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Luces que Encandilan

¿Ha pensado usted, cual fue el hecho más notorio, anunciado y documentado para
la época de Jesucristo? sin duda, su nacimiento.

Desde Génesis, hasta Malaquías, durante miles de años, en diferentes


circunstancias y por diferentes hombres, todos inspirados por el Espíritu Santo, se
anunció el advenimiento del Salvador, se documentó de tal manera, que podemos
afirmar sin temor a equivocarnos que el nacimiento mas anunciado y esperado de la
historia, fue el de nuestro Salvador.

El A. T. contiene más de 300 profecías sobre el Mesías, todas fueron cumplidas de


manera completa, perfecta y precisa en Jesús1,. De esas más de 300 profecías
muchas tuvieron que ver con su nacimiento, el Espíritu Santo, en su sabiduría, por
medio de los profetas anunció que Jesucristo nacería de la simiente de la mujer2;
que nacería de una virgen3, que provendría de la simiente de Abraham4; que sería
hijo de Isaac5 y de Jacob6; que sería de la tribu de Judá7; que vendría por la línea
familiar de Isaí8; que sería de la casa de David9; que nacería en Belén10; que sería
homenajeado con regalos11; que por el pecado humano niños serían asesinados12.

Todas, absolutamente todas se cumplieron, Dios en su soberana y sabia providencia


dispuso todos los hechos y acontecimientos, para que en el tiempo indicado, en el
lugar indicado y con las personas indicadas, se diera la natividad de nuestro
Salvador.

¿Habrá algo mas importante que el hecho mismo del nacimiento? Si, el propósito
divino para tal hecho. El nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, si bien es un
hecho muy importante, en sí mismo solo forma parte de un evento mucho mas
importante y glorioso: la redención planeada por Dios desde antes de la fundación
del mundo y anunciada desde Génesis 3:15.

1
MacDowell Josh; Evidencia que Exige un Veredicto; Ed. Vida; E.U.; 1991; pag.148
2
Gn.3:15
3
Is.7:14
4
Gn.22:18; Gn.12:2,3
5
Gn.21:12
6
Nm.24:17; Gn.35:10-12
7
Gn.49:10; Mi.5:2
8
Is.11:1, 10.
9
Jer.23:5; 2Sa.7:12-16; Smo.132:11
10
Mi.5:2
11
Smo.72:10; Is.60:6
12
Jer.31:15

Carlos Rocha
carlosrocha@marketingyportales.com
Si revisamos una a una las profecías, encontraremos que cada vez que un profeta,
profetizó sobre el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, lo hizo dentro de un
contexto mucho mas amplio, cada profecía acerca del nacimiento de Jesucristo, fue
hecha dentro del contexto de la obra redentora.

Esta evidencia escritural debe llevarnos, si queremos ser coherentes con la Palabra
de Dios, a que si celebramos la natividad de Jesucristo, hemos de hacerlo dentro
del contexto de la redención prometida y consumada.

Revisemos algunas de esas profecías, veamos cómo están dentro del contexto de la
redención:
Gn. 3:15
Y enemistad pondré
Entre ti y entre la mujer
Y entre tu descendencia
Y entre su descendencia
El13 te aplastará cabeza
Y tu le herirás talón14

He ahí el primer anuncio de un Salvador, y justamente de boca del Todopoderoso


Creador, note como el anuncio está señalando a Jesucristo, quien nacería –he ahí la
natividad- de la simiente de Eva y “aplastará cabeza” de la serpiente, he ahí el
objetivo de la natividad: la obra de redención.
Isaías 7:14
Por tanto,
el Señor mismo
os dará señal:
He aquí
que la virgen concebirá,
y dará a luz un hijo,
y llamará su nombre Emanuel.

“La virgen concebirá” he ahí la natividad; “y llamará su nombre Emanuel” he ahí la


referencia a la obra redentora, el término “Emanuel” señala a “la persona del
Salvador, con sus dos naturalezas: divina y humana”15, Dios se encarnó para venir
a ser hombre y para morir en la cruz para salvar a sus elegidos.

