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Calidad de Vida
PAULA BEDREGAL
Académica de la Facultad de Medicina UC
persona con su situación física, emocional, familiar, social, una perspectiva cognitiva. Los más simples son los de
así como con el sentido que le atribuye a su vida. Las di- pregunta única, que suelen incorporarse a instrumentos
versas apreciaciones sobre la CV se vinculan con el grado que miden el estado de salud de las poblaciones. Otro
de adaptación de las personas a su contexto sociocultural grupo son los que evalúan preferencias, siendo los más
y a circunstancias específicas de vida, como la presencia utilizados el EuroQoL 5-D, la Quality of Well Being Sca-
de eventos estresantes. De ese modo, las respuestas sobre le, y la matriz de Rosser y Kind.
calidad de vida son una función personal construida me-
Finalmente están los instrumentos que permiten obte-
diante un proceso de apreciación, que implica la puesta
ner perfiles de salud o calidad de vida, como el Notting-
en marcha de ciertos procesos cognitivos que la investiga-
hman Health Profile, el cuestionario de salud SF-26 y el
ción ha mostrado (Rapkin & Schwartz, 2004).
WHOQoL. Éstos se estructuran en dimensiones que res-
Uno de éstos es la presencia de un marco de referencia catan los diversos aspectos que constituyen la CV, como
experiencial, contra el cual el sujeto contrasta cada ítem salud física, psicológica, apoyo social, y ambiente físico.
preguntado. El contar con un marco de referencia im-
plica que cada ítem provoca en el sujeto el recuerdo de
La percepción global sobre la calidad de vida
información autobiográfica, lo que da sentido a su apre-
ciación y, a la vez, un estándar de comparación. Por lo
y el nivel socioeconómico
tanto, la respuesta es determinada, en parte, por el ítem, La Encuesta Bicentenario arroja aspectos relevantes cuya
el contexto general de calidad de vida y la situación de lectura nos hace reflexionar sobre tres aspectos: las di-
evaluación (McGraw; McKinlay, Crawford, Costa &Co- ferencias por nivel socioeconómico en la percepción de
hen, 1992; Tourangeau, Rips & Rasubski, 2000). la CV, la alta prevalencia de autopercepción de síntomas
en el ámbito de la salud mental, y la calidad y valoración
Se reconocen tres marcos de referencia utilizados por
social atribuida a las redes de apoyo, como la familia.
las personas: histórico, cultural y social. El marco histó-
rico provee los parámetros de calidad de vida asociados La percepción global sobre la CV arroja un promedio
a distintos momentos históricos; el cultural entrega el de 5,6 (escala de 1 a 7), lo que podría considerarse muy
contexto de tradiciones y valores que determinan las bueno al compararlo con la I Encuesta Nacional de CV
necesidades específicas. Un ejemplo de ello se relacio- del Ministerio de Salud (2000), que mostró un prome-
na con el valor asignado a la autonomía: mientras en dio de 5,3.
EEUU se aprecia altamente el valerse por sí mismo, en
Destaca entre los resultados de la Encuesta Bicentena-
Oriente se considera egoísta. Finalmente, el marco so-
rio una gradiente socioeconómica de 0.7 puntos entre el
cial se relaciona con las expectativas que cada uno tiene
nivel ABC1 y E, que se observa en todos los grupos de
en relación a la propia vida. En este sentido, puede pa-
edad, en ambos sexos y tanto en aquéllos que trabajan
recer contradictorio que la percepción de bienestar en
como en los que no. Este hallazgo es común a todas las
los grupos de menor nivel socioeconómico sea buena,
encuestas en el mundo (Diener, Oishi & Lucas, 2003).
situación que se puede asociar a las bajas expectativas
Estos autores encuentran una relación lineal entre per-
de su grupo de pertenencia.
cepción de calidad de vida y nivel socioeconómico en
La investigación sobre la autopercepción de felicidad países de ingreso bajo y una relación curvilínea en paí-
proviene de la tradición psicológica. La primera investi- ses de ingreso medio. Esta relación se pierde en países
gación al respecto fue en EEUU en 1960 y mostró que de alto desarrollo. Al interior de una nación esto se ex-
la felicidad y el bienestar no pueden reducirse al estado presa por diferencias importantes en la percepción de
de ánimo experimentado. De hecho, estudios posterio- CV entre grupos extremos y la similitud entre grupos
res demostraron que puede no haber asociación entre cercanos, especialmente en los niveles socioeconómi-
un tipo de estado anímico y la percepción de bienes- cos altos. En este sentido, más riqueza significa mejor
tar. De todas formas, el mejoramiento en las técnicas percepción de CV en situaciones de bajo desarrollo. Sin
psicométricas y de análisis, como los avances teóricos, embargo, en países ricos más riqueza no significa mejor
permitirán conocer mejor los mecanismos psicológicos percepción de CV.
que explican los resultados en esta área.
