You are on page 1of 479
Francisco Avendano Herrera HISTORIA Y CONTEXTO DE SU DESARROLLO ‘a oe ‘Sieia Mendes Anchia Francisco Awndai Herrera D-Sabrelapresente efittn itor Universidid Bsatal a Distancia Inpreso en Casta Rea Reser odes los derechos Prohibida ln reprodiceionno autora or caller medio, mecinico 0 etrico del gonteredo total o parcial de esa publeacn. Heo el depot dele CComiatin Ejcutern del Convento de Teclogn a tania: “Mario Mendes Mendes (2ECRUNA) Maria Auciliadora Montoya ECKUNA) Hunberio Aguilar Arroyo (ECSUANED) ‘Rendall Trejos Alowyida (ECRLUNED) Bipecalistas de contenldos: ‘Maria Aucriliadora Montoya (EECE-ANA) Prunciseo Rosales landino GECRUNA) _Apoyos action Fronciseo Rosales Blandino (ECRUNA) (Correccién de procbas ‘Sela Menez Anca Disena dlagramacion y artes nave: Jorge Dedgade Castillo Diseriode portada: Jorge Delgada Castillo Biitor grit y coordinador de produceién editorial DasietVilalabos Gambwa Lapresente obrase publica como parte del Convenio UNA- UNED para regular el Programa de Educacion Teoldgica a Distancta; fue revisada y aprobada por la editora, y cumple ‘con los requerimientos de Ia UNED para utilzarse como Unidad didietica en programas de educactén a distancia ISBN 9Te-on68-91-892-7 0 oN Teloga cristae history context des de servile Panta Avendate Herrera en, Cie une ann 8p, ISBN orsiacg 802+ 1 Teologia 2 Bap. Scrat {NDICE ORIENTACIONES PARA EL ESTUDIO DE ESTE MATERIAL. vu LUA PRIMACI DE LA ESPIRITUALIDAD: CONSIDERACIONES INTRODUCTORIAS xvi 1, PROPOSITO DE ESTE LIBRO: UNINSTRUMENTO PARA LA COMPRENSION DE LAS REPRESENTACIONES CRISTIANAS .osssnsnssnmnnsnnmnnn xvi 2.__LATEOLOGIA: SU RELACION CON LA ESPIRITUALIDAD ¥ LA HISTORIA. ssn XIX 2L__WSIONTRADICIONA ene XK 2.2 LAPERSPECTIVADE ESTE LIBRO, XxI PRIMERA PARTE TEOLOGIA.EN LAANTIGUEDAD CRISTIANA senna Notas intraductorias TEMA 1 CONTEXTO CENETICO. 3 1. ELIMPERIO ROMANO EN LA ANTIGUIEDAD TARDIA, . 6 1.1 LA PERSONA HUMANA: EL "DUALISMOBONDADOSG” o 6 1.2. POSICION CONSERVADORA OFICIAL EN MATERIA RELIGIOSA. 7 41.3__LAS CIUDADES DEL MEDITERRANEO LAS EUITES. a nnentnsnnnesnin 9 14 LADISTANCIA MORAL. so snsnsnenansnnnsin 7 10 dus ERODE EN i IS, 1.6 ELPAPEL DELOS FILOSOFOS “ 2. LAPERSONAY EL GRUPO EN EL JUDASMOY ENLOSALBORESDEL CRISTANSMO 16 2.1 ELJUDA/SMO ENTIEMPOS DE IESUS, w 2.2 LAPERSONA HUMANA, LA “PUREZA DE CORAZON” EN UNPUEBLO ACONGOJADO wns . 19 2.3 ELSURGIMIENTO DEL CRISTIANISMO srs . 2 2.4 LAMORALIDAD CRISTIANA EN SUS INICIOS: EL PAPEL DE LOS POBRESY LOS SOCIALMENTE VULNERABLES 28 2.5_LALIMOSNS DENTRO DELA MORALIDAD. DELOS SOCIAL MENTE VULNERABLES .ssunsnstninniinnnnsin 39 Gerciios. % i 35, TEMA LOS EJES DE LA VIVENCIA CRISTIANA .ossssossss 37 1. LAPROFECIA .sssisnnnniniinninsnaninnsn 7 39 25 MARIO a 2 PERSECLICION CONTRA LOS-CRISTIANOS. 2.2__ELORIGENDE LA EUROPA CRISTANAYLA CIUDAD DE EDESA 49 IX aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 2, LATEOLOGIA: SU RELACION CON LA ESPIRITUALIDAD Y LA HISTORIA Precisamenie laconsideracién anterior me leva a describir, aunque sea muy someramente, mi perspectiva de la teologfa y sus relaciones con la espiri- tualidad y con la historia, Primeramente me refiero a la forma tradicional de comprender estos conceptos para, luego, tratar de describir mi perspectiva de estos 2.1. VISION TRADICIONAL En la cultura occidental, de la cual partieipamos, existe uma conviecién amplia- mente difundida de que la religién precede a la espiritualidad, que el desarrollo espiritual no es posible sino dentro de la confesionalidad religiosa, Para los cristianes, esto significa que no existe una auténtica espiritualidad a no scr a través de la fe en Jesueristo como revelacién del tinico y verdadero Dios. La concepeién anterior es la fuente de una cosmovisién muy particular se- stin la cual Ja historia es una realidad creada, con un principio y que tiende hacia un fin; la historia es vista como proceso cualificado por un fin consti- tuldo por Jesucristo, “el alfa y omega de la creaci6n’”, Dentro de esta visién, la historia es vista como historia de la salvacién: en ella todos los humanos estan Hamados a la salvaci6n (vida y libertad), pero o contrario también es posible, Por culpa del ser humano mismo, el pecado ha hecho su aparici6n en e] mundo de modo que es necesario que, en deter- minados momentosy por iniciativa exclusivamente divina, se nos manifieste el camino para Ia salvacién: surge asf el concepto de historia especifica 0 ministerial de la salvacién con el concepto concomitante de revelacién. Dos polos marcan, por Io tanto, Ia historia: la salvacién y el pecado, que constituyen también los temas centrales de la cosmovisién cristiana. El ser humano, aunque llamado ala salvacién, esta actualmente bajo el poder del pecado, en una situacién de decaimiento y comuptibilidad. Necesita una ac cién salvadora que lo libere de los efectos de sus propias acciones para lo- grar su propia realizacién, cual es la vida en plena comunién con Dios. Este peregrinaje hacia la plenitud de la vida se realiza en Ia historia: como el ser humano ha desobedecido y se ha hecho acreedor a su propia miseria, Dios en sit inmensa bondad ha querido manifestarse de diversas maneras para yolverloa conducira lasalvacién. Tenemos asi un conjunto de ensefanzas y de acciones particulares que suceden en forma escalonada cuyo fin es ofre- cer, de manera gratuita, la salvacién a la humanidad, Elser humano decaido, culpable desu propio destino y temeroso (aterrorizs do), necesita ser rescatado por Dios. En otras palabras, necesita un servicio salvador 0 ministerio. De ahi el concepto de “historia ministerial de la salva- clon’. Esta perspectiva es la base que fundamenta la existencia de Ta Iglesia xIK aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. alma de lo que le da consistencia ala fe cristiana, a saber, el Reinado. Existe una creeiente toma de conciencia, entre los te6logos contemporsneos, de que el Reinado no se puede reducira sistema cultural alguno, ya sea este reli- si0s0 0 de otro tipo. Estamos tratando de una realidad que es esencialmente global, igualitaria e inclusiva de todos los humanos y de todas las culturas, EI Reinado tiene que ver no solo con el mundo de las religiones formales, ino también con los horizontes en evolucién que se relacionan con la pleni- tud de la vida personal, interpersonal, planetaria y césmica, La metéfora del Reinado nombra con representaciones bastante adecuadas, segtin mi pers- pectiva, nuestra experiencia de la espiritualidad. Nuestro mundo se encuentra en un estado de “esquizofrenia espiritual”, cau- sada por un conjunto dualista de representaciones por las que tendemos a dividir Ia realidad en las categorias contrapuestas de lo divino frente a lo humano, lo espiritual frente a lo material, lo sagrado frente alo secular. Tal forma esquizofrénica de representarse la realidad es una manera de pensar y de comportarse que socava la totalidad de la vida espiritual y cultural. Sugie- ro la necesidad de construir nuevas formas de comprender y actuar dentro de nuestra realidad. Hay suficiente evidencia de que la religién contribuye bastante a esta situa- cion, Tendemos a asumir que la espiritualidad es concomitante con la civili- aacién que, segtin pensamos usualmente, surgié alrededor del aio 3000 antes de Cristo en las grandes ciudades de Sumeria y Mesopotamia. En consecuen- cia, la espiritualidad, tal como comtinmente se concibe, se vincula con la evolucién de las religiones formales de Ios iiltimos cinco mil aiios. La perte- nencia y sumisién a una religién u otra se considera como condicién reque- rida para el crecimiento y madurez espiritwal. Cada religién ha desarrollado su propia perspectiva de lo espiritual con relativa independencia de las otras 3 avoces, siondo torriblemonte excluyente de otras tradiciones espirituales. Sin embargo, existen ciertas coordenadas comunes en lo que concieme ala representacién simbélica, como puede ser la existencia de una figura divina, base para la elaboracin de un conjunto especifico de prescripciones y di- rectrices consideradas como esenciales en el peregrinaie espiritual, en el que el destino final es la salvacién, nirvana, la ilumminacién en un lugar 0 ambito situado mas alld de este mundo espiritualmente imperfecto, La perspectiva de espiritualidad que priva en este trabajo, parte de que es la religion ta que debe verse desde la espiritualtdad, y no la espiritualidad la que debe verse dentro de la religién. Debido a que la roligin es parte de la historia y de la cultura, esta perspectiva también implica que estas deben ser vistas en el ambito de la espiritualidad. Se desprende que tampoco se debe subordinar la experiencia del Espiritu al espacio sagrado, sino que este debe comprenderse dentro de las experien- cias espirituales del ser humano. Los ritos de iniciacién, por ejemplo, tienen xxi aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. do y adorado en forma consciente por lo menos durante 70 000 afios, mu- cho antes de que se tuviese noticia acerca de las religiones formales; que en gran parte de la era Pakeolitica (40 000 a. C.-10 000 d. C.) hemos practicado universalmente formas sofisticadas y creativas de desdoblamiento espiritual centradas en la Gran Diosa Madre. Que se tenga conciencta y se le ponga atencién a estos elementos es de fun- damental importancia para nuestra tradicién espiritaal y para la especie humana, Ignorar todos estos elementos, o tenerlos casi en el olvido, viola nuestra tradicién espiritual, empobrece nuestro significado espiritual, ridicu- liza nuestro relato cspiritual y, nos enajena de la identidad fundamental que hemos posefdo por millones de afios. Recuperar y reapropiarnos de nuestra tradicién sagrada, con toda su grandeza cultural y evolutiva, es una de las tareas mas urgentes de nuestro tempo. La espiritualidad esta inscrita en la tapiceria entretejida y no entretejida de la evoluci6n y de la creacién, Nuestros antepasados prehistoricos se com portaron espiritualmente, porque mantuvieron sus vinculos con el vientre césmico de la vida, que tiene una dimensi6n espiritual innata, Necesitamos reconectarnos con esa fuente primordial de la vida para recuperar nuestra identidad espiritual, planctaria y césmica como especie humana. El significa- do de lacreacién no proviene de nosotros mismos; éste mana de su fuente, la creacién misma; nosotros los hamanos somos solo un derivado, Las consideraciones anteriores introducen la perspectiva que orienta este trabajo. Estudiamos la teologia cristiana, la historia y el contexto de su desa- rrollo. El foco de nuestro interés esel pensamiento vinculado conel desarro- lo de las estructuras cristianas en el contexto social. Porque el cristianismo es una religién, es decir, una tradicién que expresa la espiritualidad misma del universo en forma parcial, se tiene conciencia de la parcialidad tanto en cuanto que se limita solo a la religién cristiana y solo a su pensamiento. El postulado subyacente es que el pensamiento teolégico cristiano es tal, pre- cisamente, porque se vincula con la tradici6n cristiana: lo que hace que un pensamiento sea “teolégico cristiano” es su relacidn con una o varias tradi- ciones cristianas y su contribucién al acervo cristiano. El pensamiento teolégico cristiano se vincula con las fuerzas histéricas que prevalecen en la sociedad: su originalidad, su impacto y su vigor estan fnti- mamiente relacionados con los movimientos e instituciones vigentes. La apli- cacién concreta de este principio orientador no es una tarea fécil de realizar. Mi esfuerzo tiene un caracter eminentemente exploratorio, Mas que legar a conclusiones rigurosas, pretendo sugerir la riqueza de un procedimiento que mezela diversas aproximaciones para facilitar la comprensién de las ideas del pensamiento. Gonsidero que el acervo teolégico cristiano tiene una ri- queza extraordinaria de informacién, Estoy convencido, no obstante, de que precisamente por ser “teolégico”, para que sea percibido como un conjunto de terminales abiertos, no como un deposito de verdades acabadas, requie- XXVI aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. PRIMERA PAR’ TEOLOGIA EN LA ANTIGUEDAD CRISTIANA SUMARIO. ‘Tema 1: Contexto genético Tema 2: Los ejes de la vivencia cristiana ‘Tema: El pensamiento teolégico PROPOSITO. Al finalizar el estudio de los tres temas que componen esta parte, elestudiante estaré en capacidad de analizar ¢ interpretar, en su contexto hist6rico, los temas y cate: gorfas que inciden en la conformacién originaria de la teologia cristiana. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. TEMA 1: Conterto genético En este primer capitulo, trataré de sefalar, en forma resumida, la natura- lezay la extensi6n de la transformacién del ciudadano que acontecié en dos momentos: a) Delsiglo ia. C. al siglo id. C. (y época antonina) b) Siglo tercero, cuando se consolidaron los rasgos fundamentales del cristianismo (edi Oriente y Occidente en Africa antes que en la Eu- ropa occidental). La temitica que nos ocupa puede compararse con un rfo que vaga serpen- tedndose a través de Io largo y ancho de la sociedad romana mediterranea. Riega muchas riveras y roza aspectos tan intimos de lo “privado” como el sig- nificado cambiante del matrimonio, de la sexualidad y la desnudez, Hay que destacar que ese rio se nutre de una dimensién muy descuidada en nuestro tiempo, a saber, la conciencia de las necesidades de la “comunidad piiblica’, Esta necesidad de comunidad hacia que las experiencias del individuo pri- vado estuviesen saturadas, en todos los niveles, por los valores de la comu- nidad; se esperaba, dadas las condiciones ideales, que aquellas experiencias: fuesen totalmente transparentes frente a esos valores puiblicos (Armstrong, 1994, pp. 05-78). Parto del supuesto de que la organizacién inicial del cristianismo, sus estruc~ turas de servicio, su culto y su pensamiento son el resultado de un cambio lento de una forma de “comunidad publica’ hasta lo que lleg6 a ser lalglesia cristiana, En este primer capitulo, trataré de sefalar, en forma resumida, la naturaleza y la extensiOn de la transformacion del citdadano que acontecié en dos momentos: + El primero incluye tematicas que se desarrollan en el siglo 1.C., en el siglo id.C. y en la época antonina*, que en términos cronolbgicos termina con el reinado de Marco Aurelio (161-180). + Elsegundo momento trata de los acontecimientos que tuvieron lugar en el siglo ili, cuando se consolidaron los rasgos fundamentales del cristianismo; me refiero al cristianismo que se conforma principal- mente en el Medio Oriente y que en Occidente tiene mayordesarrollo en Africa antes que en la Europa occidental. Le doy una atencién especial al siglo iti, pues considero que en ese periodo suceden los cambios que producen el “buen feligrés” de lo que sera la Iglesia Catdlica. Durante ese siglo, ocurren una serie de cambios profundos que van afecando las sensibilidades morales y la percepcidn de si mismos de los habitantes de la ciudad y de las zonas campesinas aledaiias. RIMERA PARES / Tema 3 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ‘TEMA 1: Conterto genético 1.3 LAS CIUDADES DEL MEDITERRANEO Y LAS ELITES Ls % i Idea clave: En el mundo mediterrineo de la Anti- a giledad Tardia, la vida gira en tomo a la ciudad y, fi» dentro de ell, hay un sentimienio de distancia so- cial entre los notables y sus inferiores. seme Lo primero que debemos tratar de hacer es imaginarnos el sentido de las limitaciones de la vida en el antiguo Mediterraneo. Las ciudades del Medite- rmnco son pequetias, viven amenazadas por bosque virgen. En cllas existen pequefios grupos o comunidades donde se vive cara a cara. Este tipo de co- munidad es la unidad bésica de la historia religiosa de la Antigiiedad Tardfa. Roma y las grandes ciudades son la excepcién, aunque también en ellas la tendencia es a coagularse en barrios tan estables e intimos como las villas. La evidencia recogida permite percibir los rasgos de las células basicas de Ia vida urbana: calles congestionadas donde todo mundo se conoce y peque- jias asociaciones de profesionales que colaboran rigurosamente con el finde mantener los controles sociales. Es un mundo con muy poca vida privada y donde lo anormal es fécilmente identificado. Lo caracteristico es Ia claus- trofobiao miedo al encierro que proviene de las tensiones de una sociedad cuyas relaciones son cara a cara, En tal contexto, los cambios de orden social y religioso no pueden reducirse a reacciones a grandes calamidades piiblicas. Las raices de estos cambios deben rastrearse, por periodos amplios, en areas més intimas tales como la vida cotidiana en los barrios, las précticas religiosas en la ciudad y la vida La forma en que los hombres y mujeres, en contextos sociales especificosdel mundo romano, conducen sus vidas a la luz de las cambiantes nociones de la comunidad piblica a la que creen pertenecer, los ofrece una perspectiva de la historia privada de los europeos occidentales. Hay algunas caracterfsticas del mundo mediterraneo que permanecen relati- vamente constantes a través de la Antigiiedad Tardia. Desde un éngulo topo- grafico, raramente nos alejamos de la ciudad. Cada citdad es un mundo en miniatura definido por una conciencia muy aguda de su propio rango frente al de sus vecinos, El rango de las personas individuales esti ligado intima y duraderamente con la citdad. Paralas diversas clases sociales de la época, la norma con que las élites miden sus acciones es el rostro social de la ciudad. Un sentimiento aplastante de la distancia social entre los “notables” y sus inferiores constituye un dato fundamental de la sociedad romana imperial. PRIMERA PATE /‘Tema t 9 PRIMERA PARTE F aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ‘TEMA 1: Contexto genético 1.5 ELPODER EN EL IMPERIO 2 4 i f Idea clave: En el transcurso del siglo 1, se enfatiza eo en el control de las élites sobre sus sbditos como 1 at una forma de garantizar la continuidad de las ciu- dades; ese sentimienio de disciplina pablica toca ne también la vida privada de los notables, en parti cular se enfatiza en el papel de las mujeres en el matrimonio. En las ciudades de 1a época antonina la realidad del poder pesa, como la masa imperceptible de la atmésfera, sobre los stibditos de Ia clase alta de un imperio mundial. Romaes un imperio fundado sobre la violencia y protegido por esta. La crueldad de las luchas de los gladiadores se expone como parte de la celebracién oficial delemperador en cada una de las grandes ciudades del Mediterraneo. Estos actos son un signo de la sangrienta voluntad de do- minar de las élites italianas. En el transcurso del siglo II, en medio de un ambiente de descomposicién social, se va tomando conciencia de que, sise quiere que la vida de las ciuda- des contintie, es necesario movilizar, con mucha mayor atenci6n que antes, |i Solidaridad y la disciplina de las élites locales y fortalecer su capacidad de control sobre sus stbditos. El sentimiento de disciplina piiblica tiene que to- car més intima y profundamente la vida privada de los notables, como parte del precio para mantener su rango en el orden imperial. En correspondencia con lo anterior, se va dando una mutacién profunda en la actitud hacia la pareja matrimonial en este periodo. En los titimos anos de la Reptiblica y a comienzos del periodo imperial, las mujeres habian sido tratadas como seres periféricos que poco o nadacontri- bufan a la dimension publica de sus esposos. Las mujeres eran consideradas como “pequefias criaturas” cuyo comportamiento y relacién con sus ma no causaba mayor preocupacién en el mundo masculino de los politicos. Ellas podrian