nueva York, McGraw Hill, 1989; 453-480.
1990; 13: 476-486. SHIN YS. Diagnosis of glycogen storage disease. J Inherited Metab Dis
MOSES SW. Muscle glycogenosis. J Inherited Metab Dis 1990; 13: 452- 1990; 13: 419-434.
465.

Diabetes mellitus
D. Figuerola y E. Reynals

Historia polifagia, polidipsia, poliuria y alteraciones en el metabolis-


mo de los lípidos y de las proteínas como consecuencia de
La primera mención histórica de la enfermedad es la del pa- un déficit absoluto o relativo en la acción de la insulina;
piro de EBERS (1550 a de C), aunque el término “diabetes” se b) un síndrome vascular que puede ser macroangiopático y
atribuye a DEMETRIUS DE APAMAIA (siglo II a de C). La palabra microangiopático, y que afecta todos los órganos pero espe-
deriva del griego diabeinen (que significa algo así como “pa- cialmente el corazón, la circulación cerebral y periférica, los
sar a través”). La primera descripción exhaustiva de los sínto- riñones y la retina, y c) un síndrome neuropático que puede
mas corresponde a ARETAEUS DE CAPADOCIA (81-131 a de C): ser a su vez autónomo y periférico.
“misteriosa... rara enfermedad en humanos... en la cual las
carnes se funden por la orina... los pacientes no paran de be-
ber... su vida es corta y dolorosa... padecen náuseas, inquie- Tipos de diabetes
tud y sed ardiente y no tardan mucho tiempo en expirar”. GA-
LENO consideraba la diabetes como una enfermedad renal, A medida que han ido progresando los conocimientos sobre
idea que generalmente perduró hasta hace pocos centenares los factores etiológicos de la enfermedad, la lista de las dis-
de años. La medicina árabe dio notable importancia a la dia- tintas diabetes se ha ido ampliando, como más adelante se
betes: AVICENA (980-1037) introdujo el conocimiento de algu- analizará. No obstante, y dejando aparte a las diabetes se-
nas complicaciones como la gangrena, ABS AL-LATÏF AL-BAGDA- cundarias, en la práctica clínica se diferencia siempre dos ti-
DI publicó un auténtico tratado de terapéutica, recogiendo pos: la diabetes mellitus insulinodependiente (DMID), que se
entre otras recomendaciones de RHAZES (850-930) en el senti- caracteriza por aparecer en general antes de los 30 años, te-
do de la necesidad de ejercicio físico, incluida la actividad ner un inicio relativamente brusco, tender a la cetosis y pre-
sexual. PARACELSO (1493-1541) destacó el carácter sistémico cisar rápidamente insulina, y la diabetes mellitus no insulino-
de la enfermedad e inició el estudio de la química de la ori- dependiente (DMNID), que suele afectar a personas obesas y
na de los diabéticos. No obstante, no fue hasta 1674 en que mayores de 40 años; su presentación es a menudo solapada
THOMAS WILLIS (1621-1675) describió esta orina “como si estu- y puede controlarse sólo con dieta largo tiempo, no requi-
viera impregnada de miel o de azúcar”, propiedad que en riendo en general insulina.
aquel tiempo sólo pudo comprobar mediante su propio pala- Los rasgos diferenciales mencionados no siempre se cum-
dar. La comprobación química de que la orina contenía azú- plen, de modo que con cierta frecuencia se observan casos
car se debe a DOBSON (1745-1784) en 1776; este hallazgo per- de DMID que comienzan después de los 40 años o formas de
mitió plantear el tratamiento dietético de la enfermedad con DMNID en personas relativamente jóvenes. Las diferencias
carácter científico. La glucosa en sangre fue determinada por entre ambos tipos no son una cuestión de grado en el déficit
primera vez en 1859 por CLAUDE BERNARD (1813-1878), quien insular, sino que existe una auténtica heterogeneidad pato-
con su famosa piqûre diabétique mostró la conexión entre el genética. La diabetes espontánea, pues, se manifiesta por
SNC y la diabetes. En 1869, LANGERHANS (1847-1888) describió una diversidad de rasgos clínicos y además es la consecuen-
los islotes pancreáticos que posteriormente recibieron su cia de distintos factores etiológicos. Sin embargo, las compli-
nombre. caciones específicas ocurren con gran frecuencia en ambos
En 1889, MINKOWSKY (1858-1931) consiguió producir la dia- tipos de diabetes. Las diferencias clínicas, epidemiológicas y
betes experimental en perros mediante la pancreatectomía etiológicas de ambas formas de diabetes espontánea se trata-
total. Su experimento demostraba que el páncreas era capaz rán en detalle más adelante y se resumen en la tabla 15.50.
de producir una sustancia cuya carencia era responsable de
la diabetes. La hipotética sustancia, inicialmente denomina-
da isletina, no pudo ser aislada hasta 1921 por FREDERICK BAN- Epidemiología
TING (1891-1941) y CHARLES BEST (1899-1978) en Toronto y utili-
zada en clínica humana en el inicio de 1922. La diabetes mellitus es una de las enfermedades más fre-
cuentes en clínica humana. Actualmente se estima que su
prevalencia (número de casos en la totalidad de la pobla-
Definición ción) en EE.UU. y la mayoría de los países europeos es de al-
rededor del 5%, aunque existen notables diferencias entre
La diabetes mellitus no es una afección única, sino un sín- determinadas zonas geográficas y, sobre todo, entre indivi-
drome dentro del cual deben individualizarse diferentes enti- duos de ciertos grupos étnicos.
dades nosológicas. El nexo común de todas ellas es la hiper-
glucemia y sus consecuencias, es decir, las complicaciones
específicas, las cuales son comunes a todas las formas de
Epidemiología de la DMNID
diabetes. La diabetes es un trastorno crónico de base genéti- En términos generales, puede decirse que su prevalencia no
ca caracterizado por tres tipos de manifestaciones: a) un sín- ha dejado de aumentar en las últimas décadas como conse-
drome metabólico consistente en hiperglucemia, glucosuria, cuencia de una serie de factores, entre los que deben men-

1933
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.50. Características diferenciales entre la diabetes mellitus insulinodependiente (DMID) y la no insulinodependiente (DMNID)
Concepto DMID DMNID
Diagnóstico
Edad Habitualmente antes de los 30 años Habitualmente después de los 30 años
Sexo Predominio en varones (niños) Predominio en mujeres
Estación del año Menos en verano Cualquier época
Forma de inicio A menudo súbita Generalmente insidiosa
Peso corporal Habitualmente, individuo delgado A menudo, individuo obeso
Cetonuria Presente Ausente
Dependencia de Sí No (al menos en los primeros años)
insulina
Concordancia entre < 50% 100%
hermanos gemelos

Epidemiología
Incidencia Aproximadamente 10/100.000 y año (0-14 años) Aproximadamente 700/100.000 y año (60-80 años)
(máxima entre 10 y 14 años) (máxima entre 60 y 80 años)
Prevalencia Alrededor de 4/1.000 Alrededor de 40/1.000

Etiopatogenia
Historia familiar Para DMID, no para DMNID Para DMNID, no para DMID
Asociación genética HLA No con HLA
Islotes Insulitis, reducción de células B Hialinosis, células B presentes
Secreción insulina Deficiente Presente
ICA/IAA Presentes en el momento del diagnóstico (70-80%) Ausentes
Asociación con endocrinopatías Sí No
autoinmunes
IAA: anticuerpos frente a la insulina; ICA: anticuerpos antiislotes de células pancreáticas.

cionarse la mayor longevidad de la población y el progresivo calcula en 3-4/1.000 y parece responder a un relativo gradien-
incremento de la obesidad y el sedentarismo entre muchos te norte-sur en el hemisferio norte. En Asia, África y probable-
grupos sociales, motivados por cambios en sus hábitos de mente el centro y el sur de América la prevalencia es más
vida. Un factor que condiciona enormemente la prevalencia baja, de alrededor del 1/1.000. En la incidencia de DMID
de la DMNID es el origen étnico, de modo que en algunos existen notables diferencias: próxima a 40/100.000 en Finlan-
grupos existen cifras muy elevadas, como los individuos de dia y otros países escandinavos, de 15 para los caucasianos
raza negra (9,9%), los mexicanos (12,6%) y los indios Pima en EE.UU. (inferior a 10 en los de origen hispano), Dinamar-
(34,1%) en EE.UU., los aborígenes en Australia (12,6%) y los ca y Escocia, de alrededor de 10 en Canadá y España y de
chinos en la isla Mauricio (15,8%). Una de las características 0,8 en Japón. La edad es un fuerte condicionante de la apari-
comunes a estos grupos étnicos es que han sufrido importan- ción de DMID: existen dos “picos” máximos, el más acusado
tísimos cambios en sus hábitos alimentarios en pocos años. de ellos alrededor de la pubertad y otro menor entre los 4 y
Es probable que la explosión de diabetes en dichos indivi- los 6 años. En los últimos años se ha comprobado también
duos se deba a la introducción de estos cambios alimenta- un notable aumento de la incidencia de DMID en varios paí-
rios en un contexto de hiperinsulinismo genéticamente con- ses, especialmente en el norte de Europa y en la isla de Cer-
dicionado (véase más adelante). deña. En Escocia, por ejemplo, se ha pasado de 10 a 18 entre
La edad es un factor muy importante en la prevalencia de 1968 y 1976, y en Suecia, de 20 a cerca de 40 entre 1960 y
DMNID. Así, según el Servicio de la Salud Pública de los 1970. En EE.UU., países escandinavos y Japón existe una va-
EE.UU., por cada 1.000 habitantes existen (entre los casos diag- riación estacional en la incidencia, que es mínima en verano
nosticados y los no diagnosticados) 22 diabéticos en el y máxima en invierno y primavera. Otro factor que se ha creí-
grupo de edad comprendido entre 25 y 44 años, 90 en el de do que puede condicionar la aparición de DMID es el nivel
45 a 54 años, 130 en el de 55 a 64 años y 170 por encima económico, ya que algunos estudios sugieren una mayor in-
de los 64 años. En cuanto al sexo existe un predominio mode- cidencia en las clases sociales medias y elevadas, aunque es-
rado de mujeres, con una relación 1,2:1 aproximadamente res- tos datos no han sido confirmados en otros trabajos.
pecto a los varones. La incidencia (casos nuevos por año por
cada 100.000 habitantes) de DMNID en EE.UU. se estima (datos
de Minesotta de la década 1960-1969) en 200 para el grupo de Etiología
edad de 40-49 años, 350 de 50-59, 600 de 60-69 y alrededor
de 800 después de los 70 años. La incidencia y la prevalencia
de la DMNID dependen en gran medida del índice de masa
Etiología de la DMNID
corporal y de la actividad física. Así, cuando este índice es bajo Factores genéticos. El origen genético de la diabetes fue
(inferior a 20), la incidencia de diabetes es de apenas 1/1.000 y planteado por los médicos hindúes y por RONDELET y MORTON
año, cuando es moderadamente elevado (26-30), de 15/1.000 en los siglos XVI y XVII, respectivamente. Existen antecedentes
y año, y cuando es elevado (36-40), de más de 35/1.000 y año. familiares positivos de diabetes en el 25-50% de los casos
Por otra parte, es interesante señalar que la participación en cuando el probando es diabético y en el 15% o menos cuan-
actividades deportivas durante la juventud se correlaciona ne- do no lo es. La prevalencia de tolerancia anormal a la glucosa
gativamente con la posterior prevalencia de diabetes en cual- (véase más adelante) es también significativamente mayor en
quiera de los grupos de edad en que se analice. los familiares cercanos de pacientes diabéticos que en los no
diabéticos. Sin embargo, la agregación familiar no necesaria-
mente implica la existencia de factores hereditarios, porque
Epidemiología de la DMID podría deberse también a factores ambientales. Los estudios
Los datos de que se dispone son más precisos y pueden con- de gemelos constituyen un buen modelo para analizar este
tribuir de forma decisiva a la comprensión de la etiopatoge- punto. Así, puede verse que la concordancia en gemelos mo-
nia de la enfermedad. La prevalencia en Europa y EE.UU. se nocigotos se aproxima al 100% en el caso de DMNID, mien-

1934
DIABETES MELLITUS

tras que en la DMID no alcanza el 50%, lo que significa que la tos de trasplante. El sistema HLA constituye la región más
herencia es un factor etiológico muy importante en la DM- importante, pero posiblemente no la única, como determi-
NID, circunstancia que no se plantea, como se verá, en la nante de la susceptibilidad genética. Está situado en la super-
DMID. El problema para el genetista se centra en la gran hete- ficie de las células animales nucleadas y es un mosaico de
rogeneidad que dificulta el análisis del patrón hereditario antígenos de histocompatibilidad. Los antígenos HLA están
(hay más de 60 alteraciones genéticas asociadas con intole- codificados por un locus situado en el brazo corto del cro-
rancia a la glucosa), habiéndose propuesto mecanismos rece- mosoma 6, siendo la dotación característica de cada indivi-
sivos, dominantes, codominantes o multifactoriales. duo y reconocida como propia por los linfocitos T. Existen
El defecto genético podría involucrar cualquier paso en varias series de antígenos: HLA-A, B, C, DP, DQ y DR. En la
la regulación de la glucemia, y estos defectos, solos o aso- DMID son más frecuentes que en la población general algu-
ciados, producirían la susceptibilidad para desarrollar la nos antígenos, como B8 y B15, aunque el mayor riesgo relati-
DMNID. Así, por ejemplo, se ha visto que familiares no diabé- vo lo da DR3-DR4 (más riesgo relativo en los heterocigotos
ticos de pacientes con DMNID padecen cambios precoces DR3-DR4 que en homocigotos tanto sea DR3 o DR4). Aproxi-
sin traducción clínica, como la pérdida de la oscilación nor- madamente el 95% de los caucásicos con DMID tienen DR3
mal de la respuesta de insulina al estímulo de la glucosa. DR4 o ambos, mientras que esta dotación se observa en el
Diferentes investigaciones han sugerido distintos genes 50% de los individuos no diabéticos, lo cual significa que no
como posibles candidatos a estar relacionados con la DMNID: es patognomónico de la DMID. Existe también un incremen-
a) la haptoglobina; b) el genotipo Gc; c) diversos grupos HLA to moderado de la prevalencia de DR1, mientras que las per-
(A2, A10, AW32, B22, BW54, BW61); d) el polimorfismo del sonas con DR2, DR5 y B7 tienen una disminución del riesgo
gen de la insulina; e) el receptor de la insulina; f) apolipopro- relativo. En la práctica, 8 años después del diagnóstico en el
teínas, y g) transportadores de glucosa. probando, los hermanos que son DR3/DR4 heterocigotos tie-
nen un 16% de riesgo de padecer la enfermedad, los HLA
Factores ambientales. El consumo de azúcares refinados, idénticos el 30%, los haploidénticos el 10% y los no idénticos
el sedentarismo, la multiparidad y, sobre todo, la obesidad prácticamente cero.
podrían considerarse factores etiológicos ambientales impli- Aparte del DR, en la región de clase II existen DP y DQ.
cados en la presentación de la DMNID. No debe olvidarse, Este último parece estar más fuertemente ligado al riesgo que
sin embargo, que todos estos factores actúan siempre sobre el propio DR, en concreto con la ausencia de ácido aspárti-
una base genética, que constituye sin lugar a dudas el factor co en posición 57 de la cadena beta y la presencia de argi-
etiológico más importante en la DMNID. Actuando sobre los nina en posición 52 de la cadena alfa.
factores ambientales se puede llegar, no obstante, a prevenir La región de clase I, HLA-A, B, C también es importante,
la aparición de la enfermedad o a mejorar su curso. como lo demuestra el hecho de que la presencia de HLA-A24
promueve la destrucción completa de las células beta en pa-
Heterogeneidad. Al igual que sucede con la DMID, la DM- cientes afectos de DMID. Existen otros genes no asociados
NID es clínica y patogenéticamente heterogénea. Así por con la región HLA, que también condicionan susceptibilidad
ejemplo, en 1974 se describió la DMNID en el joven (DAJ), o a la DMID: a) polimorfismo del DNA del gen de la insulina;
MODY (maturity onset diabetes in youth) que se caracteriza b) cadenas pesadas de inmunoglobulinas; c) receptor de cé-
por su herencia con carácter autosómico dominante ligado a lulas T; d) sexo; e) autoinmunidad tirogástrica, y f) alelo 1
una determinada región del cromosoma 20. Otros ejemplos del factor B de properdina. Al parecer, de estos factores, el
de la heterogeneidad de la DMNID son los casos que obede- más relevante es la región variable proximal al gen de la in-
cen a anomalías estructurales de la insulina y otros casos ra- sulina, en el brazo corto del cromosoma 11.
ros de hiperproinsulinemia familiar. El modo de herencia de la susceptibilidad para la DMID es
El fenómeno CPAF (clorpropamide alcohol flushing) fue objeto de controversia y se han postulado varias formas:
utilizado como marcador de la DAJ. Este fenómeno es una a) autosómica dominante simple con gen HLA; b) autosómi-
reacción de tipo antabús provocada por la clorpropamida, ca recesiva simple con gen HLA, y c) combinación de formas
que consiste en la aparición de rubefacción facial tras la in- recesivas y dominantes en modelos de varios alelos estrecha-
gestión de alcohol en algunos pacientes con DMNID tratados mente ligados al HLA y otros loci no HLA. Este último es el
con esta sulfonilurea. Años después de su descripción se que mejor explica los datos disponibles en la actualidad y se
comprobó que aparecía también en pacientes con otros ti- podría resumir en DR3 asociado con susceptibilidad tipo re-
pos de DMNID y en personas no diabéticas, de modo que su cesiva, DR4 -DQw3.2 susceptibilidad tipo dominante y DR3-
significado probablemente es irrelevante. DR4 hallazgos dominantes y recesivos, y mayor penetrancia
que DR3 y DR4 solos.
Etiología de la DMID Autoinmunidad. Los hechos demostrativos de la importan-
Es uno de los aspectos más apasionantes de la investigación cia de este fenómeno en la DMID son los siguientes:
sobre la diabetes de los últimos 20 años. Además, su trascen- 1. La presencia de infiltrados linfocitarios en los islotes
dencia clínica es muy importante porque su conocimiento pancreáticos de las autopsias de algunos pacientes que han
podría permitir una auténtica prevención de la enfermedad fallecido por cetoacidosis poco después del diagnóstico. Se
en un futuro quizá no muy lejano (véase más adelante). trata de una auténtica “insulitis” producida por linfocitos T
activados, lo que sugiere una respuesta inmune específica
Factores genéticos. Aunque la agregación familiar es me- frente a los antígenos celulares.
nor que en el caso de la DMNID, desde hace muchos años se 2. La asociación de DMID con otras enfermedades de etio-
dispone de datos suficientes para asegurar un componente logía autoinmune, como la enfermedad de Addison, la enfer-
hereditario en la DMID. Así, existe un 50% de concordancia medad de Graves, la tiroiditis de Hashimoto, el vitíligo, la
entre gemelos univitelinos, y alrededor del 6% de los familia- anemia perniciosa y la miastenia grave. La afección tiroidea
res directos de un paciente con DMID padecen o padecerán es la más común; así el 15-20% de los pacientes con DMID
la enfermedad, porcentaje que se acerca al 15% cuando son tiene una enfermedad tiroidea asociada, clínica o subclínica,
dos o más las personas afectas. El conocimiento más profun- y en algunos casos de DMID adultos dicho porcentaje se ele-
do del mecanismo genético es importante porque permite la va hasta el 35%.
identificación de niños susceptibles, posibilita el adecuado 3. La presencia (con mayor frecuencia que en la pobla-
consejo genético y contribuye a conocer el mecanismo de ción general) de otros anticuerpos organospecíficos y no
producción de la enfermedad. organospecíficos, como los anticuerpos antisomatostatina,
La asociación de DMID con determinados grupos HLA se antiglucagón, antisuprarrenal, antimucosa gástrica y antihi-
conoce desde hace más de 20 años gracias a los experimen- pófisis.

1935
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

4. La evidencia de fenómenos de autoinmunidad celular, TABLA 15.51. Heterogeneidad de la DMID


por ejemplo, una disminución de la migración de linfocitos
Forma
procedentes de diabéticos de reciente diagnóstico o la cito- DR3-B8 DR4-B15 combinada
toxicidad de los linfocitos de algunos pacientes afectos de (DR3-DR4)
DMID. No obstante, muchos resultados de estos y otros índi-
ces de inmunidad celular han sido discordantes debido a Edad de inicio Cualquiera Jóvenes Temprana
que se hallan influidos por diferencias en el control metabó- Cetoacidosis Rara Frecuente Frecuente
lico. al inicio
5. La presencia de títulos elevados de anticuerpos antiislo-
tes de células pancreáticas (ICA) (Islet-Cell-Antibodies) en el Péptido C Preservado Preservado Desaparece
largo tiempo fugazmente rápidamente
suero de pacientes afectos de DMID. Los ICA, identificados
por primera vez en 1974 por BOTTAZZO son IgG y su hallazgo Títulos de ICA Persistentes Transitorios
ha constituido una de las mayores aportaciones al estudio de
IAA Poco frecuentes Frecuentes Títulos altos
la etiología de la diabetes. Se encuentran en sangre periféri-
ca en alrededor del 85% de los pacientes con DMID de diag- Anticuerpos a la Títulos bajos Títulos altos
nóstico reciente; este porcentaje desciende al 50% en las pri- insulina exógena
meras semanas y se mantiene durante el primer año, es del Inmunidad celular Aumentada No aumentada
20% al tercer año y, finalmente, a los 5 años del diagnóstico, antipancreática
el 10% escaso de los pacientes presenta títulos significativos.
Es probable que este grupo de pacientes con ICA persisten- Asociación con Sí No
tes corresponda a un subtipo genuinamente autoinmune de otras enfermedades
autoinmunes
la enfermedad relacionado con el HLA (véase más adelan-
te), mientras que en los demás casos, los ICA sean la conse- Autoinmunidad Sí Poco frecuente
cuencia de un proceso autoinmune externo y que se agoten tiroidea
con el tiempo.
Algunos de estos ICA son capaces de fijar complemento y
se denominan ICA-CF. Éstos constituyen un marcador más dos por el virus de la encefalomielitis. En modelos animales
sensible de lesión de células beta y son los que revisten ma- estos agentes podrían actuar al menos mediante cuatro me-
yor interés en el seguimiento de individuos genéticamente canismos: a) infección aguda de las células beta causantes
predispuestos. Más adelante se demostraron anticuerpos de necrosis; b) mecanismo autoinmune; c) infección persis-
frente a la superficie celular del islote (ICSA) y anticuer- tente que produce disminución de crecimiento y de la vida
pos citotóxicos frente al islote. media de las células beta, y d) alteraciones bioquímicas de
6. La existencia de concentraciones significativas de anti- las células o de sus membranas, que conducen a una dismi-
cuerpos frente a la insulina (IAA) en las fases iniciales de la nución de la síntesis y liberación de insulina.
DMID antes del tratamiento con insulina. Según algunos, es- Algunos agentes químicos, como la estreptozotocina y el
tos IAA pueden ser consecuencia de la destrucción de la cé- aloxano, pueden causar DMID en animales y en el hombre,
lula beta y no necesariamente reflejo de un proceso autoin- al igual que ocurre con la timectomía más la irradiación en
mune. ratas. En la especie humana, el raticida N3-piridilmetil-N-P-ni-
7. La presencia en el suero de pacientes con DMID de trofenilurea (RH 727 Vacor) es claramente betacitotóxico.
diagnóstico reciente, de un anticuerpo dirigido contra la en- Los epidemiólogos han demostrado que la lactancia materna
zima intracelular, la descarboxilasa del ácido glutámico ofrece un efecto protector frente a la DMID y que la exposi-
(GAD). Los anticuerpos frente a este antígeno, inicialmente ción temprana a sustitutos de la leche materna se asocia con
descrito como 64K, constituyen el marcador más específico el riesgo de padecer la DMID, probablemente a través de un
para la DMID. Reviste interés el hecho de que estos anticuer- antígeno de la leche de vaca que actuaría como desencade-
pos también se han encontrado en algunos casos de DMNID nante. Se trataría de un fragmento de la albúmina de la leche
con “insulinitis” lenta. de vaca (péptido Abbos) que tiene similitud antigénica con
un epítopo de la superficie de la célula beta, la proteína p69.
Factores ambientales. El proceso patogénico que conduce Frente a la susceptibilidad genética del huésped, las molécu-
a la DMID es complejo y puede tardar años en completarse. las de clase II del sistema HLA son capaces de presentar el
Los factores ambientales podrían desempeñar, al menos, dos péptido Abbos a las células T en un período temprano de su
papeles, uno iniciador y otro desencadenante. Hay argumen- vida en el que aún no han completado la tolerancia al pépti-
tos para pensar que estos factores pueden ser de dos tipos, do Abbos-epítopo p69. Si esta hipótesis es cierta, la exposi-
infecciosos o químicos. Los agentes infecciosos, y concreta- ción temprana de niños genéticamente predispuestos inicia
mente los virus, son los candidatos más probables. La hipóte- la respuesta inmune contra el p69, y aunque otros factores
sis de que la diabetes presenta algún tipo de relación con los contribuirían a mantenerla, esta respuesta sería responsable
virus data de 1899, cuando se produjo un caso de DMID en de buena parte del riesgo ambiental relacionado con la dia-
un individuo poco después de sufrir una parotiditis; y poste- betes. Esta misma teoría ha dado origen a una interesante hi-
riormente se sumaron otras observaciones epidemiológicas, pótesis para explicar por qué los hijos de padre con DMID
como la de la estacionalidad. Los virus probablemente más tienen 2-3 veces más riesgo que los hijos de madre con
relacionados con la DMID son el de la parotiditis, los Coxac- DMID: probablemente la madre transfiere al recién nacido
kie B2, B4 y B5, los de la rubéola, la encefalomiocarditis, la anticuerpos contra el antígeno de la leche de vaca, los cua-
mononucleosis infecciosa, la hepatitis, la fiebre aftosa y el ci- les actuarían como protectores.
tomegalovirus. Las evidencias clínicas son, no obstante, rela-
tivamente escasas. Así en algunos pacientes con DMID de ini- Heterogeneidad. Una serie de observaciones clínicas y ana-
cio reciente se han encontrado concentraciones elevadas de líticas permitieron a BOTAZZO postular la existencia de tres
anticuerpos anti-Coxsackie y en algunos casos excepcionales subtipos dentro de la diabetes tipo 1: la denominada 1a, de
se ha podido comprobar el papel directo del virus Coxackie origen vírico, ligada a DR4-B15; la 1b o autoinmune propia-
B4 (paciente que falleció por cetoacidosis poco después del mente dicha, ligada a DR3-B8, y la forma combinada de am-
diagnóstico y en el que se pudo aislar el virus de su pán- bas (DR3/DR4) (tabla 15.51).
creas). Recientemente se ha comprobado que la infección La forma HLA-DR3 o autoinmune se caracteriza por la per-
persistente con citomegalovirus puede ser relevante en algu- sistencia de ICA y de inmunidad celular pancreática y por la
nos casos de DMID. En experimentación se han conseguido falta de formación de anticuerpos frente a la insulina exóge-
producir cuadros parecidos a la DMID en animales infecta- na. La enfermedad tiene un inicio moderado y las remisiones

1936
DIABETES MELLITUS

son frecuentes. Es la forma más habitual de presentación de


la DMID en la edad adulta y, cuando aparece en niños, no Susceptibilidad Anomalías de secreción Hiperglucemia
existe pico estacional ni de edad. genética bifásica de insulina en ayunas
La forma asociada con el HLA-DR4 tiene un inicio más Fenómenos Tolerancia anormal
brusco y precoz, y su presentación es de predominio estacio- autoinmunes a la glucosa
nal. La destrucción de la célula beta es más rápida, de modo
*

Secreción de insulina
que la cetoacidosis al inicio se presenta con mayor frecuen-
cia y la secreción residual de péptido C disminuye rápida-
mente, siendo menos probables y duraderas las remisiones.
Se ha comprobado también la presencia frecuente de títulos
frente al virus coxsackie B 4 en el inicio de la enfermedad.
La forma mixta DR3/DR4 se caracteriza por una elevada
prevalencia entre gemelos idénticos y, en general, entre fami-
liares. Este grupo es el que tiene el inicio más precoz de la * desencadenante
enfermedad y el que presenta títulos más elevados de IAA y
Período asintomático Diabetes clínica
valores más bajos de péptido C, lo cual traduce una rápida
Tiempo
destrucción celular.

Historia natural. La DMID es una enfermedad autoinmune, Fig. 15.42. Esquema de la historia natural probable de la DMID.
crónica y que se desarrolla gradualmente a lo largo de los
años. Los conocimientos actuales permiten suponer que
los virus o agentes ambientales producen una lesión inicial
en los individuos con predisposición genética; esta lesión de- no actuaba directamente entrando en la célula, sino median-
sencadena el mecanismo inmunológico que dará origen, te su acoplamiento a receptores específicos. Estos descubri-
eventualmente, a la enfermedad. Existe un pequeño porcen- mientos contribuyeron de forma decisiva a la comprensión
taje de familiares directos de pacientes con DMID que tienen de la patogenia de la diabetes y facilitaron su diferenciación
ICA en plasma y no presentan manifestación clínica alguna. en DMID y DMNID.
Cuanto más elevada es su concentración, más alta es la pro-
babilidad de que desarrollen diabetes en los años siguientes.
Algunos con concentraciones bajas persisten como ICA-posi-
Patogenia de la DMID
tivos sin alteraciones metabólicas, y en otros, los anticuerpos En la DMID la secreción de insulina en el momento del diag-
acaban incluso negativizándose. El compromiso inmunológi- nóstico es claramente deficitaria, aunque rara vez nula, y, al
co se produciría mediante la intervención de macrófagos menos durante los primeros años después del diagnóstico,
que segregan activamente interleucina 1 (IL-1), la cual am- persiste una secreción residual, de modo que la célula beta
plía la respuesta inmune, al mismo tiempo que produce radi- es parcialmente funcionante. La respuesta del péptido C a
cales libres que destruyen las células beta. Los macrófagos, los estímulos (glucosa, glucagón) muestra un deterioro pro-
por otra parte, presentan los autoantígenos de las células in- gresivo y, a los 5 años del diagnóstico, la secreción insular ha
sulares a los linfocitos colaboradores, los cuales activan los desaparecido por completo. Sin embargo, si inmediatamente
linfocitos T citotóxicos y los linfocitos B, con la consiguiente después del diagnóstico los pacientes son tratados de forma
aparición de insulitis en el islote. Los linfocitos T activados adecuada con insulina, se asiste a menudo a una recupera-
segregan linfocinas, interferón y factor de necrosis tumoral ción parcial de la secreción endógena (véase más adelante).
(TNF), que inducen la expresión aberrante del sistema HLA Aunque existen algunas anomalías en la sensibilidad a la in-
de clase II en la célula beta, ampliando el proceso de des- sulina en la DMID, su traducción clínica es inapreciable y, a
trucción. En este esquema, la predisposición genética estaría efectos prácticos, hay que considerar que la insulinodeficien-
dada por genes que controlarían la cantidad de IL-1 liberada. cia es el rasgo patogénico característico de esta forma de dia-
Según TODD, la ausencia de ácido aspártico en la posición 57 betes.
de la cadena beta de DQ es el factor más importante, mien-
tras que para BOTTAZZO la expresión aberrante del sistema
HLA es lo esencial. En definitiva, la DMID es una enfermedad
Patogenia de la DMNID
de etiología multifactorial, en la que están implicados una En estos pacientes la respuesta a la insulina exógena es varia-
base genética, un tipo de respuesta inmune determinado y ble y depende de factores como el grado de obesidad y de
un agente externo. Se han propuesto seis estadios en su desa- actividad física. A menudo se requieren cantidades de insuli-
rrollo: a) susceptibilidad genética; b) factor desencadenante; na superiores que en la DMID para normalizar la glucemia.
c) autoinmunidad activa; d) pérdida gradual de la secreción Las concentraciones de insulina endógena son variables; en
de insulina; e) aparición de diabetes declarada, y f) destruc- individuos obesos (diabéticos o no), tanto en ayunas como
ción completa de la célula beta (fig. 15.42). en respuesta a la glucosa, son a menudo más elevadas
que en las personas de peso normal (fig. 15.43). Parece evi-
dente que el hiperinsulinismo de algunos diabéticos adultos
Patogenia es consecuencia de la obesidad. Este argumento se refuerza
ante la comprobación de que la pérdida de peso conduce a
La demostración de que la inyección de insulina exógena al una mejoría de la tolerancia hidrocarbonada y a una dismi-
individuo diabético conseguía normalizar su trastorno pare- nución del hiperinsulinismo.
cía dejar fuera de toda duda que el defecto básico de esta Muchas observaciones sugieren que la resistencia a la
enfermedad era la insulinopenia, suponiéndose que ésta era insulina es el hecho patogénico principal en esta forma de
total en la DMID y parcial en la DMNID. Esta interpretación diabetes: por una parte, la presencia del binomio hiperinsuli-
simple se empezó a cuestionar seriamente cuando, a princi- nismo-hiperglucemia y, por otra, una serie de estudios expe-
pios de la década de los sesenta, YALOW y BERSON pusieron a rimentales que demuestran una insensibilidad relativa a la
punto el radioinmunoanálisis para la insulina y comproba- insulina. No obstante, la resistencia a la insulina no es nece-
ron que algunos pacientes con diabetes del adulto tenían sariamente el trastorno primario porque podría ser la conse-
concentraciones de insulina en plasma normales o incluso cuencia de su hipersecreción (adaptación funcional de los
elevadas si se trataba de obesos. Esta aparente contradicción receptores). Si bien algunos estudios en animales parecían
(hiperglucemia con insulinemia alta) se empezó a explicar apoyar la hipótesis de que la alteración inicial era el hiperin-
satisfactoriamente con el descubrimiento de que la insulina sulinismo (y, por tanto, que el defecto primario residiría en

1937
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

A Normopeso
120 Obesos

90
IRI (mU/mL)

60

30

0
0 30 60 90 120 150 180
Minutos

B Normopeso
120 Obesos

90
IRI (mU/mL)

60

Fig. 15.43. A. Valores de insulina inmu-


30
norreactiva (IRI) durante la prueba de so-
brecarga de glucosa oral realizada en in-
dividuos no diabéticos con normopeso y
obesos. B. Valores de IRI durante la prue-
0 ba de sobrecarga de glucosa oral realiza-
0 30 60 90 120 150 180 da a individuos diabéticos con normope-
Minutos
so y obesos. Nótese que en ambos grupos
la secreción de insulina es superior en los
obesos.

placenta, linfocitos, hematíes). Mediante la unión de la insu-


lina con su receptor se produce su activación en la que inter-
Membrana viene un sistema tirosincinasa y se generan señales que
celular pasan al interior celular, al igual que el complejo insulina-re-
Síntesis ceptor. Con la participación de sustratos citoplasmáticos y
proteica proteínas especiales se producen las acciones de la insulina,
Insulina
como activación o inhibición de sistemas enzimáticos, acti-
Activación de vación de transportadores de glucosa y síntesis proteica
transportadores
(fig. 15.44).
Las principales características de los receptores de la insu-
Señales lina son las siguientes: a) la unión hormona-receptor es rápi-
da y reversible; b) el número de receptores es limitado; c) la
Núcleo unión insulina-receptor se correlaciona con el efecto biológi-
Receptor co; d) el número de receptores es regulado por la concentra-
Primer
mensajero ción de la hormona, y e) los receptores no son estáticos sino
Sistema
enzimático que modifican su afinidad según las circunstancias. De
acuerdo con estas características, una ocupación progresiva
de los receptores determina un aumento de la actividad bio-
lógica. Una ocupación entre el 10 y el 100% se traducirá en
desplazamientos de la curva dosis-efecto hacia la derecha o
Fig. 15.44. Esquema que muestra los efectos celulares que se produ- izquierda (fig. 15.45), pero el efecto biológico se mantendrá.
cen a partir del acoplamiento insulina-receptor. Los defectos en la afinidad de los receptores o en su nú-
mero (hasta el crítico 10%) son responsables de alteraciones
de sensibilidad (fig. 15.46 A). Los defectos situados después de
las células beta), en la actualidad existe la opinión científica la unión insulina-receptor, es decir, en los mecanismos pos-
relativamente unánime en el sentido de que el trastorno prin- receptor, son responsables de que no se alcance el efecto
cipal es la resistencia y que el hiperinsulinismo no es más máximo por mucho que aumente la concentración de la hor-
que su consecuencia. En teoría, la resistencia deberá buscar- mona. Se trata en este caso de alteraciones en la capacidad
se en el posreceptor, en el receptor o en la presencia de an- de respuesta (fig. 15.46 B). A menudo, no obstante, las altera-
tagonistas circulantes. ciones son mixtas (fig. 15.46 C).

Receptores de insulina. Están situados en la pared celular Insulinorresistencia en la DMNID. El estudio de las curvas
de los órganos diana clásicos (hígado, tejido adiposo y mus- dosis de insulina-respuesta en relación con la captación celu-
cular) y en muchas otras células (monocitos, fibroblastos, lar de glucosa muestra que en la DMNID la curva está despla-

1938
DIABETES MELLITUS

Efecto máximo de la insulina (%) A

Respuesta máxima (%)


Porcentaje de ligado máximo
Sensibilidad disminuida

100
100

%
0

%
10

%
50
50

30
50
5%

1 10 100 1.000 10.000


Concentración de insulina
B
0,1 1 10 100

Respuesta máxima (%)


Concentración de insulina (ng/mL) Capacidad de respuesta disminuida

Fig. 15.45. Curvas dosis-respuesta teóricas. A medida que se pier- 100


den receptores, la curva se desplaza hacia la derecha sin que se altere
la acción máxima. Sólo cuando se ha perdido el 95% de los recepto-
res, el efecto biológico disminuye. 50

zada hacia la derecha y, además, que la capacidad de res- 1 10 100 1.000 10.000
puesta está disminuida, de modo que en esta forma de dia- Concentración de insulina
betes existe una alteración en los mecanismos posreceptor. C
Por otra parte, si se analiza la producción hepática de gluco-
sa, se comprueba que las concentraciones de insulina nece- Respuesta máxima (%)
sarias para inhibirla son superiores en la DMNID que en indi-
viduos sanos.
100
La resistencia a la insulina causa un aumento compensato-
rio de secreción pancreática, de modo que la tolerancia a
la glucosa inicialmente se mantiene normal. Con el tiempo, la 50
célula beta falla y aparece la insulinopenia relativa que con-
duce a una tolerancia anormal y, finalmente, a la diabetes
(fig. 15.47). La causa última del agotamiento del páncreas
permanece desconocida, pero puede estar relacionada con 1 10 100 1.000 10.000
la toxicidad de la glucosa en una célula beta predispuesta. Concentración de insulina
La resistencia a la insulina involucra a los tejidos hepático,
muscular y adiposo. En el hígado aumenta la gluconeogé-
nesis, que es un defecto cardinal en la DMNID, y la fosfoenol- Fig. 15.46. Curvas teóricas dosis-respuesta para la insulina en casos
piruvato-carboxicinasa es la enzima clave en la patogenia de de: defecto puro de receptor (A), defecto de posreceptor (B) y defecto
combinado (C). En línea discontinua se muestra la respuesta normal.
la DMNID. En cuanto a la utilización periférica de la glucosa,
se produce un fallo en la DMNID por un mal funcionamiento
en el transportador de glucosa GLUT-4 y en la hexocinasa II,
que causa menor captación y menor utilización de la glu-
Diagnóstico de
cosa. diabetes mellitus
En resumen, en la DMNID existen claras señales de resis-
tencia a la insulina. ¿Puede entonces decirse que estas altera-
ciones son la única causa? La respuesta es no. La patogenia
de la DMNID requiere, además de la insulinorresistencia, una
auténtica deficiencia de insulina.

Insulinodeficiencia en la DMNID. La insulinemia basal es


a menudo normal o incluso elevada en la DMNID y la insuli-
nemia postabsortiva puede ser aparentemente normal, sobre
todo si la hiperglucemia es moderada o la enfermedad es re- Microangiopatía
ciente. No obstante, existe una pérdida de pulsatilidad en la Macroangiopatía
liberación de insulina que constituye la lesión más tempra-
na. Además, cuando se analiza la respuesta de la insulina a Tiempo (años)
estímulos más discriminativos (como la inyección de gluco- Sensibilidad a I Secreción de I Glucemia
sa intravenosa), las anomalías en la secreción de insulina
son mucho más evidentes, de modo que la típica secreción
bifásica (fig. 15.48) está claramente alterada, con una impor- Fig. 15.47. La disminución progresiva en la sensibilidad a la insuli-
tante disminución del primer pico y, por lo común, una res- na (posiblemente condicionada de forma genética) es responsable del
puesta tardía del segundo. aumento en la secreción endógena, que alcanza un máximo a partir
del cual se “agota” e inicia un progresivo descenso, momento en el
Aun cuando algunos pacientes con DMNID tienen respues- que aparece la hiperglucemia. Esta es, pues, sólo una parte del proce-
tas insulinémicas normales, es evidente que son insuficientes so, pero la alteración empezó antes con el hiperinsulinismo, que cons-
para una determinada cifra de glucosa y, por tanto, todos tituye factor patógeno para la enfermedad vascular macroangiopática.
pueden ser considerados insulinodeficientes. Las piezas cla- La microangiopatía, en cambio, depende exclusivamente de la toxici-
ve de este fallo serían el transportador de glucosa GLUT-2 y la dad de la glucosa y, por tanto, su aparición en el tiempo es más tar-
enzima glucocinasa, responsables de la entrada y de la glu- día.

1939
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.52. Clasificación de la diabetes


Formas clínicas
Diabetes tipo I o DMID
Perfusión de glucosa Tipo Ia o clásica
Secreción de insulina

Tipo Ib, primariamente autoinmune


Diabetes tipo II o DMNID
Primera fase En obesos
En no obesos
Diabetes del adulto en jóvenes (DAJ)
Diabetes asociada con ciertas situaciones o síndromes
Basal genéticos
Diabetes relacionada con la malnutrición (DMRMN)
Segunda fase Diabetes gestacional
Tolerancia anormal a la glucosa (TAG)
Situaciones de riesgo
Anomalía previa de la tolerancia a la glucosa (pre-TAG)
0 5 15 Anomalía potencial de la tolerancia a la glucosa
Minutos (TAG potencial)
Síndrome X

Fig. 15.48. Secreción de insulina in vitro a partir de islotes de rata


aislados, en respuesta a un aumento en la concentración de insulina
del medio. Después de una fase aguda de pocos minutos de duración, muestra la clasificación de la OMS, a la que hemos añadido
se produce otra más sostenida que persiste mientras dure el estímulo la DAJ y el síndrome X (véase más adelante).
de la glucosa. Las formas clínicas de diabetes son la DMID, la DMNID, la
diabetes asociada, la diabetes relacionada con la malnutri-
ción y, finalmente, la diabetes gestacional. Suele utilizarse in-
distintamente la denominación DMID o tipo 1 y DMNID o
tipo 2, a pesar de que para hacer válida la equivalencia de-
Deficiencia Función alterada bería demostrarse que todos los casos de DMID son de etiolo-
de insulina de las células beta gía autoinmune y asociados con HLA de predisposición y
que los de DMNID cursan con resistencia a la insulina, he-
↑ Producción chos que en la práctica clínica no se realizan. Por este moti-
hepática de glucosa
vo, en el resto de apartados de esta edición usamos las deno-
minaciones DMID y DMNID, actitud que parece generalizarse
↓ Secreción de insulina en la literatura internacional. No debe confundirse DMID con
inducida por glucosa diabetes tratada con insulina, ya que, como se verá más ade-
Hiperglucemia
↓ Sensibilidad tisular lante, no es raro que, a lo largo de su evolución, pacientes
a la insulina con DMNID sean también tratados con dicha hormona.

↓ Captación DMID
celular de glucosa
Constituye el 10-15% de todas las formas de diabetes en el
mundo occidental. Básicamente se caracteriza por un inicio
Resistencia Defecto en general brusco y antes de los 30 años, tendencia a la ceto-
a la insulina posreceptor sis, ausencia de obesidad y evidencia de fenómenos autoin-
munes en su etiología. Los factores genéticos son importantes,
puesto que la prevalencia de determinados antígenos de histo-
Fig. 15.49. Relación entre la secreción y la resistencia a la insulina compatibilidad (HLA-B8, BW15, B18, A1, CW3, DW3, DW4 y
en la DMNID. especialmente DR3 y DR4) está aumentada, mientras que la
de otros (DW2, B7) se halla disminuida. Esta forma es hetero-
génea (véase Etiología), de modo que se ha propuesto una
cólisis de la glucosa en la célula beta, requisitos necesarios subclasificación en Ia (la más frecuente, de aparición predo-
para que se produzca la liberación de insulina. minante en niños y adolescentes, ligada a DR4, con aumento
Es difícil saber cuál es el defecto primario en la historia na- inicial del título de ICA y descenso progresivo posterior y pro-
tural de la DMNID, ya que las anomalías en la secreción con- bable papel desencadenante de los virus) y Ib (genuinamente
ducen a alteraciones en la sensibilidad y, por otra parte, las autoinmune y asociada con otras enfermedades de este tipo,
alteraciones en la captación tisular de glucosa pueden con- predominante en las mujeres, de aparición más tardía que la
ducir a anomalías en la secreción de insulina (fig. 15.49). anterior, ligada al DR3 y con títulos persistentes de ICA).
Aunque en teoría existen dos posibilidades patogénicas,
como se ha comentado lo más probable es que la alteración
primaria sea la insulinorresistencia y que los cambios en la
DMNID
célula beta no sean más que intentos compensatorios. Suele iniciarse de forma progresiva después de los 40 años
(aunque en los individuos obesos es relativamente frecuente
después de los 30), no tiende a la cetosis, a menudo cursa
Clasificación de la diabetes con obesidad y pronunciada agregación familiar.
Muchos datos indican que la DMNID es también heterogé-
La clasificación de la diabetes sigue siendo una cuestión nea, por lo que se ha clasificado en una forma asociada con
abierta ya que, como se ha mencionado en el apartado Etio- obesidad, otra no asociada con obesidad y, finalmente, la
logía, la diabetes es un “cajón de sastre” del que se han con- DAJ, que se caracteriza por la aparición de una diabetes no
seguido extraer sólo algunas enfermedades. En 1985, el Co- cetósica y de progresión lenta en individuos jóvenes. La DAJ
mité de Expertos de la OMS propuso la que hasta ahora es su se transmite por herencia autosómica dominante y su trata-
última clasificación, que ha sido universalmente aceptada y miento no requiere insulina, al menos durante los primeros
ha contribuido de forma decisiva a esclarecer una terminolo- años. El diagnóstico exige que se trate de adolescentes o de
gía confusa imperante hasta entonces. En la tabla 15.52 se adultos jóvenes, que exista una relación 1:1 entre individuos

1940
DIABETES MELLITUS

afectos y no afectos en la familia, que uno de los progenito- tre la normalidad y la diabetes. Los pacientes que muestran
res sea diabético y que el trastorno se cumpla en 3 genera- esta alteración (sobrecarga de glucosa patológica pero sin al-
ciones seguidas. canzar los valores diagnósticos de diabetes) se caracterizan
epidemiológicamente por no padecer complicaciones espe-
cíficas de la diabetes, aunque presentan con mayor frecuen-
Diabetes asociada con ciertas situaciones o síndromes cia que la población general enfermedad vascular periférica,
genéticos hipertensión, alteraciones electrocardiográficas y dislipe-
mias. Entre el 10 y el 70% de estos pacientes, según diferentes
Constituye un grupo heterogéneo que, a su vez, puede sub- estudios, evolucionan hacia una diabetes clínica en los si-
clasificarse en las siguientes formas: guientes 10-15 años, de modo que una proporción no despre-
1. Diabetes por enfermedad pancreática: ausencia congé- ciable de ellos no progresan hacia la diabetes o incluso re-
nita de islotes pancreáticos, diabetes transitoria del recién vierten a la normalidad, especialmente si adelgazan. Con
nacido, pancreatitis crónica, hemocromatosis, pancreatecto- estos datos, y para evitar el estigma psicológico y sociológico
mía quirúrgica. del término “diabetes”, se optó por la expresión diagnóstica
2. Diabetes relacionada con hormonas de contrarregula- “tolerancia anormal a la glucosa” en sustitución de antiguas
ción: acromegalia, síndrome de Cushing, feocromocitoma, denominaciones como diabetes latente, diabetes química,
glucagonoma. etc. Su significado se estudiará con más detalle en el aparta-
3. Diabetes por anomalías en los receptores a la insulina: do Diagnóstico.
lipodistrofia congénita asociada o no con virilización y acan-
tosis nigricans, anticuerpos a los receptores de la insulina.
4. Diabetes asociada con síndromes genéticos: glucogeno-
Situaciones de riesgo para la diabetes
sis tipo I, porfiria aguda intermitente, ataxia-telangiectasia, Se trata de situaciones en las que no se cumplen los criterios
enfermedades neuromusculares hereditarias, DIDMOAD diagnósticos de las formas clínicas, ni siquiera los de la TAG,
(diabetes insípida, diabetes mellitus, atrofia óptica progresi- pero en las que se sabe que existe un riesgo aumentado para
va y sordera), distrofias musculares como la enfermedad de la diabetes.
Steinert, síndrome de Laurence-Moon-Biedl, síndrome de Wer- El término anomalía previa de la tolerancia a la glucosa
ner, acondroplasia, síndrome de Down, síndrome de Kline- (pre-TAG) se usa para designar a las personas que han pre-
felter, síndrome de Turner, etc. sentado una alteración en su curva de glucemia en determi-
Todas estas formas recopiladas como diabetes asociada nadas situaciones (después de un infarto agudo de miocar-
no son muchas veces diabetes propiamente dichas, sino que dio o traumatismo, durante la gestación, mientras tomaban
se trata de casos de tolerancia anormal a la glucosa asociada estrógenos o cortisona, etc.), pero que, una vez resuelta la si-
con estas entidades. tuación implicada, vuelven a presentar una respuesta de tole-
rancia a la glucosa dentro de los límites de la normalidad.
La anomalía potencial de la tolerancia a la glucosa (TAG
Diabetes relacionada con la malnutrición (DMRMN) potencial) es propia de aquellos individuos que no tienen ni
Incluye denominaciones previas, como diabetes tropical, han tenido previamente alteraciones en su curva de gluce-
diabetes tipo J o diabetes pancreática. En realidad, hay dos mia pero que por algún motivo u otro, presentan riesgo para
formas de diabetes relacionada con la malnutrición: a) la fi- la enfermedad. Al considerar el riesgo de diabetes debe dife-
brocalculosa, que se caracteriza por la presencia de cálculos renciarse entre la DMID y la DMNID. Para la primera son si-
en el conducto pancreático y que es consecuencia, al pare- tuaciones de riesgo (en orden decreciente) las siguientes:
cer de la metabolización de los glucósidos cianógenos de la a) presentar anomalías en la secreción bifásica de insulina
tapioca (base de la alimentación de muchos pueblos de Áfri- en respuesta a la glucosa intravenosa; b) ser positivo para
ca y América), y b) la que está directamente relacionada con ICA-CF, ICA, ICSA o IAA; c) tener un hermano gemelo afecto;
la falta de proteínas y que se caracteriza, a diferencia de la d) tener un hermano HLA idéntico afecto, y e) tener un pro-
anterior, por resistencia a la insulina. genitor diabético. Para la DMNID son situaciones de riesgo:
a) tener un hermano gemelo afecto; b) tener un padre o her-
mano afectos; c) haber tenido hijos de más de 4.000 g de
Diabetes gestacional peso al nacer; d) ser obeso, y e) pertenecer a determinados
Se trata de una alteración hidrocarbonada que se presenta grupos étnicos (p. ej., indios Pima).
durante la gestación, de modo que las mujeres diabéticas Los términos TAG potencial y pre-TAG no deben utilizarse
que quedan embarazadas no deben ser incluidas en esta ca- como diagnóstico: sólo identifican a individuos para estu-
tegoría. La diabetes gestacional se presenta en el 2-3% de to- dios prospectivos.
dos los embarazos y a menudo revierte a la normalidad des-
pués del parto. El reconocimiento clínico de esta situación
es importante porque estas pacientes tienen un riesgo au-
Síndrome X
mentado de morbimortalidad fetal si no reciben el tratamien- Descrito en 1988 por RAVEN, se caracteriza por la presencia
to adecuado y porque el 60% de las pacientes desarrollarán de resistencia a la insulina, hiperinsulinismo, frecuente TAG
diabetes en los siguientes 15 años después del parto. asociada con hipertensión arterial, hipertrigliceridemia y dis-
La diabetes gestacional se excluye o se diagnostica median- minución del HDL-colesterol. El interés del síndrome X resi-
te la práctica de una prueba de O’Sullivan y/o una curva de de en que la resistencia a la insulina (que se presenta espe-
glucemia (véase Diagnóstico). Algunos autores sugieren que cialmente en la vía no oxidativa en tejidos periféricos y que
la única forma de diagnosticar todas las diabetes gestaciona- constituiría un rasgo heredado) parece ser responsable de
les consiste en practicar pruebas de detección a todas las ges- las demás anomalías citadas. El mecanismo por el cual el hi-
tantes. La curva de glucemia en una embarazada es obligada perinsulinismo produce hipertensión arterial es, en parte, es-
en cualquiera de las siguientes condiciones: a) antecedentes peculativo, aunque se sabe que fisiológicamente la insulina
familiares de diabetes; b) obesidad; c) antecedentes obstétri- activa el sistema nervioso simpático, aumenta la actividad
cos patológicos, como macrosomía, prematuridad, fetos muer- del intercambiador Na+/H+ (alteración comprobada en un
tos, abortos o hidramnios, y d) edad superior a 30-35 años. subgrupo de hipertensos esenciales) y promueve la reabsor-
ción tubular de sodio. El síndrome X no es una forma de dia-
betes, sino que se incluye aquí como una situación de ries-
Tolerancia anormal a la glucosa go. En realidad, lo es también de forma especial para la
Mal denominada “intolerancia a la glucosa”, la tolerancia cardiopatía isquémica, con la que guarda una estrecha rela-
anormal a la glucosa (TAG) es una situación intermedia en- ción. El conocimiento del síndrome X ha modificado en bue-

1941
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

na parte los esquemas terapéuticos de la hipertensión esen- prurito vulvar que puede ser producido por la hiperglucemia
cial. Debe procurarse minimizar la insulinorresistencia (en- per se o por la sobreinfección vaginal por hongos, en general
trenamiento físico, pérdida de peso, dietas ricas en fibras e Candida albicans. Por último, tampoco es excepcional que el
hidratos de carbono complejos, etc.), al mismo tiempo que motivo de consulta lo constituya –especialmente en varones–
preconizar la utilización de los inhibidores de la enzima de una claudicación intermitente por vasculopatía periférica o
conversión de la angiotensina (IECA) como fármacos de pri- incluso una disfunción eréctil de causa vascular y/o neuropá-
mera elección en la hipertensión de los hiperinsulinémicos. tica. La cicatrización de las heridas está alterada con menor
frecuencia de la que usualmente se cita. Cuando existen tras-
tornos éstos se deben a lesiones tróficas por vasculopatía y/o
Cuadro clínico sobreinfección. Las infecciones son más frecuentes entre los
diabéticos que en el resto de la población, y la diabetes per se
Las formas de presentación de la diabetes son muy variadas empeora el pronóstico de aquéllas. Las infecciones son espe-
y pueden oscilar desde un coma cetoacidótico de comienzo cialmente frecuentes en las vías genitourinarias y siempre de-
súbito hasta una glucosuria asintomática descubierta en un ben tratarse en forma enérgica. Las infecciones respiratorias
examen sistemático. En la práctica, las formas de presenta- son posiblemente también más comunes. Mención especial
ción pueden resumirse en las siguientes: merece la tuberculosis, cuya primoinfección o reactivación
debe vigilarse en los diabéticos. La mayor sensibilidad de és-
tos a las infecciones se explica por la frecuencia de lesiones
Presentación metabólica vasculares tróficas en los tejidos y por la inhibición de la fago-
Suele ocurrir en la DMID, aunque no es excepcional que sea citosis leucocitaria que produce la hiperglucemia. Las caries
una forma de inicio de la DMNID. El comienzo es brusco, y las infecciones peridentarias son más frecuentes entre la po-
con un período de pocas semanas o como máximo algunos blación diabética debido a la presencia de elevadas concen-
meses entre el inicio de los síntomas y el diagnóstico. En traciones de azúcar en la saliva y/o a lesiones tróficas en las
ocasiones, la forma de presentación es muy aguda y, en el encías.
caso de los niños, alrededor de la cuarta parte son diagnosti-
cados con un cuadro de cetoacidosis. La poliuria es franca
(3-5 L), muy a menudo referida espontáneamente, y suele lla-
Presentación asintomática
mar la atención por la noche, con enuresis frecuente en ni- En muchos países occidentales constituye la forma más fre-
ños. La polidipsia es en general evidente, aunque puede lla- cuente de diagnóstico de la DMNID, el cual suele establecer-
mar menos la atención que la poliuria. En ocasiones, el se por exámenes médicos laborales o revisiones para pólizas
cuadro suele ser más florido porque el paciente ingiere gran- de seguros o visitas sistemáticas al facultativo. Es interesante
des cantidades de bebidas azucaradas (cola, limonada, etc.) señalar que, a medida que se han generalizado las pruebas
que aumentan la hiperglucemia y, en consecuencia, empeo- analíticas por punción venosa o en sangre capilar entre la
ran los síntomas. La polifagia suele ser llamativa, especial- población y en particular entre familiares de diabéticos, ha
mente porque cursa con pérdida de peso, que puede ser de ido aumentado la frecuencia de esta forma de presentación
4-6 kg en un mes. Esta sintomatología suele acompañarse asintomática entre los jóvenes, ya sea por tratarse de una au-
de astenia; si se trata de niños, pierden las ganas de jugar y téntica DMID diagnosticada precozmente o bien una DAJ.
permanecen mucho más quietos que de costumbre. Cuando El diagnóstico precoz de la diabetes es fundamental para
se los reconoce por primera vez, estos pacientes dan la im- modificar la historia natural de la enfermedad y desarrollar
presión de enfermedad importante, y el cortejo sintomático una prevención secundaria eficaz. Los resultados del Diabe-
es suficientemente florido para no escapar al diagnóstico. tes Control and Complications Trial (DCCT) hacen especial
Sin embargo, algunas veces, el médico hace interpretaciones hincapié en la relación existente entre la gravedad de la hi-
peregrinas (“hace calor”, “todos estamos cansados en esta perglucemia y las complicaciones de la diabetes y deberían
época”, “debe de ser un virus”) en lugar de llevar a cabo un constituir un fuerte argumento para implantar de forma efec-
procedimiento tan simple como sumergir una tira de papel tiva programas de detección de la diabetes, muy especial-
en la orina para determinar la glucosa y la acetona. Recuér- mente en poblaciones de riesgo (téngase en cuenta que al-
dese que si la formación de cuerpos cetónicos excede su ca- rededor de la mitad de los casos de diabetes no están
pacidad de utilización metabólica como consecuencia de la diagnosticados). No existen por el momento datos epidemio-
insulinopenia, aparecerán náuseas, vómitos, taquibatipnea, lógicos en España con respecto a la DMNID que permitan de-
alteraciones de la conciencia, deshidratación y coma (véase finir con precisión cuál es la población de riesgo. La Ameri-
Cetoacidosis diabética). can Diabetes Association (ADA) recomienda la búsqueda
sistemática de la diabetes en las siguientes situaciones:
a) historia familiar de parientes directos; b) exceso de peso
Presentación no metabólica superior al 20% del teórico; c) edad superior a 40 años;
Si la hiperglucemia es menos intensa y no hay cetonuria (lo d) pertenencia a ciertos grupos étnicos (individuos de etnia
que, por otra parte, sucede casi siempre en la DMNID), los negra, de origen hispano, indios americanos); e) hipergluce-
síntomas metabólicos pueden ser mínimos o estar ausentes, mia previa relacionada con situación de estrés o con la toma
en cuyo caso el diagnóstico se sospecha por infecciones aso- de algún fármaco; f) hipertensión arterial; g) hiperlipemia
ciadas o por complicaciones de la enfermedad. En estos ca- [colesterol superior a 240 mg/dL (6,2 mmol/L) y/o triglicéri-
sos, el lapso de tiempo transcurrido entre los primeros sínto- dos superiores a 250 mg/dL (2,5 mmol/L)], y h) antecedente
mas compatibles y el diagnóstico es, por lo general, de meses de diabetes gestacional o alumbramiento de un niño con un
y, a veces, años. La poliuria y la polidipsia no suelen valorarse peso superior a 4,1 kg al nacer.
en forma adecuada y cuando se interroga al enfermo, éste
manifiesta tenerlas “de toda la vida”, al igual que un excelen-
te apetito. No suele haber astenia o ésta es muy discreta y la Diagnóstico
pérdida de peso tampoco es ni mucho menos constante. En
otros casos la enfermedad es diagnosticada por el oftalmólo- El diagnóstico de la diabetes se establece por su consecuen-
go, quien al apreciar lesiones sugestivas de retinopatía diabé- cia principal, es decir, por la elevación de la glucemia, en
tica solicita una determinación de glucemia. Otras veces el condiciones basales o después de la sobrecarga con glucosa.
diagnóstico lo establece el dermatólogo por la observación En los últimos años, gracias a las publicaciones de la OMS, se
de alguna lesión característica en la piel, como la necrobiosis ha asistido a una universalización progresiva de los criterios
lipoidea o la dermopatía diabética. En otras ocasiones el mo- diagnósticos, que ha permitido superar antiguas situaciones
tivo de consulta lo constituye una balanitis o bien un enojoso confusas.

