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Buenos Aires: Ciudad Participativa

Buenos Aires: Ciudad Participativa


Democracia Participativa en la Constitución de la Ciudad
Un análisis a diez años de su sanción

Buenos Aires
2006

1
Ricardo Romero

Buenos Aires: Ciudad Participativa


Democracia Participativa en la Constitución de la Ciudad
Un análisis a diez años de su sanción

Coordinador: Lic. Ricardo Romero


Politólogo: Universidad de Buenos Aires
Doctorando en Ciencia Política Universidad General San Martín
Investigador: Instituto de Estudios en América Latina y el Caribe
Facultad de Ciencias Sociales – Universidad de Buenos Aires
Sarmiento 4652 5º 21, Cap. Fed.
C. P.: C1197AAT
Tel/fax: 00-54-11-4861-5837
Email: lic_romero@sinectis.com.ar
Web: www.ricardoromero.com.ar

Copyright
 2006, Ricardo Romero

Democracia Participativa en el Estado Porteño.


Análisis teórico, conceptual y empírico de los institutos de participación ciudadana
en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el contexto latinoamericano.
Res. Nº 606/6 C.D. F.C.S. UBA
Equipo de investigación
Director: Ricardo Romero
Co-Directora: Andrea Maynard
Investigadores: Andrenacci Lorena, Baletto Jorge, Bin Elisa, Castro Martín, Cervellino Amílcar, de Lucio
Adriana, Ghioni Mercedes, Juncal Nicolás, Knopoff Samuel, Mojico Daniel, Otero
Estefanía, Querido Leandro, Sauro Analía y Ubieta Analía.

Queda hecho el depósito que marca la Ley Nº 11.723


1º edición, Febrero 2006
Impreso en la Argentina – Printed in Argentine

Ediciones de la Red Argentina de Ciencia Política de la


Asociación Civil Mariano Moreno
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta puede ser reproducida, almacenada o
transmitida en manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, mecánico, óptico de grabación o de
fotocopia sin permiso previo del Editor.

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Buenos Aires: Ciudad Participativa

Ricardo Romero
Coordinador

Buenos Aires: Ciudad Participativa


Democracia Participativa en la Constitución de la Ciudad.
Un análisis a diez años de su sanción.

Ricardo Romero, Lorena Andrenacci, Daniel Mojico, Analía Sauro,


Denise Priori Saenz, Cristhian Scaramella, Dante Augusto Palma, Andrés Masi,
Cristina De Ciervo, Martín Castro, Estefanía Otero, Ricardo Esteban,
Amilcar Cervellino, Marcelo Panero, Guillermo Scheibler, María Apólito,
Sylvia Ruiz Moreno, Alejandro Belmonte, Gabriel Constantino, Mercedes Ghioni,
Elisa Bin, Adriana de Lucio, Andrea Maynard, Ramiro Alvarez,
Santiago Basabe y Roy Cortina.

Red Argentina de Ciencia Política


de la
Asociación Civil
Mariano Moreno
Buenos Aires
2006

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Ricardo Romero

Ediciones Cooperativas es un emprendi-


miento
cooperativo de docentes de la Facultad
de Ciencias Económicas de la Universi-
dad de Buenos Aires para difundir sus

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño


de cubierta puede ser reproducida, almacenada o
transmitida en manera alguna ni por ningún medio,
ya sea electrónico, mecánico, óptico de grabación
o de fotocopia sin permiso previo del Editor. Su in-

Romero, Ricardo
Presupuesto participativo porteño : perspectivas, perfil y análisis de sus
participantes : 2002-2005 - 1a ed. - Buenos Aires : Ediciones Cooperativas, 2006.
62 p. ; 21x14 cm.

ISBN 987-1246-15-3 / ISBN-13: 978-987-1246-15-1

1. Presupuesto Participativo Buenos Aires. I. Título


CDD 352.499 821 1

 2006 Ricardo Romero


Derechos exclusivos
 2006 Ediciones Cooperativas 1º edición, marzo 2006
Tucumán 3227, (1174)
Buenos Aires – Argentina
(54 011) 4864 5520 / (15) 4198 5667
http://www.edicionescoop.org.ar
info@edicionescoop.org.ar

Corrección de Estilo: Lorena Andrenacci y Adriana De Lucio


Fotografías:
Diseño de Cubierta: Matias Reck

Impreso y encuadernado por:


Imprenta Dorrego. Av. Dorrego 1102, Cap. Fed.
1ª. ed. Tirada: 100 ejemplares. Se terminó de imprimir en marzo de 2006.

Edi tori al asoci a-


IMPRESO EN ARGENTINA – PRINTED IN ARGENTINE
Hecho el depósito que establece la ley 11.723
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Buenos Aires: Ciudad Participativa

A los vecinos y vecinas de la Ciudad

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Ricardo Romero

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Buenos Aires: Ciudad Participativa

Prólogo
Dr. Arturo Fernandez*
Presidente SAAP
En una Constitución se concretizan historias del pasado, acuerdos del presente y
proyectos hacia el futuro. Así sucedió en 1996, cuando los Convencionales de la Ciudad de
Buenos Aires concluyeron un proceso que buscaba su plena autonomía; si bien restan objeti-
vos a lograr, la Constitución habilita a la ciudadanía porteña a ejercer sus derechos políticos
en pie de igualdad con el resto de la población nacional, permitiéndole a las y los ciudadanos
a elegir libremente sus autoridades mediante el sufragio popular.
Desde hace diez años, los porteños y porteñas fueron modelando un Estado local
moderno acorde a las necesidades de su población y a los requerimientos políticos, sociales,
económicos y culturales de estos tiempos transformadores. Se crearon, remodelaron y adapta-
ron instituciones para responder a las demandas sociales.
Estos Constituyentes quisieron darle a la Ciudad una Constitución de avanzada, que
garantice no sólo los derechos civiles y políticos sino también los sociales, económicos, cultu-
rales y ambientales. Ellos avanzaron en un plexo normativo amplio y diversificado que con-
templa derechos de cuarta generación, tales como los relacionados al medio ambiente o a las
identidades diversas. Un elemento en el texto, contundente pilar sobre el que se sienta toda su
estructura institucional, es el concepto de Democracia Participativa.
La Constitución porteña crea un Estado que valora la participación y el involucra-
miento de la Ciudadanía en todos los procesos asociados a la res-pública. En su artículo pri-
mero presenta esta novedosa propuesta y la sistematiza a lo largo del cuerpo normativo, for-
mulando distintos institutos de Democracia Participativa para sustentar su práctica política.
A lo largo de la vida, siempre resulta reconfortante tomarse un tiempo para re-
flexionar. A una década de la sanción de la Constitución porteña, podemos mirar en perspec-
tiva y analizar ese sueño de las y los congresales constituyentes. Quizás sea un momento
adecuado para volver a leer y releer en profundidad un sueño que aún no se cumplió en su
totalidad.
Justamente el propósito del GEDEP (Grupo de Estudios sobre Democracia Partici-
pativa de la Red Argentina de Ciencia Política de la Asociación Civil Mariano Moreno es
analizar:
1- hasta dónde esta Constitución facilita a la ciudadanía el ejercicio de sus derechos,
responsabilidades y obligaciones en lo referente a la participación.
2- a diez años de la sanción, ¿cuál es el grado de cumplimiento de su articulado?;
¿qué propuestas se pusieron en marcha?; ¿qué obstáculos limitan el pleno desarrollo de la
ciudadanía?. ¿hasta dónde la ciudadanía se apropió de esta Ley Fundamental?.
Con estos objetivos, su labor consistió en constituir un nutrido equipo multidiscipli-
nario e institucional, en el cual convergieron politólogos, comunicólogos, médicos, econo-
mistas, historiadores, filósofos y abogados. Cada uno de ellos analizó el concepto de “Demo-
cracia Participativa” en la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, a partir de su propia
praxis política y desde su propia experiencia profesional.

*
Presidente de la Sociedad Argentina de Análisis Político. SAAP.

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Ricardo Romero

El resultado del trabajo realizado por el GEDEP desarrolla una exégesis de cada ar-
tículo basado en el concepto de participación y los aportes constitucionales asociados a la
concretización de la Democracia Participativa. La diversidad temática articulada con la parti-
cular mirada de cada uno de las y los autores permite lograr una visión abarcativa de todas
posturas sociales presentes e integradas en esta Constitución.
La mencionada interdisciplinariedad, aplicada al análisis de los conceptos e institu-
tos de la Democracia Participativa presentes en la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires,
enriquece este libro; asimismo esta Constitución comentada pasa a ser un texto referencial
para el diseño de futuras propuestas normativas, así como un útil y didáctico elemento para la
enseñanza y aprendizaje de las instituciones vinculadas a la participación ciudadana.
Observo que mis alumnos, ahora colegas, se proponen ser protagonistas en la cons-
trucción de las instituciones de su país, lo cual auspicia un futuro promisorio; su aporte mere-
ce ser leído y difundido.

Buenos Aires, invierno 2006

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Buenos Aires: Ciudad Participativa

Presentación
Lic. Ricardo Romero*
Director GEDEP
“...los gobernantes no pueden revestir otro que
el de ejecutores y ministros de las leyes,
que la voluntad general ha establecido...”
Mariano Moreno Gazeta de Buenos Ayres 15-11-1810

Comentar una Carta Magna pareciera ser una tarea de constitucionalistas, sin em-
bargo, la labor legislativa muestra que las normas son, un acuerdo de acción social producto
de las complejas relaciones humanas que, con distintos intereses y conflictos, se plasman en
Leyes.
A diez años de la sanción de la Constitución y en el marco de las Vº Jornadas sobre
Democracia Participativa, queremos presentar el comentario a una estructura normativa que
rige la vida institucional de los porteños y porteñas, desde una perspectiva multidisciplinaria,
interinstitucional y plural.
Multidisciplinaria porque convergen profesionales de disímiles áreas; interinstitu-
cional porque los mismos pertenecen a diferentes ámbitos públicos o académicos; y plural,
porque las visiones contienen una diversidad teórica e ideológica que sale de la cerrada visión
positivista clásica del Derecho Constitucional.
De esta manera, la tarea consistió en focalizar en el texto constitucional los temas
referenciales a la Democracia Participativa y comentar desde cada perspectiva profesional y
no necesariamente constitucionalista, sugerencias, cambios, agregados u opuestos con el
horizonte de pensar cuánto nos puede dar la Constitución para una sustancial Democracia
Participativa. Sabemos que participar es el camino para conseguir cambios, experiencias
ciudadanas previas lo fundamentan. La sanción de la Ley de Comunas N 1777 por ejemplo, y
especialmente el título IV sobre descentralización y participación vecinal son resultado y
patrimonio del esfuerzo colectivo, vecinas y vecinos generaron nuevos consenso sociales y
políticos a través de su reinterpretación.
Este trabajo, se realiza en el marco del Proyecto de Investigación con el nombre:
“Democracia Participativa en el Estado Porteño. Análisis teórico, conceptual y empírico de
los institutos de participación ciudadana en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el con-
texto latinoamericano”, aprobado por la Res. Nº 606/6 C.D. F.C.S., a cargo del Grupo de
Estudios sobre Democracia Participativa de la Asociación Civil Mariano Moreno.
El equipo de investigación esta codirigido por el Lic. Ricardo Romero y la Lic. An-
drea Maynard, y formado por un equipo multidisciplinario compuesto por: Lorena Andrenac-
ci, Jorge Baletto, Elisa Bin, Amilcar Cervellino, Adriana de Lucio, Mercedes Ghioni, Samuel
Knopoff, Daniel Mojico, Estefanía Otero, Analia Sauro y Analía Ubieta.

*
Lic. en Ciencia Política. Orientado en Estado, Administración y Políticas Públicas. UBA. Diploma Superior en Econo-
mía Brasileña. UNSAM. Maestría en Historia Económica y de las Políticas Económicas. IIHES-FCE-UBA. Asesor en
Democracia Participativa del Ministerio de Gestión Pública y Descentralización-GCABA.

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Ricardo Romero

Suman sus comentarios a esta consigna: Denise Priori Saenz, Cristhian Scaramella,
Dante Augusto Palma, Andrés Masi, Cristina De Ciervo, Martín Castro, Ricardo Esteban,
Marcelo Panero, Guillermo Scheibler, María Apólito, Sylvia Ruiz Moreno, Alejandro Bel-
monte, Gabriel Constantino, Ramiro Alvarez, Santiago Basabe y Roy Cortina.
Por todo lo comentado, pretendemos que este libro sea un aporte para reflexionar en
estas V Jornadas sobre Democracia Participativa, que dedicamos a debatir sobre la Construc-
ción de la Democracia Participativa desde la Sociedad Civil y el Estado a diez años de la
sanción de la Constitución.
Este evento cuenta con el apoyo institucional de la Dirección General de Asociati-
vismo Ciudadano-GCABA; la Comisión de Descentralización y Participación –LCABA; y la
Subsecretaria de Vinculación Ciudadana de la Facultad de Derecho-UBA.
Agradezco a mis compañeros de la Asociación Mariano Moreno, por confiar en esta
utopía y sumarse a trabajar en este camino. Sin ustedes esto no hubiese sido posible.

A ustedes dedico este trabajo.

Primavera 2006

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Buenos Aires: Ciudad Participativa

Análisis sobre la Participación en la

Constitución de la Ciudad de Buenos Aires

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Ricardo Romero

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Buenos Aires: Ciudad Participativa

Democracia Participativa contenido pétreo de la Constitución


Lic. Ricardo Romero
Politólogo UBA

ARTICULO 1º.- La Ciudad de Buenos Aires, organiza sus instituciones autónomas como democracia parti-
cipativa...

El pasaje de una Democracia Representativa a una de tipo Participativa, es la


evolución que está viviendo el constitucionalismo contemporáneo. La crisis de representa-
ción de las repúblicas provocan la necesidad de revertir el principio delegativo de gobierno
hacia una gestión con una ciudadanía activa. Esta tendencia queda plasmada como conteni-
do pétreo en el primer artículo de la Constitución de la Ciudad.
De esta manera, la intervención ciudadana no se limita al sufragio de elección de
representantes en el Legislativo y Ejecutivo. Como indica el artículo, las instituciones autó-
nomas de la Ciudad se organizan como Democracia Participativa, lo que implica un cons-
tante involucramiento de la ciudadanía en los asuntos de gobierno.
Este concepto se plasma a lo largo de la Constitución a través de distintos meca-
nismos e institutos de participación ciudadana que, con diferentes implicancias, modifican
el principio de elección y toma de decisiones, lo que implica un importante cambio en la
gestión pública y en la ciudadanía.
La gestión pública se dinamiza y transparenta, porque tiene que interactuar con
los ciudadanos y ciudadanas en el proceso de planificación y toma de decisiones de la ad-
ministración pública y la legislación. Sin embargo, éstos instrumentos se neutralizan sin una
Sociedad Civil fuerte, organizada y comprometida.
Es preciso comprender que no basta enunciar la Democracia Participativa, porque
no es un sistema en si mismo, sino un proceso de construcción y concientización colectiva
que se desarrolla con el constante aprender de la ciudadanía. Por eso, los porteños debemos
aprender a construir nuestra forma de participar y gobernar.
Con ese horizonte, contamos con una base institucional compuesta de diversos
institutos de participación, deliberación, consulta y resolución que pueden dar sustento a
una Democracia Participativa. Además, existe una base social con un importante asociati-
vismo en la Ciudad que facilita el involucramiento de una ciudadanía activa. Debemos
apuntalar una base política que estimule el compromiso del Estado en su relación con la
Sociedad Civil.
Todo el plexo normativo de la Constitución alienta en este sentido, de nosotros
depende...

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Ricardo Romero

Comunicación Ciudadana Descentralizada


Participación, difusión e información como pilares
Lic. Lorena Andrenacci
Comunicóloga UBA
ARTICULO 12.- La Ciudad garantiza:
El derecho a comunicarse, requerir, difundir y recibir información libremente y expresar sus opi-
niones e ideas, por cualquier medio y sin ningún tipo de censura.
ARTICULO 16.- Toda persona tiene, mediante una acción de amparo, libre acceso a todo registro, archivo o
banco de datos que conste en organismos públicos o en los privados destinados a proveer informes,
a fin de conocer cualquier asiento sobre su persona, su fuente, origen, finalidad o uso que del mis-
mo se haga.
También puede requerir su actualización, rectificación, confidencialidad o supresión, cuando esa
información lesione o restrinja algún derecho.
El ejercicio de este derecho no afecta el secreto de la fuente de información periodística.

Los derechos enunciados en los artículos precedentes son, al momento de pensar


en el Ser en democracia, válidos e imprescindibles, no se concibe demos sin el conocimien-
to de la res pública. Sin embargo, embarcados en la tarea de construcción de la democracia
participativa, resulta necesario renovar el ejercicio de observar y analizar, cuestionar, dele-
gar, confiar en los ciudadanos y asumir desafíos, generar cambios y ampliar la dirección de
la actual normativa.
Si bien la Ley 104 establece el acceso a la información, en tiempos donde el desa-
rrollo tecnológico, socio del económico, pareciera dominar y dirigir la práxis, saturar de
información y concentrar poder, emerge como retoño un claro pedido, sin inocencia, abier-
tos a las relaciones sociales como conflicto y trama del ejercicio del poder.
Necesitamos Comunicación, en su dimensión antropológica, compartir, poner
en común, escuchar y sobre todo participar construyendo, no sólo acceder. Acceder,
cómo única posibilidad, no es suficiente. No lo es al menos para la Democracia Participati-
va.
Este camino completo de recovecos, por momentos llano y otros sinuoso resiste
con la insistencia de la palabra, la voz y la actitud de todos los que son parte activa de la
sociedad y manifiestan lo propio definiéndose ya que lo territorial y cercano importa y
mucho.
En este sentido la Ciudad Autónoma de Buenos Aires transita con la descentrali-
zación política hacia su próxima división y organización en comunas. Y el retoño se con-
vierte en flor, dos artículos instituyen lo comentado en la Ley Nº 1777, donde la Comunica-
ción tiene su espacio. El art. 25 Capítulo II del Título III Gobierno Comunal y el art. 34
Capítulo Único, Titulo V Participación Vecinal son un primer paso en esta dimensión viva
de construcción común y participación ciudadana comunicacional.

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Buenos Aires: Ciudad Participativa

Construyendo participativamente Buenos Aires 2010


Daniel Mojico
Ciencia Política UBA
ARTICULO 19.- El Consejo de Planeamiento Estratégico, de carácter consultivo, con iniciativa legislativa,
presidido por el Jefe de Gobierno e integrado por las instituciones y organizaciones sociales represen-
tativas, del trabajo, la producción, religiosas, culturales, educativas y los partidos políticos, articula su
interacción con la sociedad civil...

El Consejo de Planeamiento Estratégico (CdPE) es un organismo multisectorial cu-


yo fin es definir en conjunto el futuro de la Ciudad. El mismo es un ámbito de análisis, debate
y generación de propuestas consensuadas para un plan estratégico de índole urbana o metro-
politana.
En la ciudad de Buenos Aires se tomó como modelo el caso de Barcelona, creado
con la designación de dicha ciudad como sede de los juegos olímpicos de 1992. En la ciudad
de Buenos Aires existió como antecedente un acuerdo firmado por el Rector de la Universi-
dad de Buenos Aires y la Secretaría de la Función Pública, el cual se constituyó con el propó-
sito que Buenos Aires contara algún día con un CdPE. La Constitución de la Ciudad de Bue-
nos Aires preanuncia en su Art 19 la creación de un CdPE. En 1999 se sancionó la ley 310,
dos años después, en junio de 2001 se reglamentó, mediante el Decreto Nro 823-01.
Desde el gobierno de la Ciudad se articuló una instancia de planeamiento estratégi-
co que funcionó junto a la Subsecretaria de Descentralización hasta el año 2000 cuando am-
bas áreas se separaron y se creó la Coordinación del Plan Estratégico.
La metodología que adopta el CdPE favorece la participación ciudadana asumida
por las organizaciones de la sociedad civil. En este instituto de la Democracia Participativa no
hay participación directa de los ciudadanos por sí mismos, sino en representación de organi-
zaciones. Se incita a la participación directa de las organizaciones de la sociedad civil, las
cuales representan a sus asociados e indirectamente al resto de la ciudadanía en sus materias
de competencia.
En este marco, la labor se organiza en grupos de trabajo temáticos, los cuales se
reúnen con una frecuencia quincenal. Actualmente existen 13 grupos de trabajo, agrupados a
su vez en 5 áreas temáticas: Física, Social, Institucional, Metropolitana y Económica. Las
decisiones se toman por consenso no por mayoría (si no se lograra el mismo y el proyecto
cuenta con el apoyo de por lo menos 5 organizaciones se remite al Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires). El órgano máximo del CdPE es la Asamblea General, compuesta por todas las
organizaciones miembro (alrededor de 160 ONGs registradas). El Comité Ejecutivo se com-
pone de 25 miembros elegidos por la Asamblea General. Este comité está presidido por el
Jefe de Gobierno y lo integran tres representantes de los siguientes sectores: trabajo, produc-
ción, religión, cultura, educación, partidos políticos, ONGs dedicadas al estudio de los pro-
blemas de la Ciudad y otras instituciones.
El Decreto 823-01 establece que será un ámbito para el aporte de ideas, y no tendrá
facultades de decisión y ejecución, lo que convierte al CdPE en una institución de carácter
consultivo y no vinculante. También establece que todos sus integrantes se desempeñarán
honorariamente.

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Ricardo Romero

En esta institución es preponderante el papel del Estado. Se verifica en las atribu-


ciones del Jefe de Gobierno, en el carácter consultivo del CdPE y en la toma de decisiones por
consenso.
El Jefe de Gobierno preside las sesiones del Comité Ejecutivo, también las Asam-
bleas Generales. Como presidente de CdPE, nombra al Vicepresidente a propuesta de la
Asamblea General, tiene derecho a veto sobre la designación del Director del Comité Ejecuti-
vo y nombra al Director de Enlace que coordina las acciones del CdPE con la Legislatura y
con las diversas áreas de gobierno de la Ciudad. Los puestos claves de la institución son
ejercidos por: el Jefe de Gobierno, alguien nombrado por el Jefe de Gobierno o alguien some-
tido al veto del Jefe de Gobierno. Estas atribuciones sumadas al carácter consultivo de la
institución y la toma de decisiones por consenso y no por votación lleva a pensar que en el
CdPE prima el papel del Estado por sobre las instituciones representantes de la Sociedad
Civil.

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Buenos Aires: Ciudad Participativa

Haciendo nuestra Salud


Dra. Analía Sauro
Médica. UNR
ARTICULO 21.- La Legislatura debe sancionar una Ley Básica de Salud, conforme a los siguientes lineamien-
tos:
9- Promueve la descentralización en la gestión estatal de la salud dentro del marco de políticas gene-
rales, sin afectar la unidad del sistema; la participación de la población; crea el Consejo General
de Salud, de carácter consultivo, no vinculante y honorario, con representación estatal y de la co-
munidad.

La estrategia de Atención primaria de salud cobra significado cuando se toma en


cuenta las relaciones entre la comunidad y los servicios de salud. El cambio fundamental es
que la comunidad y los individuos dejan de ser objetos de atención y se convierten en “suje-
tos” activos que conocen, participan y toman decisiones sobre su propia salud.
En el año 1978, en la declaración de Alma Ata, se considero como elemento esen-
cial en la estrategia de atención primaria de la salud, la participación de la población. En
1996, la ciudad de Buenos Aires en su constitución establece la elaboración de la ley de Sa-
lud, que se sanciona y se promulga en el año 1999 (Ley Nº 153). En sus disposiciones genera-
les, el derecho a la salud se sustenta en los principios de descentralización de la gestión
estatal y la participación de la población, entre otros.
La descentralización de los sistemas de salud, ha sido promovida desde hace déca-
das y fue enfatizada especialmente durante los 80’. La podemos definir como una forma de
organización y de distribución del poder dentro del Estado, es por lo tanto un proceso gradual
que involucra objetivos económicos y políticos, generando una transformación sustantiva en
el ámbito institucional y de gestión. En la ley cuando se establece las Áreas de Salud se esta
hablando de una descentralización administrativa, es decir que algunas acciones se transfieren
a los funcionarios a nivel local.
Por otro lado, se puede observar que la participación en salud es víctima de prácti-
cas que consiste en acuñar ciertos términos o ideas con significados amplios, variados e im-
precisos. Cuando no se analiza en el contexto de las relaciones sociales, se define en propósi-
tos y actividades tan variadas como voluntariado, votar, colaboración en programas, etc. Otra
forma de reduccionismo consiste en pensar en dimensiones pequeñas (grupos) con caracterís-
ticas determinadas (mujeres) y no frente a la totalidad de los procesos sociales.
Se impulsa formas de participación ignorando los condicionamientos sociales, cul-
turales, políticos y económicos. Se asume que se promueve la participación, con el fin de
lograr que se modifiquen las relaciones sociales. La comprensión de las relaciones sociales
requiere reconocer la presencia de diferentes intereses que motivan y caracterizan a quienes
participan o son excluidos de dichas relaciones, reflejando la presencia de conflictos. La
participación es un proceso autónomo, activo, propio de la sociedad; se relaciona con un
proceso previo y paralelo, la democracia.
La ley básica de salud en su artículo 9 (sin reglamentación) estipula la conforma-
ción del Consejo General de Salud, organismo de debate y de propuesta de los lineamientos
en política de salud.

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Ricardo Romero

Es una forma de institucionalización de los canales de participación aunque no se


establece la composición como así tampoco los objetivos del mismo. Si bien es de carácter
consultivo, no vinculante, su formalización hace al ejercicio de una cultura participativa. Por
otro lado hay que subrayar que la participación comunitaria no ha sido definida y puesta en
práctica como participación en la toma de decisiones sobre políticas de salud.
Cabe señalar que en la Ciudad de Buenos Aires se advierte la existencia diversos
tipos y niveles de participación en el sector salud con experiencias muy fructíferas. Es por eso
que los procesos de participación deben acompañarse de un desarrollo institucional que per-
mita avanzar en la construcción de modelo de atención que responda a las necesidades de la
población.

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Buenos Aires: Ciudad Participativa

Aprendiendo a participar
Lic. Denise Priori Sáenz
Politóloga UBA
ARTICULO 24.- La Ciudad:

Organiza un sistema de educación administrado y fiscalizado por el Poder Ejecutivo que, conforme lo
determine la ley de educación de la Ciudad, asegure la participación de la comunidad y la democrati-
zación en la toma de decisiones.

Es importante señalar que el espíritu de esta norma se enmarca en un contexto don-


de el sistema democrático no limita la participación de los ciudadanos a los actos elecciona-
rios sino que va más allá e impulsa mecanismos de democracia participativa, como lo enuncia
el artículo 1° de la Constitución. De esta manera, los ciudadanos adquieren un rol activo en el
sistema democrático, participando activamente en la toma de decisiones y ejerciendo poder de
control sobre los gobernantes.
La educación tiene una importancia superlativa en lo que es el mantenimiento y la
preservación del régimen político. En este caso se le otorga la responsabilidad de asegurar la
participación de la comunidad y la democratización en la toma de decisiones. Esto indica que
a través de las instituciones educativas se busca fomentar y recrear valores democráticos.
Los valores de la convivencia en democracia, como la participación, no es algo in-
nato, sino que lleva aparejado cierto aprendizaje. Por lo tanto, de nada sirven todos los meca-
nismos de participación plasmados en esta constitución si quienes tienen la facultad de hacer
uso de los mismos carecen de las capacidades y valores para ejercerlos.
De aquí parte lo esencial del sistema educativo en cuanto a su responsabilidad en la
formación de ciudadanos, esto significa seres portadores de derechos, capaces de criticar su
realidad y de participar activamente en proyecto que hacen al bien general. Esta responsabili-
dad no sólo debería recaer en las instituciones que integran el sistema de educación formal,
las cuales son fiscalizadas y administradas por el Poder Ejecutivo, sino que otras instituciones,
como la familia, los ámbitos de trabajo, los medios de comunicación, también deberían pro-
mover valores democráticos y prácticas ciudadanas, como es la participación.
A más de diez años de la entrada en vigencia de este cuerpo normativo, la ciudad de
Buenos Aires aún ha dictado una ley de educación que asegure la participación de la comuni-
dad y la democratización en la toma de decisiones. Sin embargo, dentro de los objetivos de la
Secretaría de Educación, se enuncia el de “ampliar la participación de los protagonistas del
proceso educativo y el control social sobre la educación.” Asimismo, los programas y proyec-
tos que desde allí se impulsan se basan en la concepción de la educación como “una herra-
mienta poderosa en la construcción histórica de una sociedad justa e igualitaria, en tanto
puede favorecer la participación ciudadana plena, puede transmitir saberes que permitan
comprender la complejidad de la sociedad actual, puede contribuir a formar sujetos compro-
metidos solidariamente en la resolución de los numerosos problemas sociales.”
www.me.gov.ar/curriform/provincias
En conclusión la educación es una herramienta fundamental para la formación de
los ciudadanos y siguiendo las ideas de Paulo Freire, “todo en ella es política y nunca es
neutral”.