minar el caracter masculino de sus varones por medio de su sensualidad, como también inspirarlos al heroismo por medio de un amor genuino; frecuentemente emergian como fuente de recursos de valor y de consejo en tiempos dificiles. La relacién de pareja, sin embargo, tenfa poco peso en el escenario ptiblico. Las “pequefas criaturas” podfan hacer lo que les viniera en gana, siempre y cuando eso no interfiriera con el juego serio de la politica masculina. El divorcio se concedia répidamente, y el adulterio, aunque ocasionalmente podria acarrear venganzas, no afectaba el rango pti blico del marido. PRIMERA PAIETE /‘Tema t 13 PRIMERA PARTE F aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ‘TEMA 1: Contexto genético 2.41 ELJUDAISMO EN TIEMPOS DE JESUS Wis SS Idea clave: En tiempos de Jestis, el judaismo es el wet” movimiento religioso con mayor vitalidad en el mundo grecorromano. De este movimiento, elcrs- vane tanismo hereda muchas caracterstcas, como un determinado concepto de la persona humana. Las raices del cristianismo son judias, los temas centrales de su teologia tam- bién son judios. Para comprender estas dimensiones, es fundamental hacer algunas observaciones acerca de ese judaismo contemporaneo a Jesus. Con respecto a este, hay que apreciar la importancia de Alejandro Magno (856323 a.C.), quien abri6 el Mediterraneo al comercio, 1a colonizacion y al intercambio de ideas. Los judios aprovecharon plenamente aquella situacién tanto que, en el tiempo de Jesiis, no existe un centro de importancia en el Mediterrdnco oriental sin una comunidad judifa. Las comunidades judias de la didspora® forman grupos més o menos auténomos de extranjeros residen- tes en las ciudades griegas. Estos judios estn familiarizados con el arameo y el hebreo, pero en su mayoria hablan griego; los mas educados estan pro- fundamente influidos por las versiones populares de las flosofias estoicas y platénicas* y poseen una gran familiaridad con Ia poesfa griega, aunque esto lo hacen sacando provecho para su judafsmo, en aras de fortalecer su identidad propia. Es importante constatar que tanto el judafsmo de la diéspora como el palesti- no estan familiarizados con el pensamiento y la mitologia griegos. Esto para corregir la ercencia de que el cristianismo es el que comicnza a ser influido por elementos helenistas. En cada ciudad del Imperio existe una sinagoga o por lo menos un lugar de oracién, Se habla de memoria acerca de la tori en griego y en arameo. Ade- inds, las comunidades judias tienen sus propias escuelas, cementerios, con- tros financicros, cortes de justicia ¢ instituciones de caridad. Se organizan de ‘manera paralela a las comunidades de los vecinos gentiles y estn goberna- das por el jefe de la sinagoga, quien es aconsejado por el Consejo (gerousia) compuesto por los ancianos; estos son los encargados de administrar la si- nagoga y de impartir justicia. Aunque en algunas ocasiones se adhieren a algunos grados de paganismo y a la magia, aparentemente la mayoria de los Judios de la didspora siguen sus propias tradiciones. Posen un sentimiento de pertenencia a una comunidad especial y, si en ocasiones parecen griegos, la verdad es que permanecen judfos. PRIMERA PAIETE /‘Tema t wv PRIMERA PARTE F aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. TEMA 1: Conterto genético impide cumplir con lo que se les exige. De aqui se derivan las caracteristi- cas propias de las relaciones de los judios, y luego de los cristianos, con el mundo sobrenatural: a los ojos del préjimo, el corazén esta protegido por una privacidad (considerada como negativa); sin embargo, el corazon esta totalmente frente ala mirada de Dios y de sus angeles En el siglo primero, este modelo se basa, con grados diversos de urgencia y apremio, en la creencia de que, por medio de la accién de Dios, el estado social que hasta el presente habia sido gobernado por la oscuridad de la do- blezde corazén, vaa ser reemplazado, en el resto verdadero de Istael, por un tiempo de total transparencia hacia Dios y hacia cl projimo, En una comu- nidad de redimidos de tal indole, las tensiones del “corazén maligno” serfan climinadas. Apoyandose en la creencia en el fin de los tiempos y en el juicio inal, esta esperanza afirma que la solidaridad plena y de apertura hacia los otros esel estado natural y predestinado del ser humano social y que, aunque dicho estado se haya perdido en el triste decurso de la historia, habré de ser recuperado al final de los tiempos. Resumo los aspectos centrales de lo dicho en los parrafos anteriores. Existe una diferencia entre la consideraci6n de las lites de la época de los anto- ninos, de los siglos uy i de nuestra era, y el mundo del judaismo tardio del siglo 1 antes de Cristo hacia adelante. Consiste en el cambio de una morali- dad firmemente arraigada en un sentimiento de distancia social, para entrar en el mundo de una sociedad acongojada. El centro de la ansiedad moral es a supervivencia del grupo. El problema central y comtin para figuras judias tan diversas como los segui- dores de Jestis, San Pablo y los sabios rabinos posteriores, para no mencio- nar las experiencias comunalesde los Esenios? y la comunidad de Qamrdin®, es la continuidad de las tradiciones de Istael y de la lealtad de los judios a aqucllas y entre ellos mismos. Pocas veces, en la historia del mundo antiguo, nos encontramos con un sentimiento tan explicito de la necesidad de movi- lizar la totalidad de sus personas hacia el servicio de las leyes religiosas, y la concomitante necesidad de alcarzar el pleno sentido de la solidaridad entre Jos miembros de una comunidad amenazada. Todavia menos comin, en los testimonios trasmitidos en la literatura antigua, es la expresi6n clara y per- sistente del trasfondo de este interés por la lealtad y la solidaridad, a saber, cl profundo temor de los participantes de fallar en la entrega de si mismos a una causa de tal magnitud, Algunos grupos creen que las condiciones ideales que se aleanzarén al final de los tiempos podrian ser anticipadas en una comunidad religiosa en el pre- sente, Un grupo tal, como el de la primera comunidad cristiana, cree en la ve- nida.en el presente del Espiritu Santo sobre el verdadero resto de Israel. Sus seguidores pueden esperar experimentar, aunque sea solamente en la forma transitoria de posesién, esos momentos solemnes cuando las “cosas ocultas del coraz6n’ se revelan y sus corazones se desvelan; esos momentos en que, RIMERA PARES / Tema 24 A E coon aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. hayan sido producidos por miembros de una misma religién, ello silos com- paramos con las cartas pseudopaulinas® (I Timoteo, I Tmoteo, Tito...) al contrario de estas tiltimas, Revelaci6n y I Clemente utilizan un lenguaje apo- caliptico y no hacen referencia a estrueturas jerarquicas. Jestis es considerado el Seftor, pero al ir desapareciendo la esperanza en su proxima venida, las perspectivas dominadas por la soberanfa directa del Espiritu comienzan a prevalecer. El patler espiritual, los profetas y 1a apoca- liptica -esta tiltima considerada como una invasién del Espiritu que libera a los seres humanos del poder terrenal- tienen ahora que competir, dentro del cristianismo, con el surgimiento de otras tendencias: + Porun ado, con ideas imbuidasen la moralidad del farisefsmo ilumina- do, que ya habfa infiuido profundamente las comunidades judias hele- nistas del pasado inmediato, El farisoismo iluminado tiene un liderazgo “especializado”, con maestros, escribas e intérpretes de la ley. + ¥ también con el ministerio residencial y jerarquico, con su tenden- cla a establecerse en un lugar. Parala comprensién de este cristianismo fundante, existen indicaciones bas- tante seguras, a pesar de que no hay acuerdo en lo que concieme a la fecha y al origen de documentos claves: + Enprimer lugar, la vida, el pensamiento y la organizacién del cristia~ nismo s6lo pueden ser entendidos deniro del marco del judaismo en el mundo grecorromano: su identidad oscila entre los dos extremos de esta pregunta: élos cristianos son el verdadero Israel, los porta- dores de la nueva alianza, el resto de Israel, 0 por lo contrario, son rebeldes 0 fordneos? + Bn segundo lugar, como corolario de dicha controversia, la expan- sin del cristianismo est acompaniada de contraataques de parte de los judios ortodoxos y de partidarios de los judios dentro del propio cristianismo. Huellas de esto se encuentran en los dtimos libros del Nuevo Testamento y en algunos escritos subapostélicos. Como ya lo hemos seitalado, los judfosyy los cristianos son rivales en la prosecu- cién de prosélitos en el mundo pagano. + En tercer lugar, dentro de los Itmites implicitos en “esa fe que se trasmiti6 al pueblo santo de una vez para siempre” Judas 3), se dan diferencias pronunciadas en la organizacién y en Ia interpretacién de las creencias en las grandes y desconectadas ciudades donde el cristianismo esta echando raices. RIMERA PARES / Tema 25 = coon aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ‘TEMA 1: Contexto genético sido asi, losideales de Pablo hubiesen podido realizarse mas ficilmente. Por el contrario, son personas moderadamente ricas y que viajan con relativa fre- cuencia; que, por esa misma condicién, estén expuestos a una amplia gama de contactos sociales y de alternativas y, por consiguiente, de doblez de co- raz6n con respecto a muchos asuntos. Este hecho aparece con mayor claridad si se tiene en cuenta el movimiento de Jestis en Palestina o a los miembros de Ins colonias cerradas y sedentarias del Qumirén, Seguir a Jestis peregrinando de una comarca a la otra en Pa- lestina 0 en Siria, o bien, optar por la Ley renunciando a *hacer la voluntad de uno mismo” en un grupo monéstico establecido en los margenes de la selva judfa, es una eleccién que enfrenta a los creyentes con un ctimulo de opciones mucho més restringido que el experimentado por las mujeres y los varones de las “congregaciones de los santos” en las grandes cludades como Corinto, Efeso y Roma. En la historia de las iglesias cristianas de los siglos 1 Yl, Se puede percibir la presencia de una clase de seres humanos signifiea- tivamente muy distinta de la que conocemos entre los notables o entre los habitantes de las aldcas en las que emergicron los evangelios. Lo que esto pudo haber significado, se puede captar si echamos un vistazo a la comunidad cristiana de Roma del afio 120, tal como se nos revela desde la perspectiva de Hermas, en su obra El Pastor. Nos encontramos con un grupo religioso en el que si alguien hubiese estudiado la religion cristianaen su génesis judia, podria haber predicho que todo aquello que se pensaba que iba a terminar mal, en una comunidad urbana “paulina”, de hecho salié mal Para ello puede consultar la informacién en el recuadro. El ejemplo de Hermas En la obra que nos habla acerca de El Pastor Her ‘mas, se nos presenta una visién de la comunidad cristiana de Roma del aio 120. Hermas es un pro- feta obsesionado con el ideal de una solidaridad propia de un “corazén puro e indiviso” entre los Creyentes. Aspira profundamente a que, entre los miembros de su comunidad, se dé una inocencia ‘con respecto al engafio, la ambicién y la ansiedad ‘que proceden del “corazén doble”. No cbstante, 4 pesar de sus temores, nos permite conocer a un grupo en que tales pecados «on la medida de su éxito en la sociedad. La Iglesia en Roma es apoyada por patrocinadores ricos, cuyos contactos con la comunidad pagana les aportan proteccién y prestigio. Los corazones de los cristianos influyentes estén divi PRIMERA PAIETE /‘Tema t 20 FY Tua con aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ‘TEMA 1: Contexto genético 2.5 LALIMOSNA DENTRO DE LA MORALIDAD DE LOS SOCIALMENTE VULNERABLES mente vulnerables existe una diferencia notoria en sus actitudes hacia la prictica de la limosna: para 10s primeros, tiene como objetivo el sentimiento de placer y prestigio de los ciudadanos comunes; para Jos sociaimente vulnerables, en cambio, consttuye tuna forma posible de resolver, 0 silenciay, el des- equilibrio entre lo superfluo de sus posesiones y la carencia experimentada por sus préjimos io: \ tf a Idea clave: Entre los grupos nobles y los social ie El arrepentimiento es un llamado a realizar acciones visibles y concretas de reparacién. E] cristianismo hereda del judaismo la préctica de dar limosnas. Es una herencia importante. La nocién de dar limosnas se funde con la del arrepentimiento de una forma que le brinda, al uso de la riqueza en circulos: cristianos, un nuevo sistema de explicacién religiosa, La donacion de dinero y de bienes para la remision de los pecados asegura que las riquezas ganadas en el mundo (por medio de la artesania, el comercio y las propiedades de terrenos) fluyan, sin inhibiciones, hacia la Iglesia. Los bienes de este mundo son redimidos al ser usados en la comunidad religiosa. En el mundo politefsta de las ciudades, los vistosos templos dependen de donantes ricos que pueden caer en bancarrota, lo cual sucede a menudo du- rante la crisis del siglo ut, Por el contrario, aun los miembros mas humildes de 1a comunidad cristiana tienen algin tipo de participacién en Ia moviliza- cién permanente de la riqueza. Los seguidores ordinarios del judaismo y del cristianismo son gente emprendedora y trabajadora. Antes de ser donadas, Jas monedas han sido ganadas con el sudor de la frente, Por tal raz6n, todos los cristianos estiin obligados a dar. En consecuencia, en un periodo de re- cesién econdmica, las comunidades cristianas, debido a la costumbre de sus ficles de dar limostas regularmente, estan mejor preparadas para soportar la tormenta de la inseguridad politica y econdmica que los poderosos que sostienen el culto politefsta. La donacién de limosnas no consiste en una fria transaccién de dinero. Esta da lugar a las estructuras imaginativas profundamente establecidas que per miten que sean experimentadas como gestos penitenciales totalmente apro- piados. Con gestos tales como las dadivas hechas a los destituidos, en los margenes més lejanos de la comunidad, la accion de dar limosnas hace pre- sente sobre la tierra la providencia sin limites de Dios hacia la humanidad. El sinsentido total de dar a quienes, como los pordioseros, no tienen nada PRIMERA PAIETE /‘Tema t 33 F aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. TEMA2 © LOS EJES DE LA VIVENCIA CRISTIANA? SUMARIO 1. Laprofecta 2. El martirio aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. TEMA 2: Los gjes de te vivenia cristiana sexual, pero esperan que los jévenes se casen. No esperan que la venida del Espiritu libere, abruptamente, los cuerpos de quienes han abrazado lafe cris- tiana del deseo de la actividad sexual, tal como lo habian imaginado algunos cristianos de tiempos anteriores. En las iiltimas décadas del siglo n, tal como ha quedado consignado en los escritos de Ireneo de Lydn y de Tertuliano de Cartago, se tiende a pensar que el cuerpo esta siendo preparado poco a poco para soporiar el peso tre- mendamente oneroso del Espiritu. ;Cémo este cuerpo frégil y mortal puede llegar a ser el recipiente portador del Espfritu de Dios?: esta es la preocupa- cién central de los lideres cristianos; Meliton de Sardeia ¢ Ireneo de Lyon nos dejaron sendos testimonios al respecto. La disminueién gradual de la actividad sexual dentro del matrimonio es parte del proceso. No obstante, el abandono del acto sexual debe seguir los ritmos normales de la vida que se asocian con la viudez y la vejez De donde y porel Hijo de Dios hecho hijo de hom- bre descendié (el Espiritu), con ello acostumbran- dose a habitar en el género humano y descansar en los hombres y habitar en la obra de Dios, realizan- do la voluntad del Padre en ellos y enovandolos de lo envejecido a la novedad de Cristo. (Ireneo, Adv. Hae. Ill, 18 ss.) 2, ELMARTIRIO Acontinuacién me refiero al segundo eje de la vivencia cristiana: el martirio. Presento una exposicién detallada del contexto histérico en que se inscribe, debido a que este es un tema de gran importancia. 2.1 LAPERSECUCION CONTRA LOS CRISTIANOS \ i i Idea clave: En los siglos uy m, el Imperio Roma at sexualidad diferenciados para las personas que \ sa dedican a la vidi mondética y park pertonas snes casadas. Segiin la perspectiva que prevalece en Oriente, Adin y Eva en el principio no habian sido seres sexuados. La sexualidad se debe a un decaimiento de un es- tado “angelical”, en que prevalecia la “pureza” y la plena dedicacién al culto de Dios. El decaimiento fue acompafiado —posiblemente hasta causado en forma 2a2 Teotagia w y conieato de su deservot TEMA 2: Condiciones determinanies deta expirituatidad medieval directa—por la aparici6n de la sexualidad. La sexualidad es sefal de imperfec- cién; constituye el origen del impulso fatal de los seres humanos hacia el mun- do de preocupaciones “impuras” ligadas al matrimonio, al parto y a la fatigadel trabajo como medio para satisfacer el hambre de est6magos vacios. Lo anterior fundamenta la propuesta de una democracia de ‘vergtienza sexual”, Todas las personas, desde los jefes de familia hasta los héroes del desierto, deben someterse a un cédigo comtin conducente a evitar la sexua- lidad. Se crea asf, en el Mediterraneo Oriental, un temor ala desnudezde una manera imposible de concebir en los siglos anteriores (en la cultura helénica la exhibicién tenia limites, pero no era vista como fruto de un decaimiento).. En Jo que concierne a los miembros de las familias cristianas, encontramos una gran paradoja: los héroes y consejeros espirituales de las "personas en el mundo” son personajes del desierto, La literatura mondstica, producida por estos personajes del desierto, genera mucha ansiedad acerca de la abs- tinencia sexual, pues presenta el impulso sexual como algo potencialmente malo; esa maldad puede manifestarse en cualquier acontecimiento social en que participen hombres y mujeres. Por otra parte, la sexualidad lega averse ‘como tn “sensor privilegiado” de la condicién espiritual de los monjes. En Oriente esta perspectiva no tiene la capacidad de responder a las expe- Tiencias cotidianas de los laicos. Las puertas de las familias cristianas, que anteriormente se habfan ido cerrando silenciosamente entre los cristianos j6venesy las exigencias de la ciudad, también se van cerrando a esa extraiia perspectiva de la sexualidad, desarrollada por los personajes del desierto y para ellos mismos. Se establecen, entonces, codigos de sexualidad diferen- ciados para personas casadas y para quienes optan por remojar sus cuerpos: con los “aromas del desierto”, También se establece con claridad que el mon- Jey el laico tienen opciones diferentes y se rigen por c6digos diferenciados. 