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UNIVERSIDAD METROPOLITANA

DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
DEPARTAMENTO DE CASTELLANO

Literatura Hispanoamericana Contemporánea II


Informe narrativa “Los trenes se van al purgatorio”
Hernán Rivera Letelier

Nombre: Paloma Faundez Arias


Profesora: Cinthya González K.
GLOSARIO
LOS TRES SE VAN AL PURGATORIO de Hernán Rivera Letelier,
Editorial Planeta

La recopilación que sigue pretende demostrar la variedad en el léxico ocupado por


el autor en este libro, el cual forma parte de su vasta creación inspirada en el desierto de
nuestro país en donde ha logrado contar de manera tan particular y ha demostrado de forma
extraordinaria su estilo y su gracia narrativa. La idea es recopilar las palabras desconocidas
para los lectores, pues éstas hacen referencia a la realidad del norte y dar su significado en
contexto, ya que además de servirnos como guía en el momento de leer el libro servirán
como material didáctico para trabajar en los Colegios. Se pretende entonces como objetivo,
además de descubrir un mundo nuevo de palabras, valorar el habla particular de los
habitantes de Chile y motivar a través de pequeñas muestras de este vocabulario a la lectura
de esta buena obra narrativa.

Antes de desplegar este glosario se puede citar una de las entrevistas hechas al autor,
en donde se le hace la siguiente pregunta: ¿Escribe usted con diccionario?“Yo soy un
amante de las palabras y antes de ponerlas las peso y las sopeso de tal manera que calcen
como un diamante; por lo mismo soy un coleccionista de diccionarios. Acabo de descubrir
la palabra fárfara, hermosísima. ¿Como tafanario?“Ja, ja, ja, (ríe con ganas) sí. No sé por
qué las palabras con f me gustan; bueno, fárfara es la telita que esta justo debajo de la
cáscara de los huevos, o sea que los huevos dentro de la gallina están en fárfara, me encantó
y la uso en mi última novela. La verdad que en contra de los que me critican, yo acuso a la
literatura chilena de pobreza de vocabulario”.

1.- papirote. (pág. 8)


Papirotando distraídamente sobre su acordeón rojo, Lorenzo Anabalón asiente con la
cabeza sin dejar de mirar por la ventanilla.
1. m. Golpe en la cabeza.
2. m. coloq. Persona tonta, boba, corta de ingenio.

2.- cizaña. (pág. 8)


Que por esas peladeras no crece ni la cizaña, insite la quiromántica.
(Del lat. zizanĭa, y este del gr. ζιζάνια, pl. de ζιζάνιον).
1. f. Planta anual de la familia de las Gramíneas, cuyas cañas crecen hasta más de 1 m, con
hojas estrechas de 20 cm de largo, y flores en espigas terminales comprimidas, con aristas
agudas. Se cría espontáneamente en los sembrados y la harina de su semilla es venenosa.
2. f. Vicio que se mezcla entre las buenas acciones o costumbres.
3. f. Cosa que hace daño a otra, maleándola o echándola a perder.
4. f. Disensión o enemistad. Meter, sembrar cizaña.

3.- tizne. (pág. 9)


Por ser ese el primer coche convoy, el humo de la locomotora se cuela a ráfagas por las
ventanillas haciendo lagrimear los pasajeros y manchando todo de tizne.

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(De tiznar).
1. amb. Humo que se pega a las sartenes, peroles y otras vasijas que han estado a la
lumbre.
2. m. Tizón o palo a medio quemar.

4.- Patizorro (pág. 9)


¿En qué oficina fue? “En Iris.” “¿De músico?” “No, de patizorro.”
Trabajador de la pampa.

5.- pitonisa. (pág. 10)


Y es que era realmente asombroso que la pitonisa de los pechos grandes se pareciera tanto
a Uberlinda Linares.
(Del lat. pythonissa).
1. f. adivinadora.
2. f. Sacerdotisa de Apolo, que daba los oráculos en el templo de Delfos sentada en el
trípode.
3. f. Encantadora, hechicera. U. en la traducción de algunos lugares de la Escritura. La
pitonisa de Endor.

6.- espichado (pág. 10)


En verdad, la madame era como la reencarnación perfecta de aquella mujer por la que un
día él se había espichado de amor.
Espichar: Término que define la acción de pinchar las barricas o toneles de chacolí
para probar la nueva cosecha.
Chile. Soltar uno dinero u otra cosa a pesar suyo

7.- acorazonados. (pág. 10)


Aunque más rellenita de humanidad, la quiromántica era trigueña, igual que Uberlinda
Linares, tenía la misma sonrisa, los mismos labios acorazonados.
Forma de corazón ♥.

8.- traqueteo. (pág. 12)


Lorenzo Anabalón había despertado dos veces al traqueteo del tren.
(De traquetear).
Movimiento de alguien o algo que se golpea al transportarlo de un punto a otro.

9.- restallar. (pág. 12)


En la penumbra del coche, iluminada apenas por el reflejo de la luna restallando en el
vidrio de la ventana.
intr. Dicho de una cosa, como la honda o el látigo cuando se manejan o sacuden en el aire
con violencia: Chasquear, estallar.
1. 2. intr. Crujir, hacer fuerte ruido

10.- patrañero, ra. (pág. 12)


Y por más que se fijaba y ponía atención en sus maneras, no le hallaba ningún rasgo de
pitonisa patrañera y embaucadora como la que él había consultado una vez en el pueblo
de Quillota.

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Que suele contar o inventar patrañas.
Patraña: (de pastraña) Mentira o noticia fabulosa, de pura invención.

11.- bolacos (pág.13)


Sus adornos más mundanos eran un peine de nácar con que se afirmaba el cabello, y un
collar de perlas blancas, como grandes bolacos, que en el zangoloteo del coche se
removían blandamente sobre la prominencia de sus pechos.
Las bolitas: Este juego es tremendamente atractivo para los niños chilenos. Irrumpió con
toda su fuerza en el siglo pasado y ha llegado hasta nuestros días constituyendo un
indudable juego folclórico infantil. Los bolacos o bolones son bolitas más grandes, pues el
juego básicamente consiste en hacer chocar entre sí, dos o más bolitas, constituyendo “los
bolacos” las armas más letales dentro del juego.

11.- zangolotear. (pág.13)


(De la onomat. zangl, del balanceo).
1. tr. coloq. Mover continua y violentamente algo. U. t. c. prnl.
2. intr. coloq. Dicho de una persona: Moverse de una parte a otra sin concierto ni propósito.
3. prnl. coloq. Dicho de ciertas cosas, como una ventana, una herradura, etc.: Moverse por
estar flojas o mal encajadas.

12.- cuita. (pág. 13)


Daba la impresión que de tanto predecir, presagiar, descifrar e interpretar cuitas ajenas, a
madame Luvertina se le había ido enredando jirones de tristeza en la frondosidad de su
pobre corazón clarividente.
(De cuitar).
1. f. Trabajo, aflicción, desventura.
2. f. ant. Ansia, anhelo, deseo vehemente.
1. f. Am. Cen. Estiércol de las aves.