Estudios en psicología social han mostrado que la per-
En la investigación científica se pueden reconocer al me- cepción de CV, independiente del nivel socioeconómi-
nos tres tipos de instrumentos que evalúan la CV desde co, se relaciona fuertemente con el valor asignado a los
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bienes materiales (Kasser & Ryan, 1996; Schmuck et revisión de 15 estudios mundiales sobre salud mental
al 2000). Estudios longitudinales han mostrado que si (Kohn, Bruce, Mirotznik 1998) mostró que la prevalen-
las personas logran alcanzar sus objetivos intrínsecos cia anual de trastornos mentales es 2.1 veces mayor en
(aquéllos que le dan sentido a sus vidas) tienen una me- el nivel socioeconómico bajo que en el alto, resultados
jor percepción de CV. Por el contrario, el sólo progreso coincidentes con estudios recientes de América del Nor-
en objetivos extrínsecos, como el dinero, no necesaria- te, América Latina y Europa (Consorcio Internacional
mente la incrementan (Carver & Baird, 1998). de la OMS en Epidemiología Psiquiátrica 2000).
Un aspecto interesante de la encuesta es que los grupos Un estudio muestra que al salir de la pobreza, el 40%
que peor califican su CV son los adultos y las mujeres de los síntomas de desviación psiquiátrica y psicológica
que trabajan. En este último grupo, donde la gradiente desaparecieron en niños y jóvenes. En particular, se re-
socioeconómica es mayor (1.1 puntos de diferencia entre dujeron las conductas antisociales y algunos síntomas
ABC1 y E), esta baja percepción se puede asociar a una depresivos, aunque no la depresión clínica ni los trastor-
menor disponibilidad de tiempo, además de insatisfacción nos ansiosos severos. La reducción de estos síntomas se
laboral y económica. Sabemos, por estudios en campa- asoció, más que al mayor ingreso, a la mayor disponibi-
mentos de Chile (Bedregal et al, 2006), que este hecho lidad de tiempo para los hijos y a mejorías en la salud
se asocia con la carencia de trabajo estable, vivienda pro- mental de los padres.
pia y discriminación social. Estos tres ejes, que parecen
comandar la percepción de bienestar socioeconómico,
¿Cómo se explica el efecto del nivel socioeconómico
impactan en la CV y se convierten en aspectos a ser abor-
dados en las políticas públicas. Además, determinan lo
sobre la salud?
que en epidemiología social llamamos ‘posición social’, un Un modelo interesante de vías causales propuesto por
reconocido predictor de enfermedades y muerte. Diderichsen muestra que la posición socioeconómica de-
termina efectos en salud en dos niveles: individual y en
En muchas enfermedades agudas y crónicas que se han
acceso a atención sanitaria.
estudiado en el mundo se observa una gradiente en la
mortalidad y la morbilidad asociada a la posición social. A nivel individual, la teoría epigenética ha vuelto a ser
Esto es, a peor nivel socioeconómico, mayor riesgo de posicionada para explicar estos fenómenos. Epigénesis
enfermedad y muerte. En Chile, por ejemplo, la sospe- es un concepto que data desde 1957 y que se refiere a
cha de hipertensión arterial es 1.13 veces más frecuente los procesos mediante los cuales el genotipo da origen
en el grupo E que en el ABC1; el enflaquecimiento, 12 al fenotipo. Los avances en biología molecular y genéti-
veces más frecuente; y la obesidad mórbida, 1.4 veces ca han mostrado que la expresión de un determinado
(Encuesta Nacional de Salud 2003, MINSAL-PUC). gen depende de todo un contexto celular, multicelular y
ambiental, que da origen a estados progresivos de orga-
La percepción sobre algunos aspectos de salud nización y, por tanto, de expresión fenotípica (adecuada
mental y el nivel socioeconómico. o inadecuada o silencio).
