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Francisco Astudillo Pizarro.

Chile: Educación y el Desarrollo de Cristal


Revista Atacama59 nº1 enero 2008

Chile:

Educación y el Desarrollo de Cristal

Francisco Astudillo Pizarro


Escuela de Sociología Universidad La República
Francisco Astudillo Pizarro. Chile: Educación y el Desarrollo de Cristal
Revista Atacama59 nº1 enero 2008
Chile: Educación y el Desarrollo de Cristal
Por: Francisco Astudillo Pizarro
Sociología ULARE
I Introducción
El sociólogo al igual que la sociología enfrenta nuevos desafíos a la luz del nuevo siglo,
algunos de estos derivan de deudas que la disciplina tiene para con una de sus
“instituciones” principales, la educación, este hecho podemos apreciarlo claramente en
nuestro país, pese a la relevancia que la educación a vuelto a ganar como producto de la
presión social que los principales actores han mantenido en los últimos años, este
abandono podemos verlo reflejado en la pobre presencia de la educación en las mallas
curriculares de pregrado, pese a que se realizan estudios sobre educación la producción
teórica se mantiene dependiente de las teorías de la sociología primer mundista. Por otra
parte en congresos pasados la presencia de la educación en los trabajos presentados
también a sido escasa.
Es a nuestro criterio tarea del sociólogo y muy especialmente del estudiante de
sociología dirigir las fuerzas crítico creativas a áreas educativas, destinar su creatividad
y crítica sociológica a la educación, al estudio histórico de los sistemas educativos, al
análisis de efectividad de las políticas publicas de educación, la desigualdad y exclusión
en el sistema educacional, de forma de otorgar a la sociología de presencia y autoridad
en educación y contribuir al incremento tanto en cantidad y calidad del conocimiento en
ciencias sociales en educación, enriquecer el estado del arte desde posturas y
perspectivas críticas.
Es también nuestra tarea la de sacudirnos el paternalismo primer mundista en términos
académicos y teóricos y construir teoría social latinoamericana, a nuestro juicio amerita
nuestra participación el rescate y reposicionamiento de la teoría de la dependencia.
Nuestro continente no se ha sacudido de los lazos de dependencia, son estos los lazos
que nos condenan que nos desahucian y usurpan, mientras nuestros intelectuales
lumpenburgueses y nuestros “más guapos políticos”-parafraseando al archi trillado
documental verde de Al Gore- siguen unos justificando la ideología desarrollista liberal
y otros ejecutando y calentando al microondas las estrategias de desarrollo congeladas
importadas del primer mundo.
En vista de lo anteriormente mencionado que nos proponemos iniciar una exploración
teórica, en un terreno que es una mezcla de dos elementos, la educación-a nuestro juicio
algo olvidada en la sociología teórica actual- y la dependencia-que como teoría no cabe
duda de su ideológico desuso- creemos que la situación requiere y llama al sociólogo
comprometido, especialmente al estudiante dotado de particular libertad en relación al
sociólogo asalariado. Es esta la orientación de nuestro ensayo y en su desarrollo
debemos destacar otras misiones del sociólogo, creemos derivadas de la crítica que a
juicio de la socióloga Doris Cooper debe ser el valor que oriente e inspire el trabajo del
sociólogo. En ese sentido el sociólogo debe desconfiar profundamente de la ciencia
social en tanto producto y dirigir su crítica a los mecanismos de producción intelectual
que supeditan tanto la academia como el gobierno y por extensión mantienen la
dependencia de nuestro continente, nuestro trabajo analizará el tema con detención por
tanto es una dimensión del fenómeno global al que nos abocamos. Es por esto que a
manera de aporte conceptual y teórico proponemos la sistematización de nuestra crítica
como la industria intelectual subsistema a nuestro juicio fundamental en el contexto de
globalización y de relevancia en los procesos de sub desarrollo dependentista y como
propondremos más tarde también en educación, más bien relacionando estos elementos
en un fenómeno complejo.
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Revista Atacama59 nº1 enero 2008
La crítica debe orientar la producción sociológica, esto debe incluir por cierto la auto
crítica disciplinaria y personal cuando la requiera.
La sociología entendida como lucha, recuperando la fé en la crítica, levantar una
propuesta, un llamado a realizar teoría social latinoamericana, a ser activos en la teoría,
a tomar del universo conceptual cuanto haya y que nos sea de utilidad pero imponer en
esta acción una mirada continental, regional y local, para que seamos nosotros, los
sociólogos o cualquier otro cientista social quienes usemos a la teoría y no sea esta la
que termine por usarnos a nosotros.
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II Discusión Preliminar
La discusión sobre la educación y las políticas públicas relativas a ella han ganado
espacio en el debate público durante las últimas décadas en nuestro país (en particular el
año 2006 con la revuelta de los pingüinos y sus consecuencias), el sistema educacional
chileno ha sufrido en este periodo una serie de transformaciones que comenzaron con
los cambios introducidos en la dictadura, cambios como la municipalización, la
privatización y la incorporación del lucro, la selectividad y enfoques curriculares rígidos
y antiguos, esta situación comenzó a modificarse a comienzos de los noventas “con la
esperada democracia”, momento en el que los gobiernos intentan modernizar la
educación, de esta forma, desde el año noventa las reformas educativas han ido
incorporando nuevas perspectivas curriculares actualizando sus metodologías de acción
y también sus fundamentos teóricos Simultáneamente estos esfuerzos intelectuales y
metodológico-políticos acompañan un nuevo discurso, uno moderno, el que proveniente
desde los estamentos académicos de los países metropolitanos llamados desarrollados y
de entidades internacionales dependientes de estructuras de poder ligadas a los países
metropolitanos hegemónicos como el Banco Mundial, el FMI, BID, además de la
influencia creciente de estas entidades, nos encontramos con que los centros de estudios
de mayor influencia hasta la década de los setentas como CEPAL y FLACSO han
perdido influencia en las últimas décadas y mimetizado sus enfoques a las ideas
liberales moderadas 1de desarrollo .
Las “recomendaciones” realizadas por los organismos internacionales (particularmente
BM pero también del BID y FMI) son tomadas sin mayores reparos por muchos de los
gobiernos y ministerios de hacienda, estos lineamientos de orden económico afectan a la
educación de los países dependientes más allá de la dimensión presupuestaria ya que
influyen en las orientaciones teóricas, metodológicas y en las decisiones de sus
ministerios de educación en términos de análisis “científico” de las coyunturas
nacionales de educación además de tendencias curriculares, así como también por una
considerable proporción de centros de estudios y universidades, debemos advertir que el
BM ha tenido un relevante protagonismo en las decisiones tomadas en materias de
políticas educativas en nuestro país siendo un importante financista o “inversionista” de
políticas educativas como la serie de programas MECE (esto es en sus diferentes
versiones) y la reforma educacionales en general, estas intervenciones y la influencia de
estas entidades sobre nuestros políticos y académicos del establishment, verdaderos
representantes de la “lumpen burguesía dependiente”2 a contribuido a construir un
panorama académico que ha propiciado la instalación de un discurso, herramienta
ideológica de la superestructura, que esta natural e íntimamente relacionada a las
políticas de orden económico con lo que finalmente el discurso a homogenizado las
llamadas perspectivas “técnicas” en torno a la educación, en un fenómeno homologable
a monopolización del pensamiento económico. En este sentido creo que debemos

