PRINCIPIOS PARA INTERACTUAR CON LA LEY Y EL ANTIGUO TESTAMENTO.
“Pero nosotros sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente”, 1 Timoteo 1:8
Desde mi perspectiva, uno de los aspectos de mayor importancia, y más descuidados en nuestras iglesias, es la interpretación de la ley mosaica en la vida del cristiano.
Puede resultar un poco confuso para el cristiano el leer a Pablo hablando de la ley. Por momentos, él se refiere a la ley como buena, y en otros momentos como mala. En instantes la ley es un deleite; en otros, es lo que nos hace conscientes del pecado.
Los tres usos de la ley.
Históricamente, la tradición reformada ha visto tres usos principales para la ley:
1. Nos muestra el pecado. Sirve como un espejo que muestra nuestra necesidad de Cristo.
2. Restringe el pecado. La ley no puede cambiar el corazón del hombre, pero puede restringir el mal del injusto al justo.
3. Nos muestra qué le place a Dios. La ley es un reflejo del carácter de Dios, y cuando actuamos de acuerdo a ella reflejamos el carácter de Dios.
Uso incorrecto de la ley.
El uso incorrecto de la ley tiene un enfoque legalista. La usamos para pensar de una forma moralista: “Si haces esto y esto, serás aceptado delante de Dios”. A esto alude Pablo en Romanos 10:4-5: “Porque Cristo es el fin de la ley para justicia a todo aquel que cree. Porque Moisés escribe que el hombre que practica la justicia que es de la ley, vivirá por ella”.
Todo cristiano debe afirmar que el único que ha obedecido completamente la ley es Cristo. Por consiguiente solamente por los méritos de Cristo somos aceptados por Dios. Si este es el caso, la ley nos muestra que necesitamos de la rectitud de Cristo, ya que nosotros no la cumplimos, y en agradecimiento queremos reflejar el carácter de Dios que es mostrado en la ley.
Cristo en la ley.
Históricamente en la iglesia hispana no sabemos bien cómo interactuar con el Antiguo Testamento. Vemos estos libros como un grupo de historias que nos muestran héroes, los cuales debemos imitar. O simplemente mandamientos que debemos seguir. En el peor de los casos, tomamos textos fuera de su contexto para poner cargas o reclamar promesas que no fueron diseñadas para nosotros. Por consiguiente, muchos de los sermones que escuchamos del Antiguo Testamento tienden a ser moralistas y nos impulsa a imitar la conducta de estos personajes bíblicos.
Jesús nos enseñó algo diferente. A los discípulos en camino a Emaús, Él les dio una tremenda llave hermenéutica: “Y comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas, les explicó lo referente a El en todas las Escrituras”, Lucas 24:27. Jesús tomó todo el Antiguo Testamento y les dijo “cuando leas estos libros, ¡búscame a mí!”.
Cuando vemos todos los mandamientos en el Pentateuco, antes de decir “¡debo obedecerlos!”, debemos darnos cuenta de nuestra incapacidad de obedecerlos perfectamente. Eso debe llevarnos a decir “Cristo los obedeció y, por consiguiente, ¡esa rectitud me pertenece porque estoy unido Él!”.
La historia del Antiguo Testamento narra la espera de la llegada de la simiente de la mujer que aplastaría la cabeza de la serpiente (Gn. 3:15). Una y otra vez vemos hombres que parecen ser los lo lograría, pero se quedaron cortos. Abraham dudó; Noé se embriagó; David adulteró y el Pueblo de Israel continuó desobedeciendo.Y es que al final solo Cristo podía redimirnos. Aun el mejor de los personajes del Antiguo Testamento solo podía apuntarnos a Cristo y su perfección.
Una sola ley, vista de diversas formas.
¿Cómo debo ver los mandamientos del Antiguo Testamento luego de la cruz?
Históricamente la tradición reformada ha dividido la ley en tres facetas:
• La ley civil, que tiene que ver con aspectos de Israel como una nación.
• La ley ceremonial, aspectos religiosos de cómo lidiar con el pecado por medio de sacrificios.
• La ley moral, que tiene que ver con la conducta del pueblo para reflejar el carácter de Dios.
Aunque esta división no es perfecta, nos puede ayudar
PRINCIPIOS PARA INTERACTUAR CON LA LEY Y EL ANTIGUO TESTAMENTO.