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Ricardo Romero

El medio ambiente importa


Cristian o Jorge
ARTICULO 26.- El ambiente es patrimonio común. El ambiente es patrimonio común. Toda persona tiene
derecho a gozar de un ambiente sano, así como el deber de preservarlo y defenderlo en provecho de
las generaciones presentes y futuras.
Toda persona tiene derecho, a su solo pedido, a recibir libremente información sobre el impacto
que causan o pueden causar sobre el ambiente actividades públicas o privadas.
ARTICULO 27.- La Ciudad (...) Instrumenta un proceso de ordenamiento territorial y ambiental participati-
vo y permanente (...)
ARTICULO 29.- La Ciudad define un Plan Urbano Ambiental elaborado con participación transdisciplina-
ria de las entidades académicas, profesionales y comunitarias aprobado con la mayoría prevista en el
artículo 81, que constituye la ley marco a la que se ajusta el resto de la normativa urbanística y las obras
públicas.

En estos artículos no sólo se incorporan derechos de cuarta generación, como el


Medio Ambiente, sino que además, se establece que la planificación urbana ambiental debe
ser participativa. Si tomamos los antecedentes del CONINTES (Plan Director para el año
2000) y el Plan Cacchiatore, fueron planes diseñados tecnocráticamente o autoritariamente.
Con esta Constitución, tenemos el desafío de generar una propuesta entre todos.
El conflicto entre Argentina y Uruguay por las papeleras reaviva la discusión del
Medio Ambiente, y pone de manifiesto nuestro compromiso y deber de preservar nuestro
ecosistema, ya sea en nuestra cultura cotidiana como en nuestro involucramiento cívico en
los espacios como el Consejo del Plan Urbano Ambiental creado en la Ley Nº 71.
Generar un Plan participativo para la Ciudad de Buenos Aires es todo un desafío.
En esta metrópoli convive un diseño arquitectónico europeo, con sus áreas residenciales;
americano, con sus autopistas; y tercermundista, con sus asentamientos. Todo esto requiere
pensar un reordenamiento territorial y ambiental con permanente participación transdisci-
plinaria de las entidades académicas, profesionales y comunitarias, tal como versa en los
artículos comentados.
Durante éstos años, el CoPUA diseñó una propuesta que propone repensar: las Es-
tructuras y centralidades de la Cuidad; el sistema de Transporte y Movilidad; el Hábitat y la
vivienda; los Espacios Públicos; y la producción y empleo, que estipula estrategias de plani-
ficación, gestión, asesoramiento y control a fin de mejorar la calidad de vida. Lamentable-
mente esta propuesta aún no tuvo sanción legislativa.
Con el proceso de transición a Comunas, donde la descentralización va a modifi-
car las centralidades espaciales de la Ciudad, se hace imperiosa la necesidad de comprome-
ternos a pensar un Plan Urbano Ambiental, articulado con las edificaciones, habilitaciones,
ambiente y de espacios públicos, a fin de converger en una propuesta integrada.
Sin duda, un Plan Urbano Ambiental puede ser la base para ir cambiando el hábi-
tat de la Ciudad, sin embargo, debemos comprender que el cambio es cultural, y sin el
compromiso y participación de vecinos y vecinas difícilmente encontraremos cambios en
nuestro medio de vida. Para pensarlo, no?.

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Buenos Aires: Ciudad Participativa

Pensar nuestra Cultura


Prof. Dante Augusto Palma
Filósofo UBA
ARTICULO 32.- La Ciudad distingue y promueve todas las actividades creadoras.
contempla la participación de los creadores y trabajadores y sus entidades, en el diseño y la evalua-
ción de las políticas

Para ingresar en la discusión que subyace a la formulación de este artículo y pro-


bablemente de buena parte de esta constitución, se debe indicar que detrás de la controver-
sia en torno a quiénes deben llevar adelante determinadas políticas públicas se encuentra la
problemática acerca de qué entendemos por libertad.
En la bibliografía filosófico-política encontramos dos maneras de entender la li-
bertad que fueron bautizadas por Benjamín Constant como “libertad de los modernos” y
“libertad de los clásicos”. La libertad de los modernos es, tal vez, la manera de entender la
libertad que más se impone en nuestro tiempo y se encuentra vinculada a un enfoque liberal
cuyo origen data de la modernidad. Para pensadores modernos como Hobbes y Locke la
libertad es pensada como una “ausencia de impedimento”, esto es, se es libre en la medida
en que nada ni nadie se interponga en el camino. Esta manera de entender la libertad (que
suele llamarse también “libertad negativa”) es la que se encuentra detrás de reivindicaciones
como la libertad de expresión, de culto, del libre transitar, etc.
La libertad de los clásicos o también “libertad positiva”, en cambio, nos remonta a
la polis griega e indica que un ciudadano es libre cuando puede autodeterminarse, darse su
propia ley. En otras palabras, la libertad de los clásicos está en participar, a través de la
asamblea, en los asuntos públicos. En términos de Rousseau, quien sin duda fue un seguidor
de esta idea, cuando el individuo participa de la voluntad general acaba obedeciendo las
leyes que él mismo (a través de la asamblea) se da.
En esta sucinta y simplificada exposición se puede trazar a grandes rasgos que
mientras para los defensores de la libertad negativa, por diferentes razones, la participación
en la vida pública queda en un segundo plano siendo el Estado simplemente un instrumento
funcional a la protección de los derechos de las personas (lo cual les permitirá, justamente,
desarrollar su libertad), para los clásicos, la necesidad de autodeterminación y de ejercer la
libertad está justamente de la participación activa en las decisiones de la vida pública.
Al hacer un repaso del artículo 32 aunque también de los diferentes artículos de
esta constitución se puede entrever una clara inclinación hacia el concepto clásico de liber-
tad.
Si nos abocamos puntualmente a este artículo y a la difusión de la cultura se des-
taca el fomento la participación de los “realizadores” y promotores de la cultura como
garantía de que los intereses de éstos se vean expresados allí.
En otras palabras, la Ciudad se pone al frente de un reclamo endémico de nuestra
sociedad: la mayor participación de la gente de la cultura en detrimento de meros técnicos
más preocupados por ejecutar magros presupuestos que por diseñar políticas que puedan dar
cuenta de las verdaderas necesidades de los destinatarios de esas políticas.

21
Ricardo Romero

Diseñar nuestra seguridad


Lic. Andrés Masi
Politólogo UNSJ
ARTICULO 34.- (...)
El Gobierno de la Ciudad coadyuva a la seguridad ciudadana desarrollando estrategias y políticas
multidisciplinarias de prevención del delito y la violencia, diseñando y facilitando los canales de parti-
cipación comunitaria.
ARTICULO 35.- (...)
El Poder Ejecutivo crea un Consejo de Seguridad y Prevención del Delito, honorario y consultivo, in-
tegrado por los representantes de los Poderes de la Ciudad y los demás organismos que determine la
ley respectiva y que pudiesen resultar de interés para su misión.

El problema de la seguridad pública constituye un grave problema que paulatina-


mente ha carcomido las fibras más íntimas del tejido social de la República. Se advierte en la
ciudadanía una sensación de desamparo generalizado, no solamente ante las cotidianas trans-
gresiones al ordenamiento normativo en vigencia, sino también ante la sistemática falta de
respuesta de entidades estatales responsables de la seguridad ciudadana.
En este contexto, estimo que el articulo 34º de la Constitución invita a pensar en una
serie de cuestiones de trascendencia:
a) Reconocer que los clásicos paradigmas de seguridad pública se encuentran agota-
dos y que abordan inadecuadamente la temática. Desde esta óptica, los intentos por garan-
tizar seguridad pública sólo han sido aggiormiento o readecuación infructuosa de progra-
mas clásicos que no han contemplado las multiples dimensiones sociales, culturales y eco-
nómicas subyacentes a la problemática del delito y la violencia. A la luz de esta perspecti-
va, entiendo prudente y razonable consignar que el artículo 34º de la Constitución debe
prever la puesta en marcha de Programas de Seguridad que impliquen una ruptura definiti-
va con estereotipos clásicos de seguridad que sólo han respondido a exigencias políticas
circunstanciales.
b) Resulta válido consignar el intento de abordar la temática desde una perspectiva
multidisciplinaria, abriendo el juego a todos los actores involucrados en la estructura so-
cial. Ello constituye un intento por generar nuevos modelos de seguridad pública y de
pensar que la prevención del delito y las violaciones del orden debe ser el objetivo esencial
de cualquier estrategia de Estado y Programa de Seguridad a implementar. Estimo que el
desarrollo de estrategias y políticas de seguridad, facilitando los canales de participación
de la comunidad, constituye un eje rector para el tratamiento del tema de la seguridad sin
desvincularlo del cúmulo de fenómenos con los que se encuentra vinculados, especialmente
con la órbita de lo social.
c) Reconocer que la problemática de la seguridad encuentra un aliado en la margina-
lidad y la exclusión social, sobre las que se debe necesariamente diseñar estrategias de Es-
tado para erradicarlas, a los efectos de entender que la lucha contra tales problemas consti-
tuye el primer paso que garantizará el éxito de cualquier Programa de Seguridad Pública.
En cualquier Programa de Seguridad debe indefectiblemente incorporarse, como condición
sine qua non la idea de inclusión social de las franjas sociales con alto grado de vulnerabi-
lidad social y económica.

22
Buenos Aires: Ciudad Participativa

d) Pensar en la posibilidad franca y concreta de gestionar, ante las autoridades que co-
rrespondan, una reforma profunda no solamente la legislación penal, sino también en la re-
estructuración definitiva y no parcial del sistema penitenciario y carcelario.
e) En los ítems expuestos, la cuestión de la equidad es nuclear. Cuando la ciudadanía
advierta que el Estado y sus organismos comienzan hacen respetar un Programa de Seguri-
dad sobre el sustento de un sólido espíritu equitativo, podrá considerarse que los artículos
34 y 35º han comenzado a generar sus frutos.
f)

23
Ricardo Romero

Participar para la Igualdad


Lic. Cristina De Ciervo
Politóloga UNR
ARTICULO 38.- La Ciudad incorpora la perspectiva de género en el diseño y ejecución de sus políticas públicas y
elabora participativamente un plan de igualdad entre varones y mujeres (...)
promueve la participación de las organizaciones no gubernamentales dedicadas a las temáticas de
las mujeres en el diseño de las políticas públicas.

Una perspectiva de género implica considerar vínculos de equidad que conlleven


a la igualdad de derechos y plantea la construcción de un estado respetuoso de las diferen-
cias. La participación promueve la movilización de actores, amplía el proceso de toma de
decisiones y constituye una de las maneras más eficaces de construir ciudadanía. La actual
concepción de estado democrático incluye tanto a la participación como a la perspectiva de
género, las que son interdependientes y contribuyen a profundizar la democracia.
Integrar la perspectiva de género a los escenarios que se abren a la participación,
significa el reconocimiento de las diferencias, la posibilidad de modificar condiciones
sociales y políticas injustas, así como la viabilidad de la “igualdad de oportunidades”.
En la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se instituye el marco
jurídico de esta nueva forma de Ser del estado democrático, incorporando la perspectiva de
género y estableciendo diferentes modalidades de participación ciudadana.
Los artículos 36, 37 y 38 de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, disponen garantizar la igualdad real de oportunidades y trato entre mujeres y varones,
el acceso al goce de todos los derechos y la perspectiva de género en el diseño de las políti-
cas públicas.
En este marco, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, sancionó el 5 de
agosto de 2000, la Ley Nº 474, que crea el “Plan de Igualdad Real de Oportunidades y de
Trato entre Mujeres y Varones” en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con
el fin de garantizar a las mujeres el pleno reconocimiento, goce y ejercicio de sus derechos
y promover la igualdad real de oportunidades y trato.
Los Planes de Igualdad de Oportunidades comienzan a surgir como consecuencia
de las recomendaciones acordadas en la Conferencia Mundial de la Mujer, realizada en
Nairobi en 1985 y en la que tuvo lugar en Beijing en 1995. Estos Planes constituyen una
herramienta para promover las políticas de género con una amplia participación de las
mujeres en su elaboración. El “Plan de Igualdad”, es un instrumento de planificación estra-
tégica, para avanzar en la formulación e implementación de políticas de género en el ámbito
de la ciudad, de manera participativa.
El 4 de noviembre de 2002 el Ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires firmó el
“Acta Compromiso por la Igualdad”. Estos compromisos asumidos, son el instrumento
destinado a fortalecer lo establecido en la Ley Nº 474, a fin de generar programas y servi-
cios integrales en las diversas esferas del estado, así como facilitar el uso de los recursos
generados. Estos compromisos involucran al gobierno en acciones concretas dirigidas a las
mujeres, en materia de salud, educación, empleo -entre otros-, y respecto a sus derechos, en
la promoción de la equidad y la igualdad.

24
Buenos Aires: Ciudad Participativa

Estas acciones son coordinadas por las diferentes áreas de gobierno, pero requie-
ren que las mujeres se involucren, tanto en la elaboración, como en la ejecución y el segui-
miento, para asegurar su efectividad y aplicación. La participación de las mujeres es la
mejor manera de introducir la perspectiva de género en las políticas públicas.

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Ricardo Romero

Niños de la Ciudad
Lic. Martín Castro
Politólogo UBA
ARTICULO 39.- La Ciudad reconoce a los niños, niñas y adolescentes como sujetos activos de sus derechos,
les garantiza su protección integral y deben ser informados, consultados y escuchados.
Una ley prevé la creación de un organismo especializado que promueva y articule las políticas para
el sector, que cuente con unidades descentralizadas que ejecuten acciones con criterios interdisci-
plinarios y participación de los involucrados. Interviene necesariamente en las causas asistenciales.

A fines de los años noventa entraron en auge las herramientas de participación en


muchos lugares del mundo. Nuestra ciudad no quedó rezagada en esta nueva corriente e
incorporó en su Constitución, sancionada en 1996, diferentes institutos de democracia
participativa. Uno de ellos es el Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes,
previsto en el artículo 39 de esta Constitución y creado por la Ley 114 de la Ciudad, de
"Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes" sancionada el 3 de
Diciembre de 1998 y promulgada el 4 de Enero de 1999.
Este organismo es el encargado de promover y proteger el cumplimiento de los
derechos de todos los menores de la Ciudad de Buenos Aires. Con tal fin, entre otras cosas,
elabora programas específicos para la protección y desarrollo de la infancia y la adolescen-
cia, brinda asesoramiento y patrocinio gratuito en la reparación de derechos vulnerados y
presta asistencia técnica a los diversos programas y servicios del Gobierno de la Ciudad
relacionados con políticas de infancia y adolescencia.
El Consejo es dirigido por un/a Presidente/a y por un/a Vicepresidente/a que tie-
nen la función de administrar el organismo y representarlo ante sus diferentes interlocuto-
res. Pero su principal función es el presidir y coordinar los plenarios del Consejo, verdadero
órgano decisorio de la institución. En este cuerpo es donde se observa el carácter participa-
tivo del Consejo, ya que además de encontrarse integrado por el/la Presidente/a y el/la
Vicepresidente/a, está conformado de un/a Subsecretario/a de cada Ministerio del área
social del Gobierno de la Ciudad, de cinco expertos en niñez y adolescencia designados por
la Legislatura, de cinco representantes de Organismos No Gubernamentales de la especiali-
dad y de representantes del Consejo de la Juventud, de la Asesoría General Tutelar y de las
Defensorías de Niños, Niñas y Adolescentes. Como vemos, la Sociedad Civil no está repre-
sentada por individuos a título personal sino a través de organizaciones con incumbencia en
el área debidamente inscriptas en un registro creado especialmente por el Consejo con el
propósito de otorgarle transparencia a la participación.
Una segunda característica de Democracia Participativa que implementa el Conse-
jo es la descentralización administrativa y de gestión. El Consejo cuenta con 17 Defensorías
Zonales en distintos puntos de la ciudad que tienen como objetivo acercar el Consejo a los
barrios para atender de manera directa las situaciones de vulneración de derechos que se
susciten posibilitando una respuesta más ágil y eficiente. Están integradas por un equipo
técnico compuesto por trabajadores sociales, psicólogos y abogados y promotores de dere-
chos propuestos por las organizaciones barriales; por una unidad administrativa; y por un
Consejo Consultivo conformado por representantes de las áreas sociales del Gobierno en las
Comunas (Actuales Centros de Gestión y Participación Comunal) y por representantes de
organizaciones barriales.

26
Buenos Aires: Ciudad Participativa

En el Consejo Consultivo (CC) encontramos la última característica de Democra-


cia Participativa de este organismo. Al CC se lo emplea como punto de encuentro entre la
Sociedad Civil y el Estado, por ello es importante que participen representantes de los
distintos sectores e intereses. El CC es un órgano de asesoramiento a los técnicos y funcio-
narios, emite opinión sobre los distintos programas en desarrollo y sobre los conflictos
existentes en la comunidad pero no tiene injerencia directa en las decisiones de políticas.

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Ricardo Romero

Jóvenes en la Ciudad
Estefanía Otero
Ciencia Política UBA
ARTICULO 40.- La Ciudad garantiza a la juventud (...)su participación en las decisiones que afecten al con-
junto social o a su sector.
Promueve la creación y facilita el funcionamiento del Consejo de la Juventud, de carácter consulti-
vo, honorario, plural e independiente de los poderes públicos.

“…Aquí está una de las tareas de la Juventud: impulsar, dirigir con el ejemplo la producción del Hom-
bre del mañana, y en esa producción está incluida la producción propia, porque nadie es perfec-
to, y todo el mundo debe ir mejorando su cualidad mediante el trabajo, las relaciones humanas, el
estudio profundo, las discusiones críticas. Todo eso es lo que va transformando a la gente...”
Ernesto Che Guevara, Cuba, 9 de mayo de 1964
Si bien la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires establece en su
Art. 1° “…la organización de sus instituciones autónomas como democracia participati-
va…” contamos también con otras herramientas escritas que nos garantizan a los Jóvenes
derechos como actores sociales imprescindibles para la Ciudad. Es el caso del Consejo de la
Juventud del Art. 40.
Ante esta normativa en beneficio de los Jóvenes, el 1 de diciembre de 2005 la Le-
gislatura porteña sancionó la Ley N° 1865 que dispone la creación del Consejo de la Juven-
tud, “…como ente de representación de los jóvenes…”
Históricamente, la Juventud argentina ha tenido diferentes niveles de participa-
ción. Si bien durante las décadas del ´60 y del ´70 las dictaduras supieron hacer de lo suyo
provocando desastres dentro de los ámbitos juveniles –centros de estudiantes secundarios,
universidades, etc.- es importante destacar la reaparición de los Jóvenes a la llegada de la
nueva Democracia en 1984. Los Jóvenes supieron florecen y nuevamente ser protagonistas
de nuevas marchas, manifestaciones y actividades en busca de mejoras en la calidad de
vida.
No obstante, hoy en día, los Jóvenes sienten que esa Democracia, que llegaba de
la mano de nuevas generaciones, no basta para confirmar que vivimos bajo una Democracia
afianzada. Y justamente porque los mecanismos de participación todavía son débiles, es
importante tener en cuenta el hecho trascendental de este Consejo del que hablamos.
En primer lugar, vale destacar las cuatro funciones principales que tiene dicho ór-
gano:
Consultivo: Ya que propone, controla y colabora en la ejecución de políticas relati-
vas a los jóvenes.
Honorario: Porque ningún miembro podrá percibir remuneraciones, dietas o viáti-
cos. Es totalmente voluntario.
Plural: Este órgano deberá procurar la representación e inclusión de todos los secto-
res de la Juventud.
Independiente: Su existencia y accionar no estará ligado a ningún órgano del
GCBA.
Hay que destacar que los fines de este Consejo van en busca de la igualdad, la

28
Buenos Aires: Ciudad Participativa

participación política, los derechos humanos, la integración y la convivencia tolerante. En


este sentido, resulta más fácil la promoción del desarrollo de las iniciativas de los jóvenes,
la interlocución ante organismos públicos y privados y el asesoramiento a la formación de
nuevas organizaciones juveniles.
Al contar con la participación en este Consejo de organizaciones de estudiantes
secundarios, terciarios y universitarios; organizaciones de la Sociedad Civil y juventudes de
los partidos políticos, entre otros, consolida la integración total de la Juventud porteña lo
cual equivale a lograr una mayor unión y reconocimiento entre los mismos.

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Ricardo Romero

Los trabajadores también participan


Dr. Ricardo Esteban
Abogado UBA
ARTICULO 43.- La Ciudad (...)Asegura al trabajador los derechos establecidos en la Constitución Nacional (...) y
procura la observancia de su derecho a la información y consulta.

El artículo 43 de la Constitución de la Ciudad inserta los principios consagrados


en el artículo 14 bis de la Constitución de la Nación. La enunciación de derechos que
formula este artículo fija a la Ley Suprema en el constitucionalismo social, que se adiciona
al liberalismo personalista de la Constitución histórica de 1853/60.
El artículo 14 bis de la CN contiene tres tipos de derechos. Enuncia los derechos
personales del trabajador en relación de dependencia; reconoce los derechos colectivos del
trabajo, propios de las asociaciones gremiales y otorga los derechos de la seguridad social
atribuidos a la persona humana, sean trabajadores en relación de dependencia o no, y a la
familia, señalada como entidad social a proteger.
Dentro de los derechos individuales del trabajador encontramos el derecho a la
participación de las ganancias, con control de la producción y colaboración en la dirección.
Este derecho, reconocido a los trabajadores en forma personal exige una ley que
establezca el alcance y límites de esa participación, control y colaboración. La norma,
desde su sanción, fue considerada incompatible con el liberalismo económico, los derechos
de propiedad, contractuales y empresarios alegando que, de aplicarse, dejaría en manos de
particulares o de sindicatos la conducción empresarial, socializando la economía.
Del mismo modo es atendible la objeción referida al eventual reparto de la pérdi-
das de la empresa, si las hubiera, ante el derecho a la participación de las ganancias. Como
quiera que fuese, este derecho no fue reglamentado y, en los hechos, no se aplicó.

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Buenos Aires: Ciudad Participativa

Desarrollo participativo para la Ciudad


Prof. Marcelo Panero
Ciencia Política UNVM
ARTICULO 45.- El Consejo Económico y Social, integrado por asociaciones sindicales de trabajadores, or-
ganizaciones empresariales, colegios profesionales y otras instituciones representativas de la vida
económica y social, presidido por un representante del Poder Ejecutivo, debe ser reglamentado por
ley...

El Consejo Económico y Social es un órgano consultivo del Gobierno, a través


del cual se propugna la participación de los actores sociales y políticos en la toma de deci-
siones respecto a temáticas de índole económica, política, social y cultural.
La complejidad de las sociedades contemporáneas viene requiriendo, cada vez
con mayor intensidad, una más variada y cualificada participación de los agentes sociales y
políticos que intervienen en las diversas esferas de la vida social, con el objetivo de que las
decisiones que deban adoptarse por las instancias gubernamentales cuenten con el mayor
grado de aceptación y consenso posible.
De acuerdo a la Carta de las Naciones Unidas, un Consejo Económico y Social
debe contribuir a lograr niveles de vida más elevados, propugnando políticas que tiendan al
progreso económico y social y al pleno empleo; identificando soluciones para los problemas
sanitarios y de salud; facilitando la cooperación en el orden cultural y educativo; fomentan-
do el respeto universal de los derechos humanos y las libertades fundamentales y el cum-
plimiento efectivo de los mismos.
La constitución de este organismo se sustenta en una serie de presupuestos que
vinculan las nociones de desarrollo, democracia, participación y civismo. Se sostiene que
las posibilidades de desarrollo social y económico están inextricablemente ligadas a ciertas
cualidades del ambiente social en el que el gobierno y los actores civiles se desenvuelven.
En este sentido, el involucramiento de los actores en la toma de decisiones impulsa una
mayor responsabilidad y compromiso cívico de parte de los ciudadanos, contribuye al mejo-
ramiento de la democracia e impulsa el despegue de procesos sinergéticos que contribuyen
al desarrollo social y económico.

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Ricardo Romero

Los Consumidores participan


Lic. Amilcar Cervellino
Ciencia Política UBA
ARTICULO 46.- La Ciudad garantiza la defensa de los consumidores y usuarios de bienes y servicios, en su rela-
ción de consumo, contra la distorsión de los mercados y el control de los monopolios que los afecten. (...)
El Ente Único Regulador de los Servicios Públicos promueve mecanismos de participación de usua-
rios y consumidores de servicios públicos de acuerdo a lo que reglamente la ley.

La Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es avanzada y concibe


una articulación virtuosa entre la democracia representativa liberal y la democracia partici-
pativa, presente este última en diversos institutos, en procura de la edificación de un orden
jurídico y político de democracia substantiva. Esta articulación virtuosa de poliarquía y
democracia participativa también fue concebida por los constituyentes porteños en materia
de derechos de los usuarios y consumidores.
El artículo 46 de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Bs. As. es compara-
ble al artículo 42 de la Constitución Nacional. En el artículo 46 el dogma constitucional
reconoce los derechos de los consumidores y usuarios y los enuncia. La regulación pública
del gobierno local porteño deberá garantizar la defensa y protección de los derechos de
consumidores y usuarios de bienes y servicios contra la distorsión de los mercados, contro-
lar los monopolios que los afecten, proteger la salud, la seguridad, el patrimonio de los
consumidores y usuarios, asegurar un trato equitativo, libertad de elección, acceso transpa-
rente a la información, garantizar la seguridad alimentaria y de medicamentos, etc. El artí-
culo 138 agrega que el Ente Único Regulador de Servicios Públicos de la Ciudad depen-
diente del Poder Ejecutivo debe controlar la calidad de los servicios públicos bajo su juris-
dicción para defender y proteger los derechos de los usuarios y consumidores y velar por la
observancia de las leyes dictadas al respecto.
En la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se hallan incorpora-
dos los derechos de los usuarios y consumidores y los principios del Derecho y la Ciencia
Política de la Administración Pública acerca de la necesidad de un Estado que ejerza en
materia de servicios públicos y de resguardo de los derechos de los consumidores y usua-
rios su responsabilidad indelegable de garantizar el bien público y el goce efectivo de los
derechos reconocidos por el dogma constitucional a través de la regulación pública. En
procura de la protección de los derechos de los usuarios y consumidores de servicios pú-
blicos, de garantizar la eficacia de la regulación pública en cuanto a la equidad, calidad y
goce efectivo de los derechos constitucionalmente reconocidos, la constitución porteña
incorpora el en el artículo 46 el instituto de la democracia participativa de la participa-
ción de usuarios y consumidores de servicios públicos, de acuerdo a la reglamentación
legal, en el Ente Único Regulador de Servicios Públicos , en cuyo directorio el artículo 139
establece debe haber un miembro de organizaciones de usuarios y consumidores. El meca-
nismo institucional de democracia participativa consistente en la participación social en la
agencia estatal reguladora de servicios públicos del gobierno local procura garantizar el
efectivo control social de su desempeño. Concibe el derecho constitucional porteño que la
democracia representativa y el rol estatal de regulación pública para defender los derechos
de usuarios y consumidores en pro del bien público requieren de complementarse con la
democracia participativa a fin de garantizar mediante el control social el interés público.

32
Buenos Aires: Ciudad Participativa

No obstante, yendo de la teoría constitucional a la praxis institucional, se observa


que la Ley Nº 210 reglamentaria del instituto de democracia participativa del artículo 46 de
la constitución porteña y del Ente de la Ciudad se ha limitado a repetir tautológicamente al
texto constitucional y no ha aportado en normativizar legalmente cómo debe ejercerse el
derecho a la participación de los consumidores y usuarios en la agencia pública de regula-
ción reconocido por la Constitución de la Ciudad Autónoma de Bs. As. en el artículo en
cuestión: cuando refiere a la Participación y Tutela Ciudadana, el art. 12 de la Ley 210
sostiene: “El Ente promueve los mecanismos de participación y tutela de los usuarios de
servicios, adecuando su estructura organizativa a los efectos de eliminar trabas burocráti-
cas , habilitando un servicio de orientación, asesoramiento e información, en los horarios y
modalidades que mejor hagan al cumplimiento de su objeto. A tal efecto , el Ente instru-
menta en el término de ciento veinte ( 120 ) días de su constitución, las medidas necesarias
para asegurar la existencia de ámbitos descentralizados suficientes, para la adecuada
atención y recepción de denuncias”.
Es más clara la Ley 120 al reglamentar el mecanismo de Audiencia Pública, obli-
gatoria antes del dictado de resoluciones en materia de monopolio, tarifas carentes de razo-
nabilidad y justicia y modificaciones de contratos y reglamentos entre usuarios-empresas-
Estado.