1
FLACSO a derivado en una reorientación de su perspectiva teórica desde posiciones más
independientes a un enfoque netamente desarrollista, mientras que CEPAL a abandonado casi todo
vestigio de las perspectivas keynesianas o “moderadamente” criticas que las caracterizaron hasta los
setentas, en cambio a adoptado posiciones desarrollistas en un proceso y periodo en el que
simultáneamente ha ido perdiendo la relevancia y la influencia internacional sobre los gobiernos de la
región, a sido reemplazada por organismos netamente políticos e ideo logizados como el BM, BID y FMI
y la influencia política en la planificación a quedado concentrada totalmente en el BM y el FMI.
2
Constructo creado por Andre Gunder Frank para caracterizar a la clase burguesa tercer mundista. Hace
referencia a la subordinación conciente y voluntaria de esta clase a la burguesía internacional,
estableciendo una relación de dependencia burguesa.
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ahondar en este último punto, esto evidentemente a nuestro criterio no es una
“coincidencia” ya que la educación es uno más de los componentes del modelo-y un
elemento preponderante por lo demás- por lo tanto una homogenización del paradigma
económico actual está necesariamente acompañado por un fenómeno similar en el
mundo de las ciencias educativas y las perspectivas curriculares adoptadas generando
una tecnocratización de las perspectivas acerca del tema pese a la pluralidad de la
discusión ya que finalmente se imponen las ideas emanadas de los centros de
pensamiento tecnocrático.
Debemos por tanto para comprender a la educación en el escenario actual, este es, el del
mundo del pensamiento único-o más bien el mundo de los caminos únicos- el de las
recetas inducidas desde el poder el de las nuevas verdades absolutas, cuestionar, es así
como ante este problema aparecen ya preguntas relacionadas al fenómeno y a nuestra
realidad concreta como país latinoamericano.
Desde nuestra perspectiva, la educación es una herramienta de reproducción de
realidades y sus jeraquizaciones, nuestra perspectiva busca romper con los sesgos
ideológicos “convencionales”, de esta manera enfatizamos el análisis de su rol (el de la
educación) de reproducción del status quo y de la estratificación más que la simple
mirada funcionalista, o tal vez como hemos planteado en trabajos anteriores3
enfatizamos el hecho de observar “externalidades” como la reproducción de la
desigualdad social como una función latente en vez de una disfunción de los sistemas
educativos y del chileno en particular, coincidiendo con posturas teóricas como la de
Bourdieu en detrimento de las ideas convencionales del funcionalismo y las teorías
modernizadoras desarrollistas que indican a la educación como transmisora de normas y
valores sociales que reproducen la salud y estabilidad del sistema y que además
promueven la movilidad social, disminuyen la desigualdad y nos llevaran al desarrollo
económico y social, la nuestra es en definitiva una mirada crítica que busca develar el
rol de la educación en el juego de poder histórico e indaga en la reproducción de la
desigualdad social asociada a un “efecto” colateral del sistema educativo y lo vincula
tanto al sistema económico imperante como a su ciclo histórico y su contexto
coyuntural determinado.
Pero la sociología tiene más que decir respecto de la educación como fenómeno o como
sistema que el mero diagnóstico mencionado anteriormente, tiene más que decir
respecto de su rol, función o utilidad e impacto, más que decir de la planificación de
políticas públicas, más que decir respecto de los enfoques teóricos, más que decir sobre
el desarrollo y su relación con la educación, en definitiva la sociología tiene una deuda
con el conocimiento comprometido, la sociología y el sociólogo deben buscar
autonomía para generar conocimiento y debelar las realidades a la vez que las falacias,
falsos supuestos y manipulaciones mal intencionadas en la planificación de políticas
públicas de educación y (sub)desarrollo con el objeto de entregar un cuerpo de