“Pero nosotros sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente”, 1 Timoteo 1:8
Desde mi perspectiva, uno de los aspectos de mayor importancia, y más descuidados en nuestras iglesias, es la interpretación de la ley mosaica en la vida del cristiano.
Puede resultar un poco confuso para el cristiano el leer a Pablo hablando de la ley. Por momentos, él se refiere a la ley como buena, y en otros momentos como mala. En instantes la ley es un deleite; en otros, es lo que nos hace conscientes del pecado.
Los tres usos de la ley.
Históricamente, la tradición reformada ha visto tres usos principales para la ley:
1. Nos muestra el pecado. Sirve como un espejo que muestra nuestra necesidad de Cristo.
2. Restringe el pecado. La ley no puede cambiar el corazón del hombre, pero puede restringir el mal del injusto al justo.
3. Nos muestra qué le place a Dios. La ley es un reflejo del carácter de Dios, y cuando actuamos de acuerdo a ella reflejamos el carácter de Dios.
Uso incorrecto de la ley.
El uso incorrecto de la ley tiene un enfoque legalista. La usamos para pensar de una forma moralista: “Si haces esto y esto, serás aceptado delante de Dios”. A esto alude Pablo en Romanos 10:4-5: “Porque Cristo es el fin de la ley para justicia a todo aquel que cree. Porque Moisés escribe que el hombre que practica la justicia que es de la ley, vivirá por ella”.
Todo cristiano debe afirmar que el único que ha obedecido completamente la ley es Cristo. Por consiguiente solamente por los méritos de Cristo somos aceptados por Dios. Si este es el caso, la ley nos muestra que necesitamos de la rectitud de Cristo, ya que nosotros no la cumplimos, y en agradecimiento queremos reflejar el carácter de Dios que es mostrado en la ley.
Cristo en la ley.
Históricamente en la iglesia hispana no sabemos bien cómo interactuar con el Antiguo Testamento. Vemos estos libros como un grupo de historias que nos muestran héroes, los cuales debemos imitar. O simplemente mandamientos que debemos seguir. En el peor de los casos, tomamos textos fuera de su contexto para poner cargas o reclamar promesas que no fueron diseñadas para nosotros. Por consiguiente, muchos de los sermones que escuchamos del Antiguo Testamento tienden a ser moralistas y nos impulsa a imitar la conducta de estos personajes bíblicos.
Jesús nos enseñó algo diferente. A los discípulos en camino a Emaús, Él les dio una tremenda llave hermenéutica: “Y comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas, les explicó lo referente a El en todas las Escrituras”, Lucas 24:27. Jesús tomó todo el Antiguo Testamento y les dijo “cuando leas estos libros, ¡búscame a mí!”.
Cuando vemos todos los mandamientos en el Pentateuco, antes de decir “¡debo obedecerlos!”, debemos darnos cuenta de nuestra incapacidad de obedecerlos perfectamente. Eso debe llevarnos a decir “Cristo los obedeció y, por consiguiente, ¡esa rectitud me pertenece porque estoy unido Él!”.
La historia del Antiguo Testamento narra la espera de la llegada de la simiente de la mujer que aplastaría la cabeza de la serpiente (Gn. 3:15). Una y otra vez vemos hombres que parecen ser los lo lograría, pero se quedaron cortos. Abraham dudó; Noé se embriagó; David adulteró y el Pueblo de Israel continuó desobedeciendo.Y es que al final solo Cristo podía redimirnos. Aun el mejor de los personajes del Antiguo Testamento solo podía apuntarnos a Cristo y su perfección.
Una sola ley, vista de diversas formas.
¿Cómo debo ver los mandamientos del Antiguo Testamento luego de la cruz?
Históricamente la tradición reformada ha dividido la ley en tres facetas:
• La ley civil, que tiene que ver con aspectos de Israel como una nación.
• La ley ceremonial, aspectos religiosos de cómo lidiar con el pecado por medio de sacrificios.
• La ley moral, que tiene que ver con la conducta del pueblo para reflejar el carácter de Dios.
Aunque esta división no es perfecta, nos puede ayudar
PRINCIPIOS PARA INTERACTUAR CON LA LEY Y EL ANTIGUO TESTAMENTO.
