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Madeleine J. ingres en el St. Benedict's Hospital, cerca de Nueva
York, en 1980. Tena sesenta aos, ceguera congnita con parlisis
cerebral y su familia la haba cuidado en casa durante toda su vida.
Con estos antecedentes y su pattica condicin (espasmodismo y
atetosis, es decir, movimientos involuntarios de ambas manos, a lo que
se aada un fallo en el desarrollo de la vista) yo esperaba hallarla en
un estado de retraso y regresin.
Pero no fue as, ms bien lo contrario. Hablaba con fluidez, con
elocuencia en realidad (el espasmodismo apenas si afectaba,
afortunadamente, al habla), y result ser una mujer animosa de una
cultura y una inteligencia excepcionales.
Ha ledo usted muchsimo le dije. Debe dominar muy bien el
mtodo Braille.
No, nada de eso dijo ella. Todas mis lecturas me las han hecho
otras personas... eran libros hablados o me lea alguien. En realidad no
conozco el Braille, no s ni una palabra de l. No puedo hacer nada con
las manos... las tengo completamente intiles.
Las alz, despectiva.
Son unas masas miserables e intiles de pasta... ni siquiera las
siento como parte de m.
Esto me pareci muy sorprendente. La parlisis cerebral no suele
afectar a las manos, o al menos no las afecta decisivamente: puede
haber espasmos o debilidad o alguna deformacin pero en general son
de una utilidad considerable (a diferencia de las piernas, que pueden
quedar completamente paralizadas, en esa variedad de la llamada
enfermedad de Little o dipleja cerebral).
Las manos de la seorita J. eran ligeramente atetsicas y
espasmdicas, pero su capacidad sensorial se hallaba completamente
intacta, lo pude comprobar enseguida: identific inmediata y
correctamente el roce leve, el dolor, la temperatura, el movimiento
pasivo de los dedos. No haba trastorno alguno en la sensacin
elemental, en cuanto tal, pero haba, en patente contraste, un
profundsimo trastorno de la percepcin. No era capaz de reconocer o
identificar nada: le puse en las manos todo tipo de objetos, incluyendo
una mano ma. No poda identificar y no exploraba; no haba
movimientos interrogativos activos de las manos: eran, ciertamente,
tan inactivas, tan inertes, tan intiles, como masas de pasta.
Esto es muy extrao, me dije. No veo la explicacin. No hay un
dficit sensorial grave. Parece que sus manos tienen la capacidad
potencial para ser unas manos absolutamente normales... y sin