1942
DIABETES MELLITUS

TABLA 15.53. Métodos más usuales para la determinación TABLA 15.54. Fármacos con acción hiperglucemiante
de la glucemia. Valores normales Acetazolamida Estrógenos
Valor normal en ayunas Adrenalina Fenotiazinas
(mg/dL) Ácido etacrínico Furosemida
Método Sustancia analizada Ácido nalidíxico Glucagón
Sangre total Plasma Ácido nicotínico Glucocorticoides
Antidepresivos tricíclicos Heparina
Somogyi-Nelson 60-100 70-115 Glucemia verdadera + Carbonato de litio Indometacina
5 mg/dL Diazóxido Morfina
Hoffmann (auto- 65-105 75-120 Glucemia verdadera + Difenilhidantoína Nitrofurantoína
analizador) 10 mg/dL Diuréticos tiazídicos Reserpina
Folin-Wu 80-120 90-140 La totalidad de los
cuerpos reductores*
Benedict 60-100 75-115 Glucemia verdadera +
5 mg/dL TABLA 15.55. Fármacos con acción hipoglucemiante
Glucosa- 60-95 70-110 Glucemia verdadera
oxidasa exclusivamente (aparte de las sulfonilureas)
*Incluye glucosa, fructosa, galactosa, ácido úrico, ácido ascórbico, creatinina, Ácido acetilsalicílico Guanetidina
etc., y por ello no debe usarse actualmente para el diagnóstico de la diabetes. Anfetaminas Haloperidol
Clofibrato Inhibidores de la MAO
Ciproheptadina Marihuana
Glucemia basal Etanol Oxitetraciclina
Fenfluramina Propranolol
Es el nivel de glucosa en sangre en el período postabsortivo
del ayuno nocturno, requiriéndose para su valoración co- MAO: monoaminoxidasa.
rrecta un ayuno de 8-12 h, así como el conocimiento de los
siguientes datos: el método practicado, los límites de este
método contrastados en el laboratorio que ha realizado la Curva de glucemia o prueba de tolerancia a la glucosa oral
determinación, si se trata de sangre venosa o capilar y, por (PTGO)
último, si la determinación se ha efectuado en sangre total,
plasma o suero. La omisión de cualquiera de estos datos de- Esta prueba consiste en la administración de una dosis oral
bería invalidar el resultado, teniendo en cuenta que en mu- de glucosa y la práctica de extracciones secuenciales de san-
chas ocasiones (cuando no hay manifestaciones clínicas) el gre para determinar la glucemia. Representa exclusivamente
diagnóstico se basará sólo en una cifra. Por lo común, la san- una prueba diagnóstica y, por tanto, nunca debe realizarse
gre se obtiene por punción venosa y debe procurarse que la en un paciente si ya se sabe que es diabético: no sólo no
extracción se haga con la mínima estasis posible. aportará el menor dato de interés sino que, además, entraña
La glucemia en sangre capilar (que equivale a la de la san- un riesgo innecesario. La curva de glucemia permite, pues, el
gre arterial) es idéntica a la de la sangre venosa en ayunas, diagnóstico de la diabetes, y su realización está indicada en
pero durante el período posprandial (y en niños incluso en pacientes que tienen una glucemia normal o próxima a la
ayunas) es más elevada, ya que los tejidos retiran glucosa normalidad en los que existe sospecha de diabetes (p. ej., las
para la nutrición celular. condiciones mencionadas en la TAG potencial o bien en in-
La glucemia en sangre total es aproximadamente el 15% dividuos que presentan una hiperglucemia basal moderada,
más baja que en el plasma y se modifica de forma inversa inferior a 140 mg/dL (7,8 mmol/L).
con el hematócrito. En la actualidad, la sangre total se utiliza Se cometen muchos errores en relación con la dosis de
poco y los laboratorios trabajan con plasma o suero. El inte- glucosa que se ha de administrar, los tiempos de extracción
rés de esta observación reside en que los primeros valores de y los límites máximos para la glucemia en cada punto. La es-
normalidad se calcularon para sangre total, lo que conduce tandarización de esta prueba es fundamental para su utiliza-
todavía a algunos errores. ción en clínica (tabla 15.56). Los criterios de la OMS datan
Los métodos más comunes para la determinación de la de 1980 y son los siguientes:
glucemia y sus normalidades se resumen en la tabla 15.53. 1. Administración de 75 g de glucosa disuelta en 300 mL
Los procedimientos de Somogyi-Nelson, Hoffmann, Folin-Wu de agua. En niños, la dosis de glucosa es de 1,75 g/kg de
y Benedict son métodos reductores que utilizan para este fin peso (no sobrepasar de 75 g). La solución debe ser ingerida
el cobre o el ferricianuro, mientras que el de la glucosa-oxi- en 5-10 min.
dasa es un procedimiento enzimático que determina exclusi-
vamente glucemia verdadera. Si no se indica lo contrario, las
cifras proporcionadas corresponden a glucemia verdadera TABLA 15.56. Normas estándar para la práctica de una prueba
(glucosa-oxidasa) en plasma de sangre venosa. La glucemia de tolerancia a la glucosa oral
puede también determinarse de forma aproximada en una Glucosa administrada
gota de sangre capilar (que se obtiene del pulpejo del dedo 75 g en 250-300 mL de agua*
o del lóbulo de la oreja por punción con una lanceta), utili- Niños: 1,75 g/kg de peso
zando tiras reactivas impregnadas en glucosa-oxidasa. Las ti- Beber en 5-10 min
ras pueden leerse directamente o mediante la ayuda de re- Condiciones previas
flectómetros especiales. Este método es simple y rápido, y Dieta no restringida en hidratos de carbono (> 200 g/día)
tiene una notable fiabilidad cuando se realiza en condicio- y actividad física normal al menos los 3 días previos
nes técnicas adecuadas. No debe emplearse para el diagnós- a la prueba
Ayuno
tico de diabetes, pero es muy útil en los estudios de detec- Durante 10-16 h (agua libre)
ción y en el autocontrol de pacientes ya diagnosticados Extracciones
(véase más adelante). Al cabo de 0 y 120 min (60 y 90 min optativos*)
Muchos fármacos actúan sobre el metabolismo de la glu- Muestra
cosa (tablas 15.54 y 15.55) por mecanismos diversos (aumen- Venosa o capilar, plasma o sangre total, dejando constancia
to o disminución de la síntesis y liberación de insulina, inter- de ello para una correcta interpretación
ferencia en la insulina o en los hipoglucemiantes orales, etc.) Precauciones
y, a menudo, desconocidos. Cuando la determinación de la Tener en cuenta los fármacos que pueden alterar
los resultados (tiazidas, glucocorticoides, etc.)
glucemia se lleva a cabo con fines diagnósticos, estos fárma-
cos deben suprimirse siempre que sea posible. *En gestantes se recomiendan 100 g y prolongar la curva hasta 180 min.

1943
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.57. Ejemplo de dieta de 2.500 calorías con unos 250 g (superiores a la media más 2 DE), pero no podían identificar-
de hidratos de carbono preparatoria para la práctica de una curva se claramente con los diabéticos porque no compartían con
de glucemia éstos el riesgo de complicaciones microangiopáticas especí-
ficas. La anomalía se define por una glucemia basal inferior a
Desayuno 140 mg/dL (7,8 mmol/L) y a los 120 min entre 140 y 199
60 g de pan mg/dL (el NDDG exige también que a los 60 o 90 minutos
40 g de queso o jamón o un huevo
10 g de mantequilla o de aceite exista un valor ù 200 mg/dL).
Un vaso de leche con 20 g de azúcar La definición de TAG ha sido muy importante para evitar
el sobrediagnóstico de diabetes que se producía hace algu-
Comida nos años con los criterios recomendados por FAJANS y CONN.
60 g de arroz crudo o de pasta de sopa o 200 g de patata No obstante, un porcentaje importante de estos pacientes,
Verdura o ensalada a voluntad que a menudo son obesos, evolucionarán hacia la diabetes.
120 g de carne o 150 g de pescado o 1/4 de pollo o conejo Además, estos individuos tienen mayor prevalencia de enfer-
40 g de pan medad arteriosclerótica, en particular de cardiopatía isqué-
140 g de manzana o 100 g de plátano o 200 g de naranja
mica. Esto se debe a que a menudo son hiperlipémicos e hi-
Merienda perinsulinémicos al mismo tiempo. Desde el punto de vista
Un yogur con 10 g de azúcar clínico, si bien debe rechazarse el término diabetes, hay que
3 galletas insistir en la conveniencia de la corrección de los trastornos
asociados.
Cena
Igual que la comida
Diagnóstico de la diabetes gestacional
Al acostarse
Un vaso de leche Se basa en los criterios del NDDG que, a su vez, utiliza los de
Cuatro cucharadas soperas de aceite para cocinar y aliñar O’SULLIVAN de 1964, de modo que los límites de normalidad
durante todo el día en la embarazada se establecen como sigue: basal, 105
mg/dL (5,8 mmol/L); 60 min, 190 mg/dL (10,6 mmol/L); 120
min, 165 mg/dL (9,2 mmol/L), y 180 min, 145 mg/dL (8,1
mmol/L). La curva está estandarizada con 100 g de glucosa y
2. Se efectúan extracciones de sangre a los 0,60, 90 y 120 en tiempos distintos a los del PTGO convencional. Algunos
min. estudios recientes sugieren una sensibilidad idéntica y mejor
3. El paciente debe estar en ayunas desde 12 h antes de la tolerancia con 50 g de glucosa y extracciones en tiempos
prueba, permanecer en reposo y abstenerse de fumar. convencionales. Se considera el diagnóstico de diabetes ges-
4. Durante los 3 días previos a la prueba el paciente debe tacional ante la presencia de dos puntos o más por encima
consumir una dieta libre, cuidando especialmente no limitar de los límites establecidos. Cuando sólo existe un punto alte-
los glúcidos. La dieta previa tiene que contener más de 200 g rado, se recomienda repetir la prueba.
de hidratos de carbono y debe ser normocalórica para el in- La prueba de O’Sullivan es muy útil para los estudios de
dividuo en estudio. detección pero no sirve para establecer el diagnóstico. Con-
5. El paciente no debe padecer una enfermedad intercu- siste en administrar 50 g de glucosa oral en cualquier mo-
rrente ni estar convaleciente de algún proceso. Asimismo, no mento del día y determinar a los 60 min la glucosa en sangre
debe estar recibiendo medicación que pueda alterar la tole- capilar. Cuando la cifra es inferior a 140 mg/dL (7,8 mmol/L)
rancia hidrocarbonada. la prueba se considera negativa. Cuando se supera este lími-
La dieta previa es fundamental, ya que cuando la ingesta te, es obligada la práctica de una PTGO.
de hidratos de carbono es escasa, la secreción de insulina Todas las cifras indicadas se refieren a plasma obtenido de
disminuye y en estas condiciones la ingesta de 75 g de gluco- muestra venosa. No obstante, en la actualidad se puede de-
sa determina curvas de glucemia falsamente patológicas. terminar de forma precisa la glucosa capilar mediante el mé-
Este es el mecanismo por el cual se produce la antiguamente todo de glucosa-oxidasa en unos pocos microlitros de sangre
denominada “diabetes del hambre” en los desnutridos y en o plasma, lo que obliga a recordar las correspondientes equi-
los casos de anorexia nerviosa. En ambas situaciones, la re- valencias (tabla 15.58).
cuperación ponderal conseguida por la ingesta libre normali-
za estos resultados. En individuos jóvenes, la dieta de más de
200 g de hidratos de carbono se consigue con facilidad indi-
Otras pruebas de laboratorio en diabetología
cándoles simplemente que coman de todo y tomen algún Prueba de tolerancia a la glucosa intravenosa (TTGI).
producto de pastelería como suplemento; en las personas de En esta prueba se administra una dosis de glucosa de 0,5
edad avanzada o que tienen hábitos de alimentación espe- g/kg de peso ideal en una solución al 50% inyectada en una
ciales es necesario confeccionar una dieta con estas caracte- vena antecubital, durante 2-5 min. Las extracciones se reali-
rísticas (tabla 15.57). zan en el otro brazo en condiciones basales y, al cabo de 30,
El Comité de Expertos de la OMS ha elaborado los siguien- 60, 90 y 120 min. Se considera normal cuando el valor a los
tes criterios diagnósticos de diabetes: 90 min es igual o inferior al basal. Su utilidad en clínica se li-
1. Síntomas típicos y una glucemia igual o superior a 200 mita a aquellas situaciones excepcionales en las que existen
mg/dL (11,1 mmol/L) en cualquier momento del día. dudas sobre la absorción de glucosa o cuando se trate de pa-
2. Síntomas típicos y glucemia basal igual o superior a 140 cientes que vomitan la glucosa oral. La prueba se lleva a
mg/dL (7,8 mmol/L). cabo preferentemente en investigación clínica. En tal caso,
3. En ausencia de síntomas, glucemia basal igual o supe- las extracciones se efectúan cada 5-10 min durante una hora.
rior a 140 mg/dL (7,8 mmol/L) en más de una ocasión. Los valores obtenidos se expresan en papel semilogarítmico
4. Glucemia igual o superior a 200 mg/dL (11,1 mmol/L) a y se calcula el tiempo medio de desaparición de la glucosa
las 2 h de la sobrecarga con 75 g de glucosa [el National Dia- (t1/2), lo que permite el cálculo de la K (K= 69,3/t1/2), que ex-
betes Data Group (NDDG) exige también que a los 60 o 90 presa el porcentaje de la caída de glucosa por minuto. Un va-
min exista un valor ù 200 mg/dL]. lor de K inferior a 0,95 se considera diagnóstico de diabetes.
Si se desea estudiar la fase precoz de secreción de insulina
(fig. 15.48), es decir, la que corresponde a la glucosa almace-
Diagnóstico de la tolerancia anormal a la glucosa nada en los gránulos, deben realizarse extracciones en los
Se trata de un criterio introducido para designar a los indivi- minutos iniciales de la prueba (suele hacerse a los 60 y 180
duos que presentaban valores matemáticamente anormales seg).

1944
DIABETES MELLITUS

TABLA 15.58. Criterios diagnósticos de diabetes


Muestra aislada [mg/dL (mmol/L)] PTGO [mg/dL (mmol/L)]
Muestra de sangre
Diabetes probable Diabetes incierta Diabetes improbable Diabetes TAG
Venosa (p) >200 100- < 200 <100 Basal > 140 <140
(> 11,1) (5,5- < 11,1) (< 5,5) (> 7,8) (< 7,8)
120 min > 200 140-200
(> 11,1) (7,8-11,1)
Venosa (t) > 180 80- < 180 < 80 Basal > 120 < 120
(> 10,0) (4,4- < 10,0) (< 4,4) (> 6,7) (< 6,7)
120 min > 180 120-180
(> 10,0) (6,7-10,0)
Capilar (p) > 220 100- < 220 < 100 Basal > 140 < 140
(> 12,2) (5,5- < 12,2) (< 5,5) (> 7,8) (<7,8)
120 min > 220 160-220
(> 12,2) (8,9-12,2)
Capilar (t) > 200 80- < 200 < 80 Basal > 120 < 120
(> 11,1) (4,4- < 11,1) (< 4,4) (> 6,7) (6,7-10,0)
120 min > 200 140-200
(> 11,1) (7,8-11,1)
PTGO: prueba de tolerancia a la glucosa oral; TAG: tolerancia anormal a la glucosa; p: plasma; t: total.

Prueba de tolerancia a la tolbutamida. La tolbutamida TABLA 15.59. Sustancias farmacológicas que alteran
constituye un estímulo potente de la secreción de insulina, la determinación de glucosuria
por lo que esta prueba se utiliza para diagnosticar pequeñas
Método enzimático Método reductor
anomalías en la tolerancia a la glucosa y en el diagnóstico Sustancia en orina
(tira reactiva) (tableta reactiva)
del insulinoma. Se administra por vía intravenosa a razón de
1 g disuelto en 20 mL de agua destilada. Las extracciones Galactosa No modifica Positivo
suelen estandarizarse cada 10 min durante una hora. La cifra Lactosa No modifica Positivo
más baja se registra entre los 20 y 30 min. Fructosa No modifica Positivo
Maltosa No modifica Positivo
Pentosa No modifica Positivo
Glucosuria. No debe utilizarse para el diagnóstico de diabe- Ácido nalidíxico No modifica Falso positivo
tes, ya que el dintel renal para la glucosa no es constante, Cefalosporinas No modifica Falso positivo
sino que varía de un individuo a otro y, en particular, con la Probenecida No modifica Falso positivo
edad. No es raro que los niños tengan glucosa en orina con Ácido ascórbico Falso negativo Falso positivo
glucemias de 150 mg/dL (8,3 mmol/L) o menos, mientras Salicilatos No modifica Falso positivo
que en pacientes de edad avanzada se requieren glucemias Peróxido Falso negativo No modifica
más elevadas para que la glucosa aparezca en la orina. A pe-
sar de estas limitaciones, la determinación de glucosuria es
útil en el seguimiento de los pacientes diabéticos en trata- ción siempre se acompaña de determinaciones cada vez
miento. La glucosuria puede determinarse cualitativamente más positivas en las 8-12 h previas.
mediante tiras de papel impregnadas en glucosa-oxidasa o
mediante tabletas reactivas de sulfato de cobre o en el labo- Perfil glucémico. La determinación de la glucemia basal es
ratorio con otras técnicas colorimétricas cuantitativas. Algu- poco útil como índice del grado de control metabólico, en
nos fármacos alteran las glucosuria determinada por estos particular en los casos de DMID, debido fundamentalmente a
métodos, especialmente el de la tableta reactiva. La vitamina sus amplias oscilaciones en un mismo día y de un día a otro.
C se elimina por orina y negativiza las glucosurias determina- La práctica de un perfil glucémico permite estimar de un
das por tira reactiva (tabla 15.59). modo más preciso la compensación metabólica, ya que con-
La glucosuria como índice de control tiene varias limita- siste en la determinación de la glucemia varias veces a lo lar-
ciones: a) no existe una buena correlación con la glucemia, go del día, habitualmente antes del desayuno, de la comida y
de manera que en ocasiones una glucemia de 180 mg/dL se de la cena, y 2 h después de cada uno de ellos, totalizando
acompaña de una glucosuria de indicios, mientras que una 6 extracciones. Para su valoración correcta es fundamental
de 220 mg/dL determina una glucosuria +++; b) en una perso- que el día de la prueba el paciente realice su actividad habi-
na concreta, la misma cifra de glucemia se correlaciona en tual o lo más parecida posible a ésta, tanto en lo que se refie-
momentos distintos con glucosurias diferentes: una glucemia re a ejercicio físico, como horario de comidas y horario de in-
de 220 mg/dL puede determinar glucosurias + un día y +++ yección de insulina. En la práctica, esto es difícil de conseguir
otro día, y c) la glucosuria negativa no discrimina la normali- debido a los desplazamientos al laboratorio o a los centros
dad de la situación de hipoglucemia. asistenciales, de manera que los perfiles glucémicos más úti-
La glucosuria ha sido progresivamente sustituida por las les se obtienen mediante extracción de sangre capilar en el
determinaciones domiciliarias de glucemia en sangre capi- domicilio. La práctica de glucemias domiciliarias se ha exten-
lar, que proporcionan una información mucho más precisa. dido en forma importante en los últimos años. Sin la menor
Como es evidente, los candidatos a un control óptimo no de- duda, el sistema brinda seguridad a los pacientes, ha contri-
ben utilizar la glucosuria. No obstante, ésta sigue siendo un buido a disminuir la prevalencia de cetoacidosis diabética y
buen recurso para pacientes con DMNID moderada o en los permite ajustar mejor el tratamiento. Su elevado precio sigue
que se requiere un control de “supervivencia”. siendo una limitación importante. Hay que tener en cuenta,
por ejemplo, que la Seguridad Social no cubre el coste de los
Cetonuria. La presencia de cuerpos cetónicos en orina se reactivos en la mayoría de los países de Latinoamérica y que
determina fácilmente mediante tiras reactivas impregnadas en muchos lugares el valor de un frasco de 50 tiras es equiva-
en nitroprusiato sódico. Los resultados se expresan en forma lente al salario base de una semana.
semicuantitativa desde negatividad hasta 160 mg/dL. En pa-
cientes bien compensados la cetonuria debe ser negativa. La Hemoglobina glicada. La capacidad de la hemoglobina
determinación domiciliaria de cetonuria es especialmente para reaccionar con la glucosa circulante y formar un com-
útil en la prevención de la cetoacidosis diabética, cuya apari- plejo bastante estable (HbA1c) se puso en evidencia hace 20

1945
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

años, comprobándose más tarde que la formación es lenta y IRI debe efectuarse mediante pruebas de estimulación entre
proporcional a la glucosa presente en el medio. Esta hemo- las cuales las más habituales son la PTGO, la prueba de tole-
globina presenta, junto con la HbA1a y la HbA1b, la propie- rancia a la tolbutamida y la prueba del glucagón. Con estos
dad de una migración electroforética más rápida que la he- estímulos (el más potente es la glucosa oral), los niveles de
moglobina normal y por esta razón las HbA1 reciben gené- IRI ascienden normalmente hasta 60-80 mU/mL. En los diabé-
ricamente el nombre de hemoglobina rápida. La correlación ticos, estas cifras son más bajas (con excepción de los pa-
entre la determinación de HbA1c y HbA1 total es buena en cientes obesos) y traducen el grado de deterioro de la reser-
la mayoría de los casos. La hemoglobina glicada refleja la ci- va insular pancreática, pudiendo utilizarse para decidir la
fra de la glucemia media en un período aproximado de 4-8 terapéutica de sustitución (insulina) o la de estimulación
semanas previas a su determinación. Sus resultados se expre- (sulfonilureas) en determinados casos.
san como el porcentaje del total de la hemoglobina. En indi-
viduos normales, la HbA1 es del 4,5-7% y la HbA1c del 4-6%. Péptido C. El radioinmunoanálisis permite también la deter-
En los diabéticos la HbA1 puede alcanzar cifras de hasta el minación de los niveles plasmáticos de péptido C, cuya utili-
20%. En términos generales, se considera que la compensa- dad se centra en los pacientes diabéticos que reciben o han
ción es buena cuando la HbA1c está comprendida entre 5 y recibido insulina farmacológica. Las pruebas de estimula-
8%, aunque en realidad los objetivos de control deben indivi- ción son las mismas que se utilizan para IRI, y su valoración
dualizarse para cada situación (véase más adelante). En la como índice de reserva pancreática es igual que en el caso
reacción de glucosilación de proteínas se pueden diferenciar anterior. Las cifras normales de péptido C en condiciones ba-
tres etapas y, de hecho, la formación de la hemoglobina gli- sales oscilan entre 0,9 y 3,5 ng/mL y en las pruebas de esti-
cada corresponde a un ejemplo de la primera etapa. Si el mulación suelen triplicar o cuadruplicar estos valores.
proceso afecta proteínas de vida media más larga que la he- Una prueba útil por su rapidez es la de estimulación con
moglobina, como el colágeno, la segunda y la tercera etapas 1 mg de glucagón intravenoso y determinación de los valores
de la glicación producen lo que actualmente se conocen de péptido C a los 0 y 6 min. Una concentración de péptido
como productos finales de la glicación avanzada (AGE), que C inferior a 2 ng/mL a los 6 min del estímulo implica en la
tienen importancia en la génesis de las complicaciones cró- mayoría de los casos una insulinodeficiencia que aconseja el
nicas de la diabetes. uso de insulina farmacológica en la DMNID. Las determina-
ciones de IRI y péptido C no tienen utilidad para el diagnósti-
Fructosamina. Es otro ejemplo de primera etapa de glica- co de la diabetes (el cual se basa exclusivamente en la glu-
ción y refleja la concentración media de glucosa de un perío- cemia) y su empleo se limita sobre todo a la investigación
do de 1-3 semanas. La fructosamina es el resultado del fenó- clínica y, en determinados casos, a la indicación terapéutica.
meno de glicación de proteínas plasmáticas y por esta razón
sus valores no deben darse en forma absoluta sino corregi-
dos en función de la proteinemia del paciente. La determina- Tratamiento
ción de la fructosamina es más fácil y barata que la de la
hemoglobina glicada, por lo que ha desplazado a ésta en al- Introducción
gunos laboratorios. No obstante, la fructosamina y la hemo-
globina glicada representan conceptos diferentes y no debe- El tratamiento de la diabetes requiere un abordaje multidisci-
rían utilizarse en forma indistinta. La fructosamina refleja la plinario, además de un completo entrenamiento de los profe-
situación de un período de tiempo más corto que la hemo- sionales que deben tomar a su cargo el control de estos pa-
globina glicada, lo cual tiene ventajas e inconvenientes. La cientes.
principal ventaja reside en que permite analizar cambios de Los objetivos generales del tratamiento de la diabetes po-
control producidos en poco tiempo, lo cual reviste interés drían definirse en los siguientes términos: a) corregir el tras-
durante el embarazo o en las primeras etapas del tratamiento torno metabólico, de modo que la situación se aproxime al
de un paciente, momentos durante los cuales la “pereza” de máximo posible a la fisiología normal; b) prevenir o retrasar
respuesta de la hemoglobina glicada no es adecuada. En la aparición de complicaciones, y c) mantener o mejorar la
cambio, y por la misma rapidez de respuesta, la fructosamina sensación de bienestar.
es menos útil que la hemoglobina glicada como índice de Estos tres objetivos generales deben convertirse en objeti-
control en situaciones rutinarias. No obstante, en pacientes vos específicos para cada caso individual, de modo que las
metabólicamente estables y, sobre todo, con DMNID, la fruc- “herramientas” (tipo y dosis de insulina, dosificación de hi-
tosamina puede desplazar a la HbA1 por su sencillez y bajo poglucemiantes orales, tipo de dieta, contenidos educativos,
coste. La HbA1 y la fructosamina no deben utilizarse para el técnicas de autocontrol, etc.) han de escogerse en forma es-
diagnóstico de diabetes, aunque en algunos casos puede ser pecífica para cada individuo. Nótese que este planteamiento
de utilidad como método de detección. También pueden es radicalmente distinto al de la enfermedad aguda (el nú-
emplearse como indicadores de control metabólico otras mero de variables es muy escaso, en ocasiones se limita al
proteínas glicadas de vida media más larga que la hemoglo- peso del individuo para calcular la dosis del fármaco) y, aun-
bina, como por ejemplo la queratina del cabello, que refleja que parecido, bastante más complejo que el de otras enfer-
el control de los últimos 4-6 meses. medades crónicas, como por ejemplo, la hipertensión.
La glucemia debe ser lo más próxima posible a la normali-
Insulina inmunorreactiva. Las concentraciones plasmáti- dad, y el parámetro de control más eficaz para evaluar este
cas de insulina son fáciles de determinar mediante la técnica objetivo es la cifra de HbA1c. La normoglucemia estricta es
de radioinmunoanálisis (insulina inmunorreactiva o IRI), alcanzable en más ocasiones de las que a priori se supone,
aunque no distingue la insulina de la proinsulina, ni la insuli- pero requiere un buen entrenamiento para el ajuste continuo
na libre de la ligada a anticuerpos, ni la farmacológica de la de las dosis de insulina e hidratos de carbono de la dieta. No
endógena. En individuos sanos o bien en diabéticos que obstante, es evidente que los objetivos del control metabóli-
nunca han recibido insulina como tratamiento, las concen- co deben individualizarse para cada paciente y que no serán
traciones de IRI en plasma representan una buena aproxima- los mismos para una embarazada, un adolescente en exáme-
ción a la secreción endógena de aquélla, ya que la cantidad nes o un jubilado que vive solo.
de proinsulina circulante es muy baja (inferior siempre al El control metabólico depende de tres pilares fundamenta-
15% de la insulina) y no existen anticuerpos. les: el clásico trípode dieta-insulina-(hipoglucemiantes ora-
En condiciones basales, las cifras normales de IRI oscilan les)-ejercicio, además de otros factores como las hormonas
entre 10 y 20 mU/mL. Los pacientes con DMID tienen a me- de contrarregulación (estrés), el grado de reserva pancreáti-
nudo cifras similares, mientras que en los casos de DMID esta ca (el control es más fácil en los que tienen secreción resi-
cifra es a menudo indetectable. La valoración adecuada de dual de insulina que en los insulinopénicos absolutos), varia-

1946
DIABETES MELLITUS

ciones en la absorción de los alimentos según la motilidad, TABLA 15.60. Valor del índice glucémico de algunos alimentos
etc. Todos estos factores son responsables de que en ocasio- de uso corriente
nes sea realmente difícil conseguir un comportamiento glu-
cémico estable y parecido al de los individuos no diabéticos. Alimento Índice glucémico
No obstante, un balance adecuado entre la ingestión de hi- Pan blanco 100
dratos de carbono, las dosis de insulina y la actividad física Pan de centeno 90-95
permite en la mayoría de los casos aproximarse a la situa-
ción fisiológica. Para conseguirlo es imprescindible que el Puré de patata 100
médico tenga, además de una adecuada preparación técni- Patata hervida 80
ca, el convencimiento de que mejorar el control es eficaz y Plátano 85
posible. Si parte de esta actitud, le resultará más fácil desper- Zumo de naranja 70
tar en el paciente una buena motivación. Naranja 60
Manzana 55
Tratamiento dietético Arroz blanco (15 min de cocción) 80
Sólo se considerarán algunos aspectos específicos de la dieta
en la diabetes. El lector interesado debe dirigirse primero al Pastas alimentarias (índice medio) 50
15 min de cocción 60
capítulo de Nutrición. El tratamiento dietético persigue bási- 5 min de cocción 45
camente dos objetivos: normalizar el peso (por lo general ex-
cesivo en la de DMNID y en ocasiones deficitario en la Garbanzos 50
DMID) y contribuir a la consecución de la normoglucemia. Habichuelas 40-50
Estos objetivos se alcanzan mediante tres procedimientos bá- Lentejas 30-40
sicos, que son la medición de las calorías ingeridas, la limita-
ción de azúcares refinados y el ajuste del horario de las co- Leche y yogur enteros 50
midas al plan general de tratamiento. No deberían existir Leche descremada 45
alimentos permitidos y alimentos prohibidos en virtud del Glucosa 140
contenido hidrocarbonado, sino que todos los alimentos Sacarosa 90
pueden ser utilizados, aunque en cantidades controladas. Fructosa 30
La corrección del sobrepeso (alrededor del 80% en el mo-
mento del diagnóstico de la DMNID) es fundamental. La nor-
malización del peso en estos casos es a menudo la única te- que deben aportar los distintos alimentos. El hecho experi-
rapéutica que se ha de prescribir, ya que de este modo mental que indujo a su desarrollo es que el comportamiento
disminuye la resistencia a la insulina y se normalizan las ci- sobre la secreción endógena de insulina y sobre la glucemia
fras de glucemia. El contenido calórico global de la dieta provocado por cantidades equivalentes de alimentos hidro-
está condicionado por el metabolismo basal del individuo carbonados distintos no es la misma; así, por ejemplo, la ele-
(que depende de su peso, talla, sexo y edad) así como de su vación glucémica provocada por 25 g de glucosa pura es ne-
actividad física, y su cálculo es exactamente el mismo que el tamente superior a la causada por 175 g de manzana (que
que se lleva a cabo para individuos no diabéticos. En cuanto contiene exactamente 25 g de hidrato de carbono “puro”). El
a la composición porcentual de los diferentes principios in- índice glucémico (que se expresa en porcentaje) se define
mediatos, igual que en una persona no diabética, los hidra- como el cociente entre el área bajo la curva de la respuesta
tos de carbono deben aportar el 55-60% de las calorías, las glucémica provocada por el alimento ensayado y la misma
proteínas el 15% y las grasas el 25-30% restante. Esta propor- área provocada por el alimento de referencia que es el pan
ción es válida sólo para las dietas normocalóricas, pero no blanco. Así, por definición, el índice de pan blanco es 100, y
puede cumplirse en el caso de las hipocalóricas que son pro- cuando se dice que un alimento determinado tiene un índi-
porcionalmente más hiperproteicas. Estas proporciones son ce glucémico de 70 significa que su poder hiperglucemiante
las que recomienda la OMS, pero en la práctica clínica los hi- –en cantidades equivalentes– es el 70% del que tiene el pan
dratos de carbono prescritos en las dietas no suelen alcanzar (tabla 15.60).
el 45% del total de las calorías. La influencia de los hábitos
alimentarios previos (tanto por parte del paciente como del Dietas por raciones. La prescripción dietética en la diabe-
médico) es muy fuerte, y rara vez se acepta, por ejemplo, tes es fundamentalmente cuantitativa, de modo que sin un
que una comida esté constituida sólo por un plato de pasta y cumplimiento aceptable es imposible obtener estabilidad
ensalada o por verdura y frutas, sino que se tiende práctica- metabólica y pérdida de peso en los pacientes que así lo re-
mente sin excepción, tanto en la comida como en la cena, a quieren. Facilitar la adscripción de los pacientes significa po-
consumir un primer plato de verdura y/o fécula (en general sitivar las normas (no es lo mismo decir “no coma usted tal
restringida por miedo a que “suba el azúcar”) y un segundo cosa” que decir “para comer puede escoger entre este plato
de carne, pescado o huevos, con lo que la dieta es forzosa- y este otro”) y estar convencido de que lo que se recomien-
mente excesiva en proteínas y grasas, a costa de reducir los da es importante. Además, facilitar la adscripción implica
hidratos de carbono. La modificación de estos hábitos debe dar elementos sencillos mediante los cuales los pacientes
ensayarse con convicción si se desea que los pacientes lle- puedan sustituir unos alimentos por otros en cualquier mo-
ven a cabo una dieta saludable y correctamente equilibrada mento, incluso cuando coman fuera de su ámbito habitual.
que se acerque a la idea, conocida con el nombre de “dieta Esta es la base de las tablas de equivalencias y de las deno-
mediterránea” (ingestión diaria de pescado, frutas, verduras minadas dietas por raciones. La base de las dietas por racio-
hervidas y crudas, aceite de oliva crudo; en ocasiones hue- nes consiste en clasificar los alimentos en seis grupos según
vos; los días festivos pollo y sólo excepcionalmente cordero, su composición: a) grupo de la leche, que incluye leche, yo-
ternera o buey). Lamentablemente, la dieta actual de la ma- gur y kefir; b) grupo de los alimentos proteicos, que incluye
yoría de los países mediterráneos (al menos los del norte) se carnes y pescados de todo tipo, huevos y queso; c) grupo de
halla lejos de cumplir estas orientaciones, y el consumo de las frutas; d) grupo de las verduras; e) grupo de los fariná-
grasas saturadas, de azúcares refinados y de sal ha aumenta- ceos, que incluye pan, patatas, arroz, harina, pasta de sopa y
do notablemente en detrimento de las fibras y los hidratos de legumbres, y f) grupo de las grasas, que incluye mantequilla,
carbono complejos. aceite, manteca de cerdo y frutos secos. A cada uno de estos
grupos se les asigna una “unidad ración” (tabla 15.61) a la
Índice glucémico. Este concepto, desarrollado en los últi- cual se hacen equivalentes todos los alimentos del grupo. La
mos 10 años, es importante para el cálculo de las cantidades unidad ración de los alimentos que contienen hidratos de

1947
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.61. Cantidades de alimentos correspondientes carbono (farináceos, frutas y verduras) suele establecerse en
a la unidad ración de los distintos grupos de alimentos 10 g. Así, por ejemplo, en el caso de las frutas estos 10 g se
pueden obtener mediante 100 g de naranja o 70 g de manza-
Alimento Cantidad (g)
na o 150 g de fresas o 150 g de melón, etc. En el caso de las
Leche (10 g de hidratos de carbono, verduras se pueden obtener mediante 120 g de guisantes o
7 g de proteínas, 7 g de grasas) 300 g de acelgas o 200 g de zanahoria, etc., y en el caso de
Leche entera 200 los farináceos, con 20 g de pan o 60 g de patata o 15 g de le-
Yogur 200 gumbres secas crudas. En el caso de alimentos que no con-
Leche en polvo 50 tienen hidratos de carbono, como el grupo proteico o el de
Proteicos (10 g de proteínas, 4-8 g de grasas) grasas, se dan sólo normas cualitativas. Hay que tener en
Ternera, buey 50 cuenta que los alimentos pueden cuantificarse con relativa
Pescado blanco o azul 60 precisión sin necesidad de pesarlos, convirtiéndolos en volú-
Queso 50 menes caseros. Así, por ejemplo, dos raciones de farináceos
Requesón 100 pueden ser un cucharón de sopa de pasta pequeña o tres cu-
Huevos Uno grande charadas soperas de lentejas cocidas o dos rebanadas de
Pollo, conejo 50 pan de molde, etc. Lo único que requiere es haber pesado
en una ocasión el alimento y haberlo convertido en un tama-
Frutas (10 g de hidratos de carbono)
Albaricoque 100 ño conocido (rebanada de pan de molde) o en una medida
Pomelo 200 de volumen (cucharón). En EE.UU. y en los países del norte
Cerezas 70 de Europa los recipientes de cocina o de vajilla están norma-
Higos 60 lizados, es decir que la taza de té, la cuchara de sopa, la cu-
Limón 200 chara de café, etc., tienen siempre el mismo volumen, lo que
Naranja 100 facilita el cumplimiento de este tipo de prescripciones.
Fresas 100 La informática puede contribuir a facilitar la comprensión
Pera 90 y el cumplimiento de las dietas. Un programa ágil y de mane-
Piña 100
Plátano 50 jo fácil para desarrollar dietas posibilita el “contrato” con el
Manzana 80 diabético, de modo que el ordenador actúa de “testigo” del
Melocotón 100 pacto entre paciente y terapeuta.
Mandarina 100
Mango 70 Dietas ricas en fibras. Existen hidratos de carbono de gran
Melón 150 complejidad que, además de ser prácticamente inabsorbi-
Ciruelas 100 bles, retrasan la absorción de los demás glúcidos presentes
Uva 50 en la misma comida. Estas sustancias reciben el nombre de
Sandía 150
Tomate (zumo) 120 fibras y sus principales componentes son la celulosa, la pecti-
na y la hemicelulosa. La celulosa es el constituyente esencial
Farináceos (10 g de hidratos de carbono, de las membranas celulares de las plantas, la hemicelulosa
1-3 g de proteínas) se encuentra principalmente en las envolturas externas de
Arroz 15 los granos de cereales y las pectinas están asociadas con la
Castañas 20 celulosa en frutas y legumbres. El efecto que se atribuye a las
Garbanzos 20 fibras en relación con la diabetes consiste en reducir la hi-
Galletas Dos unidades perglucemia después de las comidas debido a la modifica-
“Cornflakes” 15
Lentejas 20 ción que las fibras producen sobre la absorción intestinal de
Pan 20 los glúcidos: retrasan el tiempo de tránsito intestinal y, en
Pasta de sopa 15 ocasiones, forman una película alrededor de la mucosa in-
Patata 60 testinal que dificulta la absorción. Para que la dieta sea efi-
Tapioca 15 caz, el contenido de fibra debe ser elevado (3-4 raciones de
Guisantes 120 verdura, legumbres o pasta o pan integral como fuente de fa-
rináceos, frutas con piel o determinadas pulpas) y, además,
Verduras (10 g de hidratos de carbono) debe acompañarse de una reducción de las grasas al 25-30%
Berenjenas 200
Alcachofas 200 del total de las calorías y de un aumento de los hidratos de
Coles de Bruselas 150 carbono al 60% o más. La aceptación no suele ser demasiado
Habas 120 buena por la flatulencia que provocan, excepto en personas
Guisantes 120 muy motivadas o que tienen previamente hábitos vegetaria-
Remolacha 100 nos. Los pacientes que más pueden beneficiarse son aque-
Tomate 150 llos con DMNID que tienen glucemias basales moderadas y
Nabos 200 posprandiales elevadas.
Pimientos 150 Otra forma de aumentar el contenido de fibra de la dieta
Zanahorias 150
Espárragos, espinacas, coliflor, rábanos, apio, consiste en su ingestión suplementaria en forma de prepara-
acelgas, lechuga, escarola, etc. dos comerciales, aunque la eficacia de este procedimiento
Aproximadamente 300* aún no se ha demostrado con certeza, excepto en las expe-
riencias con goma guar a razón de 30 g/día o más.
Grasas (10 g de grasas, algunos contienen cantidades
significativas de proteínas) Tendencias actuales y dietas liberalizadas. La prohibi-
Aguacate 60 ción de la sacarosa y los azúcares refinados en general ha
Cacahuetes 25 constituido una especie de mandamiento indiscutible hasta
Margarina 10
Mantequilla 10 hace pocos años. De hecho, en esta actitud se olvidaban dos
Aceites 10 cosas: que la sacarosa, al igual que otros azúcares simples, se
Nueces, avellanas, almendras 20 encuentran también en la fruta y, en cambio, ésta no se pro-
Aceitunas 50 híbe y que la velocidad de absorción de los azúcares simples
Crema de leche ligera 30 depende en buena medida de la composición del bolo ali-
Nata (crema de leche espesa) 20 menticio, de modo que un cucharada de azúcar tomada sola
*Contenido en hidratos de carbono muy bajo de modo que suelen prescribir- tiene una absorción mucho más rápida que la misma canti-
se en cantidad libre, siendo innecesaria su cuantificación. dad de sacarosa tomada al final de una comida grasa. Re-

1948
DIABETES MELLITUS

TABLA 15.62. Características de las insulinas más comunes comercialmente disponibles en el mundo
Efecto clínico (h)
Tipo Retardante Tampón Especie
Inicio Pico Duración
Regular, Ninguno ClNa Humana 0,25-1 1,5-4 5-9
rápida o Glicerol Porcina 0,25-1 1,5-4 5-9
no modificada NaHPO4 Bovina 0,25-1 1,5-4 5-9
Acetato sódico

NPH Protamina Glicerol Humana 0,5-2 3-6 8-14


NaHPO4 Porcina 0,5-2 3-6 8-14
Bovina 0,5-2 3-6 8-14

Lenta Cinc ClNa Humana 1-2 3-8 7-14


Acetato sódico Porcina 1-2 3-8 7-14
Bovina 1,5-3 5-10 10-24

Ultralenta Cinc ClNa Humana 2-3 4-8 8-14


Bovina 3-4 6-12 12-28
Tomada de P.D. HOME y K.G.M.M. ALBERTI : Insulin therapy. En: K.G.M.M. ALBERTI , R.A. DEFRONZO, H. KEEN , P. ZIMMET, eds. International textbook of diabetes mellitus.
Chichester, John Wiley, 1992; 831-863.

cientemente, algunos estudios clínicos han demostrado que un extracto relativamente impurificado que se presentaba en
la sustitución de una parte de los hidratos de carbono por forma de polvo que debía disolverse. Pocos años después se
azúcar no modifica el control metabólico de los diabéticos consiguió su recristalización, que es la forma en que sigue
tratados con insulina, resultado que no puede sorprender si utilizándose. Se ha propuesto emplear el término insulina
se tiene en cuenta, por ejemplo, que el índice glucémico de “no modificada”, ya que la denominación “rápida” puede lle-
la sacarosa es parecido al del pan. El contenido de grasas var a confusión con los futuros análogos de insulina y el tér-
de la dieta constituye en el momento actual la mayor preo- mino “regular” se utiliza sólo en EE.UU. La insulina se presen-
cupación en el mundo occidental de los especialistas en nu- ta habitualmente en concentraciones de 40 U, y 100 U y
trición. En cuanto a la diabetes, tras la comprobación de que utiliza como tampón –para ajustar la osmolalidad– cloruro
la dieta puede liberalizarse en hidratos de carbono, la reduc- de sodio, glicerol, acetato o fosfato. El inicio de acción se
ción en el contenido de las grasas es el objetivo prioritario. consigue a los 15-60 min de la inyección subcutánea, el má-
Las normas prácticas para conseguir una dieta apetitosa y ximo al cabo de 1,5-4 h y la duración global es de 5-9 h.
controlada en ácidos grasos saturados chocan con hábitos En los últimos años, la bioingeniería genética ha permitido
previos y no debe olvidarse que buena parte del sabor de los sustituir o añadir algunos aminoácidos de la cadena de
alimentos depende del contenido graso. La dieta prescrita insulina para producir diversos análogos, cuya finalidad
deberá ser siempre fruto de una negociación con el pacien- principal es modificar el tiempo de absorción. Las insulinas
te, y el terapeuta ha de saber animarlo para cumplir con ella. de acción “ultracorta” obtenidas por este procedimiento
A menudo la dieta quedará a medio camino entre la ideal y permitirían adaptarse mejor a las pautas de inyección múlti-
la realidad, pero esto no debe entenderse como un fracaso. ple, evitando el solapamiento entre una dosis y otra. Estas
Para conseguir cambios en los hábitos alimentarios, las mo- preparaciones farmacológicas se están utilizando en algunos
dificaciones dietéticas deben plantearse siempre de forma ensayos, pero no están disponibles por ahora (1995) para la
progresiva y a muy largo término. Así, por ejemplo, en una terapéutica sistemática.
persona que diariamente come alimentos fritos y embutidos 2. Insulinas retardadas. La primera obtenida fue la protami-
y bebe tres vasos de leche entera, conseguir que tome dos na-cinc o IPZ, actualmente en desuso porque su larga dura-
vasos en forma de leche descremada, que coma una sardina ción de acción (36 h) la hace poco manejable, porque su ab-
en lata para desayunar en lugar de salchichas y que no fría sorción es muy errática y porque no puede mezclarse con
más de 3-4 veces a la semana implica una reducción muy im- insulina simple debido a que el exceso de cinc la transforma
portante en la ingestión de colesterol, aunque el contenido toda en retardada. Modificando el contenido de protamina y
total siga siendo superior a los 300 mg/día considerados idó- cinc, se obtuvo poco años después la insulina NPH, con una
neos. duración de acción de unas 8-14 h y una actividad máxima a
las 3-6 h de su administración. Este tipo de insulina se utiliza
habitualmente en 2 dosis diarias, inyectadas antes del desa-
Insulina yuno y de la cena. La insulina lenta procede de la adición de
La introducción de la insulina en clínica humana constituye cinc como retardante y un tampón acetato sin protamina. Su
todavía el hito histórico más importante en el tratamiento de duración global de acción se estima en 7-14 h tanto si es de
esta enfermedad. Tras casi 75 años de uso clínico, ningún procedencia porcina como humana. El inicio de acción se
descubrimiento ha desplazado por ahora la inyección subcu- consigue al cabo de 1-2 h y el pico máximo a las 3-8 h. La in-
tánea de insulina. Su progresiva utilización en la DMNID ha sulina ultralenta se obtiene primero cristalizando insulina
representado un importante aumento en el consumo de insu- con cinc a pH 5,5 y añadiendo luego cinc en exceso a pH
lina en el mundo occidental, calculándose sus usuarios en 7,4. El resultado es una insulina que dura 8-14 h si es de pro-
más de 30 millones de personas en el mundo. No se debería cedencia humana (diferencias pequeñas con la NPH y la len-
olvidar que la insulina es un fármaco caro, que en muchos ta) pero 12-28 h si es de origen bovino.
países del mundo el tratamiento con insulina cuesta más que Existen además otras insulinas comerciales que consisten
el salario normal de un mes y que aún ahora la mortalidad en una mezcla de insulina simple con NPH en proporciones
en África por DMID es muy elevada (próxima al 100% a los variables. Este tipo de insulinas tiene la ventaja de que pre-
20 años del diagnóstico en muchos países) y directamente senta los dos componentes, lo cual permite una acción inme-
relacionada con la falta de insulina. diata gracias a la simple y una más tardía merced a la re-
tardada. Su principal inconveniente radica en que las
Tipos de insulina (tabla 15.62) proporciones son fijas, y en general el médico prefiere mez-
1. Insulina rápida, regular o simple. La primera insulina clar los dos componentes de forma distinta en cada paciente
que se utilizó en terapéutica fue la regular, que consistía en particular. De todos modos, los errores frecuentes que se pro-

1949
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

ducen con este procedimiento y el hecho de disponer de un


amplio espectro (de 10:90 a 50:50) han relegado progresiva-
mente la mezcla “artesanal”.
Hasta hace algunos años, las insulinas farmacológicas
eran de procedencia exclusivamente bovina o porcina. Las
de origen bovino eran más comunes en los EE.UU., mientras
que en Europa predominaban las porcinas, que se preferían
por su menor antigenicidad (la insulina porcina difiere de la
humana en un solo aminoácido, mientras que la bovina di-
fiere en tres). A mediados de los años setenta se introdujeron
insulinas altamente purificadas, en las cuales se consiguió
evitar la contaminación con glucagón, somatostatina, pépti-
do gastrointestinal (GIP) o proinsulina. En la década de los
ochenta aparecieron las insulinas humanas, de las que exis-
ten dos sistemas de obtención: la biosintética y la semisintéti-
ca. La primera se obtiene por mutación genética del DNA de
bacterias, concretamente de Escherichia coli. La segunda se
obtiene sustituyendo el aminoácido alanina (en la posición
30 de la cadena B) por treonina. En la práctica, las insulinas
humanas aportan pocas diferencias en relación con las de
origen animal, de modo que comparadas con sus homólogas
porcinas o bovinas tienen un tiempo de acción algo más cor-
to para la simple y la NPH (muy poco significativo en clíni-
ca) y francamente reducido para la ultralenta. Su menor anti-
genicidad y su mayor pureza han propiciado el des-
plazamiento de las demás en la mayoría de los países occi- Fig. 15.50. Localizaciones apropiadas para la inyección de insulina.
dentales.

Conservación de la insulina. En la nevera, a 4 °C, la pér- modo que es importante estar seguros de la profundidad
dida de actividad de la insulina es muy escasa, de manera de la inyección. De hecho, en los niños pequeños y las per-
que al cabo de 3 años las insulinas simples la reducen apro- sonas muy delgadas el grosor del tejido celular en muchos
ximadamente en un 20%, mientras que en las intermedias puntos no supera los 7-8 mm, por lo que en realidad la insuli-
y prolongadas este efecto es inapreciable. A temperatura na se inyecta en el músculo en lugar de hacerlo subcutánea-
ambiente (25 °C) las insulinas retardadas pierden muy poca mente. Se aconsejan agujas de 8-11 mm de longitud, con
actividad entre 2 y 3 años, mientras que la eficacia de la insu- inyección perpendicular en las más cortas y con ángulo de
lina simple disminuye a la mitad. A temperatura corporal 60-75 ° en las más largas, siempre que el grosor del tejido ce-
(37 °C) todas las insulinas sufren este proceso, de modo que lular sea el adecuado. El control de los lugares de inyección
al año y medio la insulina regular y las de la serie lenta pier- mediante ultrasonidos y estudios de farmacodinámica ha su-
den el 50% y la NPH alrededor del 15%. Finalmente, por enci- gerido a algunos investigadores que en las pautas de inyec-
ma de 50 °C la pérdida es rápida y muy importante. En la ción múltiple la insulina rápida debería inyectarse por vía in-
vida normal esta degradación de la insulina por el calor tie- tramuscular (para conseguir un efecto más inmediato y
ne escaso interés, ya que cada frasco no suele utilizarse du- evitar el solapamiento con la dosis posterior) y la insulina re-
rante más de 2 o 3 semanas y puede guardarse perfectamen- tardada por vía subcutánea para prolongar su efecto.
te a temperatura ambiente. No obstante, durante el verano, Las zonas sombreadas en la figura 15.50 son adecuadas
y en determinadas circunstancias (en el interior del automó- para la inyección de insulina. Es importante la rotación de
vil, en las tiendas de campaña, en la playa, etc.), no es infre- los puntos de inyección, evitando siempre la repetición
cuente que se alcancen temperaturas superiores a 50 °C, por de los pinchazos en una misma zona. La insulina se absorbe
lo que en estos casos debe disponerse de algún sistema de con mayor rapidez a partir del tejido subcutáneo abdominal
refrigeración para conservarla (un termo de bebidas con al- que del antebrazo o del muslo. Además, el masaje sobre la
gunos cubitos de hielo puede servir a tal efecto o bien unas zona inyectada aumenta su absorción, así como el ejercicio
pequeñas neveras provistas de un acumulador introducido muscular practicado inmediatamente después. El calor local
previamente durante unas horas en el congelador domésti- y la vasodilatación (alcohol) aumentan igualmente la absor-
co). La insulina NPH flocula en ocasiones, dando lugar a gru- ción de insulina, mientras que el frío o la vasoconstricción
mos e importantes pérdidas de actividad. Esta eventualidad (tabaco) la reducen. La insulina simple tiene una absorción
debe vigilarse especialmente cuando se utilizan pens o plu- relativamente rápida, por lo que se aconseja su inyección
mas inyectoras, porque con algunos de ellos no es fácil com- unos 15 min antes de la ingestión. Las insulinas retardadas,
probar el aspecto de la insulina. en cambio, se inyectan 45-60 min antes, ya que de este modo
las elevaciones glucémicas posprandiales son menores.
Técnica de la inyección de insulina. La insulina se admi-
nistra mediante jeringuillas de 1 mL graduadas en 40 U o 100 Utilización clínica de la insulina. La administración tera-
U según la dilución de que se disponga o bien mediante in- péutica de la insulina pretende reproducir, de la manera más
yectores o pens, cuyo uso se ha generalizado en los últimos exacta posible, la secreción endógena pancreática de un in-
años. Estos artilugios han posibilitado la difusión de las deno- dividuo normal. Si a lo largo de un día se comparan los nive-
minadas pautas de inyección múltiple porque facilitan la les plasmáticos de insulina de los individuos normales con
inyección de insulina fuera del domicilio (habitualmente los que se consiguen con una pauta de 2 dosis de insulina in-
la comida de mediodía). Tienen tres inconvenientes: a) im- termedia (fig. 15.51) se comprenderá que es muy difícil con-
posibilidad de aspirar después de la inyección (y, por tanto, seguir que la administración intermitente de insulina farma-
no advertir la rara posibilidad de pinchar dentro de un vaso cológica pueda reproducir fielmente lo que ocurre en las
pequeño); b) formación de burbujas de aire, que debe con- personas no diabéticas. En éstas existe una secreción basal
trolarse escrupulosamente ya que los errores en la dosifica- continua, que es de alrededor de 1 U/h y que aumenta 4-5 ve-
ción pueden ser importantes, y c) floculación, ya menciona- ces en los períodos posprandiales. En consecuencia, los pa-
da. La inyección subcutánea tiene una absorción más rápida cientes diabéticos deberían tratarse con una inyección de
que la superficial pero más lenta que la intramuscular, de depósito de insulina que remedara la secreción basal e in-

1950
DIABETES MELLITUS

tud que se ha de tomar frente a ésta. En pacientes afectos


de DMNID, en los cuales el inicio del tratamiento con insuli-
Desayuno Comida Cena na no es urgente, la insulinización en medio hospitalario no
siempre es necesaria y en ocasiones puede ser sustituida con
ventaja por una insulinización en medio ambulatorio, si se
dispone de personal suficiente y capacitado, y el paciente no
vive muy lejos del centro asistencial o no está muy alterado
Insulinemia

por la ansiedad.
Consideramos cinco aspectos distintos en la utilización clí-
nica de la insulina:
1. DMID de diagnóstico reciente. El paciente –niño, adoles-
cente, adulto joven– suele presentar un cuadro clínico flori-
do y, en muchas ocasiones, cetonuria. En esta situación de
insulinopenia evidente la terapéutica sustitutiva debe iniciar-
se con urgencia. Se administrará insulina simple cada 6 h an-
tes de cada ingestión en dosis que dependerán de la intensi-
Horas dad de la hiperglucemia y de los controles. En general,
inicialmente se utiliza una dosis de 0,6-0,7 U/kg de peso re-
Fig. 15.51. Comparación entre los perfiles insulinémicos de un indi- partidas en 4 tomas. A las 24-48 h de iniciada la insuliniza-
viduo normal (línea continua) y los que se obtienen en un diabético ción la cetonuria desaparece y se puede proceder a la admi-
tratado con dosis de insulina NPH (línea discontinua). nistración de insulina intermedia por la noche mezclada con
una rápida antes de cenar o separada de ésta y administrada
antes de ir a dormir con un suplemento dietético (p. ej., un
yecciones múltiples de insulina rápida a dosis variables antes vaso de leche). El tratamiento de estos pacientes al darles el
de cada una de las comidas. Técnicamente esto es posible alta hospitalaria debe efectuarse con 3-4 dosis diarias, es de-
mediante monitorización glucémica domiciliaria como siste- cir: a) regular - regular - regular+NPH, o bien; b) regular - re-
ma de control y la ya mencionada inyección múltiple de in- gular - regular - NPH (o lenta) o bien, c) regular+NPH - regu-
sulina o bien las bombas de perfusión. Ambos sistemas per- lar - regular+NPH. Debe procurarse que los pacientes sigan
miten un mejor control de la glucemia diaria que el que se con este tipo de pautas durante los años siguientes. Los pens
obtiene con las pautas convencionales, y cada vez es mayor representan un buen instrumento para tratar a los pacientes
el porcentaje de pacientes que los utilizan. No obstante, en con estas pautas de inyección múltiple. Algunos médicos
ocasiones hay que conformarse con 2 inyecciones diarias, prefieren emplear la ultralenta por la noche (alrededor del
procurando que su máxima acción se ejerza en el momento 40-50% de la dosis total), repartiendo el resto en 3 dosis simi-
de las comidas. Es importante que la dieta tenga un horario lares de insulina regular, una para cada una de las comidas
establecido, así como un contenido cuantificable en hidra- principales.
tos de carbono, del mismo modo que es necesario tener en Las dosis de insulina no son fijas, sino que deben modifi-
cuenta el ejercicio físico. Además, debe recordarse que no carse en función de las glucemias en sangre capilar, en un
existe una pauta fija para la dosificación de la insulina, sino principio según el criterio del médico y después según el del
que ésta depende de: a) el conocimiento de la farmacodiná- propio paciente. En las semanas o meses que siguen al inicio
mica de las distintas insulinas; b) la sensibilidad individual, y de la insulinización en la DMID se asiste en general a una re-
c) el estilo de vida (horario de comidas, actividad física, tipo ducción progresiva en las dosis de insulina, que en ocasio-
de trabajo, etc.) de cada paciente en particular. La utiliza- nes y de forma temporal llegan a ser nulas. Durante esta fase
ción clínica de la insulina requiere un entrenamiento prolon- (denominada de remisión o de “luna de miel”) se aconse-
gado. ja no suspender la insulina, sino seguir administrándola
La insulina está indicada en todos los casos de DMID y en aunque sólo se trate de 2-4 U/día. Este criterio se establece
los casos de DMNID cuando se produce el fracaso –primario para que no se pierda el hábito de la inyección, para forzar
o secundario– de los hipoglucemiantes orales. Asimismo, al máximo la normoglucemia estricta y para mantener la ex-
debe utilizarse insulina en los comas diabéticos y en determi- posición de la insulina al sistema inmunitario (véase más
nadas situaciones de la diabetes del adulto, como la cirugía, adelante). La fase de remisión implica una recuperación fun-
el embarazo, las infecciones agudas y el infarto de miocar- cional de las células beta pancreáticas, como se demuestra
dio. Las situaciones mencionadas constituyen las indicacio- mediante estudios de secreción de insulina en estos pacien-
nes absolutas de la insulinoterapia, aunque existen otras que tes, y se presenta con mayor frecuencia cuanto más estricta
podrían considerarse indicaciones relativas, es decir, cir- ha sido la compensación metabólica de la enfermedad. Su
cunstancias en las que –como ocurre muchas veces en la duración suele ser de algunas semanas o unos pocos meses,
DMNID– la insulina no es vital para el paciente, pero contri- aunque excepcionalmente puede durar algunos años. El
buye a un mejor control de la enfermedad. El hecho de que principal interés clínico de la fase de remisión lo constituye
los hipoglucemiantes orales no estén exentos de riesgos ha el hecho de que su existencia y su duración se han relacio-
llevado a ampliar progresivamente el campo de la insulina nado con un mayor retraso en la aparición de las complica-
en los pacientes afectos de DMNID, con la esperanza de que ciones específicas. El inicio de una DMID no es un hecho de-
el mejor control metabólico que se consigue reduzca el ries- masiado frecuente (p. ej., con una incidencia como la de
go de las complicaciones de la diabetes. En este tipo de pa- Barcelona, de 10,9/100.000 y año entre 0-29 años, se produci-
cientes la insulinización debe ser la consecuencia de un ba- rán un centenar de casos nuevos por año en una ciudad de
lance cuidadoso entre los riesgos de la enfermedad y los cerca de 2.000.000 de habitantes), de modo que sólo un nú-
derivados del uso de la insulina. Sin un programa de ense- mero muy limitado de médicos tendrá la posibilidad de ad-
ñanza adecuado y unas condiciones sociales determinadas, quirir una experiencia amplia. El tratamiento inicial de la
la insulinización puede entrañar mayores riesgos que venta- DMID debe reservarse a centros hospitalarios que dispongan
jas. El inicio de la insulinización debe hacerse siempre en de unidades de diabetes especializadas.
medio hospitalario cuando se trata de casos de DMID. Un in- 2. DMID en tratamiento. Pocos años después del diagnósti-
greso de 4-5 días permite el aprendizaje de la autoinyección co las necesidades de insulina suelen mantenerse relativa-
de insulina, la modificación de las dosis y la monitorización mente estables, aunque a largo término tienden a disminuir.
glucémica, así como la enseñanza de normas elementales de Las necesidades suelen ser de 0,7-0,9 U/kg alrededor de 10-15
dietética. Asimismo debe instruirse al paciente y a sus fami- años después del diagnóstico y algo más bajas, de 0,6-0,8
liares en el reconocimiento de la hipoglucemia y en la acti- U/kg, a los 20 años o más de evolución. Estas cifras deben to-

1951
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

marse con cautela porque son muy variables, aunque raras tirá el ajuste definitivo. Algunos pacientes pueden ser razona-
veces se supera la dosis de 1,0 U/kg/día en estos pacientes. blemente compensados con una sola dosis de insulina inter-
En cambio, no es excepcional que algunos tengan una sensi- media al día, que suele inyectarse antes del desayuno. Con
bilidad extrema y se controlen con menos de 0,4 U/kg y día relativa frecuencia estos pacientes presentan hipoglucemias
aun teniendo una función renal estrictamente normal (en antes de la comida del mediodía, en particular cuando el de-
una serie de 250 pacientes de más de 10 años de evolución, sayuno es frugal. En estos casos se ha propuesto inyectar la
tres de ellos tienen una compensación metabólica adecuada insulina antes de la comida del mediodía, aunque en nuestra
con menos de 0,3 U/kg de insulina). experiencia los resultados han sido malos. Los mejores resul-
Algunos pacientes tienen oscilaciones glucémicas muy im- tados con una sola dosis de insulina parecen obtenerse con
portantes, alternando las hipoglucemias con graves hiperglu- la ultralenta, siempre que las necesidades diarias no superen
cemias en un mismo día sin explicación aparente. A menudo las 20-25 U, en cuyo caso es aconsejable utilizar una insulina
presentan también cetonuria. La observación de sus libretas intermedia en 2 dosis.
de control es desalentadora porque la glucemia parece com- 5. DMNID: insulina, hipoglucemiantes orales o ambas
portarse de forma aberrante y sin ninguna lógica. Estos pa- cosas. En los últimos 20 años –después de la publicación del
cientes suelen constituir un porcentaje inferior al 10% de los UGDP que demostró una mayor mortalidad cardiovascular
DMID vistos en una unidad de diabetes, pero acaparan el 50% en el grupo de pacientes tratados con tolbutamida– las ven-
del tiempo de los profesionales, con los que discuten en lar- tas de hipoglucemiantes orales en EE.UU. han ido disminu-
gas sesiones la optimización de su control metabólico. No yendo progresivamente, mientras que las de insulina aumen-
siempre es fácil explicar por qué determinados pacientes son taban de forma notable. Esta tendencia se frenó alrededor de
mucho más difíciles de regular metabólicamente. Algunas de 1985 y recientemente los hipoglucemiantes orales han recu-
las causas podrían ser: a) falta de cuantificación de los hidra- perado de nuevo sus ventas en términos absolutos y relati-
tos de carbono de la dieta, que probablemente constituye el vos. Este comportamiento se debe probablemente a que los
factor “desestabilizador” más importante, ya que en las equi- resultados del UGDP no pudieron revalidarse y también a la
valencias calculadas “a ojo” los errores pueden ser del 50% o demostración del efecto nocivo del hiperinsulinismo.
más en el contenido hidrocarbonado; b) variaciones dema- En los últimos años se ha generalizado el uso de una pauta
siado bruscas en el ajuste de insulina; c) ejercicio físico de mixta de tratamiento en la DMNID: una dosis de insulina in-
competición; d) erraticidad en la absorción de la insulina termedia al acostarse (por lo general, 16-24 U de NPH), con
subcutánea; las variaciones espontáneas en la absorción son la finalidad de reducir la producción hepática de glucosa du-
del 20% y aumentan cuanto más prolongado es el efecto de la rante la noche, y una sulfonilurea (habitualmente glipizida)
insulina y si el paciente se inyecta en zonas de lipohipertrofia, en dosis fraccionadas durante el día. Varios ensayos clínicos
y e) problemas emocionales; el efecto deletéreo del estrés avalan la eficacia de este procedimiento, con el que se consi-
agudo y crónico sobre el control metabólico de la diabetes se guen controles metabólicos aceptables sin aumentos signifi-
ha demostrado indiscutiblemente en los últimos años. cativos de peso.
3. Bombas de perfusión de insulina. Constituyen una alter- Desde un punto de vista terapéutico posiblemente sea más
nativa terapéutica que se ha de considerar en los pacientes útil diferenciar a los pacientes diabéticos según su grado de
afectos de DMID, porque permite imitar mejor la secreción reserva pancreática. En este sentido, y a efectos prácticos, de-
endógena de insulina de los individuos normales (por una ben considerarse pacientes sin reserva a los casos de DMID
parte, administra un flujo continuo y constante que constitu- de más de 5 años de evolución y a los de DMNID que presen-
ye la línea de base, y por otra, suministra dosis suplementa- tan rasgos clínicos propios de los primeros, como tendencia
rias en cortos períodos de tiempo, que se utilizan en los mo- a la cetosis o pérdida de peso espontánea e importante. En
mentos de las comidas, y que reciben el nombre de pulsos). todos estos casos y en aquellos en los que la reserva está
La insulina se administra por lo general mediante una bom- amenazada a corto plazo (como en las primeras fases de la
ba externa en el tejido celular subcutáneo, aunque en los úl- DMID), la utilización de insulina no ofrece dudas. La reserva
timos 3-4 años se ha ido extendiendo la vía peritoneal (con pancreática puede estimarse de forma cuantitativa determi-
bomba implantable). El control metabólico que se obtiene nando la IRI o el péptido C en condiciones basales y después
con estos sistemas suele ser bueno, incluso en pacientes de estímulos fisiológicos (véase Diagnóstico).
inestables en los cuales la regulación glucémica puede llegar En relación con la elección de la terapéutica en los pa-
a ser muy problemática. En comparación con la terapia con- cientes con reserva pancreática, desde un punto de vista clí-
vencional optimada (3-4 dosis diarias), no todos los autores nico pueden distinguirse varios supuestos:
están de acuerdo en que el control sea claramente mejor. En a) En pacientes relativamente jóvenes (30-50 años) y no
ocasiones el objetivo que se persigue con la bomba no es un obesos, en primera instancia debe considerarse la insulina si
promedio glucémico más bajo sino una amplitud menor de el control metabólico no es óptimo con dieta sola. En estos
las excursiones glucémicas a lo largo del día, las cuales pue- casos, la historia natural de la diabetes hace prever un dete-
den ser muy importantes en pacientes lábiles con terapia rioro lento y progresivo de la secreción endógena, y siempre
convencional. El único riesgo importante derivado de la utili- será difícil cambiar a insulina si se ha empezado por hipoglu-
zación de las actuales bombas externas de insulina es la hi- cemiantes.
poglucemia nocturna, motivo por el cual se desaconseja su b) En pacientes de edad avanzada y, sobre todo, en los
empleo por personas que viven solas y por los que no reco- que viven solos o sin compañía de personas jóvenes, los hi-
nocen los síntomas de hipoglucemia. Este riesgo es mucho poglucemiantes orales deben considerarse los fármacos de
menor con las bombas implantables. Es muy importante que elección siempre que las condiciones metabólicas lo permi-
los usuarios de estas bombas tengan fácil acceso a las unida- tan: mantenimiento de un peso normal, hiperglucemias mo-
des de diabetes, que dispongan de asistencia continua y telé- deradas, ausencia de síntomas clínicos importantes, etc. En
fono permanente y que reciban un entrenamiento en el hos- estas circunstancias hay que tener en cuenta que el empleo
pital antes de su empleo domiciliario. de la insulina implica un evidente malestar para el paciente
4. DMNID tratada con insulina. Estos pacientes tienen cier- y también riesgos nada despreciables, especialmente las hi-
to grado de reserva insular pancreática, el cual –junto con poglucemias.
los hábitos de vida fijos a esta edad– condicionará una nota- c) En pacientes obesos la elección resulta cada vez menos
ble estabilidad de la diabetes, permitiendo el tratamiento difícil en comparación con lo que sucedía hace unos años.
con 2 dosis de insulina intermedia al día, inyectada antes del La insulinorresistencia habitualmente importante de los obe-
desayuno y de la cena. La cetonuria es negativa y la hiperglu- sos obliga a utilizar dosis elevadas de insulina para corregir
cemia no suele ser muy grave, de modo que la dosis inicial la hiperglucemia, lo que determina el consiguiente efecto li-
diaria de insulina es baja, de alrededor de 0,3 U/kg de peso. pogénico que complica aún más la situación, además de au-
La evolución posterior de las glucemias y glucosurias permi- mentar probablemente el riesgo cardiovascular.