3
Hemos planteado en el VII congreso nacional de sociología, UPLA 2006, que el análisis funcionalista
de Robert Merton nos puede dar luces de interpretación del funcionamiento del sistema educacional ene.
Contexto de la desigual sociedad de mercado chilena ya que la reproducción de la desigualdad social
mantiene la estructura de estratificación piramidal, mantiene el estatus quo porque la educación se orienta
a la empleabilidad precaria y los avances de cobertura de escolaridad (incluyendo la educación para los
adultos huérfanos del sistema formal (con programas como Chile Califica financiados por organismos
internacionales metropolitanos) tiene como consecuencia objetiva la disminución del precio de la mano
de obra para doce años de escolaridad, esto porque la educación es en nuestra perspectiva un subsistema
del modelo económico por tanto sus funciones y disfunciones deben analizarse en función al modelo
económico, no “a la sociedad” como discursivamente se plantea.
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conocimiento que sea una herramienta para intervenir en la “lucha” académica y política
de nuestra realidad educativa y social, reivindicando la imaginación sociológica que
proponía el gran Charles Wrigth Mills como fuente de conocimiento, siempre crítico y
corroer ahora, para futuramente quebrar la hegemonía del pensamiento economicista
neoliberal autodenominado “el saber técnico” y “realista” en las ciencias sociales y en la
política, también por extensión en la educación, para instalar un debate y un nuevo
discurso surgido de la reflexión social y el análisis histórico del capitalismo como
proceso dinámico y complejo, levantando una perspectiva académica emanada del
enfrentamiento dialéctico a las ideas convencionales funcionales siempre a las
estructuras históricas de poder, es decir construir teoría con pretensión de praxis para
dejar de solamente explicar el mundo y la realidad dentro de la lógica del pensamiento
convencional que ha elegido por decisión propia y por obsecuencia convivir con las
contradicciones naturales del capitalismo y del mercado, y lanzarse a la tarea de buscar
vías que faciliten transformaciones del orden establecido.
Para abocarnos a esta tarea debemos entender como fenómeno histórico a la educación
para de esta forma fundamentar una serie de supuestos teóricos que guiaran nuestro
camino de reflexión e investigación, de esta manera partimos del supuesto-y en esto nos
diferenciamos radicalmente de los enfoques hegemónicos- de que la educación es un
fenómeno de poder, sus relaciones son relaciones de poder, sus métodos históricamente
han sido métodos de poder, sus objetivos han sido de poder. Esto se contrapone al
discurso, tanto al clásico-o mejor aún a los discursos clásicos- como a los modernos, en
este punto otro elemento clave es el cuestionamiento del discurso como elemento y
herramienta y su utilidad histórica, esto porque consideramos es necesario-más allá del
tema tratado- y porque la educación actualmente en nuestro país es en fenómeno con un
componente discursivo importante y no casual.
En nuestra perspectiva teórica la educación en tanto “institución social” a estado
íntimamente ligada a los sistemas de estratificación y a los modelos productivos en la
historia de la humanidad, naturalmente las tensiones entre modos de producción y
relaciones sociales de producción llevan a cambios en los modelos educativos por lo
que proponemos sospechar de vínculos de la educación a las estructuras de poder y
dominación particularmente en la Sudamérica y en el caso chileno.
Pero nuestro objetivo teórico va más allá de relacionar a la educación con la dominación
y el poder, nuestro propósito es realizar una crítica al discurso modernista derivado de
los enfoques desarrollistas que instalan a la educación como un elemento clave en la
“estrategia para acceder al desarrollo” e incluso más allá de la simple crítica nuestra
intención es develar lo falaz que resulta esta afirmación y los supuestos teóricos e
histórico-económicos que la sustentan.
Además en este mismo sentido debemos responder las interrogantes surgidas desde
nuestra mirada del problema ¿por qué los gobiernos y particularmente los de nuestro
país aceptan sin mayor cuestionamientos las proposiciones “técnicas” de las entidades
internacionales particularmente “la burocracia económica” chomskyana y de los países
llamados desarrollados o “avanzados” tratados aquí como Metropolitanos-por nuestra
perspectiva teórica de análisis e interpretación y obedeciendo a un criterios de posición
en la estructura general del capitalismo-en temas educativos-y por cierto en lo
económico? y ¿Cuál es la naturaleza de las políticas y orientaciones curriculares y su
relación con el pensamiento económico dominante y por tanto el poder?, ¿Qué podría
vincular la opción por la inspiración “desarrollista” de los currículos modernos y sus
velos de ahistoricidad y nuestra vía al desarrollo de cristal? Y ¿cuales son los nuevos
obstáculos socioculturales que el chileno “moderno, neoliberal y post dictadura”
presenta ante las opciones reales de desarrollo y como estos obstáculos son alimentados
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por “la escuela”? además debemos cuestionar que esconde detrás de lo denominado
“técnico”, debemos levantar una nueva discusión para develar esta denominación
ideológica y su origen.
La orientación constructivista que “pretenden” las reformas curriculares de los últimos
años en nuestro país, en lo discursivo busca hacer del niño o niña estudiante un sujeto
en la creación de su realidad y de su futuro, en este sentido y sólo considerando el
discurso en abstracto se puede entender claramente que se busca crear seres activos y
creativos, por consiguiente se busca individualizar la perspectiva de los estudiantes del
sistema, esto en pro de la nueva coyuntura actual de la vertiginosa globalización que
requiere a “un nuevo sujeto”, todo esto claro en lo buscado manifiestamente por los
manejadores del sistema, quienes han tenido el monopolio de las decisiones sobre
políticas públicas en educación, pero este discurso formal se encuentra con las
realidades en las que deben aplicarse las políticas públicas de educación y es en la
diversidad de realidades en las que los esfuerzos se diluyen ya que el sistema educativo
opera “con” y “en” una aguda desigualdad social que involucra realidades adversas para
“los propósitos del sistema”, pero más allá de este hecho aún creemos que el discurso en
lo curricular y desarrollista es otra falacia más. En ese sentido y ya desde nuestra
perspectiva se puede levantar la crítica del enfoque individualizador de las tendencias
curriculares que incluso en condiciones optimas de operación-que por cierto no están
dadas en nuestro país- genera “ciudadanos no ciudadanos” esto ya que está orientada al
individuo aislado y no como parte de redes sociales y de contextos históricos, la
educación educa al sujeto como consumidor, en definitiva la educación “podría” y esto
también es muy discutible-este punto da para trabajos de profundidad por si sólo- ser
una herramienta estratégica de prosperidad para el individuo-y esto también muy
contextualizado a su propia realidad, que conste que de todas formas no estoy
convencido de estas proposiciones ideológicas- pero no para la sociedad, no como
“motor de desarrollo” país (como les gusta decir a los políticos y voceros “técnicos” del
establishment), ¿y por que no? Por una serie de factores entre los que podemos destacar
principalmente, por un lado el enfoque individualista y ahistórico de los enfoques
curriculares-y también muchas de las políticas de educación en general- y por otro que
las reformas educativas no son acompañadas de reformas de carácter económico de
orden distributivo que afecten positivamente la estructura de oportunidades ni de
consistencia entre estas políticas y las estrategias productivas, de de estructura de renta
y crédito, ni balance de mano de obra objetivo para estrategias de desarrollo productivo,
es decir son reformas que operan sin una base infraestructural y por si fuera poco
además el sistema educativo opera en su conjunto en la lógica neoliberal lo que
introduce sus contradicciones inherentes-las del mercado- al sistema educacional
mismo.
Por otra parte el análisis debe partir de la contextualización socio-histórica de las
realidades latinoamericanas y la chilena en particular en un entramado general
interdependiente y dinámico como es el capitalismo como supraestructura global
considerando tanto las condiciones externas como internas en este proceso, lo que nos
lleva a el análisis de las estrategias de (sub)desarrollo particularmente en el caso chileno
y a una discusión sobre el desarrollo en sí, el rol de nuestras economías-
latinoamericanas-en la división internacional del trabajo del capitalismo internacional y
el papel estratégico de la educación en esta trama.
Nuestros adversarios, los justificadores del status quo han instalado a la educación en la
retórica oficial como principal herramienta de nuestro país a futuro, en la famosa vía al
desarrollo, planteando que la educación nos dará mejoras en los índices igualdad, de
crecimiento y desarrollo, cuando tales indicadores están viciados porque parten de
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supuestos falsos lo que debe llevarnos de forma necesaria a un análisis y un
cuestionamiento de estos instrumentos ideológicos del engaño. De la misma manera
debemos analizar la idea impuesta por los economistas liberales en la casi totalidad de
las escuelas de economía e ingeniería comercial de que el crecimiento lleva al
desarrollo, discurso fanático y dogmático que lleva a una inmovilidad de siquiera la
menor discusión de los factores macro-estructurales de subdesarrollo y por
consecuencia de desigualdad social y concentración económica generando un cuadro en
el que la educación pasa a ser el gran remedio propuesto por los sacerdotes técnicos del
modelo para llegar al desarrollo-de esta forma esta “solución” por cierto casi mágica
inhibe debates incómodos para el establishment como la distribución del ingreso ala vez
que se convierte en respuesta para el mismo-, es la educación la que generará igualdad
de oportunidades y promoción social en el cuadro de la meritocrácia, convirtiéndose así
la “institución” educativa en la protagonista futura del desarrollo y por otro lado es el
crecimiento económico el otro ingrediente de la pócima mágica que nos lleva al tan
