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LA CERBATANA

J. J. Millás

Verdades inútiles

01.08.2007

Hay cerca de la urbanización un viejo agricultor, ya jubilado, que conserva una gallina. Por la tarde, los
veraneantes acuden con sus hijos pequeños para mostrarles el animal y revelarles de dónde vienen los
huevos, pues normalmente creen que vienen de la nevera. Los padres lo hacen con la mejor intención,
convencidos de que ese conocimiento será enriquecedor para sus vástagos, pero lo cierto es que éstos
regresan a casa espantados y no vuelven a probar un huevo frito hasta la universidad. La situación se repite
desde hace tres o cuatro años sin que las autoridades prohíban al agricultor tener esa gallina de carne al aire
libre.

A veces, discuto con estos padres poseídos por un afán educador absurdo. Después de todo, resulta más
verosímil (y también más higiénico) que el huevo proceda de la nevera que del culo de ese frenético animal,
que quizá no sea de este mundo. Está la cuestión de la verdad, claro, pero todos sabemos que sólo hay algo
peor que una mentira: una verdad inútil, y ésta lo es. Por si fuera poco, tras dos horas de discusión, cuando el
crío se rinde y acepta por fin que tal vez el huevo proceda de la gallina, no hay modo de evitar que pregunte
de dónde viene la gallina. Y ningún padre tiene las agallas suficientes para colocar a su hijo frente a la
realidad desasosegante del círculo vicioso.

Realidad a palo seco

02.08.2007

La realidad arrecia. Y aunque uno trata de escribir cuentos de verano, ella te saca a patadas de tus refugios
narrativos, abandonándote en un polideportivo mental inhóspito, como el de los evacuados por el fuego. La
realidad, estimulada por el viento y las altas temperaturas, nos pisa los talones. Aunque no enciendas la tele
ni leas la prensa, se cuela furiosa por las rendijas de la vida diaria y pone la existencia al rojo vivo. En el
supermercado, una señora dice que 35.000 hectáreas equivalen a 35.000 campos de fútbol. Y un señor, que
Gran Canaria, vista desde el aire, parece una hamburguesa a la plancha. No han encontrado comparación para
los 12.000 desalojados. En lo que se refiere a los incendios, como en lo que se refiere a pateras, hemos
agotado todos los recursos retóricos durante los últimos veranos. Escribir sobre Gran Canaria o Tenerife con
un historial como el nuestro es como apagar un fuego con el tanque vacío. Nadie ha sido capaz aún de poner
las palabras precisas a este exceso de realidad. ¿Qué hacer entonces? Resistir, a ver si en una de ésas un
intelectual, un poeta, incluso un político, atraviesan el cielo a bordo de una suerte de hidroavión lleno de
palabras y las descargan sobre las quemaduras de primer grado de nuestro entendimiento. Mientras tanto,
realidad a palo seco con el desayuno, la comida y la cena. A ver si amaina.
Malditas calandras

03.08.2007

Leo un titular según el cual los bienes de equipo podrían sustituir como alternativa inversora al ladrillo. Me
adentro en el artículo para averiguar qué rayos son los "bienes de equipo", pero el autor da por supuesto que
todo el mundo sabe de qué habla y no lo explica. La expresión "bienes de equipo" me acompaña el resto del
día, como cuando se te mete en la cabeza una melodía idiota. Ceno con unos amigos veraneantes y en el
segundo plato dejo caer que la gente invierte mucho en bienes de equipo, a ver qué pasa. Pero no pasa nada.

No se han dado cuenta del cambio de tendencia bursátil. Allá ellos.De vuelta a casa doy en Internet con una
página donde venden, entre otros, los siguientes bienes de equipo: amasadoras, agitadores, básculas,
balanzas, batidoras, calandras, centrífugas, dispersores, estufas, filtros, pulmones (de acero, supongo),
tamizadoras, y así de forma sucesiva. Decido, por mero olfato de escritor, invertir imaginariamente en
calandras y ordeno una compra ficticia de 20.000. Luego voy al diccionario para ver qué he adquirido y
resulta que la calandra es la rejilla del radiador del coche. A ver qué hago ahora con 20.000 calandras
imaginarias dentro de la cabeza. Casi habría preferido que se me metiera una melodía idiota.

País de cuñados

04.08.2007

Rodar una película en las condiciones en las que lo está haciendo Woody Allen es como escribir una novela
con tu cuñado leyéndola por encima del hombro. Digo esto con la conciencia de que somos
fundamentalmente un país de cuñados (y de cuñadas, claro), con las disfunciones que ello implica. Rajoy, por
poner un ejemplo, no se relaciona con Zapatero como un jefe de la oposición, sino como un cuñado celoso
del protagonismo que su hermano político ha conseguido en la familia. Hay que ser muy zorro para trabajar
en esas condiciones, porque el cuñado lo único que quiere es que le saques en la película, a ser posible con su
nombre.

Woody Allen ha sacado de momento a Barcelona y a Oviedo, que lo han hecho suyo y le han dado cariño (y
quizá subvenciones) al modo de dos cuñadas dispuestas a poseerlo en exclusiva. Si le nombraran hijo
adoptivo de Cuenca antes de terminar la película, quizá tuviera que filmar allí también unas escenas, para no
ofender a nadie.