12.- chantar.(pág.14)
Lorenzo Anabalón se preocupó de inmediato de meter su maleta con esquinas de metal
debajo del asiento; de este modo ninguna mujer le chantaría un niño de contrabando.
(Del gall. chantar).
1. tr. plantar (ǁ fijar verticalmente algo).
2. tr. Gal. clavar (ǁ introducir un clavo u otra cosa aguda).
3. tr. Am. Vestir o poner.
4. tr. coloq. Arg., Bol., Ecuad., Perú y Ur. plantar (ǁ decir a alguien claridades o injurias).
5. tr. Bol. y Col. plantar (ǁ dar golpes).
6. tr. Chile. plantar (ǁ poner a alguien en un sitio contra su voluntad).
7. prnl. Chile. empecinarse.

13.- balumbo. (pág.15)


(…) todos con una camada de hijos a la rastra y un balumbo de bultos a cuestas.
(De balumba).
1. m. Cosa que abulta mucho y es más embarazosa por su volumen que por su peso.

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14.- cocaví. (pág. 15)
(…) las mujeres más iracundas, en su afán de no quedar instaladas en la intemperie de las
pasarelas, metían por las ventanillas sus grandes canastas de cocaví y arrojaban sus
retobos sin ninguna consideración por los pasajeros ya instalados.
(Del quichua ccocaui).
1. m. Am. Mer. Provisión de coca1.
2. m. Am. Mer. Provisión de víveres que llevan quienes viajan a caballo.

14.-retobo. (pág.15)
1. m. Arg., Chile y Ur. Acción y efecto de retobar.
2. m. Chile. Arpillera, tela basta o encerado con que se retoba.
3. m. Col. desecho (ǁ cosa que no sirve).
4. m. Méx. y Ur. Pedazo de cuero que se usa para forrar o cubrir algo.

15.- achilladamente (pág.15)


Él, siempre acomedido con las mujeres, las ayudó achilladamente a poner unas en el
portaequipaje, (…)
No se encuentra en ningún diccionario, suponemos que el autor quiso decir
acomedidamente.

16.- palqui. (pág. 16)


La anciana de pelo azulino no hizo ningún gesto de saludo. A Lorenzo Anabalón le pareció
como elementada y, con todo el respeto que él sentía por las personas ancianas, más vieja
que el palqui.
(De or. mapuche).
1. m. Arbusto americano de la familia de las Solanáceas, de olor fétido, con muchos tallos
erguidos, hojas enteras, lampiñas, algo ondeadas, estrechas y terminadas en punta por
ambos extremos, y flores en panojas terminales con brácteas. Su cocimiento se emplea en
Chile contra la tiña, y como sudorífico; y la planta, para hacer jabón.

17.- vesánico, ca. (pág.17)


Mientras ellos comían, la madre tejía versánicamente, sin levantar la vista ni probar
alimentos.
1. adj. Perteneciente o relativo a la vesania.
2. adj. Que padece de vesania. U. t. c. s.
Vesania: (Del lat. vesanĭa). Demencia, locura, furia.

18.- requintado. (pág. 20)


(...) el viejo campesino de sombrero requintado y bastón de palo santo que viajaba con su
nieta.
Levantar o doblar hacia arriba el ala del sombrero.

19.- pendolista. (pág. 20)


(…) que si no estaba gimoteando de dolor de muelas se estaba vanagloriando de su
preciosa caligrafía de pendolista.
(De péndola1).
1. com. Persona que escribe con muy buena letra. 2. com. memorialista.

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20.- sibilinas parrafadas. (pág. 21)
Lorenzo Anabalón, entre el ruido del tren y la bullanga de los niños en el coche, había oído
algunos retazos de las sibilanas parrafadas de la quiromántica.
Sibilino, na. (del lat. sibyllinus) Misterioso, oscuro con apariencia de importante.
Parrafada. f. coloq. Conversación detenida y confidencial. Trozo largo y pesado de charla
o conversación.

21.- pacotilla. (pág. 21)


Y en verdad lo que había alcanzado a oír no se parecía en nada al discurso de la pitonisa
de pacotilla que él había visitado una vez.
(De paca2).
1. f. Porción de géneros que los marineros u oficiales de un barco pueden embarcar por su
cuenta libres de flete.
2. f. Chile, Guat. y Hond. Chusma, gente baja y maleante.
3. f. El Salv. y Nic. pandilla (ǁ grupo de amigos).
hacer alguien su ~.
1. fr. Reunir un caudal más o menos grande con una especulación, empleo o trabajo
cualquiera.
ser de ~ algo.
1. fr. Ser de inferior calidad, o estar hecho sin esmero.

22.- garete. (pág. 21)


Tan al garete andaba en esos días, tan pajarito huérfano en busca de jaula, que no se dio
cuenta de cómo una mañana se encontró en un pingroso cuarto de hotel.
(Quizá formación del fr. être égaré, andar extraviado).
ir, o irse, al ~.
1. frs. Mar. Dicho de una embarcación sin gobierno: Ser llevada por el viento o la
corriente.
2. frs. Ir a la deriva, sin dirección o propósito fijo.
3. frs. coloqs. Fracasar o malograrse.

22.- pringoso, sa.


1. adj. Que tiene pringue o está grasiento o pegajoso.

23.- perorata (pág. 21)


(...) su decepción fue al oír de boca de la mujer la misma perorata que repetían las gitanas
en las plazas públicas.
(De perorar).
1. f. Oración o razonamiento molesto o inoportuno.

24.- tencas. (pág. 21)


Y todo ese montón de tencas muertas para terminar diciéndole que alguien le había echado
un mal.
Alondra de tres colas.

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25.- gárrula. (pág. 22)
Tras doblarlo y empuñarlo repitiendo una oración insustancial, la gárrula legañosa le
salió con que tenía que dejarle el dinero en prenda.
(Del lat. garrŭlus).
1. adj. Dicho de un ave: Que canta, gorjea o chirría mucho
2. adj. Dicho de una persona: Muy habladora o charlatana.
3. adj. Dicho de una cosa: Que hace ruido continuado, como el viento, un arroyo, etc.

26.- alelamiento. (pág. 22)


(...) pese a la pena inmensa que le obnubilaba la razón, reaccionó de su alelamiento, le
arrebató el billete de las manos y mandó a pasear a la punta del cerro a la pitonisa
sacamuelas.
Alelar: Poner lelo
Lelo, a: (Voz expr.) Fatuo, simple o como pasmado.

26.- sacamuelas.
1. Persona que tiene por oficio sacar muelas. 2. charlatán.

