You are on page 1of 2

“… y entenderéis cómo el verdadero amor de Dios (si está en su

Teresa de Jesús nos habla de la libertad fuerza, ya libre de cosas de tierra del todo y que vuela sobre ellas) cómo es
En el Camino de Perfección Teresa invita a “andar señor de todos los elementos y del mundo (…).Y así no os espantaréis,
con una santa libertad, tratando con quien fuere justo y hermanas, de lo mucho que he puesto en este libro para que procuréis esta
aunque sean distraídas1. libertad”. (Camino de Perfección, 19, 4)
(…) Así que no os apretéis, porque si el alma se comienza a
1. (Oh hermanas mías!, no os aseguréis ni os echéis a dormir, que será
encoger, es muy mala cosa para todo lo bueno, y a las veces dan en ser
como el que se acuesta muy sosegado habiendo muy bien cerrado sus
escrupulosas, y veisla aquí inhabilitada para sí y para los otros; y ya que no
puertas por miedo de ladrones, y se los deja en casa. Y ya sabéis que no
dé en esto, será buena para sí, mas no llegará 2 muchas almas a Dios, como
hay peor ladrón, pues quedamos nosotras mismas, que si no se anda con
ven tanto encogimiento y apretura. Y viene otro daño de aquí, que es
gran cuidado y cada una (como en negocio más importante que todos) no
juzgar a otros; como no van por vuestro camino, sino con más santidad
se mira mucho en andar contradiciendo su voluntad, hay muchas cosas
(por aprovechar el prójimo tratan con libertad y sin esos encogimientos),
para quitar esta santa libertad de espíritu, que pueda volar a su Hacedor sin
luego os parecerán imperfectos. Es muy peligrosa cosa y un andar en
ir cargada de tierra y de plomo.
tentación continuo y muy de mala digestión, porque es en perjuicio del
2. Gran remedio es para esto traer muy continuo en el pensamiento
prójimo; y pensar que si no van todos por el modo que vos,
la vanidad que es todo y cuán presto se acaba, para quitar las afecciones de
encogidamente, no van tan bien, es malísimo.
las cosas que son tan baladíes y ponerla en lo que nunca se ha de acabar; y
Y hay otro daño, que en algunas cosas que habéis de hablar (y es
aunque parece flaco medio, viene a fortalecer mucho el alma, (..) Aquí
razón habléis) por miedo de no exceder en algo no osaréis sino por ventura
puede entrar la verdadera humildad; porque esta virtud y estotra 2
decir bien de lo que sería muy bien abominaseis.
paréceme andan siempre juntas: son dos hermanas que no hay para qué las
Así que, hermanas, todo lo que pudiereis sin ofensa de Dios,
apartar. (Oh soberanas virtudes, señoras de todo lo criado, emperadoras del
procurad ser afables y entender de manera con todas las personas que os
mundo, libradoras de todos los lazos y enredos que pone el demonio, tan
trataren, que amen vuestra conversación y deseen vuestra manera de vivir
amadas de nuestro Enseñador Cristo, que nunca un punto se vio sin ellas!
y tratar, y no se atemoricen y amedrenten de la virtud: mientras más santas,
Quien las tuviere bien puede salir y pelear con todo el infierno junto y
más conversables con sus hermanas.
contra todo el mundo y sus ocasiones. No ha ya miedo de nadie, que suyo
Así que, hijas mías, procurad entender de Dios en verdad que no
es el reino de los cielos; no tiene a quién temer, porque nada no se le da de
mira a tantas menudencias como vosotras pensáis; y no dejéis que se os
perderlo todo ni lo tiene por pérdida; sólo teme descontentar a su Dios, y
encoja el ánima y el ánimo, que se podrán perder muchos bienes. La
suplicarle las sustente en ellas, porque no las pierda por su culpa.
intención recta, la voluntad determinada, como tengo dicho, de no ofender
Camino de Perfeccióin, 10, 1-3
a Dios. No dejéis arrinconar vuestra alma, que, en lugar de procurar
santidad, sacará muchas imperfecciones, que el demonio le pondrá por Esto es lo que Teresa llama «desasimiento de todo lo criado», que
otras vías, y, como he dicho, no aprovechará a sí y a las otras tanto como es sinónimo de gratuidad y de libertad, no estar atado a nada ni a nadie:
pudiera. Veis aquí cómo con estas dos cosas Bamor y temor de DiosB «No consintamos, ¡oh hermanas!, que sea esclava de nadie nuestra
podemos ir por este camino sosegados y quietos. voluntad, sino del que la compró por su sangre» (Camino, 4,8).
Y vuelve sobre el tema de la libertad –frente al mundo y frente al ego-:
1
En este capítulo (41, 4-9) Teresa invita a una apertura de mente que nace del amor de
Dios. Pues el verdadero “temor de Dios” no encoge, sino que ensancha y libera
2
2
No llegará: no acercará, no conquistará Estotra: el desasimiento.
Sobre la libertad… parece que no hay nada, que no hay rumbo,
ni lazos u horizonte.
La Libertad es la capacidad de ser amigos estés donde estés,
de poder encontrarte y ser recibido, ¡Qué difícil tenerte, qué difícil dejarte,
de partir y permitirlo, y sin embargo sin ti somos esclavos,
de quedarte y estar contigo. y contigo nos unimos con lazos más fuertes.
La Libertad es un don, Danos luz para saber estar contigo
cuya semilla se planta sin dispersión, ni sin ti, asfixiados.
en los corazones,
y cuyo riego dejas a Dios, ¡Qué grande eres cuando nos tienes
para que haga crecer a su forma, sin acapararte, cuando te deseamos
como él quiera, dónde él quiera, sin agobiarte, cuando marchas
dejando que éste actúe, y así te quedas más con nosotros!
a través nuestra, pero no en exclusiva.
Como Jesús, que partió en su muerte,
Reconocer esto requiere una gran humildad, y se quedó más con nosotros.
pues significa que nuestro camino no es el único,
que somos encrucijada Libertad que no atas,
donde algunos repostan para seguir su marcha, y así unes en comunión,
somos pan, y trigo, que se muele para los que se quedan, danos tu mano y no nos sueltes.
y que repartimos a manos llenas tanto a propios como a extraños, http://libertadmasfuerte.blogspot.com/
porque Dios nos quiere así, como grupo de puertas abiertas,
donde el agua se da sin un porqué, sin intentar atraer,
sin buscar nada más, para nuestra sed y la de otros.
Dispensamos amor, el amor de Dios.
¿No os parece importante este dar sin atrapar,
acoger sin retener, abrir la puerta sin mirar a quién?
La Libertad no la llevamos nosotros, es Dios el que la lleva:
la nuestra y la de los que van y vienen,
la de los que se quedan, y la de los que saciaron su sed
por un instante junto a nosotros y partieron,
también por los caminos de Dios.
Libertad, ¡qué difícil entenderte!,
si te quiero mucho, te amarro y te vas,
si te dejo a tu aire y a cada uno a sus anchas,

You might also like