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Capitulo VI

Epígrafes, notas y glosas

¡>c<?"~ se manifiestan~s distintas voces~ el texto?


. ué tensiones se crean con las lllscnpclOnes al margen
ya se el autor, de otros escritores o e ector? ¿Qué sig-
.- pifisan esto~ nuevos textos. eplgra e y a CI a, as
.~"1f.9ta'sal pie de página, las glosas y la marginalia son las
manifestaciones de esta problemática. Las páginas si-
gúientes están dedicadas a su estudio.
El epígrafe (también epigrama, exergue o exergo)
expresa la idea de algo fuera de la obra. En su forma ge-
neral incluye las inscripciones en edificios, monumentos,
tumbas, estatuas. En numismática, el exergue es el espa-
cio reservado para la inscripción en las monedas. En lite-
ratura es la cita que se coloca al principio de una obra o
de un capítulo, y que por venir de otro texto apunta
hacia el exterior1 . Además ofrece una base al lector para
la interpretación. El recurso del método de Alejo Car- ~.
pentier es un buen ejemplo: no sólo el título es una
parodia de la obra de Descartes (El discurso del método),
sino que cada capítulo de la novela de Carpentier se ini-
cia con un epígrafe tomado de Descartes, que se estable-

l. Ver Derrida,Margins, 82. También Webster' Dictionary.


122 Alvaro Pineda Botero Teoríade1anove1a 123

ce c códi O de in . , n, punto de vista ofreci- desde el margen. Los personajes, el narrador y el lector
do allector2 . bajo las distintas formas en que pueden aparecer en el
La cita, por su parte, estará encajada en el texto y es texto, tienen, cada uno, su identidad. Pero se trata de
reconocible por el uso de comillas, paréntesis, tipo de una iQ:~ntid_Q..(L~Q!l[tg~ada por la~_yoc~s."Así, la expre-
letra diferente, subrayado, o por estar acompañada de sión de un personaje no es tan"Solo su expresión, es el
expresiones como "dice Fulano", "según Perano". Tra- personaje mismo. Sin ella, éste no existe. Por lo tanto no
dicionalmente, citar implica una transcripción literal, o tienen existencia fuera del texto. Tal es la naturaleza
la mención de un enunciado. Graeiela Reyes propone de la ficción: existe sólo por virtud del discurso (vp,r
una definición amplia: "citar consiste en poner en con- Lawrence Lipking, "The Marginal Gloss", 300).
tacto dos acontecimientos lingü ísticos en el texto" (Po- Stephen M. Ross afirma que en la novela pueden dis-
lifonia, 58). Esta definición le permite a Reyes estudiar tinguirse c!2s clases de voces: la voz mimétic<!...ill!-~.J_~llli't
como citación no sólo las transcripciones textuales s:~~~ e imita la vozCfe--fOS'p_ersoñaies,j~J.~~:'Y-QfLl~xtual,
(entre comillas), sino también las distintas formas del qlje surge::::ai Gieitas fii:ñCIon~s..en...c.L.1ex.to("V oice in
discurso en la novela (directo e indirecto y sus variacio- Narrative Texts", 300, 301). En términos generales esta
nes). En su forma amplia, la citación incluiría además el división equivale a los discursos directo e indirecto. Ex-
epígrafe y las notas al margen. plica Ross que la voz mimética es el vehículo de la
En general, afirma M.M. Bakhtin, en la vida diaria expresión humana que poseen los personajes de ficción,
',- siempre encontráÍilOs pers.o_nasque nablan -sobre10 que :1,...',Y que es "oída" por los otros personajes. Así, las pala-
'. otros r11jf'J:..on.
De hecho, se\b~bla.JP.ás so~-er(fis~~E:~Q ~
bj'as que emite un personaje se consideran más "reales"
~ aieno que sobre el Ql:Q.Rio:se repiten o transmiten,'se"
q;ue otros fenómenos no verbales representados en el
juzgan las palabras u opiniones de otros. En esta forma, texto. Ross, sin embargo, argumenta que el llamado dis-
a cada paso encontramos "citas", "referencias" o curso directo está controlado por una convención y que
"notas". "En toda conversación no menos del cincuenta por lo tanto no puede decirse que es una forma perfec-
por ciento, en promedio, de las palabras emitidas por ta de mímesis ni que es totalmente "natural". Cuando
alguien, pertenecen al discurso de otros y son repetidas en la novela aparecen expresiones de los personajes entre
con distintos grados de precisión", afirma Bakhtin (Dia- comillas, las comillas tienen la función de dar verosimili-
logic, 338-339). tud a tal expresión, pero las comillas son apenas parte
De hecho, la novela es un conglS>}:!1~IadQJjfi~voces:-) de la convención. Las palabras así señaladas parecen len-
Uñas voces haOTan--cte's"cl"e"'er'ceñtrodel texto; -otras guaje natural, pero no debe olvidarse que el autor juega
con tal recurso (301). Hasta el siglo XIX, las expresio-
nes -entre comillas en la literatura pueden considerarse
2. La hojarasca de García Márquez ofrece otro ejemplo. La casi exclusivamente como citas de otros autores (Ross,
novela se inicia con un epígrafe tomado de Antigona. Pedro Las- 302). Ahora, el uso de comillas no significa necesaria-
tra ha demostrado las relaciones entre la novela y la tragedia, que
se evidencian con el epígrafe. Este se hace indispensable para una
mente que se trata de una cita, ya que pueden servir
interpretación de la obra. (Pedro Lastra, "La tragedia como fun- para expresar por ejemplo el habla de los personajes, o
damento estructural de La hojarasca"). para darle un contenido semántica diferente a un trozo

-
'!i"""""'"

