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Introducción a los sacramentos y la Eucaristía1 (Guía)

(Introducción a Sacramentos+ Eucaristía)
(Guía De Catequesis para el Catequista)

El catequista debe tener presente los objetivos de la Catequesis y cumplirlos, mientras

planifica y da la Catequesis.

(*) Orden general de la Catequesis

(0) Repaso breve de semana anterior o bloque dado, comentarios tarea vivencial.

(1) Partir de la vida (Evoco opcional)

(2) Tema (se usa “Partir de la vida”)

(3) Subtema (se usa “Partir de la vida”)

(4) Reflexiono (Puede ir después de cada subtema y debe ir al final de la Catequesis - antes
del taller)

(5) Taller

(6) Reflexiono (Reflexión de taller y reflexión final)

Nota2: Durante la Catequesis de deben incluir las citas de “ilumina con la palabra” y se
puede complementar con la frases sugeridas a utilizar. Es obligatorio que el charlista lea
y se auxilie del YOUCAT.

1 Inicio bloque tres, Alimento para el alma (Sacramentos de la Fe). Hacerlo notar.
2YOUCAT #193 y #208-212
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(1) Objetivo General

Dar a conocer al joven, la Eucaristía como una fiesta en la que Cristo y su amor se hacen
presentes.

Objetivos específicos
1. Experiencia de vida. Compartir con los jóvenes la importancia de la eucaristía en
nuestra vida (alimento para el alma).
2. Experiencia de fe: Darle a entender a los jóvenes la importancia de acercarse a este
sacramento y porque se encuentra presente en todos los demás.

Cognoscitivo
Que el joven Conozca a Jesús sacramentado, su importancia. Hacer notar que la Eucaristía se
encuentra presente en todos los demás sacramentos y es Cristo vivo (es de suma importancia
saberlo y reconocerlo). Incentivarlos a asistir a Eucaristía

Afectivo
Despertar en el joven la inquietud de que así como el cuerpo necesita alimento el alma también.

Psicomotriz
Que los confirmandos aprendan que la eucaristía no es un recuerdo, ni una representación. Es
real, es un memorial.

(2) Iluminar con la palabra

Citas Bíblicas

Juan 6, 51-60 / Lucas 22, 7-20 / Mateo 26, 17-29 / Marcos 14, 12-25 / 1 Corintios 11, 23-29 /
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Frases

“En la Sagrada Eucaristía nos hacemos uno con Dios como el alimento con el cuerpo”. (San
Francisco de Sales)

“Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor,
hasta que vuelva”. (1 Cor 11,26)

“En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre,
no tendréis vida en vosotros”. (Jn 6, 53)

“Haced esto en memoria mía”. (1 Cor 11,24).

“Por la consagración se realiza la transubstanciación del pan y del vino en el Cuerpo y la Sangre
de Cristo. Bajo las especies consagradas del pan y del vino, Cristo mismo, vivo y glorioso, está
presente de manera verdadera, real y substancial, con su Cuerpo, su Sangre, su alma y su
divinidad”. (CEC)

“Es Cristo mismo, sumo sacerdote y eterno de la nueva Alianza, quien, por el ministerio de los
sacerdotes, ofrece el sacrificio eucarístico. Y es también el mismo Cristo, realmente presente
bajo las especies del pan y del vino, la ofrenda del sacrificio eucarístico”. (CEC)

“El primer anuncio de la Eucaristía dividió a los discípulos, igual que el anuncio de la pasión los
escandalizó: "Es duro este lenguaje, ¿quién puede escucharlo?" (Jn 6,60). La Eucaristía y la cruz
son piedras de escándalo. Es el mismo misterio, y no cesa de ser ocasión de división”. (CEC)
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(3) Partir de la Vida

(Experiencia de vida, ejemplo para tema/subtema. debe ser un ejemplo o varios aplicados a la
vida cotidiana) Esta parte se usa antes, durante o después del tema o subtema dado.

