Este documento describe los principios constitucionales que rigen los estados de excepción en Colombia. Explica que la Constitución reconoce tres estados de excepción (guerra exterior, conmoción interna y emergencia) y que estos se definen en contraste con la normalidad y buscan retornar a ella. También describe los principios de taxatividad, formalidad, proporcionalidad y democrático que rigen los estados de excepción, así como los márgenes de apreciación y discrecionalidad presidenciales en su declaración
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La Constitución Política (C.P.) consagra tres estados de excepción: Guerra exterior, conmoción interna y emergencia. El propósito del constituyente es el de distinguir los escenarios de la normalidad y de la anormalidad, dejando claro que inclusive este último se sujeta al imperio de la Constitución. La respuesta que el ordenamiento ofrece a la situación de anormalidad es jurídica, aunque su naturaleza, estructura y limitaciones revistan una particularidad que se explica por el fenómeno al cual se remite.
Original Title
NORMALIDAD Y ANORMALIDAD EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA
Este documento describe los principios constitucionales que rigen los estados de excepción en Colombia. Explica que la Constitución reconoce tres estados de excepción (guerra exterior, conmoción interna y emergencia) y que estos se definen en contraste con la normalidad y buscan retornar a ella. También describe los principios de taxatividad, formalidad, proporcionalidad y democrático que rigen los estados de excepción, así como los márgenes de apreciación y discrecionalidad presidenciales en su declaración
Este documento describe los principios constitucionales que rigen los estados de excepción en Colombia. Explica que la Constitución reconoce tres estados de excepción (guerra exterior, conmoción interna y emergencia) y que estos se definen en contraste con la normalidad y buscan retornar a ella. También describe los principios de taxatividad, formalidad, proporcionalidad y democrático que rigen los estados de excepción, así como los márgenes de apreciación y discrecionalidad presidenciales en su declaración
(*) Profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de los Andes de Colombia.
Ex Presidente delTribunal Constitucional. Defensor del Pueblo de Colombia.
1. NORMALIDAD Y ANORMALIDAD EN LA CONSTITUCIN
POLTICA La Constitucin Poltica (C.P.) consagra tres estados de excepcin: Guerra exterior, conmocin interna y emergencia. El propsito del constituyente es el de distinguir los escenarios de la normalidad y de la anormalidad, dejando claro que inclusive este ltimo se sujeta al imperio de la Constitucin. La respuesta que el ordenamiento ofrece a la situacin de anormalidad es jurdica, aunque su naturaleza, estructura y limitaciones revistan una particularidad que se explica por el fenmeno al cual se remite.Los tres estados de excepcin tienen notas comunes que se ponen de relieve en los siguientes principios que, de distinta manera, expresan una misma idea central. Los estados de excepcin se definen, por contraste, a partir de la normalidad, y, en trminos teleolgicos, como dispositivos institucionales para retornar a ella. 1.1. Principio extraordinarias
de
taxatividad
o numerus
clausus de
circunstancias
Las alteraciones de la normalidad que constituyen el rgimen de excepcin, son
nicamente las previstas en la Constitucin, a saber: - Guerra exterior (estado de guerra exterior). - Grave perturbacin del orden pblico que atente de manera inminente contra la estabilidad institucional, la seguridad ciudadana, y que no pueda ser conjurada mediante el uso de atribuciones ordinarias de las autoridades de polica (estado de conmocin interna). - Perturbaciones graves e inminentes, del orden econmico, social y ecolgico del pas, o hechos que constituyan grave calamidad pblica (estado de emergencia). 1.2. Principio de formalidad El ingreso a la anormalidad y la superacin de esta situacin, se producen en virtud de una declaracin decreto suscrito por el Presidente y los Ministros -, la cual persigue: (1) notificar a la poblacin el ingreso a la anormalidad; (2) expresar la verificacin de un hecho habilitante de un estado de excepcin, en cuya virtud el Presidente podr expedir Decretos-Legislativos y restringir los derechos; (3) poner en accin los controles polticos (Congreso) y jurdico (Corte Constitucional) sobre la actuacin del Gobierno. 1.3. Principio de proporcionalidad El uso de los poderes excepcionales debe comportar el mnimo sacrificio posible, compatible con la situacin extraordinaria y la necesidad de conjurarla, del rgimen
constitucional ordinario. Por consiguiente: (1) no podrn suspenderse los derechos
humanos ni las libertades fundamentales; (2) no se interrumpir el normal funcionamiento de las ramas del poder pblico; (3) el ejercicio de las facultades ser slo el necesario para enfrentar eficazmente la anormalidad; (4) los decretoslegislativos deben guardar una relacin de estricta causalidad con la anormalidad y su resolucin; (5) las medidas deben ser proporcionales a la gravedad de los hechos; (6) la duracin de los estados est temporalmente definida; (7) el Presidente y los Ministros, respondern por los abusos que cometan al hacer uso de las facultades excepcionales. 1.4. Principio democrtico Durante los estados de excepcin, el Congreso conserva la plenitud de sus funciones normativas y de control. Si bien la tcnica que sustenta la legitimidad democrtica se invierte las medidas primero se expiden bajo la forma de decretos -, la misma se reconstituye con posterioridad con ocasin del control constitucional Corte Constitucional y poltico Congreso. La vigencia del principio democrtico, llev a la Corte a limitar el mbito de la anormalidad, recurriendo a categoras y conceptos propios de la teora de sistemas: "El mbito de las instituciones de la anormalidad se reserva para aquellas perturbaciones que puedan poner en peligro elementos y condiciones esenciales del sistema econmico, poltico, social o del medio ambiente, ms all de lo que resulte ser en un momento dado su rango normal de existencia o funcionamiento y que tenga la posibilidad de amenazar con superar el lmite crtico. La funcin de los gobernantes es la de crear condiciones para vivir en la normalidad y controlar que las tensiones no rebasen los mrgenes normales, actuando en todo caso cuando todava se dispone de una capacidad de respuesta antes de que una de ellas llegue al punto crtico y la sociedad y sus instituciones se expongan al colapso".