En materia de salud mental, la encuesta muestra que en- El fenotipo no surge de un modelo aditivo entre los efec-
tre el 20 y el 28% de la población presenta síntomas de tos del ambiente y la genética. Por ejemplo, Turkheimer
problemas en este ámbito. Las últimas encuestas en Chi- y colaboradores (2003) han demostrado que el nivel so-
le que exploran este tema son bastante coincidentes en cioeconómico modifica la heredabilidad del coeficiente
señalar la importancia de este fenómeno. Por ejemplo, intelectual de manera no lineal, de modo que en familias
Vicente et al (2002) encuentra una prevalencia de 36% empobrecidas, el 60% de la varianza del coeficiente in-
de trastornos mentales en la población adulta chilena. telectual sería atribuida al ambiente. Por el contrario, en
Asimismo, la Encuesta Nacional de Salud 2002 muestra familias de alto nivel socioeconómico lo que prima es el
que la prevalencia de síntomas depresivos en el último efecto de la genética.
año en Chile es de 17,5%, siendo 3 veces más prevalen-
La investigación ha mostrado que las experiencias am-
te en el grupo E (36,6%) que en el ABC1 (12,6%).
bientales se imprimen en el genoma a lo largo de la vida
Los trastornos mentales en el mundo corresponden al (Weaver, et al 2004). Esto hace plausible plantear lo que
12% de la carga de morbilidad, es decir, cerca de 450 la observación empírica había mostrado: que el ambien-
millones de personas padecen estas enfermedades. Una te influye en que se exprese determinado material gené-
Sociedad Individuo
B Factores de riesgo
Diderichsen, F. et al., 1998. www.sepho.org.uk/healthinequalities/carrhill/index.htm «A review of methods for monitoring and measuring social inequality,
deprivation and health inequality». Roy Carr-Hill.
tico y, más aún, en que ese material genético se modifi- La percepción sobre la cantidad y calidad de las redes
que. Por ejemplo, un estudio mostró cómo el riesgo de de apoyo es otro factor asociado al nivel de salud física
depresión aumenta en el adulto que ha sido maltratado y mental. La evidencia científica es clara en señalar la
de niño. El maltrato produce que se exprese el potencial relación entre el nivel de salud y el apoyo social y co-
genético de depresión que tienen los individuos. Caspi hesión social. Uchino, Uno, Holt-Lunstand (1999) han
y colaboradores (2003) observaron que existe un poli- mostrado que una de las vías para explicar la relación
morfismo funcional en la región promotora del transpor- entre el apoyo social y la mortalidad se da a través
tador de la serotonina que modera la influencia de los de cambios en el sistema cardiovascular, endocrino e
eventos vitales en la aparición de síntomas depresivos. inmunológico.
Con estas evidencias, es claro que los hallazgos de la Las relaciones sociales y la percepción de apoyo ac-
Encuesta UC-Adimark son cruciales para la equidad en tuarían como un modulador de la reactividad del sis-
salud. No basta con favorecer el acceso a servicios para tema neuroendocrino frente a estímulos estresantes
diagnosticar y tratar las enfermedades. Para su reduc- (Seeman & McEwen, 1996; Brunner & Marmot, 2006),
ción es necesario efectuar un ‘tratamiento social’, esto lo que también se demostró en primates. Por ejemplo,
es, reducir las brechas entre las posiciones sociales que los machos dominantes en situaciones sociales estables
favorecen la expresión de las enfermedades. secretan menos cortisol y parecen tener una menor
respuesta al estrés (Sapolsky, 1989); mientras que los
Una oportunidad: familia y redes de apoyo machos dominantes en ambientes inestables de alta
competencia y hostilidad secretan más cortisol y de-
La Encuesta UC-Adimark muestra otro aspecto intere- sarrollan precozmente aterosclerosis (Williams, Vita,
sante. Hay un 18% que se percibe alejado de otras per- Manuck, 1991).
sonas, además de un 19% que se declara insatisfecho
con sus relaciones familiares y su tiempo libre, obser- Complementaria a esta vía indirecta, se propone un
vándose una gradiente socioeconómica de 1.5 veces en efecto directo del apoyo social a través de las conduc-
el primer aspecto. También llama la atención que el pro- tas relacionadas con la salud. Esto, considerando que
medio de amigos declarados en Chile sea de 3.6 (versus el apoyo y la interacción con otros permiten aprender
6 en EEUU), con una brecha socioeconómica de 5:2.9. y compartir conductas saludables, lo que genera una
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Referencias
suerte de control social. El apoyo social también au- • Bedregal P, Zavala C, Pinto MJ, Valdés S, Nuñez G,
menta las percepciones de control sobre el medio am- Atria J (2006). «Calidad de vida y necesidades en salud:
biente (seguridad y autoeficacia) lo que incrementa la hacia la construcción de políticas ciudadanas de superación
sensación de bienestar y mejora la respuesta inmune. de la pobreza». En: Pontificia Universidad Católica De Chile,
Vicerrectoría Adjunta de Investigación y Doctorado, y Direc-
La Encuesta UC-Adimark también muestra una alta sa- ción General De Pastoral y Cultura Cristiana (Eds) CELAM
tisfacción con las relaciones familiares, independiente Académicos UC. Investigaciones para que nuestros pueblos ten-
del estrato socioeconómico. La familia se percibe como gan vida. Santiago. Pontificia Universidad Católica de Chile.