124 Alvaro Pineda Botero Teoría de la novela 125

de texto, o a una palabra: para expresar su connotación, En todo caso, cualquiera que sea la precisión o fideli-
no su denotación. Ponen en cuestión, subrayan, agregan dad con que se repite, siempre habrá un cambio semán-
ironía, intensifican el carácter ficcional de ciertos dis- tico. Al manipular el contexto y la oportunidad, es fá-
cursos o señalan la aparición de voces narrativas adicio- cil, por ejemplo, hacer cómica una expresión seria.
nales. Si escribo: Juan es "honrado" o CeciÍia es "vir- Esto sucede, según Bakhtin, porque el discur,so ajeno,
gen", las palabras "honrado" y "virgen" están negando al quedar desprovisto del contorno original y enmarca-
con las comillas la condición que de otra manera se les do en el discurso propio, produce una nueva unidad no
atribuiría a Juan y Cecilia. En cualquier caso remiten al "mecánica" sino "química" (Dialectic, 340); es decir,
exterior del texto; agregan significado. no un agregado sino un nuevo texto de características
El
.,---
discurso citado implica-
una voz mimetizada
".-'~~
y el diferentes a las de los textos que entraron en su consti-
grado de imitación podrá variar consÚlerablemente. La tución. En este sentido puede generalizarse lo que Sergio
voz será así una forma de medir la identidad del supues- Pitol afirma en relación con la obra de Virginia Woolf:
to hablante. En la medida en que sea convincente, el "una imagen impregna otra, una acción se entrevera con
personaje surgirá con mayor o menor fuerza. Si el carác- la siguiente para producir una simultaneidad de impre-
ter que se describe con otras formas de discurso no con- sión, un efecto único, pero con vibraciones múltiples"
cuerda totalmente con su voz, su identidad se deteriora- ("Prólogo" a Flush, 14).
rá, y con ella, la verosimilitud del relato (302). . .,La cita, la referencia, el epígrafe, presupo~e~~_-
. Volosinov, por su parte, trae el concepto de "discurso "... Lati'sencia del texto que representan. ~Citar implica un
infOhnado" (Reiy'ortea~peecli7. Se traf(Caelocrae'xpr~- '/regreso a la fuente, dice Susan Stewarf(Nomense; 122).----
sIOñ que pettenece a otro y que fue originada en"otr-o~ '(Ver-también Eagleton, Literary Theory, 78). Y por lo
contexto. Al encajarse dentro de un nuevo texto~ con- tanto hacen evidentes las relaciones de intertextual1dacl
serva su contenido referencial, y, por lo menos en parte, Smith llama la atención sobre aquellas ocasiones en
su integridad lungüística. El habla del autor, al incorpo- que afloran a nuestros labios (o a nuestras plumas) fra-
rar otro habla, pone en juego relaciones sintácticas y ses, versos, inclusive párrafos, no como citas conscientes,
estilísticas para lograr su asimilación (Marxism, 166). sino como "envases prestados" para expresar nuestros
En general, afirma Reyes, quien cita se coloca al mar- pensamientos. Estos envases lingüísticos contienen resi-
d gen, cede la palabra, y en ciertalOrma-; <+~~~ r~i2.o~:: duos del significado y del contexto original (Margins,
sabiliza". Pero lo hace con una intención que va desde 64 - 65). Muchas veces, estas situaciones narrativas que
. la identificación con el texto citado y con su autor, se repiten, mueven el desarrollo de la trama en el relato;
hasta la refutación, pasando por todos los modos de o constituyen la noción misma del poema. Puede tra-
distorsión del original para adecuado a la necesidad co- tarse de fórmulas que se toman de un almacén general
municativa (Polifon{a, 35). Así, el autor puede, por un) que pertenece a la tradición: en el libro ya clásico The
lado, citar a su personaje o dejado hablar, o una mezcla ( Singer of'Tales de Albert Lord, quien fue el continuador
de ambos; y por otro, dejar "hablar" textualmente a ) .. de los estudios de Milman Parry sobre la composición
otros autores, o mimetizar su discurso con mayor o
menor fidelidad. Las posibilidades son infinitas. f,
de cantos épicos en Yugoslavia, se muestra cómo los
cantores, en su mayoría analfabetos, componen exten-
~-- .----
,-

126 Alvaro Pineda Botero Teoría de la novela 127

sas obras en el momento de la enunciación oral, a forma de microestructuras poéticas con elementos fijos
partir de un "almacén de fórmulas" o frases semihechas, y variables, como una matriz de posibilidades expre-
que el cantor conoce de memoria, y que cambia o sivas que se extiende de texto a texto (Essai, 82-96).
modifica de acuerdo a las circunstancias. Cada obra con- Los proverbios y refranes participan también de estas
tiene por 10 tanto expresiones que se repiten en otras características. Baibara Herrnstein Smith comenta sobre
composiciones del mismo cantor, o de otros cantores. su fuerza hipertextual y explica que 10 que las hace inte-
Este almacén constituye su repertorio. resantes es el hecho de que no evocan un contexto
Algo parecido puede suceder e-n el discurso escrito: particular, no implican un hablante específico que reac-
Stephen Cilman sugiere que Caldós, con los años, llegó a ciona a una circunstancia histórica. Son como las fórmu-
conformar un almacén de fórmulas, 10 que explica su las de cortesía, listas para ser usadas en una variedad
prodigiosa producción novelística. Dice Cilman: "unos amplia de circunstancias por diferentes hablantes o
episodios brotaban de otros, unas novelas de otras... to- escritores (Margins, 68). Es decir, sugieren un habla sin
maba intuitivamente los materiales que necesitaba de hablante. Los proverbios y refranes, los topos y motivos
un inventario de fórmulas novelísticas" (Galdós, 210, son anónimos; se desconoce el autor y la ocasión origi-
213). Cilman llama la atención además sobre ciertas nal. Son, como afirma Smith, "propiedad colectiva
coincidencias de detalles descriptivos y de argumento como la rueda y el fuego" (70). Estas expresiones verba-
entre Fortunata y Jacinta y Les Rougon Macquart de les,no tienen contexto y por eso son tan adaptables.
Emilio Zola. y -concluye: "cuando leemos una frase que :-1~-' "'Para Wolf an Iser el "repertorio" es aquel territorio
nos gusta, inconscientemente la almacenamos en una,_. -'Jam1Har-en el texto. Puede estar en orma aereferen"cias .

cámara de modelos" (226)3 . . "


.h-irabaJ(;s"-añteao~-:-a- normas '-soéiaTeS~---hlsiÓflcas--'o"'-
Cuando hablo o escribo uso también un repertorio de ~..!!lturales,de las que el texto ha emergido. Constituyen
fórmulas aprendidas que sustituyo o cambio de acuerdo una realidad evocada que no sé limita a la página escrita.
a las ooasiones. Los topos, según Paul Zumthor, son y al aparecer en el texto, no son meras réplicas: su pre-
parte de ese repertorio o almacén cultural; son marcas sencia usualmente implica algún tipo de transformación
que reflejan la fuerza de la tradición. En los textos lati- (The Act, 69).
nos, por ejemplo, hay secuencias de frases hechas En relación con la literatura antigua encuentro una
para describir los cambios de estación, los paisajes, el idea similar en Meditaciones del Quijote de José Ortega
paso del tiempo; los sentimientos humanos, las edades y Casset:
de la vida, los juicios estéticos y morales. En suma, todas
las condiciones de la existencia. Sirven además para la
El stock de mitos que constituían a la vez la religión,
articulación de la obra: el exordio, la falsa modestia, el la física y la historia tradicionales encierra todo el material
anuncio de cosas increíbles, para invocar a las musas, poético del arte griego(oo.) el poeta tieneque partir de ély
para terminar los capítulos. En algunos casos toman la dentro de él moverse. No cabe en la mente de estos hom-
bres que pueda inveritarse un objeto poético, como no
3. En el apéndice presento algunas "coincidencias" de este tipo cabría en la nuestra que se fantaseara una ley mecánica
en las obras de varios escritores latinoamericanos. (oo.). Homero no pretende contar nada nuevo. Lo que él
~-'".