ansiado desarrollo, dicen los sacerdotes técnicos que estos dos elementos son las claves
para salir del subdesarrollo y los más descarados cantan que son los fundamentales “en
la vía al desarrollo”(que para ellos no es lo mismo que el subdesarrollo, equivaldría
según estos especimenes a otro estadio en el camino evolutivo de nuestras economías).
Finalmente la discusión e investigación histórica-y los argumentos discutidos lo
justifican-nos lleva necesariamente al rescate teórico de la teoría de la dependencia,
teoría que pese a ser abandonada por los centros de pensamiento hegemónico incluso
aquí en Latinoamérica, su cuna intelectual, presenta una innegable actualidad en la
situación latinoamericana de hoy en día y no sólo debe ser rescatada sino que extendida
y actualizada, lo que nos lleva a construir un vinculo teórico de la dependencia y la
educación y el desarrollo latinoamericano y chileno en el marco del pensamiento único,
en economía y en política.
En este sentido podemos afirmar justificando nuestra postura que una teoría mantiene
vigencia mientras es capaz de explicar un fenómeno de observación, por el contrario
una teoría pierde vigencia o queda obsoleta cuando su capacidad de explicar un
fenómeno se pierde, de esta forma la teoría de la dependencia sigue siendo una
herramienta intelectual poderosa a la hora de explicar los procesos históricos de
desarrollo latinoamericanos y además nos ayuda a interpretar la actualidad y construir
diagnósticos de tendencias futuras ya que Latinoamérica sigue ocupando un rol set de
funciones productivas relativamente similar en términos de estrategias productivas en la
división internacional del trabajo en el contexto capitalista que cuando las ideas de
dependencia surgieron y las estrategias políticas y económicas implantadas por los
gobiernos sudamericanos casi en su totalidad (Chavez incluido) no han intentado
modificar esta realidad histórica sino más bien han optado por seguir los lineamientos
de los intelectuales burgueses y quienes han levantado posturas críticas lo han hecho
desde la discusión o la acción sólo en el tema de la propiedad y
soberanía(principalmente Chavez), esta situación presenta un problema a futuro para
gran parte del continente incluyendo especialmente a nuestro país, particularmente el
grado de inconsciencia histórica. En definitiva el continente se mantiene como un
conjunto de economías principalmente exportadoras de materias primas y brutas salvo
Brasil que alcanzado un mayor grado de industrialización que lo distingue del grupo,
con características de economía subimperialista o submetropolitana que incluso a
mantenido relaciones de explotación con algunos países de la región (pensemos por
ejemplo en Bolivia v/s PETROBRAS o en los acuerdos Brasil-EEUU en materias
energéticas de bio combustibles).
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Este diagnóstico brevemente mencionado es de gran relevancia y a nuestro juicio
amerita una profunda reflexión desde las ciencias sociales a fin de recuperar y reinstalar
las teorías sociales y económicas que nos permitan enfrentarnos a los “técnicos” de la
ideología y develar las falacias teóricas, técnicas e históricas que sustentan el juego de
teorías que configuran el pensamiento único, a la vez que debemos vincular este rescate
teórico con un análisis de la educación como fenómeno o subsistema integrante ínter
vinculado a la realidad del capitalismo como fenómeno histórico.
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III El Pensamiento Único y La (nueva) Industria
“Alto ahí, Tecnócrata neoliberal”, está célebre frase de Homero Simpsons4-en su alter
ego justiciero de “el Hombre Pie” en una capítulo de los Simpsons-en contra del alcalde
Diamante nos da luces de nuestra tarea frente al pensamiento único, sus agentes y
agencias de producción y reproducción, de esta manera el sociólogo debe enfrentarse
decididamente a las explicaciones tecnocráticas que constituyen el pensamiento único o
hegemónico y que han “reducido” a las ciencias sociales a la categoría de herramienta
de justificación académica del status quo dominante, de esta manera debe develar las
realidades ignoradas y cuestionar lo que se dice incuestionable desde la “industria
intelectual”.
Esta última, estructura o sistema productor de “verdades”, de producción de
justificaciones “científicas” de la historia de los vencedores, formadora de las elites y de
la bibliografía sagrada de la globalización debe ser puesta en entredicho y sometida a la
más brutal y efectiva de las críticas por parte de los cientistas sociales, sus “verdades”
han de ser negadas, la destrucción de las “verdades” de la “industria intelectual” debe
ser la tarea del sociólogo, la “ciencia” en economía, política, teorías de desarrollo debe
ser desnudada de ideología y por supuesto sus vinculaciones entre la ideología y
educación debe ser campo de reflexión y crítica, es por esto que a nuestro criterio como
paso previo debe analizarse el rol de un nuevo y desapercibido tipo de industria.
La Industria Intelectual
El pensamiento único se traduce en una serie de conceptos como la democracia
burguesa y la economía neoliberal, verdades absolutas justificadas y defendidas por los
lacayos académicos y políticos del mercado, ideas emanadas desde los focos de
pensamiento de los países hegemónicos y sus centros de pensamiento y decisión.
La economía neoliberal y las teorías de orientación desarrollistas configuran el paisaje
intelectual que rigen la producción de conocimiento en tanto marcos de referencia de las
decisiones políticas ejecutadas en nuestro caso por una elite dependiente y por una
lumpen burguesía.
El conocimiento “técnico”, no es y nos ha sido importado desde el primer mundo,
particularmente desde algunos centros académicos hegemónicos, este sistema complejo
de producción intelectual burguesa que incluye a importantes universidades, think
thank’s y las divisiones de estudios e investigación de entidades correspondientes a lo
que Chomsky denomina la burocracia económica (OMC, FMI, BM y a la que en mi
opinión debe agregarse el BID) e intelectuales de las ciencias sociales, constituyen la
“industria Intelectual”, sistema de producción de conocimiento intelectual hegemónico,
de producción de la nueva verdad única revelada. “La industria Intelectual” toma
fuerza durante la segunda guerra en EEUU para luego expandirse como consecuencia
del nuevo orden derivado de la guerra y los pactos económico-políticos, incorporando
rápidamente a los centros de producción europeos alineados.
Este sistema o estructura de producción es el encargado de generar el conocimiento o
las ideofacturas que conforman, construyen y reproducen la economía capitalista y que
es funcional a las elites en disputa de la hegemonía internacional. A diferencia de la
industria cultural brillante mente formulada por Adorno y Horkheimer en “La Dialéctica
del Iluminismo” que operaba principalmente en la superestructura y que si bien
confirmaba la infraestructura, el constructo que proponemos como la industria
intelectual es una estructura de producción de ideología técnica cuya producción tiene
un efecto de fusión simbiótica en la infraestructura económica, con lo que supera el
hecho de la confirmación infraestructural ya que la determina, es la idea hecha verdad
4
The Simpsons nº 331 temporada 15 “Simple Simpsons” en ingles o “El Hombre Pie” para
Latinoamérica.
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económica. Que no sólo justifica la realidad de la elite sino que separa u enajena al
sujeto partícipe de su aprendizaje de la capacidad de criticar los fundamentos de dicha
realidad.
La industria está compuesta por cadenas de influencia, encabezadas por los centros
hegemónicos y centros subordinados, los primeros producen tanto las teorías como los
lineamientos técnicos sobre los que se construyen las políticas públicas que mantienen
el status quo neoliberal, además de formar a las elites y principalmente a los
intelectuales hegemónicos, mientras que los centros subordinados “importan la
producción de los centros hegemónicos” y la distribuyen en su radio de influencia, cabe
destacar que los centros subordinados son centros de prestigio en sus respectivas áreas y
su subordinación obedece a su rol importador-distribuidor de la ideología producida en
los centros hegemónicos. Naturalmente los centros hegemónicos operan desde los
países metropolitanos pero no debe suponerse que cualquier centro intelectual de los
países metropolitanos es per se un centro hegemónico de la industria ya que esta
condición obedece exclusivamente a su rol en el sistema industria, de esta forma es
dable encontrar centros subordinados en los países metropolitanos. En el caso de los
centros subordinados del sistema industria se encuentran tanto en países metropolitanos
como periféricos, en este caso también se debe advertir que no cualquier centro
intelectual de los países periféricos son en modo alguno centros subordinados del
sistema industria sino que sólo algunos centros de elite, particularmente los que operen
en la cadena de influencia de los centros hegemónicos de la industria, es decir los
centros que cumplan con su rol de importación de ideología, prestigio y formación de
las elites periféricas. Así mismo es necesario mencionar que la potencia y profundidad
de la influencia tendrá variabilidad en función de su naturaleza (universidad, ONG o
burocracia económica internacional por ejemplo) y el efecto e impacto de la influencia
será distinto dependiendo del receptor de la influencia o consumidor de la producción
importada (universidades, ONG´s o gobiernos por ejemplo). Las universidades de la
industria intelectual se dividen en hegemónicas y subordinadas, las universidades
hegemónicas no sólo educan a las elites sino que principalmente producen el
conocimiento que se reparte a lo largo del amplio círculo de influencia política los
centros hegemónicos tienen sobre los centros intelectuales subordinados, es este y no
otro el elemento distintivo entre universidades hegemónicas pertenecientes a la industria
cultural y universidades del primer mundo no pertenecientes a la industria, por otra
parte las universidades subordinadas reciben el conocimiento producido en las
universidades hegemónicas las reproducen el conocimiento recibido en su círculo de
influencia política. En el caso de las universidades la cadena de influencia política de