Él sabrá lo que hace, pero por grande que sea su talento resulta muy difícil que la observación a que está
siendo sometido por este país de hermanos políticos no influya en el resultado final de su obra, que por otra
parte estamos deseando ver.
Gato por liebre

05.08.2007

Al objeto de que Buda no siga reencarnándose, como hasta ahora, en quien le plazca, el Gobierno chino ha
decidido regular la transmigración de las almas, dando así un paso definitivo en la larga marcha de aquella
sociedad hacia la economía de mercado. La iniciativa constituye un intento de poner orden en un caos donde
las liebres se reencarnaban en gatos y los gatos en liebres, por lo que nunca sabías qué estabas comiendo.
Una buena legislación sobre este asunto permitirá además a las autoridades detectar las sucesivas
reencarnaciones de Mao y acabar con ellas antes de que monten otra revolución cultural.

Si la ley se aplica con efectos retroactivos, muchos de los actuales budas vivientes caerán de súbito en la
condición de ciudadanos de a pie. Es lo que ha ocurrido en Australia con un cuadro que llevaba cuarenta años
siendo un van gogh y de un día para otro ha devenido en un cuadro cualquiera. La decisión, en este caso, ha
sido de los peritos, no del Gobierno australiano, que carece de competencias en temas de metempsicosis. Lo
que no se puede negar es que Louis Vuitton, el de las maletas, se ha reencarnado en Gorbachov gracias a un
vacío legal al que también en esta parte del mundo deberíamos poner remedio. Otro frente que se le abre a
Zapatero.

Silencios ensordecedores

06.08.2007

Con Zaplana y Acebes sucede lo que con el motor de la nevera, que no te das cuentas del ruido que hace
hasta que se calla. Los aficionados a leer el periódico en la cocina saben de qué hablo y saben también que
durante los primeros instantes de silencio se queda uno sordo, como si lo hubieran introducido en una
campana de cristal. Pasados esos instantes de estupor comprendes que la vida debería ser siempre así, porque
el motor de la nevera crea, sin que uno lo advierta, una atmósfera hostil, incómoda, de modo que incluso las
buenas noticias de la prensa se reciben con un grado de cabreo que, lógicamente, no se merecen.

Pero lo cierto es que si falta el ruido, falta algo, aunque uno no sepa qué. Quizá usted, al ver el telediario,
notaba un vacío que sin embargo no era capaz de identificar, como nos sucede frente a una película sin
música. Pues bien, estamos en disposición de asegurar que lo que faltaba era la melodía de fondo, es decir,
las voces rencorosas de Zaplana y Acebes, que no han dicho nada cruel sobre los incendios, ni nada atroz
sobre el descenso de la esperanza de vida, ni nada sanguinario sobre los atascos de primeros de agosto, ni
nada patriótico sobre los batiscafos rusos... ¿Por órdenes de Rajoy o por problemas en el termostato? No
tenemos ni idea.
Mientras todo el mundo duerme

07.08.2007

Una niña telefoneó a un programa nocturno de la radio. A preguntas de la locutora dijo que tenía 10 años y
que llamaba desde el teléfono del pasillo de la casa donde veraneaba con sus padres, mientras ellos dormían
en la habitación Hoambredel fondo. Contó que al levantarse a beber agua había descubierto al canario en el
fondo de la jaula, con las patas hacia arriba. Tomó el cuerpo del animal para ver si se movía, pero resultó que
estaba muerto. Te imaginabas a la niña con el pájaro en una mano y el teléfono en la otra, en medio del
silencio de la madrugada, y se te ponían los pelos de punta. Así debía de tenerlos la locutora, que no sabía
qué decir.

Finalmente, sugirió que despertara a sus padres y les contara lo sucedido, pero la niña dijo que le daba miedo
que creyeran que había matado ella al animal, pues siempre le echaban la culpa de todo. Se expresaba de tal
forma que la audiencia entera, creo yo, se dio cuenta al instante de que, en efecto, aquella cría acababa de
cargarse al canario. La locutora pronunció dos o tres frases atropelladas y dio paso a la publicidad. Yo
apagué la radio para no saber qué ocurría a la vuelta y me fui al salón a leer un poco. Lo malo del insomnio,
contra lo que muchos creen, no es el hecho de permanecer en vela, sino de lo que te enteras mientras el
mundo duerme.

'Pole position'

08.08.2007

No es necesario ser hermanos para llevarse mal. Basta con que haya un padre o alguien que encarne esa
figura: pongamos un patrón. Fíjense, si no, en el curioso trío formado por Hamilton, Dennis y Fernando
Alonso, que han derribado también el mito de que los equipos de hombres se rompen siempre por
intervención de las mujeres (ha llegado el momento de revisar separaciones históricas, como la de Bioy y
Borges o la de Lennon y McCartney). Lo cierto, en todo caso, es que el Mundial de Fórmula 1 de este año
deberá pasar, además de a la historia del automovilismo de alta competición, a los tratados de psicología
profunda.