1952
DIABETES MELLITUS

Las sulfonilureas plantean un inconveniente similar ya te, pero cuando son leves y relativamente poco frecuentes,
que, aunque en menor grado, su uso también implica hiper- constituyen en cierto modo el tributo que se ha de pagar
insulinismo. Las biguanidas constituyen una opción teórica para obtener una buena compensación. El riesgo de muerte
sugestiva, ya que no producen hiperinsulinismo y tienen un por coma hipoglucémico es muy bajo, si bien la posibilidad
efecto anorexígeno moderado que, en estos casos, reviste in- de lesiones cerebrales, arritmias y disminución de la inteli-
terés. gencia por hipoglucemias repetidas es probablemente más
La disyuntiva insulina/hipoglucemiantes orales en los obe- elevada de lo que se cree. Por otra parte, la hipoglucemia
sos parece decantarse cada vez más a favor de la medicación está involucrada con cierta frecuencia en accidentes de au-
oral, entre otras razones porque conseguir que pacientes obe- tomóvil sufridos por conductores diabéticos.
sos tratados con insulina se mantengan normoglucémicos y El mejor tratamiento de la hipoglucemia es su prevención
pierdan peso al mismo tiempo es algo extremadamente difícil y, por consiguiente, el paciente debe ajustar sus horarios de
en la experiencia de cualquier médico. Lo fundamental en es- alimentación, suplementar su dieta cuando realice ejercicios
tos pacientes es disminuir su resistencia a la insulina median- físicos extraordinarios y llevar en todo momento un buen au-
te la dieta de reducción calórica y el ejercicio físico. tocontrol. Es conveniente que el paciente, sus familiares y
compañeros de trabajo conozcan las manifestaciones clíni-
Complicaciones de la insulinoterapia cas de la hipoglucemia, así como el modo de tratarlas. Las
1. Hipoglucemia. Constituye la complicación más frecuen- personas que viven con el diabético deben estar prevenidas
te del tratamiento con insulina y es la consecuencia de una frente a las alteraciones de conducta, cambios de humor,
dosificación excesiva para las necesidades metabólicas de agresividad o llanto, etc., que se presenten de forma inopina-
un momento determinado. En la práctica la hipoglucemia se da y que son consecuencia directa de la neuroglucopenia.
produce cuando el paciente retrasa el horario de una inges- Si la hipoglucemia es leve y se presenta en el domicilio, se
ta, cuando realiza un ejercicio físico no habitual o cuando la debe adelantar inmediatamente la hora de la comida e ini-
dosis de insulina y su ingesta en hidratos de carbono no es- ciar ésta por un alimento rico en hidratos de carbono de fá-
tán bien equilibradas. Las hipoglucemias debidas a una insu- cil absorción, como la fruta. Si la hipoglucemia es más acu-
lina rápida se producen en general a las 2-3 h de la inyec- sada o se presenta fuera del domicilio, hay que ingerir
ción, mientras que las debidas a insulinas intermedias o rápidamente 15 g de azúcar (2-3 terrones, 150 mL de bebida
prolongadas ocurren en el momento de su máxima acción, de cola o zumo de naranja). Si existe pérdida de conocimien-
es decir, al cabo de unas 4-8 h. No obstante, a menudo la ex- to, no debe intentarse la ingestión oral por el riesgo de aspi-
plicación no es tan evidente porque se suman los efectos ración, sino que se ha de proceder a la administración de glu-
de una dosis de insulina con la anterior. Además, en caso de cosa intravenosa hipertónica. Habitualmente, 50 mL de
ejercicio físico, el consumo muscular de glucosa se produce glucosa al 50% son suficientes, pero la perfusión de glucosa
no sólo durante su práctica sino también algunas horas des- no debe interrumpirse hasta que el paciente recupere la con-
pués, especialmente en individuos no entrenados. ciencia o hasta que se compruebe una glucemia normal o
Las manifestaciones clínicas de la hipoglucemia son bá- elevada. Cuando la pérdida de conocimiento persiste en pre-
sicamente de dos tipos: las causadas por la baja concen- sencia de una concentración de glucosa en sangre normal o
tración de glucosa que llega al SNC (confusión, conducta elevada, hay que pensar que se ha producido edema cere-
anómala, cefalea, manifestaciones neurológicas, diplopía, bral, en cuyo caso puede intentarse la administración de ma-
convulsiones, coma, etc.) y las debidas a la activación del nitol o de glucocorticoides. Cuando la hipoglucemia ha sido
sistema nervioso vegetativo, el cual –mediante la liberación muy prolongada o muy intensa, pueden transcurrir días has-
de adrenalina– provoca vasoconstricción, sudación profusa, ta que se recupere la conciencia y es posible que quede una
taquicardia, etc. lesión cerebral residual. Los familiares deben estar perfecta-
En muchas ocasiones (hipoglucemia de instauración len- mente entrenados en la utilización del glucagón para casos
ta, haber padecido una hipoglucemia en las horas previas, de hipoglucemias graves. Tras la administración de 1 mg de
afectación neuropática vegetativa), los síntomas vegetativos glucagón por vía intramuscular o subcutánea, la conciencia
pueden ser mínimos o incluso nulos, mientras que si la caída suele recuperarse a los 5-10 min. Entonces deben proporcio-
glucémica es brusca, éstos pueden ocurrir incluso en presen- narse alimentos al paciente. La inyección de glucagón puede
cia de cifras de glucosa sólo discretamente descendidas. Los repetirse a los 15 min si la primera ha sido inefectiva, aunque
pacientes con circulación cerebral normal, sobre todo cuan- es poco probable que en este caso se obtenga respuesta.
do están relativamente habituados a las hipoglucemias, pue- La incapacidad de los pacientes para reconocer sus sínto-
den no presentar manifestaciones clínicas con cifras muy ba- mas de hipoglucemia es una complicación grave del trata-
jas, incluso de 30 mg/dL (1,7 mmol/L). Por el contrario, en miento con insulina. En estos casos, los objetivos de control
los que existe compromiso circulatorio cerebral pueden apa- deben ser menos rigurosos, pero es importante saber que
recer manifestaciones de isquemia cerebral que se recupe- después de un período largo de no padecer hipoglucemias,
ran con la administración de glucosa. El corazón es muy re- la capacidad de reconocerlas puede recuperarse.
sistente a la hipoglucemia, ya que dispone de otras fuentes 2. Alergia a la insulina. Debe diferenciarse entre hipersen-
alternativas de energía, si bien la elevada secreción de adre- sibilidad retardada e hipersensibilidad inmediata. Las reac-
nalina puede desencadenar taquicardias, arritmias, anginas ciones de hipersensibilidad retardada se manifiestan alrede-
e, incluso, infarto de miocardio. dor de una semana después de iniciada la insulina. Con-
La hipotermia es frecuente durante la hipoglucemia y pue- sisten en una sensación urente en el lugar del pinchazo,
de constituir un dato de ayuda en el diagnóstico diferencial seguida al cabo de unas horas de un eritema pruriginoso de
de un paciente comatoso, aunque en general éste es fácil unos pocos centímetros de diámetro. Cada lesión desapare-
por los antecedentes clínicos y la rapidez de instauración. ce en el curso de un día y clásicamente el fenómeno se auto-
La hipoglucemia ocasiona no sólo la liberación de adrena- limita en pocas semanas sin dejar de administrar insulina.
lina, sino también la movilización de otras hormonas de con- Las reacciones de hipersensibilidad inmediata son más raras y
trarregulación, como hGH, glucagón, ACTH y cortisol. Estas pueden ocurrir en cualquier momento del tratamiento. Con-
hormonas tienden a elevar la glucemia por su acción gluco- sisten en la aparición de un habón urticariforme unas 2 h
genolítica, al tiempo que reducen la eficacia periférica de la después de la inyección, que puede acompañarse de reac-
insulina. A esta reacción de contrarregulación se atribuían ción generalizada y angioedema. La posibilidad de shock
las denominadas hiperglucemias reactiva o “de rebote”, aun- anafiláctico es excepcional y la literatura recoge casos muy
que de estudios recientes parece deducirse que el fenómeno aislados. Existe una predisposición genética para la alergia a
en realidad es propiciado por la ingestión excesiva de azúca- la insulina ligada a la dotación HLA-A2, Bw44 y DR7. Aunque
res en la hipoglucemia y/o por la finalización del efecto de la alrededor del 10% de los casos son falsos positivos, las prue-
insulina. Las hipoglucemias resultan molestas para el pacien- bas intradérmicas (insulina diluida 1:10) permiten com-

1953
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

probar la naturaleza alérgica de las lesiones cutáneas: la primer concepto. El autocontrol domiciliario de la glucemia
aparición de lesión en los primeros 60 min indica hipersensi- (ADG) permite, combinado con las pautas de inyección múl-
bilidad inmediata, mientras que si aquélla se produce a las tiple, la cuantificación de los hidratos de carbono de la dieta
6-24 h, la hipersensibilidad es retardada. La IgE es elevada en y del ejercicio, el continuo ajuste de dosis de insulina para
pacientes con prueba cutánea positiva. Las reacciones alér- mejorar el control metabólico. La glucemia capilar es, pues,
gicas a la insulina, al igual que la lipoatrofia, son cada vez el indicador del equilibrio complejo entre el aporte alimenta-
menos frecuentes desde la introducción de las insulinas rio de la glucosa, su consumo por la actividad y la insuline-
altamente purificadas y las humanas, de modo que las im- mia puntual.
purezas desempeñaban posiblemente un papel importan- El ADG en pacientes sin reserva pancreática requiere la
te. Según la gravedad del cuadro, deben emplearse antihis- práctica de 20 determinaciones semanales o más (en emba-
tamínicos o cortisona, aunque en casos graves es necesa- razadas suelen proponerse 40-50) para que sea realmente efi-
rio recurrir a complicados programas de desensibilización caz. De todos modos, el objetivo del ADG no siempre es la
mediante diluciones crecientes de insulina. En los casos de normoglucemia estricta, sino que en ocasiones se desea sólo
alergias a la insulina es frecuente recoger en la anamnesis la prevención de hipoglucemias nocturnas o la identifica-
clínica el antecedente de administraciones discontinuas de ción de síntomas dudosos. En estas ocasiones, la frecuencia
la misma. de autoanálisis será inferior y puede combinarse con el auto-
3. Problemas locales producidos por la insulina. Además de control urinario.
la alergia ya mencionada, otros problemas locales son las in- La lectura de la glucosa en sangre capilar se determina
fecciones, la lipoatrofia y la lipohipertrofia. Las infecciones con la ayuda de tiras reactivas impregnadas de glucosa-oxi-
son excepcionales con la inyección subcutánea porque la in- dasa y un lector colorimétrico, si bien algunas tiras permiten
sulina se asocia con una solución antiséptica en el excipien- una lectura directa realmente fiable. Recientemente se han
te y sólo se han descrito en pacientes que reutilizan jeringui- desarrollado aparatos (One-Touch, Glucocard, Exatech, Glu-
llas de vidrio. Si éstas se guardan en alcohol y no se secan cometer Elite, Accutren) que permiten la lectura glucémica
cuidadosamente antes de su uso, la mezcla de pequeñas en pocos segundos sin más manipulación que depositar una
cantidades de alcohol con la insulina puede provocar absce- gota de sangre. La interpretación de los datos procedentes
sos estériles. Los abscesos cutáneos sépticos son un proble- del ADG y el ajuste de la dosificación de insulina son empíri-
ma relativamente frecuente con las bombas de perfusión de cos y los distintos algoritmos propuestos no han sido valida-
insulina, de modo que en estos casos se debe ser cuidadoso dos científicamente, de modo que cada unidad de diabetes
con las medidas higiénicas y cambiar a menudo la coloca- tiene en cierta manera sus propias reglas. Es indudable que
ción de la cánula. se requiere tiempo, experiencia, orden y entusiasmo para
La lipohipertrofia consiste en la aparición de tumores adi- conseguir disminuir la HbA1c, y no debe perderse de vista
posos provocados por el efecto lipogénico de la insulina. Es que el ajuste de dosis de insulina es un proceso continuo. De
más frecuente en niños, especialmente cuando se inyectan los programas informatizados propuestos para ayudar a la
siempre en el mismo lugar. El problema es no sólo estético manipulación e interpretación de datos, Glucofacts (desarro-
sino también práctico, porque la absorción de insulina en es- llado por Ames) ha demostrado claramente ser el más senci-
tas zonas está enlentecida. La lipoatrofia consiste en la desa- llo y eficaz. El coste de las tiras reactivas (cercano a 130 pe-
parición del tejido celular subcutáneo en los lugares de in- setas, 1$, por unidad) limita la difusión del ADG en pacientes
yección de la insulina. En realidad se trata de un fenómeno que no disponen de Seguridad Social. Hay que tener en
alérgico relacionado con las impurezas de la insulina, de ma- cuenta que su uso generalizado (como sucede actualmente
nera que esta reacción ha desaparecido con la generaliza- en España) genera un enorme dispendio para la Sanidad Pú-
ción de insulinas altamente purificadas y las humanas. blica y no necesariamente garantiza su rentabilidad en la re-
4. Edema insulínico. Constituye una complicación relativa- ducción de complicaciones, prevención de hipoglucemias o
mente frecuente, aunque en general poco reconocida. En mejora de calidad de vida. La disminución progresiva de la
pacientes tratados por una cetoacidosis o en los que se ha cetoacidosis en la última década sí está relacionada con
mejorado bruscamente su mala compensación o, simple- la generalización del ADG, aunque otros factores, como los
mente, al inicio del tratamiento con insulina puede asistirse avances en la educación de los pacientes de los últimos
a los pocos días a la aparición de edemas generalizados, de años, influyen con toda probabilidad. Los lectores interesa-
grado variable, que afectan sobre todo la región maleolar y dos en algoritmos para el ajuste de dosis de insulina pueden
la cara y se acompañan de oliguria, junto con un aumento consultar la bibliografía, sin olvidar que el ensayo-error cons-
desproporcionado de peso en muy pocos días. El trastorno tituye posiblemente el mejor aprendizaje. A pesar del empi-
es benigno y suele desaparecer en forma espontánea, si bien rismo citado, deben hacerse algunas consideraciones: a) si
en ocasiones es aconsejable la reducción de la sal en la die- existen discrepancias entre la HbAc y los datos del ADG
ta y la administración de un diurético. Aunque la patogenia debe investigarse la causa antes de proceder a realizar cam-
no es bien conocida, se supone que es consecuencia del bios; b) cuando la variación de la glucemia en el mismo mo-
efecto directo que ejerce la insulina al aumentar la reabsor- mento del día es grande (amplia desviación estándar) es ne-
ción tubular de sodio. La presbiopía insulínica no es más que cesario practicar un considerable número de lecturas antes
el mismo fenómeno, pero localizado en el cristalino. Se pro- de juzgar el efecto de los cambios introducidos; c) los mejo-
duce en circunstancias clínicas semejantes y ocasiona una res resultados se obtienen cuando la desviación estándar es
brusca dificultad para la acomodación. El trastorno es benig- reducida; d) niveles erráticos de glucosa y mal control pue-
no y desaparece espontáneamente. Su reconocimiento es den ser debidos a sobreinsulinización, de modo que ésta
útil para tranquilizar al paciente, que se alarma frente a una siempre debe excluirse; e) la glucemia más difícil de contro-
rápida disminución de su agudeza visual, y también para lar es generalmente la de la mañana; por consiguiente, los es-
aconsejarle que no se compre unas gafas nuevas mientras fuerzos deben dirigirse primero en este sentido, ya que,
dure este fenómeno. cuando se consiguen glucemias aceptables antes del desayu-
no, el resto del día suele ser bueno; f) la superposición de los
perfiles de absorción de insulina es frecuente (p. ej., en Espa-
Autocontrol domiciliario de la glucemia ña se cena muy tarde y la insulina de la cena suele solaparse
Se conoce con este nombre el ajuste de dosis de insulina con la de antes de acostarse en los pacientes con dosis múlti-
que se produce como consecuencia de la monitorización ple); g) los cambios de insulina son ensayos, y la experiencia
domiciliaria de la glucemia o lectura de glucosa en sangre adquirida debe poder aplicarse a otros pacientes o situacio-
capilar. Es importante diferenciar la técnica (autoanálisis) de nes, de modo que es importante el registro cuidadoso de los
la aplicación de algoritmos (autocontrol) ya que a menudo cambios introducidos; h) deben diferenciarse los ajustes “re-
se utiliza erróneamente este último término para significar el trospectivos” (p. ej., si la glucemia antes de comer es a me-

1954
DIABETES MELLITUS

nudo baja significa que hay demasiada insulina a la hora de Cirugía. El ayuno transitorio al que deben ser sometidos los
desayunar) de los “prospectivos”, que consisten en modifica- pacientes que van a ser operados bajo anestesia general, jun-
ciones hacia delante, previendo la respuesta a una comida o to con la fuerte elevación de catecolaminas y cortisol que
ejercicio determinado. implica el estrés quirúrgico, son las dos causas primordiales
El autocontrol urinario propiamente dicho carece hoy en que originan dificultades en el control de los individuos dia-
día de sentido. La glucosuria domiciliaria tiene limitaciones béticos intervenidos. En los pacientes previamente tratados
muy importantes, aunque sigue siendo un método útil si no con insulina se procede de manera que el efecto de la última
se le exige más allá de sus posibilidades. Así, por ejemplo, dosis termine unas 12 h antes del inicio de la cirugía. En este
puede consistir en un sistema de alarma para un paciente de momento se administran una alimentación ligera y una dosis
edad avanzada tratado con hipoglucemiantes y en el que de insulina simple subcutánea. Seis horas antes de la inter-
sólo se desea que la diabetes no provoque problemas meta- vención se inyecta una nueva dosis de insulina simple junto
bólicos derivados de la hiperglucemia intensa. con la perfusión durante 6 h de suero glucosado isotónico.
Desde entonces hasta que se autorice de nuevo la ingesta
oral se sigue la misma pauta de insulina simple subcutánea y
Ejercicio físico suero glucosado cada 4-6 h, además de la administración si-
Debe distinguirse el efecto del ejercicio agudo en pacientes multánea de las otras soluciones (suero fisiológico, expanso-
bien controlados y mal controlados del efecto del ejercicio res plasmáticos, etc.) que se consideren oportunas. La deter-
crónico. El ejercicio agudo en pacientes bien controlados minación rutinaria de glucemias (en particular antes y
promueve la captación celular de glucosa por parte del después de la intervención) ayuda a perfilar las dosis de in-
músculo (en particular en la fase de recuperación) y, por sulina a utilizar cada vez. La perfusión continua peroperato-
tanto, determina una disminución progresiva de la glucemia, ria de suero glucosado evita el riesgo de la hipoglucemia
que es tanto más importante cuanto mayor es el ejercicio y bajo anestesia. Debe insistirse en que cualquier diabético so-
más elevada la insulinemia del momento (en pacientes trata- metido a sueroterapia debe recibir un aporte de glucosa con-
dos con insulina la “secreción” no puede suprimirse, a dife- tinuo y no inferior a 100-150 g/día. Las cantidades diarias que
rencia de lo que ocurre en personas no diabéticas en res- suelen recomendarse son: 150 g de glucosa, 3.000 mL de lí-
puesta al ejercicio). El mismo ejercicio agudo en pacientes quidos y 60-80 mEq de potasio. Algunos prefieren emplear in-
mal compensados (hiperglucemia franca en presencia de sulina intravenosa en lugar de subcutánea cada 6 h. Si se es-
concentraciones bajas de insulinemia) provoca un aumento coge esta forma de administración hay que tomar las
rápido de cuerpos cetónicos y ácidos grasos libres en plas- precauciones habituales (véase la utilización de la insulina
ma, incrementos importantes de las hormonas de contrarre- en Cetoacidosis diabética) y perfundir una dosis diaria simi-
gulación, aumento de la gluconeogénesis e incapacidad del lar a la empleada previamente (p. ej., si requería 36 U/día, la
músculo para retirar glucosa, todo lo cual es responsable de perfusión debe ser de 1,5 U/h). Normalmente se perfunden
que en estas circunstancias la glucosa aumente. Los pacien- 1-3 U/h con bomba de perfusión o microgoteo. Cada 2 h se
tes diabéticos descompensados no deberían realizar ejerci- determina la glucosa plasmática en sangre capilar y se ajusta
cio físico hasta controlar la glucemia. En cuanto a los bien la velocidad de perfusión a los resultados obtenidos, con in-
compensados, deben tomar precauciones para evitar la hipo- crementos o descensos de 0,5 U/h. Este sistema es más exac-
glucemia, consistentes en definitiva en reducir moderada- to y más seguro, pero también más engorroso y requiere per-
mente la dosis de insulina o tomar suplementos dietéticos sonal suficiente y entrenado, no siempre disponible en un
que contengan hidratos de carbono de absorción rápida (o hospital, de modo que la elección entre la perfusión de insu-
ambas cosas a la vez). El ejercicio debería llevarse a cabo en lina o la administración subcutánea dependerá en buena
el período posprandial siempre que sea posible. Es importan- medida de este factor.
te recordar que, especialmente cuando el ejercicio es espo- Los pacientes tratados con hipoglucemiantes orales que
rádico en personas no entrenadas, la hipoglucemia puede deben ser operados suprimirán esta medicación 1-3 días an-
ser tardía, hasta 8-12 h después. tes. Se practicarán glucemias de control el día previo a la in-
El ejercicio crónico origina aumentos en la sensibilidad a tervención y antes de entrar en el quirófano. Si las cifras son
la insulina, efecto que se ha utilizado en el tratamiento de la moderadas [inferiores a 150 mg/dL (8,3 mmol/L)], se toma-
DMNID, en ocasiones con excelentes resultados. Así, pacien- rán las precauciones habituales, es decir, control habitual de
tes sedentarios con sobrepeso y de edad media (50-60 años) glucemia en sangre capilar a la salida del quirófano y, como
pueden conseguir controlar su hiperglucemia sólo con dieta mínimo, una vez al día durante el período peroperatorio. Si
y actividad física regular. Algunos centros proponen progra- las glucemias previas a la intervención son más elevadas se
mas de entrenamiento progresivo a los pacientes jubilados procede a la insulinización de forma similar a la indicada en
relativamente jóvenes (60-65 años) hasta conseguir 3-4 h de el apartado anterior, teniendo en cuenta que las dosis deben
deporte diarias. ser habitualmente moderadas (en general inferiores a 10 U
cada 6 h si se trata de insulina subcutánea). Sólo en estos ca-
sos en los que se desconocen las necesidades previas de in-
Tratamiento de la diabetes en situaciones especiales sulina, pueden utilizarse las denominadas pautas móviles
Infecciones. Las infecciones constituyen una causa frecuen- como mecanismo de seguridad. Éstas consisten en adminis-
te de descompensaciones de la diabetes, debido a que en trar dosis crecientes de insulina según la glucemia del mo-
general aumentan de manera franca los requerimientos de mento, por ejemplo, si la glucemia es inferior a 100 mg/dL
insulina, a pesar de que el paciente ingiera menos cantidad (5,5 mmol/L), no se administra insulina; entre 101 y 140
de alimentos. El incremento de las necesidades de insulina mg/dL (5,5-7,8 mmol/L), se emplean 4 U; de 141 a 180 mg/dL
se debe fundamentalmente al aumento de la secreción de (7,8-10 mmol/L), 6 U; de 181 a 240 mg/dL (10-13,3 mmol/L),
cortisol y glucagón. Además de tratar etiológicamente el pro- 8 U, y si es superior a 240 mg/dL (13,3 mmol/L), 10 U. Tam-
ceso, a estos pacientes se les debe administrar alimentos bién se puede utilizar la perfusión continua de insulina en es-
de fácil digestión (sémolas, purés, compotas de frutas sin tos pacientes, a dosis iniciales de 1-2 U/h y una perfusión de
azúcar, yogur, requesón, etc.) y se ha de prestar especial 150 g de glucosa al día.
atención al autocontrol. Si aparece cetonuria persistente, La evolución clínica posterior de estos pacientes permitirá
acompañada de glucosuria franca, debe procederse a la sus- decidir entre la insulinización definitiva o el retorno a los hi-
titución de la dosis habitual de insulina intermedia o retarda- poglucemiantes orales.
da por 4 dosis de insulina simple. La dosis total de insulina
tiene que ser un 20-30% superior a la que se esté utilizando y Embarazo. El lactógeno placentario y los estrógenos aumen-
la pauta debe mantenerse mientras dure la cetonuria y/o la tan de forma notable durante el embarazo y, junto con las
fiebre no controlada. elevaciones de cortisol, tiroxina, progesterona y prolactina,

1955
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.63. Factores de riesgo para la diabetes gestacional O’Sullivan es positiva y la PTGO es normal, ésta debe repetir-
se alrededor de la 32.a semana. Si la prueba establece el diag-
Edad superior a 35 años
Glucosuria positiva en ayunas nóstico de diabetes gestacional, no debe repetirse más sino
Antecedentes familiares de diabetes empezar el tratamiento de la paciente, mediante normas die-
Obesidad (20% o más de exceso de peso) téticas e insulina a las dosis necesarias si las glucemias basa-
Hidramnios les son superiores a 105 mg/dL (5,8 mmol/L) o las pospran-
Macrosomía en embarazos anteriores diales superiores a 130 mg/dL (7,2 mmol/L). En la diabetes
Abortos de repetición declarada el problema es totalmente distinto. La morbilidad
Fetos muertos in utero o recién nacidos fallecidos en las primeras fetal en estos casos ha sufrido un descenso espectacular en
semanas de vida las últimas décadas, en la medida en que se ha conseguido
mejorar el control metabólico. Los niños de madre diabética
nacían mediante parto por cesárea alrededor de la 36.a sema-
TABLA 15.64. Clasificación de la diabetes y embarazo na de gestación, ya que la mortalidad de los niños nacidos a
Gestacional: intolerancia a la glucosa oral detectada durante término era muy alta. Esta conducta originaba lógicamente
el embarazo problemas relacionados con la inmadurez fetal, en particular
Pregestacional: inicio antes de la gestación y persistencia el síndrome de la membrana hialina. Los programas de con-
después del parto trol óptimo (que deben iniciarse antes de la concepción
Pregestacional complicada con microangiopatía para evitar las malformaciones fetales), mediante técnicas de
y/o macroangiopatía glucemia domiciliaria e inyección múltiple o bomba de insu-
DMID que se inicia durante la gestación lina han permitido cambiar totalmente la situación y actual-
Cada uno de estos cuatro grupos debe a su vez diferenciarse según su buen mente estos embarazos pueden llegar a término. El control
control o mal control atendiendo a los criterios de la tabla 15.65. de las embarazadas diabéticas debe ser responsabilidad ex-
clusiva de equipos estables y altamente dedicados, con in-
clusión de obstetra, diabetólogo, neonatólogo y personal edu-
TABLA 15.65. Criterios de buena compensación metabólica cador.
para la diabetes en el curso de la gestación El pronóstico fetal de las embarazadas diabéticas depende
Desde antes de la concepción hasta el momento del parto del control metabólico. La clasificación propuesta actual-
Mantener cifras de glucemia*: mente se resume en la tabla 15.64 y los criterios de compen-
55-65 mg/dL en ayunas sación se describen en la tabla 15.65.
80-90 mg/dL (media de 24 h)
Inferior a 140 mg/dL una hora posprandial
Mantener HbA1 dentro de la normalidad Otros fármacos en el tratamiento de la diabetes
No padecer episodios de hipoglucemias graves Aparte de la insulina, que constituye la única terapéutica “de
No presentar cetonuria positiva
sustitución”, los demás fármacos que actúan sobre la diabe-
*Valores para sangre total obtenida por punción capilar (para conversión a tes pueden hacerlo de seis formas distintas: a) estimulando
plasma por extracción venosa debe aumentarse un 15%). directamente la secreción de insulina; b) limitando los efec-
tos de la insulina sobre los tejidos diana; c) inhibiendo la glu-
coneogénesis; d) inhibiendo la secreción de hormonas de
son responsables del incremento de la producción de contrarregulación; e) retardando la elevación posprandial
insulina endógena como consecuencia de la situación de in- de glucosa, y f) inhibiendo la formación de sorbitol a par-
sulinorresistencia creada. El embarazo actúa sobre el meta- tir de la glucosa. A continuación se revisarán los fármacos de
bolismo hidrocarbonado y, cuando las alteraciones que pro- uso más común, analizando su forma de acción.
voca sobrepasan determinado límite origina diabetes gesta-
cional (véase Diagnóstico). Sulfonilureas. El mecanismo de acción de las sulfonilureas
La hiperglucemia materna produce hiperinsulinismo fetal es complejo y se ejerce a varios niveles. Por una parte, las
(el páncreas está completamente desarrollado a las 12 sema- sulfonilureas tienen un efecto agudo sobre la producción de
nas de gestación), de modo que el binomio hiperglucemia- insulina de las células beta pancreáticas, actuando en la pri-
hiperinsulinismo favorece la síntesis de glucógeno, grasas y mera fase de secreción de insulina pero no en la segunda.
proteínas y, en consecuencia, diversos órganos fetales (híga- Las sulfonilureas actúan sobre la pared celular de las células
do, corazón, grasa subcutánea, etc.) crecerán en exceso, con beta y para algunos existen auténticos receptores específi-
aparición de macrosomía fetal. Los recién nacidos en estas cos. Como consecuencia de la interacción de la sulfonilurea
condiciones tienen además otros riesgos, como la hipogluce- con el receptor se produce una inhibición en la salida del
mia o la hipocalcemia. El control óptimo de la madre con potasio, que determina la despolarización de la membrana,
diabetes gestacional es relativamente fácil ya que las medi- apertura de los canales de calcio, con entrada de este ion,
das dietéticas y, si son necesarias, dosis bajas de insulina al que promueve la extrusión de los gránulos de secreción de
final de la gestación permiten mantener cifras de glucemia y insulina. El efecto crónico de las sulfonilureas sobre la secre-
de HbA1c normales, de modo que en teoría no deberían pro- ción de insulina es complejo y difícil de interpretar, existien-
ducirse lesiones ni en la madre ni en el recién nacido. No do una auténtica taquifilaxia, ya que el efecto secretor de las
obstante, el principal problema de la diabetes gestacional es sulfonilureas es progresivamente menor en la administración
todavía el reconocimiento precoz. La PTGO debe practicarse crónica. Las acciones extrapancreáticas son de diferentes ti-
por primera vez alrededor de la 20.a semana y constituye el pos; las más importantes son la potenciación del efecto de la
único procedimiento diagnóstico de seguridad. En las ges- insulina sobre el transporte de los hidratos de carbono en el
tantes que presenten factores de riesgo (tabla 15.63) la prue- músculo y el tejido adiposo y, en el hígado, el aumento de la
ba está formalmente indicada, después de asegurarse de que glucólisis, la disminución de la gluconeogénesis y la poten-
la glucemia basal es normal. No obstante, si sólo se practica ciación de la síntesis de glucógeno. De cualquier modo –y a
en estas circunstancias, se diagnostica a la mitad de las dia- pesar de sus múltiples acciones extrapancreáticas– las sulfo-
betes gestacionales. Por esta razón, actualmente se propone nilureas sólo son efectivas en clínica cuando existen suficien-
la búsqueda sistemática de la diabetes gestacional en todas tes islotes pancreáticos intactos que puedan responder. Las
las embarazadas. Para simplificar el problema se recomienda sulfonilureas de mayor uso se muestran en la tabla 15.66.
la prueba de O’Sullivan (véase Diagnóstico). Si ésta es negati- Las diferencias de estructura química entre ellas determinan
va en la 20.a semana, no debe repetirse a no ser que en el fundamentalmente cambios en su potencia, en su absorción
curso del embarazo aparezca glucosuria, toxemia, hidram- y en su vida media. Así, la tolbutamida tiene una vida media
nios o signos ecográficos de macrosomía. Si la prueba de corta (unas 5 h) y una absorción media; la clorpropamida

1956
DIABETES MELLITUS

TABLA 15.66. Sulfonilureas más utilizadas en clínica TABLA 15.67. Interacciones de las sulfonilureas con otros fármacos
Fármaco Nombre comercial Dosis diaria Fármacos que aumentan su acción
Ácidos salicílico y acetilsalicílico
Primera generación Antiinflamatorios no esteroides
Tolbutamida Rastinón® 0,5-1,5 g Trimetoprima
Clorpropamida Diabinese® 0,1-0,5 g Bloqueadores de los receptores de la H2
Inhibidores de la MAO
Segunda generación Alopurinol
Glibenclamida Euglucón 5®, Daonil® Guanetidina
Norglicem-5® 2,5-15 mg
Gliclazida Diamicrón® 80-240 mg Fármacos que disminuyen su acción
Glipentida Staticum® 2,5-15 mg Barbitúricos
Glipizida Minodiab®, Glibenese® 2,5-15 mg Rifampicina
Tiazidas
Fentoína
presenta una absorción lenta y una vida media larga (36 h); Glucocorticoides
la glibenclamida tiene una vida media de unas 12 h y, final- Estrógenos
mente, la glipizida es la de acción más corta, seguida de la Isoniazida
gliclazida. El efecto clínico de las sulfonilureas es claramente Ácido nicotínico
superior si se toman 30 min antes de las comidas, especial-
mente las de acción corta y la glibenclamida. Para la clorpro-
pamida, en cambio, esta recomendación parece irrelevante cemia y porque la exposición crónica a concentraciones ele-
debido a su lenta absorción. vadas de sulfonilureas inhibe la síntesis de proinsulina. La
La eficacia clínica de las sulfonilureas ha sido ampliamen- clorpropamida puede utilizarse en dosis única, mientras que
te disentida en los últimos años. Son ineficaces en la DMID, las demás suelen emplearse en 2 dosis al día, antes del desa-
en pacientes pancreatectomizados y, en general, en cual- yuno y de la cena. Al parecer, la glipizida debería usarse en
quier diabético con escasa o nula reserva insular pancreáti- 3 dosis diarias debido a su corta vida media, aunque los estu-
ca. Se desaconseja su empleo en el embarazo, en la cirugía y dios clínicos no han demostrado que esto mejore su eficacia.
en los pacientes con insuficiencia renal avanzada. Queda, no Las sulfonilureas se han asociado con insulina, biguanidas
obstante, un amplio grupo de enfermos afectos de DMIND en e inhibidores de la alfaglucosidasa en tratamiento la de la
los que se pueden emplear. Estos fármacos, que no deben DMNID. La asociación con insulina ya se ha mencionado, y
utilizarse como sustitutos de la dieta, se han mostrado tan efi- las otras lo serán más adelante.
caces como la insulina en el control de la glucemia y la re- Los efectos secundarios de las sulfonilureas son raros y
ducción de la HbA1c, al menos en los primeros años de diag- aparecen en las primeras semanas de tratamiento. Los más
nóstico de la DMNID cuando la hiperglucemia es inferior a importantes son hematológicos (agranulocitosis, aplasia me-
200 mg/dL y el paciente presenta sobrepeso. En ocasiones dular, trombocitopenia, anemia hemolítica), cutáneos (exan-
(escasamente el 10%) se produce el fallo primario de los fár- tema, prurito, eritema nudoso, fotosensibilidad), gastrointes-
macos hipoglucemiantes, es decir que al cabo de un mes no tinales (náuseas y vómitos, colestasis, granuloma hepático) y
se observa respuesta clínica. En otras ocasiones, el fallo es vasomotores (rubicundez, taquicardia, cefalea). El riesgo de
más tardío (meses o años después), recibiendo el nombre de una mayor mortalidad cardiovascular se considera en la ac-
fallo secundario (se estima en un 9% por año para la tolbuta- tualidad infundado.
mida y posiblemente es igual para las demás sulfonilureas). Es interesante tener en cuenta las interacciones medica-
En la práctica, a los 10-15 años de antigüedad sólo la tercera mentosas de las sulfonilureas (tabla 15.67), entre las cuales
parte de los pacientes se controla de forma satisfactoria con las más importantes se producen con el alcohol y el ácido
sulfonilureas. acetilsalicílico. Estas interacciones pueden provocar graves
No existe prueba alguna de que una sulfonilurea sea más hipoglucemias.
efectiva que otra, al menos en administración crónica y
cuando su dosis se ajusta de acuerdo con las glucemias obte- Biguanidas. Se empezaron a utilizar en el tratamiento de la
nidas. No obstante, cabe señalar que una sulfonilurea de ac- diabetes hace más de 30 años, al comprobarse que la guani-
ción corta puede mejorar la secreción aguda de insulina y dina y alguno de sus derivados eran capaces de reducir la
promover un mejor control de la glucosa posprandial, mien- glucosa sanguínea de los diabéticos. En la actualidad se dis-
tras que una sulfonilurea de acción larga puede significar pone de fenformina, butformina y metformina. Estos fárma-
un mejor control de la glucemia nocturna. Debe destacarse cos ejercen su efecto principal sobre la utilización periférica
también que el riesgo de hipoglucemia grave es sensible- de la glucosa y, a diferencia de las sulfonilureas, no aumen-
mente superior para las de acción prolongada: 0,2/106 dosis tan la secreción pancreática de insulina. En estudios recien-
diaria definida (DDD) para glibenclamida y clorpropamida, tes se ha demostrado que el efecto de las biguanidas sobre el
0,07/106 DDD para glicazida y 0,004/106 DDD para la gli- control de la glucemia en pacientes con DMNID es parecido
pizida. La hipoglucemia por sulfonilureas que obliga al in- al de las sulfonilureas, con la ventaja adicional de que produ-
greso hospitalario es relativamente poco frecuente (0,2 a cen una reducción moderada de peso. Su principal indica-
4,0/1.000 pacientes y año, según los países); no obstante, en ción la constituyen, por tanto, los obesos y los pacientes con
un registro efectuado en EE.UU. se estimó que el 10% de los trastornos lipídicos, ya que las biguanidas disminuyen las li-
pacientes que ingresan en el hospital por hipoglucemia gra- poproteínas de muy baja densidad. La asociación de bigua-
ve fallecen y que en el 3% persisten secuelas neurológicas. nidas con sulfonilureas se ha mostrado más eficaz que las
Los pacientes con hipoglucemia grave por sulfonilureas de- sulfonilureas solas en estudios controlados recientes, hallaz-
ben ser tratados con perfusión intravenosa continua de glu- go por otra parte esperable ya que sus niveles de acción son
cosa y monitorizados durante 3 días. Excepcionalmente pue- distintos.
den requerir hidrocortisona si existe edema cerebral como La difusión relativamente escasa de las biguanidas se debe
secuela neurológica. en buena medida al riesgo de una complicación muy grave,
En la práctica clínica las sulfonilureas deben utilizarse en la acidosis láctica, que tiene un 50% de mortalidad global.
general como primer fármaco en la DMNID (especialmente La incidencia de acidosis láctica asociada con la metformina
si no cursa con obesidad), después de comprobar durante es menor que la que se asocia con fenformina. Existen
algunas semanas que la dieta sola no ha sido suficiente para 100 casos publicados en la literatura mundial, de modo que
controlar la hiperglucemia. Es importante emplear la dosis la incidencia se estima en 1/25.000 pacientes y año o en
mínima necesaria con el fin de reducir el riesgo de hipoglu- 0,13/106 DDD (riesgo similar al de la glibenclamida para las

1957
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

hipoglucemias graves). La mayoría de los casos publicados una rentabilidad que en la actualidad se aproxima al 50%.
de acidosis láctica corresponden a Francia, donde este fár- Además, la criopreservación está permitiendo almacenar is-
maco tiene una importante tasa en el mercado de los hipo- lotes durante meses para su posterior utilización. El trasplan-
glucemiantes. En casi todos los casos descritos de acidosis te suele practicarse en el hígado, inyectando islotes directa-
láctica existió un factor desencadenante, siendo el más fre- mente en la vena porta o en la umbilical. Los resultados en
cuente la insuficiencia renal, seguida de la enfermedad he- animales son alentadores desde hace años, pero en el hom-
pática, el alcoholismo, la insuficiencia cardíaca e infeccio- bre las experiencias han sido decepcionantes, salvo muy ra-
nes graves. Por otra parte, en sólo la tercera parte de los ras excepciones. Estos fracasos han abierto otra nueva vía
casos en los que se pudo determinar las concentraciones que consiste en tratar los islotes in vitro mediante técnicas de
plasmáticas de metformina, éstas fueron significativamente inmunodepresión, con el objeto de aumentar la capacidad
elevadas, de modo que los demás casos pueden considerar- antigénica o bien microencapsularlos con un material bio-
se como acidosis láctica secundaria a anoxia, pero no direc- compatible para aislarlos del sistema inmunitario del recep-
tamente relacionada con el fármaco. En definitiva, las bigua- tor.
nidas no deben utilizarse en pacientes diabéticos con ten-
dencia a la cetosis, embarazadas, ancianos, en complicacio-
nes agudas, en casos de retinopatía, en la insuficiencia renal,
Educación de los pacientes
en la enfermedad cardiovascular grave y en las deficiencias El tratamiento de la diabetes incluye un importante conjunto
de vitamina B12 (debido al consumo en plasma), hierro y áci- de normas para el paciente sobre la alimentación, cambios
do fólico. La metformina tiene una acción competitiva con la en el tipo y las dosis de insulina para adaptarse a diferentes
cimetidina sobre la excreción renal, de modo que su dosis situaciones, forma de cuidar los pies, elección de calzado,
debe reducirse cuando ambos fármacos se prescriben al mis- etc. Del cumplimiento de las normas recomendadas por par-
mo tiempo. Otra interacción conocida es la del alcohol, que te del paciente dependen fundamentalmente los resultados
potencia el efecto hiperlactacidémico de las biguanidas y, que se obtendrán sobre el control metabólico y sobre la pre-
por tanto, debe ser evitado. Los únicos efectos secundarios vención de complicaciones. En consecuencia, analizar el tra-
significativos de las biguanidas son los gastrointestinales. Los tamiento de la diabetes sin tener en cuenta aspectos educati-
más frecuentes son anorexia, náuseas, sabor de boca metáli- vos y de comunicación humana carece de sentido. El
co, distensión abdominal y diarrea. Raras veces obligan a médico clínico que desea ser eficaz en su trabajo con los pa-
suspender el tratamiento y suelen ceder mediante la reduc- cientes debe incluir en su formación elementos básicos de
ción temporal de la dosis del fármaco. psicología, didáctica y medicina conductual, disciplinas que
–al menos hasta la actualidad– están prácticamente ausentes
Inhibidores de alfaglucosidasa. Dentro de este grupo de en el desarrollo curricular de las facultades de medicina.
fármacos que incluye también el emiglitato y el miglitol, la Fruto de esta inadecuada preparación, los médicos que se
acarbosa ha sido el más investigado y el único comercializa- enfrentan a pacientes crónicos –y los diabéticos posiblemen-
do. Su efecto consiste en retrasar la digestión de disacáridos, te constituyen el exponente más complejo y difícil– suelen
dextrinas y almidón. La acarbosa disminuye la glucosa plas- acumular frustraciones derivadas del escaso cumplimiento
mática después de la ingestión de hidratos de carbono, tanto de sus pacientes. Esta situación conduce bien al abandono
en la DMID como en la DMNID, y en estudios controlados do- (por este motivo la mayoría de los endocrinólogos se intere-
ble ciego se observó una mejora discreta en el control meta- san más por el tiroides o la hipófisis que por la diabetes) o
bólico (descensos de 0,5-1,0% en la HbA1c) cuando se aña- bien a un cambio en el abordaje de la situación, pasando del
dió a la insulina o a las sulfonilureas previamente prescritas. clásico biomédico al psicosociomédico o, si se prefiere, inte-
Las dosis recomendadas son 150-300 mg/día fraccionadas en gral u holístico, según el cual el paciente debe ser compren-
3 tomas. Su indicación principal la constituyen los pacientes dido en su totalidad (biografía, creencias previas, cultura,
con DMNID que tienen glucemias posprandiales elevadas. etc.) y no sólo en sus componentes biológicos (peso, talla,
Los efectos secundarios son causados por la descomposición glucemia, HbA1c). De forma un tanto tímida pero evidente,
bacteriana en el intestino grueso de los hidratos de carbono la actitud de los profesionales sanitarios frente a la educa-
no digeridos, que originan flatulencia, distensión abdominal ción de pacientes ha cambiado, y poco a poco está dejando
y diarrea. de ser una actividad complementaria en manos de enferme-
ras (a menudo tan voluntariosas como poco competentes),
para convertirse en una disciplina susceptible de someterse a
Trasplante de páncreas programas de investigación mediante metodología analítica.
El primer trasplante de órgano entero fue llevado a cabo en En este sentido, la incorporación de psicólogos y educadores
1966 y, desde entonces, se han practicado unos 4.000 (1994) a los equipos de asistencia a diabéticos ha sido fundamental.
en todo el mundo, la mayoría de ellos a partir de 1979. Los Obviamente, el psicólogo y el pedagogo no tienen que aten-
porcentajes de supervivencia de paciente y órgano han ido der a todos y cada uno de los pacientes, pero son muy útiles
aumentando progresivamente, en la medida en que se ha en el asesoramiento de médicos y enfermeras para mejorar
mejorado la técnica quirúrgica y la inmunodepresión, de su eficacia.
modo que los últimos registros se acercan al 70% de supervi-
vencia del órgano en el primer año (en 1987 era inferior al
30%) en manos de grupos experimentados. El trasplante de
Prevención de la DMID
páncreas no debe considerarse una alternativa terapéutica Los estudios en familiares de pacientes de DMID han permiti-
para pacientes que padecen sólo una DMID. No obstante, en do comprobar que el 5-9% tienen anticuerpos en su suero del
enfermos con insuficiencia renal terminal por nefropatía dia- tipo ICA, IAA o GAD. Los pacientes con títulos de ICA supe-
bética que requieren un trasplante de riñón, el trasplante de riores a 20 U JDF (Juvenil Diabetes Foundation) y, sobre todo,
páncreas simultáneo puede representar una indiscutible me- los que combinan su positividad con IAA y GAD tienen un
jora en su calidad de vida. Los resultados del trasplante do- riesgo próximo al 100% de padecer la enfermedad en los
ble deben considerarse ahora clínicamente satisfactorios, años siguientes. En la última década se han llevado a cabo
siempre que se lleven a cabo en centros especializados en estudios clínicos con ciclosporina, azatioprina y cortisona,
estos procedimientos. los cuales en términos generales se han ido abandonando
La complejidad técnica del trasplante de órgano entero ha por su escasa eficacia o por la toxicidad del fármaco. Recien-
impulsado la investigación del trasplante de islotes. Páncreas temente se ha comprobado que la nicotinamida oral (que
enteros de animales sacrificados son introducidos en cáma- actúa en los distintos pasos intracelulares de la secreción en-
ras de digestión, en las cuales, mediante una serie de proce- dógena de insulina) y la propia insulina farmacológica a do-
sos químicos, se obtienen islotes aislados funcionantes con sis bajas (0,1 U/kg/día) retardan la aparición de la diabetes

1958
DIABETES MELLITUS

en comparación con los controles. Lo más importante es la más importante) y por mecanismos respiratorios y renales. El
inocuidad de ambos tratamientos, de modo que su uso en exceso de hidrogeniones en plasma es captado inmediata-
ensayos clínicos controlados y aprobados por los correspon- mente por el anión bicarbonato (HCO–3) para formar ácido
dientes comités éticos puede aportar interesantes datos en carbónico, el cual se descompone fácilmente en CO2 y H2O,
los próximos años. que son eliminados por la respiración. Cuando aumenta la
frecuencia respiratoria se produce mayor pérdida de CO2 y,
Y
en consecuencia, la reacción global CO2 + H2O Y H2CO3H+ +
Complicaciones agudas de la diabetes HCO–3 se desplaza hacia la izquierda, eliminándose mayor
mellitus cantidad de aniones. La participación renal, por otra parte,
consiste en neutralizar H+ con HCO–3, HPO–4 y NH–3, dando lu-
Hasta la utilización terapéutica de la insulina, la principal gar, respectivamente, a CO2 y H2O, H2PO4 y NH4.
causa de mortalidad de la diabetes residía en la alteración En esta situación de cetosis, cualquier factor que agrave el
metabólica, de manera que la cetoacidosis era, en la década déficit de insulina o incremente sus demandas producirá
1911-1920, la primera causa de muerte por diabetes (40% de el fracaso de los mecanismos descritos, con acumulación
los casos), seguida por las infecciones y por las enfermeda- progresiva de aniones y, en consecuencia, descensos del pH
des cardiovasculares. La insulina y la utilización correcta de y acidosis. La situación se complicará todavía más cuando la
los sueros y los antibióticos han cambiado estos porcentajes, diuresis osmótica no pueda ser compensada por la ingesta
de modo que en la actualidad la enfermedad vascular es la oral (p. ej., porque se produzcan vómitos a causa de la aci-
primera causa de muerte (70%); las infecciones representan dosis), en cuyo caso aparecerá deshidratación de curso pro-
menos del 5% y la cetoacidosis ocupa, al menos en el mun- gresivo, reducción del volumen plasmático, caída de la pre-
do occidental, un lugar marginal. Es decir que, en la medida sión arterial y posibilidad de shock, si no se detiene el
en que ha sido posible tratar cada vez mejor la alteración proceso.
metabólica y resolver las complicaciones agudas graves, la
expectativa de vida de los pacientes ha aumentado, al mis- Etiología. El grave déficit de insulina se produce como con-
mo tiempo que lo hacían las complicaciones crónicas, que secuencia de que ésta no ha sido administrada en los días
se tratarán más adelante. anteriores o lo ha sido en dosis insuficientes o bien porque
las necesidades de insulina han aumentado de forma impor-
tante. En la tabla 15.68 se indican los factores etiológicos de
Cetoacidosis diabética la CAD, aunque a menudo se combinan varios de ellos. En
Aunque su frecuencia ha descendido claramente en nuestro principio, no debe admitirse como causa única de CAD la
medio, la cetoacidosis diabética (CAD) constituye todavía simple transgresión dietética o la administración de un fár-
una causa importante de morbilidad en pacientes diabéticos maco, si no es en combinación con otras causas mayores,
mal tratados o inadecuadamente instruidos. La incidencia como la omisión de una dosis de insulina o un proceso in-
anual es de 3-8 episodios/1.000 pacientes y año según las es- feccioso.
tadísticas. La CAD constituye el 20-30% de las formas de pre- No hace más de 20 años, una de las primeras causas de
sentación de una DMID cuando la enfermedad se produce CAD en España era el abandono de la insulina o su sustitu-
en familias sin otros casos. Se desarrolla en varias fases y se ción inoportuna por hipoglucemiantes orales. Lamentable-
caracteriza inicialmente por una producción aumentada de mente, en otros países esto continúa siendo una causa im-
cuerpos cetónicos, con elevadas concentraciones plasmáti- portante y, junto con los errores en el control de la enfer-
cas de los ácidos acetoacético e hidroxibutírico. medad, las infecciones leves, el inicio de la diabetes y la
administración de fármacos hiperglucemiantes, constituyen
Fisiopatología. La causa última es la insulinopenia grave, las CAD evitables, que representan alrededor del 95% de las
que origina, con la contribución de hormonas contrainsula- que se ven habitualmente en la clínica. En los últimos años
res, alteraciones en el metabolismo hidrocarbonado y graso el perfil del paciente cetoacidótico se ha ido modificando:
principalmente. El déficit de insulina es responsable del au- no sólo su frecuencia es inferior sino que su gravedad media
mento de la gluconeogénesis y de la glucogenólisis, además es también menos extrema y el abandono de insulina ha ido
de la disminución de la captación celular de glucosa, todo lo desapareciendo como causa responsable. Estos cambios tra-
cual conduce a hiperglucemia. A ésta contribuye mucho ducen un indiscutible progreso en el nivel educativo de los
más la producción hepática de glucosa (aumentada unas 3-4 pacientes y en la calidad médica de la asistencia primaria.
veces por encima del valor normal) que la disminución de la No obstante, existen casos de CAD de repetición, que básica-
captación celular. La hiperglucemia es responsable de gluco- mente podrían agruparse en dos tipos de pacientes: mujeres
suria, la cual determina diuresis osmótica y pérdida de agua
y electrólitos, sobre todo sodio, potasio, magnesio, cloro y
fosfatos.
En cuanto al metabolismo graso, se produce un incremen- TABLA 15.68. Causas de cetoacidosis diabética
to en la lipólisis, que puede descontrolarse por el aumento
Abandono de la insulina (o sustitución por hipoglucemiantes
de las hormonas contrainsulares, con liberación de glicerol y orales)
ácidos grasos. El glicerol es utilizado para la gluconeogéne- Errores en la administración de insulina o el control
sis, de modo que contribuye al mantenimiento de la hiper- de la diabetes
glucemia, mientras que los ácidos grasos libres son converti- Inicio de diabetes juvenil (especialmente en niños)
dos en acil-CoA por betaoxidación en las mitocondrias. La Infecciones
gran cantidad de acil-CoA que se produce excede con mu- Neumonía
cho la capacidad oxidativa del ciclo de Krebs y, en conse- Respiratorias de vías altas
cuencia, el exceso pasa a formar cuerpos cetónicos, los cua- Amigdalitis
Urinarias
les se acumulan en el plasma y se excretan por orina. Colecistitis
La situación descrita hasta ahora corresponde en realidad a Otras
la cetosis diabética, que no necesariamente evoluciona a la Vasculares
acidosis. De hecho, existen muchos pacientes crónicamente Infarto de miocardio
mal compensados que tienen una hiperglucemia constante y Accidente vascular cerebral
una producción aumentada de cuerpos cetónicos, que se Traumatismos graves
traduce por una cetonuria persistente. El organismo se de- Estrés psíquico
fiende de la sobreproducción de cuerpos cetónicos median- Administración de fármacos como glucocorticoides, diazóxido,
difenilhidantoína, carbonato de litio, tiazidas, entre otras
te los sistemas tampón (de los cuales el bicarbonato es el

1959
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.69. Porcentaje de la frecuencia de presentación men agudo. En contraposición, el diagnóstico de abdomen
de los signos y síntomas en 100 casos de cetoacidosis diabética agudo metabólico sólo se puede admitir cuando no existe
otra causa razonable de dolor abdominal, el pH es franca-
Porcentaje mente bajo y los síntomas mejoran con la corrección de la
Grado de conciencia acidosis. Si en el curso del tratamiento la corrección metabó-
Vigil o ligeramente estuporoso 84 lica no se acompaña de la desaparición del dolor y de la re-
Coma 16 sistencia abdominal, deben plantearse de inmediato otras
Foetor cetonémico 82 posibilidades diagnósticas (p. ej., trombosis mesentérica,
Respiración de Kussmaul 75 dado que se encuentran aumentados los mecanismos procoa-
Hipotermia (temperatura axilar inferior a 35,5 °C) 24 gulantes y, por tanto, las complicaciones tromboembólicas
Dolor abdominal 75
Vómitos 65 no son infrecuentes). Debe recordarse también la posibi-
lidad de que una CAD se acompañe de pancreatitis aguda.
La pancreatitis es presumiblemente química, es decir, secun-
daria a la grave hipertrigliceridemia que puede acompañar a
jóvenes con graves problemas psicológicos y sociales y pa- la CAD.
cientes de edad avanzada con enfermedades crónicas graves La hipotermia es frecuente, como consecuencia de la pér-
y mala supervisión institucional o familiar. dida de calor por la vasodilatación periférica cutánea induci-
da por la acidosis. Esta hipotermia puede enmascarar proce-
Cuadro clínico. Es característico su inicio insidioso; el pa- sos infecciosos y ser responsable de hipotensión, bradicardia
ciente refiere, desde unos días antes, un agravamiento de su y alteraciones del ritmo cardíaco. Si bien la apirexia no ga-
clínica diabética, con aumento de la sed y de la emisión de rantiza la ausencia de un proceso infeccioso, la temperatura
orina y disminución del apetito. Esta anorexia relativa reviste superior a 37,5 °C es un dato que sugiere esta etiología, por
importancia, ya que es la primera manifestación del paso de lo que en estos casos, después de efectuar cultivos, puede
la hiperglucemia simple a la cetosis. Esta fase de latencia plantearse la administración de antibióticos. En relación con
puede ser notablemente corta en niños y adolescentes, aun- la posibilidad de infecciones, debe recordarse que las altera-
que siempre dura varias horas como mínimo. ciones funcionales de los neutrófilos de pacientes diabéticos
Si no se detiene la evolución, el paciente pasa a la situa- descompensados es un factor desencadenante.
ción de CAD. En general está consciente o sólo ligeramente
estuporoso (tabla 15.69), por lo que es inapropiada la califi- Diagnóstico de laboratorio. El laboratorio constituye el
cación de coma diabético. Menos de la quinta parte de los monitor del tratamiento y es fundamental disponer regular-
pacientes está propiamente en coma, siendo éstos los de ma- mente (cada 1-3 h según la gravedad) de una serie de datos,
yor edad, los que llevan más tiempo de evolución y, sobre como glucemia, pH, bicarbonato plasmático, potasio, sodio,
todo, los que tienen una hiperglucemia más acusada. El gra- etc. El diagnóstico puede establecerse sin necesidad de otros
do de coma no guarda, en cambio, relación con la acidosis, elementos que los que proporciona una adecuada explora-
y no es excepcional asistir a enfermos jóvenes con cifras de ción y una tira reactiva para determinar glucosa y acetona en
pH muy bajas (de alrededor de 6,7-6,8) que están conscien- orina. Un individuo deshidratado, con respiración profunda
tes. Cuando se observan graves alteraciones de conciencia y rápida, que presenta glucosuria y cetonuria máximas en
en pacientes que no cumplen las condiciones de edad avan- orina y cuerpos cetónicos en plasma padece con seguridad
zada o hiperosmolalidad, es prudente investigar otras causas una CAD.
del coma, como la ingesta de tóxicos o un accidente vascu- El diagnóstico diferencial no debería realmente plantearse
lar cerebral. con las otras situaciones agudas diabetológicas (coma hiper-
El paciente cetoacidótico tiene el aspecto de enfermo gra- osmolar, acidosis láctica, coma hipoglucémico) por sus evi-
ve. Hay dos signos clínicos que llaman la atención: la respi- dentes diferencias clínicas y analíticas, si bien en ocasiones
ración de Kussmaul y la deshidratación. La respiración de se imbrican entre sí el coma hiperosmolar, la acidosis láctica
Kussmaul es una taquibatipnea típica que se presenta cuan- y la CAD, ya que en esta última existe siempre cierto grado
do el pH es aproximadamente inferior a 7,20 o 7,10, de modo de lactacidemia y a menudo la osmolalidad es moderada-
que constituye el signo clínico de que el paciente ha pasado mente alta. De forma excepcional pueden plantearse ciertas
de la situación de cetosis a la de CAD. Se acompaña del clá- dificultades con la cetoacidosis alcohólica, cuadro clínico
sico aliento a manzanas y, cuando es muy acusada, puede que se observa en pacientes alcohólicos desnutridos. En es-
llegar a provocar intensa fatiga. Si la acidosis es leve pue- tos casos, la glucemia es a menudo baja y siempre inferior a
de ser difícil apreciar la respiración de Kussmaul, y cuando 250 mg/dL (13,87 mmol/L) y la cetonemia es débil.
el pH es muy bajo (6,9 o menos) puede desaparecer por En raras ocasiones, y con una constelación parecida a la
afectación del centro bulbar, lo que representa un signo de CAD, los pacientes con DMID pueden presentar una situa-
peor pronóstico. En individuos jóvenes y con un aparato res- ción clínica aguda caracterizada por vómitos importantes,
piratorio normal, la hiperventilación es a menudo muy im- deshidratación moderada o nula, hiperglucemia discreta y
portante y puede compensar la acidosis durante muchas ho- alcalosis metabólica con cetonuria +++. Esta situación, que
ras. En estas circunstancias, si la deshidratación es moderada también puede ser consecuencia de la ingesta de gran canti-
o no se valora adecuadamente o el paciente no refiere que dad de álcalis, se denomina cetoalcalosis diabética. En estos
es diabético, se pueden producir errores diagnósticos en ur- casos, los vómitos suelen preceder a la cetonuria, y la pérdi-
gencias, investigando causas respiratorias o cardíacas de la da de H+ por aquéllos es de tal intensidad que supera a los
disnea. El grado de deshidratación es variable y se debe valo- producidos en la cetogénesis. La independencia nosológica
rar por los signos extracelulares (hipotensión, taquicardia, de la cetoalcalosis diabética no es aceptada universalmente
signo del pliegue, etc.) e intracelulares (sed, hipotonía ocu- y, en realidad, puede admitirse que es una acidosis diabética
lar, sequedad de mucosas, etc.). Los vómitos son frecuentes, “sobrecompensada” por los vómitos y/o la ingesta de álcalis.
y cuando faltan, el paciente suele referir distensión epigástri- La glucemia suele oscilar entre 300 (16,65) y 800 mg/dL
ca. Los vómitos agravan la deshidratación y la pérdida de (44,4 mmol/L) en la mayoría de los casos, si bien en niños es
electrólitos, especialmente de potasio y de cloro. Cuando los posible que la hiperglucemia sea relativamente discreta. Ci-
vómitos son muy intensos pueden llegar a ser en “poso de fras de glucemia superiores a 1.000 mg/dL (55,5 mmol/L) son
café”. El dolor abdominal es una característica muy frecuen- excepcionales (tabla 15.70). Los cuerpos cetónicos están
te y se debe a la propia acidosis metabólica. En individuos presentes en gran cantidad en plasma y en orina, y su deter-
no diagnosticados previamente de diabetes, este dolor abdo- minación cualitativa es muy simple mediante tira reactiva.
minal (que se acompaña de leucocitosis) ha llevado a algún A pesar de que las pérdidas de sodio y cloro son importan-
enfermo al quirófano con la sospecha diagnóstica de abdo- tes, las concentraciones en plasma de estos iones suelen ser

