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TEXTO: Lucas 2.10-20.

PROPÓSITO: Persuadir a la personas para que acepten reciban y descansen en Jesucristo como su
Salvador, de manera que la navidad y la vida misma sean verdaderas y con un amplio sentido y
propósito. Evangelismo..

INTRODUCCIÓN: ¿Cuántas cosas han degenerado? Cuántas cosas actualmente ya no son ni la

mitad de lo que eran. Por ejemplo: Algunas piezas de los automóviles, aparatos electrónicos o incluso
algunas prendas; esto hace que en muchas ocasiones digamos, “esto es desechable”.

Tristemente la Navidad también ha degenerado. La Navidad que muchos celebran no es la original ni

la verdadera. Siga usted leyendo y descubrirá por qué decimos esto. Por otra parte el día de hoy le
vamos a enseñar cómo celebrar una verdadera navidad.

TEMA: UNA VERDADERA NAVIDAD

NO ES UNA CONMEMORACIÓN MATERIAL

En estos tiempos la gente ha fabricado una navidad totalmente material y comercial. Sólo con poner
nuestra atención en los medios de comunicación podemos darnos cuenta de esta situación. Por
donde quiera se anuncian automóviles, casas, ropa, juguetes, electrodomésticos, dinero, comida.
Incluso en los anuncios comerciales, se escucha la música de los villancicos navideños como medios
estratégicos para envolver a la sociedad. Todo esto nos hace pensar que navidad es tener dinero,
comprar, estrenar; pero no es así.

Si usted tiene posibilidades para estrenar, ¡Gracias a Dios!. Pero no se preocupe si en esta navidad
no tiene medios materiales o económicos. Sin duda que más de una familia en esta navidad, no va a
estrenar, no tendrá un pavo relleno, o un rico lomo adobado; no todos lo niños tendrán juguetes
nuevos. Esto de verdad que no es lo más importante. No debemos pensar que por no tener dinero no
es navidad. Le vamos a decir por qué.

Porque la navidad es dar gracias a Dios por el Nacimiento del Salvador, pero nuestro Señor
Jesucristo no tuvo una fiesta de nacimiento con grandes recursos materiales o económicos. La
Palabra de Dios nos enseña que cuando Jesús nació, no hubo para estrenar algún automóvil, ropa, ni
hubo manjares sobre la mesa. Lejos de esto, el Hijo de Dios, nació en una condición de miseria
económica material. Se entiende que sus padres no tenían dinero, pues el Jesús nació en el establo
de un mesón. La primera, la original navidad tuvo lugar en un establo, tal vez con los olores propios
de un lugar así, junto a la bestia que trasladaba a María y José. Y con todo esto fue la Navidad más
hermosa. Porque la Navidad no es una conmemoración Material, es algo mucho más alto e
importante que eso.

ES UNA FIESTA ESPIRITUAL

Como ya dijimos en la primera navidad no hubo abundancia material; pero sí hubo riqueza espiritual.
La Primer navidad fue una fiesta espiritual. La Palabra de Dios nos enseña que hubo un culto
angelical. Como en todo culto hubo predicación, pues un ángel predicó el mensaje de las buenas
nuevas a pastores y no falto la alabanza con cánticos de los ángeles mismos. Allí en el establo sin
duda que María y José oraban y alababan a Dios, y cuando llegaron los pastores, ellos se unieron a
esta adoración.

Esto nos enseña que la verdadera Navidad es una fiesta espiritual. La Navidad debe celebrarse, no
comiendo, bebiendo o en algunos otros asuntos materiales; sino cantando, orando, leyendo la
Palabra de Dios, ofrendando. La Navidad debe celebrarse con actos de adoración a Dios por el

Pbro. Juan Francisco Hernández Flores

Bosquejos Navidad
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Nacimiento del Salvador. Pase esta Navidad y su vida entera alabando a Dios y le aseguramos que
pasará los mejores momentos de su vida.

Por otra parte, el hecho de que la Navidad sea una fiesta espiritual, nos enseña el propósito del
Mesías al venir al mundo. Jesucristo vino con un propósito principalmente espiritual. Él vino a redimir
al hombre de sus pecados. Dios nos enseña en su Palabra que el hombre es pecador, y que la paga
del pecado es la separación de Dios (Rom. 6.23); por ello todos los hombres están desterrados de la
gloria de Dios. Sin embargo Jesucristo vino a pagar lo que nuestros pecados merecían, por eso nació
sin pecado, murió en la Cruz llevando los nuestros, y resucitó volviendo a la diestra del Padre. Lo
único que usted tiene que hacer para beneficiarse del propósito espiritual de Cristo es tener fe en él
cómo su Salvador. Esto nos lleva a nuestra tercera consideración.

ES UNA CELEBRACIÓN CON CRISTO

La palabra Navidad significa nacimiento. Como ya se dijo, la Navidad es la fiesta en la cual

recordamos el nacimiento de Jesús. Lo triste es que muchos celebran la navidad sin recordar o tener
presente a Jesucristo. Por lo tanto muchos celebran una seudo navidad.

Una navidad sin Cristo es algo totalmente carente de sentido. Usted no celebra el cumpleaños de
quien escribe estas líneas ¿verdad? Es ilógico, pues tal vez no me conoce, o no sepa cuando cumplo
años. Cómo entonces muchos celebran la fiesta de alguien a quien no conocen o está ausente de sus
vidas. Una verdadera Navidad es una navidad con Cristo. Los pastores de los que nos habla la
Palabra de Dios pudieron gozarse en aquella primera Navidad, después de que conocieron y
creyeron en el niño Jesús como su Salvador.

Por ello si usted quiere tener una verdadera Navidad es necesario que Cristo esté en su corazón. Tal
vez usted ya aceptó a Cristo, es decir cree que él es la verdad. Si es así, lo que le falta es recibirle en
su corazón y permanecer en él. Recibir a Cristo en el corazón es pedirle por medio de una oración
que él perdone nuestros pecados y entre a nuestro corazón, es decirle que le recibimos como nuestro
Salvador personal. Permanecer en Cristo significa llevar una vida nueva en él, solos no podemos, por
eso Jesucristo nos ayudará para que seamos nuevas personas.

ESTIMADO LECTOR: ¿Cómo ha sido la Navidad para usted? Hoy puede usted comenzar a vivir una
verdadera Navidad. Hoy puede comenzar a celebrar la navidad con Sentido; y no sólo eso, a partir de
hoy su vida puede comenzar a tener sentido. Recuerde, sólo necesita recibir a Cristo. Hágalo,
repitiendo esta Oración: “Padre Celestial, reconozco que soy pecador, y que por causa de mis
pecados estoy desterrado de tu gloria. Gracias por tu amor, por haber provisto para mí un medio de
Salvación, que es tu Hijo Jesucristo. Por lo tanto, Hoy recibo en mi corazón a Jesucristo como mi
único Salvador; entra Señor a mi vida, perdona y lava mi corazón de todos mis pecados, y hazme una
nueva criatura. Dios eterno escribe mi nombre en el libro de la Vida, y ayúdame a vivir una vida
nueva. Te lo pido Padre Celestial, en el nombre de mi Señor y Salvador Jesucristo. Amén”.
¡Felicidades! Ahora usted es un hijo de Dios, y tiene una morada asegurada en el Reino celestial de
Dios. Ahora usted es Salvo, Cristo ha nacido en su Corazón, ¡Esta es la verdadera Navidad! ¡Dios le
bendiga!

Pbro. Juan Francisco Hernández Flores

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