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From: Rodrigo Craveiro


To: Cbarran@reacciun.ve
Sent: Friday, August 06, 2004 8:20 PM
Subject: Entrevista urgente para el diario de Brasil

Estimado Dr. César A. Barrantes


Profesor investigador de la Universidad Central de Venezuela

Buenas noches. Yo soy un periodista brasileño y me llamo Rodrigo Craveiro. Trabajo para un de
los mayores diarios de Brasil. O POPULAR si ubica en cientro de Brasil, cerca de 200 km de
Brasilia (en la ciudad llamada Goiania). Nosotros estamos haciendo un articulo especial acerca del
referendum revogatório del día 15. Por favor, nosotros quedaríamos muy alegros con su ayuda en
respuender a las segun preguntas:

1- Como esta la mobilizacion popular para el referendum? Y como usted analisa la aceptación de
Hugo Chávez?
La movilización de todas las clases sociales de la República Bolivariana de Venezuela es casi
total, no sólo con ocasión del referendo revocatorio, sino, desde hace varios años para acá, a la luz
del proceso de cambio profundo y acelerado denominado revolución bolivariana. Casi podemos
afirmar que cada uno de los venezolanos se ha constituido en sujeto-agente-actor político, con lo
cual creo que el concepto de pueblo ya no se reduce a los agrupamientos denominados
tradicionalmente populares, sino que la categoría pueblo ha venido siendo abierta como un
abanico, o, mejor dicho, apropiada por amplios sectores tradicionalmente denominados
“populares” (barriales, parroquiales, urbanos y rurales) tanto como por los diversos estratos de la
denominada clase media, así como de la clase alta (para no mencionar a la denominada clase
política o gobernante que, precisamente por su condición de clase, ostenta niveles de politicidad
ostensibles y clara conciencia de sus intereses corporativos).
Tanto chavistas como antichavistas, que ya están aprendiendo a convivir dentro de cada clase
social y en cada espacio residencial, han venido construyendo su propia conciencia ciudadana.
Todo aquél que se lanza a la calle con sus respectivas banderas y vestimenta específica se asume
como ciudadano en pleno ejercicio de sus derechos constitucionales que, poco a poco, vienen
siendo sembrados en la conciencia de todos y cada uno de los venezolanos.
La revolución bolivariana es metafóricamente ordenadora simbólica, tanto de las clases antes
excluidas por el régimen socialdemócratacristiano que implosionó en 1998 como de la oposición
misma que, poco a poco y no sin resistencias y fundamentalismos de algunos sectores
recalcitrantes, ha venido apropiándose lentamente de eslóganes tales como “Venezuela es de
todos”, “En Venezuela cabemos todos” y “Todos somos venezolanos”.
Lo anterior, a pesar de la persistentemente agresiva y disociadora propaganda antichavista: la de
los medios privados de difusión masiva, que se olvidaron de la ética periodística y han
subordinado ésta al interés partidista; la de los grupos que perdieron la condición de élites
intelectuales y éticas, y la de las fracciones que perdieron la condición de clase política y
gobernante y ya no tienen el poder del privilegio y la impunidad. Todos ellos ven en el atizamiento
de los odios y las manipulaciones fraudulentas el último recurso de poder que, a pesar de sus
pesares, los aisla progresivamente de sus propias bases sociales de apoyo.
Poco a poco los eventos violentos vienen cediendo a los encuentros fraternos y convivenciales
entre “revolucionarios” y “antirrevolucionarios”, entre chavistas y antichavistas. Los denominados
“niní”, es decir, los que dicen que no están ni con uno ni con otro, las encuestas los ubican con un
cinco por ciento. Una de las abstenciones más bajas de la historia electoral venezolana.
A pocos días del referendo presidencial son ya familiares escenas en las que militantes de
ambos grupos comparten una calle, un paraje urbano o rural, un cruce de caminos, uno al
lado de otro emanando alegría y compartiendo recíprocamente su propaganda política, cada
vez con menos temor de agresión por parte del otro diferente o por el vecino opositor. Unos
gritando “fuera Chávez” y “abajo la dictadura!, y, otros, cantando y bailando al ritmo pegajoso de
“!Uh!, ¡Ah!, ¡Chávez no se va! y “la revolución es para todos”. Aquellos, básicamente articulados
al discurso mediático de que lo prioritario es “salir de Chávez, que luego veremos cómo y con
quien lo sustituimos”. Los segundos, interpelados por el discurso de la nacionalidad (que no
significa nacionalismo, mucho menos a ultranza), del antimperialismo y antineoliberalismo;
asimismo, por la convicción de que “con Chávez manda el pueblo” y éste seguirá mandando y
desarrollando los logros innegables (sólo invisibilizados por la propaganda mediática y
oposicionista) de su programa de gobierno tanto como de la profundización de la revolución que
ya se está preanunciando dentro de la misma revolución bolivariana.