1960
DIABETES MELLITUS

TABLA 15.70. Principales hallazgos de laboratorio TABLA 15.71. Pérdidas globales de agua y electrólitos
en 100 casos de cetoacidosis diabética en la cetoacidosis diabética
Glucemia 505 ± 187 mg/dL Agua 5.000 mL
pH 7,04 ± 0,15 K 300-1.000 mmol
Bicarbonato actual 5,06 ± 0,15 mEq/L Na 500 mmol
pCO2 14,7 ± 5,6 mmHg Ca 50-100 mmol
Exceso de base -23,4 ± 6,1 PO4 50-100 mmol
Sodio 134,0 ± 6,7 mEq/L Mg 25-50 mmol
Potasio 4,49 ± 1,08 mEq/L Cl 350 mmol
Nitrógeno ureico 27,1 ± 18,8 mg/dL HCO3 300-500 mmol

normales debido a la pérdida concomitante de agua. La na- normalizarse, de modo que puede alterarse de nuevo la oxi-
tremia puede estar falsamente descendida en caso de hiperli- genación tisular.
pemia importante y por la hiperglucemia (cada 3 mmol/L
que aumenta la glucemia, el sodio plasmático disminuye Tratamiento. El objetivo fundamental es la corrección de
1 mmol/L). las graves anomalías del metabolismo graso e hidrocarbona-
Los lípidos plasmáticos están muy aumentados en la CAD, do, del equilibrio ácido-básico y del estado de hidratación
como consecuencia de la lipólisis inducida por el déficit de (tablas 15.70 y 15.71). Estas anomalías deben corregirse de
insulina. El patrón suele ser característico de hiperlipemia IV forma inmediata, aunque progresivamente.
y en ocasiones se observa plasma lechoso. La insulina corrige las anomalías del metabolismo de los
El pH y la concentración de bicarbonato en plasma se en- principios inmediatos, mientras que la reposición de líquidos
cuentran netamente disminuidos. Se admite en general y electrólitos permite combatir la deshidratación y la acido-
como criterio diagnóstico de CAD un pH inferior a 7,25, con sis. Además, una serie de medidas generales servirán para
una cifra de bicarbonatos en plasma inferior a 15 mEq/L. La prevenir o tratar las complicaciones durante el tratamiento
profundidad de la acidosis está condicionada por estos pará- de la CAD.
metros y no es excepcional que los pacientes presenten ci- La insulina se utiliza en su forma simple y por vía intrave-
fras de bicarbonatos inferiores a 3 mEq/dL y pH por debajo nosa. La dosis usual inicial es de 6-10 U/h en perfusión conti-
de 6,8. La gravedad de la acidosis guarda relación con el nua (0,1 U/kg/h), diluyendo la insulina en una solución sali-
tiempo transcurrido entre los primeros síntomas y la asisten- na al 0,9% en una proporción aproximada de 1 U/mL, a la
cia. Cuando este tiempo es corto, la cifra de pH puede estar que se puede añadir una pequeña cantidad de seroalbúmina
moderadamente descendida, aunque el consumo de bicar- o un expansor plasmático sintético para prevenir la adheren-
bonato sea importante (CAD parcialmente compensada), cia de la insulina a las paredes del sistema de perfusión. Una
pero cuando dicho período es prolongado, se consumen to- vez preparada la solución (p. ej., 100 U en 100 mL) se inyecta
dos los bicarbonatos disponibles en el plasma, por lo que directamente en una vena a través de una bomba de perfu-
el pH desciende en forma rápida y grave (CAD descompen- sión o mediante microgotero, si no se dispone de ella. En ge-
sada). neral son suficientes 8-12 h para que la glucemia descienda
El potasio total del organismo está muy descendido como por debajo de 250 mg/dL (13,87 mmol/L), lo que permite en-
consecuencia de las pérdidas renales y las ocasionadas por tonces administrar la insulina por vía intramuscular o subcu-
los vómitos. No obstante, la concentración plasmática de po- tánea. No obstante, la perfusión intravenosa no debe suspen-
tasio puede ser moderadamente elevada o normal, mientras derse hasta, por lo menos, 1 h después de este cambio en la
que la concentración celular de dicho ion está gravemente vía de administración.
disminuida. Esta situación (disminución del potasio intrace- La dosis de insulina perfundida debe modificarse de
lular con normopotasemia) es producida por la acidosis, que acuerdo con la evolución de los parámetros bioquímicos y
favorece su salida de la célula. Este aspecto debe ser tenido se considera óptimo un descenso de la glucemia de 60-100
especialmente en cuenta en el tratamiento de los pacientes. mg/h. Una velocidad de perfusión de 6 U/h de insulina deter-
Los niveles plasmáticos de urea suelen estar moderada- mina concentraciones de insulina plasmática de unas 120
mente elevados, debido al catabolismo proteico inducido mU/mL, las cuales son suficientes para conseguir los efectos
por la insulinopenia y a la hemoconcentración. Cuando esta metabólicos deseados (bloqueo de la cetogénesis, restaura-
elevación es importante, debe pensarse en la posibilidad de ción de la captación celular de glucosa, bloqueo de la gluco-
una insuficiencia renal previa por otras causas, sobre todo si genólisis y de la gluconeogénesis, etc.). La eficacia de la in-
esta hiperazoemia se acompaña de proteinuria evidente. sulina depende de la hidratación del enfermo. Cuando ésta
Es muy frecuente el hallazgo de leucocitosis, con desvia- es insuficiente, no es raro que en las primeras 2 h el descen-
ción a la izquierda en el hemograma, tanto en presencia de so de la glucemia sea inapreciable. La hidratación es funda-
un proceso infeccioso como en su ausencia, por lo que este mental y prioritaria, de modo que es mucho más importante
dato analítico rara vez es de utilidad en la investigación etio- tener una buena vía para perfundir sueros a una velocidad
lógica del proceso. adecuada que empezar a administrar insulina. Si a las 3 h de
La cifra global de fosfatos está disminuida como conse- iniciar la perfusión con insulina la glucemia no ha disminui-
cuencia de sus pérdidas renales. La reducción de fosfato, do de forma significativa, debe duplicarse la velocidad de
junto con el efecto inhibidor que tiene la acidosis sobre la perfusión, asegurándose previamente que la hidratación y la
glucólisis, determina una disminución del contenido intraeri- conexión del sistema a la vena del paciente son correctas.
trocitario de la enzima 2,3-difosfoglicerato (2,3-DPG). El défi- 1. Hidratación parenteral. El paciente cetoacidótico tiene
cit de esta enzima es responsable, junto con la posible hipo- una depleción grave de agua y electrólitos (tabla 15.71),
termia y la hemoglobina glicada elevada, del aumento de la cuya reposición es crucial y debe ser adecuadamente moni-
afinidad de la hemoglobina por el oxígeno (desplazamiento torizada. La solución inicial que se ha de emplear es la salina
de la curva de disociación hacia la izquierda) y, en conse- normal (0,9 g/dL de ClNa), a velocidad variable según las
cuencia, de una menor oxigenación tisular. Este efecto está condiciones hemodinámicas del enfermo, entre 2.000 y 3.250
compensado por la propia acidosis, que desplaza la curva en mL en las primeras 4 h (máximo un frasco de 500 mL cada 30
sentido contrario, de modo que el efecto resultante es un min, durante las primeras 2 1/2 h y cada 60 min durante la si-
aporte normal de oxígeno a los tejidos. Durante el tratamien- guiente 1 1/2 h). Se recomienda el uso paralelo de solución
to, no obstante, la corrección del pH suele ser rápida, mien- glucosada al 5% cuando la glucemia desciende por debajo
tras que los niveles bajos de 2-3 DPG tardan varios días en de 250 mg/dL (13,87 mmol/L). La cantidad total de líquidos

1961
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

que se deben perfundir en las primeras 24 h es de unos 5.500- dición de la presión venosa central (PVC) no suele ser nece-
8.000 mL, aunque el cálculo del balance de agua permitirá saria, si bien la edad del paciente, la evidencia de una car-
ajustar su aporte en forma individual. La administración de diopatía previa o la presencia de signos de fracaso cardíaco
glucosa es importante porque, en presencia de una concen- pueden hacerla recomendable. Asimismo, se debe evitar en
tración plasmática de insulina suficiente, contribuye a redu- lo posible el uso de sonda vesical dado el riesgo de infección
cir la cetosis. Se deben utilizar no menos de 100 g en las pri- urinaria, si bien su utilización es obligada en pacientes en
meras 24 h, ajustando bien la dosis de insulina (se estima shock o que no orinan de manera espontánea o que requie-
que por cada 2 g/h de glucosa se requiere 1 U/h de insulina ren un control riguroso del balance de líquidos. La pO2 suele
para su metabolización). estar elevada a causa de la hiperventilación, por lo que la
2. Reposición de potasio. La administración intravenosa de oxigenoterapia no suele ser necesaria. En los pacientes con
potasio permitió hace ya más de 30 años reducir la mortali- depresión de la conciencia es obligada la colocación de una
dad por CAD de forma muy notable, de modo que en la ac- aspiración suave por sonda nasogástrica para evitar la obs-
tualidad la muerte por este motivo debe considerarse un trucción de las vías respiratorias por vómitos. Asimismo, esta
error terapéutico grave. Antes de iniciar el tratamiento, sólo sonda es útil durante las primeras horas en pacientes que tie-
el 5% de los casos tienen concentraciones plasmáticas bajas nen una importante dilatación gástrica o que siguen vomi-
de este ion, observándose en general valores normales o lige- tando. Por último, si el paciente está en shock hipovolémico,
ramente aumentados, aunque estas cifras no traducen la si- deben administrarse plasma o expansores.
tuación global del potasio en el organismo, el cual se halla Durante las primeras horas del tratamiento hay que vigilar
muy disminuido. La hidratación y la administración de insuli- aproximadamente cada 2 h la glucemia, el ionograma en
na permitirán la recuperación de la bomba intracelular de plasma y en orina, la urea, el hematócrito, el pH y el equili-
potasio y, como consecuencia, las células retirarán del plas- brio ácido-básico. Por otra parte, en el momento del ingreso
ma grandes cantidades de este ion. Por consiguiente, si no se se deben practicar hemograma y sedimento de orina y efec-
inicia una reposición terapéutica, se asistirá a un grave des- tuar los cultivos que sean necesarios.
censo de la potasemia a las 3-4 h de comenzar el tratamien- La evolución clínica de los pacientes cetoacidóticos suele
to. Si la diuresis del paciente es superior a 1 mL/min y la pre- ser muy rápida, de modo que, en general, al cabo de 12-24 h
sión arterial es estable, se debe proceder a la administración se han corregido la acidosis y la hiperglucemia, con franca
precoz de potasio a razón de unos 10 mEq/h si sus valores mejoría de los signos de deshidratación. Si el paciente no
iniciales son de 5-6 mEq/L, 20 mEq/h si son de 4-5 mEq/L, presenta molestias gastrointestinales y su pH se aproxima a la
30 mEq/h si son de 3-4 mEq/L y, extremando precauciones, normalidad, se inicia la administración oral de agua, seguida
cantidades superiores si la concentración es inferior. Sólo horas después de zumos de fruta, leche, sémola y caldo con
cuando la potasemia inicial es de 6 mEq/L o más puede re- sal antes de pasar a la alimentación normal. En general, la
trasarse la administración de potasio la primera hora. La can- sueroterapia se retira al cabo de 48-72 h, y al tercer día el pa-
tidad total que se ha de reponer en las primeras 24 h es, por ciente puede ser trasladado al área de hospitalización nor-
lo común, de unos 200-300 mEq y se recomienda seguir des- mal. En la tabla 15.72 se resumen las principales característi-
pués con el aporte oral durante una semana. El potasio se cas del tratamiento de la CAD.
administra en forma de ClK, el cual debe siempre diluirse
en suero, sin sobrepasar la concentración de 60 mEq/L. Es Pronóstico. Algunas complicaciones, como la hipogluce-
conveniente la monitorización con ECG para controlar la mia, la hipopotasemia grave y la aspiración de vómitos, de-
concentración intracelular de potasio. ben considerarse evitables por completo con un tratamiento
Teniendo en cuenta el déficit de fosfatos se ha recomen- adecuado del paciente. El edema cerebral es una complica-
dado también su administración en el tratamiento de la CAD, ción grave y poco frecuente que se produce como conse-
a dosis de 7-10 mmol/h, con lo cual se aumentan más rápida- cuencia de una acusada diferencia de osmolalidad entre el
mente las concentraciones de 2,3-DPG. tejido cerebral y el plasma. Durante la hiperglucemia cróni-
3. Corrección de la acidosis. La producción de cuerpos ce- ca, el cerebro aumenta su osmolalidad, para equilibrarla con
tónicos se bloquea con rapidez cuando se inicia la perfusión el medio gracias a la producción de solutos (“osmoles idio-
de insulina, y dado que el betahidroxibutírico y el acetoacé- génicos”) que lo protegen de la deshidratación. La brusca
tico son aniones metabolizables, se comprende que el orga- disminución de la osmolalidad plasmática que se produce
nismo tienda espontáneamente a la corrección de la acido- durante el tratamiento origina una entrada importante de
sis, aun en ausencia de administración de álcalis. Existe, agua en el tejido cerebral para restablecer el equilibrio os-
además, una serie de objeciones teóricas al uso terapéutico mótico y, en consecuencia, la aparición del edema, que pro-
del bicarbonato, como la caída inicial del pH en el LCR, el voca disminución rápida de la conciencia, edema de papila,
riesgo de alcalosis de rebote, el riesgo de hipopotasemia y el hiperpirexia y aumento de la presión del LCR. Estos trastor-
empeoramiento de la curva de disociación de la oxihemo- nos aparecen varias horas después de iniciada la terapéutica.
globina antes mencionado. No obstante, también la acidosis Aunque es muy probable que se produzca edema cerebral
per se entraña riesgos, como inotropismo cardíaco negativo, moderado en un porcentaje importante de casos de CAD, los
depresión del SNC, vasodilatación periférica e hipotensión. cuadros graves de este tipo son excepcionales en la práctica
Como balance de estas consideraciones se recomienda el y, de hecho, no se ha observado ninguno en una serie de
uso terapéutico de soluciones alcalinas sólo en los casos de más de 600 casos. No obstante, el riesgo de edema cerebral
acidosis grave. La solución que se ha de utilizar es bicarbo- no debe despreciarse, y su mejor prevención consiste en nor-
nato 1/6 M (el lactato no es recomendable porque los niveles malizar la glucemia de forma progresiva y suave y, en conse-
plasmáticos de este ion se hallan aumentados en la CAD) a cuencia, la osmolalidad.
una velocidad en principio no superior a los 30 mEq/h (habi- La alcalosis de rebote es una complicación poco impor-
tualmente se perfunden 500 mL de esta solución en 6 h). La tante, que no se produce cuando se siguen las normas reco-
solución de bicarbonato se utiliza cuando el pH es inferior a mendadas para la administración de bicarbonato. No obstan-
7,0-7,1 y se retira cuando ha ascendido a 7,1-7,2. Si con estas te, la alcalosis de rebote no debe atribuirse totalmente a la
dosis, en presencia de una hidratación adecuada, no se pro- iatrogenia, ya que la acidosis en el LCR (que es responsable
duce una elevación del pH, debe sospecharse la existencia de la hiperventilación) puede persistir aun después de la nor-
de acidosis láctica. malización del equilibrio ácido-básico en sangre periférica y
4. Medidas generales. Los pacientes afectos de CAD deben ocasionar alcalosis respiratorias moderadas.
tratarse en unidades especiales que permitan una vigilancia Otras complicaciones poco frecuentes son el neumotórax
continua y cuenten con un laboratorio de urgencia que pue- y el neumomediastino espontáneos como consecuencia de
da efectuar análisis con frecuencia en la fase inicial del trata- la rotura de alguna bulla enfisematosa, facilitada por la hi-
miento. La colocación sistemática de un catéter para la me- perventilación.

1962
DIABETES MELLITUS

TABLA 15.72. Normas generales del tratamiento de la cetoacidosis diabética


Problema Tratamiento Dosis Monitorización Precaución
a
Deshidratación Agua (suero salino y 1.000-1.500 mL 1. hora Hematócrito Edema cerebral
glucosado isotónico) 1.000 mL 2.a hora Urea Edema pulmonar
1.000 mL en 2 h Balance hídrico
2.500-5.000 mL en 20 h PVC
Hiperglucemia Insulina 6 U/h Glucemia capilar Técnica
0,1 U/kg/h (niños)
K total bajo ClK 10-40 mEq/h (según Potasemia Hipopotasemia
potasemia) ECG Hiperpotasemia
Glucopenia tisular Suero glucosado al 5% 200 mL/h Glucemia capilar Hiperglucemia (aumentar
aproximadamente la perfusión de insulina
si es necesario)
Acidosis Glucosa, insulina (Véanse dosis en pH y bicarbonato –
esta misma columna)
Acidosis grave Bicarbonato 100 mL/h (1/6 M) pH y bicarbonato Hipopotasemia
Potasemia Alcalosis
ECG Hipoxia tisular
Vómitos graves Sonda nasogástrica Aspiración
Hipotensión, shock Expansores plasmáticos 500 mL/30 min Presión arterial, PVC, ECG Excluir infarto de
miocardio o trombosis
mesentérica
PVC: presión venosa central.

En los individuos jóvenes, sin complicaciones asociadas, la En condiciones normales, la OPT es de 300 mosm/L y la
CAD tiene un pronóstico excelente, y la mortalidad en estas OPE de 285 mosm/L. La hiperglucemia sin acidosis se puede
circunstancias debe ser prácticamente nula. La edad avanza- producir por varios mecanismos: a) presencia de secreción
da del enfermo, la profundidad del coma, la intensidad de la residual de insulina endógena con insulinemia periférica, que
hiperglucemia y la existencia de otras enfermedades de base, es capaz de impedir la lipólisis pero no la hiperglucemia;
como infecciones o enfermedades cardiovasculares, ensom- b) concentraciones de insulina adecuadas en la circulación
brecen el pronóstico. Globalmente considerada, la mortalidad hepática pero insuficientes en la periférica, con lo que la lipó-
se cifra entre el 5 y el 15%. El shock séptico, la trombosis me- lisis aumentada deriva hacia gluconeogénesis y no hacia ce-
sentérica o cerebral y el infarto de miocardio constituyen las togénesis, y c) la deshidratación y la hiperosmolalidad per se
principales causas de muerte. La etiología infecciosa debe impiden la lipólisis. El CHHNC es menos frecuente que la
buscarse con gran detenimiento como desencadenante del CAD, aunque en muchos países la proporción tiende a inver-
CAD y es útil recordar que en los momentos iniciales una neu- tirse debido a la mejora en la prevención de la CAD y al enve-
monía puede no ser reconocida, incluso por médicos exper- jecimiento general de la población. El pronóstico del CHHNC
tos (la intensa deshidratación reduce los crepitantes en la aus- es mucho más sombrío y su mortalidad oscila entre el 40 y el
cultación y puede disminuir la condensación radiológica). 70% en algunas series. Los factores desencadenantes del
Las complicaciones trombóticas se explican por la inmovi- CHHNC son similares a los mencionados en la CAD, con la di-
lidad en pacientes de edad avanzada y por una serie de alte- ferencia de que la etiología infecciosa es más frecuente, pue-
raciones en determinados constituyentes o propiedades de den intervenir algunos fármacos como glucocorticoides, tiazí-
la sangre (elevadas concentraciones de factor VIII, hipervis- dicos, bloqueadores beta, cimetidina, clorpromazina, dife-
cosidad) que se presentan en estos enfermos. La posibilidad nilhidantoína, inmunodepresores, diazóxido o furosemida, y
de coagulación intravascular diseminada debe sospecharse a menudo se desconoce la existencia de una diabetes previa.
en presencia de hemorragias y/o alteraciones de la función Por otra parte, el inicio de las manifestaciones clínicas suele
pulmonar. Este tipo de complicaciones vasculares es mucho ser aún más insidioso, con incremento gradual de la obnubi-
más frecuente en el coma hiperosmolar. lación, alucinaciones, hemianopsias, afasias, nistagmo, altera-
ciones sensoriales, convulsiones y hemiplejías hasta llegar al
coma. La afectación de la conciencia es mucho más grave
Coma hiperglucémico hiperosmolar no cetósico (CHHNC) que en la CAD y, a diferencia de ésta, más del 80% de los pa-
Los pacientes diabéticos en ocasiones presentan comas me- cientes están realmente en coma y el resto presenta grados
tabólicos que no cursan con acidosis. Se trata de individuos variables de obnubilación. La deshidratación es aún más im-
de edad avanzada que sufren una deshidratación acusada y portante que en la CAD y se halla agravada por la disminu-
tienen cifras de glucemia muy elevadas (superiores a 600 ción de la sensibilidad de los centros de la sed que presentan
mg/dL [33,3 mmol/L]) y, a menudo, hipernatremia. El a veces las personas de edad avanzada.
CHHNC se define metabólicamente por la ausencia de acido- Los hallazgos de laboratorio más característicos (tabla
sis y una osmolalidad plasmática efectiva (OPE) superior a 15.73) son la intensa hiperglucemia, la ausencia de acidosis
320 mosm/L o una osmolalidad plasmática total (OPT) supe- franca (muy a menudo se observa cetonuria débil y, en oca-
rior a 340 mosm/L.
La OPE se calcula según la siguiente fórmula:
glucemia (mg/dL) TABLA 15.73. Principales hallazgos de laboratorio
OPE (mosm/L) = Na (mEq/L) × 2 + en 48 casos de coma hiperglucémico hiperosmolar no cetósico
18
Glucemia 779 ± 214 mg/dL
La OPT se puede determinar mediante un osmómetro o Sodio 153,3 ± 10,1 mEq/L
calcularse por la siguiente fórmula: Potasio 3,6 ± 0,9 mEq/L
Nitrógeno ureico 70,4 ± 33,0 mg/dL
glucemia (mg/dL) BUN (mg/dL) Osmolalidad plasmática eficaz 344,8 ± 23,6 mOsm/L
OPT (mosm/L)=Na + K (mEq/L) × 2 + + Osmolalidad plasmática total 370,4 ± 25,9 mOsm/L
18 2,8

1963
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

siones, disminuciones moderadas del pH) y el aumento de la tengan alteraciones de la conciencia, tomen algún medica-
cifra de urea, que traduce la gravedad de la deshidratación. mento que pueda ser desencadenante de CHHNC, no tengan
La potasemia puede estar disminuida, si bien el déficit de po- libre acceso al agua o estén sometidos a alimentación paren-
tasio no suele ser tan importante como en la CAD. La natre- teral inadecuadamente controlada.
mia está elevada, aunque en ocasiones puede aparecer nor-
mal o incluso disminuida como consecuencia de que la
hiperglucemia produce una redistribución de líquidos desde
Acidosis láctica
el espacio intracelular al extracelular (seudohiponatremia). En general, las concentraciones plasmáticas de ácido láctico
El tratamiento de estos pacientes debe perseguir funda- están sólo moderadamente elevadas en los pacientes afectos
mentalmente los siguientes objetivos: corregir la hipovolemia de CAD o de CHHNC. En determinadas ocasiones, no obstan-
y la hiperosmolalidad mediante hidratación, normalizar la te, la concentración plasmática de ácido láctico es muy alta
glucemia con insulina, corregir los déficit electrolíticos con- y domina el cuadro clínico. Este hecho es más frecuente
comitantes si existen, investigar y tratar el factor desencade- cuando el aporte de oxígeno a los tejidos es insuficiente o
nante y, por último, prevenir en lo posible las complicacio- existe una mala utilización de él, como ocurre en la insufi-
nes. Los pacientes afectos de CHHNC tienen un déficit de ciencia cardíaca o respiratoria, en la anemia grave, en la in-
agua y electrólitos como en la CAD, pero, a diferencia toxicación por etanol o isoniazida y en la leucemia. Otras
de ésta, la falta de agua es proporcionalmente mucho más acidosis lácticas secundarias son las descritas en pacientes
importante, de modo que es atractiva la idea de tratarlos con tratados con biguanidas, aunque desde la sustitución progre-
soluciones libres de solutos o con bajas concentraciones siva de la fenformina por metformina, su prevalencia es mu-
como las soluciones salinas hipotónicas (0,45 g/dL de ClNa). cho más baja y los casos publicados se deben en general a
Este tipo de hidratación ocasiona disminuciones bruscas en una prescripción incorrecta (insuficiencia renal, cardíaca o
la osmolalidad plasmática, que a menudo se traducen por hepática, alcohol, infecciones, pancreatitis, hipoxia esplácni-
caídas tensionales y agravamiento de la insuficiencia renal, ca o edad avanzada). En algunas ocasiones, no obstante, no
por lo que debe ser desaconsejada, al menos en las primeras se identifica factor causal alguno, en cuyo caso se habla de
horas del tratamiento. En esta primera fase, si la hipernatre- acidosis láctica idiopática.
mia no es muy acusada, puede utilizarse solución salina iso- La acidosis láctica cursa con taquipnea, deshidratación,
tónica, que en realidad ya es hipotónica en relación con el dolor abdominal y grado variable de coma. Las concentra-
plasma del paciente. Si el sodio plasmático es superior a 155 ciones de ácido láctico en plasma exceden los 7 mmol/L (en
mmol/L, está justificado el uso de una solución salina hipotó- individuos normales son inferiores a 2 mmol/L) y el cociente
nica o dextrosa isotónica (al 5%), excepto si el paciente está láctico/pirúvico es superior a 20. Dado que su determinación
hipotenso. La solución de dextrosa hipotónica no debe utili- no resulta fácil en situaciones de urgencia, el diagnóstico
zarse. La cantidad de suero que se ha de perfundir varía se- debe sospecharse por otros procedimientos. Una acidosis
gún las condiciones clínicas del paciente, pero como regla grave que cursa con cetonuria débil o negativa y que se
general se debe ser más cauto que en la CAD en la velocidad muestra rebelde al tratamiento habitual de la CAD, es espe-
de perfusión. cialmente sugestiva de la presencia de ácido láctico como
El tratamiento de estos pacientes de edad avanzada, que a responsable del cuadro. En estos casos reviste especial utili-
menudo presentan signos de insuficiencia cardíaca, obliga dad el cálculo del hiato aniónico (anion gap). Teniendo en
a la colocación de catéteres para la determinación de la cuenta que la suma de todos los aniones debe ser igual a la
PVC. Si el paciente está en shock, hay que utilizar plasma o de los cationes, cuando existe una diferencia de 16 o más en
expansores, que pueden ser glucosados en lugar de salinos. favor de los cationes, es muy probable que el hiato de los
Los requerimientos de insulina pueden ser altos si se perfun- aniones corresponda a ácido láctico. Así, por ejemplo, un
den soluciones glucosadas, en cuyo caso se ajusta la veloci- cuadro con natremia de 139 mEq/L, potasemia de 4 mEq/L,
dad de perfusión alrededor de 12 U/h, procurando en todo cloremia de 90 mEq/L y bicarbonato de 15 mEq/L significa
momento que la caída glucémica se aproxime a 100 mg/dL y un hiato aniónico de 38.
que la de la osmolalidad no sea superior a 10 mosm/h. Debe
administrarse potasio, aunque el peligro de descensos brus- Hiato aniónico = Na + K – (Cl + HCO–3) = 139 + 4 – (90 + 15) = 38
cos de la potasemia es menor.
La evolución de los pacientes afectos de CHHNC es en ge- En el tratamiento de la acidosis láctica es fundamental el
neral desfavorable. El pronóstico guarda relación sobre todo reconocimiento del factor causal. Además de la reposición
con la edad, la profundidad del coma y la hiperosmolalidad. de agua y de electrólitos, es obligada la administración de bi-
Los pacientes en coma muy profundo y con glucemias supe- carbonato en grandes cantidades, ya que es característica la
riores a 1.000 mg/dL (55,5 mmol/L) rara vez sobreviven. Las dificultad para elevar el pH. Asimismo, se debe prestar aten-
complicaciones son muy frecuentes, en particular las de tipo ción al estado respiratorio y circulatorio del enfermo, tratan-
vascular tromboembólico. Las complicaciones tromboembó- do el shock y la insuficiencia cardíaca si se presentan y man-
licas son, junto con las infecciones desencadenantes del pro- teniendo una ventilación adecuada. La administración de
ceso, responsables de la elevada mortalidad del CHHNC. Al azul de metileno, como agente reductor, no ha demostrado
igual que ocurre con la CAD, la incidencia de mortalidad su eficacia. Otra opción de tratamiento es la diálisis para eli-
puede variar notablemente de una estadística a otra como minar el fármaco responsable. La experiencia con dicloroa-
consecuencia de diferencias en la selección de los casos. Si cetato es limitada y la administración de glucosa con insuli-
se excluyen los pacientes que fallecen en el servicio de ad- na, que aumenta la eliminación de lactato, no parece mo-
misión del hospital y aquellos cuya muerte se atribuye al fac- dificar el pronóstico.
tor causal (infarto de miocardio, sepsis) y no al CHHNC, es La mortalidad es muy elevada y guarda relación con las ci-
evidente que la mortalidad será muy inferior al 40-50% antes fras plasmáticas de ácido láctico, de modo que cuando éstas
citado. La tromboembolia pulmonar, la trombosis cerebral exceden los 10 mEq/L, la supervivencia es escasamente del
o mesentérica y el infarto de miocardio se presentan con re- 10%. La mortalidad global es difícil de establecer, aunque
lativa frecuencia en el curso de los primeros días de trata- debe cifrarse en más del 50%.
miento del CHHNC, en particular en los pacientes ancianos y
con mayor hiperosmolalidad. Por este motivo, y aunque su
valor profiláctico sea discutible, se recomienda la administra- Complicaciones crónicas de la diabetes
ción de heparina cuando la osmolalidad total es superior a
380 mosm/L o incluso con criterios más amplios. Tradicionalmente, las complicaciones crónicas de la diabe-
El CHHNC debe sospecharse en ancianos con diabetes co- tes se clasifican en microangiopáticas o complicaciones es-
nocida o sin ella, sin soporte familiar o institucional y que pecíficas de la enfermedad (retinopatía, nefropatía), macro-

1964
DIABETES MELLITUS

angiopáticas (equivalente a la ateromatosis) y neuropáticas. La enfermedad vascular periférica en diabéticos tiene pre-
En este capítulo se seguirá una clasificación más topográfica dilección por las arterias tibial y peronea, entre la rodilla y el
y se revisará el problema de forma somera, porque estos as- tobillo, de modo que las arterias del pie pueden estar menos
pectos se estudian en otras partes de la obra. comprometidas. La forma de presentación puede ser como
La relación causal de la hiperglucemia en la génesis de las claudicación intermitente, trastornos tróficos, úlceras o gan-
complicaciones de la diabetes es evidente: los resultados del grena. La gangrena del pie es 70 veces más frecuente en los
Diabetes Control and Complications Trial (DCCT) han confir- pacientes diabéticos que en la población general y es la últi-
mado la importancia de la normoglucemia en la prevención ma responsable de las amputaciones (en EE.UU., el 70% de
primaria y secundaria de estas lesiones. No obstante, algunos las amputaciones no traumáticas son por diabetes, lo que sig-
aspectos son motivo de controversia, como el hecho de que nifica unos 32.000 casos por año).
ciertos estudios epidemiológicos revelen que alrededor del Para la prevención de las lesiones en los pies, las normas
25% de los pacientes no desarrollan complicaciones cual- mínimas que el médico debe practicar son: a) identificar el
quiera que sea el grado de control. Esto significa que la glu- pie de riesgo mediante la determinación de la sensibilidad
cosa no es la única causa de las complicaciones, por lo que vibratoria, térmica y táctil (la pérdida de sensibilidad es un
se requieren más estudios para definir la forma en que otros factor de elevado riesgo para las amputaciones); b) estudiar
factores (genética, dislipemias, hipertensión arterial, cam- los puntos de apoyo mediante la pedigrafía para prevenir las
bios hemorreológicos, etc.) condicionan su gravedad y evo- úlceras; c) tratar la úlcera de forma adecuada lo más precoz-
lutividad. mente posible, y d) siempre que sea posible, plantear el pro-
blema desde una perspectiva multidisciplinaria, ayudándose
del podólogo, cirujano vascular, educador sanitario y asisten-
Aterosclerosis y macroangiopatía diabética te social.
La enfermedad de los grandes vasos (coronarios, carebrovas- El abordaje terapéutico de la aterosclerosis en diabéticos
culares y periféricos) de los pacientes diabéticos es, de he- no difiere del de la población general. Los antiagregantes
cho, una forma de aterosclerosis, aunque de presentación plaquetarios, los antiinflamatorios no esteroides (AINE), los
más frecuente y de progresión más rápida que en la pobla- antagonistas de la síntesis del tromboxano y los bloqueado-
ción general. No obstante, la alteración metabólica confiere a res del calcio se utilizan en el tratamiento de la enfermedad
la aterosclerosis de los diabéticos algunas características dife- vascular periférica. La estrategia quirúrgica es similar a la de
renciales, que justifican el término de macroangiopatía diabé- los no diabéticos, pero se debe prestar especial atención a
tica como algo específico. Algunas de estas características las infecciones y a la neuropatía. La reconstrucción arterial y
distintivas de la macroangiopatía diabética son: a) engrosa- la angioplastia pueden brindar buenos resultados, mientras
miento de la íntima; b) engrosamiento de la pared; c) estre- que la simpatectomía se considera inefectiva.
chamiento de la luz arterial; d) menor grosor de la túnica me-
dia, y e) cambios bioquímicos diferentes de la aterosclerosis.
La participación patogénica de la diabetes en la arterios-
Complicaciones oculares
clerosis estriba fundamentalmente en los siguientes aspectos: El ojo del paciente diabético puede resultar afectado por di-
a) alteración biológica de la pared arterial con engrosamien- versos procesos patológicos, de los cuales, el más importante
to de la túnica media; b) anormalidades de la coagulación; es la retinopatía diabética. El riesgo global de que un pacien-
c) nefropatía asociada; d) anomalías en los lípidos y lipopro- te con DMID pierda por completo la visión es de alrededor
teínas, y e) hipertensión arterial, aunque de hecho estas dos del 5%, aunque se halla en aumento debido al incremento
últimas pueden también corresponder a otras etiologías dis- en la esperanza de vida. Los recursos terapéuticos también
tintas de la diabetes. han avanzado, pero, a pesar de ello, la diabetes es la princi-
Como ya se ha comentado, la TAG es también un factor de pal causa de pérdida de visión en varios países y, de hecho,
riesgo, y cabe preguntarse cuál es el nivel de glucemia que la ceguera es 25 veces más común en diabéticos que en con-
dispara el mecanismo aterogénico. Al parecer, cuando los troles.
valores son superiores tan sólo a 110 mg/dL (6,1 mmol/L) a Retinopatía diabética. Las lesiones suelen aparecer a partir
los 120 min de una PTGO, se aumenta el riesgo aterogénico. de los 10 años del diagnóstico en la DMID, mientras que en
La duración de la diabetes también se ha relacionado con di- los pacientes con DMNID hay lesiones visibles en el momen-
cho aumento. to del diagnóstico hasta en el 30% de los casos, lo que signifi-
Las alteraciones son más comunes en las arterias corona- ca que la enfermedad ha evolucionado varios años sin ser
rias, carótidas, tibiales anterior y posterior y peronea. La car- diagnosticada.
diopatía isquémica comienza a ser un riesgo significativo Estudios bien diseñados en los pacientes con DMID han
para los pacientes con DMID a partir de los 30 años de edad, demostrado que a los 15 años del diagnóstico, el 90% tiene
al igual que para la DMNID. En el primer caso, no obstante, algún tipo de retinopatía y el 10% presenta signos proliferati-
la enfermedad vascular puede considerarse secundaria a la vos. La retinopatía se explora de forma sistemática mediante
alteración metabólica, mientras que en el segundo se trata oftalmoscopia directa y retinografía. La fluoresceingrafía (fo-
de alteraciones asociadas, pudiendo la primera preceder a la tografía con inyección de contraste de fluoresceína) mejora
aparición de la segunda (fig. 15.47 y véase Síndrome X). Los la capacidad de detección de las dos pruebas mencionadas
accidentes vasculares cerebrales también son más frecuentes y permite la observación de lesiones no reconocidas previa-
en diabéticos, aunque la asociación es menos evidente. mente, de forma muy especial el aumento de permeabilidad.
La macroangiopatía es la causa principal de muerte en los La retinopatía diabética tiene en general un curso progre-
individuos con diabetes mellitus, de manera que, por ejemplo sivo, aunque en sus primeras fases ciertas lesiones pueden
el infarto agudo de miocardio constituye el 2,5% de las causas remitir de forma espontánea. La retinopatía simple, de fondo
de muerte en los pacientes menores de 24 años; el 15% entre o no proliferativa, consiste en la aparición de microaneuris-
los 25 y 34 años y el 39% entre 35 y 44 años de edad. mas, pequeñas hemorragias intrarretinianas y exudados. Es-
La isquemia y los infartos en diabéticos pueden ser indolo- tas lesiones son excepcionales antes de los 5 años del diag-
ros, probablemente por disfunción autónoma. Además, los nóstico de la DMID, mientras que se hallan en el 50% de los
infartos se asocian con más complicaciones en los diabéti- casos a los 10 años de antigüedad, en el 90% a los 15 y prácti-
cos que en la población general, la mortalidad es más eleva- camente en el 100% a los 20 años. En esta primera fase, la re-
da y tienen peor pronóstico a largo plazo, con mayor fre- ducción de la agudeza visual puede ser moderada o nula, ex-
cuencia de reinfartos. La cirugía arterial coronaria se acom- cepto cuando aparece edema de la mácula o los exudados y
paña también de mayor morbimortalidad, pero el hecho de las hemorragias se sitúan en esta localización.
ser diabético no debe descalificar en absoluto al paciente Los microaneurismas aparecen como sacos en la pared
para la cirugía. del vaso. Histológicamente hay pérdida de los pericitos intra-

1965
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

murales de los capilares, así como desarrollo de capilares no han proporcionado resultados favorables, y g) evitar otros
perfundidos y oclusión de capilares. También hay aumento factores de riesgo, como el tabaquismo.
de la permeabilidad vascular, con escapes locales desde los En manos de un buen oftalmólogo, la fotocoagulación y la
microaneurismas o bien generalizados, que dan origen a vitrectomía permiten mejorar claramente el pronóstico de
los exudados duros. Puede aparecer edema retiniano, más la retinopatía diabética y reducir el riesgo de ceguera. La fo-
común en el polo posterior, que es también el sitio donde tocoagulación produce una desnaturalización proteínica
predominan los exudados duros. con efectos terapéuticos al obliterar neovasos y disminuir las
Si la retinopatía avanza, hay obliteración de vasos con hemorragias y la demanda de oxígeno, llegando a reducir la
grandes parches de capilares acelulares, que proceden de la posibilidad de ceguera hasta en el 80% de los casos. La
oclusión de arteriolas terminales, aparición de nidos de mi- vitrectomía está indicada en hemorragias vítreas que no se
croaneurismas y vasos tortuosos a los que se denomina anor- reabsorben (con retina relativamente conservada) o cuando
malidades microvasculares intrarretinianas (IRMA, del inglés se producen tractos fibrosos que tienden al desprendimiento
intraretinal microvascular abnormalities). de retina. Se producen mejorías de visión hasta en el 50% de
El exudado blanco y algodonoso es la expresión oftalmo- los casos.
lógica de la oclusión capilar reciente. También pueden verse Si se produce la ceguera, ésta debe ser también abordada
hemorragias de color rojo oscuro y dilataciones segmenta- por el médico clínico e integrada en un programa de rehabi-
rias. Cuando las IRMA, las dilataciones venosas, las hemorra- litación para el paciente y su familia que incluya trabajado-
gias retinianas y los exudados algodonosos son intensos, la res sociales, psicólogos y monitores especializados en orien-
retinopatía no proliferativa se considera preproliferativa o tación y motricidad.
grave. La aparición de neovasos en la superficie de la retina
indica el estadio proliferativo. La velocidad de crecimiento Catarata. Puede ser de tres tipos, metabólica, senil y secun-
de los neovasos es variable, con ciclos de progresión y regre- daria. La catarata metabólica se presenta en pacientes diabé-
sión, que usualmente es incompleta; se producen adheren- ticos jóvenes y progresa rápidamente; la senil es la más co-
cias al vítreo y se forma un citosqueleto. La contracción del mún en los pacientes diabéticos, y la secundaria está
vítreo y las proliferaciones fibrovasculares producen des- asociada con otras enfermedades.
prendimiento por tracción de áreas de la retina. Este mismo La catarata se asocia a menudo con la diabetes; así, por
mecanismo de tracción puede hacer aparecer hemorragias ejemplo, su extracción quirúrgica es 4-6 veces más frecuente
en el vítreo. en la población diabética que en el resto. La extracción debe
El mecanismo por el que se produce la lesión inicial sigue practicarse cuando se prevé que determinará una mejoría en
sin estar bien dilucidado, aunque probablemente la implica- la agudeza visual, es decir, en los pacientes que no presen-
ción de la hiperglucemia se produzca de la siguiente mane- tan una retinopatía grave. La colocación de lentes intraocula-
ra: aumenta la producción de polioles, se altera la autorregu- res en sustitución del cristalino extraído ha mejorado clara-
lación de la microcirculación y del flujo sanguíneo y se mente los resultados quirúrgicos obtenidos hace unos años.
producen cambios reológicos y de la coagulación, los cuales No se sabe con seguridad qué influencia tiene la extracción
contribuyen –junto a los cierres capilares– a la isquemia reti- del cristalino sobre el curso de la retinopatía diabética.
niana. En último término, es esta isquemia de la retina la que
produce la liberación de factores de crecimiento (factor Glaucoma. La incidencia del glaucoma crónico o simple es
de crecimiento similar a la insulina y otros) que conducen a también más elevada en los diabéticos y su evolución y trata-
la neoformación vascular. Entre las causas que conducen miento no difieren de los del resto de la población. El glau-
a la pérdida de agudeza visual, la retinopatía proliferativa se coma secundario es consecuencia de la proliferación capilar
considera la más importante en la DMID, y el edema macular sobre la superficie del iris (rubeosis iridis). Estos neovasos
en la DMNID. son frágiles, producen aumento del contenido proteico del
La retinopatía tiende a ser más grave y prevalente en gru- humor acuoso y sangran en la cámara anterior del ojo. El
pos de pacientes con glucemias elevadas, y el control ópti- glaucoma secundario provoca intensos dolores frente a los
mo de éstas, sobre todo cuando su inicio es precoz en la evo- cuales el tratamiento médico es muchas veces ineficaz y
lución de la enfermedad, resulta claramente beneficioso. En obliga a repetidas intervenciones.
algunos casos de retinopatía establecida se han descrito em-
peoramientos iniciales con tratamientos mediante bombas
de perfusión de insulina y tratamiento convencional intensifi-
Nefropatía diabética
cado, lo que hace recomendable un control oftalmológico La diabetes mellitus es la tercera causa de insuficiencia renal
estricto cuando se intensifica el tratamiento de la diabetes. terminal. La nefropatía clínica ocurre en el 30-40% de los ca-
Además de la glucosa, se han sugerido otros factores de sos de DMID y es más frecuente si la enfermedad comenzó
riesgo en la génesis de la retinopatía, como hormonales (es antes de los 20 años. En la DMNID su frecuencia varía entre
más frecuente en los varones y, después de la pubertad y el el 5 y el 16%. Por razones no bien conocidas, sólo determina-
embarazo, puede agravarse su curso), genéticos (los HLA- dos pacientes son susceptibles de sufrir complicaciones re-
DR4 parecen asociarse con una prevalencia superior) y la hi- nales, de modo que en éstos la complicación ocurre relativa-
pertensión arterial diastólica. En cambio, la miopía intensa y mente pronto en el curso de la diabetes y la prevalencia
la hipertensión ocular actúan como protectores. aumenta cada año a partir de los 10 años (prevalencia acu-
Para el clínico no oftalmólogo, el tratamiento de la retino- mulada del 46% en los varones y del 32% en las mujeres) has-
patía diabética consiste básicamente en: a) si tiene experien- ta alcanzar un máximo alrededor de los 25 años de evolu-
cia en oftalmoscopia, practicarla de forma sistemática a los ción. El tiempo medio desde el diagnóstico de la diabetes
diabéticos en cada consulta y derivarlos al oftalmólogo cuan- hasta la proteinuria es de 17 años, aunque es extremadamen-
do se comprueben lesiones por mínimas que sean; b) au- te variable. En pacientes diagnosticados antes de los 10 años
mentar la vigilancia en situaciones de riesgo, como la hiper- de edad, el desarrollo de la nefropatía es más lento, y des-
tensión arterial, la proteinuria y el embarazo; c) si carece de pués de los 40 años de evolución es poco frecuente que apa-
experiencia en el examen del fondo de ojo, remitir los pa- rezca esta complicación, de modo que no es raro ver pacien-
cientes al oftalmólogo a partir de los 5 años del diagnóstico tes con 60 años de diabetes libres de afectación renal.
en el caso de la DMID e inmediatamente después en el caso La primera manifestación de la nefropatía diabética es la
de la DMNID; d) conseguir un control metabólico lo más es- proteinuria, que al principio puede ser intermitente. La nefro-
tricto posible; e) tratar la hipertensión arterial asociada; f) patía diabética propiamente dicha se define por la presencia
considerar los antiagregantes plaquetarios ya que, en estu- de proteinuria persistente, también denominada macroalbu-
dios a corto plazo, algunos tratamientos con ácido acetilsali- minuria (superior a 500 mg/24 h de proteínas totales o 300
cílico solo o asociado con dipiridamol o bien con triflusal, mg/24 h de albúmina). Para establecer la etiología diabética

1966
DIABETES MELLITUS

es necesario que el paciente tenga además retinopatía y no vitamina E y la aminoguanidina, sustancias que podrían evi-
padezca insuficiencia cardíaca, otra enfermedad renal o una tar el fenómeno de la glicación proteica y, en consecuencia,
causa conocida de pérdida de proteínas en la orina (p. ej., la nefropatía y otras complicaciones.
infección urinaria). En realidad, antes de la instauración de En la fase de insuficiencia renal terminal se debe recurrir a
la nefropatía diabética propiamente dicha existe un largo pe- la hemodiálisis, la diálisis peritoneal continua ambulatoria o
ríodo caracterizado por la excreción de albúmina entre 30 y el trasplante renal. Sin lugar a dudas, esta última modalidad
300 mg/24 h (20-200 µg/mL), a la que se ha denominado mi- es el tratamiento de elección y sus resultados, aunque algo
croalbuminuria. Una vez establecido el diagnóstico de nefro- menos brillantes que en pacientes no diabéticos, son muy sa-
patía diabética clínica, la evolución hacia la insuficiencia re- tisfactorios, con un 65% de supervivencia del injerto a los
nal es la regla, si bien la velocidad es variable. En esta 5 años.
progresión, el control de la hipertensión arterial y de las in-
fecciones urinarias reviste extraordinaria importancia. El
control de la presión arterial debe ser estricto, y la búsqueda
Complicaciones cutáneas
de infecciones urinarias, metódica con cultivos de orina, in- En sentido estricto no existen complicaciones cutáneas en la
cluso en ausencia de síntomas. diabetes, pero ésta actúa en la piel facilitando las infeccio-
En las fases iniciales el control metabólico también es un nes, originando lesiones vasculares microangiopáticas y per-
condicionante de la evolución de la enfermedad, mientras mitiendo la expresión cutánea de otras metabolopatías aso-
que en estadios más avanzados su trascendencia es menor. ciadas con diabetes. La fragilidad capilar es muy frecuente y
Asimismo, en fases incipientes, la restricción proteica mode- está asociada casi siempre con microangiopatía. Las úlceras
rada contribuye a enlentecer la progresión. isquémicas predominan en las extremidades inferiores y se
La vigilancia y el control estricto de individuos jóvenes o producen como consecuencia de la afección arterial. Son úl-
de edad media en fases iniciales de nefropatía diabética es- ceras de bordes bien delimitados, superficiales y dolorosas,
tán permitiendo retrasar la evolución hacia la insuficiencia que deben diferenciarse de las neuropáticas, situadas en los
renal, de modo que no es raro observar pacientes que duran- puntos de apoyo del pie y que son profundas e indoloras.
te 8 años o más mantienen la creatinina estable. La denominada dermopatía diabética consiste en manchas
Los pacientes diabéticos con insuficiencia renal terminal pigmentadas y retraídas, de pequeño tamaño (alrededor de
son admitidos actualmente en los programas de diálisis y tras- 1 cm), localizadas en la cara anterior de las piernas. Carecen
plante en la mayoría de los países, y en algunos lugares cons- de valor pronóstico pero, en ocasiones, pueden servir al clí-
tituyen el 30% de los individuos en tratamiento sustitutivo. nico para diagnosticar una diabetes del adulto, ya que pue-
Desde un punto de vista fisiopatológico se pueden consi- den preceder a otras manifestaciones clínicas.
derar cuatro etapas en la historia natural de la enfermedad. La necrobiosis lipoidea localizada sobre todo en la región
La primera etapa es la de hiperfiltración e hipertrofia, con au- pretibial, consiste en placas escleróticas amarillentas, con un
mento del flujo plasmático renal y microalbuminuria intermi- borde eritematoso. En general son de pequeño tamaño, pero
tente que aparece después del ejercicio físico. La segunda pueden confluir formando grandes placas y, en ocasiones, se
etapa, entre 10 y 15 años de evolución de la diabetes, es la ulceran. La incidencia es baja (0,4%) y su principal problema
de nefropatía diabética incipiente. Se caracteriza porque el es estético, ya que suele afectar a mujeres jóvenes. La cura
filtrado permanece elevado o se normaliza y la microalbumi- oclusiva con glucocorticoides proporciona a veces resulta-
nuria se hace persistente. La tercera etapa, entre 15 y 20 años dos aceptables.
de evolución, corresponde a la nefropatía diabética clínica. La bullosis diabeticorum es aun menos frecuente y consiste
Se caracteriza por albuminuria superior a 300 mg/24 h y dis- en la aparición de grandes flictemas serohemorrágicas seme-
minución del filtrado glomerular, pudiendo evolucionar ha- jantes a la de una quemadura de segundo grado, en la cara
cia síndrome nefrótico, hipertensión arterial y progresar ha- anterior del pie, en las piernas o en los muslos. Las lesiones
cia la insuficiencia renal terminal. La cuarta etapa, entre 20 y curan sin dejar secuelas mediante el simple procedimiento
30 años de evolución de la diabetes, es la insuficiencia renal de drenaje y la aplicación local de antisépticos.
terminal. La xantomatosis eruptiva puede observarse en diabéticos
Los mecanismos patogénicos de la nefropatía diabética descompensados que presentan hiperlipemia tipo IV o V. Las
son varios: a) la glucosilación no enzimática de proteínas de- lesiones son de color anaranjado, muy pequeñas y prurigino-
termina la formación de los productos finales de la glucosila- sas y se localizan sobre todo en las zonas de extensión y en
ción no enzimática (AGE), que pueden lesionar el riñón de las nalgas. Este tipo de lesiones sólo aparece cuando los ni-
diferentes formas (engrosamiento de la membrana basal, al- veles de triglicéridos son muy altos, habitualmente superio-
teraciones de la permeabilidad, etc.); b) el sorbitol acumula- res a 1.000 mg/dL (10 g/L), y desaparecen de forma progresi-
do en la diabetes mal controlada puede contribuir a la lesión va tras la corrección del trastorno lipídico.
renal mediante alteración de la osmolalidad; c) anormalida- El escleroderma diabeticorum es raro, ocurre a mediana
des bioquímicas de la matriz extracelular, con disminución edad y en pacientes con DMID o DMNID de larga evolución,
de la síntesis de heparansulfato y de la carga negativa de la mal control y obesos. Hay engrosamiento de la piel, sobre
pared del capilar glomerular, responsables de alteraciones todo en las regiones lateral y posterior del cuello y superior
en la filtración; d) glucotoxicidad directa sobre células endo- de la espalda; la induración puede extenderse a la cara, el
teliales; e) factores hemodinámicos, fundamentalmente el tronco y, potencialmente, a todo el cuerpo.
aumento del flujo y de la presión glomerular, que podrían La enfermedad de Dupuytren, fibrosis subcutánea del espa-
contribuir al desarrollo de la glomerulosclerosis, y f) altera- cio aponeurótico palmar de la mano, se presenta en una pro-
ción en el contratransporte sodio-litio o el intercambio sodio- porción 6:1 en favor de los varones y sólo en personas de ori-
hidrógeno, mecanismos con probable base genética, lo que gen europeo; es mucho más prevalente en individuos con
ayudaría a explicar el porqué sólo una porción de los diabé- diabetes, aunque puede preceder al diagnóstico de ésta.
ticos desarrollan la nefropatía. El síndrome del túnel carpiano es la compresión del nervio
El tratamiento en las fases incipientes o de insuficiencia re- mediano dentro del túnel carpiano en la muñeca. Ocasiona
nal moderada se basa en las siguientes medidas: a) control una neuropatía por atrapamiento y causa parestesias en el
de la presión arterial, ya mencionado; los IECA actúan funda- pulgar, el índice y el meñique, con dolor que aumenta por la
mentalmente disminuyendo la presión intracapilar y se han noche. Puede acompañarse de atrofia de las regiones tenar e
utilizado con éxito para disminuir la proteinuria, incluso en hipotenar y de los músculos intrínsecos de la mano.
pacientes no hipertensos; b) disminución de la ingesta pro- La tendosinovitis flexora o “dedo en gatillo”, en niños, pue-
teica a 0,6 g/kg/día; c) control estricto de la glucemia; d) con- de ser congénita o hereditaria, pero en adultos en la tercera
trol de las infecciones urinarias y evitar los fármacos nefrotó- parte de los casos se produce en diabéticos, con predominio
xicos, y e) de forma experimental deben considerarse la en las mujeres y en la mano derecha.

1967
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

La capsulitis del hombro se produce por engrosamiento de Los síntomas son parestesias, calambres, dolor y sensación
la cápsula articular y adherencia de la cabeza del húmero; urente en los pies. El dolor es en ocasiones muy intenso, pre-
causa una notable disminución de los movimientos del hom- domina por la noche y se acompaña de hiperestesia, hasta el
bro y puede resolverse después de semanas o meses, con punto de que el paciente no tolera el roce de las sábanas o
cambios residuales atróficos que involucran al hombro y la el pijama.
mano y terminar en el denominado “hombro congelado”. La pérdida de sensibilidad es responsable de las úlceras
neuropáticas que se presentan en los puntos de apoyo del
pie (mal perforante plantar), así como de la artropatía neuro-
Neuropatía diabética pática (articulación de Charcot), que afecta preferentemente
Las alteraciones anatomopatológicas descritas en todos los las articulaciones de los dedos de los pies y, con menos fre-
niveles (corteza, espina dorsal, troncos periféricos, etc.) del cuencia, las rodillas y caderas.
sistema nervioso de los pacientes diabéticos son múltiples. El
mecanismo patogénico no está totalmente aclarado, pero Mononeuropatía. Consiste en la afectación aislada de algún
muchas experiencias apoyan la idea de que la hipergluce- par craneal (se ha descrito la del III, IV, VI y VII) o de un ner-
mia per se es la principal responsable, aunque existan otros vio periférico (mediano, radial, cubital, peroneo, ciático, in-
factores implicados. tercostales y frénico). Por lo general, las lesiones son unilate-
La afectación del sistema nervioso por la diabetes ocasio- rales, aunque en casos excepcionales pueden ser simétricas.
na cambios histopatológicos, bioquímicos, funcionales y clí- Su pronóstico suele ser bueno y al cabo de varios meses se
nicos muy diferentes, de modo que en realidad debería ha- recuperan, a veces de forma parcial. Suelen estar causadas
blarse de neuropatías diabéticas. por lesiones vasculares focales.
Histopatológicamente, las lesiones más comunes son de-
generación y pérdida axonales, desmielinización segmenta- Amiotrofia diabética. Se caracteriza por un déficit motor
ria, cambios en las células de Schwann, en las células peri- asimétrico del psoas y del cuádriceps, en ocasiones asociado
neurales y en los vasos endoneurales, alteraciones en los con dolor muy intenso, atrofia muscular y fasciculaciones. El
nódulos de Ranvier, atrofia axonal distal y, en las formas cró- cuadro se desencadena a veces coincidiendo con mejorías
nicas, regeneración en forma de brotes. importantes en el control metabólico (p. ej., después de ini-
El mecanismo bioquímico exacto mediante el cual la hi- ciar el tratamiento con insulina en la DMNID). De forma simi-
perglucemia induce las lesiones no está claro y se han postu- lar a la mononeuropatía tiende a la curación en 6-12 meses,
lado tres hipótesis: sobre todo si se mantiene el buen control, aunque en ocasio-
1. Teoría del sorbitol. En los nervios periféricos de pacien- nes sigue un curso totalmente autónomo y ajeno al control
tes diabéticos existen concentraciones de sorbitol 2-10 veces metabólico.
superiores a las normales, postulándose que, al igual que
ocurre en otros tejidos como el cristalino, en los nervios el Neuropatía del SNA. Es una alteración frecuente y su detec-
exceso de glucosa que no puede metabolizarse por la vía de ción puede ser relativamente temprana en el curso de la dia-
la glucosa-6-fosfato escoge la vía del sorbitol, que no requiere betes cuando se buscan de manera intencionada sus altera-
insulina. Este aumento del sorbitol intracelular se acompaña ciones. Al igual que ocurre con la afección sensitiva, las
de una disminución del mioinositol intracelular, debido a la anomalías objetivas (desnervación autónoma del corazón,
inhibición de su captación causada por la hiperglucemia y, hipotensión postural asintomática, etc.) preceden largo tiem-
probablemente, por el mismo aumento de la concentración po a las manifestaciones clínicas. Por otra parte, la afecta-
de sorbitol. La disminución del mioinositol altera la activi- ción aislada del sistema vegetativo es rara y suele acompa-
dad de la Na+K+ATPasa, que es probablemente la responsa- ñarse de manifestaciones de neuropatía sensitiva. Los signos
ble de los fallos estructurales y funcionales del nervio. más comunes son las alteraciones de la sudación, la disfun-
2. Teoría de la glicación no enzimática. Este mecanismo ción eréctil, la hipotensión ortostática, la enteropatía diabéti-
puede contribuir mediante la formación de AGE, los cuales ca, la gastroparesia diabética y la vejiga neurógena.
son atacados por los macrófagos, ocasionando desmieliniza- Las alteraciones de la sudación se caracterizan por crisis
ción segmentaria. de diaforesis profusa, en particular después de comer, que se
3. Teoría del metabolismo de la carnitina. La administra- localiza exclusivamente en la cara y la zona supraumbilical
ción de acetil-L-carnitina a ratas diabéticas normaliza la del tronco. La disfunción eréctil ocurre con relativa frecuen-
Na+K+ATPasa, la actividad proteincinasa y la velocidad de cia en diabéticos de larga evolución y parece estar relaciona-
conducción motora del nervio, lo que sugiere que una altera- da con factores vasculares y neuropáticos (afectación simpá-
ción en el metabolismo de la carnitina podría desempeñar tica del plexo sacro). La eyaculación retrógrada, también
un papel importante en la neuropatía diabética. frecuente en estos pacientes, se produce como consecuen-
En la valoración del estado funcional de un nervio pueden cia de una disfunción vegetativa del esfínter vesical. La vejiga
utilizarse diferentes criterios: la presencia de signos o sínto- neurógena consiste en la incapacidad de ésta, cuando se dis-
mas, el estudio de técnicas electrofisiológicas, la percepción tiende, de emitir estímulos sensoriales a la corteza. En conse-
vibratoria y la discriminación térmica. La clasificación de las cuencia, se producen grandes dilataciones de la vejiga con
neuropatías diabéticas puede hacerse de diferentes maneras, emisión de más de 1.000 mL de orina en una sola micción, lo
aunque lo más importante es definir los síndromes que se que representa un riesgo adicional de infección urinaria. La
pueden presentar en la práctica clínica. gastroparesia diabética es una dilatación átona del estómago
que puede ser responsable de náuseas, vómitos, digestiones
Neuropatía sensitiva. Constituye la forma más común, aun- “pesadas” o simplemente mal sabor de boca al levantarse
que su prevalencia es muy variable en función de los crite- por la mañana, aunque a menudo es asintomática. La entero-
rios diagnósticos que se escojan, pudiendo llegar al 65% a los patía diabética se produce por afectación predominante del
25 años de evolución de la diabetes. El término se debería re- plexo de Auerbach y consiste en diarreas líquidas, predomi-
servar para los casos sintomáticos, ya que el hallazgo aislado nantemente nocturnas, que pueden acompañarse de inconti-
de algunos signos (abolición de reflejos aquíleos, disminu- nencia fecal. La colelitiasis es más frecuente en los diabéti-
ción de la sensibilidad vibratoria, retraso en la conducción cos que en el resto de la población, suponiéndose que este
nerviosa) es extremadamente frecuente. No obstante, algu- aumento de la incidencia depende de la asociación con
nos hallazgos, como la sensibilidad vibratoria disminuida, obesidad y la atonía de la vesícula biliar, que ha sido com-
constituyen un importante factor de riesgo para úlceras en probada en estos pacientes. La hipotensión ortostática ocu-
los pies, aunque no se acompañen de signos clínicos. La rre por fracaso de los barorreceptores controlados por el sis-
neuropatía sensitiva suele ser simétrica e insidiosa y afectar tema vegetativo; en ocasiones puede ser muy grave y
las piernas, con una distribución denominada “en calcetín”. provocar caídas al suelo.