Experiencias de vida en dos sentidos:

Experiencia de vida (reflexión de una experiencia cotidiana, común o que la dinámica
sea realizable y coherente con la Catequesis.)
Experiencia de Fe (No “ayuda a reflexionar”, ni “es un aporte”, sino que la cita bíblica es
el punto de partida de la reflexión, es decir “ilumina con la palabra”)

Evoco
Alguna experiencia de vida (Propia o de alguien más que quieran compartir) que él/los
catequistas a cargo de la Catequesis. Dicha experiencia para mostrar con un ejemplo concreto
con respecto al tema/subtema que se esté presentando. Siempre deben haber experiencias (por
muy sencillas que sean) que vayan con la Catequesis dada.

Las fiestas son y han sido momentos importantes en los que cada familia, población o cultura,
expresan el gozo de vivir, de ser, de pertenecer. Y hay un motivo que les une a las otras personas,
con las cuales quieren unir su gozo y expresarlo en un festejo, como un éxtasis de la vida.
También es importante clarificar que hay diferentes tipos de fiestas y la experiencia que tenemos
en ellas. Por otra parte, los invitados son tan diferentes. No todos viven igual esta celebración,
aunque todos hayan sido invitados a ella. Unos van como amigos; unos íntimos y otros
superficiales. Otros van por ser familiares o conocidos. Y así cada participante tiene una
experiencia diferente. Y sin embargo, es un sólo motivo: participar en esa fiesta.

Provocó
• ¿Qué son las fiestas? ¿Podríamos decir que existe un motivo común por el cual todo ser
humano o toda cultura necesita las fiestas? ¿Cuáles son las fiestas que más gozas o más
satisfacción te han dejado? ¿Qué se vivió en ellas? ¿Cuáles son los motivos principales por
los que las personas van a Misa? Si la misa es una fiesta, ¿Somos invitados?, ¿Somos
familiares o participamos del motivo del Pueblo que celebra y su fe viva?
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(4) Contenido

Estructura de Contenido
Los puntos clave a tratar dentro de cada Catequesis.

● Introducción a Sacramentos
○ ¿Qué son?
○ ¿Cómo se clasifican y para qué son?
● La Eucaristía
○ ¿Qué es la eucaristía?
○ Eucaristía: Memorial y Nueva alianza
○ Frutos de la Comunión (¿Para qué sirve?)
○ ¿Por qué lo hacemos?

Desarrollo del Contenido

Con esta Catequesis se inicia el bloque “Alimento para el Alma” (Sacramentos), es importante
hacerlo notar.

A. Introducción a los sacramentos

Todos los sacramentos son un encuentro con Cristo, que es Él mismo el sacramento original.

Se dividen así:

De iniciación: que introducen en la fe, Bautismo, Confirmación y Eucaristía.

o El Bautismo vincula a Cristo.
o La Confirmación nos concede su Espíritu Santo.
o La Eucaristía nos hace uno con él3.

De curación: Penitencia y Unción de enfermos.

o La Penitencia nos reconcilia con Cristo.
o Mediante la Unción de los enfermos es Cristo quien cura, fortalece y consuela.

De servicio de la comunión y misión de los fíeles: Matrimonio y Orden Sacerdotal.

o En el Matrimonio Cristo promete su amor en nuestro amor y su fidelidad en nuestra
fidelidad.
o Mediante el sacramento del Orden los sacerdotes son capacitados para perdonar
pecados y celebrar la Santa Misa.

3 Hacer notar qué es la primera comunión.

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B. La Eucaristía

El sacramento de la eucaristía se da al inicio del bloque de “Alimento para el alma” debido a la

importancia de este sacramento (“fuente y cima de vida Cristiana”, “centro misterioso de todos
los sacramentos”, “el compendio y suma de nuestra fe”).

• ¿Qué es la Eucaristía?