13
Negrillas mías
14
Cerni Ricardo; Antiguo Testamento Interlineal Hebreo-Español, Tomo 1,
Pentateuco; Ed. Clie; España, 1990.
15
Vila-Escuain - Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado - Ed. Clie, España, 1985,
pag.303

Carlos Rocha
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Miqueas 5:2
Pero tú,
Belén Efrata,
Pequeña
para estar
entre las familias de Judá,
de ti me saldrá
el que será
Señor en Israel;
y sus salidas
son desde el principio,
desde los días de la eternidad.

“De ti me saldrá” afirma Miqueas, he ahí la natividad; “el que será Señor en Israel”
he ahí el objetivo de la natividad, ser el Señor, el gobernante de Israel. “Como
hombre, el Señor Jesús es mediador entre Dios y los hombres”16

Salmo 2:7-8
Yo publicaré el decreto;
Jehová me ha dicho:
Mi hijo eres tú;
Yo te engendré hoy.
Pídeme, y te daré
por herencia las naciones,
Y como posesión tuya
los confines de la tierra.

“Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy” el término “engendré” proviene de una raíz
del hebreo que significa “tener hijos, mostrar linaje, nacimiento natural ” por lo
tanto señala a un futuro en que la segunda persona de la Trinidad, Jesucristo,
nacerá de mujer, es el mismo significado del término que usa el ángel del Señor en
Mateo 1:20, para tranquilizar a José; dice el ángel: “. . . no temas recibir a María tu
mujer, porque lo que en ella es <<engendrado>> , del Espíritu Santo es”17, he ahí
la natividad; luego dice: “Yo publicaré el decreto . . . te daré por herencia las
naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra” he ahí el objetivo de la
natividad, entregarle a Jesucristo a todos sus escogidos de los cofines de la tierra.

16
Ibid, pag.1081
17
Es el mismo que se usa en Hechos 13:33, en Hebreos 1:5 y 5:5 citando el Salmo
2:7.

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Por estos días también se está anunciando la navidad, pero ¿el objetivo de tal
anuncio es el mismo de la Biblia? Hermano creyente ¿cuando tú hablas de la
natividad de Jesucristo, tienes en tu mente y en tu corazón el objetivo bíblico de la
natividad de nuestro Salvador?

Hermano cristiano, por donde quiera que camines por estos días, se anuncia la
navidad; cualquiera que sea el canal de televisión que sintonices, se anuncia la
navidad; cualquiera que sea la emisora de radio que escuches, se anuncia la
navidad; casi que cualquiera que sea la conversación que con otra persona
sostengas por estos días, se hace referencia a la navidad, pero piénsalo hermano
cristiano, ¿se está anunciando, se está recordando el glorioso hecho redentor al que
apunta y por el cual se dio el nacimiento de nuestro Salvador?

En estos días todo parece maravilloso, se proclama el amor, la entrega, la amistad.


Por donde camines hay centenares de hermosas luces y adornos que nos invitan a
celebrar la navidad, pero ¿realmente nos invitan a celebrar la navidad bíblica? ¿nos
invitan a reflexionar profundamente en los verdaderos acontecimientos que
celebramos? ¿O tan solo son luces que nos encandilan? ¿Luces que nos deslumbran
y embelesan y apartan nuestra mirada del verdadero objetivo?

Es mas, piénsalo, ¿Habla la Biblia de celebrar cada año la natividad de Jesucristo?, y


en el caso de que fuera así, ¿Cuál ha de ser el objetivo de tal celebración? ¿Cómo
debería ser esa celebración?

No estoy afirmando que sea pecado celebrar la navidad, ¿pero cuál debe ser el
objetivo? ¿Cómo debería el creyente, el hombre redimido por Jesucristo, celebrar su
natividad?

El Nuevo Testamento muestra como cada una de las profecías sobre nuestro Señor
Jesucristo, se cumplió al pie de la letra, incluidas las que anunciaron su nacimiento;
tal como se profetizó centenares y miles de años antes, Jesucristo nació de una
mujer virgen, nació de la simiente de Abraham, Isaac y Jacob, Jesucristo nació de la
tribu de Judá por la línea familiar de Isaí, nació en Belén y fue de la casa de David.

¿Dice algo mas el Nuevo Testamento acerca de la natividad de Jesucristo,


específicamente en cuanto a celebrarla y como celebrarla?

