Las autoras resumen la historia intelectual de los siglos XVII al XX, donde se expuso un modelo heroico de la ciencia que podía conocer las leyes de la naturaleza y la evolución. Luego, la crítica del siglo XX destruyó estos absolutos a través de la democratización académica y el multiculturalismo. Finalmente, las autoras proponen un realismo práctico donde hay distintas perspectivas legítimas sobre un objeto del mundo real, y la verdad se define a través de un consenso flexible de la comunidad
Las autoras resumen la historia intelectual de los siglos XVII al XX, donde se expuso un modelo heroico de la ciencia que podía conocer las leyes de la naturaleza y la evolución. Luego, la crítica del siglo XX destruyó estos absolutos a través de la democratización académica y el multiculturalismo. Finalmente, las autoras proponen un realismo práctico donde hay distintas perspectivas legítimas sobre un objeto del mundo real, y la verdad se define a través de un consenso flexible de la comunidad
Las autoras resumen la historia intelectual de los siglos XVII al XX, donde se expuso un modelo heroico de la ciencia que podía conocer las leyes de la naturaleza y la evolución. Luego, la crítica del siglo XX destruyó estos absolutos a través de la democratización académica y el multiculturalismo. Finalmente, las autoras proponen un realismo práctico donde hay distintas perspectivas legítimas sobre un objeto del mundo real, y la verdad se define a través de un consenso flexible de la comunidad
Joyce Appleby, Lyn Hunt y Margaret Jacob. Andrs Bello.
LUIS ALB!"# !#M!# ntre nosotros, la discusi$n transcurre %uera del c&rculo de los historiadores pro%esionales, 'ue en general no han perdido la %e en su tarea. n los .UU. el (ovi(iento contestatario, iniciado en los )*, se desarrolla dentro de la corporaci$n acad(ica+ la cr&tica a la verdad es bandera para asaltar posiciones, despla,ar a los vie-os, ganar el poder. n ese conte.to se ubica este libro, dedicado en parte a proble(as generales del conoci(iento hist$rico y en parte a discusiones (uy propias del (edio acad(ico estadounidense.Las autoras son historiadoras reconocidas. Se %or(aron en el (ovi(iento de los )* y su relaci$n con l no es hostil+ aprecian las virtudes de la cr&tica y el escepticis(o, pero piensan 'ue se ha llegado de(asiado le-os. Han escrito una cr&tica y un alegato, pero no pretenden de(oler al adversario sino co(prenderlo e incluirlo en una e.plicaci$n (/s a(plia, (uy clara, lo 'ue en s& supone una reivindicaci$n del o%icio.l te.to tiene una organi,aci$n cl/sica+ tres partes, tres argu(entos. n la pri(era 0una her(osa s&ntesis de la historia intelectual de los siglos 12II a 1I10 se e.pone el (odelo heroico de la ciencia. n pri(er lugar, una ciencia capa, de conocer la naturale,a y operar sobre ella3 son las leyes del universo (ec/nico de 4e5ton, y las de la evoluci$n de 6ar5in. Luego, una visi$n de la historia de la hu(anidad3 sta progresa hasta alcan,ar la (odernidad, dise7ada de (anera di%erente pero coincidente por los grandes siste(as interpretativos+ Mar., 8eber o 6ur9hei( coinciden en la posibilidad de aprehender la totalidad de la e.periencia hu(ana y de establecer una verdad v/lida para todos. "ercer pilar+ la historia e.plica el desenvolvi(iento de una co(unidad y la progresiva reali,aci$n de sus ob-etivos y valores co(unes3 e.plicaci$n y valores se %usionan.:ara nuestras autoras, estos tres absolutos han 'uedado destruidos por la cr&tica del siglo 11. La de(ocrati,aci$n acad(ica y pol&tica incorpor$ tantos puntos de vista sobre la historia 0los progresistas, los traba-adores, los negros, las (u-eres0 'ue el (ulticulturalis(o ree(pla,a la idea de destino co(;n. La ciencia su%ri$ pri(ero la cr&tica de <uhn 0toda verdad lo es dentro de un paradig(a, 'ue ca(bia0 y luego la de los historiadores culturales, 'ue e.a(inaron los valores y pre-uicios de los cient&%icos. La cr&tica pos(oderna, de Saussure a 6errida, subray$ la autono(&a de te.tos y discursos y cuestion$ la e.istencia de una realidad (/s all/ de ellos. "odo eso es cierto, reconocen las autoras, pero no alcan,a para eli(inar la aspiraci$n de buscar una verdad ra,onable+ s$lo 'uienes siguen asu(iendo el car/cter absoluto de la verdad, propio de la ciencia del siglo pasado, creen 'ue sta se des(orona con cual'uier relativi,aci$n. A%ir(an 'ue la deconstrucci$n sin reconstrucci$n es una irresponsabilidad y proponen un realis(o pr/ctico+ el saber es una relaci$n entre un su-eto y un ob-eto3 hay distintas perspectivas leg&ti(as, pero %inal(ente el saber re(ite a algo 'ue est/ %uera del su-eto, un ob-eto del 'ue pueden decirse distintas cosas, pero no cual'uier cosa. =>uin establece esos (/rgenes? Hay una cuesti$n personal, de rigor y probidad3 luego, una verdad consensual+ en cada poca, el con-unto de los historiadores de%ine los (/rgenes de lo aceptable, de %or(a %le.ible co(o para 'ue puedan e(erger nuevas interpretaciones. Se reconocen en esta e.plicaci$n dos ele(entos 'ue nuestras historiadoras asu(en co(o valiosos+ un escenario p;blico de(ocr/tico, donde las ideas circulan libre(ente, y un su-eto racional y aut$no(o, capa, de conocer. He a'u& una her(osa reivindicaci$n, no s$lo de este vie-o o%icio de historiador sino, sobre todo, de los tan (anoseados valores de la (odernidad.