128 Alvaro Pineda Botero Teoría de la novela 129

cuenta ya lo sabe el público y Hornero sabe que 10 sabe. Encuentro el germen de esta fórmula, aunque con
Se trata simplemente de una labor artística (...), de una sentido diferente, en la poesía de Francisco de Quevedo.
virtuosidad técnica (110-111). En el soneto "Représentase la brevedad de lo que se vive
y cuán nada parece lo que se vivió", se lee:
. Por eso no siempre es fácil responder a la pre~l!.!!t~
.J}e quién habla en cact~<;:pr;mpntodel1exto. La obra lite- Ayer se fue; Manañano ha llegado;
. raria, y en especial la novela, es un incansable aparecer Hoy se está yendo sin parar un punto:
de voces de distintos orígenes. Las voces citadas se con- Soy un fue"un será y un es cansado (Poesfa, 158).
funden con las que citan. Unas y otras se cruzan y entre-
cruzan, entrechocan y retuercen y es una de las causas Juan Coytisolo usa el primer verso del anterior terce-
de la multiplicidad de significados en el texto. to como epígrafe para su novela Señas de identidad; re-
Encuentro en la tradición literaria española y latino- pitiéndolo en el interior del texto: "Varios años han
americana una expresión que ha sido usada unas veces transcurrido desde' entonces y si, esperanzado y andra-
como cita o epígrafe, otras como "envase prestado", joso Ayer se fue, Mañana no ha llegado" (199).
que me parece ilustrativa para resaltar cómo la cita, el Otro soneto de Quevedo, "Signifícase la propia bre-
epígrafe o la nota pueden ampliar los límites del signifi- vedad de la vida...", dice:
cado, ofreciendo una filiación del texto, un terreno Ya no es ayer; Mananano ha llegado;
conocido al lector, y enlazando múltiples obras en la /" ,; ."í
Hoy pasa, y es, y fue, con movimiento
cadena hipertextual. Se trata del verso "hoyes siempre }" que a la muerte me lleva despeñado (160).
o
todavía". 4;,"i~~
En "Proverbios y cantares" (en Poes(as completas) Juan Ramón Jiménez recogió las fórmulas anteriores
Antonio Machado lo utiliza varias veces (con variacio- en el siguiente verso:
nes):
Esto es el hoy todavía y es el
Mas el doctor no sabía mañana aún (Pájinasescojidas,33).
que hoyes siempre todavía (202).
Cedomil Coic, en su Historia de la novela hispano-
Déjale lo que no puedes americana utiliza como epígrafe "no ser siempre íoda-'
quitarle: su melodía vía", frase que proviene en este caso de Ernesto Mayz
de cantar que canta y cuenta Vallenilla.
un ayer que es todavía (207).
Jorge Luis Borges, en su poema "El tango" también
1::1usa:
El adjetivo y el nombre,
remansos de agua limpia,
son accidentes del verbo ¿Dónde estarán? pregunta la elegía
en la gramática lírica, de quienes ya no son, como si hubiera
del Hoy que será Mañana una región en que el Ayer pudiera
del Ayer que es Todavía (224). ser el Hoy, el Aun y el Todavía (Poemas,75).
~

Teoría de la novela 131


130 Alvaro Pineda Botero

También Octavio Paz en Libertad bajo palabra: --hechos u opiniones específicos de fuentes exteriores
escritas o no; b) las que comentan o amplían el discurso
Hoyes ayer y es siemprey es deshora(37). principal con un' material que el autor considera impor-
tante, pero que siente que entorpecería la fluidez si lo
Una colección de dramas de Lucía Fax se titula: Ayer incluye en el texto; ~J para referenciar otra~,...2arte~del
es nunca jamás. Macedonia Fernández usa una imagen 1]i~o texto, para enfatizar lo ya dicho o anticipar lo que
se dirá; d) para consignar frases de agradecimiento. Las
parecida en Museo de la novela: "ser otro todavía en el
hacerla todo por un otro" 01). Por su parte, Gonzalo categorías a yCSoñleft:renciales; las b-yason de con-
tenido (Manual, 26). .
Rojas en su poema "Por Vallejo" dice:
Las notas eruditas no están incorporadas al texto,
Ya todo estaba escrito cuando Vallejo dijo: pero son dependientes de éste y se desempeñan como
- Todavía. actos interpretativos o críticos, y al mismo tiempo, seña-
y le arrancó esta pluma al viejo cóndor lan hacia el mundo exterior de la obra (sobre todo las de
del énfasis. El tiempo es todavía, la categoría a) en un esfuerzo por relacionar -contex-
la rosa es todavía y aunque pase el verano y las tualizar'- el texto presente con los ausentes citados. Así,
estrellas ' / la nota busca (ofrece) un punto de encuentro para el
de todos los veranos, el hombre es todavía. . .,lector, el autor y los autores citados. Son un suplemento
("Por Vallejo", 84). : al texto. Enfatizan su carácter verdadero. Vistas desde
esta perspectiva, las notas son como remaches que unen
Epígrafes con aclaración de fuente o simple repeti- los eslabones de la cadena hipertextual.
ción más o menos fiel: cada discurso se ha hecho atribu- Las notas son por lo general eS.9...l!~II1_~!,!!;.él.~,",_g.~.~J2!~-
ción o apropiación de otro. Unas veces, fórmulas del sÍón condensada, y por lo tanto no llegan a constituirse
almacén de la cultura; otras, desarrollos de la imagen , -'~curso. Permanecen al margen; clarifican,
con variación de significado, ya que el nuevo sentido no señalan, refuerzan. Algunas veces, como los prólogos;
sólo puede ser diferente al de los anteriores, sino hasta ayudan al lector, le contestan preguntas posibles. Otras
contrario. El juego consiste en recordarle al lector el veces le permiten al autor tomar una perspectiva nueva,
otro contexto y por lo tanto ampliarle el efecto de la emitir otra voz. Se hacen metadiscurso.
ficción: la cita, la fórmula, el topo, se han convertido en En los trabajos científicos o eruditos es necesario evi-
una poderosa arma intertextual: dado algún conocimien- denciar el peso de la tradlcló'il.bstO, sin em'bargo;Tiñpli-
to por parte del lector, la lectura de cualquiera de los ca' una actitud defensiva;üñ llamado, como dice Law-
textos anteriores le hará "leer" simultáneamente los rence Lipking, a "la élite de los sabios entre los que el
otros, con el efecto de lograr una interpretación amplia- autor solicita ser considerado" ("The Marginal Gloss",
da. Las fronteras de la poesía (o de la ficción) se han 639). Significan, además, la amenaza de tener que sobre-
extendido. llevar para siempre el discurso ajeno, dando apenas opor-
Las notas de pie de página han sido clasificadas PQL tunidad para que surja el propio (626).
_. ,-Kate Turatnan ~
eI1-CÜatro {,'at"eg<YFia's:':-'"ií)
132 Alvaro Pineda Botero Teoría de la novela 133