27.- quirquinchos. (pág. 22)


Feas como quirquinchos, las hermanas se persignaban fervientemente (...)
(Del quechua qquirquinchu, armadillo).
1. m. Am. Mer. Mamífero, especie de armadillo, de cuyo carapacho se sirven los
indios para hacer charangos.

28.- entarascar. (pág. 23)


(...) no dejaban de entarascarse y mirarse a cada rato en sus redondos espejitos de carey.
(De en- y tarasca).
1. tr. coloq. Cargar de demasiados adornos a alguien.

29.- zampar. (pág. 23)


(...) una pareja de gemelos que zampaba en dos canastas de mimbre cada vez que pasaban
conductores.
(De la onomat. zamp).
1. tr. Comer o beber apresurada o excesivamente.
2. tr. Meter algo en un sitio deprisa y para que no se vea.
3. tr. Asestar, propinar.
4. tr. matar.
5. tr. Colocar algo en un lugar. U. t. c. prnl.
6. tr. Am. arrojar (ǁ impeler con violencia). U. t. c. prnl.
7. prnl. Meterse de golpe en una parte.
8. prnl. Presentarse en un sitio.
9. prnl. Dirigirse a un lugar.

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30.- barrabás. (pág. 23)
La guagua no había dejado de mamarle n todo el viaje, y los pequeños barrabases, si no
estaban jorobando al enano que viajaba en el coche, estaban asomando la cabeza
peligrosamente por las ventanillas.
(Por alus. a Barrabás, judío indultado con preferencia a Jesús).
1. m. coloq. Persona mala, traviesa, díscola.

30.- jorobar.
(De joroba, impertinencia).
1. tr. coloq. Fastidiar, molestar. U. t. c. prnl.

31.- tarangallo. (pág. 24)


“A estos angelitos habría que ponerles trangallo”, había dicho el viejo de sombrero
requintado.
Tarangallo = trangallo
(De tranca).
1. m. Palo como de medio metro de largo, que en tiempo de la cría de la caza se pone
pendiente del collar a los perros de los ganados que pastan en los cotos, para que no puedan
bajar la cabeza hasta el suelo.

32.- engarruñada. (pág. 24)


La niña, de preciosa carita blanca y vestida de harapos, engarruñada junto a la ventanilla,
no hacía más que jugar al run-run (...)
Engarruñada o engurruñada: Encogida, arrugada.
Run- run: Este juguete es una bramadora de construcción casera, es decir, preparada por
los niños. Se hace con un botón mediano, pasando un hilo por dos hoyuelos, y amarrándolo
en las puntas, dejando el botón al medio. Se juega tomando el hilo, de unos cuarenta
centímetros, por los extremos y envolviéndolo en forma de trenza, luego se estira con las
dos manos hacia los lados con suavidad y ritmo. El hilo hace de elástico y al acercar y
separar las manos, se escucha un delicado ruido. Su girar produce un zumbido que semeja
un runrún runrún, por lo que su nombre sería una voz onomatopéyica.

34.- “La Llorona”. (pág. 25)


La última que había consultado a madame Luvertina había sido una mujer de negro que
viajaba sola. “La Llorona le habían puesto los mellizos”.

La Llorona
Esa que ahogó a sus hijos, para vengarse de un marido que la abandonó. Ese personaje
ficticio lleno de rencor, que ahora está condenado a sufrir en una búsqueda eterna e infructuosa del
perdón, o quizás, del suyo propio.
Últimamente la hemos convertido en una exagerada y patética imagen que a algunos con
mente de niños, asusta, y que a otros, da risa. La usamos como un simple instrumento de amenaza.
Como alguien ajeno con el que no hay que meterse, - ¡Cuidado! Sus ojos llenos de lágrimas le
nublan la vista, y se confunde, y se puede llevar a los niños malcriados que se alejan sin permiso de
su casa-.
Sin embargo, ella representa mucho más. Es el estandarte de la autodestrucción y la
aflicción. Muchos pueblos la tienen dentro de sus culturas, con distintas variantes, pero en el fondo
su significado siempre es el mismo.

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La Llorona anda por allá afuera. Viste de negro. Un luto riguroso que no le ayuda a aplacar
ese inmenso dolor que le estruja sin piedad el corazón. Una estampa sombría, que a quien tenga la
mala fortuna de ver, le significará la pérdida y la desolación. Los más observadores saben cuando se
acerca. Se oscurece el día y la brisa se encarga de impregnar el ambiente de olor a muerte. De
pronto aparece su triste e inconfundible silueta, vagando perdida entre la bruma espesa. Se acerca
llorosa, como un fantasma con su rostro pálido y demacrado rodeado por una cabellera tomada con
descuido, que ni siquiera tiene tiempo para peinar. Apenas come, apenas duerme. Casi arrastra sus
pies cansados de recorrer, y parece que su delgada figura se va a quebrar en cada paso, pero ni
siquiera por eso nos da lástima. Está sola porque no perdonamos lo que hizo ¿Quién podría
comprender un crimen tan infame… Tan cobarde? Sus hijos ya no están en este mundo, y esa es su
muerte en vida. Se merece ese castigo, y mil más. Nos alegra que su tormento sea un eterno buscar
sin encontrar...

35.- calichera. (pág. 25)


La carta era de la oficina salitrera Agua Santa y en ella se e comunicaba el fatal accidente
sufrido por su hijo en las calicheras.
1. f. Bol., Chile, Hond. y Perú. Yacimiento de caliche (ǁ sustancia arenosa).

36.- leontina. (pág. 25)


(...) hasta donde una tarde maldita llegó un afuerino vistiendo traje con chaleco y leontina
de oro.
(Del fr. léontine).
1. f. Cinta o cadena colgante de reloj de bolsillo

37.- causeos. (pág. 25)


(...) luego de invitarlo a beber los mejores vinos y a comer los más caros causeos en los
emperifollados boliches del pueblo (...)
Causeo: Para preparar esta exquisitez chilena se necesita una cebolla grande, picada Luego
tómense 3 tomates maduros, más bien grandes que pequeños. El pelarlos después del
proceso de la cebolla debiera ayudar a quitar la dichosa fragancia. Los rojos frutos se pican
en pedazos, el tamaño es al gusto. Se mezclan ambos ingredientes en una fuente. Entonces
se procede a sazonar esta preparación rojiblanca. Primero se echa sal y aceite al gusto;
luego se da el toque verde con un poco de perejil o cilantro picado bien fino. Para aquellos
fanáticos del limón se les permite agregarle unas gotas, pero ¡nada más!, basta con el ácido
del tomate. Esta ensalada se disfruta en asados y juntas de amigos, siempre procurando que
la pareja coma del mismo preparado, pues el aliento después puede oler a rayos. Una
variante de esta ensalada es agregarle unos cuantos trozos de queso de cabra. A este
enjundio se le conoce como CAUSEO.
emperifollar.
1. tr. coloq. emperejilar. U. t. c. prnl.
emperejilar.
(De en- y perejiles, adorno excesivo).
1. tr. coloq. Adornar a alguien con profusión y esmero. U. m. c. prnl.