1968
HIPOGLUCEMIA

La afectación del sistema nervioso vegetativo es evidente- eréctil causada por neuropatía vegetativa carece de trata-
mente multisistémica. Así, se han demostrado alteraciones miento farmacológico eficaz. Dado que en estos pacientes la
funcionales de este tipo en la capacidad pulmonar total y en libido está conservada, se han propuesto como tratamiento
los centros que controlan la respiración automática durante las inyecciones locales de papaverina y fentolamina (bajo
el sueño, habiéndose comprobado, en diabéticos afectos de control estricto por el riesgo de priapismo), las prótesis penea-
otras manifestaciones del sistema nervioso vegetativo, perío- nas y los vacuums (artilugios que producen vacío y provocan
dos de apnea de hasta 90 seg. Se ha sugerido que esta ano- erección).
malía es la responsable de determinadas muertes súbitas La hipotensión ortostática es en ocasiones muy incapaci-
nocturnas que sobrevienen en diabéticos. Existen pruebas tante y los pacientes pueden beneficiarse del uso de vendas
simples de detección de la neuropatía vegetativa como el es- elásticas en las piernas. En ocasiones puede recurrirse a la
tudio de la pupila (la dilatación es simpática), de los reflejos 9-α-fluorohidrocortisona.
respiratorios (falla la respuesta a la hipoxia y la hipercapnia) Para la neuropatía en general existen otras posibilidades
y de la función cardiovascular (que consisten en analizar las terapéuticas en fase de experimentación, como los gangliósi-
variaciones de la frecuencia cardíaca al efectuar cambios dos, el ácido gamma-linolínico, derivados de la lidocaína por
posturales, en la maniobra de Valsalva o en las variaciones vía intravenosa, mexiletina y la aminoguanidina.
del ritmo respiratorio). Estas pruebas pueden ser de utilidad
para advertir a los pacientes y médicos de algunas situacio-
nes de riesgo (p. ej., la anestesia por la posibilidad de para-
das respiratorias en el período de postextubación). Algunos
pacientes con afectación sensitiva y vegetativa presentan pér-
didas de peso acentuadas que sugieren la existencia de un Bibliografía especial
tumor maligno, cuya búsqueda es infructuosa. Este síndro- BINGLEY P, BONIFACIO E, GALES E. Can We Realy Predict IDDM? Diabe-
me, denominado caquexia diabética neuropática, suele re- tes 1993; 42: 212-220.
mitir en el curso de varios meses. DAHLQUIST G, BLOM L, LÖNNBERG G. The Swedish childhood diabetes
study: A multivariate analysis of the determinants for diabetes in
different age groups. Diabetologia 1991; 34: 77-762.
Tratamiento. La afección motora suele mejorar en forma es- DEFRONZO R, BONADONNA R, FERRANNINI E. Pathogenesis of NIDDM. Dia-
pontánea, aunque no debe descuidarse la fisioterapia para betes Care 1992; 15: 318-368.
mantener un buen trofismo muscular. Las algias responden a GROUNER G, O’BRIEN R. Molecular physiology of genetics of NIDDM.
veces a la difenilhidantoína o a la carbamazepina, aunque Diabetes Care 1992; 15: 369-395.
en las formas más intensas la respuesta es probablemente HOME PD, ALBERTI KGMM. Insulin therapy. En: ALBERTI KGMM, DE FRON-
mejor a los antidepresivos solos o combinados con carbama- ZO RA, KEEN H, ZIMMET P, eds. Textbook of diabetes mellitus. Chi-
zepina o con tranquilizantes. Las manifestaciones menos gra- chester, John Wiley, 1992; 831-863.
LANDIN-OLSSON M, PALMER JP, LERNMARK A, BLOM L, SUNDKVIST G, NYSTROM
ves de la neuropatía sensitiva pueden mejorar con capsaici- L et al. Predictive value of ICA and IAA for type 1 (ID) diabetes me-
na tópica y responden a veces de manera satisfactoria a llitus in population-based study of newly-diagnosed diabetic and
dosis elevadas de mioinositol (2-3 g/día) y a los inhibidores matched control children. Diabetologia 1992; 35: 1.068-1.073.
de la aldosa-reductasa, aunque con ambos fármacos existen REYNALS E, DIUMENJÓ MC, DIUMENJÓ MS, GUNTSCHE E. Alteraciones en la
muy pocos estudios controlados. adherencia leucocitaria y su relación con el control metabólico
La metoclopramida y la domperidona mejoran el vaciado de los pacientes diabéticos. Rev Diag Biol 1987; 36: 110-112.
gástrico y, en el caso de la enteropatía diabética, la adminis- STROWING S, RASKIN PH. Glycemic control and diabetic complications.
tración intermitente (una semana al mes) de antibióticos no Diabetes Care 1992; 15: 1.126-1.140.
THE DIABETES CONTROL AND COMPLICATION TRIAL RESEARCH GROUP. The ef-
absorbibles puede ser de utilidad, porque la estasis intestinal fect of intensive treatment of diabetes on the development and
favorece el sobrecrecimiento bacteriano. Asimismo, la codeí- progression of long term complications in IDDM. N Engl J Med
na, la loperamida y los atropínicos pueden aliviar la diarrea, 1993; 329: 977-986.
al igual que la pectina, cuya administración disuelta antes de TRUCO M. To be or not to be Asp 57. That is the Question? Diabetes
las comidas enlentece el tránsito intestinal. La disfunción Care 1992; 15: 705-717.

Hipoglucemia
D. Figuerola

Introducción. El organismo animal consume energía de for- muy probable que este hiperinsulinismo le resulte perjudicial
ma continua, mientras que sus ingestas de alimentos son in- y que sea una buena parte responsable de la alta incidencia
termitentes. Este hecho obliga a la existencia de “almacenes de obesidad y de diabetes mellitus no insulinodependiente
de combustibles” que son utilizados en los períodos de ayu- (DMNID). El período postabsortivo –que se extiende desde 4
no. Tales reservorios de energía están representados por los h después de la ingesta hasta la siguiente– está representado
triglicéridos en el tejido adiposo, el glucógeno en el hígado y sobre todo por la pausa nocturna. En estas condiciones el or-
el tejido muscular y, en menor grado, por las proteínas del ganismo requiere unos 150-200 mg/min de glucosa, que son
músculo. La hormona más importante en esta capacidad aportados fundamentalmente por la glucogenólisis y gluco-
del organismo para el almacenamiento de energía es la insu- neogénesis hepática. La glucogenólisis aporta alrededor del
lina, que es secretada en grandes cantidades en el período 70% del total de la glucosa requerida, mientras que la gluco-
postabsortivo, favoreciendo con ello la acumulación de glu- neogénesis proporciona el resto. En esta fase, la secreción de
cógeno y la síntesis de triglicéridos, que serán utilizados en insulina se mantiene constante y baja (5-20 mU/mL o 35-145
los períodos de ayuno. Este “hiperinsulinismo” en respuesta a pmol/L), mientras que el glucagón aumenta en forma mode-
la ingesta de alimentos es fundamental para los animales que rada. En consecuencia se produce una activación de la lipóli-
deben permanecer en ayunas durante largos períodos. Para sis, que proporciona uno de los sustratos para la gluconeogé-
el hombre occidental actual, que no padece períodos de pri- nesis (glicerol). Los restantes sustratos (aminoácidos, ácido
vación de alimentos y que los ingiere varias veces al día, es láctico, ácido pirúvico) son aportados por el metabolismo

1969
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.74. Fases de la hipoglucemia TABLA 15.75. Clasificación de las hipoglucemias


Cortical Hipoglucemia inducida por ayuno
Desorientación Insulinoma
Palabras incoherentes Hiperplasia de células beta
Percepciones vagas Tumores extrapancreáticos
Somnolencia Déficit de hormonas de contrarregulación
Subcorticodiencéfalica Hipopituitarismo
Actividad motriz no controlada Insuficiencia suprarrenal
Incapacidad de responder a estímulos Hepatopatías
Simpaticotomía (sudación, taquicardia, midriasis) Congénitas (glucogenosis, déficit enzimáticos)
Mesencefálica Adquiridas (hepatitis aguda grave)
Espasmos tónicos Insuficiencia cardíaca congestiva
Desviación no conjugada de la mirada Deficiencia de sustrato (embarazo, uremia)
Reflejo plantar en extensión Hipoglucemia por anticuerpos antiinsulina
Premiencefálica
Espasmos en extensión inducidos por movimientos Hipoglucemia inducida por alimentos
de rotación de la cabeza Hipoglucemia reactiva esencial (inducida por glucosa)
Miencefálica Hipoglucemia inducida por leucina
Coma Hipoglucemia inducida por fructosa
Respiración superficial Intervenciones sobre la parte superior del tubo digestivo
Bradicardia
Miosis fija Hipoglucemia inducida por otras sustancias
Hipotermia Insulina
Hiporreflexia Sulfonilureas
Alcohol
Hipoglicina

muscular. En condiciones de ayuno prolongado, las reservas


hepáticas de glucógeno se agotan rápidamente (en menos
de 24 h) y el organismo debe recurrir a otros mecanismos relevantes cuando la velocidad de descenso de la glucemia
para la homeostasia de la glucosa: la gluconeogénesis se in- es muy rápida. Si la hipoglucemia es muy profunda o prolon-
crementa notablemente, a partir de grandes cantidades de gada puede ocasionar la muerte por parálisis bulbar, aunque
aminoácidos y glicerol. Por otra parte, la lipólisis proporciona esto es excepcional. En general, las manifestaciones desapa-
ácidos grasos libres y sus derivados metabólicos, los cuerpos recen a los pocos minutos de la administración de glucosa,
cetónicos, que son utilizados como fuente de energía por los aunque en ocasiones pueden persistir lesiones cerebrales
tejidos capaces de hacerlo. El SNC, junto con algún otro órga- irreversibles.
no especializado como la cápsula suprarrenal, consume glu-
cosa casi como única fuente de energía y, por tanto, es espe- Clasificación. Aunque la lista de enfermedades que pueden
cialmente sensible a sus disminuciones. producir hipoglucemia es muy extensa, en la práctica el
La hipoglucemia consiste en una disminución anormal de diagnóstico diferencial no es difícil, porque muchas de estas
la concentración intracelular de glucosa y se manifiesta por entidades cursan con un cortejo sintomático florido en el
síntomas que inicialmente dependen del aporte insuficiente que la hipoglucemia ocupa un lugar relativamente secunda-
de glucosa al cerebro, en el cual se produce, como conse- rio. En la tabla 15.75 se muestra la clasificación de las hipo-
cuencia, una disminución del aporte de oxígeno. La hipoglu- glucemias más utilizada.
cemia clínica suele ocurrir cuando los niveles de glucemia La hipoglucemia en ayunas se caracteriza por la incapaci-
verdadera son inferiores a 55 mg/dL (3,1 mmol/L), aunque es dad del organismo para mantener estable la cifra de glucosa
posible observar cifras inferiores en ausencia de síntomas, durante un período relativamente corto de privación de ali-
así como cifras discretamente superiores con manifestacio- mentos. Este tipo de hipoglucemias puede estar causado por
nes clínicas. un exceso de insulina o sustancias similares a ésta, un déficit
Los varones normales mantienen una cifra de glucemia su- de las hormonas de contrarregulación, una alteración hepáti-
perior a 65 mg/dL (3,6 mmol/L) tras 24 h de ayuno y superior ca congénita o adquirida o, por último, un defecto en los sus-
a 55 mg/dL (3,1 mmol/L) después de las 72 h, mientras que tratos necesarios para la gluconeogénesis. La hipoglucemia
en las mujeres estos mismos valores pueden ser 10 mg más reactiva, en cambio, se presenta sólo en respuesta a determi-
bajos. Por otra parte, después de la administración de 100 g nados estímulos, por lo común alimentarios.
de glucosa oral en individuos normales la glucemia suele re-
cuperar los valores basales a las 3-4 h y se mantiene por enci-
ma de los 55 mg/dL (3,1 mmol/L) en el curso de toda la prue-
Insulinoma
ba (prueba de tolerancia a la glucosa prolongada a 6 h). Se trata de tumores pancreáticos de células beta que ela-
La sintomatología de la hipoglucemia es distinta según el boran gran cantidad de insulina y son responsables de hipo-
área cerebral afecta, siendo las más evolucionadas filogenéti- glucemia. Estos tumores, habitualmente benignos, afectan
camente, como el neocórtex, mucho más sensibles que otras con mayor frecuencia a las mujeres (60%) y la mediana de
más primitivas como el bulbo. Si la neuroglucopenia persis- edad de presentación es a los 50 años. Excepto que formen
te, las manifestaciones clínicas van progresando. De este parte de un síndrome de neoplasia endocrina múltiple
modo pueden considerarse cinco fases de hipoglucemia (ta- (MEN), antes de los 30 años son poco frecuentes. Suelen ser
bla 15.74). adenomas solitarios benignos (80% de los casos) que se loca-
Los síntomas de la hipoglucemia se pueden dividir en dos lizan preferentemente en el cuerpo y la cola del páncreas,
constelaciones sintomáticas: las relacionadas como la neuro- microadenomas múltiples benignos (11%) o carcinomas soli-
glucopenia, y la consiguiente disminución de aporte de oxí- tarios (6%); el resto (3%) lo constituyen tumores malignos
geno cerebral, y las que dependen de la activación del siste- múltiples. En algunos casos de hipoglucemia neonatal se ob-
ma nervioso vegetativo y de la secreción de catecolaminas. serva una hiperplasia difusa de los islotes (nesidioblastosis)
Las manifestaciones neuroglucopénicas consisten en cefa- sin formación de tumor.
lea, trastornos de conducta, fatiga, torpor mental, alucinacio- El 10% de los pacientes con insulinoma tienen una MEN
nes, convulsiones y, finalmente, coma. Las vegetativas inclu- tipo I (en el 80% de ellos los adenomas son múltiples), aso-
yen palpitaciones, ansiedad, sudación, temblor y sensación ciándose con mayor frecuencia con hiperparatiroidismo se-
de hambre. Estas últimas manifestaciones son especialmente guido de tumores hipofisarios. Se han descrito casos de insu-

1970
HIPOGLUCEMIA

linoma en algunos pacientes con DMNID pero nunca con mg/dL (2,8 mmol/L), en individuos en ayuno prolongado o
DMID. Algunos tumores secretan también otras sustancias, malnutridos y en pacientes con hipopituitarismo o insuficien-
como gastrina, ACTH, glucagón y somatostatina. El tamaño cia suprarrenal.
del tumor es variable, aunque en general es de pocos centí- La prueba del glucagón, consistente en la administración
metros de diámetro, pudiendo ser a veces muy pequeños. intravenosa de 1 mg de esta hormona, se considera positiva
cuando el pico máximo de IRI es superior a 130 mU/mL (932
Cuadro clínico. Descrito en la introducción, pero en este pmol/L).
caso es característica la frecuente ausencia de manifestacio- La curva de glucemia no es útil en el diagnóstico del insu-
nes vegetativas (sudación, taquicardia, etc.). A menudo hay linoma: en ocasiones es normal y a menudo corresponde a
diplopía, visión borrosa y debilidad. La confusión, las altera- la de una tolerancia anormal a la glucosa (TAG). Si se pro-
ciones de conducta y la amnesia son muy frecuentes, mien- longa 6 h suele presentar una caída progresiva sin recupera-
tras que más del 10% de los pacientes presentan crisis comi- ción espontánea, a diferencia de lo que ocurre en la hipoglu-
ciales. A menudo el diagnóstico es tardío y numerosos cemia reactiva esencial. En los casos raros de insulinoma
enfermos (el 90% en nuestra serie) son tratados como pa- antes mencionados, los 75 g de glucosa oral provocan graves
cientes psiquiátricos o como arterioscleróticos cerebrales. hipoglucemias “reactivas” que exigen la administración de
La enfermedad debe sospecharse en los pacientes que re- glucosa intravenosa para su recuperación.
fieren torpor mental o incoordinación motora por la mañana Habitualmente, la prueba de ayuno bien realizada es sufi-
al despertar, que mejora con el desayuno, y que reaparece ciente para establecer el diagnóstico, pero en ocasiones los
en ocasiones antes de comer o de cenar. Es asimismo impor- resultados son contradictorios y debe recurrirse a las otras
tante recordar que los pacientes no tienen sensación de pruebas o a una nueva reevaluación posterior.
hambre a pesar de estar en hipoglucemia (la sensación Una vez establecido el diagnóstico de insulinoma, es im-
de hambre es una manifestación vegetativa) y que, en el me- portante localizar el tumor. El mejor método sigue siendo la
jor de los casos, mediante el aprendizaje, han llegado a la arteriografía subselectiva del tronco celíaco, aunque las posi-
conclusión de que se encuentra mejor cuando comen a me- bilidades de localizarlo por este procedimiento son de alre-
nudo. La historia clínica suele recoger también aumentos de dedor del 60-70% como máximo. La tomografía computariza-
peso desde el inicio de los síntomas, aunque este dato no es da tiene limitaciones en la localización del tumor, mientras
constante. que la ecografía de alta resolución en tiempo real preopera-
toria y, especialmente, intraoperatoria está demostrando una
Diagnóstico. Se basa en la demostración de una “secreción notable eficacia.
inapropiada de insulina”, es decir en la incapacidad de las
células beta pancreáticas para reducir su liberación de insu- Tratamiento. La cirugía es el tratamiento de elección del in-
lina cuando fisiológicamente deberían hacerlo, es decir, du- sulinoma. Cuando la extirpación del tumor es completa, a
rante el ayuno. menudo se produce una elevación inmediata de la glucemia
La prueba del ayuno consiste en la extracción secuencial entre 15 y 30 mg/dL (0,83 y 1,66 mmol/L), dato que suele uti-
(en general cada 6 h pero puede variarse según la evolución lizarse para comprobar la efectividad de la cirugía, aunque
clínica) de muestras de sangre para determinación de gluce- existe un 25% de resultados falsos negativos. Cuando el tu-
mia e insulina inmunorreactiva (IRI) durante un período de mor está bien localizado, se extirpan éste y la porción distal
privación de alimentos (se permite la ingesta de agua e infu- del páncreas, de manera que en general la resección se limi-
siones sin azúcar). La prueba del ayuno se programa para 72 h, ta a la cola y a una parte o la totalidad del cuerpo. En los tu-
aunque en general los pacientes con insulinoma no la resis- mores localizados en la cabeza debe intentarse la enuclea-
ten más de 36-48 h, siendo obligada la suspensión de la prue- ción simple, evitando la extirpación completa, ya que la
ba cuando aparece depresión de la conciencia. Tres cuartas pancreatoduodenectomía tiene una elevada morbimortali-
partes de los pacientes con un tumor de células beta presen- dad. Cuando el tumor no se localiza en el acto quirúrgico
tan, a las 16 h de ayuno, una glucemia inferior a 60 mg/dL (circunstancia rara en la actualidad gracias a la ecografía pe-
(3,33 mmol/L), con cifras de insulinemia superiores a 20 roperatoria), se procede a la extirpación de la cola y del
mU/mL (145 pmol/L). Cuando el cociente IRI/glucosa es su- cuerpo completo. Recientemente se han realizado con éxito
perior a 0,3 el diagnóstico puede establecerse casi con toda enucleaciones simples mediante cirugía por laparoscopia.
seguridad. Una característica del tumor de células beta es su En los casos de fracaso de la cirugía, en los pacientes que
incapacidad para retener la insulina sintetizada, así como la se niegan a la intervención o cuando se conoce con seguri-
liberación al plasma de una proporción elevada de proinsuli- dad la existencia de un insulinoma maligno con metástasis,
na, la cual puede alcanzar hasta el 70% de todo el material debe procederse a tratamiento médico con diazóxido, el
inmunorreactivo ante la insulina. cual se ha mostrado notablemente eficaz en el control de
La prueba de supresión consiste en administrar insulina far- la hipoglucemia a dosis de 300-600 mg/día. Sus principales
macológica convencional en perfusión a dosis pequeñas que efectos secundarios son el hirsutismo y los edemas, aunque
se aumentan progresivamente. En personas sanas esta perfu- estos últimos suelen controlarse bien con un diurético tiazí-
sión determina un descenso progresivo de los niveles de pép- dico. Otro fármaco que cabe ensayar en el tratamiento del
tido C, que reflejan la inhibición de la célula beta. Los pa- insulinoma inextirpable es el octreotide, un análogo de la so-
cientes afectos de insulinoma son incapaces de reducir su matostatina, de reciente comercialización. En los pacientes
secreción insular endógena en estas circunstancias, por lo con carcinoma inextirpable se ha ensayado la utilización de
que los niveles de péptido C permanecen elevados. En casos la estreptozotocina y 5-fluorouracilo, teniéndose en estos ca-
excepcionales la célula beta tumoral conserva total o par- sos un aumento significativo de la supervivencia.
cialmente el mecanismo de retroalimentación normal con la
glucosa, de modo que puede frenar la secreción en el curso
de esta prueba o incluso en la del ayuno. En estos casos el
Otras causas de hipoglucemia
cuadro clínico puede ser parecido al de la hipoglucemia Hipoglucemia por tumores extrapancreáticos. Se trata en
reactiva y el diagnóstico muy difícil. general de tumores mesenquimatosos (fibromas, fibrosarco-
La prueba de la tolbutamida consiste en la inyección intra- mas, neuromas) de localización retroperitoneal o mediastíni-
venosa de 1 g de tolbutamida y la determinación secuencial ca o de hepatocarcinomas. Los tumores suelen ser de gran
durante 3 h de la glucemia y la IRI. En la última hora de la tamaño y de crecimiento rápido y la hipoglucemia es por lo
prueba el 90% de los pacientes con insulinoma tienen gluce- general un signo tardío en la evolución. Las hipoglucemias
mias inferiores a 55 mg/dL (3,1 mmol/L) y insulinemias supe- producidas por tumores obedecen posiblemente a un origen
riores a 20 mU/mL. La prueba es potencialmente peligrosa y multifactorial: secreción de sustancias con actividad pareci-
no debe realizarse cuando la glucemia basal es inferior a 50 da a la insulina no suprimible (nonsuppresible insuline-like

1971
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

activity o NSILA), invasión tumoral de las suprarrenales, con- la la función de las células beta pancreáticas de los fetos, las
sumo de glucosa por el propio tumor o secreción por éste de cuales se hiperplasian. Este hiperinsulinismo fetal es respon-
metabolitos de triptófano, los cuales inhibirían la gluconeo- sable de las hipoglucemias que se producen en estos niños
génesis hepática. Sólo en muy raras ocasiones se ha podido poco después del nacimiento, ya que, al cortar el cordón
demostrar que el tumor secreta material inmunorreactivo umbilical, la tasa de glucosa desciende rápidamente. La hi-
para la insulina. poglucemia en estos recién nacidos –que en casos excepcio-
Hipoglucemia en las enfermedades endocrinas. Se ha ob- nales puede ser grave– debe vigilarse con sumo cuidado y
servado la hipoglucemia en pacientes afectos de hipopituita- guarda estricta relación con la calidad del control de la dia-
rismo, insuficiencia suprarrenal crónica y en la deficiencia betes de la madre en las 24 h previas al parto. Puede no pre-
aislada de hormona de crecimiento y de ACTH. En general sentarse o ser mucho más benigna cuando dicho control ha
se trata de hipoglucemias en ayunas moderadas. La sintoma- sido óptimo (p. ej., mediante la perfusión continua de insuli-
tología es la propia de la enfermedad de base, a la que la hi- na durante todo este período).
poglucemia contribuye habitualmente muy poco. La secre- Hipoglucemia reactiva funcional. Constituye la entidad más
ción de insulina está inhibida, dado que el mecanismo de frecuente de los síndromes hipoglucémicos. Se presenta en
retroalimentación de ésta con la glucemia se halla conserva- adultos jóvenes, a menudo en mujeres, emocionalmente
do. El déficit de glucagón se ha sugerido como causa de de- inestables, ansiosos, con personalidad compulsiva y con
terminadas hipoglucemias de ayuno no explicables por otras otras manifestaciones somáticas de hiperactividad adrenérgi-
razones, aunque en ninguna ocasión ha sido suficientemente ca, como hipermotilidad gástrica, colon irritable, etc. Las ma-
demostrado. nifestaciones hipoglucémicas se producen a las 2-4 h de la
Hipoglucemia por hepatopatía. En los enfermos afectos de ingestión, especialmente cuando ésta es rica en hidratos de
hepatopatía crónica son frecuentes la intolerancia a la gluco- carbono de absorción rápida. El diagnóstico se establece por
sa y la asociación con diabetes. Las hepatopatías agudas, en la prueba de tolerancia a la glucosa prolongada a 6 h, que
cambio, pueden cursar con hipoglucemia, cuya gravedad revela la hipoglucemia y, de forma característica, la recupe-
guarda relación con el pronóstico de la enfermedad hepáti- ración espontánea en los últimos puntos de la prueba. Si se
ca. Estas hipoglucemias pueden explicarse por el fracaso de determina la IRI simultáneamente, a menudo puede compro-
los mecanismos de gluconeogénesis, por el aumento de las barse una secreción de insulina retrasada (valor máximo a
necesidades de glucosa por el organismo en estas situacio- las 2-3 h en lugar de a los 60-90 min), aunque a las 5-6 h ya es
nes y por pérdida de la capacidad inactivante de la insulina normal o baja. El tratamiento consiste en reducir en lo posi-
que tiene el hígado normal. Por último, en la insuficiencia ble la respuesta insulínica, mediante la supresión de azúca-
cardíaca congestiva grave se han descrito algunos casos de res de absorción rápida (sacarosa) y las ingestas frecuentes.
hipoglucemia en ayunas, posiblemente por la reducción La psicoterapia y, en ocasiones, los sedantes y fármacos anti-
de flujo hepático que aporta sustratos para la gluconeogéne- colinérgicos pueden completar la terapéutica.
sis y por la alteración funcional del hígado secundario a la Hipoglucemia del síndrome posgastrectomía. El 5-10% de
estasis circulatoria. los pacientes intervenidos por gastrectomía parcial, gastroye-
Hipoglucemia por deficiencia de sustratos. Una disminu- yunostomías y piloroplastia, con vagotomía o sin ésta, pre-
ción de los sustratos necesarios para gluconeogénesis al hí- sentan una hipoglucemia sistemática al cabo de 1 1/2-3 h de
gado puede ser, sola o en combinación con otros factores, la ingestión. Estos pacientes experimentan una absorción
causa de hipoglucemia de ayuno. Este defecto se ha invoca- brusca de glucosa por vaciado rápido del estómago, que de-
do para explicar, al menos en parte, las hipoglucemias de la termina una secreción elevada de insulina responsable de la
insuficiencia renal y del embarazo normal y la hipoglucemia hipoglucemia. Las manifestaciones de la hipoglucemia no
idiopática con cetosis de los niños. En la insuficiencia renal deben confundirse con las que se producen como conse-
grave de pacientes con DMNID se han descrito hipogluce- cuencia del síndrome de dumping, también frecuente en este
mias basales combinadas con intolerancias a la glucosa. tipo de pacientes. Dicho síndrome cursa con manifestacio-
Otro factor que se ha de considerar en la etiología de estas nes clínicas parecidas (náuseas, palpitaciones, sudación, epi-
hipoglucemias es la prolongación de la vida media de la in- gastralgia), cuya aparición es más temprana después de la in-
sulina que ocurre en la insuficiencia renal, habida cuenta de gesta (alrededor de 1 h) y está causado por la distensión
que este órgano representa un importante lugar de degrada- yeyunal aguda, que origina la secreción de factores vasoacti-
ción de la hormona. En el embarazo se observa una reduc- vos intestinales como la serotonina. El tratamiento en la hi-
ción fisiológica de los niveles de alanina (principal aminoá- poglucemia por síndrome posgastrectomía es idéntico al re-
cido para la gluconeogénesis), mientras que en la hipo- comendado en la hipoglucemia reactiva esencial.
glucemia idiopática de los niños con cetosis las crisis se de- Hipoglucemia inducida por el alcohol. En pacientes desnu-
sencadenan por trastornos gastrointestinales que disminuyen tridos o después de muchas horas de ayuno, la ingesta de al-
el aporte de sustratos al hígado. cohol puede producir cuadros hipoglucémicos importantes.
Hipoglucemia autoinmune. Existen dos posibilidades: la El mecanismo es doble; por una parte los depósitos de glucó-
existencia de anticuerpos a la insulina en individuos que geno están reducidos por la desnutrición o el ayuno previo y,
nunca la han recibido y la presencia de anticuerpos contra por otra, el alcohol requiere para su metabolización el con-
los receptores de insulina. En el primer caso se trata de anti- sumo de grandes cantidades de NAD, que se convierte en
cuerpos IgG y las hipoglucemias pueden ser graves, durante NADH, el cual interfiere en la gluconeogénesis. Es importan-
el ayuno o inducidas por la ingesta. La enfermedad es muy te recordar que este tipo de hipoglucemia no responde a la
rara y su etiología última desconocida. Para explicar la hipo- administración terapéutica de glucagón y que el alcohol
glucemia en este tipo de pacientes hay que suponer que la puede potenciar otros fármacos hipoglucemiantes como la
unión insulina-anticuerpo es débil, liberándose en determi- sulfonilureas o la insulina.
nadas circunstancias insulina libre y, por tanto, metabólica- Hipoglucemia facticia. La posibilidad de que una hipoglu-
mente activa. cemia inexplicable se deba a la ingesta supbrepticia de sulfo-
Los anticuerpos contra los receptores de la insulina se des- nilureas o a la inyección de insulina debe tenerse en cuenta
cribieron inicialmente en pacientes con insulinorresistencia en familiares de diabéticos que tienen acceso a este tipo de
tipo B y acantosis nigricans. A menudo, los individuos que fármacos y en personal sanitario. En los que se inyectan insu-
presentan hipoglucemias debidas a estos anticuerpos han te- lina el diagnóstico puede sospecharse por el hallazgo de an-
nido previamente diabetes insulinorresistente. Este síndrome ticuerpos antiinsulina (los cuales son habitualmente indetec-
puede responder a los glucocorticoides, aunque no parece tables en pacientes que nunca la han recibido), así como
mejorar con inmunodepresores ni plasmaféresis. por los valores bajos de péptido C durante la hipoglucemia.
Hipoglucemia neonatal en niños de madre diabética. La glu- En los que toman sulfonilureas, éstas pueden detectarse en
cosa atraviesa libremente la membrana placentaria y estimu- plasma con métodos adecuados.

1972
NUTRICIÓN

Hipoglucemias inducidas por otras causas. Las principales Bibliografía especial


anomalías congénitas responsables de hipoglucemia son al- SERVICE JF. Hypoglycemias. En: DE GROOT LJ (eds). Endocrinology. Fi-
gunas glucogenosis, la intolerancia a la leucina, la intoleran- ladelfia, WB Saunders, 1989; 1.524-1.540.
cia hereditaria a la fructosa y la galactosemia, entidades que LANGAN SJ, DEARY LJ, HEPBURN DA, FRIER BM. Cumulative cognitive im-
han sido expuestas en capítulos anteriores. pairement following recurrent severe hypoglycaemia in adult pa-
La ingesta de hipoglicina (sustancia química contenida en tients with insulin treated diabetes. Diabetologia 1991; 34: 337-344.
los frutos inmaduros de Blighia sapida, un árbol jamaicano) PRAMMING S, THORTEINSSON B, BENDSTON I, BINDER C. Syntomatic hy-
puede provocar graves hipoglucemias, debido a que esta sus- poglycaemia in 411 type 1 diabetic patients. Diabetic Med 1991; 8:
217-222.
tancia bloquea la gluconeogénesis. Por otra parte, la hipogli- DEARY LJ, HEPBURN DA, MCLEOD KM, FRIER BM. Partitioning the symp-
cina produce vómitos, y a la intoxicación por esta causa se la toms of hypoglycaemia using multi-sample confirmatory factor
denomina “enfermedad de los vómitos de Jamaica”. Aunque analysis. Diabetologia 1993; 36: 771-777.
este tipo de árboles se limita a la zona de los trópicos, sus fru- BENDSTON I, GADE J, THEILGAARD A, BINDER C. Cognitive function in type
tos –semejantes a nueces– pueden ser exportados a otros paí- 1 (IDDM) diabetic patients after nocturnal hypoglycaemia. Diabe-
ses y en EE.UU. se han descrito casos de hipoglucemia por tologia 1992; 35: 898-903.
esta causa.

Nutrición
J. Salas Salvadó y R. Trallero Casañas

cubrir las necesidades de energía cubren adecuadamente las


Necesidades y recomendaciones RDA sin la necesidad de tener que recurrir a la suplementa-
ción; asimismo, es muy probable que estas dietas sean tam-
nutricionales bién adecuadas respecto a los nutrientes para los cuales to-
davía no se han establecido las RDA, y c) las RDA se han
determinado para su aplicación en grupos de población aun-
El organismo humano está compuesto por un elevado nú- que pueden utilizarse para calcular el riesgo de que un indi-
mero de sustancias orgánicas e inorgánicas de las cuales viduo padezca una carencia nutricional si se compara con el
sólo 39 (9 aminoácidos, 2 ácidos grasos, 13 vitaminas y 15 promedio de la ingesta de varios días.
elementos inorgánicos) se consideran actualmente esencia-
les, es decir, no sintetizables por el organismo, debiendo for-
mar parte de la dieta habitual. Requerimientos calóricos
Las necesidades o requerimientos de un nutriente esencial
se definen como la cantidad mínima de dicho nutriente que Las necesidades calóricas en el hombre están determina-
permite el mantenimiento de la masa corporal y las funcio- das principalmente por tres factores: el gasto energético ba-
nes orgánicas, así como el crecimiento y desarrollo en los ni- sal, el coste energético de la actividad física y el efecto térmi-
ños, evitando los signos de depleción y las alteraciones por co de los alimentos.
carencia.
Las raciones dietéticas recomendadas se basan en los re-
querimientos nutricionales medios, determinados en nues-
Gasto energético basal
tras poblaciones sanas por grupos de edad, sexo y en condi- El gasto energético basal corresponde al consumo de
ciones fisiológicas especiales como el embarazo y la energía que se deriva del mantenimiento de las funciones vi-
lactancia. Estos niveles recomendados de nutrientes son su- tales. Representa al menos dos terceras partes del consumo
periores a las necesidades estimadas (con excepción de la energético global (excepto en las personas con actividad físi-
energía), ya que tienen en cuenta la variabilidad interindivi- ca excepcionalmente intensa) y depende sobre todo de la
dual y la biodisponibilidad de los nutrientes en función de edad, el tamaño y la composición corporal. Cabe diferenciar
las fuentes alimentarias de las dietas habituales. entre el gasto energético basal, también denominado meta-
Diversos organismos nacionales e internacionales han es- bolismo basal, y el gasto energético de reposo. El gasto basal
tablecido recomendaciones nutricionales, con el objetivo de se ha definido clásicamente como el gasto calórico medido
que sean utilizadas como base para establecer una alimenta- por la mañana, después de un reposo prolongado, en ayu-
ción adecuada. Entre estos organismos se pueden citar como nas, y en ambiente neutral. En algunas situaciones clínicas
más relevantes el Comité de expertos de la FAO-OMS y el en las que el paciente no puede permanecer en ayunas se
Food and Nutrition Board del National Research Council de determina el gasto energético de reposo, que incluye el gasto
los EE.UU., los cuales publican periódicamente sus informes energético posprandial residual. Las dos determinaciones di-
sobre la base de los conocimientos que se van adquirien- fieren en menos del 10% y se utilizan indistintamente en la
do sobre nutrición. La diversidad de criterios utilizados para práctica clínica para estimar las necesidades calóricas.
establecer las recomendaciones para un mismo nutriente, A partir de las mediciones directas del gasto energético ba-
obliga a considerar las limitaciones de su aplicación. sal de poblaciones sanas que están dentro de los límites de
El mismo Food and Nutrition Board destaca en su informe normalidad en cuanto al peso y la talla se han establecido
las limitaciones de sus recomendaciones y resalta los si- ecuaciones para su cálculo teórico. La OMS estima el gasto
guientes aspectos que ayudan a clarificar su utilidad: a) las energético basal para grupos de edad y sexo a partir del peso
ingestas dietéticas recomendadas (RDA) no deben consi- corporal con sencillas ecuaciones lineales. Estas ecuaciones
derarse como requerimientos mínimos ni necesariamente se consideran las mejores estimaciones disponibles para pre-
como niveles de ingesta óptimos sino como niveles seguros y decir el gasto energético de personas sanas (tabla 15.76).
adecuados que reflejan los conocimientos actuales sobre un En la práctica clínica se utilizan ampliamente las ecuacio-
nutriente, su biodisponibilidad y las variaciones en la pobla- nes de HARRIS-BENEDICT, que contienen cuatro variables: edad,
ción; b) las dietas basadas en el consumo de diferentes ali- sexo, peso y talla:
mentos de los distintos grupos y en cantidad suficiente para Varones:

1973
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.76. Ecuaciones para predecir el gasto TABLA 15.77. Ejemplo de cálculo de la ración dietética
energético basal a partir del peso corporal Varón de 42 años, administrativo, 2 h semanales de deporte, peso
Intervalo Gasto energético basal 70 kg, talla 176 cm
de edad (kcal/día)
Cálculo de la tasa metabólica basal, según la edad y el sexo
Varones (11,6 × 70) + 879 = 1.691 kcal
0-3 60,9P – 54
3-10 22,7P + 495 Aplicación de un factor de actividad de 1,55 (actividad ligera)
10-18 17,5P + 651 1.691 kcal × 1,55 = 2.621 kcal/día
18-30 15,3P + 679
30-60 11,6P + 879 Distribución calórica aconsejada
> 60 13,5P + 487 Suponiendo una distribución del 58% de la energía en forma
de hidratos de carbono, el 30% en forma de grasas y el
Mujeres 12% en forma de proteínas y considerando el equivalente
0-3 61,0P – 51 calórico de los hidratos de carbono, proteínas y lípidos
3-10 22,5P + 499 de 4, 4 y 9 kcal/g, respectivamente, la cantidad de estos
10-18 12,2P + 746 principios inmediatos que se ha de administrar es:
18-30 14,7P + 496
30-60 8,7P + 829 Hidratos de carbono 1.508 kcal : 4 = 377 g
> 60 10,5P + 596 Grasas 780 kcal : 9 = 87 g
Proteínas 312 kcal : 4 = 78 g
Promedio de las necesidades energéticas diarias de adultos con
actividad ocupacional ligera, moderada o intensa, expresadas como
múltiplos del gasto energético basal
despierto o practicando actividades cotidianas como lavarse,
Ligera Moderada Intensa vestirse o estar de pie breves momentos. La actividad física
Varones 1,55 1,78 2,10 normal condiciona un gasto energético 1,4 veces el gasto
Mujeres 1,56 1,64 1,82 energético basal. En numerosas publicaciones se ha descrito
el gasto energético debido a diferentes tipos de actividad físi-
Tomada del Informe de la reunión consultiva conjunta FAO/OMS/ONU de ex-
pertos. Necesidades de energía y proteínas. Ginebra, 1985. ca. A partir del análisis del cálculo de las necesidades ener-
P: peso corporal. géticas para distintos patrones de actividad, la OMS ha esta-
blecido las estimaciones aproximadas del gasto energético
total diario en función del grado de actividad individual (li-
Gasto energético de reposo = 66,47 + (13,75 × Peso) + (5 × gera, moderada o intensa). Evidentemente, estos cálculos de-
Talla) – (6,75 × Edad) berán ajustarse cuando la evaluación individual se aparte del
Mujeres: patrón estándar (tablas 15.76 y 15.77).
Gasto energético de reposo = 665,1 + (9,56 × Peso) + (1,85
× talla) – (4,68 × Edad)
Los valores obtenidos con estas ecuaciones no difieren Requerimientos de proteínas, lípidos e hidratos
sustancialmente de los publicados por la OMS.
de carbono
Efecto térmico de los alimentos
El gasto energético aumenta después de la toma de ali-
Requerimientos de proteínas
mentos o nutrientes. Este aumento depende de la cantidad Las proteínas del organismo se degradan y resintetizan
de energía consumida y de la proporción de cada uno de los continuamente. Los aminoácidos liberados en la degrada-
macronutrientes administrados. El efecto térmico de la ali- ción se reutilizan en la síntesis, aunque algunos se transfieren
mentación representa el gasto energético secundario a la di- al catabolismo oxidativo. Los productos metabólicos (urea,
gestión, la absorción y la utilización de los nutrientes por el creatinina, porfirinas, etc.) se excretan principalmente por la
organismo. El efecto térmico de los alimentos es mayor para orina y, en menor cantidad, por las heces, el sudor y otras se-
las proteínas y menor para los glúcidos y las grasas. En una creciones corporales. Para reponer las pérdidas, el organis-
dieta mixta representa aproximadamente el 5-10% de las ca- mo necesita un suministro continuo de proteínas. El organis-
lorías ingeridas. mo es incapaz de sintetizar 9 aminoácidos, los cuales se
consideran esenciales: histidina, isoleucina, lisina, metioni-
na, fenilalanina, treonina, triptófano, valina y leucina.
Actividad física Los requerimientos de proteínas dependen de su valor bio-
Después del metabolismo basal, la actividad física repre- lógico. Éste se halla condicionado por el contenido en ami-
senta el segundo componente del gasto energético, si bien noácidos esenciales y es superior en el caso de las proteínas
algunos deportistas pueden llegar a consumir cantidades de origen animal. Los estudios para estimar los requerimien-
muy superiores a su metabolismo basal. En los países in- tos proteicos se basan en la realización de balances nitroge-
dustrializados el gasto energético ligado a la actividad física nados de poblaciones. El equilibrio nitrogenado se consigue
ocupacional ha disminuido con el tiempo. En España, la dis- cuando el aporte de nitrógeno iguala las pérdidas. Si se apor-
minución de la actividad física ocupacional ha sido compen- tan al organismo más proteínas de las necesarias para la sín-
sada, al menos de forma parcial, por la práctica de activi- tesis de los distintos constituyentes, el exceso no se almace-
dades de tiempo libre. La OMS considera beneficiosa la na sino que es degradado. En tal caso, la tasa de renovación
práctica de ejercicio físico en las personas con actividad proteica y la excreción de nitrógeno aumentan y los cetoáci-
laboral sedentaria, por lo cual en vez de reducir las estima- dos se utilizan como fuente de energía o son transformados
ciones de la necesidades energéticas considera más conve- en hidratos de carbono o grasas. Si se aportan menos proteí-
niente mantenerlas y recomendar la práctica de actividad fí- nas de las necesarias, el organismo se adapta a esta situación
sica, aunque no está definido con precisión el grado disminuyendo la renovación proteica en los tejidos y redu-
recomendable. ciendo el catabolismo de los aminoácidos hasta llegar a un
Para estimar las necesidades energéticas secundarias a la nuevo estado de equilibrio. Evidentemente, a partir de un lí-
actividad hay que tener en cuenta la ocupación laboral, las mite, no se consigue el equilibrio y se produce un trastorno
actividades lúdicas, el tono muscular y los pequeños movi- de la función tisular y la muerte. No se conoce exactamente
mientos que realiza el individuo por el solo hecho de estar en qué grado esta adaptación secundaria a aportes bajos de

1974
NUTRICIÓN

proteínas compatible con el mantenimiento del equilibrio ni- ca. El interés suscitado en los últimos años por la fibra dietéti-
trogenado es perjudicial para la salud. Por el contrario, la in- ca radica en la observación de que el consumo de alimentos
gesta habitual de grandes cantidades de proteínas puede vegetales está en relación inversa con la incidencia de enfer-
producir un aumento del nitrógeno ureico sanguíneo y del medad cardiovascular, cáncer de colon y otros procesos pa-
contenido de calcio en la orina. Se ha sugerido que estas al- tológicos. Las instituciones sanitarias recomiendan aumentar
teraciones podrían ser responsables de una esclerosis glome- el consumo de fibra de la dieta, en forma de frutas, vegetales,
rular renal y producir osteoporosis. legumbres y cereales, pero no consideran necesaria la suple-
La cantidad de nitrógeno perdido cuando se administra mentación de la dieta mediante concentrados de fibra.
una dieta exenta de proteínas pero energéticamente suficien- Los requerimientos mínimos de hidratos de carbono no es-
te se denomina pérdida inevitable y corresponde aproxima- tán establecidos, ya que diferentes aminoácidos, el glicerol
damente a 57 mg/kg de peso corporal (0,35 g de proteínas/kg de la grasa y algunos ácidos orgánicos pueden convertirse en
de peso). glucosa para ser suministrada a los órganos que la necesitan
El balance energético del organismo influye en la utiliza- como sustrato energético. Sin embargo, una dieta carente de
ción de las proteínas dietéticas y tisulares. Aunque no se ha hidratos de carbono provoca un aumento de la lipólisis, la
establecido una relación numérica entre el gasto energético formación de cuerpos cetónicos y el incremento del catabo-
basal y las necesidades proteicas, la síntesis y la degradación lismo proteico. Estas consecuencias pueden prevenirse me-
de proteínas son sensibles al déficit energético y, por lo tan- diante la administración de 50-100 g diarios de hidratos de
to, hay que tener en cuenta que las recomendaciones parten carbono.
del supuesto de que el aporte energético es correcto.
Mediante los estudios de balance a corto y largo plazo se Proporción de macronutrientes en la dieta
ha estimado que las necesidades proteicas de un adulto me-
dio son de 0,6 g/kg y día de proteína digerible (carne, leche, equilibrada
huevos y pescado). Teniendo en cuenta el coeficiente de va-
riación de las necesidades proteicas entre los adultos, se Si bien los factores esenciales para el mantenimiento de la
considera que un 25% por encima de las necesidades fisioló- vida con respecto al aporte de macronutrientes son la inges-
gicas medias cubren las necesidades del 97,5% de la pobla- ta de energía, proteínas y ácidos grasos esenciales, como se
ción. Por lo tanto, la cantidad recomendada es de 0,75 g/kg y ha descrito en los apartados anteriores, hay motivos suficien-
día de proteínas de alto valor biológico. tes para creer que es necesario cierto equilibrio entre la ener-
gía procedente de los tres macronutrientes.
Por lo que respecta a las grasas, se sabe que su cantidad y
Requerimientos de lípidos tipo determinan las concentraciones plasmáticas de coleste-
El principal componente lipídico de los alimentos lo cons- rol y que los niveles de éste están relacionados con el riesgo
tituyen los triglicéridos, compuestos de ácidos grasos y glice- de padecer enfermedad cardiovascular aterosclerótica. Los
rol. El organismo puede sintetizar ácidos grasos saturados a ácidos grasos saturados y la cantidad de colesterol de la die-
partir de acil-CoA. Sin embargo, no puede sintetizar algunos ta disminuyen la actividad de los receptores LDL y aumentan
de los ácidos grasos poliinsaturados por lo que deben ser los niveles de LDL-colesterol. También se ha postulado la re-
aportados por la dieta. La importancia de estos ácidos grasos lación entre el consumo de grasas y el riesgo de padecer
poliinsaturados, denominados esenciales, radica en el hecho ciertos cánceres. Aunque se requieren más estudios sobre
de ser precursores de lípidos estructurales y de eicosanoides, este tema, diferentes grupos internacionales de expertos re-
como prostaglandinas, tromboxanos y leucotrienos, sustan- comiendan que el contenido en grasas de la dieta no supere
cias implicadas en diversos procesos fisiológicos y en el de- el 30% de las calorías totales, de las cuales no más del 10%
sarrollo de ciertas enfermedades. deben ser saturadas. También se recomienda un aporte infe-
El ácido linoleico (C18:2 n-6) fue el primer ácido graso rior a 300 mg/día de colesterol.
descrito como esencial. Los primeros casos de su deficien- Debido a la limitación recomendada en los países indus-
cia en adultos se describieron en pacientes hospitalizados so- trializados en cuanto a la ingesta de lípidos y proteínas y la
metidos a nutrición parenteral exenta de lípidos. Los signos necesidad de ingerir una cantidad notable de fibra dietética,
consistieron en descamación cutánea, caída del pelo y alte- la proporción de hidratos de carbono de la dieta debe ser su-
raciones de la cicatrización de las heridas. Éstos pueden pre- perior al 50% de las calorías totales, principalmente en forma
venirse mediante la administración del 1-3% de las calorías de hidratos de carbono complejos. Por tanto, el 10-15%, el
en forma de ácido linoleico, lo que corresponde para un 25-30% y el 50-60% de la energía de la dieta debe aportarse
adulto a la ingesta de 3-6 g/día. El ácido araquidónico (C20:4 en forma de proteínas, lípidos e hidratos de carbono, respecti-
n-6), al ser un derivado del ácido linoleico, sólo es esencial si vamente.
existe carencia de éste. El ácido linolénico (C18:3 n-3) se
considera también esencial, aunque no se han descrito casos
claros de deficiencia en el hombre. Otros ácidos n-3 como el Requerimientos de agua, minerales, vitaminas
docosahexaenoico o el eicosapentaenoico pueden ser sinte- y oligoelementos
tizados a partir del ácido linolénico.
No se han establecido aún las RDA para los ácidos grasos
n-3 y n-6. Sin embargo, el Committee on Diet and Health del Requerimientos de agua
Food and Nutrition Board recomienda que el 7% de la ener- Las necesidades de agua varían en función de la compo-
gía deber ser aportado en forma de n-6. Algunos autores sición de la dieta y de las pérdidas insensibles. De forma
aconsejan que el consumo de n-3 sea del 10-25% de la inges- práctica, se recomienda un aporte de 1 o 1,5 mL/kcal admi-
ta de ácido linoleico. Estos autores consideran que un de- nistrada en adultos y niños sanos, respectivamente. Los re-
sequilibrio del cociente entre el consumo de ácido linoleico querimientos de agua aumentan cuando se incrementan el
y el de ácido docosahexaenoico y eicosapentaenoico puede nivel de actividad, la sudación o la carga de solutos. Las prin-
alterar la función plaquetaria y la respuesta inflamatoria nor- cipales fuentes de agua son las bebidas, aunque ciertos ali-
mal del organismo. mentos como las verduras y las frutas pueden contener inclu-
so hasta un 90% de agua.
Requerimientos de hidratos de carbono
Los principales hidratos de carbono de la dieta son los
Requerimientos de minerales, vitaminas y oligoelementos
monosacáridos, los disacáridos como la fructosa, lactosa o Véanse Trastornos del metabolismo de los oligoelementos
sacarosa, y los polisacáridos, como almidones y fibra dietéti- y Dietética clínica, más adelante.

1975
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

0,8 kg al líquido amniótico, 1,2 kg al agrandamiento del úte-


Condicionantes de las necesidades ro y las mamas y 1,25 kg a la expansión del volumen sanguí-
neo. Los 5 kg restantes se deben a cierta retención de líqui-
nutricionales dos en los tejidos y, sobre todo, a un aumento del tejido
adiposo que se produce especialmente durante el primer tri-
mestre de embarazo. Estas reservas lipídicas se consideran
Nutrición durante el desarrollo infantil indispensables para el posterior crecimiento de los tejidos
maternofetales y la futura lactancia.
Los requerimientos nutritivos, expresados en función del
peso corporal, durante el crecimiento y el desarrollo son ma- Necesidades energéticas
yores que en el adulto, reflejando las necesidades condicio-
nadas por el propio crecimiento y las diferencias en otros as- En las condiciones mencionadas se calcula que el coste
pectos, como el metabolismo basal o la actividad. energético total de un embarazo es de 80.000 kcal, las cua-
les, repartidas durante los 9 meses, corresponden a 285
kcal/día, cantidad que la OMS considera adecuada como su-
Necesidades energéticas plemento durante todo el embarazo. Esta cantidad debe adi-
La estimación de las necesidades energéticas de los niños cionarse a la ingesta habitual, pero es importante tener en
hasta los 10 años de edad se basan en la observación de la cuenta que en algunos casos la reducción de la actividad físi-
ingesta de grupos poblacionales de niños sanos y de creci- ca, sobre todo durante el último trimestre, puede ser tan im-
miento normal. Las recomendaciones de energía de la OMS portante que haga innecesaria la suplementación.
se han establecido a partir de numerosos estudios realizados
sobre lactantes de países industrializados alimentados con Necesidades proteicas
leche materna, tomando como valores de referencia para el La cantidad de proteínas depositadas durante el embarazo
crecimiento los datos publicados por la misma organización es de 925 g. La OMS recomienda una cantidad adicional de
basados en los datos del National Center of Health Statistics 6 g/día de proteínas de alto valor biológico durante todo el
de EE.UU. Para los niños mayores y adolescentes, las estima- embarazo y el Comité del Food and Nutrition Board aconseja
ciones del gasto energético se establecen mediante el mismo una cantidad adicional de 10 g/día, lo que refleja que falta
procedimiento que para los adultos, pero hay que tener en información para establecer este requerimiento.
cuenta que este grupo presenta una gran variabilidad tanto
en la edad y la intensidad en que se produce el desarrollo
puberal como en el grado de actividad física, lo cual implica Necesidades de vitaminas y minerales
que las recomendaciones deben ajustarse individualmente. Las necesidades de micronutrientes se encuentran eleva-
das, mereciendo especial atención por su importancia en el
Necesidades proteicas desarrollo fetal, el aumento en los requerimientos de calcio y
ácido fólico, establecidos en 400 mg/día y 220 µg/día adicio-
Durante los primeros 6 meses de vida, las necesidades de nales, respectivamente.
proteínas del lactante quedan cubiertas si se satisfacen las
necesidades energéticas con un alimento que suministre la
misma proporción y calidad de proteínas que la leche mater- Nutrición durante la lactancia
na. El contenido proteico de la leche materna es de 1,64
g/100 kcal. A partir de los 6 meses de vida las necesidades Las necesidades nutritivas durante la lactancia están en re-
proteicas se estiman teniendo en cuenta las necesidades de lación con los nutrientes contenidos en la leche producida y
mantenimiento, las proteínas depositadas por el organismo los necesarios para su producción.
durante el crecimiento y su digestibilidad al iniciarse la ali-
mentación complementaria. En la tabla 15.78 se indican los Necesidades energéticas
requerimientos energéticos y proteicos por intervalos de
edad. El contenido energético de la leche humana es de 70
kcal/100 mL, y el consumo de leche durante el primer trimes-
tre se sitúa alrededor de los 750 mL/día. Teniendo en cuenta
Nutrición durante la gestación que las reservas lipídicas depositadas durante el embarazo
pueden contribuir a satisfacer estas necesidades, se reco-
Durante el embarazo se produce un aumento de las nece- mienda la adición de 500 kcal/día durante toda la lactancia.
sidades nutricionales debido al crecimiento del feto, de la
placenta y de los tejidos accesorios de la madre. En los paí- Necesidades proteicas
ses industrializados, el aumento de peso medio de un emba-
El contenido proteico medio de la leche humana es de
razo a término es de alrededor de 12,5 kg. Aproximadamen-
1,15 g/100 mL. Las recomendaciones se cifran en 15 g/día
te, 3,3 kg corresponden al recién nacido, 0,6 kg a la placenta,
adicionales durante los 6 primeros meses y 12 g/día a conti-
nuación.
TABLA 15.78. Raciones dietéticas de energía y proteínas Recomendaciones dietéticas
recomendadas para lactantes, niños y adolescentes
Estos aportes suplementarios recomendados durante la
Edad Peso Altura Energía Proteínas gestación y la lactancia pueden conseguirse fácilmente au-
(años) (kg) (cm) (kcal/kg) (g/día) mentando la ración de alimentos lácteos, verduras y frutas
Lactantes 0,0-0,5 6 60 108 13 frescas; 250 mL de leche proporcionan la mitad del aporte
0,5-1,0 9 71 98 14 energético y casi todo el aporte proteico y de calcio suple-
Niños 1-3 13 90 102 16 mentarios recomendados durante el embarazo.
4-6 20 112 90 24
7-10 28 132 70 28
Varones 11-14
15-18
45
66
157
176
55
45
45
59
Nutrición en la vejez
Mujeres 11-14 46 157 47 46
15-18 55 163 40 44
El envejecimiento se acompaña de cambios en la compo-
sición corporal y en las distintas funciones orgánicas que,

1976
NUTRICIÓN

junto con los cambios habituales en el patrón de actividad, minuir la eliminación de ciertas sustancias y hacer necesaria
pueden modificar las necesidades nutricionales. una disminución en su aporte.

Necesidades energéticas Interacciones medicamentosas


Con la edad se produce una disminución de la masa ma- La absorción o el metabolismo de ciertos nutrientes pue-
gra, principalmente del músculo esquelético. Los individuos den resultar afectados por interacciones farmacológicas, lo
mayores de 70 años presentan una reducción muscular de al- que determina un aumento de sus requerimientos.
rededor del 40% con respecto a los adultos. Esta reducción
de la masa magra se acompaña de un aumento del tejido
adiposo, que explica en parte la reducción del gasto energé-
Administración parenteral de nutrientes
tico basal que se observa con la edad. La disminución de la Las necesidades de nutrientes por vía intravenosa son dis-
actividad física que se produce habitualmente en los ancia- tintas a las recomendadas por vía oral debido a que no exis-
nos no se considera deseable; la OMS recomienda que al ce- ten pérdidas por falta de absorción (afecta principalmente a
sar la actividad laboral se aumenten las actividades de tiem- los micronutrientes) y se evitan las barreras intestinal y hepá-
po libre, permitiendo de esta forma mantener un aporte tica que ejercen una función reguladora sobre los nutrientes.
energético suficiente para cubrir las necesidades de nutrien- Los aportes recomendados de vitaminas, minerales y oli-
tes esenciales. goelementos en nutrición parenteral se especifican en los
apartados Deficiencia y exceso de vitaminas y Trastornos del
metabolismo de los oligoelementos.
Necesidades proteicas
Se recomienda la misma cantidad que para los adultos
(0,75 g/kg). Esta cantidad es superior en relación con la
masa exenta de grasa, debido a que la utilización de las pro-
teínas es menos eficaz en los ancianos. Obesidad
La obesidad es un problema de salud pública debido a
Necesidades de otros nutrientes que afecta a un gran porcentaje de la población y, a la vez,
Aunque se supone que los ancianos pueden presentar al- condiciona un aumento de la morbilidad y la mortalidad de
teraciones en los requerimientos de algunos nutrientes debi- los individuos que la padecen. Su etiología es multifactorial,
do especialmente al deterioro de los procesos de absorción sus manifestaciones clínicas muy heterogéneas y su trata-
digestiva, no está demostrado que sea necesario aumentar la miento, al igual que el de sus complicaciones, debe realizar-
ingesta de nutrientes por encima de las RDA. se de forma muy individualizada.