33
Ricardo Romero

Decidir sobre el Presupuesto


Dr. Guillermo Scheibler
Abogado UBA
ARTICULO 52.- Se establece el carácter participativo del presupuesto. La ley debe fijar los procedimientos
de consulta sobre las prioridades de asignación de recursos.
La norma consagra la figura de origen brasileño conocida como presupuesto parti-
cipativo.1 En nuestra Ciudad viene desarrollándose desde el año 2002 una experiencia que,
si bien debe profundizarse y mejorarse, ha constituido una valiosa fuente de creación de
ciudadanía y una verdadera escuela participativa para cientos de vecinos.
Se trata de un novedoso procedimiento de participación ciudadana que abre a la in-
tervención de la sociedad civil una de las áreas claves de toda gestión gubernamental como
es el diseño y seguimiento del presupuesto estatal. Tradicionalmente la elaboración del
proyecto de presupuesto está a cargo de oficinas específicas del ala económica de la Admi-
nistración, y dada su complejidad y magnitud suele sufrir pocas modificaciones en su obli-
gado paso por el legislativo. A ello cabe agregar la poca predisposición de los parlamentos
para considerar la cuenta de inversión (ver artículo 80, inc. 13 de la Constitución), lo que
generalmente se produce con varios años de retraso y como un mero trámite formal. Todo
ello no hace más que confirmar que, el componente democrático -siquiera indirecto- se
encuentra muy alejado de lo que a elaboración y control del cumplimiento del presupuesto
se refiere.
De allí que el procedimiento de presupuesto participativo pretenda instalar otro mo-
do, más directo, flexible e informal, de debatir democráticamente el destino de parte de los
recursos del erario público, y de ejercer el control y seguimiento de su posterior erogación.
De este modo, se presenta como un mecanismo de participación de avanzada, en
cuanto reúne las distintas facetas que comprenden la participación ciudadana. En primer
término el acceso a la información (art. 105, inc. 1 de la Constitución), ya que los funciona-
rios de las distintas áreas de la administración deben bajar a interactuar con los vecinos y
poner a su alcance los números de su gestión. En segundo lugar, la posibilidad de emitir su
opinión antes de la elaboración final del proyecto de presupuesto, votando y debatiendo en
asambleas barriales las prioridades de inversión o introduciendo nuevas propuestas de obras
o servicios. Y por último, son los propios vecinos —a través de delegados de cada área
barrial electos en asamblea— quienes pugnan en el seno de un órgano público no estatal
integrado por vecinos, representantes del estado y de otras organizaciones de la sociedad
civil (el Consejo del Presupuesto Participativo) por la concreción de las prioridades presu-
puestarias votadas en el proyecto final, y luego realizan el seguimiento de su posterior
ejecución.
Del modo en que el constituyente plasmó el texto del artículo 52 de la Constitución
pueden efectuarse diversas consideraciones.
a) Previo a todo, la cuestión de si es indispensable la existencia de una ley que regu-
le las particularidades del instituto. Sobre el punto entre 1997 y 2001 se alegó en reiteradas
ocasiones que el mecanismo no podía ponerse en práctica atento la ausencia de la ley re-
glamentaria que exigía la Constitución. En apretada síntesis, estimamos que ello no es así,
por cuanto, en primer término el propio artículo 10 de la Constitución establece que “los
derechos y garantías no pueden ser negados ni limitados por la omisión o insuficiencia de

34
Buenos Aires: Ciudad Participativa

su reglamentación y ésta no puede cercenarlos”. Es decir, los poderes constituidos (Go-


bierno y Legislatura) no pueden sustraerse del mandato impuesto del poder constituyente
por su propia demora u omisión en dictar las leyes que la Constitución exige. Tolerar lo
contrario subvertiría las bases mismas de nuestro estado de derecho y convertiría a nuestra
Constitución en una simple expresión de buenos deseos sin fuerza normativa real alguna.
Sin perjuicio de ello, sí existe una ley que esboza los lineamientos de los procedi-
mientos de consultas. Se trata de la ley 70, de Sistemas de Gestión, Administración Finan-
ciera y Control del Sector Público de la Ciudad garantiza en su artículo 9º la participación
de la población en la elaboración y seguimiento del Presupuesto Anual, del Programa Gene-
ral de Gobierno y del Plan de Inversiones Públicas del Gobierno de la Ciudad a través de
foros temáticos y zonales. Por otra parte dispone que los sistemas establecidos y regulados
por esa Ley y toda norma que se dicte en consecuencia “tendrán en consideración” las
prioridades de asignación de recursos elaboradas por instancias de participación de la po-
blación (artículo 10º), y que esta última comprende el proceso de elaboración y “seguimien-
to” del presupuesto (art. 29º).
b) Si bien en general se asocia la figura del presupuesto participativo con las inver-
siones del Poder Ejecutivo, el modo genérico en que está mencionado en la Constitución
permite interpretar que modalidades similares deberían introducirse en el diseño del resto de
los poderes (Legislativo y Judicial) y de todos los entes estatales que dispongan de un pre-
supuesto específico.
c) El convencional no ha previsto un modo en particular para concretar la interven-
ción de la ciudadanía en la elaboración del presupuesto, elección que reservó al legislador,
con la sola condición de no utilizar los mecanismos de iniciativa popular, referéndum vin-
culante y consulta popular no vinculante (ver arts. 64, 65 y 66 de la Constitución de la
Ciudad, que excluyen de sus disposiciones la materia presupuestaria).
Tampoco surge de la norma citada el carácter de la consulta, esto es si es a mero tí-
tulo informativo o si se trata de una expresión vinculante de la voluntad ciudadana, que
implica algún tipo de obligación para la administración. No resultaría compatible con el
espíritu que abriga el estatuto porteño interpretar que el término “consulta” necesariamente
implica una opinión no vinculante 2, por lo que la cuestión será zanjada oportunamente por
el legislador, quien no encontraría óbice constitucional en conferirle carácter vinculante al
producto del procedimiento que en definitiva se adopte.3
Sin perjuicio de lo expuesto, el éxito de este tipo de experiencias reside fundamen-
talmente en la celebración de una suerte de “pacto político” no escrito entre el Poder Ejecu-
tivo y los integrantes de la sociedad civil, por el cual el gobierno transfiere una importante
parte de su poder al pueblo que participa en forma voluntaria en un proceso abierto de
debate y decisión, y canaliza sus demandas y propuestas por ese conducto. De este modo, la
masividad o representatividad de lo decidido en las instancias del PP constituyen en la
práctica el mejor reaseguro para su efectivo cumplimiento por parte de la Administración.
1- Sobre los orígenes y características del instituto remitimos, entre muchas otras obras, a GENRO, TARSO y DE SOUZA,
UBIRATÁN, Presupuesto Participativo – La experiencia de Porto Alegre, Buenos Aires, 2000, Eudeba; ROMERO, RICARDO (comp.),
Democracia Participativa, una utopía en marcha, Buenos Aires, Ediciones Cooperativas, 2005; y ROMERO, RICARDO y PONT, RAÚL, Un
nuevo contrato social, Presupuesto Participativo para una Democracia Avanzada, Buenos Aires, Ediciones Cooperativas, 2004.
2- A favor de esta interpretación, obsérvese que el constituyente creyó necesario aclarar expresamente al reglar los institu-
tos de participación ciudadana que la consulta popular no es vinculante (art. 66).
3- En este sentido se pronuncian algunos de los proyectos de ley en trámite en la Legislatura. Creemos que el grado de ca-
rácter vinculante debería estar dado más que por la imperatividad de una norma, por la masividad y legitimidad que el procedimiento
alcance entre la ciudadanía.

35
Ricardo Romero

La Universidad también participa


Lic. María Apólito
Politóloga UB
ARTICULO 58.- El Estado promueve la investigación científica y la innovación tecnológica, garantizando su difu-
sión en todos los sectores de la sociedad, así como la cooperación con las empresas productivas.
Fomenta la vinculación con las Universidades Nacionales y otras Universidades con sede en la Ciu-
dad. La Universidad de Buenos Aires y demás Universidades Nacionales son consultoras preferen-
ciales de la Ciudad Autónoma.
(...) Cuenta con el asesoramiento de un organismo consultivo con la participación de todos los acto-
res sociales involucrados.
Promueve las tareas de docencia vinculadas con la investigación, priorizando el interés y la aplica-
ción social. (...).

A cuatro décadas de la histórica “Noche de los Bastones Largos” que ha marcado


un hito en el proceso de consolidación institucional del sector académico argentino, las
casas de enseñanza superior se enfrentan hoy a nuevos desafíos en relación a su forma de
gobierno y su sistema de gestión.
La Universidad de Buenos Aries es un ejemplo de esta situación, con más de 320
mil alumnos de grado, 14 mil egresados y con un total de 23 mil cargos docente, constituye
para la ciudad de Buenos Aires un actor fundamental en el proceso de desarrollo social y
económico de la comuna. En conjunto los alumnos en universidades del municipio son casi
470 mil ubicados en 47 instituciones tanto de gestión pública como privada.1
Los datos relacionados con la actividad científica también dan cuenta de la rele-
vancia que la investigación posee: cuenta con 10750 personas dedicadas a I&D (lo que
representa un cuarto del total del país) y en el año 2004 el gasto en estas actividades radi-
cado en el ámbito de la ciudad fue de casi 550 millones de pesos (28% del gasto del total
del territorio argentino).2
Las condiciones de las universidades radicadas en la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires y los datos referidos a la investigación científica y tecnológica, nos llevan a pensar
que el municipio está en una situación privilegiada para convertir a la educación y a la
investigación en los ejes centrales y propulsores de un cambio social profundo. Estas condi-
ciones ya instaladas necesitan ser direccionadas para que se logre este cambio a través de:
- la excelencia en docencia e investigación;
- un enfoque sistémico del proceso de educación-ciencia-innovación;
- un diagnóstico de la situación con vistas a una planificación en el sector;
- la coordinación y complementación entre todas las instituciones del sistema de
ciencia e innovación (Universidades, Centros e Institutos del CONICET, or-
ganismos financiadores, Centros dependientes del INTA, entidades privadas
sin fines de lucro dedicadas a actividades de I&D, empresas innovativas, etc.)

1- Anuario Estadístico 99 – 03 elaborado por la Secretaría de Políticas Universitarias , 2004.


2- Indicadores de de Ciencia y Tecnología elaborado por la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Producti-
va, 2004.

36
Buenos Aires: Ciudad Participativa

Partidos políticos y participación


Lic. Sylvia Ruiz Moreno
Politóloga UBA
ARTICULO 61.- La ciudadanía tiene derecho a asociarse en partidos políticos, que son canales de expresión
de voluntad popular e instrumentos de participación, formulación de la política e integración de
gobierno.

Aunque los partidos políticos, en sus expresiones más rudimentarias, encuentran


antecedentes en los orígenes de nuestra historia como nación independiente, la Constitución
Nacional no había reconocido su función en el sistema político, hasta la reforma de 1994.
Específicamente, el artículo 38 declara:
“Los partidos políticos son instituciones fundamentales del sistema democrático.
Su creación y el ejercicio de sus actividades son libres dentro del respeto a esta Constitu-
ción, la que garantiza su organización y funcionamiento democráticos, la representación
de las minorías, la competencia para la postulación de candidatos a cargos públicos electi-
vos, el acceso a la información pública y la difusión de sus ideas.
El Estado contribuye al sostenimiento económico de sus actividades y de la capa-
citación de sus dirigentes.
Los partidos políticos deberán dar publicidad del origen y destino de sus fondos y
patrimonio.”
Sobre la base de la Constitución del 94, esta Constitución de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires incorpora además del reconocimiento institucional de los partidos políti-
cos, su valoración como “instrumentos de participación”, que va más allá de la interpreta-
ción minimalista de los partidos políticos como maquinarias electorales para la designación
de candidatos.
Desde los últimos años del siglo XIX y durante todo el siglo XX, la democracia
representativa se consolidó en el mundo a través de la potencia transformadora de los parti-
dos políticos de masas. Portadores de una concepción general de la sociedad y la nación en
la que desenvuelven su acción política, los partidos políticos permiten a los ciudadanos
articular sus ideas, integrar sus demandas particulares y convertirlas en expresión de intere-
ses generales. La organización partidaria es fuente de formación de cuadros de dirigencia y
gestión política del Estado.
Pero los partidos políticos no solamente pueden actuar como correas de transmi-
sión de la representación popular. El desafío de los partidos políticos democráticos en el
siglo XXI consiste en ampliar los horizontes de la democracia interna, incorporando meca-
nismos de participación que garanticen a los afiliados sentirse parte activa en la formación
de las decisiones de las máximas autoridades partidarias. Los partidos políticos pueden
convertirse en una escuela de democracia participativa para formar ciudadanos más infor-
mados, más inquietos e involucrados con los asuntos de su comunidad.

37
Ricardo Romero

La Ciudadanía plena como derecho


Lic. Alejandro Belmonte
Politólogo UNCuyo
ARTICULO 62.- La Ciudad garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos inherentes a la ciudadanía,
conforme a los principios republicano, democrático y representativo, según las leyes que reglamen-
ten su ejercicio.

Este artículo no puede ser analizado sin tener en consideración lo expresado en la


Constitución Nacional, en su art. 37 donde sostiene que “garantiza el pleno ejercicio de los
derechos políticos, con arreglo al principio de la soberanía popular y de las leyes que se
dicten en consecuencia...” y el art 1 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires donde
sostiene que organiza sus instituciones autónomas como democracia participativa y adopta
para su gobierno la forma republicana y representativa. En este sentido, y sin lugar a dudas,
la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires (acorde a la Nacional) habilita a la ciudadanía
a ejercer una amplia gama de derechos políticos.
Es fundamental que un texto constitucional reconozca y ampare el derecho de to-
do ciudadano y ciudadana a participar en la dirección de los asuntos públicos, el derecho a
votar y a ser elegido, y el derecho a tener acceso a la función pública; es decir, el derecho a
participar en el ejercicio del poder político, como miembro de un cuerpo investido de auto-
ridad política o como elector de los miembros de ese cuerpo. Los derechos políticos son los
que contribuyen a la promoción y a la consolidación de la democracia, a la creación de un
Estado democrático de derecho.
Cualquiera que sea la forma de constitución o gobierno que adopte un Estado, se
hace necesario contar con medidas que puedan garantizar que las y los ciudadanos tengan
efectivamente la posibilidad de gozar de los derechos que ampara. El art. 62 constituye una
base para una serie de ordenamientos legales y normativos que definirán y establecerán las
formas de involucramiento de la sociedad.
Así mismo, el texto del artículo trata de reforzar el derecho político por excelen-
cia: el voto. Esto es importante ya que, como sostiene Pasquino, donde la participación
electoral no está eficazmente tutelada, todas las demás formas de participación instituciona-
lizada, pacífica, legal, resultan un tanto difíciles y precarias.
A partir de este artículo y, a través de una lectura integral de la constitución, te-
nemos que llegar a determinar a qué modelo de democracia nos conduce. ¿Vamos hacia un
modelo donde se privilegia la participación sobre la representación, donde la democracia de
participación directa es complementada con instituciones representativas? Es decir, a un
modelo donde se funda al Estado sobre la participación ciudadana. ¿O hacia un modelo
inverso donde la representación predomina ante la participación, donde se excluye a la
mayoría de los ciudadanos de las grandes decisiones y el sistema representativo es, en cierto
sentido, "completado" por los diversos mecanismos de la democracia directa?

38
Buenos Aires: Ciudad Participativa

Hacia una esfera pública


Lic. Gabriel Constantino
Politólogo USAL
ARTICULO 63.- La Legislatura, el Poder Ejecutivo o las Comunas pueden convocar a audiencia pública
para debatir asuntos de interés general de la ciudad o zonal, la que debe realizarse con la presencia
inexcusable de los funcionarios competentes.
La Audiencia Pública constituye una instancia de participación en el proceso de
toma de decisión administrativa o legislativa en la cual la autoridad responsable de la mis-
ma habilita un espacio institucional para que todos aquellos que puedan verse afectados o
tengan un interés particular expresen su opinión. El objetivo de esta instancia es que la
autoridad responsable de tomar la decisión acceda a las distintas posiciones sobre el tema y
que evalúe las distintas razones que apoyan a tales posiciones.
Esta institución se inserta claramente dentro de la tradición del pensamiento polí-
tico republicano; quizás la tradición del pensamiento político por excelencia. Pues el pen-
samiento político occidental tiene su raíz en la reflexión sobre la experiencia de la polis, y
ésta se caracteriza esencialmente por la emergencia y centralidad de la res pública. También
la Audiencia Pública es solidaria de la polis por vincular explícitamente al proceso de toma
de decisiones con el ideal normativo de la deliberación entre personas consideradas iguales.
Así, casi veinticinco siglos después de la democracia ateniense, el ideal normativo de la
deliberación pública sigue alimentando la cultura política que evalúa la legitimidad de
nuestras prácticas e instituciones políticas fundamentales.1
En Una revisión de la idea de razón pública 2, John Rawls, uno de los filósofos
políticos contemporáneos más destacados, explica que cuando los ciudadanos de una demo-
cracia bien ordenada deliberan, intercambian opiniones y debaten las razones sustantivas
que conciernen a las cuestiones políticas. Ellos suponen que sus opiniones políticas pueden
revisarse mediante la discusión con otros ciudadanos; y por lo tanto estas opiniones no son
un resultado fijado por sus intereses privados. Es en este punto que la razón pública es
crucial, pues caracteriza el razonamiento de tales ciudadanos concernientes a las esencias
constitucionales y a los temas de justicia básica, cuyo rasgo elemental es que limita las
razones que los ciudadanos pueden dar en apoyo a sus opiniones políticas, permitiendo sólo
aquellas razones consistentes con la consideración de los otros ciudadanos como libres e
iguales.
Como nota Joshua Cohen, otro teórico político contemporáneo, dentro del marco
del procedimiento de deliberación pública no se pueden proponer como razones simplemen-
te consideraciones que uno tome por verdaderas o convincentes. En lugar de eso se necesi-
tan encontrar consideraciones que sean convincentes para otros, en tanto esos otros son
considerados (y se consideran a sí mismos) como iguales y libres -que tienen compromisos
racionales diferentes-. Una consideración constituye una razón política aceptable siempre
que posea el apoyo de las diferentes perspectivas abarcativas que puedan ser respaldadas
por los ciudadanos racionales.3 En paralelo, tampoco el hecho de que una política sea bene-
ficiosa para alguien le aporta una razón pública para apoyarla. “Pues otros, preocupados por
su propio provecho e interesados en encontrar razones mutuamente aceptables, no lo acepta-
rán como una razón”.4 En el ámbito de la deliberación pública se deben encontrar conside-
raciones que tengan en cuenta el bien de todos.

39
Ricardo Romero

Volviendo a la institución que nos interpela, debemos notar que aunque las opi-
niones recogidas durante la Audiencia Pública son de carácter consultivo y no vinculante,
luego de finalizada la Audiencia, la autoridad responsable de la decisión debe explicitar, en
los fundamentos del acto administrativo o normativo que se sancione, de qué manera ha
tomado en cuenta las opiniones de la ciudadanía y, en su caso, las razones por las cuales las
desestima. La finalidad es clara: que nuestras prácticas e instituciones políticas fundamenta-
les sean justificables a la luz de la razón pública.
1-Cfr. Habermas, J., (1994), Historia y crítica de la opinión pública, GG, Barcelona; Rawls, J., (1996). Libera-
lismo político, Fondo de cultura económica, México; Rawls, J., 2002. La justicia como equidad. Una reformu-
lación. Paidós, Barcelona.
2-Rawls, J., (2001). El derecho de gentes y “una revisión de la idea de razón pública”, Paidós, Barcelona.
3- J. Cohen, Democracia y libertad, en John Elster, La democracia deliberativa, Gedisa, p. 246.
4- J. Cohen, op. cit., p. 248.

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Buenos Aires: Ciudad Participativa

Vecinos y vecinas haciendo leyes


Lic. Mercedes Ghioni
Politóloga UBA
ARTICULO 64.- El electorado de la Ciudad tiene derecho de iniciativa para la presentación de proyectos de
ley, para lo cual se debe contar con la firma del uno y medio por ciento del padrón electoral. Una
vez ingresados a la Legislatura, seguirán el trámite de sanción de las leyes previsto por esta Consti-
tución.
La Legislatura debe sancionarlos o rechazarlos dentro del término de doce meses.
No son objeto de iniciativa popular los proyectos referidos a reforma de esta Constitución, trata-
dos internacionales, tributos y presupuesto.
ARTICULO 65.- (...)
El Jefe de Gobierno debe convocar a referéndum vinculante y obligatorio cuando la Legislatura no
hubiera tratado en el plazo establecido un proyecto de ley por procedimiento de iniciativa popular
que cuente con más del quince por ciento de firmas del total de inscriptos en el padrón de la Ciu-
dad.

Como se ve en los artículos, el procedimiento establece la posibilidad de presen-


tación de proyectos por medio de la adhesión con firmas de vecinos y vecinas a fin de, en
primer término, garantizar el tratamiento de un tema o norma. También prevé la posibilidad
de generar un mandato imperativo a través de un piso de adhesión de un 15 por ciento, y un
Referendum obligatorio.
Algunos pueden preguntarse sobre la factibilidad de este artículo. La respuesta
tendría dos aspectos: uno referido a la participación y el interés de los vecinos y vecinas; y
otro a los procedimientos que lleven a la materialización de este artículo.
La creciente participación de la sociedad civil no deja dudas sobre lo pertinenente
de la Iniciativa Popular. Día a día vivimos problemas relacionados aún con los derechos
básicos, que están siendo reclamados constantemente ya que no encuentran solución en los
canales convencionales. La tríada Ejecutivo-Legislativo-Judicial sobre la que ha descansado
la Democracia parece no poder - o no querer - abarcar estos asuntos.
Mucho hemos leído ya sobre la crisis de la democracia y cómo se instala cada vez
más la versión “participativa” de este sistema de gobierno, como un proceso de evolución y
de corrección de las fallas que se observan.
La Iniciativa Popular podría despertar suspicacias sobre los temas de su agenda,
pero es evidente, por los porcentajes de adhesión que se fijan, que las temáticas propuestas
deben ser de un verdadero interés general. Actualmente, podemos comparar el tenor de una
problemática similar con el proceso que ha despertado la contaminación de la Cuenca Ma-
tanza-Riachuelo. Es un problema más que evidente, de larguísima data, con varios intentos
fallidos de solución, y que finalmente vuelve al tapete por la presión de las y los vecinos
que sufren las consecuencias directas de la contaminación de esta Cuenca.
Sin embargo, a pesar de no vivir a orillas del Riachuelo, ningún porteño deja de
adherir a una solución definitiva de este caso. Pero lo subrayable de este conflicto, es que la
sociedad civil lo llevó nada menos que a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Todos
los expertos concuerdan que esto no es correcto ni deseable, pero situación fue forzada por

41
Ricardo Romero

la falta de respuestas de otros niveles más pertinentes.


¿Por qué se acudió a la Corte? Judicializar una causa implica varias cosas en las
que no entraremos, pero en definitiva refleja un intento último de la gente para encontrar
respuestas.
Lo cierto es que en el imaginario de muchos vecinas y vecinos y ONGs todavía no
está presente la Iniciativa Popular como un procedimiento vigente para satisfacer demandas,
y para los que lo han elegido, no se logró un tratamiento igual a cualquier otra iniciativa
surgida en el seno de la Legislatura porteña.
¿Podemos pensar en resistencias propias de una arena hasta hace poco exclusiva
de los legisladores y legisladoras? Podría ser, pero las tensiones son propias de las trans-
formaciones y todo sistema nuevo ha de sufrir la etapa de los ensayos y errores. Lo impor-
tante es avanzar sobre todo lo adverso.
En tal sentido, en el Informe sobre Propuestas de Modificación de la Iniciativa
Popular ( Romero, 2004), podemos encontrar sugerencias puntuales de mejoras al procedi-
miento a la luz de la experiencia adquirida. El eje de estas sugerencias gira alrededor de una
flexibilización general del procedimiento, y también en diferenciar la naturaleza de las
escalas distrital de la comunal, incorporando definitivamente este nuevo modelo de gestión
que adoptará en breve la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Se propone entonces: la posibilidad de incorporación de temas propios de la com-
petencia comunal; reducción/discriminación de los porcentajes para iniciativas de esta
escala; articular capacitación a nivel comunal para la correcta elaboración de proyectos por
parte de los vecinos y vecinas; incorporar representantes comunales; en todos los casos
difusión de planillas para su firma por Internet; prolongar la vigencia de las firmas para las
dos escalas; que la presentación de planillas pueda hacerse ante el organismo constituido
para el caso de la Comuna; facilitar el sistema de verificación de firmas; desestimar el
informe cuando se observen un 10% de irregularidades pero estableciendo un mecanismo
de compensación para mantener la vigencia; establecer un plazo de notificación sea por la
Dirección o por el Organismo; establecer responsabilidades sobre la ejecución; participa-
ción necesaria de la Comisión de Asuntos Constitucionales (en relación al Referéndum); y
otros puntos de perfil más técnico.
De gran importancia para los fines participativos y garantizando su difusión, se
propone un esquema de promoción de la iniciativa en emisoras radiales; carteleras y otros
medios gráficos y audiovisuales de las que disponga el Gobierno; volantes; periódicos
barriales; folletos que acompañen boletas de ABL, etc.
En fin, varios Legisladores han volcado en proyectos estas preocupaciones por
optimizar el proceso de Iniciativa Popular. Además del ejercicio ciudadano que implica la
Iniciativa, ciertamente puede ser un importante brazo colaborador en su tarea.
La Ciudad de Buenos Aires es cada vez más diversa y compleja en sus caracterís-
ticas y relaciones, y esto se refleja en los micromundos de sus barrios. El saber popular
insiste en más de un dicho que cada uno conoce sus necesidades más inmediatas, y la ma-
yoría de las veces puede aportar las soluciones más sencillas y económicas. Una suerte de
economía doméstica que las Comunas nos harán ejercitar saludablemente.

42
Buenos Aires: Ciudad Participativa

Decidiendo con la Democracia Semidirecta


Elisa Bin
Ciencia Política UBA
ARTICULO 65.- El electorado puede ser consultado mediante referéndum obligatorio y vinculante destina-
do a la sanción, reforma o derogación de una norma de alcance general. (...)
ARTICULO 66.- La Legislatura, el Gobernador o la autoridad de la Comuna pueden convocar, dentro de
sus ámbitos territoriales, a consulta popular no vinculante sobre decisiones de sus respectivas com-
petencias. El sufragio no será obligatorio.
La Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, 1996 (CCBA) en su Art. 62º pre-
senta y garantiza la convocatoria a la participación democrática directa de la ciudadanía y
el pleno ejercicio de sus derechos políticos, en tanto la Ley Orgánica de Comunas, 2006 en
su Art. 38º (Ley Nº 1777) enuncia los Mecanismos de participación ciudadana; a partir del
marco normativo quedan por tanto garantizada la plena participación de la Ciudadanía
tanto en el proceso de toma de decisiones como en el proceso de control de los asuntos
públicos; a los efectos de garantizar ello la CCBA ha creados algunos institutos, entre
éstos los de Referéndum y Consulta Popular.
Cabe señalar, una distinción entre los conceptos de referéndum y consulta popu-
lar, si bien ambos son mecanismos de la democracia directa y se constituyen, como los
instrumentos mediante los cuales la ciudadanía, o propiamente el cuerpo electoral tiene
garantizado el pleno ejercicio de sus derechos políticos.
El referéndum afirma Bobbio puede ser considerado como el principal instrumen-
to de la democracia directa, mediante éste la ciudadanía participa vía consultiva o delibera-
tiva en el proceso de toma de decisiones.
El plesbicito o consulta popular es un pronunciamiento popular a través del cual
se expresa la ciudadanía, o más precisamente el cuerpo electoral. El plesbicito es una vota-
ción popular sobre temas de relevancia constitucional y es, por lo tanto, un instrumento de
la democracia directa.
Siendo Ambos, el referéndum y el plesbicito, mecanismos de la democracia dire-
cta, se constituyen como pronunciamientos populares sobre temas de relevancia constitu-
cional, es entonces bastante difícil establecer una línea de distinción estricta entre ambos
institutos; debido entre otras razones “…al uso del lenguaje que ofrece la praxis histórica”,
(Bobbio, 1993, p 1183) y por otra parte, debido al uso de ambos conceptos como sinónimos
en el lenguaje cotidiano.
Sin embargo, podría establecerse una distinción entre ambos términos, conside-
rando el referéndum como una votación o pronunciamiento popular que se diferencia del
plesbicito por contar con una mayor regularidad, y por lo tanto ser objeto de una disciplina
constitucional.
Ahora bien en los que respecta a los institutos de Referéndum y de Consulta Po-
pular, en la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, y reafirmados en la Ley Nº 89, se
establecen otras distinciones; el Referéndum tiene carácter obligatorio y vinculante, y por
lo tanto destinado a la sanción, la reforma o a la derogación de la norma de alcance general;
mientras que la Consulta Popular tiene carácter no obligatorio y no vinculante.
Respecto de la convocatoria, en el caso del Referéndum será convocado por la
Legislatura, pero admite que la figura del Jefe de Gobierno de la Ciudad pueda convocar en

43
Ricardo Romero

el caso que el Poder Legislativo, no hubiese tratado en el plazo establecido un proyecto de


ley por procedimiento de iniciativa popular que cuente con más del 15 % de las firmas de
la ciudadanía que se encuentre en el padrón electoral. La Consulta Popular puede ser
convocada por la legislatura, el Gobernador o Autoridad de la Comuna dentro de sus ámbi-
tos territoriales.
Respecto del Objeto, en lo que concierne al Referéndum serán objeto de éste las
materias excluidas del derecho de iniciativa, los tratados interjurisdiccionales y las que
requieran mayorías especiales para su aprobación. Para el caso de Consulta Popular que-
dan excluidas las materias que no pueden ser objeto de Referéndum, excepto la que quede
englobada en materia tributaria.