Cómo explicar, si no, que el desastre emocional al que estamos asistiendo se desarrolle en medio de un éxito
sin precedentes para una escudería. Si Hamilton y Alonso, en lugar de ir el primero y el segundo, ocuparan
los últimos puestos, quizá se llevaran como amigos, en vez de como hermanos. Por el contrario, de continuar
yéndoles las cosas como hasta ahora, la victoria final podría convertirse en una tragedia griega. Se precipitan,
de triunfo en triunfo, hacia un fracaso atronador. Por cierto, que a mí me está costando mucho averiguar qué
es la pole position; más de lo que tardé en comprender el fuera de juego.
Hombre blanco completamente erguido

09.08.2007

No vamos a decir ahora que el mundo esté loco, porque las generalizaciones, etcétera, pero lo cierto es que
los policías tailandeses que cometen faltas leves son obligados a llevar como castigo un brazalete de Hello
Kitty, esa gatita antropomorfa y cursi, llena de flores y lacitos de colores, que es el icono preferido de la
infancia pija de medio mundo.

Los policías quedarán de este modo estigmatizados como auténticas nenazas entre sus compañeros de cuartel
y el público en general. Las autoridades no han decidido aún qué tipo de sanción reservan a los que cometan
faltas graves, de modo que queda abierto el concurso de ideas.

La gata Hello Kitty dispone de novio, de amigos, de familia y de lenguaje doblemente articulado, como
cualquier ser humano, pero posee también, a modo de mascota, un gato que, a diferencia de ella, va a cuatro
patas. Por cierto, que en el anuncio racista de Intel aparece un hombre blanco, completamente erguido y
seguro de sí, rodeado de varios hombres negros (afroamericanos, si ustedes lo prefieren) colocados a cuatro
patas, a modo de mascotas, por lo que, casi sin darnos cuenta, acabamos de descubrir la sanción adecuada
para las faltas graves de la policía tailandesa: un brazalete con la foto del hombre blanco de la publicidad de
Intel.

Viva la investigación (española)

10.08.2007

Hay hechos como piedras, hechos que, por más vueltas que les des, por más fisuras especulativas que les
busques, por más que los asees, continúan funcionando a modo de acontecimientos desnudos. Te licencias en
Biología y Bioquímica, por ejemplo, logras que te acepten como becario en el Instituto de la Grasa (vaya
nombre), te prestas a hacer de transportista para que la actividad laboral no se detenga y te explota en el
rostro un frasco de jarabe de palo. En total, dos ojos perdidos, una vida rota y varios años de ciega lucha
contra los abogados del Estado. He aquí una anécdota sin vestir que vale por cuarenta categorías maquilladas.

Para más información, acudan a la edición local del Abc de Sevilla del pasado día 6, que un lector ha tenido
la amabilidad de hacerme llegar. Se lee allí que la Audiencia Nacional ha condenado al Instituto de la Grasa a
indemnizar con 750.000 euros a un becario que en 2002 se quedó ciego cuando transportaba unos productos
químicos que el personal de mantenimiento se había negado a manipular por falta de medidas de seguridad.
La víctima, que entonces tenía 29 años y era licenciada en Biología y Bioquímica, realizaba prácticas en
dicho centro. Viva la investigación (española).
Por qué se fue al carajo la República

11.08.2007

Nos gustaría imaginar que la necesidad nacional de ver a una princesa en biquini o a una reina en bañador
metaforiza el deseo filosófico de profundizar en la realidad, de ir más allá de la apariencia, de traspasar lo
manifiesto. Dada sin embargo la vigencia del pensamiento literal, quizá el único objetivo de sacar a la familia
real en bolas sea el de sacar a la familia real en bolas. Así las cosas, tendríamos que tener dos familias reales,
una de diario y otra de vestir; una para los golpes de Estado y otra para las situaciones de paz; una de luto
permanente y otra de fiesta continua. En una España que es dos Españas, una familia real no es suficiente.

En un país que es dos países, disponer de una familia real para todas las situaciones es como depender de los
vatios de Endesa para preparar una oposición a notarías. Y es que lo hacemos todo a medias, excepto lo que
hacemos al revés: el incendiario de Gran Canaria, por ejemplo, era un bombero, y la revista que ha publicado
la presunta "exclusiva del verano" es, además de monárquica, una especie de El Jueves inversa, aunque
también tronchante. Hay una España Jekyll y otra Hyde, pero no es fácil distinguirlas. En cuanto a la
República, se fue al carajo porque sólo teníamos una.

Por Dios, que alguien lo explique

12.08.2007

¿Convendría suspender las vacaciones, regresar corriendo a nuestras ciudades, sacar todo el dinero de
nuestras cuentas corrientes, fondos de inversión y cartillas de ahorro y esconderlo dentro de un calcetín?
¿Deberíamos retirar el plan de pensiones? ¿Podría mi banco tener problemas para rellenar el cajero
automático del barrio la semana que viene? ¿En qué modo afecta a los peatones de la historia la volatilidad
de los mercados, que ahora mismo no caemos en qué consiste? Para llevar una vida normal, sin alegrías
excesivas, pero también sin grandes quebrantos, ¿es absolutamente necesario saber qué es un cliente
subprime?