un espacio entretenido –mejor que los amigos– de apo-
• Carver CS, Baird E (1998). «The American dream revisi-
yo emocional y económico, lo que la sitúa como un
ted: is it what you want or why you want it that matters?»
componente básico en el capital social chileno. Psychol. Sci. 9:289-292.
En términos de salud, la valoración expresada por los • Caspi A. Sugden K, Moffitt T, Taylor A, Craig I (2003).
encuestados hacia la familia plantea una oportunidad «Influence of life stress on depression: moderation by a po-
sobre cómo incorporarla adecuadamente en las inter- lymorphism in the 5-HTT gene». Science 301: 386-389.
venciones de salud y cómo potenciar más las relaciones
• Diener E, Oishi S, Lucas RE (2003). «Personality, cul-
familiares con miras a un desarrollo humano y social ture and subjective well-being: Emotional and cognitive
armónico. evaluations of life». Ann. Rev. Psychol. 54: 403-425.
Múltiples estudios han mostrado que es en este núcleo • Farrell MP, Barnes GM, Banerjee S (1995). «Family co-
dónde se aprenden precozmente las prácticas de vida hesion as a buffer against the effects of problem-drinking
social, los estilos de vida saludables y el auto-cuidado. fathers on psychological distress, deviante behavior, and
Así, la familia actúa como un factor protector para la heavy drinking in adolescents». Journal of Health and So-
salud, al punto que hoy se reconoce que familias for- cial Behavior 36: 377-385.
talecidas generan sociedades más sanas (Farell et al, • Guyatt GH, Feeny DH, Patrick D (1993). «Measuring
1995; Seeman, 2000). health-related quality of life». Annals of Internal Medicine
118: 622-629.
Conclusión • Kasser T, Ryan RM (1996). «Further examining the
American dream: differential correlated of intrinsice and
El estudio y seguimiento sobre la calidad de vida en extrinsic goals». Pers. Soc. Psychol Bull 22: 280-287.
los países provee una oportunidad única para cuestio-
narnos sobre cómo direccionar nuestras políticas pú- • Kohn R, Bruce PD, Mirotznik J (1998). «Epidemiologi-
cal findings on selected psychiatric disorders in the gene-
blicas –en particular en salud– hacia un bien común
ral population». Pp 235-284. En: Dohrenwend P. Bruce
compartido.
editor. Adversity, Stress and Psychopathology. New York:
Desde un punto de vista estructural, no sólo la discu- Oxford University Press.
sión sobre el bienestar económico y las brechas exis- • Marmot M, Wilkinson RG (2006). Social determinants of
tentes en Chile son un aspecto central para la salud de health. 2nd edition. New York: Oxford University Press.
los chilenos. También lo son la facilitación y promoción
• McGraw SA; McKinlay JB, Crawford SA, Costa LA,
de redes de apoyo social y el resguardo de uno de nues-
Cohen DL (1992). «Health survey methods with minority
tros capitales sociales distintivos, la familia. populations: some lessons from recent experience». Ethni-
Existe consenso internacional y parcialmente en el país city & Disease 2: 273-287.
de que no basta con proveer servicios. Es necesario • Ministerio de Salud de Chile. División de Rectoría y
fortalecer el ambiente social, además de apoyar proce- Regulación Sanitaria. Departamento de Epidemiolo-
sos de desarrollo y promoción de nuestras capacidades gía (2002). Los Objetivos Sanitarios para la Década 2000-
personales y colectivas tendientes al Bien Común, en- 2010. Santiago: MINSAL.
tendido como el «conjunto de condiciones de la vida • Rapkin BD, Schwartz CE (2004). «Toward a theoretical
social que permiten a los grupos y a cada uno de sus model of quality of life appraisal: Implications of findings
miembros conseguir más plena y fácilmente su propia from studies of response shift». Health Quality of Life Out-
perfección» y por cierto su salud. comes 2: 1-14.