“Pero nosotros sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente”, 1 Timoteo 1:8
Desde mi perspectiva, uno de los aspectos de mayor importancia, y más descuidados en nuestras iglesias, es la interpretación de la ley mosaica en la vida del cristiano.
Puede resultar un poco confuso para el cristiano el leer a Pablo hablando de la ley. Por momentos, él se refiere a la ley como buena, y en otros momentos como mala. En instantes la ley es un deleite; en otros, es lo que nos hace conscientes del pecado.
Los tres usos de la ley.
Históricamente, la tradición reformada ha visto tres usos principales para la ley:
1. Nos muestra el pecado. Sirve como un espejo que muestra nuestra necesidad de Cristo.
2. Restringe el pecado. La ley no puede cambiar el corazón del hombre, pero puede restringir el mal del injusto al justo.
3. Nos muestra qué le place a Dios. La ley es un reflejo del carácter de Dios, y cuando actuamos de acuerdo a ella reflejamos el carácter de Dios.
Uso incorrecto de la ley.
El uso incorrecto de la ley tiene un enfoque legalista. La usamos para pensar de una forma moralista: “Si haces esto y esto, serás aceptado delante de Dios”. A esto alude Pablo en Romanos 10:4-5: “Porque Cristo es el fin de la ley para justicia a todo aquel que cree. Porque Moisés escribe que el hombre que practica la justicia que es de la ley, vivirá por ella”.
Todo cristiano debe afirmar que el único que ha obedecido completamente la ley es Cristo. Por consiguiente solamente por los méritos de Cristo somos aceptados por Dios. Si este es el caso, la ley nos muestra que necesitamos de la rectitud de Cristo, ya que nosotros no la cumplimos, y en agradecimiento queremos reflejar el carácter de Dios que es mostrado en la ley.
Cristo en la ley.
Históricamente en la iglesia hispana no sabemos bien cómo interactuar con el Antiguo Testamento. Vemos estos libros como un grupo de historias que nos muestran héroes, los cuales debemos imitar. O simplemente mandamientos que debemos seguir. En el peor de los casos, tomamos textos fuera de su contexto para poner cargas o reclamar promesas que no fueron diseñadas para nosotros. Por consiguiente, muchos de los sermones que escuchamos del Antiguo Testamento tienden a ser moralistas y nos impulsa a imitar la conducta de estos personajes bíblicos.
Jesús nos enseñó algo diferente. A los discípulos en camino a Emaús, Él les dio una tremenda llave hermenéutica: “Y comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas, les explicó lo referente a El en todas las Escrituras”, Lucas 24:27. Jesús tomó todo el Antiguo Testamento y les dijo “cuando leas estos libros, ¡búscame a mí!”.
Cuando vemos todos los mandamientos en el Pentateuco, antes de decir “¡debo obedecerlos!”, debemos darnos cuenta de nuestra incapacidad de obedecerlos perfectamente. Eso debe llevarnos a decir “Cristo los obedeció y, por consiguiente, ¡esa rectitud me pertenece porque estoy unido Él!”.
La historia del Antiguo Testamento narra la espera de la llegada de la simiente de la mujer que aplastaría la cabeza de la serpiente (Gn. 3:15). Una y otra vez vemos hombres que parecen ser los lo lograría, pero se quedaron cortos. Abraham dudó; Noé se embriagó; David adulteró y el Pueblo de Israel continuó desobedeciendo.Y es que al final solo Cristo podía redimirnos. Aun el mejor de los personajes del Antiguo Testamento solo podía apuntarnos a Cristo y su perfección.
Una sola ley, vista de diversas formas.
¿Cómo debo ver los mandamientos del Antiguo Testamento luego de la cruz?
Históricamente la tradición reformada ha dividido la ley en tres facetas:
• La ley civil, que tiene que ver con aspectos de Israel como una nación.
• La ley ceremonial, aspectos religiosos de cómo lidiar con el pecado por medio de sacrificios.
• La ley moral, que tiene que ver con la conducta del pueblo para reflejar el carácter de Dios.