Le pregunto a un lector de prensa económica que toma café en la mesa de al lado de dónde obtiene el BCE
los millones que administra, no sabemos si por vía rectal o intravenosa, a la banca privada, y me dice que de
los Estados de la zona euro, que a su vez se lo han extraído sin anestesia a los contribuyentes. Total, que ese
dinero es nuestro, de usted y mío, quiero decir. ¿Significa eso que pagamos dos veces la hipoteca, una a
nuestro banco y otra a nuestro banco también, sólo que a través del BCE? Por favor, lo explican como Dios
manda o dejan de asustar a las personas sencillas.
Un fenómeno sin nombre

13.08.2007

Conocemos, gracias al cursillo acelerado que estamos recibiendo estos días, el nombre técnico del crédito
que se dispensa a quien no va a poder devolverlo (subprime o basura). Ahora nos gustaría saber cómo se
llama la hipoteca concedida para la adquisición de una vivienda sobrevalorada, que es nuestro caso. El Banco
de España, una entidad poco alarmista, lleva años advirtiendo de que los pisos que comprábamos por 100
valían en realidad 70 (un servidor, que tiene tendencia al pánico, piensa que valían 50).

Pues bien, usted llegaba al banco, pedía un crédito para adquirir por 1.000 una casa que como mucho valía
700, y el banco miraba para otro lado, es decir, le daba los 1.000 y mañana Dios dirá. Usted, por su parte,
amueblaba la vivienda y se metía en ella convencido de que se había hecho con una ganga que al año
siguiente costaría un 20% o un 30% más. En todos esos cálculos había no menos de un 50% de delirio o
sueño del que estos días empezamos a despertar. Las calles de nuestras ciudades están llenas de carteles de
"Se vende". ¿Pero cómo vender a un precio real lo que compramos al de una quimera? Por cojones, con
perdón, no se nos ocurre otra cosa, al menos mientras los expertos ponen nombre a un fenómeno con tantos
cómplices.

Estirpe de caníbales

14.08.2007

La noticia de que el hijo de Pinochet ha sacado a la venta los trajes de su padre pone los pelos de punta a
cualquiera que sepa lo que es un traje. No es necesario haber leído El traje del muerto, la novela de Joe Hill,
para saber que los difuntos se manifiestan a través de la ropa que usaron en vida. Para que unos pantalones
pierdan por completo la sustancia del finado han de pasar muchos años. Así pues, quien compre una de esas
prendas adquirirá también el fantasma del dictador. Imaginen lo que es llegar al cuarto de baño y abrir, en
lugar de la tuya, la bragueta de un tipo con más de 3.000 crímenes a sus espaldas. Imaginen lo que es meter la
mano en uno de los bolsillos y tropezar con el dedo o la lengua de uno de sus torturados. Tampoco sería raro
que en las solapas de sus chaquetas quedaran restos de la baba (la mala baba) del ilustre asesino. Hay que
tener mucho estómago para vestir uno de esos trajes, más incluso que para ponerlos a la venta. La familia
Pinochet permaneció unida mientras podía robar al resto de las familias chilenas. Una vez acabada la fiesta,
han comenzado a devorarse unos a otros, empezando por sus muertos. Vender los trajes del padre es como
comerse su entrepierna. Resulta milagroso que Chile sobreviviera a esa estirpe de caníbales.
Tirar la piedra

15.08.2007

A Bush le han dimitido ya cinco o seis manos derechas; la última, la representada por ese Karl Rove, que
quiere pasar más tiempo con su hijo (¿no hay en EE UU leyes que protejan a la infancia?). Todas esas manos
derechas de Bush estaban, directa o indirectamente, manchadas de sangre. A todas se les apreció restos de
pólvora en los dedos. La de Rumsfeld, por poner un ejemplo, habían enredado lo suyo en Abu Grahib, donde
se torturaba a dos, a cuatro y a seis manos, a veces a ocho. Faltaban manos para torturar, como demostraron
los documentos gráficos.

Todas, sin excepción, pusieron algún tornillo en los barrotes de la prisión ilegal de Guantánamo y apretaron
las tuercas del potro aplicado a algunas de las personas secuestradas en lo que impropiamente viene
llamándose un limbo legal, porque es un infierno. Bush ya no es un pato cojo, es un presidente manco que
duerme, para compensar, con la pistola de Sadam Husein a manera de prótesis debajo de la almohada. De
aquí a las elecciones tendría que gobernar con mucha mano izquierda, pero la única que tenía era la de Blair,
que ni está ni se le espera. La duda que nos asalta ahora es si todas estas manos derechas han dimitido de
verdad o se han escondido tras arrojar la piedra.

Para explicar la globalización

16.08.2007

Cuando un defecto alcanza a 46 millones de baterías, deja de ser un defecto para convertirse en un rasgo de
carácter. Si las baterías de 46 millones de teléfonos móviles de Nokia, tal como se nos ha advertido, tienen
tendencia al sobrecalentamiento, es porque las baterías de esa marca tienen tendencia al sobrecalentamiento.
Los saltos cualitativos, con perdón, se producen por aumento de la cantidad. Los juguetes de Mattel con
pintura tóxica, en cambio, apenas llegan a los siete millones de unidades. Eso sí puede calificarse de fallo. Si
habláramos, en cambio, de 20 o 25 millones, no sería arriesgado afirmar que el veneno formaba parte del
proyecto.