expresa en el currículo ya que las universidades subordinadas son entidades prestigiosas
en sus áreas dependientes y ejercen una influencia por medio de la formación de las
elites dependientes tanto políticas como lumpen burguesas y la asimilación de los
programas curriculares de las universidades consumidoras del conocimiento importado
ya sea para arroparse de prestigio o por intencionalidad política. Entre las universidades
hegemónicas más importantes de la industria podemos mencionar Chicago (economía,
sociología), Harvard (economía, administración). El sistema industria se completa con
la diferenciación entre universidades subordinadas del sistema industria (importadoras y
distribuidoras del conocimiento hegemónico ideológico a la vez que formadoras de
elites) y las universidades de simple consumo de la producción metropolitana con
integración variable a la cadena de influencia. Debemos destacar que proponemos estas
dos universidades a manera de casos paradigmáticos y por la utilidad práctica en
relación con nuestro interés de análisis por la relación de estas universidades con Chile,
claramente no son las únicas pero son importantes.
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La Universidad de Chicago tuvo una prematura relevancia dentro de la industria
intelectual como centro hegemónico especialmente en economía ya que esta fue la plaza
desde la que trabajo Milton Friedman lo que significó que a mediados de la década de
los 40’s (1946) fuese considerada como la meca del incipiente neoliberalismo y la
relación con nuestro país no es antojadiza ya que esta fue la universidad con la que la
Universidad Católica de Chile firmo-un claro ejemplo de centro subordinado de la
industria- un convenio de post grado para sus estudiantes de economía e ingeniería
comercial, estos estudiantes serían los que luego de cursar post grados con Friedman
volverían al país convertidos en los “Chicago boys” y que manejarían la economía en la
dictadura militar transformando nuestra economía como cual conejillo de indias hasta
convertirla en una de las economías más liberalizadas del paisaje capitalista
internacional y que los gobiernos post dictadura han seguido liberalizando siguiendo los
lineamientos económicos importados desde la industria intelectual metropolitana.
Aunque históricamente menos relevante que en economía la Universidad de Chicago
también fue relevante en producción en teoría sociológica pero la sociología de Chicago
no tiene participación relevante dentro de la “Industria intelectual” como si lo tiene el
pensamiento neoliberal más recalcitrante y extremo emanado de sus aulas y de la
brillante mente de Friedman.
El centro de gravedad hegemónico se ha trasladado de Chicago a Boston, a la
Universidad de Harvard, está última además de la relevancia en el adoctrinamiento
económico neoliberal moderado (al menos más moderado que el de Chicago) Harvard
es uno de los principales centros de producción intelectual en administración.
Su influencia es clara en nuestro país tanto en términos de distribución y consumo
simple como consumo de gobierno ya que nuestro país a seguido los lineamientos
hardvarianos durante la pos dictadura, situación que se a expresado especialmente en
administraciones de hacienda como las de Eyzaguirre en el gobierno de Richie Lakes y
actualmente la administración económica de Velasco (Andrés) y la influencia de
Expansiva en el gobierno, además de mencionar que el candidato de la derecha en la
segunda vuelta también era un economista de Harvard y más aún el otro candidato
derechista que quedó en primera vuelta era economista de Chicago evidenciando la
subordinación política de nuestra lumpen elite a los centros de producción hegemónicos
de la industria intelectual.
Un ejemplo de esta subordinación, además de la evidencia de la endogamia de la
industria intelectual y naturalmente de las elites la tenemos en el hecho de que
Lawrence Summers quien fuera secretario del tesoro norteamericano y que además
estuvo en el BM, como director del Banco Mundial arruinó a varias economías
periféricas en el mundo por medio de su chantaje económico diplomático crediticio y
como “recompensa” fue nombrado Presidente de Harvard (Gunder Frank 2004), la
actual cabeza de la industria en el área universitaria y que es la universidad de la que
han sido formadas nuestras elites e incluso ministros de hacienda como el actual, A.
Velasco quien tiene “congelada” sus labores como docente titular en dicha universidad
mientras nos hace “el favor de manejar nuestra economía”.
El management o administración es una de las disciplinas, dicen “intelectuales” de
mayor auge en las últimas décadas impulsada por la liberalización de los mercados
internacionales y el incremento de la competitividad y el cambio en las tendencias de
administración por parte de las grandes corporaciones. De esta forma el management
harvariano y de otras universidades especializadas en está área de producción intelectual
conforman un cuerpo de conocimiento que secunda, reafirma y protege al conocimiento
económico neoliberal, es una capa ideológica de conocimiento que está orientada a la
facilitación de las condiciones de operación de las grandes corporaciones ya que
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mediante este conocimiento que ellos definen, marcan la cancha para el resto de los
actores que pretendan moverse en el mercado.
Otro ejemplo de subordinación en nuestras tierras y particularmente en el área del
management tanto comercial como de “gobierno” es la prestigiosa privada Universidad
Adolfo Ibáñez, casa de estudios que “forma” a un importante sector de las nuevas
generaciones de las elites empresariales de nuestra lumpen burguesía. Esta universidad
tiene convenios de post grado con Harvard así como también es la principal casa de
estudios en importar el conocimiento actualizado en management “no pirateado”
debido a sus relaciones con harvard y su rol de centro subordinado de la industria, de
esta manera y mediante su prestigio y sus programas de post grado “harvarianos” para
el mercado nacional (académico y comercial) reproduce el conocimiento hegemónico.
Lo anterior responde a un fenómeno concreto que puede tipificarse como consumo
académico, esto es a la importación de conocimiento producido por universidades e
intelectuales hegemónicos que reproducen los lineamientos sobre los que se sustenta el
status-quo, generando una amplia red de circulación del conocimiento conocido
ideológicamente como técnico o si se quiere casi verdad revelada.
Otro fenómeno concreto es el consumo ejecutivo del conocimiento intelectual
hegemónico, este se enfoca a las políticas públicas y por tanto los agentes de consumo
se centran básicamente en gobiernos, ONG`s y organizaciones internacionales civiles o
económicas-OEA, MERCOSUR etc- y además de provenir de los centro académicos
hegemónicos viene con mayor intensidad política de la organizaciones técnico-políticas
como el BID, FMI, BM principalmente, las que además de suministrar las bases teóricas
y metodológicas de las plíticas publicas y particularmente de las “reglas del juego
económico” también suministran funcionarios ejecutores-ya que muchos importantes
miembros de gobiernos como los chilenos post dictadura han sido funcionarios de estas
entidades-de dichas políticas en una endogamia política en la que no importa la filiación
política de los funcionarios-principalmente ministros de hacienda- estos operan en
ciertos rangos “seguros para el status-quo”, de esta forma el neoliberalismo a extendido
sus tentáculos en la región y muy evidentemente en Chile. En este caso, esto es en el
consumo de orden ejecutivo los centros hegemónicos de producción intelectual-
universidades y burocracia económica- determinen las orientaciones políticas de los
centros esto es de los gobiernos y de las ONG`s de nuestro país subordinados generando
un fenómeno de dependencia técnico-política en Chile y en medida matizada por las
particularidades del caso en los restantes países de nuestro continente. Concretamente el
consumidor ejecutivo realiza una endogenación de políticas públicas foráneas
subordinantes.
Estos dos fenómenos, el consumo de orden académico y el consumo ejecutivo han sido
separados en función de facilitar la comprensión lo que no significa que no se observen
relacionados al punto de la mezcla en la realidad, en este sentido destacamos que en este
ensayo están presentados como tipos ideales.
Ahora hacemos lo contrario, mezclar dialécticamente el consumo y la producción.
Nnaturalmente este sistema industria en tanto tal, implica como hemos visto dos
procesos principales, por una parte la producción y por otra consumo-académico y
ejecutivo-, estos dos procesos tienen una relación dialéctica entre sí, cada uno es
simultáneamente su opuesto y simultáneamente elementos mediadores recíprocos, es así
como la teoría, justificadora de la praxis capitalista en tanto parte de un proceso de
producción, media en el consumo como su objeto, mientras tanto el consumo académico
y especialmente ejecutivo media al sistema de producción y sus procesos en tanto se
otorga para el sistema industria como sujeto o sujetos para el que son a la vez productos,
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en definitiva el sistema industria además produce consumidores o fieles de la nueva fe
técnica.
El proceso final y distintivo se da cuando el conocimiento producido por la industria
tiene una relación de simbiosis5 con la infraestructura económica capitalista en tanto
produce las bases técnicas de las políticas liberales que allanan el camino de la
globalización. La producción de ideofacturas técnico-ideológicas se trasforma en
infraestructura, este proceso constituye la paradoja de la realidad económica neoliberal.
Esta su característica principal y distintiva, el producto conocimiento en forma de
teoría, programas curriculares o paradigmas científicos se incorporan a la economía
política entrando de esta manera en la dinámica de la configuración económica de la
realidad, configura a la tecnocracia internacional y sus directrices, es un producto, una
ideo factura utilizada en tanto herramienta por otro cuasi producto, el tecnócrata para
manejar el capitalismo impactando en el caso actual de nuestro continente y nuestro país
en los procesos de subdesarrollo, proceso inherente a la naturaleza de nuestra
participación económica en la división internacional del trabajo capitalista.