En esta forma, las notas en los trabajos eruditos son tock, hacia el texto, no hacia el mundo exterior, y su
un índice del impacto y la influencia de ciertas obras o objeto es exclusivamente impresionar al lector. Conlle-
autores, de su contribución al campo respectivo, sistema van tan solo la autoridad de la verosimilitud, no la de las
que no deja de tener sus detractores: Jon Wiener, en for- figuras citadas.
ma irónica, critica las costumbres del mundo académico La nota de ficción es, pues, una máscara ue asume ell
"burgués", afirmando que los autores más citados son autor; otra voz narrattva. ue e tener por objeto por .J
los que merecen "distinciones". Esto, dice Wiener, ha ejemplo negar o contradecir el discurso principal. Bens-
llevado a ciertas personas a citar amigos y conocidos con tC;?ck,en el artículo citado, analiza con cierto detalle las
el fin de que ellos, a su vez, correspondan las citas ("The notas de tres obras: en Tom Jones de Henry Fielding,
Footmote Fetish", 172-177). las notas son una prolongación de la voz narrativa. En ,-
Es importante diferenciar sin embargo las notas eru- Tr!§.!!am Sb4ndy de Lawrence Sterne, la oponen, con-
ditas en textos científicos, filosóficos o ensayísticos, de fradicen, socavan. Llaman la atención sobre el material
las notas en la poesía y en los textos de ficción, que son escrito, sobre el proceso.-a-e-escrit5ifTañoverámisñi'a::"En-'---'
las que en realidad interesan en este estudio. Empero, Pinnegans Wake de James Joyce, las notas desarrollan
me ha parecido necesario incorporar algunas observacio- un discurso paralelo (205). Situaciones similares encon-
nes sobre las primeras para resaltar el efecto de las se- tramos en la narrativa latinoamericana:
gundas. ",
/' En el cuento "Diógenes también" de Augusto Monte-
Dice Shari Benstock que la nota erudita (referencia}) 'rroso, la voz narrativa dice: "mi primera víctima... fue
otorga autoridad al discurso por venir de fuera, por .' nuestro propio perro, cuyo nombre, demasiado deni-
estar respaldada por figuras anteriores reconocidas po~r'la' grante, demasiado perruno*, no quiero declarar aquí".
cultura, por continuar unas formas de pensamiento que El asterisco remite al pie de la página, en dónde está es-
vienen del pasado. Por el contrario, la nota de ficción, crita sin ninguna explicación la palabra "Diógenes"
por ser ficción ella misma, produce autoridad simple- (Obras completas, 67). Se trata, no de una nota referen-
mente por el hecho de extender los límites de la fic- cial sino de contenido. ¿Quién habla en la nota? La voz
ción, al hacer más grande y complejo el mundo ficticio narrativa se ha escindido como si ahora hablase "el
de la obra ("At the Margin of Discourse", 220). otro"; una subconsciencia que contradice a la concien-
". Las notas de ficción son, claramente, uI!leflejo~Jas.. cia, como cuando alguien quiere esconder un secreto,
, eruditas, y comparten con ellas algunasde sus ~aracteris- pero es tal su ansiedad que "se le sale" sin querer. Hay
ticas: sirven de referencia, son marginales, producen un intento de represión en el discurso y una fuerza sub-
ambivalencia respecto a la voz narrativa. Pero su coñdl- versiva en el marco. Este es un ejemplo claro de la afir-
'. ción más sobresaliente es gue pertene~~n al,I1mndo de la'-- mación de Herbert Marcuse de qJle "ras e~crltJlrHSal
ficción. Podrán ofrecer nuevos significados, nuevas iden- - margen son subversivas al texto" (The Aesthetic Dimen-
, tidades, presentar nuevos acertijos o nuevas fuentes sion, Xl). Debe at;lotarse además que la voz subconscien- (
del discurso. Inclusive, podrán nombrar autores y obras te en el ejemplo de Monterroso es la misma que habla
de reconocida autoridad. Pero .su origen es un acto crea- en el título. Así, título y nota, como partes importan-
tivo más que crítico. Se orientan; como observa Bens-~
134 Alvaro Pineda Botero Teoría de la novela 135

tes del marco, se refuerzan para contradecir al discurso Nota del comentador: Este cap(tulo de las confesiones
principal. de Erdosain me hizo pensar más tarde si la idea del crimen
Esta nota está al pie de la página. El espacio inferior a cometer no existía en él en una forma subconsciente, lo
está representando el nivel subyacente de la conciencia. que explicart'a su pasividad frente a la agresión de Barsut
Tal nivel, sin embargo, bien pudiera representarse en el (Los siete locos, 168). (Los énfasis son míos).
texto mismo, con efectos tal vez más intensos: en TTT
se lee: "ni putas rameras, ni crudos exhibicionistas" (192); Comentador: la voz narrativa toma una nueva forma;
"la conpun común hembra de la especie" (199); "se ha- es el autor disfrazado ahora de "comentador", quien ejer-
bla Español inglés" (193). Las palabras "pu ta", "conpun", ce una función metadiscursiva explícita.
"Español" han sido tachadas, pero sus rasgos siguen visi- Capítulo: implica una conciencia de literatura, no de
bles. "Rameras" atempera la crudeza de "putas" pero al cosa real. Revela un acto de lectura posterior al de la
mostrar la huellas de ésta, indica vacilación al escoger. escritura, cuando el texto ya ha sido editado y dividi-
"Español", al estar tachado y sustituido por "inglés" ilus- do en capítulos. Es una manifestación de la Cinta de
tra la creolización del habla en ciertos sectores de Cuba en Móbius: desde el texto mismo se categoriza al texto.
la década del cincuenta. Podría especularse que en "con- Confesiones: similar al comentario anterior. Califica
pu", la partícula "pu" estaría relacionada con "puta", ;, un trozo de escritura asignándole un género.
La fuerza superficial reprime, la profunda subvierte, y esta .. .,; Me hizo pensar más tarde: el autor parece meditar
lucha causa slips 01 the pen, que como afirma Derrida I
sobre lo ya escrito. Revela un momento posterior al de
, .'" ".
hablando sobre la obra de Freud, son similares a los ~slips
".'. ..
la escritura principal. Anacronismo.
~.

