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una posesin absoluta del conocimiento implica la inmersin total en el objeto del
mismo, a consecuencia de lo cual nos vemos obligados a dejar algo por el camino (amor,
dinero, amistad...) con lo cual el poseedor renuncia a la totalidad en favor del objeto
posedo, que se convierte irnicamente en sujeto poseedor: en el momento de la muerte
el conocimiento posee a kurtz en toda su violencia y l se doblega ante el imperativo que
su bsqueda le ha impuesto: the horror! the horror!
El conocimiento se presenta, as pues, como una epifana (en el sentido de Joyce)
que ilumina y consume en igual medida. En cualquier caso, esta forma de conocimiento
est circunscrita a una verdad privada y vedada, por lo general, al comn de las personas
o, en el mejor de los casos entrevista en un chispazo fugaz y arrollador en algn
momento de nuestra vida. Pensadores como Heidegger sostenan que atisbamos el
sentido de la vida en funcin de nuestra muerte: la muerte de kurtz no resuelve el dilema,
en tanto que es solamente la respuesta a su propia pregunta.
El conocimiento racional tampoco nos permite un esclarecimiento definitivo. A lo
largo de la historia el hombre ha credo encontrar la respuesta a sus preguntas en la
economa, la fsica, la gentica (tendencia destacada en el positivismo del siglo XIX ) y
ha pretendido abarcar la vastedad del universo en una frmula. Este conocimiento, sin
embargo, slo puede aspirar a poseer retazos de verdad fragmentarios y dispersos, el
conocimiento lgico es un proceso, un contnuo y no un estado, y es en la propia
bsqueda donde se dignifica y ennoblece la condicin humana.
De acuerdo con el mito bblico la serpiente ofreci la manzana con una promesa:
...y seris como dioses. La bsqueda de conocimiento representa, en definitiva, la
frontera ltima, el umbral tras el que el sueo se convierte en inmortalidad.