38.- manflorita (pág. 27)


Aunque a esta cifra había que restar al cura párroco y al manflorita de la perfumería, y
agregar la cáfila de casados insatisfechos que en días de pago se colaban subrepticiamente
en su casa.

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(De hermafrodita).
1. adj. Dicho de un hombre afeminado.

38.- cáfila.
(Del ár. qāfilah). 1. f. coloq. Conjunto o multitud de gentes, animales o cosas,
especialmente las que están en movimiento y van unas tras otras.

39.- chimbiroquita. (pág. 27)


Mientras los tiznados y los patizorros la cariñoseaban llamándola chimbiroquita, la demás
gente usaba toda clase de subterfugios.
Chimby: De chimbiroca (Prostituta, en el antiguo término del diccionario Shano), andan
con mochilas de mickey, cachitos fluorescentes, van al colegio con jumper super corto,
polainas terrible largas, hablan de tuzones, copete, pasto, pasta, coca y del albo, dicen por
ahí que mientras menos jumper, mas rica. Escuchan Hip Hop (esta vez no es real, es
boricua), escuchan hasta la muerte Cumbia Villera, en una fiesta te apuñalan sino les
colocai una de Yerba Brava.

40.- maturrango, ga. (pág. 27)


(...) el Jefe de la Pulpería, un gordo de ciento ochenta y dos kilos, la llamaba maturranga
(...)
(De matar).
1. adj. Am. Mer. Dicho de una persona: Que es mal jinete. U. t. c. s.
2. f. Treta, marrullería. U. m. en pl.

41.- camandulero, ra. (pág. 27)


El curita párroco, por su parte, en sus charlas con las beatas más camanduleras de la
congregación (...)
(De camándula).
1. adj. coloq. Hipócrita, astuto, embustero y bellaco. U. t. c. s.

42.- estragar. (pág. 29)


Lorenzo Anabalón se disculpa. Ya lleva el estómago estragado de tanto comer.
(Del lat. vulg. *stragāre, asolar, devastar).
1. tr. viciar (ǁ corromper física o moralmente). U. t. c. prnl.
2. tr. Causar estrago.

43.- cachucho. (pág. 30)


A ese hombre él lo había conocido en la pampa, y alguna vez oyó decir que había muerto
quemado vivo en los cachuchos de salitre fundido.
Vasija tosca y pequeña. Cartucho (ǁ de pólvora).

44.- pulla. (pág. 31)


Una de sus pullas más famosas era la que lanzaba cuando, desde las calicheras, se veía
pasar el tren de pasajeros rumbo al sur.
(Del port. pulha).
1. f. Palabra o dicho obsceno.
2. f. Dicho con que indirectamente se humilla a alguien.

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3. f. Expresión aguda y picante dicha con prontitud.

45.- azogar. (pág. 32)


Y había sido en ese mismo tren que Lorenzo Anabalón se había escapado hacia Quillota
con Uberlinda Linares, la joven y azogante mujer del minero.
1. prnl. Contraer la enfermedad producida por la absorción de los vapores de azogue, cuyo
síntoma más visible es un temblor continuado.
2. prnl. coloq. Turbarse y agitarse mucho.

46.- pescado ahumado, tortilla de rescoldo, duraznos priscos, trozos de sandía


empolvada con harina tostada. (pág. 33)
Sabrosos alimentos característicos de la comida chilena.

47.- tragantona. (pág. 33)


Y con toda esa tragantona al final ha terminado por depravarle el estómago.
(Del aum. de tragante).
1. adj. coloq. Que come o traga mucho. U. t. c. s.
(De tragantón).
1. f. coloq. comilona.
2. f. coloq. Acción de tragar haciendo fuerza, por susto, temor o pesadumbre.
3. f. coloq. Violencia que hace alguien a su razón para creer o consentir algo extraño,
difícil o inverosímil.

48.- catinga. (pág. 33)


Y es que el olor a comida descompuesta, la catinga de la gente amontonada (...)
(De or. guar.).
1. f. Olor que algunas personas exhalan al transpirar.
2. f. Olor desagradable e intenso que emana de aglomeraciones de personas.
3. f. Am. Olor fuerte y desagradable propio de algunos animales y plantas.

49.- prurito. (pág. 34)


Mientras más rancias y añejas las noticias, mucho más placentero resultaba a su prurito
de lector de baño.
(Del lat. prurītus).
1. m. Deseo persistente y excesivo de hacer algo de la mejor manera posible.
2. m. Med. Comezón, picazón.

50.- gaznápiros. (pág. 37)


“O sea, a los puros gaznápiros”, dice él, con sarcasmo.
(De or. inc.).
1.adj. Palurdo, simplón, torpe, que se queda embobado con cualquier cosa.

51.- vocinglero, ra.


El coche, atestado igual que el primero, sufre el agravante de que en él viaja una
desarrapada tribu de gitanos vocingleros que tienen curco a todo el mundo con su
zalagarda de trashumantes.

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1. adj. Que da muchas voces o habla muy recio. U. t. c. s.
2. adj. Que habla mucho y vanamente. U. t. c. s.

51.- curco, ca.


(Del quichua curcu, joroba).
1. adj. Col. y Ecuad. jorobado.

51.- zalagarda.
(Del fr. ant. eschargarde).
1. f. Emboscada dispuesta para coger descuidado al enemigo y dar sobre él sin que recele.
2. f. escaramuza (ǁ género de pelea de los jinetes o soldados de a caballo).
3. f. Lazo que se arma para que caigan en él los animales.
4. f. coloq. Astucia maliciosa con que alguien procura engañar a otra persona afectando
obsequio y cortesía.
5. f. coloq. Alegría bulliciosa.
6. f. coloq. Alboroto repentino de gente ruin para espantar a quienes están descuidados.
7. f. coloq. Pendencia, regularmente fingida, de palos y cuchilladas, en que hay mucha
bulla, voces y estruendo.

52.- cochambroso, sa.


(...) los niños saltan enloquecidos sobre sus retobos cochambrosos, y las gitanas más viejas
y desgreñadas van cocinando sus mazacotes en un fuego hecho sobre un pequeño trozo de
lata puesto en el piso.
(De cocho, puerco).
1. amb. coloq. Suciedad, cosa puerca, grasienta y de mal olor.

52.- mazacotes.
1. m. coloq. Guisado u otra vianda o cosa de masa, seca, dura y pegajosa.
2. m. coloq. Persona molesta y pesada.
3. m. Arg., Bol., Par., Ur. y Ven. Masa espesa y pegajosa.
4. m. Arg. Pasta hecha de los residuos del azúcar que, después de refinada, quedan
adheridos al fondo y a las paredes de la caldera

53.- damajuana. (pág. 39)


(...) jugando a los dados y bebiendo de una damajuana de quince litros que sacan de
debajo del asiento.
(Del fr. dame-jeanne).
1. f. Recipiente de vidrio o barro cocido, de cuello corto, a veces protegido por un
revestimiento, que sirve para contener líquidos.