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CALIDAD DE VIDA • COMENTARIOS
Comentarios
Sin embargo, a pesar de la enorme importancia del característicos de salud mental como la depresión, o el
factor socioeconómico, este indicador tiene límites, es stress nervioso y los problemas asociados al abuso de
decir, no se comporta lineal ni monotónicamente. No drogas y psicofármacos.
es que una persona agregue un dólar a su ingreso per
Es importante darse cuenta que la calidad de vida, la
cápita y aumente su percepción de calidad de vida o
felicidad, la autosatisfacción, no dependen única y exclu-
su satisfacción vital. Se sabe que pasado cierto límite
sivamente del ingreso o del nivel de desarrollo econó-
de ingreso, a nivel individual o de país, la percepción
mico que alcance el país, pues esa misma riqueza pue-
de calidad de vida no mejora. Y eso hace que muchas
de producir efectos en el sentido contrario, que son los
veces haya desajustes entre la posición socioeconómica
que, eventualmente, limitan esa percepción. La encuesta
de un país o de individuos determinados y su estima-
no muestra deterioros importantes a nivel de familia,
ción de la calidad de vida.
comunidad o religión asociados a la riqueza. Incluso la
¿Por qué no todo está explicado por los factores so- percepción de estrés o de aceleración del tiempo no pa-
cioeconómicos? La razón más plausible es que la mo- rece aumentar en los sectores de altos ingresos. Por el
dernización, entendida como desarrollo económico, contrario, los datos arrojan que muchos de estos proble-
tiene un límite en términos de mejoramiento de la mas están radicados más abajo que arriba de la escala
calidad de vida. Y ese límite es, precisamente, la des- social. En otras palabras, no tenemos efectos perversos
estabilización de un conjunto de aspectos de la vida de la modernización, al menos de manera evidente, loca-
producida por el mismo desarrollo económico o por lizados en los sectores de mayor ingreso, lo que entrega
la riqueza. Entre los factores adversos que se relacio- todavía una relación muy lineal entre ingreso y calidad
nan con el desarrollo económico están, sobre todo, la de vida. Como sea, aunque es importante darse cuenta
desestabilización de la familia y de la vida comunita- de la primacía que tiene la variable socioeconómica y el
ria, además de una aceleración en el uso del tiempo. peso que ejerce en la determinación de la calidad, tam-
También se menciona la aparición de ciertos trastornos bién es necesario conocer y estimar sus limitaciones.
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CALIDAD DE VIDA • COMENTARIOS
Al sumar estas tres variables –la falta de ingreso, de tienen mayores probabilidades de reproducir estas
control sobre el propio destino y de un marco normati- conductas. Es acá donde surge lo que se ha llamado
vo común– resulta una bomba explosiva en los distin- un nuevo tipo de pobreza, que ya no sólo da cuenta del
tos planos: salud, delincuencia, trabajo, vivienda, etc. nivel de pobreza típica, es decir, de ingresos moneta-
Más aún, lo que vemos es una acumulación de desven- rios o de transferencias, sino también la que tiene que
tajas y factores de riesgo en los mismos individuos y ver con la exclusión social.
en las mismas familias, además de una concentración
geográfica en verdaderos ghettos. A título personal, me desconcierta el debate que se
ha generado sobre pobreza, vulnerabilidad, Estado de
Esta situación no representa sólo un problema para la bienestar, pues, aunque nos gustaría abordar todos los
calidad de vida como resultante del proceso de desa- problemas, sabemos que los recursos y la capacidad de
rrollo. También se transforma en un insumo para la las políticas públicas son limitados y que las distintas
reproducción social de la exclusión, lo que termina por políticas compiten entre sí por recursos financieros,
perpetuar en el tiempo estos ghettos y generar claras pero también por tiempo legislativo, por capacida-
repercusiones negativas para el resto de la sociedad, des profesionales, por atención, etc. En consecuencia,
una de las cuales, probablemente la más visible, sea la mientras las políticas públicas se están planteando en
violencia y la delincuencia. un foco más amplio, aún no somos capaces de resolver
Todos los estudios muestran sistemáticamente, y tam- el problema de la pobreza dura, ni de la exclusión que
bién para el caso de Chile, que aquéllos que son víc- va más allá de lo material. Mi inquietud, entonces, es si
timas, que crecen en un entorno de mayor violencia acaso al ampliar el foco no estamos renunciando a po-
y vulneración de derechos, son precisamente quienes der superar esta situación de pobreza y de exclusión.
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