01 the tongue (Writing and Dillerence, 230). Desde otra Subconsciente: Analiza sicológicamente al personaje.
perspectiva, se trata del fenómeno que analiza Adrián G. Trata de motivar los hechos futuros de la trama.
Montoro en relación con el título de TTT: <\vocesque se Explicaría: justifica el desarrollo de la trama y el
traban (como quien "traba combate" y también ,en el comportamiento del personaje. Anticipa. Crea expectati-
sentido de trabar a alguien, es decir, sorprenderlo in va en el lector sugiriendo hechos que sólo serán narrados
fraganti) en pugna o en acuerdo inestable unas con otras en etapas posteriores, recurso similar al que utilizó Gar-
y cada una consigo misma" ("Adivinanzas y trabalen- da Márquez en la primera frase de Cien años (capítulo
guas", 136). anterior) .
Las n~~$_.illu:2.iede página de carácter subversi~_()Lg~~ En la nota segunda del capítulo 1I, el comentador
-
~ nOlñ1Plican referencia sino que --., ~_.,.,...~._'~--'~..~.._'-.
mf6fiñañ', son frecuen- anuncia la imposibilidad de incluir toda la información
-- tes también en la obra ,CIe'"'Rü15'eftoArIt. En Los siete en la obra presente: será necesario escribir otro libro
locos hay un constante ~VlmIent6'd'e'Tron-teras produ- "tan voluminoso" como Los siete locos, que se llamará
cido por las máscaras que usa la voz narrativa y ofrecen Los lanzallamas, y que incluirá "sucesos extraordinarios
el efecto de la trabazón de voces de que habla Montoro. como la prostituta ciega, el hombre en compañía de
Veamos la primera nota de la novela: Jesús y la fábrica de gases asfixiantes" (196).
. Más adelante aparece otra nota, ahora "del autor",
para justificar ciertos hechos y declarar que "no han
.'
Teoría de la novela 137
136 Alvaro Pineda Botero

sido tomados de la realidad", porque fueron escritos das", con el efecto de suprimir los límites de la cultura
entre 1928 Y 1929, es decir, antes del "movimiento re- (Las letras de Borges, 188).
volucionario del6 de septiembre de 1930" (223). En un artículo anterior Molloy había expresado ideas
En resumen, la novela ofrece un sistema de 13 notas similares. Siguiendo a Marcial Tamayo y a Adolfo Ruiz
(doce del "comentador" y una del "autor") que enmar- Díaz, afirma que las notas pueden ser "ornamentales" o
can el discurso principal, anticipan respuestas y anun- "argumentales". Las primeras, "intercaladas prestigiosa-
cian otra novela. Juegos de voces, máscaras e intertex- mente, son un alarde de erudición del autor, y a menudo
tos; diálogos y anticipos que enriquecen la obra compli- son gratuitas desde el punto de vista de la información
cando la ficción4 . pura". Las argumentales, por el contrario, informan al
,~orges utiliza estos recursos con resultados lector ("Distancia", 30). Más adelante afirma esta escri-
__~orprendentes:-En el cuento ~erS1Qti~id.~Il.lcl~§~' tora que el efecto en el lector de ambas categorías de
, (e'n¡Néc¡¡;¡:¡¡S,'17 5-182),..hay dos notas de pie d.~-P?gi[l(l, notas es crear una caricatura.
un epígrafe e infinidad de citas en et tex.tQ,.Solamente --
Por el contrario, Rafael Gutiérrez Girardot escribe:
-en-et epígrate'yéfprune-i- pÚraf~-;~ mencionan las si-
Borges no invoca autoridades ni su cita significaelogio, ni
guientes obras y autores: T .E. Lawrence, Basílides, Nils
Runeberg, Dante, Satornilo, Carpócrates, Liber adversus pretende dar testimonio de saber. Antes por el contrario;~
,citas de Borges tienen una función estética son arte 'd 1
omnes haereses, Syntagma, Kristus och Judas, Den ,juego, s~ a co lrmaClOn ... de su escepticismo esencial
hemlige Friilsaren, Emil Schering,Der heimliche Heiland. .' que hace medir las ideas filosóficas y religiosaspor 16 sin-
Esta proliferación de nombres tiene una función tpa7"" gular y maravilloso que éstas encierran (...). Las citas son
recida a la de los nombres imaginados de Proust, que flatus vocis, máscaras, juego, porque eso son también las
por conformarse con la topo nimia francesa, adquieren ideas y los conceptos. La cita se convierte en alusión (...),
fuerza de verosimilitud (capítulo IIl). En Borges se alude a otros textos posibles o reales, a combinaciones de
trata también de "toponimias" verosímiles (o posi- formas y juegos (...), se convierte en parodia (Jorge Luis
bles) que se acogen a la tradición cultural y que también Borges. Ensayo de interpretación, 78).
amplían los límites de la ficción; ecos de diferentes lite-
raturas, épocas y estilos que complican el mensaje. Molloy, al afirmar que son "prueba de erudición",
está coníundiendo la naturaleza de las no'Eis'~erod1fa'S'H'
Estas prácticas de Borges han sido bien estudiadas.
Afirma Sylvia Molloy que 8Q!:gescita "irrespetuosamen~ 'con Ía-CfelascI"e-flcc16ñ:-'Sir; embargo, ambos autores
!~", que "sacude entusiástamente el probh:~mátiéoa~da- "negan a la-misma conclusión: ironía, parodia, caricatura.
,.miaie de la erudición",~_ieúI2~-'~~~oti'~~~[<?>-¿I~S-Qiden En efecto, este tipo de notas otorga al discurso de
citas y referencias conocidas, desconocidas o inventa- Borges un carácter irónico; la lista de referencias del
cuento citado ofrece muchas entradas reconocib1es para
cualquier lector más o menos culto. Encontrará otras en
4, Otro ejemplo en este sentido es el análisis que hice de las diccionarios o enciclopedias. Las restantes seguramente
notas al margen Y pie de página en Morirás lejos en el capítulo II.
Las voces al margen destruyen la credibilidad del tex to y amplían son inventadas. Las reconocibles o comprobables, sin
las fronteras de la ficción. embargo, ofrecen una forma de señuelo a la verosimili-
,.. ",.,..".