Hermano, lo invito a que en estos días, lea detalladamente todo el Nuevo


Testamento y que sean las Escrituras quienes respondan a estas preguntas, creo
que el enfoque debería ser: Si el cristiano se anima a celebrar la natividad de
nuestro Redentor, ¿cómo debería hacerlo?

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Vamos a los 4 evangelios y revisemos el contexto en el que se anuncia el hecho
histórico de la natividad de Jesucristo.

Mateo da comienzo a su evangelio escribiendo:

Mateo 1:1
Libro de la genealogía de Jesucristo,
hijo de David,
hijo de Abraham.

El versículo en sí mismo muestra el cumplimiento de la profecía, usa el nombre:


“Jesucristo” que es la unión de los nombres Jesús y Cristo, Jesús que es una
“transcripción del hebreo: Jeshua” que a su vez proviene del término “Josue”
significa: “Jehová es Salvación”— ¿De dónde sacó José la idea de bautizar a su hijo
con ese nombre? Dios mismo por medio del ángel se lo ordenó:

Mateo 1:21
Y dará a luz un hijo,
y llamarás su nombre JESÚS,
porque él salvará
a su pueblo de sus pecados.

Hermano, ¿Comienzas a notar el contexto, el objetivo de la natividad de Jesucristo?


¡¡ Salvación !!

El nombre Cristo, que se originó en un título dado al Señor, está relacionado con el
término “Mesías” del Antiguo Testamento, “Los judíos y samaritanos estaban
esperando al <<Mesías>> <<Llamado el Cristo>> cuyo significado es: <<El
Ungido>>, “Se refiere al Señor como Hombre, como ungido con el Espíritu Santo”18.
En el Antiguo Testamento los sacerdotes, es decir, quienes intercedían entre Dios y
los hombres, eran ungidos, el término aplicado a los sacerdotes era “Mesías”. Cristo
es el Mesías, es el mediador, quien intercede por los escogidos para salvación.

Tras esta introducción, Mateo narra el nacimiento de Jesucristo y presenta varias


veces el objetivo de tal nacimiento:

Mateo 1:21
él salvará a su pueblo
de sus pecados.

18
Vila-Escuain - Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado - Ed. Clie, España, 1985,
pag.194

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Mateo 1:23
Y llamarás su nombre
Emanuel,
que traducido es:
Dios con nosotros.

Lucas dice en el capítulo 1 versículo 31 de su evangelio:

. . . llamarás su nombre JESÚS.

Además narra Lucas que cuando María visitó a su prima Elizabeth, llena del Espíritu
Santo, Elizabeth pronunció estas palabras, Lc.1:47:
mi espíritu
se regocija en Dios
mi Salvador.

Zacarías, quien fuera sacerdote, y por lo tanto conocedor de las profecías también
tenía muy claro el objetivo del nacimiento de Jesucristo, lleno del Espíritu Santo,
“Alaba a Dios por haber provisto salvación para su pueblo, en cumplimiento de la
profecía”19, “el juramento que hizo a Abraham” nótelo en Lc.1:68-69:

Bendito el Señor Dios de Israel,


Que ha visitado y redimido a su pueblo,
Y nos levantó un poderoso Salvador
En la casa de David su siervo.

Hermano creyente, ¿va notando el verdadero propósito de la natividad de nuestro


Redentor?

Ahora note el mensaje que Dios transmite a los pastores a través de un ángel, el
mensaje es tan poderoso y especial que Dios rodeo con su gloria a aquellos
pastores, Dios quería que en sus mentes quedara firmemente fijado aquel
momento, tan importante y trascendente que lo presentó en medio de toda su
gloria, Lucas 2:9-11:
Y he aquí,
se les presentó un ángel del Señor,
y la gloria del Señor
los rodeó de resplandor;
y tuvieron gran temor.

19
Hendriksen William; El Evangelio según San Lucas –Comentario al Nuevo
Testamento; Libros Desafio; EU; 1996, pag.129

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Pero el ángel les dijo:
No temáis; porque he aquí
os doy nuevas de gran gozo,
que será para todo el pueblo:
que os ha nacido hoy,
en la ciudad de David,
un Salvador,
que es CRISTO el Señor.

