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PESEBRE MISIONERO

Domingo 20 de diciembre de 2009


Benita Arias, 20 hs

A- INTRODUCCIÓN
Relator 1:
Querida gente, familiares de Jesús:
Uno de los villancicos que hoy cantaremos dice “El Niño Dios ha
nacido, allá lejos en Belén”. El poeta nos invita con su música a contemplar
aquel momento de la historia tan bello.
Pero, el primer deseo del cantor es que nosotros hagamos presente
en “nuestro hoy” al Dios que camina en medio de su Pueblo.
Relator 2:
Por eso, como discípulo misionero de Jesús Vivo, les anuncio que
Belén no está allá lejos sino aquí mismo; Belén está en nuestro barrio, en
sus familias.
Les anuncio que Dios este, 20 de diciembre de 2009, está
en medio nuestro.
Los invitamos a caminar, entrándole a la noche, celebrando nuestra
fe en Jesús Vivo, rostro humano de Dios y rostro divino de cada ser
humano. Jesús Vivo junto a María y José caminan como familia en
nuestras familias.
Relator 1:
Desde la realidad de la fe pongamos imaginación, alegría y canto
para celebrar este Pesebre misionero. Serán los personajes de María y de
José los que irán haciendo vibrar nuestros corazones peregrinos.
Aunque no tengamos burro comencemos a caminar cantando:“Con mi
burrito sabanero voy camino de Belén”…

B- CAMINATA (estaciones)
(1- Estación Montevideo y Daguerre)
Relator 2: Como anticipábamos recién al salir en peregrinación
de navidad, ledamos ahora la palabra a María y José de la
Familia de Nazaret para que nos guíen hasta Cristo Obrero.

María: ¡Buenas tardes a todos! Estoy feliz de que caminemos juntos.


Estoy feliz de saber que creen que cada una de nuestras familias está
llamada a vivir en la Gracia de mi hijo Jesús. Dios bendice nuestro barrio
entero.
José: Hoy no tenemos necesidad de burro porque todos queremos
estar dispuestos a animarnos y fortalecernos unos a otros. También yo
estoy feliz de anunciarles que los pequeños del Padre, niños y jóvenes,
ancianos y enfermos, pobres y marginados, trabajadores y familias, son
elegidos y amados por Él.

(2- Estación Montevideo y Salta)


María: Los invito a detenerse un ratito en esta esquina para que nos
miremos unos a otros… ¿Qué han visto? Hombre y mujeres comunes por
fuera pero únicos para Dios nuestro Padre porque todos somos su Familia.
Cada uno de nosotros es una discípula y discípulo misionero de Jesús con
dignidad infinita.
José: Este año que va terminando ha sido un año lleno de espíritu de
comunión y misión. Con María lo hemos visto en la calle, en las familias
visitadas, en los misioneros y misioneras, en las Misas y los Centros de
misión y en lo profundo de muchos corazones. Nos ha puesto muy
contentos. Pero, como estamos iniciando el camino de la misión
permanente, “hay que seguir andando nomás”.

(3- Estación Montevideo y Catamarca)


María: Hace un rato los invité a mirarse unos a otros. Ahora, como
Madre de Dios, los invito a renovar su dignidad de hijas e hijos de Dios.
Como hicimos hace un mes en cada casa misionada, ahora también
démonos la bendición unos a otros para recibir como comunidad al Niño
Salvador.
José (habiendo esperado un momento que la gente se bendiga): Al
mirar cada calle del barrio desde la fe recién renovada, no puedo
olvidarme que nosotros caminamos por todos los barrio de la Patria. Desde
Pueblo Alberdi recemos por la ciudad, por la provincia y por toda la Patria
para celebrar el Bicentenario en mayor justicia y fraternidad. Tomados
de la mano recemos la oración que nuestro Jesús nos enseñó:
“Padrenuestro, que… ”

(4- Estación Montevideo y Adelia María)


María: El evangelio de Mateo les anuncia que al tiempito que había
nacido Jesús, llegaron desde muy lejos unos sabios guiados por la estrella.
La estrella los impulsaba a caminar con esperanza mientras ponían en
juego sus conocimientos y preguntaban dónde estaba el Cristo. Dios los
lleno de la sabiduría más profunda cuando, alegres de ver la estrella,
supieron reconocer a Dios en un niño envuelto en pañales. ¡Qué alegría que
vivimos en ese momento!
José: De parte de esos sabios, o reyes como le dicen ustedes, les
anunciamos como Familia de Jesús que en cada una de sus familias está
Dios. No busquen su presencia en cosas grandiosas. No la busquen en las
soluciones rápidas. Está en ustedes a la manera de un bebé envuelto en
pañales. Está en medio de las alegrías y de los sufrimientos, como en la
próxima estación les vamos a contar. Por ahora caminen guiados por la
estrella cantando villancicos.

