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es tambin que muchas veces los polticos solo buscan sus intereses personales y
no el bienestar del pueblo, con lo cual causa hacen de lado a su ideologa y se da
paso al transfuguismo (heredado del gobierno de Fujimori), demostrando de
esta forma que en nuestro pas, los partidos polticos no canalizan adecuadamente
la voluntad popular. Trayendo como consecuencia el transfuguismo, las
promesas incumplidas y el nulo acceso de las personas a participar en poltica.
Los partidos polticos, en el Per, no son un sistema institucionalizado, carecen de
seriedad. En algunos casos se puede notar una seria semejanza con el
caudillismo, donde se personaliza la imagen del lder y las decisiones del partido
se toman en torno a l, endiosndolo y convirtiendo a sus militantes en fieles
devotos. Las fragmentaciones de stos tambin afectan a las decisiones que se
van a tomar en el ejecutivo, por eso es conveniente formar alianzas o coaliciones
para que algunos partidos sobrevivan y si es tiempo electoral, pasen la valla. Esta
crisis Esta crisis nos lleva a elegir personas no por planteamientos ideolgicos
sino en base al rostro poltico que el candidato presente (el que parezca ms
adecuado para ser gobernante), sin saber realmente qu intenciones se esconden
detrs de esta persona sin una base doctrinal fija. Otro de los problemas que
contribuyen a ahondar esta crisis es que se da un problema entre los partidos y los
jvenes, esto se debe a que los partidos ven a los jvenes como los inestables
emocionales y radicales que buscan bajarlos de sus tronos de poder, no desean
que ellos tomen un liderazgo real dentro del grupo. La nula renovacin de cuadros
polticos hace que el sentir juvenil no se vea realizado, y que las masas vean con
descrdito a las instituciones que no les permiten ejercer un liderazgo real. Otro
gran problema es el del sectarismo poltico, en donde cada partido busca su
propio beneficio y se niega a participar en dilogos o debates con otros partidos o
con el gobierno de turno, convirtindose de esta forma en un elemento perturbador
de la comunidad en lugar de ser un ejemplo de coherencia y cooperacin. La poca
capacidad de dilogo y la nula posibilidad de alianzas reales de gobierno han
hecho que la tarea de gobernar se vuelva ms compleja de lo necesaria y la
oposicin llegue a tratar de derrumbar al Gobierno, por el simple hecho de la
popularidad.