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Asociación intima entre dos organismos de especies diferentes que se favorecen mutuamente en su
desarrollo. En otro sentido mezcla. En otro fusión. En el nuestro auto reafirmación recíproca de dos
elementos de distinta naturaleza, a la vez parte de una totalidad compleja.
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IV Discusión Teórica
La guerra fría eclipsaba otra guerra, una intelectual entre los dos bloques que se
disputaban y que tenía raíces que ciertamente antecedían a la guerra fría y que se
derivan de la disputa entre la filosofía burguesa versus el marxismo y otras ideas de
corte crítico, naturalmente en la guerra fría, una guerra ideológica la producción
intelectual era otra de las dimensiones de combate, en ese sentido luego de años de pos
guerra se propaga desde los polos de pensamiento hegemónico una nueva doctrina que
pretendía ser el marco teórico del desarrollo del tercer mundo, la teoría del desarrollo,
cuerpo de ideas exportado desde EEUU para guiar las decisiones políticas de los
gobiernos de los países de Latinoamérica, ligada a la planificación de la Alianza por el
Progreso. En este contexto surge una discusión teórica en la que se enfrentan por una
parte, esto es el polo hegemónico, la teoría del desarrollo y por otra desde los centros de
pensamiento latinoamericanos, en un primer momento la CEPAL con la teoría de la
dependencia de enfoque centro-periferia y posterior mente de enfoques radicales y
marxistas que confluyeron en su momento en la Universidad de Chile.
Desarrollismo y Modernización
El miedo de los EEUU o mejor de los grupos de interés detrás del aparataje imperialista
escondido detrás de la diplomacia económica estadounidense, a la influencia de la
revolución cubana en Latinoamérica incentivó el financiamiento de estudios
“científicos” que avalaran la adopción de la vía capitalista por parte de las economías
sud americanas y más específicamente justificaba “el retraso” de nuestras economías
respecto de las economías “avanzadas”-esto es el primer mundo- realizando una
utilización política de las ideas de Max Weber –especialmente las tesis centrales de “La
Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo” de manera descontextualizada- e
incorporando además elementos del evolucionismo organicista positivista a la mezcla
del cimiento intelectual sobre el que construir un cuerpo teórico que hiciera frente a las
nuevas ideas radicales de intelectuales de izquierda mencionadas anteriormente y que
serán analizadas con detalle más adelante en este mismo ensayo.
La teoría del desarrollo derivará en la teoría de la modernización y ambas tendrán
conexión y continuidad teórica e ideológica además con la teoría de la globalización
constituyendo un linaje teórico burgués que justificarán las políticas y recetas liberales
que modificarán la infraestructura económica latinoamericana profundizando las
relaciones ya existentes de subordinación económica al primer mundo y los nuevos
polos de economías dinámicas que se incorporarán al capitalismo internacional en las
décadas futuras como irían a ser las economías asiáticas.
Reconocemos en el trabajo de estos investigadores elementos de gran interés
especialmente en la psicología social pero negamos la afirmación que orienta las tesis
centrales del enfoque que dicen relación con la preponderancia del individuo y de “la
mente” en los diferenciales estados de desarrollo y por tanto de determinantes de la
desigualdad entre los países desarrollados versus los en vía de desarrollo, consideramos
esta como una sentencia ideológica y metahistórica.
Es este contexto uno de los principales autores es Alex Inkeles-que por cierto estudia en
Harvard- quien hace una relación directa entre modernismo mental y desarrollo
proponiendo además a la educación como motor del modernismo mental además de la
urbanización, derivando de este silogismo una fe desarrollista en la educación,
significando un importante precedente del actual discurso de los intelectuales y políticos
chilenos del establishment. Inkeles extrae sus conclusiones de su estudio actitudinal en
seis países en vías de desarrollo-Argentina, Chile, India, Israel, Nigeria y Pakistán-
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extrapolando sus resultados y específicamente sus conclusiones desde la psicología
social a la economía política y la sociología, ignorando la estructura productiva y el rol
de estas estructuras en la economía mundial, la propiedad de las fuerzas productivas y la
distribución de la renta, sosteniendo que las características psicológicas de los
individuos como el modernismo mental generaran desarrollo independiente de los
elementos estructurales tanto económicos como históricos. Cabría “esperar” en esta
perspectiva modificar la mentalidad de los individuos y con esto generar desarrollo
económico y social y que mejor manera para modernizar las mentes que mediante la
educación.
Por su parte otro importante autor del enfoque, Daniel Lerner quien propone que la
apertura de la sociedad occidental ofrece condiciones favorables para la propagación del
modernismo por el incremento del racionalismo y el positivismo, los que incentiva la
formación de un sistema de valores burgueses, su tesis supone un esfuerzo en la vía de
la actualización de un evolucionismo cuasi positivo y con seguridad económicamente
liberal. En este sentido los medios de comunicación son propuestos como uno de los
principales instrumentos de propagación del modernismo, en este punto no podemos no
recordar la industria cultural de Adorno y Horkheimer como planteando la otra cara de
la moneda en la proposición de Lerner.
Lerner propone otro de los precedentes del discurso tecnocrático y neoliberal de
nuestras autoridades técnicas y políticas actuales como es la movilidad social, igualdad
de derechos y oportunidades en una economía liberal. Esto en un continente usurpado
en su memoria nativa y bastardo en su cuna criolla como parte de una ética del cambio,
una ética moderna y capitalista fue alimentada por una secularización que escondía más
bien una expansión del mercado y un espíritu acorde al consumo.
La tesis fundamental del enfoque modernizador queda muy bien ejemplificado en uno
de los planteamientos centrales de David McClelland-psicólogo de harvard- en el
sentido de que para este autor el factor económico actuaría como motivador para la
satisfacción del individuo en el logro, específicamente el n-logro o “la capacidad para
hacer las cosas lo mejor posible no por reconocimiento social ni por recompensas
económicas sino por una profunda necesidad personal de auto realización” en
consecuencia la hipótesis central en términos desarrollo económico y social de culturas,
pueblos o civilizaciones pasa según McClelland por la motivación de logro que posean
sus individuos, de esta forma se aventura en función de sus estudios a afirmar que existe
una relación entre el n-logro de un pueblo y el nivel de desarrollo económico,
extrapolando sus conclusiones a la economía capitalista la relación es entre logro y
crecimiento económico, la solución liberal al desarrollo en cualquier punto del tempo
espacio.
Afirma a manera de hallazgo que el n-logro es el elemento causal de crecimiento
económico además encuentra alta correlación entre n-logro y consumo eléctrico per
cápita, una muestra de la influencia de su trabajo ya que esta relación constituye en la
actualidad un indicador validado de desarrollo.
Debemos destacar a modo de crítica metodológica que sus conclusiones extrapoladas al
caso latinoamericano derivan de análisis de fantasía libre en culturas como la griega
obviando que la fantasía libre era privilegio de clases ociosas que lo podían ser gracias
al esclavismo como relación social de producción y fuente desmedida de plus valor con
lo que apreciamos la ahistoricidad en la extrapolación de sus conclusiones. En definitiva
sud América sería subdesarrollada para McClelland por los bajos niveles de n-logro de
los sud americanos, en este elemento psicosocial estaría la explicación del subdesarrollo
del continente. Debemos mencionar que en el momento en que el autor realiza sus
planteamientos-años sesentas- de orden teórico efectivamente sud América se
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encontraba con gran distancia cultural en términos de patrones psicosociales de
conducta, situación que es radicalmente diferente en la actualidad gracias a la
globalización y a la masificación de poderosos medios de comunicación hemos
observado un potente proceso de aculturación en nuestro continente que a generado
entre otros efectos la asimilación de valores cada vez más capitalistas y el incremento
del n-logro sin que nuestro continente haya dejado de ser por esto subdesarrollado.
En conclusión el paradigma modernizador nos propone la mentalidad o mejor dicho el
modernismo mental en un caso o la motivación individual de logro en otro caso como
factores causales de desarrollo, de esta forma el desarrollo latinoamericano se explicaría
por una parte mediante el atraso económico de nuestro continente, por nuestra economía
“de resabios feudales” y por otra y muy ligado a este punto a la mentalidad tradicional
de nuestro continente, claro esta que contextualizando esta última frase en los años
sesentas y setentas, respecto a esto último sería nuestra cultura lo que determinaría la
subyugación económica de sud América en la economía capitalista en vías de
mundialización primero y globalizada después, no los factores estructurales, históricos y
económicos como los dependentistas y marxistas plantean.
Dependencia
La teoría de la dependencia es un cuerpo de conocimiento surgido desde Latinoamérica
a partir de los estudios de Raul Prebisch en la CEPAL, quien fuera ex ministro de
hacienda en Argentina. Las ideas y particularmente su enfoque de desarrollo centro-
periferia constituyen el punto de origen de la teoría, este enfoque trataba de analizar el
desarrollo diferencial en función del rol y posición de la estructura económica de las
naciones proponiendo que las estructuras económicas latinoamericanas son sistemas
periféricos, situación que define una serie de características particulares para el estado
de desarrollo periférico.
Posteriormente se desarrolla una vertiente radical de la teoría o el enfoque dependentista
por parte de investigadores jóvenes de diversos países latinoamericanos que a la vez se
puede dividir en dos tendencias principales, la encabezada por Fernando Enrique
Cardoso por una parte y la marxista encabezada por Andre Gunder Frank. El
denominador común de ambas perspectivas es su crítica prima a la dualidad del enfoque
de la dependencia cepaliana además de un claro rechazo a los supuestos desarrollistas
que ya ganaban espacio en la discusión académica por aquellos años a comienzos de los
60’s se. Además debemos destacar que la teoría de la dependencia es la primera teoría
netamente latinoamericana, en este sentido importantes universidades del continente
jugaron un importante rol albergando a esta corriente radical de intelectuales
significando una ruptura subversiva frente a la creciente industria intelectual, como lo
fueron las universidades, de Brasilia, de Chile y posteriormente la UNAM.
Es dentro de la herencia de aquella dependencia radical en la que fijamos nuestro prisma
teórico. Mucho se a planteado desde los centros de pensamiento hegemónico, sus
centros subordinados y los gobiernos subordinados por el consumo intelectual en la
industria que la teoría de la dependencia está enterrada y obsoleta, juicio enteramente
ideológico que no compartimos ya que obedece a un obnubilamiento deliberadamente
condicionado por intereses políticos sin embargo creemos necesario someter la teoría a
revisión y actualización en función del nuevo escenario que a nuestro criterio no
representa un cambio sustancial respecto de la factibilidad de aplicación de sus
conceptos teóricos, es más mantiene una sana vigencia. De aquí en adelante nos
referiremos a la teoría radical de la dependencia-esto es a sus vertientes weberiana y
marxista- como teoría de la dependencia-para simplificar la lectura-a fin de rescatar de
la discusión teórica entre ambas corrientes del enfoque la raíz de una nueva teoría de la
dependencia radical y emancipatoria que rescate ideas críticas, especialmente una re
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actualización del marxismo, hay que reconocerlo nuestra tarea es una tarea marxista al
fin y al cabo.
Debemos distinguir la situación de subdesarrollo se refiere a la estructura de un tipo
económico con predominio exportador primario, baja diferenciación del sistema
productivo, alta concentración del ingreso, predominio del sector externo sobre el
interno (Cardoso y Faletto, 1971), pese a ser consignadas décadas atrás las
características anteriormente mencionadas mantienen una plena vigencia en
Latinoamérica actual y en nuestro país, salvo por la baja diferenciación del sistema
productivo que en nuestro país si a experimentado una diferenciación productiva
incorporando al sector terciario que sin embargo no refleja tal diversificación en un
incremento significativo en el PIB, las restantes características si se mantienen casi
intactas. Para los pensadores de la dependencia el subdesarrollo sud americano debe
entenderse en medio de un análisis histórico del capitalismo como proceso, en este
contexto el subdesarrollo es una consecuencia de la ubicación, función o el rol de
Latinoamérica y sus estructuras económicas en la división del trabajo del capitalismo
internacional ya que Latinoamérica se incorpora al capitalismo colonial ofreciendo
mano de obra gratis o barata, materias primas o brutas a la vez que como consumidora
de tecnología pesada y manufactura, es esto y no su economía supuesta mente “feudal”
lo que explica su subdesarrollo diferencial respecto de economías del primer mundo o
centrales, sería en código dependentista nuestra ubicación periférica en la economía
internacional lo que explica nuestro subdesarrollo. La economía sud americana inicia su
historia de esta forma y como producto de nuestra ubicación periférica-satelital en
términos dependentistas marxistas- nuestras economías no pueden sino subdesarrollarse
mientras las economías centrales-metropolitanas en términos marxistas- se desarrollan o
consolidan, en esta relación económica internacional y dialéctica es donde se ilustra
mejor nuestra dependencia o vinculación subyugada de nuestra economía a los
designios del primer mundo y su economía dominante.
A nuestro juicio nuestro continente no a modificado ni mucho menos roto los lazos de
dependencia que siempre le han atado, nuestro rol económico es básicamente el mismo
agregándole actualmente a los productos facturados consumidores para un mercado sin
fronteras, es este uno de los elementos a desarrollar en nuevos trabajos de la teoría, el
consumidor y el mercado de consumo que nuestro continente significa, es además uno
de las dimensiones de mayor desarrollo en el contexto de la globalización a nivel
general por lo que no fue del todo tratada con la profundidad que los teóricos de la
dependencia si le dieron a otras dimensiones de la teoría por lo que amerita una
actualización analítica, así mismo la incorporación de un análisis económico
dependiente de la terciarización de nuestras economías y del consumo.
Siguiendo las tesis de Gunder Frank, la contradicción dialéctica capitalista de
polarización en la cadena de relaciones económicas o líneas en las constelaciones
económicas capitalistas expresadas en la relación de dominación-subordinación entre
estructuras económicas metropolitanas y las estructuras económicas satelitales sigue
vigente así como el fenómeno de apropiación del superávit-o paradoja de la riqueza- o
plus valor, generando una cadena de expropiación de plus valor en dirección ascendente
hacia las economías metropolitanas.
Francisco Astudillo Pizarro. Chile: Educación y el Desarrollo de Cristal
Revista Atacama59 nº1 enero 2008