Aunque esta división no es perfecta, nos puede ayudar
CEPAL adscribe al consenso a escala regional relativo a las prioridades en
educacin, acordado en la II Cumbre de las Amricas, celebrada en Santiago de Chile en 1998. En ella se reconocieron como principios que guan la accin educativa a la equidad, la calidad y la pertinencia, fijando como prioridades educativas continentales la creacin de programas compensatorios para la atencin de grupos vulnerables, la formacin y capacitacin docente, la conformacin de sistemas de evaluacin, el intercambio continental en materia de experiencias innovadoras, utilizacin de nuevas tecnologas y educacin en valores para la democracia y la ciudadana, entre otras. Por otra parte, se destaca que el desarrollo del sistema educacional, as como el dinamismo de las sociedades y de las economas en las ltimas dos dcadas, plantean nuevos desafos y obligan a readecuar sobre la marcha los sistemas de educacin y transmisin de conocimientos (CEPAL/UNESCO, 1992). Para este organismo, la educacin es el instrumento privilegiado para la integracin social y para elevar la competitividad sistmica de las economas (una competitividad no centrada en bajos salarios o explotacin excesiva de recursos naturales y humanos, sino en la incorporacin de progreso cientfico y tcnico). As, la educacin es considerada como la esfera privilegiada para generar y promover mejor calidad en los recursos humanos. CEPAL considera que actualmente, en Amrica Latina y el Caribe, si bien los avances respecto de cobertura en educacin son importantes, la dinmica interna del sistema educativo ha tenido poca conexin con la evolucin de sistema productivo y con las transformaciones ocurridas en la sociedad, y esto le ha dificultado incorporar a los programas de estudio y las prcticas escolares contenidos que respondieran a las demandas de la economa y del ejercicio pleno de la ciudadana, reflejndose en la debilidad de los sistemas de capacitacin y en algunos anacronismos en materia de contenidos y modelos de aprendizaje. Se entiende que estamos frente a nuevas e impostergables demandas educativas que nacen desafiadas por la competitividad sistmica de la economa global, y que se ligan a la expansin de los niveles medio y
superior, un mayor desarrollo del rea cientfico-tecnolgica, la necesidades
de innovaciones en el plano productivo, de nuevas destrezas que respondan a la flexibilidad que hoy exige el mercado laboral y sobre todos las demandas de las pequeas y medianas empresas. Pero adems, se considera que en relacin con el proceso de consolidacin de las democracias de la regin, no se ha avanzado lo suficiente en la inclusin en los diferentes niveles educativos, de elementos que conduzcan a la formacin de ciudadana y, a nivel general, queda mucho por hacer en trminos de equidad y calidad en cuanto al acceso y los logros educativos. Pero se agravara la situacin dado que, a medida que en la regin, se visualizan logros educativos de la poblacin, se observa, paralelamente, un proceso de devaluacin educativa, dado que son progresivamente mayores las exigencias de capacitacin y formacin que el mercado laboral exige para acceder a l. As, CEPAL est convencida que todava es necesario avanzar sustancialmente en materia de logros educativos en la regin, concretamente en la escolaridad correspondiente a la enseanza secundaria y terciaria para lograr un notable progreso en los niveles de competitividad de los recursos humanos y que la mayor parte de la poblacin cuente con suficientes aos de escolaridad como para poder aspirar a mejores opciones de movilidad ocupacional y bienestar social en el futuro. Pero, a la vez, sugieren que simultneamente es necesario ampliar las oportunidades ocupacionales y la equidad social. Perciben como principales desafos en el campo educacional, y orientadores de las reformas requeridas y/o realizadas (algunas que se han desarrollado, tras se hallan en proceso y otras a construir) a: a) La continuidad educativa. Alcanzada ya en la regin una meta asociada con una matrcula universal en primaria -aunque no en todos los pases-, el reto que visualiza el organismo para la mayora de los pases es lograr avances importantes en materia de continuidad de los estudiantes dentro del sistema educacional, intentando llegar lo antes posible a una cobertura universal en la educacin secundaria. b) El aumento en la calidad de la educacin. Implica seguir avanzando en herramientas de diagnstico y medicin de la calidad para darle mayor pertinencia a intervenciones futuras; tomar decisiones y realizar acciones