Expresión de una nueva conciencia histórico-política generalizada, es el hecho de que los sectores
de clase media y alta que tradicionalmente no mostraron ninguna disposición a la participación
política, partidista ni electoral, desde hace meses decidieron “abandonar el closet” (figura retórica
utilizada con orgullo por ellos mismos) y lanzarse al goce de la participación activa en las calles de
sus propias zonas residenciales, fuertemente antichavistas.
Este hecho, aparentemente superficial, resulta sustantivo como indicador de lo siguiente, a lo cual
no quiero referirme sin antes hacer un comentario previo. Discúlpeme señor Rodrigo Claveiro por
abusar de su tiempo y espacio, pero su pregunta es crucial. Me refiero al hecho de que Carlos
Marx si bien descubrió las clases sociales en el capitalismo no por ello es el culpable de su
existencia. Igualmente Freud quien descubrió el inconciente y la sexualidad infantil, pero no por
ello es el culpable de su existencia. De la misma manera no se puede culpar a Chávez ni a la
revolución bolivariana de fracturar en dos partes horizontales a la sociedad venezolana, lanzando a
una clase contra otra. No. Esto no es cierto: la revolución bolivariana ha acentuado, radicalizado
ciertamente, las divisiones de clase, pero no ha lanzado a clase contra clase ni estimulado los odios
raciales y “sociales”. No.
Lo que la revolución bolivariana ha provocado es que ha puesto en el tapete de la discusión
cotidiana, existencial y vivencial los mecanismos ocultos de la dominación alienante (engañosos)
de los grupos oligárquicos (empresariales, financieros, sindicales, militares, partidistas, eclesiales)
que, en alianza con los poderes trasnacionales ostentaron, hasta 1998, año del desplome brutal de
la Cuarta República, un desplome sólo comparable con la implosión de la Unión Soviética,
desplome que no fue culpa de Chávez sino de las propias contradicciones y antagonismos del
propio régimen socialdemócratacristiano, de cuyas cenizas surge Chávez y su proyecto de
constitución de la Quinta República: la República Bolivariana de Venezuela.
Al contrario de cualquier sentido de fractura inducida de manera perversa, el proceso político-
cultural encarnado por la revolución bolivariana es el de canalizar, orientar, la construcción
posible de un nuevo orden societal que no es posible construir si no se confronta a cada quién a su
propia realidad, proceso doloroso por lo demás de toda concientización. Aceptar la miseria de
nuestras propias realidades produce dolor, pero el culpable de ese dolor no es el terapeuta ni el
médico ni el sicólogo ni el trabajador social, ni del político que asume la gravísima
responsabilidad de “abrir la caja de Pandora”.
No. Con independencia de quién nos llevó a una tragedia lo cierto es que tenemos que afrontar las
consecuencias de nuestros propios actos con una nueva perspectiva de futuro. De esto es de lo que
trata la revolución bolivariana y no todos lo entendemos de manera tan simple pues el dolor, el
duelo que produce el reconocimiento de nuestras propias miserias humanas, inducidas o no con
nuestra voluntad o en contra de esta, no es fácilmente asimilable.
Definitivamente en Venezuela hay mucho dolor, mucho duelo, mucho desengaño no canalizado y
mientras no se canalice, como es el propósito de la revolución bolivariana, siempre estaremos más
dispuestos a buscar culpables, chivos expiatorios a quienes condenar como condición de
exoneración de nuestra propia responsabilidad, la que tenemos por nuestras propias tragedias.
En todo caso, si de fractura se trata esta no ha sido (al menos necesariamente) horizontal de clase
contra clase ni de los de “abajo” contra los de “arriba”. Ha sido transversal, es decir, que cada
clase se ha dividido a sí misma en chavistas y antichavistas, “revolucionarios” y
“antirrevolucionarios”. Algo muy semejante a lo que se produjo en Irán con motivo de la caída del
Sha. Este es un fenómeno que los marxistas ortodoxos –de esos que siguen postulando la lectura
canónica del Genio de Tréveris: Carlos Marx, enfoque muy caro a algunos trabajadores sociales de
la academia brasileña- no aceptan como revolución pues para ellos ésta es sinónimo de lucha de
clase contra clase, de proletariado contra burguesía. Y todo proceso que no sigue este esquema
dogmático es calificado como de “revolución” neoliberal (es lo que hacen algunos izquierdistas
brasileños para los cuales el presidente Lula y el PT se han transformado en neoliberales).
Un rasgo definitorio de la revolución bolivariana es su transversalidad en y a través de todos los
momentos, espesores, niveles y dimensiones de la sociedad venezolana, lo cual plantea la
exigencia de complejizar (lo cual le complica los esquemas mentales a más de un analista político,
económico, social y cultural) los análisis a este respecto.