Nuevamente, como lo hicieron los profetas del Antiguo Testamento, pero ahora en
el momento mismo de la natividad de Jesucristo, se anuncia el propósito de tal
nacimiento: “os ha nacido hoy . . . un Salvador, que es CRISTO el Señor”.

Quiso Dios, para que quedara registrado para toda la historia, proclamar en los
cielos el propósito del nacimiento de Salvador, para aquellos pastores y para todo
aquel que tenga noticia del nacimiento de Jesucristo:

Lucas 2:13-14
Y repentinamente
apareció con el ángel
una multitud
de las huestes celestiales,
que alababan a Dios, y decían:
¡Gloria a Dios en las alturas,
Y en la tierra paz,
buena voluntad
para con los hombres!

Trate de imaginar por un momento “una multitud de las huestes celestiales”, el


Espíritu Santo nos muestra en Lucas que ante el nacimiento del Salvador, en el cielo
hay todo un verdadero “desborde de adoración,

Y ¿porqué tal desborde de adoración? Porque por medio de Aquel que ha nacido hay
paz y buena voluntad para con los hombres, la paz es el resultado de la obra de
justificación de Dios en el hombre, Romanos 5:1

Justificados, pues,
por la fe,
tenemos paz para con Dios
por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Esta multitud de huestes celestiales anhela que toda la creación alabe a Dios,
porque por medio del nacimiento de Jesucristo se cumplirá la tarea que Dios le

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encomendó, que es la redención de sus escogidos, ese es el propósito del
nacimiento de Jesucristo, llevar a feliz término la obra de redención, por lo tanto la
gloria es para Dios, por su infinita gracia.

¿Te parece hermano, que la navidad que se celebra hoy, se parece en algo a aquella
natividad y da la gloria a Jesucristo?

Lamentablemente por estos días, creyentes e incrédulos celebramos la navidad de


manera parecida, enfocamos nuestros esfuerzos en dar y recibir obsequios, en
aprovechar el tiempo libre para viajar, para disfrutar las vacaciones, en organizar y
pasar el tiempo en reuniones sociales, ¿realmente te parece que ese tipo de
celebración corresponde y es fiel al objetivo del nacimiento de Cristo?

Finalmente el apóstol Juan, también nos relata la natividad:

Juan 1:14
Y aquel Verbo fue hecho carne,
y habitó entre nosotros
(y vimos su gloria,
gloria como del unigénito del Padre),
lleno de gracia y de verdad.

¿Y . . . el propósito?, Juan 1:12

Mas a todos
los que le recibieron,
a los que creen
en su nombre,
les dio potestad
de ser hechos hijos de Dios;

¿Habló el Señor Jesucristo de su natividad?20, si, una sola vez, pero no se refiere a
celebración alguna por su nacimiento, no hay un solo registro en las Escrituras de

20
Realicé una búsqueda con el propósito de determinar si Jesucristo o los apóstoles
mencionaron la natividad de Jesucristo como una fecha a celebrar, los siguientes
son los términos que utilicé y los resultados: 1) término: "nació", resultados
encontrados = 0; 2) término: "nacimiento", resultados encontrados = 0; 3)
término: "nacido", resultados encontrados = Jn.18:37, Ga.4:4 pero lejos de hablar
de la celebración del nacimiento de Jesucristo, hace referencia a su obra redentora.
4) término: "nacerá", resultados encontrados = 0; 5) término: "natividad",
resultados encontrados = 0; 6) término: "dar a luz", resultados encontrados = 0; 7)

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que nuestro Redentor hubiera hecho mención de celebrar su nacimiento, la única
vez que Jesucristo habló de su nacimiento, la hizo cuando finalizando su obra
redentora, se encontraba ante Poncio Pilato, Jn.18:37

Le dijo entonces Pilato:


¿Luego, eres tú rey?
Respondió Jesús:
Tú dices que yo soy rey.
Yo para esto he nacido,
y para esto he venido al mundo . . .

Y ya sabemos que el Señor Jesús nació para morir en la cruz redimiendo a los
suyos.