(5- Estación Adelia María y Chiclana)


José: Les estaba diciendo que Dios está en medio de los
sufrimientos y las luchas de cada familia. Escuchen esto. Cuando se
fueron los reyes magos, el Ángel del Señor se me apareció en sueños y me
dijo: “Levantate ya y tomá al Niño y su mamá para huir lejos; andate hacia
Egipto porque el rey Herodes quiere matar el niño; quedate en el exilio
hasta que vuelva a avisarte”.
María: Cuando José me despertó en medio de aquella noche quedé
sobresaltada. La Gracia de Dios hizo que el medio no nos paralizara. Sólo
alcancé a buscar las cosas propias de nuestro bebé. Dolor e indignación y
el corazón desgarrado al dejar a los nuestros.
José: La vida de nuestro pueblo nunca fue fácil. Siempre estuvimos
sufriendo los atropellos de los poderosos de afuera y de adentro. Nos
sentimos solidarios de las noches de tantas familias en problemas. Aunque
también nosotros, como esas familias, en medio de la angustia teníamos el
consuelo de llevar en brazos al Emmanuel, Dios con nosotros, el Salvador
del pecado y de la muerte.

(6- Estación Adelia María y Sarratea)


María: Estuvimos un tiempo fuera de casa. Viviendo como
extranjeros. Sin sueldo fijo, sin seguridades. Siempre a la expectativa.
De pronto, una madrugada, José me toca despacito para despertarme y
me dice: “María, han muerto los que atentaban contra la dignidad de
nuestro hijo; podemos volver”. Inmediatamente hicimos los bolsos con lo
necesario para el camino y nos pusimos en marcha.
José: Tiene razón mi esposa. El Ángel nos avisó, como había
prometido. Pero como Dios nos guía para que nosotros hagamos camino con
inteligencia y decisión, cuando íbamos llegando a nuestra tierra tuve
miedo. Las condiciones políticas no eran las mejores para mi mujer y mi
niño. Poreso nos fuimos a Nazaret. Allí nos instalamos pero siempre con el
corazón en la boca al pensar no sólo en mi familia sino en tantas otras
viviendo pobrezas e injusticias.
María: La lucha cotidiana de ustedes es la nuestra. Sabemos bien
el sabor de la alegría de lo pequeño en medio de los sufrimientos. Por eso
quiero que recemos por la Patria para comprometernos con ella diciendo
“aquí estamos, Señor”: “Jesucristo Señor de la historia…”

(7- Adelia María y Yapeyú)


José: Vivir del pasado no es vivir. Quedarse atado a los viejos
tiempos nos impide vivir como nuestros este tiempo. Esto es cierto. Pero
también es cierto que palabras, hechos y testimonios de la historia nos
ayudan a interpretar las cosas que suceden hoy.
María: Por esto que les contaba José es que, mientras Jesusito
crecía, con frecuencia recordábamos las Escrituras. Aún hoy me parece
escuchar la voz del profeta Isaías:
Profeta: “Cielos: destilen el rocío. Nubes: derramen la Justicia.
¡Que se abra la tierra y brote el Salvador y con él germine la
Justicia”.
José: Yo recuerdo siempre el famoso pasaje de Isaías 7 que leyó
Mateo para aplicarlo a mi esposa María:
Profeta: “Dios Yavé les dará esta señal. Fíjense que la joven
está embarazada y dará a luz un hijo al que llamará con el
nombre de Emmanuel, que significa ´Dios con nosotros. Él se
alimentará de leche cuajada y miel cuando sepa discernir lo
bueno y lo malo”

(8- Adelia María y Aníbal Ponce)


María: Lo maravilloso de Jesús es que él ha sellado en su corazón
llagado y glorificado por amor una alianza entre Dios y la humanidad que
ya nada ni nadie puede romper.
José: Por eso los invito a escuchar aquellas palabras de Jeremías
anunciando la Nueva alianza:
Profeta: “Llegarán los días en que estableceré con mi
Pueblo una nueva alianza distinta a la que sellé con sus
antepasados cuando los liberé de la esclavitud de Egipto;
alianza que rompieron. Esta es la nueva alianza: pondré mis
palabras dentro de ustedes, las escribiré en sus corazones. Así
yo seré su Dios y ustedes serán mi Pueblo. De esta manera
todos tendrán experiencia de mi amor, desde los más pequeños
a los más grandes, porque yo les perdonaré todos sus horrores
y pecados”

(9- Adelia María y Juan Díaz de Solís)


María: Creo que ya se dieron cuenta que, si bien estamos
representando esta noche el pesebre de Belén, lo importante es
proclamar que el Niño Dios es el Señor Jesucristo que ha muerto en cruz
por nuestros pecados y ha resucitado para nuestra salvación. Este es el
kerigma que esta noche les queremos anunciar.
José: Es fundamental, como les decía María, que todos los aspectos
de nuestra vida estén centrados en Jesús porque él quiere que seamos
felices. Sólo en él podemos vivir las alegrías y los logros, los sufrimientos
y fracasos. Sólo en él podemos soportar todo lo que atenta contra nuestra
dignidad. Sólo por la Gracia de su Espíritu podemos tener esperanza
aunque muchas cosas aún no se den.
María: Escuchen el testimonio del profeta Habacuc después de
haberle reclamado a Dios por las injusticias y atentados contra la
dignidad que ve en nuestra sociedad:
Profeta: “Me voy a quedar de pie, firme, aguardando a
Dios para ver qué habla conmigo y qué responde a mis reclamos.
Entonces me contestó el Señor Yavé diciendo: ´Registrá la
visión y escribila para que el que la lea corra con ella´. Porque
la visión no se cumple todavía sino que corre hacia la meta. No
defraudará. Si se demora, esperala, porque realmente vendrá
sin titubear´. La visión es esta: Es retorcida y está inchada a
reventar el alma de los injustos. En cambio, el fiel creyente
tiene vida gracias a la fidelidad de Dios´”.