efectivas para actualizar estilos de aprendizaje y de enseanza; dotar a las
escuelas con un soporte informtico y de tecnologa audiovisual que permita transmitir a los educandos nuevas destrezas de adquisicin de informacin y conocimientos; imprimirle mayor fuerza y dinamismo al mejoramiento curricular y la capacitacin docente; extender jornadas escolares y dotar de mayor infraestructura escolar a las escuelas (CEPAL/UNESCO, 1992). c) La mayor equidad de oportunidades educativas. Dado que se observa que el acceso a una buena educacin sigue estando muy segmentado por estratos socioeconmicos, falta una segunda ola democratizadora que vaya ms all de la ampliacin de la cobertura, que permita reducir las actuales brechas en las condiciones de acceso y calidad. CEPAL entiende que la diversificacin institucional de la educacin, y la consiguiente distancia entre escuelas de lite y la educacin pblica, junto con la diversificacin de los medios de acceso al conocimiento, obligan a promover una reforma educativa que permita igualar las oportunidades de acceso a una educacin de calidad y la trayectoria de los alumnos en el sistema educacional. Esto implicara garantizar a los sectores ms desposedos una oferta educativa que les ayude a permanecer ms tiempo en el sistema, adquirir formacin oportuna y contar, por lo tanto, con mayores opciones de movilidad socio-ocupacional. d) La adecuacin de los sistemas educativos a las exigencias productivas y a la competitividad global basada en la incorporacin de progreso tcnico. Se entiende que para los pases de la regin esto implicara impartir formacin para un desarrollo productivo que debe tomar en consideracin las destrezas propias de la sociedad de la informacin y el conocimiento. Este organismo evala que ese desafo est lejos de recibir una respuesta adecuada de nuestros sistemas educacionales, en los que el cambio de orientacin y estilos pedaggicos todava, en general, es incipiente. e) La educacin para el ejercicio de la ciudadana moderna. Se vincula a la lnea de orientaciones de la CEPAL respecto de la consolidacin de la democracia como sistema poltico en casi la totalidad de los pases de la regin, afirmando la necesidad y obligacin de construir una cultura ciudadana moderna y de vocacin democrtica.
Entienden al ejercicio de la ciudadana como caracterizado esencialmente
por el intercambio meditico, el dilogo pblico, el procesamiento informado de las demandas de distintos grupos sociales, y la autoafirmacin cultural, los que se constituyen en elementos fundamentales en los espacios emergentes de la vida social. El organismo afirma, adems, (CEPAL 2000) que las reformas educativas que se han llevado a cabo en la regin durante las ltimas dos dcadas han estado marcadas por decisiones pblicas encaminadas a producir transformaciones en cuatro mbitos: organizativos, financieros, cualitativos y de articulacin sistmica. No obstante se seala que el contenido y el ritmo de las reformas tambin han dependido considerablemente del perfil educativo de cada pas, lo que no se limita slo a los niveles de analfabetismo, las tasas de escolaridad y los logros en cuanto a continuidad educativa, que en la regin pueden variar mucho entre pases; sino tambin la influencia de la infraestructura fsica y tecnolgica de las escuelas, la capacidad y compromiso docentes, la valoracin de la educacin formal por parte de la comunidad, las estructuras institucionales que rigen los sistemas educativos, y la pertinencia de los contenidos y mtodos pedaggicos utilizados. Y, si bien se registran experiencias bien diversas, los nfasis han tendido a recaer en las dos primeras reas. El organismo sostiene que, en relacin con los aspectos organizativos, se ha buscado: Replantear el papel del Estado por la va de potenciar sus funciones de orientacin estratgica, regulacin, fomento de las autonomas y evaluacin de los resultados. Avanzar en los procesos de descentralizacin, en procura de incrementar los logros, la pertinencia y la eficiencia del sistema. Bajo la misma racionalidad, impulsar el establecimiento de esquemas mixtos pblico- privados y el incremento de la autonoma de las escuelas. Revalorizar econmica y culturalmente la profesin docente mediante sistemas ms meritocrticos. Mientras que, en relacin con los aspectos financieros, se ha pretendido:
Incorporar esquemas flexibles de subvencin y focalizacin, que
