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De ah regresan hacia el oriente, dice Rafael, y pasan por Santa Catarina; llegan a
San Pedro pasando antes por el Can del Huajuco; tuercen hacia el sur y llegan
a un lugar conocido como El Colmillo (posiblemente El Diente) y en un lugar
establecen como mojn natural la Boca.
Saliendo de este lugar, con direccin hacia el norte, llegan a la Villa de Cadereyta,
con lo cual cierran en crculo toda la jurisdiccin del permetro de Monterrey, que
da una circunferencia, por todas las partes delimitadas, que mide ms de
cincuenta leguas.
Rafael en su pltica habla de otros pasajes de la historia de Monterrey y comparte
con los asistentes que los principales factores del crecimiento de Monterrey fue su
ubicacin geogrfica, el recurso del agua que tena en abundancia en aquel
entonces, y entre otros puntos, destaca el empuje emprendedor de la gente que
aqu se estableci.
Expone la importancia que tuvieron en la transformacin de Monterrey las
importantes obras realizadas por los primeros obispos.
Cita entre otros personajes a Fray Rafael Jos Verger, segundo obispo que se
establece en el Nuevo Reyno de Len, quien para mitigar la pobreza le da trabajo
a la mayora de los pobladores, en su mayora jornaleros, que participan en la
construccin del Obispado en Monterrey.
Fue Fray Rafael Jos Verger quien inicia la construccin de la iglesia del Roble,
dice, y para abastecer a la ciudad compra agua de la Huasteca a Lucas Garca,
fundador de Santa Catarina.
En un plano de 1791, agrega, se menciona que en la regin hay casas de adobe
y tiene un censo social, pero no vienen datos sobre la poblacin que tena en ese
tiempo la ciudad.
Pero tiempo despus, en 1803, durante la administracin de don Simn de
Herrera y Leyva, la poblacin era de 6 mil 412 habitantes.
Para 1888 o 1889, dice, ya haba un plano donde ya est delimitada la zona
urbana de Monterrey.
Por ejemplo la calle Emilio Carranza se llamaba Venustiano Carranza, agrega,
las lneas de ferrocarriles haban sido tendidas en la periferia y las empresas en
su mayora fueron instaladas afuera de lo que era la ciudad.
Carlos Gonzlez Rodrguez, historiador y cronista de San Pedro, pide la palabra
para explicar que una manera de delimitar los pueblos eran los panteones.