V Chile: Educación y Dependencia


El desenlace de nuestro ensayo tiene por objeto analizar la actual dependencia chilena
tras el escenario retórico vigente de políticos y tecnócratas que sindican a nuestro país
como una economía en “vísperas del desarrollo”, esto medido en función de
“indicadores” como el producto per cápita, el consumo eléctrico per cápita, rankings de
competitividad, la estabilidad macroeconómica entre otros. En este contexto, en el que
los intelectuales sirven de justificadores teóricos del status quo e incluso participan en la
aplicación de políticas sintonizadas con un nuevo orden globalizado que no deja espacio
para otras verdades o mejor dicho otras interpretaciones de la realidad.
Es en este juego retórico y en el contexto de una economía extremadamente abierta y
neoliberalizada es que la educación a pasado a ser la principal receta para los males de
nuestro país, principalmente se la indica como la solución a la distribución de la renta y
como factor causal de movilidad social y por otro lado y más importante para nuestra
interpretación, como estrategia central de desarrollo. Es en este último argumento en el
que nos detendremos y en función de los elementos discutidos en anteriores capítulos de
este ensayo como por ejemplo la discusión teórica entre dependencia y modernización
analizaremos a la educación como fenómeno integrante de la estructura capitalista
ahondando en su importante relación al desarrollo y subdesarrollo. Así mismo debemos
incorporar el concepto de “industria intelectual” para completar el panorama explicativo
ya que las perspectivas y la prospectivas de desarrollo son aún y con más fuerza
generadas desde esta industria.
El discurso político y tecnocrático chileno es netamente modernizador en el aspecto
clave de sindicar a la educación como principal herramienta estratégica de desarrollo en
conjunto claro esta al crecimiento económico. Sería la educación como herramienta
modernizadora de la mentalidad de nuestros estudiantes factor causal de desarrollo
económico, se requeriría entonces de una mentalidad capitalista formada en nuestras
salas de clase para incentivar al crecimiento y desarrollar nuestro país. En este contexto
nuestras reformas educacionales pese a no haber estado exentas de polémica han
adoptado una orientación curricular constructivita que contrastaba con la militarizada
educación en dictadura y eso debe agradecerse, pero no es suficiente y a nuestro juicio
nos es casual sino deliberado. Pese a que era absolutamente necesario el cambio en la
orientación curricular y podría ser incluso sano, nuestro país no se a interesado por
explorar una estrategia de desarrollo que modifique o rompa con las relaciones de
dependencia, de esta forma se siguen copiando modelos importados del primer mundo y
actualmente, el nuevo discurso nos impone nuevos modelo a seguir, es así como se
plantean casos que poco o nada tienen que ver con nuestro país, si se analizan los casos
de manera global y no sólo indicadores abstractos e ideológicos.
La sociología debe entrar a jugar en el desafió de construir una síntesis teórica crítica
entre la educación y dependencia que cuestione el rol de la educación en una real una
estrategia de desarrollo no dependiente. Para esto debe criticar los velos ideológicos de
la tecnocracia y la retórica económica política.
Naturalmente desde nuestra perspectiva hace sentido la inspiración desarrollista del
discurso oficial de educación y desarrollo chileno en el contexto económico y político
de nuestro país y particularmente en las últimas décadas, en el que para las elites
económicas y políticas la aceptación de nuestro nuevo rol económico en el capitalismo
internacional derivado del neoliberalismo extremo implantado por los chicago boys y la
globalización, ha sido total y sin reparos, de esta forma nuestro país además de ofrecer
materias primas, brutas y otros productos de bajo valor agregado ofrece un mercado de
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consumidores para un mercado de productos y servicios que naturalmente nuestra
economía no produce y que incluye por cierto la tecnología.
Desde amplios sectores del arco político se declama a la educación como el motor del
desarrollo de nuestro país y se invierte año tras año más y más dinero en educación,
esperando además magia en los resultados por una planificación ahistórica6 y
tecnocrática que no considera la realidad en la que deben aplicarse las políticas públicas
de educación impulsando una metodología de evaluación docente que exige
cumplimiento de medidas estándar independiente de las características de la realidad en
la que se desempeñan y sin contar con una definición seria de los que es calidad con lo
que se hace difícil poder “medirla”.
En el caso chileno como en el mexicano y con matices en el resto del continente las
políticas curriculares se importan desde los países dominantes por lo que los currículos
son construidos en función de valores que no son los mismos en nuestros países (Muñoz
Izquierdo y Ulloa 1992) y no sólo hay disonancia valórica sino que también hay una
disonancia entre las necesidades y contextos entre el primer mundo y nuestro
continente, en este punto entendemos las políticas educacionales como otro producto de
la industria intelectual como claramente lo han sido las reformas educacionales post
dictadura.
La presencia e influencia de la industria intelectual en su facción “burocracia
económica” en la implementación de políticas públicas de educación es un hecho no
nuevo, particularmente el BM a tenido un excesivo protagonismo en la “colaboración”
en políticas educacionales en el tercer mundo y en nuestro país ya participaron de la
reforma educacional de el Ex presidente Eduardo Frei Montalva, pero nuestro interés
en este ensayo es analizar el caso chileno actual, considerando los gobiernos post
dictadura.
La “Conferencia Mundial Educación para Todos” (WCFEA, siglas en inglés) citada por
BM, UNESCO, PNUD y UNICEF en Tailandia en 1990 fue el contexto del encuentro
de ministros en Jomtien, en el que se ratificaron las políticas educacionales de los países
“en vísperas”del desarrollo en función de las reformas monetaristas de los años 80`s
(Moreno 2005), siendo de alguna forma el “pariente educacional” del consenso de
Washington. Como producto de este encuentro entre ministros (consumidores
ejecutivos subordinados) y el BM (propductor/distribuidor hegemónico) nuestro país
“conseguiría financiamiento” para importantes proyectos asociados a la reforma como
el MECE en sus distintas versiones-básica, media, sup- firmando un acuerdo con el BM
consagrando una dependencia técnico-política en materia educativa respecto al BM ya
que los proyectos MECE quedan fuertemente controlados por el BM dejando poco
espacio de maniobra para el gobierno que además se reducía más con la oposición
interna-militares, privados, iglesia etc-a cualquier “arranque de inspiración progresista”.
En las últimas décadas las perspectivas educativas oscilan entre perspectivas de
orientación al individuo y perspectivas de orientación a lo social, en nuestro país la
orientación tomada por nuestras elites a sido la primera, con fuertes fundamentos
cognitivistas funcionales al modelo económico (Moreno 2005), pese a que reconocemos
una dimensión de constructivismo social en los objetivos transversales, debemos criticar
por una parte que su enfoque de valores está descontextualizada ya que su marco teórico
hace relación a una sociedad y cultura estándar, no la chilena y por otra parte estos
contenidos no son evaluados ni medidos en el SIMCE, por lo que el esfuerzo se diluye e
el individualismo curricular. En este punto retomamos la discusión teórica
modernizadora para interpretar el porqué de que las autoridades políticas chilenas ha
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La ahistoricidad, entendida como la desvinculación a la realidad, al contexto, el tiempo y el espacio,
tanto en la planificación, la ciencia y la cultura, es una dimensión de continuidad de este trabajo.
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optado por orientaciones individuales para nuestro sistema educativo, el “motor del
desarrollo” de nuestro país, se espera que concentrando el énfasis en el individuo se
modele la mentalidad, se adapte la población a los requerimientos de la globalización en
términos de instrucción de mano de obra y el país progrese. Pero se educa a individuos,
cada vez más consumidores que ciudadanos por la orientación curricular de nuestro
sistema educativo, un individuo cada vez más atomizado y por sobre todo separado u
enajenado de su historia, un ser ahistórico culturalmente.
Mientras tanto desde las elites políticas e intelectuales se plantea seguir a países como
Finlandia, Irlanda y Singapur como modelos de desarrollo, ignorando las diferencias
derivadas de complejos procesos históricos que hacen desde nuestra perspectiva
dependentista incomparables nuestras realidades y procesos de desarrollo, es más
cualquier comparación ligera con este tipo de países a nuestro criterio no deja de ser un
juicio ideológico que busca no sólo mantener sino profundizar el modelo funcional al
status quo dominante. Contradiciendo esta comparación debemos mencionar que el caso
de la economía chilena se trata de una economía dependiente desde su creación e
incorporación al capitalismo como proceso histórico situación históricamente muy
distinta a los países “modelos” de la elite. Particularmente hablamos de países más
pequeños que el nuestro en población, que no han sido saqueados, usurpados y
explotados por siglos y siglos generando plus valor en el primer mundo-Finlandia e
Irlanda son países del primer mundo, aunque Irlanda es una economía que a levantado a
nivel de sus socios de la unión sólo en las últimas décadas- mientras que nuestras
economías y la chilena en particular aún siguen siendo explotadas en el área
exportadora prima, mantenemos nuestro rol en la división internacional del trabajo.
Debemos además mencionar que las reformas educacionales en estos países se han
llevado a cabo en coordinación con reformas de estructura laboral, orientando la
educación y la instrucción en direcciones dictaminadas por las necesidades de mano de
obra de las economías y de los requerimientos tecnológicos como claramente ha sido el
caso finés, además las reformas educacionales finesas han tenido una orientación
marcada a lo social, radicalmente diferente que en nuestro país. Además se trata de
economías que no han estado guiadas por burguesías dependientes como en nuestro
continente, de esta forma burguesías como la irlandesa y sumada a su situación de
pertenencia a la UE a permitido una “puesta al día” en industrialización y tecnología en
Irlanda, no sin una importante inversión norteamericana que aporta el 50% del empleo
industrial (Pontoni 2006) generando un aumento progresivo en las exportaciones de alto
valor agregado en los últimos diez años, trato totalmente diferente al ofrecido por
norteamérica a nuestro continente y en especial a nuestro país, además de la
“flexibilidad” en la rigurosidad de la aplicación de la censura económica del consenso
de Washington en Irlanda reflejado en un potente rol estatal, claramente el tratamiento
de la burocracia económica en el caso irlandés busca homogenizar la estructura
económica de la UE para mantener competitividad, situación incomparable a la
latinoamericana.
Cuando el mito de la asimilación de políticas pro mercado del primer mundo como
camino aún por recorrer en el desarrollo va quedando en desuso y la “espera” ya no es
una solución tranquilizadora, se nos compara a economías que han dado saltos
cualitativos aplicando políticas de mercado y que hace décadas exhibían cifras
relativamente similares a las nuestras se cambia el modelo a seguir en esta nueva y
actualizada ideología de desarrollo que se auto corrige pero aún esconde, que aún falsea
la realidad, que nos habla de similitudes de cifras pero que no contrasta nuestra historia
ni el rol de las economías en el sistema mundial, que no nos dice que el rol del estado en
estas economías se fortalece en vez de debilitarse como sucede en Chile.
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Una sociología oficial, se presta para contarnos que nos desarrollaremos, que la
educación nos desarrollará que mientras más liberales seamos en el manejo de nuestra
economía mayor será la inversión, mayor el crecimiento y la educación nos
transformará. Mientras nuestra economía sigue siendo y ahora como nunca antes
dependiente, subordinada, seguimos exportando materias primas, el cobre aún es
nuestro sueldo sin ser el cobre ya nuestro, nuestra economía chilena es un experimento
serendipity del laboratorio neoliberal, el “caballo de Troya”7 para entrar a una última
batalla neocolonizadora, mostrándonos como un ejemplo para la región en el contexto
de un reajuste en la nueva división internacional del trabajo. En este contexto debe
consignarse la importancia creciente de elementos como la terciarización de la
economía-servicios y servicios financieros- y el consumo como producto de la
globalización, ya que a sido mediante la expropiación de el sector primario bruto de la
economía por parte de el capital transnacional y de la colonización del sector terciario
que se configura el nuevo escenario de dependencia. En este contexto se observó que la
presión creciente del consumo inducido en los procesos de modernización económica
generaría desvíos en las etapas convencionales capitalitas de desarrollo en relación a los
países metropolitanos ya que las economías satelitales latinoamericanas como la chilena
debieron favorecer la importación de bienes de consumo y bienes de capital asociados a
su producción “desarrollando” sectores no básicos para nuestra economía como
indicaban Cardoso y Faletto hace ya casi cuatro décadas, es decir profundizaría los lazos
dependentistas.
Actualmente el consumo a avanzado en la región y muy importantemente en nuestro
país, como parte de la globalización, siendo nuestras economías neo colonizadas por el
primer mundo metropolitano a través la apertura de mercados de capitales y la
terciarización económica en tanto tendencia mundial. De esta forma nuestro país
incorpora a su oferta de productos, el consumidor como resultado de una educación
orientada a la individuación, la empleabilidad básica y el consumo.
Ni las contradicciones del desarrollo capitalista como la expropiación de superávit ni la
cadena de subordinación metrópoli-satélite han desaparecido, siguen ahí nuestro país no
ha pensado en el desarrollo ni en el futuro y sólo lo hará cuando se acabe el cobre.
El sociólogo debe advertir, debe incorporar a la sustentabilidad del desarrollo en la
discusión, rescatar la dependencia reincorporarla al repertorio teórico y a los currículos.
Como conclusión, la tarea de un sociólogo orientado por la crítica frente a una realidad
como la nuestra es negar los discursos ideológicos y tecnocráticos y simultáneamente y
más importante, producir los argumentos para tal negación, para decir en este caso, la
educación no nos desarrollara, aparentará que lo hace hasta que nuestra estructura
económica colapse cuando el cobre ya no alcance y despertemos y sepamos que nuestro
supuesto desarrollo se quebró porque era un desarrollo de cristal.