44
Buenos Aires: Ciudad Participativa

Cuando el contrato se rompe


Lic. Adriana De Lucio
Politóloga UBA
ARTICULO 67.- El electorado tiene derecho a requerir la revocación del mandato de los funcionarios electi-
vos

Las asimetrías entre las promesas de campaña y la práctica de gobierno provocan


frustraciones en un electorado que muchas veces se siente rehén de aquellas/os a quienes
eligió.
La Constitución de la Ciudad de Buenos Aires convoca a las y los ciudadanos a
la participación democrática directa y responsable y al pleno ejercicio de sus derechos en
los procesos de toma de decisión y control de los asuntos públicos. Para facilitar ese prota-
gonismo se crearon algunos institutos, entre ellos, la revocatoria de mandato, reglamentada
por la Ley Nº 357.
Habida cuenta de las numerosas denuncias de corrupción y mal desempeño en el
ámbito político nacional, provincial y local y de su arraigada creencia en el imaginario
social, la Constitución de la Ciudad contempla taxativamente en el Art 67 la revocatoria de
mandato de las y los funcionarios públicos elegidos por sufragio popular.
Aquellas/os funcionarias/os en áreas específicas, no elegidas/os por el voto popu-
lar, denunciadas/os por mal desempeño, pueden ser removidos de sus cargos mediante
juicio político.
El Art 67° de la Constitución de la Ciudad aumenta los asertos del Art. 53° de la
Constitución Nacional (1994, Art 41° de 1853) el cual establece que sólo se puede acusar
por mal desempeño al presidente, vicepresidente, jefe de gabinete de ministros, ministros y
miembros de la Corte Suprema, a través de un juicio político, no aparece en ella el concep-
to de“revocación de mandato”. Este artículo no prevé la suspensión del/a magistrado/a o
funcionario/a durante el juzgamiento, mientras que la Constitución de la Ciudad si lo hace,
así como de sus haberes.
La Constitución de la Ciudad establece límites temporales para la aplicación de la
revocatoria de mandato. No puede pedirse antes del primer año de gestión, período mínimo
necesario para poner en marcha un proyecto de gobierno, como tampoco en los últimos seis
meses, habida cuenta del tiempo que insume el proceso.
Todo poder emana del pueblo. El Art 67° estimula a la ciudadanía a la reapropia-
ción de su derecho de resistencia al mal gobernante cuando se producen situaciones delic-
tuosas o de mal desempeño que lo perjudican. A través de la iniciativa popular y cumplien-
do con los requisitos establecidos por la Constitución, la ciudadanía puede requerir la revo-
cación del mandato del indigno/a funcionario/a.
Cumplidos ciertos requerimientos, el Tribunal Superior debe convocar a un refe-
réndum de participación obligatoria en los plazos estipulados. Los votos afirmativos de
simple mayoría de las y los inscriptos en el padrón permite la separación / destitución de
dicho/a funcionario/a.

45
Ricardo Romero

Los y las Legisladores norman la participación


Lic. Andrea Maynard
Politóloga UBA
ARTICULO 40.- La Legislatura de la Ciudad:
1- Reglamenta el funcionamiento de las Comunas, de los consejos comunitarios y la participa-
ción vecinal, en todos sus ámbitos y niveles.
2- Reglamenta los mecanismos de democracia directa.
Estamos en presencia de un proceso de corrimiento de los puntos de articulación
entre la sociedad civil y el Estado debido a los cambios violentos resultantes de la reconver-
sión económica y estatal.
La legitimidad del sistema representativo se encuentra continuamente en jaque
por el contraste existente entre las libertades políticas y las demandas sociales en el marco
de políticas de ajuste estructural, las políticas democratizantes avanzan en el sentido de la
necesidad de nuevos procesos de formulación de políticas públicas y proyectos de desarro-
llo.
Estos puntos de articulación se vislumbran en la renovación de las fronteras entre
Estado y sociedad y deberían convertirse en franjas de intersección, concentración y
construcción conjunta a través de escenarios particulares de cambio social y de la reunión
de fuerzas sociales en niveles superiores de complejidad que en los que en general inter-
actúan, permitiendo que exista un flujo mayor entre los vectores del cambio social.
En tal sentido creo necesario el planteamiento de una planificación participativa
por parte de los institutos de poder político, tales como la elaboración de propuestas guber-
namentales que excedan los circuitos tradicionales de decisión, acotados al esquema de
relación entre el nivel técnico especializado y el nivel de decisión política.
La búsqueda se orienta a los procesos de cambio social donde reglas y metodolo-
gías establezcan y regulen lo que surja del consenso, tomando la forma de compromiso de
acción y siendo vinculante para todos los actores intervinientes.
Todo esto significa un cambio en la concepción del desarrollo económico – social,
necesario para llevar a cabo en los hechos aquello que dice el art. 80 en su inciso II de la
Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Ares, al referirse explícitamente al funcio-
namiento de las comunas.

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Buenos Aires: Ciudad Participativa

Los ciudadanos opinan sobre las Leyes


Lic. Valeria Serafinoff
Politóloga USAL

ARTICULO 89.- Tienen el procedimiento de doble lectura las siguientes materias y sus modificaciones:
Códigos de Planeamiento Urbano, Ambiental y de Edificación.
Plan Urbano Ambiental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Imposición de nombres a sitios públicos, emplazamiento de monumentos y esculturas y declara-
ción de monumentos, áreas y sitios históricos.
Desafectación de los inmuebles del dominio público y todo acto de disposición de éstos.
Toda concesión, permiso de uso o constitución de cualquier derecho sobre el dominio público de
la Ciudad.
Las que consagran excepciones a regímenes generales.
La ley prevista en el artículo 75.
Los temas que la Legislatura disponga por mayoría absoluta.

Para algunas cuestiones de interés común, la Constitución de la Ciudad de Buenos


Aires establece, como parte del proceso de sanción de leyes, la obligatoriedad del desarrollo
de un procedimiento de doble lectura. Debido a que el Poder Legislativo de la Ciudad es
ejercido por un órgano unicameral (la Legislatura) la mayoría de las leyes no requiere más
que una sanción de este órgano y la promulgación del Poder Ejecutivo para ser publicadas.
A fin de garantizar un mayor consenso en torno a las decisiones, la mayor repre-
sentatividad de las mismas y el acuerdo con distintos sectores de la sociedad, la presente
Constitución señala la obligatoriedad de la doble lectura en algunas materias. Dicho proce-
dimiento indica que, para un grupo de cuestiones, una vez que la Legislatura aprueba algún
proyecto debe emitir una Resolución de convocatoria a Audiencia Pública para que en el
plazo de un mes los ciudadanos presenten sus comentarios, reclamos y demás consideracio-
nes (Ley nº 6).
Las Audiencias Públicas son un eje central de las democracias participativas, pues
a través de las mismas se abren canales institucionales para que los ciudadanos en forma
individual o colectiva (v.g. a través de asociaciones civiles, fundaciones, empresas) expre-
sen sus inquietudes, problemas, así como alternativas de resolución. Las Audiencias Públi-
cas se constituyen como un espacio de deliberación pública y si bien es la Legislatura quien
finalmente toma la decisión, la doble lectura garantiza que la decisión se alcance luego de
haber habilitado un espacio de consulta pública. Entonces, si bien el proceso de sanción
puede dilatarse, seguramente resulta perfeccionada por la posibilidad de los legisladores de
contar con nueva información y la revisión crítica de la ciudadanía. Así, la ley sancionada
es factible de ser mejorada por el intercambio que pudiera producirse con los ciudadanos,
sobre todo cuando se trata de cuestiones con efectos de mediano y largo plazo.
Entre las cuestiones que exigen un proceso de doble lectura se encuentran las vin-
culadas con la elaboración y modificación del Código de Planeamiento Urbano, Ambiental
y de Edificación y el Plan Urbano Ambiental (ver Art. 27), así como las que afectan al uso,
concesión y desafectación del dominio público; la declaración de sitios históricos, el empla-
zamiento de monumentos y la denominación de los espacios públicos. Demostrando así, el

47
Ricardo Romero

interés de incrementar la participación ciudadana en la elaboración de los marcos generales


que regulan la identificación de los problemas urbano ambientales, el uso del suelo, el
cuidado, la protección del medioambiental y el uso de los espacios y dominios públicos.
Asimismo, se establece este procedimiento para modificar el máximo de los gastos corrien-
tes de personal del presupuesto de la Legislatura. Por último, la Constitución deja abierta la
posibilidad de que los legisladores identifiquen nuevas cuestiones que se considere impres-
cindible atraviesen este procedimiento y es difusa en términos del alcance de su aplicación
respecto a que toda materia, normativa o ley que consagra excepciones a regímenes genera-
les también debería pasar y seguir este procedimiento.

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Buenos Aires: Ciudad Participativa

Cuando el Gobierno ejecuta la Democracia Participativa


Lic. Ramiro Alvaréz
Politólogo UBA
ARTICULO 104.- Atribuciones y facultades del Jefe de Gobierno:
30 romueve la participación y el desarrollo de las organizaciones no gubernamentales, co-
operativas, mutuales y otras que tiendan al bienestar general. Crea un registro para
asegurar su inserción en la discusión, planificación y gestión de las políticas públicas.
31 Organiza consejos consultivos que lo asesoran en materias tales como niñez, juventud,
mujer, derechos humanos, personas mayores o prevención del delito.

Este artículo de la Constitución reza que entre las atribuciones y factultades del
Jefe de Gobierno “se encuentra la de promover la participacion y el desarrollo de las orga-
nizaciones no gubernamentales que tiendan al bienestar general.”. Deja así, supeditado a la
voluntad y creatividad del Ejecutivo y su equipo los medios para que se amplíen la partici-
pación en menor o mayor grado para generar una ciudadanía activa.
Que se sustancien con energía participativa los institutos de la Democracia Parti-
ciaptiva (DP) como las audiencias publicas, la iniciativa popular, el derecho de los consu-
midores y el Presupuesto Participativo depender de la permeabilidad hacia las inquietudes
de la ciudadanía que tengan los miembros del elenco oficial.
Es decir, que el proceso participatorio germinará siempre y cuando éste logre en-
tidad propia con los vecinos como protagonistas estelares, y en ello el Estado tiene una
responsabilidad indelegable de instrumentar los medios adecuados en sus facultades de
reglamentación de los institutos.
La decisión de ir a fondo con el establecimiento y desarrollo de los institutos de la
Democracia Participativa es responsabilidad también del Poder Ejecutivo porteño. Por
ejemplo en los Título Segundo, en lo que refiere a las Políticas Especiales, el Ejecutivo debe
instrumentar mecanismos de participación en áreas como salud; educación; medioambiente;
hábitat; cultura; deporte; seguridad; igualdad entre varones y mujeres, niños, niñas y ado-
lescentes; juventud; personas mayores, personas con necesidades especiales; trabajo y
seguridad social; consumidores y usuarios; comunicación; presupuesto; función pública;
ciencia y tecnología ; y turismo. En definitiva, instrumenta la viabilidad de la Democracia
Participativa enunciada en el artículo primero.

49
Ricardo Romero

Los vecinos y vecinas opinan sobre sus jueces


Lic. Santiago Basabe
Politólogo, FLACSO-Ecuador
ARTICULO 120.- La Comisión competente de la Legislatura celebra una Audiencia Pública con la partici-
pación de los propuestos para el tratamiento de los pliegos remitidos por el Consejo.

Sin que constituya un mecanismo de deliberación directa, la propuesta normativa


aquí constante, da cuenta de la implementación de la veeduría ciudadana como forma de
control sobre la designación de funcionarios públicos.
Al ser la administración de justicia uno de los elementos fundamentales para el
desarrollo, seguridad y compromiso ciudadano con la gestión pública, la posibilidad de que
cualquier persona sea testigo de la designación de sus jueces otorga mayor legitimidad a la
institucionalidad de la Cuidad.
La publicidad de los acuerdos y decisiones asumidos por el Poder Legislativo res-
pecto a la conformación del aparato judicial de la Ciudad, son fundamentales para la trans-
parencia en el manejo de la vida política de la Ciudad. En ese Plano, y a pesar de la existen-
cia de la Audiencia referida en este artículo, la capacidad de intervención es limitada en este
aspecto.
Propuestas en torno a generar mayores espacios de control difuso, desde ciudada-
nía, podrían servir como catalizadores de una mayor eficiencia en los empeños de operado-
res jurídicos clave, como son los jueces y magistrados.
El acercamiento de la justicia y de sus objetivos fundamentales a la vivencia ciu-
dadana debe ser uno de los retos por asumir; no sólo por la mejora en los rendimientos
institucionales que esto genera sino también porque de esta forma se establecen mecanis-
mos expeditos para afianzar la concientización de derechos y deberes entre la población.

50
Buenos Aires: Ciudad Participativa

Participación vecinal en las Comunas


Roy Cortina
Ministro GCABA
ARTICULO 131.- Cada Comuna debe crear un organismo consultivo y honorario (...) Está
integrado por representantes de entidades vecinales no gubernamentales, redes y otras
formas de organización. (...).

Las Comunas están gobernadas por una Junta Comunal que funciona como
ejecutivo colegiado y es elegido por el régimen proporcional, con cada Comuna como
distrito único (art. 130 CCBA). Las elecciones se hacen con opciones separadas de las
instancias nacionales y de Ciudad (art. 20- L. 1777). Para ser Juntista se requiere los mis-
mos requisitos que un Legislador, pero con dos años de ciudadanía y dos de residencia (art.
21). Los Juntistas son elegidos por cuatro años (art. 22), se organizan funcionalmente en
áreas de gestión a cargo de cada miembro; existiendo: la Presidencia (ejercida por el
primer integrante de la lista que obtenga el mayor número de votos- art. 130-CCBA), parti-
cipación vecinal y control comunal (art. 32- L. 1777). Los Juntistas perciben el 60% del
salario de un legislador y el presidente recibe un 10% adicional por sus responsabili-
dades.
Siguiendo el criterio del art. 52 de la CCBA, la elaboración del anteproyecto de
presupuesto se elabora en el ámbito del Consejo Consultivo Comunal, a través de
mecanismos que, a escala barrial, garantizan la participación de los vecinos en la fija-
ción de metas, formulación y control presupuestario. (art. 15- L.1777). Se crea un Consejo
de Coordinación Comunal para el acuerdo presupuestario entre las Comunas (art. 39 y ss.
– L. 1777).
En cada Comuna se crea un organismo consultivo y honorario de delibera-
ción, asesoramiento, canalización de demandas, elaboración de propuestas, definición de
prioridades presupuestarias y de obras públicas y seguimiento de la gestión. Está integrado
por representantes de entidades vecinales no gubernamentales, redes y otras formas de
organización. (art. 131-CCBA). Su integración, funcionamiento y relación con las Juntas
Comunales esta reglamentada en el Título IV de la L. 1777, denominándolo Consejo
Consultivo Comunal. El Consejo Consultivo Comunal funcional descentralizadamente y
sus recomendaciones son de tratamiento obligatorio por parte de la Junta Comunal (art. 36 y
37 –L. 1777).
Los mecanismos de participación ciudadana (audiencia pública, iniciativa popu-
lar, referéndum y consulta popular, derecho a la información y revocatoria de mandato) se
aplican en el ámbito comunal, en cuanto sea posible (art. 38 -L.1777).

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Ricardo Romero

52
Buenos Aires: Ciudad Participativa

Participación en la Constitución de la Ciudad

53
Ricardo Romero

54
Buenos Aires: Ciudad Participativa

Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires


PREÁMBULO

Los representantes del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, reunidos en Convención


Constituyente por imperio de la Constitución Nacional, integrando la Nación en fraterna
unión federal con las Provincias, con el objeto de afirmar su autonomía, organizar sus insti-
tuciones y promover el desarrollo humano en una democracia fundada en la libertad, la
igualdad, la solidaridad, la justicia y los derechos humanos, reconociendo la identidad en la
pluralidad, con el propósito de garantizar la dignidad e impulsar la prosperidad de sus habi-
tantes y de las mujeres y hombres que quieran gozar de su hospitalidad, invocando la pro-
tección de Dios y la guía de nuestra conciencia, sancionamos y promulgamos la presente
Constitución como estatuto organizativo de la Ciudad de Buenos Aires.

TITULO PRELIMINAR CAPITULO PRIMERO PRINCIPIOS


ARTICULO 1º.- La Ciudad de Buenos Aires, conforme al principio federal establecido
en la Constitución Nacional, organiza sus instituciones autónomas como demo-
cracia participativa y adopta para su gobierno la forma republicana y representati-
va. Todos los actos de gobierno son públicos. Se suprimen en los actos y documen-
tos oficiales los títulos honoríficos de los funcionarios y cuerpos colegiados.
La Ciudad ejerce todo el poder no conferido por la Constitución Nacional al Go-
bierno Federal.
ARTICULO 2º.- La Ciudad de Buenos Aires se denomina de este modo o como "Ciudad
Autónoma de Buenos Aires".
ARTICULO 3º.- Mientras la Ciudad de Buenos Aires sea Capital de la República, su Go-
bierno coopera con las autoridades federales que residen en su territorio para el ple-
no ejercicio de sus poderes y funciones.
Los legisladores y funcionarios de las Provincias argentinas gozan en el territorio de
la Ciudad de las mismas inmunidades e indemnidades que la presente Constitución
otorga a los de su Gobierno.
ARTICULO 4º.- Esta Constitución mantiene su imperio aún cuando se interrumpa o pre-
tendiese interrumpir su observancia por acto de fuerza contra el orden institucional
o el sistema democrático o se prolonguen funciones o poderes violando su texto. Es-
tos actos y los que realicen los que usurpen o prolonguen funciones, son insanable-
mente nulos. Quienes en ellos incurren quedan sujetos a inhabilitación absoluta y
perpetua para ocupar cargos públicos y están excluidos de los beneficios del indulto
y la conmutación de penas. Es deber de las autoridades ejercer las acciones penales
y civiles contra ellos y las de recupero por todo cuanto la Ciudad deba pagar como
consecuencia de sus actos.
Todos los ciudadanos tienen derecho de resistencia contra quienes ejecutaren los ac-
tos de fuerza enunciados en este artículo.
ARTICULO 5º.- Las obligaciones contraídas por una intervención federal sólo obligan a la
Ciudad cuando su fuente sean actos jurídicos conforme a esta Constitución y a las
leyes de la Ciudad. Los magistrados, funcionarios y empleados nombrados por una

55
Ricardo Romero

intervención federal, cesan automáticamente a los sesenta días de asumir las autori-
dades electas, salvo confirmación o nuevo nombramiento de éstas.
ARTICULO 6º.- Las autoridades constituidas tienen mandato expreso, permanente e irre-
nunciable del Pueblo de la Ciudad, para que en su nombre y representación agoten
en derecho las instancias políticas y judiciales para preservar la autonomía y para
cuestionar cualquier norma que limite la establecida en los artículos 129 y concor-
dantes de la Constitución Nacional.
ARTICULO 7º.- El Estado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es sucesor de los de-
rechos y obligaciones legítimas de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires,
y del Estado Nacional en las competencias, poderes y atribuciones que se le trans-
fieren por los artículos 129 y concordantes de la Constitución Nacional y de la ley
de garantía de los intereses del Estado Federal, como toda otra que se le transfiera
en el futuro.
CAPITULO SEGUNDO LIMITES Y RECURSOS
ARTICULO 8º.- Los límites territoriales de la Ciudad de Buenos Aires son los que históri-
camente y por derecho le corresponden conforme a las leyes y decretos nacionales
vigentes a la fecha. Se declara que la Ciudad de Buenos Aires es corribereña del Río
de la Plata y del Riachuelo, los cuales constituyen en el área de su jurisdicción bie-
nes de su dominio público. Tiene el derecho a la utilización equitativa y razonable
de sus aguas y de los demás recursos naturales del río, su lecho y subsuelo, sujeto a
la obligación de no causar perjuicio sensible a los demás corribereños. Sus derechos
no pueden ser turbados por el uso que hagan otros corribereños de los ríos y sus re-
cursos. Todo ello, sin perjuicio de las normas de derecho internacional aplicables al
Río de la Plata y con los alcances del artículo 129 de la Constitución Nacional.
La Ciudad tiene el dominio inalienable e imprescriptible de sus recursos naturales y
acuerda con otras jurisdicciones el aprovechamiento racional de todos los que fue-
ran compartidos.
En su carácter de corribereña del Río de la Plata y del Riachuelo, la Ciudad tiene
plena jurisdicción sobre todas las formaciones insulares aledañas a sus costas, con
los alcances permitidos por el Tratado del Río de la Plata. Serán consideradas como
reservas naturales para preservar la flora y la fauna de sus ecosistemas.
Los espacios que forman parte del contorno ribereño de la Ciudad son públicos y de
libre acceso y circulación.
El Puerto de Buenos Aires es del dominio público de la Ciudad, que ejerce el con-
trol de sus instalaciones, se encuentren o no concesionadas.
ARTICULO 9º.- Son recursos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires:
Los ingresos provenientes de los tributos que establece la Legislatura.
Los fondos de coparticipación federal que le correspondan.
Los provenientes de las contribuciones indirectas del artículo 75, inciso 2°, primer
párrafo, de la Constitución Nacional.
Los fondos reasignados con motivo de las transferencias de competencias, servicios
y funciones, en los términos del artículo 75,inciso 2°, quinto párrafo de la Constitu-
ción Nacional.

56
Buenos Aires: Ciudad Participativa

Los ingresos provenientes de la venta, locación y cesión de bienes y servicios.


La recaudación obtenida en concepto de multas, cánones, contribuciones, derechos
y participaciones.
Las contribuciones de mejoras por la realización de obras públicas que beneficien
determinadas zonas.
Los ingresos por empréstitos, suscripción de títulos públicos y demás operaciones
de crédito.
Las donaciones, legados, herencias vacantes y subsidios.
Los ingresos por la explotación de juegos de azar, de apuestas mutuas y de destreza.
Los ingresos provenientes de los acuerdos celebrados con la Nación, las Provincias,
las regiones, las municipalidades, los estados extranjeros y los organismos interna-
cionales.
Los restantes que puedan integrar el tesoro de la Ciudad.
LIBRO PRIMERO DERECHOS, GARANTIAS Y POLITICAS ESPECIALES
TITULO PRIMERO DERECHOS Y GARANTIAS
ARTICULO 10.- Rigen todos los derechos, declaraciones y garantías de la Constitución
Nacional, las leyes de la Nación y los tratados internacionales ratificados y que se
ratifiquen. Estos y la presente Constitución se interpretan de buena fe. Los derechos
y garantías no pueden ser negados ni limitados por la omisión o insuficiencia de su
reglamentación y ésta no puede cercenarlos.
ARTICULO 11.- Todas las personas tienen idéntica dignidad y son iguales ante la ley.
Se reconoce y garantiza el derecho a ser diferente, no admitiéndose discriminacio-
nes que tiendan a la segregación por razones o con pretexto de raza, etnia, género,
orientación sexual, edad, religión, ideología, opinión, nacionalidad, caracteres físi-
cos, condición psicofísica, social, económica o cualquier circunstancia que implique
distinción, exclusión, restricción o menoscabo.
La Ciudad promueve la remoción de los obstáculos de cualquier orden que, limitan-
do de hecho la igualdad y la libertad, impidan el pleno desarrollo de la persona y la
efectiva participación en la vida política, económica o social de la comunidad.
ARTICULO 12.- La Ciudad garantiza:
El derecho a la identidad de las personas. Asegura su identificación en forma inme-
diata a su nacimiento, con los métodos científicos y administrativos más eficientes y
seguros. En ningún caso la indocumentación de la madre es obstáculo para que se
identifique al recién nacido. Debe facilitarse la búsqueda e identificación de aque-
llos a quienes les hubiera sido suprimida o alterada su identidad. Asegura el funcio-
namiento de organismos estatales que realicen pruebas inmunogenéticas para de-
terminar la filiación y de los encargados de resguardar dicha información.
El derecho a comunicarse, requerir, difundir y recibir información libremente
y expresar sus opiniones e ideas, por cualquier medio y sin ningún tipo de
censura.
El derecho a la privacidad, intimidad y confidencialidad como parte inviolable de la
dignidad humana.

57
Ricardo Romero

El principio de inviolabilidad de la libertad religiosa y de conciencia. A nadie se le


puede requerir declaración alguna sobre sus creencias religiosas, su opinión política
o cualquier otra información reservada a su ámbito privado o de conciencia.
La inviolabilidad de la propiedad. Ningún habitante puede ser privado de ella sino
en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación deberá fundarse en causa de
utilidad pública, la cual debe ser calificada por ley y previamente indemnizada en su
justo valor.
El acceso a la justicia de todos sus habitantes; en ningún caso puede limitarlo por
razones económicas. La ley establece un sistema de asistencia profesional gratuita y
el beneficio de litigar sin gastos.
ARTICULO 13.- La Ciudad garantiza la libertad de sus habitantes como parte de la invio-
lable dignidad de las personas. Los funcionarios se atienen estrictamente a las si-
guientes reglas:
Nadie puede ser privado de su libertad sin una orden escrita y fundada emanada de
autoridad judicial competente, salvo caso de flagrante delito con inmediata comuni-
cación al juez.
Los documentos que acrediten identidad personal no pueden ser retenidos.
Rigen los principios de legalidad, determinación, inviolabilidad de la defensa en jui-
cio, juez designado por la ley antes del hecho de la causa, proporcionalidad, sistema
acusatorio, doble instancia, inmediatez, publicidad e imparcialidad. Son nulos los
actos que vulneren garantías procesales y todas las pruebas que se hubieren obteni-
do como resultado de los mismos.
Toda persona debe ser informada del motivo de su detención en el acto, así como
también de los derechos que le asisten.
Se prohíben las declaraciones de detenidos ante la autoridad policial.
Ningún detenido puede ser privado de comunicarse inmediatamente con quien con-
sidere.
Asegurar a todo detenido la alimentación, la higiene, el cubaje de aire, la privacidad,
la salud, el abrigo y la integridad psíquica, física y moral. Disponer las medidas per-
tinentes cuando se trate de personas con necesidades especiales.
El allanamiento de domicilio, las escuchas telefónicas, el secuestro de papeles y co-
rrespondencia o información personal almacenada, sólo pueden ser ordenados por el
juez competente.
Se erradica de la legislación de la Ciudad y no puede establecerse en el futuro nin-
guna norma que implique, expresa o tácitamente, peligrosidad sin delito, cualquier
manifestación de derecho penal de autor o sanción de acciones que no afecten dere-
chos individuales ni colectivos.
Toda persona condenada por sentencia firme en virtud de error judicial tiene dere-
cho a ser indemnizada conforme a la ley.
En materia contravencional no rige la detención preventiva. En caso de hecho que
produzca daño o peligro que hiciere necesaria la aprehensión, la persona debe ser
conducida directa e inmediatamente ante el juez competente.