La Eucaristía es “fuente y cima de vida cristiana”. Los demás sacramentos y las obras de
apostolado están unidos a la Eucaristía. La Eucaristía contiene, en efecto, todo el bien espiritual
de la Iglesia, es decir, a Cristo mismo.

Es Cristo Vivo, cuerpo y sangre de Cristo. No es una representación, no es un signo, no es un

símbolo, es El. En la Santa Misa, son consagrados4 en la transustanciación5 el pan y el vino y
se transforman por ello en el cuerpo y la sangre de Cristo.6

La Eucaristía es el centro misterioso de todos los sacramentos, porque el sacrificio histórico

de Jesús en la Cruz se hace presente durante la transubstanciación de un modo oculto e
incruento.

Significa la comunión con Dios y la unidad del Pueblo de Dios por las que la Iglesia es ella
misma. Por ella Dios santifica al mundo. Dos palabras que describen lo que realmente pasa:
COMUN – UNION. Una unión en común, para formar un solo cuerpo con Dios, la iglesia.

Con la Eucaristía nos unimos a la liturgia7 del cielo y a su vez anticipamos la vida eterna
cuando Dios será nuestra fe. La Eucaristía es el compendio y suma de nuestra fe.

Todo lo que Él es y hace por nosotros, se hace presente en cada Misa: su vida, sus palabras,
su entrega permanente, su muerte en la Cruz, su resurrección. Por eso la grandeza de esta
fiesta de amor, fiesta de salvación, y cómo estamos participando en ella.

4Consagración: (lat. Consecratio= consagración): Una consagración es la acción solemne de consagrar.

(YOUCAT) Consagrar: Hacer sagrado a alguien o algo. (DRAE)
5Conversión de las sustancias del pan y del vino en el cuerpo y sangre de Jesucristo. (DRAE)

6 También los obispos, presbíteros y diáconos son consagrados, así como objetos dedicados

especialmente al servicio de Dios, como iglesias y altares. (YOUCAT)

7
Liturgia: (del griego leiturgia= acción pública, función, servicio del pueblo y para el pueblo): En la tradición
cristiana la Liturgia significa que el Pueblo de Dios participa en la «obra de Dios». El centro de las
celebraciones litúrgicas es en primer lugar la sagrada Eucaristía; todas las demás celebraciones litúrgicas,
por ejemplo, la celebración de los demás Sacramentos, devociones, bendiciones, procesiones y la Liturgia
de las Horas, están ordenados a ella. (YOUCAT)
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La Misa requiere una participación activa y alegre, pues estamos en una fiesta.

Hay signos externos que nos ayudan a estar en ambiente de fiesta. Encontramos flores,
cantos, asientos preparados para que quien asista se encuentre acogido. Hay una mesa
de la que participamos todos los invitados al banquete.

Este sacramento se expresa mediante distintos nombres que se le da.

o Eucaristía: (del griego: eucharistein, acción de dar gracias) recuerdo de las bendiciones
judías, especialmente por los alimentos, también a las obras de Dios: la creación, la redención
y la santificación.

o Banquete del Señor: porque trata de la Cena que el Señor celebró con sus discípulos. Y
anticipa el banquete de bodas del Cordero en el Reino de los Cielos. Cada celebración
eucarística es aún hoy el mismo banquete que celebró Jesús con sus discípulos, y al mismo
tiempo la anticipación del banquete que el Señor celebrará con los redimidos al final de los
tiempos. No somos nosotros los hombres los que hacemos la celebración, es el Señor quien
convoca a ella y está presente en ella de un modo misterioso.

o Fracción del pan: fue utilizado por Jesús cuando bendecía y partía el pan como cabeza de
familia en la última cena. Con ese mismo gesto sus discípulos lo reconocerán luego de la
resurrección. Con ellos se quiere significar que todos comen de este único pan y entran
en comunión con él y forman un solo cuerpo en él.

