Professional Documents
Culture Documents
2
El proyecto de traducir la más preciada joya de las letras castellanas al idioma de los
incas abrió una puerta de oro para ambientar el primer Quijote andino en las sierras del
Perú. Muchas de las aventuras del Caballero de la Triste Figura transcurren en la Sierra
Morena, y Bernardo Roca Rey (Director de Publicaciones & Multimedios de El
Comercio) reconoció en Sarhua el lugar ideal para resucitar a los personajes de
Cervantes.
Este pueblo ayacuchano posee una de las tradiciones pictóricas más ricas de los Andes
conocidos como “las tablas de Sarhua”. Son pinturas en madera (generalmente es una
columna de la casa) que relata la historia de la familia, cuando se casan, las cosechas,
los hijos, etc. Se pinta y se lee de abajo hacia arriba en niveles y las historias se separan
por una especie de cenefa, que generalmente son flores, animales o íconos de la región
andina.
El principal heredero de esa tradición es Primitivo Evanán Poma, un Quijote sarhuino
descendiente del cronista peruano Guamán Poma de Ayala.
La magia pronto se desencadenó. Los artesanos sarhuinos escuchaban con entusiasmo
las aventuras de Don Quijote y Sancho contadas por Oscar Tramontana (estudioso de la
obra de Cervantes y colaborador permanente de Publicaciones), la risa siempre a flor de
3
labios y una gran curiosidad que ardía en sus miradas. Siguiendo mis bocetos,
elaboraron las ilustraciones que acompañan cada una de las 52 historias del libro.
A lo largo de diez semanas de trabajo en el taller de la Asociación de Artistas Populares
de Sarhua, asentado en un apu costeño con vista a los Pantanos de Villa, reinventamos
el Quijote adaptando cada aventura al entorno y costumbres de Sarhua, reproduciendo
sus tradiciones para ponerle polleras a Dulcinea, poncho a Cardenio, bases de piedra a
los molinos y ojotas a Maese Nicolás.
La raíz popular de la obra cervantina encontró sustento en los hombres y mujeres de
Sarhua, quienes llegaron a identificarse tanto con el libro que han decidido bautizar a
varios de sus hijos con los nombres de los personajes del Quijote. Así, cuando los
Andes se llenen de Ginesillos, Marcelas, Palomeques y Maritornes, sabremos apreciar
más a nuestros Sancho Panzas, convencidos de que nosotros también tenemos algo de
Alonso Quijano, el Bueno.
El resultado una obra preciosa que puede ser leída en dos niveles, el de texto que está en
quechua o visualizar las historias através de los dibujos. Fue presentado en la feria del
libro de Guadalajara, en noviembre del 2005, en conmemoración del cuarto centenario
de la célebre novela de Miguel de Cervantes Saavedra.
4
Demetrio Tupah Yupanki (en español, Demetrio Túpac Yupanqui) (San Jerónimo,
Cuzco, 1924), profesor de lengua quechua y periodista
peruano. A los 14 años ingresa al Seminario de San
Antonio Abad del Cusco, donde estudia teología,
humanidades, filosofía, latín y griego; también aprende
a aplicar la lingüística al idioma hablado por su familia,
el quechua. Finalmente, no se ordena sacerdote. Va a
Lima, donde ingresa a la Universidad Católica a
estudiar abogacía, filosofía y periodismo. Trabaja en el
diario La Prensa, y comienza a dar clases de quechua.
Posteriormente abre su propia academia, Yachay Wasi. Llegó a dar clases en Estados
Unidos.