54.- esquilmar. (pág. 39)


(...) de aquellos que acostumbran a viajar en el tren esquilmándoles hasta el último peso
de plata a los pasajeros desprevenidos.
(De quima).
1. tr. Coger el fruto de las haciendas, heredades y ganados.
2. tr. Dicho de una planta: Chupar con exceso el jugo de la tierra.

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3. tr. Menoscabar, agotar una fuente de riqueza sacando de ella mayor provecho que el
debido.

55.- cacaraña. (pág. 47)


El hombrecito, que posee una gran cabeza de toro y luce un rostro lleno de cacarañas,
además de tener la manía de tocarse los genitales (...)
Cada uno de los hoyos o señales que hay en el rostro de una persona, sean o no ocasionados
por la viruela.

56.- menjunjes. (pág. 51)


Sin embargo, todas esas pócimas, menjunjes y potingues aplicados contra el dolor, sólo
habían conseguido darle nauseas.
(Del ár. hisp. mamzúǧ, y este del ár. clás. mamzūǧ, mezclado).
Cosmético o medicamento formado por la mezcla de varios ingredientes

56.-potingue.
(De pote).
1. m. fest. coloq. Bebida de botica o de aspecto y sabor desagradable.
2. m. fest. coloq. Producto cosmético, especialmente las cremas. U. m. en pl. Usa muchos
potingues para que no le salgan arrugas.

57.- pichanga. (pág. 52)


(...) habían matado de una estocada en el corazón durante una pichanga de fútbol, andaba
penando en la cancha.
(De or. quechua).
1. f. NO Arg. Vino que no ha terminado de fermentar.
2. f. Col. Escoba de barrer.
engaña ~.
1. amb. Arg. engañabobos (ǁ cosa que engaña o defrauda con su apariencia).
El significado del DRAE no es ajustable al contexto.

58.- machitún. (pág. 54)


(...) se encontró a los futuros pampinos comiéndose un machitún de salmón con cebolla
(...)
1. m. Chile. Entre los mapuches, reunión de carácter religioso, en la que participan los
machis.
En este contexto es similar al causeo.

59.- pilcha. (pág. 54)


El brillo de su diente de oro contrastaba de manera obscena con la vestimenta pobre del
rebaño que arreaba, con los trapos olor a humo de las mujeres y las pilchas rotosas de sus
pobres hijos malparidos.
(Del mapuche pulcha, arruga).
1. f. rur. Arg., Bol. y Par. Prenda de vestir pobre o en mal estado. U. m. en pl.
2. f. Arg., Bol. y Ur. Pieza del recado de montar.
3. f. coloq. Arg., Perú y Ur. Prenda de vestir, particularmente si es elegante y cara. U. m. en
pl.

13
60.- fuñique. (pág. 55)
“Se las quiere fungir de listo el fuñique éste” dijo.
1. adj. Dicho de una persona: Inhábil y torpe en sus acciones.
2. 2. adj. Meticuloso, chinche.

61.-callapo. (pág. 55)


(...) que pese a los callapos cosidos unos sobre otros en los calamorros y a todos los pares
de medias de lana que uno se chanta, igual el calor quema los pies.
(Del aim. callapu).
1. m. Bol. entibo (ǁ madero para apuntalar).

61.- calamorro.
1. m. Chile. Zapato grueso y de forma grosera.

62.- tagua. (pág. 57)


(...) desparramado junto a la mujer de luto, durmiendo borracho como tagua.
1. f. Chile. Ave, especie de fúlica, que vive en las lagunas y pajonales.
2. f. Col. Palmera de tallo muy corto y corona muy frondosa, que produce una semilla cuyo
endospermo, muy duro, es el marfil vegetal, que se emplea para hacer botones, dijes, etc.
3. f. Col. y Ecuad. Semilla de esta palmera.

63. peneca. (pág. 61)


El era un peneca de once años cuando en una carrera de caballos a la chilena vio morir a
su padre
1. m. Chile. niño (ǁ persona que está en la niñez).

64.- covacha. (pág. 68)


(...) 4 de enero marcado para siempre con una cruz roja en el viejo calendario que aún
conserva en su covacha.
1. f. Cueva pequeña.
2. f. Vivienda o aposento pobre, incómodo, oscuro, pequeño.
3. f. trastero.
4. f. perrera (ǁ caseta del perro).
5. f. Ecuad. Tienda donde se venden comestibles, legumbres, etc.

65.- zamacuco, ca. (pág. 71)


Que una vez un pasajero, dándoselas de zamacuco, había tenido la osadía de mirar el
bulto de frente (...)
(Quizá del ár. clás. ṣamakūk, necio malicioso).
1. m. y f. coloq. Persona tonta, torpe y abrutada.
2. m. y f. coloq. Persona que, callándose o simulando torpeza, hace su voluntad o lo que le
conviene.
3. m. coloq. Embriaguez o borrachera.

66.- bicoca. (pág. 77)


“Todo lo demás que pase en el mundo me importa una bicoca”, remata eufórico.

14
(Del it. bicocca, y este de Bicocca, población italiana al oeste de Milán, y nombre de la
batalla que en este lugar libraron franceses y españoles en 1522).
1. f. coloq. Cosa de poca estima y aprecio.
2. f. coloq. ganga (ǁ cosa apreciable que se adquiere a poca costa).
3. f. ant. Fortificación pequeña y de poca defensa.

67.- patizambo, ba. (pág. 82)


El otro es un patizambo de brazos largos, de complexión nervuda y una inquietante mirada
de orate.
(De pata1 y zambo).
1. adj. Que tiene las piernas torcidas hacia afuera y junta mucho las rodillas.

68.- inconsútil. (pág. 83)


La túnica de color carmelita del cristo de Elqui no tiene nada de inconsútil.
(Del lat. inconsutĭlis).
1. adj. Dicho comúnmente de la túnica de Jesucristo: Sin costura.

69.- escarceo. (pág. 83)


Luego de los primeros escarceos de confianza con los recién aparecidos, Rosendo Pérez le
pregunta al más alto de los apóstoles (...)
1. m. Movimiento en la superficie del mar, con pequeñas olas ampolladas que se levantan
en los parajes en que hay corrientes.
2. m. Prueba o tentativa antes de iniciar una acción determinada.
3. m. pl. divagación.
4. m. pl. Tanteo, incursión en algún quehacer que no es el acostumbrado.
5. m. pl. Tentativa, intento de hacer algo sin mucha profundidad o dedicación.
6. m. pl. Tornos y vueltas que dan los caballos cuando están fogosos o el jinete los obliga a
ello.