138 Alvaro Pineda Botero Teoría de la novela u,

tud: en un primer momento parecen incrementar el rea- una forma de metadiscurso, de marginalia. Se trata, en
lismo y la autoridad del texto pero se crea una tensión todos los casos, de una manifestación dialógica.
entre el discurso ficticio y la nota "científica". En la lec- . Lawrence Lipking distingue entre la glosa y la margi-
tura de toda obra literaria hay un código implícito com- nali~: fa glosa'corresponde a la necesi~ar a una
partido entre autor y lector: "esto es ficción", y por lo ex licadoii.total, cerrada; las traducciones que proveen
tanto, todo lo que contiene la obra aumenta su verosi- 'tanto el origina como la versión podrían considerarse
militud, no su "verdad" o "realidad". Borges, con la formas de glosa: cada palabra recibe una explicación.
desproporción de su aparato erudito, juega con las Son glosas también las ayudas que en los manuscritos
posibilidades inmensas de la cultura (o de las culturas), medievales, y en otras formas primitivas de impresión, se
produciendo una abrumadora sensación de impotencia ponían como encabezamientos para orientar al lector.
en la mayoría de los lectores. Paradójicamente, esta Hoy en día estas inscripciones han pasado a los índices,
sensación es motivo de gozo para el lector "vencido", y siguen unidas al texto a través de la numeración de
quien reconociendo su ignorancia, se deja llevar por la las páginas. La glosa sirve para afirmar la relación entre
magia del discurso así configurado. En consecuencia, la la parte }LelJ---ocro~ra dar ei sentido de oDra completa.'
nota de Borges se hace parodia de la científica y en vez A través de este tipo de glosas es posible tener la imagen
de señalar hacia el mundo exterior, revierte sobre el de totalidad, el argumento sin detalles de la obra.
texto, ampliando sus fronteras, agregándole compleji- '.. Esa búsqueda de totalidad podría ejemplarizarse con
dad~refinando sus mecanismos de verosimilituds . ,. .la Biblia: el Nuevo testamento es una "glosa perfecta"
'del Antiguo testamento ("Marginal Gloss", 622). O con
'la concepción medieval de que todo texto puede ser in-
En la parte final de este capítulo quiero referirme a la terpretado en cuatro niveles: literal, alegórico, moral,
~sa marginal y a la marginal~a. Por ejemplo, los profe- anagógico (Dante, "The Banquet", 121). Si cada nivel
sores calIfican, comentan, contradicen, complementan se redactase en una columna, se obtendría una construc-
los trabajos escritos por sus alumnos, ejerciendo una ción con la "significación total". Cada columna sería
función metatextual y crítica. El escritor, al revisar sus una glosa de las demás, y todas juntas la totalidad del
manuscritos, efectúa un trabajo similar. Además agrega, texto. - ~
suprime, traslada textos. Es una etapa esencial en el c;L ,:..L,¡jiar~inalia&ot el contrario, son las huellas dejadas
~libro por otros lecto~s. Muchas veces son frases al
proceso de la producción del libro. Lo mismo puede
1
.

afirmarse de la labor de editores y correctores. de prue- borde de lo ininteligible, o de 10 subconsciente, genera-


bas. En general, casi todos los lectore.slo" haceñya que la das en otra conciencia como reacciones al texto. ."--,
Son
costumbre tan difundida de subrayar textos es también como palabras oídas al azar en una calle concürridéi,
palabras mas preClOsaspor ser descoQocid..a...la...me.l1.t.e,..en
. que fueron generadas. --
5. Ejemplos eminentes del uso de notas en la novelística latino- ---:LaJ.iiargiriilIIf'cc)"ffe'sp.of!de a un ~iadQ__JD.en.taLoon.=-"
'
. " v~ ,,/ r"nrpmo de Augusto Roa Bastos y El beso de ~§i.J?L~~t~_"J?~§..~~!~.!_~Ji.~~~~- .~~-_.!p:~~~in~gau
busca continuación.
---....-----... La mente no puede soportar la
I"~

;
140 Alvaro Pineda Botero Teoría de la novela 141
I

!
idea de llegar a un final (que significa muerte). Por eso, Clasicismo, por ejemplo, es de carácter centrípeto; el
la marginalia, que se instala en los márgenes blancos del Romanticismo y el Barroco son centrífugos. La literatu-
libro, sugiere que allí no ha terminado la obra, que aún ra moderna tiende a la dispersión y a lo fragmentari06.
es posible seguir. Un texto siempre tiene un complemen-
to. Si el texto principal busca ser terminante, la margina-
-
J erome Christensen, por su parte, utiliza el término
. ..

margmaTIa enou<:)" senLidu:"-At-dtscutlrsó15te hi posibi-


. .w""""" ",,-

lia 10 deja abierto e inconcluso. Cada inscripción requie- lIdad de plagio enTi obra decolendge, ~!IQij1J~ÜiÜriiÜ:g~-
re otra inscripción. Por eso, el espacio del margen nunca 'ñaITaeJ-'cori]unlo"-a'e-'IeX1OS-1omadü'sde
otIQ.~_éi\JloIes.
será suficiente (Marginal Gloss, 611). Tro.zos a'enos que como partes de un mos<!!co.,-.~nJnULa
Las márgenes, pues, no son un vacuum sino un -constituir un nuevo to o coliereñ1e"'T"'CoIeridge",928).
pTémim. En el margen se practIca el atteae la dlgres16h," De otro lado, CharlésPfüñUñer propone distinguir entre
"'- Facilita 1a'expresión del pensamiento generado espontá- "colofón" y marginalia, en relación con los manuscritos
neamente. Proporciona un espacio, no tanto para que el gálicos medievales. Colofones son las -notas del "escriba
lector muestre sus conocimientos, sino para que demues- original", marginalia las de otros escribas que copiaron y
tre que está vivo (651). El margen no termina; se aban- comentaron el manuscrito, y las de los lectores ("Colo-
dona. Significa que no hay explicación última, que toda phones and Marginalia of Irish Scribes", 15).
obra, en sentido estricto, carece de totalidad. Plummer describe las notas dejadas por los copistas:
. La distinción entre glosa y marginalia que propone . invocaciones a Dios y a los santos, petición al lector de

LiPkIñg-es-SügeSfiVayeSfaCilcredoCüñ1.enrar:-eüfr-egit ,.'" ,c.oraciones por las intenciones del escriba o del dueño del
'un texto es una glosa, comentarIo es marginalia,;..~n' ;:manuscrito, críticas al trabajo de copistas anteriores,
muchos casos, sin embargo, la distinción no es posible, ! manchas de sangre con inscripciones como "sangre del
porque la lucha entre las fuerzas totalizadoras y las de dedo de Melaghlin" (17). Estas situaciones no parecen
dispersión de toda conciencia están presentes en los excepcionales: los manuscritos españoles de los siglos IX
actos de escritura y lectura, y algunas veces no es dable a XI tienen anotaciones similares y en algunos casos,
determinar cuáles priman. - hasta el retrato de los copistas: en la última página de la
,Se establece, pues, un<iilucha entre la parte y el t~ Biblia de León, de 960, aparecen los retratos de los
entre la unidad y la dispersión. De allí resulta la co~ monjes Florentius y Sanctius, identificados como maes-
plejidad estética del texto literario; un doble proceso: tro y discípulo respectivamente. La Biblia de Tábara de
el universo cerrado de la obra versus la idea de 10 parcial, 970 trae una representación del sitio de trabajo en el se-
de 10 incompleto, de 10 abierto del trozo. Este juego de gundo piso de una torre. El escriba principal, Emeterius,
contrarios, dice Eduard Stankiewics, se encuentra en toda está sentado en el centro, su asistente Senior, a la iz-
obra literaria, y es lo que le da su carácter dinámico. Stan- quierda, y a la derecha, otro ayudante no identificado
kiewics ofrece una clasificación de las formas poéticas a que prepara una piel de carnero para ser usada en la
partir de tales ideas: la tensión entre el todo y la parte,
la sucesión y la simultaneidad, la unidad y la diversidad
corresponden a las fuerzas "centrípetas y centrífugas" 6. Algo similar propone Erich Kahler en The Disintegration of
("Centripetal and Centrífugal Structures in Poetry"). El Form in the Arts.
1'" ~