2- En caso de Chávez ganar el referendum, hay el riesgo de conflictos internos en Venezuela?


Como las clases sociales pueden se mobilizar en caso de Chávez quedar en el poder?
La violencia es siempre un escenario de importancia relativa en la historia planetaria y
latinoiberoindoafrocaribeña, en especial en Venezuela en donde los grupos oligárquicos, las
cúpulas eclesiales, partidistas, sindicales y empresariales han visto disminuir absoluta y
abruptamente (no por obra de Chávez ni de la revolución bolivariana, sino de su propia
ineficiencia y sociopatía) sus privilegios e impunidades tanto como su capital electoral y
básicamente su legitimidad o credibilidad pública.
No obstante lo anterior, es previsible que ante una posible pero muy segura derrota referendaria
(las encuestas internacionales que la oposición y los medios de difusión masiva ocultan sin éxito,
arrojan porcentajes que se elevan hasta el 70% de la intención de voto a favor de Chávez), tome
cuerpo una matriz de opinión generalizada entre la población, consistente en un rechazo a toda
aventura violenta.
Eslóganes como “Venezuela es de todos” y en “Venezuela cabemos todos” parecen ser
indicadores no contabilizados por los medios de difusión masiva ni por las cúpulas opositoras
que le tienen rabia, y odio no oculto de algunos, a Chávez y le mantienen activa la amenaza
de magnicidio, subversión y golpe de estado.
Creo que dentro de las cúpulas opositoras ya son visibles sectores que están apuntando
explícitamente a respetar los resultados del referendo presidencial y la autoridad legítima del
Consejo Supremo Electoral. Y esto es otro indicador de que la posibilidad cierta de que el
resultado del proceso referendario le sea masivamente favorable al presidente Chávez, cualquier
acto violento de los sectores más conservadores, agresivos y antidemocráticos no tendrá
aceptación de la mayoría de los venezolanos.
En todo caso, el ejército, el gobierno, los partidos oficiales y el pueblo aprendieron la lección del
golpe de estado de abril de 2002; asimismo, del sabotaje petrolero, empresarial, comercial y
sindical financiado por el régimen de Bush. Por lo tanto, hoy están mejor organizados y
fortalecidos. Los sistemas de inteligencia y contrainteligencia del estado se han eficientizado y
descubierto y desmantelado todas las operaciones subversivas que la oposición antidemocrática y
golpista ha planificado y mal ejecutado durante 2003 y lo que va de 2004. Y esto la viene
desgastando, deslegitimando y aislando de sus bases sociales de apoyo y del favor –ahora menos
entusiasta que hasta hace poco- del régimen de Bush.