5.2 LASEXUALIDAD EN OCCIDENTE: LAINTEGRACION DEL MUNDOY EL DESIERTO. ioe: \ aa 4g __ ldeaclave: En Occidente, los obispos urbanos di at ponen integrar, en uno solo, los cédigos de com- portamiento sexual para todas las personas, inde- ene penidienternente de su condiiciGn, bajo la premise de que todos los seres humanos son vulnerables al quebrantamiento de la voluntad que resulta de su experiencia de la sexualidad. ‘Seguin toda la perspectiva teol6gica latino-occidental, expresada por Agustin y Ambrosio, ontre otros, lo anémalo de 1a sexualidad se encuentra on las. TERCERA PARTE / ‘Tema 2 233 PRIMERA PARTE : Peed experioncias concretas, en las que se inscribe, con una triste precisién, el abismo que existe entre la sexualidad tal como hubo de ser disfrutada por Adan y Eva antes de su caida y la sexualidad que los cristianos experimenta- mos en el presente. Lasexualidad no es negativa desde su origen; actualmente est en un estado de decaimiento. Los aspectos de la sexualidad que se destacan son aquellos en que aparentemente se manifiesta con més claridad el quebrantamiento més profundo de la voluntad y del instinto, asaber, la ereccién y el orgasmo; esto debido a que no pueden ser controlados por la voluntad. La yuxtapos+ cién de un esiado matrimonial ideal a la vida matrimonial del laico actual conduce auna vigorosa y profunda comparacién tendiente a suscitar envidia en a pareja comin, Cabe resaltar que, en este momento, se considera que los laicos requieren ‘una nueva interpretacién del significado del sexo. Los cédigos de compor- tamiento inspirados en un modelo fisiolégico especifico, con que los méde cos y moralistas habian tratado de absorber la sexualidad dentro del orden de la ciudad, se perciben como obsoletos. Estos c6digos se apoyaban en la creencia de que una descarga vigorosa de “ardor generacional”, movilizado a través de todo el cuerpo, tanto de las mujeres como de los varones, cra una condicién necesaria para la concepeidn, De este modo, no era posible separar la concepeién de la pasién. Los moralistas trataban de evitar que la pasion sexual se desgastara superfluamente, afectando asf la responsabil- dad civicadel varén; el abuso frivolo y excesivo de laenergia sexual era visto como algo nocivo. El enfoque cristiano que se va asentando en Occidente, desmantela este modelo y genera, nada mas y nada menos, que una nueva representaci6n del cuerpo humano. La pasion sexual no se ve prineipaimente como “ardor corporal” que alcance su Apice en Ia eyaculacién. La atencién se centra so- bre aspectos especificos como la naturaleza de la erecci6n y la calidad de la eyaculacién. Estas son vistas como debilidades compartidas por todos los seres humanos por igual, de acuerdo con la mentalidad de la época, en que el var6n, no la mujer, es el paradigma, ‘Una consecuencia de este enfoque es que las formas més crudas de misogt nia son mitigadas en las précticas cotidianas del Occidente medieval en sus inicios, Esto se debe en mucho a que ya no es posible creer que las mujeres estén mas dorninadas por los impulsos sexuales que los varones, y que ellas sean las responsables de que esos impulsos no puedan ser controlados ra- cionalmente por los varones, Esta perspectiva supone que todos los seres humanos, mujeres y varones, estan sujetos a esta debilidad profundamente arraigada: todos somos portadores, en nuestros cuerpos indisciplinados, de los sintomas fatales de la cafda o pecado de Adan y Eva. 234 Teotogia crastione TEM. mnantes deta espirituatidad medicont Que tanto la mujer como el varén pierdan su control durante el orgasmo, fue el simbolo que eclipsé el pavor de los romanos a ‘afeminarse” o a debi- litarse como persona ptiblica por su dependencia apasionada de personas inferiores de cualquier genero. La “concupiscencia de la carne” tal como se manifiesta en el acto sexual, es vista como una caracteristica de la persona humana que no puede ser definida por la sociedad y que, por lo tanto, solo podria ser afectada por controles sociales en la periferia. De este modo, las restricciones normales al acto sexual, que anteriormente habian sido de na- turaleza externa y social, tienen que ser dotadas del nuevo sentido basado en el reconocimiento de la existencia de una profunda fisura en la textura misma del acto sexta Dios es quien, en tiltima instancia, crea y forma a cada nifta ya cada nifio; el acto sexual, por medio del cual la pareja abastece la materia para el acto creativo, no le debe nada, ain en la forma mas remota, a la ciudad y a sus sutiles y penetrantes disciplinas. Esta perspectiva implica un cierto sentido de lo impropio y pecaminoso en la sensualidad del_amor matrimonial. Este enfoque abre una hendidura en la puerta de la familia cristiana, de una natu- raleza tal que la perspectiva bizantina nunca siquiera pensé que fuese posi- ble. A través de esa hendidura soplaran posteriormente vientos tibios y frios. La perspectiva que prevalece en Occidente impone, sobre las familias humil- des en el mundo, un rigor y una conciencia ascéticas de la debilidad humana, Se logra, asi, la integracin del mundo y del desierto en la Iglesia Cat6lica, Los obispos urbanos de la Gala, de Italia y Espaita, y no los “personajes del desierto”, se convierten en los jueces del paradigma monéstico, tal como este habia sido sutil y drasticamente modificado para abarcar la sexwalidad en el mundo. De esta forma, el desierto entra en la ciudad, y esto lo hace des- de arriba, El desierto y el mundo ya no funcionan en forma paralela, como es lasituacién de Bizaneio. Por el conttario, nos encontramos con una nueva Jerarquifa, en la que un clero cétibe, a menudo entrenado en comunidades monéstiras urbanas, llega a gobernar al laicado, en gran parte por medio de la disciplinay el consejo sobre la anomalia compartida y permanente de una sexwalidad decafda. Nos encontramos, asf, con una estructura social plana dominada por la mi- tada de los obispos, Las mujeres y los varones, tanto los hidalgos como sus inforiores, lo mismo que “los personajes del desierto”, comparten una debi- lidad original y universal: esta se expresa en una naturaleza sexual que se ha heredado en su forma quebrantada de Adan y Eva. Dicho quebrantamiento se maniiiesta como espacio privilegiado, debido a que se comprende como un sintoma intimo y yuxtapuesto de la condicién humana. El ser humano en cuanto ser sexuado se ha convertido en el denominador comuin mas bajo en la gran democracia de los pecadores congregaios en la Iglesia Cat6lica, THeKCERA PARTE / Tema 2 235 F TEMA 2: Condiciones determinanies de ta espiritwalidad medicoal ae Sd *. EJEREICIOS mo rota ene 1) Enumere factores sociales, hist6ricos y religiosos que favorecieron ta fuerte expansién de los monasterios. Ilustre el influjo del monasterio en Démaso, Gregorio Magno, Gregorio VII, Bemardo, Buenaventura, ‘Tomasde Aquino, Roger Bacon y Erasmo de Rotterdam. & = & ES 2) Segiin su criterio, ;cudles han sido las grandes herencias del legado mondstico para el cambio del modelo cultural centrado en Ta ciudad, antigua? 8) Deseriba y compare cl modelo ético-teolégico de la sexualidad on Oriente en relacién con el de Occidente. Gere ‘Temaz 237 TEMA3 © LA CONSTITUCION | DE LA SABIDURIA SUMARIO |. Ellenguaje en un contexto cambiante . Una religion otro-mundana El culto a los santos: su funcion e importancia en la eristiandad |. Bjercicio del poder: contraste entre Oriente y Occidente Los clésicos y la cultura cristiana eek eee ‘Medicina para los pecados: el mundo de los penitenciales TEMA 3: La constitucién de ta sabidria Bajo este subtitulo aludo al surgir de practicas sociales y de formas de pen- sar que conforman los rasgos que caracterizan la Edad Media. Se tratade una aueva cosmovisién, que aparece como consecuencia del influjo del paradig- ma monastico. PRIMERA PARTE 1. ELLENGUAJE EN UN CONTEXTO CAMBIANTE wis +s ’ Idea clave: La presién de los burdcratas, de los te- wt rrateniertes y del clero logra que el latin (vulgar) se consolide, frente a las lenguas locales, en el dltimo see siglo del imperio Romano, justamente cuando de- cae el pacto entre el poder y la culture clésica, F El desarrollo decisivo del monasterio tiene lugar en la Europa continental que todavia se reconoce como romana. Las poblaciones del Mediterraneo occidental contintian hablando latin. También en la linea costera del norte de Africa se contintia hablando latin hasta la conquista érabe, y aun mas alld de ella. Lore Teed ABBAA Se trata de un desarrollo paradéjico. El latin logra su triunfo final como la Jengua hablada de la mayoria de los antiguos territorios del Imperio Romano en los siglos finales y mas desesperados del poder romano. Si el Imperio Imbiese eaido cuando la paz romana (pax romana) estaba en su apogeo, en el siglo segundo después de Cristo, el latin habria desaparecido junto con el Imperio en la mayor parte de Ia Europa occidental; el celta habria reapare- cido como el idioma dominante en Francia y en la mayor parte de Espana (estos dos paises hubieran podido llegar a ser paises de habla celta, tal como los son hoy Bretaftay Gales). Es s6lo en el iiltimo siglo del Imperio cuando la presion de los burdcratas, los terratententes y del clero cristiano logra que el latin sustituya los lengnajes que habfan existido desde tiempos prehist6ricos. Cerca del aio 600, la victoria del latin se ha consolidado alrededor del Me- diterrdneo y en la mayor parte de Francia: un latin simple, compartido por todas las clases, ha sustituido los lenguajes locales, con excepcidn del celta en Bretafia y el vasco en los Pirineos. Este latin posteriormente va a ser co- nocido como la lengua ristica romana (o latin vulgar). De este latin riistico provienen las lenguas “romances” de Italia, Francia, Espatia y Portugal; ade- mds, en el norte del valle de la Moselle, en Francia, y adentro en los valles, nortefios de los Alpes hasta en lugares tan lejanos como Bavaria, los habitan- tes ya hablaban alguna forma del lenguaje riistico romano. TERCERA PARRNE / ‘Tema 3 zal La consolidacién del latin vulgar (no el clisico) en el terreno se realiza en una 6poca caracterizada por la recesin de los estudios latinos en el apice de la sociedad. Con Ia caida del Imperio, habfan desaparecido los centros cuiturales, lo que lleva a una verdadera erosion de Ia cultura latina en la cla- se alta del transcurso del siglo vt en Italia. Lo mismo sucede en Francia y en Espafia. Se extiende, entonces, el uso del latin, pero un latin “erosionado’, no cultivado. Enlos siglos Vy vi, las ciudades de Occidente son incapaces de mantener el costo de sus escuelas. Esto sucede en parte debido a que el pacto anterior entre la cultura clisica y el ejercicio de poder se va debilitando. (Recorde- mos que, en el Imperio Romano Tardfo, los ciudadanos con una educaci6n superior habian sido la clase gobernante extendida a lo ancho y largo del Imperio; su homogeneidad se debia a la impresionante uniformidad de su educaci6n: eran ellos los que mantenian el gobierno en movimiento tanto en la corte como en lo local: ellos trasmitfan los mandatos de personas rudas -emperadores militares y, posteriormente, reyes barbaros— en formas acos- tumbradas y aceptables yen un lenguaje culio.) Ese pacto entre la cultura clisicay el ejercicio del poder también se va debi- litando por el surgimiento de una nueva aristocracia. En muchos reinos, es- pecialmente en Francia y Espaiia visigodas, la vieja distincién entre lo militar y lo civil se va resquebrajando, para dar lugar a una aristocracia mixta, Estos varones saben que ellos pueden servir a su rey de una mejor manera y rec bir por ello recompensas mas generosas si optan desde temprana edad por carreras militares, en vez de pasar su tiempo a los pies de sus maestros es- tudiando los clasicos latinos. De este modo, lo que explica el debilitamiento de las escuclas urbanas no son sélo las dificultades en cl émbito financiero: es la competicién por las posibles carreras en la aristocracia de los reinados més grandes, como los de los francos y de los visigodos, lo que conduce a Jos jovenes, tanto de procedencia romana como de la visigoda, a perder sit interés por lasobras de Virgilio y a aspirar a las mas productivasy relevantes artes de la guerra, Asi puede explicarse el triunfo del latin (pero un latin vulgar) justo cuando hay un declive de la cultura clasiea. 2az Teotogia crastione TEMA 3: La constitucién de la sabidurio 2, UNA RELIGION OTRO-MUNDANA 2.1 ELIMPACTO DE LA OTRAVIDA Aa i; Ideaclave: En el siglo vi, el cristianismo se transfor: a ma en una religion “otro-mundana”, pues empieza a preocuparse grandemente por el destino de las emeve _ almas después de la muerte, destino que depende del pecado o el mérito de las personas. En las afueras de la ciudad se ensancha la tiltima solidaridad de las tumbas cristianas. Pasearse de las cdimaras paganas hacia las cristianas en un musco moderno significa entrar en una realidad de modelos claramente definidos. Los sarcéfagos de los notables de los siglos ity it presentan una riqueza obse- siva, cuyo mensaje sera objeto de interés para los estudiosos por largo tiem- po, debidlo en gran parte a que su contenido es resueltamente idiosincrasico; dicha riqueza cede su lugar a un repertorio limitado de escenas claramente reconocibles, que se encuentran con pocas variaciones en todas las tumbas cristianas. La asombrosa variedad de inscripciones y de artes fiinebres en el paganismo dan cuenta de una sociedad que carece de una posicién comtin con respecto al sentido de la muerte o de la vida después de la muerte. La tumba era un magnifico lugar privado. El difunto, apoyado por grupos tradicionales -la familia, los socios de la asociaci6n fanebre y, en el caso de los poderosos, la ciudad—tenia que aclarar el sentido de su muerte para los vivos. Esto explica la proliferacién de las asociaciones finebres entre los humildes, el papel crucial de los mausoleos entre los acaudalados y la casi grotesca diversidad de declaraciones conmemorativas acerca de los difuntos. Todo apunta a la ausencia de una doctrina coherente acerca de la vida después de la muerte. Con el advenimiento dol cristianismo, la Iglesia comenz5 a intervenir gra- dualmente en las vidas de los individuos, la familia y la ciudad. El clero se atribuyé la potestad de ser quien mejor podia preservar la memoria de los difuntos, Su doctrina acerca de la vida después de la muerte presentaba con claridad, a los vivos, el sentido de In muerte de sus seres queridos. Se siguic- ton celebrando las ceremonias fiinebres tradicionales, pero ya no satisfacfan completamente. Las ofrendas y la eucaristia posibilitaban que los nombres de los difuntos fuesen recordados en las oracionesen la comunidad cristiana como un todo que se consideraba a si mismo wna familia artificial mas gran- de de creyentes. En los patios de las basilicas, y aun dentro de sus paredes, se celebraban festivales anuales en memoria de los difuntos y por el bienes- tar de sus almas. Como siempre, a estos festivales se invitaba a los pobres, TERCERA PARTE / "Tema 3 243 PRIMERA PARTE F Teed ABBAA ore) que nunca podian faltar. La Iglesia, y no la ciudad, podia manifestar la gloria de los difuntos. La democracia del pecado, una vez introducida dentro de los, limites de la basilica, pudo ser estirada mas alld de la muerte de una forma inconcebible para los paganos. iI clero podtia rechazar las ofertas hechas en el nombre de personas que no se habian convertido, de pecadores no arre- pentidos y de los suicidas ‘Un nuevo sentido del campo santo condujo a los muertos ala sombra de la basilica, Desde los inicios del siglo 1, existieron grandes cementerios cris- tianos administrados por el clero. Incluian_galerias subterraneas cuidado- samente construidas, discfiadas para dar sepultura a grandes cantidades de pobres. Las tumbas de los pobres, divididas en anaqueles, una encima de la otra en las catacumbas, son un testimonio silencioso de la determinacién del clero de actuar como patrocinadores de los pobres. Los pobres fueron mov lizados, aun después de muertos. Las filas de tumbas humildes, colocadas a una distancia decente de los mausoleos de los ricos, representaban que ellos eran objeto de atencién y solidaridad por parte de la comunidad cristiana, Al final del siglo 1v se extendi6 la practica de ladepositio ad sanctos (sepultura cercana a la de los santos), que consiste en colocar los restos de la persona difunta con proximidad a la de los santos. El privilegio de ser enterrados on la inmediatez de los santuarios de los martires aseguraba que, si la comunidad cristiana requeria una jerarquia de estima entre sus miembros, el clero, que controlaba el acceso a los santuarios, surgiera como juez de dicha jeranquiz: Iasvirgenes, los monjes y lbs clérigos eran sepultastos mas cerca de las tumbas de los maitires en los cementerios de Roma, Milén, ete.; luego venian los hu- mildes laicos que eran premiados por su buen comportamiento. Los difuntos, absorbidos en las iglesias cristianas en una forma tan visible, le fueron arrebe- tados a la ciudad en una forma imperceptible. Para establecer el descanso y el reconocimiento de sus difuntos, la familia cristiana tenfa que tratar solo con el cleto, Se descartaton todas las formas civiles de testimonio. Es notable Ia tentativa de conjuntar una historia del alma después de la muerte. Con anterioridad no era comin la existencia de narraciones que de- Tinearan el alma de cada individuo en términos de sus pecados ¥ méritos in- dividuales; tampoco se habia propagado una perspectiva de la vida humana tan transmundana, Previamente, los cristianos tendian a interesarse mas en cémo el otro mundo entraba, con profundidad, en este mundo: se pensaba que el Paraiso estaba cerca; lo mismo sucedia con las frias y engafiosas som- bras de los demonios. En el siglo vu la imaginacién cristiana da un giro importante: comienza a separarse de este mundo. Esto es quiz una reaccién ante aquella perspecti- va prevaleciente en el campo que miraba con admiracién el paisaje natural; se hablaba de que este contenia islas del Paraiso aqui y alld, tal como se 244 Teotogia crastione TEMA 3: La constitucién de ta sabiduria manifestaba en los milagros de la curacién y la exuberante fertilidad de las praderas. Esta visién, que prevalecia en Martin de Tours (S. 1), eambia pro- fundamente en personas como Gregorio I(S. \t). Los cristianos comienzan a mirar hacia otra dimensién no mundana y tratan de representarse el mundo de los muertos. Ciertamente, para ellos, se dan manifestaciones del otro mundo en este: los demonios estan artivos, los san- tos hacen milagros, el Paraiso abre sus puertas visiblemente para recthir alas personas santas, No obstante, estas intrusiones del otro mundo enel nuestro no tienen gran importancia: su colorido empalidece en comparacién con las evocaciones de la temible tiltima jornada del alma. Esta es la dimensién dra- matica que ocupa preferiblemente a los autores del siglo \ti, como Gregorio 1, Ceséreo, Juan Casiano y Columbano, desde la lejana Irlanda hasta Espatia, Roma y Francia; lo que verdaderamente es importante para quienes eseriben en esta époea es la temida ocasién cuando, en el momento de la muerte, el alma individual se confronta a las tropas de Angeles, santos y demonios lle- nos de ambicién que guardan los umbrales del Cielo y del Infierno. “El Apéstol, en efecto, bien enterado de esta mate- ria, nos ensefia cul sea el futuro de toda la huma- nidad, gracias a Cristo, el cual transformaré nues- ‘to cuerpo humilde, segdin el modelo de su cuerpo Blrioso. Si, pues, esta transfiguracidn consiste en que el ‘cuerpo se toma espiritual, y este cuerpo es seme- jante al cuerpo glorioso de Cristo, que resucité con Un cuerpo espiritual, todo ello no significa sino que i cuerpo, que fue sembrado en condicion humil- ce, serd transiormado en cuerpo glorioso. For esta razén, cuando Cristo elev6 hasta el Padre las primicias de nuestra naturaleza, elev6 ya a las alturas a todo el universo, como él mismo lo habia prometido al decir: Cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré a todos hacia mi.” San Anastasio de Antioquia (S. v) Elelevado interés del cristiano corriente por el destino de las almas después: de la muerte, hace que el cristianismo occidental se convierta, por primera vez, en una religién otro-mundana. La imaginacién y la practica religiosa se concentran mas intensamente sobre la muerte y el destino de los muertos. Esto sucede porque los lideres de la nueva cultura de la sabiduria como Gre- gorio Ly Columbano® han tojido las hebras de la experiencia humana en las. TERCERA PARTE / ‘Tema 3 245 PRIMERA PARTE : Teed ore) trenzas de una sola red, Todos los aspectos de la vida humana pueden expl- carse a la luz de dos principios originales: el pecado y el arrepentimiento. El pecado lo explica todo, Las autoridades seculares ejercen el poder para su- primirel pecado y animar la practica del arrepentimiento. La historia ocurre de acuerdo con ese ritmo, Los desastres ocurren y los reinos caon debido al pecado de los pueblos que han provocado la ira de Dios. La prosperidad re- toma cuando los pueblos se arrepienten de sus pecados y recobran el favor de Dios. Para comprender el impacto de esta iorma de pen- sar, le sugiero recordar précticas religiosas que to- davia persisten: el “castigo” de Dios, el *fin” del mundo, el “juicio” final... Incluso la economifa medieval funciona, en sus inicios, al ritmo del pecado. ‘Se dan inmensas transferencias de riqueza a los monasterios y a los gran- dos santuarios para la remisién de los pecados de los donantes. Sobre todo, prevalece con una perspicacia sin precedentes, la perspectiva de la persona como conformada por él pecado y por el mérito, y nada més. La muerte y la vida posterior estan alli donde el pecado y el mérito serén revelados definitt- vamente por el juicio de Dios Aquella focalizacién sobre el pecado suscita, on ol cristiano comtin, un gran interés en el penumbroso mundo de los muertos. Es posible que, antes de ello, los creyentes cristianos hubieran sido més alegres y confiaran més en su salvaclon, Pero el otro mundo, hacia el que ellos se dirigian, habfa sido, sin lugar a dudas, un mundo menos definida, Con excepeién del destino de Jos conocidos “grandes santos”, la identidad de los creyentes individuales después de la muerte tendia a ser tragada por la bruma dorada del Paraiso. En forma contrastante, a partir del siglo vit la identidad del individu queda perspicazmente delineada en términos de sus pecados, purgados 0 no. Estos pecados le dan un tono distintivo. El individuo se concibe construido, como un arrecife de coral, por medio de sus pecados o sus virtudes individuales. Esto le daa su personalidad una continuidad que hunde sus rafees en una realidad que trasciende lo que él puede recordar en el presente. Las narraciones de experiencias del otro mundo pueden parecernos hoy abe- rrantes. Sin embargo, tales historias responden con una nueva precisién al problema de cuanto de nuestra identidad presente sobrevive, como un indi- viduo tinico, todavia sujeto a las leyes del pecado y del arrepentimiento, aun después de la muerte, Notese que el concepto del peregrinaje del alma ind vidual es como el primer eshoz0 de Ia conciencia del individuo en Occidente. 