o Asamblea eucarística (synaxis) es celebrada en la asamblea de los fieles (Santa Misa), La

celebración del banquete del Señor es también una asamblea de «acción de gracias», en la
que la Iglesia encuentra su expresión visible.

o Memorial ya que nos recuerda del sacrificio hecho por amor de Jesucristo por nuestra
salvación. Santo Sacrificio que completa y supera todos los sacrificios de la Antigua
Alianza.

o Santa y divina liturgia porque toda la liturgia de la Iglesia encuentra su centro y su

expresión en este sacramento. Se le llama así porque es “el Sacramento de los
Sacramentos”. En la celebración eucarística se unen la Iglesia celeste y terrestre en una
única fiesta. Puesto que Los dones eucarísticos en los que Cristo está presente son, por así
decir, lo más santo en este mundo, son llamados también Santísimo Sacramento.
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o Comunión porque por este sacramento nos unimos a Cristo que nos hace participes de su
cuerpo y de su sangre para formas un solo cuerpo, que es la Iglesia.

o Santa Misa, Santo Sacrificio, Sacrificio de la misa: el único sacrificio de Cristo, que completa
y supera todos los sacrificios, se hace presente en la Eucaristía. En ella se realiza el misterio
de la salvación y termina con él envió de los fieles a fin de que cumplan la voluntad de Dios
en su vida cotidiana.

Debemos considerar a la Eucaristía:

• Como acción de gracias y alabanza al Padre.

• Como memorial del sacrificio de Cristo y de su Cuerpo.
• Como presencia de Cristo por el poder de su Palabra y de su Espíritu.

Corpus Christi es la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, de la presencia de Jesucristo en la

Eucaristía.

• Eucaristía: memorial y Nueva alianza

Memorial

La acción de recordar y el memorial existe una gran diferencia. Recordar es traer a la memoria
un hecho del pasado. Memorial es actualizar, hacer presente el hecho.

La Eucaristía es memorial. Es la actualización del misterio de la muerte y resurrección del

Señor.

o Al celebrar la eucaristía estamos cumpliendo el mandato del Señor: “Hagan esto en

memoria mía”. Por eso esta acción no es sólo un recuerdo de lo que el Señor realizó en
la última cena. También, y sobre todo, es un memorial real, no sólo mental o un bello
recuerdo.
o El Señor resucitado está presente, actualizando aquí y ahora su misterio pascual. No es
que se represente la acción histórica. Es una acción humano – divina que está por encima
del tiempo.
o La eucaristía es memorial de:
i. El pasado: porque mira atrás en la historia de Jesús de Nazaret.
ii. El presente: porque hace presente al mismo resucitado.
iii. El futuro: porque la eucaristía es pan de vida, nos trae la salvación.
o El contenido del memorial es la acción salvadora de Jesucristo por medio de su muerte
y resurrección especialmente, pero dentro de toda su vida.
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Nueva Alianza

Dios hizo una alianza con su pueblo Israel en el antiguo testamento: lo eligió como suyo, se
comprometió a ayudarlo y guiarlo; Dios sería para el pueblo como un padre y este pueblo, sería
para Dios como un hijo. La alianza fue manifestada a plenitud por el Señor al liberar a su pueblo
de Egipto, pasándolos de la esclavitud a la libertad (Pascua Judía).

Dios es fiel siempre a su alianza, porque su amor es infinito. Y El anuncia una nueva y definitiva
alianza. Esta alianza es la que vino a cumplir el Hijo de Dios que se hizo hombre y entregó su
vida por nosotros en el nuevo testamento.

Los cristianos, en la Misa, no sólo recordamos, sino que renovamos ese sacrificio de la Nueva
Alianza. Nos damos cuenta que Dios es siempre fiel y nosotros nos comprometemos día a
día siendo fieles a nuestro compromiso como cristianos, a nuestro compromiso con Dios y
los demás.