3- Usted cree que en caso de derrota Chávez pueda mobilizar milicias armadas para detener el
proceso democrático? Como analisas eso?
Definitivamente creo que no. En Venezuela no hay milicias urbanas ni del gobierno ni de la
oposición. La única fuerza armada existente es la Fuerza Armada Nacional. El único intento de
constituir un grupo con calidad de éste ha sido la importación de unos quinientos paramilitares
colombianos que hace dos meses los sectores antidemocráticos de la oposición introdujeron en
nuestro país con la misión de -disfrazados con uniformes del ejército nacional- asaltar el Palacio
de Miraflores y asesinar al presidente Chávez (nacional e internacionalmente la imagen sería la de
que este acto era “legítimo” por provenir de la propia fuerza armada). Por dicha los órganos de
inteligencia del estado venezolano desmantelaron este operativo y encarcelaron a ciento treinta
colombianos dentro de los cuales se contó una docena de menores de edad, los cuales fueron
entregados a sus familiares delante de autoridades colombianas.
Claro, armas siempre hay en casas de clase media y alta y en los barrios y “favelas” como se
llaman en Brasil. Pero la campaña del gobierno para restringir la compra de armas por parte de las
clases pudientes ha sido fuerte y efectiva, propiciando también el obligatorio permiso de portar
armas y entregar las no registradas por becas de estudio y otros beneficios.
Hasta hoy Chávez y los partidos que lo apoyan son los únicos que públicamente han insistido
en respetar la autoridad legítima e independiente del Tribunal Supremo Electoral y los
resultados del proceso referendario cualquiera fuere éste. Chávez ha dicho por cadena nacional
que él entregará sin duda alguna la banda presidencial al vicepresidente José Vicente Rangel si
pierde el referendo. Sin embargo y a pesar de las interpelaciones lanzadas por el gobierno y los
partidos oficiales a la oposición, ninguno de los líderes oposicionistas ha dicho nada a este
respecto. Sólo han dicho que aceptarán el único resultado esperado: la revocatoria del mandato del
presidente Chávez, significando con ello que si éste gana, la oposición más recalcitrante
desconocerá este resultado.
Según este manifiesto, la vía es la violencia magnicidio mediante. Pero como dije antes, el
gobierno y el pueblo (que ya no son sólo los chavistas de clase baja, sino los de clase media y alta
más los opositores que tímida y aisladamente pero cada vez más explícitamente, se vienen
manifestado como indudablemente democráticos) parecieran que están preparados para afrontar
las consecuencias de un escenario que luce como un espectro que no se desea materializar.
Personalmente yo tampoco lo deseo.
Las consecuencias serían imprevisibles pero con antecedentes sangrientos y cercanos, demasiado
sangrientos y demasiado cercanos: la Colombia que El Liberador Simón Bolívar quiso constituir,
junto con Abreu e Lima, Antonio José de Sucre, y otros que luego lo traicionaron, en la Gran
Colombia.
Ahora bien, en el supuesto negado de que el Chávez derrotado no cumpla con su palabra, el
pueblo, mejor dicho, la nación completa se lo cobrará pues todo su liderazgo ha sido construido
sobre la base ética de que él es la encarnación de todo lo que nunca ha sido posible realizar en
Venezuela (este escenario, absolutamente negado al menos por mí, tendría efectos mucho más
nefastos que la caída de la Cuarta República en 1998. sería dantesco y más nefasto que los efectos
que tuvo el XVIII Brumario de Luis Napoleón, tan magistralmente documentados por Carlos
Marx).
El testimonio de la política perversa, del corporativismo excluyente, de la criminalidad política, de
la doble y triple moral, de la impunidad y la corrupción está significado en el pasado,
especialmente de los últimos cuarenta años. Y nadie, ni siquiera amplios sectores de la oposición
(concientes de que Chávez no ha podido minimizar la corrupción dentro de sus propias filas, no
obstante sus incansables esfuerzos), quieren regresar a ese pasado ni a aceptar (al menos
voluntariamente) algo que se lo evoque.
Este diagnóstico más o menos compartido por todos los sectores poblacionales, no significa
coincidencia en el tipo de futuro al que cada uno aspira. Pero la ventaja de los chavistas es que
tienen a Chávez que les da seguridad de futuro y una fuente de identidad y arraigo en
tradiciones orgánicas, pero los opositores no tienen un Chávez ni a alguien que se le parezca
para identificar la imagen horizonte que les permita hacer viable el futuro que añoran. No
saben qué vendrá después de Chávez pero ilusionan que será algo mejor que el pasado y algo
mejor que el presente, cuyo fundamento constitucional bolivariano aún no lo tienen bien
interiorizado. Son sectores definitivamente cautivos del discurso mediático, influenciables a la
manipulación televisiva y el consumismo y macdonalismo.
A mí me parece que este es un caldo de cultivo que potencia la posibilidad real de que los grupos
de poder más recalcitrantes e inhumanos que ostentan holgados recursos de poder económico,
mediático nacional e internacional y “lobby” en Washington, persistan en una vía de violencia
ilegítima y sin arraigo popular, es decir, en los de “abajo” y en los del “medio”, la cual se
traduciría eventualmente, ateniéndonos a las declaraciones televisivas de sus más conspicuos
voceros, en su “enguerrillamiento”.
Así que la vía guerrillera, según estas declaraciones significa que así como en los años sesenta
hubo guerrilla y subversión de izquierda, hoy podemos lanzar como hipótesis para la reflexión de
los lectores de O POPULAR, de que en Venezuela está latente una vía guerrillera de derecha,
oligárquica, burguesa, imperial para, desde las montañas, tomar ya no el cuartel Moncada sino, el
Palacio de Miraflores, residencia del gobierno legal y legítimo venezolano. Es lo que han dicho
públicamente algunos dirigentes oposicionistas.
Esta opción no es imposible teóricamente, pues fíjese usted señor Craveiro, que en el campo de la
administración de negocios y la teoría administrativa, existe una corriente, exitosa por lo demás en
términos económicos, que aplica la estrategia del Ché Guevara a los negocios. La producción de
conocimientos, para bien y para mal al mismo tiempo, es inagotable. El principio de realidad da
para todo.
Para concluir con esta pregunta, me pregunto para los lectores y las lectoras de O POPULAR de
Brasil, si el diluvio viene si Chávez pierde el referendo. NO. Nada de eso.
Si Chávez pierde, por mandato constitucional él debe entregar su mando al vicepresidente de
la república y el Consejo Nacional Electoral tendrá que convocar a un nuevo proceso para
elegir un nuevo presidente a partir del 2006, proceso en el cual no hay nada legalmente
instituido para que Chávez pueda postularse como candidato a la nueva presidencia de la
República Bolivariana de Venezuela y competir con cualesquiera otros candidatos al mismo
cargo.
Vemos entonces que la preocupación de que Chávez se precipite por acciones antidemocráticas
(tal es la imagen que internacionalmente los medios de difusión masiva y los grupos de poder
globalizador e imperial se empeñan en difundir) no es aceptable analíticamente ni fácticamente
desde y a partir de la Venezuela viviente.
Ningún político medianamente inteligente se va a desesperar si tiene la posibilidad real no sólo de
volver a postularse al mismo cargo del cual fue destituido, sino, de ganar efectivamente. En el caso
de Chávez no se vislumbra un líder opositor de su talla ética, intelectual, política y geopolítica.
Talla que hoy luce de gran estatura si consideramos que, en estos cinco años de gobierno, el
presidente Chávez se ha sometido a sí mismo a siete procesos electorales que lo han relegitimado,
ganando todos ellos limpiamente por amplia mayoría. Creo que esta es una buena, muy buena
razón por la que la oposición está tan preocupada y, en algunos casos, desesperada por la
posibilidad real de que si Chávez ha sido relegitimado por siete veces en cinco años por qué no
puede volver a serlo por octava vez, tal y como lo reflejan las encuestas nacionales y
norteamericanas que los mismos medios de difusión masiva se esfuerzan por ocultar.