permitan al Estado ejercer funciones compensatorias y redistributivas. Complementar las polticas centradas en la oferta educativa con mecanismos de promocin y subvencin de la demanda. Sustituir el financiamiento estatal mediante la movilizacin de diversas fuentes de financiamiento que incluyan un volumen creciente de recursos privados. En lo relativo a los aspectos de calidad, se ha procurado: Equilibrar la importancia fundamental otorgada a la cobertura con la que se asigna al incremento de la calidad y de los logros educativos. Fomentar el desarrollo de instrumentos confiables de evaluacin que permitan calificar los sistemas en funcin de los beneficios que aportan a la economa, la sociedad y la cultura. Finalmente, respecto de la articulacin sistmica, se ha planteado la conveniencia de: Avanzar hacia un enfoque sistmico que integre la educacin, la capacitacin y la investigacin entre s y con el sistema productivo. Establecer una nueva relacin entre educacin, capacitacin y empresa. Promover, en funcin de lo anterior, un esfuerzo conjunto de universidades, empresas y gobiernos con el objeto de que el conocimiento que se imparta contribuya a elevar la competitividad. Asimismo, CEPAL destaca la necesidad de un consenso amplio y permanente entre los diversos actores econmicos, polticos y sociales con respecto a la educacin, para que se de un proceso de cambio de esta envergadura, buscando establecer acuerdos bsicos en torno de la agenda a la que d lugar ese enfoque, cuyos criterios fundamentales, repetimos, se centran en la equidad, entendida como igualdad de oportunidades y compensacin de diferencias, y el desempeo, referido a la evaluacin de los rendimientos y el incentivo a la innovacin productiva.
Seala, adems, este organismo que los procesos de reforma han
enfrentado diversos obstculos, tanto tcnicos como polticos, que han limitado sus resultados. Comprende que los primeros derivaran de la dificultad para capitalizar ms eficazmente los recursos invertidos en las propias reformas. Los segundos se relacionaran, entre otros aspectos, con resistencias de los profesores a cambios que perciben como externos, no inherentes a su situacin laboral y salarial; la oposicin al aumento de la carga tributaria; la redistribucin del gasto en educacin; y los procesos de descentralizacin administrativa y financiera. Dificultades cuya resolucin queda pendiente, para lograr los fines propuestos. Destaca tambin la necesidad de crear y readecuar los sistemas enfocando en la flexibilidad, ya que del sistema educativo se requiere de la capacidad continua de adaptacin para el despliegue de opciones diferentes en la medida en que se va desplazando el umbral educativo requerido para contar con mejores oportunidades de insercin productiva y social. Se precisan muchas interconexiones intersistmicas, con fluidos canales de ida y vuelta que readecuen y adapten permanentemente, a lo largo de todo el ciclo de la educacin general contenidos y procedimientos para que los educando -y el mismo sistema- desarrolle las competencias que los contextos cambiantes demandan y a su vez as experimenten una preparacin para la vida que se desarrollar en esos mismos contextos. Para CEPAL la gestin educativa deber traducir esa flexibilidad en proyectos con exigencias comunes y nfasis en orientaciones mltiples, lo que supone esfuerzo pblico por asegurar un ncleo de calidad comn con vistas de evitar la actual fragmentacin, y tendiente a mayores y mejores niveles de equidad y calidad. En otro sentido, recordando que la educacin es un bien de valor social y no slo un artculo de consumo, no obstante se ha considerado a la asignacin de recursos como el eje de concrecin de los criterios de equidad. As se ha enfatizado en la focalizacin adecuada de los recursos, de manera de reducir las brechas de desempeo escolar asociadas a las diferencias de estrato socio-econmico y, en particular, a la transmisin intergeneracional de la pobreza. Si la educacin es considerada como un bien de inversin que, como tal, constituye una contribucin relevante al desarrollo econmico, para algunos consultores de la CEPAL (Cohen, 2000) se debe analizar la rentabilidad de
las inversiones en educacin. Para ello es necesario tener en cuenta que en