Teoría de la novela 143


142 Alvaro Pineda Botero

Posteriormente Poe editó estas notas en el libro Mar-


escritura (Ver John Williams, Early SpanishManuscript ginalia. Sin embargo, al coleccionarlas en un texto sepa-
Illumination, 16-45). Dado el carácter anónimo de la li- rado, encontró que su mayor dificultad era transferir
tera tura de la época (cap ítulo IV), la marginalia medie- "el contexto del texto" de. la nota (Marginalia, 3): en
val se convierte en una especie de firma; una manera de muchos casos tuvo que "rehacer la nota para que conser-
dar un toque personal al trabajo efectuado, Y por lo tan- vara siquiera una sombra de lo que significaba" o citar
to, una huella de diálogo, huella que otorga un contexto extensos trozos del texto original. Finalmente se discul-
histórico a tales trabajos. Plummer concluye que hoy en pa: "el sentido esencial de la nota marginal es su sin sen-
día muchos manuscritos medievales pueden ser clasifica- tido" (4).
dos, fechados, validados, con la ayuda de tales notas La dificultad que experimentó Poe para desprender la
("On the Colophones", 11-42). nota de su contraparte es comprensible. Por ser la expre-
-~ guien ~ribe en el margen está~~~~ sión de una de las partes del diálogo, necesita la contra-
dialogQ. Si entendemos la comunicación veroadera como'" parte para su total realización. En este caso vemos la
diálogo, la marginalia es expresión escrita de las respues- misma situación que ocurre en los pergaminos de La
..-
tas de uno de lOs participante. a la vez, expresíOñ'
-"--...-.-. Ilustre fregona de Cervantes. Las letras consignadas en
de haberse completado el acto literari2.:... e parece que cada uno de los pergaminos, por sí solas, nada significan.
así lo entendía ya en 1657 Baltasar Gracián cuando . SE( llega a la frase al juntarse los trozos de pergamino.
escribió en el prólogo de la tercera parte de El criticón: ,-" Las letras, como la marginalia de Poe, carecen de signifi-
D .', ..
l'cado fuera de su contexto 7 .
Al que leyere:
( ...) . Otro caso de marginalia coleccionada por el mismo
Muchos borrones toparás, si 10.quisieresacertar: haz de autor es el de Pererga and Paralipomena de Arthur
todos uno. Para su enmienda te dejo las márgenes desemba- Schopenhauer, que fue traducido al inglés por E.F.
razadas, que suelo yo decir que se introdujeron para que el Payne y publicado en dos volúmenes. El primero contie-
sabio letor las vaya llenando de lo que olvidó o no supo el ne, según Payne, "la Parerga, es decir, los trabajos suple-
autor, para que corrijaél lo que erró éste (Obrascompletas, mentarios" y el segundo, "la paralipómena, o sea,
831-832): "aquel material omitido en la estructura principal de las
ideas de Schopenhauer" (XI). No queda clara la diferen-
Edgar Allan Poe también era aficionado a la práctica cia entre unos y otros que justifique dos categorías. En
de la marginalia: el prefacio de la edición de 1850 dice Schopenhauer que
Siempre he solicitado a los editores de mis libros que
dejen márgenes amplias (...) por la facilidad que ofrecen de
7. Otro caso de interés es la marginalia escrita por el DI. Jona-
garrapatear (pencilling) pensamientos, diferencias de opi-
nión, comentarios críticos generales. En mi caso, cuando lo tl.1an Swift en el libro Medulla Historiae Anglicanae de Howell, y
publicada por primera vez en 1958 por Francis Man1ey. Manley
que quiero anotar es más de lo que cabe en el espacio estre- sugiere que en estas notas se encuentran muchas claves para la inter-
cho del margen, lo hago en una hoja que adjunto entre las pretación del libro de Swift, The History of the Four Last Years
páginas, asegurada con un poco de goma de tragacanto of the Queen. Ver PMLA, 335-338.
(Marginalia, 1). ..1."
i"
!
140 Alvaro Pineda Botero Teoría de la novela 141
I

idea de llegar a un final (que significa muerte). Por eso, Clasicismo, por ejemplo, es de carácter centrípeto; el
la marginalia, que se instala en los márgenes blancos del Romanticismo y el Barroco son centrífugos. La literatu-
libro, sugiere que allí no ha terminado la obra, que aún ra moderna tiende a la dispersión y a 10 fragmentari06.
es posible seguir. Un texto siempre tiene un complemen- Jerome Christensen, por su parte, utiliza el término
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to. Si el texto principal busca ser terminante, la margina- margmauaen-Off<)' senLido;7\t-discutir"SóBfe la posibi-
lia 10 deja abierto e inconcluso. Cada inscripción requie- lIdad de plagio enTa obra decolenage;cr~TIQmiijiÜiiiIgf--'
re otra inscripción. Por eso, el espacio del margen nunca 'ñalia el éonJunto"(Ie"fex1OSt-omacl'os"cté-otro~..Jl.uJoxes.
será suficiente (Marginal Gloss, 611). Trozos a'enos que como partes de un mosaicQ,L.~nt!!!!Ul
Las márgenes, pues, no son un vacuum sino un "constituir un nuevo to o cóhereñté'T"CoTe'ridge", 928).
plenum. En el margen se practIca el arte~de la dígreslcm.'-, De otro lado, Charles Plummer propone distinguir entre
' pacilita la expresión del pensamiento generado espontá- "colofón" y marginalia, en relación con los manuscritos
neamente. Proporciona un espacio, no tanto para que el gálicos medievales. Colofones son las 'notas del "escriba
lector muestre sus conocimientos, sino para que demues- original", marginalia las de,otros escribas que copiaron y
tre que está vivo (651). El margen no termina; se aban- comentaron el manuscrito, y las de los lectores ("Colo-
dona. Significa que no hay explicación última, que toda phones and Marginalia of Irish Scribes", 15),
obra, en sentido estricto, carece de totalidad. ' Plummer describe las notas dejadas por los copistas:
. La distinción entre glosa y marginalia que propone ' ,
invocaciones a Dios y a los santos, petición al lector de
LIPk1ñg-essuges1iVa-yersaélidedé)"Cillñéntaf:-Coffegií' , , 8..-""O'raciones por las intenciones del escriba o del dueño del
, un texto es una. glOsa, comentarIo es mafginalia,¡;.J?n' 'manuscrito, críticas al trabajo de copistas anteriores,
muchos casos, sin embargo, la distinción no es posible, .manchas de sangre con inscripciones como "sangre del
porque la lucha entre las fuerzas totalizadoras y ÚISde dedo de Melaghlin" (17). Estas situaciones no parecen
dispersión de toda conciencia están presentes en los excepcionales: los manuscritos españoles de los siglos IX
actos de escritura y lectura, y algunas veces no es dable a XI tienen anotaciones similares y en algunos casos,
determinar cuáles priman. --- hasta el retrato de los copistas: en la última página de la
'Se establece, pues, un~lucha entre la parte y el t~ .-' Biblia de León, de 960, aparecen los retratos de los
entre la unidad y la dispersión. De allí resulta la com- monjes Florentius y Sanctius, identificados como maes-
plejidad estética del texto literario; un doble proceso: tro y discípulo respectivamente. La Biblia de Tábara de
el universo cerrado de la obra versus la idea de lo parcial, 970 trae una representación del sitio de trabajo en el se-
de lo incompleto, de lo abierto del trozo. Este juego de gundo piso de una torre. El escriba principal, Emeterius,
contrarios, dice Eduard Stankiewics, se encuentra en toda está sentado en el centro, su asistente Senior, a la iz-
obra literaria, y es lo que le da su carácter dinámico. Stan- quierda, y a la derecha, otro ayudante no identificado
kiewics ofrece una clasificación de las formas poéticas a que prepara una piel de carnero para ser usada en la
partir de tales ideas: la tensión entre el todo y la parte,
la sucesión y la simultaneidad, la unidad y la diversidad
corresponden a las fuerzas "centrípetas y centrífugas" 6. Algo similar propone Erich Kahler en The Disintegration of
("Centripetal and Centrifugal Structures in Poetry"). El Form in the Arts.
~"""".