2. MARGEN DE APRECIACIN Y DISCRECIONALIDAD EN LOS
ESTADOS DE EXCEPCIN La Constitucin, en esta materia, es necesariamente ambivalente. De una parte, le otorga al Presidente poderes discrecionales para conjurar situaciones de crisis. De otra, establece mecanismos que limitan y frenan el abuso de la discrecionalidad. 2.1. Margen de apreciacin de los hechos que constituyen el presupuesto objetivo de los estados de excepcin Segn los arts. 214-5 y 215 de la C.P., el Presidente y los Ministros sern responsables cuando declaren los estados de excepcin sin presentarse las circunstancias previstas en la Constitucin. Por lo tanto, la determinacin de los supuestos de hecho configuradores de los estados de excepcin por parte del Presidente, no refleja ningn poder discrecional. Los hechos que integran las causales de los estados de excepcin se formulan en la Constitucin mediante frmulas o conceptos jurdicos indeterminados grave perturbacin del orden pblico, amenaza a la estabilidad institucional, grave dao a la convivencia ciudadana etc. -, aunque determinables. En este sentido, se le debe reconocer al Presidente un margen necesario La Corte lo califica de "discreto" de apreciacin e interpretacin de la realidad subyacente, pese a que no puede "ignorar la existencia real de los hechos que dan base a sus calificaciones, ni sustraerse a un escrutinio lgico y racional del nexo de probabilidad que pueda enlazarse a sus manifestaciones y previsiones, as como de la misma congruencia de su argumentacin a la luz de las circunstancias cuya existencia se proclama". En
suma, el juicio del Presidente es de naturaleza cognoscitiva e interpretativa, por no
estar referido a la oportunidad o conveniencia, sino a la existencia o inexistencia de los hechos que constituyen el presupuesto objetivo de los estados de excepcin. 2.2. Margen de discrecionalidad Segn el art. 189-4 de la C.P., el Presidente es el responsable de conservar y restablecer el orden pblico en todo el territorio nacional. Frente a las situaciones de anormalidad, de suyo variadas, contingentes, e imprevistas, corresponde al Presidente tomar las medidas que a su juicio sean las indicadas para superar la crisis. El restablecimiento del orden alterado por los hechos perturbadores, no sera posible sino se reconoce en cabeza del Presidente un adecuado margen de discrecin. Declarado un estado de excepcin, los decretos que como consecuencia dicta el Presidente, se originan en una competencia discrecional.
3. CONTROL DE LOS PODERES PRESIDENCIALES AL AMPARO
DE LOS ESTADOS DE EXCEPCIN 3.1. Control poltico Los estados de excepcin no interrumpen el funcionamiento del Congreso, el cual conserva la plenitud de sus atribuciones constitucionales y puede, en cualquier poca, reformar o derogar los decretos legislativos. En caso de guerra exterior, la reforma o derogacin de los decretos legislativos, requieren el voto favorable de los dos tercios de los miembros de una y otra cmara (C.P. art. 213). Dentro de los tres das siguientes a la declaratoria o prrroga del estado de conmocin, el Congreso se reunir por derecho propio, entre otros propsitos, a fin de examinar el informe motivado que habr de presentar el Presidente sobre las razones que determinaron la declaracin (C.P. art. 213). Tratndose del estado de emergencia, el Congreso examinar el informe motivado presentado por el Gobierno y se pronunciar expresamente sobre la conveniencia y oportunidad de las medidas adoptadas (C.P. art. 215). Dentro del ao siguiente a la declaratoria de la emergencia, el Congreso podr derogar, modificar o adicionar los decretos dictados, inclusive en aquellas materias que ordinariamente son de iniciativa del gobierno.