4- Y la participación del Brasil en el proceso que culminó en el referendum? Como usted piensa
que el Brasil contribuyó con el referendum?
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela es una de las más avanzadas del
mundo. Contiene cinco tipos de referendo entre otros dispositivos de participación popular, uno de
los cuales es el revocatorio a la mitad del periodo para todo funcionario que haya sido electo
públicamente. Es decir, el referendo revocatorio no es sólo para el presidente de la república sino
para diputados, magistrados, alcaldes, gobernadores, rectores y decanos de universidades, etc. En
el próximo mes de setiembre se realizarán las elecciones de nuevos diputados y gobernadores
cuyos cargos quedaron vacantes al serles revocados sus mandatos, poco antes de que se activara el
referendo revocatorio presidencial.
Así que para que la convocatoria del referendo revocatorio del mandado presidencial del
presidente Chávez sucediera en Venezuela, no se requería, en modo alguno, influencia ni presiones
de poderes externos amigos o enemigos. No dependía ni siquiera de la voluntad de Chávez ni de
nadie de la oposición en particular. Para activar el referendo revocatorio en Venezuela sólo se
requiere que un 20% de los electores que eligieron al funcionario en cuestión consignen su firma
ante el Consejo Supremo Electoral y ese requisito se cumplió (la oposición consignó un veinte y
un pico más que no llegó al veintiuno por ciento) y se hará realidad el 15 de agosto próximo, fecha
para la cual están inscritos un poco más de catorce millones de electores, unos cuantos millones
más de los que estaban inscritos cuando se eligió a Chávez presidente. Millones a los que la
revolución bolivariana ha constituido en sujetos no controlables ni influenciables por oposición
alguna. Beneficiarios directos de fuertes programas de salud, vivienda, educación, empleo,
saneamiento ambiental, vialidad...y dignidad. Pobres pero ya no objeto de la asistencia social
compensatoria, sino, ciudadanos sujetos de derechos sociales, políticos, económicos y culturales.
Con motivo de la visita del presidente da Silva a Venezuela, éste se manifestó a favor de que
hubiera un referendo revocatorio y esto fue un gesto importante que se enmarcó dentro de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y apuntaló el proceso democrático
aupado, a la luz de la misma Constitución, por el presidente Chávez.
Igualmente lo han hecho otros presidentes amigos entre los cuales se encuentra Ernesto Kirschner
de Argentina.