(10- Adelia María y Malabia)


María: Falta poquito para llegar al Templo de la sede parroquial.
Salimos de Benita Arias, pasamos por el costado del Templo de Dolores y
fuimos recibiendo los “pesebres” de los Centros de Misión. Sus familias
son familias de Dios que brillan con la luz serena de Jesús Vivo.
José: Pidamos por cada familia y por toda la comunidad parroquial
para que seamos una Iglesia en comunión misionera. Recemos tres ave
María par disponernos al final de esta caminata.

(11- Malabia y Catamarca)


María: Nunca olviden que Jesús siempre está presente en este
barrio. Está en cada bautizado por ser consagrados en la dignidad infinita
del Padre y el Espíritu Santo. Está en los pequeños, pobres y sufrientes
unidos a su Cruz salvadora. Está en cada corazón pecador con deseos de
reconciliación.
José: Jesús está en la fe, la esperanza y el amor. Está en nuestras
calles porque se ha metido en nuestra historia cotidiana. Está en las
luchas de personas e instituciones por mejorar la vida digna de todos,
especialmente los más vulnerables. Está en nosotros cuando queremos ser
su Pueblo.

(12- atrio del Templo)


María: Jesús está, finalmente y de una manera totalmente única y
bella en la Palabra que ilumina y anima y en el Pan que alimenta y envía. Es
decir, Jesús está vivo y dinámica de manera fundamental en la celebración
de la Eucaristía, fuente y culmen de la vida de la comunidad.
José: Según el programa de esta novena de navidad ahora no
tendrán la celebración de la Misa. Pero ´si sé que van a hacer un acto de
fe y de amor tan sencillo como bonito en torno a la presencia real de
Jesús en el Santísimo Sacramento del altar… pero para eso falta un
ratito.
María: Antes de entrar al Templo, con José queremos escuchar dos
villancicos nuevos que están empezando a aprender. Pero no sólo queremos
oír. ¡Queremos verlos bailar y alegrarse!
José: ¡A ver! Todas las Marías y José con los Niños. Todos los
pastores y reyes, profetas y ángeles. Queremos verlos danzar. ¡Música
maestro!

(cuando termina la música y baile del 2º villancico y desde un micrófono del móvil)

Relator 1: les pedimos a los hermanos y hermanos que acaban


de bailar que se quedan un ratito aquí afuera. A todo el resto
de los discípulos misioneros los invitamos a pasar ahora al
Templo, hacia delante y ocupando los bancos, sin quedarse
atrás.

C- EN EL TEMPLO

1- Cantamos el 19 (“Alla lejos”) mientras la gente va entrando


2- Víctor y Valeria ayudan a que las Marías, José, etc entren al Templo detrás
de la otra gente y se queden contra la puerta
3- Cantando el 7 (“Ven a nuestro mundo”) Madre Visitación con el Santísimo sale
de sacristía acompañada con las dos personas con los cirios encendidos hacia el altar
4- Víctor y Valeria acompañan a las Marías, José, etc que vayan
inmediatamente detrás del Santísimo y se pongan en todo el presbiterio y al frente del
altar
5- Madre Visitación deja la custodia sobre el lugar preparado en al altar y P
Raúl hace una aclamación eucarística
6- P. Raúl invita a ponerse de rodillas a los que puedan e invita a las Marías a
quedarse de pie y presentando sus niños con las manos en alto en dirección al
Santísimo
7- Habiéndolo anunciado por micrófono, cantamos el 16 (“Noche anunciada”)
8- P. Raúl hace otra aclamación eucarística y alabanza espontánea.
9- Habiéndolo anunciado por micrófono, cantamos el 14 (“Cristianos vayamos”)
10- P Raúl bendice con el Santísimo (en silencio)
11- Invita a ponernos de pie y rezar un Padrenuestro
12- Cuando se dispone a sacar la Hostia consagrada de la custodia para llevarla al
sagrario cantamos (previo aviso por micrófono) la canción 8 (“Toma Luis”)

13- Terminada la canción, Fabiana recuerda las Misas de los Centros


misioneros que quedan, las Misas de Nochebuena y Navidad y la serenata
e invita a todos a despedirse dándonos la paz mientras cantamos “Vamos
pastorcitos” y cualquier otro villancico, a criterio de los músicos…

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