240 Teotogia eristione TEMA 3: La constitucién de ta sabiduria 2.2. LACRISTIANIZACION DE LA MUERTE i = ie fi» funerarias se modificaron con el auge del culto 2 los santos. En el siglo vi, la Misa adquiere el poder see de ayudar al alma en el otro mundo. Lo que realmente les preocupaba a los cristianos de los siglos v y v no era que se los enterrara junto a otms cristianos (como sf ocurrié posteriormen- te), sino su membresia comin en la Iglesia. En muchas regiones, las tumbas. resaltaban el hecho de que los muertos eran fieles, es decir, cristianos bait zados. Sus familiares ofrecian comida, vino y dinero en la Eucaristia cristi na para que sus difuntos fuesen recordados como parte de la Iglesia. No obstante, Ia relacién entre el recuerdo de los muertos y su destino en el otro mundo provocaba poca especulacién. Los epitafios eran casi mudos: se contentaban con decir que gozaban de la paz; esto posiblemente sélo sig- nificaba que sus espiritus descansaban, porque habian sido sepultados con propiedad y cuidado por su clan respectivo. No existia algo asf como un funeral propia y distintivamente cristiano: 1n funeral cristiano era un funeral romano de alguien que eventualmente era cristiano. En el transcurso de los siglos v y vi, estas pricticas fiinebres antiquisimas camblaron significativamente como resultado del culto de los santos; ser se- pultado cerea de una tumba sagrada significaba tener Ia esperanza de estar junto al santo, el patron y protector, enel dia de la resurrecci6n, Las antiguas ciudades de los muertos, los cementerios, cambiaron de fisonomia conforme las tambas de los cristianos se fueron agrupando alrededor de los santuatios de las personas santas. Aun los antiguos limites entre la ciudad de los vivos yde los muertos, fuera de las murallas, se fueron desvaneciendo; en muchas ciudades, los muertos comenzaron a ser enterrados dentro de la ciudad para que pudiesen deseansar corea de los altares de las iglesias urbanas. Este cambio, sin embargo, slo afecté a unos pocos privilegiados: los miembros. del clero, los reyes, los aristécratas y algunas personas laicas piadosas pro- curaban para si el abrigo de los santos. Lo verdaderamente importante, sin embargo, era lo que la familia cristia- na pudiese hacer por sus muertos. En este aspecto, un periodo decisive es el siglo vil, cuando la preocupacién de la familia por hacerse cargo de sus muertos, que hasta entonces habia sido algo relativamente independiente del clero, establece una alianza mucho mas cercana con el clero. El clero define TERCERA PARTE / "Tema 3 2a7 PRIMERA PARTE F Teed ABBAA ore) con mayor claridad los ritos de sa competencia; el laicado, por su parte, in- corpora estos rituales mds intimamente en su propia forma de cuidar de sus muertos. Enos circulos de la clase alta, la tendencia penitencial del siglo vu fortalece esta alianza entre el laicado yel clero. Elasunto consiste en quién ora mejor. Para los poderosos, los grandes nuevos monasterios son casas del poder de oracién por los muertos. Pero, debido 2 su: ubieacién, los conventos y los monasterios son Ingares especiales con poco acceso para las mayorias; los creyentes comunes necesitan otra forma mas disponible de ayudar las almas de sus seres queridos, La tradicién revalidada en los Didlogos de Gregorio I le da una gran impor. tancia a la Misa como Ia tinica coremonia que verdaderamonte puede ayu- dar al alma en el otro mundo, Previamente, el destino del alma del difunto se consideraba responsabilidad de la familia, de la misma forma que lo era el darle sepultura al cuerpo. A pesar de las frecuentes expresiones de des acuerdo por parte de los lideres religiosos, las familias cristianas, por siglos, habfan alimentado a sus difuntos al comer alrededor de sus tumbas; aun sus ofertas por los difuntos en la ceremonia de la eucaristia se consideraban como una forma etérea de alimentarlos. En el siglo vil, la Misa pierde ese cardcter de comida ofrecida por la familia a sus difuntos. Se explica que es un sacrificio que s6lo el sacerdote puede ofrecer. Los laicos no contribuyen en este sacrificio y la misa es ofrecida en tiempos peligrosos; se dice que el alma esta en peligro en el otro mundo: sus pecados pueden pesar mas que sus méritos y se la pueden llevar los demonios. Los rituales que los familiares acostumbraban realizar, como el de llevarles comida y bebida para alimentar el.alma, no pueden superar un peligro de tales dimensiones. Sélo la Misa tendria tal poder. Ciertamente se trata de una perspectiva lena de ansiedad. Paradéjicamen- te es, en muchas maneras, mas democrética. No todos pueden superar sus ansiedades al ser sepultados cerca de los santos; por contraste, el énfasis en la celebraci6n de la Misa como el tinico ritual necesario para cuidar de los muertos, permite al cristianismo extenderse por todas las bases populares de Occidente. Altededor del afio 700, el cristianismo occidental ya ha adquirido les rasgos que lo vana caracterizar desde entonces hasta el presente: * Lanocién altamente individualizada del alma y una viva preocupa- cidn por su destino después de la muerte, Por ejemplo, en los siglos Vy \1 la preocupacion era por ser mierubro del cuerpo de la Iglesia; posteriormente va a ser que mi cuerpo individual se deposite cerca de cuerpos de santos. 248 Teotogia crastione TEMA 3: La constitucién de ta sabiduria + Lavinculacién de la Misa con la nocién de la “liberacién del alma”, lo que abre la senda hacia la doctrina medieval del Purgatorio. La Misa ya no se ve como celebracién de una comunidad, sino como una for- ma vinculada con la salvacion individual. + Elextenso énfasis sobre el sacramento de la Penitencia como reme- dio para el pecado. + Elpaisaje marcado por monasterios afluentes y lenos de prestigio. 3. ELCULTOA LOS SANTOS: SU FUNCION E IMPORTANCIA EN LA CRISTIANDAD 3.1 ELACOPLAMIENTO ENTRE CIELO Y TIERRA Idea clave: A finales del siglo v, las tumbas de los santos que represenian la conjuncién de lo terre- {> no y lo celestial-se convierten en los centros de la \ vida eclesiitica de la regi6nzellaz0 que une estos ss santuarios con la jerarquia eclesiistica de la Euro- pa Occidental, va separando a la Iglesia medieval Catélica de las iglesias crstianas oriertales y de sus vecinos judios y musulmanes, Este tema trata del acoplamiento del cielo y de la tierra y del papel que tie- en, en ese proceso, seres humanos que ya han muerto, Nos concentraremos, en lo que corresponde a la orquestacién y funcién, en la Antigtiedad Tardfa, de lo que se conoce como el “culto a los santos”. Esto nos conduce ala con- sideracién del papel que tienen, en la vida religiosa y en la organizacién de la Iglesia cristianaen el Mediterraneo occidental, durante el periodo que media entre los siglos i! y vi, las tumbas, los fragmentos de reliquias y de objetos relacionados con cadaveres de personas santas: confesores (que han dado testimonio de fe) y martires (que, ademas de haber dado testimonio de fe, han muerto a causa de ello). Todavia no se han explorado a fondo las dimensiones profundas de lo que significa, para sus contempordneos, el ensamblaje de cielo y tierra en las tumbas de difuntos, por lo menos no tanto como su importancia lo deman- da. La consolidacién de ese proceso demanda que se desbaraten barreras que habian existido en las mentes de los habitantes del Mediterraneo por mnilenios y la integraci6n de categorias y espacios que antes se contraponian meticulosamente, Existe un hecho que se puede afirmar con seguridad acerca de la religién mediterrénea de la Antigiiedad Tardia: esta quizd no Hegé aver marcadamente TERCERA PARTE / ‘Tema 3 249, PRIMERA PARTE F Teed ABBAA ore) “transmundana”, pero sf fue adquiriendo definitivamente rasgos “sobremun- danos" o *sobrenaturales’, Su punto de partida era la conviecién de la exis- tencia de una falla que se extendia a través del universo. Por encima de la Juna se manifestaban las earacteristicas divinas del universo que se expresa- ban enla estabilidad sin mancha de las estrellas. So ubicaba a la tierra debajo de la luna, en el fondo del universo: como un conjunto de sedimentos en el fondo de un vaso de agua. ‘Se suponia que, en el momento de la muerte, el alma se separaba del cuer- Po, compuesto de sedimentos de la tierra, para retornar a aquel lugar del cual procediay era mas acorde con su naturaleza, Este lugar era imaginado como una luz clara y palpable que cuelga, en una forma inasequible, en las agrupaciones celestiales de la Via Lactea, que estan sobre la tierra, Se pensaba que el cuerpo del difunto pasaba a ser parte de la inestabilidad de] mundo que se ubieaba debajo dela hima, mientras que el alma pasaba a gozar de la claridad permanente del resto del universo. Esta era una pers- pectiva comin de los habitantes del Mediterraneo, Desde luego, para los Judios y para los cristianos, que creian en la resurreceién, aquella era s6lo una sittacién de larga espera durante el largo periodo que los separaba del retorno triunfante de Cristo. Plutaveo*, quien esctibié en el siglo 1 de la era cristiana, exponfa con gran claridad la perspectiva mediterranea acerca el destino del cuerpo después de Ja muerte, Para ¢1, la creencia popular en la apoteosis corporal “la desapari- ci6n de su cadaver en el cielo de uno de los fundadores de Roma, Romulo, era un ejemplo mas de cémo funcionaba la mente primitiva. Segiin él la es tructura, por entonces bien conocida, del universo contradecia tal perspec tiva. El alma virtuosa quizé podria participar de la divinidad de las estrellas; pero esto seria posible s6lo después de que se hubiese despojado del cuerpo y retomado su lugar al ingresar en el cielo como wm rayo veloz que abandona Ia nubosidad htimeda y rastrera de la carne (Plutarco, Romulo 28.6). Lacreencia en la resurreccién de los muertos permiti6, a judios y cristianos, esperar algiin dia la ruptura de las barreras que atan a la humanidad. Tanto Jesucristo como Isafas ya hahian experimentado lo que, sextin Plutarco, Ré- mulo no habfa podido hacer. Por un largo trecho, sin embargo, las barreras que separan ala tierra de las estrellas continuaron sélidamente establecidas para los cristianos, al igual que como lo estaban para los otros sores hu- manos de la época, La visién tradicional de que la inmortalidad era posible s6lo para el alma iba a tener un largo aguante. Este parrafo de Prudencio*, un poeta cristiano de las ditimas décadas de! siglo 1, es una excepci6n: “No obstante, si la esencia ardiente del alma pensase en su origen celestial y se desprendiese de la mancha que entumece la vida, entonces en su regreso las estrellas se llevaria consigo también la carne, en la que tuvo su morada (Cathemerinon, 10.20). 250 Teotogia crastione A pesar de lo anterior, paradéjicamente se fue desarrollando otra forma de ver la tumba o, mas precisamente, la tumba de los santos. El rabino Pinhas ben Hama, un contemporéneo de Julidn el Apéstata*, acostumbraba de- cir lo siguiente: “Si los padres del mundo (Jos profetas) hubiesen querido su lugar de descanso en lo Alto, hubiesen podido lograrlo; no obstante, fue cuando ellos murieron y cuando sus tumbas fueron cerradas por la toca aqui abajo, que se reconocié su mérito y se les declaré como santos” (Midrash Ps. 16.2). Este rabino se referia a las tumbas de los patriarcas en Tierra Santa; sus ocupantes fueron santos debido a que, en torno a sus tumbas, acontecfa el acceso a aquella misericordia y a aquel poder de los que ellos ya gozaban en lo Alto, Las tumbas de los “santos” las tumbas solemnes de piedra de los patriar- cas en Tierra Santa, o en cfrculos cristianos, las tumbas, los fragmentos de los cadaveres u objetos que hubiesen estado en contacto con esos cuerpos— eran vistas como lugares privilegiados en los que se daba la convergenciade polos opuestos tales como el cielo y la tierra. La piedad cristiana de la An- tigiiedad Tardia giraba obsesivamente sobre aquel destello extrafio y fugaz que acontece cuando estas categorias convergen en la experiencia humana, finales del siglo v, las tumbas de los santos, ubicadas en areas asignadas para cementerios, en las afueras de los muros de la mayoria de las cindades del antiguo Imperio Occidental, se han convertido en los centros de Ia vida eclesial de Ia regién; esto se debe a que se piensa que el santo en el cielo es- taba “presente” en su tumba terrena. El acoplamiento entre el cielo y la tierra se expresa con claridad en la forma en que los contemporaneos disefian Jos santuarios o tumbas de los santos. Desde nuiltiples candelabros, grandes agrupaciones de candelas encendidas irradian sus lamas sobre los trémulos mosaicos y los cielorrasos dorados. De esta forma, los monumentos conmemorativos romanos acercan la luz tranquilizante de la Via Lactea, a pocos metros de las tumbas. En el siglo 1, para los habitantes del Mediterrineo de un ambiente tradicio- nal, todo esto tenfa un sesgo marginal y, para muchos, era algo repugnante ‘que causaba disgusto. El culto a los santos cristianos nace en los grandes cementerios, ubicados en las afueras de las ciudades romanas, y pronto llega a demandar que se desentierren, se trasladen y se desmiembren los cadave- res de los muertos y, a menudo, que se ubiquen en espacios anteriormente vedados para tal propésito. El impacto del cristianismo on el mapa del universo siempre ha estado ro- deado de una dimensién paradéjica. Sin embargo, el impacto del culto alos santos en la topografia de la ciudad romana no deja lugar a la duda: se les da mayor relieve a aquellos espacios que habian sido considerados como la antitesis de la vida de la ciudad. TERCERA PARTE /"Tema 3 251 Afinales de este periodo, se rompen las fronteras tradicionales entre Ia cit dad de los vivos y el espacio asignado a los muertos; esto por causa del ingre- so de las reliquias y su acogida dentro de las murallas de muchas ciudades yaldeas de la Antigtiedad Tardia y por la agrupacion en torno a ellas de las tumbas ordinarias La violacién y la inversion ocastonal de las fronteras anteriores en cuanto efecto del culto a los santos, parece apuntar hacia el desvanecimiento de una forma de ver la relacién entre los muertos y el universo, Como consecuencia de lo anterior, acontece un cambio en las barreras por medio de las que los mediterréncos habjan tratado de circunscribir el papel de los muertos, espe- cialmente de aquellos muertos con los que tenfan fuertes vinculos familiares © sociales. Enel transcurso de los siglos 1v yy, el afianzamiento del culto alos martires produjo un cambio en la importancia que se les atribua a las areas asignadas alos muertos, en Ja mayorfa de las poblaciones de la Antigtledad Tardfa, Tal fenémeno ocasioné el nacimiento de la gran arquitectura en los cementerios. Enlo que toca al equilibrio entre los espacios aptos y no aptos en el antiguo ‘mapa de la civilizaci6n, la cristiandad tuvo la capacidad de irrumpir con gus- to en el antiguo escenario romano, En el transcurso del siglo 1y, el crecimiento de Ia vida monastica habia ma- nifestado cusin profundamente los cristianos pretendian promover formas comunitarias de vida, formas antitéticas respecto de aquellas que habian sur gido bajo la tutela de la vida urbana establecida, En las tiltimas décadas del siglo 1y en el sigh ¥, los obispos cristianos introdujeron un cambio entre Io urbano y lo que no era urbano, entre el desierto y la ciudad: fundaron ciuda- des en los cementerios. Lacomprensién de este proceso requiere que se tenga presente el resultado de dicho cambio. Los obispos de Europa occidental instrumentan el culto a Jos santos de tal manera que llegan a establecer estas ciudadelas fuera de 1a cindad como base de su poder en las antiguas ciudades romanas; ejemplos de esto son la basilica de San Pedro en las afueras de Roma y lade San Mar. tin en Tours. Aunque la residencia episcopal y la basflica principal contintian ubicadas dentro de Ia ciudad, lo cierto es que los obispos de las antiguas ciudades romanas alcanzan mayor relieve por su relacién cuidadosamente articulada con los grandes santuarios ubicados a cierta distancia de la ciudad. Por las razones apuntadas, para lograr tal relieve se hace necesario romper otras barreras tradicionales. Para ello se van vinculando las tumbas con el altar. El obispo y su clero comienzan a celebrar el culto en la cercania de los difuntos. Ciertamente esta prictica hubiese suscitado resquemores tanto en. Jos judios como en los paganos. 