La Corte Suprema de Justicia sentó jurisprudencia sobre el porte ilegal de armas, extendiendo la responsabilidad por este delito a quienes acompañan o conocen que alguien más porta un arma sin importar si la llevan o no. La Corte apoyó así la condena de dos personas a 14 y 16 años de prisión por porte ilegal de armas a pesar de que no las portaban físicamente, al ser parte de un plan para asaltar un banco donde otros usaron armas.
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Trata sobre se trata todo lo pertinente al porte ilegal de armas
La Corte Suprema de Justicia sentó jurisprudencia sobre el porte ilegal de armas, extendiendo la responsabilidad por este delito a quienes acompañan o conocen que alguien más porta un arma sin importar si la llevan o no. La Corte apoyó así la condena de dos personas a 14 y 16 años de prisión por porte ilegal de armas a pesar de que no las portaban físicamente, al ser parte de un plan para asaltar un banco donde otros usaron armas.
La Corte Suprema de Justicia sentó jurisprudencia sobre el porte ilegal de armas, extendiendo la responsabilidad por este delito a quienes acompañan o conocen que alguien más porta un arma sin importar si la llevan o no. La Corte apoyó así la condena de dos personas a 14 y 16 años de prisión por porte ilegal de armas a pesar de que no las portaban físicamente, al ser parte de un plan para asaltar un banco donde otros usaron armas.
La Sala de Casacin Penal de la Corte Suprema de Justicia sent ayer jurisprudencia sobre el porte ilegal de armas y extendi los efectos del delito a quienes, sin utilizar o llevar un arma, acompaan o conocen a quienes las portan. La corporacin sostiene que no se puede limitar el alcance del verbo portar a la idea de llevar el arma en la mano, o en la cintura, o de alguna manera adherida al cuerpo . Segn la corporacin, hacer eso es restringir en forma indebida su significacin jurdica penal, pues porta no solo quien la lleva consigo, sino tambin todos aquellos que, conocedores de esta circunstancia, participan en la empresa delictiva comn . Con ponencia del magistrado Ricardo Calvette Rangel, la Sala de Casacin Penal de la Corte Suprema advirti que no se puede admitir el hecho de que un arma, por su gran tamao, pueda ser dividida y portada por cuatro personas, y, en cambio, si es pequea, y todos han acordado llevarla o tienen conocimiento de que uno de ellos la porta, nicamente porta el arma quien la lleva. Para ilustrar lo errneo de esta posicin bastara tener en cuenta que en casos semejantes sera suficiente que sortearan quin toma el arma, para que en el evento de ser descubiertos la responsabilidad solo recayera sobre esa persona , dice la corporacin. Es la primera vez que la Sala Penal de la Corte hace un pronunciamiento en tal sentido. La Corte apoy as la decisin del Tribunal Superior de Orden Pblico hoy Tribunal Nacional que conden a dos personas por porte ilegal de armas a penas de prisin de 14 aos y 6 meses, y de 16 aos, respectivamente. Antecedentes El proceso se inici el 6 de junio de 1989 cuando un grupo de siete personas intent asaltar una oficina del Banco de Occidente, en Medelln, y durante la accin cinco de los delincuentes fueron muertos. Los dos restantes Martha Gladys Arenas y Ramn Antonio Aristizbal Villada fueron detenidos y condenados en primera y segunda instancia. No obstante, los sentenciados acudieron en recurso extraordinario de casacin. Sus abogados argumentaron, entre otros aspectos, que el proceso estaba viciado de ilegalidad pues la justicia no poda condenar a Arenas y Ariztizbal en calidad de coautores de porte ilegal de armas. Segn la defensa, las armas fueron encontradas en poder de las personas que la Polica dio de baja y no se poda atribuir la responsabilidad de ese porte a los procesados, puesto que stos no tenan ningn tipo de armamento. En el fallo, el Tribunal Nacional dijo que no haba duda de que la intencin de robar el banco representaba una verdadera coautora impropia, donde hubo separacin de funciones
intelectuales de planeacin, direccin y coordinacin, de las funciones materiales de
ejecucin, de aseguramiento del botn y la procuracin de la impunidad para el grupo . La misma corporacin integrada por 12 magistrados y dividida en 4 salas de decisin sostuvo que Saldarriaga y Aristizbal no podan ignorar que en el desarrollo de lo planificado se iban a utilizar armas de uso privativo de las Fuerzas Militares o de la Polica Nacional, como la granada, por ejemplo, y de defensa personal... . As, en concepto del Tribunal Nacional, tan responsables del porte ilegal de armas eran los delincuentes que resultaron muertos como quienes los apoyaban en el plan para asaltar la entidad crediticia. La Corte Suprema de Justicia refrend ayer ese criterio y concluy que aun cuando las armas de uso privativo de la Fuerza Pblica eran portadas por las personas que fueron muertas durante el asalto, no hay duda de que no llegaron all como producto de una determinacin individual, sino como parte de un plan preconcebido con una finalidad especial. El grupo de asaltantes portaba las armas que fueron decomisadas independientemente de que al final de la refriega se estableciera que unos usaban unas de mayor poder que otras .
DECRETO - LEY 100 DE 1980
ARTICULO 201. FABRICACION Y TRAFICO DE ARMAS DE FUEGO O MUNICIONES. <Decreto derogado por la Ley 599 de 2000> <Modificado por el artculo 1o. del Decreto 3664 de 1986. El nuevo texto es el siguiente:> El que sin permiso de autoridad competente importe, fabrique, transporte, almacene, distribuya, venda, suministre, repare o porte armas de fuego de defensa personal, municiones, o explosivos, incurrir en prisin de uno (1) a cuatro (4) aos y en el decomiso de dicho elemento. <Jurisprudencia Vigencia> La pena anteriormente dispuesta se duplicar cuando el hecho se cometa en las circunstancias siguientes: a) Utilizando medios motorizados; b) Cuando el arma provenga de un hecho ilcito; c) Cuando se oponga resistencia en forma violenta a los requerimientos de las autoridades; d) Cuando se empleen mscaras o elementos similares que sirvan para ocultar la identidad o la dificulten. <Notas de vigencia> <Legislacin anterior>
Sobre La Obligación Constitucional de Garantizar La Cadena de Custodia en Cabeza de La Fiscalía General de La Nación y La Posibilidad de Acreditar La Autenticidad