EL EJEMPLO DE ROBOAM: un corazón que no busca a Dios
2 Crónicas 12: 13-14 “13 Fortalecido, pues, Roboam, reinó en Jerusalén; y
era Roboam de cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y diecisiete años reinó en Jerusalén, ciudad que escogió Jehová de todas las tribus de Israel para poner en ella su nombre. Y el nombre de la madre de Roboam fue Naama amonita. 14 E hizo lo malo, porque no dispuso su corazón para buscar a Jehová. 1. EL EJEMPLO DE ROBOAM Roboam, hijo de Salomón y heredero del trono de Judá fue un hombre pusilánime: “…Roboam era joven y pusilánime…” (2 Crónicas 13: 7) Un pusilánime es: “Falto de ánimo y valor para soportar las desgracias o hacer frente a grandes empresas” (Diccionario) Algunos sinónimos de pusilánime: “achantado, medroso, apocado, cobarde, miedoso, timorato, vergonzoso” Esto era así, porque Roboam fue un joven mal criado y muy consentido, a las faldas de su madre, una pagana amonita. Su madre fue una amonita, gente de la cual los hijos de Israel no debían tomar mujer (pero sabemos que el pecado de apostasía de Salomón devengó de las muchas mujeres extranjeras que tuvo). Roboam fue muy influenciado por los jóvenes malcriados de la corte, también de su edad y entorno (ver 2 Crónicas 10: 8ss) 8 Mas él, dejando el consejo que le dieron los ancianos, tomó consejo con los jóvenes que se habían criado con él, y que estaban a su servicio. El temía a los que le rodeaban. El quería agradar a todos. No obstante, veremos que su pecado ante Dios no fue solamente debido a su pusilanimidad que le llevaba a temer a los demás, sino a NO TEMER suficientemente a Dios. O TEMES A DIOS, O TEMES A LOS DEMÁS. 2. LA ÚNICA VEZ QUE ROBOAM SE QUEBRANTÓ ANTE DIOS “Y los príncipes de Israel y el rey se humillaron, y dijeron: Justo es Jehová. 7 Y cuando Jehová vio que se habían humillado, vino palabra de Jehová a Semaías, diciendo: Se han humillado; no los destruiré; antes los salvaré en breve, y no se derramará mi ira contra Jerusalén por mano de Sisac” (2 Crónicas 12: 6, 7) Solamente una vez las Escrituras nos relatan que Roboam se humillara ante Dios, y posiblemente su misma pusilanimidad le ayudó a hacerlo (por lo tanto, su motivación no era 100% correcta). Esto ocurrió de la siguiente manera. Cuando una vez él se dio cuenta de que su reino estaba ya consolidado, dejó a Dios: “Cuando Roboam había consolidado el reino, dejó la ley de Jehová, y todo Israel con él” (2 Crónicas 12: 1) Como consecuencia de ese acto de rebeldía; cobarde y prepotente, Dios, pocos años más tarde ejecutó un juicio directo: “Y por cuanto se habían rebelado contra Jehová, en el quinto año del rey Roboam subió Sisac rey de Egipto contra Jerusalén, 3 con mil doscientos carros, y con sesenta mil hombres de a caballo; mas el pueblo que venía con él de Egipto, esto es, de libios, suquienos y etíopes, no tenía número. 4 Y tomó las ciudades fortificadas de Judá, y llegó hasta Jerusalén” (2 Crónicas 12: 2-4) El ataque llegó hasta la misma Jerusalén, la capital del reino. En este caso Dios les hizo saber por su profeta, el por qué del ataque del enemigo: “Entonces vino el profeta Semaías a Roboam y a los príncipes de Judá, que estaban reunidos en Jerusalén por causa de Sisac, y les dijo: Así ha dicho Jehová: Vosotros me habéis dejado, y yo también os he dejado en manos de Sisac” (2 Crónicas 12:5) Todas las confianzas de Roboam en su reino y en su bienestar se vieron fulminadas en un santiamén. DEJAR A DIOS IMPLICA QUE SU PROTECCIÓN DESAPARECE. En estos párrafos de la Escritura vemos que dejar a Dios no significa solamente apostatar deliberadamente, sino: prescindir de Él en nuestros corazones, por tener nuestra confianza en las cosas que nos rodean. Esto se llama IDOLATRÍA Vemos de nuevo la escritura: “(Roboam) hizo lo malo, porque no dispuso su corazón para buscar a Jehová” (2 Crónicas 12: 14) Ese fue la base del pecado de Roboam: no disponer SU CORAZÓN para buscar a Dios. Al no poner su corazón en Dios, lo puso en los propios medios a su alcance. Uno puede ser eminentemente religioso, y cumplidor de todo lo que en apariencia se espera de un cristiano, pero no haber dispuesto su corazón para Dios; entonces anda en tinieblas y en engaño. Esa apariencia religiosa no le salvará. Más tarde o temprano, todo será puesto a la luz. Ese fue el caso también de Roboam. Aunque se humillara un poco “Y cuando él se humilló, la ira de Jehová se apartó de él, para no destruirlo del todo; y también en Judá las cosas fueron bien. 13 Fortalecido, pues, Roboam, reinó en Jerusalén…E hizo lo malo, porque no dispuso su corazón para buscar a Jehová.” (2 Crónicas 12: 12, 13, 14) 12 Y cuando él se humilló, la ira de Jehová se apartó de él, para no destruirlo del todo; y también en Judá las cosas fueron bien. 13 Fortalecido, pues, Roboam, reinó en Jerusalén; y era Roboam de cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y diecisiete años reinó en Jerusalén, ciudad que escogió Jehová de todas las tribus de Israel para poner en ella su nombre. Y el nombre de la madre de Roboam fue Naama amonita. 14 E hizo lo malo, porque no dispuso su corazón para buscar a Jehová.
Roboam se humilló, y la ira de Dios se apartó, pero que triste que la