58
Buenos Aires: Ciudad Participativa

Cuando el contraventor, por su estado, no pudiere estar en libertad, debe ser deriva-
do a un establecimiento asistencial.
ARTICULO 14.- Toda persona puede ejercer acción expedita, rápida y gratuita de amparo,
siempre que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de
autoridades públicas o de particulares que en forma actual o inminente, lesione, res-
trinja, altere o amenace con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garan-
tías reconocidos por la Constitución Nacional, los tratados internacionales, las leyes
de la Nación, la presente Constitución, las leyes dictadas en su consecuencia y los
tratados interjurisdiccionales en los que la Ciudad sea parte.
Están legitimados para interponerla cualquier habitante y las personas jurídicas de-
fensoras de derechos o intereses colectivos, cuando la acción se ejerza contra alguna
forma de discriminación, o en los casos en que se vean afectados derechos o intere-
ses colectivos, como la protección del ambiente, del trabajo y la seguridad social,
del patrimonio cultural e histórico de la Ciudad, de la competencia, del usuario o del
consumidor.
El agotamiento de la vía administrativa no es requisito para su procedencia.
El procedimiento está desprovisto de formalidades procesales que afecten su opera-
tividad. Todos los plazos son breves y perentorios. Salvo temeridad o malicia, el ac-
cionante está exento de costas.
Los jueces pueden declarar de oficio la inconstitucionalidad de la norma en que se
funda el acto u omisión lesiva.
ARTICULO 15.- Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado fuera la
libertad física, en cualquier situación y por cualquier motivo, o en caso de agrava-
miento ilegítimo en la forma o condiciones de detención, o en el de desaparición de
personas, la acción de habeas corpus puede ser ejercida por el afectado o por cual-
quiera en su favor y el juez debe resolver dentro de las veinticuatro horas, aún du-
rante la vigencia del estado de sitio. Puede declarar de oficio la inconstitucionalidad
de la norma en que se funda el acto u omisión lesiva.

TITULO SEGUNDO POLITICAS ESPECIALES


CAPITULO PRIMERO
DISPOSICIONES COMUNES
ARTICULO 17.- La Ciudad desarrolla políticas sociales coordinadas para superar las con-
diciones de pobreza y exclusión mediante recursos presupuestarios, técnicos y
humanos. Asiste a las personas con necesidades básicas insatisfechas y promueve el
acceso a los servicios públicos para los que tienen menores posibilidades.
ARTICULO 18.- La Ciudad promueve el desarrollo humano y económico equilibrado, que
evite y compense las desigualdades zonales dentro de su territorio.
ARTICULO 19.- El Consejo de Planeamiento Estratégico, de carácter consultivo, con
iniciativa legislativa, presidido por el Jefe de Gobierno e integrado por las ins-
tituciones y organizaciones sociales representativas, del trabajo, la producción,
religiosas, culturales, educativas y los partidos políticos, articula su interacción
con la sociedad civil, a fin de proponer periódicamente planes estratégicos consen-
suados que ofrezcan fundamentos para las políticas de Estado, expresando los de-

59
Ricardo Romero

nominadores comunes del conjunto de la sociedad. Sus integrantes se desempeñan


honorariamente.
CAPITULO SEGUNDO
SALUD
ARTICULO 20.- Se garantiza el derecho a la salud integral que está directamente vincula-
da con la satisfacción de necesidades de alimentación, vivienda, trabajo, educación,
vestido, cultura y ambiente.
El gasto público en salud es una inversión social prioritaria. Se aseguran a través del
área estatal de salud, las acciones colectivas e individuales de promoción, protec-
ción, prevención, atención y rehabilitación, gratuitas, con criterio de accesibilidad,
equidad, integralidad, solidaridad, universalidad y oportunidad.
Se entiende por gratuidad en el área estatal que las personas quedan eximidas de
cualquier forma de pago directo. Rige la compensación económica de los servicios
prestados a personas con cobertura social o privada, por sus respectivas entidades.
De igual modo se procede con otras jurisdicciones.
ARTICULO 21.- La Legislatura debe sancionar una Ley Básica de Salud, conforme a los
siguientes lineamientos:
1. La Ciudad conduce, controla y regula el sistema de salud. Financia el área estatal
que es el eje de dicho sistema y establece políticas de articulación y complementa-
ción con el sector privado y los organismos de seguridad social.
2. El área estatal se organiza y desarrolla conforme a la estrategia de atención prima-
ria, con la constitución de redes y niveles de atención, jerarquizando el primer nivel.
3. Determina la articulación y complementación de las acciones para la salud con los
municipios del conurbano bonaerense para generar políticas que comprendan el área
metropolitana; y concerta políticas sanitarias con los gobiernos nacional, provincia-
les y municipales.
4. Promueve la maternidad y paternidad responsables. Para tal fin pone a disposición
de las personas la información, educación, métodos y prestaciones de servicios que
garanticen sus derechos reproductivos.
5. Garantiza la atención integral del embarazo, parto, puerperio y de la niñez hasta el
primer año de vida, asegura su protección y asistencia integral, social y nutricional,
promoviendo la lactancia materna, propendiendo a su normal crecimiento y con es-
pecial dedicación hacia los núcleos poblacionales carenciados y desprotegidos.
6. Reconoce a la tercera edad el derecho a una asistencia particularizada.
7. Garantiza la prevención de la discapacidad y la atención integral de personas con
necesidades especiales.
8. Previene las dependencias y el alcoholismo y asiste a quienes los padecen.
9. Promueve la descentralización en la gestión estatal de la salud dentro del mar-
co de políticas generales, sin afectar la unidad del sistema; la participación de
la población; crea el Consejo General de Salud, de carácter consultivo, no vin-
culante y honorario, con representación estatal y de la comunidad.
10. Desarrolla una política de medicamentos que garantiza eficacia, seguridad y acceso
a toda la población. Promueve el suministro gratuito de medicamentos básicos.

60
Buenos Aires: Ciudad Participativa

11. Incentiva la docencia e investigación en todas las áreas que comprendan las accio-
nes de salud, en vinculación con las universidades.
12. Las políticas de salud mental reconocerán la singularidad de los asistidos por su ma-
lestar psíquico y su condición de sujetos de derecho, garantizando su atención en los
establecimientos estatales. No tienen como fin el control social y erradican el casti-
go; propenden a la desinstitucionalización progresiva, creando una red de servicios
y de protección social.
13. No se pueden ceder los recursos de los servicios públicos de salud a entidades pri-
vadas con o sin fines de lucro, bajo ninguna forma de contratación que lesione los
intereses del sector, ni delegarse en las mismas las tareas de planificación o evalua-
ción de los programas de salud que en él se desarrollen.
ARTICULO 22.- La Ciudad ejerce su función indelegable de autoridad sanitaria. Regula,
habilita, fiscaliza y controla todo el circuito de producción, comercialización y con-
sumo de productos alimenticios, medicamentos, tecnología médica, el ejercicio de
las profesiones y la acreditación de los servicios de salud y cualquier otro aspecto
que tenga incidencia en ella. Coordina su actividad con otras jurisdicciones.
CAPITULO TERCERO
EDUCACION
ARTICULO 23.- La Ciudad reconoce y garantiza un sistema educativo inspirado en los
principios de la libertad, la ética y la solidaridad, tendiente a un desarrollo integral
de la persona en una sociedad justa y democrática.
Asegura la igualdad de oportunidades y posibilidades para el acceso, permanencia,
reinserción y egreso del sistema educativo. Respeta el derecho individual de los
educandos, de los padres o tutores, a la elección de la orientación educativa según
sus convicciones y preferencias.
Promueve el más alto nivel de calidad de la enseñanza y asegura políticas sociales
complementarias que posibiliten el efectivo ejercicio de aquellos derechos.
Establece los lineamientos curriculares para cada uno de los niveles educativos.
La educación tiene un carácter esencialmente nacional con especial referencia a la
Ciudad, favoreciendo la integración con otras culturas.
ARTICULO 24.- La Ciudad asume la responsabilidad indelegable de asegurar y financiar
la educación pública, estatal laica y gratuita en todos los niveles y modalidades, a
partir de los cuarenta y cinco días de vida hasta el nivel superior, con carácter obli-
gatorio desde el preescolar hasta completar diez años de escolaridad, o el período
mayor que la legislación determine.
Organiza un sistema de educación administrado y fiscalizado por el Poder Eje-
cutivo que, conforme lo determine la ley de educación de la Ciudad, asegure la
participación de la comunidad y la democratización en la toma de decisiones.
Crea y reconoce, bajo su dependencia, institutos educativos con capacidad de otor-
gar títulos académicos y habilitantes en todos los niveles.
Se responsabiliza por la formación y perfeccionamiento de los docentes para asegu-
rar su idoneidad y garantizar su jerarquización profesional y una retribución acorde
con su función social.

61
Ricardo Romero

Garantiza el derecho de las personas con necesidades especiales a educarse y ejercer


tareas docentes, promoviendo su integración en todos los niveles y modalidades del
sistema.
Fomenta la vinculación de la educación con el sistema productivo, capacitando para
la inserción y reinserción laboral. Tiende a formar personas con conciencia crítica y
capacidad de respuesta ante los cambios científicos, tecnológicos y productivos.
Contempla la perspectiva de género.
Incorpora programas en materia de derechos humanos y educación sexual.
ARTICULO 25.- Las personas privadas y públicas no estatales que prestan servicio educa-
tivo se sujetan a las pautas generales establecidas por el Estado, que acredita, eva-
lúa, regula y controla su gestión, de modo indelegable. La Ciudad puede realizar
aportes al funcionamiento de establecimientos privados de enseñanza, de acuerdo
con los criterios que fije la ley, dando prioridad a las instituciones que reciban a los
alumnos de menores recursos.
Las partidas del presupuesto destinadas a educación no pueden ser orientadas a fines
distintos a los que fueron asignadas.
CAPITULO CUARTO
AMBIENTE
ARTICULO 26.- El ambiente es patrimonio común. Toda persona tiene derecho a go-
zar de un ambiente sano, así como el deber de preservarlo y defenderlo en pro-
vecho de las generaciones presentes y futuras.
Toda actividad que suponga en forma actual o inminente un daño al ambiente debe
cesar. El daño ambiental conlleva prioritariamente la obligación de recomponer.
La Ciudad es territorio no nuclear. Se prohíbe la producción de energía nucleoeléc-
trica y el ingreso, la elaboración, el transporte y la tenencia de sustancias y residuos
radiactivos. Se regula por reglamentación especial y con control de autoridad com-
petente, la gestión de las que sean requeridas para usos biomedicinales, industriales
o de investigación civil.
Toda persona tiene derecho, a su solo pedido, a recibir libremente información
sobre el impacto que causan o pueden causar sobre el ambiente actividades
públicas o privadas.
ARTICULO 27.- La Ciudad desarrolla en forma indelegable una política de planeamiento
y gestión del ambiente urbano integrada a las políticas de desarrollo económico, so-
cial y cultural, que contemple su inserción en el área metropolitana. Instrumenta
un proceso de ordenamiento territorial y ambiental participativo y permanente
que promueve:
La preservación y restauración de los procesos ecológicos esenciales y de los recur-
sos naturales que son de su dominio.
La preservación y restauración del patrimonio natural, urbanístico, arquitectónico y
de la calidad visual y sonora.
La protección e incremento de los espacios públicos de acceso libre y gratuito, en
particular la recuperación de las áreas costeras, y garantiza su uso común.

62
Buenos Aires: Ciudad Participativa

La preservación e incremento de los espacios verdes, las áreas forestadas y parqui-


zadas, parques naturales y zonas de reserva ecológica, y la preservación de su diver-
sidad biológica.
La protección de la fauna urbana y el respeto por su vida: controla su salubridad,
evita la crueldad y controla su reproducción con métodos éticos.
La protección, saneamiento, control de la contaminación y mantenimiento de las
áreas costeras del Río de la Plata y de la cuenca Matanza-Riachuelo, de las sub-
cuencas hídricas y de los acuíferos.
La regulación de los usos del suelo, la localización de las actividades y las condi-
ciones de habitabilidad y seguridad de todo espacio urbano, público y privado.
La provisión de los equipamientos comunitarios y de las infraestructuras de servi-
cios según criterios de equidad social.
La seguridad vial y peatonal, la calidad atmosférica y la eficiencia energética en el
tránsito y el transporte.
La regulación de la producción y el manejo de tecnologías, métodos, sustancias, re-
siduos y desechos, que comporten riesgos.
El uso racional de materiales y energía en el desarrollo del hábitat.
Minimizar volúmenes y peligrosidad en la generación, transporte, tratamiento, recu-
peración y disposición de residuos.
Un desarrollo productivo compatible con la calidad ambiental, el uso de tecnologías
no contaminantes y la disminución en la generación de residuos industriales.
La educación ambiental en todas las modalidades y niveles.
ARTICULO 28.- Para asegurar la calidad ambiental y proveer al proceso de ordenamiento
territorial, se establece:
La prohibición de ingreso a la Ciudad de los residuos y desechos peligrosos. Propi-
cia mecanismos de acuerdo con la provincia de Buenos Aires y otras jurisdicciones,
con el objeto de utilizar o crear plantas de tratamiento y disposición final de los re-
siduos industriales, peligrosos, patológicos y radiactivos que se generen en su terri-
torio.
La prohibición del ingreso y la utilización de métodos, productos, servicios o tecno-
logías no autorizados o prohibidos en su país de producción, de patentamiento o de
desarrollo original. La ley establecerá el plazo de reconversión de los que estén ac-
tualmente autorizados.
ARTICULO 29.- La Ciudad define un Plan Urbano Ambiental elaborado con partici-
pación transdisciplinaria de las entidades académicas, profesionales y comuni-
tarias aprobado con la mayoría prevista en el artículo 81, que constituye la ley mar-
co a la que se ajusta el resto de la normativa urbanística y las obras públicas.
ARTICULO 30.- Establece la obligatoriedad de la evaluación previa del impacto ambiental
de todo emprendimiento público o privado susceptible de relevante efecto y su dis-
cusión en audiencia pública.
CAPITULO QUINTO
HABITAT

63
Ricardo Romero

ARTICULO 31.- La Ciudad reconoce el derecho a una vivienda digna y a un hábitat ade-
cuado. Para ello:
Resuelve progresivamente el déficit habitacional, de infraestructura y servicios,
dando prioridad a las personas de los sectores de pobreza crítica y con necesidades
especiales de escasos recursos.
Auspicia la incorporación de los inmuebles ociosos, promueve los planes autoges-
tionados, la integración urbanística y social de los pobladores marginados, la recu-
peración de las viviendas precarias y la regularización dominial y catastral, con cri-
terios de radicación definitiva.
Regula los establecimientos que brindan alojamiento temporario, cuidando excluir
los que encubran locaciones.
CAPITULO SEXTO
CULTURA
ARTICULO 32.- La Ciudad distingue y promueve todas las actividades creadoras.
Garantiza la democracia cultural; asegura la libre expresión artística y prohíbe toda
censura; facilita el acceso a los bienes culturales; fomenta el desarrollo de las indus-
trias culturales del país; propicia el intercambio; ejerce la defensa activa del idioma
nacional; crea y preserva espacios; propicia la superación de las barreras comunica-
cionales; impulsa la formación artística y artesanal; promueve la capacitación profe-
sional de los agentes culturales; procura la calidad y jerarquía de las producciones
artísticas e incentiva la actividad de los artistas nacionales; protege y difunde las
manifestaciones de la cultura popular; contempla la participación de los creado-
res y trabajadores y sus entidades, en el diseño y la evaluación de las políticas;
protege y difunde su identidad pluralista y multiétnica y sus tradiciones.
Esta Constitución garantiza la preservación, recuperación y difusión del patrimonio
cultural, cualquiera sea su régimen jurídico y titularidad, la memoria y la historia de
la ciudad y sus barrios.
CAPITULO SEPTIMO
DEPORTE
ARTICULO 33.- La Ciudad promueve la práctica del deporte y las actividades físicas, pro-
curando la equiparación de oportunidades.
Sostiene centros deportivos de carácter gratuito y facilita la participación de sus de-
portistas, sean convencionales o con necesidades especiales, en competencias na-
cionales e internacionales.
CAPITULO OCTAVO
SEGURIDAD
ARTICULO 34.- La seguridad pública es un deber propio e irrenunciable del Estado y es
ofrecido con equidad a todos los habitantes.
El servicio estará a cargo de una policía de seguridad dependiente del Poder Ejecu-
tivo, cuya organización se ajusta a los siguientes principios:
El comportamiento del personal policial debe responder a las reglas éticas para fun-
cionarios encargados de hacer cumplir la ley, establecidas por la Organización de
las Naciones Unidas.

64
Buenos Aires: Ciudad Participativa

La jerarquización profesional y salarial de la función policial y la garantía de estabi-


lidad y de estricto orden de méritos en los ascensos.
El Gobierno de la Ciudad coadyuva a la seguridad ciudadana desarrollando es-
trategias y políticas multidisciplinarias de prevención del delito y la violencia,
diseñando y facilitando los canales de participación comunitaria.
ARTICULO 35.- Para cumplimentar las políticas señaladas en el artículo anterior, el Poder
Ejecutivo crea un organismo encargado de elaborar los lineamientos generales en
materia de seguridad, tendiente a llevar a cabo las tareas de control de la actuación
policial y el diseño de las acciones preventivas necesarias.
El Poder Ejecutivo crea un Consejo de Seguridad y Prevención del Delito,
honorario y consultivo, integrado por los representantes de los Poderes de la
Ciudad y los demás organismos que determine la ley respectiva y que pudiesen
resultar de interés para su misión.
Es un órgano de consulta permanente del Poder Ejecutivo en las políticas de seguri-
dad y preventivas.

TITULO SEGUNDO POLITICAS ESPECIALES

CAPITULO NOVENO
IGUALDAD ENTRE VARONES Y MUJERES
ARTICULO 36.- La Ciudad garantiza en el ámbito público y promueve en el privado la
igualdad real de oportunidades y trato entre varones y mujeres en el acceso y goce
de todos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, a través
de acciones positivas que permitan su ejercicio efectivo en todos los ámbitos, orga-
nismos y niveles y que no serán inferiores a las vigentes al tiempo de sanción de es-
ta Constitución.
Los partidos políticos deben adoptar tales acciones para el acceso efectivo a cargos
de conducción y al manejo financiero, en todos los niveles y áreas.
Las listas de candidatos a cargos electivos no pueden incluir más del setenta por
ciento de personas del mismo sexo con probabilidades de resultar electas. Tampoco
pueden incluir a tres personas de un mismo sexo en orden consecutivo.
En la integración de los órganos colegiados compuestos por tres o más miembros, la
Legislatura concede acuerdos respetando el cupo previsto en el párrafo anterior.
ARTICULO 37.- Se reconocen los derechos reproductivos y sexuales, libres de coerción y
violencia, como derechos humanos básicos, especialmente a decidir responsable-
mente sobre la procreación, el número de hijos y el intervalo entre sus nacimientos.
Se garantiza la igualdad de derechos y responsabilidades de mujeres y varones co-
mo progenitores y se promueve la protección integral de la familia.
ARTICULO 38.- La Ciudad incorpora la perspectiva de género en el diseño y ejecución de
sus políticas públicas y elabora participativamente un plan de igualdad entre varo-
nes y mujeres.
Estimula la modificación de los patrones socioculturales estereotipados con el obje-
to de eliminar prácticas basadas en el prejuicio de superioridad de cualquiera de los

65
Ricardo Romero

géneros; promueve que las responsabilidades familiares sean compartidas; fomenta


la plena integración de las mujeres a la actividad productiva, las acciones positivas
que garanticen la paridad en relación con el trabajo remunerado, la eliminación de la
segregación y de toda forma de discriminación por estado civil o maternidad; facili-
ta a las mujeres único sostén de hogar, el acceso a la vivienda, al empleo, al crédito
y a los sistemas de cobertura social; desarrolla políticas respecto de las niñas y ado-
lescentes embarazadas, las ampara y garantiza su permanencia en el sistema educa-
tivo; provee a la prevención de violencia física, psicológica y sexual contra las mu-
jeres y brinda servicios especializados de atención; ampara a las víctimas de la ex-
plotación sexual y brinda servicios de atención; promueve la participación de las
organizaciones no gubernamentales dedicadas a las temáticas de las mujeres en
el diseño de las políticas públicas.
CAPITULO DECIMO
NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
ARTICULO 39.- La Ciudad reconoce a los niños, niñas y adolescentes como sujetos
activos de sus derechos, les garantiza su protección integral y deben ser infor-
mados, consultados y escuchados. Se respeta su intimidad y privacidad. Cuando se
hallen afectados o amenazados pueden por sí requerir intervención de los organis-
mos competentes.
Se otorga prioridad dentro de las políticas públicas, a las destinadas a las niñas, ni-
ños y adolescentes, las que deben promover la contención en el núcleo familiar y
asegurar:
La responsabilidad de la Ciudad respecto de los privados de su medio familiar, con
cuidados alternativos a la institucionalización.
El amparo a las víctimas de violencia y explotación sexual.
Las medidas para prevenir y eliminar su tráfico.
Una ley prevé la creación de un organismo especializado que promueva y arti-
cule las políticas para el sector, que cuente con unidades descentralizadas que
ejecuten acciones con criterios interdisciplinarios y participación de los involu-
crados. Interviene necesariamente en las causas asistenciales.

CAPITULO UNDECIMO
JUVENTUD
ARTICULO 40.- La Ciudad garantiza a la juventud la igualdad real de oportunidades y el
goce de sus derechos a través de acciones positivas que faciliten su integral inser-
ción política y social y aseguren, mediante procedimientos directos y eficaces, su
participación en las decisiones que afecten al conjunto social o a su sector.
Promueve su acceso al empleo, vivienda, créditos y sistema de cobertura social.
Crea en el ámbito del Poder Ejecutivo y en las Comunas, áreas de gestión de políti-
cas juveniles y asegura la integración de los jóvenes.
Promueve la creación y facilita el funcionamiento del Consejo de la Juventud,
de carácter consultivo, honorario, plural e independiente de los poderes públi-
cos.

66
Buenos Aires: Ciudad Participativa

CAPITULO DUODECIMO
PERSONAS MAYORES
ARTICULO 41.- La Ciudad garantiza a las personas mayores la igualdad de oportunidades
y trato y el pleno goce de sus derechos. Vela por su protección y por su integración
económica y sociocultural, y promueve la potencialidad de sus habilidades y expe-
riencias. Para ello desarrolla políticas sociales que atienden sus necesidades especí-
ficas y elevan su calidad de vida; las ampara frente a situaciones de desprotección y
brinda adecuado apoyo al grupo familiar para su cuidado, protección, seguridad y
subsistencia; promueve alternativas a la institucionalización.
CAPITULO DECIMOTERCERO
PERSONAS CON NECESIDADES ESPECIALES
ARTICULO 42.- La Ciudad garantiza a las personas con necesidades especiales el derecho
a su plena integración, a la información y a la equiparación de oportunidades.
Ejecuta políticas de promoción y protección integral, tendientes a la prevención, re-
habilitación, capacitación, educación e inserción social y laboral.
Prevé el desarrollo de un hábitat libre de barreras naturales, culturales, lingüísticas,
comunicacionales, sociales, educacionales, arquitectónicas, urbanísticas, del trans-
porte y de cualquier otro tipo, y la eliminación de las existentes.
CAPITULO DECIMOCUARTO
TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL
ARTICULO 43.- La Ciudad protege el trabajo en todas sus formas. Asegura al trabajador
los derechos establecidos en la Constitución Nacional y se atiene a los convenios ra-
tificados y considera las recomendaciones de la Organización Internacional del Tra-
bajo. La Ciudad provee a la formación profesional y cultural de los trabajadores y
procura la observancia de su derecho a la información y consulta.
Garantiza un régimen de empleo público que asegura la estabilidad y capacitación
de sus agentes, basado en la idoneidad funcional. Se reconocen y organizan las ca-
rreras por especialidad a las que se ingresa y en las que se promociona por concurso
público abierto. Asegura un cupo del cinco por ciento del personal para las personas
con necesidades especiales, con incorporación gradual en la forma que la ley deter-
mine. En todo contrato de concesión de servicios o de transferencia de actividades
al sector privado, se preverá la aplicación estricta de esta disposición.
Reconoce a los trabajadores estatales el derecho de negociación colectiva y proce-
dimientos imparciales de solución de conflictos, todo según las normas que los re-
gulen.
El tratamiento y la interpretación de las leyes laborales debe efectuarse conforme a
los principios del derecho del trabajo.
ARTICULO 44.- La Ciudad reafirma los principios y derechos de la seguridad social de la
Constitución Nacional y puede crear organismos de seguridad social para los em-
pleados públicos. La ley no contempla regímenes de privilegio.
Ejerce el poder de policía del trabajo en forma irrenunciable, e interviene en la solu-
ción de los conflictos entre trabajadores y empleadores.

67
Ricardo Romero

Genera políticas y emprendimientos destinados a la creación de empleo, teniendo en


cuenta la capacitación y promoción profesional con respeto de los derechos y demás
garantías de los trabajadores.
ARTICULO 45.- El Consejo Económico y Social, integrado por asociaciones sindicales
de trabajadores, organizaciones empresariales, colegios profesionales y otras
instituciones representativas de la vida económica y social, presidido por un
representante del Poder Ejecutivo, debe ser reglamentado por ley. Tiene inicia-
tiva parlamentaria.
CAPITULO DECIMOQUINTO
CONSUMIDORES Y USUARIOS
ARTICULO 46.- La Ciudad garantiza la defensa de los consumidores y usuarios de bienes
y servicios, en su relación de consumo, contra la distorsión de los mercados y el
control de los monopolios que los afecten.
Protege la salud, la seguridad y el patrimonio de los consumidores y usuarios, ase-
gurándoles trato equitativo, libertad de elección y el acceso a la información trans-
parente, adecuada, veraz y oportuna, y sanciona los mensajes publicitarios que dis-
torsionen su voluntad de compra mediante técnicas que la ley determine como in-
adecuadas.
Debe dictar una ley que regule la propaganda que pueda inducir a conductas adicti-
vas o perjudiciales o promover la automedicación.
Ejerce poder de policía en materia de consumo de todos los bienes y servicios co-
mercializados en la Ciudad, en especial en seguridad alimentaria y de medicamen-
tos.
El Ente Único Regulador de los Servicios Públicos promueve mecanismos de
participación de usuarios y consumidores de servicios públicos de acuerdo a lo
que reglamente la ley.
CAPITULO DECIMOSEXTO
COMUNICACION
ARTICULO 47.- La Ciudad vela para que no sea interferida la pluralidad de emisores y
medios de comunicación, sin exclusiones ni discriminación alguna. Garantiza la li-
bre emisión del pensamiento sin censura previa, por cualquiera de los medios de di-
fusión y comunicación social y el respeto a la ética y el secreto profesional de los
periodistas.
El Poder Ejecutivo gestiona los servicios de radiodifusión y teledistribución estata-
les mediante un ente autárquico garantizando la integración al mismo de represen-
tantes del Poder Legislativo, respetando la pluralidad política y la participación con-
sultiva de entidades y personalidades de la cultura y la comunicación social, en la
forma que la ley determine. Los servicios estatales deben garantizar y estimular la
participación social.
CAPITULO DECIMOSEPTIMO
ECONOMIA, FINANZAS Y PRESUPUESTO
ARTICULO 48.- Es política de Estado que la actividad económica sirva al desarrollo de la
persona y se sustente en la justicia social.

68
Buenos Aires: Ciudad Participativa

La Ciudad promueve la iniciativa pública y la privada en la actividad económica en


el marco de un sistema que asegura el bienestar social y el desarrollo sostenible.
Las autoridades proveen a la defensa de la competencia contra toda actividad desti-
nada a distorsionarla y al control de los monopolios naturales y legales y de la cali-
dad y eficiencia de los servicios públicos.
Promueve el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, los emprendimientos
cooperativos, mutuales y otras formas de economía social, poniendo a su disposi-
ción instancias de asesoramiento, contemplando la asistencia técnica y financiera.
ARTICULO 49.- El gobierno de la Ciudad diseña sus políticas de forma tal que la alta
concentración de actividades económicas, financieras y de servicios conexos, pro-
ducidos en la Ciudad, concurra a la mejor calidad de vida del conjunto de la Nación.
Los proveedores de bienes o servicios de producción nacional tienen prioridad en la
atención de las necesidades de los organismos oficiales de la Ciudad y de los conce-
sionarios u operadores de bienes de propiedad estatal, a igualdad de calidad y precio
con las ofertas alternativas de bienes o servicios importados. Una ley establece los
recaudos normativos que garantizan la efectiva aplicación de este principio, sin con-
trariar los acuerdos internacionales en los que la Nación es parte.
ARTICULO 50.- La Ciudad regula, administra y explota los juegos de azar, destreza y
apuestas mutuas, no siendo admitida la privatización o concesión salvo en lo que se
refiera a agencias de distribución y expendio. Su producido es destinado a la asis-
tencia y al desarrollo social.
ARTICULO 51.- No hay tributo sin ley formal; es nula cualquier delegación explícita o
implícita que de esta facultad haga la Legislatura. La ley debe precisar la medida de
la obligación tributaria.
El sistema tributario y las cargas públicas se basan en los principios de legalidad,
irretroactividad, igualdad, no confiscatoriedad, equidad, generalidad, solidaridad,
capacidad contributiva y certeza.
Ningún tributo con afectación específica puede perdurar más tiempo que el necesa-
rio para el cumplimiento de su objeto, ni lo recaudado por su concepto puede ser
aplicado, ni siquiera de modo precario, a un destino diferente a aquel para el que fue
creado.
La responsabilidad sobre la recaudación de tributos, su supervisión o control de
cualquier naturaleza, es indelegable.
Los regímenes de promoción que otorguen beneficios impositivos o de otra índole,
tienen carácter general y objetivo.
El monto nominal de los tributos no puede disminuirse en beneficio de los morosos
o deudores, una vez que han vencido los plazos generales de cumplimiento de las
obligaciones, sin la aprobación de la Legislatura otorgada por el voto de la mayoría
absoluta de sus miembros.
ARTICULO 52.- Se establece el carácter participativo del presupuesto. La ley debe
fijar los procedimientos de consulta sobre las prioridades de asignación de
recursos.
ARTICULO 53.- El ejercicio financiero del sector público se extenderá desde el 1° de ene-
ro hasta el 31 de diciembre de cada año.