252 Teotogia crastione Axin més, es necesario crosionar las antiguas barreras que separaban lo pti- blico de lo privado. Estas habfan sido compartidas tanto por las generacio- nes anteriores de cristianos como de no cristianos. La tumba de los santos llega a ser declarada “propiedad puiblica”: debe tener acceso libre para todos y se convierte en centro de formas rituales comunes para toda la comunidad ‘Todos los dispositivos arquitecténicos, artisticos, ceremoniales y literarios se movilizan para garantizar que las tumbas y reliquias santas sean mas ase- quibles_y més eminentes que las tumbas privadas de las familias privadas. Asi, mientras para todas las generaciones anteriores la tumba habia sido “un lugar privado y hermoso”, cuidado y posefdo por las familias, las tumbas y las reliquias de los santos sobresalen, pues en realidad “no son tumbas”, El lazo que vincula la jerarquia eclesidstica de la Europa occidental y las tumbas de los muertos, va separando a la Iglesia medieval Catdlica de las iglesias cristianas orientales y de sus vecinos judios y musulmanes, En Eu- ropa occidental, el poder de los obispos se va ligando con el poder de los santuarios, En otras latitudes, el santuario tiende a seguir sus propios pasos. Los grandes santuarios y los sitios de peregrinaje del Mediterréineo Oriental y del Cercano Oriente —incluido Jerusalén— nunca llegan aser el fundamento de las estructuras de poder eclesidstico, tal como sf sucede en Occidente. ‘Tanto en el judafsmo como en el islamismo existen tumbas de personas con- sideras santas. Pero no es suficiente con la mera existencia. Lo privado y lo piblico, el liderazgo religioso tradicional y el poder de los muertos santos no logran amalgamarse con la misma intensidad que en Europa Occidental De hecho, es posible fundamentar con evidencia empfrica lo que estamos afirmando: es posible rastrear el auge de los difuntos santos, debido a que el santuario y ol liderazgo religioso se acoplan. Sin importar su relacion con la jerarquia eclesidstica, el Mediterraneo cris- tiano y su extensién hacia ol oriente y hacia el noroeste son salpicados con lugares claramente sefialados como espacios donde el cielo y la tierra se acoplan. El santuario que da albergue a una tumba 0, més frecuentemente, a un fragmento de reliquia, muy a menudo es designado simplemente como el “lugar”: loca sanctorum 0 topos. Se piensa que es un lugar donde las leyes. normales de la tumba han sido suspendidas. Se piensa que, en unareliquia, la refrescante anomia de los restos humanos puede portar consigo la totalidad de la persona amada. Investigue sobre algunos de los santuarios mas sig- nificativos para la cristiandad. TERCERA PARE / Tema 3 253 Enel Medioevo, por doquicra que la cristiandad se extiende leva consigo la “presencia” de los santos. Este es un hecho histérico que porta consigo el mismo destino de otros hechos y s6lo se admite su realidad con cierto grado de verguienza. Aun cuando se admite st existencia, lo normal es considerarlo como algo “tan natural” que no amerita que se lo someta a una investigacién prolongada y cireunstancial. 3.2 EL CULTO AOS SANTOS: MODELO DE LOS “DOS ESTRATOS” Debido a la importancia que este tema tiene para la comprensién de nuestra religiosidad en América Latina, me permito hacer unas consideraciones de orden interpretative y metodolégico antes de proseguir. Me parece que nues- tra perspectiva ha sido embotada por la aceptacién acritica de modelos de acercamiento a la naturaleza del sentimiento religioso y de su definicién de la naturaleza de la “religion popular”. Hemos heredado, de nuestras supues- tas tradiciones “cientificas”, actitudes que no son lo suficientemente sensiti- vas para ayudarnos a explorar los procesos mentales y las necesidades que condujeron al auge y expansién del culto de los santos en la Antigitedad, Hay un hecho que nos permite comprobar que tales modelos han penetrado profundamente en nuestra perspectiva: a pesar de que hace bastante tiem- Poel asunto del auge del culto alos santos ha sido removido del escenario confesional propio de la polémica posterior a la Reforma, los estudiosos de todas las denominaciones o no adscritos a nominacién alguna, comparten las mismas reservas frente a este fenémeno. Es necesario que identifiquemos y nos desprendamos de nuestros prejuicios para poder acercamos al culto de los sanios desde otra direceién. 3.2.1 El modelo de los “dos estratos” wig Fy Idea clave: Segan el modelo de los “dos estratos”, at el auge del culto a los santos se debe a que las élites més inteligentes de Iglesia cristiana sucumben ante saneive la presion de la forma de pensar del vulgo.. La tendencia predominante en muchos estudios se basa en el modelo de los “dos estratos”. Este considera que las perspectivas de las minorias mas inte- ligentes estn siempre presionadas desde abajo por una cortiente que proce- de de las formas habituales de pensar propias del vulgo. Cuando este modelo se aplica a la naturaleza del cambio religioso en la Antigtiedad Tardia, con duce al estudioso a asumir que el cambio en la piedad de los seres humanos deentonces, tal como el que conduce al auge del culto a los santos, se debe a la capitulacion de las élites mas inteligentes de la Iglesia cristiana a la forma 254 Teotogia w y coniexto te su deservo de pensar predominante, de manera previa, entre el yulgo 0 el “pueblo”, EL resultado ha sido la tendencia a explicar gran parte de la historia religiosa y cultural de la Antigiiedad Tardia en términos de desdoblamientos en la rela- clon entre las élites y las masas. Segiin dicho modelo, los momentos dramiticos de la *democratizacién de Ja cultura” o de capitulacién a las demandas populares, constituyen la fuen- te de una serie de mutaciones dentro de la cristiandad de la Antigtiedad Tardia o del comienzo del periodo medieval. Se supone que el mundo ro- mano es erosionado por la crisis del siglo m, lo que abre las puertas a una inundacién de temores y pricticas supersticiosas introducides por la nueva clase gobernante del Imperio cristiano. Se afirma que las “conversiones ma- sivas” ala cristiandad, que supuestamente acontecieron como resultado de la conversion de Constantino y el establecimiento de la cristiandad como 1a religién del Estado, Hevaron a los lideres de la Iglesia a la aceptacién de una variedad de précticas paganas, especialmente las relacionadas con el culto alos santos. La debilidad fundamental del modelo de los “dos estratos” consiste en que solo ha tratado de explicar el cambio religioso desde la perspectiva de las éli- tes, Supone que la religién del “vulgo” es uniforme, sin tiempo ni rostro pro- pio; que, aunque dicha religién puede causar cambios al imponer su formade pensar sobre las élites, ella misma no cambia nunca. Asume que la “religin popular” expresa formas de pensar y de adorar que se pueden comprender s6l0 como expresiones de sn incapacidad de adecuarse a otras formas. La incapacidad de la religiSn del “vulgo” para aceptar la conduceién de la élite se presenta como algo que nada tiene que ver con su capacidad de aportar significado a las creencias populares. El abandono de este modelo de los “dos estratos” podria aportarnos mu- cho en el campo del conocimiento del periodo en cuestién, Nos permitiria acercarnos a lo que se ha denominado “religién popular” en la Antigtiedad ‘Tardia yen los comienzos de la Edad Media, con métodos analiticos e inter- pretativos mas dinamicos. A continuacién, presento un andlisis del fendme- no del culto a los santos, primero aplicando el modelo citado, para nego ir mnds alld de este. TERCERA PARTE /"Tema 3 255 Ca TERCERA PARTE: La conformacién del cristianismo medicuat 3.2.2 El liderazgo de la Iglesia ante la vulnerabilidad de las ciudades Idea clave: Siguiendo el modelo de los “dos estra- wt tos", puede explicarse el auge del culto a los santos como respueste a un estado de vulrerabilided que anew —_afecta a [as ciudadelas en el siglo v, cuando a la par de las murallas, la Iglesia ackquiere una funcién protectora. Enel siglo ¥, las ciudadelas surgen en Francia como puntos nodulares de las Tegiones en conflicto, Las ciudades se fortifican. Solidas murallas, muchas de las cuales habfan sido construidas en los dias inseguros del tercer siglo, rodean los miclecs compactos de lo que anteriormente habian sido ciuda- des clisicas en expansién. Las murallas de Clermont, a modo de ejemplo, encierran solo tres hectareas de lo que antes habia sido una ciudad abier ta de doscientas. En contraste con la campifia desprotegida, las cindadelas amuralladas hacen su aparicidn como simbolos duraderos de la seguridad y autoridad romanas, Las murallas y los obispos van juntos. Las virtudes, los hechos milagrosos més apreciados en los obispos santos, en Francia, son aquellos que aseguran que las murallas de Ia ciudad se mantengan firmes. El destino de cada regién depende del dnimo de sus centros urbanos. Con excepcién de algunas gran- des invasiones como las de Atila, la mayoria de las luchas armadas son un asunto de menor escala. El control de regiones enteras se decide mediante guerras de nervios, y no por confrontaciones masivas: pequefias bandas de merodeadores marchan a través de las campitias, destrayendo los campos, echando a perder los praios, cortando las vinas y arruinando las alamedas de olivos; su propésito es infligir el daito suficiente para persuadir a los I deres locales de que lo piensen antes de oponer més resistencia: 0 pagan tributo o van a tener que abrir sus puertas a un nuevo sefior, Los habitantes de las ciudadelas estén en un estado de especial vulnerabili- dad frente a tales amenazas. Necesitan lideres capaces de mantener su con- fianza y de mitigar los efectos disruptivos de las pequeiias invasiones vindi cativas, Ellos encuentran tales Iideres en los obispos cristianos. Las iglesias locales se convierten en un espacio fijo que mantiene a las poblaciones en su lugar, Las actividades caritativas de las iglesias mitigan los efectos del ham- bre y del estado de sitio. Los obispos ayudan a mantenera los campesinos en su lugar a través del rescate yregreso a sus dueiios de los siervos capturados (anuchos de estos siervos habfan aprovechado de los desérdenes para esca- parse de sus duefios). 256 Teotagia w y coniexto de su desorvot TEMA 3: La constitucién de la sabidurio Mas importante aiin, los edificios de las iglesias proclaman la determinacién cotidiana de las ciudades de sobrevivir y de que se les observe en dicho pro- ceso, En Francia, los obispos compiten entre si en la construccién de bast licas espléndidas; estas se ubican sobre las tumbas de Ios martires en los. enclaves fortificados de las ciudades, donde as calles romanas atraviesan los grandes y antiguos cementerios. En una época en que la construccién piiblica esté paralizada, estas iglesias representan una coagulacién de ener- sia proveniente de la riqueza y colaboracién, Estos argumentos de piedra representativos de una era muestran que Francia no se ha convertido en una tierra desértica. Una era de grandes basflicas fomenta la piedad de las grandes asambleas. Los mecanismos propios de la reparacién de los pecados, que habfan sido familiares por un largo periodo para todas las comunidades cristianas, ad- quieren un significado distintivamente comunitario en Francia ¢ Italia. La penitencia grupal, vinculada a las oraciones de intercesi6n, es una disciplina que le pone freno a la tendencia bastante extendida de “sélvese quien pue- da”. Los momentos solemnes de oracién comunitaria reducen la tentacisn, de parte de los ricos, de migrar hacia regiones més seguras. Las grandes ceremonias religiosas retinen a las poblaciones locales como un todo en un lugar, y los mantiene alli por horas y horas. Todo esto hace que las ciudade- las se conviertan en especies de confraternidades tinieas de personas que claman en estado de stiplica, 3.2.3. Los santos como héroes protectores 2 wis et Ideaclave: A los santos que han muerto, se los trata an at ‘como héroes y se cree que su oracién sigue siendo tan poderosa como cuando estaban vivos, ya que Ven sus espiritus permanecen en sus tumbas. En un mo- mento en que las élites eclesisticas se encuentran elaborando dogmas, las practicas asociadas con el culto a los santos une a los cristianos en tomo a unas creencias compartidas. Se va conformando un tipo particular de religiosidad. Resulta bastante co- miin que las personas se congreguen alrededor de un obispo que se atribuye el derecho de hablar en nombre de los héroes antiguos de la ciudad. Los muertos que habian fallecido con olor de santidad representan una lealtad colectiva en términos intensos y familiares. Se visita regularmente las tum- bas de los médrtires y de las personas santas. Los aniversarios de sus muertes se celebran con grandes festivales, Se los trata como ciudadanos heroicos. TERCERA PARTE / "Tema 237 Pou F Teed ABBAA ore) Todo esto porque los santos cel pasado habian estado en sus iglesias locales ‘orando por los cristianos de su ciudad, y se piensa que todavia siguen hacien- do lo mismo. Sus espiritus permanecen presentes en sus tumbas. Esta imagen de solidaridad, basada en la propiciacién bondadosa de los san- tos hacia la “familia de Dios", se va engrandeciendo por medio del uso de términos que llevan consigo fuertes comnotaciones comunitarias. Los san- tos son Iideres. Son patronos 0 santos patronos. Se habla de ellos como “el patrén’, Se les considera como personas con poder e influencia, Se piensa que las oraciones que ellos ofrecen a Dios a favor de sus clientes (sufragios), tienen mucha acogida cn las cortes celestiales. Los santos son los aristécre- tas invisibles en la casa del congreso celestial. Como recompensa por la pro- teccién que se puede obtener por medio de sus oraciones, los santos exigen Teverencia, 0 sea, senales de respeto. La realidad es que, aun en sociedades relativamente simples, las creencias compartidas pueden ser experimentadas y puestas en practica en una gran variedad de formas entre los diferentes sectores de una sociedad. Esmuy po- sible que un sector considere que el comportamiento religioso de otro sector sea detectuoso o fuente de amenazas La cristiandad, particularmente, desarrolla creencias complejas, cuya for mulacion y comprension suponen un nivel cultural que la mayoria de los miembros de las congregaciones cristianas no comparten con sus lideres. Cabe sefialar que estas personas estén conscientes de que estan elaborando dogmas, tales como el de la naturaleza de la Trinidad, cuyos contenidos no son accesibles para los analfabetos; sin embargo, no se sienten separados de estos tiltimos cuando participan en las practicas religiosas de la comunidad y de los supuestos sobre la relacién del ser humano con la realidad divina {que sitven de base a tales practicas. En el campo vital cubierto por las prac ticas religiosas, que os mas amplio y profundamente sentido por los seres humanos de la Antigtiedad que por los de nuestros tiempos, las diferencias de clase y de educacién no juegan un papel preponderante. A pesar de lo apuntado en el parrafo anterior, e1 auge del culto a los santos es percibido por los contemporaneos como algo que derrumba la mayor parte de las fronteras imaginativas que previamente habian separado el cielo de la tierra, lo divino de lo humano, los vivos de los difuntos. Habria que pregun- tarse si es posible explicar la ruptura evidente de esas fronteras, fenémeno ligado con el auge y articulaci6n publica del culto a los santos, solo como la cespuma que se forma en la superficie de un mar de “creencias populares”, El culto a los santos comporta cambios en la forma de imaginarse la realidad que se manifiestan como totalmente congruentes con los modelos cambian- tes que ocurren en las relaciones humanas de la sociedad romana en cuanto tal, Elculto alos santos significa la designaci6n de seres humanos difuntos como dignos de ser reverenciados y liga, en forma definida, a estas figuras difuntas ¢ invisibles con lugares visibles. Tal congruencia apunta hacia un cambio de grandes proporciones. 258 Teotogia crastione TEMA 8: La constitucién de la sabidrio 3.2.4. El conilicto entre dos sistemas de patrocinio Aig ted cn: tps einen 0s ea a tos”, puede comprenderse el auge del culto a los an santos como manifestacién de un proceso en que \ se enirentan dos formas de patrocinio: la de cris- ‘anit tlanos pudientes, que tiende a privatizar el acceso 2 las tumbas de los santos, y la de los obispos, que encventian en este culto la forma de utlizar sus riquezas estableciendo vinculos intensos entre los martres y la jerarquia eclesiistica, La comprensién de tal cambio y sus ramificaciones requiere que se supere ol modelo de los “dos estratos’, En vez de ver el auge del culto a los santos en té1 minos de un didlogo entre dos grupos, tuna minoria confrontada con la mayorfa, este puede considerarse como una manifestacién de un proceso més amplio: el avance, en forma de vaivén, de crecientes sectores de la sociedad en la Antigiie- dad hacia nuevas formas de reverencia dirigidas a nuevos objetos ubicados en muevos lugares, orquestadas por nuevos lideres, impulsadas por la necesidad de satisfacer una preocupacién conuin, la de proveer la sociedad con nuevas formas de ejercicio del poder, con nuevos vinculos de dependencia humana y muevas espetanzas de proteccién y justicia en un mundo cambiante. Es importante recordar que la Iglesia cristiana logré su preeminencia debi- do, en gran parte, aque sus practicas rittales centralizadas y aque la crecien- te organizaci6n centralizada de sus finanzas le presenté, al mundo pagano, un modelo de la comunidad que se habia propuesto modificar, reditigit y delimitar los lazos familiares. La Iglesia era un grupo familiar artificial, Se suponia que sus miembros deberian proyectar una buena medida del sentido de Ia solidaridad, do las lealtades y de las obligaciones que previamente se limitaban a la familia fisica. Elcuidado que se daba alos difuntos representa tno de los ejemplos mas cla- os de esta realidad, Alrededor del siglo i la comunidad de Roma posefa su propio cementerio; este cementerio era lo suficientemente importante para que el didcono Calixto, responsable de este, llegara a acumular suficiente influencia en la Iglesia Romana. El que se enterrara a los pobres y, ocasional- mente, hasta a los pobres no creyentes, contribuyé a romper las barreras de la familia, No obstante, lo mas cortiente era que las fronteras entre el nuevo grupo familiar y los que no eran del grupo, fueran a menudo estrictamente determinadas: la comunidad solamente recordaba a sus miembros y excluia a los infieles, a los apéstatas y a los excomulgados. La celebracién pomposa de los aniversarios de la muerte de sus mértires y obispos le dio, a la comu- nidad cristiana, la responsabilidad permanente de mantener viva la memoria de sus héroes y de sus lideres. TERCERA PARTE / "Tema 3 259, PRIMERA PARTE F Teed ABBAA Tad ore) Los obispos del siglo IV heredan una situacién cargada de posible confficto. Han emergido como tinicos Iideres de comunidades ubicadas en ciudades en proceso de extension. Las practicas littirgicas de su Iglesia y el papel que tie- ne dentro de estas una categoria especial de difuntos, condensan impulsos centripetos dentro de Ia commnidad cristiana. No obstante, estas han sido, ensu mayor parte, soluciones rituales: la cristiandad no trata de inmiscuir se con las tumbas de los cristianos ordinarios. Para la gran mayoria de los miembros de la congregecién cristiana, la tumba de la familia permanece siendo “un espacio privado y agradable”; el clero cristiano, a pesar de lo que pueda desear, sigue dependiendo del apoyo de los duefios de esas tumbas. De modo que el fuerte sentido de comunidad que se conserva en el ritual cristiano, no es otra cosa que un parche sobre una forma de insercién de las familias ricas que esta en proceso de desintegrarse. Se hace evidente en esta época que la tumba familiar, y por Io tanto la tumba de los martires, puede convertirse en una zona de conflicto entre loselemen- tos centripetos, que han logrado una expresi6n ritual convincente para los ideales de la comunidad de creyentes, y las fuertes corrientes centrifugas. La piedad familiar puede convertirse en una “privatizacién” de la practica religiosa, ya sea por medio de formas pomposas de celebracién en la tumba familiar 0, porextension a las tumbas de los martires, por medio de practicas asociadas con fuertes lealtades hacia familias privadas, De muchas maneras, esta tensién entre lo privado y lo comunal conduce al gran debate acerca del caricter “supersticioso” del culto a personas muertas. Algunas précticas ubican los santos en tumbas que no son accesibles para todos, creando asi una topografia religiosa privilegiada del mundo romano, que tiende a que las comunidades cristianas de la periferia se sientan ex- cluidas. Existe evidencia bien documentada de una tensién causada por las demandas de una nueva élite de cristianos pudientes y la determinacién de una nueva élite de obispos, que a menudo proviene de la misma clase, en el sentido de que solo ellos tienen el derecho de ser los patrocinadores de las comunidades cristianas pitblicamente establecidas. ‘Més que un debate entre “una minoria” que no estd de acuerdo y la “masa comtin” de los fieles acerca de la “supersticién *, debemos ver ahf un conflic- to entre dos sistemas de patrocinio, En realidad no es tan seguro que lo que hemos denominado “el surgir del culto a los santos” en los iiltimos aios del siglo 1s, sea una apropiacién vigorosa de ese culto por parte de los obispos y de las clases gobernantes del Imperio Romano. 