70.- ristre. (pág. 84)


Y cuando, con el índice en ristre, se apresta a contestarle con un versículo de la biblia (...)
en ~.
1. loc. adj. Dicho de un objeto: Empuñado y, ordinariamente, dispuesto para ser utilizado.
Pluma en ristre. U. t. c. loc. adv.

71.- camorra. (pág. 86)


“Metemáticamente, aquí va ha haber camorra”, le dice Rosendo Pérez a Lorenzo
Anabalón.
(De or. inc., quizá hisp.)
1. f. Mafia napolitana
2. coloq. riña.

72.- caniculario. (pág. 86)


(...) de cómo había empezado su misión en esta tierra como un humilde caniculario (...)
(Del lat. canicŭla, perrita).
1. m. perrero (ǁ de las iglesias).

15
perrero, ra.
1. m. y f. Persona que tiene por oficio recoger los perros abandonados o vagabundos.
2. m. y f. Persona que es muy aficionada a tener y criar perros.
3. m. y f. Persona que cuida o tiene a su cargo los perros de caza.
4. m. Hombre que en las iglesias catedrales tenía cuidado de echar fuera a los perros.
5. f. Lugar o sitio donde se guardan o encierran los perros.
6. f. Coche municipal destinado a la recogida de perros vagabundos o abandonados.
7. f. Departamento que hay en los trenes, destinado para llevar perros.
8. f. Empleo u ocupación que tiene mucho trabajo o molestia y poca utilidad.
9. f. coloq. Mal pagador.
10. f. coloq. Rabieta de niño.
11. f. C. Rica. Furgón de la Policía para transportar detenidos.

73.- añagaza. (pág. 86)


(...) que todo lo que estaba diciendo no eran sino añagazas de charlatán de feria.
(Del ár. hisp. annaqqáza, señuelo, y este del ár. clás. naqqāz, pájaro saltarín).
1. f. Artificio para atraer con engaño.
2. f. Señuelo para coger aves. Comúnmente es un pájaro de la especie de los que se trata de
cazar.

74.- coleto. (pág. 86)


(...) se manda un trago de vino al coleto, se pone de pie y grita con voz traposa.
(Del it. colletto).
1. m. Vestidura hecha de piel, por lo común de ante, con mangas o sin ellas, que cubre el
cuerpo, ciñéndolo hasta la cintura.
2. m. desus. descaro. U. en Colombia.
coger el ~ a alguien.
1. fr. coloq. desus. Sujetarlo de manera que no pueda escapar.
echarse algo al ~.
1. fr. coloq. Comérselo o bebérselo.
2. fr. coloq. Leer desde el principio hasta el fin un libro o escrito.

75.- amononar. (pág. 89)


(...) nos las exhiben amononaditas en las vitrinas del comercio (...)
1. tr. coloq. Chile. Arreglar con esmero. U. t. c. prnl.

76.- diantre. (pág. 89)


A este paso no sé hasta dónde diantres iremos a llegar.
1. m. coloq. eufem. diablo (ǁ ángel rebelado).
diantre, o diantres.
1. interjs. coloqs. diablo.

77.- tole. (pág. 95)


En medio del mutismo general una anciana grita de pronto que ahí está Jesucristo en
persona, y en seguida se arma una tole tole de proporciones.

16
(Del lat. tolle, quita, imper. de tollĕre, por alus. a las palabras tolle eum, con que los judíos
excitaban a Pilatos a que crucificara a Jesús).
1. m. Confusión y gritería popular. U. m. repetido.
2. m. Rumor de desaprobación, que va cundiendo entre las gentes, contra alguien o algo.

78.- chisporrotear. (pág. 95)


En esos momentos el tren comienza a tomar una curva cerrada y, en tanto las ruedas
chirrean chisporroteantes contra los rieles (...)
1. intr. coloq. Dicho del fuego o de un cuerpo encendido: Despedir chispas reiteradamente.

79.- tracalada. (pág. 95)


(...) trata de consolar a la tracalada de gente que lo rodea y estira sus manos para tocarlo.
1. f. Am. Matracalada, cáfila, multitud.

80.- bisbiseo. (pág. 99)


De pronto, en mitad del vagón, le parece oír apenas un bisbiseo de canto.
1. m. Acción de bisbisar. Musitar
musitar.
(Del lat. mussitāre).
1. intr. Susurrar o hablar entre dientes.

81.- permanganato. (pág. 100)


“Y mea permanganato”, dice la otra.
1. m. Quím. Sal formada por la combinación del ácido mangánico con una base. El
permanganato potásico se utiliza como desinfectante.

82.- majamama. (pág. 101)


(...) un principio de incendio con sus fogatas y los demás pasajeros, en una majamama de
los mil de mononios.
1. f. coloq. Chile. desorden (ǁ confusión).

83.- barahúnda. (pág. 101)


Era tal la barahúnda en el vagón (...)
(De or. inc.; cf. port. barafunda, y fr. baragouin).
1. f. Ruido y confusión grandes

84.- paisano, na. (pág. 104)


(...) los seguía hasta la puerta de sus casas tratando de convencerlos de que en verdad,
paisanito lindo, se lo juro, el muerto era otro y no él.
1. adj. Dicho de una persona: Que es del mismo país, provincia o lugar que otra.
2. m. y f. Campesino, que vive y trabaja en el campo.
3. m. Hombre que no es militar.
4. m. Méx. correcaminos.
5. f. Música y danza bailada al modo de los campesinos.
de paisano.

85.- agorerías. (pág. 107)

17
(...) sólo materias de astrología o cosas que la gente común llamaba supersticiones y
agorerías de brujas, (...)
agüero.
(Del lat. augurĭum).
1. m. Procedimiento o práctica de adivinación utilizado en la Antigüedad y en diversas
épocas por pueblos supersticiosos, y basado principalmente en la interpretación de señales
como el canto o el vuelo de las aves, fenómenos meteorológicos, etc.
2. m. Presagio o señal de cosa futura.
3. m. Pronóstico, favorable o adverso, formado supersticiosamente por señales o accidentes
sin fundamento.

86.- desgaire. (pág. 112)


(...) lo vio traspasar la puerta del local, dijo, así como al desgaire, que el tipo ese que
acababa de entrar, por su vestimenta y su postura retadora, tenía toda la facha de ser un
dandi.
(Del cat. a escaire, oblicuamente).
1. m. Desaliño, desaire en el manejo del cuerpo y en las acciones, que regularmente suele
ser afectado.
2. m. Ademán con que se desprecia y desestima a una persona o cosa.
al ~.
1. loc. adv. Con descuido, que puede ser afectado.

86.- dandi.
(Del ingl. dandy).
1. m. Hombre que se distingue por su extremada elegancia y buen tono

87.- chiquero. (pág. 112)


Un olor como a chiquero de chanco.
(Quizá del mozár. y ár. hisp. širkáyr, y este del lat. vulg. *circarĭum, der. del lat. circus,
circo, cercado).
1. m. pocilga (ǁ establo para ganado de cerda).
2. m. Cada uno de los compartimientos del toril en que están los toros encerrados antes de
empezar la corrida.
3. m. Ext. Choza pequeña en que se recogen de noche los cabritos.