.l--..-
144 Alvaro Pineda Botero
Teoríadela novelts )
todos estos trozos "no pudieron encontrar un sitio en completar o corregir) o marginalia (digresión, invitación
los otros trabajos más sistemáticos", Agrega, además, a continuar).
que están dirigidos a aquellos lectores "que estén fami- d. Dice Lipking que las notas pueden seljgnQIadas,JE,
liarizados con mi obra" (Prólogo Vol 1). Esta marginalia ITlélIgilliii1i1i~:~:EiI~~~~~~Ia'}1 ten cióÍ1 y'"am enaza divi..
testifica, :rJ:).e.-l?arece,la dificultad de poner fin a la dir la conciencia lectora. Es el emblema
._.~ '--de otra concien-
escritura(fareiii)nd Paralipomena se constituye no en cia. Afi~!!l_'!la presencia brutal <¡fel otrq:'/es una mano
el punto final dé la obra de Schopenhauer sino en di- que e-ñ-la oscUñaad';'coñ""moTiva:Clónesocultas, recuerda
gresión. atlector la existencia de un mundo por fueiatl'eltexJ6
En resumen: ( 648}:--'-'."'---""""'-." ,.,., """' ' ,.'"--,." " ~

a. ~l discurso ajeno penetra el texto ~~ravé~ de la cita El formato y la localización, la redacción abreviada,
e.

(con las vanantes m ímicas del discurso directo eiildirec- el tipo diferente de letra, el cambio de espacios entre
to) y a través de las notas al margen. Cuando aquella renglones, la separación con una línea a lo ancho de la
permanece en el texto, implica un discurso asumido, que página, la identificación' con un número o un asterisco,
se hace discurso principal, dominante. Las nota~_almar-
,... . --"""" son todas formas de resaltar la idea de que es otra voz
.. gen (al :Qiede página~..,.glosas, marginalill.LJ2Q-L.e.L.contri. la que habla desde el margen; voz que dialoga (o que in-
Tio I habitan las orillas.1...YJ?or se:Ld~j!!l.J2Qrt'l..I"}c;ia
"secun- , vita al diálogo) con el texto; y en otro nivel, al diálogo
daria" son subv_~tSi.y.a.s.'"
"",.-- "" , ... -- .J",al!Jor-lector. De otro lado, estas mismas características
b. En el libro moderno la glosa se ha confundido en /' .. intensifican el estado de subordinación .Lft_YOLaLmax.:--..
muchos casos con la notacre pit: <te-página, tal vez~.P8r.. .. gen ~~:r.<iJ.LY.9~gel.-2!!..Q...gJ!D.~.e ~~cie-Si~'§!l129211§s:i.~!!g?_.
razones de espacio y economía. Así, son glosas aquellas (o memoria) de .11L..XOZprincipal; .~J...~'h~Q!f!,jnt~JiQr:.:~""
'- notas auto-referenciales Y3xplicativas (categorías b y c ~~a .Y.l!.~L~~E!~ÜPO..,~Y"QIQ~iiQy.=..~-_.
. en la clasificación de Turabian)g.!:!e busca~seT)tido t_Las notas,
' , "'.
como, el himen o el" ,,tímpa!1g...§y..~g!Qq.n
""'-"""",,"'.'

-..de unidad en la o~ Las notas que remiten a trabajos t.~-Q!Q.. en el ÚitÚior como" en el exte)jQTdel texto e
externos (a y d) son citas en el sentido restringido del implic'an"-üna"-sübvérs"íóñ-;"uñ-'ro'~pÚñi~n
to del concepto
término. Cumplen una doble y contradictoria función: de límite o frontera. ~!!Qlél <!~Jic..ciÓJl.,'<~.Qmo"vj,m{}sf'"
están en la base y sirven de sustento pero están subyu- revierte directamente al texto que enma1;~(l.Las notas
"..." "" " ,, ~.. "":c::- " , ..".0" . ..

gadas y son prescindibles. ocultan y revelan "las lUenfe"s-aef"discurso. Dibujan un


c. La marginalia es un discurso paralelo que pretende palimpsesto, establecen una línea invisible y siempre
estar al mismo nivel del dIscurso princIpaIy"HenepÓr cambiante que separa (une) los textos que le preceden
,~ o la continuaclOn del tex19. Puedeser-hecha por el o suceden. Cuando exclusivamente revierten al texto,
mismo autor por ejemplo, al preparar un manuscrito establecen un discurso paralelo, que además de enmar-
para publicación podrá querer incluir un nuevo párrafo) car, funciona como un contrapunto musical: la voz pri-
o por subsecuentes lectores. La nota del profesor, que es mera continúa sin interrupción al aparecer la voz sub-
una manifestación de poder, se inscribe preferencialmen- sidiaria.
te al margen, no en el fondo, y puede ser glosa (para

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