Ahora estamos analizando las cifras de la pasta de dientes en mal estado, que en principio tampoco son muy
alarmantes. Que no cunda el pánico, pues. Desde el punto de vista estadístico, es casi imposible que en un
mismo hogar el padre de familia se esté cepillando los dientes con una pasta emponzoñada al tiempo que la
madre habla por teléfono con un Nokia recalentado y el hijo chupa un juguete con plomo. Lo que sí sabemos
es que mientras un niño juega en Alicante con un cochecito contaminado, un chino se suicida o es fusilado en
Pekín. ¿Qué mejor modo de explicar la globalización a la infancia?
Malos olores

17.08.2007

Las principales características del síndrome de Diógenes, que suele atacar a las personas mayores, son la
tendencia al aislamiento social, la reclusión en el propio hogar y el abandono de la higiene. El miedo a la
escasez lleva a quienes lo padecen a guardarlo todo, desde una monda de naranja a una faja de péndulo
encontrada en el cubo de la basura, por no hablar de las bolsas de plástico del supermercado, que se
acumulan como estómagos vacíos en el fondo de los armarios y en los cajones de las alacenas.

De este modo, el enfermo se va creando un cuerpo supletorio, una segunda piel en la que se envuelve para
ponerse a salvo de los embates de la edad y de la locura, así como del pánico a la ruina. El síntoma más claro
del envejecimiento de ETA es esa casa de Biarritz donde se ha encontrado un arsenal de armas y explosivos,
parte del cual estaba en mal estado (cada uno acumula el tipo de chatarra que ha dado sentido a su vida). El
caso es que en medio de toda esa basura bélica, que seguramente había comenzado a provocar malos olores,
vivía un hombre cuya cara pudimos observar al ser detenido. Nos sorprendió mucho su expresión, pues era
idéntica a la de esos indigentes a los que la policía tiene que desalojar de su vivienda tras las denuncias de los
vecinos.

El perro y el doble

18.08.2007

La gente se creía que lo de llevar una doble vida era un chollo, de ahí el éxito que tuvo al principio Second
Life. ¿Cómo renunciar a la posibilidad de crear una versión alternativa de uno mismo? De hecho, las
avenidas de ese sitio se llenaron enseguida de gente guapa, dinámica, con un poder adquisitivo que sólo
estaba a la altura de su poder de seducción. Los bancos, las grandes firmas de moda, incluso Coca-Cola, se
dieron cuenta de que había que estar allí y adquirieron los locales comerciales situados en los mejores
barrios. Ahora, apenas unos meses después, todas esas empresas han huido del lugar y el 85% de quienes
crearon un doble lo han abandonado porque no podían con él.

Lo del doble es como lo del perro: al principio hace mucha ilusión y todos los miembros de la familia se
ofrecen para sacarlo a pasear y darle de comer. Lo difícil es mantener esa ilusión durante toda la vida del
animal (o de la tuya). Por eso hay tantos perros y tantos dobles abandonados en medio de las calles. Y es que
se es dos cuando no se puede ser uno, nunca al revés. En cualquier caso, lo lógico es que esa gente que
dedicó tantas horas a la creación de un álter ego, a la hora de renunciar hubiera renunciado a la versión
analógica de sí, que es la más sucia.
Viva lo falso

19.08.2007

En apenas unos días, Stephen King ha sido confundido con un vándalo y Rigoberta Menchú con una
vendedora ambulante de flores. Al primero le sucedió en una librería; a la segunda, en un hotel. Al tiempo
que se daban estos malentendidos, Bob Dylan buscaba dobles a través de Internet. Hay una oscura relación
entre una cosa y otra, pues ni a King ni a la Menchú los habrían confundido si en vez de entrar ellos en la
librería y en el hotel, hubieran entrado unos imitadores suyos. La copia posee un plus de verosimilitud del
que carece la pieza original. El convencimiento de que uno es Stephen King o Rigoberta Menchú, en cambio,
conduce a bajar la guardia y parecer otro. La réplica, al contrario que el prototipo, no deja un detalle al azar:
te cruzas con Bob Dylan y comprendes que sólo puede ser Bob Dylan, de donde se deduce que los Bob
Dylan conocidos son falsos. Es posible que el verdadero, además de no parecerse en nada al que tenemos en
la cabeza, viva retirado en una granja. Lo pensé hace años, cuando lo vi actuar ante Juan Pablo II, que quizá
era también una copia del Papa genuino, pues parecía fidedigno. Las falsificaciones están dando unos
resultados sorprendentes. Gracias a ellas, podemos llevar un bolso de Loewe o un Cartier. Lo auténtico, en
todos los órdenes de la vida, empieza a parecer chatarra.

Ración de sapos

20.08.2007

El pasado 17 de marzo estalló en Pamplona una manifestación contra el secuestro de Navarra, vilmente
entregada (según Miguel Sanz y Cía.) por el PSOE a ETA a cambio de no sabemos qué. Se percibió por tanto
aquella marcha como una réplica de las realizadas por el PP en Madrid, con asistencia de obispos y extrema
derecha exhibiendo banderas victoriosas al paso alegre de la paz. Votar al PSOE equivalía entonces a votar a
ETA, puesto que la complicidad entre los asesinos y Zapatero estaba científicamente demostrada. Había
buenos y malos navarros como había buenos y malos españoles; los malos navarros eran, una vez más, los
socialistas, que actuaban como tapadera legal de los verdugos. De ahí que a Miguel Sanz no le quedara en
aquel tiempo otro remedio que utilizar políticamente el terrorismo para desgastar al Gobierno, etcétera,
etcétera, etcétera. Pues bien, analizando lo que ha dicho en los últimos días este político reversible, tiene uno
la impresión de que se ha convertido en un hombre de paja del PSOE. Si no se hubiera tragado en una
semana más sapos de lo que es normal incluso en alguien que come de todo, se le podría aplicar su propia
medicina y preguntarle qué hipotecas ha contraído con los amigos de los terroristas. Nos hacemos, pues,
cargo del desconcierto de Rajoy y de la afasia de Acebes.
Mecánica y teología