5- Y la relación de Chávez com los Estados Unidos? En caso de permanencia en el poder, como
los dos gobernos pueden mejorar sua relacciones?
Esta pregunta es también importante como todas las anteriores, pero con elementos distintos. Para
nadie es un secreto que los Estados Unidos de Norteamérica son la superpotencia hegemónica y
que nuestra América Latino-ibero-indo-afro-caribeña es su patio trasero dentro del cual para los
gringos sólo cuentan los recursos naturales, especialmente el petróleo y las cuencas. Obediencia y
disciplina al mandato imperial. Mandato que ha provocado innumerables reacciones civiles,
militares y gubernamentales de diversos países en los diversos periodos de nuestra historia
continental.
Resultados: represión, invasiones, golpes de estado, presiones e intimidaciones a lo largo y ancho
de nuestra América Latino-ibero-indo-afro-caribeña. Así que podemos afirmar que al sur del Río
Grande y hasta la Tierra del Fuego existe un subconsciente o sustrato antiyanqui,
antinorteamericano, antigringo, antimperialista. Pero los venezolanos no somos
antiestadounidenses pues siempre hemos hecho una diferencia entre el pueblo estadounidense y los
regímenes de Washington.
En la República Bolivariana de Venezuela somos amigos del pueblo gringo como los llamamos
cariñosamente en muchos de nuestros países, y de hecho muchísimas organizaciones civiles
estadounidenses apoyan y trabajan a favor del proceso sociopolítico y económico-cultural
venezolano. Lo malo que tiene el pueblo estadounidense son los yanquis sureños que hoy,
encarnados en un Bush que ganó la presidencia mediante un fraude incuestionable, recorren el
mundo ya no como el fantasma del comunismo al estilo del develado por Marx en su Manifiesto
Comunista, sino como robocops aparentemente invencibles y sin solución de continuidad
aparente.
El gobierno bolivariano de Venezuela se ha manifestado siempre amigo y socio comercial de los
Estados Unidos de Norteamérica, pues cómo no serlo si Venezuela es su tercer proveedor de
petróleo y, además, el estado venezolano es propietario de más de quince mil estaciones de
gasolina y de empresas refinadoras de las más grandes del mundo ubicadas en territorio gringo
(¿cuántos empleos le genera Venezuela a los Estados Unidos de Norteamérica? Miles de miles). A
cambio -inequitativa y deslealmente- la República Bolivariana de Venezuela está siendo
objeto de agresiones y malos tratos de parte del régimen de Bush, puesto que éste viene
asignando millones de dólares para que organizaciones -de esas que se llaman no gubernamentales
sigladas como ONGs, término que yo castellanizo como oenegés- realicen operaciones encubiertas
y subversivas en contra de la democracia y la Constitución venezolana (una de ellas, SÚMATE,
está afrontando un juicio ante los tribunales de justicia por un delito electoral relacionado con el
financiamiento recibido por parte de una entidad gubernamental de los Estados Unidos de
Norteamérica).
Un socio que atenta contra el otro no se puede llamar socio. Mucho menos en los negocios es
aceptable. Mucho menos en política. Una sociedad artera no se puede llamar sociedad justa ni
ética ni humana. Es la razón por la cual el presidente Chávez ha manifestado recientemente que
ante un socio desleal como Bush, lo que correspondería es disolver la “sociedad”. Es decir, si la
sicopatología del presidente de los Estados Unidos de Norteamérica lo lleva a persistir en su
conducta contra el gobierno democráticamente elegido por el 80% de los electores y
próximamente pudiera ser relegitimado por hasta el 70% de los venezolanos, el estado venezolano
estaría en su derecho de decretar un embargo petrolero contra los Estados Unidos de Norteamérica
y, en consecuencia con esta decisión, la nación venezolana se preparará para la defensa
inclaudicable de su soberanía y de sus recursos naturales.
Sin embargo, hace unos días el presidente Chávez le envió un mensaje a Bush por intermedio del
presidente de la Chevron (que acaba de firmar un contrato petrolífero con Venezuela), en el cual le
dijo a Bush que Venezuela no tiene ningún interés en contra de los Estados Unidos de
Norteamérica ni ningún país y que seguimos interesados en continuar, como siempre lo hemos
hecho, teniendo buenas relaciones y excelentes negocios, pero eso sí, basados en el respeto a la
dignidad, a la autodeterminación y a la ética humanista.
Personalmente creo que a Estados Unidos de Norteamérica no le interesará desaprovechar esta
mano tendida de Venezuela, máxime si consideramos los reveses políticos y militares que el
régimen de Bush está teniendo en Irak y otras partes del mundo. Reveses entre los cuales está la
conducta hostil e injustificada en contra del gobierno de Chávez y la nación venezolana.
Recordemos que al día siguiente del golpe de estado del once de abril de 2002 el régimen de Bush
apresuradamente reconoció como legítimo al gobierno facista instaurado con su concurso por el
empresario Pedro Carmona; esto, sin pensar que veinticuatro horas después el denominado Pedro
El Brevísimo, pues su régimen no duró más de cuarenta y ocho horas dado que el pueblo
dignificado por la revolución bolivariana, blandiendo en su mano la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela como única arma, reinstauró a Chávez en su silla presidencial.
Sin embargo, ni el gobierno ni el pueblo venezolano le guardan rencor al régimen de Bush,
al cual le ha manifestado la voluntad de seguir suministrándole a los Estados Unidos de
Norteamérica la cuota de petróleo comprometida; asimismo, a seguir refinando y distribuir
gasolina a través de las quince mil gasolineras que, siendo propiedad absoluta del estado
bolivariano de Venezuela, operan en territorio estadounidense. Entonces ¿por qué o a cuenta de
qué el régimen de Bush está empeñado en derrocar a un Chávez que fue electo con más del 80%
de los electores y hoy se perfila como relegitimable a través de referendo por hasta un 70% de los
electores? ¿Por qué Bush atenta contra la democracia venezolana?
Juzguen los lectores y las lectoras de O POPULAR.
Si el petróleo de Irak no les fluye, pues ahí está el petróleo venezolano y de toda la región andina.
Ante este escenario, una buena pregunta de interés para los brasileños es ¿cuál sería la respuesta de
Brasil: a favor de sí, de nuestra América Latino-ibero-indo-afro-caribeña o del régimen imperial?
Finalmente, Chávez ya lo viene diciendo como reto al mismísimo Bush. El referendo del quince
de agosto próximo no es entre Chávez y sus opositores internos, sino, entre Chávez y el gran
jefe que habita transitoriamente la Casa Blanca. La apuesta de Chávez es que él gana el
referendo y Bush pierde las elecciones de noviembre.
Cualquiera que sea el desenlace, el destino de nuestra América Latino-ibero-indo-afro-caribeña
está comprometido. Todos, sin escape, estamos convocados.

César A. Barrantes A, Costarricense-nicaraguense-venezolano. Trabajador social, planificador


social, analista de política social. Profesor investigador de grado y posgrado. Universidad Central
de Venezuela, Universidad del Zulia. Presidente fundador de la Red Latinoiberoamericana y
Caribeña de Trabajadores Sociales (RELATS). cbarran@reacciun.ve

Rodrigo Craveiro
Periodista brasileño
Teléfono: 00 55 62 2501291
Fax: 00 55 62 2557513
Goiania-GO
Brasil
www.opopular.com.br

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From: César Barrantes
To: Rodrigo Craveiro
Sent: Monday, August 16, 2004 11:43 PM
Subject: Re: HOLA HOLA Y REOLA CON GRAN REGOCIJO