69
Ricardo Romero

El proyecto de ley de presupuesto debe ser presentado ante el Poder Legislativo por
el Poder Ejecutivo, antes del 30 de septiembre del año anterior al de su vigencia.
Si al inicio del ejercicio financiero no se encontrare aprobado el presupuesto, regirá
hasta su aprobación el que estuvo en vigencia el año anterior.
El presupuesto debe contener todos los gastos que demanden el desenvolvimientos
de los órganos del gobierno central, de los entes descentralizados y comunas, el ser-
vicio de la deuda pública, las inversiones patrimoniales y los recursos para cubrir ta-
les erogaciones.
La ley de presupuesto no puede contener disposiciones de carácter permanente, ni
reformar o derogar leyes vigentes, ni crear, modificar o suprimir tributos u otros re-
cursos.
Toda otra ley que disponga o autorice gastos, debe crear o prever el recurso corres-
pondiente.
Los poderes públicos sólo pueden contraer obligaciones y realizar gastos de acuerdo
con la ley de presupuesto y las específicas que a tal efecto se dicten.
Toda operación de crédito público, interno o externo es autorizada por ley con de-
terminación concreta de su objetivo.
Todos los actos que impliquen administración de recursos son públicos y se difun-
den sin restricción. No hay gastos reservados, secretos o análogos, cualquiera sea su
denominación.
ARTICULO 54.- Los sistemas de administración financiera y gestión de gobierno de la
Ciudad son fijados por ley y son únicos para todos los poderes; deben propender a
la descentralización de la ejecución presupuestaria y a la mayor transparencia y efi-
cacia en la gestión. La información financiera del gobierno es integral, única, gene-
rada en tiempo oportuno y se publica en los plazos que la ley determina.
ARTICULO 55.- La Ciudad debe tener un sistema financiero establecido por ley cuya fina-
lidad esencial es canalizar el ahorro público y privado, con una política crediticia
que promueva el crecimiento del empleo, la equidad distributiva y la calidad de vi-
da, priorizando la asistencia a la pequeña y mediana empresa y el crédito social.
El Banco de la Ciudad de Buenos Aires es banco oficial de la Ciudad, su agente fi-
nanciero e instrumento de política crediticia, para lo cual tiene plena autonomía de
gestión.
La conducción de los organismos que conformen el sistema financiero se integra a
propuesta del Poder Ejecutivo con acuerdo de la Legislatura, que debe prestarse por
mayoría absoluta.
CAPITULO DECIMOCTAVO
FUNCION PUBLICA
ARTICULO 56.- Los funcionarios de la administración pública de la Ciudad, de sus entes
autárquicos y descentralizados, son responsables por los daños que ocasionan y por
los actos u omisiones en que incurrieran excediéndose en sus facultades legales.
Deben presentar una declaración jurada de bienes al momento de asumir el cargo y
al tiempo de cesar.

70
Buenos Aires: Ciudad Participativa

ARTICULO 57.- Nadie puede ser designado en la función pública cuando se encuentra
procesado por un delito doloso en perjuicio de la administración pública.
El funcionario que fuese condenado por sentencia firme por delito contra la admi-
nistración, será separado sin mas trámite.
CAPITULO DECIMONOVENO
CIENCIA Y TECNOLOGIA
ARTICULO 58.- El Estado promueve la investigación científica y la innovación tecnológi-
ca, garantizando su difusión en todos los sectores de la sociedad, así como la coope-
ración con las empresas productivas.
Fomenta la vinculación con las Universidades Nacionales y otras Universidades
con sede en la Ciudad. La Universidad de Buenos Aires y demás Universidades
Nacionales son consultoras preferenciales de la Ciudad Autónoma.
Propicia la creación de un sistema de ciencia e innovación tecnológica y su coordi-
nación con el orden provincial, regional y nacional. Cuenta con el asesoramiento
de un organismo consultivo con la participación de todos los actores sociales
involucrados.
Promueve las tareas de docencia vinculadas con la investigación, priorizando el
interés y la aplicación social. Estimula la formación de recursos humanos capaci-
tados en todas las áreas de la ciencia.
CAPITULO VIGESIMO
TURISMO
ARTICULO 59.- La Ciudad promueve el turismo como factor de desarrollo económico,
social y cultural.
Potencia el aprovechamiento de sus recursos e infraestructura turística en beneficio
de sus habitantes, procurando su integración con los visitantes de otras Provincias o
países. Fomenta la explotación turística con otras jurisdicciones y países, en especial
los de la región.
LIBRO SEGUNDO GOBIERNO DE LA CIUDAD
TITULO PRIMERO REFORMA CONSTITUCIONAL
ARTICULO 60.- La necesidad de reforma total o parcial de esta Constitución debe ser de-
clarada por ley aprobada por mayoría de dos tercios del total de los miembros de la
Legislatura. Esta ley no puede ser vetada por el Poder Ejecutivo. La reforma sólo
puede realizarse por una Convención Constituyente convocada al efecto.
La ley que declara la necesidad indica en forma expresa y taxativa los artículos a ser
reformados, el plazo de duración de la Convención Constituyente y la fecha de elec-
ción de los constituyentes.
TITULO SEGUNDO DERECHOS POLITICOS Y PARTICIPACION CIUDADANA.

ARTICULO 61.- La ciudadanía tiene derecho a asociarse en partidos políticos, que son
canales de expresión de voluntad popular e instrumentos de participación, formula-
ción de la política e integración de gobierno. Se garantiza su libre creación y su or-
ganización democrática, la representación interna de las minorías, su competencia
para postular candidatos, el acceso a la información y la difusión de sus ideas.

71
Ricardo Romero

La Ciudad contribuye a su sostenimiento mediante un fondo partidario permanente.


Los partidos políticos destinan parte de los fondos públicos que reciben a activida-
des de capacitación e investigación. Deben dar a publicidad el origen y destino de
sus fondos y su patrimonio.
La ley establece los límites de gasto y duración de las campañas electorales. Duran-
te el desarrollo de éstas el gobierno se abstiene de realizar propaganda institucional
que tienda a inducir el voto.
ARTICULO 62.- La Ciudad garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos in-
herentes a la ciudadanía, conforme a los principios republicano, democrático y
representativo, según las leyes que reglamenten su ejercicio.
El sufragio es libre, igual, secreto, universal, obligatorio y no acumulativo. Los ex-
tranjeros residentes gozan de este derecho, con las obligaciones correlativas, en
igualdad de condiciones que los ciudadanos argentinos empadronados en este distri-
to, en los términos que establece la ley.
ARTICULO 63.- La Legislatura, el Poder Ejecutivo o las Comunas pueden convocar a
audiencia pública para debatir asuntos de interés general de la ciudad o zonal,
la que debe realizarse con la presencia inexcusable de los funcionarios compe-
tentes. La convocatoria es obligatoria cuando la iniciativa cuente con la firma del
medio por ciento del electorado de la Ciudad o zona en cuestión. También es
obligatoria antes del tratamiento legislativo de proyectos de normas de edificación,
planeamiento urbano, emplazamientos industriales o comerciales, o ante
modificaciones de uso o dominio de bienes públicos.
ARTICULO 64.- El electorado de la Ciudad tiene derecho de iniciativa para la presen-
tación de proyectos de ley, para lo cual se debe contar con la firma del uno y
medio por ciento del padrón electoral. Una vez ingresados a la Legislatura, se-
guirán el trámite de sanción de las leyes previsto por esta Constitución.
La Legislatura debe sancionarlos o rechazarlos dentro del término de doce me-
ses.
No son objeto de iniciativa popular los proyectos referidos a reforma de esta
Constitución, tratados internacionales, tributos y presupuesto.
ARTICULO 65.- El electorado puede ser consultado mediante referéndum obligatorio
y vinculante destinado a la sanción, reforma o derogación de una norma de al-
cance general.
El Poder Legislativo convoca en virtud de ley que no puede ser vetada.
El Jefe de Gobierno debe convocar a referéndum vinculante y obligatorio cuando la
Legislatura no hubiera tratado en el plazo establecido un proyecto de ley por proce-
dimiento de iniciativa popular que cuente con más del quince por ciento de firmas
del total de inscriptos en el padrón de la Ciudad.
No pueden ser sometidas a referéndum las materias excluidas del derecho de inicia-
tiva, los tratados interjurisdiccionales y las que requieran mayorías especiales para
su aprobación.
ARTICULO 66.- La Legislatura, el Gobernador o la autoridad de la Comuna pueden
convocar, dentro de sus ámbitos territoriales, a consulta popular no vinculante

72
Buenos Aires: Ciudad Participativa

sobre decisiones de sus respectivas competencias. El sufragio no será obligato-


rio.
Quedan excluidas las materias que no pueden ser objeto de referéndum, excepto la
tributaria.
ARTICULO 67.- El electorado tiene derecho a requerir la revocación del mandato de
los funcionarios electivos fundándose en causas atinentes a su desempeño, impul-
sando una iniciativa con la firma del veinte por ciento de los inscriptos en el padrón
electoral de la Ciudad o de la Comuna correspondiente.
El pedido de revocatoria no es admisible para quienes no hayan cumplido un año de
mandato, ni para aquellos a los que restaren menos de seis meses para la expiración
del mismo.
El Tribunal Superior debe comprobar los extremos señalados y convocar a referen-
dum de revocación dentro de los noventa días de presentada la petición. Es de parti-
cipación obligatoria y tiene efecto vinculante si los votos favorables a la revocación
superan el cincuenta por ciento de los inscriptos.

TITULO TERCERO PODER LEGISLATIVO


CAPITULO PRIMERO
ORGANIZACION Y FUNCIONAMIENTO
ARTICULO 68.- El Poder Legislativo es ejercido por una Legislatura compuesta por se-
senta diputados o diputadas, cuyo número puede aumentarse en proporción al cre-
cimiento de la población y por ley aprobada por dos tercios de sus miembros, vigen-
te a partir de los dos años de su sanción.
ARTICULO 69.- Los diputados se eligen por el voto directo no acumulativo conforme al
sistema proporcional.
Una ley sancionada con mayoría de los dos tercios de los miembros de la Legislatu-
ra debe establecer el régimen electoral.
Los diputados duran cuatro años en sus funciones. Se renuevan en forma parcial ca-
da dos años. Si fueren reelectos no pueden ser elegidos para un nuevo período sino
con el intervalo de cuatro años.
ARTICULO 70.- Para ser diputado se requiere:
Ser argentino nativo, por opción o naturalizado. En el último caso debe tener, como
mínimo, cuatro años de ejercicio de la ciudadanía.
Ser natural o tener residencia en la Ciudad, inmediata a la elección, no inferior a los
cuatro años.
Ser mayor de edad.
ARTICULO 71.- La Presidencia de la Legislatura es ejercida por el Vicejefe de Gobierno,
quien conduce los debates, tiene iniciativa legislativa y vota en caso de empate. La
Legislatura tiene un Vicepresidente Primero, que es designado por la misma, quien
ejerce su coordinación y administración, suple al Vicejefe de Gobierno en su ausen-
cia y desempeña todas las funciones que le asigna el reglamento.
ARTICULO 72.- No pueden ser elegidos diputados:
Los que no reúnan las condiciones para ser electores.

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Ricardo Romero

Las personas que están inhabilitadas para ocupar cargos públicos mientras dure la
inhabilitación.
Los condenados por delito mientras no hayan cumplido todas sus penas.
Los condenados por crímenes de guerra contra la paz o contra la humanidad.
Los militares o integrantes de fuerzas de seguridad, en actividad.
ARTICULO 73.- La función de diputado es incompatible con:
El ejercicio de cualquier empleo o función pública nacional, provincial, municipal o
de la Ciudad, salvo la investigación en organismos estatales y la docencia. La ley
regula la excedencia en los cargos de carrera.
Ser propietario, directivo, gerente, patrocinante o desempeñar cualquier otra función
rectora, de asesoramiento o el mandato de empresa que contrate con la Ciudad o sus
entes autárquicos o descentralizados. Para la actividad privada, esta incompatibili-
dad dura hasta dos años después de cesado su mandato y su violación implica in-
habilidad para desempeñar cualquier cargo público en la Ciudad por diez años.
Ejercer la abogacía o la procuración contra la Ciudad, salvo en causa propia.
ARTICULO 74.- La Legislatura se reúne en sesiones ordinarias desde el primero de marzo
al quince de diciembre de cada año.
La Legislatura puede ser convocada a sesiones extraordinarias, siempre que razones
de gravedad lo reclamen, por el Jefe de Gobierno, por su Presidente o a solicitud de
un tercio de sus miembros.
Todas las sesiones de la Legislatura son públicas.
La Legislatura no entra en sesión sin la mayoría absoluta de sus miembros.
ARTICULO 75.- El presupuesto de la Legislatura para gastos corrientes de personal no
podrá superar el uno y medio por ciento del presupuesto total de la Ciudad. Vencido
el primer mandato podrá modificarse ese tope con mayoría calificada de dos tercios
de los miembros con el procedimiento previsto en el artículo 90.
La remuneración de los legisladores se establece por ley y no puede ser superior a la
que percibe el Jefe de Gobierno.
ARTICULO 76.- La Legislatura organiza su personal en base a los siguientes principios:
ingreso por concurso público abierto, derecho a la carrera administrativa y a la esta-
bilidad; tiene personal transitorio que designan los diputados por un término que no
excede el de su mandato; la remuneración de su personal la establece por ley san-
cionada por los dos tercios del total de sus miembros.
ARTICULO 77.- La Legislatura de la Ciudad es juez exclusivo de los derechos y títulos de
sus miembros.
En el acto de su incorporación, los diputados prestan juramento o compromiso de
desempeñar debidamente su cargo y de obrar en conformidad con lo que prescribe
la Constitución Nacional y esta Constitución.
ARTICULO 78.- Ningún diputado puede ser acusado, interrogado judicialmente ni moles-
tado por las opiniones, discursos o votos que emita en el ejercicio de su función,
desde el día de su elección hasta la finalización de su mandato.
Los diputados no pueden ser arrestados desde el día de su elección y hasta el cese de
su mandato, salvo en caso de flagrante delito, lo que debe ser comunicado de inme-

74
Buenos Aires: Ciudad Participativa

diato a la Legislatura, con información sumaria del hecho. La inmunidad de arresto


no implica la de proceso, ni impide la coerción dispuesta por juez competente para
la realización de los actos procesales indispensables a su avance.
La inmunidad de arresto puede ser levantada, ante requerimiento judicial, con ga-
rantía de defensa, por decisión de las dos terceras partes del total de los miembros
de la Legislatura. La misma decisión se puede tomar por mayoría simple a pedido
del diputado involucrado.
ARTICULO 79.- La Legislatura, con el voto de las dos terceras partes del total de sus
miembros, puede suspender o destituir a cualquier diputado, por inconducta grave
en el ejercicio de sus funciones o procesamiento firme por delito doloso de acción
pública. En cualquier caso debe asegurarse el previo ejercicio del derecho a defensa.
CAPITULO SEGUNDO
ATRIBUCIONES
ARTICULO 80.- La Legislatura de la Ciudad:
1. Dicta leyes, resoluciones y declara- De obras y servicios públicos, cementerios,
ciones para hacer efectivo el ejerci- transporte y tránsito.
cio de los derechos, deberes y ga- De publicidad, ornato y espacio público,
rantías establecidos en la Constitu- abarcando el aéreo y el subsuelo.
ción Nacional y en la presente y En toda otra materia de competencia de la
toma todas las decisiones previstas Ciudad.
en esta Constitución para poner en
ejercicio los poderes y autoridades. 3. Reglamenta el funcionamiento de las
Comunas, de los consejos comunitarios y
2. Legisla en materia: la participación vecinal, en todos sus ám-
Administrativa, fiscal, tributaria, de bitos y niveles.
empleo y ética públicos, de bienes 4. Reglamenta los mecanismos de democra-
públicos, comunal y de descentrali- cia directa.
zación política y administrativa.
5. A propuesta del Poder Ejecutivo sanciona la
De educación, cultura, salud, medi- ley de Ministerios.
camentos, ambiente y calidad de
vida, promoción y seguridad socia- 6. Dicta la ley de puertos de la Ciudad.
les, recreación y turismo. 7. Legisla y promueve medidas de acción po-
De promoción, desarrollo económi- sitiva que garanticen la igualdad real de
co y tecnológico y de política in- oportunidades y de trato entre varones y
dustrial. mujeres; niñez, adolescencia, juventud, so-
bre personas mayores y con necesidades es-
Del ejercicio profesional, fomento peciales.
del empleo y policía del trabajo.
8. Aprueba o rechaza los tratados, convenios y
De seguridad pública, policía y pe- acuerdos celebrados por el Gobernador.
nitenciaría.
9. Califica de utilidad pública los bienes suje-
Considerada en los artículos 124 y tos a expropiación y regula la adquisición
125 de la Constitución Nacional. de bienes.
De comercialización, de abasteci- 10. Sanciona la ley de administración financie-
miento y de defensa del usuario y ra y de control de gestión de gobierno, con-
consumidor. forme a los términos del artículo 132.

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Ricardo Romero

11. Remite al Poder Ejecutivo el presu- 19. Regula los juegos de azar, destreza y apues-
puesto anual del cuerpo para su in- tas mutuas, conforme al artículo 50.
corporación en el de la Ciudad antes 20. Regula el otorgamiento de subsidios, según
del 30 de agosto. lo previsto en el Presupuesto.
12. Sanciona anualmente el Presupuesto 21. Concede amnistías por infracciones tipifi-
de Gastos y Recursos. cadas en sus leyes.
13. Considera la cuenta de inversión del 22. Convoca a elecciones cuando el Poder Eje-
ejercicio anterior, previo dictamen cutivo no lo hace en tiempo debido.
de la Auditoría. 23. Recibe el juramento o compromiso y consi-
14. Autoriza al Poder Ejecutivo a con- dera la renuncia de sus miembros, del Jefe y
traer obligaciones de crédito públi- del Vicejefe de Gobierno y de los funciona-
co externo o interno. rios que ella designe. Autoriza licencias su-
15. Aprueba la Ley Convenio a la que periores a treinta días al Jefe y al Vicejefe
se refiere el inciso 2º del artículo 75 de Gobierno.
de la Constitución Nacional. 24. Otorga los acuerdos y efectúa las designa-
16. Acepta donaciones y legados con ciones que le competen, siguiendo el proce-
cargo. dimiento del artículo 120.
17. Crea, a propuesta del Poder Ejecu- 25. Regula la organización y funcionamiento de
tivo, entes descentralizados y repar- los registros: de la Propiedad Inmueble, de
ticiones autárquicas y establece la Personas Jurídicas y del Estado Civil y Ca-
autoridad y procedimiento para su pacidad de las Personas de la Ciudad y todo
intervención. otro que corresponda.
18. Establece y reglamenta el funcio- 26. Nombra, dirige y remueve a su personal.
namiento de los organismos que in- 27. Aprueba la memoria y el programa anual de
tegran el sistema financiero de la la Auditoría General, analiza su presupuesto
Ciudad. y lo remite al Poder Ejecutivo para su in-
corporación al de la Ciudad.
ARTICULO 81.- Con el voto de la mayoría absoluta del total de sus miembros:
1. Dicta su reglamento. 4. Sanciona a propuesta del Poder Ejecutivo,
2. Sanciona los Códigos Contraven- el Plan Urbano Ambiental de la Ciudad.
cional y de Faltas, Contencioso 5. Crea organismos de seguridad social para
Administrativo, Tributario, Alimen- empleados públicos y profesionales.
tario y los Procesales, las leyes ge- 6. Aprueba los acuerdos sobre la deuda de la
neral de educación, básica de salud, Ciudad.
sobre la organización del Poder Ju- 7. Impone nombres a sitios públicos, dispone
dicial, de la mediación voluntaria y el emplazamiento de monumentos y escul-
las que requiere el establecimiento turas y declara monumentos, áreas y sitios
del juicio por jurados. históricos.
3. Aprueba y modifica los Códigos de 8. Legisla en materia de preservación y con-
Planeamiento Urbano, Ambiental y servación del patrimonio cultural.
de Edificación.
9. Impone o modifica tributos.
ARTICULO 82.- Con la mayoría de los dos tercios del total de sus miembros:

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Buenos Aires: Ciudad Participativa

1. Aprueba los símbolos oficiales de la 4. Aprueba transacciones, dispone la desafec-


Ciudad. tación del dominio público y la disposición
2. Sanciona el Código Electoral y la de bienes inmuebles de la Ciudad.
Ley de los partidos políticos. 5. Aprueba toda concesión, permiso de uso o
3. Sanciona la ley prevista en el artícu- constitución de cualquier derecho sobre in-
lo 127 de esta Constitución. Inter- muebles del dominio público de la Ciudad,
viene las Comunas cuando existiere por más de cinco años.
causa grave; el plazo de interven- 6. Disuelve entes descentralizados y reparti-
ción no puede superar en ningún ca- ciones autárquicas.
so los noventa días.
ARTICULO 83.- La Legislatura puede:
1. Requerir la presencia del Gobernador, de los ministros y demás funcionarios
del Poder Ejecutivo, y de cualquier funcionario que pueda ser sometido a
juicio político. La convocatoria debe comunicar los puntos a informar o ex-
plicar y fijar el plazo para su presencia. La convocatoria al Jefe de Gobierno
y a los jueces del Tribunal Superior procede con mayoría de dos tercios del
total de sus miembros.
2. Crear comisiones investigadoras sobre cualquier cuestión de interés público.
Se integra con diputados y respeta la representación de los partidos políticos
y alianzas.
3. Solicitar informes al Poder Ejecutivo.
ARTICULO 84.- La Legislatura no puede delegar sus atribuciones.

CAPITULO TERCERO
SANCION DE LAS LEYES
ARTICULO 85.- Las leyes tienen origen en la Legislatura a iniciativa de alguno de sus
miembros, en el Poder Ejecutivo, en el Defensor del Pueblo, en las Comunas o por
iniciativa popular en los casos y formas que lo establece esta Constitución.
ARTICULO 86.- Sancionado un proyecto de ley por la Legislatura pasa sin más trámite al
Poder Ejecutivo para su promulgación y publicación. La fórmula empleada es: "La
Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sanciona con fuerza de ley...".
Se considera promulgado por el Poder Ejecutivo todo proyecto de ley no vetado en
el término de diez días hábiles, a partir de la recepción.
Las leyes se publican en el Boletín Oficial dentro de los diez días hábiles posteriores
a su promulgación. Si el Poder Ejecutivo omite su publicación la dispone la Legisla-
tura.
ARTICULO 87.- El Poder Ejecutivo puede vetar totalmente un proyecto de ley sancionado
por la legislatura expresando los fundamentos. Cuando esto ocurre el proyecto vuel-
ve a la Legislatura, que puede insistir con mayoría de dos tercios de sus miembros,
en cuyo caso el texto es ley. Si no se logra la mayoría requerida, el proyecto no
puede volver a considerarse en ese año legislativo.
ARTICULO 88.- Queda expresamente prohibida la promulgación parcial, sin el consenti-
miento de la Legislatura. El Poder Ejecutivo puede vetar parcialmente un proyecto

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Ricardo Romero

de ley, en cuyo caso el proyecto vuelve íntegramente a la Legislatura, que puede


aceptar el veto con la misma mayoría requerida para su sanción o insistir en el pro-
yecto original con mayoría de dos tercios de sus miembros.
ARTICULO 89.- Tienen el procedimiento de doble lectura las siguientes materias y
sus modificaciones:
Códigos de Planeamiento Urba- de disposición de éstos.
no, Ambiental y de Edificación. Toda concesión, permiso de uso o consti-
Plan Urbano Ambiental de la tución de cualquier derecho sobre el
Ciudad Autónoma de Buenos dominio público de la Ciudad.
Aires. Las que consagran excepciones a regí-
Imposición de nombres a sitios menes generales.
públicos, emplazamiento de mo- La ley prevista en el artículo 75.
numentos y esculturas y decla- Los temas que la Legislatura disponga
ración de monumentos, áreas y por mayoría absoluta.
sitios históricos.
Desafectación de los inmuebles
del dominio público y todo ac-
to
ARTICULO 90.- El procedimiento de doble lectura tiene los siguientes requisitos:
1. Despacho previo de comisión que incluya el informe de los órganos involucra-
dos.
2. Aprobación inicial por la Legislatura.
3. Publicación y convocatoria a audiencia pública, dentro del plazo de treinta días,
para que los interesados presenten reclamos y observaciones.
4. Consideración de los reclamos y observaciones y resolución definitiva de la
Legislatura. Ningún órgano del gobierno puede conferir excepciones a este
trámite y si lo hiciera éstas son nulas.
ARTICULO 91.- Debe ratificar o rechazar los decretos de necesidad y urgencia dictados
por el Poder Ejecutivo, dentro de los treinta días de su remisión. Si a los veinte días
de su envío por el Poder Ejecutivo no tienen despacho de Comisión, deben incorpo-
rarse al orden del día inmediato siguiente para su tratamiento. Pierden vigencia los
decretos no ratificados. En caso de receso, la Legislatura se reúne en sesión extraor-
dinaria por convocatoria del Poder Ejecutivo o se autoconvoca, en el término de
diez días corridos a partir de la recepción del decreto.
CAPITULO CUARTO
JUICIO POLITICO
ARTICULO 92.- La Legislatura puede destituir por juicio político fundado en las causales
de mal desempeño o comisión de delito en el ejercicio de sus funciones o comisión
de delitos comunes, al Gobernador, al Vicegobernador o a quienes los reemplacen; a
los ministros del Poder Ejecutivo, a los miembros del Tribunal Superior de Justicia;
del Consejo de la Magistratura; al Fiscal General; al Defensor General; al Asesor
General de Incapaces; al Defensor del Pueblo y a los demás funcionarios que esta
Constitución establece.