21.08.2007

A veces se dan milagros inversos dignos de espanto, como el de esas personas que murieron bajo los
escombros de un templo de la localidad peruana de Pisco, cuando se vino abajo sobre las cabezas de los
fieles que celebraban una misa funeral (siniestra coincidencia). Estos prodigios al revés no gozan de la
notoriedad de los prodigios al derecho, por lo que se silencian como si no hubieran pasado. Pero han pasado,
coño, y algo debería decirse de ellos desde el punto de vista de la fe. Sabemos que Dios no está nunca donde
se le necesita, entre otras cosas porque no hay Dios, pero en situaciones excepcionales debería hacer el
esfuerzo de existir hasta la llegada de los bomberos. La Iglesia, por su parte, es capaz de organizar una orgía
mística por el hecho de que a una monja se le quiten los dolores de barriga al colocarse, a modo de
cataplasma, una estampa de Juan Pablo II (hay infinidad de santificaciones basadas en curaciones de este
tipo), pero nuestra Conferencia Episcopal, que da ruedas de prensa como el que hace rosquillas, no ha dicho
nada aún sobre ese templo peruano que mató a las personas humildes que lo sostenían. Resulta
incomprensible que los obispos den tantas explicaciones sobre el condón, que es pura mecánica, y tan pocas
sobre este tipo de catástrofes, que son pura teología.

Gallardón no se reproduce en cautividad

22.08.2007

Las imágenes en las que tres personas capturan al tiburón de Tarragona son idénticas a aquellas otras en las
que se ve a Aguirre, Zaplana y Acebes inmovilizando a Gallardón. Cada uno lo coge de un sitio para
obligarle a entrar por el aro, pero él se hace astutamente el muerto, como en otras ocasiones, y al final lo
dejan estar. No tardaremos mucho en ver de nuevo su aleta merodeando por las playas de la sucesión, sobre
todo ahora que a Rajoy lo dan por muerto hasta sus propios promotores. Si al escualo lo han enviado al zoo, a
Gallardón lo han amenazado con el Senado, que tiene las dimensiones políticas de una piscina.

El Senado le viene pequeño al alcalde de Madrid. No es que no pueda vivir en cautividad, de hecho lleva
años ocupando espacios más pequeños de los que exigiría su naturaleza, pero es incapaz de reproducirse en
tales condiciones. No ha tenido en todo este tiempo un solo hijo político, no hay dentro del PP una corriente,
por pequeña que sea, que le apoye. ¿Y por qué no le apoyan?, cabría preguntarse. ¿Por demócrata? ¿Por
ambicioso? ¿Por guapo? ¿Por feo? ¿Por impaciente? En un mundo donde hasta Martínez Pujalte ha creado
escuela, resulta un misterio indescifrable. Aunque lo más probable es que no le apoyen por Gallardón.
El impuesto ciego

23.08.2007

A propósito, una vez más, del cursillo acelerado de Economía y Bolsa que estamos recibiendo este verano,
algunos lectores insisten en averiguar de dónde saca el BCE el dinero con el que inyecta liquidez a la banca
privada en aprietos. Yo no tengo ni idea, pero he observado que conviven dos versiones: de acuerdo con la
primera, lo obtienen de los Estados de la zona euro, lo que implicaría que nuestros impuestos se utilizan para
ayudar a unos señores con puro (y quizá copa) que a su vez nos fríen a base de comisiones. Más misteriosa es
la segunda versión, apuntada por un lector en apariencia muy documentado y según la cual el BCE no saca
esa pasta de ningún sitio, sino que la crea de la nada en el instante mismo de inyectarla. Que se hagan 10 mil
millones de euros, dice un ejecutivo con corbata de seda en tono bíblico, y los 10 mil millones de euros
aparecen donde antes sólo había tinieblas. La contrapartida a este milagro, como al de la bajada de los tipos
de interés, es, por lo visto, el aumento de la inflación, también llamada "impuesto ciego" porque embiste sin
mirar. La inflación constituiría un modo de "socializar" las pérdidas ocasionadas por la crisis hipotecaria, lo
que quiere decir que usted podría verse financiando una hipoteca basura que el banco de la esquina concedió
a su cuñado. Permanecemos a la escucha.

Kierkegaard

24.08.2007

Me encontraba en la cocina, pelando filosóficamente (¿hay otro modo?) unas judías verdes para la cena,
cuando entró el perro y me preguntó si íbamos a salir. No le contesté porque, sabiendo como sé que los
perros no hablan, deduje que aquello sólo podía ser una alucinación auditiva, producto del calor o de una
siesta confusa, de la que no me había recuperado. Por eso, se me heló la sangre en las venas (¿en dónde si
no?) cuando mi mujer, que estaba en la habitación de al lado, me preguntó con quién hablaba. Con nadie,
balbuceé intentando ocultar mi turbación. Pues si no te importa hazlo en voz baja, añadió ella.