Definición. La obesidad puede definirse como un exceso de


Necesidades nutricionales en la enfermedad grasa que condiciona un riesgo para la salud. Los principales
problemas para aplicar esta definición en la práctica diaria
La presencia de enfermedades puede alterar las necesida- son: a) la dificultad para cuantificar de forma precisa la can-
des cuantitativas y/o cualitativas de energía y nutrientes me- tidad de grasa del individuo, y b) la dificultad para definir el
diante diferentes mecanismos: exceso que determina un riesgo para el individuo. Mediante
la exploración física del paciente, es posible tener una im-
presión subjetiva del grado de obesidad; sin embargo, se re-
Alteración del gasto energético basal quieren otros indicadores más objetivos para poder decir
La presencia de fiebre, procesos inflamatorios o infeccio- que un paciente es obeso y determinar el grado de obesi-
sos, las intervenciones quirúrgicas, los traumatismos, las que- dad que presenta. Los indicadores más utilizados en la actua-
maduras y el hipertiroidismo se asocian a un aumento del lidad son el porcentaje del peso actual con respecto al ideal
gasto energético, mientras que la desnutrición o el hipotiroi- y el índice de masa corporal.
dismo pueden acompañarse de una disminución del gasto Porcentaje del peso actual con respecto al peso ideal. Clási-
energético. En estos casos el aporte energético debe ajustar- camente se utilizan las tablas de peso y talla ideales realiza-
se en función de las necesidades, teniendo en cuenta en das por la Metropolitan Life Insurance Company a partir de
cada caso el grado de capacidad del paciente para metaboli- 4.200.000 individuos sanos (tabla 15.79). Dichas tablas indi-
zar los nutrientes administrados. Los individuos con intenso can el peso asociado a una menor mortalidad tanto en varo-
estrés metabólico pueden presentar intolerancia a la gluco- nes como en mujeres de 25 a 60 años y en función de la talla.
sa, resistencia a la insulina e hipertrigliceridemia, que obli- Estas tablas presentan los siguientes inconvenientes: a) la
guen a una limitación en los aportes, mientras que los pa- muestra utilizada no es representativa de la población gene-
cientes desnutridos a menudo aumentan la capacidad de ral por el hecho de ser individuos examinados antes de ser
utilización de los nutrientes de una forma similar al período asegurados; b) en un porcentaje alto de la población estudia-
de crecimiento. da no se establecieron el peso ni la talla; c) las tablas no dis-
tinguen entre obesidad y sobrepeso, y d) no hacen referen-
cia al peso en función de la corpulencia del individuo.
Aumento de las pérdidas Basándose en estas tablas puede considerarse que un pa-
Las dificultades en la absorción de nutrientes o las pérdi- ciente tiene sobrepeso cuando supera el 120% del peso
das por vómitos o aspiración gástrica, drenajes, fístulas, he- ideal. La tabla 15.80 recoge los valores de referencia basados
morragias, quemaduras, pérdidas renales y otras situaciones en la población española.
pueden aumentar las necesidades de uno o varios nutrientes. Índice de masa corporal (IMC). Es un índice fácil de calcu-
lar que da una idea más aproximada de la corpulencia del
individuo y, por consiguiente, del grado de sobrepeso u obe-
Alteraciones metabólicas sidad. Se calcula mediante la siguiente fórmula:
Las alteraciones enzimáticas u hormonales congénitas o
secundarias a ciertas afectaciones orgánicas pueden produ- IMC = Peso (kg)/[Talla (m)]2
cir imposibilidad o limitación en la utilización de nutrientes,
haciendo necesaria su restricción o su sustitución por formas Este índice se relaciona de manera importante con la pro-
metabolizables. Por ejemplo, la afectación renal puede dis- porción de grasa corporal medida con otros métodos de refe-

1977
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.79. Referencias del peso corporal para adultos


basadas en las tablas de la Metropolitan Life Insurance Peso (kg)
Varones Mujeres
140
Peso (kg) Peso (kg)
Talla Intervalo Intervalo III
(cm) Media aceptable Obesidad Media aceptable Obesidad
120
145 46,0 42-53 64
148 46,5 42-54 65
150 47,0 43-55 66 100
152 48,5 44-57 68 II
154 49,5 44-58 70
156 50,4 45-58 70 80 I
158 55,8 51-64 77 51,3 46-59 71
160 57,6 52-65 78 52,5 48-61 73 0
162 58,6 53-66 79 54,0 49-62 74
164 59,6 54-67 80 55,4 50-64 77 60
166 60,6 55-69 83 56,8 51-65 78
168 61,7 56-71 85 58,1 52-66 79
170 63,5 58-73 88 60,0 53-67 80 40
172 65,0 59-74 89 61,3 55-69 83
174 66,5 60-75 90 62,6 56-70 84
176 68,0 62-77 92 64,0 58-72 86
178 69,4 64-79 95 65,3 59-74 89 20
180 71,0 65-80 96
182 72,6 66-82 98
184 74,2 67-84 101 0
186 75,8 69-86 103 145 150 155 160 165 170 175 180 185 190
188 77,6 71-88 106
190 79,3 73-90 108 Talla (cm)
192 81,0 75-93 112 Grado 0; IMC < 25 Grado I; IMC = 25-29,9
Grado II; IMC = 30-40 Grado III IMC > 40
IMC 22,0 20,1-25,0 30,0 20,8 18,7-23,8 28,6
IMC: índice de masa corporal. Fig. 15.52. Grado de sobrepeso u obesidad según el índice de masa
Se define sobrepeso cuando el peso del paciente es superior al límite superior
del intervalo de peso por la talla. Se define obesidad cuando el peso actual es
corporal (IMC = peso/talla2). El grado 0 corresponde a la normalidad,
superior o igual al 120% del intervalo de peso por la talla. Así, por ejemplo, un el grado I a sobrepeso, el grado II a obesidad y el grado III a obesidad
varón de 178 cm que pese 84 kg presenta un sobrepeso. En el caso de que pe- mórbida. (J.S. GARROW . Treat obesity seriously. Edimburgo, Churchill
sara 96 kg presentaría obesidad. Livingstone, 1981; 3.)

rencia. Mediante el IMC, los pacientes que presentan un gran método usado, de la definición de obesidad y de la edad, el
desarrollo de la musculatura pueden clasificarse como obe- sexo y el tipo de población. La prevalencia de sobrepeso u
sos cuando realmente no lo son. En función del IMC, según obesidad es superior en los países desarrollados, aunque
GARROW, los pacientes pueden clasificarse en diferentes gra- existen grandes diferencias entre ellos. Considerando el so-
dos de obesidad (fig. 15.52). Por encima de 25 kg/m2, cuanto brepeso como un exceso ponderal superior al 120% del peso
mayor sea el IMC, mayor es el riesgo para la salud. Estas ta- ideal, su prevalencia en los países desarrollados varía del 15
blas se han elaborado a partir de la población sana norte- al 40% de la población. Esta prevalencia aumenta considera-
americana. Sin embargo, hay que señalar que la cantidad de blemente con la edad. El nivel socioeconómico influye de
masa grasa del individuo aumenta con la edad. En el caso forma importante. En algunos países los niveles sociales más
del varón, el porcentaje del peso en forma de grasa aumenta desfavorecidos presentan una prevalencia mayor, aunque
del 21% a los 25 años al 32,4% a los 85 años. En el caso de las puede darse la situación inversa en otros países o poblacio-
mujeres aumenta del 27,8% a los 25 años al 36,7% a los 85 nes. Cuanto mayor es el desarrollo económico, mayor es la
años. El IMC ideal que entraña menor mortalidad también prevalencia de obesidad grave. El 8% de los varones y el
aumenta con la edad. A partir de los 20 años, el IMC ideal au- 10,8% de las mujeres de EE.UU. presentan obesidad grave
menta 1 kg/m2 por cada década. (IMC superior al percentil 95).
Otros métodos. La grasa corporal periférica puede estimar-
se mediante la medición de los pliegues subcutáneos de gra- Etiología. La etiología de la obesidad es multifactorial y
sa con la ayuda de un lipocalibrador de presión constante. El poco conocida en la actualidad. Sin duda existen diferentes
pliegue subcutáneo que mejor se relaciona con la cantidad tipos de pacientes obesos con etiologías distintas. Es posible
de grasa periférica es el medido en el tríceps. Comparando diferenciar la obesidad primaria o de causa no delimitada y
los valores obtenidos con los valores de referencia se puede la secundaria o de causa conocida.
estimar el grado de exceso de grasa depositada en los tejidos La obesidad siempre se caracteriza por un exceso de de-
periféricos. Un pliegue tricipital superior al 160% del valor de pósito de grasa en el organismo debido a que, a largo plazo,
referencia (12 mm en el varón y 24 mm en la mujer) es indi- el gasto energético que presenta el individuo es inferior a la
cativo de obesidad. Mediante simples fórmulas puede deter- energía que ingiere. Así pues, un paciente puede desarrollar
minarse la cantidad de grasa del individuo con la ayuda de obesidad debido a que: a) disminuye su gasto energético; b)
la medición de diferentes pliegues. Existen diversas formas aumenta su ingesta de energía, o c) coexisten los dos meca-
de estimar con precisión la cantidad de grasa que presenta el nismos citados.
individuo, como la medición de la densidad corporal o los Gasto energético. El papel de la alteración del gasto ener-
métodos isotópicos. Debido al elevado coste de estas técni- gético como factor etiológico de la obesidad es defendido
cas, se hallan relegadas a la investigación. por los grupos que consideran que el obeso ingiere más calo-
rías de lo normal. Un obeso puede ganar grasa o peso debi-
Epidemiología. El porcentaje estimado de la población que do a que desprende menos energía en forma de calor de la
presenta sobrepeso u obesidad depende en gran medida del que realmente ingiere, siendo ésta acumulada en el organis-

1978
NUTRICIÓN

TABLA 15.80. Tabla de referencia española de pesos (media y desviación estándar) en relación con la talla y subgrupos de edad
Varones Mujeres
Subgrupo de edad Subgrupo de edad
Talla 16-19 20-24 25-29 30-39 40-49 50-59 60-69 > 70 Talla 16-19 20-24 25-29 30-39 40-49 50-59 60-69 > 70
(m) (n = 795) (n = 1.828) (n = 2.904) (n = 3.813) (n = 2.492) (n = 1.988) (n = 432) (n = 180) (m) (n = 857) (n = 1.887) (n = 1.342) (n = 1.298) (n = 787) (n = 755) (n = 331) (n = 249)
1,53 56,66 60,53 58,50 62,11 61,05 60,72 50,33 1,45 49,75 49,85 51,94 51,71 61,03 59,50 50,25 47,94
4,45 5,01 4,33 5,04 5,29 5,97 4,18 4,46 4,22 6,14 4,86 8,63 8,46 7,18 7,71
1,54 57,00 61,90 61,64 63,08 62,53 60,66 56,16 1,475 49,75 50,11 54,34 56,35 62,73 60,96 56,04 51,59
1,00 8,27 6,13 6,30 5,43 5,64 7,75 3,58 3,58 7,59 6,78 9,57 7,17 15,99 10,10
1,55 57,75 63,00 62,25 63,27 65,93 62,00 58,33 1,50 49,37 50,11 54,13 56,33 62,19 59,85 57,28 58,00
4,57 3,85 5,77 5,60 8,64 6,03 8,11 4,02 8,55 4,57 10,92 8,30 8,91 9,79 6,87
1,56 58,71 63,00 62,41 66,38 65,67 62,66 61,40 1,51 50,93 51,33 54,30 56,23 63,29 60,69 58,90 57,33
4,33 8,25 5,47 5,83 7,64 2,05 4,31 5,39 5,09 6,87 9,99 8,66 7,53 6,43 7,13
1,57 58,72 59,50 63,14 62,45 67,80 67,00 63,83 62,66 1,52 51,16 51,85 54,94 56,42 63,84 61,90 60,16 58,88
3,16 4,27 4,45 6,72 4,51 10,65 5,77 7,93 9,15 6,45 6,17 6,66 9,34 5,44 9,80 10,21
1,58 59,00 61,00 63,90 65,20 68,17 67,30 63,81 61,66 1,53 51,78 52,11 54,23 58,05 64,50 61,87 61,62 58,20
1,41 3,89 9,74 7,22 7,20 8,59 6,53 13,22 5,24 4,51 11,44 7,24 7,46 7,26 8,32 10,55
1,59 60,66 62,92 64,56 65,58 66,00 70,62 63,08 62,33 1,54 52,54 53,29 55,27 58,22 64,17 62,25 63,81 61,20
2,86 7,03 5,50 6,39 7,91 8,86 9,45 6,59 6,68 6,68 8,28 7,95 10,93 6,82 12,74 12,04
1,60 60,25 60,73 65,28 66,85 70,94 69,96 66,00 64,57 1,55 53,29 54,25 55,41 58,40 64,77 62,37 63,00 61,40
2,16 5,19 7,08 6,12 8,29 10,46 3,65 8,46 6,94 7,10 9,05 5,28 8,01 4,99 9,07 3,61
1,61 60,60 63,10 65,45 67,48 70,42 71,11 67,50 65,66 1,56 53,20 54,63 55,47 58,86 65,30 62,27 62,57 60,50
1,74 6,51 5,84 8,00 8,84 7,34 2,29 11,26 7,26 7,67 6,73 8,57 7,41 8,71 7,63 6,57
1,62 61,33 64,34 67,17 69,66 70,38 71,38 67,50 66,33 1,57 55,54 55,08 55,88 59,40 64,25 64,79 65,31 60,33
10,96 4,91 7,97 7,41 9,52 7,52 6,80 1,24 4,30 9,17 7,45 6,26 9,12 9,00 8,04 9,46
1,63 61,00 65,23 68,10 70,13 71,73 71,44 66,80 64,44 1,58 55,89 55,08 55,97 59,76 66,25 65,12 66,61 62,80
4,13 6,96 8,43 8,62 10,18 8,24 5,60 6,13 5,99 6,81 7,80 9,29 8,72 8,69 9,29 13,07
1,64 64,60 65,92 69,49 70,16 72,01 72,22 68,55 65,60 1,59 56,54 55,37 57,06 60,02 66,66 65,00 67,30 63,42
6,19 6,01 9,77 7,61 9,43 9,23 11,37 7,86 6,51 6,33 6,59 7,91 4,39 7,94 8,24 5,52
1,65 64,61 66,61 69,85 71,23 74,17 72,86 70,00 68,33 1,60 57,15 55,83 58,46 59,44 67,80 68,83 67,00 64,00
5,73 7,81 8,63 8,69 8,05 6,43 5,45 2,62 5,84 7,61 6,90 5,37 10,15 6,82 4,00 3,03
1,66 64,58 66,54 69,50 71,20 73,94 72,39 72,58 69,50 1,61 57,39 54,82 58,96 60,85 66,68 70,52 67,15
4,53 7,74 8,33 7,10 10,88 7,30 8,67 6,87 5,15 5,72 6,36 7,83 9,52 10,66 7,87
1,67 66,50 67,85 69,47 70,76 73,28 73,91 73,00 71,40 1,62 57,46 55,94 58,96 60,80 66,82 70,23 67,00
5,56 6,40 8,53 10,83 8,26 8,43 6,55 2,33 6,00 8,27 6,45 7,11 5,27 4,20 6,80
1,68 66,44 67,20 69,89 72,23 74,29 74,46 73,46 71,33 1,63 57,72 57,78 59,62 59,88 67,37 70,80 69,60
5,78 7,12 7,22 7,60 9,19 6,96 11,43 2,05 4,63 6,96 6,62 6,94 10,14 8,51 9,15
1,69 66,56 67,76 71,36 72,40 73,44 76,21 74,00 71,85 1,64 58,50 58,17 59,18 61,30 69,18 71,16
3,96 8,60 9,43 8,88 7,86 8,91 6,22 11,51 7,25 5,62 13,82 7,70 6,39 8,29
1,70 66,22 68,34 71,66 74,33 73,40 76,73 74,20 72,00 1,65 58,92 58,86 59,92 62,00 69,58 72,83
5,60 8,85 8,40 8,58 12,41 10,28 3,91 11,02 3,09 8,13 8,58 7,23 8,33 9,47
1,71 66,73 70,50 73,76 74,70 74,81 77,86 74,40 72,60 1,66 59,00 66,31 60,69 62,66 69,62 73,42
9,28 9,94 9,14 8,74 8,04 7,77 9,60 7,91 2,87 9,58 9,05 13,59 6,63 7,70
1,72 68,50 69,32 73,69 75,56 76,89 78,67 74,00 72,33 1,67 59,57 61,38 61,18 63,44 70,00 72,33
6,32 8,79 9,49 9,28 9,95 11,10 6,22 0,47 2,55 5,29 16,34 8,22 3,26 2,86
1,73 70,70 71,46 74,32 76,50 77,95 78,89 75,37 1,68 60,25 63,20 63,58 66,00 70,33 73,00
7,90 8,74 7,97 9,01 8,30 12,50 8,03 7,32 5,89 6,38 5,41 7,67 1,00
1,74 69,33 72,75 73,28 76,42 77,70 80,09 76,60 1,69 60,44 65,90 64,20 69,63 71,91 73,66
9,36 7,92 8,36 7,91 11,40 9,56 3,39 3,37 12,34 6,30 6,96 7,95 5,24
1,75 69,11 72,71 76,41 77,16 79,06 83,71 76,16 1,70 61,12 65,33 67,85 69,80 71,66 76,33
7,87 7,93 10,70 9,28 10,70 6,32 4,98 6,06 4,92 12,33 9,41 9,10 3,68
1,76 69,00 73,21 76,78 76,81 80,82 84,00 77,60 1,71 61,25 65,11 68,00 71,00 71,75
4,88 8,70 7,81 7,59 6,01 7,28 7,70 2,16 5,30 10,04 0,81 6,21
1,77 69,00 74,70 77,76 79,19 83,72 85,13 77,00 1,72 65,33 68,00 72,60 71,66
6,05 7,27 9,38 7,39 6,79 8,57 8,31 4,56 6,83 9,66 3,09
1,78 70,93 75,61 80,02 79,01 84,18 85,22 80,75 1,73 65,60 70,85 72,33 72,33
5,11 6,95 9,39 10,10 7,11 7,11 8,81 3,92 8,52 3,09 6,01
1,79 73,18 75,88 80,11 80,02 84,27 85,16 81,71 1,74 66,50 71,20 72,25
8,81 8,03 8,55 7,67 9,31 7,35 9,43 3,20 6,07 2,27
1,80 74,00 77,97 80,57 79,85 84,33 87,50 1,75 71,50
8,34 9,95 9,46 8,40 11,73 2,21 1,11
1,81 75,80 77,94 81,00 79,47 84,77 87,88
8,30 11,40 9,41 10,02 5,99 9,33
1,82 77,50 77,16 81,06 80,25 85,16 86,00
1,50 4,54 8,80 7,36 7,79 7,03
1,83 81,33 80,45 82,90 85,64 87,75 89,00
2,05 10,75 8,81 8,97 2,58 8,48
1,84 80,25 81,50 83,33 84,27 86,00 92,00
2,58 2,50 1,24 6,07 4,60 10,20
1,85 84,00 83,56 84,80 86,35 93,33
0,00 6,41 3,91 7,33 5,43
1,86 86,00 88,00 83,83 85,54 90,66
6,00 8,00 8,57 2,53 7,40
1,87 86,00 86,00 84,00 92,20
3,96 8,00 4,74 11,85
1,88 97,50 85,00 91,25
6,50 6,01 5,88
Tomada de A. Alastrué et al, 1988.

1979
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

mo. Un individuo también puede desarrollar obesidad cuan- dad. Debido a la dificultad para estimar correctamente la in-
do su gasto energético total es inferior al normal. El gasto gesta calórica de un individuo, es difícil afirmar que un indi-
energético de un individuo depende de tres componentes: viduo obeso ingiere un exceso de energía. Estudios recientes
a) el gasto energético basal, que representa el medido tras sugieren que, en general, la población obesa tiende a subes-
12 h de ayuno, en situación de reposo y en condiciones am- timar inconscientemente la ingesta energética. Esta subesti-
bientales neutrales; b) el gasto energético que condiciona la mación es del 34-54% en los individuos obesos y de sólo el
actividad física, y c) la termogénesis, que comprende el au- 0-20% en los no obesos. Actualmente no se sabe con certeza
mento del gasto energético frente a diversos estímulos, como si la hiperfagia asociada a la obesidad es la causa o la conse-
la exposición al frío, a ciertos fármacos, al estrés, o bien la cuencia de la enfermedad.
respuesta a la ingesta de alimentos o nutrientes, denominada Obesidad neuroendocrina. Durante años la obesidad se ha
termogénesis posprandial o efecto térmico de la alimenta- considerado una enfermedad endocrina; sin embargo, me-
ción. nos del 3% de los pacientes obesos presentan alteraciones
1. Gasto energético basal. El gasto energético basal (50- endocrinas significativas.
70% del gasto energético total) o gasto de energía para el 1. Obesidad hipotalámica. Raras veces se presenta en el
mantenimiento de los procesos vitales en condiciones termo- hombre, aunque ocurre fácilmente en animales sometidos a
neutrales es superior en los individuos obesos cuando se ex- una lesión de la región ventromedial del hipotálamo encar-
presa en kilocalorías diarias. La masa magra del individuo es gada de integrar la información de las reservas energéticas
el principal determinante del gasto energético basal. Por ello del organismo. La lesión de este núcleo provoca hiperfagia,
las mujeres presentan un gasto energético inferior al de los obesidad e hiperinsulinemia, debido probablemente a la
varones. El gasto energético basal expresado por unidad de afectación del SNA. Puede producirse obesidad hipotalámi-
masa magra no difiere entre un individuo obeso y otro nor- ca en el hombre en caso de afectación del hipotálamo ven-
mal. Ello se debe a que el individuo obeso, además de tener tromedial por un traumatismo craneal, un tumor (el craneo-
más grasa, tiene mayor cantidad de masa magra. Por consi- faringioma es el más común asociado a obesidad) o una
guiente, el paciente obeso necesita un aporte extra de ener- enfermedad inflamatoria. Este síndrome se acompaña de las
gía para mantener su composición corporal. Así pues, el indi- manifestaciones clínicas de hipertensión intracraneal (cefa-
viduo obeso tiene un gasto energético basal por kilogramo leas, alteraciones de la visión y papiledema), de manifesta-
de peso inferior al de un individuo no obeso. Estudios re- ciones endocrinas (amenorrea, impotencia, diabetes insípi-
cientes demuestran que el gasto energético basal o de repo- da e insuficiencia tiroidea o suprarrenal) y de síntomas
so puede tener un componente genético, dado que existen neurológicos o fisiológicos, como convulsiones, coma, som-
familias que presentan un gasto energético inferior al de nolencia y alteraciones de la regulación de la temperatura
otras. Estudios recientes realizados tanto en adultos como en corporal. Ante un paciente obeso que presenta cefaleas y al-
niños o recién nacidos sugieren que los individuos que pre- teraciones de la visión se debe descartar una obesidad hipo-
sentan un menor gasto energético pueden ganar peso más fá- talámica, cuyas manifestaciones clínicas más comunes son
cilmente. La variabilidad interindividual del gasto energético las citadas.
puede explicar por qué puede conseguirse el mantenimiento 2. Obesidad hipofisaria y suprarrenal. El déficit de hormo-
del peso ingiriendo diferentes cantidades de energía. na de crecimiento (GH) se asocia a un incremento de la gra-
2. Gasto energético que condiciona la actividad física. Es sa corporal, que se reduce si se instaura tratamiento sustituti-
el componente más variable del gasto energético del indivi- vo. La secreción de prolactina se afecta en más del 15% de
duo. El gasto energético frente a una actividad física particu- los pacientes obesos. El exceso de producción de ACTH de-
lar es superior en el individuo obeso debido a que éste tiene bido a una enfermedad hipofisaria determina un aumento
que realizar un mayor esfuerzo para desplazarse. Sin embar- excesivo de la producción suprarrenal de cortisol y se asocia
go, el paciente obeso es menos activo y en general realiza a un incremento de peso. El síndrome de Cushing es una de
menos actividad física. Debido a la gran variabilidad de este las enfermedades endocrinas asociadas con mayor frecuen-
componente es difícil comprobar si existen diferencias entre cia a la obesidad.
obesos y normales en cuanto al gasto energético debido a la 3. Hipotiroidismo grave. Puede acompañarse de un incre-
actividad. mento de peso, sobre todo a causa de edemas, que se redu-
3. Gasto energético posprandial. El gasto energético de un cen con el tratamiento sustitutivo hormonal. No se justifica
individuo aumenta en situación posprandial. Este aumento en el paciente obeso la dosificación sistemática de hormo-
depende en gran medida de la cantidad de energía ingerida nas tiroideas, que sólo debe realizarse ante la sospecha clíni-
y del tipo de dieta consumida. El gasto energético pospran- ca de hipotiroidismo.
dial (también denominado termogénesis posprandial) repre- 4. Síndrome de ovarios poliquísticos. Este síndrome, des-
senta el coste energético de la absorción, la digestión y, so- crito por STEIN y LEVENTHAL, puede deberse a la combinación
bre todo, la metabolización de los nutrientes, procesos que de una obesidad hipotalámica y endocrina. Se caracteriza
consumen energía. Alrededor del 10-15% de la energía ingeri- por la presencia de trastornos menstruales o amenorrea, hir-
da en una dieta equilibrada se pierde en forma de calor. El sutismo y/u obesidad que se desarrolla normalmente en mu-
individuo obeso puede tener una termogénesis inducida por jeres jóvenes después de la menarquía. Puede ser causa de
la alimentación normal o disminuida en comparación con infertilidad. La relación entre obesidad y síndrome de ova-
un individuo no obeso. Diferentes factores han sido incrimi- rios poliquísticos no está clara, aunque a menudo coexisten.
nados en esta alteración de la termogénesis posprandial. Es- Fármacos asociados al incremento de peso. Diferentes fár-
tudios recientes sugieren que esta afectación se produciría macos se asocian a un incremento de peso. Entre ellos cabe
sobre todo en los obesos que presentan un hiperinsulinismo destacar los glucocorticoides, ciertos antidepresivos tricícli-
ligado a una resistencia a la insulina. La mayoría de los expe- cos como la amitriptilina, la ciproheptadina y las fenotiazi-
rimentos con animales genéticamente obesos a los que se les nas. Los estrógenos solos o los contraceptivos orales, así
induce obesidad muestran alteraciones de la termogénesis como los progestágenos, se asocian también a un incremen-
de causas diversas (afectación hipotalámica, capacidad de to de peso debido básicamente a la retención de líquidos. La
respuesta del tejido adiposo pardo a las catecolaminas). La nicotina, por el contrario, ocasiona una disminución del
alteración de la termogénesis no puede considerarse la úni- peso.
ca causa de obesidad debido a que este componente del Factores genéticos y ambientales. La transmisión familiar
gasto energético es muy pequeño con respecto al total de la obesidad es muy conocida. Sin embargo, los miem-
del organismo. bros de una familia además de compartir genes, están ex-
Aporte energético de la dieta. La mayoría de los estudios rea- puestos a una misma dieta, al mismo nivel cultural y a otros
lizados en animales de experimentación que desarrollan aspectos idénticos en la forma de vida. Estudios realizados
obesidad muestran que la hiperfagia es una causa de obesi- sobre gemelos o mellizos demuestran que la composición

1980
NUTRICIÓN

corporal está determinada de manera importante por facto-


res genéticos. La cantidad de grasa del organismo y el IMC
están estrechamente determinados al nacer. La distribución
regional de la grasa también es influida por factores genéti-
cos. Diferentes factores ambientales acabarán de inducir el
grado de obesidad que sufrirá o no un individuo. Estudios re-
cientes muestran que el gasto energético y la adaptación del
individuo frente a un exceso de aporte energético también
pueden estar predeterminados.
En la actualidad se han delimitado diferentes enfermeda-
des genéticas asociadas a la obesidad. Entre ellas destacan
los síndromes de Prader-Willi, de Laurence-Moon-Bield, de
Alström, de diabetes insípida, diabetes mellitus, atrofia ópti-
ca progresiva y sordera (DIDMOAD), de Cohen, de Carpenter
y de Morgagni-Stewart-Morel. Muchas enfermedades genéti-
cas que se acompañan de retraso mental y/o incapacidad
física se asocian también a la obesidad. Un ejemplo lo cons-
tituyen los pacientes con trisomía 21.

Fisiopatología. Cuando un individuo se encuentra en balan-


ce energético positivo, se acumulan lípidos en el tejido adi-
poso, aumenta el tamaño de los adipocitos y se produce su
hipertrofia. En el momento que los adipocitos han alcanzado
su tamaño máximo, se forman nuevos adipocitos a partir de
los preadipocitos o células adiposas precursoras, estable-
ciéndose una hiperplasia. El paciente muy obeso que desa- Fig. 15.53. Distribución de la grasa corporal. La relación entre el pe-
rrolla una hiperplasia adiposa y empieza a adelgazar con rímetro de la cintura y el de la cadera indica si el depósito de grasa es
una dieta, reducirá el tamaño pero no el número de adipoci- predominantemente abdominal o no. Los pacientes que presentan
tos. La diferenciación de las células adiposas es influida en obesidad con predominio abdominal son particularmente susceptibles
parte por la lipoproteinlipasa (LPL). La actividad de esta en- de padecer enfermedades cardiovasculares y diabetes mellitus. La me-
zima se encuentra aumentada en la obesidad, aunque se dición de estos parámetros se realiza con el paciente en bipedestación
desconoce si dicho aumento es causa o consecuencia de según se indica en el dibujo. El perímetro de la cintura puede medirse
al nivel umbilical o a un tercio de la distancia entre la apófisis xifoides
aquélla. y el ombligo. Esta medida es difícil de tomar en individuos con obesi-
Según la distribución regional de la grasa acumulada es dad mórbida. El perímetro de la cadera se mide 4 cm por debajo de la
posible clasificar las obesidades en androides y ginecoides espina ilíaca superior. Una relación perímetro cintura/cadera superior
(fig. 15.53). La obesidad androide, también denominada ab- a 0,8 se considera de especial riesgo para la salud.
dominal, es más frecuente en los varones y se acompaña de
una mayor morbilidad y mortalidad. Se caracteriza por la
acumulación de grasa por encima de la cintura, sobre todo obeso y, por este mecanismo, explicar la alta prevalencia de
en la zona abdominal. Las células adiposas de esta región HTA. Otros factores pueden estar implicados en la aparición
son más sensibles a la insulina y las catecolaminas. La obesi- de HTA del individuo obeso, ya que los pacientes con un in-
dad abdominal entraña un alto riesgo de padecer hiperten- sulinoma mantienen cifras de presión arterial normales. La
sión arterial (HTA), enfermedades cardiovasculares, colelitia- pérdida de peso se acompaña de una disminución importan-
sis, hiperinsulinismo y diabetes mellitus y se asocia de te de las cifras de presión arterial en la mayoría de los obesos
manera especial a una mayor mortalidad en general. La obe- incluso sin realizar una dieta hiposódica.
sidad ginecoide la presentan con mayor frecuencia las muje- Enfermedades cardiovasculares. La obesidad puede produ-
res. Se caracteriza por la acumulación de grasa en la mitad cir un aumento del volumen sanguíneo, del volumen diastó-
inferior del cuerpo, especialmente en el bajo vientre, caderas lico del ventrículo izquierdo y del gasto cardíaco, responsa-
y muslos. La hipertrofia del tejido adiposo es más frecuente bles a medio plazo de hipertrofia y dilatación del ventrículo
en la obesidad androide. Por el contrario, la hiperplasia es izquierdo. La insuficiencia cardíaca congestiva y la muerte
más común en la obesidad ginecoide. Las diferencias meta- súbita son mucho más frecuentes en el paciente obeso.
bólicas encontradas en los adipocitos de estas dos formas de Lípidos plasmáticos. El aumento de los niveles circulantes
obesidad pueden explicarse por los niveles de corticoides, de triglicéridos en la obesidad se asocia a la disminución de
testosterona y estrógenos. los niveles plasmáticos de HDL-colesterol y al aumento de las
concentraciones de LDL-colesterol. La hipertrigliceridemia,
Asociaciones clínicas. Hiperinsulinemia, resistencia a la in- muy frecuente entre los obesos debida al aumento de la se-
sulina y diabetes. El incremento de peso se asocia con fre- creción hepática de VLDL, puede ser secundaria al hiperin-
cuencia a un aumento de los niveles plasmáticos basales de sulinismo y suele mejorar con la pérdida de peso. La presen-
insulina. Tanto la secreción pancreática como los niveles cia de hipertrigliceridemia o hipercolesterolemia resistente a
plasmáticos de insulina se hallan aumentados ante la estimu- la pérdida de peso en un paciente obeso obligará a adoptar
lación. Además, existe una insulinorresistencia debido tanto medidas específicas de control de la dislipemia. La altera-
a la disminución del número de receptores de insulina como a ción del perfil lipídico y el aumento del trabajo cardíaco
un probable defecto posreceptor. El aumento de la resisten- confieren al paciente obeso un alto riesgo de padecer car-
cia y el incremento de las necesidades de insulina pueden diopatía isquémica.
determinar en el individuo obeso el fallo pancreático y la Insuficiencia venosa periférica. A mayor obesidad, mayor
aparición de diabetes mellitus secundaria a la obesidad. La riesgo de presentar varices, estasis venosa en las extremida-
prevalencia de diabetes mellitus no insulinodependiente des inferiores, edemas y cambios tróficos de la piel. La obesi-
(DMNID) es 3 veces superior en los individuos obesos, y en dad se asocia a un mayor riesgo de padecer enfermedad
la mayoría de los casos puede controlarse reduciendo el tromboembólica.
peso del paciente. Problemas respiratorios. La obesidad mórbida puede aso-
Hipertensión arterial. La resistencia a la insulina y el hiper- ciarse a alteraciones de la ventilación que conducen a una
insulinismo pueden ser los responsables del aumento de la hipoxia crónica cianótica e hipercápnica. La hipoventilación
reabsorción tubular renal de sodio que presenta el paciente alveolar grave, asociada a hipoxia y largos períodos de som-

1981
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

nolencia en un individuo con obesidad mórbida se ha deno-


minado síndrome de Pickwick. Estos pacientes pueden pre- Pérdida de peso (kg)
cisar hospitalización y, debido a la hipertensión pulmonar 60
asociada a hipoxemia crónica, presentan gran riesgo de pa-
decer insuficiencia cardíaca. El síndrome de apneas obstruc- 50
tivas durante el sueño (SAOS) es una manifestación clínica
frecuente en los grandes obesos. La apnea nocturna puede 40
ser tanto obstructiva como central. En este último caso pue-
den producirse paros respiratorios de hasta 30 seg, acompa- 30
ñados de trastornos graves del ritmo cardíaco. En la mayoría
de los casos el cuadro clínico de dicho síndrome mejora con 20
la pérdida de peso. En ciertos casos resistentes puede justifi-
carse el tratamiento farmacológico o quirúrgico. Ni la preva- 10
lencia ni la gravedad del síndrome se relacionan de forma
importante con el grado de obesidad. 0
Cáncer. El riesgo de padecer cáncer de endometrio, de 0 2 4 6 8 10 12 14 16
mama, vesícula y vías biliares aumenta en las mujeres obe- Duración de la dieta (meses)
sas. En el varón la obesidad se asocia especialmente a cán-
cer de colon, recto y próstata.
Colelitiasis y esteatosis hepática. El aumento de los depósi- Fig. 15.54. Velocidad de pérdida de peso aconsejada en el trata-
tos de triglicéridos ocasiona un aumento de la producción miento de la obesidad. La pérdida de peso recomendada se sitúa en-
de colesterol. El incremento de la síntesis de colesterol se tre 0,5 kg (curva inferior) y 1,5 kg por semana. Durante las primeras
acompaña de un aumento de su excreción biliar y la satura- semanas de restricción calórica, esta cifra es aceptable debido a que
ción de la bilis. El paciente obeso presenta un alto riesgo de parte del peso perdido corresponde a la pérdida de agua y glucógeno.
La línea punteada muestra que se requieren alrededor de 12 meses
padecer colelitiasis. La utilización de dietas muy hipocalóri- para perder un exceso de 37 kg.
cas y pobres en lípidos puede desencadenar cólicos hepáti-
cos. La obesidad se acompaña a menudo de un hígado gra-
so. La esteatosis se asocia a un ligero aumento de los nive-
les de transaminasas en sangre que se corrigen con la pérdi- los objetivos del tratamiento. Así, por ejemplo, ante un pa-
da de peso. ciente joven diabético que presenta una obesidad androide
Hiperuricemia y gota. La hiperuricemia del paciente obeso y un IMC de 40 se debe plantear un tratamiento agresivo de
es multifactorial. El aclaramiento y la producción de ácido su obesidad y mantener como objetivo un IMC próximo a 25
úrico se encuentran disminuido y aumentada, respectiva- kg/m2. Por el contrario, el objetivo ante una mujer de 65 años
mente. El uso de dietas cetogénicas y muy bajas en calorías con el mismo IMC que el paciente anterior que presenta una
puede provocar un brusco aumento de los niveles de ácido gonartrosis será el de llegar a una pérdida de 10-20 kg de
úrico y desencadenar un ataque de gota. peso de forma más paulatina.
Problemas psicológicos. La obesidad mórbida provoca en Así pues, ante todo obeso se debe establecer: a) el peso o
general graves trastornos psicológicos y de adaptación al me- IMC al final del tratamiento; b) el tiempo para conseguir el
dio. Estos trastornos pueden agravarse si se produce una rá- objetivo provocando el mínimo de efectos indeseables, y c)
pida pérdida de peso. La depresión y la ansiedad se presen- el método que se ha de seguir. La figura 15.54 representa los
tan con frecuencia en el paciente obeso, siendo estos límites de velocidad aconsejada de pérdida de peso utilizan-
trastornos secundarios a la enfermedad. do cualquier tipo de método de tratamiento de la obesidad.
Otros problemas endocrinos asociados a la obesidad. La Una pérdida acelerada aumenta el riesgo de exagerar la pér-
excreción de 17-hidroxicorticoides en orina se encuentra a dida de masa magra del individuo, favoreciendo la recupera-
menudo elevada en los pacientes obesos. Los niveles plas- ción de peso. Con una pérdida de peso menor a la aconseja-
máticos de cortisol pueden estar aumentados en algunos ca- da se corre el riesgo de desmotivar al paciente. Durante la
sos, aunque normalmente existe una supresión completa, primera semana de dieta hipocalórica, la disminución de
con la inhibición de la dexametasona. En algunos casos en peso es superior. Ello es debido a la pérdida de grasa, agua
que dicha supresión es incompleta será difícil discernir entre y glucógeno. Para que se reduzca en 1 kg el peso cada se-
un problema secundario a la obesidad o un síndrome de mana, es necesario someter al paciente a un déficit diario
Cushing. La secreción de GH frente a diferentes estímulos, de 1.000 kcal en el balance energético del organismo. Es im-
como la hipoglucemia, el ejercicio o la perfusión de argini- portante informar al paciente del tiempo necesario para
na, puede estar disminuida. reducir su peso hasta el objetivo deseado. En el caso de no
actuar de esta forma se corre el riesgo de abandono del trata-
Tratamiento y pronóstico. El tratamiento de la obesidad es miento.
normalmente frustrante tanto para el enfermo como para el Dieta hipocalórica. Los regímenes adelgazantes deben
médico. Para alcanzar el éxito del tratamiento, el médico aportar una cantidad de energía inferior a la necesaria para
debe comprender la enfermedad y al paciente y ser perseve- el mantenimiento del peso y, a la vez, una cantidad equili-
rante en los objetivos que se plantee. brada de nutrientes de forma aceptable para el paciente. En
Establecimiento de objetivos. El éxito del tratamiento de- la práctica se debe estimar la cantidad apropiada de calorías
pende en gran medida de la motivación que tenga el enfer- y observar los resultados a las 3-4 semanas para proceder a
mo para adelgazar. Los factores más frecuentes que motivan los ajustes necesarios. El papel del dietista en la conversión
la pérdida de peso son: a) la búsqueda de la estética; b) la del aporte energético prescrito por el médico en forma de
dificultad para respirar o realizar esfuerzos; c) la esterilidad; alimentos aceptables para el paciente es imprescindible. La
d) el dolor de espalda o articular; e) la perspectiva de una in- reducción del aporte calórico se realizará de forma impor-
tervención quirúrgica; f) el intento de reducir la medicación tante a expensas de una disminución del aporte lipídico, del
(insulina, antihipertensivos); g) el miedo a las enfermedades alcohol y de los azúcares simples, teniendo siempre en cuen-
cardiovasculares, y h) la presencia de una cardiopatía isqué- ta los hábitos naturales de alimentación del paciente. En las
mica o enfermedad invalidante. dietas que aportan menos de 1.200 kcal/día es difícil de man-
Para valorar el riesgo que entraña una obesidad se deben tener las cantidades de vitaminas y oligoelementos necesa-
considerar el grado de obesidad, el sexo, la edad, la distribu- rias para el organismo, por lo que deben prescribirse suple-
ción de la grasa y los trastornos asociados que presenta el in- mentos de vitaminas y minerales. Las dietas deben aportar al
dividuo obeso. Estos factores condicionarán la agresividad y menos 0,8 g de proteínas de alta calidad biológica por kilo-

1982
NUTRICIÓN

gramo de peso corporal. La utilización de dietas no equili- mórbida (IMC superior a 40) que han realizado múltiples in-
bradas no es recomendable. Las dietas ricas en grasas y po- tentos de pérdida de peso convencionales sin lograr un adel-
bres en hidratos de carbono son cetogénicas y reducen el gazamiento duradero y que presentan graves complicacio-
apetito y el peso. Sus efectos secundarios no justifican su uti- nes secundarias a la obesidad (diabetes, SAOS, insuficiencia
lización. cardíaca, tromboflebitis, HTA difícil de controlar) pueden ser
Las dietas muy hipocalóricas (menos de 500 kcal/día) con candidatos al tratamiento quirúrgico.
alta proporción de proteínas de alta calidad e hidratos de car- La cirugía radical de la obesidad determina una reducción
bono, enriquecidas con vitaminas y oligoelementos, pueden de peso corporal (entre el 40 y el 80% del peso inicial). La
utilizarse bajo control médico hospitalario durante períodos de mayor parte se pierde durante los primeros 6 meses postinter-
tiempo no superiores a 12 semanas. Su uso se limitará al pa- vención quirúrgica.
ciente obeso con alto riesgo inmediato o bien como prueba La derivación yeyunoileal es una medida efectiva para la
diagnóstica de una obesidad refractaria. Diversos autores justi- reducción de peso, pero presenta grandes inconvenientes
fican su utilización ante la motivación inicial de pérdida de para el paciente. Las complicaciones no quirúrgicas más im-
peso. Las contraindicaciones más importantes de este tipo de portantes incluyen diarrea, pérdida de electrólitos, deficien-
dietas están determinadas por la presencia de: a) hiperurice- cias vitamínicas, hepatotoxicidad, litiasis renal, seudobstruc-
mia o gota; b) insuficiencia renal; c) diabetes mellitus, y d) al- ción intestinal y osteoporosis.
teraciones del ritmo cardíaco. Es peligroso utilizar dietas muy La cirugía gástrica intenta reducir el reservorio del estóma-
hipocalóricas durante la gestación o el crecimiento. go con la finalidad de producir una rápida sensación de sacie-
Actividad física. El ejercicio físico sólo puede considerarse dad con pequeñas cantidades de alimentos. La gastroplastia
un pilar esencial en el tratamiento de la obesidad grados I vertical u horizontal es la técnica más utilizada y popular debi-
y II. El ejercicio físico mejora la sensibilidad a la insulina y do a que produce menos complicaciones que la cirugía intes-
debe promocionarse como una medida de salud de la pobla- tinal. Los efectos secundarios de estas intervenciones son: vó-
ción. En el caso de obesidad moderada o importante resulta mitos y sus trastornos electrolíticos secundarios, intolerancia a
un medio muy ineficaz debido a la frecuente intolerancia ciertos alimentos, intolerancia al frío y, con menor frecuencia
que presenta el obeso ante el ejercicio y al bajo incremento dehiscencia de la herida, dilatación y obstrucción gástricas.
del gasto energético que ocasionan los ejercicios moderados El seguimiento posterior del paciente intervenido es esen-
y de corta duración. cial, ya que se requiere el control tanto de lo que ingiere
Farmacoterapia de la obesidad. La medicación para adelga- como del procedimiento quirúrgico realizado. Estos pacien-
zar puede considerarse como un medio complementario, a tes deben tomar suplementos de vitaminas y minerales y, en
corto plazo, del tratamiento dietético. El uso prolongado de ocasiones, de otros nutrientes. Un porcentaje de los indivi-
fármacos que reducen el peso no se ha mostrado eficaz y pro- duos obesos a los que se ha practicado la intervención recu-
duce efectos secundarios. Se han ensayado medicamentos peran el peso perdido. Incluso teniendo en cuenta estos pro-
que reducen la absorción de nutrientes en el intestino, que blemas, la cirugía de la obesidad es la mejor opción de
producen un aumento del gasto energético o bien tienen tratamiento para una minoría de obesos mórbidos.
efectos anorexígenos. El uso indiscriminado de los dos prime- Recuperación del peso perdido. La dificultad más importan-
ros grupos de medicamentos no se encuentra completamente te del tratamiento de la obesidad es el mantenimiento del
justificado en la actualidad. La mayoría de los anorexígenos peso perdido. Cuanto mayor es la adiposidad, mayor es la di-
ejercen importantes efectos secundarios y producen adic- ficultad para mantener el peso. En caso de hipertrofia e hi-
ción. Actualmente se preconizan los fármacos serotoninérgi- perplasia del tejido adiposo, mayor es también la dificultad
cos como la dexfenfluramina y la fluoxetina. La dexfenflura- para mantener el peso perdido. Cuando un individuo obeso
mina, en 2 tomas de 15 mg/día, además de la pérdida de peso realiza una dieta hipocalórica, reduce el peso a partir no sólo
transitoria puede provocar sequedad de la boca, diarrea y se- de la cantidad de grasa sino también de la cantidad de masa
dación. Entre sus contraindicaciones destacan la HTA grave, magra. Durante este período se reduce su gasto energético,
la enfermedad isquémica cardíaca, el glaucoma y la droga- por lo que, cuando se liberaliza el contenido calórico de la
dicción. La fluoxetina, a dosis de 60 mg/día, también se aso- dieta, tiene mayor facilidad para recuperar el peso perdido.
cia a una pérdida de peso transitoria. Este fármaco posee Todas las medidas de reducción del peso intentarán perder
efectos antidepresivos, por lo que sería de elección en pa- la mínima cantidad de masa magra para evitar al máximo
cientes obesos con depresión endógena. Los beneficios del esta adaptación energética del individuo. El paciente posto-
uso de fármacos anorexígenos raras veces superan las des- beso presenta, pues, unas necesidades energéticas inferiores
ventajas. Una vez suprimida la medicación, el peso se recupe- a lo normal que deberán tenerse en cuenta.
ra si no se establecen medidas eficaces de control. Obesidad refractaria. La obesidad refractaria se caracteriza
Modificación del comportamiento. El comportamiento ali- esencialmente por la ausencia de pérdida de peso con una
mentario del individuo no es innato, sino que se aprende. dieta inferior a 800 kcal/día. Esto sólo sería posible en aque-
Por ello, algunos profesionales consideran que la conducta llos casos en los que el gasto energético fuera inferior a 800
alimentaria de un obeso puede reconducirse con la finalidad kcal. Ante esta situación hay que asegurarse de que el pa-
del control del peso. Si bien la psicoterapia y el psicoanálisis ciente ingiere realmente una cantidad de alimentos que
no se han mostrado muy útiles en el tratamiento de la obesi- aporte una energía inferior a la mencionada. Puede ser útil la
dad, la terapia de conducta ligada a la dieta puede ser una administración de 1.200 mL/día de leche entera o su equiva-
herramienta útil a largo plazo. Consiste en una serie de medi- lente en leche desnatada y agua a voluntad durante un perío-
das encaminadas a: a) el aprendizaje de una serie do de 3-4 semanas o bien la administración de una dieta
de conocimientos sobre la dieta, el ejercicio físico y la forma muy hipocalórica e hiperproteica durante el mismo período
de vida; b) la estimulación para el autorregistro de lo que in- de tiempo. Debido a los cambios de peso producidos en los
giere el paciente, dónde lo come, con quién, qué sentimien- primeros días de realización de una dieta hipocalórica, no se
tos tiene a la hora de comer y el grado de hambre o saciedad aconseja efectuar el experimento durante períodos más cor-
que presenta; c) la inducción paulatina de cambios en la for- tos. El empleo de dietas con este contenido calórico debe
ma de comer y el estilo de vida (no comer a deshoras, comer llevarse a cabo durante una hospitalización en un centro es-
en la mesa, establecer un horario en las comidas, comer len- pecializado si el paciente no pierde peso. El estudio del gas-
tamente, no realizar otras actividades mientras se come), y to energético del paciente puede ayudar a comprender su
d) el control de los estímulos individuales y sociales que in- balance energético. En el caso de pacientes con obesidad
ducen a comer. La terapia comportamental requiere mucho moderada sin importantes factores de riesgo asociados ni sín-
tiempo y puede realizarse en grupos dirigidos por el mismo tomas o signos sugestivos de obesidad secundaria, es dudoso
médico, dietista o psicólogo. justificar exploraciones exhaustivas para encontrar la causa
Cirugía de la obesidad. Algunos pacientes con obesidad de la obesidad o medidas terapéuticas excepcionales.

1983
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

tornos hidroelectrolíticos graves. Otras consecuencias son la


Trastornos del comportamiento halitosis y los problemas dentarios. La causa es desconocida.
Muchos autores creen que la rumiación es secundaria a la
alimentario carencia afectiva, aunque se ha descrito asociación familiar,
lo que sugeriría un factor genético. El diagnóstico se estable-
ce tras la exclusión de causas psiquiátricas u orgánicas de re-
Entre las alteraciones del comportamiento alimentario se gurgitación. El tratamiento es difícil debido al placer que pro-
distinguen cuatro importantes entidades clínicas: la anorexia voca el síndrome para el paciente.
nerviosa, la bulimia, la pica y la rumiación. Las dos primeras
se describen en la sección Psiquiatría.

Pica Malnutrición proteicoenergética


La pica consiste en la ingesta repetitiva de sustancias no La malnutrición proteicoenergética (MPE) se desarrolla
nutritivas ni medicamentosas, como tierra, yeso, pintura, pa- cuando la ingesta de proteínas y/o energía es insuficiente
pel, plástico, madera, excrementos, hojas o hielo. Este sín- para cubrir las necesidades del propio individuo. Las mejo-
drome se detecta fundamentalmente en niños de 18 meses a ras sociales y económicas, junto con los avances médicos y
6 años y en mujeres embarazadas, aunque no existen datos tecnológicos, han determinado que la MPE por déficit de
de prevalencia o incidencia. La pica, sobre todo la geofagia, aporte (malnutrición primaria), tan frecuente en los países
se asocia con frecuencia a la carencia de hierro. En la actua- en vías de desarrollo, haya prácticamente desaparecido en
lidad se desconoce si la pica es el resultado de la carencia las últimas décadas en los países desarrollados. La MPE es
de uno o varios nutrientes o es consecuencia de un desajuste en general secundaria a diferentes enfermedades y, a menu-
alimentario. Así, por ejemplo, se ha descrito la aparición de do, a la falta de rapidez por parte del personal sanitario en
pica en pacientes que sufren carencia de hierro a causa realizar el diagnóstico y establecer una nutrición correcta. La
de una enfermedad celíaca. La ingesta de sustancias como prevalencia de MPE al ingreso hospitalario en países desarro-
tierra o yeso puede disminuir la absorción de otros nutrien- llados es del 25-60%, aumentando en el momento del alta
tes, como el hierro, el cinc, el magnesio o el calcio. Estas hospitalaria. El médico tiene que ser consciente de que el es-
conductas alimentarias compulsivas y desordenadas tam- trés metabólico inducido por una infección grave o un acto
bién podrían ser secundarias a la carencia afectiva. quirúrgico mayor produce una MPE en pocos días, que em-
peora el pronóstico del paciente.

Rumiación Etiología. La MPE puede estar causada por un aporte ener-


gético o proteico insuficiente, por una mayor pérdida de nu-
Se caracteriza por la regurgitación provocada, ya sea por trientes o por el incremento de las necesidades nutricionales.
esfuerzos manifiestos o bien por una exagerada facilidad En la mayoría de los pacientes que desarrollan una malnutri-
para retornar el alimento a la boca. Ocurre en especial du- ción secundaria es posible identificar más de un mecanismo
rante el segundo trimestre de vida, aunque se ha descrito etiológico (tabla 15.81). A las causas de desnutrición provo-
también en adultos con alteraciones emocionales o intelec- cadas por la enfermedad hay que añadir las debidas a actitu-
tuales. Su prevalencia es desconocida. El niño guarda el ali- des adoptadas por el personal sanitario que también afectan
mento total o parcialmente en la boca y lo mastica antes de el estado nutricional del paciente, como: a) uso excesivo de
volver a deglutirlo. La mayoría de las veces los episodios ocu- ayunos diagnósticos o terapéuticos; b) mala identificación
rren cuando el niño está solo. Mientras rumia, toda su activi- del paciente desnutrido y de la evolución del estado nutricio-
dad queda en suspenso, con la mirada vacía y al margen del nal durante su hospitalización; c) mal control de la ingesta
mundo externo. Si los alimentos regurgitados no se vuelven a de nutrientes que realiza el paciente; d) uso prolongado de
ingerir en su totalidad, puede conducir a malnutrición o tras- suero salino o glucosado; e) falta de rapidez en establecer

TABLA 15.81. Causas de malnutrición proteicoenergética


Factores patogénicos Situaciones etiológicas
Malnutrición primaria
Déficit de aporte calórico y/o proteico Pobreza, incapacidades del anciano, niño maltratado

Malnutrición secundaria
Aportes energeticoproteicos insuficientes
Anorexia Anorexia nerviosa, infección, cardiopatía congénita, cáncer, insuficiencia renal,
drogadicción, terapéutica
Náuseas, vómitos Enfermedades gastrointestinales o endocrinológicas
Disfagia Enfermedades del esófago, cáncer, candidiasis y otras infecciones
Obstrucción gastrointestinal Seudobstrucción intestinal
Depresión Enfermedades psiquiátricas
Alteración del nivel de conciencia Accidente vascular cerebral, encefalopatía hepática
Aumento de la pérdida de nutrientes
Malabsorción Enfermedad de Chron, síndrome del intestino corto, enfermedad celíaca,
pancreatopatías crónicas orgánicas o secundarias biliares, intolerancia a la lactosa
Diarrea, vómitos Gastroenteritis, malabsorción
Pérdidas renales Síndrome nefrótico (nefropatía diabética)
Fístulas digestivas Enfermedad de Chron, cáncer digestivo
Sobrecrecimiento bacteriano del intestino Enfermedad de Chron, seudobstrucción intestinal
Pérdidas proteicas digestivas Enfermedad de Chron, colitis ulcerosa, linfoma intestinal
Glucosuria Diabetes mellitus
Aumento de las necesidades nutricionales Fiebre, infección, quemados, politraumatismo, cáncer, intervención quirúrgica,
insuficiencia respiratoria, insuficiencia cardíaca, síndromes inflamatorios, ciertas
endocrinopatías, medicaciones

1984
ALTERACIONES DEL METABOLISMO HIDROSALINO

medidas nutricionales correctoras, y f) desaprovechamiento ral proteica más o menos importante en función del grado
de los nutrientes al ser incorrectamente administrados. de desnutrición. El compartimiento proteico muscular puede
estar reducido hasta un 50%. El recambio proteico se en-
Fisiopatología. La MPE puede desarrollarse de forma lenta cuentra reducido, afectándose tanto la síntesis como catabo-
durante una enfermedad crónica o un ayuno parcial o bien lismo de las proteínas fabricadas en el hígado, como albúmi-
de forma rápida ante una enfermedad aguda o un ayuno to- na, transferrina, ceruloplasmina, prealbúmina, proteína
tal. La fisiopatología y las consecuencias de estas dos situa- ligada al retinol, fibrinógeno y diferentes factores de coagula-
ciones son distintas. Para poder tratar correctamente la MPE ción. Las reservas de albúmina se reducen, especialmente en
es necesario conocer las diferencias que existen entre estas el espacio extravascular. Por ello, la determinación de las
dos situaciones. concentraciones de estas proteínas sirven para cuantificar el
1. Malnutrición por ayuno. Ante un ayuno o semiayuno no grado de desnutrición. Por otro lado, las concentraciones
secundario a una enfermedad, se produce una serie de me- plasmáticas de aminoácidos esenciales también disminuyen,
canismos adaptativos metabólicos con la finalidad de preser- en particular las de aminoácidos ramificados. El paciente
var las funciones vitales, mantener los tejidos, compensar las malnutrido presenta una disminución del cociente aminoáci-
pérdidas y mantener al máximo la actividad y el crecimiento dos esenciales/no esenciales. El catabolismo proteico mus-
en el caso del niño. En las primeras 12-24 h de ayuno las re- cular determina un aumento de la excreción urinaria de crea-
servas hepáticas y musculares de glucógeno son las principa- tinina y 3-metilhistidina, marcadores de la masa y del catabo-
les fuentes de glucosa para los tejidos que dependen energé- lismo proteico muscular.
ticamente de este nutriente, como el cerebro, la médula Metabolismo energético. Desde el punto de vista energéti-
ósea, los nervios periféricos y la médula renal. Las concentra- co, el paciente desnutrido presenta una disminución de las
ciones plasmáticas de glucosa disminuyen, por lo que au- reservas de glucógeno, tanto muscular como hepático. Los
mentan las de glucagón y disminuyen las de insulina. Estos mecanismos de adaptación a la malnutrición producen un
cambios hormonales favorecen la lipólisis, y los ácidos gra- aumento de la gluconeogénesis con la finalidad primordial
sos liberados serán utilizados por los restantes tejidos como de mantener los niveles de glucosa en sangre. Para ello se
fuente energética. El paciente se adapta a la ingestión baja utilizan básicamente el glicerol y los aminoácidos glucogéni-
de nitrógeno utilizando en primer lugar la masa proteica con cos, ácido láctico, ácido pirúvico y alanina. Se reduce la uti-
la finalidad de mantener el pool de aminoácidos plasmáticos lización de glucosa especialmente si hay estrés sobreañadi-
y asegurar la producción de alanina como sustrato glucogé- do. Al mismo tiempo puede haber una disminución de la
nico en el hígado. En la segunda semana de ayuno los áci- secreción o producción de insulina y/o una resistencia peri-
dos grasos formarán cuerpos cetónicos, convirtiéndose en la férica a ella mediada por diferentes factores nutricionales y
principal fuente energética de las células del cerebro. El hormonales. La disminución de reservas de tejido adiposo
paciente malnutrido utiliza los aminoácidos para la síntesis puede ser muy importante dependiendo de la causa y la gra-
proteica en detrimento de la producción de urea. El catabo- vedad de la MPE. También la utilización periférica de los tri-
lismo proteico muscular y la producción de alanina disminu- glicéridos puede encontrarse enormemente comprometida
yen en un intento de conservar su masa proteica. en el caso del niño, sobre todo debido a la disminución de
2. Malnutrición por estrés agudo. Diferentes situaciones la actividad de la LPL que produce el estado de reducción
(sepsis, grandes quemaduras, politraumatismo, cirugía agre- proteicoenergética. Los niveles plasmáticos de triglicéridos,
siva) ocasionan cambios metabólicos, inflamatorios y hor- colesterol, fosfolípidos, ácidos grasos libres, ácido linoleico y
monales parecidos que producen una MPE en pocos días si diferentes fracciones lipoproteicas pueden estar reducidos.
no se establecen las medidas terapéuticas apropiadas. Los ni- Si existe un estrés metabólico o infeccioso añadido, mu-
veles circulantes de catecolaminas, glucocorticoides, gluca- chas de estas sustancias pueden estar aumentadas en plas-
gón y GH aumentan. En muchos casos existen hiperinsulinis- ma. Uno de los mecanismos más importantes de adaptación
mo y resistencia periférica a la insulina, que dificultan la a la MPE es la reducción relativa del gasto energético total, si
utilización correcta de la glucosa. Estos cambios hormonales bien ésta no es constante. La disminución del gasto energéti-
inflamatorios provocan un aumento del gasto energético, co representa un mecanismo de defensa frente a la pérdida
una pérdida importante de nitrógeno y un aumento especta- de energía durante el proceso de desnutrición. El paciente
cular de la gluconeogénesis, que conducen a un rápido ago- malnutrido puede comportarse como un animal poiquiloter-
tamiento energético y proteico del organismo. En esta situa- mo, presentando una alteración de la termorregulación ante
ción de agresión se han implicado otros mediadores de la temperaturas externas desfavorables.
inflamación y del catabolismo proteico, siendo los más co- Disfunción gastrointestinal e inmune. La MPE per se causa
nocidos el factor de necrosis tumoral (TNF), la interleucina 1 diferentes alteraciones de la función gastrointestinal. A me-
(IL-1), los leucotrienos, las prostaglandinas, los tromboxanos nudo se hallan comprometidas la digestión y la absorción in-
y la prostaciclina. testinal de nutrientes, lo que dificulta la alimentación por la
3. Consecuencias de la desnutrición. Agua, electrólitos, oli- vía más fisiológica: la vía oral. El aumento de nutrientes no
goelementos y vitaminas. El agua corporal total se encuentra absorbidos en el intestino, junto a las restantes alteraciones,
aumentada, especialmente cuando se trata de una desnutri- puede ocasionar la proliferación de una flora bacteriana in-
ción proteica tipo kwashiorkor con edemas. Esta intoxi- testinal anormal, que condiciona otra serie de anomalías fun-
cación hídrica está presente tanto en el líquido intracelular cionales. La barrera bactericida gástrica se halla comprome-
como en el extracelular. Debido a la hipoalbuminemia y la tida, observándose atrofia de la mucosa y disminución de la
disminución de la presión osmótica plasmática, el agua ex- secreción de hidrogeniones. Se produce una disminución de
tracelular queda atrapada en el espacio intersticial. El volu- la motilidad intestinal y de las secreciones pancreática y bi-
men intravascular se encuentra reducido y, por tanto, el flujo liar. También se produce una reducción de la secreción de
plasmático renal provoca un hiperaldosteronismo y un au- IgA, con aumento de adherencia bacteriana a la mucosa (Es-
mento de los niveles de ADH que agravan la retención y pue- cherichia coli), lo cual favorece la absorción de endotoxinas
den producir serias alteraciones hemodinámicas. El sodio y la traslocación bacteriana. Todo ello, junto a las alteracio-
corporal total también se encuentra aumentado. Éste se acu- nes de la respuesta inmune, hace que los pacientes malnu-
mula sobre todo en el espacio intersticial, siendo la concen- tridos presenten mayor incidencia de sepsis de origen intes-
tración plasmática normal o baja. Tanto el potasio corporal tinal y de procesos alérgicos. La mucosa intestinal se en-
como el magnesio, el fósforo, diferentes oligoelementos y vi- cuentra atrofiada y disminuyen el número de microvellosida-
taminas también suelen estar reducidos en el caso de la des y el índice mitótico de los enterocitos. Diferentes factores
MPE. pueden explicar estos hallazgos, aunque la MPE per se de-
Metabolismo proteico. Desde un punto de vista proteico, el sempeña un papel importante en su génesis. La MPE se
paciente malnutrido puede presentar una reducción corpo- acompaña de una disminución de la actividad de diferentes

1985
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.82. Diferencias entre el marasmo y el kwashiorkor


Marasmo Kwashiorkor
Rasgos antropométricos
Peso/talla Disminuido Disminuido, aumentado o normal
Peso/edad Disminuido Disminuido, aumentado o normal
Talla/edad Disminuido o normal Normal o disminuido
Pliegues subcutáneos Muy disminuidos Poca afectación

Signos clínicos
Pérdida de tejido graso Intensa Moderada
Edema Ausente Presente
Hepatomegalia Rara Muy frecuente
Ascitis Ausente Frecuente
Dermatitis Rara Muy frecuente
Cambios de coloración de la piel Raros Muy frecuentes
Alteraciones del cabello Moderadas Muy frecuentes
Cambios psicomotores Alerta, angustia Miseria, letargia
Palidez de mucosas por anemia Rara Muy frecuente
Signos de deficiencias vitamínicas Poco comunes Frecuentes

Análisis de laboratorio
Generales
Agua corporal total Aumentada Aumentada
Agua extracelular Ligeramente aumentada Muy aumentada
Potasio corporal Disminuido Muy disminuido
Sodio corporal Ligeramente aumentado Muy aumentado
Función renal Afectada Afectada
Tolerancia a la glucosa Normal Disminuida
Suero
Albúmina, prealbúmina, transferrina Normales Disminuidas
Vitaminas Poca afectación Frecuente afectación
AAE/AANE* Normal Aumentado
Glucosa Disminuida Muy disminuida
Insulina Disminuida Aumentada
Orina
Creatinina Disminuida Disminuida
3-metilhistidina Muy aumentada Aumentada
Cociente urea/nitrógeno total Ligeramente disminuido Muy disminuido

Características
Edad de mayor prevalencia Infancia 2.o y 3.er año de vida
Respuesta al tratamiento Difícil Buena
Afectación mental a largo plazo Puede ser importante Rara
*Cociente aminoácidos esenciales respecto a los aminoácidos no esenciales.

enzimas intestinales, de una reducción en muchos casos de acompañan. La función pulmonar puede comprometerse so-
la absorción de la vitamina B12 y ácidos biliares conjugados bre todo por la afectación de la masa y la función contráctil
en el íleon e incluso alteraciones en la absorción de sodio y de los músculos accesorios de la respiración. En caso de
potasio en el colon. Así pues, existen todas las condiciones afectación grave del estado nutricional, el riñón puede alte-
para un proceso de digestión anormal y cierto grado, más o rarse, con disminución de la mayoría de sus funciones. Las
menos importante en función del individuo, de malabsor- alteraciones endocrinas secundarias a la MPE son las mismas
ción de nutrientes, agua, electrólitos y vitaminas. que se han detallado en el apartado sobre anorexia nerviosa.
Las alteraciones inmunológicas y sus complicaciones son
probablemente las consecuencias más importantes de la Cuadro clínico. Las manifestaciones clínicas pueden ser
MPE. Numerosos estudios han demostrado la gran susceptibi- muy variadas, según la edad en que se produce la MPE, su
lidad de los pacientes malnutridos a la infección. Alrededor velocidad de instauración (aguda o crónica), el déficit nutri-
del 10% de los niños malnutridos que ingresan en un hospital cional causante (proteínas o energía) y la presencia de enfer-
presentan una infección urinaria. La MPE puede alterar prác- medades concomitantes que producen la MPE o son secun-
ticamente todos los componentes del sistema inmunitario. Se darias a ella. Existen dos formas bien diferenciadas de
afecta sobre todo la inmunidad celular mediada por los linfo- malnutrición: a) el marasmo, debido a un déficit predomi-
citos T, pero también la inmunidad no específica y la inmu- nantemente energético, y b) el kwashiorkor, causado por un
nidad nutricional. La reducción energética y proteica parece déficit especialmente proteico (tabla 15.82). Estas dos expre-
ser la responsable de estas alteraciones; sin embargo, los dé- siones clínicas se han descrito clásicamente en niños de paí-
ficit de vitaminas y de ciertos minerales u oligoelementos, ses en vías de desarrollo. El marasmo es muy frecuente en
como el cinc o incluso el hierro, también desempeñan un todo el mundo, mientras que el kwashiorkor es común en al-
claro papel. gunas zonas de África. La mayoría de los pacientes con MPE
Disfunción de otros aparatos o sistemas. Puede afirmarse presentan formas clínicas intermedias de marasmo y kwas-
que ningún aparato o sistema es indemne a la MPE. El tama- hiorkor. Esto es especialmente cierto en el caso de la MPE se-
ño del hígado suele reducirse, aunque también puede produ- cundaria a la enfermedad.
cirse una hepatomegalia secundaria a infiltración de grasa Kwashiorkor. El peso del niño con kwashiorkor puede ser
y/o glucógeno en el caso del paciente que presenta un kwas- bajo, normal o alto debido a la retención de líquidos por la
hiorkor. Esta esteatosis hepática puede ser secundaria al défi- hipoalbuminemia. Si la MPE se ha desarrollado de forma cró-
cit de ácidos grasos esenciales u otros nutrientes. La función nica, se observará retraso del crecimiento. La actitud del
cardíaca suele también encontrarse afectada por la propia niño es apática o letárgica, presentando una disminución de
MPE y por los trastornos electrolíticos frecuentes que la la actividad y anorexia. La presión arterial, la temperatura