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Buenos Aires: Ciudad Participativa

ARTICULO 93.- Cada dos años y en su primera sesión, la Legislatura se divide por sorteo,
en una sala acusadora integrada por el setenta y cinco por ciento de sus miembros y
en una sala de juzgamiento compuesta por el veinticinco por ciento restante, respe-
tando la proporcionalidad de los partidos o alianzas. Cada sala es presidida por un
diputado elegido por mayoría simple entre sus miembros. Cuando el juicio político
sea contra el Gobernador o el Vicegobernador, la sala de juzgamiento es presidida
por el presidente del Tribunal Superior.
ARTICULO 94.- La sala acusadora nombra en su primera sesión anual una comisión para
investigar los hechos en que se funden las acusaciones. Dispone de facultades ins-
tructorias y garantiza al imputado el derecho de defensa. Dictamina ante el pleno de
la sala, que da curso a la acusación con el voto favorable de los dos tercios de sus
miembros. El acusado queda suspendido en sus funciones, sin goce de haberes.
Quedan excluidos de esa votación los miembros de la sala de juzgamiento.
La sala de juzgamiento debate el caso respetando la contradicción y la defensa. La
condena se dicta por mayoría de dos tercios de sus miembros y tiene como único
efecto la destitución, pudiendo inhabilitar al acusado para desempeñar cualquier car-
go público en la Ciudad hasta diez años.
Si la sala de juzgamiento no falla en los cuatro meses siguientes a la suspensión del
funcionario, se lo considera absuelto y no puede ser sometido a nuevo juicio político
por los mismos hechos.
TITULO CUARTO
PODER EJECUTIVO
CAPITULO PRIMERO
TITULARIDAD
ARTICULO 95.- El Poder Ejecutivo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es ejercido
por un Jefe o Jefa de Gobierno o Gobernador o Gobernadora.
ARTICULO 96.- El Jefe de Gobierno y un Vicejefe o Vicejefa son elegidos en forma dire-
cta y conjunta, por fórmula completa y mayoría absoluta. A tal efecto se toma a la Ciudad
como distrito único.
Si en la primera elección ninguna fórmula obtuviera mayoría absoluta de los votos
emitidos, con exclusión de los votos en blanco y nulos, se convoca al comicio defi-
nitivo, del que participarán las dos fórmulas más votadas, que se realiza dentro de
los treinta días de efectuada la primera votación.
ARTICULO 97.- Para ser elegido se requiere ser argentino, nativo o por opción; tener
treinta años de edad cumplidos a la fecha de la elección; ser nativo de la Ciudad o
poseer una residencia habitual y permanente en ella no inferior a los cinco años an-
teriores a la fecha de elección; y no encontrarse comprendido en algunas de las in-
habilidades e incompatibilidades previstas para los legisladores.
ARTICULO 98.- El Jefe de Gobierno y el Vicejefe duran en sus funciones cuatro años y
pueden ser reelectos o sucederse recíprocamente por un solo período consecutivo. Si
fueren reelectos o se sucedieren recíprocamente no pueden ser elegidos para ningu-
no de ambos cargos, sino con el intervalo de un período. Tienen las mismas incom-
patibilidades e inmunidades que los Legisladores. Pueden ser removidos por juicio
político o revocatoria popular. Mientras se desempeñan no pueden ocupar otro car-

79
Ricardo Romero

go público ni ejercer profesión alguna, excepto la docencia. Residen en la Ciudad de


Buenos Aires.
Prestan juramento o compromiso de desempeñar fielmente su cargo y obrar de con-
formidad a lo prescripto por la Constitución Nacional y por esta Constitución, ante
la Legislatura, reunida al efecto en sesión especial. Sus retribuciones son equivalen-
tes a la del Presidente del Tribunal Superior de Justicia.
ARTICULO 99.- En caso de ausencia, imposibilidad temporaria o permanente, muerte,
renuncia o destitución del Jefe de Gobierno, el Poder Ejecutivo será ejercido por el
Vicejefe de Gobierno. Una ley especial reglamentará la acefalía del Poder Ejecutivo
en caso de vacancia de ambos cargos.
El Vicegobernador ejerce las atribuciones que le delegue el Jefe de Gobierno, presi-
de la Legislatura, la representa y conduce sus sesiones, tiene iniciativa legislativa y
solo vota en caso de empate. Corresponde al Vicepresidente Primero de la Legisla-
tura tener a su cargo la administración y coordinación del cuerpo.
CAPITULO SEGUNDO
GABINETE
ARTICULO 100.- El Gabinete del Gobernador está compuesto por los Ministerios que se
establezcan por una ley especial, a iniciativa del Poder Ejecutivo, que fija su núme-
ro y competencias. Los Ministros o Ministras y demás funcionarios del Poder
Ejecutivo son nombrados y removidos por el Jefe de Gobierno.
ARTICULO 101.- Cada Ministro tiene a su cargo el despacho de los asuntos de su compe-
tencia y refrenda y legaliza los actos del Jefe de Gobierno con su firma, sin lo cual
carecen de validez. Los Ministros son responsables de los actos que legalizan y so-
lidariamente de los que acuerdan con sus pares. Rigen respecto de los Ministros los
requisitos e incompatibilidades de los Legisladores, salvo el mínimo de residencia.
Los Ministros no pueden tomar por sí solos resoluciones, excepto las concernientes
al régimen económico y administrativo de sus respectivos Ministerios y a las fun-
ciones que expresamente les delegue el Gobernador.
CAPITULO TERCERO
ATRIBUCIONES Y DEBERES
ARTICULO 102.- El Jefe de Gobierno tiene a su cargo la administración de la Ciudad, la
planificación general de la gestión y la aplicación de las normas.
Dirige la administración pública y procura su mayor eficacia y los mejores resulta-
dos en la inversión de los recursos. Participa en la formación de las leyes según lo
dispuesto en ésta Constitución, tiene iniciativa legislativa, promulga las leyes y las
hace publicar, las reglamenta sin alterar su espíritu y las ejecuta en igual modo. Par-
ticipa en la discusión de las leyes, directamente o por medio de sus Ministros. Pu-
blica los decretos en el Boletín Oficial de la Ciudad dentro de los treinta días poste-
riores a su emisión, bajo pena de nulidad.
ARTICULO 103.- El Poder Ejecutivo no puede, bajo pena de nulidad, emitir disposiciones
de carácter legislativo. Solamente cuando circunstancias excepcionales hicieran im-
posible seguir los trámites ordinarios previstos en ésta Constitución para la sanción
de las leyes y no se trate de normas que regulen las materias procesal penal, tributa-
ria, electoral o el régimen de los partidos políticos, el Gobernador puede dictar de-

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Buenos Aires: Ciudad Participativa

cretos por razones de necesidad y urgencia. Estos decretos son decididos en acuerdo
general de Ministros, quienes deben refrendarlos. Son remitidos a la Legislatura pa-
ra su ratificación dentro de los diez días corridos de su dictado, bajo pena de nuli-
dad.
ARTICULO 104.- Atribuciones y facultades del Jefe de Gobierno:
2. Representa legalmente la Ciudad, pudiendo delegar esta atribución, incluso en cuan-
to a la absolución de posiciones en juicio. De igual modo la representa en sus rela-
ciones con el Gobierno Federal, con las Provincias, con los entes públicos y en los
vínculos internacionales.
3. Formula y dirige las políticas públicas y ejecuta las leyes.
4. Concluye y firma los tratados, convenios y acuerdos internacionales e interjurisdic-
cionales. También puede celebrar convenios con entes públicos nacionales, provin-
ciales, municipales y extranjeros y con organismos internacionales, y acuerdos para
formar regiones con las Provincias y Municipios, en especial con la Provincia de
Buenos Aires y sus municipios respecto del área metropolitana, en todos los casos
con aprobación de la Legislatura. Fomenta la instalación de sedes y delegaciones de
organismos del Mercosur e internacionales en la Ciudad.
5. Puede nombrar un Ministro Coordinador, el que coordina y supervisa las activida-
des de los Ministros y preside sus acuerdos y sesiones del Gabinete en ausencia del
Jefe de Gobierno.
6. Propone a los Jueces del Tribunal Superior de Justicia.
7. Propone al Fiscal General, al Defensor Oficial y al Asesor Oficial de Incapaces.
8. Designa al Procurador General de la Ciudad con acuerdo de la Legislatura.
9. Designa al Síndico General.
10. Establece la estructura y organización funcional de los organismos de su dependen-
cia. Nombra a los funcionarios y agentes de la administración y ejerce la supervi-
sión de su gestión.
11. Propone la creación de entes autárquicos o descentralizados.
12. Ejerce el poder de policía, incluso sobre los establecimientos de utilidad nacional
que se encuentren en la Ciudad.
13. En ejercicio del poder de policía, aplica y controla las normas que regulan las rela-
ciones individuales y colectivas del trabajo. Sin perjuicio de las competencias y res-
ponsabilidades del Gobierno Nacional en la materia, entiende en el seguimiento,
medición e interpretación de la situación del empleo en la Ciudad.
14. Aplica las medidas que garantizan los derechos de los usuarios y consumidores con-
sagrados en la Constitución Nacional, en la presente Constitución y en las leyes.
15. Establece la política de seguridad, conduce la policía local e imparte las órdenes ne-
cesarias para resguardar la seguridad y el orden público.
16. Coordina las distintas áreas del Gobierno Central con las Comunas.
17. Acepta donaciones y legados sin cargo.
18. Concede subsidios dentro de la previsión presupuestaria para el ejercicio.

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Ricardo Romero

19. Indulta o conmuta penas en forma individual y en casos excepcionales, previo in-
forme del tribunal correspondiente. En ningún caso puede indultar o conmutar las
inhabilitaciones e interdicciones previstas en ésta Constitución, las penas por delitos
contra la humanidad o por los cometidos por funcionarios públicos en el ejercicio de
sus funciones.
20. Designa a los representantes de la Ciudad ante los organismos federales, ante todos
los entes interjurisdiccionales y de regulación y control de los servicios cuya presta-
ción se lleva a cabo de manera interjurisdiccional e interconectada, y ante los inter-
nacionales en que participa la Ciudad. Designa al representante de la Ciudad ante el
organismo federal a que se refiere el artículo 75, inciso 2, de la Constitución Nacio-
nal.
21. Administra el puerto de la Ciudad.
22. Otorga permisos y habilitaciones para el ejercicio de actividades comerciales y para
todas las que están sujetas al poder de policía de la Ciudad, conforme a las leyes.
23. Crea un organismo con competencias en ordenamiento territorial y ambiental, en-
cargado de formular un Plan Urbano Ambiental. Una ley reglamentará su organiza-
ción y funciones.
24. Ejecuta las obras y presta servicios públicos por gestión propia o a través de conce-
siones. Toda concesión o permiso por un plazo mayor de cinco años debe tener el
acuerdo de la Legislatura. Formula planes, programas y proyectos y los ejecuta con-
forme a los lineamientos del Plan Urbano Ambiental.
25. Administra los bienes que integran el patrimonio de la Ciudad, de conformidad con
las leyes.
26. Recauda los impuestos, tasas y contribuciones y percibe los restantes recursos que
integran el tesoro de la Ciudad.
27. Convoca a referéndum y consulta popular en los casos previstos en ésta Constitu-
ción.
28. Preserva , restaura y mejora el ambiente, los procesos ecológicos esenciales y los
recursos naturales reduciendo la degradación y contaminación que los afecten, en
un marco de distribución equitativa. Promueve la conciencia pública y el desarrollo
de modalidades educativas que faciliten la participación comunitaria en la gestión
ambiental.
29. Adopta medidas que garanticen la efectiva igualdad entre varones y mujeres en to-
das las áreas, niveles jerárquicos y organismos.
30. Promueve la participación y el desarrollo de las organizaciones no guberna-
mentales, cooperativas, mutuales y otras que tiendan al bienestar general. Crea
un registro para asegurar su inserción en la discusión, planificación y gestión
de las políticas públicas.
31. Organiza consejos consultivos que lo asesoran en materias tales como niñez,
juventud, mujer, derechos humanos, personas mayores o prevención del delito.
32. Administra y explota los juegos de azar, de destreza y de apuestas mutuas, según las
leyes respectivas.

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Buenos Aires: Ciudad Participativa

33. Las demás atribuciones que le confieren la presente Constitución y las leyes que en
su consecuencia se dicten.
ARTICULO 105.- Son deberes del Jefe de Gobierno:
1. Arbitrar los medios idóneos para poner a disposición de la ciudadanía toda la infor-
mación y documentación atinente a la gestión de gobierno de la Ciudad.
2. Registrar todos los contratos en que el Gobierno sea parte, dentro de los diez días de
suscriptos, bajo pena de nulidad. Los antecedentes de los contratistas y subcontratis-
tas y los pliegos de bases condiciones de los llamados a licitación deben archi-
varse en el mismo registro, dentro de los diez días de realizado el acto de apertura.
El registro es público y de consulta irrestricta.
3. Abrir las sesiones ordinarias de la Legislatura y dar cuenta del estado general de la
administración. Convocar a sesiones extraordinarias cuando razones de gravedad así
lo requieren, como también en el caso previsto en el artículo 103, si la Legislatura
estuviere en receso.
4. Proporcionar a la Legislatura los antecedentes e informes que le sean requeridos.
5. Ordenar el auxilio de la fuerza pública a los tribunales, a la Legislatura, y a las Co-
munas cuando lo soliciten.
6. Disponer las medidas necesarias para el cumplimiento de las normas de higiene, se-
guridad y orden público.
7. Ejecutar los actos de disposición de los bienes declarados innecesarios por la Legis-
latura.
8. Acordar el arreglo de la deuda de la Ciudad y remitir el acuerdo a la Legislatura pa-
ra su aprobación.
9. Presentar ante la Legislatura el proyecto de Presupuesto de Gastos y Recursos de la
Ciudad y de sus entes autárquicos y descentralizados.
10. Enviar a la Legislatura las cuentas de inversión del ejercicio vencido antes del cuar-
to mes de sesiones ordinarias.
11. Convocar a elecciones locales.
12. Hacer cumplir, como agente natural del Gobierno Federal, la Constitución y las le-
yes nacionales.
TITULO QUINTO PODER JUDICIAL
CAPITULO PRIMERO
DISPOSICIONES GENERALES
ARTICULO 106.- Corresponde al Poder Judicial de la Ciudad el conocimiento y decisión
de todas las causas que versen sobre puntos regidos por esta Constitución, por los
convenios que celebre la Ciudad, por los códigos de fondo y por las leyes y normas
nacionales y locales, así como también organizar la mediación voluntaria conforme
la ley que la reglamente. Ejerce esta competencia, sin perjuicio del juicio por jura-
dos que la ley establezca.
ARTICULO 107.- El Poder Judicial de la Ciudad lo integra el Tribunal Superior de Justi-
cia, el Consejo de la Magistratura, los demás tribunales que la ley establezca y el
Ministerio Público.

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Ricardo Romero

ARTICULO 108.- En ningún caso el Poder Ejecutivo ni el Poder Legislativo pueden ejer-
cer funciones judiciales ni arrogarse el conocimiento de causas pendientes o resta-
blecer las fenecidas. Cada uno de ellos es responsable en el ámbito de su competen-
cia, de dotar al Poder Judicial de los recursos necesarios para garantizar el acceso a
la justicia y la resolución de los conflictos en tiempo razonable y a un costo que no
implique privación de justicia.
ARTICULO 109.- Los miembros del Tribunal Superior de Justicia, los del Consejo de la
Magistratura, los jueces, los integrantes del Ministerio Público y los funcionarios
judiciales asumirán el cargo jurando desempeñar sus funciones de conformidad con
lo que prescribe la Constitución Nacional, esta Constitución y las leyes nacionales y
locales.
El acto de juramento o compromiso se prestará ante el Presidente del Tribunal Supe-
rior de Justicia, con excepción de los Miembros del Consejo de la Magistratura que
lo harán ante el Presidente de la Legislatura.
ARTICULO 110.- Los jueces y los integrantes del Ministerio Público conservan sus em-
pleos mientras dure su buena conducta y reciben por sus servicios una retribución
que no puede ser disminuida mientras permanezcan en sus funciones. Gozan de las
mismas inmunidades que los legisladores. Pagan los impuestos que establezca la
Legislatura y los aportes previsionales que correspondan.
CAPITULO SEGUNDO
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA
ARTICULO 111.- El Tribunal Superior de Justicia está compuesto por cinco magistrados
designados por el Jefe de Gobierno con acuerdo de los dos tercios del total de los
miembros de la Legislatura, en sesión pública especialmente convocada al efecto.
Sólo son removidos por juicio político. En ningún caso podrán ser todos del mismo
sexo.
ARTICULO 112.- Para ser miembro del Tribunal Superior de Justicia se requiere ser ar-
gentino, tener treinta años de edad como mínimo, ser abogado con ocho años de
graduado, tener especial versación jurídica, y haber nacido en la Ciudad o acreditar
una residencia inmediata en ésta no inferior a cinco años.
ARTICULO 113.- Es competencia del Tribunal Superior de Justicia conocer:
Originaria y exclusivamente en los conflictos entre los Poderes de la Ciudad y en las
demandas que promueva la Auditoría General de la Ciudad de acuerdo a lo que au-
toriza ésta Constitución.
Originaria y exclusivamente en las acciones declarativas contra la validez de leyes,
decretos y cualquier otra norma de carácter general emanada de las autoridades de la
Ciudad, contrarias a la Constitución Nacional o a esta Constitución. La declaración
de inconstitucionalidad hace perder vigencia a la norma salvo que se trate de una ley
y la Legislatura la ratifique dentro de los tres meses de la sentencia declarativa por
mayoría de los dos tercios de los miembros presentes. La ratificación de la Legisla-
tura no altera sus efectos en el caso concreto ni impide el posterior control difuso de
constitucionalidad ejercido por todos los jueces y por el Tribunal Superior.

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Buenos Aires: Ciudad Participativa

Por vía de recursos de inconstitucionalidad, en todos los casos que versen sobre la
interpretación o aplicación de normas contenidas en la Constitución Nacional o en
esta Constitución.
En los casos de privación, denegación o retardo injustificado de justicia y en los re-
cursos de queja por denegación de recurso.
En instancia ordinaria de apelación en las causas en que la Ciudad sea parte, cuando
el monto reclamado sea superior al que establezca la ley.
Originariamente en materia electoral y de partidos políticos. Una ley podrá crear un
tribunal electoral en cuyo caso el Tribunal Superior actuará por vía de apelación.
ARTICULO 114.- El Tribunal Superior de Justicia dicta su reglamento interno, nombra y
remueve a sus empleados y proyecta y ejecuta su presupuesto.
CAPITULO TERCERO
CONSEJO DE LA MAGISTRATURA
ARTICULO 115.- El Consejo de la Magistratura se integra con nueve miembros elegidos
de la siguiente forma:
Tres representantes elegidos por la Legislatura, con el voto de las dos terceras partes
del total de sus miembros.
Tres jueces del Poder Judicial de la Ciudad excluidos los del Tribunal Superior, ele-
gidos por el voto directo de sus pares. En caso de que se presentare más de una lista
de candidatos, dos son de la lista de la mayoría y uno de la minoría.
Tres abogados o abogadas, elegidos por sus pares, dos en representación de la lista
que obtuviere la mayor cantidad de votos y el restante de la lista que le siguiere en
el número de votos, todos con domicilio electoral y matriculados en la Ciudad.
Duran en sus funciones cuatro años y no pueden ser reelegidos sin un intervalo de
por lo menos un período completo. Designan su presidente y tienen las mismas in-
compatibilidades e inmunidades que los jueces. Son removidos por juicio político.
ARTICULO 116.- Salvo las reservadas al Tribunal Superior, sus funciones son las siguien-
tes:
Seleccionar mediante concurso público de antecedentes y oposición a los candidatos
a la magistratura y al Ministerio Público que no tengan otra forma de designación
prevista por esta Constitución.
Proponer a la Legislatura los candidatos a jueces y al Ministerio Público.
Dictar los reglamentos internos del Poder Judicial.
Ejercer facultades disciplinarias respecto de los magistrados.
Reglamentar el nombramiento, la remoción y el régimen disciplinario de los funcio-
narios y empleados, previendo un sistema de concursos con intervención de los jue-
ces, en todos los casos.
Proyectar el presupuesto y administrar los recursos que la ley le asigne al Poder Ju-
dicial.
Recibir las denuncias contra los jueces y los integrantes del Ministerio Público.
Decidir la apertura del procedimiento de remoción de magistrados, formulando la
acusación correspondiente ante el Jurado de Enjuiciamiento.

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Ricardo Romero

ARTICULO 117.- Una ley especial aprobada por la mayoría absoluta de la totalidad de los
miembros de la Legislatura organiza el Consejo de la Magistratura y la integración
de los jurados de los concursos. Estos se integran por sorteo en base a listas de ex-
pertos confeccionadas por el Tribunal Superior, la Legislatura, los jueces, el órgano
que ejerce el control de la matrícula de abogados y las facultades de derecho con
asiento en la Ciudad.
CAPITULO CUARTO
TRIBUNALES DE LA CIUDAD
ARTICULO 118.- Los jueces y juezas son designados por el voto de la mayoría absoluta
de la Legislatura, a propuesta del Consejo de la Magistratura. En caso de que la Le-
gislatura rechace al candidato propuesto, el Consejo propone a otro aspirante. La
Legislatura no puede rechazar más de un candidato por cada vacante a cubrir. Debe
pronunciarse dentro de los sesenta días hábiles, excluido el receso legislativo. Si
vencido dicho plazo no se hubiere pronunciado, se considera aprobada la propuesta.
ARTICULO 119.- Los jueces y funcionarios judiciales no pueden ejercer profesión, em-
pleo o comercio, con excepción de la docencia, ni ejecutar acto alguno que com-
prometa la imparcialidad de sus decisiones.
ARTICULO 120.- La Comisión competente de la Legislatura celebra una audiencia
pública con la participación de los propuestos para el tratamiento de los plie-
gos remitidos por el Consejo. Las sesiones de la Legislatura en las que se preste
el acuerdo para la designación de los magistrados son públicas.
CAPITULO QUINTO
JURADO DE ENJUICIAMIENTO
ARTICULO 121.- Los jueces son removidos por un Jurado de Enjuiciamiento integrado
por nueve miembros de los cuales tres son legisladores, tres abogados y tres jueces,
siendo uno de ellos miembro del Tribunal Superior y Presidente del Jurado. Son se-
leccionados por sorteo de una lista de veinticuatro miembros:
Seis jueces, elegidos por sus pares, mediante el sistema de representación propor-
cional.
Dos miembros del Tribunal Superior designados por el mismo.
Ocho abogados, elegidos por sus pares, con domicilio electoral y matrícula en la
Ciudad, mediante el sistema de representación proporcional.
Ocho legisladores, elegidos por la Legislatura, con el voto de los dos tercios del to-
tal de sus miembros.
Duran en sus cargos cuatro años, a excepción de los legisladores que permanecen
hasta la finalización de sus mandatos
ARTICULO 122.- Las causas de remoción son: comisión de delitos dolosos, mal desem-
peño, negligencia grave, morosidad en el ejercicio de sus funciones, desconocimien-
to inexcusable del derecho e inhabilidad física o psíquica.
ARTICULO 123.- El procedimiento garantiza debidamente el derecho de defensa del acu-
sado y es instado por el Consejo de la Magistratura, que formula la acusación en el
término de sesenta días contados a partir de la recepción de la denuncia. Sólo el ju-
rado tiene facultades para suspender preventivamente al acusado en sus funciones,

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Buenos Aires: Ciudad Participativa

debiendo dictarse el fallo en el plazo de noventa días a partir de la acusación. Si no


se cumpliere con los plazos previstos, se ordenará archivar el expediente sin que sea
posible iniciar un nuevo procedimiento por las mismas causales.
Si durante la sustanciación del procedimiento venciere el término del mandato de
los miembros del jurado, éstos continuarán en el ejercicio de sus funciones hasta la
conclusión definitiva del mismo.
Los jueces sólo podrán ser removidos si la decisión contare con el voto de, al me-
nos, cinco de los integrantes del jurado. El fallo será irrecurrible salvo los casos de
manifiesta arbitrariedad y sólo tendrá por efecto destituir al magistrado, sin perjui-
cio de la responsabilidad civil o penal que pudiere corresponderle.
CAPITULO SEXTO
MINISTERIO PUBLICO
ARTICULO 124.- El Ministerio Público tiene autonomía funcional y autarquía dentro del
Poder Judicial. Está a cargo de un o una Fiscal General, un Defensor o Defensora
General y un Asesor o Asesora General de Incapaces, quienes ejercen sus funciones
ante el Tribunal Superior de Justicia, y por los demás funcionarios que de ellos de-
penden.
ARTICULO 125.- Son funciones del Ministerio Público:
Promover la actuación de la Justicia en defensa de la legalidad de los intereses gene-
rales de la sociedad, conforme a los principios de unidad de actuación y dependen-
cia jerárquica.
Velar por la normal prestación del servicio de justicia y procurar ante los tribunales
la satisfacción del interés social.
Dirigir la Policía Judicial.
ARTICULO 126.- El Fiscal General, el Defensor General y el Asesor General de Incapa-
ces son designados y removidos en la misma forma y con los mismos requisitos que
los miembros del Tribunal Superior de Justicia.
Duran en su función siete años, pudiendo ser reelegidos con intervalo de un período
completo.
Los restantes funcionarios del Ministerio Público que actúen ante otros tribunales
son designados de la misma forma que los jueces, gozan de idénticas inmunidades,
tienen iguales limitaciones y son removidos por el Jurado de Enjuiciamiento.
En su caso, en la integración del Jurado de Enjuiciamiento del artículo 121, se re-
emplazan los dos jueces ajenos al Tribunal Superior por dos funcionarios del Minis-
terio Público, seleccionados de una lista de ocho, elegidos por sus pares mediante el
sistema de representación proporcional.
TITULO SEXTO COMUNAS
ARTICULO 127.- Las Comunas son unidades de gestión política y administrativa con
competencia territorial. Una ley sancionada con mayoría de dos tercios del total de
la Legislatura establece su organización y competencia, preservando la unidad polí-
tica y presupuestaria y el interés general de la Ciudad y su gobierno. Esa ley esta-
blece unidades territoriales descentralizadas, cuya delimitación debe garantizar el

87
Ricardo Romero

equilibrio demográfico y considerar aspectos urbanísticos, económicos, sociales y


culturales.
ARTICULO 128.- Las Comunas ejercen funciones de planificación, ejecución y control,
en forma exclusiva o concurrente con el Gobierno de la Ciudad, respecto a las mate-
rias de su competencia. Ninguna decisión u obra local puede contradecir el interés
general de la Ciudad.
Son de su competencia exclusiva :
1. El mantenimiento de las vías secundarias y de los espacios verdes de conformidad a
la ley de presupuesto.
2. La elaboración de su programa de acción y anteproyecto de presupuesto anual, así
como su ejecución. En ningún caso las Comunas pueden crear impuestos, tasas o
contribuciones, ni endeudarse financieramente.
3. La iniciativa legislativa y la presentación de proyectos de decretos al Poder Ejecuti-
vo.
4. La administración de su patrimonio, de conformidad con la presente Constitución y
las leyes.
Ejercen en forma concurrente las siguientes competencias:
1. La fiscalización y el control del cumplimiento de normas sobre usos de los espacios
públicos y suelo, que les asigne la ley.
2. La decisión y ejecución de obras públicas, proyectos y planes de impacto local, la
prestación de servicios públicos y el ejercicio del poder de policía en el ámbito de la
comuna y que por ley se determine.
3. La evaluación de demandas y necesidades sociales, la participación en la formula-
ción o ejecución de programas.
4. La participación en la planificación y el control de los servicios.
5. La gestión de actividades en materia de políticas sociales y proyectos comunitarios
que pueda desarrollar con su propio presupuesto, complementarias de las que co-
rrespondan al Gobierno de la Ciudad.
6. La implementación de un adecuado método de resolución de conflictos mediante el
sistema de mediación, con participación de equipos multidisciplinarios.
ARTICULO 129.- La ley de presupuesto establece las partidas que se asignan a cada Co-
muna.
Debe ser un monto apropiado para el cumplimiento de sus fines y guardar relación
con las competencias que se le asignen. La ley establecerá los criterios de asigna-
ción en función de indicadores objetivos de reparto, basados en pautas funcionales y
de equidad, en el marco de principios de redistribución y compensación de diferen-
cias estructurales.
ARTICULO 130.- Cada Comuna tiene un órgano de gobierno colegiado denominado Junta
Comunal compuesto por siete miembros, elegidos en forma directa con arreglo al
régimen de representación proporcional, formando cada Comuna a esos fines un
distrito único. La Junta Comunal es presidida y legalmente representada por el pri-
mer integrante de la lista que obtenga mayor número de votos en la Comuna.
Las listas deben adecuarse a lo que determine la ley electoral y de partidos políticos.

88
Buenos Aires: Ciudad Participativa

ARTICULO 131.- Cada Comuna debe crear un organismo consultivo y honorario de


deliberación, asesoramiento, canalización de demandas, elaboración de pro-
puestas, definición de prioridades presupuestarias y de obras públicas y segui-
miento de la gestión. Está integrado por representantes de entidades vecinales
no gubernamentales, redes y otras formas de organización. Su integración,
funcionamiento y relación con las Juntas Comunales son reglamentados por
una ley.