Permanecí un rato observando atónito al perro y luego continué pelando las judías como si no hubiera pasado
nada (a partir de cierta edad, los sucesos sin explicación se multiplican como hongos). Pero al día siguiente,
estaba limpiando unas sardinas con las escamas plateadas (influencia de Lorca), cuando entró de nuevo el
perro con expresión de querer decirme algo. Esta vez me adelanté a él y di un par de ladridos muy
convincentes. ¿Por qué ladra el perro?, preguntó mi mujer. Porque quiere salir, dije, es la hora. Pues sácalo,
sugirió ella. Le puse la correa, nos fuimos a la calle y estuvimos una hora hablando de Kierkegaard sin
levantar sospechas.
También somos responsables de lo que vemos

25.08.2007

Supongamos que un hombre se ahoga en el mar a unos metros de usted y que usted no puede hacer nada por
él, aparte de filmarle con la cámara digital que lleva en el bolsillo. ¿Qué haría? Quizá en un primer impulso
de orden capitalista sacara la máquina y apretara el botón. Pero tal vez a los pocos segundos de rodaje una
autocensura de corte socialista le obligara a desistir. Durante esos instantes de duda, mientras el ahogado
chapotea ante sus ojos, por su cabeza de usted pasarán los telediarios de las 9 de la noche y los lugares de
Internet donde triunfan los vídeos de ahorcamientos, entre otras escatologías de moda. Notoriedad y dinero,
en fin.

Después de todo, se dirá usted en voz baja, a este hombre qué más le da que se le filme o no. Está también la
coartada científica del documento, porque esto, en última instancia, es un documento. La gente tiene derecho
a saber qué ocurrió aquí, etcétera. Total, que al cabo de unos instantes, tanto si es capitalista como socialista,
filma la escena por si acaso como el que cree en Dios por si acaso. ¿Se acuerdan ustedes de aquel fotógrafo
que sacó a una niña a punto de ser devorada por un buitre? Se suicidó el pobre tras recibir el Pulitzer, al
comprender que, como decía el otro, también somos responsables de lo que vemos.

Perra vida

26.08.2007

De entre todas las frases pronunciadas por Zapatero en su visita a los Oscos, la más reproducida por la prensa
ha sido la de "aquí se duerme fenomenal", que pertenece a la misma familia de la de "los negros llevan la
música en la sangre".

Si su esposa hubiera añadido que dormían con manta, habrían ocupado también la primera página del New
York Times, donde no es fácil que te saquen. Dentro de unos siglos, cuando un investigador tropiece con los
titulares de prensa de estos días, sacará sobre los Oscos conclusiones completamente equivocadas, pues sus
habitantes, aunque pocos, son muy despiertos.

Lo que está claro es que las frases hechas gustan de una forma directamente proporcional a la importancia de
quien las pronuncia.

Si el Rey dijera que en Mallorca, al caer la tarde, hay que ponerse una rebequita, sus palabras ocuparían la
cabecera de los telediarios de todo el mundo. Traten de imaginar por un momento las profundísimas
reflexiones que provocaría la emisión, por parte de la más alta instancia del Estado, de esa tontería, a la que
también El Jueves extraería su jugo. En cambio, si usted o yo decimos que el que se pica ajos come o que al
que madruga Dios le ayuda, no se entera ni Dios. Perra vida.
Una depresión merecida

27.08.2007

Escribió un lector para informarme de que la vida era absurda, aunque sin precisar con relación a qué. El caso
es que hace un año, según relataba en su correo, decidió atravesar Canadá en bicicleta. Hasta aquí, todo
normal. El mundo está lleno de gente que hace el Camino de Santiago a pie, cruza el Atlántico en barca de
remos o se bebe una caja de cervezas sin respirar: hay constancia de todo ello en el Libro Guinness de los
récords, cuya lectura le sume a uno en profundas reflexiones. Lo que le ocurrió a nuestro comunicante es que
a mitad de camino se cruzó con otro individuo que estaba llevando a cabo la misma hazaña, pero en patinete.

El hombre comprendió entonces, como en una revelación, lo absurdo de su proyecto y volvió a casa en avión.
Desde entonces no encontraba placer en nada, no era capaz de fijarse objetivos ni de ilusionarse con nuevos
propósitos. Le pedí que tratara de imaginar que Dostoievski y Flaubert se encontraban (al modo en que él se
había cruzado con el del patinete) cuando uno trataba de escribir El idiota y, el otro, Madame Bovary.
¿Habrían sentido la misma sensación de absurdo? Quizá sí, me respondió, pues en el fondo no es más
disparatado pretender cruzar Canadá en bici que intentar escribir una obra maestra. Le contesté que merecía
estar deprimido y eso fue todo, porque dejamos de escribirnos.

El lugar de la virtud

28.08.2007

Adquirí en el mercadillo del pueblo, por sólo nueve euros, un reloj que, una vez en casa, resultó atrasar un
minuto al día. Un minuto al día no es nada; total, siete a la semana, pero a mí me dolía como una llaga en el
paladar. Al poco, vi uno idéntico en otro mercadillo y me lo compré también. Por casualidad, este adelantaba
un minuto diario, justo lo que el otro atrasaba. Me puse el que atrasaba en la muñeca izquierda y el que
adelantaba en la derecha. Así, si en uno eran las dos menos un minuto, en el otro eran las dos y un minuto.
Habiendo sido educado en la idea de que en el centro está la virtud, deducía sin problemas que eran las dos
en punto.