81 culto mismo tiene rafces mucho més profundas. La admiracién profunda hacia figuras consideradas santas y hacia los mértires tiene sus raices en el judafsmo tardio: son par te de un impresionante continuo de creencias, tal como Io ha comprobado A. Golberg en varios estudios. Lo que sabemos con seguridad es que, en el siglo 1s, no se sabe ciertamente quién va a tener el monopolio para orquestar y expresar esas creencias dentro de la comunidad cristiana. 200 Teotogia crastione Occidente se encuentran con la urgente necesidad de inventar formas de gastar su dinero; de modo que la construccién de edificios y el ineremento de las ceremonias vinculadas con nuevos focos de culto y alabanza consti- tuyen una salida oportuna. Las tumbas de los martires son los lugares mas apropiados: los problemas de indole préctica y social que puede acarrear la construceién dentro de los muros de la ciudad pueden evitarse. Ain més, la construccién y los ceremoniales realizados en tales santuarios encubren mas convenientemente la paradoja de las riquezas episcopales, porque aquello, al no ser privado, no representa riqueza. Ain més, tales riquezas y ceremonia- lesse despliegan frente a la presencia invisible de una figura que ha asumido todos los rasgos del “patron” romano; el santo es un “buen” patron: sus in- tercesiones son aceptadas, su riqueza est a disposicién de todos, su poder se ejerce sin violencia y se le brinda lealtad sin constriccién. El culto a los santos es el foco donde la riqueza puede usarse sin suscitar la envidia, y el “patrocinio” ejercerse sin obligacién, 4. EJERCICIO DEL PODER: CONTRASTE ENTRE ORIENTE Y OCCIDENTE La forma de concebir el poder es un signo de la profunda diferencia que se fue dando entre las iglesias de Oriente y Occidente. Me referiré brevemente asta diferencia. 4.1 LOS ASCETAS DEL DESIERTO. ij 2 wig . . 4 e Idea clave: En Oriente, la sefial divisoria més im- at portamte se da entre el desierto, donde habitan los ascetas en un estado angelical, y el mundo, donde ameixe se hallan atrapadas por el pecado todas las demas personas, sin distinciGn de estado, posiciGn, vaca- cién o nivel cultural En Oriente, en Siria y Egipto, parece como si las ciudades, los centros del go- bierno imperial y lugar de residencia de los obispos, hubiesen sido los encla- ves de vida profana en medio de una poblacién constituida por campesinos temerosos de Dios. Desde Inego, esto habla de un campesinado en estado de bienestar y con creciente poder e influencia. El mundo campestre expresa su cohesién por medio de grandes peregrinaciones a personajes reconocida- mente santos y a los monasterios que se asocian con ellos. Es importante explicar la influencia de tales personajes. Su poder provie- ne del hecho de que la seftal divisoria mas importante en la imaginacién cristiana del Imperio Romano Oriental no se da entre el campo y la ciudad, 202 Teotagia w V conieto de su deservot © lo urbano y lo rural. En Oriente la division se establece entre el desierto y el mundo, Esta sefial divisoria separa dos espacios yuxtapuestos: el desierto, que se asocia con la vida angelical del asceta, y el mundo, con el comporta- miento mas irresoluto de los kosmikoi 0 de las personas en el mundo. fn contraste con los ascetas del desierto, las personas en el mundo estan carga- das con obligaciones de la sociedad; por tal raz6n, no poseen la libertad para entregarse totalmente a Cristo; las personas en el mundo pueden ser laicas y laicos, pero también puede tratarse de los obispos y los miembros del clero lenos de ocupaciones. Todo el mundo esta como cubierto por Ia presencia de personajes angeli- cales vinculados con el desierto. Tanto en Siria y en Egipto, como en todo Oriente, se piensa que el Espiritu Santo hace que surjan en el desierto, esto es fuera de la ciudad, mujeres y varones llenos de santidad en gran nimero; su antoridad les proviene del hecho de que permanecen en el desierto, al lado opuesto de las estructuras institucionales de la Iglesia. Sélo en el desier- to, esto es en un espacio ubicado de manera opuesta al mundo civilizado, los ascetas pueden retrotraer, por medio de la penitencia y las laboriosas fatigas corporales, un toque de la gloria angelical de la que Adan habia disfrutado en el jardin del Edén, En muchas partes, el desierto no es un sitio impenetrable, A menudo, esta a una distancia que ficilmente puede ser cubierta a pie por los habitantes de las comarcas y las ciudadelas, Desile el siglo sexto, el panorama campestre esta rodeado por monasterios impresionantes, caracterizados por sus cons- trucciones s6lidas. Son ciudadelas en miniatura, a menudo ubicadas en el centro de un anillo de celdas de ermitafios cuidadosamente construidas. La mayorfa de ellas estén situadas de manera que puedan ser vistas desde el mundo asentado. En realidad, no hay nada de salvaje o de extrafio en su apatiencia, pero estén en el desierto y, por ello, en profundo contraste con el mundo, La simbiosis mistica del desierto y el mundo civilizado es central en las vidas espirituales del mundo cristiano oriental. Personajes santos -varones en el desierto y mujeres que viven usualmente en los claustros mas seguros de las comarcas o de las villas- siempre estan disponibles para ofrecer su consejo yel apoyo de sus oraciones. No todos son miembros del clero. Estos perso- najes son los verdaderos demécratas del cristianismo oriental. Su austeri- dad asombrosa los habilita para el cumplimiento de este papel, pues desde la perspectiva de estos personajes angelicales formados en el desierto, las personas de Wodos Ibs estados y posiciones, de todas las vocaciones y nive- kes culturales, son semejantes: todos son pecadores atrapados en el mundo. Algo que resalta en esta religiosidad oriental es el poder de la oraci6n que se les atribuye a estos personajes. TERCERA PARTE /"Tema 3 203 4.2. EL CLERO COMO ELITE ESPIRITUAL En contraste con lo que sucede en 2 Idea cla i Oriente, en Occidente convergen la santidad y el ejercicio de puestos de poder eclesiistico. saree A diferencia de Io acontecido en Oriente, en Occidente los obispos se van sintiendo cada vez mas seguros de st control sobre las citidades y sobre Ja vida urbana, Ven a las urbes como oasis de un decoro cuidadosamente cultivado desde el cual pueden hacer frente a la onda expansiva del campo, donde el cristianismo no tiene raices tan profundas y en el que, ciertamente, es mas dificil controlarlo. Por las caracteristicas sefialadas, el cristianismo oriental es muy diferente del occidental. En efecto, en Occidente, como ya he dicho, una fuerte co- rriente de opinién, que se puede trazar desde Agustin, espera que la gracia triunfante de Dios se manifieste en la sociedad, en la forma de personas san- tas que, en su mayoria, estan Hamadas a ser Ifderes de la Iglesia Catélica, como obispos y miembros del clero. La santidad y el ejercicio de puestos de autoridad eclesidstica tienden a converger para producir la clase de obispos ‘que, como Martin de Tours, gobiernan las ciudades y representan la enearna- cin de la ley y el orden en las regiones de Occidente. Como se puede apreciar en las obras de Agustin de Hipona y de Gregorio Magno, toda la vida es un exilio. Los seres humanos han sido expulsados del Paraiso; sin embargo, el deseo de alcanzarlo —legar a estar en la presencia de Dios en un estado de rapto contemplativo- es algo que los atrae. Los cul- dados mundanos y la pesadez del cuerpo impiden, aun en los mas perfectos, la vision celestial. El infierno y el océano embravecido por los vendavales de la tentacién y las distracciones terrenas estén presentes en todas las almas. No obstante, Dios sigue presente. Gregorio Magno, por ejemplo, parece ase- ‘gurar que puede ver la mano de Dios en cada detalle del mundo material. Elsilbido poderoso de Dios llena el universo, tratando de legar a todas as almas. Toda tentacién os inteligible, cada enfermedad y cada desastre cons- tituyen un toque personal de su mano. Aun el sentimiento dotoroso de la ausencia de Dios es visto como una prueba misericordiosa, una concesion a la debilidad humana que serd gloriosamente premiada en el cielo. Se genera, asi, la gran necesidad de delinear cada deseo del espiritu: cada tentaci6n y cada obstdculo parael progreso espiritual. Se habla con palabras calmadas 204 Xi TEMA 3: La constitucién de ta sabiduria y escalofriantes de la venida del anticristo y de la total impotencia que ven- dra sobre la Iglesia establecida en los iiltimos tiempos, dejandola desnuda y expuesta y sin un papel en la vida publica, Aquel afin por sefialar con precisién los grados de peligrosidad y de maldad de la tentacién y del pecado va a caracterizar la religiosidad occidental. Se explica asi el surgimiento de siglos de consejeria espiritual, de coloquios acerca de las virtudes y los vicios de laicos lenos de ansiedad con las per sonas santas. Pero, en contraste con Oriente, en Occidente tales consejeros. no son las personas del desierto (carismaticas), sino las personas ordenadas para tal propésito por la institucién eclesial. Personas como Gregorio Magno tienen un conocimiento claro de que no basta la ordenacién o ol nombramiento oficial para que los miembros del EL PENSAMIENTO TEOLOGICO® SUMARIO 1. Bllegado delistam 2 La redenci6n, la edad mesidnica y la salvacion Li TEMA 4: Bl pensamiento tedldgico A continuacién presentaré unos breves datos de orden histérico para intro- ducir el tema del islam; luego me referiré a las soluciones planteadas por algunos movimientos del islam acerca del problema de Dios. Como en este periodo la concepcién teolégica de la historia esta condicio- nada por el pensamiento de Agustin, donde se ve la historia dominada por el pecado original y necesitada, por ende, de la acci6n liberadora de Cristo, ahondaré en algunos elementos propios de esta concepcidn de liberacién. Por ello, la segunda parte de este tema la dedico ala redencién, la edad me- sinica y la salvacion. 1. ELLEGADO DEL ISLAM" 1.1 ALGUNOS DATOS HISTORICOS \ i ; Idea clave: EI contacto entre la cultura iskamica fy la cultura occidental, se da por medio del inter a a cambio comercial, asi como por los peregrinajes 4 la Tierra Santa. Sin embargo, el contacto de mayor janie importancia entre la cultura cristiana occidental y la iskimica se daen Espaia y Sicii Es un hecho que, en nuestra formacién occidental, se ha ignorado casi por completo el aporte del islam al pensamiento occidental y, en especial, a su teologia. Los estudios realizados por el sacerdote espanol profesor Miguel Asin y Palacios, nos permiten tener una idea de la importancia que la cultura islémica ha tenido parael desarrollo de la cultura occidental. Sabemos, por ejemplo, que entre los siglos octavo y undécimo se produce un intercambio comercial entre los paises arabes del Este y Rusia y los paises nérdicos de Europa. Regularmente parten expediciones del Caspio que su- ben por el Volga, llegan al Golfo de Finlandia y contintian a través del Baltico hasta Dinamarea, Inglaterra y, aun, hasta Islandia. En el siglo once, el comer- cio se realiza a través de la ruta del Mediterraneo, principalmente por me- dio de embarcaciones venecianas, genovesas y musulmanas. Se establecen colonias de mercaderes italianos en casi todos los puertos musulmanes del Mediterréneo. Los mercaderes, los exploradores y los aventureros pueden navegar libremente a través de las aguas mediterrineas. Aladimensi6n comercial hay que agregarle el impulso generado por los idea- les religiosos. Los peregrinajes a la Tierra Santa, que se habfan suspendido debido alas conquistas del islam, se vuelven a activar y, con el establecimien- to bajo Carlomagno* de un protectoraio franco sobre las iglesias cristianas, 1M Campbell (1968, pp. 128-138) y Amstrong (1904, pp. 152-160). TERCERA PARTE / ‘Tema 4 287 ond Bead aed 768-814), se hacen relativamente seguros. Se les da asistencia por medio del establecimiento de pensiones y monasterios en los territorios istamicos. Du- ante los siglos noveno, décimo y undécimo el niimero de peregrinajes crece, y algunas expediciones llegan a estar constituidas por muchedumbres de hasta doce mil peregrines, Estas expediciones son las antecesoras de las Cruzadas. De mayor importancia es el contacto que acontece entre ambas civilizacio- nes (a cristiana occidental con Ia islimica) en Espana y Sicilia. A principios del siglo noveno por medio de las arremetidas de sus piratas sobre las costas, del Atlintico y del Mediterréneo, los normandos gradualmente logran formar colonias en las cindades iskimicas de la peninsula tales como Lisboa, Sev lla, Orejuela, Barbaste y desde luego en Sicilia, Esta tiltima, que habia sido penetrada por el islam, es conquistada y regida por una dinastfa de reyes normandos hasta el siglo trece: la corte del rey normando Rogelio Il (1130- 1154) en Palermo esta conformada tanto por cristianos como por islamitas, que conocen la literatura arabe lo mismo que la ciencia griega. Es Espafa, sin embargo, el primer pais de Europa penetrado intimamente por la cultura islamica, Desde el aio 711 hasta 1492 las dos poblaciones vi- ven de lado a lado en tiempos de paz y en tiempos de guerra. Durante el siglo décimo, monjes ¥ soldados imbuidos cn la cultura islimica se congregan en Leén, donde su formacién les asegura altos puestos tanto en las cortes como en la administracién eclesiistica y civil del reino. Ya en el siglo doce, la ciudad de Cérdoba ha adoptado el estilo de vida propio de los islamitas, hasta el punto de mantener harenes y adoptar la circuncisién; su gusto por lapoesfa ya ficcién arabigas y su entusiasmo por el estudio de las doctrinas tealégicasy filoséficas del islam habian sido motivos de queja para el obispo Alvaro de Cérdoba en su obra Idiculus lum inosus en el aio 850. Cuando el rey Alfonso VI (1055-1109), conquistador de Toledo se casa con Zaida, la hija del rey moro de Sevilla, su capital Hega a asemejarse a la sede de una corte musulmana, La moda alcanza la vida civil; los cristianos se visten de acuerdo con el es- tilo de los moros. El lenguaje castellano, que se esta imponiendo, se enri- quece con buen mimero de vocablos arabes. En el arte, en el comercio y el intercambio, en la organizacién municipal y en las empresas agricolas, la influencia islamica es predominante. De esta forma se prepara el camino para la invasién literaria que va a aleanzar su expresién méxima en la corte de Alfonso X 0 el Sabio. Con mucha fcilidad se ha olvidado que la cristiandad de los sajones, los anglos y los francos era muy rudimentaria. Se trataba de etnias agresivas y marciales que necesitaban una religi6n agresiva; tenfan una concepcién muy primitiva de Dios y del papel de lo religioso. Durante el siglo once, los monjes benedictinos y los de la Abadia de Cluny y sus filiales habfan tratado de atar suespititu guerrero ala Iglesia y ensefiarles los valores cristianos por medio de devociones como el peregrinaje. Los primeros cruzados habian visto sit 288 Teo y asus compaiieros. Los islamitas més piadosos recurren al mensaje social del Cordn para cuestionar el sistema y tratan de adecuzr el islamismo a los nuevos retos. Surgen asi movimientos y soluciones divergentes. 1.2.1 La ética igualitaria de los tradicionistas wis IF Idea clave: Los legistas 0 tradicionistas tratan de wt regresar a las ensefanzas de Mahoma sobre la pre- sencia e inmanencia de Dios en el creyente, sin serene necesidad de que exista una casta sacerdotal que funja como mediadora entre Dios y el creyente. La perspectiva que tiene mayor acogida en los sectores populares es la pro- puesta por los logistas o tradicionistas, que trata de regresar a los ideales de Mahoma y de los rachiditas. Este movimiento es el responsable de la co- dificacion de la Ley Alcharia, un c6digo semejante a la Tord cuyo fundamento es el Cordn y la vida y ensenanzas del Profeta. (Habfan circulado un mimero extraordinario de tradiciones orales acerca de las ensefianzas [jadia] y de la practica [sonaja] de Mahomay de sus compafieros. Estas fueron recopiladas durante los siglos octavo y noveno por varios editores; entre ellos los mas famosos fucron Abismal Abusaran y Mustafa Avijail Alcucheri.) Las ensefianzas del Profeta trataban tanto de asuntos cotidianos como de problemas cosmol6gicos, metafisicos y teolégicos. Daban gran importancia ala presencia e inmanencia de Dios en el creyente. En una de esas ensefian- zas se da un listado de las etapas por medio de las cuales el creyente se va dando cuenta de la presencia divina, presencia que llega al punto de ser per cibida casi como incorporada en é1. Al igual que en el judaismo y en el c tianismo, el Dios trascendente es también una presencia inmanente que se encuentra aqui abajo. Los islamitas podian cultivar un sentido de la presen- cia divina siguiendo métodos similares alos de las religiones més antiguas. Quienes promueven tal tipo de piedad son conocidos como aljaditas 0 tra- dicionistas. Su ética igualitaria ¢jerce gran atraccién entre los sectores po- pulares. Desaprueban el Iujo de las cortes de los wmayas y abasidas, tam- bién estan en desacuerdo con las técticas revolucionarias de los chittas. Para ellos, no es necesario que el califa esté dotado de cualidades extraordinarias, pues este es simplemente un administrador. Resaltan la naturaleza divina del Corn y de la sunna (obras) ofreciéndoles, a sus seguidores, medios para entrar en contacto directo con Dios. 290 Xi TEMA 4: Bl pensamiento teégico Al no haber necesidad de una casta sacerdotal que sirva de mediadora y al sentirse cada creyente responsable ante Dios de su propio destino, esta pers- pectiva es potencialmente subversiva y critica del poder absoluto. Ensefia ademas que el Coran es una realidad eterna: al igual que la Tora o el Logos divino, este mora en la mente de Dios desde toda la etornidad, Esta doctrina de la Palabra no creada leva a la conviceién de que, cuando esta se recita, quien lo hace puede escuchar a Dios directamente. Comienza asi el debate acerca de la naturaleza del Coran: en qué sentido es el texto, escrito en éra- be, realmente Palabra de Dios? 1.2.2. Las ideas encarnacionistas de los chiitas Wis te ¢ Ideacclave: Con baseen ideas encaracionistas, los at {grupos chiftas plantean que s6lo los descendientes de Alf pueden conducir la ommaj. Senin La tendencia a atribuirle al Coran caracteristicas divinas es percibida como una blasfemmia por algunos creyentes, de forma parecida a como para mu- ehos cristianos era blasfema la consideracién de que Jestis fuese la Palabra encarnada de Dios. Gradualmente la Chiia va desarrollando ideas muy pare- cidas a las de la Encarnacién cristiana. Luego de la muerte tragica de Jusein, los chiftas Hegan a convencerse de que solo los descendientes de Alf Avitalib -primo hermano y yerno de Mahoma- podrian conducir la ommaj. De esta forma se convierten en una sectadentro del islam. Como, segtin el Cordn, los patriarcas acostumbraban pedirle a Dios su bendicidn sobre sus descendientes, los chiftas aplican esta nocién de ben- dicion divina y legen ala convicci6n de que solo Jos miembros de ta familia de Mahoma, por medio de la easa de Ali, poseen el verdadero conocimiento de Dios. Solo ellos son capaces de ofrecerle a la ommaj tna otientacién divi- na: si un descendiente de Alf llega al poder, los creyentes pueden esperar una edad de oro de justicia y la ommaj seré orientada por la voluntad de Dios. ‘Al final del periodo omeya (750 4.C.), loschittas han llegado a creer que el cono- cimionto ihn (transmitido con autoridad) lo poscean solo los miembros de una linea particular de los descendientes de Ali. Sus seguidores solo aceptan como lider (iman) de la onmaj a la persona designada por Dios. Dicha persona, sin importar que ejerza.o no el poder, tiene un liderazgo, y todo verdadero creyente debe seguirlo, Los imanes son vistos como posibles focos de conflictos y con- siderados por los califas como enemigos del Estado, Con el tiempo, los imanes llegan a considerarse encarnaciones (avatares) de lo divino. TERCERA PARTE / "Tema 4 291 PRIMERA PARTE F Teed aed Las diversas ramas de la Chiia se diferencian por la forma en que trazan la sucesién divina. Los “doceavos” veneran a doce descendientes de Ali por medio de Jusein hasta el 939, afio en que el titimo iman se esconde y desapa- rece; esta linea termina, debido aque este tltimo no deja descendientes. Los “ismaclitas”, conocidos como los “séptimos’, creen que el sétimo de estos imanes hasido el filtimo, También se desarrolla una tendencia mesianica en- tre los doceavos, quienes creen que el “doceavo iman escondido” va a regre- ‘sar para inaugurar una edad de oro. Bstas creencias son subversivas desde el punio de vista politico y pueden ser interpretadas en una forma simplista. Los chiftas més extremistas desarrollan una tradicién esotérica basada en la interpretaci6n simbélica del Corn. Su piedad es extrafia para las mayorfas que consideran blasfemas las ideas encamacionistas. Pero las enseftanzas de la Chia tienen acogida entre los aristcratas ¢ intelectuales En Occidente, desde la revolucién iran{ tendemos a considerar al chiismo como una secta del islam inherentemente fundamentalista, En realidad, es una apreciacién inexacta: el chiismo es una tradicién compleja que tiene mucho que ver con el esfuerzo por aplicar sisteméticamente arguments ra- cionales al Goran. eon 1.2.3 Entre la predestinacién y el libre albedrio: los molaciles 2 \ f Idea clave: Desde una posicién eriica respecto al % eo despilfarro de la corte y una frecuente oposicién al fi af sistema, los motaciles se muestran afines a la idea \ de la predestinacién de los omayas, pero también swe —sefalan el libre albedrio y la responsabilidad que les atafie en la conduccién de la ommaj. Los racionalistas conocidos como los motaciles forman su propio grupo, con un firme compromiso politico. Aligual que los chiftas, los motaciles adoptan una posicién eritiea con respecto a Ia extravagancia y despilfarro de la corte y, frecuentemente, se oponen al sistema, Los interrogantes de orden politico inspiran el debate politico en torno all gobierno divino de los asuntos humanos. Los seguidores de los omayas afir- man que no es culpa de estos su comportamiento contrario al islam, debi- doa que asi han sido predestinados. De hecho, el Corin da mucha impor. tancia a la omnipotencia y omnisciencia de Dios, por lo cual varios de sus textos pueden ser usados para apoyar tal perspectiva de la predestinacién. 292 Teolagia cristiona: muexto de su deserrol TEMA 4: Bl pensamiento teégico ‘Sin embargo, también es cierto que el Cordn resalta la responsabilidad hu- mana; por ello, los que critican el sistema subrayan el libre albedrfo y la responsabilidad, Los motaciles asumen una posicién centrista que evita los extremos. De- fienden el libre albedrio para fundamentar el caracter ético de la naturaleza humana. Para ellos, quienes creen que Dios esta mas all del bien y del mal niegan su justicia. Los chiftas y los motaciles declaran que la justicia es la esencia de Dios, pues El no puede hacerle daiio a nadie ni apoyar nada que vaya en contra de la raz6n. Estos puntos de vista son rechazados por los tradicionistas: argumentan que los motaciles, al pensar que el ser humano es el autor y creador de su propio destino, insultan la omnipoteneia divina. Ademés acusan a los motaciles de construir un Dios demasiado racional y humano. Los tradicionistas adopta- ron la doctrina de la predestinacién para resaltar la incapacidad de compren- der la esencia de Dios. Si elser humano pudiese comprenderlo, Dios no seria Dios, sino una mera proyeceién del ser humano. Este asunto de la predestinacién y del libre albedrio parece ser un problema central de la representacién de Dios como persona. Avinantbal (780-855), uno de los lideres de los tradicionistas, niega toda posibilidad de discurrir racionalmente acerca de Dios. El motacil Aljoayan Alcarabisi (m. 859) sugic- te una soluein intermedia de compromiso: el Coréin en cuanto Palabra de Dios no expresada no ha sido creada; sin embargo, en cuanto expresada en palabras humanas, es creada. Avinambal condena esta ensefianza y acusa a Jos motaciles de convertir a Dios en una formula abstracta que no tiene nin- min valor religioso, pues despoja a Dios de su misterio, Avinambal destaca la inefabilidad esencial de lo divino, que transciende la posibilidad de un anéli- sis conceptual y de toda logica. 1.2.4 Los alcharitas: el lenguaje simbélico para expresar a Dios \ i / Idea clave: Alchart sefiala que, segin el Corin, s6lo es posible hablar de Dios por medio de un ¢ 1% at lenguaje simbélico. Mas adelante, tanto alcharitas como motacies llegan a la conclusién de que la fener nica forma apropiada de teologta es el silencio. ‘Muchos seguidores del islam piensan que la posicién de Avinambal es os- curantista y perversa. Avaljasin Avismael Alchari (878-041) propone una salida, utilizando la terminologia racionalista propia de los motaciles para TERCERA PANNE / "Tema 4 293 PRIMERA PARTE F Teed aed promover la posicién agnéstica de Avinambal. Los motaciles afirman que la revelacién de Dios no puede ir en contra de la raz6n, Alcharf usa la razén y Ia lbgica para mostrar que Dios se sittia mas alld de la comprensién humana y trata de establecer una posicion centrista entre el oscurantismo y el racio- nalismo, Algunos literalistas llegan a afirmar que si los bisnaventurados on el cielo van avera Dios, este hade poseer apariencia fisica. Esta posicién no es rechazada del todo por los chiitas, debido a su conviccién de que los imanes son encamacién de lo divino. Alchari se opone a losllteralistas ¢ insiste en que el Corn ensefta que solo es posible hablar de Dios con un lenguaje simbélico, Pero su posicisn es siem- pre de conciliacién. Afrma que el Cordn es la Palabra eterna y no creada por Dios. La tinta, el papel y el lenguaje arabe del texto, sin embargo, si han sido creados, Rechaza la doctrina motaci! del libre albedrio. Segtin é1, solo Dios puede ser el creador de las obras humanas; sin embargo, se opone ala pers pectiva tradicionista de que el ser humano no puede contribuir a su propia salvacién: Dios es el creador de las obras, pero permite que el ser humano adquicra mérito o desmérito por medio de las obras. Alchari es el fundador de la tradici6n islamita de la Calam (discurso), que se traduce per “toologia’, Sus sucesores en los siglos diez y once logran afinar la metodologia de la Calam y desarrollar sus ideas. En sus inicios, los aleha- ritas tratan de establecer una plataforma metafisica adecuada para la dis- cusién en (orno alla Soberania de Dios. El primer gran teGlogo de la escuela alchavita es Abu Bacar Albaquilani (m. 1013). Tanto los motaciles como los alcharitas tratan de establecer el nexo entre la experiencia religiosa de Dios y el conocimiento racional ordinario; se es- fuerzan por descubrir si es posible hablar de Dios de la misma forma en que se discurre acerca de otros asuntos. No obstante, al igual que los cristianos de origen griego, llogan ala conclusién de que el silencio es la tinica forma apropiada de teologia. La experiencia de la Calam les muestra que, aunque sea posible usar el método racional para mostrar que Dios es incomprensible desde un punto de vista racional, dicho método no resulta adecuado para discurrir acerca de Io divino. La Calam no llega a ser tan importante como lo es la teologia en Occidente. Los califas abasidas que habfan apoyado alos, ‘motaciles se dan cuenta de que no es posible imponer su doctrina, debido a que esia no logra echar raices entre los ficles. TEMA 4: Bl pensamiento tedgico 1.2.5 La felasafé y la visién universal de Dios Lis recewennnenaanars *% a légicamente la existencia de Dios y mostrar que fi, ‘Ald es compatible con la raz6n. La respuesta a la pregunta sobre el sentido iillimo de la vida, solo seen puede estar en un Dios que es el mismo para todos los seres humanos, sea cual sea su cultura Es importante sefialar que, en el siglo noveno, el mundo arabe vive un gran renacimiento cultural como resultado de su contacto con la filosofia y las ciencias griegas. Un grupo de traductores, cristianos seguidores de Nestorio en sit mayoria, pone en arabigo los toxtos griegos. La Astronomia, 1a Alqui- mia, la Medicina y la Matematica pueden ser estudiadas por los islamitas con tal éxito, que durante los siglos noveno y décimo se logran més descu- brimientos cientificos en el Jmperio Abasida™ que en cualquier otro periodo anterior. Surge un nuevo modelo de islamita que cultiva.el ideal que se ha denominado Jelasafa, Este término, que generalmente se traduce por “filosofia”, en rea- lidad tiene un significado mas amplio. El feldsofo pretende seguir una vida racional de acuerdo con aquellas leyes que, segiin su criterlo, gobiernan el cosmos y que se pueden descubrir en todos los niveles de Ia realidad. Ini- cialmenie se ocupan de las ciencias de la naturaleza, pero pronto se intere- san en la metafisica griega y deciden aplicar sus principios al islam. Estn convencidos de que el Dios de los filésofos es semejante a Als. Segtin ellos, la raz6n representa la forma mas avanzada de religion y ha desarrollado un concepto més sublime de Dios que aquel revelado por la Escritura, Estos pensadores consideran que no puede existir un conflicto entre ciencia y fe. Como islamitas tienen unaconcienciade lo politico, rechazan el lajo y el desplifarro de la corte, Su deseo es la reforma de la sociedad de acuerdo con las exigencias de la razén. Su cometido es importante. La ciencia y la filoso- fia habjan estado dominadas por el pensamiento griego y es urgente encon- trar el nexo entre su fe y las aproximaciones objetivas y racionales. Piensan que no ¢s saludable relegar a Dios a una categoria intelectual separada y ver la fe como algo separado de los asuntos humanos. El interés de los feldsofos no consiste en la abolicién de la religin establecida. Por lo contrario, pre- tenden purificarla de sus elementos primitivos y retardatarios; no dudan de la existencia de Dios, pero piensan que es necesario probarla légicamente y mostrar que Ald es compatible con la raz6n, Los Jeldsofos se ocupan de la filosofia y de la religién de forma més profunda que otras tradiciones monoteistas. Los motaciles y los alcharitas tratan de encontrar un nexo entre la revelaci6n y la razén natural, aunque, para ellos, TERCERA PARTE / "Tema 4 295 PRIMERA PARTE F Teed uid € Dios revelado tiene primacia, La Calam se basa en la perspectiva tradicio- nal monotefsta de la historia como teofanfa y plantea que los acontecimien- tos concretos y particulares poseen tna importancia particular debido a que ofrecen la tniea posibilidad de certeza; los alcharitas dudan de la existencia de principios y leyes generales. Por su parte, los feldsofos no le van a dar tal importancia a lo hist6rico, con- creto y particular, Cultivan una teverencia por las leyes y prineipios gene- rales, algo que los alchavitas rechazan. Su Dios se descubre por medio de argumentos lgicos, y no por medio de revelaciones particulares en varios momentos a hombres y mujeres individuales. Esta btisqueda de la verdad objetiva y general caracteriza sus estudios cientificos y va a condicionar el camino por medio del cual ellos experimentan la realidad tltima: un Dios que no sea el misino para todos los seres humanos, incluyendo sus diversos matices culturales, no ofrece nna solucién satisfactoria a la pregunta religio- sa fundamental: {cual es el significado tiltimo de la vida? Para los feldsafos, no es posible ocuparse de la bisqueda de soluciones cientificas que tengan ‘una aplicacién universal en el laboratorio y orarle a un Dios que cada vez més es considerado por los creyentes como posesién privada del islam. El propio Corn, segiin cllos, les revela que Mahoma mismo sostiene una visién universal ¢ insiste en que todas las religiones genuinas vienen de Dios. Los feldsofos estan convencidos de que no es necesario rechazar el Corén, pues no existe ninguna contradicci6n fundamental entre ciencia, racional- dad y fe. Desarrollan tna filosofia que se ha denominado “filosofia profética’: trata de descubrir el micleo de verdad presente en la profundidad de las reli- giones hist6ricas que han tratado de definir la realidad del mismo Dios desde los comienzos de la historia, Hay que senalar que, aunque la felasafa recibe inspiracion y fundamentacion tedrica al encontrarse con la ciencia y Ia metafisica griogas, su dopendencia noes absoluta. Los griegos habfan impulsado, en sus colonias de Oriente Me- dio, un curriculo basico; este, aunque permitia diversos énfasis en la filosofia helénica, exigia que cada estudiante leyese una serie de textos en un orden particular; el resultado era un cierto grado de orden ¥ coherencia. Los feldso- fos no siguen un curriculo semejante: ellos van leyendo los textos de acuerdo con su disponibilidad, lo que les permite captar, desarrollar ¢ introducir nue- vas perspectivas; ademas de sus propias perspectives islémicas y érabes, su pensamiento es enriquecido por el de los persas y de los gnésticos. Jaco Alquindi (m. 870) es el primer islamita que trata de aplicar el método racionalista al Corén, Su cercania a los motaciles lo coloca en una posicin contraria a Aristételes en muchos asuntos. Su produccién en los campos de la filosofia, la ciencia y la matemética es extraordinaria; no obsiante, su preocupacién fundamental es la religién. Su formacién motacil lo conduce a que ¥ea la filosofia como sierva o instrumento de la revelacién; para él, el conocimiento inspirado de los profetas trasciende y supera las perspectivas 296 Teotogia crastione esta en crisis. Otros grandes pensadores islamicos son Jamid Algazali (1058 1111), representante de los alehavitas, y Wali Aman Averroes (1126-1198), de Cordoba, quien Iega a tener una gran influencia en el Oeste tanto sobre los Judios como sobre los cristianos; su influencia sobre Maimonides, Tomas de “Aquino y Alberto Magno es decisiva, Las disciplinas de la Galam y de la Felasoyd inspiran un movimiento anatogo entre los judios del Imperio Iskimico. Los filésofos judfos no se ocupan, sin embargo, del conocimiento filoséfico; se concentran en asuntos religiosos. Se sienten retados por el islam a responder en sus propios términos. Esto significa intentar de encuadrar al Dios personal de su Biblia con cl Dios de la Felasafé. Los representantes mas conocidos de este movimiento son Sadia José (882-042), Bahia Pakuda (M, 1080), Juda Jalevi (1085-1141) y, finalmen- te, el rabino Moisés Maimonides, de Cordoba (1135-1204). 2. LAREDENCION, LA EDAD MESIANICAY LA SALVACION" Eneste periodo la concepcidn teolégica de la historia esti condicionada por el pensamiento de Agustin, para quien la historia esta dominada por la con- cupiscencia en cuanto efecto del pecado original. Se la ve como enajenada del Creador y, porende, necesitada de la accién liberadora de Cristo, a quien sc le ha dado el poder para salvar tanto al mundo como ala historia; esta liberacién es un proceso que se inicia aquf en la tierra, a la que se concibe como un gran campo de batalla donde Dios y Satanas luchan por la conquista de las almas. Debido a su importancia en la cosmovisisn occidental, ahondaré en algunos elementos propios de esta concepci6n de liberacion. Bl poder de las tinieblas, de] mal, de la esclavitud, de las fuerzas atvicas, era representado en las mito- logias clasicas por Hades, Plutén o Poseidén. Estos tenfan nexos con figuras como el dios de la Buena Suerte (Agatodemonio)y el Sefior del Abismo. Este {iltimo cra un dios siniestro y terrible, representado como un monstrio mari no cubierto de escamas, como una especie de cocodrilo (es el principe de la ilusiény de la mentira} la antigua serpiente marina de lossumerios Ningizzida es el arquetipo de este sejior del abismo acuitico de donde surge y a donde regresa la vida mortal (representacién de la salida y del regreso al Parafso). Entre los celtas el mundo subterrineo estaba gobernado por Sucellos, el co- rrespondiente, dentro de esta mitologia, al Sefior del Abismo. Sin lugar a dudas, la representacién del diablo en el cristianismo depende de las culturas cireunvecinas, pero también existen diferencias significativas con respecto a su papel en el universo cristiano, En el Hortulus Deliciarum (@Pequeno jardén de las delicias), un manual compilado por la abadesa 16 Como fuentes para Ia elaboracién de este partado wsames a Armstrong (1084, pp. 17122) ¥ Campbell 1958), 300 Teo TRMA 4: EL pons r Herrand von Landsberg (muerta en 1195) para ayudar a las monjas en el arte de enseiar, se presenta la doctrina de la salvaci6n predominante en el cri tianismo durante sus primeros doce siglos. Se basa en una metéfora elaborada por Gregorio el Grande, como papa (500- 604), conocida como la “doctrina del rescate”, Segiin sus intérpretes, esta se fundamentaen las propias palabras del Salvador, tal como se consigna en los evangelios de Marcos y Mateo: “Tampoco el Hijo del Hombre ha venido aser servido, sino a servir ya dar su vida como rescate de muchos’ (Mc. 10,45 y Mt, 20,28), Ireneo de Lyon (125-203) y el tedlogo alejandrino Origenes (182- 255) aparentemente fueron los primeros en lecr una tesis teolégica en esta metéfora, que luego fue aceptada incluso por Agustin de Hipona (354-430). EI mito cristiano de la liberacién por medio de la salvacién redentora es un tema central en la teologia cristiana, En un dibujo ilustrativo que aparece en el mencionado manual, se representa a Dios Padre en el cielo, tratando de pescar al diablo en la forma del monstrue Leviatan; para ello utiliza como cuerda a los reyes de la familia real de David, con la Cruz como anzuelo y st hijo como carnada, El mensaje es el siguiente: el demonio se aparecié en forma de serpiente en el jardin del Edén, y mediante este truco adquirié un derecho legal