En la eucaristía memorial de la muerte y resurrección, Jesús nos reconcilia y nos da vida

nueva. Por eso en el momento de la consagración, escuchamos al sacerdote que dice:

“Tomad y comed, esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros. Tomad y bebed, este es
el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y
por todos los hombres, para el perdón de los pecados”.

• Frutos de la Comunión (¿Para qué sirve?)

o La comunión acrecienta nuestra unión a Cristo. Recibirlo es tener una unión íntima con
Cristo.
o Lo que la comida produce en nuestra vida corporal, lo realiza la comunión en nuestra vida
espiritual. Conserva, acrecienta y renueva la vida de gracias recibida en el Bautismo.
o Nos separa del pecado. El cuerpo de Cristo es “entregado por nosotros” y su sangre es
“derramada por muchos para el perdón de los pecados”.
▪ Por eso la eucaristía nos purifica y nos preserva para futuros pecados.
o Restaura las fuerzas perdidas y fortalece la caridad.
o Reaviva nuestro amor.
o La unidad del Cuerpo de místico: La eucaristía hace la Iglesia. Los que la reciben se unen
más estrechamente a Cristo Jesús. Une a los fieles a ser un solo cuerpo: La Iglesia.
Por el bautismo fuimos llamados a ser partícipes de un solo pan. Para recibir en
la verdad el Cuerpo y la Sangre de Cristo entregados por nosotros debemos reconocer
a Cristo en nuestros hermanos más pobres.
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• ¿Por qué lo hacemos?

Para no alejarse nunca de los suyos, y haciéndoles participe de su Pascua, Jesús instituyo la
Eucaristía. Como memorial de su muerte y de su resurrección. Les mando a los apóstoles a
celebrarlo hasta su retorno.

La noche del jueves santo, al instituir el sacramento de la Eucaristía, Jesús anuncia que por
este sacramento celebramos su propia muerte y Resurrección (viernes santo, sábado santo y
domingo de Resurrección/ Triduo Pascual), es decir la nueva alianza, que es confirmada en la
cruz. «Haced esto en memoria mía» (1 Cor 11,24).

El mandamiento de Jesús de repetir sus gestos y palabras “hasta que venga” no exige
solamente acordarse de Jesús y de lo que hizo, sino también a vivir por el prójimo y es un
llamado a la santidad.

Es el sacramento por excelencia de la fe cristiana y sigue siendo el centro de la vida de la

Iglesia. La celebración anuncia el misterio pascual de Jesús “hasta que venga”. Dispone al
pueblo de Dios peregrinante “a caminar por la senda estrecha de la cruz”. Senda que lleva al
banquete del Reino de los Cielos, donde todos compartirán la misma mesa.

“Hagan esto en memoria mía”, dice Jesús a los suyos. Lo que El hizo en aquella cena es su vida
fiel a Dios y a los hombres hasta entregar su vida y resucitar.

En la misa agradecemos esa vida comprometida y sacrificada por amor a nosotros, para que
nosotros hagamos lo mismo con nuestros hermanos. Por eso, no sólo recordamos: vivimos la
Salvación de Cristo. Para nosotros los cristianos, hay entonces un memorial, no un simple
recuerdo.

El Señor nos invita a recibirle en el sacramento de la Eucaristía.

“En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre,
no tendréis vida en vosotros” (Jn 6, 53)

Ante la grandeza de este sacramento, el fiel sólo puede repetir humildemente y con fe
ardientemente las palabras del Centurión:
“Señor no soy digno de que entres a mi casa, pero una palabra tuya bastara para sanarme” (Mt
8, 8)

Puesto que Cristo mismo está presente en el Sacramento del Altar, es preciso honrarlo con
un culto de adoración. “La visita al Santísimo Sacramento es una prueba de gratitud, signo
de amor y un deber de adoración hacia Cristo nuestro Salvador y Señor.”

