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Bolívar

Arturo von Vacano

Bolívar: "La Patria: la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social
y la mayor suma de estabilidad política"

Bolívar: “maldito sea el soldado que dispara contra su pueblo”

Simón Bolívar (1783-1830)

Como antes anoté, encontré un sitio argentino en el Internet que reúne con muy buen tacto
textos referentes a la lucha social de nuestros Continente, y entre ellos he encontrado este
desordenado homenaje al Libertador que es útil, o debería serlo, para los jóvenes rockeros
de esta época de portentos aunque más no sea para que se enteren sobre quien dio su
nombre a nuestro torturado país.
Hace mi suerte que el sitio mencionado haya decidido apoderarse sin vacilaciones de textos
ajenos y en servicio de sus altos ideales, lo que me permite hacer el opa y lo mismo sin la
menor inquietud de conciencia. Después de todo, sabe Dios a quien pertenecen en verdad
las líneas que siguen y que todos deberíamos guardar.
Dice sobre Bolívar esta anotación:
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El 17 diciembre de 1830, en marcha hacia el exilio, perseguido, abatido, abandonado, en


bancarrota, "viejo, enfermo, cansado, desengañado, hostigado, calumniado y mal pagado"
(como él mismo escribiría días antes), murió el inmenso Libertador Simón José Antonio de
la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco, conocido, simple, emotiva e
históricamente como EL Libertador Simón Bolívar.

Había nacido en Caracas, capital de la Capitanía General de Venezuela, provincia del


imperio español, el 24 de julio de 1783. Después recorrió 123.000 kilómetros, más que lo
que hicieron Colón y Vasco da Gama juntos. Fue presidente de cinco Repúblicas
americanas. Llevó la antorcha de la libertad a una distancia de 65.000 kilómetros, una
vuelta y media a la Tierra, diez veces más que Aníbal y el triple que Alejandro Magno.

Su legado político está más vigente que nunca.

"Lo que él no dejó hecho, sin hacer está hoy"

José Martí, un revolucionario incansable en el arte y en la política, "El Apóstol" para los
cubanos, decía el 28 de octubre de 1893, al pronunciar un discurso en la Sociedad
Libertaria Hispanoamericana en honor de Simón Bolívar:

"¡Oh, no! En calma no se puede hablar de aquel que no vivió jamás en ella.

¡De Bolívar se puede hablar con una montaña por tribuna, o entre relámpagos y rayos, o
con un manojo de pueblos libres en el puño y la tiranía descabezada a los pies...!.
¡Pero así está Bolívar en el cielo de América, vigilante y ceñudo, sentado aún en la roca de
crear, con el inca al lado y el haz de banderas a los pies; así está él, calzadas aún las botas
de campaña, porque lo que él no dejó hecho, sin hacer está hoy; porque Bolívar tiene que
hacer en América todavía!

La independencia de América venía de un siglo atrás sangrando. ¡Ni de Rousseau ni de


Washington viene nuestra América, sino de sí misma!

Bolívar es el paradigma y símbolo de la identidad y soberanía de los pueblos indo-


hispanoamericanos.

Un recuento de su obra no encuentra similar en la historia de América.

Participó en 427 combates, entre grandes y pequeños; dirigió 37 campañas donde obtuvo 27
victorias, 8 fracasos y un resultado incierto.

Recorrió a caballo, a mula o a pie cerca de 90 mil kilómetros, algo así como dos veces y
media la vuelta al mundo por el Ecuador.

Escribió cerca de diez mil cartas, según cálculo de su mejor estudioso, Vicente Lecuna; de
ellas, se conocen 2.939 publicadas en los 13 tomos de los Escritos del Libertador; su
correspondencia está incluida en los 34 tomos de las Memorias del General Florencio
O'Leary; escribió 189 proclamas, 21 mensajes, 14 manifiestos, 18 discursos y una breve
biografía, la del general Sucre.

Bajo su inspiración, se redactaron cuatro Constituciones: la Ley Fundamental creadora de


Colombia (Angostura); la Constitución de Cúcuta (1821); el proyecto de Constitución para
Bolivia (1825); y el Decreto Orgánico de la Dictadura (1828).

No tuvo tiempo para completar su obra magna: la unidad política de Latinoamérica, la


liberación de Cuba y Puerto Rico, el apoyo a Argentina contra el imperio brasileño, la
Confederación Andina (1825) y la ayuda a la propia España para liberarse de los
monárquicos (1826).

No pudo lograr el establecimiento de una sociedad donde se lograría, como pregonaba, "la
mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de
estabilidad política".

Simón Bolívar, José de San Martín, José Gervasio Artigas, Francisco José de Paula
Santander y Omaña, Miguel Hidalgo y Costilla, José María Teclo Morelos y Pavón,
Bernardo O´Higgins, Antonio José de Sucre, todos grandes héroes nacionales, fueron
derrotados en los proyectos históricos de conformación de la Patria Grande.

San Martín y Artigas mueren exiliados, Bolívar muere camino del exilio, Hidalgo y
Morelos son asesinados por las oligarquías, como así también Sucre.
Todos ellos fueron avanzados en materia de ideas sobre el derecho de los seres humanos, el
rol del ciudadano y la democracia.

Nuestra América Hispana es el primer lugar del mundo donde se plantea la eliminación de
la esclavitud y de la servidumbre.

Estos pueblos, realmente, no son sólo hermanos en la retórica sino también en la historia.

La generación libertadora sintió intensamente la unidad sudamericana. Opuso a España un


frente único continental. Sus caudillos obedecieron no un ideal nacionalista, si no un ideal
americanista. Esta actitud correspondía a una necesidad histórica.

Mientras la América Latina esté gobernada por políticos profesionales cuya única función
consiste en defender los privilegios abusivos de la oligarquía local y en preservar los
intereses absorbentes de los imperialismos extranjeros, ninguna evolución puede ser
posible.

Ha llegado la hora de realizar la segunda independencia.

Nuestra América debe cesar de ser rica para los demás y pobre para sí misma.

Iberoamérica pertenece a los iberoamericanos.

Y allí donde hay un territorio latinoamericano en peligro, allí está nuestra patria".

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