sobre el alma humana, Dios, como un Dios justo, tenia que observar este derecho. Poro, como habia sido adquirido por medio de un truco, Dios igualmente po- dia darle término por medio de otro truco: ofrecié como rescate, por el alma del ser humano, el alma de su propio Hijo, sabiendo que la segunda persona de la Trinidad esta mas alla de la influencia de la corrupeién, y que Satandss no podria ejercer influencia alguna sobre El. La humanidad de Cristo fue, por lo tanto, la carnada que el demonio mordié como un pez, s6lo para ser ensartado por el anzuelo de la Cruz, del que el Hijo de Dios escapo por medio do Ia rosurreccién. En este cristianismo se percibe el mundo como enajenado de Dios y como peligro para el ser humano, pues est tealégieamente excluido de Ia salva- cidn. Elser humano esta exilado en la tierra, Por ello no se le da granimpor- tancia al estudio de las relaciones del ser humano con la historia, En la produceién teol6gica de los siglos 1x, x y 11, prevalece el método deduc- tivo. El punto de partida de la reflexidnes el estado de pecado, de esclavitud, en que se encuentra el ser humano. El problema central se plantea en la siguiente expresién: “Si Adin no hubiese pecado, se hubiese encarnado el Hijo de Dios?” (Utrwn Adam non pecusset Filius Dei incarnatur fuisset). Esta formulacién ejemplifica la practica, corrlente en este periodo, de con- cebir la relacién de Cristo con los seres humanos desde la Sptica de lareden- cién del pecado, desde luego aceptando la perspectiva de una redenci6n ya realizada por Cristo. Elmétodo deductivo es coherente con una concepcién segtin la cual la expectativa mesidnica ya se ha realizado. Teen Aner: / Tema 4 301 2.1. REDENCIONY ENCARNACION SEGUN ANSELMO DE CANTERBURY i 2 4 tg Idea clave: Segtin Anselmo, Cristo, en tanto ser a infinito a la vez que verdadero Dios y verdadero fr hombre, es el representante perfecto para que la especie humana ofrezca una satisfaccién por la Yc cfensa infinita cometida ante Dios. En la discusién entre fe y raz6n, considera que se puede coroce: a Dios por medio de la Fe. Uno de los tedlogos més conocidos fue Anselmo de Canterbury (1034-1109). Sulibro Cur Deus Homo (Por qué Dios se hizo hombre), escrito a comienzos del siglo w, es la primora obra de indole teolégica que trata especificamente el tema de la redencién y en la que se plantea lo correspondiente al fin de la enearnacién. Su pensamiento acerca de la redencién parte de dos puntos fundamentales: la nocién de un Dios sabio, justo por excelencia, soberano, y la considera- cidn del pecado original como fuente y raiz de los pecados personales. El pecado original coloca al ser humano en un estado de muerte espiritual, esto es tanto més grave cuanto los individuos tienen la obligacién de poseer la Justicia original, ya que nunca pierden su finalidad sobrenatural, A partir de estos postulados, Anselmo trata de deducir las “razones necesa- rias” que demuestren, no solo la conveniencia, sino también la necesidad, de Ia encarnacién y de la muerte de Cristo. Cur Deas Homo se convierte asi en su obra principal. Coloca la encarnacién en la dptica del pecado y de sus consecuencias. Se aparta de la visi6n prevaleciente, que partia de la necesidad de rescatar al ser humano de las manos del demonio o diablo que habia logrado dominio sobre él por medio de un truco. Para Anseimo, la situacion del decaimiento que afecta al ser humano se debe a que este se ha separado de Dios al desobedecer sus mandatos. No se re- quiere, por lo tanto, un rescate que se pague a Satands. Lo que se requiere es tina satisfaccién ofrecida a Dios por la injuria cometida, injuria que se ha hecho contra la infinita majestad de Dios por el ser humano finito. Ninguna oferta hecha por este es capar de satisfacer la ofensa cometida. Todo el pro- grama de Dios para la creacién queda frustrado por este obstdculo de orden legal, pues Dios es sumamente justo. Este es el tema de Cur Deus Homo. Si apelamos a la bondad de Dios, se podrfa pensar que Dios puede perdo- nar el pecado. No obstante, la bondad divina no puede actuar sin justicia, 302 Xi TRMA 4: EL pons pica Dios no puede negar ninguno de sus atributos y, debido a su justicia, debe exigir la restituci6n, De modo que es absolutamente necesario que se dé una satisfacci6n proporcionada a la pena: + Lapenano es una solucién posible, ya que implicaria la condenacién de todos los seres humanos y un cambio radical de su destino. + Queda solo una solucién posible: la satisfaccién. Pero el ser humano no puede satisfacer por st pecado, putes no es posible que un ser pecador satisfaga por su propio peeado. Bl ser humano puede hon- rar a Dios, pues Dios es su creador, pero ese mismo honor no puede rendirse por motivo del pecado. Solo una persona digna, sin mancha, puede rendir tal satisfaccion. Nos encontramos ante tna situacién dramética. El ser humano no puede sa- tistacer por su pecado; no obstante, tiene que participar de alguna manera de la reparacién, ya que éles quien ha pecado; Dios no podria satisfacer por si mismo, pues eso serfa pura ficcién. La tinica solucién posible es la que ofre- ce el ser humano-Dios, Jesucristo, quien por medio de su muerte voluntaria, ofrece a Dios una satisfaceién que armoniza con todas sus exigencias. En Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre, la especie humana tiene un re- presentante perfecto, pueses infinito y, por lo tanto, adecuado para ofrecer una satisfaccién por la ofensa infinita, Anselmo, al igual que los otros teélogos contemporaneos suyos, tiene que enfrentar el problema del papel de la relacion entre razon y fe, Manifiesta su gran optimismo con respecto a la raz6n humana y piensa que, a partir de la Fe, todo se puede demostrar. Su Dios no es Nada, sino lo mas supremo de todos los seres. Anselmo insiste en que, aunque hasta los no creyentes se pueden hacer una idea de un ser supremo, solo se puede conocer a Dios por la fe: “Suspiro por comprender algo de tu verdad en la que creo y a la que amo con todo mi coraz6n. No deseo comprender pata creer, sino que creo para poder com- prender’. No se trata de una renuncia al entendimiento, se trata de estar dispuesto a entregarse, a conflat, para comprender. En la época de Anselmo, la palabra “creer” significa conflar y ser flel; no tiene, por lo tanto, la connotacién inte- lectual que hoy tiene la palabra “creencia’. Durante los siglos x1 al xv la ex- periencia religiosa de Dios tiene primacfa, siendo anterior a la comprensién y explicacion légicas, Con respecto a esta preocupacién acerca de la relacién entre fe y ciencia, vale mencionar que este tema fue objeto de mucha discusion. RCRA PARTE /"Tema 4 303 Ca 2.2 DUNS ESCOTO ERIGENA: . EL CONTACTO ENTRE FEY RAZON Idea clave: Duns Escoto propone las paradojas como tinica forma de explicar a Dios, pues po- nen de relieve las limitaciones del entendimien- tohumano. En el siglo 1%, la tologfa oriental sigue inspirando a algunos de los cristia- nos mas preparados de Occidente. Uno de estos es el fildsofo irlandés Duns Escoto Erigena (810-877), quien abandona su pais natal para trabajar en la corte del rey de los francos Carlos el Valiente. Este autor traduce al latin muchas de las obras de los Padres de la Iglesia oriental, entre ellas las de Dionisio Areopagita, que hasta ese momento eran inaccesibles para los cris- tianos de Occidente. Escoto sostiene que la fe y la razén no se excluyen mutuamente y que la fi- losofia puede servir para acceder a Dios. Hay que recordar, a propdsito, que Platén y Aristételes son los maestros de los que se exige una justifics racional de la religién cristiana. Desde esta perspectiva, se considera que los, métodos de la légica y de la investigacién racional pueden iluminar la Biblia y los escritos de los Padres; esto, sin embargo, no significa que la interpreta j6n tenga que ser literal. Sogiin Escoto, hay que interpretar simbélicamente algunos pasajes de la Es- critura; la teologia es un tipo de poesia. Siguiendo al tedlogo Dionisio, él pro- pone que a Dios solo se lo puede explicar con las paradojas que nos hacen conscientes de las Limitaciones de nuestro entendimiento. La aproximacién positiva hacia Dios es tan valida como la negativa, ya que Dios es incomprensible y ni siquiera Ios angeles comprenden su naturaleza esencial. Tan vélido es afirmar que “Dios es sabio” como que “Dios no es sabio”, pues no es semejante a los seres humanos. Esta paradoja conduce al tercer modo dionisiano de hablar de Dios, cuando concluye que “El es mas que sabio”. 304 Teotagia u ynamlatasdicon nl TEMA 4: El ponsamiento tecnico Nos encontramos no ante una mera falacia lingiiistica, sino ante un método que yuxtapone dos proposiciones que se excluyen mutuamente y sirve para cultivar en nosotros el sentido del misterio que representa nuestra palabra “Dios”, ya que esta nunca puede ser abareada por un concepto puramente humano: Dios no es objeto; no posce el ser en un sentido que podamos com- prender, es “mas que ser”. En este sentido Dios no es “nada” y lo es “todo”. Esta presente en todas las criataras. Esta reflexién lo llevaa resaltar la inma- nencia de Dios. Escoto Erigena pone en claro que la teologfa cristiana occidental tiene mu- cho que aprender de la oriental, pero en 1054 las iglesias de Oriente y Occi- dente rompen sus relaciones en un cisma que dura hasta nuestros dfas. Des- pués del cisma, orientales y occidentales han seguido caminos diferentes: + Para los ortodoxos griegos, la theologfa (el estudio sobre Dios) se limita a la contemplacién de Dios en las doctrinas esencialmente misticas de la Trinidad, de Ja encarnacion y de la redencidn, Ellos no hablan de una “teologia de la gracia’ o de “teologia pastoral”, puesno estén interesados en discusiones y elucubraciones teéricas acerca de temas especificos secundarios. + En Occidente, dado el interés por dar definiciones y lograr una opi- nin correcta y vinculante para todos, se muestra una tendencia a definir y estatuir. Més tarde con la Reforma, los eatélicos y protes- tantes no serdn capaces de legar a acuerdos acerca de cémo ocurre Ja salvacion o qué es exactamente la eucaristia. Los orientales se han mostrado siempre escépticosante el racionalismo: con- sideran que este es siempre inapropiado para resolver controversias acerca de un Dios que elude todo concepto y toda légica. Ellos pueden aceptar la logica en los estudios seculares, pero estan convencidos de que puede poner en peligro la fe. La légica solo es atractiva para la parte activa y locuaz de la mente; por el contrario, la Theoria no es una opinién intelectual es un silencio disciplinado ante Dios, que solo puede ser conocido mediante la experiencia religiosa y mistica. Irénicamente, los cristianos de Occidente comienzan a profundizar en la re- lacién entre fe y raz6n precisamente cuando tanto los cristianos orientales ‘como los musulmanes comienzan a perder su confianza en la “raz6n". Teen Aner: / Tema 4 305 Ca 2.3. EL PODER DEL AMOR EN PEDRO ABELARDO, 2 \ i Z Idea clave: Siguiendo la problemdtica propia de su = ea tiempo, Pedro Abelardo plantea que la crucifixién de Cristo se dirige a los seres humanos para desper- tarla compasin y conversién al Salvador. El unico requisito es una respuesta amorosa, y el poder del amor por si mismo realiza el regreso del ser huma- noa Dios. Pedro Abelardo nace en la Bretaia celta en 1079. Este poeta, miisico y filé- sofo enseiia en la Universidad de Paris y llega a ser una figura importante en la renovacion intelectual europea del siglo x1, logrando que un gran nimero de jévenes lo sigan, Esto lo leva a un conflicto con Bernardo, abad de la abadta cistereiense de Claraval en Borgoiia. Bernardo es posiblemente el hombre mis poderoso de Europa; su elocuencia ha promovido una revolucién monéstica en Europay tie- ne amigos poderosos, entre ellos el papa Eugenio ity el rey Luis vu de Francia; muchos jovenes dejan sus casas para ingresar a la orden cisterciense. Bernardo -quien seré el predicador de Ia segunda cruzada en 1146- es una persona inteligente que Ie da un rasgo interior a la piedad exterior de la Eu- topa Occidental; se siente profundamente molesto con el intelectualismo de ciertos cristianos como Abelardo y se propone callarlo. De esta manera, acusa a Abelardo de querer reducir a la nada el mérito de la fe cristiana al proponer que con la razn humana se puede comprender a Dios. En el afo 1141, convoca a Abelardo al concilio de Sens donde, Junto con los partidarios suyos, a quienes ha convocado también, hace que este se derrumbe y muera al afio siguiente. Armanera de reilexién Quizd Bernardo tenia alguna raz6n al estar preocu- aco por el racionalismo que intentaba explicar el misterio de Dios y amenazaba con minar la admi- raci6n y el respeto que se le tenia, pero la subjet- vvidad desenfrenada que no examina los prejuicios propios puede conducir a los peores excesos reli 'Bi0s0s. ;Usted qué opinat 300 Xi TRMA 4: EL pons r Abelardo también es famoso per laleyenda de su romance con Heloisa. Esta leyenda es una metéfora que nos permite introducirnes en el espiritu propio de la 6poca, Abelardo tiene treinta y ocho aitos y, tal como nos cuenta en su Historia calamitatum, busca relacionarse con la sobrina del canonigo Fulbert, Heloise, de dieciocho afios, Estamos en Ia edad de los trovadores en Europa y, en cierto sentido, se pue- de decirque el amor esti en la atmésfera, conformando tanto las narraciones como las vidas, especialmente de personas de noble coraz6n, cuya valentia en su conocimiento del amor anuncia el gran tema que con el tiempo va alle- gar aser la seftal caracteristica de nuestra cultura: cl valor para afirmar, fren- te ala tradicién, la importancia que tiene el conocimiento que se confirma por medio de nuestra propia experiencia controlada, 0 sea, el conocimiento creativo. En el destino de Occidente, el primero de estos conocimientos creativos ¢s Ja majestad del amor frente al utilitarismo del sistema sacramental de la Iglesia Catélica. El segundo de los conocimientos creativos es el racional. ‘Tenemos asi dos formas mitolégicas contrapuestas: la utilitarista autoritaria y la mitolégica creativa. En estas formas conviven, a veces conflictivay otras armoniosamente, la tendencia en que prevalece lo afectivo, espontanco, y la tendencia que prioriza la raz6n. Siguiondo la problemstica propia de su tiempo, Abelardo plantes una expli- cacién conmovedora de la expiaci6n: Cristo habria sido crucificado como una ofrenda que se dirigié no a Dios ni a Satands, sino a los seres humanos para despertar en nosotros la compasion y convertirnos al Salvador; ‘odo lo que se requiere para ser redimidos es una respuesta amorosa, y el poder del amor por si mismo realiza el regreso del ser humano a Dios. Este autor no distingue entre la gracia natural y la sobrenatural, entre las bondades natu- rales de quien no ha sido bautizado y la gracia que se concede por medio de Jos sacramentos; piensa que los que no han sido bautizados también podrfan salvarse; esto significa que los sacramentos no son necesatios y que la gracia natural resulta suficiente para la salvaci6n. De esta manera, Abelardo explora una perspectiva de la salvacién redentora en que el Mesias no se constituye en el fundamento de un mundo sagrado,en otras palabras, segregado. No es el principio de exclusién que da cabida a la division entra salvos y condenados. E] Mesias expresa la esperanza en que, por su desprendimiento y desapego de sf, fil es ese Gran Hombre que mora entre nosotros y que se convierte en camino, en vida y en verdad, Como he seftalado, los primeros siglos de la Edad Media estan marcados por una gran transformacién cultural y religiosa que van marcando la cultura y la religiosidad de Europa occidental. En estos tiempos se forjan los rasgos propios de la religiosidad y la piedad que luego los europeos traeran a Amé- rica, También se crean las condiciones para que surja una reflexi6n teolégica Teen Aner: / Tema 4 307 TERCERA PARTE: rica y creativa, que al irse consolidando un modelo de Iglesia dogmatico y autoritario, iré adquiriendo una impronta dogmatica y juridiea, iré perdiendo su autonomia y se convertird en tn instrumento del poder eclesiéstico. En [a cuarta paite, nos detendremos en la exposi- cidn de ambas vertientes: aquella marcada por la ccreatividad y la caracterizada por el autoritarismo. 308 Teologia cristiona: historia y contexte de su deserve TEMA 4: El ponsamiento tecnico = q x EJERCICIOS ~~ ol py 1) Blabore un cuadro que represente cuatro de las principales corrientes del islam y mencione algumo de sus representantes: aljaditas (tradic cionistas), motaciles (racionalistas), sufitas (misticos) y los feldsofos (acionalistas moderaios). 2) gCual visién del mundo favorece el desarrollo de la idea de un mundo necesitado de liberacion? Analice esta situacién desde los mitos extra- bfblicos hasta S. Agustin, el Pseudo-Dionisio, Duns Seoto y San Ansel- mo, 3) Deseriba la relacién entre fe yraz6n en Duns Scoto, Anselmo, Bernardo y Pedro Ahelardo. Tee PAREN / Tema 4 309 oc A ceed aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. TEMA 5: Bl ‘Como en este capitulo me he referido a la simbologia particular cristiana acerva de la redencién, la edad mesisnica y la salvacién haré, a manera de cierre, algunas consideraciones acerca de los simbolos y los mitos. Estas consideraciones oftecen, ademis, un marco explicativo para una mejor com- prensidn de este libro. 1, TENDENCIAS Y FUNCIONES DE LOS MITOS 2 \ i i Idea clave: En los mitos puede prevalecer una ten- ae dencia tradicional 0 una tendencia creativa. Asi- fi mismo, pueden cumplir diversas funciones: recon. ciliar el despertar de la conciencia con el misterio "se del universo; vislumbrar una imagen interpretativa de este; propone: un orden moral; proveer la cen- tralizacion y el deservolvimiento del individuo. En el transcurso de la historia, el ser humano ha generado conjuntos simbé- licos o mitos que constituyen un elemento eje de la dimensi6n espiritual de la fuerza estructurante de su civilizacién. Estos conjuntos simbélicos 0 mitos Je permtiten al ser humano comunicar sus experiencias mas profundas (pers- pectivas, sentimientos y compromisos). Por ello, determinan y posibilitan la percepcién, la accién y el pensamiento del ser humano. Existen algunos mitos en que prevalece una tendencia tradicional y otros en que predomina una tendencia creativa. La tendencia tradicional se ca- racteriza por que los simbolos se presentan en formas rituales, socialmente sustentados, y por medio de ellos se controla la experiencia del individuo. La tendencia creativa es una reversién del orden anterior: el individuo tiene su propia experiencia de orden, de horror, de belleza, de gozo, de asombro, etc,, que trata de comunicar por medio de signos; si su realizacion tiene cle ta profundidad e importancia, su comunicacién tendri el valor y la fuerza de un mito pleno de vida para quienes lo reciben y responden a él en forma no coercitiva, Considero que todo conjunto mitolégico o mito, para tener vigencia, tiene que portar ambas tendencias: un conjunto simbélico que carezca de rasgos tradicionales simplemente no simboliza, y si no se relaciona con la experien- cia individual, pierde su sentido. Los simbolos mitolégicos tocan y activan centros de vitalidad que van mas alld del alcance de los vocabularios de la raz6n y la coerci6n, En la cultura, los mitos cumplen diversas funciones: + La primera funcién consiste en reconciliar el despertar de la con- ciencia con el misterio del universo tal cual es. TERCERA PARTE / "Tema 5 313 on F Tee aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book.

You might also like