88.- guasón, na. (pág. 113)


(...) brindando por las buenaventuranzas del año nuevo que, a decir verdad, apuntó
guasón el boticario, ya llevaba casi media hora de viejo.
1. adj. coloq. Que tiene guasa. U. t. c. s.
2. adj. coloq. Burlón, bromista. U. t. c. s.

89.- baladrón, na. (pág. 114)


(...) después de que el extraño entrara a la casa con el sombrero puesto y su aire baladrón,
se hubiera dao cuenta, con espanto, de que la ramita de su árbol colgada en la puerta
comenzaba a derramar una espesa lágrima de resina.
(Del lat. balătro, -ōnis).
1. adj. Fanfarrón y hablador que, siendo cobarde, blasona de valiente.

18
2. adj. Ecuad. truhan (ǁ sin vergüenza). U. t. c. s.

90.- gangocho. (pág. 115)


El viejo, con su desdentada boca abierta, duerme abrazado a una botella vinera forrada en
saco gangocho.
1. m. Am. Cen., Bol., Chile y Ecuad. guangoche.
guangoche.
1. m. Am. Cen. y Méx. Tela basta, especie de arpillera para embalajes, cubiertas, etc.

91.- boñiga. (pág. 119)


(...) se puede averiguar de paso, por el color y la consistencia de la boñiga, el estado de
salud, el humor y hasta las buenas o malas costumbres sexuales (...)
(Etim. disc.).
1. f. Excremento del ganado vacuno.
2. f. Excremento de otros animales semejante al del vacuno

92.- chanza. (pág. 119)


“Sin embargo, para su conocimiento, le voy a decir que su chanza no es tan descabellada,
pues existe la uromancia, que es la ciencia de vaticinar por medio de la orina (...)
(Cf. it. ciancia).
1. f. Dicho festivo y gracioso.
2. f. Hecho burlesco para recrear el ánimo o ejercitar el ingenio.
hablar alguien de ~.
1. fr. Hablar aparentando sinceridad cuando realmente no habla de veras.

92.- uromancia o uromancía.


(Del gr. οὖρον, orina, y -mancia).
1. f. Supuesta adivinación por el examen de la orina.

93.- zurear. (pág. 119)


Que en realidad ella no se llama Luvertina, la oye decir casi zureándole en el oído (...)
(De la onomat. zur).
1. intr. Dicho de una paloma: Hacer arrullos.

94.- guisa. (pág. 120)


(...) como desde una lejanía astral, sin saber muy bien a quien y a guisa de qué. (...)
(Del germ. *wîsa; cf. ingl. wise, al. Weise).
1. f. Modo, manera o semejanza de algo.
2. f. ant. Voluntad, gusto, antojo.
3. f. ant. Clase o calidad.

95.- quiltro (pág. 125)


(...) le acaricia un rato las orejas a los quiltros y luego dirige sus pasos hacia la plaza.
1. m. Bol. y Chile. Perro y, en particular, el que no es de raza.

96.- volandero, ra. (pág. 126)

19
(...) ella luciendo sus acampanados vestidos volanderos tratando de no perder el compás
de la música (...)
(Del lat. volandus, part. fut. pas. de volāre, volar).
1. adj. volantón.
2. adj. Suspendido en el aire y que se mueve fácilmente a su impulso.
3. adj. Accidental, casual, imprevisto.

97.- descacharrado, da. (pág. 132)


Todavía somnoliento, se queda un rato meciéndose flojamente al zarandeo invariable del
vagón descacharrado.
(Del part. de descacharrar).
1. adj. Guat. y Hond. descuidado (ǁ desaliñado).

98.- pitaña. (pág. 133)


(...) le va limpiando los ojos a uno de los mellizos que amaneció con pitaña.
(Cruce de pitarra y legaña).
1. f. p. us. legaña.

99.- afilorar. (pág. 135)


Tras ser las primeras en lavarse la cara, las hermanas, espejitos en ristre, se van
empolvando y afirolando que es su gusto.
(De or. desc.).
1. tr. P. Rico. Ataviar, adornar, componer con esmero. U. t. c. intr. y c. prnl.

100.- zanguango, ga. (pág. 137)


(...) dice que se va a pelar a combos con ese zanguango del carajo.
(De zangón).
1. adj. coloq. Indolente, embrutecido por la pereza. U. m. c. s.
2. adj. coloq. Ur. Desmañado, torpe. U. t. c. s.
2. f. coloq. Ficción de una enfermedad o impedimento, para no trabajar. Hacer la

101.- guasamaco, ca. (pág. 137)


(...) metemáticamente lo va hacer escupir tachuelas al guasamaco tiñoso ése.
(De guaso).
1. adj. Chile. incivil (ǁ grosero).

102.- verija. (pág. 138)


“Péguele una patada en las verijas en mi nombre, paisita”, le dice.
(Del lat. virilĭa, pl. n. de virīlis, viril).
1. f. Región de las partes pudendas.

103.- zurumbático, ca. (pág. 141)


(...) ella simplemente se había quedado zurumbática con el magnetismo de su mirada (...)
1. adj. Lelo, pasmado, aturdido.

104.- chambón, na. (pág. 143)

20
Y cuando el enano le dice que de niño soñaba con legar a ser guardavallas, el hombre le
dice, chambón: “Por lo menos arrastrado no le habrían pasado ningún gol, compañerito”.
(De chamba).
1. adj. coloq. De escasa habilidad en el juego, caza o deportes. U. t. c. s.
2. adj. coloq. Poco hábil en cualquier arte o facultad. U. t. c. s.
3. adj. coloq. Que consigue por chiripa algo.
4. m. y f. coloq. Col. Persona ordinaria

105.- patituerto, ta. (pág. 144)


(...) el número once de los bomberos, un patituerto que jugaba con un pañuelo moquero en
la cabeza (...)
(De pata y tuerto).
1. adj. Que tiene torcidas las piernas o las patas.
2. adj. coloq. Que se desvía de la línea que debe seguir, por estar mal hecho o torcido.

106.- patota. (pág. 144)


(...) los caballeros del Fuego reclamándole en patota al ministro de Dios (...)
1. f. Arg., Bol., Par., Perú, Ur. y Ven. Grupo, normalmente integrado por jóvenes, que suele
darse a provocaciones, desmanes y abusos en lugares públicos.
2. f. Arg., Perú, Ur. y Ven. Pandilla de amigos, generalmente jóvenes.

107.- tris. (pág. 145)


(...) ya estaba a un tris de cometer el sacrilegio de golpearlo (...)
(De or. onomat.).
1. m. Leve sonido que hace una cosa delicada al quebrarse.
2. m. Golpe ligero que produce este sonido.
3. m. coloq. Porción muy pequeña de tiempo o de lugar, causa u ocasión levísima; poca
cosa, casi nada. No faltó un tris. Al menor tris.