La Iglesia manda a los fieles a participar los domingos y días de fiesta en la divina liturgia. Y al
recibir al menos una vez al año la Eucaristía, si es posible en tiempo pascual, preparados por
el sacramento de la confesión.
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Para responder a esta invitación, debemos prepararnos para este momento tan grande
y santo. Quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de
la Reconciliación antes de acercarse a comulgar.

“Nuestro Salvador, en la Ultima Cena, la noche en que fue entregado por el perdón de nuestros
pecados, instituyo el sacrificio eucarístico de su cuerpo y su sangre, para perpetuar por los
siglos, hasta su vuelta, el sacrificio de la cruz y confiar así a su Esposa amada, la Iglesia, el
memorial de la muerte y resurrección, sacramento de piedad, signo de unidad y vinculo de
amor.” (CEC)

• Los signos del Pan y el Vino.

En el corazón de la celebración eucarística, se encuentra el pan y el vino, que por medio de las
palabras de Jesús y la invocación del Espíritu Santo se convierten en el Cuerpo y Sangre de
Cristo. Fiel al mandato de nuestro salvador, lo seguimos haciendo, en memoria de su pasión,
muerte y resurrección.

Los signos significan la bondad de la creación.

El pan “fruto del trabajo del hombre” y el vino “fruto de la tierra y de la vid”.

En la tradición religiosa de Israel, el pan, fruto de la tierra, elaborado por manos humanas y
ofrecidas al comienzo del año, significaba la vida nueva.

El vino representaba la sangre del Cordero, sacrificado también al comienzo del año para liberar
de las pestes a los rebaños. Era una sangre de rescate o de reconciliación.

Con el pan y vino, la comunidad cristiana celebra el sacrificio que nos salva, y presenta al Padre
la ofrenda del Cuerpo y de la Sangre de su Hijo (el sacrificio de Jesús), muerto en la cruz.

En la última Cena, con sus discípulos, Jesús aprovechó estos simples alimentos: uno sólido y
otro líquido, para dar presencia adecuada a su Cuerpo y a su Sangre.
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En la Antigua Alianza, el pan y el vino eran ofrecidos como sacrifico entre las primicias de la
tierra en señal de reconocimiento al Creador.
o En el Éxodo, los israelitas, conmemoran la salida apresurada y liberadora de Egipto.
Recuerdan el maná, siguiere que el hombre vive de la Palabra de Dios.

Nuevo testamento:
• La multiplicación de los panes prefiguran la sobreabundancia de este único pan de su
Eucaristía.
• El signo del agua convertida en vino en las Bodas de Caná, anuncian ya la hora de la
glorificación de Jesús.

Jesús usó pan y vino en esta Cena, no sólo para expresar su muerte, sino también su entrega
en alimento a los hombres.

La Iglesia, por institución de su Señor, ha conservado por los siglos estos dos elementos para la
celebración eucarística porque precisamente fueron los que usó Jesús. Además, con ellos se
expresa que la fe es universal: en todo el mundo celebramos los misterios con estos mismos
elementos.

No siempre se comulga con el cuerpo y la sangre. De allí que el Concilio de Constanza en el

1415 sostiene que “Cristo está presente en su totalidad en ambas especies”, aunque siempre
se deben de consagrar la hostia y el vino.
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(5) Reflexiono
(Todas las respuestas de preferencia siempre buscar un ejemplo de vida para complementar la
respuesta)

Preguntas y Respuestas
Los siguientes puntos siempre se deben de realizar.
• Se pregunta a los confirmandos si hay dudas del tema/subtema dado.
• Plantear preguntas con compañeros.
• Y se les pregunta siempre (después de explicar un subtema y al final de la
Catequesis):
o ¿Qué piensan? ¿Están de acuerdo o no? ¿por qué?

