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MENTALIDAD, CULTURA Y ARTE EN EL SIGLO DE ORO ESPAÑOL

*Marco cronológico y espacial: el siglo XVII- inicios XVIII se presenta como una época
de esplendor político y religioso y en ella se ejerce un fuerte mecenazgo cultural y artístico
expresado en el llamado Arte Barroco. La Iglesia emprende una importante tarea doctrinal
y de prestigio (la Contrarreforma católica), pero también el poder político con la aparición
de las monarquías absolutas, encuentra su esplendor en ciertas potencias del continente
europeo. España iniciará la decadencia económica y territorial de su imperio pero el reinado
de Felipe IV brillará con fuerza en el campo de la cultura, del mecenazgo y del arte con
cuatro importantes focos geográficos: el cortesano, el toledano, el andaluz y el levantino.
*Mentalidad y cultura: Las artes se ponen al servicio de la propaganda política y
religiosa de los dos poderes que dominan el panorama sociocultural de Europa: el Papado
de Italia, la Francia de Luis XIV, el imperio alemán y la Monarquía de España. Las
renovaciones urbanísticas y las empresas arquitectónicas emprendidas por ambos poderes
son una respuesta a su deseo de prestigio y ostentación. La sociedad estamental gusta de
fiestas, recibimientos oficiales y espectáculos urbanos donde los diferentes grupos sociales
manifiestan sus modos de diversión y lucen sus mejores galas. Ciudades como Madrid o
Sevilla crecen en población, en número de viviendas, conventos e iglesias. El bullicio
urbano crece ante el mayor número de carruajes que recorren sus calles; surgen barrios
señoriales donde se asientan las residencias nobiliarias coexistiendo con ricos burgueses o
comerciantes y aumentan las calles de oficios donde los diferentes artífices agrupan sus
obradores respondiendo a las demandas de una amplia clientela. El Barroco es la época de
las capitales europeas: Madrid, Roma París, y Viena. En las dos primeras brillará una
cultura fundamentalmente religiosa y en las dos últimas una cultura más civil y cortesana.
El XVII español es un siglo creativo (el Siglo de Oro), donde florecieron centros
intelectuales (nuevas Universidades y Colegios mayores) grandes escritores místicos (San
Juan de la Cruz y Santa Teresa), líricos (Góngora), dramaturgos (Lope de Vega, Tirso de
Molina, Calderón de la Barca) y artistas plásticos.
*Arte: La sociedad necesita para su esparcimiento salones urbanos o plazas, escenarios de
importantes acontecimientos públicos (la Plaza Mayor de Madrid de Gómez de Mora). La
arquitectura oficial sigue en gran parte del siglo la huella marcada por el modelo
herreriano: sobria, sencilla, purista y de materiales poco costosos (el ejemplo más
representativo es el Palacio del Buen Retiro cuya decoración interior de tapices, pinturas,
piezas de platería y esculturas es el mejor ejemplo del coleccionismo cortesano español). La
llegada de los Borbones proporcionará un giro al estilo arquitectónico, más inspirado en el
barroco europeo francés. Versalles, sus fuentes y jardines sometidos a esquemas
geométricos son modelo de inspiración para los arquitectos del Palacio Real de Oriente
(Juvara y Sachetti) y La Granja de San Ildefonso (Ardemans y Sachetti). Esta residencia
forma parte de los llamados Reales Sitios hispanos: conjunto palaciego cuya naturaleza
circundante sirve de descanso y lugar de caza de la Monarquía. La pintura y la escultura
española responden fundamentalmente a las necesidades de una clientela hispana inmersa
en una cultura religiosa. El naturalismo, el realismo, la búsqueda de una estética de lo
tangible y los efectos lumínicos, son constantes en la plástica española. Velázquez, Ribera y
Murillo son las cimas de la pintura, seguidos de los grandes escultores de pasos
procesionales (Gregorio Fernández y Salzillo) o de imaginería devocional (Inmaculadas de
Alonso Cano y Magdalena penitente de Pedro de Mena). © Marisol Cerezo San Gil

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