¿Además de los evangelistas, hablaron los demás escritores del Nuevo Testamento
acerca de la natividad de Jesucristo? Una sola vez en Gálatas, el apóstol Pablo
menciona el nacimiento de Jesucristo, pero note el contexto dentro del cual lo hace,
Gálatas 4:4-5
Pero cuando vino
el cumplimiento del tiempo,
Dios envió a su Hijo,
nacido de mujer
y nacido bajo la ley,
para que redimiese
a los que estaban bajo la ley,
a fin de que recibiésemos
la adopción de hijos.

Note hermano que estos versículos mencionan el nacimiento de Jesucristo con un


muy bien definido propósito: redimir a los que estaban bajo la ley, a fin de que
recibiésemos la adopción de hijos.

Hermano querido, no hay mención en las Escrituras que permita concluir que la
navidad tal como la conocemos hoy fuera la voluntad de Dios. Ninguno de los
escritores del Nuevo Testamento menciona la celebración de la navidad, no fue
instituida por Jesucristo, tampoco por revelación apostólica.

¿Porque razón ese silencio escritural acerca de celebrar la natividad de Cristo?


porque el enfoque debe estar en su obra redentora.

término: "dio a luz", resultados encontrados = 0; 8) término: "dará a luz",


resultados encontrados = 0;

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Estoy afirmando que es pecado celebrar la navidad? No.
Estoy afirmando que no deberíamos celebrar la navidad? Tampoco.

Pero si quiero llevar su atención al propósito del nacimiento de nuestro Salvador,


para que como cristianos nos esforcemos en celebrar ese evento maravillo
manteniéndolo presente y esforzándonos por ser fieles a ese propósito.

La navidad como la conocemos hoy, es diametralmente opuesta de la natividad de


nuestro Señor y Salvador Jesucristo, como ya lo hemos visto, no fue instituida, ni
siquiera mencionada como fiesta, ni por nuestro Señor, ni por los escritores del
Nuevo Testamento, al contrario es una costumbre que ha estado y esta permeando
gravemente al pueblo de Dios, encandilando y desviando nuestros ojos de una
verdadera y gloriosa realidad, la obra redentora.

El nacimiento de Jesucristo fue anunciado desde Génesis mismo y a lo largo del


Antiguo Testamento, no como un evento social, ni siquiera como una señal divina
de algo superior, el nacimiento de Jesucristo fue anunciado como el principio del fin
de la obra redentora que Dios planeara desde entes de la fundación del mundo y
que anunciara desde Génesis 3:15.

Una vez que Jesucristo gloriosamente concluyó la obra de redención, los apóstoles
se dedicaron, guiados por el Espíritu Santo a proclamar las buenas nuevas de
salvación que siempre señalaron a la cruz y a la gloriosa resurrección y ascensión
de nuestro Salvador a los cielos, pero jamás hicieron mención alguna de la natividad
como evento a ser celebrado.

El origen de la celebración de la navidad se remonta según algunos autores al año


200 d.C. y otros al año 386 d.C. de esa fecha para acá, dicha celebración se ha ido
nutriendo de muchos elementos –algunos de ellos de origen pagano- que
desenfocan nuestra atención, ¿entonces, en dónde debe estar enfocada y centrada
nuestra atención? En nuestro Señor Jesucristo, en su obra redentora, en la gloria de
Dios, ¿en donde pretende la celebración actual de navidad que nos enfoquemos? En
los regalos y obsequios, ¿estoy afirmando que es pecado que entregues un presente
a tus seres queridos? No, pero déjame preguntarte, ¿realmente esa actividad te
enfoca en el verdadero sentido de la natividad de nuestro Señor ó eleva tu ego para
lucirte por el obsequio?

¿Es pecado que cenes con tu familia y amigos? De ninguna manera, pero como
creyentes coherentes y fieles a las Escrituras estamos en la santa obligación de
“predicar la palabra; de instar a tiempo y fuera de tiempo; de redargüir, reprender

Carlos Rocha
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y exhortar con toda paciencia y doctrina.”21 Frecuentemente afirmamos que en
estas fechas nos reunimos con familiares y amigos incrédulos para predicarles,
pero francamente hermano ¿Cuánto del tiempo que pasas con ellos lo dedicas a
predicar con el corazón y con el alma acerca de Jesucristo? ¿Y cuanto de ese tiempo
lo dedicas a otro tipo de conversaciones?