108.- payaya. (pág. 148)


(...) comienza a buscar piedrecitas pulidas para jugar a la payaya.
1. f. Chile. juego de los cantillos.

109.- solfa. (pág. 148)


(...) si no quieren ganarse una solfa los chiquillos de porquería.
(De sol y fa).
1. f. Arte que enseña a leer y entonar las diversas voces de la música.
2. f. Conjunto o sistema de signos con que se escribe la música.
3. f. Melodía y armonía.
4. f. Combinación de ambas.
5. f. coloq. Zurra de golpes.
tomar en ~ algo o a alguien.
1. fr. Arg. y Ur. Hacerle objeto de bromas, no tomarlo en serio.

110.- clotear. (pág. 151)

21
(...) si con decirle nomás que habían tenido que tirar por la ventanilla a varios que habían
cloteado durante el viaje (...)
1. intr. coloq. Chile. Sufrir colapso, dejar de existir.

111.- cháchara. (pág. 153)


La cual, si el ojo no le falla, dice don Audiito, que se ha acercado hasta el asiento atraído
por la cháchara de las mujeres (...)
(Del it. chiacchiera, en pronunciación infl. por ciacciare).
1. f. Conversación frívola.
2. f. coloq. Abundancia de palabras inútiles.
3. f. pl. Baratijas, cachivaches.

112.- carajo. (pág. 158)


(...) el tren corre y corre sin ganarle un solo centímetro a ese desierto del carajo.
(De or. inc.).
1. m. malson. Miembro viril.
2. m. despect. malson. Col., C. Rica, Hond. y Ven. U. para suplir el nombre de un hombre
que no se quiere mencionar para desvalorizarlo.
al ~.
1. expr. coloq. Denota enfado o rechazo. Al carajo el informe.
carajo.
1. interj. U. para expresar disgusto, rechazo, sorpresa, asombro, etc.
del ~.
1. loc. adj. coloq. Muy grande o intenso. Un susto, un frío del carajo.
importar algo un ~ a alguien.
1. fr. coloq. No importarle nada.
irse algo al ~.
1. fr. coloq. Echarse a perder, tener mal fin.
mandar a alguien al ~.
1. fr. coloq. Rechazarlo con insolencia y desdén.
qué ~.
1. expr. coloq. Denota negación, decisión, contrariedad, etc.
un ~.
1. loc. adv. coloq. nada (ǁ ninguna cosa). No entiendes un carajo.
2. expr. coloq. U. para negar o rechazar.
3. expr. coloq. U. para ponderar. Cuesta un carajo.

113.- abicharse. (pág. 160)


(...) unos trozos de pollo -“se están abichando” le había dicho a su madre-
(De bicho).
1. prnl. And., Arg. y Ur. Dicho de la fruta: agusanarse.
2. prnl. rur. And., Arg. y Ur. Dicho de una herida de una persona o de un animal: Criar
gusanos.

114.- sangregorda. (pág. 163)

22
“¡Vieja sangregorda!”, le gritó el abuelo, (...)
1. adj. Dicho de una persona: Cachazuda, que tiene mucha pachorra. U. t. c. s.

115.- ablandabrevas. (pág. 163)


“¡Viejo ablandabrevas!”, le respondió ella.
(De ablandar y breva).
1. com. coloq. Persona inútil o pusilánime.

116.- chocha. (pág. 163)


Y, metiéndose de nuevo en los vericuetos de su tejido, vuelve a su mutismo de animita
chocha.
chocho, cha.
(Voz onomat.).
1. adj. Que chochea.
2. adj. coloq. Lelo de puro cariño.
3. adj. coloq. Arg. y Ur. satisfecho (ǁ complacido, contento).
4. adj. El Salv. nicaragüense. Apl. a pers., u. t. c. s.

117.- calamina. (pág. 171)


(...) dormían en una calamina puesta encima de seis tarros de manteca rellenos de tierra.
(Del b. lat. calamina, y este del lat. cadmea).
1. f. Carbonato de cinc, anhidro, pétreo, blanco o amarillento, o rojizo cuando lo tiñe el
hierro. Es la mena de que generalmente se extrae el cinc.
2. f. Cinc fundido.
3. f. Aleación de cinc, plomo y estaño.

118.- cejijunto, ta. (pág. 171)


“Los pobres huesos quedan para flautas del viento”, dice cejijunto el pendolista.
(De ceja y junto).
1. adj. Que tiene las cejas muy pobladas de pelo hacia el entrecejo, por lo que casi se
juntan.
2. adj. ceñudo.

119.- corro. (pág. 177)


Y cuando, en un gran corro, todos están siendo presa de la más desatada imaginación (...)
(Quizá del lat. cŭrrus, carro; cf. corral).
1. m. Cerco que forma la gente para hablar, para solazarse, etc.
2. m. Espacio que incluye.
3. m. Espacio circular o casi circular.
4. m. Juego de niñas que forman un círculo, cogidas de las manos, y cantan dando vueltas
en derredor.
5. frs. coloqs. Decir en público algo para ver el efecto que hace.
6. fr. Hacer lugar, apartando o apartándose la gente que está apiñada o reunida sin orden.
hacer ~ aparte.
7. fr. Dicho de varias personas: Reunirse en un pequeño grupo dentro de una reunión
mayor, para hablar entre sí.

23
Concluyendo esta recopilación de palabras, singularmente usadas por don Hernán
Rivera para hacer de su obra un juego de imágenes, sonidos y olores que nos lleva como
lectores a trasladarnos sensitivamente al desierto, creemos que es demasiada información la
que se debe incluir para hacer de esos referentes de que nos habla cosas concretas.

Este estudio de vocabulario trató de incluir la cantidad de palabras que se


consideraban fuera del habla habitual de los chilenos o algunas que son bastante usadas,
pero que sirven para contextos explícitos. Podemos también decir, que muchos de los
vocablos que quisieron ser incluidos no están consignados en los diccionarios, y suponemos
de algunos que fueron inventados por el autor para darle más naturalidad y viveza a su
relato.

Se pueden dar ejemplos de estos: espichado(10), cucaleco (45), liliquiento (50),


alicurco, languiento (55), salnatrón (64), encapota (80), endovatado (83), almorramiento
(86), encojinado, amajamado (87), chafarles (100), ologinancia, copromancia (118),
ofidiana (122), foronga (121), y así muchos otros. Vemos también gran cantidad de
palabras compuestas como: cariacuchillados, antitrinitarios, malhablados, cuentacuentos,
etc.

En fin, las palabras construyen los mundos literarios, esa trasmisión de información
que viaja desde la mente del narrador pasa por un papel hasta la mente de los que
interpretamos estos significantes, los cuales hacen que nuestra cabecita se llene de
recuerdos y sensaciones.

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