el campo educativo deben distinguirse analticamente varios tipos de beneficios, fundamentalmente: el aumento de conocimientos y destrezas, su impacto en la productividad del trabajo, las derivaciones en relacin con el crecimiento del producto nacional (beneficio para el pas) y del ingreso (beneficio para el individuo) y la disminucin del tiempo que se requiere para el acceso en el mercado laboral, lo que beneficia tanto al individuo como a la sociedad. Tradicionalmente se ha tratado de mejorar la eficacia de la educacin operando sobre variables directamente ligadas al contexto educativo, categora a la que pertenecen los insumos materiales, prcticas institucionales, textos escolares, etc. Pero siguiendo los anlisis de los mencionados consultores, estas intervenciones son relevantes, pero estn fuertemente mediatizadas por factores contextuales que relativizan su eficacia potencial. El 60 % del rendimiento escolar diferencial se explica segn este planteo por factores extra escolares como el clima educacional del hogar (aos de estudio de los adultos del hogar), junto al estmulo de la familia y las condiciones que sta y la comunidad pueden ofrecer para el desenvolvimiento de las tareas y los aprendizajes escolares, tanto de infraestructura material como organizacional.. As, las polticas educativas, por s solas slo alcanzaran para revertir un porcentaje aproximado del 40% de los problemas vinculados a las condiciones y la efectividad de los aprendizajes. Se requerir de polticas sociales globales e integrales para que se favorezca eficazmente a la educabilidad de la totalidad de la poblacin. Se plantea, entonces, una perspectiva centrada en la existencia de una forma de universalizacin basada en la satisfaccin de las necesidades de las personas, sustentada en el principio de equidad, a diferencia de las basadas en la universalidad de la oferta igualitaria. Segn esta perspectiva, basada en la equidad, para superar las diferencias debe tratarse desigualmente a quienes son socioeconmicamente desiguales (accin afirmativa o discriminacin positiva). Esta ptica requiere internalizar dentro de la escuela y en los proyectos y programas educativos los factores limitantes del contexto familiar, comunitario y social inherentes a la pobreza, y llevara a transformarlos en variables centrales de las polticas educativas que tienen como poblacin
destinataria a los sectores ms carenciados, y con ello cambiara el modelo
de evaluacin, de organizacin escolar, de administracin institucional, contenidos curriculares, modalidades pedaggicas y eliminacin o disminucin de los paquetes homogneos. Este desafo planteara exigencias conceptuales, metodolgicas y actitudinales, ya que por una parte, se requiere diferenciar las poblaciones destinatarias segn su grado de vulnerabilidad educativa, destacando las necesidades que, dentro de este campo, le son especficas; y por otro, conocer la incidencia relativa de los distintos componentes que operan como determinantes en el proceso de aprendizaje para cada grupo relevante definido, a fin de evaluar los reales impactos de la inversin en educacin. Ello nos lleva nuevamente a una de las sugerencias que ms enfatiza el organismo: la flexibilidad, pertinencia y oportunidad de la planificacin en educacin con un claro acompaamiento de polticas integrales efectivas de lucha contra la pobreza. Consideran que sin estos factores la equidad educativa no podr lograrse y la educacin de calidad se ofrecer de manera restrictiva, exacerbando las brechas y conflictivas sociales. Esto implica entender que el impacto est condicionado no slo por los niveles y tipos de carencias de la poblacin a la que se dirige la acin, sino tambin la estructura de determinacin de los factores que inciden en la efectividad del proceso educativo. Plantean, entonces, por consultores de ese organismo, que el anlisis de la eficiencia debe ser complementado con el de la eficacia, y ambos sintetizados en una evaluacin costo-impacto. Esto exige conocer y tener en cuenta las siguientes variables (Cohen, 2000): 1. La vulnerabilidad educativa. Se conoce cul es el peso relativo de los factores extra escolares. La ponderacin resultante, al relevar las caractersticas de la familia en las variables capital educacional, capacidad econmica, condiciones fsicas de la vivienda y grado de la organizacin familiar, permitiran elaborar un predictor de la vulnerabilidad o riesgo educativo. 2. La jerarqua de determinacin de los factores que inciden sobre las variables de impacto (rendimiento, repitencia, desercin) para los distintos tipos de vulnerabilidad educativa.
3. La capacidad institucional local para administrar e implementar las
canastas de insumos educativos variables. 4. La capacidad que tienen las escuelas para internalizar los paquetes flexibles.; y 5. El potencial subyacente en la participacin comunitaria. Resulta esencial para CEPAL, tambin, que los proyectos sociales impulsen una estrategia participativa. Esto supone que se establezcan relaciones horizontales con los usuarios para viabilizar procesos de reajustes permanentes entre las metas, las formas previstas de alcanzarlas y las necesidades de los beneficiarios, que se van modificando como resultado de un contexto cambiante.