Los cálculos no resultaban siempre tan sencillos, pues había ocasiones en las que en uno eran las siete y trece
y en el otro las siete menos trece, lo que me obligaba a efectuar operaciones aritméticas para las que no estoy
dotado. Me acostumbré, no obstante, a vivir así, y con el tiempo yo mismo llevaba en unas cosas idéntico
retraso al adelanto que llevaba en otras. Perdía por el lado izquierdo las plusvalías que obtenía con el derecho
o desescribía el martes lo que había escrito de más el lunes. Comprendí entonces que la virtud no está en el
punto medio, sino un poco desplazada, pero no logré averiguar hacia qué lado.
Zulos cósmicos

29.08.2007

Hay en el universo espacios gigantescos en los que no se observan planetas ni soles ni estrellas ni gas, ni
materia oscura. Habitaciones vacías, en resumen. El hallazgo ha causado entre los científicos la misma
sorpresa que si usted, al mover un armario para pintar, descubriera en su casa una cámara secreta sin nada
dentro. ¿Para qué ocultar un doble fondo en el que no se esconden armas ni cartas de amor ni monedas de
oro?

Piensa uno que Dios podía haber colocado en esa estancia cósmica una bombona de Butano, una cama de
matrimonio, unas cortinas de cretona, un armario de tres cuerpos, un botiquín, un coprolito, no sé, algo que
aliviara al abrir la puerta ese sentimiento de desolación.

En un mundo lleno de cachivaches absurdos como los planetas o los satélites, por no hablar de los moluscos,
los lamelibranquios, los arácnidos y los mamíferos (con todas sus secuelas de hígados y aparatos
circulatorios e intestinos de todos los tamaños), una habitación vacía acojona. ¿Por qué esa acumulación de
trastos viejos en unos rincones del universo y esa limpieza de quirófano en otros? Ese zulo sideral parece una
metáfora. Y quizá lo sea, por lo que lo primero que tendríamos que hacer es no tomárnoslo al pie de la letra.

Impostores aristotélicos

30.08.2007

Pasaron a vernos unos parientes de mi mujer que dijeron veranear aquí al lado. Cuando llevaban 10 minutos
intentando explicar quiénes eran y de qué rama familiar procedían, mi mujer y yo fingimos caer en la cuenta
y les invitamos a un café.

Decían ser hermanos, pero se parecían en todo a un matrimonio de los que no discuten. No sabíamos de qué
hablar hasta que sacaron el tema de Aristóteles y del mundo sensible. Mientras los escuchaba, tuve de repente
la revelación de que eran unos impostores, pero no dije nada para ver hasta dónde eran capaces de llegar.
Llegaron a la diferencia entre sustancia y accidente mientras agotaban una caja de pastas que habíamos
abierto para ellos.

A los pocos días, unos vecinos con los que solemos tomar el aperitivo nos contaron que habían recibido una
extraña visita de unos familiares lejanos que se habían pasado la tarde hablando de Aristóteles. Otro
veraneante, al escucharnos, añadió que a él y a su mujer les había ocurrido lo mismo. Al final, toda la
urbanización había recibido la visita de los impostores aristotélicos. Nadie los ha vuelto a ver, pero daríamos
cualquier cosa porque volvieran, pues tenemos la convicción no expresada de que aquella visita fue lo más
importante de nuestras vacaciones, quizá de nuestras vidas.
En resumen

31.08.2007

Gran Canaria. Fuego devastador. Calor africano. Cambio climático. Caos viario. Pole position. Fernando
Hamilton. Lewis Alonso. Fiebre aftosa. Batiscafo ruso. Fernando Navarro. Gobierno Puras. Ejecutiva
regional. Dirección federal. Espeleóloga belga. Tuleramia castellanoleonesa. Caso Madeleine. Hipotecas
basura. Pánico bursátil. Movimiento sísmico. Liquidez bancaria. Volatilidad acelerada. Lunes negro.
Atracador solitario. Trillo-Figueroa. Hedge fund. Cédulas hipotecarias. Activos financieros. Valores
especulativos. Lluvias torrenciales. Respiro bursátil. Bancos centrales. Huracán Dean. Temperaturas
otoñales. Pateras mortales. Medidas drásticas. Castración química. Nicolas Sarkozy. Vladímir Putin. Ruiz-
Gallardón. Críticas internas. Joan Manuel Sabina. Joaquín Serrat. Furgoneta fúnebre. Nuevos atentados.
Fuego griego. Fútbol televisado. Corte Inglés. Beneficio neto. Emma Penella. Francisco Umbral. Antonio
Puerta. Biblioteca Nacional. Rosa Regàs. Fraga Iribarne. Sucesión difícil. Rosa Díez. José Tomás. Operación
retorno.

Así la vida: embarazo normal. Anestesia epidural. Infancia feliz. Estudiante díscolo. Acné juvenil.
Adolescente conflictivo. Gin tonic. Drogas blandas. Escarceos sexuales. Primer salario. Emancipación tardía.
Boda civil. Embarazo extrauterino. Parto prematuro...

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