1986
NUTRICIÓN

corporal y la frecuencia cardíaca suelen estar reducidas. Las testinales, las posibles pérdidas de nutrientes y el estado fun-
lesiones dérmicas observadas con mayor frecuencia son hi- cional del paciente.
perpigmentaciones, despigmentaciones, dermatitis seca e Exploración física. Debe dirigirse sobre todo a demostrar la
hiperqueratosis, que afectan, sobre todo, la cara, las extremi- pérdida de tejido graso y muscular, que puede comprobarse
dades y el perineo. También puede observarse caída del con mayor facilidad en los glúteos, las regiones escapulares y
cabello débil y quebradizo. La ascitis y la hepatomegalia se las regiones temporales. Es imprescindible la observación
manifiestan por el abdomen distendido. El edema de extre- del abdomen, para descartar visceromegalias y ascitis, y de
midades es frecuente llegando incluso a la anasarca. Pueden la piel, las mucosas, el cabello y las extremidades. La presen-
añadirse manifestaciones de otros déficit de vitaminas, mine- cia de edemas puede ser indicativa de MPE (tabla 15.82). Es
rales y otros nutrientes. Los estudios bioquímicos revelan que necesaria una exploración física completa para descartar
los niveles de proteínas viscerales se encuentran reducidos otros déficit vitamínicos y de micronutrientes asociados a la
(proteínas totales, albúmina, transferrina, prealbúmina, pro- MPE.
teína transportadora del retinol). Los niveles de glucosa y lí- Evaluación antropométrica y de la composición corporal.
pidos séricos disminuyen. El número de linfocitos se encuen- Los mejores indicadores del estado nutricional energético en
tra reducido y es frecuente la anemia normocítica y nor- el adulto son el porcentaje del peso corporal con respecto al
mocrómica (si no existe déficit de otras vitaminas necesarias ideal (peso actual × 100/peso ideal) y el porcentaje del peso
para la hematopoyesis). Es habitual el déficit de otros nu- corporal con respecto al habitual (peso actual × 100/peso ha-
trientes que agravan la situación. Las alteraciones hidroelec- bitual). Para conocer el peso ideal se utilizan las normas in-
trolíticas son comunes, destacando la hipocalcemia, la hipo- dicadas en relación con la obesidad. La MPE se considera
fosfatemia y la acidosis metabólica. leve, moderada o intensa según que el porcentaje del peso
Marasmo. El niño con marasmo presenta una disminución respecto al ideal sea del 80-90, del 70-79 o inferior al 70%, res-
importante del panículo adiposo y, por consiguiente, del pectivamente, o en relación con el habitual del 85-95, 75-84 o
peso con respecto a la talla. El retraso de crecimiento es muy inferior al 75%, respectivamente. En el caso de los niños, los
frecuente. El niño no tiene letargia ni presenta una disminu- mejores indicadores del estado nutricional son el peso cor-
ción de la actividad y conserva el apetito. Las lesiones de la poral con respecto al peso ideal para la edad o la talla o bien
piel y las faneras observables en el kwashiorkor suelen estar la talla en relación con la edad. La modificación del peso
ausentes. El abdomen es normal y no se observan hepatome- corporal con respecto al peso ideal por la talla da una idea
galia, ascitis o edemas periféricos. Se encuentran pocas alte- de la corpulencia o la desnutrición energética. La altera-
raciones bioquímicas, conservándose los niveles de albúmi- ción de la talla da una idea de la cronicidad de la MPE. La re-
na y otras proteínas viscerales. En escasas ocasiones se cuperación del peso del niño conduce a la recuperación
presenta una anemia moderada. posterior de la talla. Se debe recordar que un paciente con
Malnutrición secundaria. La MPE secundaria a enfermedad MPE a expensas de un déficit proteico puede no presentar
normalmente se debe a un déficit energético y proteico com- modificaciones importantes del peso debido a la acumula-
binado. Las manifestaciones clínicas de la enfermedad se su- ción de líquidos.
perponen a las de la MPE. Las consecuencias de la MPE pue- Otros marcadores útiles para evaluar y observar la recupe-
den ser crónicas y moderadas, como la pérdida de peso en ración del estado nutricional son la medición del pliegue cu-
adultos o el retraso del crecimiento en niños, o agudas y gra- táneo tricipital (PCT) con la ayuda de un lipocalibrador de
ves, como la caquexia y la anasarca producida por hipoalbu- presión constante (normal, 12 mm en el varón y 25 mm en la
minemia intensa. En el caso de pacientes obesos, la hipoal- mujer entre los 25 y 75 años) y la medida del perímetro bra-
buminemia puede aparecer aunque el paciente tenga un quial (PB) con la ayuda de una cinta métrica. La primera me-
aspecto normal o incluso presente sobrepeso. dida guarda una estrecha relación con la cantidad de grasa
subcutánea periférica del individuo. La segunda refleja tam-
Diagnóstico, evaluación y clasificación. Cuando el grado bién de forma grosera la cantidad de masa muscular periféri-
de desnutrición es importante, una simple inspección del in- ca. Se considera que un paciente tiene riesgo de padecer
dividuo es suficiente para diagnosticar una MPE. Sin embar- una MPE cuando el PCT es inferior al 50% del considerado
go, muchas veces la MPE no es tan evidente. Para realizar el normal. Con la ayuda de estos dos marcadores es posible
diagnóstico es necesario tanto evaluar los factores de riesgo calcular de la siguiente forma el área muscular del brazo
capaces de desencadenar una MPE como efectuar la explo- (AMB):
ración clínica dirigida al estado nutricional y un estudio an- AMB = [PB en cm – (0,314 PCT en mm)2] / 4 π
tropométrico y de laboratorio.
Anamnesis. Es necesario conocer la evolución del peso (Es necesario restar 10 y 6,5 al resultado según se trate de
del individuo. Si se trata de un niño se debe reconstruir, si es varones o mujeres, respectivamente). Los valores de normali-
posible, la curva de peso y talla y compararla con las curvas dad del AMB son de 50 en el varón y 31 en la mujer entre los
de referencia. La alteración de la curva de peso o talla será 25 y 54 años y de 52 y 35, respectivamente, entre los 55 y 75
indicativa de que existe una anomalía que condiciona dicha años. La presencia de un AMB inferior al 70% del normal en-
modificación. En el caso del adulto es útil calcular el porcen- tre los 25 y 54 años e inferior al 65% del normal entre los 55 y
taje de peso perdido, según la siguiente fórmula: 75 años puede considerarse indicativa de riesgo de MPE. Los
otros métodos de estudio de la composición corporal se ha-
llan relegados a la investigación debido a la dificultad para
Porcentaje de peso perdido = [(Peso habitual – Peso ac- su aplicación y a su coste.
tual) × 100]/Peso habitual Evaluación de laboratorio. La disminución de las concen-
traciones plasmáticas de las proteínas totales y sus diferentes
Una pérdida de peso del 1-2% en una semana, del 5% en fracciones son los mejores indicadores de malnutrición pro-
un mes, del 7,5% en 3 meses o del 10% en 6 meses se consi- teica (tabla 15.83). Se debe recordar que estos marcadores
dera significativa y tiene que poner sobre alerta. Hay que re- varían en función del estado de hidratación del individuo. La
cordar que un paciente obeso puede presentar una MPE prealbúmina y la proteína transportadora del retinol, al tener
manteniendo un peso normal o superior al ideal. una vida media muy corta, son útiles como marcadores rápi-
Es también imprescindible, tanto para el diagnóstico dos de una renutrición correcta. La transferrina sérica, con
como para controlar la evolución de la MPE, conocer la in- una vida media de 8-9 días, puede estimarse indirectamente
gesta y la tolerancia de los nutrientes que recibe el paciente. mediante la siguiente fórmula:
Asimismo, se debe establecer la causa de la MPE para orien-
tar la terapéutica tanto nutricional como de la enfermedad Transferrina = (0,8 × capacidad total de fijación
causante. Por último, hay que conocer los síntomas gastroin- del hierro) - 43

1987
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.83. Proteínas séricas utilizadas para la evaluación del estado nutricional
Intervalo de
Proteína sérica Vida media (días) Función Comentarios
normalidad
Albúmina 14-20 35-50 g/L Mantenimiento de la presión Es fácil su determinación por métodos
oncótica plasmática, transportadora colorimétricos, inmunológicos o
de pequeñas moléculas mediante electroforesis
Transferrina 8-9 2,0-3,2 g/L Transporta el Fe++ en plasma hacia La ingesta de hierro altera sus niveles
la médula ósea y tejidos plasmáticos. Aumenta durante el
embarazo, tratamiento con estrógenos
y hepatitis
Disminuye en la enfermedad inflamatoria
intestinal, nefropatía, infección crónica,
uremia y estados catabólicos agudos
Puede medirse indirectamente o por
métodos inmunológicos
Prealbúmina 2-3 0,2-0,5 g/L Se une a la T3 y en menor grado a Aumenta en los pacientes con
la T4. Transportador de la proteína insuficiencia renal crónica o en
transportadora del retinol hemodiálisis. Disminuye en estados
Transportadora de vitamina A y, catabólicos agudos, hipotiroidismo
eventualmente, de timulina y poscirugía. Determinación inmunológica
Proteína 0,5 0,037 ± 0,007 Transportadora de la vitamina A en Catabolizada en las células renales
transportadora plasma. Se une a la prealbúmina tubulares proximales. Las enfermedades
del retinol renales aumentan los niveles y la vida
media de la proteína. Disminuye en la
hipovitaminosis A, estados catabólicos
agudos, poscirugía, hipertiroidismo
Determinación inmunológica
Los niveles de todas las proteínas son influidos por el estado de hidratación del paciente y la disfunción hepática. En el caso de la proteína transportadora del reti-
nol, los valores de normalidad son sólo indicativos dependiendo de cada laboratorio. Los valores de normalidad varían en función de la edad y del sexo. La mayo-
ría de estas proteínas son sintetizadas en el hígado.

En la tabla 15.82 se detallan otros parámetros de laborato- de intoxicación por agua y sodio en ciertos tipos de MPE,
rio útiles en la valoración de la MPE. La cantidad de proteína hay que reducir los aportes de agua y sodio, excepto si existe
muscular puede estimarse a partir de la determinación de la deshidratación. Hay que intentar compensar las pérdidas in-
excreción urinaria de creatinina en 24 h. Los niveles de nor- sensibles, digestivas o por acumulación en un tercer espacio,
malidad pueden obtenerse multiplicando las referencias in- en el caso de que existan. Dado que la fijación de potasio se
dividuales del peso por la talla por 23 o por 18 según se trate encuentra comprometida cuanto mayor es el déficit protei-
de varones o mujeres, respectivamente. En la MPE descien- co, el aporte potásico debe en principio limitarse para evitar
den también el número de linfocitos circulantes y el pacien- una hiperpotasemia, aumentándolo progresivamente mien-
te presenta una disminución de la sensibilidad a antígenos, tras se monitorizan su eliminación urinaria y la función car-
como la tuberculina o la candidina. díaca. Otras complicaciones electrolíticas asociadas a la
renutrición son la hipopotasemia, la hipocalcemia, la hipo-
Pronóstico. Existe una clara relación entre los diferentes magnesemia y la hipofosfatemia. El relanzamiento anabólico
marcadores del estado nutricional, el número de complica- secundario a la renutrición puede provocar un déficit de
ciones hospitalarias que presenta el enfermo, la morbilidad y electrólitos debido a las altas demandas de los tejidos, con
la mortalidad. Los marcadores más indicativos del pronósti- aparición de alteraciones neurológicas y cardíacas importan-
co del paciente son: la pérdida de peso, el peso del paciente, tes, como arritmias o muerte súbita.
el número de linfocitos, las concentraciones de albúmina o En las primeras horas se debe intentar también mantener
transferrina y la alteración de las pruebas cutáneas a antíge- el estado hemodinámico del paciente y utilizar, en caso nece-
nos. Se debe recordar que la incidencia de infección, otras sario, la perfusión de albúmina, plasma o sangre. En ocasio-
complicaciones de la cirugía y el número de días de ingreso nes se requiere asistencia ventilatoria. Del mismo modo, se
hospitalario son superiores en los pacientes con MPE. Ésta intentará mantener la temperatura corporal. Otro de los obje-
puede asimismo ocasionar secuelas mentales a largo plazo tivos de esta fase es el de mantener la homeostasia de la glu-
en el niño cuando se presenta durante la fase de desarrollo cosa mediante la perfusión de una cantidad limitada y conti-
del sistema nervioso. Durante la gestación, la MPE se acom- nua de glucosa en el caso de no poder utilizar la vía
paña de mayor mortalidad perinatal, prematuridad y bajo enteral. El estrés metabólico junto a la MPE provoca una dis-
peso al nacer. minución de la utilización periférica de la glucosa y el riesgo
de una hiperglucemia, que puede producir diuresis osmótica
Tratamiento. El proceso de renutrición dependerá en gran y coma hiperosmolar. Asimismo, la glucosa puede tener un
medida del grado de desnutrición y estrés metabólico o in- efecto antinatriurético. Un aporte excesivo puede manifestar-
feccioso que padezca el paciente, así como de la enferme- se por retención de sodio y agua con aumento brusco del
dad de base. Tanto las medidas que se planteen como los peso y aparición de edemas y oliguria. Para evitar estos efec-
nutrientes que se utilicen y sus vías de administración serán tos al administrar glucosa deben monitorizarse la glucemia y
individualizadas y se modificarán en función de la respuesta la osmolalidad plasmática y urinaria. Debido al alto riesgo de
del paciente. En el proceso de renutrición el médico debe infección que entraña la MPE, hay que tomar una serie de
adaptarse a las capacidades funcionales que presenta el en- medidas para tratar y prevenir las infecciones. Se deben
fermo, pensando en todo momento que éste es muy suscepti- adoptar estrictas medidas de asepsia y buscar exhaustivamen-
ble a cualquier agresión externa. El médico debe respetar los te focos de infección. No se debe utilizar antibioticoterapia si
límites de capacidad metabólica y funcional que presenta a no existen pruebas evidentes de sobreinfección. Hay que te-
cada momento el paciente. ner presentes las modificaciones farmacodinámicas induci-
En el caso de desnutrición grave, en las primeras horas de das por la MPE. Por ejemplo, los fármacos como la gentamici-
tratamiento se deben adoptar medidas de urgencia encami- na que se distribuyen por el líquido extracelular aumentarán
nadas a mantener los procesos vitales. Debido al alto riesgo su espacio o volumen de distribución. Los fármacos que se li-

1988
NUTRICIÓN

gan a la albúmina presentarán una disminución del volumen Cabe destacar que las vitaminas se utilizan, en algunos ca-
de distribución. Los procesos de absorción y eliminación in- sos, para el tratamiento de otras enfermedades no deficita-
testinales pueden estar alterados, por lo que es necesario rias y que probablemente en un futuro se emplearán en la
ajustar las dosis de fármacos de forma individualizada. prevención de ciertos procesos patológicos.
En la segunda fase se debe intentar administrar los nutrien-
tes necesarios para la recuperación funcional. Esta sustitución
se ha de realizar paulatinamente para prevenir los efectos no- Vitamina A
civos de la administración de cantidades que sobrepasen las
capacidades absortivas o metabólicas del paciente. Una vez La vitamina A (retinol) puede ingerirse o sintetizarse a par-
alcanzada la estabilidad se cubrirán las necesidades de proteí- tir de los carotenoides de la dieta. Es necesaria para la inte-
nas (0,8 g/kg y día), energía (30 kcal/kg y día) y de otros nu- gridad de las mucosas, el mantenimiento de una visión nor-
trientes. Deben aportarse cantidades extra para recuperar los mal, el desarrollo dentario, la osificación y la síntesis de
capitales perdidos. Puede emplearse la vía oral, la vía enteral ciertas hormonas. Debido al papel que desempeña en la dife-
mediante una sonda, una gastrostomía o enterostomía, o la vía renciación celular y a su alto poder antioxidante, que prote-
parenteral. La vía oral es la más fisiológica y, por ello, la prefe- ge a las membranas celulares de las lesiones causadas por ra-
rida. La no funcionalidad del tubo digestivo gastrointestinal dicales libres, es probable que tenga un papel importante en
contraindica la administración de nutrientes por vía oral o en- la prevención de ciertos cánceres de origen epitelial. La vita-
teral (véase Soporte nutricional artificial). La diarrea es otra de mina A participa también en los procesos de destoxificación
las complicaciones frecuentes cuando se utiliza la vía oral o al ser un inductor del citocromo P450 microsomal. Los carote-
enteral debido a la atrofia de las microvellosidades del intesti- noides deben convertirse en retinol en la luz intestinal para
no y a la disminución de la actividad de las disacaridasas que ser activos. Alrededor de la mitad de los carotenos absorbi-
acompañan a la MPE. El aumento lento de los aportes de nu- dos se convierten en vitamina A, si bien sólo se utiliza una
trientes y la utilización de dietas pobres en grasas y exentas de cuarta parte de los carotenos de la dieta. La absorción de-
lactosa pueden prevenir la diarrea. pende de la integridad de la mucosa intestinal, las sales bilia-
res, la ingesta de grasas y las concentraciones de hormonas
Prevención. La prevención de la MPE, más que su trata- tiroideas. Una vez absorbida, la vitamina A es transportada
miento, es el objetivo básico en los países en vías de desarro- por los quilomicrones y almacenada en grandes cantidades
llo. Esta prevención es sin lugar a dudas difícil e incluso im- en el hígado, donde se liga a una proteína específica para el
posible sin la aplicación de medidas que promuevan el retinol.
desarrollo y la educación. La vacunación sistemática, el uso
de suplementos nutricionales en grupos de especial riesgo
(niños y gestantes) y la monitorización del crecimiento de Requerimientos
los niños también pueden ser de gran utilidad. En los países
industrializados deben evaluarse sistemáticamente los facto- Las cantidades recomendadas son de 1.000 µg/día de equi-
res de riesgo de MPE, el peso, la talla y la albúmina en todo valentes retinol (5.000 U/día) para el varón y 800 µg/día
paciente que ingresa en el hospital. Una evaluación nutricio- (4.000 U/día) para la mujer adulta. Un equivalente retinol es
nal más exhaustiva, incluyendo la valoración de la ingesta, igual a 3,33 U de retinol y 10 U de betacaroteno. Las principa-
es imprescindible para evitar el desarrollo de una MPE intra- les fuentes de retinol son el hígado, aceites de hígado, vísce-
hospitalaria y sus consecuencias en los pacientes considera- ras, huevos, mantequilla y leche de vaca. Son ricos en carote-
dos de riesgo. noides especialmente los alimentos de origen vegetal, como
zanahorias, espinacas y otras verduras de hoja verde, bonia-
tos, aceite de palma y ciertas frutas. La vitamina A es relativa-
mente estable a las temperaturas de cocción usuales.
Deficiencia y exceso de vitaminas
Deficiencia
Las vitaminas son aportadas por la alimentación, si bien
algunas pueden ser sintetizadas por el organismo o por las El déficit en vitamina A es uno de los más extendidos en el
bacterias de la luz intestinal en pequeñas cantidades. En ge- mundo, y puede ser considerado como un problema de sa-
neral, las vitaminas hidrosolubles se almacenan en peque- lud pública en los países en vías de desarrollo. Los niños en
ñas cantidades en el organismo. Si su ingestión es elevada, edad preescolar (1-5 años) y las mujeres embarazadas son
se produce un aumento rápido de su excreción, que no se los grupos más vulnerables a la deficiencia. Otros grupos po-
acompaña de un incremento considerable de sus concentra- blacionales con especial riesgo en los países desarrollados
ciones en tejidos o plasma. Si el aporte de una vitamina hi- son: a) ancianos; b) alcohólicos; c) pacientes con enferme-
drosoluble es deficitario, las manifestaciones clínicas apare- dades que provocan malabsorción de grasas; d) pacientes
cen en pocas semanas o meses (excepto para la vitamina que ingieren aceites minerales o ciertos laxantes, y e) pacien-
B12). En el caso de las vitaminas liposolubles, la absorción es tes en tratamiento prolongado con colestiramina, colestipol
similar a la de las grasas, y sus reservas pueden ser muy im- o neomicina.
portantes, por lo que las manifestaciones clínicas de caren-
cia son más tardías. Cuadro clínico. La primera manifestación es la aparición de
Actualmente, raras veces se produce el déficit aislado de ceguera nocturna (hemeralopía), que puede detectarse in-
una vitamina debido a una dieta deficiente. El déficit puede cluso con métodos muy sencillos. Posteriormente aparecen
producirse por la presencia de otras sustancias de la dieta o xerosis conjuntival (conjuntiva de aspecto mate) y manchas
medicamentos que alteren su absorción o biodisponibilidad de Bitot, de color nácar, que se inician en la región tempo-
o por factores que interfieran en el metabolismo normal de ral de la conjuntiva. La xerosis corneal (lesiones puntiformes
la vitamina y su excreción. A menudo los pacientes presen- visibles con lámpara posfluoresceína) y la ulceración cor-
tan más de una deficiencia vitamínica y en general se acom- neal se desarrollan en estadios avanzados de deficiencia has-
paña de MPE. En la actualidad, el alcoholismo y el uso ta provocar perforación corneal y destrucción del globo ocu-
prolongado de medicamentos para el tratamiento de enfer- lar. Los signos extraoculares más característicos son: a) hi-
medades crónicas son las causas más frecuentes de hipovita- perqueratosis folicular y atrofia de las glándulas sebáceas
minosis. Para evitar las consecuencias de la deficiencia vita- que dan a la piel un aspecto seco y rugoso; b) anemia, y
mínica es importante conocer los procesos que más a c) aumento de la frecuencia e intensidad de las infecciones.
menudo se asocian a carencias, así como los grupos pobla- La deficiencia de vitamina A en la dieta se ha asociado a
cionales con mayor riesgo. una mayor prevalencia de cáncer de origen epitelial.

1989
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

Diagnóstico. La demostración de ceguera nocturna y/u por arreflexia, oftalmoplejía y disminución de la sensación
otros signos oculares junto con unos valores anormalmente propioceptiva y vibratoria debido a la afectación de la co-
bajos de retinol plasmático son los mejores indicadores de la lumna posterior y el tracto espinocereberal.
deficiencia.
Diagnóstico. El método más usado consiste en determinar
Tratamiento. Dada la alta prevalencia de hipovitaminosis A los niveles séricos de vitamina E con respecto a los niveles
en los países subdesarrollados está indicada la prevención séricos lipídicos.
sistemática de grupos de riesgo mediante la administración
de 200.000 U de vitamina A asociadas a 40 U de vitamina E Tratamiento. Se lleva a cabo mediante la administración de
en forma de cápsulas, cada 6 meses a la población infantil. 50-100 U/día de vitamina E. Se ha preconizado su uso para la
La administración parenteral de una solución acuosa conte- prevención y el tratamiento de diversas enfermedades debi-
niendo 100.000 U de vitamina está especialmente indicada si do a su poder antioxidante, aunque las dosis preventivas pa-
existe dificultad para usar la vía digestiva. Dichas medidas se recen ser más altas que las especificadas en los requerimien-
han mostrado eficaces en la reducción de la mortalidad liga- tos clásicos.
da a las enfermedades infecciosas. La hemeralopía, la xero-
sis conjuntival, las manchas de Bitot y la xerosis corneal son
reversibles con el tratamiento.
Toxicidad
Aunque menos tóxica que las otras vitaminas liposolubles,
Toxicidad el aporte de cantidades elevadas de vitamina E puede au-
mentar los requerimientos de vitamina K y alargar el tiempo
La administración aguda de grandes dosis de vitamina A de protrombina. El aporte parenteral de vitamina E puede
se asocia con la aparición de vómitos, cefaleas, convulsiones asociarse a la aparición de hepatosplenomegalia, ictericia
y otros signos de hipertensión intracraneal, como papilede- colestásica, ascitis y trombocitopenia en el niño prematuro.
ma, que configuran un cuadro de seudotumor cerebral. La
toma crónica de dosis moderadas durante meses puede cau-
sar pérdida de cabello y aparición de sequedad cutánea con Vitamina K
prurito. El uso de vitamina A en dosis farmacológicas duran-
te el embarazo se ha asociado a mayor incidencia de malfor- La vitamina K existe en dos formas naturales: como vitami-
maciones congénitas. na K1 (filoquinona) en los vegetales verdes y como vitamina
K2 (menaquinona) en los animales y producida por las bac-
Vitamina D terias intestinales. Es necesaria para la síntesis de protrombi-
na (factor II) y de otros factores de la coagulación (VII, IX y
X), por lo que su deficiencia altera el proceso normal de coa-
La vitamina D se expone en el capítulo Reumatología gulación. Otras de sus funciones incluyen el transporte de
(metabolismo del calcio y del fósforo). electrones y el crecimiento. Alrededor de la mitad de la vita-
mina K es producida por las bacterias intestinales. La absor-
Vitamina E ción se realiza en el intestino delgado y requiere la presencia
de sales biliares.
La actividad de la vitamina E está condicionada por dife-
rentes tocoferoles y tocotrienoles presentes en la dieta. De Requerimientos
los ocho componentes, el D-α-tocoferol es el más importante.
La vitamina E es un antioxidante que protege a los ácidos Las cantidades recomendadas en el adulto son de 60-80
grasos poliinsaturados de las membranas y otras estructuras µg/día. Las principales fuentes de esta vitamina, que es sensi-
celulares de la acción de los radicales libres. Se absorbe en ble al pH ácido o alcalino y a la irradiación, son espinacas,
el intestino, al igual que las otras vitaminas liposolubles, por coliflor, hígado y riñones.
vía linfática, se liga luego a las lipoproteínas y es almacenada
sobre todo en tejido adiposo, hígado y músculo. Su excre- Deficiencia
ción se produce principalmente a través de la bilis, aunque
ciertos metabolitos pueden excretarse por la orina. La deficiencia en el aporte de vitamina K es raro en los paí-
ses desarrollados. El recién nacido presenta un mayor riesgo
de carencia debido a que sus reservas vitamínicas son limita-
Requerimientos das y la producción bacteriana es escasa. La deficiencia pue-
La cantidad de vitamina E recomendada, expresada en de originarse también por el uso continuado de antibióticos
equivalentes α-tocoferol/día, son de 10 mg (15 U) para los que destruyen la flora intestinal y por la malabsorción que
varones y de 8 mg (12 U) para las mujeres. La ingestión ele- condicionan ciertas enfermedades intestinales.
vada de ácidos grasos poliinsaturados aumenta los requeri-
mientos de esta vitamina. El consumo de grandes cantidades Cuadro clínico. La deficiencia de vitamina K se caracteriza
de selenio u otros antioxidantes retrasan la aparición de la por el aumento del riesgo de sangrado sobre todo en el re-
deficiencia. Este grupo vitamínico se encuentra ampliamente cién nacido, con disminución al 70% o menos de la tasa de
distribuido en los alimentos. protrombina. La deficiencia de esta vitamina debe distinguir-
se de la hipoprotrombinemia secundaria a una enfermedad
Deficiencia hepática. El aumento en plasma del precursor no carboxila-
do es indicativo de deficiencia de vitamina K.
La carencia aislada de vitamina E es muy rara. Se ha des-
crito en pacientes que presentan una malabsorción (enfer- Tratamiento. El tratamiento con vitamina K consigue una
medad de Crohn, enfermedad celíaca, atresia de las vías bi- mejora rápida de las alteraciones, incluyendo la recupera-
liares, abetalipoproteinemia). Recientemente se ha descrito ción del tiempo de protrombina. Los preparados liposolubles
la deficiencia familiar de vitamina E como un error innato poseen menor toxicidad.
del metabolismo condicionado por la dificultad de incorpo-
ración de la vitamina E a las VLDL.
Toxicidad
Cuadro clínico. La deficiencia de vitamina E no puede con- Dosis altas de vitamina K por vía parenteral pueden produ-
siderarse una entidad clínica definida. Puede manifestarse cir anemia hemolítica en el recién nacido.

1990
NUTRICIÓN

Vitamina C hierro no hemínico. Los beneficios asociados a su capacidad


antioxidante no han sido demostrados.

La vitamina C existe en dos formas, el ácido ascórbico y el


ácido deshidroascórbico. La vitamina C tiene diferentes fun-
Toxicidad
ciones: a) participa en las reacciones de oxidación-biorre- El uso prolongado de ácido ascórbico en grandes dosis
ducción y en la transferencia de hidrógeno; b) interviene en puede interferir en la absorción de la vitamina B12, aumentar
la formación de colágeno intracelular; c) es un precursor del las concentraciones sanguíneas de estrógenos en la mujer,
oxalato; d) participa en la conversión de ácido fólico en folí- causar uricosuria, facilitar la formación de cálculos renales
nico; e) es necesaria para la síntesis de hormonas esteroides de oxalato y provocar la intoxicación por hierro en pacientes
a partir del colesterol; f) interviene en la absorción del hierro que requieren transfusiones crónicas de sangre.
por el tracto gastrointestinal; g) contribuye en la conversión
de alanina en tirosina; h) es importante para la función inmu-
ne y la cicatrización; i) es un potente antioxidante, y j) parti-
cipa en los sistemas enzimáticos de destoxificación. La vita-
Tiamina
mina C se absorbe rápidamente en el intestino delgado
distal. Cuando los tejidos se encuentran saturados, el exceso La tiamina se encuentra en la dieta en forma libre, ligada a
de vitamina se excreta por la orina en forma de ácido ascór- una carboxilasa (tiaminpirofosfato), o en forma de complejo
bico y sus metabolitos, disminuyendo su absorción. proteína-fosfato. La tiamina, unida a la carboxilasa, es esen-
cial como coenzima en el metabolismo de los alfacetoácidos
y alfacetoazúcares. Es vital para múltiples reacciones del me-
Requerimientos tabolismo energético, en especial, de los hidratos de carbo-
La cantidad recomendada para ambos sexos es de 60 no. También es cofactor de la transcetolasa, enzima necesa-
mg/día, aunque con 10 mg/día se previene el escorbuto. Du- ria para el ciclo de las pentosas y la síntesis de acetilcolina.
rante la gestación y la lactancia las recomendaciones se in- La tiamina se absorbe en el duodeno y el yeyuno por difu-
crementan en 10 y 35 mg/día, respectivamente. La toma de sión pasiva o transporte activo. Su reducción se manifiesta
contraceptivos orales y el uso de tabaco aumentan los reque- por una disminución de sus niveles tisulares y en orina.
rimientos. La vitamina C se encuentra sobre todo en cítricos
y vegetales. El ácido ascórbico se destruye fácilmente por
oxidación al ser sensible al calor y al pH alcalino. El almace-
Requerimientos
namiento y la cocción disminuyen el contenido vitamínico La cantidad de tiamina recomendada en el adulto es de
de los alimentos. 0,5 mg/1.000 kcal. Debido a la disminución de su utilización
en el anciano se recomiendan aportes superiores a 1 mg/día,
aunque la dieta sea inferior a 2.000 kcal. Durante la gestación
Deficiencia y la lactancia aumentan sus requerimientos. Las mejores
Los siguientes grupos poblacionales se encuentran espe- fuentes son los cereales enteros, germen de trigo, soja, avella-
cialmente en riesgo de presentar una carencia en los países nas, alubias y carne de cerdo o ternera. La tiamina es sensi-
desarrollados: a) individuos mayores de 65 años debido a un ble al pH alcalino y a la exposición prolongada al calor o la
déficit en la dieta; b) niños durante el segundo semestre de cocción. Algunos alimentos (pescado, café, té y otros vegeta-
vida alimentados con leche de vaca no suplementada; c) in- les) contienen tiaminasas que la destruyen.
dividuos que ingieren dietas macrobióticas o irracionales, y
d) alcohólicos.
Deficiencia
Cuadro clínico. La mayoría de las manifestaciones clínicas Se ha observado un cuadro clínico de deficiencia en los si-
del déficit de vitamina C son secundarias al defecto de for- guientes casos: a) aporte insuficiente debido a la toma de
mación de colágeno. En adultos puede producir malestar ge- dietas a base de arroz; b) alcoholismo, debido al déficit de su
neral, letargia, dolor articular, anemia, susceptibilidad a las ingesta, a una disminución del almacenamiento hepático y
infecciones y dificultad en la cicatrización. El escorbuto o es- a una reducción del transporte y la absorción intestinales;
tado avanzado de la enfermedad se produce tras varios me- c) inicio de la recuperación nutricional mediante alimenta-
ses de una dieta deficiente y se caracteriza por la aparición ción artificial rica en hidratos de carbono, debido al aumen-
de hemorragias perifoliculares, púrpura y equimosis de las to de las necesidades de esta vitamina para el metabolismo
extremidades, hemorragias musculares y articulares y pérdi- intermediario; d) recuperación nutricional del paciente alco-
da de los dientes. En estados muy avanzados puede haber ic- hólico, y e) ciertas enfermedades crónicas, como la diabetes
tericia, edema, fiebre, convulsiones y muerte. En el niño se o el cáncer.
manifiesta por retraso de crecimiento, fiebre, irritabilidad,
náuseas, vómitos, dolor óseo por hemorragia del periostio y Cuadro clínico. La deficiencia en tiamina produce anore-
deformaciones del esternón. xia, retraso de crecimiento y pérdida de peso. Posteriormen-
te se caracteriza por la aparición de manifestaciones neuro-
Diagnóstico. El diagnóstico se realiza por presunción clíni- lógicas, cardíacas y cerebrales. Según las manifestaciones
ca. La radiología es útil para demostrar elevaciones del pe- clínicas, la enfermedad puede dividirse en: a) beriberi seco,
riostio, alteraciones de la calcificación y fracturas. Las con- con síntomas predominantemente neuromusculares, como
centraciones plasmáticas de ácido ascórbico se encuentran dolor, disminución de la sensibilidad y parestesias en las
reducidas, aunque este dato es inespecífico. Otro método uti- piernas y, a veces, en los brazos; b) beriberi húmedo, con pre-
lizado es la determinación del contenido de ácido ascórbico dominio de síntomas neuromusculares, edemas, anorexia,
de los leucocitos o las plaquetas. malestar y debilidad, y c) beriberi cardíaco, en ocasiones
confundible con el hipertiroidismo, caracterizado por cardio-
Tratamiento. Dosis de 50-100 mg/día de ácido ascórbico me- megalia, taquicardia sinusal, edemas periféricos por insufi-
joran la clínica en pocos días. Se han utilizado o preconizado ciencia cardíaca y retención de agua y sodio que responde
megadosis en diversas situaciones. La terapia con vitamina C rápidamente a la administración de tiamina. El síndrome de
no ha sido eficaz en el tratamiento del resfriado común. Su Wernicke-Korsakoff, que se presenta a menudo en el pacien-
eficacia en el tratamiento del cáncer o de la infección urina- te alcohólico, consiste en la aparición de vómitos, nistagmo
ria refractaria es asimismo dudosa. El tratamiento con esta vi- horizontal, oftalmoplejía, pérdida de memoria, confabula-
tamina puede ser útil para mejorar la absorción intestinal del ción y otras alteraciones mentales.

1991
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

Diagnóstico. Las concentraciones urinarias de tiamina o sus Diagnóstico. La excreción urinaria de riboflavina está deter-
metabolitos reflejan la ingestión reciente de esta vitamina. La minada por la ingestión reciente, por lo que es un mal indi-
mejor prueba diagnóstica consiste en medir la actividad de cador de déficit a medio o largo plazo. La determinación de
la transcetolasa eritrocitaria antes y después de la adición la actividad de la enzima glutatión-reductasa intraeritrocita-
de tiamindifosfato in vitro. El aumento de actividad de esta ria antes y después de la incubación in vitro con FAD es la
enzima sugiere la deficiencia en tiamina. Otra prueba válida prueba funcional más utilizada para el diagnóstico, aunque
de diagnóstico consiste en observar la evolución de las mani- presenta importantes limitaciones.
festaciones clínicas después de la suplementación.
Tratamiento. El déficit clínico se trata con 10-15 mg/día de
Tratamiento. Se realiza con 50-100 mg/día de tiamina por riboflavina por vía oral. La administración intravenosa se re-
vía intramuscular o intravenosa durante una semana. La ma- serva para el paciente con problemas intestinales que dificul-
yoría de los síntomas de carencia mejoran en las primeras tan el uso de la vía oral.
48 h. Al término de una semana deben administrarse 5-
10 mg/día por vía oral.
Toxicidad
No se ha descrito en el ser humano.
Toxicidad
Por vía oral no se han descrito intoxicaciones. En el caso
de administración intravenosa se ha observado la aparición Niacina
de hipotensión, taquicardia y edemas de causa desconocida.
Niacina es el término utilizado para designar el ácido nico-
tínico, la niacinamida o nicotinamida y otras sustancias deri-
Riboflavina vadas. La niacina es un componente vital de las coenzimas
NAD y NADP que participan en multitud de procesos meta-
Para ser metabólicamente activa, la riboflavina debe con- bólicos, especialmente en la glucólisis anaerobia, la fosforila-
vertirse en sus derivados fosforilados flavinamononucleótido ción oxidativa y la oxidación y biosíntesis de los ácidos gra-
(FMN) y flavinadenindinucleótido (FAD). Estas coenzimas sos. La niacina se absorbe en el intestino delgado, siendo sus
son esenciales para: a) el sistema enzimático respiratorio; reservas limitadas, por lo que debe ingerirse regularmente. El
b) la degradación oxidativa de los ácidos grasos de cadena exceso se excreta por la orina en forma de ácido nicotínico,
corta; c) el transporte de oxígeno a los tejidos; d) la oxidación nicotinamida o de derivados, como la N-metilnicotinamida.
y conversión de aminoácidos en alfacetoácidos; e) la oxida- El triptófano es un aminoácido esencial precursor de la nia-
ción de las purinas, y f) el mantenimiento del epitelio y las cina, cuya conversión depende del aporte óptimo de pirido-
mucosas. La riboflavina se absorbe en el intestino delgado. xina y vitamina B6. Se considera que 60 mg de triptófano se
Su fosforilación y, por consiguiente, su activación ocurren en convierten en 1 mg de niacina.
la pared intestinal. La albúmina y ciertas inmunoglobulinas
son las principales proteínas que participan en su transporte,
almacenándose especialmente en el hígado y el riñón.
Requerimientos
Dependen del contenido en triptófano de la dieta. En el
adulto se recomienda un aporte de 13-19 mg/día, cantidad
Requerimientos que aumenta durante la gestación y la lactancia. Los alimen-
Las recomendaciones se cifran en 1,4-1,7 mg/día para el tos proteicos de origen animal (carne, leche, huevos) son ri-
varón y 1,2-1,3 mg/día para la mujer, aumentándolas ligera- cos tanto en niacina como en triptófano. Algunos alimentos
mente durante la gestación y la lactancia. La mayor parte de de origen vegetal también los contienen. La niacina es esta-
la riboflavina de la dieta en los países desarrollados proviene ble a pH ácido y básico, a la luz, al calor y a la oxidación.
de la leche y sus derivados, la carne, los huevos, el pescado
y los cereales. La biodisponibilidad de esta vitamina depen-
de del contenido en cobre, cinc, ácido ascórbico y fibra. La
Deficiencia
riboflavina es relativamente estable al calor y los agentes oxi- Se han observado deficiencias clínicas en diferentes situa-
dantes, aunque es destruida rápidamente por el pH alcalino ciones: a) experimentalmente con dietas exentas de niacina
y por la luz solar. y triptófano; b) en ciertas poblaciones alimentadas con die-
tas basadas en maíz; c) en pacientes con nutrición artificial;
d) en alcohólicos crónicos que desarrollan un déficit de ab-
Deficiencia sorción y metabolismo de la vitamina; e) en pacientes con
La deficiencia en riboflavina, también denominada arribo- errores innatos del metabolismo de los aminoácidos debido
flavinosis, es una de las más frecuentes. Las causas son diver- a la deficiencia del transporte intestinal y renal del triptófa-
sas: a) ingestión inadecuada (frecuente en países orientales); no; f) en pacientes con desnutrición grave y otras deficien-
b) alcoholismo crónico, que produce una disminución de la cias vitamínicas, y g) en el síndrome carcinoide debido a un
absorción y la biodisponibilidad de la vitamina; c) toma de aumento del metabolismo del triptófano.
fármacos, como clorpromazina, amitriptilina y ciertos anti-
cancerígenos, que alteran el metabolismo de la vitamina; Cuadro clínico. La pelagra o deficiencia en niacina puede
d) sepsis, politraumatismo y diálisis por aumento de la excre- manifestarse por: a) afectación de la piel y las mucosas: glo-
ción; e) enfermedades gastrointestinales que provocan mal- sitis, estomatitis, lengua dolorosa, dermatitis bilateral de las
absorción; f) hipotiroidismo y diabetes; g) betatalasemia, y zonas expuestas al sol; b) diarrea rebelde por atrofia de las mi-
h) fototerapia utilizada en el control de la hiperbilirrubine- crovellosidades intestinales; c) alteraciones neuropsiquiátri-
mia neonatal, que destruye la riboflavina. cas: irritabilidad, dificultad para concentrarse, confusión, de-
sorientación, alucinaciones y demencia, y d) otras manifesta-
Cuadro clínico. A menudo se asocian manifestaciones de ciones, como anorexia, retraso de crecimiento y pérdida de
otras carencias vitamínicas del grupo B. El signo más caracte- peso.
rístico es la estomatitis angular. En estadios más avanzados
pueden aparecer glositis, lengua depapilada y magenta, vas- Diagnóstico. La mayoría de las veces el diagnóstico se reali-
cularización corneal, anemia, reticulopenia, retraso mental y za por presunción clínica y la respuesta a la administración
dermatitis seborreica que afecta en especial el área genital, de la vitamina. Son indicativos de deficiencia la disminu-
la región nasolabial y las orejas. ción de los niveles sanguíneos de NAD o NADP y de la ex-

1992
NUTRICIÓN

creción urinaria de sus metabolitos medida por cromatogra- ción de la vitamina; b) por la medición de la excreción uri-
fía líquida de alta presión. naria de ácido 4-piridóxico; c) por el estudio de metabolitos
del triptófano mediante una prueba de sobrecarga con triptó-
Tratamiento. Dosis de 10-30 mg/día son suficientes para co- fano, y d) por la determinación de la actividad de la glutamil-
rregir la deficiencia en pocos días. En el caso de errores inna- transpeptidasa antes y después de añadir fosfato de pirido-
tos del metabolismo de los aminoácidos y el síndrome carci- xal. Esta última prueba es la más aceptada en la actualidad
noide, se recomienda la administración de 50-200 mg/día de como indicativa de deficiencia.
nicotinamida.
Tratamiento. Dosis de 10-20 mg/día corrigen la deficiencia
dietética. Durante la gestación o si se utilizan contraceptivos
Toxicidad orales o isoniazida, son suficientes 30 mg/día de piridoxina
Dosis superiores a 3 g/día de ácido nicotínico producen por vía oral, y si se emplea penicilamina, 100 mg/día. Los sín-
dilatación vascular y sofocación, disminución de los lípidos dromes vitaminodependientes requieren cantidades muy su-
séricos (útil en el tratamiento de ciertas hiperlipoproteine- periores (300-500 mg/día). La efectividad de una suplementa-
mias) y reducción de la utilización de los ácidos grasos del ción en el caso de depresión posgestacional, del síndrome
adipocito durante el ejercicio. En el caso de emplear estas del túnel carpiano y del de tensión premenstrual es dudosa.
dosis, es necesario controlar si existe dolor abdominal, au-
mento de la pigmentación de la piel, hepatotoxicidad, hiper-
uricemia o hiperglucemia. Raras veces provoca arritmias car-
Toxicidad
díacas y úlcera péptica. Se han descrito neuropatías sensitivas tras la administra-
ción de grandes dosis de esta vitamina (superiores a 500
mg/día).
Piridoxina
La piridoxina, la piridoxamina y el piridoxal son las princi- Ácido fólico y vitamina B12
pales formas activas englobadas bajo el término piridoxina.
Esta vitamina participa principalmente en el metabolismo in- Se exponen en el capítulo de Enfermedades del sistema
termediario de los aminoácidos, donde interviene en la trans- eritrocitario (sección Hematología).
aminación, la descarboxilación y la transulfuración. Tam-
bién es necesaria para: a) la conversión del triptófano en nia-
cina; b) la formación de melanina; c) la glucogenólisis; d) la
formación de porfirinas; e) el metabolismo de los ácidos gra-
sos insaturados, y f) la síntesis de anticuerpos y muchos otros Trastornos del metabolismo
procesos metabólicos. Se absorbe en el intestino delgado,
aunque se desconoce el mecanismo. Las reservas son esca- de los oligoelementos
sas. Su exceso se excreta por la orina, básicamente en forma
de derivados, siendo el ácido 4-piridóxico el más importante. La denominación de oligoelemento se aplica a los elemen-
tos químicos presentes en el organismo en una proporción
inferior al 0,01% de la masa corporal. La información actual
Requerimientos sobre algunos de estos elementos es escasa. Los oligoele-
Las necesidades de piridoxina están directamente relacio- mentos actualmente considerados esenciales en el hombre y
nadas con la ingesta proteica (0,02 mg de vitamina B6 por para los cuales se han establecido recomendaciones sobre
gramo de proteínas). Las cantidades recomendadas son los niveles adecuados de aporte son los siguientes: hierro,
2 mg/día para los varones y 1,6 mg/día para las mujeres, sien- cinc, yodo, selenio, cobre, manganeso, flúor, cromo y molib-
do superiores durante la gestación y la lactancia. La piridoxi- deno.
na se encuentra ampliamente distribuida en todos los ali-
mentos. Son especialmente ricos el hígado, la carne, los
frutos secos, los cereales integrales y algunas frutas. La vita- Cinc
mina B6 es sensible a la luz y al pH alcalino, y relativamente
estable al calor. El cinc forma parte de numerosos sistemas enzimáticos. Se
conocen más de 80 enzimas cuyo grupo prostético contiene
Zn, entre las que destacan la anhidrasa carbónica, la fosfata-
Deficiencia sa alcalina, la deshidrogenasa alcohólica y ciertas carboxi-
La deficiencia por falta de aporte con la dieta es relativa- peptidasas y oxidorreductasas. Por ello, es imprescindible
mente rara. Es frecuente asociada a la toma prolongada de para la síntesis de proteínas y ácidos nucleicos. La deficien-
antagonistas de la vitamina B6, como la isoniazida, la ciclose- cia en cinc afecta inmediatamente el crecimiento y la repara-
rina y la penicilamina. La toma de alcohol, el uso de contra- ción celular.
ceptivos orales y la L-DOPA también pueden desencadenarla. Entre el 3 y el 38% del cinc de la dieta se absorbe en el
tubo digestivo proximal. Su absorción disminuye con la in-
Cuadro clínico. La deficiencia produce un síndrome inespe- gesta simultánea de fibra vegetal, fitatos y cantidades eleva-
cífico que incluye dermatitis seborreica, glositis, queilosis, es- das de cobre o calcio. Se excreta por las heces a través de las
tomatitis angular, náuseas, vómitos, neuropatía periférica, secreciones pancreáticas e intestinales y en menos de un 2%
irritabilidad, depresión y convulsiones. Puede aumentar la por la orina. La cantidad excretada por ésta no depende de
formación de cálculos renales debido a hiperoxaluria. la cantidad ingerida, aunque puede incrementarse notable-
Se han descrito diferentes síndromes dependientes de la mente en los estados de estrés metabólico.
piridoxina. Cabe destacar la anemia no ferropénica, microcí- La mayor parte del cinc es intracelular y se distribuye prin-
tica o hipocrómica, que mejora rápidamente tras la adminis- cipalmente en los tejidos óseo y muscular (90%), y el resto,
tración de vitamina B6. Otras manifestaciones dependientes en la piel, el hígado, el páncreas, la retina, la próstata y las
de la piridoxina son las convulsiones y ciertos trastornos del células hemáticas. El 70% del cinc plasmático se encuentra
metabolismo de los aminoácidos. unido a la albúmina, y el resto a una macroglobulina y a cier-
tos aminoácidos. Las reservas musculares y óseas no estable-
Diagnóstico. El diagnóstico se establece: a) por la observa- cen un equilibrio rápido con el resto de tejidos. El pool cor-
ción de la corrección de los signos clínicos tras la administra- poral de cinc disponible es bajo, siendo su renovación muy

1993
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

rápida, lo que favorece la rápida aparición de síntomas ante cos, riñones, hígado y carnes. El contenido en selenio de los
una carencia. vegetales varía en función de la riqueza del suelo en este ele-
mento.
Requerimientos
La cantidad recomendable se ha establecido en 15 mg/día Deficiencia
para el varón y 12 mg/día para la mujer adulta. Durante la Causas. El déficit de selenio con la ingesta se ha descrito en
gestación y la lactancia las necesidades se elevan a 15 mg y zonas geográficas cuyos suelos son pobres en este elemento.
18 mg respectivamente. Está presente sobre todo en las car- En los países occidentales se ha observado principalmente
nes, los lácteos y los cereales, pero se halla ampliamente dis- en pacientes que reciben soporte nutricional parenteral.
tribuido entre los alimentos.
Cuadro clínico. La enfermedad de Keshan descrita en esta
Deficiencia región de China afecta sobre todo a niños y mujeres en edad
fértil y cursa con miocardiopatía y valores bajos de selenio.
Causas. Las manifestaciones clínicas secundarias a la defi- En relación con los déficit asociados a la nutrición parente-
ciencia de cinc en adultos se han descrito principalmente en ral total, se han descrito arritmias, cardiomegalia y miopatías
pacientes que recibían nutrición parenteral pobre o exenta periféricas.
de este elemento y en pacientes con pérdidas exageradas y
mantenidas de líquidos gastrointestinales (malabsorción, fís- Diagnóstico. Las concentraciones plasmáticas de selenio
tulas), así como en los sometidos a diálisis crónica. son útiles para valorar los estados de déficit, aunque depen-
den en gran medida de su ingesta reciente. Los valores eritro-
Cuadro clínico. La manifestación más evidente es la derma- citarios de selenio o la actividad de la glutatión-peroxidasa
titis, que afecta principalmente las zonas oral y genital. Otros intraeritrocitaria son mejores índices de sus reservas.
síntomas y signos son alopecia, alteraciones en el sentido del
gusto, anorexia, retraso en la cicatrización de heridas, dolor Tratamiento. La deficiencia provocada por la falta de apor-
abdominal, diarrea, anomalías inmunológicas y disminución te en la nutrición parenteral total prolongada se trata me-
de los niveles de fosfatasas alcalinas. diante la administración de 100 µg/día de selenio durante
3 semanas.
Diagnóstico. La determinación del nivel plasmático de cinc
no siempre es indicativo de los depósitos corporales, aunque
niveles inferiores a 50 µg/dL asociados a la presencia de ma- Toxicidad
nifestaciones clínicas en pacientes de riesgo sugieren la ne-
cesidad de aumentar el aporte. La ingestión de más de 1 mg/día de selenio provoca la pér-
dida del cabello, alteraciones ungueales, trastornos gastroin-
Tratamiento. La prevención de la deficiencia de cinc en pa- testinales, depresión, sabor metálico en la boca y sudación.
cientes sometidos a nutrición parenteral total consiste en el Se han descrito también casos de dermatitis y alteraciones
aporte intravenoso de 3-5 mg/día en individuos con catabo- del ritmo cardíaco. La inhalación de selenuro de hidrógeno
lismo intenso. En situación de carencia pueden aportarse provoca lesiones pulmonares graves.
hasta 15 mg/día por vía intravenosa o 600 mg (200 mg 3 ve-
ces al día) en forma de sulfato de cinc por vía oral hasta que
desaparezcan las manifestaciones.
Cobre
Toxicidad Es un componente de la ceruloplasmina y enzimas como
La ingestión de cantidades elevadas puede producir hipo- la citocromo-c-oxidasa, la monoaminoxidasa, la tirosinasa
cupremia, microcitosis, neutropenia, trastornos inmunológi- y la lisiloxidasa. Interviene en la movilización de las reservas
cos, náuseas, vómitos y diarrea. La inhalación de vapores o de hierro y su oxidación, posibilitando su utilización para la
polvo conteniendo cinc puede provocar fiebre, náuseas, dis- síntesis de hemoglobina. El cobre es necesario también para
nea y leucocitosis. el mantenimiento de la integridad del colágeno y la elastina
y para el SNC.
El 30-40% del cobre se absorbe en el tracto digestivo proxi-
Selenio mal. Su absorción depende del contenido en ácido ascórbi-
co, cinc y fructosa de la dieta. Se une a la albúmina y se dis-
El selenio es un componente de la glutatión-peroxidasa, tribuye principalmente en hígado, cerebro, corazón y riñón.
enzima que cataliza la reducción de los peróxidos orgánicos Más del 90% del cobre plasmático se encuentra ligado a la
y el peróxido de hidrógeno protegiendo a las membranas y ceruloplasmina. Los mecanismos homeostáticos son muy efi-
otras estructuras celulares de la acción de los peróxidos lipí- caces. Se excreta principalmente por la bilis.
dicos y los radicales libres. El selenio también es necesario
para la síntesis de prostaciclina. El selenio de la dieta se ab-
sorbe aproximadamente en un 80% en el tracto digestivo pro-
Requerimientos
ximal. Su transporte plasmático se realiza mediante su unión En la actualidad se recomienda la ingestión de 1,5-3
con la albúmina y ciertas globulinas y lipoproteínas. Se distri- mg/día. El cobre se encuentra sobre todo en hígado, maris-
buye principalmente en hígado, riñones, páncreas y múscu- cos, nueces, cacao, trigo, avena, soja, pescados y verduras.
lo. Los mecanismos homeostáticos permiten mantener el ba-
lance de selenio incluso con niveles muy variables de aporte
dietético. Su eliminación es principalmente renal.
Deficiencia
Causas. La deficiencia por falta de aporte dietético en adul-
tos es poco frecuente. Sin embargo, se ha observado en ni-
Requerimientos ños desnutridos con alimentación láctea prolongada y en pa-
Se han establecido en 70 µg/día para el varón y 55 µg/día cientes sometidos a nutrición parenteral total. Algunas
para la mujer adulta, siendo necesario un aporte adicional enfermedades cursan con hipocupremia secundaria al défi-
de 10 µg/día durante el embarazo y de 20 µg/día durante la cit de ceruloplasmina o a otros trastornos del metabolismo
lactancia. Los alimentos más ricos en selenio son los maris- del cobre.

1994
NUTRICIÓN

Cuadro clínico. Las manifestaciones de la deficiencia de co- metabolismo de la glucosa. La absorción intestinal es escasa
bre son la anemia microcítica hipocrómica, la neutropenia y (0,5-2% de la cantidad ingerida). El cromo es transportado
la desmineralización ósea. por la transferrina y se excreta por la orina.

Diagnóstico. La concentración de cobre circulante no es un


buen indicador de las reservas del organismo en este oligo-
Requerimientos
elemento. Los niveles plasmáticos de ceruloplasmina aumen- Ante la falta de conocimientos más precisos, se recomien-
tan en los procesos inflamatorios y el estrés metabólico. En da de forma provisional la ingestión de 50-200 µg/día.
estos casos, la ceruloplasmina tampoco es un buen indica-
dor del estado nutricional en cobre.
Deficiencia
Tratamiento. La administración intravenosa de 0,5-1,5 Causas. Se han descrito casos en pacientes sometidos a nu-
mg/día previene la deficiencia en los pacientes que reciben trición parenteral total prolongada.
nutrición parenteral total.
Cuadro clínico. Las manifestaciones clínicas consisten en
Toxicidad una resistencia relativa a la insulina y neuropatía central o
periférica.
La toxicidad secundaria a la administración accidental de
cobre provoca anemia hemolítica, diarrea, fotofobia, hiperto- Diagnóstico. No existen métodos válidos para confirmar de
nía muscular, edemas periféricos y marasmo. La penicilami- una manera fiable el estado de déficit.
na es un antídoto eficaz.
Tratamiento. La administración de 10-15 µg/día por vía in-
travenosa previene la deficiencia en pacientes que reciben
Manganeso nutrición parenteral total.
Es un componente esencial de dos metaloenzimas: la piru-
vato-carboxilasa y la superóxido-dismutasa, ambas mitocon- Toxicidad
driales. Es también un activador de ciertas descarboxilasas, En la forma química presente en los alimentos (Cr3+), la to-
hidrolasas y transferasas. Es transportado por una proteína xicidad es muy rara, proporcionando un margen de seguri-
específica y se distribuye en el organismo sobre todo en los dad muy elevado. La exposición laboral a polvos que contie-
tejidos ricos en mitocondrias: cerebro, riñón, páncreas e hí- nen Cr6+ se ha asociado a un mayor riesgo de padecer cáncer
gado. La biodisponibilidad de este elemento es poco conoci- bronquial.
da. La estabilidad de su concentración en los tejidos indica
un aporte adecuado y unos mecanismos homeostáticos efi-
cientes. Se excreta principalmente por la bilis. Molibdeno
Requerimientos Es un constituyente de enzimas como la xantinoxidasa, la
sulfitoxidasa y la aldehidoxidasa. Se encuentra principalmen-
No existen datos suficientes para establecer recomenda- te en hígado, riñones y corteza suprarrenal.
ciones para este oligoelemento. Se sugiere que la ingestión
habitual de 2-5 mg/día es adecuada. Se encuentra principal-
mente en cereales completos, leguminosas, frutas y verduras. Requerimientos
Ante la falta de datos más concretos, se considera adecua-
Deficiencia da la ingestión de 75-250 µg/día. Se encuentra en cantidades
Causas. No se conocen en poblaciones humanas. muy variables principalmente en la leche, las judías y los ce-
reales.
Cuadro clínico. Se ha publicado un caso de déficit provoca-
do por la ingestión de una dieta exenta de manganeso. Los Deficiencia
síntomas fueron dermatitis, alteraciones capilares y alteracio-
nes de los factores de la coagulación dependientes de la vita- Causas. Se ha descrito un caso de deficiencia en un pacien-
mina K. te que recibe nutrición parenteral total prolongada.

Diagnóstico. No se han observado variaciones en los niveles Cuadro clínico. El paciente mencionado presentó intoleran-
plasmáticos de manganeso en personas con disminución o cia a los aminoácidos, irritabilidad, coma y alteraciones bio-
aumento de este metal. El estudio de la actividad de la super- químicas consistentes en el aumento de la excreción urina-
óxido-dismutasa es poco útil dado que debe realizarse en te- ria de xantina y sulfitos y disminución de la eliminación de
jidos. ácido úrico y sulfatos.

Tratamiento. Es aconsejable el aporte de 0,15-0,8 mg/día en Tratamiento. La administración de 20-120 µg/día por vía in-
pacientes que reciben nutrición parenteral total. travenosa previene la deficiencia. En caso de carencia pue-
den administrarse 160 µg/día durante 3 semanas.
Toxicidad
Toxicidad
Se ha observado en trabajadores expuestos a vapores o
polvo con elevadas concentraciones de este oligoelemento. Se ha sugerido que la ingestión de 10-15 mg/día de molib-
Produce alteraciones neurológicas y psicóticas, astenia, ano- deno puede aumentar la incidencia de un síndrome similar a
rexia, apatía y cefaleas. la gota.