TITULO SEPTIMO ORGANOS DE CONTROL


CAPITULO PRIMERO
DISPOSICIONES GENERALES
ARTICULO 132.- La Ciudad cuenta con un modelo de control integral e integrado, con-
forme a los principios de economía, eficacia y eficiencia. Comprende el control in-
terno y externo del sector público, que opera de manera coordinada en la elabora-
ción y aplicación de sus normas. Los funcionarios deben rendir cuentas de su ges-
tión.
Todo acto de contenido patrimonial de monto relevante es registrado en una base de
datos, bajo pena de nulidad. Se asegura el acceso libre y gratuito a la misma.
CAPITULO SEGUNDO
SINDICATURA GENERAL
ARTICULO 133.- La Sindicatura General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de-
pendiente del Poder Ejecutivo, tiene personería jurídica propia y autarquía adminis-
trativa y financiera. Una ley establece su organización y funcionamiento.
Su titular es el Síndico o Sindica General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
designado y removido por el Poder Ejecutivo, con jerarquía equivalente a la de mi-
nistro.
Tiene a su cargo el control interno, presupuestario, contable, financiero, económico,
patrimonial, legal y de gestión, así como el dictamen sobre los estados contables y
financieros de la administración pública en todas las jurisdicciones que componen la
administración central y descentralizada, cualquiera fuera su modalidad de organi-
zación, así como el dictamen sobre la cuenta de inversión.
Es el órgano rector de las normas de control interno y supervisor de las de procedi-
miento en materia de su competencia, y ejerce la fiscalización del cumplimiento y
aplicación de las mismas.
Tiene acceso a la información relacionada con los actos sujetos a su examen, en
forma previa al dictado de los mismos, en los casos en que lo considere oportuno y
conveniente.
CAPITULO TERCERO
PROCURACION GENERAL
ARTICULO 134.- La Procuración General de la Ciudad dictamina sobre la legalidad de los
actos administrativos, ejerce la defensa de su patrimonio y su patrocinio letrado.
Representa a la Ciudad en todo proceso en que se controviertan sus derechos o inte-
reses.

89
Ricardo Romero

Se integra con el Procurador o Procuradora General y los demás funcionarios que la


ley determine. El Procurador General es designado por el Poder Ejecutivo con
acuerdo de la Legislatura y removido por el Poder Ejecutivo.
El plantel de abogados de la Ciudad se selecciona por riguroso concurso público de
oposición y antecedentes. La ley determina su organización y funcionamiento.
CAPITULO CUARTO
AUDITORIA GENERAL
ARTICULO 135.- La Auditoria General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, depen-
diente de la Legislatura, tiene personería jurídica, legitimación procesal y autonomía
funcional y financiera.
Ejerce el control externo del sector público en sus aspectos económicos, financieros,
patrimoniales, de gestión y de legalidad. Dictamina sobre los estados contables fi-
nancieros de la administración pública, centralizada y descentralizada cualquiera
fuera su modalidad de organización, de empresas, sociedades o entes en los que la
Ciudad tenga participación, y asimismo sobre la cuenta de inversión.
Tiene facultades para verificar la correcta aplicación de los recursos públicos que se
hubiesen otorgado como aportes o subsidios, incluyendo los destinados a los parti-
dos políticos del distrito.
Una ley establece su organización y funcionamiento.
La ley de presupuesto debe contemplar la asignación de recursos suficientes para el
efectivo cumplimiento de sus competencias.
Los agentes, autoridades y titulares de organismos y entes sobre los que es compe-
tente, están obligados a proveerle la información que les requiera.
Todos sus dictámenes son públicos. Se garantiza el acceso irrestricto de cualquier
ciudadano a los mismos.
ARTICULO 136.- La Auditoría General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se com-
pone de siete miembros designados por mayoría absoluta de la Legislatura. Su Pre-
sidente o Presidenta es designado a propuesta de los legisladores del partido político
o alianza opositora con mayor representación numérica en el Cuerpo. Los restantes
miembros serán designados a propuesta de los legisladores de los partidos políticos
o alianzas de la Legislatura, respetando su proporcionalidad.
CAPITULO QUINTO
DEFENSORIA DEL PUEBLO
ARTICULO 137.- La Defensoría del Pueblo es un órgano unipersonal e independiente con
autonomía funcional y autarquía financiera, que no recibe instrucciones de ninguna
autoridad.
Es su misión la defensa, protección y promoción de los derechos humanos y demás
derechos e intereses individuales, colectivos y difusos tutelados en la Constitución
Nacional, las leyes y esta Constitución, frente a los actos, hechos u omisiones de la
administración o de prestadores de servicios públicos.
Tiene iniciativa legislativa y legitimación procesal. Puede requerir de las autorida-
des públicas en todos sus niveles la información necesaria para el mejor ejercicio de
sus funciones sin que pueda oponérsele reserva alguna.

90
Buenos Aires: Ciudad Participativa

Está a cargo de un Defensor o Defensora del Pueblo que es asistido por adjuntos cu-
yo número, áreas y funciones específicas y forma de designación son establecidas
por la ley.
Es designado por la Legislatura por el voto de las dos terceras partes del total de sus
miembros, en sesión especial y pública convocada al efecto.
Debe reunir las condiciones establecidas para ser legislador y goza de iguales inmu-
nidades y prerrogativas. Le alcanzan las inhabilidades e incompatibilidades de los
jueces.
Su mandato es de cinco años; puede ser designado en forma consecutiva por una so-
la vez, mediante el procedimiento señalado en el párrafo quinto. Sólo puede ser re-
movido por juicio político.
El Defensor del Pueblo vela por la defensa y protección de los derechos y garantías
de los habitantes frente a hechos, actos u omisiones de las fuerzas que ejerzan fun-
ciones de policía de seguridad local
CAPITULO SEXTO
ENTE UNICO REGULADOR DE LOS SERVICIOS PUBLICOS
ARTICULO 138.- El Ente Único Regulador de los Servicios Públicos de la Ciudad, insti-
tuido en el ámbito del Poder Ejecutivo, es autárquico, con personería jurídica, inde-
pendencia funcional y legitimación procesal.
Ejerce el control, seguimiento y resguardo de la calidad de los servicios públicos
cuya prestación o fiscalización se realice por la administración central y descentrali-
zada o por terceros para la defensa y protección de los derechos de sus usuarios y
consumidores, de la competencia y del medio ambiente, velando por la observancia
de las leyes que se dicten al respecto.
ARTICULO 139.- El Ente Único Regulador de los Servicios Públicos está constituido por
un Directorio, conformado por cinco miembros, que deben ser profesionales exper-
tos.
Los miembros del Directorio son designados por la Legislatura por mayoría absolu-
ta del total de sus miembros, previa presentación en audiencia pública de los
candidatos.
El Presidente o Presidenta será propuesto por el Poder Ejecutivo y los vocales por la
Legislatura, garantizando la pluralidad de la representación, debiendo ser uno de
ellos miembro de organizaciones de usuarios y consumidores.
No podrán tener vinculación directa ni mediata con los concesionarios y licenciata-
rios de servicios públicos.
CLAUSULA DEROGATORIA
ARTICULO 140.- A partir de la sanción de esta Constitución, quedan derogadas todas las
normas que se le opongan.

CLAUSULAS TRANSITORIAS
Primera:
1° .- Convocar a los ciudadanos electos como Jefe y Vicejefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
elegidos en los comicios del 30 de junio pasado, para que asuman sus funciones el día 6 de agosto de 1996 a la hora

91
Ricardo Romero

11.00 en el Salón Dorado del Honorable Concejo Deliberante. En dicho acto prestarán juramento de práctica ante esta
Convención.
2°.- Los ciudadanos convocados se desempeñarán con los títulos de Jefe y Vicejefe de Gobierno de la Ciudad Autó-
noma de Buenos Aires respectivamente, hasta la sanción del Estatuto Organizativo o Constitución. Hasta ese momen-
to, el Jefe de Gobierno ejercerá el Poder Ejecutivo de la Ciudad con las atribuciones que la ley 19.987 asignaba al
antiguo Intendente Municipal de la Ciudad de Buenos Aires. El Vicejefe de Gobierno lo reemplazará en caso de va-
cancia, ausencia o impedimento y ejercerá, además, todas las funciones que el Jefe de Gobierno le delegue. Sanciona-
do el Estatuto o Constitución, sus atribuciones se adecuarán a lo que este disponga.
3°.- El Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en ningún caso podrá emitir disposiciones de carácter legislati-
vo, salvo circunstancias excepcionales que hicieran imposible seguir los trámites ordinarios y, en dicho supuesto, que
no se trate de normas que regulen materias tributarias, contravencionales, electorales y del régimen de los partidos
políticos. Dichas normas deberán ser ratificadas oportunamente por el órgano legislativo de la Ciudad de Buenos Ai-
res.
4°.- Desde el 6 de agosto de 1996 y hasta la sanción del Estatuto Organizativo o Constitución de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, el texto de la ley 19.987 y la legislación vigente a esa fecha, de cualquier jerarquía, constituirá la
normativa provisional de la Ciudad, en todo cuanto sea compatible con su autonomía y con la Constitución Nacional.
Segunda:
Las disposiciones de la presente Constitución que no puedan entrar en vigor en razón de limitaciones de hecho im-
puestas por la ley 24.588, no tendrán aplicación hasta que una reforma legislativa o los tribunales competentes habili-
ten su vigencia.
Tercera:
La Ciudad de Buenos Aires afirma su derecho a participar en igualdad de condiciones con el resto de las jurisdiccio-
nes en el debate y la elaboración del régimen de coparticipación federal de impuestos.
Cuarta:
La primera Legislatura puede, por única vez, y durante los primeros doce meses desde su instalación, modificar la
duración de los mandatos del próximo Jefe de Gobierno, el de su Vicejefe y el de los legisladores del próximo perio-
do, con el fin de hacer coincidir las elecciones de autoridades de la Ciudad con las autoridades nacionales. Dicha ley
debe sancionarse con la mayoría de dos terceras partes del total de los miembros del Cuerpo.
Quinta:
Para la primera elección de legisladores, la Ciudad de Buenos Aires constituye un distrito único.
Sexta:
Los diputados de la primera Legislatura duran en sus funciones, por única vez, desde el día de la incorporación hasta
el día de cese del mandato del Jefe de Gobierno. La primera Legislatura establecerá el sistema que garantice su reno-
vación en forma parcial a partir de la segunda Legislatura, inclusive.
Hasta que la Legislatura dicte su propio reglamento, se aplica el reglamento de la Convención Constituyente de la
Ciudad y supletoriamente el de la Cámara de Diputados de la Nación.
Séptima:
A partir de los treinta días corridos de constituida la Legislatura caducan todas las designaciones realizadas por cual-
quier administración del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, efectuadas con el acuerdo del Concejo Deliberante,
salvo que en ese plazo sean ratificadas por la Legislatura a pedido del Poder Ejecutivo. En caso de vacancia previa a la
constitución de la Legislatura, el Jefe de Gobierno designa al reemplazante en comisión, ad-referendum de aquella.
A los treinte días corridos de constituida la Legislatura caducan las designaciones del Controlador General y sus ad-
juntos, salvo que en ese plazo sean ratificados por la Legislatura.
Octava:
La Ley Básica de Salud será sancionada en un término no mayor de un año a partir del funcionamiento de la Legisla-
tura.
Novena:
El Jefe de Gobierno convocará a elecciones de diputados que deberán realizarse antes del 31 de marzo de 1997.
Décima:
Desde la vigencia de la presente Constitución, el Jefe y el Vicejefe del Gobierno de la Ciudad, ejercen las funciones
que la misma les atribuye.

92
Buenos Aires: Ciudad Participativa

Los decretos de necesidad y urgencia que emita el Jefe de Gobierno, hasta que se constituya la Legislatura, serán so-
metidos a la misma para su tratamiento en los diez primeros días de su instalación. Por única vez, el plazo de treinta
días del artículo 91, es de ciento veinte días corridos.
Hasta tanto se dicte la ley de ministerios, el Jefe de Gobierno podrá designar a sus Ministros y atribuirles las respecti-
vas competencias.
Decimoprimera:
El mandato del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en ejercicio al sancionarse esta Constitución, debe ser
considerado como primer período a los efectos de la reelección.
Decimosegunda:
1.- El Jefe de Gobierno, hasta que se constituya la Legislatura de la Ciudad, podrá:
a.- Constituir el Tribunal Superior y designar en comisión a sus miembros.
b.- Constituir los fueros Contencioso Administrativo y Tributario, Contravencional y de Faltas y los demás que fueren
menester para asegurar el adecuado funcionamiento del Poder Judicial local, crear los Tribunales que resulten necesa-
rios y designar en comisión a los jueces respectivos. La constitución del fuero Contravencional y de Faltas importará
la cesación de la Justicia Municipal de Faltas creada por la ley 19.987, cuyas causas pendientes pasarán a la Justicia
Contravencional y de Faltas.
c.- Constituir el Ministerio Público y nombrar en comisión al Fiscal General, al Defensor General y a los demás inte-
grantes que resulten necesarios;
2.- El Poder Ejecutivo sancionará, mediante decreto de necesidad de urgencia, un Código en materia Contencioso
Administrativa y Tributaria, y las demás normas de organización y procedimiento que fueren necesarias para el fun-
cionamiento de los fueros indicados en las cláusulas anteriores, todo ad referéndum de la Legislatura de la Ciudad.
3.- Dentro de los treinta días de instalada la Legislatura, el Poder Ejecutivo remitirá los pliegos para el acuerdo de los
jueces del Tribunal Superior de Justicia. En igual plazo deberá remitir a la Legislatura, para su acuerdo, los pliegos de
los demás jueces e integrantes del Ministerio Público nombrados en comisión, debiendo pronunciarse la Legislatura
en el plazo de noventa días. El silencio se considera como aceptación del pliego propuesto. Por esta única vez para el
nombramiento de los jueces el acuerdo será igual a los dos tercios del total de los miembros de la Legislatura;
4.- La Legislatura, en el plazo de ciento veinte días corridos a partir de su constitución, sancionará la ley a que se re-
fiere el artículo 117, designará a sus representantes en el Consejo de la Magistratura y en el Jurado de Enjuiciamiento
y proveerá lo necesario para que ambas instituciones queden constituidas en los dos meses siguientes. En el supuesto
de que en el plazo señalado la Legislatura no cumpliere lo dispuesto en el párrafo anterior, el Tribunal Superior con-
vocará a los jueces y a los abogados para que elijan a sus representantes y constituirá con ellos el Consejo de la Ma-
gistratura y el Jurado de Enjuiciamiento conforme a la estructura orgánica provisoria que le dicte.
5.- La Legislatura creará los Tribunales de Vecindad en cada Comuna, que estarán integrados por tres jueces, no pu-
diendo ser todos del mismo sexo. Sin perjuicio de la competencia que la ley determine, deberá entender en materias de
vecindad, medianería, propiedad horizontal, locaciones, cuestiones civiles y comerciales hasta el monto que la ley
establezca, prevención en materia de violencia familiar y protección de personas. El funcionamiento de estos Tribuna-
les queda sujeto al acuerdo que el Jefe de Gobierno celebrará con el Gobierno Nacional, con el objeto de transferir las
competencias y partidas presupuestarias que correspondan. La Justicia Contravencional y de Faltas será competente
para conocer en el juzgamiento de todas las contravenciones tipificadas en leyes nacionales y otras normas aplicables
en el ámbito local, cesando toda competencia jurisdiccional que las normas vigentes asignen a cualquier otra autori-
dad. Se limitará a la aplicación de las normas vigentes en materia contravencional, conforme a los principios y garan-
tías de fondo y procesales establecidos en la Constitución Nacional y en esta Constitución, en la medida en que sean
compatibles con los mismos. La primera Legislatura de la Ciudad, dentro de los tres meses de constituida, sancionará
un Código Contravencional que contenga las disposiciones de fondo en la materia y las procesales de ésta y de faltas,
con estricta observancia de los principios consagrados en la Constitución Nacional, los instrumentos mencionados en
el inciso 22 del artículo 75 de la misma y en el presente texto. Sancionado dicho Código o vencido el plazo fijado, que
es improrrogable, todas las normas contravencionales quedarán derogadas.
Decimotercera:
Se faculta al Gobierno de la Ciudad, para que convenga con el Gobierno Federal que los jueces nacionales de los fue-
ros ordinarios de la Ciudad, de cualquier instancia, sean transferidos al Poder Judicial de la Ciudad, conservando su
inamovilidad y jerarquía, cuando se disponga que la justicia ordinaria del territorio de la Ciudad sea ejercida por sus
propios jueces.
Los que hayan sido designados antes del mencionado convenio pueden ser removidos sólo por los procedimientos y
jurados previstos en la Constitución Nacional.

93
Ricardo Romero

Esta facultad no impide que las autoridades constituidas puedan llegar a un acuerdo en términos diferentes, para lograr
una transferencia racional de la función judicial.
En todos los casos el acuerdo comprenderá, necesariamente, la transferencia de las partidas presupuestarias o la re-
asignación de recursos conforme al artículo 75, inciso 2°, de la Constitución Nacional.
Decimocuarta:
Hasta tanto se encuentre integrado en su totalidad el Poder Judicial local, los jueces miembros del Consejo de la Ma-
gistratura continuarán en sus funciones judiciales. Los restantes miembros no podrán ejercer la abogacía ante los tri-
bunales de la Ciudad y se desempeñarán honorariamente en el Consejo. La ley establecerá una compensación razona-
ble por la limitación de su ejercicio profesional

Decimoquinta:
Los integrantes del Primer Tribunal Superior de Justicia, designados en comisión, prestarán juramento o compromiso
ante el Jefe de Gobierno. En la primera integración del Tribunal, cuyos miembros cuenten con acuerdo de la Legisla-
tura, prestarán juramento o compromiso ante el Presidente de ésta.
Decimosexta:
Hasta que la Legislatura establezca el régimen definitivo de remuneraciones, la retribución del Presidente del Tribunal
Superior de la Ciudad es equivalente al noventa por ciento de la que perciba el Presidente de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, en ambos casos por todo concepto.
Decimoséptima:
La primera elección de los miembros del órgano establecido en el artículo 130 tendrá lugar en un plazo no menor de
cuatro años ni mayor de cinco años, contados desde la sanción de esta Constitución. Hasta entonces el Poder Ejecutivo
de la Ciudad de Buenos Aires adoptará medidas que faciliten la participación social y comunitaria en el proceso de
descentralización. A partir de la sanción de la ley prevista en el artículo 127, las medidas que adopte el Poder Ejecuti-
vo deberán adecuarse necesariamente a la misma.
Decimoctava:
El control de la matrícula y el ejercicio del poder disciplinario de las profesiones liberales, continuará siendo ejercido
por los Colegios y Consejos creados por ley de la Nación hasta que la Ciudad legisle sobre el particular.
Decimonovena:
La Ciudad celebrará convenios con la Nación y las provincias sobre la explotación y el producido de los juegos de
azar, de destreza y de apuestas mutuas de jurisdicción nacional y provinciales que se comercializan en su territorio.
En el marco de los establecido en el artículo 50, revisará las concesiones y convenios existentes a la fecha de la firma
de esta Constitución.
Vigésima:
La Ciudad facilita la búsqueda de información sobre personas desaparecidas antes del 10 de diciembre de 1983 y de
las que se presumieren nacidas durante el cautiverio materno.
Vigesimoprimera:
Los ex-combatientes de la guerra del Atlántico Sur residentes en la Ciudad y que carezcan de suficiente cobertura
social, tendrán preferencia en los servicios o programas de salud, vivienda, trabajo, educación, capacitación profesio-
nal y en el empleo público.
Vigesimosegunda:
Hasta tanto la Legislatura dicte una ley que reglamente la representación de los usuarios y consumidores, el Directorio
del Ente Unico Regulador de los Servicios Públicos, estará compuesto sólo por cuatro miembros.
Vigesimotercera:
Hasta tanto se constituya la Legislatura continúan vigentes las instituciones del régimen municipal con sus correspon-
dientes regulaciones, en la medida en que no se opongan o no hayan sido expresamente derogadas por esta Constitu-
ción.
Vigesimocuarta:
Cualquier errata claramente material en el texto ordenado de la presente Constitución puede ser corregida por la Le-
gislatura, dentro de los treinta primeros días de su instalación, con mayoria de tres cuartas partes del total de sus
miembros.
DADA EN LA SALA DE SESIONES DE LA CONVENCION CONSTITUYENTE DE LA CIUDAD DE BUE-
NOS AIRES, EL PRIMERO DEL MES DE OCTUBRE DEL AÑO MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y SEIS.

94
Buenos Aires: Ciudad Participativa

Reflexiones finales
El GEDEP se propuso como objetivo estudiar la Democracia Participativa en la
Ciudad de Buenos Aires, y es a través de esta Constitución comentada y sus investigaciones
anteriores, que pretende ser referente para profundizar la construcción de la Democracia
participativa en la Ciudad de Buenos Aires.
Como se observó en el recorrido del texto constitucional, 25 artículos dan sustento a
la participación ciudadana. Estos son simplemente los cimientos sobre los cuales debe erigirse
esa Torre de Babel que nos inspira como ciudadanos de una polis.
Sin embargo, el sustento participativo plasmado en las normas, debe impulsarse con
la construcción y difusión de prácticas ciudadanas que involucren a los vecinos y vecinas en
los intereses de la Ciudad.
Los artículos señalados habilitan a una práctica participativa de la ciudadanía en los
más diversos ámbitos de la gestión pública. Y los mismos no pueden ser limitativos de la
creatividad de prácticas no enunciadas, pero que estarían permitidas según su núcleo pétreo.
Así, mecanismos como la Tribuna Popular o el procedimiento de elaboración parti-
cipativa de normas utilizado para la Ley de Comunas por ejemplo, son prácticas que sin
haberse incluido en la Constitución, perfectamente extienden y concretan la idea de Democra-
cia Participativa.
Esperamos que la labor aquí plasmada, incentive a vivir plenamente nuestros dere-
chos ciudadanos.

GEDEP
Grupo de Estudios sobre Democracia Participativa
Red Argentina de Ciencia Política
Asociación Civil Mariano Moreno

95
Ricardo Romero

Índice
Prólogo....................................................................................................................................7
Dr. Arturo Fernandez ................................................................................................ 7
Presentación ...........................................................................................................................9
Lic. Ricardo Romero................................................................................................. 9
Análisis sobre la Participación en la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires .........11
Democracia Participativa contenido pétreo de la Constitución .................................... 13
Lic. Ricardo Romero............................................................................................... 13
Comunicación Ciudadana Descentralizada .................................................................. 14
Lic. Lorena Andrenacci........................................................................................... 14
Construyendo participativamente Buenos Aires 2010.................................................. 15
Daniel Mojico ......................................................................................................... 15
Haciendo nuestra Salud................................................................................................ 17
Dra. Analía Sauro.................................................................................................... 17
Aprendiendo a participar .............................................................................................. 19
Lic. Denise Priori Sáenz.......................................................................................... 19
El medio ambiente importa .......................................................................................... 20
Pensar nuestra Cultura.................................................................................................. 21
Prof. Dante Augusto Palma..................................................................................... 21
Diseñar nuestra seguridad ............................................................................................ 22
Lic. Andrés Masi..................................................................................................... 22
Participar para la Igualdad............................................................................................ 24
Lic. Cristina De Ciervo ........................................................................................... 24
Niños de la Ciudad ....................................................................................................... 26
Lic. Martín Castro ................................................................................................... 26
Jóvenes en la Ciudad .................................................................................................... 28
Estefanía Otero........................................................................................................ 28
Los trabajadores también participan............................................................................. 30
Dr. Ricardo Esteban ................................................................................................ 30
Desarrollo participativo para la Ciudad........................................................................ 31
Prof. Marcelo Panero .............................................................................................. 31
Los Consumidores participan ....................................................................................... 32
Lic. Amilcar Cervellino .......................................................................................... 32
Decidir sobre el Presupuesto ........................................................................................ 34
Dr. Guillermo Scheibler.......................................................................................... 34
La Universidad también participa ................................................................................ 36
Lic. María Apólito .................................................................................................. 36
Partidos políticos y participación ................................................................................. 37
Lic. Sylvia Ruiz Moreno ......................................................................................... 37
La Ciudadanía plena como derecho.............................................................................. 38
Lic. Alejandro Belmonte......................................................................................... 38
Hacia una esfera pública............................................................................................... 39
Lic. Gabriel Constantino ......................................................................................... 39
Vecinos y vecinas haciendo leyes ................................................................................ 41
Lic. Mercedes Ghioni.............................................................................................. 41

96
Buenos Aires: Ciudad Participativa

Decidiendo con la Democracia Semidirecta................................................................. 43


Elisa Bin.................................................................................................................. 43
Cuando el contrato se rompe ........................................................................................ 45
Lic. Adriana De Lucio ............................................................................................ 45
Los y las Legisladores norman la participación............................................................ 46
Lic. Andrea Maynard .............................................................................................. 46
Los ciudadanos opinan sobre las Leyes........................................................................ 47
Lic. Valeria Serafinoff ............................................................................................ 47
Cuando el Gobierno ejecuta la Democracia Participativa ............................................ 49
Lic. Ramiro Alvaréz................................................................................................ 49
Los vecinos y vecinas opinan sobre sus jueces............................................................. 50
Lic. Santiago Basabe............................................................................................... 50
Participación vecinal en las Comunas .......................................................................... 51
Roy Cortina............................................................................................................. 51
Participación en la Constitución de la Ciudad ..................................................................53
Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires................................................ 55
Reflexiones finales ...............................................................................................................95

Leyes Participativas y citadas


• Ley de Audiencia Pública Nº 6.
• Ley de Procedimiento de Iniciativa Popular Nº 40.
• Ley de Sistema de Gestión, Administración Financiera y Control del Sector Público
Nº 70.
• Ley de Consejo de Plan Urbano Ambiental Nº 71.
• Ley de Consulta Popular y Referéndum Nº 89.
• Ley de Acceso a la Información Nº 104.
• Ley de Salud Nº 153.
• Ley de Ente Único Regular de Servicios Públicos Nº 210.
• Ley de Consejo de Planeamiento Estratégico Nº 310.
• Ley de Revocatoria de Mandato Nº 357.
• Ley Nº 474 “Plan de Igualdad Real de Oportunidades y de Trato entre Mujeres y Va-
rones”.
• Ley Orgánica de Comunas Nº 1777.
• Ley del Consejo de la Juventud Nº 1865.

Otras leyes de la ciudad: www.cedom.gov.ar

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Ricardo Romero

Red Argentina de Ciencia Política - Mariano Moreno Asociación Civil


La Red Argentina de Ciencia Política - “Mariano Moreno Asociación Civil constituye un espacio para la
reflexión y articulación de propuestas vinculadas al desarrollo de la ciencia política en la Argentina. Creada por jóvenes
graduados de la Universidad de Buenos Aires, la red aspira a establecer las bases de una comunidad académica y pro-
fesional con miras a fortalecer el rol del politólogo en nuestra sociedad. El nombre de la Asociación, que rinde homenaje
a Mariano Moreno. Su obra plasmada en la acción revolucionaria de Mayo y en sus escritos políticos representa para los
fundadores de la Red, el modelo del intelectual que analiza la política de su tiempo y participa en la transformación de
las instituciones y las prácticas, ofreciendo sus habilidades al servicio de la realización de los principios que fundan su
pensamiento. La fuerza de sus convicciones, la osadía de su juventud y la lucidez de su intelecto ilustrado, nos impulsan
a reconocer en Mariano Moreno, al primer politólogo argentino, y seguir orgullosamente la estela de su trayectoria como
fuente de inspiración para nuestras acciones.

Participación Institucional
• Comité Buenos Aires. Foro Social Mundial. • Consejo Presupuesto Participativo Ciudad Buenos Aires.
• Observatorio Internacional Democracia Participativa. • Encuentro por Comunas de la Ciudad de Buenos Aires.
• Red Internacional por la Radicalización Democrática. • Carrera Ciencia Política. Universidad de Buenos Aires.

Actividades Académicas
Grupos de Estudio: Democracia Participativa // Políticas Consultoras Asociadas
Públicas en Salud.// Historia Política // América Latina // Biblioteca Virtual
Políticos y Sociales // Género. Foro Virtual
Equipos de Asesoramiento

Seminario On Line: “Gestión Pública Participativa”. Documentos de Trabajo y Publicaciones.


www.gestionparticipativa.s5.com Investigación: Presupuesto Participativo Porteño.
Facultad Ciencias Sociales UBA.

redmarianomoreno@yahoo.com.ar www.asociacionmoreno.com.ar

Libros Publicados:
"Presupuesto Participativo Porteño". Lic. Ricardo Romero
A partir de conceptos de la teoría política y la comunicación, se
analizan las políticas participativas del proceso de descentraliza-
ción de la Ciudad de Buenos Aires. Como resultado, se proyecta
un Plan de Comunicación modelo que facilita la relación de las
futuras Comunas con la ciudadanía.
Esta dirigido a quienes encuentren en la Comunicación y la
Cultura una herramienta para avanzar hacia una Democracia
Participativa.
Para Comprarlo:
Con el 20% de descuento y entrega en Ciudad de Buenos Aires,
comunicarse a redmarianomoreno@yahoo.com.ar
15-4446-8861

“Un nuevo Contrato Social”. “Democracia Participativa. Una “Comunicación y Cultura para la
Raúl Pont y Ricardo Romero. utopía en Marcha”. Democracia Participativa”.
Ricardo Romero (comp.) Lorena Andrenacci.

Para la versión en PDF: comunicarse a redmarianomoreno@yahoo.com.ar // 15-4446-8861

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