Hermano: Cuando el creyente celebra la navidad, como la celebra el mundo, le


quita la gloria a Dios

¿Es pecado que te tomes unos días para descansar y viajar con tu familia? De
ninguna manera, pero si eres un creyente has de hacerlo conforme a las Escrituras.

Papá cristiano, mamá cristiana, déjame plantearte una pregunta: ¿Cuánto tiempo
has pasado en estos días a instruir a tus hijos en las verdades bíblicas del propósito
del nacimiento de Cristo? Y ¿cuánto tiempo a hablar de regalos, visitas, viajes y
otras luces que nos encandilan?

Papá cristiano, mamá cristiana, ¿cuánto tiempo has pasado en estos días
concentrado junto con tus hijos en los adornos y decoración navideña de tu hogar?
Y ¿cuánto tiempo a leer las Escrituras a tus hijos, a explicarlas y a gozarte con ellos
en la realidad de la redención consumada?

Te invito hermano creyente, si no lo has hecho, a seguir el ejemplo de aquellos que


comprendiendo el verdadero significado de la natividad de Cristo, dedicaron todo su
tiempo y esfuerzo a vivir ese momento conforme a la voluntad de Dios:

Mateo 2:1-2
Cuando Jesús nació
en Belén de Judea
en días del rey Herodes,
vinieron del oriente a Jerusalén
unos magos, diciendo:
¿Dónde está el rey de los judíos,
que ha nacido?
Porque su estrella
hemos visto en el oriente,
y venimos a adorarle.

Probablemente los magos recorrieron mas de 1600 kilómetros y estando ya en


Jerusalén, es decir, luego de un largo viaje, indagaron por el lugar donde
encontrarían al bebé. El propósito, uno solo: ¡¡ adorarle ¡!

21
He parafraseado 2Ti 4:2

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Mateo 2:11
Y al entrar en la casa,
vieron al niño
con su madre María,
y postrándose,
lo adoraron;
y abriendo sus tesoros,
le ofrecieron presentes:
oro, incienso y mirra.

Llama la atención que para nuestra época solo nos hemos quedado con lo
pertinente a los regalos, mire a su alrededor y note la desesperación con que la
gente busca la manera de obsequiar a los demás, pero en cuanto a “adorar” a quien
es la razón de la celebración, ni siquiera lo consideran.

Lucas 2:15-20

Sucedió que cuando los ángeles su fueron de ellos al cielo, los


pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y
veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.
Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y
al niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que
se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron, se
maravillaron de lo que los pastores les decían. Pero María guardaba
todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Y volvieron los
pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que
habían oído y visto, como se les había dicho.

Bibliografía

• Cerni Ricardo; Antiguo Testamento Interlineal Hebreo-Español, Tomo 1,


Pentateuco; Ed. Clie; España, 1990.

• Editorial Mundo Hispano; Comentario Bíblico Mundo Hispano; Tomo 10; Isaías,
Colombia 2006

• Hendriksen Guillermo; El Evangelio según San Mateo –Comentario del Nuevo


Testamento-; Sub Comisión de Literatura Cristiana; EU; 1986

• Mc Dowel Josh; Evidencia que exige un veredicto; Ed. Vida, E.U.,1991

Carlos Rocha
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• Mattew Henry; Comentario Exegético Devocional de toda la Biblia - 1- Libros
Poéticos, Salmos; Ed. Clie; España; 1983

• Robinson Jorge L.; El Libro de Isaías, Ed. Subcomisión Literatura Cristiana;


E.U.; 1978

• Strong James - Nueva Concordancia Strong Exhaustiva - Concordancia


Exhaustiva de la Biblia; Ed. Grupo Nelson; E.U.; 2002

• W.E. Vine; Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y Nuevo Testamento


Exhaustivo; Ed. Grupo Nelson; 2007

• Vila-Escuain - Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado - Ed. Clie, España, 1985

• Youngblood Ronald; Temas de Isaías; Ed. Vida; E.U.; 1987

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