Cromo Flúor
El cromo trivalente actúa como cofactor de las reacciones Está presente en los huesos y dientes contribuyendo al
mediadas por la insulina, siendo necesario para el correcto mantenimiento de la matriz mineral ósea y la dureza del es-

1995
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

malte. Su absorción es muy variable dependiendo de la for- Características nutricionales


ma química en que se encuentre. Se elimina por la orina. Las pautas prescritas deben cubrir las necesidades de nu-
trientes esenciales. En algunos casos, las restricciones ali-
mentarias impuestas por el objetivo deseado implican déficit
Requerimientos de micronutrientes. En tal caso, las dietas deben suplemen-
No se considera un elemento esencial. Debido a sus efec- tarse con las dosis adecuadas de los nutrientes deficitarios.
tos beneficiosos en la prevención de la caries dentaria, se re- Cualquier pauta dietética debe permitir obtener y mantener
comienda la ingestión de 1,5-4 mg/día en los adultos. Se en- un estado nutricional correcto. Siempre que sea posible se
cuentra en el agua, en alimentos vegetales y animales en una mantendrá el equilibrio nutricional propuesto para las dietas
proporción variable según la zona geográfica, el procesa- equilibradas (véase Necesidades y recomendaciones nutri-
miento de los alimentos e incluso el material de los recipien- cionales, al principio del capítulo).
tes utilizados en la cocción.
Aunque no se conoce exactamente el mecanismo por el Formas de presentación
cual el flúor previene la caries dentaria, la fluoración de las Cualquier pauta dietética debe perseguir o tener en cuen-
aguas es una medida eficaz para reducir su incidencia. Las ta las siguientes características:
organizaciones sanitarias aconsejan unas concentraciones Máxima simplicidad. Algunas dietas pueden plantearse en
de fluoruro en agua de 0,7-1,2 mg/L. forma de recomendaciones y/o listas de alimentos aconseja-
dos que deben limitarse o suprimirse. Sólo las dietas en las
que es necesario un aporte nutricional muy definido requie-
Toxicidad ren una pauta concreta del tipo, cantidad y distribución de
La ingestión crónica de cantidades superiores a 20 mg/día los alimentos durante el día.
produce alteraciones en los huesos, con aumento de la den- Adaptación individual. La pauta propuesta debe adaptarse
sidad radiológica y en la coloración de los dientes (fluoro- a las circunstancias personales del paciente (horarios, sopor-
sis), debilidad, anorexia y pérdida de peso. te familiar, etc.). Hay que evitar las prescripciones que el pa-
ciente sea incapaz de seguir. En pacientes poco motivados o
con problemas que dificulten el cumplimiento de una dieta,
es más eficaz el uso de una pauta más sencilla, aunque no
cumpla totalmente el objetivo deseado, que otra más comple-
Dietética clínica ja que sea menos efectiva por falta de cumplimiento. Conocer
los hábitos alimentarios previos del paciente es imprescindi-
ble para adaptar al máximo la pauta propuesta a sus costum-
El avance en el conocimiento de las ciencias de los ali- bres y preferencias y para insistir en los aspectos en los cuales
mentos y de la fisiopatología de la nutrición en los últimos estos hábitos se apartan más del modelo deseado.
años ha permitido otorgar a la dietética clínica un carácter Consideración del proceso pluripatológico. Hay que tener
más científico, situándola en el contexto general de posibili- en cuenta que muchos de los pacientes que requieren dietas
dades terapéuticas ante muchas enfermedades. especiales padecen más de una enfermedad o trastorno sus-
Ciertas modificaciones dietéticas han demostrado ser efi- ceptible de ser tratado con dieta. En estos casos es necesario
caces en la prevención o el tratamiento de diversos procesos priorizar las modificaciones dietéticas. Los modelos estanda-
patológicos a través de mecanismos bien establecidos. Los rizados de dietas para distintas enfermedades tienen escasa
objetivos de estas modificaciones pueden ser de varios tipos: utilidad en la mayoría de los casos, pero la elaboración de
a) mantener un buen estado nutritivo en pacientes que no dietas individualizadas, con numerosas modificaciones, re-
pueden ingerir una dieta normal (p. ej., dieta líquida en pa- quiere conocimientos específicos sobre la composición de
cientes con estenosis esofágica); b) regular un metabolismo los alimentos y las técnicas de planificación precisando la
alterado, ajustando el aporte de los nutrientes según la capa- colaboración de personal especializado.
cidad metabólica para ellos (p. ej., dieta hipoproteica en la
insuficiencia renal); c) prevenir las manifestaciones de la en-
fermedad producidas por déficit enzimáticos o alergias, eli- Dieta hipocalórica
minando de la dieta el elemento nutritivo responsable (p. ej.,
dieta sin gluten en la celiaquía); d) revertir un trastorno esta-
blecido como consecuencia de desequilibrios alimentarios Objetivos
(p. ej., dieta hipocalórica en la obesidad), y e) evitar los sín- 1. Aportar al organismo una cantidad de energía inferior a
tomas producidos por los alimentos ante alteraciones digesti- sus necesidades para conseguir la utilización de las propias re-
vas anatómicas o funcionales (p. ej., dieta fraccionada en los servas de grasa y como consecuencia la reducción ponderal.
pacientes gastrectomizados). 2. Educar al paciente en unos hábitos alimentarios correc-
No todos los tratamientos dietéticos tienen el mismo grado tos y adecuados a su problema, teniendo en cuenta la croni-
de eficacia para lograr el objetivo deseado ni la misma im- cidad de este proceso.
portancia en el tratamiento del proceso patológico. En al-
gunas enfermedades la dieta constituye el tratamiento fun- Procedimiento
damental, mientras que en otras puede representar un 1. Limitar el aporte de alimentos, principalmente de los
tratamiento coadyuvante, pero en cualquier caso es impor- más energéticos hasta conseguir una reducción del 30-40%
tante que la prescripción de una pauta dietética se dirija a un sobre las necesidades calóricas teóricas del paciente.
objetivo bien definido, evitando prescripciones innecesarias 2. Mantener un aporte de alimentos proteicos suficiente
o de utilidad dudosa. para satisfacer las necesidades de proteínas.
3. Recomendar una dieta variada que permita un suminis-
tro importante de micronutrientes (las dietas muy hipocalóri-
Prescripción dietética cas deben suplementarse).
4. Administrar alimentos ricos en fibra vegetal debido a su
A diferencia de otros tipos de terapia, el tratamiento dieté- importancia fisiológica y su poder de saciedad.
tico obliga al paciente a realizar grandes cambios en sus há-
bitos de vida. La prescripción dietética debe tener en cuenta Realización práctica
esta consideración y cumplir una serie de requisitos tanto en La reducción calórica del 30-40% sobre las necesidades de
relación con la composición nutricional como en la forma un individuo conduce en la mayoría de los casos al empleo
de presentación de las pautas dietéticas. de dietas de 1.000-1.700 kcal/día. En pocos casos habrá que

1996
NUTRICIÓN

TABLA 15.84. Modelo de dieta por equivalencias TABLA 15.85. Recomendaciones dietéticas para obtener una dieta
Ejemplo de un menú de 1.200 kcal hiposódica
Desayuno Alimentos que se deben evitar
Leche descremada: 200 mL (o 1 equivalente del grupo A) Sal de cocina
Pan: 40 g o 3 biscotes; jamón: 25 g o mermelada: 30 g Charcutería incluyendo al jamón York y salado
Comida Quesos, excepto el requesón o quesos especiales sin sal
Arroz: 30 g (o 1 equivalente del grupo C) Alimentos en conserva, preparados o precocinados como sopas,
Lechuga: 300 g (o 1 equivalente del grupo E) cubitos de caldo, croquetas, empanadas, entre otros
Ternera: 100 g (o 1 equivalente del grupo B) Aguas minerales con gas
Naranja: 100 g (o 1 equivalente del grupo D) Aperitivos: aceitunas, patatas, cortezas, entre otros
Pan: 20 g (o 1/2 equivalente del grupo C) Productos de pastelería
Merienda Condimentos: sal de apio, de cebolla, mostazas, salsas
Leche descremada: 200 mL (o 1 equivalente del grupo A) preparadas
Cena
Patata: 100 g (o 1 equivalente del grupo C) Observaciones
Judías verdes: 200 g (o 1 equivalente del grupo E) Pueden utilizarse como sustitutos de la sal los siguientes
Merluza: 120 g (o 1 equivalente del grupo B) condimentos: ajo, perejil, pimienta, canela, hierbas
Manzana: 80 g (o 1 equivalente del grupo D) aromáticas, limón, vinagre, comino o nuez moscada
Pan: 20 g (o 1/2 equivalente del grupo C) Las sales de régimen son sales de potasio, por lo tanto no es
aconsejable su utilización sistemática y en ningún caso
Aceite/día: 2 cucharadas soperas equivalentes a 20 mL cuando exista insuficiencia renal
Equivalencias
Grupo A: 200 mL de leche descremada o yogur descremado, 50 g
de queso de Burgos, o requesón y c) el sodio que se añade a los alimentos durante su elabo-
Grupo B: 100 g de ternera, buey, pollo, conejo, pavo, queso ración ya sea en forma de aditivos alimentarios (nitrato sódi-
fresco, 120 g de pescado blanco, marisco, sepia, calamar, 50 g co, citrato sódico, etc.) o en forma de cloruro sódico utiliza-
de queso desnatado, 2 huevos, 1 huevo + 30 g de jamón o do en los alimentos precocinados. La alimentación habitual
queso
Grupo C: 120 g de guisantes o habas, 100 g de patatas o boniato, en nuestro medio aporta 4-5 g/día de sodio.
40 g (crudo) de lentejas, garbanzos o judías, 30 g (crudo) de Suprimiendo la sal de adición y los alimentos manufactu-
arroz, pasta, sémola, puré de patata o pan tostado rados con elevado contenido en sodio (tabla 15.85) se redu-
Grupo D: 200 g de sandía, melón o pomelo, 100 g de naranja, ce el aporte en más de 2/3 partes. Esta dieta con un conteni-
mandarina, melocotón, fresas, albaricoque, limón, granada, do de menos de 1,5 g/día de sodio es la más ampliamente
ciruela, manzana, pera o kiwi, 50 g de uva, plátano o higos utilizada.
Grupo E: 300 g de lechuga, escarola, rábano, col, acelgas, En determinadas situaciones puede ser necesaria una ma-
berenjena, calabacín, cardo, apio, coliflor, setas, espárragos, yor restricción sódica. En estos casos se requiere un modelo
espinacas, pimiento o tomate, 200 g de judías verdes, nabos o
puerros, 100 g de zanahoria, alcachofa o remolacha de dieta que, además de las recomendaciones, especifique
la cantidad permitida de los alimentos cuyo contenido natu-
ral en sodio sea elevado (pan, biscotes, galletas, carnes y le-
che).
utilizar dietas inferiores a 1.000 kcal (en general pacientes de
edad avanzada, encamados o con invalidez importante) o
superiores a 1.700 kcal (varones jóvenes de complexión fuer- Control dietético en la insuficiencia renal
te y/o que realizan un esfuerzo físico intenso). En realidad, el
parámetro más útil para definir la pauta de seguimiento es la El tratamiento dietético en la insuficiencia renal avanzada
evolución ponderal. Esta limitación calórica plantea la exi- es esencial en el control de las alteraciones metabólicas se-
gencia de una selección más cuidadosa de los alimentos con cundarias a la pérdida de la capacidad de excreción de solu-
el fin de aportar todos los elementos nutritivos esenciales. tos. Por otro lado, numerosos estudios avalan la utilidad de
Debe insistirse sobre todo en la eliminación de los alimentos las dietas hipoproteicas y restrictivas en fósforo para dismi-
superfluos y de los sistemas de cocción que implican un nuir la progresión del deterioro de la función renal.
aporte elevado de grasas. No es asonsejable insistir sólo en
las prohibiciones sino que es necesario dar una pauta que Objetivos
ofrezca alternativas de variación y de adaptación a las prefe- 1. Controlar las alteraciones metabólicas secundarias a la
rencias personales, asegurando un equilibrio nutricional. En incapacidad de eliminación de diferentes solutos: uremia, hi-
este sentido son muy útiles las dietas por intercambios o perpotasemia, hiperfosfatemia, retención hidrosalina.
equivalencias, de las cuales puede verse un ejemplo en la ta- 2. Enlentecer la progresión de la insuficiencia renal.
bla 15.84.
Procedimiento
1. Limitar el aporte de proteínas.
Dieta hiposódica 2. Limitar el aporte de sodio, potasio y fósforo.
3. Compensar la restricción proteica aumentando el apor-
te de hidratos de carbono complejos y grasas (manteniendo
Objetivo el equilibrio de ácidos grasos como se indica en la dieta para
El objetivo de esta dieta es negativizar el balance de sodio, las hiperlipemias).
a partir de una reducción en la ingesta, como tratamiento
sintomático de los edemas y para disminuir la presión arte- Realización práctica
rial en los casos de HTA esencial sensibles a esta reducción. El grado de restricción de la dieta debería individualizarse
de acuerdo con el grado de pérdida de función renal. A con-
Procedimiento tinuación se indican las líneas generales de tratamiento
Reducir la cantidad de sodio total de la dieta. cuando los niveles de creatinina plasmática son superiores
a 5.
Realización práctica
Las principales fuentes alimentarias de sodio son: a) la sal Proteínas. Actualmente se sugiere limitar el aporte proteico
de adición o cloruro sódico utilizada en la cocción y condi- a 0,6 g/kg y día. Esta cantidad permite controlar la uremia sin
mentación; b) el sodio contenido en los alimentos naturales, el riesgo de depleción proteica. Se pueden utilizar dietas con

1997
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.86. Modelo de dieta para un paciente con insuficiencia Dieta en la urolitiasis
renal crónica
La dieta no es un factor importante en la prevención o el
Alimentos de consumo diario
tratamiento de la litiasis renal, pero puede disminuir el riesgo
Alimento Cantidad Observaciones y mejorar la eficacia del tratamiento.
Leche descremada 200 mL Puede sustituirse por yogur Objetivos
Carne o pescado 60 g Excepto bacalao
Puede sustituirse por 1. Disminuir la excreción urinaria de los componentes ali-
1 huevo + 2 claras mentarios que participan en la formación del cálculo.
Clara de huevo 1 2. Propiciar un medio adecuado para evitar la cristaliza-
Vegetales 300 g Los vegetales crudos se pueden ción.
tomar 2 veces a la semana
como máximo Procedimiento
Farináceos 400 g Peso de arroz, pasta o patata 1. Aumentar la ingestión hídrica para evitar la sobresatura-
cocidos ción de solutos.
Pan 100 g 2. Evitar el exceso de los componentes alimentarios que
Fruta 300 g Sandía, melón, manzana, pera,
fresas, mandarina, naranja,
participan en la formación del cálculo.
uva, melocotón 3. Restringir el aporte de los componentes que favorecen
Aceite 50 mL el medio adecuado a la cristalización o aumentar los que di-
Margarina 30 g ficultan la cristalización.
Azúcar 60 g
Mermelada 60 g Realización práctica
Composición aproximada: 2.200 kcal, proteínas: 40 g, hidratos de carbono: Litiasis con hipercalciuria. La ingestión excesiva de ali-
300 g, lípidos: 90 g, sodio: < 700 mg, potasio: < 1.500 mg, fósforo: < 800 mg. mentos ricos en calcio favorece la hipercalciuria, indepen-
Los vegetales y las patatas se ingerirán hervidos, cambiando el agua a mitad dientemente de que existan otras causas patológicas o yatró-
de la cocción para reducir la cantidad de potasio.
genas que la motiven. El calcio debe restringirse a 600
mg/día. Esta cantidad es habitualmente suficiente para cu-
brir las necesidades. Restricciones más intensas no se han
demostrado más eficaces y provocan un balance de calcio
0,2-0,4 g/kg y día de proteínas suplementadas con aminoáci- negativo y las consiguientes repercusiones óseas. No es con-
dos esenciales o cetoanálogos de los aminoácidos con resul- veniente una reducción de calcio cuando no existe hipercal-
tados similares. Sin embargo, el grado de restricción alimen- ciuria. Los alimentos que por su contenido y facilidad de ab-
taria que implican estas dietas determina que resulten de sorción proporcionan más calcio son los lácteos y los
difícil cumplimiento. La restricción proteica se consigue dis- huevos. Otros alimentos, como los frutos secos y algunas ver-
minuyendo la cantidad de carnes, pescados, huevos, lácteos, duras y legumbres, contienen también una cantidad conside-
leguminosas y frutos secos. La tendencia a la hipertrigliceri- rable de calcio, aunque su absorción es menor y por lo tanto
demia de estos pacientes hace desaconsejable aumentar el modifican poco la calciuria.
aporte calórico en forma de azúcares, siendo preferible au-
mentar los hidratos de carbono complejos y las grasas pro- Litiasis con hiperoxaluria. La prescripción de una dieta
porcionalmente. pobre en oxalato sólo está indicada en caso de absorción in-
testinal aumentada, situación que se puede producir en caso
Fósforo. El aporte de fósforo no debe ser superior a los 800 de resecciones intestinales o en la enfermedad inflamatoria
mg/día. Restricciones por debajo de 600 mg son impractica- intestinal. La disminución del aporte de calcio también favo-
bles, ya que el fósforo se encuentra en numerosos alimentos. rece el aumento de la absorción de oxalatos, razón por la
La disminución del aporte proteico implica también cierta cual en las litiasis cálcicas es recomendable una ingestión
restricción de fósforo, pero es necesaria la limitación estricta moderada de los alimentos más ricos en oxalato: remolacha,
de los alimentos lácteos, así como de otros alimentos ricos espinacas, perejil, frutos secos, cacao, té y cerveza.
en fósforo.
Litiasis uricosúrica. El ácido úrico es un producto del me-
Potasio. Su aporte debe limitarse a 1.500 mg/día. Se consi- tabolismo de las purinas. Éstas proceden de los alimentos in-
gue disminuyendo el consumo de frutas frescas, legumbres, geridos o de la síntesis endógena. Las medidas recomenda-
verduras, patatas y frutos secos. La cocción de los alimentos bles son: a) limitar la ingesta de alimentos ricos en purinas
en agua provoca una gran pérdida de potasio que se debe te- (hígado, riñón, sesos, carnes de caza, extractos de carne,
ner en cuenta. arenques, anchoas, sardinas, caballa y mejillones); b) au-
mentar el consumo de aguas bicarbonatadas para alcalinizar
Sodio. La mayoría de los pacientes urémicos toleran bien un la orina, y c) suprimir la ingestión de bebidas alcohólicas.
aporte de sodio de 1-3 g/día. Los pacientes en fases muy
avanzadas de insuficiencia renal o que presentan otros tras-
tornos asociados a la enfermedad pueden requerir una ma- Control de los trastornos gastrointestinales
yor restricción (véase Dieta hiposódica).
Resulta complicado y difícil la realización práctica de un En algunas enfermedades metabólicas, sobre todo pediá-
plan dietético que cumpla todas las limitaciones descritas, tricas, la dieta puede ejercer un control absoluto sobre los
contenga la cantidad de energía y nutrientes necesaria y, síntomas de la enfermedad, como en el caso de la celiaquía.
además, resulte aceptable desde el punto de vista gastronó- En trastornos más comunes de la edad adulta, la dieta de-
mico. Por lo tanto, es necesario proporcionar al paciente un sempeña en general un papel más secundario en cuanto a su
modelo de dieta que especifique concretamente los alimen- acción terapéutica, pero la repercusión que suelen tener las
tos y las cantidades que puede ingerir diariamente y los me- enfermedades digestivas sobre el estado nutricional del pa-
nús confeccionados con los alimentos propuestos, que per- ciente al estar afectada la ingesta, la tolerancia y la digestión
mitan una variación suficiente para evitar la monotonía y o absorción de los nutrientes obliga a considerar el trata-
conseguir un equilibrio nutricional (tabla 15.86). miento dietético como parte fundamental del enfoque tera-
El tratamiento con hemodiálisis o diálisis peritoneal permi- péutico global del paciente. Consideraremos en este aparta-
te un aporte superior de proteínas (1-1,2 g/kg y día), siendo do sólo los procesos más importantes en cuanto a la
necesaria una limitación en el aporte de potasio y fósforo. necesidad de atención dietética.

1998
NUTRICIÓN

Alteraciones posquirúrgicas La presencia de esteatorrea puede obligar a reducir los lí-


pidos de la alimentación y a la utilización de triglicéridos de
cadena media, aunque esta medida no suele ser útil a largo
Objetivos plazo. La disminución de la absorción de calcio puede incre-
1. Evitar los síntomas que produce en el paciente el males- mentar la absorción de oxalatos, produciendo hiperoxaluria
tar digestivo y, con ello, las autorrestricciones dietéticas. y aumento del riesgo de formación de cálculos renales. Por
2. Mantener un estado nutricional correcto del paciente. ello es prudente disminuir el aporte de alimentos ricos en
oxalatos (véase Dieta en la urolitiasis). En estos pacientes es
Procedimiento también imprescindible el control del balance ponderal y de
1. Adaptar la dieta a las limitaciones funcionales ocasiona- los niveles plasmáticos de micronutrientes. Ello permite ade-
das por la nueva situación anatómica. cuar la alimentación para corregir los posibles carencias con
2. Corregir los déficit nutricionales secundarios a las altera- la ayuda, si es necesario, de suplementos nutricionales.
ciones en la absorción o a la limitación en el aporte.
Realización práctica Enfermedad celíaca
Resecciones gástricas. El vaciamiento rápido del estómago El agente etiológico de la enfermedad celíaca es la gliadi-
o el paso directo de los alimentos al intestino puede provo- na, componente polipeptídico de las harinas de trigo, cente-
car una serie de síntomas que, en conjunto, reciben el nom- no, cebada y avena. La eliminación del gluten de la dieta es
bre de síndrome de dumping. Las causas de estos síntomas la medida terapéutica fundamental.
son principalmente la distensión intestinal y la saturación de
los mecanismos absortivos yeyunales que tiene como conse- Objetivos
cuencia la presencia de partículas osmóticamente activas en 1. Evitar la aparición de manifestaciones clínicas mediante
el intestino, con la consiguiente afluencia de agua para res- la eliminación del gluten de la dieta.
taurar la osmolalidad. Con independencia del grado de ma- 2. Restablecer el funcionalismo intestinal alterado y el es-
lestar que estos síntomas originen, pueden producirse altera- tado nutricional cuando se manifiesta la enfermedad.
ciones en la absorción al limitarse la acción de las enzimas
digestivas por la rapidez del tránsito y la desincronización de Procedimiento
las secreciones hormonales y enzimáticas. 1. Eliminar el gluten de la dieta.
Las recomendaciones dietéticas en esta situación se orien- 2. Adaptar la dieta a las alteraciones funcionales en la fase
tan a la prevención o el tratamiento de estas alteraciones: de enfermedad, eliminando la lactosa y limitando sobre todo
a) repartir los alimentos en 5-6 tomas, evitando las comidas el aporte de grasas.
copiosas; b) comer despacio y masticar bien, evitando la in- 3. Proporcionar suplementos de minerales y vitaminas en
gestión de grandes cantidades de líquido durante las comi- función de los déficit.
das; c) evitar los alimentos muy salados o azucarados; d) evi-
tar los alimentos con acción irritativa sobre la mucosa Realización práctica
(picantes, fritos y ahumados), y e) evitar la ingestión elevada La eliminación total del gluten de la dieta requiere un con-
de alimentos ricos en fibra insoluble: pieles y semillas de ver- trol muy estricto de la alimentación, puesto que aquél se en-
duras o frutas, leguminosas y nísperos. cuentra no sólo en los productos farináceos sino que tam-
Por otra parte, la falta de acidez condiciona una importan- bién es un componente habitual en muchos alimentos
te dificultad en la absorción del hierro, siendo frecuente la procesados que aparentemente no contienen harinas (hela-
anemia ferropénica en estos pacientes. Asimismo, la falta de dos, bebidas y otros alimentos procesados). Las asociaciones
factor intrínseco provoca una disminución de la absorción nacionales de enfermos celíacos publican periódicamente
de la vitamina B12. Por ello es indispensable el aporte de es- listados de alimentos procesados desprovistos de gluten. Es-
tos dos elementos de acuerdo con los niveles plasmáticos. tas listas contienen todo tipo de alimentos y permiten al en-
En el caso de la vitamina B12 se recomienda la administra- fermo liberalizar enormemente su dieta. Son útiles también
ción parenteral de 1.000 µg/mes a los pacientes sometidos a los panes y la bollería elaborados sin gluten, de los cuales se
una gastrectomía total. proporciona información en estos mismos documentos. Es
importante que el paciente se ponga en contacto con la aso-
Resecciones intestinales. El grado de tolerancia a la ali- ciación de pacientes celíacos de su comunidad para dispo-
mentación y los problemas nutricionales secundarios a una ner del listado de alimentos desprovistos de gluten que le
resección intestinal dependen de la extensión de la resec- permitirá mejorar y variar su alimentación.
ción, del segmento digestivo resecado y de la presencia o la Los pacientes celíacos pueden comer libremente los si-
ausencia de válvula ileocecal o colon. Las resecciones exten- guientes alimentos: leche y queso, frutas y verduras frescas,
sas (más del 50% de intestino delgado), que implican la re- carnes, pescados frescos y huevos, arroz, maíz, tapioca, mijo,
sección del íleon distal y de la válvula ileocecal, suelen origi- soja, patatas, legumbres secas, aceite, mantequilla, margari-
nar un grado superior de malabsorción, como consecuencia na y azúcar. Todos los alimentos procesados que no figuren
de la alteración en la reabsorción de sales biliares y los tras- en los listados mencionados deben evitarse completamente
tornos de la digestión y absorción de grasas que ocasionan. ante esta enfermedad.
En el postoperatorio inmediato muchos de estos pacientes
requieren un soporte nutricional artificial en espera de con- Estreñimiento simple y diverticulosis del colon
seguir una adaptación del intestino residual. La dieta oral La dieta rica en fibras es el tratamiento fundamental de es-
debe ser progresiva en cuanto al volumen, composición y tos trastornos.
textura en función de la tolerancia. Se inicia con pequeñas
cantidades de líquidos ligeramente azucarados y de manera Objetivo
progresiva se introducen alimentos pastosos tipo sémolas de Aumentar la masa fecal.
arroz y tapioca, siguiendo con alimentos más sólidos sin resi-
duo y sin lactosa. La introducción de alimentos ricos en celu- Procedimiento
losa y lactosa debe efectuarse más tardíamente si la evolu- Aumentar la cantidad de fibra de la dieta hasta 25-30 g/día
ción del paciente es correcta. La alimentación oral debe y aportar suficiente cantidad de líquidos.
solaparse con la nutrición artificial hasta cubrir las necesida-
des nutricionales del paciente. Si se comprueba una buena Realización práctica
tolerancia, se continúa la dieta oral siguiendo las mismas re- La cantidad de fibra indicada se consigue de una forma
comendaciones que en el caso de la gastrectomía. natural siguiendo las siguientes recomendaciones: a) incluir

1999
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

en cada comida una ración de verduras crudas o cocidas; La prescripción correcta de un suplemento exige conside-
b) comer diariamente 400-500 g de fruta fresca; c) incluir dia- rar en cada caso tanto las necesidades nutritivas como el gra-
riamente cereales integrales (pan, arroz, pastas) o legumino- do de ingestión espontánea. La valoración de este último
sas en la dieta, y d) evitar la ingesta de pan blanco, galletas, debe ser objetiva, considerando la proporción que realmen-
arroz blanco, chocolate y pasteles. te se ingiere de una dieta de composición conocida. La apre-
ciación del propio paciente puede proporcionar una in-
formación desviada por la tendencia observada en los enfer-
Dieta en las hiperlipemias mos anoréxicos a sobreestimar la ingestión real. En la prácti-
ca hospitalaria resulta de utilidad solicitar al paciente o sus
Véase el capítulo Alteraciones del metabolismo de las li- familiares que anoten durante un día la proporción ingerida
poproteínas. de cada plato (total, más de la mitad, menos de la mitad o
nula), y la ingestión de otros alimentos no proporcionados
Dieta en el paciente diabético en el hospital. Esta información permite detectar las deficien-
cias y sus causas, orientando sobre la necesidad y el tipo de
(Véase Diabetes mellitus) suplemento que se debe administrar.
La ventaja de los suplementos nutricionales frente al apor-
te de una cantidad superior de alimentos naturales se basa
en su presentación. Las fórmulas líquidas o los concentrados
en polvo son fáciles de ingerir y, en general, bien aceptados.
Soporte nutricional artificial Por otra parte, el paciente los puede identificar como un me-
dicamento e incorporarlos a su pauta terapéutica obtenien-
Teniendo en cuenta las posibles repercusiones de la des- do de esta forma un mejor cumplimiento. Sin embargo, los
nutrición sobre la morbilidad y la mortalidad del individuo, suplementos y, sobre todo, los energéticos tienen un impor-
la posibilidad de un soporte nutricional debe considerarse tante poder de saciedad que puede implicar una disminu-
siempre en el planteamiento terapéutico global de los pa- ción en la ingestión de los alimentos de la dieta. En estos ca-
cientes. sos es necesario replantear el plan de soporte nutricional del
Los avances de los últimos años en las técnicas de soporte paciente.
nutricional artificial han ampliado considerablemente el aba-
nico de indicaciones, permitiendo la realización de acciones Fórmulas
terapéuticas que serían impracticables sin este soporte. Las fórmulas de preparación industrial utilizables como su-
El objetivo principal del soporte nutricional artificial es el plementos pueden ser de varios tipos y cubrir diferentes indi-
de obtener y/o mantener un estado nutricional correcto de caciones:
los pacientes que no pueden alimentarse normalmente. Sin Fórmulas completas para nutrición enteral saborizadas
embargo, las investigaciones actuales se dirigen a la modula- para su utilización por vía oral. Éstas pueden constituir el úni-
ción del aporte de nutrientes con fines farmacológicos. co aporte nutritivo del paciente ya que contienen proporcio-
El soporte nutricional artificial está indicado en todos los nes adecuadas de todos los nutrientes, pero pueden utilizar-
pacientes que no pueden satisfacer sus necesidades nutriti- se también como suplementos cuando la ingesta está
vas mediante una dieta compuesta por alimentos en su for- globalmente disminuida, conservando el equilibrio nutritivo.
ma habitual. Los procesos que conducen con mayor frecuen- Las fórmulas energéticas (aportan aproximadamente 1,5
cia a esta situación son el impedimento o dificultad en la kcal/mL) están indicadas cuando es necesaria una restric-
ingestión de alimentos, las alteraciones digestivas de tipo ción líquida, aunque pueden ser útiles en caso de inapeten-
anatómico o funcional y la indicación de ayuno terapéutico. cia ya que aportan mayor cantidad de nutrientes por unidad
La elección de la técnica que se ha de utilizar en cada de volumen.
caso depende principalmente de la viabilidad de la vía diges- Formulaciones destinadas a la suplementación. Están cons-
tiva. Las ventajas de ésta, tanto en la utilización de los nu- tituidas por mezclas en las que predomina un tipo de nu-
trientes como en el mantenimiento de la integridad de la mu- triente. Se incluyen en este grupo los suplementos proteicos
cosa intestinal y sus repercusiones inmunológicas, obligan a y los polivitamínicos o minerales. Este tipo de preparaciones
considerar prioritariamente la posibilidad de la suplementa- nunca debe utilizarse como único aporte nutritivo del pa-
ción oral o la nutrición enteral, aunque sea parcialmente, en ciente.
los pacientes que cumplan las siguientes condiciones: a) pre- Fórmulas modulares, constituidas por un solo nutriente. Los
sencia de peristaltismo; b) ausencia de obstáculos mecáni- módulos más utilizados como suplementos son las proteínas
cos por debajo del yeyuno, y c) capacidad de absorción mí- en polvo y los triglicéridos de cadena media en forma de
nimamente conservada. aceite.
La falta de una o varias de estas circunstancias será la úni- Los suplementos y módulos de proteínas están indicados
ca indicación absoluta de nutrición parenteral, si bien algu- en dos situaciones: a) cuando el paciente rechaza o no tole-
nos procesos pueden hacer aconsejable el reposo digestivo ra los alimentos proteicos: carnes, pescados, huevos y lác-
y, por tanto, la elección de esta vía. teos, pero mantiene una ingesta calórica adecuada, y b) en
fases de hipercatabolismo. La presencia de hipoproteinemia
no indica necesariamente la necesidad de suplementación
Suplementos nutricionales proteica; en muchas ocasiones es un signo de desnutrición
crónica que debe tratarse adecuando equilibradamente la
La suplementación oral consiste en la administración de dieta.
fórmulas nutritivas de elaboración industrial con el objetivo Los concentrados de proteínas en polvo permiten aumen-
de compensar los déficit en los pacientes que realizan una tar el valor proteico de alimentos pastosos, como sopas, tritu-
alimentación insuficiente. rados o papillas y resultan muy útiles en pacientes anoréxi-
cos puesto que no aumentan significativamente el tamaño
Indicaciones de la ración.
Este tipo de pacientes corresponden globalmente a dos
grupos: a) pacientes que disminuyen su ingestión habitual al
presentar anorexia, intolerancia o aversión a ciertos alimen- Nutrición enteral
tos, y b) pacientes que mantienen una ingestión aceptable
pero sus necesidades nutritivas se encuentran elevadas a El término nutrición enteral se utiliza para designar la admi-
causa del proceso patológico que padecen. nistración de nutrientes al organismo a través de la vía diges-

2000
NUTRICIÓN

tiva, utilizando medios distintos a la alimentación oral con- Según la forma química de los nutrientes. Dietas polimé-
vencional, ya sea en cuanto a la vía de administración o a la ricas. Contienen proteínas completas, procedentes de la al-
mezcla nutritiva administrada. búmina de huevo, de la leche o de la soja. Las grasas se en-
Las posibilidades de aplicación de la nutrición enteral se cuentran principalmente en forma de triglicéridos de cadena
han ampliado considerablemente en los últimos años gracias larga procedentes de aceites vegetales, aunque algunas fór-
a los siguientes avances técnicos: en las técnicas de abordaje mulas contienen pequeñas cantidades de triglicéridos de ca-
del sistema digestivo a través de sondas, en la fabricación de dena media para mejorar su absorción. Los hidratos de car-
materiales para su administración y en la creación de nuevas bono se presentan en su mayor parte en forma de polímeros
formulaciones. La disponibilidad actual en estos campos de glucosa de cadena media o corta obtenidos por hidrólisis
ofrece una gran gama de posibilidades para poder nutrir al enzimática del almidón. En general contienen cierta canti-
paciente por vía digestiva en situaciones que hasta hace dad de disacáridos, que contribuyen a mejorar el sabor, y ca-
poco tiempo requerían un aporte parenteral, evitando los recen de lactosa y colesterol. Algunas de estas fórmulas con-
efectos adversos ocasionados por la ausencia de sustratos tienen fibra alimentaria añadida, cuya presencia es deseable
nutritivos sobre las mucosa intestinal. sobre todo en pacientes que deben seguir el tratamiento du-
rante períodos prolongados.
Vías de abordaje del sistema digestivo para la nutrición enteral Dietas oligoméricas. Contienen hidrolizados de proteínas
La nutrición enteral puede administrarse mediante sondas (oligopéptidos) y algunos aminoácidos, poca cantidad de
colocadas a través de la nasofaringe (sondas nasoentéricas) grasa y una mayor proporción de triglicéridos de cadena me-
o a través de una vía quirúrgica (sondas de enterostomía). dia. Los hidratos de carbono se encuentran en la misma for-
En la elección del tipo de sonda deben considerarse tres fac- ma que en las dietas poliméricas y no contienen fibra ali-
tores: a) duración del tratamiento, b) riesgo de aspiración y mentaria. Por su rapidez y facilidad de absorción están
c) proceso patológico que padece el enfermo. indicadas en los procesos de malabsorción y en las pancrea-
titis. Estas dietas oligoméricas han desplazado prácticamente
Sonda nasogástrica. Es la primera vía de elección en los pa- a las dietas denominadas elementales, constituidas por ami-
cientes con un tubo digestivo superior permeable, que no noácidos libres y un mínimo de grasa en forma de ácidos
presentan riesgo de aspiración por reflujo de contenido gás- grasos esenciales, al demostrarse su mejor coeficiente de ab-
trico y que requieren la nutrición enteral durante un período sorción, su menor osmolalidad y su mejor sabor.
inferior a 6-8 semanas.
Según el equilibrio nutricional. Fórmulas normoproteicas.
Sonda nasoduodenal o nasoyeyunal. Está indicada en los La proporción de proteínas es la correspondiente a una dieta
pacientes con riesgo de aspiración, en los que presentan pro- equilibrada: 12-18% del valor calórico total. La relación calo-
blemas de vaciamiento gástrico y para administrar la solu- riconitrogenada se sitúa en 120-150 kcal no proteicas/g de ni-
ción distalmente a un orificio fistuloso o al conducto de Wir- trógeno.
sung en el caso de una pancreatitis. Fórmulas hiperproteicas. La proporción de proteínas es su-
perior al 18%, con una relación caloriconitrogenada inferior
a 120. Están especialmente indicadas en las fases de estrés
Sonda de gastrostomía. Está indicada en pacientes con metabólico.
obstrucciones esofágicas o en los que requieren nutrición Fórmulas especiales. Son fórmulas voluntariamente de-
enteral durante períodos prolongados, principalmente con sequilibradas para adaptarse a diversas situaciones metabóli-
trastornos de la deglución de origen neurológico o muscular. cas. En el mercado se dispone de fórmulas para insuficiencia
La técnica de gastrostomía percutánea permite la colocación renal, insuficiencia respiratoria, diabetes, hepatopatía cróni-
de una sonda a través de la pared abdominal bajo control ca y estimulación inmunitaria. Los beneficios de algunas de
endoscópico o radiológico con una pequeña incisión y bajo estas fórmulas especiales son todavía inciertos, por lo cual
anestesia local. Esta nueva técnica reduce los riesgos de las debe valorarse cuidadosamente su indicación.
gastrostomías convencionales y permite a los pacientes una
mejor calidad de vida. Según la densidad calórica. Fórmulas de concentración es-
tándar. Aportan 1-1,2 kcal/mL.
Sonda de yeyunostomía. Suele instaurarse durante el acto Fórmulas concentradas. Aportan 1,5-2 kcal/mL. Están indi-
quirúrgico en pacientes con afecciones gastroesofágicas. La cadas cuando se requiere una restricción de fluidos o de vo-
colocación de estas sondas permite el aporte nutricional en- lumen.
teral en el período postoperatorio, especialmente cuando Fórmulas diluidas. Aportan 0,5 kcal/mL. Se utilizan en la
aparecen complicaciones que impiden la ingesta. fase inicial de la nutrición enteral (tabla 15.87).
En función de estas variables pueden establecerse los prin-
Mezclas nutritivas para nutrición enteral cipales tipos de formulaciones de nutrición enteral según se
Las mezclas de alimentos naturales triturados han dejado esquematiza en la tabla 15.87.
prácticamente de utilizarse para dar paso a las fórmulas de Otros aspectos que se han de tener en cuenta en la elec-
preparación industrial. La utilización de estos preparados tie- ción de una fórmula son:
ne una serie de ventajas: su composición nutritiva está per- Osmolalidad. Debería ser lo más aproximada a la osmolali-
fectamente delimitada, su homogeneidad y fluidez permiten dad plasmática, es decir, alrededor de 300 mosm/L. La admi-
la administración a través de sondas de pequeño calibre mu- nistración de fórmulas hiperosmolares suele provocar reten-
cho más cómodas y con menos complicaciones que las son- ción gástrica y diarreas.
das gruesas, reducen los problemas de contaminación mi- Forma de presentación. Puede ser líquida o en polvo para
crobiológica y se adaptan a distintos grados de capacidad dilución. Las formas líquidas favorecen una administración
digestiva o metabólica. más cómoda e higiénica al no precisar manipulación.
La clasificación de las fórmulas de preparación industrial
puede hacerse en función de distintas variables: Módulos nutricionales
Están constituidos por un solo tipo de nutriente. Pueden
Según el origen de los nutrientes de la fórmula. Homo- utilizarse para enriquecer una fórmula en un nutriente deter-
geneizados de alimentos naturales. Elaborados a partir de ali- minado o para elaborar fórmulas para los pacientes cuyas li-
mentos naturales, son los más parecidos a las mezclas de mitaciones o necesidades no se ajusten a los preparados
alimentos triturados. existentes. Aparte de los preparados de vitaminas y minera-
Dietas de fórmula definida. Elaboradas a partir de nutrien- les, la industria farmacéutica dispone de módulos de distin-
tes puros, obtenidos artificialmente de los alimentos. tos tipos de nutrientes (tabla 15.87).

2001
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.87. Clasificación de las fórmulas de nutrición enteral gástrico. La utilización de una bomba de perfusión permite
una administración regular y evita complicaciones por acele-
Dietas poliméricas ración accidental o interrupciones del paso de los nutrientes.
Dietas normoproteicas
Sin residuo, en concentración estándar Este método es imprescindible cuando la nutrición debe ad-
Sin residuo, concentradas ministrarse a muy baja velocidad o bien al contrario, cuando
Sin residuo, diluidas se precisa un volumen elevado que no se consigue por gra-
Con fibra, en concentración estándar vedad.
Dietas hiperproteicas La pauta de administración inicial debe hacerse de forma
Sin residuo, en concentración estándar progresiva, en cuanto a la concentración y al volumen se re-
Sin residuo, concentradas fiere, principalmente en los pacientes con dificultades de di-
Con fibra, en concentración estándar gestión o absorción, en el postoperatorio inmediato y des-
Dietas oligoméricas pués de períodos prolongados de ayuno. La tabla 15.88
Dietas normoproteicas muestra la pauta progresiva adecuada a la mayoría de los pa-
Sin residuo, en concentración estándar cientes en las condiciones mencionadas, pero la progresión
Dietas hiperproteicas debe individualizarse de acuerdo con la tolerancia o las
Sin residuo, en concentración estándar complicaciones previsibles en función de la enfermedad.
Dietas especiales Complicaciones de la nutrición enteral
Insuficiencia respiratoria Complicaciones mecánicas provocadas por la sonda.
Insuficiencia renal
Diabetes Los problemas de irritación nasofaríngea y erosiones de la
Encefalopatía hepática mucosa digestiva ocasionados por las sondas de plástico de
Estimulación inmunológica gran calibre se han eliminado gracias a la utilización de son-
das finas de poliuretano o silicona que ofrecen una perfecta
Dietas modulares tolerancia. Las complicaciones más frecuentes en la actuali-
Hidratos de carbono dad son: a) extracción voluntaria o involuntaria de la sonda,
Proteínas completas que ocurre especialmente en pacientes con alteraciones de
Oligopéptidos la conciencia; si la fijación correcta de la sonda no logra sol-
Aminoácidos esenciales
Aminoácidos ramificados ventar el problema, hay que plantear la posibilidad de una
Triglicéridos de cadena larga gastrostomía percutánea, y b) obstrucción de la sonda, que
Triglicéridos de cadena media ocurre como resultado de la acumulación de residuos ali-
mentarios o medicamentos. Puede prevenirse con un lavado
frecuente de la sonda con agua tibia a presión con la ayuda
Sistemas y pautas de administración de la nutrición enteral de una jeringa.
La disponibilidad de sondas de poliuretano de pequeño
calibre, con la posibilidad de lastre en el extremo distal para Complicaciones gastrointestinales. Diarreas. Generalmen-
permitir su paso por el píloro, así como los equipos que se te están provocadas por una velocidad de perfusión excesiva
conectan directamente al contenedor de la fórmula y de o por la administración de soluciones concentradas o hiper-
bombas de perfusión que permiten una velocidad de admi- osmolares. El tratamiento de un cuadro diarreico secundario
nistración constante facilitan enormemente la aplicación de a la administración de nutrición enteral consiste en suspen-
la nutrición enteral y disminuyen el riesgo de complicacio- der la administración 24 h, durante las cuales se puede admi-
nes. nistrar agua de arroz, para reiniciar después una pauta pro-
La nutrición a través de una sonda puede administrarse de gresiva en cuanto a velocidad y concentración. Algunos
forma continua o intermitente. La administración intermitente pacientes pueden beneficiarse de preparados que contengan
es la más parecida a la alimentación habitual, aunque sólo fibra soluble, que actuará enlenteciendo el tránsito.
debe utilizarse en los pacientes que presenten un tiempo Náuseas y vómitos. Pueden ser secundarios a una excesiva
de vaciado gástrico normal. Consiste en la administración de velocidad de perfusión de los nutrientes o a la administra-
200-400 mL de solución nutritiva, 5-6 veces al día dependien- ción de preparados concentrados y/o hiperosmolares que re-
do del volumen diario requerido. La velocidad de adminis- trasan el vaciamiento gástrico. La administración continua y
tración no debe ser superior a 20 mL/min. Puede administrar- la progresión lenta en la concentración pueden mejorar este
se mediante una jeringa (este método suele ocasionar cuadro.
problemas debido a su rápida administración), por gravedad
o a través de una bomba de perfusión. La administración con- Complicaciones metabólicas. Las más frecuentes son los
tinua consiste en el aporte de la fórmula por goteo continuo trastornos hidroelectrolíticos. La administración de prepara-
durante varias horas. Esta técnica está indicada en pacientes dos concentrados o en un volumen insuficiente puede pro-
con alimentación intestinal principalmente cuando están al- ducir deshidratación. Es necesario controlar los aportes hídri-
terados los procesos de digestión y absorción (en algunos ca- cos del paciente, administrando suplementos de agua por
sos con alimentación intestinal se tolera perfectamente la ali- vía enteral o parenteral cuando hay limitación en la toleran-
mentación intermitente), mejorando la tolerancia de las cia. En pacientes con insuficiencia renal, malnutrición grave
dietas en algunos pacientes con dificultad de vaciamiento o pérdidas extraurinarias de líquidos se requiere el cálculo y

TABLA 15.88. Pautas de progresión orientativas en la administración de la nutrición enteral


Pauta de administración
Tiempo Concentración Volumen
Pacientes sin alteraciones digestivas 0-24 h 1 kcal/2 mL 1/2 volumen total/24 h
24-48 h 1 kcal/1 mL 1/2 volumen total/24 h
48-72 h 1 kcal/1 mL Volumen total
Postoperatorio inmediato y 0-24 h 1 kcal/3 mL 1/4 volumen total/24 h
pacientes con alteraciones digestivas 24-48 h 1 kcal/3 mL 1/2 volumen total/24 h
48-72 h 1 kcal/2 mL 1/2 volumen total/24 h
72-96 h 1 kcal/1 mL 1/2 volumen total/24 h
> 96 h 1 kcal/1 mL Volumen total

2002
NUTRICIÓN

control periódico de los electrólitos ya que las fórmulas cu- kcal/L. El aporte de glucosa no debe sobrepasar los 7 g/ kg y
bren sólo las necesidades básicas. día para evitar las complicaciones anteriormente menciona-
das. En situación de estrés metabólico se comprueba intole-
Complicaciones infecciosas. La complicación más grave rancia a la glucosa con hiperglucemia, aumenta la produc-
de la nutrición enteral es la neumonía por broncoaspiración de ción endógena de glucosa y disminuye su captación por el
contenido gástrico. Su prevención se basa en la comproba- músculo, incluso en presencia de insulina, trastornos relacio-
ción de la colocación de la sonda antes de empezar la nutri- nados con las alteraciones hormonales que se producen (au-
ción enteral, la utilización de sondas lastradas nasoyeyunales mento de las catecolaminas, glucocorticoides y glucagón,
en pacientes de riesgo, la comprobación periódica de la re- entre otros). La persistencia de hiperglucemia en estos pa-
tención gástrica y la administración de la dieta con el pa- cientes requiere un ajuste del aporte energético de acuerdo
ciente semiincorporado. con las necesidades, una distribución calórica de 50-50% de
glucosa y lípidos y la administración de insulina subcutánea
o en bomba de perfusión si es necesario. Otros hidratos de
Nutrición parenteral carbono utilizables en nutrición parenteral son la fructosa, la
maltosa y los polioles, sorbitol y xilitol. La falta de evidencias
Consiste en el aporte de nutrientes a través de una vía ve- claras sobre las ventajas de estos sustratos con respecto a la
nosa. La diferencia fundamental de este tipo de nutrición glucosa y la posibilidad de efectos secundarios conducen a
frente a la nutrición por vía digestiva se basa en el hecho de la utilización de la glucosa como sustrato preferente.
que el aporte directo de nutrientes al torrente circulatorio ex- Como fuente lipídica se utilizan emulsiones lipídicas en
cluye el intestino y el hígado como órganos reguladores de suspensión en una fase acuosa. Se elaboran a partir de acei-
la absorción y del “primer paso” en la transformación de los tes vegetales y fosfolípidos de yema de huevo como emul-
nutrientes ingeridos. Este hecho modifica los mecanismos fi- sionante. La adición de glicerol hace la fase acuosa isotó-
siológicos de la nutrición, a la vez que entraña un mayor ries- nica con respecto al plasma. Actualmente se dispone de dos
go de desequilibrios metabólicos yatrógenos. La utilización tipos de emulsiones lipídicas: las que contienen triglicéridos
de esta técnica exige, pues, el uso de sustratos nutritivos es- de cadena larga procedentes del aceite de soja y las que con-
peciales y un riguroso control de los parámetros metabólicos tienen una mezcla al 50% de triglicéridos de cadena larga
del paciente. y triglicéridos de cadena media procedentes del aceite de
Se denomina nutrición parenteral total a la administración coco. No existe consenso en cuanto a los criterios para la
parenteral de todos los elementos nutritivos necesarios para utilización de un tipo de emulsión u otro. Ambas emulsiones
cubrir las necesidades del paciente. Este tipo de nutrición re- se presentan en concentraciones del 10 y 20% correspon-
quiere generalmente su administración por una vía venosa dientes a un aporte calórico que oscila entre 900 y 2.000
central. La nutrición parenteral hipocalórica consiste en el kcal/L. Un aporte lipídico superior a 3 g/kg y día puede pro-
aporte suficiente de proteínas con un bajo aporte calórico: ducir hiperlipemia, coagulopatía, insuficiencia respiratoria y
pueden obtenerse mezclas de baja osmolalidad que permi- otros trastornos, por lo cual no debe sobrepasarse esta can-
tan su administración por vía periférica. tidad.

Vías de acceso Sustratos proteicos. Se utilizan soluciones de aminoácidos


La colocación de un catéter en una vena central es nece- cristalinos en forma levógira. Las proporciones de aminoáci-
saria siempre que se administren soluciones nutritivas con dos que deben contener estas soluciones sigue siendo moti-
osmolalidad superior a los 600-900 mosm/L y en todo tipo de vo de controversia. La referencia más ampliamente utilizada
soluciones nutritivas cuando se prevé una larga duración. ha sido la proteína del huevo. Ésta contiene todos los amino-
La técnica de elección para el abordaje venoso central es ácidos y una relación de aminoácidos esenciales por gramo
la punción percutánea de la vena subclavia. El acceso des- de nitrógeno alrededor de 3. Otros autores basan sus reco-
de la vena yugular interna es el de segunda elección pues re- mendaciones en el aclaramiento plasmático de los aminoá-
sulta más incómodo para el paciente y presenta más compli- cidos, considerando que algunos de los no esenciales pue-
caciones. Sólo cuando existen contraindicaciones para la den desempeñar un papel importante. La elaboración de
punción directa de los grandes vasos puede colocarse un ca- patrones de aminoácidos específicos para distintas situa-
téter a través de la vena braquial en la parte media del brazo. ciones metabólicas sigue siendo objeto de investigación. En-
Esta técnica puede presentar complicaciones graves, habién- tre los patrones especiales los más ampliamente aceptados
dose descrito casos de perforación cardíaca al desplazarse la son: a) las soluciones especiales que contienen exclusiva-
punta del catéter por los movimientos del brazo del enfermo. mente aminoácidos esenciales e histidina utilizables en de-
Las venas periféricas de los antebrazos, cefálica o basílica, terminados momentos de la insuficiencia renal, y b) las solu-
pueden utilizarse para la administración de soluciones de ciones con una elevada proporción de aminoácidos de
baja osmolalidad. La perfusión de lípidos disminuye la osmo- cadena ramificada para los enfermos con encefalopatía he-
lalidad de las soluciones y, por consiguiente, el riesgo de fle- pática. Esta formulación propuesta por FISHER y basada en las
bitis. alteraciones en la neurotransmisión en el SNC producidas
La instauración del catéter requiere experiencia técnica y por los aminoácidos aromáticos, parece conseguir para cier-
condiciones de asepsia para evitar complicaciones mecáni- tos autores buenos resultados en la prevención y el trata-
cas o infecciosas. miento de la encefalopatía.

Sustratos nutritivos Electrólitos, vitaminas y oligoelementos. Pueden utilizar-


Sustratos energéticos. Tras la comprobación de los incon- se soluciones de electrólitos que contienen cantidades están-
venientes planteados por la administración exclusiva de glu- dar de sodio, potasio, cloro, magnesio y acetato y suplemen-
cosa como aporte energético (hiperglucemia, diuresis osmó- tarlas con fosfato. Sin embargo, es preciso tener en cuenta
tica, esteatosis hepática, aumento de la producción de CO2, las necesidades adicionales en pacientes con pérdidas de
etc.), en la actualidad se acepta mayoritariamente la utiliza- fluidos corporales como la saliva, el contenido gástrico, in-
ción de mezclas de hidratos de carbono y lípidos en una pro- testinal, biliar o pancreático (tabla 15.89), las pérdidas urina-
porción variable entre 70 y 30% y 50 y 50% de las calorías rias y las limitaciones metabólicas, en cuyos casos la fórmula
no proteicas, siempre y cuando no existan signos de intole- debe adaptarse con el aporte individual de los electrólitos
rancia. necesarios.
La glucosa es el sustrato más utilizado, por sus ventajas Las necesidades de vitaminas quedan cubiertas con la adi-
metabólicas. Se presenta en concentraciones de 5-70 g/100 ción a las mezclas de nutrición parenteral total de los prepa-
mL, lo cual representa un aporte calórico entre 200 y 2.800 rados multivitamínicos comerciales especiales para nutrición

2003
METABOLISMO Y NUTRICIÓN

TABLA 15.89. Contenido electrolítico aproximado de los líquidos Cálculo de los requerimientos
corporales (mEq/L) Necesidades energéticas. Pueden calcularse a partir de las
fórmulas de HARRIS y BENEDICT (tabla 15.90), aplicando facto-
Origen Na K Cl HCO3 res de corrección en función del grado de actividad y del
Saliva 10 26 10 30 grado de estrés metabólico (muy variable en función del tipo
Estómago 60 10 130 – de enfermedad y de su gravedad). Este cálculo puede sobre-
Duodeno 140 5 80 – estimar el consumo de energía, sobre todo cuando se apli-
Íleon 140 5 104 30 can los factores de estrés más elevados (sepsis, quemados,
Colon 60 30 40 – politraumatizados). Teniendo en cuenta que el estrés impor-
Páncreas 140 5 75 115
Bilis 145 5 100 35
tante se asocia a intolerancia para metabolizar la glucosa, a
resistencia a la insulina y a hipertrigliceridemia, los aportes
Adaptada de SHURES GT et al. Principles of surgery. McGraw-Hill Book Com- han de calcularse en función de los requerimientos pero so-
pany; 1984: 45. bre todo teniendo en cuenta la evolución de los parámetros
bioquímicos de valoración nutricional y de las constantes
metabólicas que necesariamente deben monitorizarse estric-
tamente.
parenteral. Las vitaminas B12, K y el ácido fólico deben admi-
nistrarse independientemente por vía intramuscular. Necesidades de aminoácidos. Los requerimientos de ami-
Las soluciones de oligoelementos deben suministrarse al noácidos varían en función del grado de estrés entre 0,15 y
menos a partir de la segunda semana de nutrición parenteral 0,30 g/kg/día de nitrógeno, siendo necesario un determinado
total en días alternos con la solución vitamínica por proble- equilibrio calórico nitrogenado para su correcta utilización.
mas de incompatibilidad. Existen preparados comerciales de En la práctica, éste suele ser el punto de partida para calcu-
oligoelementos que contienen cinc, cobre, cromo, mangane- lar el aporte energético; de esta forma, un varón de 65 kg con
so y selenio. La relativa frecuencia de déficit de cinc y sele- un estrés moderado necesitaría 16 g de nitrógeno (0,25 g/kg)
nio puede hacer necesario un aporte adicional, para lo cual y 1.920 kcal no proteicas (120 × 16), procedentes, por ejem-
existen preparados comerciales. plo, de 250 g de glucosa y 100 g de lípidos. Estos requeri-
mientos y los aportes recomendados de agua y electrólitos,
vitaminas y oligoelementos se resumen en la tabla 15.90.
TABLA 15.90. Requerimientos nutricionales básicos Monitorización del paciente con nutrición parenteral
para pacientes con nutrición parenteral Los controles clínicos y analíticos del paciente sometido a
Requerimientos energéticos nutrición parenteral total tienen como objetivo la valoración
Fórmulas de Harris-Benedict para la predicción del gasto de la efectividad de la solución nutritiva administrada y la
energético basal (GEB): prevención y el tratamiento de las complicaciones que se
Varón: 66,47 + (13,75 × peso en kg) + (5 × altura en cm) puedan presentar.
– (6,76 × edad en años) La valoración de la eficacia de la nutrición parenteral se
Mujer: 655,1 + (9,56 × peso en kg) + (1,85 × altura en cm) basa en el control del balance nitrogenado, de la evolución
– (4,68 × edad en años) de los parámetros de síntesis proteica y de los parámetros in-
Factor de actividad: reposo en cama = 1,2; deambulación = 1,3 dicativos de estrés metabólico.
Factor de agresión: cirugía = 1,2; politraumatismo =
1,2-1,35; sepsis = 1,4-1,8; quemaduras extensas = 1,5-2 La prevención de desequilibrios metabólicos o su trata-
Requerimientos energéticos totales: GEB × factor de actividad miento exige controles clínicos y analíticos periódicos, deter-
× factor de agresión

Requerimientos proteicos TABLA 15.91. Monitorización del paciente que recibe nutrición
Grado de estrés Aporte de aminoácidos Relación parenteral
(g de N/kg) caloriconitrogenada
(kcal no proteicas/g de N) Controles clínicos aconsejados
Ausencia de estrés 0,15-0,20 180-150/1 Diarios:
Estrés moderado 0,20-0,25 150-120/1 Controles habituales: presión arterial, temperatura, frecuencia
Estrés intenso 0,25-0,30 120-90/10 cardíaca y respiratoria
Balance hídrico: diuresis y otras pérdidas (sonda, drenajes,
Requerimientos de líquidos y electrólitos fístulas, heces)
Agua: 1.500 mL + (20 mL/kg por encima de los 20 kg) Estado de hidratación: presencia de edemas, deshidratación,
Na: 3-5 mEq/100 mL sed
K: 2 mEq/100 mL + 20 mEq/1.000 kcal no proteicas Glucosuria y cetonuria cada 6 h
PO4: 0,1-0,2 mM/kg + 10 mM/1.000 kcal no proteicas Glucemia cada 6 h en caso de glucosurias positivas
Cl: 2/3 partes de los requerimientos de Na y en pacientes diabéticos
Mg: 0,1 mEq/kg + 8 mEq/1.000 kcal no proteicas Semanales:
Ca: 0,2-0,4 mEq/kg Peso corporal
Acetato: el necesario para mantener el balance
Controles bioquímicos aconsejados
Aportes recomendados de vitaminas y oligoelementos* Dos veces a la semana:
Vitaminas Dosis i.v. Oligoelementos Dosis i.v. Glucemia
A 3.300 U Cromo 10-15 µg Urea y creatinina en sangre
D 200 U Cobre 0,5-1,5 mg Electrólitos en sangre
E 10 U Manganeso 0,15-0,8 mg Equilibrio ácido-básico
Ácido fólico 400 µg Selenio 20-40 µg Urea y creatinina urinarias
Ácido ascórbico 100 mg Cinc 2,5-6 mg Ionograma urinario
Tiamina 3 mg Balance nitrogenado
Riboflavina 3,6 mg Dos o más proteínas de vida media corta (prealbúmina,
Ácido pantoténico 15 mg transferrina, proteína ligada al retinol)
Niacina 40 mg Semanales:
Piridoxina 4 mg Hemograma completo
Cianocobalamina 5 µg Pruebas de función hepática
Biotina 60 µg Colesterol y triglicéridos
Albúmina
*Adaptada de AMA Dept of Food and Nutrition.

2004
NUTRICIÓN

minados según la gravedad y estabilidad del enfermo. Los La hiperfosfatemia causada por insuficiencia renal, des-
controles habituales en un paciente estabilizado se resumen trucción celular o acidosis metabólica se trata mediante la
en la tabla 15.91. En pacientes inestables puede ser necesa- restricción del aporte de fosfatos.
rio un control más frecuente de estos parámetros. La determi-
nación plasmática de oligoelementos, principalmente cinc y Complicaciones infecciosas. El catéter puede infectarse
selenio, se aconseja ante la sospecha clínica de déficit y/o en principalmente por gérmenes procedentes de las conexiones
pacientes de riesgo. de las vías de perfusión o del punto de inserción debido a la
falta de higiene en su manipulación o por gérmenes circulan-
Complicaciones tes a partir de otro foco séptico. La contaminación del caté-
Complicaciones metabólicas. Pueden ser debidas a la pro- ter puede producir bacteriemia y sepsis, que se manifiesta
pia enfermedad o a desequilibrios entre las necesidades y el generalmente por la aparición brusca de fiebre superior a
aporte de nutrientes. En algunos casos la nutrición parenteral 38 °C con escalofríos. La dificultad para establecer el diag-
debe adaptarse a la situación metabólica, corrigiendo las al- nóstico diferencial entre la infección por catéter y otros tipos
teraciones; en otros, debe tratarse el agente etiológico. Las de infecciones conduce con frecuencia a la retirada innece-
complicaciones más frecuentes en la práctica habitual son saria del catéter. La prevención de la infección del catéter y
las siguientes: la actuación en caso de que se produzca o se sospeche de-
La deshidratación causada por pérdidas urinarias o extra- ben quedar establecidas y protocolizadas estrictamente en
urinarias de líquidos no valoradas. La deshidratación cursa los centros donde se realice nutrición parenteral.
con elevación de la osmolalidad urinaria y del hematócrito e
hipernatremia. El tratamiento consiste en la reevaluación de
las necesidades hidroelectrolíticas y en la corrección del ba- Bibliografía especial
lance hídrico aportando agua destilada incorporada a la bol- ALASTRUÉ A, RULL M, CAMPS I, SALVÁ JA. Nuevas normas y consejos en
sa de nutrición parenteral o suero glucosado al 5%. la valoración de los parámetros antropométricos en nuestra po-
La hiponatremia, que puede ser dilucional, por falta de blación: índice adiposo-muscular, índices ponderales y tablas de
aporte o por pérdidas gastrointestinales o urinarias elevadas. percentiles de los datos antropométricos útiles en una valoración
El diagnóstico etiológico es fundamental para establecer el nutricional. Med Clin (Barc) 1988; 91: 223-236.
BRAIER LO. Fisiopatología y clínica de la nutrición. Buenos Aires, Pan-
tratamiento. En la hiponatremia dilucional, la concentración americana, 1987.
plasmática de sodio refleja una alteración del balance de CELAYA S, ACHA FJ, ALBEROA R, ALDÁMIZ-ECHEVARRÍA L, ANDREU A, ARANA
agua, debida a un fallo de su eliminación renal, en pacientes J et al. Avances en nutrición artificial. Zaragoza, Prensas Universi-
con insuficiencia cardíaca, renal o hepática o en enfermos tarias, 1993.
desnutridos. En este caso debe restringirse el aporte de so- DEPARTAMENTO DE DIETÉTICA DE LA CLÍNICA MAYO. Manual de dietética de
dio. La hiponatremia por déficit de sodio requiere la adminis- la Clínica Mayo. Barcelona, Medici, 1984.
tración de cloruro sódico. FOOD AND NUTRITION BOARD COMMITTEE ON DIETARY ALLOWANCES. Recom-
La hiperpotasemia secundaria a insuficiencia renal, a alte- mended Dietary Allowances. Washington DC, National Academy
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raciones celulares (pacientes con estrés metabólico) o a aci- GARROW JS. Treatment of obesity. Lancet 1992; 340: 409-413.
dosis. El tratamiento consiste en suspender el aporte de pota- LINDER MC. Nutrición: aspectos bioquímicos, metabólicos y clínicos.
sio, adecuar posteriormente los requerimientos y corregir la Pamplona, EUNSA, 1988.
posible acidosis. RAVUSSIN E, SWINBURN RA. Pathophysiology of obesity. Lancet 1992;
La hipopotasemia secundaria a pérdidas gastrointestinales 340: 404-408.
o urinarias (administración de diuréticos) o al anabolismo ROMBEAU JL, CALDWELL MD, FORLAW L, GUENTER PA. Atlas of nutritional
inducido durante la recuperación nutricional. support techniques. Boston, Little Brown, 1988.
La hiperglucemia, cuyas causas más frecuentes son la exis- SALAS J, MARTÍ-HENNEBERG C. Necesidades energéticas del niño enfer-
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existencia de estrés metabólico elevado y la excesiva veloci- the bioenergetics of obesity. World Rev Nutr Diet 1992; 70: 1-176
dad de perfusión de la mezcla. El tratamiento consiste en la
adecuación rigurosa del aporte glucídico a las necesidades,
el control estricto de las glucemias y la administración de in- Bibliografía general
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parenteral o en bomba de perfusión continua en los casos textbook of diabetes mellitus. Chichester, John Wiley, 1992.
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La hipofosfatemia causada por un aporte insuficiente, el proach. Nueva York, Thieme, 1991.
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PICKUP J, WILLIAMS G (eds). Textbook of diabetes. Londres, Blackwell
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fatemia puede tener graves repercusiones si no se trata ade- RUIZ M (ed). Diabetes Mellitus. Buenos Aires, Akadia, 1986.
cuadamente. El aporte de 10-20 mmol/día suele ser suficiente RULL J, ZORRILLA E, JADZINSKY S, SANTIAGO J (eds). Diabetes mellitus.
para prevenirla, aunque su tratamiento puede requerir canti- Complicaciones crónicas. México, Interamericana-McGraw-Hill
dades superiores. Health Care Group, 1992.

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2005

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