Hola Rodrigo
El hecho innegable es que el referendo fue un proceso limpio y lleno de dispositivos de seguridad
y control que no permitieron posibilidad de fraude alguno. Así lo testificaron hoy Carter (Centro
Carter) y Gaviria (OEA). así lo han dicho ya funcionarios del gobierno de Bush, así lo han dicho
sectores de Wall Street y la banca internacional. Confianza plena en el proceso referendario, el
gobierno de chávez y en venezuela como campo de inversiones.
Los únicos que se niegan a aceptar este hecho incontrovertible es la Coordinadora oposicionista
que ha incitado a sus partidarios a la violencia callejera y sólo unos 150 ó 200 clausuraron las
avenidas que bordean la Plaza Altamira, aquélla donde se hicieron fuertes los generales que dieron
el golpe de estado en 2002, con el saldo de una anciana muerta que recibió un balazo por parte de
esos violentos, más nueve heridos de bala. una muerte más instigada por los irresponsables líderes
oposicionistas.
Pero las grandes mayorías incluyendo a sectores de la oposición no están aceptando esta conducta
sociopática. La violencia ya está sentenciada por el pueblo ciudadano. No tiene cabida y sólo
aislará a los oposicionistas más recalcitrantes y arrastrará al desastre electoral dentro de un mes
cuando se le revoque el mandato a nueve diputados de la oposición y sean sustituidos por otros
más democráticos que ellos. Asimismo, en un mes más o menos serán las elecciones de alcaldes y
gobernadores y ya la suerte está echada para ellos.
Te sugiero ingresar a la web de abajo para que constatés por vos mismo esta realidad de los
números del referendo por estado. Verás que casi en todos los 24 hay mayoría chavista y es
posible que en ellos ganen los candidatos oficiales.
Del señor Ramos Allup no tengo su teléfono pero trataré de buscarlo. Te avisaré.
Creí que ibas a publicar la entrevista completa o más o menos completa en tu diario. Pero una
reseña de ella no me congratula pues en ella te ofrecí mucha información que quedó afuera de tu
artículo. Ni modo. Suerte y mucho trabajo creador...afmo. César Barrantes.

http://www.cne.gov.ve/

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RED LATINOIBEROAMERICANA Y CARIBEÑA DE TRABAJADORES SOCIALES
(RELATS)
PARA INFORMACIÓN Y SUSCRIPCIÓN AL FORO INTERNACIONAL DE TRABAJO
SOCIAL E INTERVENCIÓN SOCIAL INGRESE A:
http://listas.ecuanex.net.ec/listas/listinfo/relats
PARA SOLICITAR MEMBRESÍA ACTIVA A RELATS, ESCRIBIR A: Cbarran@reacciun.ve
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----- Original Message -----
From: Rodrigo Craveiro
To: César Barrantes
Sent: Monday, August 16, 2004 12:47 PM
Subject: Re: HOLA HOLA Y REOLA CON GRAN REGOCIJO

Hola
professor Barrantes

So you de Brasil (Rodrigo Craveiro, el periodista de O POPULAR). Gustaria de saber cual analisis
usted hace del resultado del referendo. Usted piensa que podría tener habido fraudes en el proceso?
Como la población venezuelana recibe el resultado?
Otra cosa: tiene el teléfono de contacto con Henry Ramos Allup, de la Acción Democrática?
Sigue abajo el articulo publicado ayer (domingo):

A sorte de Chávez está lançada


Povo decide hoje no voto se presidente
continua no poder. Independente do resultado,
analistas apostam no fortalecimento da democracia