Provocó (El mundo) 8

¿Está realmente Jesús en la Eucaristía? ¿Cómo es posible que este simultáneamente Cristo vivo
en todas las eucaristías del mundo? ¿Por qué necesito alimento para mi alma? ¿Nosotros
Adoramos la Eucaristía, el cuerpo y la sangre de Cristo? ¿Por qué?

Reflexión final
Se debe cerrar el tema de cómo aplicar dicho tema en nuestra vida. Deberán hacer un
compromiso (los jóvenes) y que digan el porqué de ese compromiso (de forma profunda, no
superficial). Y que indiquen la importancia del tema dado. Orientarlo siempre en Fe.

(6) Oración personal9

En este momento siempre se toman los 5 minutos últimos de cada Catequesis

Se recomienda que recen un misterio con el rosario/denario (El misterio 5-La Institución de la
Eucaristía, expresión sacramental del misterio pascual-, de los misterios luminosos).

O bien, un momento de reflexión personal guiada por el catequista en relación a la eucaristía,

Cristo vivo. Dado que aún no se ha impartido como rezar el rosario.

8 Estas preguntas el catequista debe hacerlas de forma directa al confirmando siempre, Todas las
preguntas se deben resolver en la reunión de catequistas previa a esta Catequesis.
9 Esta oración personal, puede ser un momento de reflexión guiada por el catequista en relación al tema,

lo presentado es una propuesta.

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(7) Oración final general

Los confirmandos Empiezan la oración (uno diferente cada Catequesis) y el catequista la
complementa. Se sugiere que se haga en círculo la oración y no desde sus lugares, fomenta
la unión del grupo.

Querido Jesús: sabemos que nos amas infinitamente y por eso has querido quedarte en la
eucaristía. Te pedimos que la humanidad abra los ojos a ese misterio en el que te haces alimento
de salvación. Ayúdanos a comprender cada vez más, ese amor tuyo, que es una realidad que
nos llena de alegría y de esperanza. Gracias, Jesús, eres incomparable. Amén.

(8) Tarea vivencial10

La tarea que siempre se debe dejar es que apliquen lo aprendido (si se puede) en su semana
o que observen donde se ve aplicado en su vida el tema de la Catequesis y al iniciar cada
Catequesis se les pregunta cómo aplicaron u observaron lo aprendido en dicha semana también.
Opcional que escriban un comentario/ensayo de un cuarto o media página de dicha
experiencia.
El objetivo de este tipo de tareas es que lo aprendido se vuelva una vivencia (“Confi es
vivencial”).

(9) Referencias de Apoyo

En esta parte se incluyen referencias para complementar el contenido.

Catecismo de la iglesia católica #1322-1419

YOUCAT #193 y #208-212 (Obligatoria)

Biblia Católica para Jóvenes

(10) Referencias del contenido

Catecismo de la iglesia católica (CEC).
YOUCAT. 3 de mayo de 2010.
DRAE. 2001. 22ª edición. Recuperado de: http://www.rae.es/recursos/diccionarios/drae

10 Esta tarea es a criterio del catequista, pero si se debe dejar en toda Catequesis.
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(11) Anexos
Anexo 1: Debate Eucaristía: “Para Dios no hay nada imposible.”

En Palestina aún viven muchos musulmanes.

Un día un muecín, sacerdote musulmán, invito a un sacerdote católico a un debate público acerca
de la Eucarística.
El musulmán le pregunto al sacerdote:

-¿Cómo es posible que un pedazo de pan se vuelva el cuerpo de Cristo?

-Es muy posible – contesto el sacerdote – y te lo demostrare con una comparación muy sencilla.
Al comer tú cambias el pan en tu cuerpo. ¿Por qué no puede hacer Dios algo semejante en la
Eucaristía, cambiando el pan en el Cuerpo de Cristo?