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Con este concepto quiero graficar la “utilidad política”de la situación chilena para el capital
internacional, Chile es ahora parte de un nuevo discurso “desarrollista” y liberal dirigido a sud América,
es enarbolado como “modelo a seguir”. Este punto también va a tener continuidad en este ensayo.
Francisco Astudillo Pizarro. Chile: Educación y el Desarrollo de Cristal
Revista Atacama59 nº1 enero 2008
Bibliografía. Referencias e Inspiración

-Cardoso, F.H y Faletto, E: Desarrollo y Dependencia en América Latina, ed Siglo


Veintiuno 1971.
-Gunder Frank, A: Chile: Desarrollo del Subdesarrollo; Revista Montlhy Review
-Gunder Frank, A: Lumpenburguesía: Lumpendesarrollo, Ed PLA1970.
-Gunder Frank, A: La dependencia de Celso Furtado. En Homenaje a Celso Furtado.
Theotonio Dos santos (compilador) Reglen 2004.
-Iglesias, E: Reflexiones sobre el desarrollo económico: Hacia un Nuevo Concenso
Latinoamericano; BID.
-Inkeles. A: Making a Man Modern: The Cauces And Consecuenses of Individual
Change in Six developing Countries: American Journal Of Sociology. Vol 75. 1969.
-Lerner. D: The Passing of Traditional Society, Free Press 1958.
-McClelland. D: La Sociedad ambiciosa.
-Moreno, P: Una reforma en “que 20 años no es nada” o 40 años de influencia del
Banco Mundial; Pluma y Pincel nº184 abril-mayo 2005.
-Muñoz Izquierdo, C y Ulloa, M: «Cuatro tesis sobre el origen de las desigualdades
educativas». Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, vol. XXII, 2º. Trimestre.
CEE. México, D.F., 1992.

Referencias virtuales
-Hoja Informativa de Finlandia: http://www.finland.fi/finfo/espanja/factesp.html
-El Milagro de Irlanda: http://www.econlink.com.ar/articulos/economiairlanda: Pontoni.
A 2006.

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