Rodrigo Craveiro
A oposição venezuelana saiu às ruas, recolheu as assinaturas e conseguiu marcar o referendo
revogatório para decidir o futuro do presidente Hugo Chávez. O processo democrático se sucedeu
a uma série de protestos violentos, que culminaram em mortes e em um golpe seguido de
contragolpe. Na história recente do país, o povo jamais esperou tanto por um processo político. Por
volta das 20 horas de hoje (horário de Brasília), o Conselho Nacional Eleitoral deve anunciar quem
falou mais alto nas urnas: o sim – voto pelo afastamento de Chávez – ou o não.
As últimas pesquisas encomendadas junto a um grupo norte-americano dão cerca de 60% de votos
a favor do presidente venezuelano. A consulta popular será monitorada pela Organização dos
Estados Americanos (OEA), pelo Centro Carter (do ex-presidente dos EUA, Jimmy Carter) e pelo
Programa das Nações Unidas para o Desenvolvimento (Pnud).
Em entrevista ao POPULAR, analistas explicaram a importância do referendo revogatório,
esmiuçaram a controversa figura do líder que criou uma revolução bolivariana – nos moldes de
Simón Bolívar – e foram unânimes em reconhecer que a Venezuela sairá fortalecida do processo.
César Barrantes, analista político da Universidade de Zulia – situada em Maracaibo, no noroeste
do país – acredita que chavistas e antichavistas aprenderam a construir a consciência de cidadania.
“Os que se lançam às ruas se assumem como cidadãos em pleno exercício de seus direitos”,
explica.
O professor sustenta que a revolução bolivariana que se processa no governo Chávez é
“metaforicamente ordenadora”. “Pouco a pouco, os eventos violentos vêm cedendo espaço aos
encontros fraternos entre revolucionários e anti-revolucionários”, exemplifica. A motivação
eleitoral é tamanha que, segundo Barrantes, os autodenominados “nem nem” – os que não estão
com Chávez nem com a oposição – não passam de 5%, segundo as pesquisas.
O analista da Universidade de Zulia afirmou que a Venezuela vive a expressão de uma nova
consciência histórico-política. “As classes média e alta, que nunca mostraram disposição para a
participação política, se lançaram às ruas, em suas zonas fortemente antichavistas.” Barrantes
admite que a revolução bolivariana tem acentuado as divisões de classes, mas não estimula ódios
raciais e sociais.
Apesar dos benefícios que a votação pode trazer para a democracia venezuelana, persiste a
interrogação sobre as reações do governo e da oposição ao resultado e reina também o receio da
violência.
Para Geisa Franco, professora de Relações Internacionais da Universidade Católica de Goiás
(UCG), a oposição não aceitará o fracasso, mas não terá condições de encampar uma ação
organizada para reverter o quadro. “O problema é que a oposição é bastante heterogênea e não tem
um líder capaz de capitanear o descontentamento”, lembra.
No caso de uma derrota de Chávez, Geisa aposta na adoção de medidas violentas por parte do
presidente, apesar de, conforme destaca, o mandatário poder lançar nova candidatura, pois a
legislação eleitoral o permite.
Frente aos riscos de generalização da violência, cautela é a palavra de ordem em Caracas. Segundo
Ricardo Heredia, professor da Escola de Estudos Políticos da Universidade Central da Venezuela,
a campanha tem sido tranqüila.
Em suma, o analista explica que o referendo revogatório canalizou o conflito político para uma
saída eleitoral. Por isso, ele vê as chances de luta armada como pequenas, mas não descarta
escaramuças e focos de tensão. “O Conselho Nacional Eleitoral aumentou sua credibilidade e os
simulados eleitorais têm sido bem-sucedidos”, afirma.
Líder controverso
Ele é capaz de ficar seis horas falando ao rádio ininterruptamente. Seus discursos recheados de
afrontas ao neoliberalismo arrepiam as classes média e alta. Inimigo declarado dos EUA, Hugo
Chávez criou uma aura que o tornou querido e odiado.
Geisa Cunha Franco, professora de Relações Internacionais da Universidade Católica de Goiás
(UCG), atribui ao populismo a imagem de controverso do presidente. “Ele chegou ao poder
prometendo romper com o elitismo na Venezuela, onde a riqueza fácil do petróleo não foi
redistribuída, alimentando a corrupção política”, explica.
Com a ampla aceitação dos apelos de Chávez, vieram as críticas. “Ele desprezou os caminhos
democráticos e, economicamente, optou por medidas ineficientes, como a estatização e o
isolamento internacional”, analisa Geisa. A professora explica que o discurso nacionalista tem
forte apelo pelo fato de a crítica sobre a globalização ser acirrada nos países pobres.
“O povo aceita a personalidade do presidente, mas apenas quando ele não é agressivo, intolerante
e autoritário”, opina Ricardo Sucre Heredia, professor da Universidade Central da Venezuela. O
analista avalia que a aceitação do líder bolivariano tem melhorado desde a greve geral de
dezembro de 2002.
E aponta dois motivos: a greve teria feito com que a oposição fosse culpada por não permitir a
construção de uma alternativa real de poder; em segundo lugar, a crise política obrigou o governo
a governar. “A partir de 2003, Chávez começou a desenvolver políticas públicas e a levar a luta
política por essas vias. Quando Chávez aderiu às regras da democracia – a consulta de hoje –, a
sua aceitação aumentou.”
Missão brasileira acompanha processo
Abandonar paixões políticas e adotar uma postura ética e neutra. Essas serão as tarefas da
deputada federal Maria José Conceição Maninha (PT-DF)durante sua estada em Caracas. Chavista
“doente” e presidente da Confederação Parlamentar das Américas (Copa) – entidade que congrega
senadores e deputados federais e estaduais –, Maninha foi convidada pelo Conselho Nacional
Eleitoral (CNE) a trabalhar como observadora internacional do referendo revogatório. “Nossa
entidade se credencia como fiscal eleitoral em processos difíceis”, explica. Maninha aceitou o
convite e pediu a nomeação de uma missão de parlamentares que terá a função de ajudá-la.
“Nosso papel aqui é muito difícil. Um observador oficial não pode ter tendências e tem de
observar apenas a lisura do processo”, afirma a deputada Maninha. Segundo a parlamentar, o
regimento do CNE é rígido – proíbe parcialidade nas observações e participação em mobilizações
populares. “Como chavista doente, vou ter de engolir seco”, reconhece.
De acordo com Maninha, a presença dos políticos brasileiros em Caracas hoje reforça a idéia de
que o Brasil teve papel preponderante na reconstrução da democracia venezuelana. A deputada
petista acredita que os questionamentos em torno da visita do presidente Luiz Inácio Lula da Silva
à capital venezuelana na época da coleta de assinaturas e a retribuição de Chávez em sua viagem
ao Brasil foram profícuos.
“Tudo isso resultou num processo de construção de confiança mútua entre os dois presidentes e a
oposição, permitindo ao Brasil liderar o Grupo de Amigos da Venezuela”, comenta. Além do
Brasil, compõem o grupo Chile, México, Espanha, Portugal e EUA.
Maninha conclui que, ao aceitar o referendo, a Venezuela dá uma demonstração de maturidade e
democracia. “Quem dera pudéssemos ter em nossa Constituição um instrumento como o referendo
revogatório”, conclui a parlamentar.
O governo Lula se diz neutro no referendo revogatório. No entanto, o partido do presidente
brasileiro declara apoio inconteste ao líder venezuelano. Na quinta-feira, uma delegação do Partido
dos Trabalhadores (PT) liderada pelo deputado federal Luis Eduardo Greenhalgh entregou uma
carta de solidariedade a Chávez assinada pelo presidente nacional da legenda, José Genoíno.
Segundo os parlamentares, Chávez se emocionou com o apoio e leu a carta em voz alta.

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