El musulmán le pregunto:
-¿Cómo pude un pedazo tan pequeño de pan contener todo el cuerpo de Jesús?
- Mira el cielo y las montañas: son muy grandes. Y, sin embargo tu ojo, aun siendo tan pequeño
alcanza a contenerlos todos. Si tu ojo puede lograr esto ¿Por qué no puede Dios lograr que un
pedazo de pan contenga entero a Jesús?

El musulmán insistió:
-¿Cómo es posible celebrar en el mundo varias Misas a la vez, y que en cada una esté presente
el mismo cuerpo del Salvador suyo?
-Para Dios no hay cosa imposible –dijo el sacerdote católico.

Luego tomo en sus manos un gran espejo; lo arrojó al piso reduciéndolo en mil pedazos, y al
asombrado musulmán le explico:
-Hace un momento en el gran espejo estaba presente tu rostro; ahora tu rostro esa presente al
mismo tiempo en cada pedazo del espejo ¿Por qué no puede el cuerpo de Jesús estar presente
en cada uno de los lugares donde se celebra la Misa?

El debate se concluyó con una cordial despedida, llena de respeto y paz.

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Anexo 2: Pan y Vino

La eucaristía para los católicos es una de las cosas que nos definen y nos da fortaleza y para
comprenderla mejor, nos las describe de esta manera.

A todos nos gusta demostrar el cariño que le tenemos a las demás personas, y lanzamos frases,
donde se traducen nuestros sentimientos.

Es muy importante tener a alguien “a quien comer”, porque nos alimentamos de esas personas
que amamos y que nos aman.
Dios creó la eucaristía para que le comamos y nos alimentemos de Él, nos ama tanto que el
mismo es alimento vivo, y se instala en nuestras entrañas para que nos nutramos de Él, al
comerle le decimos si te trago y completito, por eso es el momento más íntimo que vivimos con
Dios.

La eucaristía está compuesta por vino y pan, pero todos podemos hacer vino y pan, el pan es el
trabajo de cada día, hay veces que nos sale un poco crudo, otras se quema, y otras es perfecto.
Y también hacemos vino cuando le decimos a los demás que los queremos o demostramos
nuestro amor. Hay veces que se avinagra, o se amarga, pero el buen vino siempre es el que se
da del corazón.

Pero como hay que hacer de la vida Eucaristía y si somos pan y vino, al igual que el pan
necesitamos primero ser harina, triturarnos, y pasar por fuego para dar el resultado delicioso que
deseamos.
Y como vino, debemos, esperar madurar, estrujarnos, y reposar para tener buen sabor de Dios.

Estos estrujes y molinos, vendrán solos y aunque no los comprendamos y duelan son necesarios
para poder sacar lo mejor de nosotros.
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Anexo 3: Corpus Christi, Historia

El Papa Urbano IV, por aquél entonces, tenía la corte en Orvieto, un poco al norte de Roma. Muy
cerca de esta localidad se encuentra Bolsena, donde en 1263 o 1264 se produjo el Milagro de
Bolsena: un sacerdote que celebraba la Santa Misa tuvo dudas de que la Consagración fuera algo
real. Al momento de partir la Sagrada Forma, vio salir de ella sangre de la que se fue empapando en
seguida el corporal. La venerada reliquia fue llevada en procesión a Orvieto el 19 junio de 1264. Hoy
se conservan los corporales -donde se apoya el cáliz y la patena durante la Misa- en Orvieto, y
también se puede ver la piedra del altar en Bolsena, manchada de sangre.

El Santo Padre movido por el prodigio, y a petición de varios obispos, hace que se extienda la fiesta
del Corpus Christi a toda la Iglesia por medio de la bula "Transiturus" del 8 septiembre del mismo año,
fijándola para el jueves después de la octava de Pentecostés y otorgando muchas indulgencias a
todos los fieles que asistieran a la Santa Misa y al oficio.

Referencia: ACI prensa. Historia de la Solemnidad del Corpus Christi. Recuperado de:
http://www.aciprensa.com/Eucaristia/historia.htm